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AYALA, ANA MARA;LEAL GRANOBLES, YULIANA;ZULUAGA, MAURICIO
Razn y pasiones en la tica de Hume
El hombre y la mquina, Vol. XXI, Nm. 32, enero-junio, 2009, pp.
94-107
Universidad Autnoma de Occidente
Colombia
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El hombre y la mquina
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Gustav Klimt, Dnae
Razn y pasiones en la tica de Hume
ANA MARA AYALA*YULIANA LEAL GRANOBLES**MAURICIO ZULUAGA***
* Licenciada en Filosofa. Estudiante de cuarto semestre de
Maestra en Filosofa de la Universidad del Valle e integrante de la
lnea de investigacin Daimn. e-mail: x
** Licenciada en Filosofa. Estudiante de tercer semestre de
Maestra en Filosofa de la Universidad del Valle e integrante de la
lnea de investigacin Daimn. e-mail: [email protected]
*** Ph.D. en Filosofa. Profesor del Departamento de Filosofa de
la Universidad del Valle. Filsofo. e-mail: [email protected]
Fecha de recepcin: junio 18 de 2008 Fecha de aceptacin: febrero
27 de 2009
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Resumen
El anlisis moral realizado por Hume muestra un claro
ale-jamiento de las posturas raciona-listas, donde se considera que
la razn es la causa de las acciones humanas. Esta separacin se da
por medio de la consideracin de que son las pasiones las causantes
de las acciones de los hombres. La teora moral expuesta por Hume
pasa por consideraciones que van desde la nocin de razn
estudio detallado de las pasiones (pasiones simples y
complejas).
Palabras clave: Hume, ra-zn, pasin, idea, impresin, dolor,
aversin, deseo, tristeza, alegra.
Abstract
The moral analysis carried out by Hume shows a clear
es-trangement of the rationalistic postures, where it is considered
that the reason is the cause of the human actions. This separation
is given by means of the con-siderations that the passions are the
causing of the actions of the men. The moral theory exposed by Hume
goes by considerations that they go from the reason no-
until a detailed study of the passions (simple and complex
passions).
Key words: Hume, reason, passion, idea, impression, pain,
aversion, desire, sadness, hap-piness.
II del
es de gran utilidad para la comprensin de las tesis ticas de
Hume. Lo anterior se hace evi-dente cuando observamos que en estas
obras uno de los propsitos centrales de Hume es criticar las teoras
racionalistas de la moral, que concedan un predominio absoluto de
la razn. Hume destaca el papel moral predominante de las pasiones.
De esta manera, el conocimiento de la teora de las pasiones de Hume
y del concepto que l tiene de estas, es absolutamente necesario
para alcan-zar una comprensin adecuada de su tica. El propsito del
siguiente ensayo es exponer los puntos funda-mentales de la teora
de las pasiones y en qu consiste la relacin entre las pasiones y la
razn en la tica de Hume.
La nocin de razn en la Teora Humeana de las Pasiones.
Laes importante para el estudio de
la tica humeana, en la misma me-dida y por las mismas razones
que pueda serlo el libro II del
. Esta relevancia tiene una explicacin bsica: la tesis central
de la tica de Hume, que aparece formulada en el libro II del , es
que la razn est subordinada, en el plano prc-tico, a las pasiones.
Esta relacin no puede entenderse en absoluto si no conocemos
previamente los conceptos de pasin y de razn sos-tenidos por Hume.
De esta manera, los dos temas de los que se ocupar Hume sern la
propia naturaleza y el funcionamiento de las pasiones y la relacin
que mantienen con la razn en el mbito de la accin humana.
