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Philosophica Enciclopedia Franz Brentano

Oct 30, 2015

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  • Franz Brentano

    Autor: Sergio Snchez-Migalln Granados

    Franz Brentano (1838-1917) pertenece a esa clase de filsofos

    que tuvieron mayor influjo que fama, ms importancia posterior

    que contempornea. Es de justicia reconocerle el mrito y xito

    de sus esfuerzos por renovar la filosofa del ltimo cuarto del siglo

    XIX, especialmente en Alemania. Los frutos de ello se percibieron

    tanto en el nuevo inters por la metafsica aristotlica como

    sobre todo y ya en pleno siglo XX la fenomenologa y los inicios

    de la filosofa analtica del lenguaje. Si en algo coincidan los

    discpulos de Brentano, era sin duda en el rigor y claridad de las

    exposiciones de su maestro (rasgos que ahormaron

    precisamente la fenomenologa y la filosofa analtica lingstica),

    as como en su excelente conocimiento de la historia de la

  • 2

    filosofa. El estudio de los escritos de Brentano ensea filosofa y

    ensea a filosofar, y proporciona adems de modo nico las

    claves de comprensin de buena parte del pensamiento filosfico

    del siglo XX.

    ndice

    1. Vida y obras

    2. Su aristotelismo y su Metafsica testa

    3. El mtodo de la filosofa: experiencia y Psicologa

    4. Clasificacin de los fenmenos psquicos

    4.1. Lo psquico y sus tres clases

    4.2. Fenmenos ciegos y fenmenos correctos e incorrectos

    a) Juicio ciego, juicio evidente y juicio correcto

    b) Emocin ciega y emocin correcta

    5. Fundamentacin de la Lgica y de la tica

    5.1. La teora del juicio correcto y de lo verdadero

    5.2. La teora de la emocin correcta y de lo bueno

    6. El resmo ontolgico y analtico de su pensamiento tardo

    6.1. La nueva posicin gnoseolgica y ontolgica

    6.2. El anlisis psicolgico del lenguaje

    7. Bibliografa

    7.1. Obras de Brentano

    7.2. Seleccin de estudios sobre Brentano

    8. Referencias en Internet

  • 3

    1. Vida y obras

    Franz Clemens Brentano naci el 16 de enero de 1838 en

    Marienberg (Alemania), a orillas del Rin. Su to era el conocido

    poeta romntico Clemens Brentano, y su hermano Lujo se

    dedicaba a la poltica y economa sociales. De su madre recibi

    una profunda fe y formacin catlicas. Conforme a la tradicional

    movilidad de los estudiantes de filosofa en Alemania, estudi esa

    disciplina en las universidades de Mnich, Wrzburg, Berln, y

    Mnster. Tras doctorarse con un estudio sobre Aristteles en

    1862, Von der mannigfachen Bedeutungen des Seienden nach

    Aristoteles (Sobre los mltiples sentidos del ente en Aristteles),

    se orden sacerdote catlico en 1864. Dos aos ms tarde

    present en la Universidad de Wrzburg, al norte de Baviera, su

    escrito de habilitacin como catedrtico, Die Psychologie des

    Aristoteles, insbesondere Seine Lehre vom nous poietikos (La

    psicologa de Aristteles, en especial su doctrina acerca del nous

    poietikos). En los aos siguientes dedic su atencin a otras

    corrientes de filosofa, e iba creciendo su preocupacin por la

    situacin de la filosofa de aquella poca en Alemania: un

    escenario en el que se contraponan el empirismo positivista y el

    neokantismo. En ese periodo estudi con profundidad a John

    Stuart Mill y public un libro sobre Auguste Comte y la filosofa

    positiva. La Universidad de Wrzburg le nombr profesor

    extraordinario en 1872.

    Sin embargo, en el interior del filsofo iban fraguando

    problemas de otro gnero. Desde haca unos aos trataba en

    vano de explicarse racionalmente algunos dogmas de la religin

    catlica, sobre todo el dogma de la Santsima Trinidad. Y

    despus de que el Concilio Vaticano Primero proclamara el

    dogma de la infalibilidad papal, Brentano decidi en 1873

    abandonar su sacerdocio, y ms tarde la Iglesia catlica misma.

    No obstante, para no perjudicar ms a los catlicos alemanes

    ya de suyo hostigados por la Kulturkampf de entonces

  • 4

    renunci voluntariamente a su puesto de Wrzburg y, por otro

    lado, se neg a unirse a los cismticos viejos catlicos.

    Al ao siguiente, 1874, vio la luz su obra principal Psychologie

    vom empirischen Standpunkt(Psicologa desde el punto de vista

    emprico), y recibi una invitacin como profesor ordinario en la

    Universidad de Viena. El ttulo de su leccin inaugural refleja la

    inquietud antes mencionada: Las razones del desaliento en la

    filosofa. En 1880 contrajo matrimonio con Ida von Lieben, pero

    para su reconocimiento ante las autoridades austracas debido

    a su anterior condicin sacerdotal hubo de casarse en Leipzig.

    Al volver a Viena perdi su ctedra por el mismo motivo, aunque

    pudo habilitarse de nuevo y continuar enseando en la misma

    universidad como profesor encargado de ctedra (Privatdozent)

    hasta 1894. No public muchas obras durante esos aos, tan

    slo varias conferencias importantes: Vom Ursprung sittlicher

    Erkenntnis (El origen del conocimiento moral), en 1889; ber die

    Zukunft der Philosophie (El porvenir de la filosofa), en 1893;

    y Die vier Phasen der Philosophie und ihr augenblicklicher

    Stand (Las cuatro fases de la filosofa y su situacin actual), en

    1895. Slo pstumamente se editaron muchas de sus lecciones a

    partir de manuscritos suyos y de apuntes de alumnos. Tanto en

    Wrzburg como en Viena, Brentano goz de gran prestigio y

    admiracin como profesor, atrayendo como oyentes a estudiantes

    como C. Stumpf, A. Meinong, Ch. von Ehrenfels, A. Marty, E.

    Husserl, K. Twardowski o tambin S. Freud. Muchos de sus

    alumnos llegaron a ser profesores por todo el imperio austro-

    hngaro, lo cual da idea del ancho influjo de las enseanzas de

    Brentano.

    En 1895, despus de morir su mujer, abandona Viena dejando

    escrito su Meine letzten Wnsche fr sterreich (Mis ltimos

    deseos para Austria) y se traslada a Florencia, donde

    transcurridos dos aos se cas con Emilie Ruprecht. Al cabo de

    ocho aos perdi la vista, pero con ayuda de su esposa alcanz a

    publicar varias obras: en 1907, Untersuchungen zur

  • 5

    Sinnespsychologie (Investigaciones sobre psicologa de los

    sentidos); y en 1911, el volumen segundo de su Psychologie de

    1874 y dos estudios sobre Aristteles, Aristoteles und seine

    Weltanschauung (Aristteles y su concepcin del mundo)

    yAristoteles Lehre vom Ursprung des menschlichen Geistes (La

    doctrina de Aristteles acerca del origen del espritu humano). Ya

    bastante enfermo y completamente ciego se march a Suiza en

    1915, en medio de la agitacin de la Primera Guerra Mundial, que

    enfrentaba a pases de los que se senta ciudadano (Alemania y

    Austria frente a Italia). All muri el 17 de marzo de 1917.

    Las obras que se publicaron tras su muerte por obra de sus

    discpulos O. Kraus y A. Kastil (y una discpula de ste, F. Mayer-

    Hillebrand) ponen de manifiesto la amplitud de intereses del autor

    y su extraordinario conocimiento de la historia de la filosofa. Son,

    por orden de aparicin y aparte de la reedicin de las ya antes

    publicadas, las siguientes: Die Lehre Jesu und ihre bleibende

    Bedeutung (La doctrina de Jess y su significacin permanente),

    el volumen tercero de Psychologie vom empirischen Standpunkt,

    Versuch ber die Erkenntnis (Ensayo sobre el conocimiento),

    Vom Dasein Gottes (Sobre la existencia de Dios), Wahrheit und

    Evidenz (Verdad y evidencia), Kategorienlehre (Doctrina de las

    categoras), Grundlegung und Aufbau der Ethik (Fundamentacin

    y construccin de la tica), Religion und Philosophie (Religin y

    filosofa), Die Lehre vom richtigen Urteil (La doctrina del juicio

    correcto), Grundzge der sthetik (Elementos de esttica),

    Geschichte der griechischen Philosophie (Historia de la filosofa

    griega), Die Abkehr vom Nichtrealen (La recusacin de lo irreal),

    Philosophische Untersuchungen zu Raum, Zeit und

    Kontinuum (Investigaciones filosficas acerca del espacio, el

    tiempo y el continuo), Aristoteles Lehre vom Ursprung des

    menschlichen Geistes (La doctrina de Aristteles acerca del

    origen del espritu humano), Geschichte der mittelalterlichen

    Philosophie im christlichen Abendland (Historia de la filosofa

    medieval en el Occidente cristiano), Deskriptive

    Psychologie (Psicologa descriptiva), Geschichte der Philosophie

  • 6

    der Neuzeit (Historia de la filosofa de la Edad Moderna), ber

    Aristoteles (Sobre Aristteles) y ber Ernst Machs Erkenntnis

    und Irrtum(Sobre Conocimiento y error de Ernst Mach). Y resta

    todava indita casi toda la correspondencia cientfica de

    Brentano varios miles de cartas con discpulos y pensadores

    de su poca tan notables como Stuart Mill, Fechner, Von

    Helmholz, Freud, Bolzmann, Husserl, Stumpf, Von Ehrenfels, etc.

