-
. an inversin penoaa1 01 LJalTO implica gr . ~ que'fo ex-
. GAOOJll DE LARGO A l final de esta expereflC . dJvend NA
lt'vESTI , sicolgica. Por eso. a . . udafOll, de mu) abajo y
energta f radecimiento a qu.WCS me ay resar mi profun o ag bo . que
mie
ras, a llevarla a ca . . . siblc sin \a ayuda cconl>lnJCa ..
a) ane Este trabajo hubiese sido un~ 'd d tan poco rentable.
Agradezco
. . ,, . po a esta actrvi . . , a la Funda-nn1Ho dedicar uem ...
, de la Un1vers1dad de Pans y . . ROlJS de Pars. a la Can1.1llena .
on en m. Serge HUJ1lg. cuyo in 'Antorchas" la confianza que ~e~~tar
' tesis doctoral. fue UD di-
yo fue indispensable para la finahzacton de nu ector a la vez
firme Y generoso. r~\a Malees--
. l sidad que son su encanto. u.a..-;. cr--Con la audacia Y a
genero . avud. .. all k-i me dio la idea de empezar a trabajar
sobre e'Ste tema y me ., . os y hace tiempo~ .. a lanzarme a esta
empresa. . .
Debo mucho a las sugerencias y criticas de algunos colegas '1
amigos. .. ariano P\otlin me ayud leyendo y comentando
minuciosammtc los bo-~ ...... s y facilitndome el acceso a la -gran
bibliolecau dcr su. barrio en Bos-
. Stepben Suffcm, Silvia Sigal, Aoreal Fomi, Jos Mourellc~
Femando unw. Odilc Poulat, bidoro Chcrcsk.y y Ohviet Filliculc
dedicaron tiempo y . in a lett diverso capitulos, y me dieron
consejos e hicieron comcnta-os de gran valor. Emi\t Poulat cuyos
anlisis del catolicismo francs- fue-. una fuente de in~-p\rcteln ..
me abri k1S ojos sobtt ms de Wl ~o del ....... 11\AJ de \a Jnl '
.._, ~--
. . ~esta. i,aturalmente~ unos y ott'O'S son responsables slo dt
as-os Jl0Sll1vos de CSk libro.
-
'. 1 .
J>ERON y LA IGLESIA CA TOLICA . e prestar a respon~
Q uisiera agradecer tambin a los tesug . pata y buena Volu b
pasado con slfn . 1\. a mis innumerables preguntas so re su
documentacin des
. facilitaron el acceso a \! tad, y que, en ciertos c~~os . me
ud enormemente con su inters archivos personaJes. Lih TiJJous me ay
. trevistas vitales ~
. . Ja energa que dedic a conseguirme en . m1 trabaJ~ Y . Ad .n
Gadano me alojaron durante los largos ll\..
Mar1eJa BertoJmo Y n . . iv . B Aires y al final de Ja redaccin
de la tests, en Par.
ses de trabaJO en uenos . . ' 13 od to me Sent
, en casa Esta expenenc1a me confirm, como En t o momen , ~
fuera necesario, que nuestra relacin es de hermanos .. Ademas de
leer y ~ mentar mis textos, Femando Jumar me ayud con su ma~otab~e
saber en in. formtica. Sofa Caimari colabor en la edicin de la
tesis y, sm saberlo, ~ ayud permanentemente desplegando afecto,
vitalidad Y su clebre sentidt
del humor. Muchas personas hicieron de mi estada en Francia una
experiencu inolvidable. La familia Pivron me hizo un lugar en su
"clan" con total gene. rosidad. Jean y Marie Madeleine Leca me
recibieron en su casa como a Ull! hija. Y mis queridos amigos
parisinos enriquecieron la infinidad de expe. riendas de esos aos
memorables.
Finalmente, Richard vivi conmigo la redaccin final de este
texto. Comprendi y soport la obsesin de la escritura. El le dio
sentido a esto, y1
todo lo dems.
ABREVIATURAS
ACA Accin Catlica Argentina
ccc Cursos de Cultura Catlica
coc Crculos de Obreros Catlicos
CGE Confederacin General Econmica CGP Confederacin General
Profesional CGT Confederacin General del Trabajo CGU Confederacin
General Universitaria ESP Escuela Superior Peronista JAC Juventud
de la Accin Catlica JOC Juventud Obrera Catlica LDC Liga Democrtica
Cristiana LEH Liga de Estudiantes Humanistas LMF Liga de Madres de
Familia LPF Liga de Padres de Familia NPJ Notas de Pastoral Jocista
PDC Partido Demcrata Cristiano pp Partido Peronista PPF Partido
Peronista Femenino REABA Revista del Arzobispado de Buenos Aires y
del Obispado
Sufragneo de Azul UCR Unin Cvica Radical UD Unin Democrtica UES
Unin de Estudiantes Secundarios UPCA Unin Popular Catlica
Argentina
-
INTRODUCCION
[)UR.ANTB LOS AOS DE INVES11GACION que culminaron en este
trabajo, tuve la io de hablar con mucha gente sobre la cuestin de
las relaciones entre
:-JefOOSmo y la Iglesia. Estas conversaciones inf?nnales ~e
revel .. ~on mu-chas cosas sobre la percepcin que personas de ongen
social y pohtico muy diverso tenan del tema. Y me mostraron tambin
que, despus de tantos aos, el inters por la cuestin mantena una
intensidad inesperada. Ms an, todo el mundo quera pronunciarse:
"Pern quiso poner a la Iglesia al servi-cio de sus ambiciones
personales", "La Iglesia estaba celosa de la populari-dad de
Evita", "Estos los se annan cuando los curas se meten en poltica",
"Ese es un tema interesante. Va a descubrir todos los chanchullos
entre los dos", "En casa ramos peronistas, pero cuando Pern atac
las iglesias, ah s que no sabamos qu hacer" ...
La pasin de los argentinos por la poltica no alcanza a explicar
esta implicacin personal. El tema parece tocar fibras personales
todava sensi-bles. Las opiniones de los jvenes provienen a menudo
de las historias del conflicto entre Pern y la Iglesia y los
famosos incendios de 1955, transmiti-das por padres y abuelos en el
marco de discusiones polticas familiares. Pa-ra l~s menos jvenes,
dichas opiniones tienen su raz en recuerdos persona-les
unborrables.
. Claro, las huellas del conflicto Iglesia-Estado de 1954-55
pueden ex-plicar esta necesidad de tomar partido en la cuestin.
Pero detrs de los ras-tros de este . 'd .
rnc1 ente es posible adivinar razones ms amplias: el tema
impli-
-
1
t ti
i' t i , !
.
F l
.J 1 J
/~ ,.
14 PERON Y LA J
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" f 16
!, < ,!
l 1 1, I
!,
J>ERON y LA IGLESIA CATOLICA nquistar el apoy0 d para co . .
e
to "orzada entonces a desarrollar estrate . do de esta
comprobae611 l' . parr1en d 1 I 1 ., ' las nuevas lites polticas y
econ6m1cas. d cisiones e a g es1a deba Vallier sostena que la
interpretacin de las . ~1s estrategias desarrollada
. . d te proceso. . d l . . s concentrarse en el anhs1s e es la
influencia e a tnstituc6
. . nto de . n por sus lites en vistas al mantemmte 'd acin de
las actitudes e ide de la cons1 er . . as eran llevadas a cabo a
expensas . . .6 una gran mfluenc1a sobre 1 b d Vallter eJerci . a
de sus miembros. 7 El tra J e s aunque sus tesis han sido e .
'd s desde entonce r1. masa de estudios aparee 0 1 1 de la
Iglesia en el proceso sociop ticadas a la luz del desarrollo de
pape o. ltico del continente.s d l I l l
. b'os que han sacudt o a a g es1a atmoameric!ln Los importantes
cam ..... a d d l Conferencia de Medelln en 1969 y el compromiso d
-sobre todo es e a . . . e
d l 1 laicado en proyectos de transformacin social- dieron un
parte e e ero Y "" . . . a tIva a los estudios sobre la mfluenc1a
de la Iglesia en la soci'e nueva perspec . . . .
dad. Estos cambios detenninaron la orientacin de los trabajos
acadmicos hasta la actualidad. Considerada hasta entonces como
agente legitimador del statu quo por definicin, la Iglesia revelaba
potencialidades inesperadas para la promocin del cambio social.9
Nuevos interrogantes surgieron a la luz de esta evolucin, revelando
las falencias del enfoque de Vallier. Este autor ha. ba dejado de
lado, por ejemplo, una cuestin que ahora se revelaba funda. mental
: el debate en el seno de la Iglesia no resida solamente en la
eleccin de estrategias para mantener la influencia de dicha
institucin sobre la socie. dad, sino tambin en la definicin. misma
de dicha influencia. En otras pala-bras: si bien por defmicin la
misin espiritual de la Iglesia es conducir a los fieles a la
salvacin eterna, la forma concreta que toma esta misin no est
determinada de una vez y para siempre. Esta es el resultado del
debate y la decisin de sus dirigentes, y la Iglesia latinoamericana
ha mostrado hasta qu punto esta definicin de objetivos puede
variar.10
Sin embargo, la fascinacin de los analistas por esta nueva
Iglesia pro-motora del cambio social no tuvo slo consecuencias
benficas para el pro greso de los estudios sobre el tema. Por un
lado, hubo cierta tendencia a so breestimar estas potencialidades
de cambio, tanto dentro del equilibrio institucional como en el
conjunto de la sociedad. Por otro, el inters por este aspecto nuevo
y original de la Iglesia latinoamericana determin excesiva mente la
eleccin de objetos de estudio por parte de los investigadores -en
su ~~yora pro:enientes, del mun~o acadmico anglosajn-. Esta
despro
por~1on ~e refleja en ~as ~eas cubiertas por dichos trabajos:
conocemos bien la htstona de la Iglesia latmoamericana desde
Vaticano ll al la de la l l . .1. , y muy m g es1a preconc1 iar;
conocemos mucho meJor las t'gles b i - cara tas ras1 ena o m
Introduccin.
"ense --Oonde las corrientes catlicas "de izquierda" t . . gu .
. uv1eron una mfl . a decisiva- que la Iglesia argentma -donde el
ala t d' . ucn-
ct . ra 1c1onal ha prevaJe cido, a veces dramticamente, sobre el
clero "comprometido"- -
El mundo acadmico argentino tambin ha sido part' 1 . . . 1 . .
icu armente md1fe-
ente al estudio de la Ig esta en la sociedad. Si hoy se sab h r
e mue o sobre la . nfluencia de las Fuerzas Armadas o los
sindicatos en la hist . 1 , . , ona contempo-rnea del pa1s, nmgun
esfuerzo comparable se ha hecho para
. . comprender el Papel de la Iglesia. Esta laguna mostr su
importancia cuando 1 d . a re emocra-tizacin de 1983 vmo de la mano
de un fuerte cuestionamiento d 1 1 .
. , 1 /. . d . e pape JU-gado por la Jerarquta ec es1ast1ca
urante el rgimen militar Ent h'
. . onces se 1-zo evidente el grad~ de d.esconoctmiento del
funcionamiento interno de la institucin, de su arttculac16n con el
Estado y con la vida poltica y social del pas. El investigador en
busca de informacin para alimentar una reflexin sobre el lugar de
la Iglesia en la sociedad argentina contempornea se encon-traba
confrontado a obstculos mayores: falta de trabajos sistemticos
esca-sez de. d.atos sociolgicos ?sicos sobre la ins.titucin
eclesistica y la ~rctica rehg1osa de los argentmos (salvo
excepciones que mencionaremos ms adelante), en fin, falta ~e una
masa de estudios de caso capaces de propor-cionar un punto de
partida.
Contrariamente a lo que sucede con la Iglesia, los estudios
histricos, socio-lgicos, econmicos y literarios sobre el peronismo
no faltan. Es ms, este tema ha concentrado a tal punto la atencin
de los analistas que podra ha-cerse una historia de los
intelectuales argentinos contemporneos a partir de las diversas
interpretaciones del peronismo, desde los aos cuarenta hasta hoy.
Por supuesto, tanta atencin se debe a la importancia decisiva de
este fenmeno en la historia argentina de este siglo. Pero se
explica tambin por-que el debate sobre su naturaleza y sus
potencialidades sigue sin agotarse: desde 1945 se ha dicho sobre el
peronismo todo y lo contrario de todo, y la evolucin poltica actual
muestra que an no se ha pronunciado la ltima pa-labra al respecto.
Si se ha podido probar que el -peronismo era "fascista",
"populista", "bonapartista", o bien una fonna de "socialismo
nacional"; si se lo ha calificado alternativamente de retrgrado o
esencialmente moderno; si algunos lo consideran fundamentalmente
autoritario y otros ven en Pern el primer gobernante verdaderamente
democrtico de la historia argentina, es porque los elementos
contradictorios no faltan.
