Capít ulo 1 LA DOMINACi ÓN OLIGÁR QUICA clases, bien entendido que ambos pro- cesos no fueron lineales. En materia de economía, los gru pos sociales domi- nantes (en proceso de constitución de clase) bregaron mucho más por el btecmueoto de condiciones que permI- ñesen la plena inc orporación al mercado mundial antes que por construir un mero cado interno. El resulta do fue una situa- ción que, aunque con diferente magnitud en cada país. comb inó las más modernas formas de prod ucción y relaciones sociales capitalistas con los resabios coloniales. Ese resultado puede ser exph- cado en térm inos de mo derni z ación conservadora dependiente, revolución pasiva dependiente o modernización de lo srcsuco-ercsizeción de lo moderno, según se opte hacerlo tomando como referentes a Barr in gto n Moore, Antonio Cramsc¡ o Horestan Pem and es. res pec- tivamente. Hay consenso en ubicar el final del per íodo de tr ansh.iún de la economía colonial a la capitalista dependiente hacia los años 1880, proc eso que en varios paíse s fue aco mpañado de la co nsti tu- c ió n de esta dos modernos, má s o me no s dotados de los atribut os de tales, es pe- ctalrnenre la monopolización de la vrolen cra con side rada legítima y de la percep ción tributaria, lo cu al co nllevó una cierta def inición de las relac i ones de dom inación de clase, a mén de los límites territorIales sobre los cu ales ejercer impe- rium. Claro está, ese proceso no se dio en todos los paises de igual manera, ni sincrónicamente. Como se d il·o más arriba, Brasil y Ch ile, e xcepciona mente, tuvier on estados máso menos con ior- ruados ya en las décadas de 1820 Y1830, resp ect ivamente. En cam bio, Colombia, tv\éx ioo, Argentina y Uruguay prolongaron su respectivo proc eso ha sta las década s de 1850 a 1880. En ros casos de Bolivia y Perú, es posible argumentar la ausencia de Estado. en sentido estricto. hasta los procesos revolucionarios inic iados en 1952 y 1968, respectivamente. Salvo en \ Uruguay, dichos estados se constituyeron bajo la forma oligárquica, con una fuerte exclusión social y política, como se verá en el capítulo 1. Ese punto de llegada del movimiento histórico iniciado con las revoluciones polí- tic as de inde p ende ncia es el punto de pa rtida de nuestro análisis. tal como beros de desplegarlo de aquíen adelante. Como hemos dicho, el análisis está centrado en la cuestión del poder. Quedan fuera de tratamiento cuestiones bien importa ntes, co mo las luchas íntenmpertahstas por el control de América l atina, terreno en el cu al los Estados Unidos fueron despla- zando a Gran Br etaña a lo largo de la primera mitad del siglo XX, o las conse- cue ncias qu e experime ntaron -y expert- mentan-- nuestras sociedades latinoame- ricanas al quedar sometidas a relaciones de dependencia. O el de las luchas de los movimientos obreros y campes inos, o las complejas y dec isivas relaciones e ntre los militares y el poder político civil. O el papel cru cial des em peñado por al Iglesia cató- lica ... Es nuestra expect ativ a que, al conclui r la lectura del libro, las lectoras y los lectores no crean haber aprendido qué ha pas ado en las sociedades latino- americanas en el período considerado, sino que hayan podido detectar la impor- ta ncia de las cuestiones claves anali zadas y sientan la tenta ción de profundizar el co n ocimi en to del p roceso histór ico, pasado y prese nte, de ese fascin ante subcontinente que es algo más que el espacio del realismo mágico definido por una no menos fascinante literatur a. Waldo Ansaldi y Verónica Giorda no Buenos Aires, febrero de 2006 la consolidación del Est ado oligárq uico y de lo s meca nismos de la dominaci ón político-social oligárquica l os países latinoamericanos se cons- tituyeron sobre la base de tres matrices sociales, que se corres pondieron. a su vez, con sendas unid ades de producción eco nóm ica: la plant ación co n tra b ajo esclavista, la ha ciend a con tra bajo semi- servil y la estancia con trabajo asalariado. las tres m atrices se sucedieron en el tiem po: la plantación, desde comienzos del siglo XVI hasta la abolición de la escla- vitud durante el siglo XIX ; la ha cienda , desde principios de l XVII hasta su desa r- ticul ación por los proc esos de reforma a$raria, en Chile, Perú y Ecuador, tan tar - díamente como en la década de 1960; y la estancia, desde finales del siglo XV III has ta la act u alid ad. Espa cia lme nte, la plantación se encontraba primordialmente en el Caribe, el nordeste y el centro sur de Brasil (do nde se la conoce como fazenda), Ouavan as. partes de Colombia y la costa de Per ú; la hac ie nda oc upaba desde México hasta el noroeste argentino y Ch ile ceutral, mientras la estancia estaba restringida al área del río de la Plata, inclu- yendo Río Grande do Su!' Todo esto ocurr ió sin mengua de posibles c oexis- tencias en ambos planos, temporal y espa- cial. En tales casos, las coexistencias afec- taron negativamente los proceses de a La hacienda, junto con la plantación , consituíd una de liJS teses sociales y una de las unidades de producción ecoooovce en la América Latina de comienzos ckI siglo XX