    2. Su aristotelismo y su Metafsica

    testa

    Como muestra su biografa, Brentano se interes desde muy

    pronto por la filosofa de Aristteles, y nunca abandon su estudio:

    sus tesis doctoral y de habilitacin, as como sus dos ltimos

    libros que aparecieron en vida, versaban sobre el pensamiento

    del estagirita. Adems, es palpable la preocupacin de este

    filsofo por la Metafsica, su actitud de buscar los fundamentos

    del saber y el anhelo por las causas ltimas. Sin embargo, esta

    faceta metafsica y teolgica de Brentano ha sido la que menos

    ha influido en la historia posterior de la filosofa; son ms

    conocidas e influyentes su Psicologa, su Lgica y Teora del

    conocimiento, y su tica.

    Las investigaciones de Brentano sobre la ontologa de

    Aristteles le situaron entre los artfices del resurgir del

    aristotelismo en la Alemania del siglo XIX (como Trendelenburg,

    Brandis, Bonitz o Zeller). Tambin pensadores metafsicos del

    siglo XX como M. Heidegger o P. Aubenque se beneficiaron

    notablemente de la lectura de esas disquisiciones. Su trabajo

    doctoral y primer libro, Sobre los mltiples significados del ente

    segn Aristteles, distingue cuatro sentidos de ente en el

    filsofo griego: el ente como ens per accidens o lo fortuito; el ente

    en el sentido de lo verdadero, con su correlato, lo no-ente en el

    sentido de lo falso; el ente en potencia y el ente en acto; y el ente

    que se distribuye segn las figuras de las categoras. De esos

  • 7

    cuatro significados, el veritativo abrir en Brentano el estudio de

    la intencionalidad. Pero al que dedica con diferencia mayor

    extensin es al cuarto, el estudio de las diversas categoras. Esto

    se debe, en parte, a las discusiones de su tiempo en torno a la

    metafsica aristotlica. En ellas toma postura defendiendo

    principalmente dos tesis: primera, que entre los diferentes

    sentidos categoriales del ente se da una unidad de analoga, y

    que sta significa unidad de referencia a un trmino comn, la

    sustancia; segunda, que precisamente esa unidad de referencia

    posibilita en el griego deducir las categoras segn un principio (y

    no de modo puramente rapsdico, como objetan Kant, Hegel y

    otros, tambin Trendelenburg). De este modo, Brentano se sita

    del lado de los intrpretes ms metafsicos y escolsticos de

    Aristteles, frente a los ms historicistas (hegelianos) y

    neokantianos.

    El problema de la analoga del ser permanecer en la mente de

    Brentano hasta el final de su vida, como lo prueba su postrer giro

    al llamado resmo. Otro tanto cabe decir de la cuestin de las

    categoras, de la que el autor dej hasta seis ensayos, aunque en

    redacciones muy provisionales y aproximadas ya en los tres

    ltimos aos de su vida (reunidos luego en el

    volumen Kategorienlehre). En ellos Brentano forcejea con la

    doctrina de Aristteles e incluso propone algunas rectificaciones a

    la misma.

    Ms abundantes fueron y ms elaboradas se conservan, en

    cambio, sus lecciones sobre Teologa natural (editadas despus

    bajo el ttulo Vom Dasein Gottes). Estas lecciones reflejan muy

    bien el peculiar estilo aristotlico de Brentano. Por ejemplo,

    sorprende la abundancia y precisin de datos de las ciencias

    naturales sobre los que apoya sus pruebas: algo muy aristotlico,

    pero tambin muy inusual y desconcertante. Adems, la certeza

    que obtiene a partir de esos datos no pretende ser absoluta o

    matemtica, sino la correspondiente a lo fsico, una certeza a lo

    sumo de infinita probabilidad; lo cual le lleva a elaborar una

  • 8

    original demostracin a priori del principio de causalidad. Se basa,

    pues, en la experiencia, pero adems se fija tanto en la externa

    como en la interna, lo cual ya era sin que eso supusiese

    abandonar el realismo, sino precisamente reforzarlo tambin

    una novedad. Por otro lado, las crticas a las objeciones de Hume

    y de Kant contra las demostraciones de la existencia de Dios

    sacan a la luz argumentos muy agudos y originales enderezados

    contra el pensamiento general de esos filsofos, al tiempo que

    dan ocasin a Brentano para exponer lo mejor de su doctrina.

    Es verdad, con todo, que no trata todas las demostraciones

    tradicionales de la Teologa natural; por ejemplo, no trata la

    cuarta va tomista, pero no porque la rechace. De las que se

    ocupa ms por extenso es del argumento ontolgico y de la

    prueba teleolgica. Tambin hay que advertir dos extraas

    discrepancias de Brentano respecto del pensamiento clsico en

    este campo. Se trata, por un lado, de que sostiene la mutabilidad

    de Dios, en cuanto que al causar pasara de no causar a causar;

    y, por otro, de que influido por Leibniz admite la inmortalidad

    del alma de los animales irracionales.

    De manera que Brentano a pesar de su dramtica relacin

    con la Iglesia catlica fue siempre un pensador metafsico y

    testa. En su obra Religion und Philosophie puede leerse algo que

    nunca desminti: Hay una ciencia que nos instruye acerca del

    fundamento primero y ltimo de todas las cosas, en tanto que nos

    lo permite reconocer en la divinidad. De muchas maneras, el

    mundo entero resulta iluminado y ensanchado a la mirada por

    esta verdad, y recibimos a travs de ella las revelaciones ms

    esenciales sobre nuestra propia esencia y destino. Por eso, este

    saber es en s mismo, sobre todos los dems, valioso. ()

    Llamamos a esta ciencia Sabidura, Filosofa primera, Teologa

    [Religion und Philosophie: 72-73].

    Sin embargo, las circunstancias no favorecieron que esta

    faceta de su pensamiento, aunque no pas en absoluto

    desapercibida, tuviera todo el eco que mereca. Era la filosofa

  • 9

    entera, desde sus mismos presupuestos, la que se hallaba en

    una profunda crisis y muy necesitada de reforma. Brentano se

    propuso esa reforma, y la historia ha demostrado que sus

    esfuerzos pusieron el cimiento de dilatadas corrientes filosficas

    del siglo XX, desde la fenomenologa hasta la filosofa analtica

    del lenguaje.

    3. El mtodo de la filosofa:

    experiencia y Psicologa

    Ya en el perfil biogrfico se hizo referencia a la crtica y

    compleja situacin que viva la filosofa en Alemania a mediados

    del siglo XIX. Tras el derrumbamiento del idealismo, muchos

    pensadores se adhirieron al pujante positivismo, que pronto

    adopt la forma del llamado psicologismo. Algunos buscaron

    caminos muy distintos: el de la existencia personal (Kierkegaard)

    o el del vitalismo irracional (Nietzsche). Y muchos otros, en fin,

    alzaron el conocido grito Volvamos a Kant! (animados por la

    obra de Liebmann, Kant und die Epigonen, de 1865), originando

    las Escuelas neokantianas de Marburgo y de Baden. ste es el

    panorama con el que se encuentra Brentano. Pero l conecta en

    cambio, como se ha dicho, con los pensadores que impulsaron el

    nuevo inters de Aristteles en esa centuria, y ve en el

    pensamiento del estagirita las claves para recuperar la genuina

    filosofa. sta es, para Brentano, un saber tan riguroso y cientfico

    como la ciencia natural: Vera philosophi methodus nulla alia

    nisi scienti naturalis est, fue la cuarta de

    las Habilitationsthesen que Brentano defendi en Wrzburg en

    julio de 1866. Pero, al mismo tiempo, la filosofa es un saber de

    mayor alcance que la ciencia natural; es un saber metafsico. La

    filosofa est tan lejos de las ensoaciones idealistas como del

    chato empirismo positivista.