Como veremos, esta contradiccin atraviesa tambin los estudios
sobre las relaciones entre el peronismo y la Iglesia. Por eso, ms
all del inters
17
-
-.l
i '. ~ ! .. , 1 f
~
f 1'
1
1 i 18 PEl!ON y L4 IGLESIA CA de este aspecto tan rna1 e
. . nismo a travs ucho sobre la nat ll-del tema en sf. el
anlisis del pero . d revela! J11 I' . Uralt. n
acido Y mal comprendido parece ca!'az . ede este fenmeno po
Ittco. . n1rad1c1ona
za profundamente ambigua Y co
JI
1 . nes entre el gobierno peronista y la Iglesia catt ~de~re~O .
~ La cueso . d . des debates en Ja Argentina. Incluso los
autores
ha sido mouvo e gran . . % . d bre otros aspectos del perontsmo
hacen referencia al tern han eraba Ja o so . . a aj
d S veces La primera, para explicar que la Iglesia apoy la
cand'cta menos o . . 1 . tura de Pern en J 946. ~ segunda, para
decir que .la cada de Pern en 195l fue provocada --o prec1p1tada-
po~ un enfrentarm~nto ~on la Igles ia.
Este conflicto final fue el motivo de una cantidad importante de
obras que buscaban responder a Ja pregunta ms evidente que se
desprenda de es. tas dos primeras comprobaciones: si el peronismo y
la Iglesia haban sido aliados al principjo, por qu terminaron
enfrentndose violentamente diez aos despus? Segn su origen, estos
testimonios e investigaciones propor. cionaron diversos mo.delos de
anlisis. En el captulo ocho discutiremos las diversas explicaciones
del conflicto Iglesia-Estado de 1954-55. Aqu presen. caremos
solamente las lneas principales seguidas por quienes han estudiado
las relaciones entre eJ peronismo y Ja Iglesia en general.
La mayora de l~ primeras obras .escritas sobre eJ tema -
publicadas durante el perodo peronista o inmediatamente despus-
analizaban Ja rela cin entre e l peron.ismo y la Iglesia comenzando
por e l final Partiendo del conflicto. los autores buscaban las
causas que lo justificaban, Jos incidenles grandes y pequeos
capaces de mostrar el malestar progresivo y la degrada cin de la
convivencia lglesia-Eslado. Esta bsqueda de causas condujo a menudo
a sobrcvaluar la importanda de ciertos eventos menores, presenla
dos como portadores del gennen de Ja violenla explosin de J
955.
Lo:-. autores de filiacin peronisla y catlica trataban de
demostrar qur ex ist~ una "coincidcm.:ia espiri tual" intrfnsecu
entre peronismo y catolicis mo. Esto no es extrao, ya que. como
veremos. la idea de una fuente de ins P_i racin comn enlre
peronismo y cristianismo era cara al mismo Pern.11 E:stc enfoque
parc~c haber atrado espe
-
,,, ! ..
//1 !11 .1'
20 PERoN Y LA IGLESIA CATou
d esulta difcil hacer u b e los casos de proyectos todava n
acabados, r 1 ,, d n aJ~ "nueva o a e trab ' ce de los resultados
an muy parciales. En esta . 1
-
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1 . ~ ..
r: ; J// I, (; i: ,.
/P.
22 PERON Y LA IGLESIA CA . . . h fichter. Rehg1011 a.1 an de
JoseP 1 9 Oc
. . cnrc es la o arne Press. 61. Una r . r1 ,, Una obra
representativa de es . ty of Notre ev1s1.
N USA) Un1ven;1 17 , pation. Notre Dame (I , cit., P . , . ~ . a
esra corriente en: Segu). op. fica sobre esta cuestion en el co
de las cuticas .6 b'bliogt 1 , . llte1 6 Una discusin sobre Ja
producc1 n . i Cfasse, re/1g1on et comportemenr Polir 1 . 1 Michel
Sunon, p l't' Ed' 1ql/j francs en: Guy M1che ar y . . d science o t
tque y tt1ons S .
Fondarion Nauonale e .. ) F . . . Oc1a1c Pars. Presses de Ja . .
. Ren Remond (d11. ' orces refi.g1euses 1
V Un estudio de caso en. . . . . L'b . . A . et a11 1977, parre
r. . contemporame. P.111s, 1 rrune nnand Collin 19
1
!. " esda11s lar1011 7 1 ' Vallier. Carlio/iC1sm, o . . " . . ,
c:.ng un . ntice Hall (EE. VV.), 1970. Vase tamb1en: Rehg1ous
elites . e.
wood Cliffs. Pre h 1. . ,, S M L ' diffe . . . . d developments
in Roman Cat o ic1sm , en: . . 1pset y A. Sola .
renuauons an . . rt , /1 . Lo Anibrica New York Oxford Umvers1ty
Press, 1967, p. 190 y ss fl'.f 111 (111 < '
8 Las crticas se dirigen sobre todo a la rigidez de la tipologa
de las lites eclesistic del modelo de Vallier. Un anlisis cr~ico de
sus. tesis en: Daniel Levine, Religion a~ Polirics in Latn America.
The Cathollc Church m Venezuela and Colombia, Princet~ (NJ, EE.
VV.), Princeton University Press, 1981 , p. 131 y ss.
9 La bibliografa sobre esta cuestin es muy abundante (vanse las
obras principales ei Ja bibliografa anexa). Para una reflexin muy
medida sobre las consecuencias de est modificacin en el estudio de
la Iglesia: Brian Smith, "Religion and Social Changi Classical
Theories and New FonnuJations in the Context of Recent Dvelopments
in Latn America", Latin America Research Review, vol. X, N2 2,
verano de 1975. Yast tambin Henry Landsberger (ed.), The Church and
Social Change in Latin America. Notre Dame (IN. EE. UU.). Univ. of
Notre Dame Press, 1970; Dermot Keogh (ed.) Church and Politics in
Latin America, Londres, Macmillan, 1990.
' Scott Mainwaring, The Catholic Church and Politics in Brazi!,
1926-1985, Stanfonl (CA, EE.UU.). Stanford University Press, 1986,
cap. l.
11 Los sacerdotes peronistas Bentez y Filippo, por ejemplo, se
quejaban frecuenternenle de la ceguera de los catlicos incapaces de
ver dichas coincidencias profundas entre el proyecto social
peronista y eclesistico. Para una muestra de las reivindicaciones
do: Pern de la raz cristiana de su movimiento vase: Juan Pe rn. La
fuerza es el derechc. de las btstias. Montevideo. Ed. Cicern, 1958;
las tesis de Bentez y Filippo estn re sumidas en: 1-lemn Bentez, La
arisrocracia frente a /a revolucin , Bs. As., s/ed .. l 9
-
. PARTE l -
LA IGLESIA ARGENTINA . -_ Y LA GENESIS DEL PERONISMO
. - .
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... ... .. . .. . . . ... -
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-
CAPITULO 1
IGLESIA, ESTADO Y SOCIEDAD EN LA ARG UNA SINTESIS HISTORICA
ENTINA
a) De la crisis de independencia a la recuperacin
institucional
La gnesis de la Iglesia Catlica argentina no es original ni
nica: es un ca-ptulo, y no el ms espectacular, de la historia del
desmembramiento de la Iglesia colonial espaola y de su
reconstitucin bajo la forma de iglesias na-cionales.
La Iglesia latinoamericana naci con el poder colonial, y estuvo
marca-da desde el principio por su estrecha asociacin con ste. El
Regio Patronato de Indias, acordado a la corona espaola en 1507 por
la bula Universalis Ec-c/esiate de Julio 11, formaliz la sujecin
del poder espiritual al poder rea\, y la formacin de la estructura
institucional del primero sobre el aparato polti-co-administrativo
del segundo. Una vez terminada la fase de conquista, la
administracin colonial se encarg del mantenimiento de la
institucin, reco-lectando el diezmo eclesistico. Incluso las
relaciones de las autoridades eclesisticas de Amrica Latina con la
Santa Sede fu e ron mediatizadas por el poder civil espaol. Segn el
rgimen de patronato, la Corona elega a los obispos, nombraba a los
sacerdotes y autorizaba la instalacin de rdenes re-ligiosas (o su
expulsin, como en el caso de los jesuitas en 1767). Nunca, ni antes
ni despus, un soberano tendra un control tan completo sobre la
Igle-sia Catlica.1 No es sorprendente entonces que el proceso
abierto por las re-voluciones de independencia en 181 O y la
ruptura de las nuevas naciones americanas con la metrpoli haya sido
vivido por la Iglesia como una ex\)e-riencia traumtica.
-
f>ERON Y LA IGLESIA C A TOLICA
eg a reconocer 01 Fiel a su alianza con la Corona es a, Roma se
0 0 .... a situacin e, ano e .,,. '
nuevos Estados hasta 1835, dejando al clero amenc . dependencia,
la Je s de in tremadamente delicada. Frente a las declaracione 1
lado realista: los ob5.
rarqua eclesistica colonial se situ naturalmente de nvencidos de
que 1 , - 1 estaban co e pos, en su enorme mayona espano es, . ncia
del antiguo r .
. . .. d d ' d la supervive g1. mantenuntento de su pos1c1 n
epen 1a e . nte el continente d
, d n inmed1atarne , e. men. As1, muchos de ellos aban onaro d
pri'ncipalmente . . . . 1 recluta o entre Jando sus d16ces1s
vacantes. El baJO c ero, d'nar la a ,
dad para coor i cc1on sectores criollos, qued desprovisto de
auton Y fue vctima de profundas divisiones.2 6 ,, 'od d "revoluci n
y guerra era un La Iglesia que emergi del pen o e , . a
institucin sumamente debilitada. Adems de las enormes perdidas
materia. les, el 50% de su clero haba desaparecido Por emigr~ci~,
dep?rtacin o defeccin. Peor an: las bases mismas de su pder habian
sido minadas. Jn. comunicada de Roma y Espaa, se encontraba frente
a nuevas lites gober. nantes enemigas de Ja monarqua absoluta y a
menudo adeptas a ideologas laicistas, reivindicando a Ja vez Ja
herencia de Jos derechos de patronato.
La situacin respectiva de las iglesias latinoamericanas despus
de la ruptura estaba en relacin directa con su pasado, y ste haba
sido muy va. riado. Resulta difcil comparar a la Iglesia argentina
con la de Mxico, bien estructurada, rica en propiedades y personal,
y por ende blanco de importan. tes ataques anticlericales . En el
momento de la independencia, lo que llama-mos "Iglesia argentina"
no era ms que tres dicesis --elevadas a cinco en 1859-, todas
dependientes de la autoridad del arzobispo de Charcas (Boli via).
Las cinco jurisdicciones, de superficie muy desigual, eran Buenos
Aires (41% del actual territorio del pas), Paran, Crdoba, Salta y
San Juan.
En 1865, en respuesta a una demanda del presidente Mitre, el
Papa promovi la dicesis de Buenos Aires a la categora de
arquidicesis, dotn dola as de la autonoma propia de una Iglesia
nacional.
La dicesis de Buenos Aires, fundada en 1620, haba sido pobre y
mar-ginal durante el perodo colonial: sus diezmos figuraban entre
los ms ma gros del continente ; su infraestructura, que deba cubrir
una superficie dos veces mayor que la de otros distritos de la
regin, era precaria. Si bien el Norte -dividido desde 1806 entre
las dicesis de C rdoba y Salta- tena por e~tonces ms ~m~rtancia
debido a la cercana de l Per y Potos, se tra ~b~ siempre de
d1stntos ~e eno:me extensin (555.000 kJn2 de promedio). v1ct1~as de
u~a, falta crruca de ~ngr~sos y per~onal. La guerra y la indepen
dencia producman entonces una mev1table desmtegracin ins tit 1 El ,
. uc1ona . penodo abierto con la formacin de los nuevos Est d l '
Ja
a os re veo ... ..
l
' -------,_,--. .,,--... , ... ~ ---~ 1 ' -~ , ~. ,' N ~ :.'>
,..-------.
,( /_..) '
-
--30
PERoN Y LA IGLESIA CAroucA
vulnerabilidad de la Iglesia: con ese sos sin legitimidad , f
unt1
-
32 PERoN Y LA IGLESIA CAroucA
b:. aJ oquias e institu( rec1 man un s ano del Estado. El bajo
clero, e de parr 1' nes de caridad, no obtendra ninguna contribucin
oficial Y d~pend_ei 1;1 t tonces de la ayuda de los fieles. Si bien
Rivadavia haba nacionali :tado propiedad de las catedrales, la
Iglesia mantena el derecho de posesin de Ir edificios, en su mayora
exceptuados de obligaciones impositivas. Pero e~1 propiedades,
utilizadas para prctica del culto y enseanza, no producan . gresos
importantes, ya que no reciban ninguna subvencin para el mante~
miento de instalaciones, a menudo muy antiguas.