Aunque en la y en el Hume estudia detalla-damente determinadas
pasiones, en este ensayo no nos va a interesar esa cuestin, sino ms
bien, el proble-
La teora de las pasiones de Da-vid Hume es uno de los aspectos
de su pensamiento menos estudiados y valorados. Esto se debe
fundamen-
utilidad para el conocimiento de la tica es nula. Lo cual
constituye un grave error. La lectura del libro
Razn y pasiones en la tica de Hume
-
ma general de la naturaleza de las pasiones y de la razn, y del
lugar que ocupan en el comportamiento moral. Estos dos problemas
tienen que ser adecuadamente analizados y resueltos para comprender
la tesis crucial de la tica de Hume. La tesis es:
La razn, en un sentido estricto, significando el dis-cernimiento
de la verdad y la falsedad, no puede nunca por s misma ser un
motivo para la vo-
-cia alguna sino en cuanto afecte a alguna pasin o afeccin.1
En otras palabras, la razn es incapaz de motivar nuestra
conduc-ta. Esta facultad no puede producir una accin o dar origen a
una voli-cin, por lo que se deduce que esta misma facultad es tan
incapaz de impedir la volicin como de dis-putarle la preferencia a
una pasin o accin.2 El primer problema planteado en relacin con lo
ante-rior es que Hume utiliza el trmino razn en distintos sentidos,
que resulta bastante difcil comprender
sin analizar con cierto detenimiento previamente el concepto
humeano de razn. Las dos caractersticas principales de dicho
concepto con-
-dos y la subsiguiente ambigedad en su utilizacin. En el Estudio
Preliminar de la , Jos Luis Tasset destaca los siguientes sentidos
del trmino razn:
a. En primer lugar, Hume emplea el trmino razn como principio o
facultad que se ejerce de dos
modos: primero, comparando ideas y segundo, realizando
inferencias sobre cuestiones de hecho.
b. En segundo lugar, Hume uti-liza el trmino razn como
determinacin de la verdad o la falsedad. Sin embargo, Hume emplea
dicha palabra de manera ms frecuente en el sentido de actividades
relacionadas con esa determinacin de la verdad y no como la
determinacin misma.4
c. En tercer lugar, Hume habla de la razn como razonamien-to
abstracto o demostrativo. En otras palabras, despus de decir en el
primer sentido que el entendimiento o la razn se ejerce de dos
formas o por dos operaciones, Hume seala que una de ellas es juzgar
por demostracin, es decir, por consideracin de las relaciones
abstractas entre ideas.5
d. En cuarto lugar, Hume conside-ra la razn como razonamiento
probable o como razonamiento factual. Si volvemos al primer sentido
observaremos que la segunda manera de ejercer el entendimiento es
juzgar por
-dose a aquellas relaciones de los objetos de las que slo nos
informa la experiencia. Tenien-do en cuenta lo anterior, la razn
sera aqu la facultad de inferir sobre cuestiones de hecho.6
e. En quinto lugar, Hume consi-dera la razn como un instinto,
como una tendencia innata hacia la inferencia, hacia el
1. Hume, David. Disertacin sobre las pasiones
2. Hume, David. Tratado de la Naturaleza Humana
Hume, David. Estudio Preliminar en: Disertacin sobre las
pasiones y otros ensayos morales.
4. Ibd.,
5. Ibd.,
6. Ibd.,
Razn y pasiones en la tica de Hume
-
trnsito psicolgico de una percepcin a otra. Aqu es importante
sealar que Hume slo habla de la razn como
en una oca-sin y podemos considerar que en ese caso exagera un
poco, al convertir el razonamiento inferencial, a pesar de ser el
ms importante de todos, en la
Desde este aspecto, el trmino razn habra que interpretarlo como
un intento de destacar la importancia de las inferencias causales
en cuanto usos de la ra-zn, aunque tambin habra que aadir que su
estructura, como mostr el propio Hume, no es completamente
racional.7
parece considerar la razn como una :
un sentido popular, es llamado razn y se recomienda tanto en los
discurso morales; no es sino una pasin general y apa-cible, la cual
adopta una visin distante y comprehensiva de su objeto, e impulsa a
la voluntad sin provocar ninguna emocin perceptible.8
engaoso de los utilizados por Hume. Lo que sucede es que
algu-nas pasiones son confundidas con las determinaciones de la
razn debido a las pocas alteraciones emo-cionales que causan. Esta
confusin podra hacernos pensar que se da un
-nes en la direccin de la conducta humana. Pero cuando se
descubre que esa razn, que supuestamente nos afecta de modo
emocional-mente tranquilo es, en realidad,
una , se desvanece
considera que slo una pasin puede oponerse a otra pasin. A una
idea se le contrapone otra idea, a un jui-cio otro juicio, a una
demostracin otra demostracin, etc. Pero a una pasin no se le puede
oponer un razonamiento por no ser ella misma una idea o un conjunto
de ideas.