    As, Brentano trata de combatir, por un lado, las arbitrariedades

    de los idealistas y de los neokantianos (ambos cargados, segn

  • 10

    l, de prejuicios ni evidentes ni demostrados), proponiendo la sola

    experiencia como criterio de verdad. Pero entendiendo la

    experiencia de modo que incluya sobre todo la experiencia

    interna: all donde cabe vivir la evidencia, como vieron san

    Agustn y Descartes, entre otros. Esto supone situar a la

    Psicologa en la base de la investigacin filosfica. Brentano es,

    despus de metafsico, eminentemente un psiclogo. De ah que

    su obra capital lleve el ttulo de Psicologa desde el punto de vista

    emprico. Pero, por otro lado, pronto vio la necesidad de

    distanciarse de la psicologa al uso entonces, que empleaba el

    mtodo de la ciencia natural basndose slo en la induccin y en

    la verificacin sensible, las cuales no pueden proporcionar

    ninguna de las leyes absolutas que la Lgica, por ejemplo, nos

    muestra con tanta evidencia, sino nicamente meras leyes

    generales y probables.

    Por ese motivo, a los pocos aos (en la segunda mitad de la

    dcada de los ochenta) formula ya claramente la distincin entre

    dos tipos muy distintos de Psicologa: la Psicologa Gentica y la

    Psicologa Descriptiva (o tambin Psicognosia, o Fenomenologa

    Descriptiva). La Psicologa Gentica se fundamenta en la

    Fisiologa y no es exacta, mientras que la Psicologa Descriptiva

    es una ciencia pura independiente de los conocimientos

    naturales y exacta. La primera se ocupa de las leyes y

    procesos de aparicin y causacin de lo psquico; la segunda, de

    la descripcin analtica de las partes fundamentales de lo

    psquico. La Psicologa Gentica no puede sino concluir juicios

    probables y generalizaciones inductivas. La Psicologa

    Descriptiva es pura porque sus anlisis no dependen de los

    conocimientos fisiolgicos, aunque a veces le sean tiles; slo se

    ocupa y se funda en lo puramente psquico. Y es tambin exacta

    porque, al no estar condicionada por una ciencia experimental

    natural (cuyo objeto es algo fsico), puede alcanzar leyes

    universales y precisas. Esto se debe a la particular evidencia de

    que goza la percepcin interna, la percepcin de lo psquico.

    Brentano est convencido de la posibilidad de una ciencia como

  • 11

    la Psicologa Descriptiva: Mi punto de vista en la Psicologa

    dice al inicio de su Psychologie de 1874 es el emprico; la

    experiencia sola me sirve como maestra: pero comparto con otros

    la conviccin de que una cierta intuicin ideal es compatible con

    tal punto de vista [Psychologie vom empirischen Standpunkt: I,

    1].

    Las precisiones de Brentano sobre el mtodo de ese nuevo

    modo de hacer psicologa, un mtodo riguroso que alcanzaba

    resultados y conclusiones asimismo rigurosos, impresionaron

    hondamente a Husserl y abrieron la va de la futura

    fenomenologa. A esas precisiones pertenece, sobre todo, la

    distincin entre percepcin interna y observacin interna,

    alumbrando la doctrina de la as llamada dienerga del

    fenmeno psquico. Con ella se advierte el hecho segn el cual la

    vivencia psquica apunta unitaria e inseparablemente a dos

    objetos: el polo u objeto del acto psquico y el fenmeno psquico

    mismo. De este modo, se percibe a la vez la intencionalidad de lo

    psquico y la posibilidad de su vivirlo y estudiarlo reflexivamente

    con evidencia; mientras que la observacin carece de ese

    momento reflexivo. Esa evidencia se revela como una nota

    peculiar e intrnseca de los actos irreductible a la subjetiva

    conviccin de los mismos, como queran algunos (como Sigwart).

    Tambin es muy importante la concepcin brentaniana de la vida

    de la conciencia como un continuo temporal fluyente, la

    conciencia como Proterestesia. Segn ella, los juicios poseen

    diferentes modos de representacin, y en la memoria aparecen

    los sucesos a la vez con los modos temporales del presente (in

    recto) y del pasado reciente (in obliquo); como ocurre el

    ejemplo es suyo cuando escuchamos una meloda. Aparte de

    las consecuencias de largo alcance para comprender la

    conciencia misma, este hecho posibilita fiarnos de la memoria al

    estudiar lo psquico, esto es, atender tericamente a vivencias

    propias que pertenecen ya necesariamente al pasado.

  • 12

    Sumariamente, el mtodo que Brentano expone para proceder

    en la Psicologa o Fenomenologa Descriptiva exige cinco

    momentos (como describe en sus lecciones, recogidas

    en Deskriptive Psychologie). El primero es vivir o experimentar un

    determinado fenmeno psquico, se es su material emprico.

    Segundo, notar (bemerken) explcitamente las peculiaridades y

    partes de dicho fenmeno, que acaso han sido percibidas slo

    implcitamente; un notar que es distinto y previo al caer en la

    cuenta o al ocuparse y aplicarse al estudio de esas

    caractersticas. El tercer paso consiste en fijarnos en esas

    caractersticas para reunirlas o separarlas, y conectarlas con

    otras, haciendo as til el conocimiento logrado. Este momento se

    produce casi imperceptiblemente unido al anterior; supone la

    comparacin de lo notado para distinguirlo. En el cuarto momento

    del mtodo se trata de generalizar los resultados obtenidos,

    constatando con cul de los conceptos generales se enlazan

    aquellas caractersticas como propiedades genricas. Aqu puede

    tratarse, o bien de una generalizacin inductiva, con lo que

    obtenemos un conocimiento probable, ciertamente valioso

    cuando no existen perspectivas de completa certeza; o bien,

    donde la necesidad o imposibilidad de unin de ciertos elementos

    luzca a partir de los conceptos mismos, de una aprehensin

    intuitiva que nos permita alcanzar una ley general apodctica con

    una evidencia apririca (un apriorismo radicalmente distinto, pues,

    del kantiano, como se ver mejor luego). Y el quinto es una

    valoracin deductiva, en virtud de la cual podemos saber algo de

    un fenmeno particular, no porque notemos dicho elemento, sino

    gracias a nuestro conocimiento de las caractersticas necesarias

    de un tipo general, y de que el caso en cuestin cae dentro de

    dicho gnero.

    El estudio de lo psquico es, entonces, la tarea previa para toda

    la filosofa. Fiel a la mxima aristotlica de que todos nuestros

    conceptos tienen su origen en la experiencia, Brentano trata de

    analizar la experiencia psquica para encontrar en ella la vivencia

    de realidad que se necesita en el origen de cada idea. Ese ser el

  • 13

    cimiento seguro y evidente sobre el que edificar las distintas

    ramas de la Filosofa, desde el establecimiento de una tabla de

    categoras para una Ontologa general hasta el esclarecimiento

    de las nociones de lo verdadero y de lo bueno para la Lgica y la

    tica, respectivamente. Del ensayo de fundamentacin ontolgica

    slo se conservan esbozos poco elaborados; en cambio, s hay

    material ms abundante y consistente en las disciplinas lgica y

    tica, acaso como se dijo por la urgencia de sacarlas de la

    crisis en que se hallaban sumidas.

    4. Clasificacin de los fenmenos

    psquicos

    4.1. Lo psquico y sus tres clases

    Lo primero que hace Brentano al internarse en lo psquico es

    delimitar su sentido frente a lo fsico, o sea, distinguir los

    fenmenos psquicos frente a los fsicos (donde fenmeno tiene

    como en toda la fenomenologa el nico sentido de lo que

    sencillamente aparece, y no la apariencia parcial e irreal pensada

    por Kant). Fenmenos fsicos son, por ejemplo, un color, un

    sonido, un paisaje...; fenmenos psquicos, una audicin, una

    negacin, un deseo de venganza o un sentimiento de

    generosidad. Para los fenmenos fsicos, Brentano encuentra la

    nota comn de ser espaciales; para los psquicos, en cambio,

    ofrece una enumeracin de cinco propiedades peculiares suyas.

    Esas propiedades son: la primera, que son representaciones o

    tienen a su base representaciones; la segunda, la carencia de

    determinacin espacial; en tercer lugar, el estar referidos a algo

    como a su objeto (su carcter intencional); la cuarta, que

    constituyen el campo de los objetos de la llamada percepcin

    interna; y la quinta, que slo a ellos corresponde, adems de una

    existencia intencional, una existencia real (con esto no se alude

    sino a la peculiar evidencia con que se presentan a la percepcin

  • 14

    los fenmenos psquicos). Y a Brentano le parece que la

    intencionalidad es la nota definitoria esencial, pues es la que

    define positivamente lo propio de la actividad psquica. El

    fenmeno psquico se refiere siempre a algo distinto de l mismo,

    de modo que sin ello es absurdo hablar de tal fenmeno. Nuestra

    vida psquica consiste en referirnos, de los modos ms diversos,

    a los ms variados objetos. De manera que precisamente esos

    modos de referencia intencional sern los que definan la

    clasificacin necesaria para orientarse en la profusin de

    fenmenos psquicos que encontramos en nuestra experiencia

    interna.