Por lo dems, Ja ayuda del Estado no implicaba slo ventajas para
Iglesia. Por un Jado, estas disposiciones tendan a reducir la
colaboracin los fieles en Ja situacin econmica de la institucin, en
un pas donde 0
pertenencia religiosa era ms nominal que activa. En la poca
peronista , . } l Ar . ' qL trataremos aqm, por eJemp o, a gentma
tema cerca de 15 millones de h
bitantes, de los cuales 93,6% se declar catlico en el censo de
1947. b '. cifra aparentemente abrumadora esconda uno de los
catolicismos ms tib;; del continente: el nmero de fieles resultaba
elevado si se consideraban s. la declaracin de pertenencia o los
ndices de prctica formal ms elemen~ les, como el bautismo y el
casamiento religioso. Pero la participacin en . misa o en la vida
cotidiana de la institucin era casi tan baja como en Un guay,
considerado el pas ms secular de Amrica Latina.6 Por otro lado, e!
tas disposiciones constitucionales ponan a los miembros del clero
en una s tuacn vulnerable, ya que los exponan a ser considerados
como simplt empleados del Estado. Como veremos, esta dependencia
financiera estan cargada de consecuencias en el futuro.
Ms all de esta primera acepcin material, la frmula "sostener 1
Iglesia Catlica" era lo suficientemente flexible como para
convertirse e objeto de interpretaciones muy diversas. Acaso
implicaba la promocin d la enseanza religiosa en las escuelas
pblicas? Quera decir que el dereclt de expresin de otras religiones
deba ser limitado? O bien significaba lf apoyo "espiritual" ms
vago, del cual la profesin de fe catlica del Po& Ejecutivo
nacional era prueba suficiente? Segn las coyunturas, interpret.
ciones opuestas de este .. sostenimiento" debido por el Estado a la
Iglesia Si ran motivo de importantes debates.
Por el momento, tales problemas estaban lejos de constituir el
cenu de la vida de la nueva Nacin. El Estado se modernizaba,
gracias a su enr quecimiento y a la impronta de_ sus lites
diri~entes, quienes estaban ent.'. ces bajo el control de sectores
hberales que, sm ser abiertamente anticienC; les, desconfiaban de
la influencia de la religin sobre la sociedad. pes mediados de
siglo, la Iglesia conviva con un Estado ms bien indiferente e-
I f?lesia . Estado y sociedad en la Argentina 33
. es religiosas, salvo en el caso de las autoridades de la
Confedera-cuesuon U . 0 . . . . donde los presidentes rqmza y erqm
h1c1eron esfuerzos por atraer
c1n, l S S d F . y cultivar relaciones con a anta e e. uera de
esta excepcin la jesuitas '
elizacin de los indgenas de las fronteras, emprendida por
monseor evang - E ( b.
. y continuada por monsenor spmosa arzo 1spos de Buenos Aires ~~
. . 1873-1894 y 1900-1924 respectivamente), mereci poca atencin de
entre . S . 1 . , utoridades civiles. Y s1 arm1ento apoy a creac1on
de una universidad las a . , ,
. .ta en Santa Fe esto no constituyo mas que un aspecto de su
amplia em-Jesm ' . . resa de promocin de la educacin: ante el
espanto de los cathcos, se mos-
: igualmente hospitalario con las nuevas escuelas protestantes y
"raciona-listas" de tono laicista (1869).
A pesar de la tibieza religiosa del nuevo Estado, la estabilidad
poltica del pas tena efectos benficos sobre la Iglesia. Las
estructuras instituciona-les comenzaban a reconstituirse, aunque a
un ritmo an lento. La falta de cuadros segua siendo un problema: en
1864, la vasta dicesis de Buenos Ai-res no tena ms que 35
sacerdotes, cuya formacin y reputacin moral deja-ban que desear. En
1868 el seminario de la Capital tena slo 42 estudiantes, y 45 en
1872. En 1880, la situacin segua lejos del ideal: no haba ms que 84
sacerdotes para cubrir las necesidades de las 12 parroquias de la
ciudad de Buenas Aires y de las 54 del resto de la dicesis, que
inclua entonces la Patagonia. La dicesis de Salta, que cubra todo
el noroeste del pas, estaba aun ms desprovista.
La escasez de cuadros eclesisticos estaba estrechamente ligada a
la falta de seminarios, especialmente desde la expulsin de los
jesuitas -sin duda la orden ms dinmica y poderosa de la Iglesia
colonial- que haba significado una baja importante de colegios y
nuevas vocaciones. Alrededor de 1860, el Estado comenz a colaborar
en la creacin de nuevos seminarios con el fin de comenzar la
regeneracin de los cuadros locales de este clero todava dependiente
del personal enviado de Europa. En 1857 se fund el Seminario
Conciliar de Buenos Aires, y en 1858 el gobierno de la
Confede-racin dispuso la creacin de un seminario mantenido por el
Estado en cada localidad provista de una catedral. Sin embargo, el
efecto deseado se hizo esperar, Y recin despus de 1880 el nmero de
sacerdotes comenz a au-mentar de manera sustancial. Este cambio
parece ligado a la puesta bajo con-trol jesuita del Seminario de
Buenos Aires en 1874, y a la instalacin de nu-merosas rdenes
religiosas provenientes de Europa y los Estados Unidos.7 A fines
del siglo XIX, el clero regular era mucho ms numeroso e influyente
que el clero secular, y fue la pieza esencial en la reconstitucin
institucional de la Iglesia: estas nuevas rdenes, junto con las que
retornaban a Amrica
-
34 PERON y LA IGLESIA CATOLICA
Latina despus de la crisis de 1810 l. pel clave en \a cdu\ .. .
, cump 1eron un pa _ '
c1n y la beneficencia, cubriendo carencias del Estado durante
an.os. . . En ~se mismo perodo, las relaciones del clero
larinoarnei:ica~~ ~on 1,
Iglesia uruversal se normalizaron . . . d a fase de "romamzac1on
'.< ~ , 1mc1an o un . -1
1858 _Po IX cre el Colegio Po Latino Americano en Roma,
destm.aclo
-
36 PuR ON y 1-A lOt..E!S
ll\ ATOt.1 11
Con lod 1 a Ig les ia hab . . . mucho mayores que . fa ad4uir1do
una presencia y una aut ,, ' nueva. "ltes catl ' ~les . La asi 11te
nc a a rni 11a aumcnrnba lcnta1 11 i.1
cas comenz b c1ac1one.'l y publ ' . .a an u hahlar de la
necesidad de 1111 11 1. 11 ., . 1cac1ones cap d
signo de fa fuerz d 1 . aces e re presentar sus opinionc11. M: .
,1,,, tra los ataques d , e a Jglcs ra, estas nica1iva!\ nadan de
una rc
-
38
de Ja poli ttca de ste e haba nevado al pode' tnclu~ haban o
parte de la coalicin y cin. al rgimen: r. La Umon expona claramente
los lmites de su ;
"Oes.ap.re7.Ca el hecho ..t-~--- . orden cristian ~zca esa
confusin de cucsones, djese en
resptense su r mesas en . s 1nst.ttuc1oncs, no con palabras, no
con e 1merd r que nadie puede . .....1> . tiones rcli . ercer,
sino con hechos positivos y 1,.Qcncos, y hh , ' J de ser_ .. 16
gtosas no sern bandera poltica y los partidos catlicos no tendrn r0
,.
Por su parte la Jerarqu1'a 1 .s . , d 1 . . ec es1 tica segma e
cerca as pos1c1ones que R.r
ma tomaba por entonces, reflejadas en el Syllabus de
"principales error\: , ,;. nuestra poc " "" . freo Y en los
resultados del Concilio Vaticano 1: total intran, iger
eta te a la od d d m em1 ad. Por ende, la jerarqua argentina
mantena e,ta 1 ~~ e_ rech~o total de los cambios implcitos en la
modernizacin del pa,
e as ideas liberales representadas por la nueva lite. . No
obstante, durante el Congreso Pedaggico, el sector catlico estu1
~do en la crti_ca -~la secu~arizacin de la sociedad emprendida por
el ge, b1emo. LaAsociacion Cat6/1ca de Buenos Aires. creada en 1883
y pronto re. presentada en todo el pas, trabajaba en la defensa de
la prensa catlica.17 Fi nalmente, el Primer Congreso Catlico
(Buenos Aires, agosto de 1 88~ convoc 150 delegados de todo el pas
en tomo de un programa ambiciosr fundacin de una Asociacin Catlica
nacional, convocatoria de asarr. bleas nacionales peridicas,
estimulacin de la prensa confesional, cm cin de escuelas
religiosas, etctera.is Este congreso fue tambin el marc de la
primera iniciativa de formacin de un partido poltico catlico: para
1, elecciones presidenciales de 1886, la Unin Catlica present un
candidat aunque sin demasiado xito.
Los esfuerzos de la Iglesia por detener la secularizacin de la
eduL: cin emprendida por la "generacin del ochenta" os: en 1884. '
ley 1.420, fundamento del sistema educativo . ~ leda la e~uL . cin
obligatoria, gratuita y laica en las escuelas pdblicas.19 El mismo
ano.: cuestin educativa fue el pretexto de un incidente ms grave
desde el pur; de vista de las relaciones Iglesia-Estado.
Desde la muerte del popular obispo de Crdoba, fray Mamerto
faqu
0 883) ue mantena buenas relaciones con los s~tores liberales de
l a~ . -qnal- la provincia presenci debates tan violentos como en
Buen
te reg10 d l 1 . 1 1 1 d Esqui representante e a a m s
intransigente uc e ' Aires. El sucesor e . . . . , 1 ,
- . . . l atlicos enviaran a sus h1JOS a a Escuela Nonnal J1n:
ro, proh1b16 que os e rt americana protestante. En medio de un gran
ckb-da por una profesora no e
Iglesia . Estado y sociedad en la A rx ent111a
1 del Nuncio apostlico provoc, poco e aros . rerveocin en
tnnJ.JlOS 1 . ' n del pas y Ja ruptura de relaciones con
te. la lfl r general, su expu s10 te el estuPo b.
ansanta sede.20 . no era anticlerical al estilo de otros go
ier-la roqu1smo . Sin embargo, e b odemizar el pas, pero no 1mciar
una . Roca desea a m . . od
oos Jatinarnencanos. 1 . argentina no era suficientemente nea m
p erosa rra religiosa. La Ig esia la dinmjca de progreso ya
instalada, gue obstculo mayor a . . .
Para representar w:1 b ocando demasiadas d1v1s10nes entre los .
6 )eneal esta a prov l
Y la cuesu o e . "6 . bemamental Roca intent entonces recobrar a
. rnbros de Ja coahc1 n gu .
nue .d "dad en el seno de su part1 o. . .
uru . d 1890 el tema religioso perdi gran parte de su actualidad
po-A partir e ' ., L d l lca. El Estado y Ja Iglesia se adaptaron a
la nueva situac1on. a muerte e_ os . al d;"gentes catlicos (Goyena
en 1892, J. M. Estrada y monsenor ~~~u
Aneiros en J 894) agudiz la prdida de vitali~~d de las
as~1ac1ones fundadas durante las batallas de Jos aos ochenta. La
Umon desaparec1 en 1890.
Las campaas contra la secularizacin haban constituido una
expe-riencia importante para la Iglesia: sta haba adquirido
identidad como grupo de presin, reivindicando a la vez su derecho a
pronunciarse sobre temas po-lticos y sociales del pas. A partir de
entonces, la jerarqua se consagr esen-cialmente al desarrollo de la
infraestructura institucional, mientras ciertos grupos comenzaban a
preocuparse por los nuevos desafos que los cambios socioeconmicos
del pas y el mundo planteaban a los catlicos.
e) El desafio del siglo XX: la Igltsia argentina frente al
cambio social
Al cerrarse el siglo XIX las lites diri . timismo difcil de
conc~bir p l gente~ estaban impregnadas de un op-cambio pareca la
tierra de tod~ los argentmos de hoy. Este pas en pleno
d~ca el crecimiento demogrfico as promesas: la_ inmigracin
europea pro-~n de las riquezas naturales del es~rado, Ja
racionalizacin de la explota-n: la ~acin fortaleciendo la base
~;~~tru:turaba la economa floreciente
Provgr1~a ~n_plena expansin y un Estadoer edsu ~lase dirigente;
una red fe-so sonado po mo em1zado p , Pe . . r a generacin de Al
be d . arec1an encamar el
d ro prev1s1blemente r l. e nuevos proble , estos vertiginosos
camb
emergencia de la .:nas. ~ntre fines del siglo XIX tos _ lle~~ban
el gennen dad argentina cuestin social" cambi y prmc1p1os del XX,
la
, Y borr el optimismo inmacur~fudndamen~~ la faz de la socie-a o
e sus d1ngentes.
39
-
40
Si b . d. en la ireccin de Pnmera huet .
an las Pri ga registra d arquista t meras organ . ata de 1878,
el fenmeno h - Om d . tzac1one b . .