Hume atribuye la confusin en-tre razn y pasin apacible al
vulgo
quienes han privilegiado la razn por encima de las pasiones.
Hume piensa que la razn no puede ser un motivo de una accin humana
y no puede oponerse nunca a la pasin en lo concerniente a la
di-reccin de la voluntad.9 Mediante
7. bd.,
8. Disertacin sobre las pasiones, GG IV, 161.
9.
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (Ilustracin para la revista Ver Sacrum), 1898.
-
la razn podemos dar o darnos ar-gumentos para aligerar o
retardar la realizacin de una accin. Pero, en el terreno de las
acciones humanas, la toma de decisiones slo depende del placer que
esperamos experi-mentar o del dolor que deseamos evitar. Las
pasiones operan como las verdaderas causas que motivan la
accin.
Una vez expuestos los seis sen-tidos humeanos de razn, pueden
destacarse dos aspectos: en primer lugar, Hume nunca considera la
razn como una facultad de tipo prctico, determinante de la
conduc-ta humana. A pesar de esta aparente negacin de toda
posibilidad prc-tica de la razn, Hume considera posible una
orientacin prctica de la conducta por la razn, pero de modo
indirecto, a travs de las pa-siones. En segundo lugar, el sentido
de la palabra razn ms utilizado por Hume es una combinacin de los
sentidos a, c y En otras pa-labras, la razn sera una facultad
encargada del discernimiento de la verdad y de la falsedad, que se
ejerce mediante dos operaciones: el razonamiento abstracto
y el razonamiento proba-ble De esta manera, el trmino razn
quedara reservado a la facultad y la palabra razonamiento para sus
dos opera-ciones indistintamente.
La nocin de pasin en la tica humeana.
Hume considera que la pasin es una violenta y sensible emocin de
la mente producida cuando se presenta un bien o un mal, o
cual-quier objeto que por la constitucin original de nuestras
facultades sea apropiado para excitar un apetito.10
Si comenzamos por relacionar las pasiones con el resto de la
teora
humeana del conocimiento, de-bemos tener en cuenta que en las
primeras lneas del
, Hume nos da algunas claves para entenderlas. En su
investigacin comienza conside-rando que todas las percepciones se
originan de la experiencia sen-sible. Las percepciones pueden
ser
o La diferencia entre ambas radica en los grados de fuerza y
vivacidad con que inciden en nuestra mente. Hume piensa que a las
percepciones que entran con mayor fuerza y vivacidad las podemos
denominar ;e incluye bajo este nombre todas nuestras , y
tal como hacen su pri-mera aparicin en el alma. Por entiende las
imgenes dbiles de las impresiones, cuando pensamos y razonamos.11
Aqu Hume nos advierte que las pasiones forman parte de las
impresiones, tal como hacen su primera aparicin en el alma y su
forma de aparecer en el alma es natural y simple.
y considera que ellas pueden ser de dos clases: impresiones de
sensa-
impresiones de sensacin surgen por causas desconocidas.
Mientras
nacen de impresiones o ideas an-teriores. Teniendo en cuenta
esta
las pasiones son y, a su vez, son impresiones
simples que no pueden estar cons-tituidas por elementos ms
simples y bsicos que ellas.
Dicha simplicidad de las pasio-nes impide cualquier anlisis de
s-tas, pero no impide establecer com-paraciones entre ellas, que es
lo que de hecho realiza Hume al comienzo de su estudio. Por medio
de la com-
10.
11-
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1895), leo sobre lienzo 60 x 44 cm.