    Brentano establece, as, su conocida clasificacin en tres

    grandes esferas: la de las representaciones, la de los juicios y la

    que comprende los llamados fenmenos de amor y de odio (o

    sentimientos, o emociones). Para justificar esta tipologa, su autor

    analiza las propuestas anteriores desde Platn y, sobre todo,

    explica las dos divergencias entre su clasificacin y la dominante

    a partir de Kant. Esta ltima distingua asimismo tres clases

    fundamentales: la de los fenmenos cognoscitivos en general,

    tanto en la forma de las imgenes y conceptos como en la del

    juicio; la clase de los fenmenos del apetito, sean del apetito

    sensible o del llamado apetito racional o voluntad; y la que

    comprende conjuntamente todos los estados afectivos y

    sentimientos. Su nueva propuesta, en cambio, separa las

    representaciones y los juicios como tipos de fenmenos

    esencialmente distintos, y rene los apetitos y los sentimientos en

    una sola clase, viendo en todos ellos un mismo modo genrico de

    referirse a sus objetos.

    Con su distincin entre los fenmenos representativos y los

    judicativos, Brentano alumbra de una manera particular la

    naturaleza especfica del juicio. ste consiste en una toma de

    postura o asercin ante un contenido representado, y no en la

    unin o separacin de representaciones. Con respecto a la

    tercera nueva clase, su autor sostiene que, por muy distintos que

  • 15

    sean los meros sentimientos y las voliciones, una simple

    atraccin o repulsin y la alegra o la tristeza basadas en

    convicciones, existe entre ellos una profunda homogeneidad. Lo

    comn en todos los fenmenos llamados para subrayar su

    generalidad de amor o de odio es una toma de postura, como

    en los juicios, pero de cualidad emotiva, sentimental, prctica.

    Este rasgo constituye la ndole de su referencia intencional

    misma, la cual es justo lo esencialmente definitorio de los

    fenmenos psquicos. Y aunque es cierto que hay diferencias

    entre aquellos, no son tan profundas como la que distingue las

    representaciones de los juicios, ni como las que reconocemos al

    contrastarlos con fenmenos de las dos clases anteriores.

    En efecto, frecuentemente se ha insistido en la distincin

    radical entre los sentimientos y los deseos, por un lado, y las

    voliciones, por otro bien por la eficacia de las segundas, bien

    por su explcito carcter libre, concibiendo para ellos esferas

    psquicas completamente separadas. En opinin de Brentano,

    esas diferencias se dan ciertamente, pero son secundarias

    respecto a la intencin fundamental de inclinarse a favor o en

    contra de algo. La eficacia de la volicin se funda en la conviccin

    (un juicio subyacente) de la posibilidad de hacer realidad aquello

    que se desea. En segundo lugar, la libertad no es algo exclusivo

    de las voliciones, pues tambin hay sentimientos vividos y

    sancionados libremente en nuestro interior. Es cierto que un

    sentimiento no sancionado (un deseo que nos asalta, por ejemplo)

    es muy distinto de uno sancionado o consentido (cuando

    hacemos nuestro, por as decir, ese deseo), pero eso es algo

    posterior y aadido, segn este filsofo, al modo de referencia

    intencional de la vivencia. Otras veces se ha definido la voluntad

    como apetito racional o intelectual, cuyo objeto le sera

    presentado conceptualmente por el entendimiento, en

    contraposicin a los fenmenos del apetito dirigidos a objetos

    sensibles presentados por los sentidos. Esta distincin sera

    asimismo capital para la calificacin moral de los actos, pero es

    tambin secundaria. Adems, Brentano tambin conoce y atiende

  • 16

    detenidamente a estos dos gneros de fenmenos,

    denominndolos respectivamente emociones noticas y

    emociones sensibles. Se trata de distintos tipos de emociones en

    razn de la diferente naturaleza de su objeto, a saber, segn nos

    representemos algo en un grado mayor o menor de universalidad.

    Pero esa diferencia claramente no atae al modo de referencia

    mismo, que en ambos es radicalmente el mismo (ese estar a

    favor o en contra de algo), y por eso pertenecen los dos a la

    misma clase fundamental de fenmenos de amor u odio.

    4.2. Fenmenos ciegos y fenmenos correctos e

    incorrectos

    Pronto ve y subraya Brentano un paralelismo entre la clase de

    los juicios y la de las emociones (que por cierto se mantendr y

    jugar un importante papel en la fenomenologa posterior). En

    ambos casos se trata de una toma de posicin o de adoptar una

    postura ante algo, a diferencia de las representaciones, que se

    limitan a traer de modo neutro a la conciencia ese algo. En los

    juicios o se afirma o se niega; en las emociones o se ama o se

    odia. Pero hay otra semejanza, fundada en sta, que es sin

    embargo de naturaleza muy distinta y capital para la investigacin

    filosfica. Se trata de que en ambos gneros de tomas de postura,

    tanto en las tericas como en las prcticas, hay unas que son

    inferiores o ciegas y otras que son superiores; es decir, unas

    arbitrarias y otras o correctas o incorrectas. De que se encuentre

    ese terreno firme depender que se pueda levantar un slido

    edificio del saber fundado en las vivencias psquicas.

    a) Juicio ciego, juicio evidente y juicio correcto

    Por lo que atae a los juicios, a Brentano le parece claro que

    formulamos muchas veces aseveraciones no seguras; juicios (o

    mejor prejuicios) no suficientemente asegurados ni justificados.

    En estos juicios, aunque los tengamos por verdaderos, nada

    impide que de pronto se revelen como falsos. Segn l, tales son,

  • 17

    por ejemplo, los juicios de la percepcin externa y los de la

    memoria, as como conjeturas o suposiciones. A todos ellos se

    les llama aqu inferiores o ciegos.

    En cambio, vemos que poseemos otros juicios por contraste

    con los ciegos que se presentan en s mismos como

    justificados, como evidentes. Como ejemplos seala Brentano

    todas las percepciones internas y el principio de no contradiccin

    u otros axiomas lgicos. stos aparecen necesariamente como

    verdaderos excluyendo la posibilidad contraria. Este filsofo se

    pregunta por qu percibimos con tanta claridad el carcter de

    necesariamente verdaderos en estos juicios, y al mismo tiempo

    quiere describir lo mejor posible dicho carcter, que denomina

    evidencia. En su opinin, puesto que la evidencia es una

    propiedad originaria y simple, no cabe definirla estrictamente,

    sino slo mostrarla por comparacin con otros fenmenos que no

    la posean. Pero, a pesar de esa simplicidad e indefinibilidad, s

    puede defenderse la evidencia y as lo hace Brentano contra

    dos interpretaciones errneas: frente a aquella que entiende la

    evidencia del juicio como la evidencia de la representacin del

    objeto juzgado; y contra la que la concibe como cierto sentimiento

    de compulsin o de firme conviccin.

    Si la evidencia del juicio procediera de la nitidez de la

    representacin, el juicio del sabio valdra tanto como el juicio del

    loco que tuviera una idea bien determinada, cosa que nadie

    admitira. As, la evidencia del juicio pertenece a este fenmeno

    cognoscitivo, y no a la representacin, que no es todava

    conocimiento. En este error dice Brentano cay Descartes;

    de manera que se recupera aqu la idea clsica segn la cual el

    juicio es el lugar propio de la verdad. Las representaciones

    pueden ser ciertamente claras y distintas, pero no en rigor

    evidentes. Tampoco consiste la evidencia en un impulso,

    sentimiento o compulsin natural psicolgica que nos incline a

    afirmar con conviccin el objeto del juicio que llamaramos por

    ello evidente. Brentano, para desechar esta concepcin, critica

  • 18

    detenidamente la doctrina de Sigwart sobre la evidencia. Es claro

    que muchos juicios que no tenemos en absoluto por evidentes

    poseen ese sentimiento de conviccin (en su ejemplo, los

    prejuicios aludidos antes con las ideas fijas del loco).

    Por consiguiente, la evidencia no reside en la representacin

    de lo juzgado, pero tampoco radica en un sentimiento de

    conviccin indiferente al objeto referido. En qu relacin se

    encuentra, entonces, si la hay, la evidencia del juicio con el objeto

    as juzgado? El juicio evidente es un tipo de juicio llamado

    motivado. Es un juicio motivado justamente por su objeto, y

    como se ver luego mejor puede tener como motivo la

    existencia del objeto (como sucede en los juicios evidentes

    asertricos) o la esencia de ste (como acontece en los evidentes

    apodcticos). La evidencia de un juicio es una claridad fundada en

    esa motivacin por el objeto que justifica eo ipso su verdad; el

    juicio evidente no puede justificarse de otra manera, pero porque

    no lo necesita.

