Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad AÑO DE LA FE Don de Dios y respuesta del hombre CURESMALES DE 2013 ¡BIENVENIDOS ! HACIA UNA EXPERIENCIA DE DIOS
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Parroquia de Nuestra Señora de la Soledad Sr. Cura Dr. Félix Castro Morales A Ñ O DE LA FE Don de Dios y respuesta del hombre CURESMALES DE 2013 ¡BIENVENIDOS!
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Parroquia de Nuestra Seora de la Soledad Sr. Cura Dr. Flix
Castro Morales A O DE LA FE Don de Dios y respuesta del hombre
CURESMALES DE 2013 BIENVENIDOS! HACIA UNA EXPERIENCIA DE DIOS
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Con la Carta apostlica Porta fidei del 11 de octubre de 2011,
Benedicto XVI convoc un Ao de la fe. El comienzo del Ao de la fe
coincide con el recuerdo agradecido de dos grandes eventos que han
marcado el rostro de la Iglesia de nuestros das: los cincuenta aos
pasados desde la apertura del concilio Vaticano II por voluntad del
beato Juan XXIII (11 de octubre de 1962) y los veinte aos desde la
promulgacin del Catecismo de la Iglesia Catlica, legado a la
Iglesia por el beato Juan Pablo II (11 de octubre de 1992). Y
terminar el 24 de noviembre de 2013, solemnidad de Nuestro Seor
Jesucristo Rey del Universo
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El justo vive de la fe (Gal 3,11; Heb 10,38). Toda la vida
cristiana tiene su principio en la fe (Trento 1547: Dz 1532). Sin
fe es imposible agradar a Dios (Heb 11,5-6; Mc 16,16; Jn 3,18). La
vida eterna est en conocer a Dios y a Jesucristo (Cfr. Jn 17, 3;
Cfr. CEC 161-162). 1. LA FE
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Por eso la escritura define la fe como fundamento de las cosas
que se esperan y prueba de aquellas que no se ven (Heb 11,1). La fe
es adhesin a la persona de Cristo y a su enseanza, propia de quien
todava se considera peregrino y espera la revelacin del resucitado
en la visin beatfica (1 Pe 4,13; 5,1; 2 Tim 1,7). Ahora vemos por
medio de un espejo y oscuramente; entonces veremos cara a cara.
Ahora conozco imperfectamente, entonces conocer como Dios mismo me
conoce (1 Cor 13,12).
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la manifestacin de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tt
2,13), el cual transformar nuestro msero cuerpo en cuerpo glorioso
como el suyo en virtud del poder que tiene de someter a s todas las
cosas (Flp 3,21), cuando venga aquel da y se manifieste lleno de
gloria y esplendor a todos los suyos que han credo en El (2 Tes
1,10) (Cfr. CEC 1130; 556; Agostino FAVALE, El Ministerio
Presbiteral, aspectos doctrinales, pastorales, espirituales, Ed.
Sociedad de educacin Atenas, Madrid 1989, pp. 313-315). Sostenidos
por la fe, nosotros, los creyentes, estamos llamados a renunciar a
la impiedad y a los deseos del mundo, para que vivamos en el tiempo
presente con moderacin, justicia y piedad, en espera de nuestra
bienaventurada esperanza:
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El Santo Padre pone de relieve que la fe cristiana no es un
puro sentimiento que podra aislarnos de los dems y del mundo; antes
al contrario, es el nico camino para encontrar y comunicar la vida
verdadera y bella. Carta apostlica Porta fide es una exhortacin a
Vivir la fe: conversin y evangelizacin; Conocer la fe: el Catecismo
de la Iglesia Catlica; Comunicar la fe: el testimonio cristiano del
amor.
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El poder creer se lo debo ante todo a Dios que se dirige a m y,
por decirlo as, enciende mi fe. Pero muy concretamente, debo mi fe
a los que me son cercanos y han credo antes que yo y creen conmigo.
Este gran con, sin el cual no es posible una fe personal, es la
Iglesia. La fe es siempre y esencialmente un creer junto con los
otros. Nadie puede creer por s solo. Recibimos la fe mediante la
escucha, nos dice san Pablo. Y la escucha es un proceso de estar
juntos de manera fsica y espiritual. nicamente puedo creer en la
gran comunin de los fieles de todos los tiempos que han encontrado
a Cristo y que han sido encontrados por l.