-
Pasiones indirectas
paracin, Hume lograr determinaruna similitud entre las
pasiones:
pasiones, entre s, es que son o bien agradables o bien
desagradables.
que se obtiene del estudio compara-tivo de las pasiones. Sin
embargo, Hume recurre a un estudio gentico de las pasiones para un
mejor cono-cimiento de su naturaleza. Mediante este estudio Hume va
a distinguir, en primer lugar, las o las condi-
pasin y, en segundo lugar, el hacia el cual se dirige su
atencin. Es precisamente la consideracin de las pasiones desde el
punto de vista de su causa de donde surge la divisin de las
pasiones ene
Hume entiende por aquellas que surgen de
modo inmediato y simple a partir del placer o del dolor, o de la
per-cepcin de cosas o eventos que son agradables o desagradables.
Las principales son el deseo y la aversin, la alegra y la tristeza,
la esperanza y el temor,
su parte, las no proceden simplemente de los sentimientos
provocados por una experiencia de dolor o placer, sino que a esto
necesita aadirse una doble relacin de impresiones e ideas. Este
complejo concepto se aclara un poco, analizando en con-creto las
pasiones indirectas bsicas como el orgullo, la humildad, el amor y
el odio.
Para comprender esa doble re-lacin de impresiones e ideas que da
origen a las ,es necesario recordar la distincin entre lo que es el
de una pasin y lo que es su . En esa distincin, Hume introduce otra
clasificacin dentro de la causa, para explicar correctamente la
natu-raleza de las pasiones indirectas. l
considera que dentro de la causa po-demos distinguir dos
elementos: la
cual se adhiere la pasin. Las condiciones explica-tivas de las
son las siguientes:
1. Objeto
2. Causa (motivo): 2.1. Sujeto de inhesin
2.2. Cualidad (operativa)
En las pasiones directas la causa y el objeto tienden a ser lo
mismo, mientras que en las pasiones indi-
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1899),
-
rectas son distintas porque esas pa-siones no nacen slo de una
percep-cin agradable o desagradable, sino que requieren de la
conciencia de la persona con la que sta se halla en relacin. El
estudio humeano sobre las pasiones indirectas se caracteriza
de estas pasiones es compleja. Ni la causa ni el objeto solo
bastan para que acontezcan tales pasiones. Este argumento hace
mucho ms rico el anlisis de Hume.
Ahora bien, Hume busca un mecanismo que unifique la co-nexin
entre las distintas causas de las pasiones indirectas y las
corres-pondientes respuestas pasionales. Hume encuentra dos
principios aso-ciativos para explicar el origen de las pasiones
indirectas. El primero de esos principios es la
, que es una hiptesis que pretende explicar el hecho de que, a
pesar de la continua movilidad de la mente humana, estos movi-
bastante regular y determinable. La asociacin de ideas se
encuentra dirigida por las relaciones de seme-janza, contigidad y
causalidad. El segundo principio es la
que determina la puesta en fun-cionamiento de dicha asociacin de
impresiones es la semejanza. Esta semejanza implica que slo si un
objeto relacionado conmigo me place, es decir, me provoca una
impresin placentera, ese placer dar, por ejemplo, lugar al orgullo,
ya que la impresin que da lugar a ste se encuentra relacionada con
el placer por similitud.
Para comprender el origen de las pasiones indirectas es
importan-te recordar la diferencia que Hume establece entre
impresiones e ideas. sta radica en los grados de fuerza y vivacidad
con que inciden en nuestra mente. Al avivarse la idea de un
sentimiento o de una pasin, la idea puede transformarse en ese
mismo sentimiento o pasin. La idea se transforma as en una
impre-sin. Por esta razn, la idea vivaz de un objeto se parece
siempre a su impresin; nos es posible sentir malestar y dolor por
la mera fuerza de la imaginacin.12 Lo anterior explica por qu
muchas personas se enferman por el hecho de pensar de
-dad o en el caso de tragedias impre-vistas, como por ejemplo,
el efecto devastador de terremotos, huraca-nes o tornados, las
personas sienten dolor por estas desgracias en virtud de la
solidaridad con sus vctimas. Pero el sentimiento no es inmediato.