    Brentano habla tambin del juicio correcto. Llmase juicio

    correcto a aqul que se refiere a su objeto del modo justo, sea el

    de la aceptacin o el del rechazo, esto es, afirmando o negando

    como evidentemente debe afirmarse o negarse. La correccin o

    justeza de un juicio es asimismo una propiedad simple e

    irreductible, pero que admite dos sentidos por aplicarse a dos

    gneros de juicios. En primer lugar, reconocemos como correcto

    en sentido estricto todo juicio evidente. Este afirma o niega de la

    manera justa o debida, y esa su correccin es percibida

    inmediatamente en el juicio mismo. En segundo lugar, juicio

    correcto en sentido ms ancho es el que juzga igual que el

    evidente, o sea, el que coincide en todas sus dems propiedades

    con uno evidente; o con otras palabras, si acepta o rechaza lo

    que un juicio evidente aceptara o rechazara.

    b) Emocin ciega y emocin correcta

  • 19

    Constituye una aportacin mayscula de Brentano (que

    tambin ha sido adoptada por fenomenlogos como Husserl y

    Scheler) el sostener que en la esfera de las emociones o

    sentimientos se da algo paralelo a la evidencia en los juicios. Es

    comnmente admitido que nuestros agrados y desagrados son

    muchas veces, como los juicios ciegos, propensiones instintivas o

    habituales (as, el placer que el avaro encuentra en el dinero

    son ejemplos suyos o los agrados y desagrados de ciertos

    sabores). En estos casos, las distintas especies y aun los

    distintos individuos se conducen a veces de manera opuesta, sin

    que quepa reproche alguno; no estn justificados ni ellos ni sus

    opuestos.

    Sin embargo, este filsofo advierte que tambin encontramos

    en nosotros agrados y desagrados plenamente justificados, es

    decir, cuyo contrario se nos aparece necesariamente como no

    debido. El ejemplo que ofrece en primer lugar es nada menos que

    el mencionado en las palabras preliminares de la Metafsica de

    Aristteles: Todos los hombres apetecen por naturaleza saber;

    al que se puede aadir su complementario, de eco agustiniano:

    todos detestan el error. Pero tambin descubre muchos casos

    ms: el amor a la alegra y el odio a la tristeza, la complacencia

    en lo justo y la indignacin ante la injusticia, etc.

    Brentano ve en estos casos algo anlogo a la evidencia en los

    juicios. Segn l, la correccin de esos fenmenos emotivos (o la

    incorreccin de sus contrarios) brilla de modo inmediato e

    intrnseco en ellos mismos, en su modo intencional propio. Con

    esto se opone a dos grandes tradiciones: a la racionalista de

    quienes no concedan intencionalidad (ni por tanto correccin

    alguna) a las emociones, sino slo a los juicios y a lo que ellos

    puedan contagiar, por as decir; y a la empirista que s reconoce

    intencionalidad en la esfera sentimental, pero ninguna clase de

    correccin, sino completa arbitrariedad. De manera que, al sacar

    a la luz el carcter intrnsecamente intencional y justificado de

    una clase de sentimientos, delimita una forma superior de estos

  • 20

    fenmenos que constituye el anlogo de la evidencia en la esfera

    del juicio. Con todo, resulta interesante observar que Brentano

    reserva el trmino evidente para los juicios, mientras que en las

    emociones habla de una propiedad superior o anloga a la

    evidencia. Como antes, la mejor manera de apreciar ese

    carcter peculiar consiste en la comparacin con otros

    sentimientos; en concreto, con otros muy diversos que no

    muestren ninguna justificacin, y con los sentimientos opuestos

    para ver si se alzan como rechazables. As, Brentano afirma que

    los agrados de las sensaciones es cuestin de gustos, mientras

    que el amor al error es un sentimiento radicalmente trastocado.

    Tambin semejantemente a los juicios evidentes y correctos,

    ante la pregunta por el fundamento de estas emociones

    superiores habr que sealarlas como motivadas por su objeto.

    Es ste la razn de que algo se ame u odie correctamente, y no

    los particulares gustos o preferencias subjetivas del individuo.

    Precisamente en esto consiste la evidencia, en oposicin como

    se vio antes de la mera conviccin o certeza. Aqu, un

    contenido justifica y exige un modo de intencionalidad a l

    referido, y no su contrario, de manera que a cualquier otro sujeto

    que considere el mismo contenido ha de parecerle lo mismo.

    Y, al igual que en el caso de los juicios, una vez obtenida la

    percepcin explcita de un sentimiento caracterizado como

    correcto, ya siempre que vivamos un sentimiento de esa especie

    lo asociaremos a aquella vivencia, y surgir la percepcin

    explcita de su correccin sin necesidad de compararlo ya con su

    fenmeno contrario. Por su parte, la falta de todo rechazo

    necesario entre un par de emociones opuestas har que las

    tengamos por ciegas. Naturalmente, respecto a stas otro es el

    caso pues se trata de otra emocin aadida de la emocin

    que tiene por objeto una emocin ciega (como el agrado egosta

    del avaro en su placer por el dinero, que le lleva precisamente a

    ser avaro). Esa segunda emocin s que es superior, y en este

    caso incorrecta y reprochable.

  • 21

    Anlogamente tambin a la evidencia de los juicios, la

    correccin de las emociones superiores es intrnseca al modo

    intencional respectivo, en el sentido de que no consiste en una

    correccin de fenmenos representativos o judicativos que se

    hallaran en su base. Naturalmente que estos pueden existir, pero

    slo para iluminar el contenido y facilitar que surja hacia l una

    emocin ella misma correcta.

    Por otro lado, defender la propiedad peculiar de la evidencia

    frente a la doctrina de ella como sentimiento de compulsin le

    parece a Brentano ms fcil aqu que en el terreno de los juicios,

    a pesar de que en las emociones ese error se halla ms

    extendido a causa de la mentalidad emotivista. Basta,

    sencillamente, con imaginar que desapareciera la distincin entre

    emociones ciegas y emociones superiores, pues con ella se

    esfumara toda diferencia entre lo deseado de hecho y lo digno

    de ser deseado. En tal caso, tendramos por igualmente correctos

    o aceptables tanto una cruel y masoquista tortura como un acto

    de gratuita benevolencia, lo cual contradice frontalmente la

    comn experiencia interna. Es ms, as como casi nunca sucede

    que uno que admite una cosa la considere al mismo tiempo como

    falsa, no es raro, en cambio, que uno que ama algo se diga a s

    mismo, a la vez, que ese algo no merece amor. La experiencia

    plasmada en el verso clsico de Ovidio, Video meliora proboque,

    deteriora sequor, advierte vvidamente la diferencia entre lo

    amable que se reconoce y lo amado que se elige.

    5. Fundamentacin de la Lgica y de

    la tica

    Convencido como estaba de que todos los conceptos han de

    tener su origen en la experiencia, Brentano crey haberlo

    encontrado en el juicio correcto y en la emocin correcta para las

    nociones de lo verdadero y de lo bueno, respectivamente; como

    tambin lo busc para conceptos como la causa, la sustancia, el

  • 22

    tiempo, el espacio, lo imposible, lo necesario, etc. Con este

    mtodo, Brentano aseguraba el conocimiento realista en general,

    con esos ltimos conceptos apuntalaba la Ontologa, y con los de

    lo verdadero y de lo bueno construa respectivamente la Lgica y

    la tica. Sobre esto expresamente el autor slo public en vida el

    breve pero denso opsculo Vom Ursprung sittlicher

    Erkenntnis (fruto de su conferencia dictada en 1889) en el que se

    muestra en paralelo la cimentacin de las dos ltimas disciplinas

    mencionadas; y pstumamente aparecieron sus lecciones y

    conferencias sobre ello bajo los ttulos Versuch ber die

    Erkenntnis, Wahrheit und Evidenz, Die Lehre vom richtigen

    Urteil yGrundlegung und Aufbau der Ethik.

    5.1. La teora del juicio correcto y de lo verdadero

    El estudio de los juicios correctos lleva a Brentano a distinguir

    dos modalidades de ellos: la modalidad asertrica (propia de los

    juicios de percepcin interna) y la apodctica (que se da en los

    axiomas). En la primera, los juicios son efectivamente o de

    hecho verdaderos o falsos; en la segunda, necesariamente o

    de derecho verdaderos o falsos. La evidencia de los juicios

    asertricos se funda o est motivada por la existencia de un

    hecho; la de los apodcticos, en la esencia de lo juzgado.

    Ciertamente, esta distincin no era desconocida para la lgica

    clsica, pero el psicologismo pretenda ignorarla, tornando

    contingente todo conocimiento. Al iluminar de nuevo el sentido de

    lo apodctico, se recupera la posibilidad de hablar de

    conocimientos esenciales necesarios y evidentes.

    A Brentano le parece tan importante subrayar la necesidad

    objetiva y esencial de los juicios apodcticos, o axiomas, que les

    atribuye una denominacin peculiar: esos juicios son juicios a

    priori. Unapriorismo, pues, que no se refiere como en Kant a

    la necesidad del pensar del sujeto, sino a la necesidad de lo

    pensado como objeto; una necesidad, adems, de la esencia de

    lo pensado, exista o no. Por ejemplo, la validez de una

  • 23

    proposicin apririca acerca del tringulo es completamente

    independiente de que haya de hecho algn tringulo (aunque

    evidentemente slo se llega a formular juicios sobre tringulos

    tras haber visto o imaginado alguno). Este sentido de la expresin

    a priori fue el que pas a la inmediata fenomenologa posterior,

    muy distante e incluso en combativa oposicin tanto al kantismo

    como al empirismo humeano.