-
.,l.\, c"l'ot..ic
"n-- l>ara 1 " ~'-"--' a 0 &rar cas Pelar" llna Pre ciar
Pot>uiare .~ e8tratc Scflcia n..i:_ . . stag y - s en las
&as Uev :~ 'lll
na Post . l:narqui Plazas cts : a Pa . 10., . Pan . enor de 1
tas. Vari Y esquin rt1r de 19t6 ba~os ohr'".
ICJparo . a lgle . Os acc a."1, en CQ organizaron ",' ' ,
gan~,.- - n directa . a argcnr rdotei. de t tllf>etenca abierta
., .r,,,_ r: 11\ab 'U.48 Por 1 o 'fldir ina - De rayectona relev e
' 1, ,. '
n ~ haber oos Crculo eclata~cnte en --~ndrea. Francesch~telen
1,, h:- . .' ... ne rg . . . . J.45 eon . ' Y t \ ,
. lado no llli7...aQo 40o n1c1ativa f . ferencas Y pubt i ..
'>< 1l1r,,, Los e tneno de 1.38s asarnbteas lle exitosa, y en
1919 lr~,dl ~fJr'.'- ~
Pl'Ornovend OC se hiciCT0n COnferenci~lulares en donde se h~,x-
11~: cipaJc - ~el cambio de eco de la. de-
cieron nuevas asoc1ac1 . ncias fue Ja Liga Democrtica Cristiar.
. _,, U de estas expene , . . jerarqu1a. na arta Jos objetivos
basicos de los cae. aunqc (LDC, I 902-1910). ~ue comp Iaron con el
tiempo. Por un lado, la LDC ~ lllPortantes diferencias ~e. rev;
organizacin de sindicatos catlicos. de ll'"
r en mayor medida a a
consag .
- dad en la Argentina I
. Estado v soc1e /g es1a . ~ ,
. rtUario de suenos A!-fue el de Jos trabaJa~ores i:ho ms
solidaria haC
1 ~ i1flP"rtan: os mostrarOO una acutu~~ de grupos univer tariOS
~e,..."' sus mefl'l Ir obreros, Creada a pa ir lder socialista
Alfre-po< ""-' taS de os _ ba el futuro COC
ftll ucfl3S coocre entre Jos que _igura .s matizada que Jos as 1
z,adOS >O oro~wvo una acutud Ill~cho ~a y desautorizacin de
:::;:iacOS Ja LVC de 1902. Jo que Je ~st a :: eleccin de
estrategias pro-,, -nte tas tiuefgas 1mente. las dvergencia.5 en .
ones.2'8 Despus de su de-ulll.....- , Natura ambas asoc1ac1 C (
J.a~qu1a- tensiones entre - . la U n Democrtica n s za-... ~oO
numerosas cuvo una prolongacin en n
ci6o Ja LOC 919 ial fue la # brevivi basta 1. . de los Jacos en
el terreno SOC niJ, que :.Ca experiencia importante - ..... _,.fo
""' Emfo LaJJlarca durante el
La . ( 1908-1919), funu- r del modelo . a social Argentina .
marca sostena que la apb.cac n ,
f,Jg congreso Catbco. La . oda e1ercer una influen.c1a ms rercer
k n en Argenuna P - 1 L, Jl de los Wol svere1 l COC La accin
principal de a ,. alertl ed. sobreros que la de os . . . " d l
.nrin-eficaz en Jos m io 1 de difusin doctrnana; la funda.et o e a
r - ga Social fue sin embargo :ento catlico --que sera Juego la
base de la. de cpal biblioteca del pe~li Y la organizaen de curso1i
y conferencias. 1 s Cursos de Cultura at ca-0 . cin fue disuelta en
1919. . , _ Ca .
La asocia . . d ai catlica fue importante tamb1en fuera de la
p1-La acuv1da soc1 . . , .
d Crdoba -dirigida por un enrgico obis po frall(;1SC3JlO, tal La
d16cesLS e . l . a: .6 ,1- fi
- B tos y ferreyra- fue el escenario de la mu t1pucac1 n \A'
1-monsenor us . 1 . b , . d 1 . coc a partir de 1897. Pero el
dinamismo particular de tra a JO
hales e os . . social de los catlicos cordobeses estuvo encamado
en las, asociaciones obreras nuevas, como la Asociacin Catlica de
San lose (fundada en 1897). En 1904. los "josefinos" lograron
emprender la construccin de edi-ficios obreros con recursos
obtenidos de las clases propietarias y la colabo-racin
oficial.29
La razn del desmantelamiento de estas nuevas experiencias de
laicos catlicos fue su absorcin en 1919 por una institucin ms
amplia y ambi-ciosa promovida por la jerarqua: la Unin Popular
Catlica Argentina (UP-CA). La aparicin de la UPCA responda a
directivas de Rom~. que intenta-ba impo.ne~ un.modelo de actividad
social centralizada, sometida al estricto contr?I Jerarqu1co: se
trataba de un nuevo signo de la "romanizacin" de la
lglesia_argenti~a. El proyecto, lanzado por el arzobispo de
Buenos Aires monsenor Esplllosa f d . ' choc desde el . '. Y. con
ta o a . un J~ven sacerdote, Miguel de Andrea . existentes y L
pfinnc1p1do con la res1stenc1a a desaparecer de las
asociaciones
a tgura e De A d para iniciar la e . n rea, a quien Espinosa dio
enormes poderes mpresa, no hizo ms que agudizar las tensiones.
43
-
\ ~ \re 11 le ~1' na d iglle e 1\ de Ver~id < Prin1e \ndr
'
t act"' ra C. e ro a' '-1re n111tct 'un
ll nos rn gor,. < lle 0 ele 1
g 11 -.na d e,, ' \
aba s tarct e R e \1n Pc1,1 ca: en 8~111Pregna~ en '"~~
r~g~;~"n11.,;~;'''.' r1., evol Op . , O d re .., para el oracin
palriti . a ce\ebm pbt o """' .... bo centenario de la R ~
pronunciadaen la comente la flotas
taje de las celeb . evo ucin de Mayo catedral de Bueno .
raciones -en el mo c1edad portea- 1 . por el movimiento obre mento
en que el sa.
indito e alraJO el favor de la "bu ~ "'-"'"' o para ~ figura de
la Iglesia. Ante Ja ena oc1edad'' local, privil que~ Re olucin Rusa
de 19l? -' fameruJ.Za de ubversin socti.
..-- r a Jiles p I del caoj:i1111L comenz.aOOn 1
Iglesia. Estado y sociedad en la Arg
-
- ''- .1>s1 . A C:
ec1e-1 A1'0L1r-.. "' Stj . -"
gent ca Y el na E des 1 ser' . sta . . P a:za .
a anat. - Secci6 . 'llen10 ~ado e n se ar ll menos ~hgroso para
el equilibrio de la institucin. Para dar una ide~ de la 1mportan~1a
~e esta de-cisin. digamos simplemente que de haber triunfado la
non:11nac1~n de _De Andrea. la historia de las relaciones entre
Pern y la Iglesia hubiese s1do otra. Todo separaba a estos dos
obispos: sus caractersticas personales y su concepcin del Liderazgo
eclesistico.
Para monsei'ior Copcllo, la buena salud de la institucin resida
no tan-to en la accin social o poltica de los catlicos, sino en la
cantidad de parro-quias, curas y recursos con los cuales se poda
contar. Slo una Iglesia bien establecida, ordenada y respetuosa de
sus jerarquas podra hacerse un lugar en la vida nacional.
Copello emprendi un trabajo
-
macin de la l . XXXU Con gles1a Universa\ : la Argentina elegida
como sede d greso Euca , d 1 ' Visto para b rtshco lntemaciona\. La
importancia e evento, Ptt. 0
ctu re de 1934 d \ lgles del E t d , no escap a las autoridades
e 1a n1a1, s a o. Para un b. ., ~ dh
. go temo fruto de una coalicin frg1 Y cu. estiona11. a es1n a
la d d ""'
-
. y '-A Je 4's,...._ c::..., 1'
Ltc:A . Clar0 . ttsr tu . esta e .
1 . Oco pa.a las regiones menos \X>bl""' donde el clero
disrninua en Pmporci6n a la poblacin: La R.iojaeonlab. n once
Plltro
-
En los a. cionai os treint
es so'ld a, la lgle . e, i as s1a Ion del Esta y derecho d
~gentina hab
tnodelo Sobr:~len es~a transf~:uct~~ana en ~a a~~uirido
estructur . pus. Este d que iba a ali ac1on fue un fa a nacional. L
as '~stuu. licismo esplazamiento ne~rse el gobiem ctor esencial:
ella Part1c1pa. rn en la sociedad , re~eJa tambin 1 o peronista
algun in~taurei
ente de este desl . . argentma. El pr . a redefinicin del l os
anos des. 1zam1ento. x1mo captulo tratar ugar del cato.
ms extensa.
NOTAS:
1 John Lloyd Mecham, Church and State i11 Lati11 America A
HistolJ' 0.rp E 1 ' R ~ o lllCO re r
swst1ca elaflons, Chapel Hill, The Universiry of North Carolina
Press. 1966. p. 38. Para una historia de la Iglesia americana de
los primeros tiempos. vase: Enrique Dus sell, Historia General de
la Iglesia en Amrica Latina, Salamanca, CEHILA. Edic. S-
gueme, I 983, vol. 1/J. . . ,. l. .B th 11 "A re on the Church
and che Independence of Laon Amenca , en: L.
2 Les 1e e e . no . . . . b d H.
1 .
0r Latn America, Cambndge, Cambndge Um-
Bethell (ed.), lite Cam 11 ge is ory 'J 4 234 ' .
versity Press, J 985, vol. III. PP 229- .
. dad en fa Argentina E do y socie Iglesia, sta
L Bethell (ed.). . . rica 1830-1930", en: -
h in Lattn Ame ' .. e catholiC ChUfC . entina. Notre Da-
,(ICh 111 534. . d Democracy in Arg . . ecle-J JolJll L" 1 JV. t
989. P . . National1sm an Z retti, Nueva historia
oP cit .. ~:~nedY ca1hof1~::::press. t 958. P 12:. Juan i-B~.
As., Itinerariurn , 972. p Jot111 J.. rsitY of Notre D -ro de
Trento al Vati~anoR '. . en de sus relaciones. Bs-
_,. vn1ve . a Del cono ' d la Argenuna. eg1m 11- n11n E t o en
., 1ica orge /esia Y 5 230 s1us . casiello. g ~-' charn op- cit.,
p. . . . n oficial en el rnan-s7 JuaJI 48 p 81; vie . to Ja
part1c1pac1
2 'f.d. poblet. 19 .. , vadavia ya haba d1spues , licos fijaron,
por primera vez. A.S. o corno se d1J. Rt in en t 855 tos poderes
~ub bozo de presupuesto para
' S btC , Ja Iglesia, rec . do as el primer es . entre oimieoto
de 1 1g1esia. constituyen S J "El catolicismo argenuno ~Oll
subvencin a :161ico; GuiUenno furlon~. ._a .. Historia Argentina
Contempor-
l)llllteoer al .~u!~ ~cadema Nacional de la ~1~tl~;~mera seccin,
p. 251 y ss .. 1 s60 y 930 ' B AS El Ateneo. 964, vo - - J 79 Las
cifras de cathcos de-
t 862-f 9]0. s. " l c trol op. cit., P - N nea. . Cathoficism.
Socia on :. . Ministerio de Asuntos Tcrucos,
6 (van Val11er;947 discriminados por provinc1ape~/ 'n Bs. As.,
Direccin Nacional ciarados en N cin T. 1: Censo de o ac1 ,
nso General de la a , -~:i servicio Estadstico. g/f. - taladas
en territorio argentino fueron los rnercedanos 7 J.,aS rdenes tns
~tiguas ins Los primeros jesuitas, que tendr~ ~ papel esen-
(1535) y los franc1~os (1538) . . llegaron-en 1585. Entre las
pnnc1pales rdenes
1izaC1n y educac1 n, X fi 1 reden cial en la evange d t la
oleada de fin del siglo Xl iguran os -masculjnaS que se instalaron
uran e . (1897) y los maristas ( 1903). Tambin lle-
. . tas (!883) tos capucmos 80) 1 toristas y pas1orus . ; inas.
las Hermanas del Sagrado Corazn ( 18 a
. rtantes ordenes ,emen - . , . d' garon unp 1 d a (1883)
etctera. La evangelizac1on de m igenas en U o y Mara Auio ia or d
santa ru . dd por monseor A.neiros se apoy sobre el trabajo de os
r-
1 PaU1gon1a empren 1 d 1875 b . al . lazaristas y salesianos.
Estos ltimos, instala os en aJO denes fundament es. d 1
. del arzobispo de Buenos Aires, fueron los grandes pioneros e a
evan-~ ~~~ . . . . . .