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2. EL OBJETIVO DEL AO DE LA FE Por esto, si la fe no adquiere
nueva vitalidad, con una conviccin profunda y una fuerza real
gracias al encuentro con Jesucristo, todas las dems reformas sern
ineficaces (Discurso a la Curia romana con ocasin de las
felicitaciones navideas, 22 de diciembre de 2011). El Papa invita a
una autntica y renovada conversin al Seor, nico Salvador del mundo.
El objetivo principal de este ao es que cada cristiano pueda
redescubrir el camino de la fe para poner a la luz siempre con
mayor claridad la alegra y el renovado entusiasmo del encuentro con
Cristo. Con la promulgacin de este Ao el Santo Padre quiere poner
en el centro de la atencin eclesial lo que, desde el inicio de s u
pontificado, ms le interesa: el encuentro con Jesucristo y la
belleza de la fe en l. Por otra parte, la Iglesia es muy consciente
de los problemas que debe afrontar hoy la fe y considera ms actual
que nunca la pregunta que Jess mismo hizo: Cuando venga el Hijo del
hombre, encontrar fe en la tierra? (Lc 18, 8).
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El Ao de la fe desea contribuir a una renovada conversin al
Seor Jess y al redescubrimiento de la fe, de modo que todos los
miembros de la Iglesia sean para el mundo actual testigos gozosos y
convincentes del Seor resucitado, capaces de sealar la puerta de la
fe a tantos que estn en bsqueda de la verdad.
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Jess es el centro de la fe cristiana. El cristiano cree en Dios
por medio de Jesucristo, que ha revelado su rostro. l es el
cumplimiento de las Escrituras y su intrprete definitivo.
Jesucristo no es solamente el objeto de la fe, sino, como dice la
carta a los Hebreos, el que inici y completa nuestra fe.
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Si hoy la Iglesia propone un nuevo Ao de la fe y la nueva
evangelizacin es porque hay necesidad, todava ms que hace 50 aos. Y
la respuesta que hay que dar a esta necesidad es la misma que
quisieron dar los Papas y los Padres del Concilio, y que est
contenida en sus documentos.
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Y en el desierto se necesitan sobre todo personas de fe que,
con su propia vida, indiquen el camino hacia la Tierra prometida y
de esta forma mantengan viva la esperanza. Por tanto, hoy ms que
nunca evangelizar quiere decir dar testimonio de una vida nueva,
trasformada por Dios, y as indicar el camino. Lamentablemente vemos
cada da a nuestro alrededor, que se ha difundido el vaco. Pero
precisamente a partir de la experiencia de este desierto, de este
vaco, es como podemos descubrir nuevamente la alegra de creer, su
importancia vital para nosotros, hombres y mujeres. En el desierto
se vuelve a descubrir el valor de lo que es esencial para vivir;
as, en el mundo contemporneo, son muchos los signos de la sed de
Dios, del sentido ltimo de la vida, a menudo manifestados de forma
implcita o negativa.
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3. EL 50 ANIVERSARIO DE LA APERTURA DEL CONCILIO VATICANO II
Primero digamos qu es un concilio. La Iglesia en varias ocasiones,
se ha visto obligada a reunir a sus hijos ms preclaros, ya fuere
por su dignidad o sabidura, y enfrentarse a una oposicin
destructora en cuanto a la doctrina, a la moral o a la disciplina
de la Institucin. Esas asambleas reciben el nombre de Concilios,
algunos de los cuales abarcan solamente una porcin de la Iglesia
como una Provincia Eclesistica o bien la Iglesia de todo un pas; y,
los otros son los Ecumnicos = Universales, porque ya deliberan
sobre asuntos que interesan a toda la Iglesia y al que asisten
representantes de todas las latitudes. En estos casos el Sumo
Pontfice asiste en persona y preside las sesiones o bien se hace
representar por Legados.