    La originalidad de Brentano estriba en anclar el descubrimiento

    y garanta de esa necesidad objetiva pero no su validez, claro

    est en la percepcin interna de nuestros juicios. Toda su vida

    se esforz por mantener un difcil equilibrio entre un esencialismo

    y ese anclaje psicolgico. Defenda una postura ponderada

    tratando de asegurar la objetividad de la verdad evitando tanto el

    psicologismo como el idealismo.

    Semejante intento se ve muy bien en su definicin de lo

    verdadero: Decimos que algo es verdadero cuando el modo de

    referencia que consiste en admitirlo es el justo [Vom Ursprung

    sittlicher Erkenntnis: 23]. Afirma, en efecto, la propiedad

    objetiva del ser verdadero, pero slo la funda sobre el juicio

    correcto, como si dudara entre ofrecer una ratio essendi o

    una ratio cognoscendi de lo verdadero. Asimismo, en su

    conferencia ber den Begriff der Wahrheit (Sobre el concepto de

    verdad, tambin de 1889 e incluida en Wahrheit und Evidenz)

    admite la clsica definicin de la verdad como adecuacin

    (adquatio rei et intellectus) a condicin de que no se la entienda

    como concordancia entre el juicio y unas entidades ideales, sino

    como un convenir, estar en armona o corresponder de

    ciertos juicios. El discurso sobre lo verdadero evita, por tanto,

    todo carcter de fundamentacin ontolgica: no se dice que el

    juicio sea verdadero porque el objeto sea digno de ser juzgado

    afirmativamente, aunque tampoco que el objeto es

    verdadero porque el juicio que lo reconoce es correcto; tan slo

    se sostiene quellamamos a un juicio verdadero cuando aparece

    como correcto, como estando en armona con un objeto digno de

  • 24

    ser as juzgado. El autor justifica este lenguaje aduciendo que,

    como verdadero es un concepto simple, no puede definirse o

    fundamentarse mediante determinaciones ms generales, sino

    que slo cabe aclararlo mediante expresiones correlativas. As,

    cuando se dice que juzgar verdaderamente es juzgar

    convenientemente se ha afirmado lo mismo, segn l, pero de

    un modo ms intuitivo.

    Con todo, Brentano an mantena por aquellos aos de

    docencia en Viena una idea muy ancha de los posibles objetos

    dignos de un juicio verdadero. Sencillamente, cualquier algo

    sustancial o accidental, real o ideal susceptible de un juicio

    verdadero ha de ser considerado como un autntico objeto (y

    objeto l mismo verdadero en un sentido trasladado). Este

    filsofo tiene en mente aqu su bien conocido ser veritativo

    aristotlico.

    5.2. La teora de la emocin correcta y de lo

    bueno

    Pues bien, algo enteramente anlogo concibe Brentano para la

    esfera de las emociones o fenmenos de amor y de odio, aunque

    aqu hay algunas diferencias importantes.

    Para empezar, las emociones correctas no poseen la

    modalidad asertrica, sino nicamente la apodctica. O sea, no

    hay un anlogo de los juicios correctos asertricos (como los de

    percepcin interna) en la clase de los sentimientos. Naturalmente

    que el juicio de percepcin interna de un sentimiento que vivimos

    es un juicio correcto, pero el sentimiento mismo no es correcto

    por el mero hecho de vivirlo. Todas las emociones correctas lo

    son porque reconocemos su objeto mismo como digno de amor

    (o de odio) por su esencia, es decir, advirtiendo que cualquier

    sujeto que lo considere debe tener un sentimiento del mismo tipo.

    Todava con otras palabras y a la luz de la comparacin con la

    esfera del juicio: todas las emociones correctas se comportan

  • 25

    como los axiomas en la esfera del juicio. Y esto significa que las

    emociones correctas se fundan, en cuanto correctas, en la

    esencia general de su objeto; en sentido anlogo al de los juicios,

    son emociones apriricas. Como se ve, esta nocin es

    completamente original y prometedora.

    Y anlogamente como antes, ve en estos fenmenos el origen

    y garanta de la nocin de bueno: Hemos llegado al punto en

    donde se originan los conceptos que buscamos, de bueno y malo;

    (). Decimos que algo es bueno cuando el modo de referencia

    que consiste en amarlo es el justo. Lo que sea amable con amor

    justo, lo digno de ser amado, es lo bueno en el ms amplio

    sentido de la palabra [Vom Ursprung sittlicher Erkenntnis: 23].

    Tambin para la nocin de lo bueno, como para lo verdadero, no

    parece ofrecerse sino una caracterizacin extrnseca a lo bueno

    mismo, una descripcin del estado psquico de un sujeto cuando

    entra en relacin con lo llamado bueno; pero al mismo tiempo se

    insiste en que bueno es algo intrnseco de los objetos amados

    correctamente (como verdadero lo es de los objetos juzgados

    correctamente).

    Del mismo modo que para el juicio correcto, para la emocin

    correcta se concibe una adquatio no entendida como

    coincidencia entre la actividad sentimental y su objeto, sino como

    un sentimiento que es adecuado al objeto, es decir, conveniente,

    correspondiente. Y tambin como antes, Brentano piensa en lo

    bueno en un ser bueno de un modo muy general. As,

    en ber den Begriff der Wahrheit escribe que la emocin correcta

    corresponde al objeto y est en armona con su valor (Wert), y

    que todo lo pensable se divide en dos clases: la de todo a lo que

    conviene el amor y la de todo a lo que conviene el odio; lo

    perteneciente a la primera clase dice lo llamamos bueno, lo

    mentado en la otra, malo.

    Como se ve, tambin aqu se evita cautelosamente toda

    argumentacin causal o de fundamentacin. Simplemente

    constata que llamamos a una emocin correcta cuando est en

  • 26

    armona con su objeto,cuando el objeto es digno de ese

    sentimiento; y que llamamos a un objeto bueno y digno de amor

    (o malo y digno de odio) cuando la emocin correspondiente

    (amor para el primer caso, odio para el segundo) se nos aparece

    como correcta. Brentano vuelve a mantener esa posicin de

    equilibrio, y en cierta manera de ambigedad e indecisin, entre

    una explicacin de lo bueno gnoseolgica y una ontolgica,

    segn la ratio cognoscendi o segn la ratio essendi. Sigue

    desconfiando de la doctrina de laadquatio, al tiempo que sus

    investigaciones psicolgicas le conducen al reconocimiento

    inmediato de los fenmenos emotivos correctos, esto es,

    motivados por la esencia de su objeto. E igualmente Brentano

    justifica su actitud amparndose en la simplicidad y originariedad

    de la nocin de lo bueno, que no es definible, sino slo aclarable

    mediante expresiones correlativas o significativamente

    equivalentes, pero ms intuitivas y menos expuestas a

    malentendidos.

    Por otra parte, de esta esfera de las emociones correctas

    tambin ve Brentano surgir el concepto de mejor, insistiendo en

    que se trata a su vez de una nocin simple, y no un mero ser

    cuantitativamente ms bueno. Es decir, lo mejor no es el objeto

    de un mayor amor, sino el objeto de una clase especial de

    sentimientos que son los fenmenos de preferencia o amor en

    relacin. Es en las preferencias caracterizadas como correctas

    donde se halla el origen y sentido nativo del concepto de mejor.

    Como de lo bueno, de lo preferible se afirma que es objeto de

    una preferencia correcta cuyo estar caracterizada como tal se

    debe, y as se percibe, a la motivacin por los conceptos de lo

    preferido; con una modalidad, por tanto, asimismo apodctica.

    6. El resmo ontolgico y analtico

    de su pensamiento tardo

  • 27

    6.1. La nueva posicin gnoseolgica y ontolgica

    El trmino resmo fue introducido por T. Kotarbinski, discpulo

    polaco de Brentano a travs de Twardowski, en 1929. Se

    entiende por tal la postura que va tomando cuerpo en el

    pensamiento de Brentano hacia una posicin ms empirista;

    evolucin que se desarrolla a partir del comienzo de nuestro siglo,

    y que es tan marcada que muy pronto se tom como una

    autntica segunda etapa de la filosofa brentaniana. Los ejes de

    la nueva doctrina de Brentano son bsicamente dos. El primero,

    en el plano ontolgico, sostiene que el nico sentido en que

    puede hablarse de un algo es en el sentido que real tiene en

    Brentano, es decir, lo concreto e individual; nicamente ello

    puede darse como objeto de nuestras representaciones. El

    segundo, ms bien en el plano gnoseolgico, consiste en adoptar

    como criterio exclusivo de verdad del juicio (y anlogamente,

    criterio exclusivo de validacin del sentimiento correcto) el de su

    aparicin sin ms como evidente, dejando de lado definitiva y

    completamente la doctrina de la adecuacin. Esto es, Brentano

    ya no admite cualquier algo como objeto de juicios y

    sentimientos, y, por tanto, no tiene sentido hablar de correccin

    como adecuacin, sino slo como propiedad de fenmenos

    psquicos.