6 d l Patagonia y de la renovacin de Ja accin educauva de Ja
Iglesia.
gehzac1 o e a . . . . 1
El trmino .. romanizacin" para designar este proceso de las
iglesias latmoamencanas es utilizado par F. Mallimaci ,
Catholicisme et Etat militaire en Argentine (1930-/946 ), tesis
doctoral, EHESS, Pars, 1988, p. 40.
9 Enrique Amayo, La Iglesia en Argentina, Madrid, FERES, 1968,
p. 123 y ss. 10 Noreen Stack, Avoiding the Greater Evil: the
Response of the Catholic Church to
]11011 Per6n , 1943-55, Thesis de Ph. D., Rutgers University,
New Brunswick, New Jersey, 1976, p. 43 .
11 El gobernador de Santa Fe, Nicasio Oroo, emprendi ese ao una
campaa agresiva de secularizacin. El establecimiento del matrimonio
civil y la secularizacin de ce-menterios fueron acompaados de la
expropiacin del convento de San Lorenzo y la suspensin de curas de
parroquia.
12 Furlong, op. cit., p. 262. 1cos cat 1cos, s1 bien poco
importantes fueron La Religin 13 Los primeros perid- l .
(ISS3). El Orden ( 1855) Y Bandera Catlica (1856). Un anlisis
detallado de las posi-
53
-
n la Argenrina d sociedad e f.t:lesio. Esta o y .
- de su ex1sten-diez anos n Jos primeros 50 centros e Jugar en
iembros Y los cOC ruvo en 1892 a 13.000 m ricmo menos espec-. mY"'
de.__ y un crculo cndo. aunque a ~n momento. los
_,_jd'llO iemu~ . aron cree A partir de ese d "11 ~- de oO m. .
nre conunu 900 miembros. . to del nmero e di'~ a ,
""' 'A,,"""'' tfic"' kgentn d R c1on socia/ comempo,-q. 34
Sanctra McGee Deursch Counr . i os e osso y Ca. , J 9 J 9. . . '
e11 e1-o lll1on ; A .
'""""' '-'.
-
37 Arthu L
r ebscher s J "I . h Ch h ' n""ho d Evongehwmn m ' e A'''" ""' '
C,,,dob . '>
,,
1 aonde< Zcnn "''' t 919" The Amer.ca. A Quo,.,Y R.,,. o,
.,,,.... . "'
_,, S "'"'can Cuhura/ H;nory, vol, XLV, N' 3. enero 1989, pp.
363-382. lacJc, op. en., p . 66_ 39 Entre .
. v.,, .. Io.-.e Fa.ce, Bm, fue =ibldo "' Adelia Hrufo, de
Olmo,,;"'" la Soctedad de Beneficencia de la Capi a) Quines son
estos cato leos.
. n la repugnancia: tales fueron. las La atraccin Y el rechazo,
la fascma~t y od . en la sociedad argentina. 6 d 1 peromsmo pr
UJO
reacciones que la apar1c1 n e 1 El undo catlico de los aos Lo
Iglesia" fue una excepcin a esta reg a. m_ . icin de un treinta ya
estaba dividido por grandes debates pohttcos. La apar lde<
popular saLido de las Fuerzas Armadas, que proclamaba
insistentemen-Ie su inspiracin en la doc1rina social de la Iglesia,
no poda ms que cam-biar l0s 1m1inos del deba1e preexis1en1e y
transfonnar las alianzas . La com-JIClencia de diversos sectores
catlicos por imponer su pun10 de vista como el de loda la
insiilucin - fon111eno propio de l mundo de la Iglesia- tuvo una
imponancia vital en el perodo durante el cual se definieron las
tomas de IJO~cin lieme al nuevo lder. El estudio de la evolucin del
discurso y las actitudes de sre d be d .
no e ser esdeilado - analizaremos este tema en otro
-
' 1 1
1 1
~ONy LA IoLEsA e
.o.:roL cap~ ic:A 1tu10-.._ cornpI . . Pero su f
eJ1dad del uerza de El irn rnuncto c . Persuasin
ce Un Pacto del ~thco al q debe ser comprendida . y cun Punto de
Vista r:urguniento delue Per~n se diriga. a Partir de la can o
sarnente ha . ve~ador de las :eroni~mo en el universo cat , . 194:
Pas toral erniti~ido ignorado dur:~trad~cciones latentes en es:ico
Pare.
, Pero el an}. . a Por e l episcop d te anos. Se ha evocado
relacin en este punto t is is de la actitud d ~ o antes de la
eleccin pr: -~enudo I~
La co~ e actor "Iglesia" se detuvo s1 enciaJ de Iglesia Para
d~fiar~cin de los diversos d. generalmen1e m mir la "o . . lscurso
..
etOdolgico p Pinin cat lica" l s emitidos en el s raciones ha .
ara m_edir la irnportanc p a_ntea ciertos problem eno de la puede y
que precisar su orige ia e influencia de las di '.18 de Orden
ser muy desigual. una n , ya que el impacto en ~tintas decJa.
cactos y consecue . . pastoral colectiva d l . la opinin Pb 6 .
ncias muy d "" e episco d . 1ca t hco publicad herentes de las d l
, pa o tiene sigri"fi
d o en una revista "d b e articulo de un ir i . ca a uno, y su
grado de i . e _atalla". Para comprender m ~te ca. atencin a las .
. dentificac1n con la Igle . los movtles de
crrcunstanc1as d . . s1a, se prestar . la situacin de los e . e
em1s1n de los distintos disc P_articular
mi sores en el eq Tb . ursos as1 co E s te anlisis ser . ui 1 no
eclesistico. moa
1 . un.1tar a los actores l. a vida de la Iglesia La op . , d
imp icados, de un modo u otro . . imon e los catlicos . . 'en
mente en la mstttucin no ser tratada l qu_e no part1c1paban
activa. documentos ca . por a sencilla razn de que no ha
paces de informamos con precisin sobre la o in" Y categora de
individuos, que c~nstituye la inmensa mayora pde' l:s d~e~::~
Adem~s: ~ado ~u.e su pertenencia a Ja Iglesia era menos
comprometida, re-sulta dificil dec1d1r en qu medida s u opinin
estuvo determinada por el ele-mento religioso.2 En cambio, los
individuos organizados en diversas asocia-ciones c atlicas
publicaban a menudo sus puntos de vista, que correspondan
claramente a una identidad religiosa especfica.
Para examinar ese paisaje de opiniones, se han seleccionado
algunos grupos relativamente homog neos . E_I cri~erio de
di.s~i~cin reside en las coincidencias e n el diagnstico de la
s1tuac1n, la d~c1s1on a favor o en. con-
d P , la organizacin de estrategias de accin frente al
perorusmo. tra e eron Y 1 p un . . . . d . eles segn su lugar en el
seno de la lg es1a. or
Se dmtmgmrn os_ rnv 'r iosos que actan en la vida poltica en
cuanto lado, los cuadros, laicos 0 r~ tg ' . b .l.dad Por otro la
"voz oficial" de la
. rop1a responsa i i . , catlicos, pero baJO su P . do y los
rganos de prensa ms estrecha-
d por el ep1scopa Iglesia, representa a , . " . nte ligados a
ste. ayo de sociologa pohuca de la Iglesia.
me E te captulo es enton.ces_un ens miembros. Ante el nacimiento
de un . s 1 mundo ecles1st1co y sus
el objeto es e 1 l
La Iglesia frente a . d I peronismo la gnesis e
e cons-. . I lesia argentina s . .
tersticas inditas. la _g de esta instttuc1n d carac anismos 1 .
to de masas e 3 e analizarn Jos mee ica cuyo motor es a
JTlovim1eo ar de debate. s. da pcr una vasta polm fase de
inten-tituy en lt~gJerarquizad~. ~~ titucional" homognea en una
r1emen "op101on ms fue n de una . hasta la elec-c~::;~ social Y
p~l~~:iomento de gnesi~:e~~:r~:~:~no sociopo~ti-s Tornaremos aq
nsagr a Pern en 19 . d arrollo era an inc1er-
. que co . " cuyo es . cin presiden~:~acin, este
"protoperonis~:rlicos interesados en la polu_c; co en plena g "n de
muchos grupos , do fue la prolongac1 n to. suscit~ Ja::~~~' los
grandes c~~bios d~ es~:!::~ durante la dcada pre-La ~Jlrn.C:es que
)OS haban diVJ~l~O roh un uyos trminos fueron transfor-~~~~~:.s~~
resurgir:"~ento de/;;n v1~:s ~cce~~dumbres que la ~r~pectiva d~
mados con Ja apar_ic1n de e ba .en 1946 eran enormes y perm1ttan
proyec n obierno peromsta presenta . ~ar !speranzas y temores muy
!i::r~:: preocupaban a la opinin catlica en
Dos eran Jos temas ceo . d tn. alizacin acelerada del pas en los
El proceso de m us .
aquel momento. d ambios en su estructura social. Desde pnnc1-. t
provoc gran es e , b 1
aos trem a . J'f os haban expuesto teonas so re o s . de siglo
diversos grupos po l ic . . 1
p1os .b' l d m tegracin del nuevo proletariado a la vida socia y
po-ocielos pos1 es e . , d ~. 1 A principios de los aos cuarenta,
la acelerac1on e este pro-ht1ca de pa1s. , . e d l
, la cuestin social en el centro del debate poht1co. uan o e
ceso s1tuo a nuevo proletariado encontr su expresin poltica en la
persona ~e Per~, los diversos sectores del catolicismo que eran
parte de esta polnuca debieron ajustar sus posiciones a la nueva
realidad.
El segundo gran tema de la vida poltica de entonces est
relacionado con los eventos europeos. Para los intelectuales
argentinos de todas las co-rrientes, Europa estaba siempre detrs de
toda reflexin sobre la evolucin poltica nacional. Las diferencias
entre las propuestas de las diversas tenden-cias podan ser enonnes,
pero no se referan a la pertinencia del modelo eu-ropeo,.sino a qu
modelo europeo seguir. El surgimiento de autoritarismos en ltal.ia,
Ale~ania Y Espaa, la Guerra Civil Espaola y la Segunda Guerra
~undial pol'.11"1zaron la opinin pblica argentina. Este pas de
inmigracin aun muy reciente se senta f d enfre t . . . pro un
amente afectado por dichos sucesos y los
n amientos 1deolg1cos loe' l . b desgarraban a Euro E a es .esta
an en re lacin directa con los que la sociedad frente alpa. sta
perspectiva marc la reacc in de buena parte de
ascenso de Pern e l " u es fueron las expectativas e
gestacin de su fuerza poltica? . E g neradas por Pern en est.e
momento de ncamaba la realizacin de las utopas elabo-
59
-
60 PERoN Y LA 1
GLE.sIA CA l'oucA radas
J>Or los idet ba la via de l ogos catlicos nac. - . po a
doctrina socaJ 1 de Jos anos tremta? Represe
. r qu razones fue acept ~ de la Iglesia en la Argentina? En qu
llleddrita. cismo argentino? .... ates 0 0 rechazado por las
diversas corrientes del
1 !
son 1 cat r os interrogantes que recorren este captulo. 0 1
b) El surgimiento del peronismo
El 24 de febrero de 1946 es una fech . . argentina. culmin d a
cargada de significado para la his .
an o un ascenso poltico met , . 1 . tona ganaba las elecciones
presidenciales A eonco, uan Donungo Pern do L bo . . . pocos meses
de su creac.
a nsta tnunfaba sobre la coalicin form d n, el Partj. tid h b '
a a por la mayora d 1
os que a 1an ocupado la escena poltica d . e os Par-ed Q urante
los cincuenta -
e e~tes. u haba provocado cambios tan fund anos pre. poltico
nacional? amentales en el equilibrio
. En septie~bre de 1930 las reglas del juego democrtico haban .
violadas. por pnmera vez, por un golpe de Estado militar La .
s~~o
d . conspll'aC!on orgaruza a por el general Uriburu interrumpa
quince aos de vida r do~inados por la Unin Cvica Radical y su lder,
Hiplito Yrigoye':. ~; partido, apoyado sobre una amplia base de
clase media urbana, haba sido el nico detentador del poder desde la
introduccin del sufragio universal con la ley electoral de 1912. La
UCR se impuso en las elecciones de 1916, J922 y 1928, con las
candidaturas de Yrigoyen, Marcelo Torcuato de Alvear e Yrigoyen
sucesivamente. Pero estos tres triunfos esondan mal la degrada-cin
de la imagen del partido y su lder. El gobierno inaugurado en 1928
se encontr pronto confrontado a una oposicin implacable. En el
context~ de la crisis de 1929, los grupos econmicamente dominantes
acusaban a Yngo- en de derrochar en el sistema de clientelismo
creador de burocracia, lo c~ I
ie impidi a su vez seguir respondiendo a las demandas de la
clase media. 1 rincipal beneficiaria de las polticas radicales.~ ,
t
P L proche.s dirigidos a Yrigoyen se confundan cad.a vez mas
COll os re . . . f d al del libera
, 1 stema democrtico y los pnnc1p10s un ac1on es las cnllcas ~~
por las li tes del pas desde Ja formacin del Estado. Co-lismo.
promov1 os . 'al creciente Y los eventos de la Semana Trg1c3
d .. . el malestar soc1 - Tia mo lJlIDOS, tos sectores e l temor
a Ja subversin social Y faci 1 ; (1919) sembraron en e_s to a
ideologas antiliberales. La crisis de 1929 Y e '
l run. er acercam1en 1 dehili ron e P autoritarios europeos
parecan confinnar a ascenso de los regme~es a democrtico-Jfcral, ms
an estando represen-
b es del s1s tem _ . dad de las as figura cada en descrduo.
