Año 2. No. 04 29 julio 2018 Palabra Dominical XVII Domingo del tiempo Ordinario Antífona de entrada Sal 67, 6-7.36 Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo. Se dice Gloria. Oración Colecta Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Comerán y todavía sobrará. Del segundo libro de los Reyes: 4, 42-44 En aquellos días, llegó de Baal-Salisá un hombre que traía para el siervo de Dios, Eliseo, como primicias, veinte panes de cebada y grano tierno en espiga. Entonces Eliseo dijo a su criado: "Dáselos a la gente para que coman". Pero él le respondió: "¿Cómo voy a repartir estos panes entre cien hombres?". Eliseo insistió: "Dáselos a la gente para que coman, porque esto dice el Señor: 'Comerán todos y sobrará' ". El criado repartió los panes a la gente; todos comieron y todavía sobró, como había dicho el Señor. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor. Del salmo 144 R. Bendeciré al Señor eternamente. Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R. A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. R. Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor de quien lo invoca. R. Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 1-6 Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Aclamación Antes del Evangelio Jn 10, 27 R. Aleluya, aleluya. Un gran profeta ha surgido entre nosotros, Dios ha visitado a su pueblo. R. Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.
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Año 2. No. 04 29 julio 2018
Palabra Dominical
XVII Domingo del tiempo Ordinario
Antífona de entrada Sal 67, 6-7.36
Dios habita en su santuario; él nos hace habitar juntos en su casa; es la fuerza y el poder de su pueblo.
Se dice Gloria.
Oración Colecta
Señor Dios, protector de los que en ti confían, sin ti, nada es fuerte, ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia
para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos ahora de los bienes pasajeros, que nuestro corazón esté puesto en
los bienes eternos. Por nuestro Señor Jesucristo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Comerán y todavía sobrará.
Del segundo libro de los Reyes: 4, 42-44
En aquellos días, llegó de Baal-Salisá un hombre que traía para el siervo de Dios, Eliseo, como
primicias, veinte panes de cebada y grano tierno en espiga.
Entonces Eliseo dijo a su criado: "Dáselos a la gente para que coman". Pero él le respondió:
"¿Cómo voy a repartir estos panes entre cien hombres?".
Eliseo insistió: "Dáselos a la gente para que coman, porque esto dice el Señor: 'Comerán todos y
sobrará' ". El criado repartió los panes a la gente; todos comieron y todavía sobró, como había
dicho el Señor. Palabra de Dios. R. Te alabamos, Señor.
Del salmo 144
R. Bendeciré al Señor eternamente.
Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a
conocer tus maravillas. R.
A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven
quedan satisfechos. R.
Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo
buscan; muy cerca está el Señor de quien lo invoca. R.
Un solo cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.
De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 4, 1-6
Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del
llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense
mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el Espíritu con el vínculo de la paz.
Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza
del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo
Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Palabra de Dios. Te alabamos
Señor.
Aclamación Antes del Evangelio Jn 10, 27
R. Aleluya, aleluya.
Un gran profeta ha surgido entre nosotros, Dios ha visitado a su pueblo. R.
Jesús distribuyó el pan a los que estaban sentados, hasta que se saciaron.
En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea o lago de Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque
habían visto los signos que hacía curando a los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, festividad de los judíos. Viendo Jesús que mucha gente lo seguía, le dijo a Felipe: "¿Cómo
compraremos pan para que coman éstos?". Le hizo esta pregunta para ponerlo a prueba, pues él bien sabía lo que iba a
hacer. Felipe le respondió: "Ni doscientos denarios de pan bastarían para que a cada uno le tocara un pedazo de pan".