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El ultimo Concilio fue el Concilio Vaticano II (Los concilios
toman el nombre del lugar donde se celebran, ste fue el II que
celebr en el Vaticano). Y fue convocado por el Papa Juan XXIII en
1962 y clausurado por el Papa Paulo VI en 1965. Ha sido el concilio
ms representativo de todos. Las caractersticas del Concilio
Vaticano II, son Renovacin y Tradicin. Del Concilio Vaticano II
surgieron 16 documentos: cuatro Constituciones, nueve Decretos y
tres Declaraciones.
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La principal finalidad del Vaticano II qued expresada en el
primer documento aprobado por el Concilio: La constitucin de la
sagrada Liturgia: Este sacrosanto Concilio se propone acrecentar de
da en da entre los fieles la vida cristiana, adaptar mejor a las
necesidades de nuestro tiempo las instituciones que estn sujetas a
cambio, promover todo aquello que pueda contribuir a la unin de
cuantos creen en Jesucristo y fortalecer lo que sirve para invitar
a todos los hombres al seno de la Iglesia.(Constitucin Sacrosanctum
Concilium).
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Se identifican as cuatro objetivos principales: el incremento
de la vida cristiana, la reforma de las instituciones mudables de
la Iglesia, la reunificacin de los cristianos (ecumenismo), y la
puesta al da de la Iglesia, con la finalidad de que nadie padeciera
un desgarrn por pertenecer a la Iglesia y al mismo tiempo al mundo
moderno, de manera que la armona de ser cristiano slo sufra la
tensin escrita en el evangelio: estar en el mundo y no ser del
mundo (Conferencia Episcopal Espaola, Concilio Ecumnico Vaticano
II, B.A.C. 526, Madrid MMIV, p. XVIII).
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El Concilio ha tenido vivo inters por el estudio del mundo
contemporneo. Tal vez nunca como en esta ocasin ha sentido la
Iglesia la necesidad de acercarse, de comprender, de penetrar, de
servir, de evangelizar a la sociedad que la rodea; de acogerla,
casi de acompaarla en su rpido y continuo cambio(Discurso del Papa
Pablo VI en AAS 58 (1966) 51-59)
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El Papa Juan XXIII en el discurso de apertura manifest: [El
concilio] quiere transmitir la doctrina pura e ntegra, sin
atenuaciones, que durante veinte siglos, a pesar de las
dificultades y luchas, se ha convertido en patrimonio comn...
Nuestro deber no es slo custodiar este tesoro precioso, como si
nicamente nos ocupsemos de la antigedad, sino tambin dedicarnos con
voluntad diligente, sin temores, a la labor que exige nuestro
tiempo, prosiguiendo el camino que la Iglesia recorre desde hace
veinte siglos... Una cosa es el depsito mismo de la fe, es decir,
las verdades que contiene nuestra venerada doctrina, y otra la
manera como se expresa, y de ello ha de tenerse gran cuenta, con
paciencia si fuera necesario; atenindose a las normas y exigencias
de un magisterio de carcter prevalentemente pastoral ( Juan XXIII.
Discurso durante la inauguracin del Concilio Vaticano II)
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4. 20 ANIVERSARIO DEL CATECISMO DE LA IGLESIA CATLICA Por una
parte, recoge el antiguo y tradicional orden de la catequesis,
articulando su contenido en cuatro partes: el Credo, la liturgia,
la vida en Cristo y la oracin. Pero, al mismo tiempo, expresa todo
ello de un modo nuevo para responder a los interrogantes de nuestra
poca. El Catecismo de la Iglesia Catlica, como autntico fruto del
concilio Vaticano II (Carta apostlica Porta fidei, 4), se sita en
la lnea de esa renovacin dentro de la continuidad. Comprende cosas
nuevas y cosas antiguas (Mt 13, 52).
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El Catecismo de la Iglesia catlica es la exposicin de la fe de
la Iglesia y de la doctrina catlica, atestiguadas o iluminadas por
la Sagrada Escritura, la Tradicin apostlica y el Magisterio
eclesistico. Es uno de los dos catecismos de la Iglesia Universal
que han sido redactados en toda la historia, por lo que es
considerado como la fuente ms confiable sobre aspectos doctrinales
bsicos de la Iglesia catlica. La redaccin de este catecismo, junto
con la elaboracin del nuevo Cdigo de Derecho Cannico, el Cdigo de
Derecho de las Iglesias Orientales catlicas, el Compendio de
Doctrina Social de la Iglesia catlica y el Directorio Catequtico
General representan los documentos ms importantes frutos de la
renovacin iniciada en el Concilio Vaticano II y que se han
convertido en textos referenciales sobre la Iglesia catlica y
documentos trascendentales para la historia de la Iglesia
contempornea.