'ta(io en la Argentina por una
. ~
La Iglesia/rente a . del peronismo Ja gnesis
. as el proyecto cor-'d s autontan , , ,
nsenso de las i ea riburu se revelo mas A pesar del :O~eqv:e
~voy el golpe_ de ~~:~~o::s ~onservadores libera-. ista del sec
litar ms prximo . ltico de la dcada par.a~v ue reaJ.S Otro mi
controlar el Juego po_ cadas la
u16f>1C q 1 eneral Justo, logr . 6 por elecciones trU ' ~de
la lile, =d!cada infame" se cara~t.enzo de Jos sectores
terratenientes siguiente. La UCR y el apoyo al go iem . . . dad del
gobierno de
. in de la . 6 La dudosa Jeg1ttm1 . . proscn~'an Ja economa
nac1onal. 'as de la participacin polnca, lo un-que din~ exclua a
las grandes ~a~on busca de nuevas fuentes de apoyo JusfO, q la
Iglesia Catobca en pero el frau-pu!s a ace~e R se resent a las
eleccio~~ . ,
1,.
0 A partlf de 1935. la UC p al poder Su part1c1pac1on produ-
Po iuc . . . , . idiendo su retomo . )j . de sistemrico srgu1~
imp d'bil'dad de sus lderes, acusados de comp c1-. en cambio la
prdida de ere 1 1 :..i ron el sis.tema corru:ito. director de la
economa exportadora inaugu-
Parad611~amente'. . ~mpoo estatal La crisis de 1929 y los
conflictos eu-uoa fase de mtervenc1oms . , .
r . cambiaron bruscamente los trminos de intercamb1~ de este
pais mte-;:5 aJ mercado mundial como productor_ de mat~ri~s, pnmas
y comprador de roducros manufacturados. Dicha situac16n precipito
el desarrollo de una
ind~strializacin de sustitucin de importaciones y oblig a la
clase dirigente a redefinir el papel del Es1ado en la economa.
Entre 1935 y 1946 el nmero de industrias pas de 38.456 a 86.440.7
Las nuevas industrias, instaladas en los suburbios de las grandes
ciudades, provocaron una inmigracin rural ma-siva: en 1947,
1.368.000 inmigrantes del interior del pas haban llegado a Buenos
Aires atrados por la rpida expansin industrial.
El nuevo proletariado urbano no obtena ningn beneficio de Ja
inmen-sa expansin del sector i?~us~al. La inflacin disminua Jos
magros .salarios reales. Frente a la repres1on s1 temtica de los
patrones el Estado lo ob ros tenan pocas chances de me , ' re-vida.
Las famil' b JO~ su remunerac1on y us condiciones de
ias o reras, desprovistas de tod d frontadas a los proble . . a
ayu a estataJ, se vean con-im. por ejemplo, el ;J;~ :C1'~e:a!~p1os
de la rpida urbanizacin. En habitaba \'iviendas de una 1 . as de
clase obrera de Buenos Aires
S. so a pieza& m embamo . r "' otras cuestiones ban b~
nacional. En un clima de d' . ocupa el primer plano del debate nn..
U\.d, la
-
-'VN y LA Gt.E,sA C
ATouc_.. Oficial Para 1 ha as eJec
la Iglesia frente a la gnesis del peronismo Sta entonces ciones
sigui . . .
sosPecho , acababa de rn . sto, rbitro del equilibrio Po . . f
Partid . so de simpatas alia onr. El ~andi_dato escogido, Patrn Cos
htico mar:
-
1 / 1
- " r LA JcLEstA CATOLfCA
se Uni a 1 . a causad
anttgube e los de d OlarnentaJ El mcratas Y e ele r comen 6
cc1ones urgentes g1~en Parecfa no lo z a e n la campa En ll1edio
d que impona la o . . grar sustraerse a las demand
res de 1 F e esta tensi . Pos1c16n. as as uerza A n creciente
1
ble del giro d s .. rrnadas opuesto ' a ruptura entre Pern y los
se 1945 . e la Situacin- r . s. a su ascenso --que lo hacan res
cto.
se vio forzado p ec1p11 la crisis A pr . . Pnsa. en Ja isla
Martn Garc~arenunciar a todos sus c~gos, ~n~~~~~c~e oct.u?re de
trabajadores en el que ~r~~~t~ :e panir, dirigi un "mensaje de
~!~:..onero P~s de varios das de incen~ mantener los logros de su
Secretaria ~os c1endo un llamado a la huel i umbre, la CGT decidi
apoyar a Per. hs. u cfj' ga Para el 18 d b n, a.
n a antes de la medida p . e octu re. Contra toda exn..~tat 6
revista una m r . ""'" 1va, g1 de Jos suburbios indust . l 1' an1
estacin obrera masiva se d' .
na es a centro d I C . in. de su benefactor y el respeto d 1 e a
apila! para exigir el retomo . e as nuevas leyes unprev1sta e
indita el gobierno socia es. Ante tal presin.
. . . ' regres a Pern de Man' G , mrti incluso salir al balcn de
la Casa R d .. ~n ar~1a. Se le per-d J osa a para dingrr un
discurso ca ve ca ~ar a la .m.u~hedumbre. Era el triunfo poltico
absoluto sobre sus~:
ersanos, y eJ m1c10 de una larga tradicin de encuentros entre
las multitu-des peronistas y su Jder.1~
El 1 7 de octubre se decidi tambin el destino del gobierno de
facto. Las elecciones fueron fijadas para el mes de febrero. Dos
frentes polticos igualmente heterogneos se enfrentaron en la campaa
de 1945-46, una de las ms apasionadas de la historia argentina. Un
Partido Laborista, nacido de los eventos del J 7 de octubre, se
form alrededor de Pern, ofi~ialmente
d d to. Reuna dos elementos fundamentales. Por un lado, los
verdade-can 1 a 1, . d. se pro ros" laboristas: dirigentes
sindicales con pasado po .1t1c.o iverso que " ~
eles a Pern; por otro, una lnea minontana ~e Ja _LJCR, Jun.
clamaron fi " de sali el candidato a Ja vicepres1denc1a, Hortens10
Renovadora ' de don . , dos se agregaba el apoyo mayoritario
. . . d grupos organiza , . QmJfillO. A estos os . tuales de
FORJA, la mayor parre de las Fuma.~ de la clase obrera, los mtelec
. , 1 t Y segn Ja mayora de las fuentes. Ja
pos nac1ona is as v1sH Armadas, algunos gru . art"do propiamente
dicho que la impro . " Catlica Era menos un p ' 'dad de las
alianzas se una a nw-IgJes1a . el cual la hererogenc1
. , de un partido, en . . . c 1on 6 'cos bastante precanos. .
ta" los partidos polticos trad1cJO-
. econ m1 6 " peroms n dios e a la coal1c1 n . . 1 . de siempre-
concertaron u1' Para oponers d ersarios inconc1Jiab es I UCR el
Partido SociaJi,;t;1.
1 o los a v D) eunfa a " . ... naJes - me us . Democrtica (U r
ta Progresista. los grupos de1110lr.i_ alianza. La (Jm~ 1 Partido
Demcra , ilitud de la alianu no peni11
. Comunista, e La inveros1m el Partido nservadores.
. y Jos co ui-crisuanos
La Iglesia/rente , . del peronismo
0 la genes1s
entre Jos c uales el voto por . s coyunturales, . ortante.16
e acuerdos estratg~~~in~-Mosca" era el ms ';:~polarizacin, nu-tf
;!u1~ presi~enc,ia~t:;:~estuvo marcadart;r ~~= :rgentinos seg~~n.
las I La caJJJPana e e. lentos y varias mue e . ntan que esta
elecc10n im-
. .d ntes vio 'n Prese rnerosos inc1 e 1 ha paltica con pas1 . ,
No se equivocaban.
. . as de la uc 1 futuro del pa1s. penpec1 ro decisivo para e
plicaba un g1
CUADROS CATOUCOS ff~ ? P , es uno de los nuestros. l . . eron
a)Los naciona istas. -
l l A gentina de los anos ra de los pases occidenta es, a r .
-Al igual que la ~! l"beral hasta entonces hegemmco. La ex rreinta
vivi la cns1s del proyecto, I . ' b ' mo de y rigoyen sembr el
es-
. . 1 obre todo el ultimo go 1e perienc1a radica ,ly s.
telectuales sobre los resultados deJ sufragio universal y ep11c1smo
entre os m , . L . 1 od l
el . tema parlamentario. Como en otros pases de Amenca atma, e m
e o e SIS " " d de los regmenes corporativistas europeos fundados
en prmc1p1os puros . e
den patriotismo y autoridad, comenz a prevalecer sobre el de
democracia or , . . y libertad.11 Escritores nacionalistas y
autores de novelas con referencias anti-semitas abiertas comenzaron
a gozar de una popularidad indita. is
En los crculos intelectuales, diversos grupsculos nacionalistas
busca-ban la receta para sacar al pas de los dilemas contemporneos,
inspirndose en el modelo nazi, fascista o falangista y combinndolo
alternativamente con ingredientes locales.19 A pesar de la
unanimidad de las crticas al sistema, no habfa un. acuerdo sobre la
forma ideal de la nueva sociedad posliberal Los nacionalistas
compart' ~- 1 . tan ciertos pnnc1p1os bsicos, pero la diversidad de
las c~::n;:. propuestas muestra la atomizacin existente en el
interior de esta . . Algunas de las utopas elaboradas
s1an1smo, no tenan relacin part 1 , como las ms apegadas al
maurra-ban 1cu ar con el t I'
con l. Pero en la mayor1'a d 1 ca o ic1smo, o incluso choca-una
" e os casos 1 ca t sociedad perfecta" donde la re1 .6 , , ?s
nacionalistas soaban con
uv1eran u 1 tg1 n catohca 1 lura Y 1 n ugar central: la primera
. y a institucin eclesisti-
a segunda para dar un . el "h . para aportar la , . pnnc1p10 de
verdad ab . ispallls1110", tend, . un1ca garanta de uni . so-na '
sus tradcione en~1a del. nacionalismo que b dad nac10nal. Por eso,
convertir a la lgl . s, era pan1cularmente atr- . uscaba una vuelta
a Espa-pr0,,., es1a en el activo par .
"
10v1an es CJe de su r quienes de
. ta Solucin- J r . p oyecto poltico 20 M seaban . u io
Me1nvielle y M , . ucnos eran los que
aninez Z uvira t ueron segu-
6"i
-
~OJv )' L...-.1 ll::s'" e
J\ l'Ot1cJ\ dos en e ~ ste Punro m o
. /perom s 'nesis e
. ftente a la ge La tglesw
,/l I!
anue1 o~... Por nacion,, G CQ vez M . ....., de . . en,.. entre
"tio %,"ando "
-
~haba Dlodcrno (>ara~ su cos haba salir a ~iegue e 1 . de la
A _Jlasado a ser'ff!Cooqutsta,r la soc~ gcncia frente J l . n Ct:tn
Catlic.a da en esta ex ""'ad. La in do I cu, ,,. :
lle a cstra.tcg:ia Y la prioridad pans16n. como lo prueba la _
P8pcl de pastora) c _A_ que Po Xl acord 1 . l ", .
. las masas L.:>tC Pontfi a a m titu .11, , _ CJo de~; en la
sociedad ce 0922-1939) era muy coo _
...- .... dos pol' . contem~- len i: \. yo a la COOstituc bcos
confesional t""-- pero desconfiaba de . .. nni.r... -n. en cada es.
Entonces opt por dar
1 ~ ~ -,_ de una "--- pats y ba." l . . todo ' l! ~ '. "''."'-"
capaz de - JO ' ausp.cos de la autond '>
. de recnsaniz.ar las ICUnlf a los fieles en el terreno rer . d
.ie .:: c1ooal Esta ~- Cat . costumbres Y la vida pu' bli . ig1050
" '; .
'""'on lica ca nacional cosen el aposto-..a- . era definida como
"la n ... ti. . . e lnte , ..