Otro de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: "Aquí hay un muchacho que
trae cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es eso para tanta gente?". Jesús le respondió:
"Díganle a la gente que se siente". En aquel lugar había mucha hierba. Todos, pues, se sentaron ahí;
y tan sólo los hombres eran unos cinco mil. Enseguida tomó Jesús los panes, y después de dar gracias
a Dios, se los fue repartiendo a los que se habían sentado a comer. Igualmente les fue dando de los
pescados todo lo que quisieron. Después de que todos se saciaron, dijo a sus discípulos: "Recojan
los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien”. Los recogieron y con los pedazos que sobraron de los cinco panes
llenaron doce canastos. Entonces la gente, al ver el signo que Jesús había hecho, decía: "Éste es, en verdad, el profeta
que habría de venir al mundo". Pero Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró de nuevo a la
montaña, él solo. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Se dice Credo
Creo en un solo Dios Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un solo
Señor, Jesucristo, Hijo Único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz Dios verdadero
de Dios verdadero engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros,
los hombres, y por ,nuestra salvación bajó del cielo (en las palabras que siguen, hasta se hizo hombre; todos se inclinan) y
por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos
de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la
derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu
Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo
bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Plegaria Universal.
Presentemos nuestras peticiones a Dios, nuestro Padre, para que su salvación llegue a todos los confines del mundo.
Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.
Para que la Iglesia tenga siempre hambre de Jesucristo, que es camino, verdad y vida. Oremos.
Para que llegue a todas las personas y a todos los países el alimento necesario para vivir, y nadie quede excluido
de los bienes de este mundo, como Dios quiere. Oremos.
Para que den buen fruto las actividades para niños y jóvenes que en este tiempo se realizan en las parroquias.
Oremos.
Para que quienes sufren los efectos de la trata de personas recuperen su libertad y dignidad. Oremos.
Para que estemos bien dispuestos hacia nuestros hermanos que son discriminados, o que son mal vistos, o que han
tomado malas decisiones en la vida. Oremos.
Escucha, padre, nuestra oración y muéstranos tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, los dones que por tu generosidad te presentamos, para que, por el poder de tu gracia, estos sagrados
misterios santifiquen toda nuestra vida y nos conduzcan a la felicidad eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Antífona de la Comunión Mt 5, 7-8
Dichosos los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque verán a Dios.
Oración después de la Comunión
Habiendo recibido, Señor, el sacramento celestial, memorial perpetuo de la pasión de tu Hijo, concédenos que este don,
que el mismo nos dio con tan inefable amor, nos aproveche para nuestra salvación eterna. Él, que vive reina por los
siglos de los siglos.
Reflexión:
El Señor les dio pan del cielo. A veces los proyectos de Dios sobre nosotros nos resultan incomprensibles. El Señor nos quiere conducir a él por caminos que a nosotros nos parecen
sin salida. Eso le pasó al pueblo de Dios en el desierto. Se encontraban atrapados, les entró pánico y desearon volver a la esclavitud. El camino de la libertad es duro, hay que
hacerlo cada día, nunca está logrado del todo, por eso muchos prefieren dejarse arrastrar y dominar por los
diferentes amos: los ídolos del momento o las propias pasiones. Pero cuando todo parecía que estaba perdido Dios respondió a la