Primero se tienen noticias del caso, lo que posibilita las primeras
ideas. Cuando se tiene ms conocimiento
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1907-1908), leo sobre lienzo 180 x 180 cm.
-
de la magnitud del suceso, en esa medida se despiertan
sentimientos de inters por el drama que viven los afectados por la
tragedia. De esta manera las ideas de las afecciones ajenas se
transforman en las im-presiones mismas que representan, y las
pasiones surgen en conformi-dad con las imgenes que de ella nos
formamos. Como podemos ver, hay un proceso de asociacin entre las
impresiones y las ideas que producen estas impresiones. En este
caso, las ideas pierden su carcter de tales y se transforman en
impresiones. Se siente como propio lo que experimenta el otro.
Cuanto ms una persona est invo-lucrada con el hecho, mayor ser el
sentimiento o la carga emocional que la acompaa. Esta es la razn
por la que Hume estima que en las pasiones hay una doble relacin de
ideas e impresiones. Por esto, las pasiones indirectas surgen de la
asociacin de una idea con otra idea, acompaada por la asociacin de
una impresin o sentimiento con otra impresin.
Por otra parte, uno de los prin-cipales objetivos de la
investigacin moral y poltica de Hume es mostrar que las pasiones
desempean el papel principal tanto en la conducta moral como en la
conducta poltica.
racionalistas estaban equivocados al sealar que la razn es la
que determina la accin, ya que estn confundiendo esta facultad con
una pasin apacible. Desde esta pers-pectiva, Hume realiza una
nueva
apacibles y violentas, recurriendo al criterio de intensidad
emocional. El criterio de intensidad emocional es un criterio de
segundo orden
establecida que agrupaba a las pasiones en directas o
indirectas.
Pero, cmo hay que interpretar la intensidad emocional? El aporte
de Hume a este respecto es su idea
-guir, por un lado, entre violencia y apacibilidad de una pasin
y, por el otro, fuerza y debilidad. Una pasin es violenta cuando su
intensidad es muy grande, mientras que una pa-sin apacible se
caracteriza por te-ner una intensidad leve. Una pasin es fuerte o
dbil si es efectiva o in-efectiva a la hora de determinar las
acciones en ocasiones concretas.
Por intensidad emocional de-bemos entender una alteracin
emocional. Por consiguiente, no se puede confundir la fuerza con la
violencia y la apacibilidad con la debilidad. De esta manera, Hume
piensa que la confusin vulgar entre pasiones apacibles y dbiles,
entre pasiones violentas y fuertes, es errada. Una pasin apacible
puede tener un efecto muy fuerte en una accin concreta, aunque su
intensi-dad emocional sea suave.
Hume considera que un error
en atribuir la direccin de la volun-tad enteramente a uno de
estos dos principios, es decir, a una pasin apacible o a una pasin
violenta, suponiendo que una de ellas no
en contra de sus propios intereses. Por esta razn, la
perspectiva del mayor bien no es la que influye siempre en las
acciones de los hom-bres. Ellos reprimen a menudo una pasin
violenta, en consideracin a sus intereses y planes distantes. Por
consiguiente, no es slo el desagra-do presente lo que determina sus
acciones. Ambos principios operan sobre la voluntad y cuando
produ-cen pasiones contrarias prevalece uno de ellos, de acuerdo
con el ca-rcter o la disposicin de la persona.
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1901)
-
Lo que se denomina la implica el predominio
de las pasiones apacibles sobre las violentas. Pero Hume piensa
que no podemos encontrar alguna persona poseedora permanentemente
de esta virtud, que no se haya sometido nunca a los deseos
suscitados por dichas pasiones.
Hume enumera algunas circuns-tancias que convierten a una pasin
en apacible o violenta. l seala que una notable propiedad de la
naturaleza humana consiste en que cualquier emocin, que acompaa
una pasin, se convierte fcilmente -
turaleza distinta. Para una perfecta unin entre pasiones y para
que una produzca a la otra se requiere una doble relacin de
impresiones e ideas. Pero cuando dos pasiones se producen por
causas independien-tes y, ambas estn presentes en la mente y se
mezclan rpidamente, dicha unin se puede producir por una relacin de
impresiones o ideas, y en algunas ocasiones sin ninguna relacin.