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El Catecismo de la Iglesia catlica es un texto de dominio
pblico para la Iglesia Universal, es decir, es un documento que
puede ser consultado, citado y estudiado con plena libertad por
todos los integrantes de la Iglesia catlica para aumentar el
conocimiento con respecto a los aspectos fundamentales de la fe. De
la misma manera es el texto de referencia oficial para la redaccin
de los catecismos catlicos en todo el mundo.
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5. QU PODEMOS Y DEBEMOS HACER EN ESTE A O DE LA FE El Ao de la
fe ser una ocasin privilegiada para promover el conocimiento y la
difusin de los contenidos del concilio Vaticano II y del Catecismo
de la Iglesia Catlica. En este Ao de la Fe, dice el Motu Proprio
Porta Fidei, se ha de Intensificar la celebracin de la fe en la
liturgia, especialmente en la Eucarista; dar testimonio de la
propia fe; y redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos
principalmente en el Catecismo. En el ao de la fe Tendremos la
oportunidad de confesar la fe en el Seor Resucitado en nuestras
catedrales e iglesias de todo el mundo; en nuestras casas y con
nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la exigencia
de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de
siempre. En este Ao, las comunidades religiosas, as como las
parroquiales, y todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas,
encontrarn la manera de profesar pblicamente el Credo, ha dicho el
Papa.
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La Nota de la congregacin para la doctrina de la fe con
indicaciones pastorales para el ao de la fe, articula sus
propuestas en cuatro niveles: 1) Iglesia universal. 2) Conferencias
episcopales. 3) Dicesis. 4) Parroquias, comunidades, asociaciones y
movimientos. Se citan a continuacin algunas de estas sugerencias
particulares. En este Ao de la Fe, dice el Motu Proprio Porta
Fidei, se ha de Intensificar la celebracin de la fe en la liturgia,
especialmente en la Eucarista; dar testimonio de la propia fe; y
redescubrir los contenidos de la propia fe, expuestos
principalmente en el Catecismo. Por ejemplo, junto a una solemne
celebracin para el inicio del Ao de la fe y a otros varios
acontecimientos en los que participar el Santo Padre (Asamblea del
Snodo de los obispos, Jornada mundial de la juventud de 2013), se
recomiendan iniciativas ecumnicas para invocar de Dios y favorecer
la restauracin de la unidad entre todos los cristianos y tendr
lugar una solemne celebracin ecumnica para reafirmar la fe en
Cristo de todos los bautizados.
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y se desea un amplio uso de los lenguajes de la comunicacin y
del arte, transmisiones televisivas o radiofnicas, pelculas y
publicaciones, incluso a nivel popular, accesibles a un pblico
amplio, sobre el tema de la fe, sus principios y contenidos, as
como la importancia eclesial del concilio Vaticano II. A nivel de
Conferencias episcopales, se estimula la calidad de la formacin
catequstica eclesial y la revisin de los catecismos locales y los
subsidios catequsticos en uso en las Iglesias particulares, para
asegurar su plena conformidad con el Catecismo de la Iglesia
Catlica,
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A nivel diocesano, el Ao de la fe se considera, entre otras
cosas, como ocasin renovada de dilogo renovado y creativo entre fe
y razn, a travs de simposios, congresos y jornadas de estudio,
especialmente en las universidades catlicas y como tiempo favorable
para celebraciones penitenciales..., en las cuales se ponga un
nfasis especial en pedir perdn a Dios por los pecados contra la
fe.
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A nivel de parroquias, la propuesta central es la celebracin de
la fe en la liturgia y, de modo especial, en la Eucarista, porque
en la Eucarista, misterio de la fe y fuente de la nueva
evangelizacin, la fe de la Iglesia es proclamada, celebrada y
fortalecida. De esa iniciativa debern nacer, crecer y difundirse
todas las dems propuestas, entre las cuales tendrn una importancia
particular las iniciativas emprendidas por los numerosos
institutos, las nuevas comunidades y los movimientos
eclesiales.