...., Jerrquico" n _.~cipac16n de -- La fundocia de la Acc~ - "'
\,
hilo clave en la bistori de Catlica Argcotim (ACA) hasta . l
catolicismo en 1931 es . 1943. la J.DStitucin no s nacional Durante
los aos u;
zacio catl. ce de crecer. a un ritmo :-"'..i: tremta. ' ~ u~m~~
o lnfl
da rgar11 w naturalmen ms , . te por las ideas emanadas de 1
~ca. ~ Y menos intelectual. la ACA se os ~ pero much
-
70 .
E.1 calolicism A 0 Parec(a
. dems de . como una po , . h . . catolic ismo b estunutar 1 ren
.s1 .1c salida a la crisis ideolgiC"i
f uscaba ' . ac11n1 nto 1 e . . " as como l ser aplicado c1e
Crvor religioso c~ 1 . ta.r el inte os problemas sociales en
diversos mbitos de la vida i,'ac~ocr '1111ev,,
r s en l Y econ 1" . I riado S , e seno de la ACA micos del pas
comenzaron a de i1,. moc . oc10-Econmico. Este , ~ condujeron a la
creacin de un S . . \Pl'r . 1 . n de la doctrina s ~rgan1smo, cuyo
objetivo principal e .' ~c r e 1 , , investigacin, oficina de .
oc1al catlica, era una mezc la de .r" a pr,, Trabajo - y sobre todo
d propaganda Y lobby. A travs del Depan centro ik ' d~ las polticas
.sociales de J~s~ Figuerola, relacionado con la ACAamcn10 de pres
in para la promoc16ned ni iz y el primer Pern-, el Secretariadyu
ce.rchr1.1
e eyes s .- 1 eJcrc res.Jo La organizacin de 1 "S . ocia es Y la
sindicalizacin de trab " r.i t' as emanas So 1 ,, Jado 1c1pacin de
las figuras . cia es a partir de 1937, con 1. . , m s reconocidas
del t 1 . a P
-
72 PER.oN y LA IGLEslA CATOLICA
trar. s~s .efectos en el terreno ol' . equ1hbno se hizo evidente
G, ittco, .Y a partir del tx:tubre el nuevo cuestin de la Justi . .
s cathcos se vean forzados a replantear ta
cia social y el l . ms deban pron . pape de los obreros en la
sociedad. Ade.
' unciarse sobre \ depositario de 1 fi personahdad que emerga
como el nuevo a con ianza popular En la mayora de l .
na .
1. os casos, Pern no goz de gran s1mpaa entre los
c1ona istas. Pero ha . . . . , . Y que matizar mmed1atamente
esta afirmacin: la anti-
pata no era abierta -nunca comparable a la de los liberales- ni
unnime Como tan~os otros grupos de la sociedad, estaban ms bien
desconcertados: La confusin aumentaba al comprobar que Pern se
apropiaba de algunos de sus eslogans: un discurso nacionalista en
el plano econmico, la reivindica-cin de las encclicas papales para
imprimir un signo cristiano a su obra so-cial, la posibilidad de
consolidar la enseanza religiosa mediante este here-dero del rgimen
que la haba implantado .. . Estas ventajas venan unidas a elementos
menos atractivos. Fue sobre todo el aspecto "obrerista" y
populis-ta del peronismo lo que provoc objeciones entre los
intelectuales naciona-listas. Ante el hecho consumado, algunos
rechazaron el todo, otros lo acepta-ron con reservas y hubo quienes
vieron en el nuevo movimiento la sntesis esperada desde haca tantos
aos. La atomizacin endmica de los naciona-listas les impidi
elaborar declaraciones colectivas sobre el pe~onis":1 por lo que la
reconstruccin de su opinin como grupo es fruto de h1ptes1~. Aun si
una Hnea mayoritaria se desprende de sus posturas. la falta de
.cohesin ~n
. l . s del peronismo prueba la dificultad en pronunciarse de
m,1-el pnmer an ist nera homognea. . ta el distanciamiento de los
nacio
En sus memorias, Mano Amadeo st . f de 1943:
nalistas respecto de Pern desde ines . . ese hombre buscaba algo
mu)
"d odavfa imprecisa. de que i.s "Me trabajaba la 1 ea. t . .
haban pronto de separarse.
nuestros c.umnos dl.stinto que nosotros y que j
. . 956 Amac Cl' l . tn16sfera antiperonista de 1 , . . to en p
ena - 1 nte fue. En este teswnonio, escn. .. . . .. un poco antes
de lo que rea me .
ubica su toma de distanct~ del ~u::cer como un lder verosmil. ~
hab1a ~:~: En 1943 Pern estaba le3os de ap . l te en l. Pero la
explicac16n tk l
~es para interesarse esp~cia m:n._ con Pern es reveladora: si
afin11.1 Ca5 fa7.0 d 'US d1ferenua. h . s!Ul' f
. de la naturaleza e s . . liados pollicos, tambin act: c. .
testigo . , listas nunca fueron sus a d la del antiperonismo
v1snral. que los nac1ona . n de este grupo e
. r la opos1c1 . :ios par disocia c,n que odiaba en Per6n ll'
l11'
. ti de opos1 ... ~ o estuvimos con c1e~o 1 Poco11 menor
nntipatla. .
perO tnmpC ..,.,.50tros nuror o hada a i.~ justamente nos
1
! \
l '
La Iglesia frente a . del peronismo la gnesis
d Renovacin . En fe-los miembros e . d r" argu-
, bles animaban a "contra el dicta o ' . entos compara hizo un
llamado a vot~ del nuevo candidato. No ~ .. 946. este gruPo ltana
de la ideologta . claras: si Pern tire' "" 1 za tota t 001sta
eran
-
tando la natura~ on la oposicin anu.per un m s peligroso
por-:ante. las
-
74
Este ~po se regocijaba de 1 lgJ~s1a, su llamado a los . ~ ~uenas
relaciones Pern enlabiaba 00
la duc1das en la educac .n Prtncipios de soberana nacional, las
reformas ntro.
J, . 1 , etctera AA-L- , 1 po llJcos: radicales . . ~mas,
comparuan os mlSJllOS enern1gn.
comunistas 50c~1:_. _ _ ...__"_ _ _, exaltacin del dese i-:_ . .
icu.Ql.lS, ...,.,~dta-pn>grcsistas ... Pero la
u..,, u mento dur poc Pron 1 bles se muJf r O . to OS puntos
OSCUros y Crifka p caron Esta atractiv , deol ' -
una debilidad . . . a onentac1on 1 ogica no lograba OCUl~ lis .
por las lDClinaciones populistas, detrs de la cual los
tas vieron en seguida una amb . . ..a~ naciona. J . . ICJ n
persooa.( ~mesurada. A mcd~ ~meses _?asaban, la crtica a la ..
excesiva" atencin del gobierno a las qUc bones sociales aument. Con
tantas facidades protecciones cues.. obreras J - - Y para las
e~
.' e pais asistuia aJ .. relajamiento de los lazos de la
comunidad . Sm embargo, el punto centra] de ruptura de la mayora de
los ~ion.a.
listas ~n Pern ? fue Ja cuestin social sino la poltica
e.xtttior. En 1944. en m~o de una SJ~in diplomtica extremadamente
delicada. la Argent. na hab1a roto relaciones con el Eje,
precipitando la defeccin nacionaJi
13 del gobierno. Marcelo Snchez Sorondo, entre otros que se
haban acercado a Pern para formar una especie de ' 'GOU civil", se
alejaron inmediatamente de este lder que pareca dispuesto a
sacrificar los sagrados principios patri-ticos en nombre de
estrategias de coyuntura.44 Como vimos. este incidente no elimin
todo el crdito de Pern entre los nacionalistas. Pero un.a vez
ins-talado en la presidencia, otra maniobra de relaciones exteri~
confirm los peores temores sobre la tica del nuevo lder. Una de las
pr~ iniciativ~ del gobierno peronista fue la aprobacin por la nueva
mayona ~tana de Ja adhesin a las Actas de Chapultepec y Ja "Carta
de las N~-1= ~011~ das" (19 de agosto de 1946), que consagraban la
entrada prectpr .
rear . las onen Argentina en el nuevo orden continental. Este
n_ieanuento con . a 1~ . de i''"S Es tados Unidos, hecho a una
velocidad que horroriz.6
tac1ones "" . del unismo que . ali ns fue visto nnr stos como la
confinnac16n oport . . nac1on Su..; , r- , , nac1onalislll
_ p r El gruJX> de Balc6n se revelo entonces mas . . .
arumab~ li:o eA =~ de ese momento, el peridico public_ varios
ed~on~~: que cato : te al pres idente a pesar de las medidas favora
es ' O
cando olentamen ' ' ( , cnu v1, . sde Chapultepec .. el caso
Pern cae en el v~to . lgJesia. Segun ell.o s , de 1 ed t nal de
fondo titulado " Vacancia" raficaba el E tubre e lo de agosto). n
oc '-do aJ confiar en Pern: error que haban comett .:
--hurfanos como estamos de slidas es[J1.I uoaJL que esta nueva
era de_ pro~nuo en un hombre. Ojal que e~ hombre pu ~ "' b pod1do e
....... ~- d , d
.sociales-- hu era . . la Nacin. Pero los que rienen el deber e
~haber sido el que ho~ gobie::e ( ... ) El pas necesita
consrrucrores y no ~~a dae eden engaar ru enga una vez mM llama a
nuestras puertas. claro no pu de esa grancteza que sitos
aprovechadores
. inaceptable, el aspecto populista CID-- la paltica ex.ten
~~umor. Despus de todo. lo nico que
..:-..L. con crcaente . de . ,.,, lill en~ de ofJ"ecer a cambio
de la democrac~ era magogia.. .... ,_ecfa~ .. doro .. de los
oaciorWistas se alej de Pern bastante
Si bim el nudeo " -..:-me No hay duda de que amplios sectores
C$ta actitud l10 1UC uuau . lder: ' esta -
a E "> . tieron inmediawnente atrados por el nuevo }' ~ ACA
.se sm . arse en . buenas razones: la campaa por la justicia
social
- ~.~y podra vacunar a las clases obreras contra el comwsmo, ~
~ia y eJ carolicismo el papel central que tena en los ~ a t to g -
~ Adems arias figuras atli-
._imntes en el mundo cclcs1stJcO. . . v ,... amombre se
prono.ociaron abiertamente a favor de Pe:rn, viendo en la i: a
IOCiaJ peron:ista la mejor salida a la ''cuestin social" que los
prcocu-.. ... hacia tanto.
BI novelista Manuel Glvez. que durante las dos dcadas prcceden-h
' compartido la utopa de un Estado fuerte y catlico y se haba a
...... seriamente de problemas sociales, salud la obra de Pern
con
1 ;=010- En un artculo publicado en agosto de 1944 en eJ diario
ca-dico El ~blo --rgano prx.irno a la jerarqua--, Glvez no
escatimaba e:IOgios:
"Veo al coronel Pcrn como a wi hombre providencial Cmo que las
masas --que ya lo ~ as lo van comprendiendo, con su formidable
instinto_ Es un coo-ductor de hombres, un caudillo y un gobernante
de excepcin. Aqu donde tanto faltan lus hombres de gobierno, pues
la verdad es que ningn partido tiene hoy una r figura, la aparicin
inesperada de este soldado que posee la intuicin maravi-losa de lo
que el pueblo necesita es un evento trascendcntaJ.49
~~I~ s~cesos ~ octubre del '45 mostraron el impacto de la
poltica 01
..... _ l"Ol_1 _la mujer de Glvez, Delfma Bunge fue una de las
raras fi-'"'..,. que perc b , l ' ca disinguida ; ~~s~importancia
de! e~ento. Miembro de una familia catti-Bunge vio el 17 d ente de
la asoc1aetn de .. Escritoras Cat licas" Delfina
e octubre como u da . ' e en El Pueblo u , . na Joma de glona.
Poco despus publi-s . n arucuJo t:itulad "U . -u~0 na emoc10n nueva
en Buenos Aires'' 1 un paralelo entre las masas - . . as qUe seguan
a Pe . que segu1an a Cristo en Palestina y
el Carcter Pacfico Y~n ~n las calles de Buenos Aires, la
escritora celebraba No obstan es~vo de la muchedumbre
peronista.~
Catr te, este ttpo de .6 . cos "distinguidos" M reacc1 n fue
bastante excepcional entre los
llOcido J>Cro COn una ~ . an_ueJ . Glvez era un personaje
prestigioso y co-Yectona s ingular, alejada de la actividad
poltica. Por
15
-
76
I'
ft
PERoN Y LA IGLCoca . S Un1cos que Ve UOlCOS asistentes a los C
Pb~. ~Uellos que d ~ an, en el catolicismo l ursos de Cultura
Cat-
dirigida a fort:leend1an una va cristiana drespuesta a los males
de la cer las e partic 6
, mstituciones d . ipac1 n eu la vida emocrttcas .