Hume piensa que la pasin dominante absorbe a la inferior y la
convierte en ella
ejemplo, cuando una persona est enamorada las pequeas faltas,
los caprichos, los celos del ser amado y las peleas, por muy
desagradables que sean y por muy relacionadas que estn con la clera
y el odio, sin embargo, proporcionan en algunas circunstancias una
fuerza adicional a la pasin dominante. Otro ejemplo es el del
soldado que avanza hacia un combate. l est naturalmente
piensa en sus amigos y su patria y, a su vez, es asaltado por el
miedo y el terror cuando piensa en el enemigo. De esta manera,
cualquier emocin nueva que proceda de las primeras circunstancias
incrementa el valor, mientras que la emocin procedente
-menta el miedo.
Las pasiones se transforman unas en otras si estn presentes al
mismo tiempo. De este modo, cuando el bien o el mal producen una
emocin particular, dicha emo-cin al ser producida directamente por
el deseo o la aversin, adquiere una nueva fuerza y violencia. Esto
ocurre cuando un objeto despierta pasiones contrarias, ya que la
opo-sicin de pasiones ocasiona una nueva emocin en los espritus y
produce ms desorden en la mente que la concurrencia de dos
afec-ciones de igual fuerza. Esta nueva
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1898-1907)leo sobre lienzo
-
emocin, producto de la unin de pasiones contrarias, se convierte
f-cilmente en la pasin predominante y, en muchos casos, se observa
que aumenta su violencia. De ah que deseemos naturalmente lo
prohi-bido y sintamos placer en realizar acciones simplemente
porque estn fuera de la ley. Hume seala que cuando la nocin de
deber se opone a las pasiones, no siempre es capaz de vencerlas, y
cuando no logra conseguir ese efecto, sirve ms bien
producir una oposicin en nuestros motivos y principios. El mismo
efecto tambin se produce por la oposicin de motivos internos o de
obstculos externos. La pasin adquiere una nueva fuerza en ambos
casos. Los esfuerzos de la mente para superar los obstculos
externos o internos excitan los espritus y avivan la pasin.
Hume piensa que la incertidum-bre tiene el mismo efecto que la
oposicin. Los rpidos cambios de una perspectiva a otra y la
variedad de pasiones, que se suceden una a otras, producen una
emocin en la mente y dicha emocin se trans-forma en la pasin
dominante. Por el contrario, la seguridad debilita las pasiones. La
mente languidece inmediatamente y para conservar su ardor debe en
todo momento
pasiones. La desesperacin, aunque -
lar. Sin embargo, Hume no aclara por qu la desesperacin y la
segu-ridad, aunque contrarias, producen los mismos efectos.
Hume pasa a sealar que nada excita con mayor fuerza una pasin
que el ocultar una parte de su objeto. El objeto, al estar
encubierto por la oscuridad y la incertidumbre, provoca que la
imaginacin realice un esfuerzo por completar la idea, y proporciona
una fuerza adicional a la pasin. Ahora bien, la ausencia del objeto
aumenta o disminuye la
pasin en diferentes circunstancias. La ausencia destruye las
pasiones dbiles, pero aumenta las fuertes, de la misma manera en
que el viento apaga una vela, pero aviva un fue-go. Hume considera
que una larga ausencia del objeto debilita las ideas y disminuye la
fuerza de la pasin. Pero cuando la afeccin es tan fuerte y vivaz,
el desagrado que nace de
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, Friso(detalle), 1899.
-
la ausencia del objeto aumenta la fuerza de la pasin.
Cuando el objeto de la pasin o la realizacin de una accin son
novedosos, en el alma se produce
moverse en su nueva direccin.
de la admiracin, la sorpresa y de todas las emociones que nacen
de la novedad. La admiracin y la sorpresa son agradables como todo
aquello que aviva la mente hasta un grado moderado. Sin embargo, la
sorpresa no solo aumenta las afecciones agradables, sino tambin las
dolorosas. Cuando la misma sorpresa vuelve a presentarse ante
nosotros, la novedad desaparece y la pasin pierde su fuerza.