queja del pueblo, queja de hambre y sed: “el hombre comió pan de ángeles”. Además, les condujo a la libertad: “Los hizo entrar por las santas fronteras hasta el monte que su diestra había adquirido”. 1. El trabajo que Dios quiere. "Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, dando vida eterna; el que os dará el Hijo del hombre". En estas palabras del Señor se nos descubre nuestra realidad más íntima: aquello que somos y aquello que deberíamos ser. En el corazón del hombre ha puesto Dios el ansia de la vida, la sospecha y la nostalgia de una vida sin fin, donde la muerte, la enfermedad, el dolor, la soledad, la tristeza, donde todo aquello que sentimos como amenaza o nos hace sufrir no tenga cabida: porque “nos has hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que no descanse en ti” (San Agustín). Sin embargo, con qué facilidad apagamos esta chispa de eternidad que hay en nosotros. Porque ¿dónde, en qué cosas está habitualmente ocupado nuestro corazón? ¿Cuáles son ordinariamente nuestras preocupaciones más persistentes? ¿A qué bienes aspiramos, por qué bienes nos desvivimos? Hay en nosotros un deseo irreprimible de vida, de permanecer, de perdurar siempre, y al mismo tiempo procuramos evitar cualquier pensamiento que tenga que ver con la vida eterna; a veces incluso -con una caridad muy mal entendida- procuramos que los enfermos graves se distraigan de ese pensamiento y se mueran sin el consuelo de Dios. Para muchos el ideal sería morirse sin darse cuenta, como en un sueño, sin pensar en ello jamás. ¿Así vamos a entrar en la vida eterna? ¿Así nos disponemos a vivir la vida de Dios y con Dios por toda la eternidad sin querer enterarnos? Todo nuestro quehacer, todo nuestro trabajo parece ser "por el alimento que perece". El Señor, por el contrario, nos invita amorosamente: "Trabajad por el alimento que perdura, dando vida eterna; el que os dará el Hijo del hombre". 2. La fe que renueva la vida. Y cuál es ese trabajo que Dios quiere: "que creáis en el que Él ha enviado". A primera vista parece un trabajo sencillo, porque tenemos la tentación de reducir la fe a un acto de la mente y a unas cuantas prácticas religiosas exteriores. Pero la fe auténtica, aquella que el Señor espera y exige de nosotros, es la que transforma la vida. Vivir en fe, vivir de la fe requiere un trabajo constante porque ante Dios nos movemos en la oscuridad, porque a
Dios no le tenemos al alcance de la mano. La fe es como una llama que alumbra el camino de la vida; pero es una luz que, si no se alimenta, puede dejar de alumbrar, puede incluso apagarse del todo. Pero la fe alumbra la vida cuando nos ayuda a enfocarla rectamente. Bien claramente nos lo ha recordado san Pablo: "Cristo os ha enseñado a abandonar el anterior modo de vivir, el hombre viejo, corrompido por deseos de placer; a renovaros en la mente y el espíritu. Dejad por tanto que el Espíritu renueve vuestra mentalidad, y vestíos de la nueva condición humana, creada a imagen de Dios". Porque una fe que no influyese en nuestra vida, en nuestro modo de ser y de comportarnos, una fe que no orientara nuestros pensamientos y preocupaciones hacia Dios, una fe que no nos hiciera mejores, más tolerantes y caritativos con los demás..., no tiene nada que ver con la que el Señor nos pide, esa clase de fe que no transforma el corazón humano no da la vida eterna. 3. El alimento que da la vida. Hay que escuchar a Jesús cuando nos invita a que pongamos todo nuestro interés, todo nuestro esfuerzo en hacer la obra que Dios quiere y que sólo es ésta: que creamos en su Hijo, que lo acojamos de palabra y obra, que sigamos su 'buena noticia', su evangelio, sin limitarnos a escucharlo para olvidarlo a la salida de la iglesia. Pues sólo el que recibe la palabra de Jesús y se deja transformar por ella, sólo ese trabaja realmente "por el alimento que perdura, dando vida eterna". Este alimento no es otro que Jesús mismo: "Yo soy el pan de vida". El 'pan' que
nos abre las puertas de la inmortalidad es la fe en Jesucristo: "El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí no pasará nunca sed". Respondamos también
nosotros con aquellos del evangelio: "Señor, danos siempre de este pan". Haz que vivamos de la fe en ti, el Hijo de Dios, que nos abres las puertas de la vida. Haz que creamos en ti a pesar de nuestras dudas y de nuestras infidelidades. Haz que este tesoro, el tesoro de la fe que llevamos en vasijas de barro, sea lo más importante de nuestra vida, lo que en verdad llene nuestro corazón de paz y alegría. Que la verdad de nuestra fe, de nuestra condición de discípulos de Cristo, se note en nuestro modo de vivir y comportarnos, en el testimonio que damos en casa, en la familia, allá donde nos encontremos. "Señor, danos siempre de ese pan", que eres tú mismo.
José María de Miguel González, O.SS.T.