    Este cambio de Brentano est registrado en varios lugares:

    en Wahrheit und Evidenz, donde Kraus, su editor, reuni escritos

    varios de la primera poca, de la segunda, y algunos que ponen

    de manifiesto precisamente la transicin entre ambas; al

    comienzo del segundo volumen de su Psychologie, publicado por

    el mismo Brentano; y asimismo en la coleccin pstuma de cartas

    y ensayos editados por F. Mayer-Hillebrand bajo el significativo

    ttulo Die Abkehr vom Nichtrealen (La recusacin de lo irreal).

    Los argumentos que Brentano ofrece son tanto psicolgicos

    como ontolgicos. Por ejemplo, se dice que un aspecto de una

    cosa (su color, por ejemplo) no puede ser representado como

  • 28

    separado de su objeto, como abstracto, porque no puede existir

    independientemente de l, pues en caso contrario habra que

    admitir partes universales en la cosa individual. Resueltamente

    afirma que no se puede pensar en absoluto otra cosa que lo real.

    Y, adems, enuncia con ello tambin una tesis ontolgica

    importante: el concepto ms universal es el concepto de ser

    identificado ahora con el de real, concreto o individual. Es decir,

    puesto que es imposible representar sin representar algo, y algo

    significa real, entonces el entero concepto de representar, en su

    univocidad, est condicionado por esa verdad. Otras veces hace

    el siguiente razonamiento: representar es una palabra de

    significado unvoco, pero representar significa siempre

    representar algo, y por eso, junto con el significado de

    representar, tambin el significado de este algo debe ser

    unvoco, y no hay ningn concepto genrico comn a una cosa y

    a una no-cosa.

    Como se ve, a veces predomina el peso de las razones de

    orden psquico, del representar, y a veces el de las ontolgicas,

    del sentido de ser y de ente; hasta que se descubre que Brentano

    no se decide a separar los dos mbitos ni ponerlos a diversa

    altura. Late aqu tanto el problema de la fundamentacin del

    representar (y del juzgar y amar u odiar, que se basan en el

    representar) como el problema ontolgico del ente puro de razn

    y de la analoga de la nocin de ente. Con esta nueva posicin,

    Brentano intenta llevar al extremo el equilibrio mencionado antes

    entre el objetivismo y la certeza psicolgica. Pero ahora, al

    parecerle que su esencialismo inicial desembocaba en el

    idealismo (que ya vea con recelo en algunos de sus discpulos:

    sobre todo en la llamada teora del objeto de Meinong y en las

    esencias puras de Husserl), se refugia decididamente en la

    univocidad de las referencias psquicas.

    De entre sus discpulos, inmediatos o ms lejanos, hay quienes

    no aceptaron nunca estas nuevas tesis, tenindolas por

    psicologistas (A. Marty, C. Stumpf, Ch. von Ehrenfels, A. Meinong,

  • 29

    E. Husserl decididamente influido por G. Frege, T. Lessing, K.

    Twardowski, W. Tatarkiewicz, R. Ingarden y otros) mientras que

    otros, los menos (O. Kraus, A. Kastil, F. Mayer-Hillebrand, T.

    Kotarbinski y G. Katkov), permanecieron fieles al maestro hasta el

    final.

    En efecto, las preguntas que se formulaban los discpulos de

    Brentano que llegaron a la disidencia eran: de qu hablaba en

    realidad ahora Brentano, de las cosas mismas o slo de la propia

    vida psquica?; era posible seguir manteniendo un objetivismo

    sin la referencia a correlatos que a veces no son cosas reales,

    como en los juicios negativos?; no se disolva ahora muy a

    pesar del mismo Brentano la necesidad de lo a priori, que con

    tanto esfuerzo se alcanz a ver, volvindose a una necesidad

    puramente psicolgica? Estos filsofos no vean otra salida que

    desarrollar la doctrina de su maestro admitiendo los objetos

    ideales. Y ello le pareca a aqul una recada en el idealismo,

    precisamente lo que segn l haba echado a perder la filosofa

    alemana en el siglo recin expirado.

    Ante esa inesperada e indeseada consecuencia de sus

    enseanzas, la reaccin de Brentano fue doble. Su primera

    estrategia fue revisar y modificar ciertas tesis psicolgicas para

    afianzar su nueva posicin. En concreto, perfilando el exacto

    modo en que nos representamos la amplia gama de objetos de

    nuestra vida psquica. Brentano alumbra entonces su teora sobre

    los modos de representacin, conforme a la cual esos supuestos

    objetos irreales no seran, ciertamente, posibles objetos en

    modorecto, pero s objetos representados in oblicuo. Sin embargo,

    su autor no termina de avenir esta tesis con otra la que sostena

    la univocidad del significado de representar y con aquella que

    niega en absoluto toda posibilidad de representarse lo irreal.

    Pero, como segunda maniobra, Brentano emprende otra tarea

    en una nueva direccin que ejerci una influencia

    incomparablemente mayor. Esta campaa estaba animada por el

  • 30

    programa segn el cual la filosofa del lenguaje ha de disolver el

    ficticio mundo de los objetos postulados por el nuevo idealismo.

    6.2. El anlisis psicolgico del lenguaje

    En efecto, los incoados estudios brentanianos de crtica del

    lenguaje, as como el convencimiento de este filsofo de que las

    investigaciones filosficas deben correr paralelas a un anlisis del

    lenguaje, dejaron una honda huella en el pensamiento

    centroeuropeo, llegando hasta el mismo Crculo de Viena a travs

    de algunos miembros de la Escuela de Varsovia-Lvov, en

    especial Kotarbinski. Sin embargo, es importante advertir que ni

    Brentano ni esa escuela polaca tuvieron en absoluto por objetivo

    la eliminacin de la Metafsica, como s se propondran el Crculo

    de Viena y parte de la filosofa analtica lingstica del siglo XX.

    La preocupacin de Brentano eran los errores en filosofa a

    causa del lenguaje. Un excelente y detallado ejemplo de ello es el

    anlisis de la discusin en torno al argumento ontolgico para la

    demostracin de la existencia de Dios (en Vom Dasein Gottes),

    tanto en sus varias versiones como en las diferentes crticas a l

    dirigidas. Una filosofa rigurosa, que se tenga por cientfica, ha

    de ocuparse a fondo de deshacer muchos malentendidos y

    complicaciones innecesarias por culpa de ambigedades y

    equvocos lingsticos. El rasgo peculiar del anlisis del lenguaje

    realizado y reclamado por Brentano, a diferencia de la filosofa

    analtica posterior, es el importante papel que aqu juega la

    Psicologa. Para Brentano, el anlisis del significado de los

    trminos es, en el fondo y consecuentemente con el resmo, un

    anlisis psicolgico. El resmo gnoseolgico y el ontolgico han

    de completarse, por tanto, con un resmo semntico.

    As, tras sostener que todos los conceptos abstractos caen en

    la clase de las formas ilusorias, ahora se los declara ficciones

    lingsticas. Brentano distingue entonces dos clases de trminos:

    los autosemnticos, con significado propio; y los sinsemnticos

  • 31

    o sincategoremticos, carentes de significado independiente.

    Esta divisin desempea un papel central en los anlisis de

    crtica del lenguaje de este filsofo. Las expresiones

    autosemnticas tienen sentido propio sin tener que estar insertas

    en un contexto mayor. Tres tipos importantes de expresiones

    autosemnticas son los conceptos de clases (como planeta o

    tringulo equiltero), los enunciados de hechos (como Csar

    fue asesinado el ao 44 a. C.) y las expresiones de inters o

    imperativas (como No se debe traicionar). Las palabras

    sinsemnticas son palabras que slo contribuyen a constituir un

    significado nicamente en conexin con otras palabras o series

    de palabras. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, todas las

    que hoy se llaman constantes lgicas (trminos como todos,

    algunos, y, no, etc.), pero tambin conceptos tales como

    verdadero, bueno o bello, o los modales de necesario o

    imposible. Todas las cualidades universales pertenecen a este

    gnero, pues aunque tengan gramaticalmente la forma de

    propiedades, no nombran nada; no son ningn nombre desde el

    punto de vista lgico, porque no son autnticos objetos

    representables. Se trata aqu de meras denominaciones

    extrnsecas, de expresiones simplemente cosignificantes, y

    convertirlas en nombres y objetos propios es precisamente ideas

    ficciones lingsticas.