Por otra parte, Hume piensa que la imaginacin y las afecciones
tienen una estrecha relacin. La vi-vacidad de la imaginacin
fortalece las pasiones, ya que cualquier placer del que tengamos
noticia nos afecta ms que cualquier otro del cual sea-mos
totalmente ignorantes, aunque reconozcamos la superioridad de
podemos concebir una idea particu-lar y determinada del placer
que nos afecta. Mientras que los placeres cuya naturaleza
ignoramos, los con-cebimos bajo la nocin general de placer. Desde
este aspecto, las ideas
sobre la imaginacin, mientras que las ideas generales y
universales
dicha facultad.
Hume piensa que nada est ms capacitado para infundir una pasin
que la elocuencia, por medio de la cual es representado su objeto.
La simple opinin de otro origina que una idea, que antes era
desaperci-
nosotros. l considera que esto se debe al o , dicho
principio
consiste en la conversin de una idea en impresin por la fuerza
de la imaginacin. ste principio debe tomarse en un sentido
etimolgico como la comunicacin de un esta-do de nimo La simpata
surge de los principios asociativos de semejanza y contigidad y, en
especial, del parentesco y del trato, que son una especie de
causalidad.
La relacin entre las pasiones y la razn en la tica de Hume
Como se ha dicho anteriormen-te, ha existido una creencia de
que, en la mayora de las ocasiones, las acciones humanas correctas
estn dominadas por la razn y que las pasiones son elementos que
tienden a alterar dichas acciones y que, por tanto, deben ser
negadas o some-
Hume es un intento de mostrar que las pasiones son un elemento
positi-vo dentro de las acciones y ellas son las que pueden dominar
la razn. Sin embargo, es importante sea-lar que aunque Hume
recupera la importancia de las pasiones, no las exalta de modo
absoluto negando la razn, sino que intenta establecer una
articulacin entra ambas en el mbito de la accin.
La teora de la accin moral de Hume gira en torno a la cuestin
del papel de las pasiones y de la razn en el mbito de la conducta
humana. La formulacin esencial de dicha teora se encuentra en un
conocido pasaje del en el que Hume habla de la inactividad de la
razn. Este mismo problema es planteado en la con similar
radicalidad. Veamos a con-tinuacin dicho pasaje:
Parece evidente que la razn, en un sentido estric-
-miento de la verdad y de la falsedad, no puede nunca por s
misma ser un motivo para la voluntad, y no puede
Razn y pasiones en la tica de Hume
-
en cuanto afecte a alguna pasin o afeccin. Las rela-ciones
abstractas de ideas son objeto de curiosidad, no de una volicin y
las cuestiones de hecho, como no son ni buenas ni malas, ni
provocan deseo ni aversin, son total-mente indiferentes, y ya sean
conocidas o desconocidas, ya aprehendidas errneamente o
correctamente, no pueden ser consideradas como motivos para la
accin.14
Desde un principio, Hume pone
facultad o actividad de tipo prctico, es decir, directamente
determinante de la conducta humana, puesto que sta se encarga
exclusivamente de comparar ideas, establecer cuestio-nes de hecho y
hacer inferencias so-bre ellas. En otras palabras, la razn slo
podra establecer la existencia de objetos, determinar las
relaciones de hecho entre ellos y las relaciones
Hume a la razn es a travs de las pasiones, es decir, de manera
indi-recta y subordinndola a ellas. Pero, desde una perspectiva
prctica.
Si en la teora tica Hume pre-tenda desarrollar la tesis del
carc-
plano prctico Hume deba mostrar, antes, que en los fenmenos de
la conducta en los que se pensaba que la razn determinaba la accin,
el papel de esa razn poda ser desem-peado por una intensidad
pasional:
. Una vez establecidos en trminos generales la posibilidad de
Hume, tendremos necesariamente que exponer los argumentos mediante
los cuales se prueba la incapacidad prctica de la razn. El
argumento fundamental en
razn es de carcter lgico, y parte
ya expuesta. Para Hume, los objetos de la razn son aquellas
entidades susceptibles de un valor de verdad, es decir,
susceptibles de ser verda-deras o falsas. Las entidades que pueden
tener un valor de verdad son las proposiciones. Para oponerse a la
razn o para estar de acuerdo con ella, hay que poder estar de
acuerdo o en desacuerdo con un objeto de la
oponerse a tal objeto es poseer un valor de verdad contrario al
suyo, slo podrn oponrsele entidades susceptibles de ese valor.