. reivindicando la
77
-
78
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~ 1: ~ ~ ! 111\
,i. i H~ 1 ' ~ l :: .1 ' . ' . . '.1 ~ 1 .
PERoN Y LA IGLEs lA CATOLICA
tradici d -n e ideas de la . este foro. Pero l " ~1ga Democrtica
Cri . predeceso d os cathcos liberales" s . b1n se reunan en
. res e p - . eran mm . al mente por un recor;;:1i~~= de siglo,.
se vean forzados a 1:cha:g;~~~e sus Manuel Ordez uno de lonto en el
mterior de la Iglesia. Como lo recoente-
s represent . . noce antes pnnc1pales de esta linea:
"En los Cursos [de Cultura Catlica al demcrntas quedamos muy
aislados~:55 gunos de nosotros tuvimos dificultades: lo,
Mientras ~. mayora de los militantes catlicos interes d , . por
el antJ11beralismo y debata sob e l . a os en poltica optaba
1 r a~mre~~~
so ver los problemas del pas los l"be al ana capaz de r~- J r es
concentraban su mensae en l ,
ces1dad ~e _nstaurar un sistema poltico verdaderamente
demo~rtic: 1~.: fuen_te _pn~c1pal d~ inspiracin de_ sus ideas era
el pensamiento de Jac~ue,s
~~tam,_ introducido en la Argentma por monseor Franceschi.
Octavio Dc-ns1 y Rafael Pividal .
Las tesis de Maritain comenzaron a ser debatidas sobre todo a
partir de la aparicin de su documento " Por el bien comn" (1934),
publicado ese mismo ao en la Argentina en la revista Criterio. El
texto trataba de la res-ponsabilidad de los cristianos en los
asuntos cvicos. pronuncindose por la participacin de los mismos e n
nombre de los principios cristianos.
56 Pero lo
que decidi la influencia de este pensador en el mundo catlico
argentino fue su visita a Buenos Aires en 1936. invitado por los
CCC y l_a revista Sur. La llegada de Maritain coincidi con la
publicacin en Francia de su clebre
1 d.f - laArgentinadesusconfercn
obra Humanismo Integral y con a i us1 nen , . . dad . . 1 s y
temporales de la nueva cnst1an
cias sobre los "Problemas esp1ntua e . . . onunciaba por la l 'b
, 1 En aquel momento, Mantain se p1 . .
incluidos en este L ro. . . . resentaba su tesis sobre la in
1
lf de los cnsuanos Y P . accin tempora po ica . . . . ~l
comunismo por un lado y el cnsua-compatibilidad e ntre. los
fosc1s'.'b?l~dydcl1ac 1' 1 imposible toda colaboracin ~l'
. npall l 1 a e 1 Es nismo por otro. Esta inco1 , e . t . po de
rcg uncn s. . r ' h:ih1a los c1is tianos con este:: 1 1 . oficial
en el bando nacuina istn. . ~... la v la colabOracin de la Ig es'..
. . nas a su punto de m:ixima tensin. 'P'"' J l d '1s111anw1111u .
. fon
-
7
f>ERON y l..A lOLEstA ATQLI
lismo firenre . a cnst1a11ismo escrt . .
hdad de las tesis nac 1 . . ' 1 0
en . 1940 para dernos1rnr la mcompallbi-. . ona istas on el
cns1ianisrno.lll
Las ideas liberales eran debatidns lambi del pas. Los dos c nt .
. . n por 01ros grupos calf:o~ U 6 D . .
1 os principal s rnn Crdoba y Rosario. donde la
n1 n emocrt1ca nstinna fue fundada en 1945. ~a aceleracin de los
eventos pol1icos locales contribuy a agudizar
la tensin entre las lites catlicas. El golpe de Estado d 1943
pare fa ~onsagra.r el triunfo de los nac ionalistas y 111 d rro1a
del idcnl de parti ipnci1 n poltica acariciado por los liberales .
Su discurso n cunn10 ca16licos no lograba alcanzar reconocimiento
en el interior de 1:1 Iglesia ni en el deb:lll' poltico nac ional.
En este cante to. no les quedaba otrn opci n que parapt'-tarse en
In oposi in ms ex.trema. Su visin de Pern y las posiciones to-madas
dwante la campaa poHtica de 1945-46 estu.rlan profundamente
de-t.enninadas por este contex.to.
La oposicin liberalismo/untiliberalismo ordenaba el discurso de
cs1t grupo. Su ausa se identificaba con la de las democ.racias
aliadas. Su ma~~1 de retlexin durante toda estu poca estaba as muy
ligado a los eventos ~u -peos en los que vefan --en la Guerra Civil
Espaola Y.' ?uerrn Mundull~
' " . , la democracia bbcral. Las caus.1s la lucha decisiva
entre el nuto11tansmo y . lo regmenes :1 , los enemigos
supremos,
Prioritarias erun hbertad y t emocrnc1.~. . . o el falangismo
espaol Y el na . opeas el tasc1sm !>: y doctrinas autontanas eur
. . l h el seno de la Iglesia esta .,
. l al 1 nayor parte de su uc a e.n . . z.ismo. A nivel oc ' a i
. d los catlicos nac1onal1stas. dirigida a refutar las teoras
donummt;~ 1 e demcratas era la revis111.0rdr11
E l rgano m s representullVO 6~ . os i111pati1.:mtes de la causa
de. lo~ . . . j d e n 194 l por cal ll:OS " . . . . . . idarias del
E.){'
CnstlOrlV, .lu.n< a a J ' publicaciones n:Kll'll""l.1~ r:~~ '
'deolgk rn oponerse u us 1 1941 una 1lliat1 n ' Aliados, pn. f ' 1
gobi m o militar e c - . . icin de su>
Los liberttles atribu a~ a cont1m111da u sus ojos. por la
pOar11,c1p1(' r111iann sr r seismo od n " d. recta c:on e l nazi u
. . . Durantc este pcr o, . h s art-
. 1 , '. s catlicos nucionahstas. . -'6 doctrinul ckknsiva. Mue
o .. 'a ildversuno. dopt"r uoa pos1u n 1, . . 1 ....... raJ-s v
ca11tcn. i i 1 a a .... po 1tKas .. .., ' , encontr r~.c uc1~~n por
justifo:ar l:~~. Jl
-
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l
9
. No obstnnte la ide . bien el reconoci1~ie ntidad de este grupo
se . del pas y ell nto obtenido era irnlort . gura ~Hendo
problemtica. Si
' Os lo sahfa U ante cst-1b 1 celebrar e l f' . n . na tnultitud
s l' . . ,, un1t ado al exterior
. , ln de la guerr . . . . a' a las calles de Buenos A' . .
1Cn~~~1~estaci6n estaba tef\id: ~e I~ vtcton~ de los Aliados.
Evidentcmen,;ee,\: I t.\f1ano , onnotuciones poHticas locales Seg'
o
1 . un rc.en "Las ingentes mu hedumbrcs rnnnifestodo un "' rn .
q~e hun llcnudo las cnlles de Buenos Aires ( ) h
or Y una or1en1 '6 1 ... an orientacin democrtica en el b' . nc1
n: e am.or n l11s libertades Polticas Y In
go 1emo de lu N11c1611".
Pero se vean fort.ados a reconocer:
"Se me ha hecho notar por alguno. con 4uien comcntnbu ~stos
entusiasmos juveni-les, ~ue todu es~ juv ntud que hu ncl111n11clo y
rcdido la vuelta cons1i1ucionnl, es unn JUV ntud nlcJlldn de la
lglcsiu, y nun pc)(;o prnpicin hacia clle.''117
En ef cto, t discurso poltico de los catlicos liberales se
encontraba en esra batnlla mucho ms e rea de los pan idos ms
laicistas o incluso anticlericales --como 1 Partido Socialista- que
del r sto de las corrientes de identidad cntc\li ' tl . 1.A1.uso 1
j Hbcralismsuutori:r.ur sus 1111crnnv11s . l . 1011eamerit.:11110
relacio1111d11
. t 194 ~ l1visitocku11ollspor 1 n En uhr11 < (~ 1 ' 1 .1 dfo
de monscfir O 1 ur 1 e d ' 1() t'i'ltH tt11s1 n . Al es li I i '
01\ los tkm
-
1 .
~------ RtN y 1
Jt.1 'SIA A'l'()I 1 A
n m ro su , . es1vos. tu 'lffl .
1 t tulo de "Id 01 . ' pin 11 nnti-P r nyor in1cnsid11d 111n.
Bii
og ns opul' 1 .. . " tns d los dis .1 " . . 1 s .us cons1ruytron
1111upu st ha fo ti mpo 4u Ord ' fl ri.wiano "n ontrnbu lod n e d o
me. lpo~:) ~u~~ d~I 'p~s . opudo: P ~o ~Iros d m rutas recibieron
signos uun rn s loros d su ond1 1 n el" pnnus' d 111 Ig lesia urg
ntinu.
En n ro d 1946. cumro s manas antes de lus le e ion s, los
hcnnn-nos Agustn y~ lix U ' hfa Puig funda.ron olJ'O peridico "de
batalla" por la cnusn d mo rt1ca. Estrado . E l pudre Agustn L ucha
Puig, director de la rc-visl11. cstubu ni fr 1111~ d ' uno d los
grupos de estudio organizados unos af\os nnt"s n Bu nos Aires, ul
que h1:1bu llamado ''Jos Manuel Estrada" en ho nor ill pr cer
cutlico-libcral. Al H.:ercursc In eleccin, el grupo "Estrada" ru
unu publi ucin Sl.!tntulul capa7. dl~ munifcstar el punto de vista
de los "dem rutas ristianos" sobn: lu situacin n:u . .: ional. 'on
colaboradores que coincidan asi lotalrncnt con los de Orden
'ristiano. Estrado adquiri un tono poi mi o pronun iado n lu
camp;ta de apoyo 11 la UI) y oposii.:i611 a Pt)t n. 1.~ En poco ti
mpo. J peridico logr muy huena difusin - se habla-ba de 30.000
ejcmplurcs por scmnnu- . Pero e l xito fue tun fulminu11tl' como
breve: dcspu s del s ptimo nmero. la Revista dtI Arznhispado d1
1Jue11os Airt!s public un t.:l>mtmkudo del cardenal Cop llo
prohibiendo .. la lectura de,;, E.wruda a los catf:os. a riesgo de
cometer "pecado reservado -" Ante tal manifestacin de hostilidud de
pm1e de la jerarqua, Luchfa Pu.ig op-t por suspender la publicac in
de la revista. Poco 1ie111po despus. rec1b1 la 1rd n el. su
superior de instalarse eu hil . adonde pcnnancci durante lo' : i\os
siguientes. La colaboracin de varios cala man1f1eslos en va
. mponantes tlcl p1f ' , r . . nas revistas y en los diarios
nd1undo ccksis1il:o, donti~ ~1lol s1 ~ .ce poco sohrc su represe
nt.atividad e n e l o en cu < ts1.:urso era ch .
serio d enta que todas las controv,1 .-. 'L u curen la pre
stigiosa re-. . "" ncl 1 ' ' vn u N ' T
Pnnc1pios de s"c1 lus.o os sn1.:ialis1as es dec. 1 "' wn. enun
apoyo c urre '~ 1 [\1'1 ' . ' 11 OS I)' ft . 1 ' ' Z,\1.:1 n di.'!
la ~ .. A - ~
-
....., ??:- -
i>ERoN v LA IGLEsIA e ATouc ...
da por el episcopado Po . r otro lado s .
seno de la Iglesia, lo cual alarma ' u mensaje expona "siones en
l' I sentar una imagen institu . ba a una jerarqua siempre deseosa
dl' pr,,_ t
c1onal de horno .d d El " uye un buen ejemplo d . gene1 a . caso
Estrada'" con,1_
. e esta tensin Sm embargo, los liberal .
do catlico Co es no estuvieron totalmente aislados en el mun-.
moveremos 1 .
ciertos sectores del c t l" . , a op_os1c1 n a Pern era tambin
la causa de a o 1c1smo social.
e) Los cat~icos sociales: es Pern la mejor va de la doctnna
social de la Iglesia en la Argentina?
Catlicos provenientes de otra tradicin se embarcaron tambin en
la lucha contra Pern en nombre del antitotalitarismo. Se trata de
grupos que re ' , 1 cono-
c1an su ~1z ~Jana e~ l~s COC del padre Grote, las conferencias
populares y las organizaciones smdicales catlicas de principios de
siglo.
Como vimos, desde los aos veinte, la figura centra] del
catolicismo social era monseor De Andrea. Despus de la actividad
desplegada en los COC Y la UPCA, despus del fiasco de su nominacin
al frente del arzobis-pado de Buenos Aires, De Andrea se haba
consagrado a la organizacin de sindicatos femeninos. En 1923 cre la
Federacin de Empleadas Catlicas (FACE), destinada a quedar asociada
a su persona hasta su muerte en 1960. En 1931 , la FACE declaraba
tener 18 sindicatos y