    Adems, en opinin de Brentano y segn su nueva concepcin

    ms explcita, una forma lingstica es realmente autosemntica

    cuando, tomada en s misma, es expresin lingstica de un

    fenmeno psquico concreto. Y los trminos sinsemnticos han

    de reducirse entonces a frmulas autosemnticas, que son su

    nico y autntico sentido. As, por ejemplo, afirmar que el

    principio de no contradiccin es verdadero slo significa que es

    imposible que alguien que juzgue ese principio como verdadero lo

    aprecie incorrectamente, o que es imposible que alguien que

    juzgue correctamente ese principio lo juzgue de una manera que

    no sea positiva, esto es, que no lo afirme; de igual modo, afirmar

    que el conocimiento es bueno slo significa que es imposible

  • 32

    que alguien que estime el conocimiento como valioso lo aprecie

    incorrectamente, o que es imposible que alguien que valore

    correctamente el conocimiento lo estime de una manera que no

    sea positiva, esto es, que no lo ame.

    Por otra parte, Brentano acomete tambin la tarea de reducir

    todos los juicios a juicios existenciales, para poder referirse as a

    cosas particulares. De este modo, los axiomas, juicios

    universales, sern todos ellos negaciones de algo particular; y los

    juicios negativos se reducen, a su vez, a juicios que constatan un

    fenmeno psquico de rechazo del juicio afirmativo opuesto.

    Si, como cree probar Brentano, estas reducciones o autnticos

    desenmascaramientos de ficciones del lenguaje son posibles, no

    hay ninguna necesidad de admitir la existencia de no-cosas (de

    cualidades abstractas o universales, de estados de cosas

    ideales, etc.). Todos esos entes de razn vienen a ser

    meros ens lingu. Con todo, este filsofo cree hasta el final

    poder mantener esta posicin sin rendirse al nominalismo, sin

    disolver toda verdad de razn objetiva en verdades de hecho

    psicologistas.

    7. Bibliografa

    7.1. Obras de Brentano

    Aristoteles und seine Weltanschauung, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1977 (Aristteles, Labor, Barcelona 1951).

    Aristoteles Lehre vom Ursprung des menschlichen Geistes,

    Felix Meiner Verlag, Hamburg 1980

    Deskriptive Psychologie, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1982.

    Die Abkehr vom Nichtrealen, Francke Verlag, Bern 1966.

  • 33

    Die Lehre Jesu und ihre bleibende Bedeutung, Felix Meiner

    Verlag, Leipzig 1922.

    Die Lehre vom richtigen Urteil, Francke Verlag, Bern 1956.

    Die vier Phasen der Philosophie und ihr augenblicklicher

    Stand, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1968 (en El

    porvenir de la filosofa, Revista de Occidente, Madrid

    1936).

    Geschichte der griechischen Philosophie, Francke Verlag, Bern

    1963.

    Geschichte der mittelalterlichen Philosophie im christlichen

    Abendland, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1980.

    Geschichte der Philosophie der Neuzeit, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1986.

    Grundlegung und Aufbau der Ethik, Francke Verlag, Bern 1952.

    Grundzge der sthetik, Francke Verlag, Bern 1959.

    Kategorienlehre, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1985.

    Meine letzten Wnsche fr sterreich, Cotta, Stuttgart 1895.

    Philosophische Untersuchungen zu Raum, Zeit und

    Kontinuum, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1976.

    Psychologie vom empirischen Standpunkt, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1973 (parcialmente enPsicologa, Revista de

    Occidente, Madrid 1926).

    Religion und Philosophie, Francke Verlag, Bern 1954.

    ber Aristoteles, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1986.

  • 34

    ber die Zukunft der Philosophie, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1968 (El porvenir de la filosofa,Revista de

    Occidente, Madrid 1936).

    ber Ernst Machs Erkenntnis und Irrtum, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1987.

    Untersuchungen zur Sinnespsychologie, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1979.

    Versuch ber die Erkenntnis, Felix Meiner Verlag, Hamburg

    1970 (parcialmente en Breve esbozo de una teora

    general del conocimiento, Ed. Encuentro, Madrid

    2001).

    Vom Dasein Gottes, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1980 (Sobre

    la existencia de Dios, con un estudio preliminar de A.

    Milln-Puelles, Rialp, Madrid 1979).

    Vom Ursprung sittlicher Erkenntnis, Felix Meiner Verlag,

    Hamburg 1969 (El origen del conocimiento moral, con

    un estudio preliminar de J. M. Palacios, Tecnos,

    Madrid 2002).

    Von der mannigfachen Bedeutungen des Seienden nach

    Aristoteles, Georg Olms, Hildesheim 1984 (Sobre los

    mltiples significados del ente segn Aristteles, Ed.

    Encuentro, Madrid 2007).

    Wahrheit und Evidenz, Felix Meiner Verlag, Hamburg 1958

    (parcialmente en Sobre el concepto de verdad,

    Excerpta philosophica, Facultad de Filosofa de la

    Universidad Complutense, Madrid 1998.

    7.2. Seleccin de estudios sobre Brentano

    ALBERTAZZI, L., Introduzione a Brentano, Laterza, Roma 1999.

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    ALBERTAZZI, L., LIBARDI, M., y POLI, R. (eds.), The School of

    Franz Brentano, Kluwer Academic Publishers,

    Dordrecht 1996.

    BAUSOLA, A., Conoscenza e moralit in Franz Brentano, Societ

    Editrice Vita e Pensiero, Milano 1968.

    Brentano Studien: Internationales Jahrbuch der Franz Brentano

    Forschung, J. Rll, Dettelbach 1988-

    CHIRINOS, M. P., Intencionalidad y verdad en el juicio. Una

    propuesta de Brentano, EUNSA, Pamplona 1994.

    CHISHOLM, R. M. y HALLER, R. (eds.), Die Philosophie Franz

    Brentanos, Rodopi, Amsterdam 1978.

    CHISHOLM, R. M., Brentano and Intrinsic Value, Cambridge

    University Press, Cambridge 1986.

    , Brentano and Meinong Studies, Rodopi, Amsterdam 1982.

    CRUZ HERNNDEZ, M., Francisco Brentano, Acta Salmanticensia,

    Universidad de Salamanca, Salamanca 1953.

    GALLARDO GONZLEZ, S., Sobre la pasividad y la actividad de la

    voluntad segn Franz Brentano, Fundacin

    Universitaria Espaola, Madrid 2004.

    GILSON, L., La psychologie descriptive selon Franz

    Brentano, Vrin, Paris 1955.

    JACQUETTE, D., The Cambridge Companion to Brentano,

    Cambridge University Press, New York 2004.

    KAMITZ, R., Franz Brentano (1838-1917), en Filosofa cristiana

    en el pensamiento catlico de los siglos XIX y XX, v. I,

    Ed. Encuentro, Madrid 1993, pp. 374-396.

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    KASTIL, A., Die Philosophie Franz Brentanos, Francke Verlag,

    Bern 1951.

    KRAUS, O., Franz Brentano. Zur Kenntnis seines Lebens und

    seiner Lehre, Beck, Mnchen 1919.

    MCALISTER, L., The Development of Franz Brentanos

    Ethics, Rodopi, Amsterdam 1982.

    MCALISTER, L. (ed.), The Philosophy of Brentano, Humanities

    Press, London 1976.

    SNCHEZ-MIGALLN, S., La tica de Franz Brentano, EUNSA,

    Pamplona 1996.

    SATUE LVAREZ, A., La doctrina de la intencionalidad en Franz

    Brentano, CSIC, Barcelona 1961.

    SMITH, B., Austrian Philosophy: The Legacy of Franz Brentano,

    Open Court, Chicago 1996.

    8. Referencias en Internet

    Internationale Franz Brentano Gesellschaft,

    e.V.: http://www.franz-

    brentano.de/websites/deutsch/frame-01.html

    Forschungsstelle und Dokumentationszentrum fr

    sterreichische

    Philosophie (FDP):http://www.austrian-

    philosophy.at/brentano_kurzbiographie.html

    Cmo citar esta voz?

    La enciclopedia mantiene un archivo dividido por aos, en el

    que se conservan tanto la versin inicial de cada voz, como sus

    eventuales actualizaciones a lo largo del tiempo. Al momento de

  • 37

    citar, conviene hacer referencia al ejemplar de archivo que

    corresponde al estado de la voz en el momento en el que se ha

    sido consultada. Por esta razn, sugerimos el siguiente modo de

    citar, que contiene los datos editoriales necesarios para la

    atribucin de la obra a sus autores y su consulta, tal y como se

    encontraba en la red en el momento en que fue consultada:

    SNCHEZ-MIGALLN GRANADOS, Sergio, Franz Brentano,

    en FERNNDEZ LABASTIDA, Francisco MERCADO, Juan

    Andrs (editores), Philosophica: Enciclopedia filosfica

    on line,

    URL:http://www.philosophica.info/archivo/2009/voces/

    brentano/Brentano.html

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    2009 Sergio Snchez-Migalln Granados y Philosophica: Enciclopedia filosfica on line