Ahora
que pueden tener valor de verdad son las proposiciones, parece
poder deducirse que para oponerse a una proposicin y a la razn,
habr que ser una proposicin y ser suscepti-ble de un valor de
verdad.15
Pero las pasiones y las accio-nes no representan las cosas de
una determinada manera, sino que simplemente se dan, existen, son
realizadas o sentidas. Por tanto, las pasiones no son proposiciones
y esto implica que no pueden relacionarse directamente con la razn.
No pue-de haber una relacin directa entre la razn y las acciones,
ni pueden aplicarse directamente a las acciones los trminos como
razonable o irra-zonable, verdadero o falso, ya que ellas carecen
de las caractersticas precisas para que ello sea posible. Hume
observa que en el lenguaje ordinario no se tienen en cuenta estas
precisiones. Este lenguaje no tiene conciencia de que los
juicios
pueden ser contrarios a la razn o estar de acuerdo con ella.
Todas las acciones se encuen-tran acompaadas de ciertos
juicios
14.Disertacin, GG IV, 161.
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (Salom)
-
sobre sus objetos y sobre los medios de llegar a ellos. Un
juicio puede ser errneo en dos sentidos y a partir de esos sentidos
podemos decir de manera indirecta que una accin es irrazonable: en
primer lugar, cuando una accin se basa en la suposicin de la
existencia de cualquier objeto que no existe; y en segundo lugar,
cuando al realizar una accin ele-gimos medios insuficientes para
conseguir el fin previsto, y nos engaamos en nuestros juicios
acerca de las conexiones causales, que habran de conducir a su
objeto. Desde una perspectiva estrictamen-te racional, es decir,
limitada a los juicios que acompaan las acciones y excluyendo una
consideracin de
podrn tan slo tenerse en cuenta esos dos aspectos de las
acciones. Por esta razn, si una accin no est fundada en falsos
supuestos,
16
La intencin de Hume es dife-renciar dos mbitos en la accin y dos
niveles del anlisis de sta. Por un lado, tenemos el mbito de
los
mbito podemos criticar y evaluar una accin desde un punto de
vista moral, es decir, podemos criticar la accin de un sujeto
analizando las preferencias y elecciones nor-mativamente
incorrectas. Pero, por otro lado, tenemos el mbito de los
anteriores, es decir, podemos criti-
basndose en una creencia errnea respecto a un asunto de hecho.
Aqu estaramos criticando tan slo aquellos juicios que acompaan a la
accin. A partir de esa distincin, Hume establece que en el
plano
Razn y pasiones en la tica de Hume
Gustav Klimt, (1904-1907), leo sobre lienzo 80 x 145 cm.
-
prctico la razn slo puede llegar a determinar la mera existencia
de los
ciertos medios para llegar a ellos. Pero la razn no puede
fundamen-
ese caso estaramos hablando de la
accin estn en el orden del deseo y no son reductibles a
razones.17 La mera conveniencia racional de algo
-guirlo, sino que tenemos que abrigar un deseo que nos
predisponga hacia ello o hacia aquello que est tras de
placer o la aversin en un sentido primario seran las causas de
la eleccin de un objeto, puesto que las cualidades de ste producen
estos sentimientos. En sntesis, el estudio de las pasiones y cmo
fundamen-
permite explicar por qu actuamos como lo hacemos.
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Razn y pasiones en la tica de Hume
con reglas morales convencionales las que sern la causa de la
eleccin. Despus de la decisin la razn tendr una funcin
instrumental: analizar los medios por los cuales se llegar al
trmino de la accin.
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