San Cristbal 01 de marzo de 2015 Ensayo de Integracin
Latinoamericana
Perspectivas Integradoras del Siglo XXI
Integrantes: Gabriela Eker Jos Carvajal Niko Rodrguez Yefferson
Vega lvaro Rojas Ana Gatell Rondn Carley Gamez Daniela Parada
La fragmentacin del poder que resulta en la confrontacin entre
los gobernantes o los grandes poderes tradicionales y los mltiples
micropoderes. El autor representa la correlacin de fuerzas entre
ambos o la impotencia de los primeros frente a estos ltimos con las
imagenes de las potencias mundiales. El poder de los micropoderes
reside en su capacidad de vetar, contrarrestar, combatir y limitar
el margen de maniobra de los grandes actores, y tienen la ventaja
de que al ser ms pequeos son ms giles, adems de que su estructura
es menos rgida que la de los grandes poderes. Su estrategia es el
desgaste, el sabotaje, el socavamiento y la obstaculizacin a los
primeros. Cuando vemos el poder que tiene un solo hombre, como los
informticos Snowden o Herv Falciani, para demostrar la
vulnerabilidad de un servicio de seguridad nacional del pas ms
poderoso del planeta, o bien para desvelar informacin confidencial
del banco hsbc con la lista de 130 mil evasores fiscales de
diferentes pases, es difcil contestar esta tesis. Estos
micropoderes estn en manos de actores progresistas y bien
intencionados que buscan el bien comn, pero tambin de grupos
criminales, fanticos y extremistas que persiguen solo sus propios
intereses. Aunado a ello, dado que todos tienen el poder suficiente
para impedir las iniciativas de los dems, es difcil imponer una
lnea de actuacin y en consecuencia las decisiones no se toman, se
toman demasiado tarde o se diluyen resultando ineficaces (Nam,
2014: 41). Esto va en detrimento de la calidad de las polticas
pblicas y de la capacidad de los gobiernos para satisfacer las
expectativas del electorado o resolver problemas urgentes. Nam sita
el inicio de estos cambios en la cada del Muro de Berln y el
surgimiento de Internet en 1990, pero enfatiza que estos eventos no
fueron los nicos factores de cambio ni los ms importantes en este
sentido. Y con ello contradice una opinin muy difundida que
atribuye estas transformaciones a las tecnologas de informacin y
comunicacin en s mismas. En esto es muy enftico en diferentes
secciones del libro. Nam sostienen que para que Internet pueda
tener sus efectos sobre los procesos polticos y sociales se
requieren otras condiciones que estn relacionadas con las
transformaciones demogrficas y econmicas, con los cambios polticos
y con la ampliacin de las expectativas, los valores y las normas
sociales. En su opinin, las tecnologas de informacin y comunicacin
son solo herramientas que requieren de usuarios con objetivos,
direccin y motivacin. Y aunque reconoce que los ciberactivistas
contribuyen a enriquecer el discurso poltico en todo el mundo y a
cambiar la manera como se obtiene, se usa y se pierde ese poder,
considera que es precisamente la difusin del poder la que les
ofrece las oportunidades para conseguirlo. A fin de cuentas, los
partidos polticos siguen siendo el principal vehculo para obtener
el control del gobierno en una democracia.
De igual manera, prcticas antidemocrticas como el separatismo
regional, la xenofobia, las campaas contra los inmigrantes y los
fundamentalismos religiosos se benefician de la degradacin del
poder. Uno de los sntomas ms evidentes y problemticos de la
degradacin del poder es la capacidad de veto de los actores
pequeos. Se trata de un recurso cada vez ms socorrido tanto al
interior de los pases, en los parlamentos, como en la comunidad
internacional. De acuerdo con Nam, la proliferacin de
organizaciones dedicadas a la cooperacin internacional en numerosos
temas permite a los pases que cuentan con ms organizaciones de este
tipo ejercer un mayor poder de veto y no siempre en defensa de los
principios universales. Al mismo tiempo, el aumento del poder de
veto de los pequeos pases obedece a que los pases grandes ya no
disponen de los mismos premios y represalias que tenan antes y que
les permita orientar el destino de los pases pequeos; por ejemplo,
las donaciones privadas (personales y de instituciones) a pases
pobres ya alcanzan, y a veces superan, a las que hacen los
gobiernos con las economas ms grandes (Nam, 2014: 302). Esta
tendencia, sostiene, ir en aumento. Pero esta fragmentacin excesiva
del poder y la incapacidad de los principales actores de ejercer el
liderazgo son tan peligrosas como la concentracin del poder en unas
pocas manos. Adems, dificulta los intentos de accin colectiva para
resolver eficazmente problemas como la proliferacin nuclear, el
cambio climtico o la inseguridad ciberntica. En este contexto,
afirma, surgen demagogos inexpertos y mal intencionados, a quienes
denomina terribles simplificadores; sujetos que aprovechan la
desilusin y la incertidumbre provocados por los cambios rpidos. La
solucin, sostiene, es muy difcil pero indispensable: dar ms poder a
quienes nos gobiernan, aunque no confiemos en ellos; para ello, los
partidos polticos debern adaptarse a las necesidades del siglo
xxi.
ConclusinJos Carvajal:Observando dichos videos, mi conclusin
podra resumirse de la siguiente manera: urge cambiar nuestra forma
de pensar el poder para poder enfrentar una oleada de innovaciones
que empezar desde abajo, ser catica y lenta pero inevitable. Yo
difiero un poco con naim sobre quienes controlan el planeta pero ya
todos sabemos que son personas o tienen aspecto humano que solo les
interesa el caos, muertes, disminucin de la poblacin mundial con el
fin de desaparecer la escancia del ser humano. Ojala podamos
despertar y evitar que esas elites nos sigan controlando y
manejando como tteres.
Para poder evolucionar primero debemos despertar.