Avisos parroquiales: El miércoles 1º de agosto es primero de mes, tendremos misa en honor a la Divina Providencia a la 1pm.
De talleres de Oración y Vida hacen una cordial invitación a adolescentes, jóvenes y adultos a vivir los talleres a partir
del lunes 13 de agosto. “Aprender a orar para aprender a vivir”. Mayores informes en el área de avisos.
En la parroquia el próximo miércoles 15 de agosto de 5pm a 6.30pm inician las inscripciones para los niños al
catecismo, etapas de 5, 6, 7 años, reconciliación, eucaristía, confirmación, catecumenado y catequesis para papás.
Se inicia el curso el miércoles 29 de agosto. En la capilla del Inmaculado Corazón de María catequesis sabatina
las inscripciones sábados 18 y 25 de agosto de 9.30am a 11am. Inician curso el sábado 1 septiembre. Se pondrá
la información correspondiente en el área de avisos, así como toda la información de las capillas que forman parte
de nuestra Parroquia.
La Comisión Diocesana para la Pastoral Profética te invita a participar en los cursos y talleres del 30 de julio
al 3 de agosto de 2018 en horarios matutinos y vespertinos en la casa de Pastoral Diocesana. Mayores informes
en el cartel que se encuentra en el área de avisos.
El jueves 4º de cada mes se tendrá la celebración de la misa por los familiares y amigos de Sacerdotes y vida
consagrada, en la cual se pedirá por su vocación sacerdotal y vida consagrada, a las 8pm.
Tu oración es muy importante para el buen desarrollo de la construcción de la capilla del Santísimo, sigamos
orando y ofreciendo nuestra Eucaristía para que se llegue a buen término.
En la oficina parroquial les ofrecemos misales mensuales del mes de agosto, cirios pascuales, veladoras a la
divina providencia, oración de los 5 minutos del mes de agosto, veladoras, vino para consagrar, Hostias para
consagrar, para el servicio del altar.
¿Eres titular de una gaveta en el área de criptas de la Parroquia, conoces el reglamento del derecho de uso de
las gavetas que emitió el Sr. Obispo en el año 2006, tienes actualizados tus datos, sabes qué procedimiento debes
seguir si vas a hacer uso de una gaveta? Pasar a la oficina Parroquial con tu recibo de titular, para que recibas
toda esta información.
Cápsula litúrgica
Sabías que …
¿Qué elementos principales hay en una iglesia? Otros objetos litúrgicos Hay diferentes objetos litúrgicos que expresan la fe y el amor a Jesús Eucaristía.
Incensario Para las ceremonias litúrgicas solemnes se usa el Incensario. Cuelga de cuatro cadenas de un metro de longitud, para que pueda balancearse de un lado a otro durante las procesiones. En su interior se colocan unos carbones encendidos que, al echarles incienso producen un humo oloroso. Ese humo que se eleva simboliza nuestra oración a Dios y es signo de alabanza
Naveta El recipiente que contiene el incienso, que se usa para el incensario, se llama Naveta.
Portaviático Para llevar la Comunión a los enfermos se usa la píxide, el Portaviático o relicario. El sacerdote la coloca en una bolsa de seda con un cordón que se cuelga del cuello.
Hisopo El Hisopo sirve para rociar con agua bendita durante las bendiciones, tanto de personas como de cosas.
Acetre El Acetre es el recipiente que contiene el agua bendita.
Báculo El Báculo es una insignia litúrgica propia de los obispos. Tiene su origen en el cayado o bastón que usan los pastores de ovejas para apacentar sus rebaños. Simboliza la responsabilidad y el cuidado que debe tener como “pastor” de todos los fieles que formamos el rebaño de Cristo La campanilla
Hay diversas costumbres locales para el uso de la campanilla, afirma Elliot: "si el sonido es agradable y los ayudantes ensayan para tocarla con reverencia y sensibilidad, la campanilla acentúa y realza los momentos solemnes de la acción sagrada". En algunos lugares se tocan durante las elevaciones.