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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.
LUNES 28. LOS SANTOS INOCENTES, MÁRTIRES
CANTO ¡Qué gran maravilla produjo el amor! que Dios se hace
hombre, un hombre que es Dios. ¡Qué gran maravilla produjo el amor!
que Dios se hace hombre, un hombre que es Dios. Si entre la tierra
y el cielo la distancia es infinita, Dios la salta con un paso en
el seno de María.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 1,5-2,2
Queridos hermanos:
Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es
luz sin tiniebla alguna. Si decimos
que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas,
mentimos con palabras y obras. Pero, si
vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces
estamos unidos unos con otros, y la
sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados.
Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos
sinceros. Pero, si confesamos
nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los
pecados y nos limpiará de toda
injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso
y no poseemos su palabra.
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno
peca, tenemos a uno que abogue
ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de
propiciación por nuestros pecados, no sólo
por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
Palabra de Dios
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La Iglesia no somos una comunidad de puros y perfectos que nunca
han pecado, sino una
comunidad que cree que sus pecados no son un obstáculo
permanente para poder acercarnos a
Dios. Como dirá san Pablo, donde hay pecado sobreabunda la
gracia.
Salmo responsorial: Salmo 123 Hemos salvado la vida como un
pájaro de la trampa del cazador.
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte, cuando nos
asaltaban los hombres, nos habrían tragado vivos: tanto ardía su
ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas, llegándonos el torrente hasta
el cuello; nos habrían llegado hasta el cuello las aguas
espumantes.
La trampa se rompió, y escapamos. Nuestro auxilio es el nombre
del Señor, que hizo el cielo y la tierra.
Aleluya, aleluya.
A ti, oh Dios, te alabamos, a ti, Señor, te reconocemos.
Ten ensalza la brillante multitud de los mártires, Señor
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Mateo 2, 13-18
Cuando se marcharon los Magos, el ángel del Señor se apareció en
sueños a José y le dijo:
-"Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate
allí hasta que yo te avise, porque
Herodes va a buscar al niño para matarlo."
José se levantó, cogió al niño y a su madre de noche; se fue a
Egipto y se quedó hasta la muerte
de Herodes; así se cumplió lo que dijo el Señor por el
Profeta:
"Llamé a mi hijo para que saliera de Egipto."
Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó
matar a todos los niños de dos
años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el
tiempo por lo que había averiguado de
los magos.
Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías:
"Un grito se oye en Ramá llanto y lamentos grandes;
es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque
ya no viven."
Palabra del Señor
La iniciativa es del Señor, se manifiesta a José, quien sigue
los mandatos divinos.
Dios saca adelante su proyecto. Ningún poder puede silenciar la
palabra de Dios.
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La sagrada familia es signo de la iglesia que guiada por la
palabra divina saca adelante un proyecto
que no es propio sino de Dios: el reino de Dios, la proclamación
de la Buena Noticia.
ORACIÓN DE LOS FIELES
A ti, Señor Jesús, a quien los santos Inocentes de Belén
confesaron, dando su vida por ti, te invocamos, diciendo:
Tú que los hiciste dignos de participar en tu victoria, ayuda a
tu Iglesia a perseverar en la lucha contra el mal.
Tú que invitas a los niños- los primeros en el reino- a
acercarse a ti, concédenos también a nosotros las actitudes
requeridas de sencillez y disponibilidad.
Tú que en tu infancia sufriste la persecución de Herodes y el
destierro en Egipto, protege a los niños que sufren por el hambre,
la guerra o la injusticia de los mayores.
Te lo pedimos a ti, Señor Jesús, que asumiste la condición de
niño desvalido y vives por los siglos de los siglos. Amén.
CANTO OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero
repetir, Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle
feliz.
CANTO DE COMUNIÓN
Navidad, es Navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la
mar. Marinero, ¿a dónde vas? deja tus redes y reza, mira la
estrella pasar. Marinero, marinero, haz de tu barca un altar.
Marinero, marinero, porque llegó Navidad. Noches blancas de
hospital dejad el llanto esta noche que el Niño está por llegar.
Caminante sin hogar, ven a mi casa esta noche, que mañana Dios
dirá. Caminante, caminante, deja tu alforja llenar, caminante,
caminante, porque llegó Navidad. Ven, soldado, vuelve ya, para
curar tus heridas, para prestarte la paz.
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Navidad, es Navidad, toda la tierra se alegra y se entristece la
mar. Tú que escuchas mi mensaje, haz de tu casa un altar, deja el
odio y ven conmigo, porque llegó Navidad.
ORACIÓN
Lloramos, lloramos, Señor, porque nuestros hijos ya no tienen
vida, se apagó su sonrisa y su llanto. ¿Por qué permitiste tanto
dolor?
Escucha nuestro grito en la noche, el dolor de tantas madres que
lloran a sus hijos muertos en la inocencia de la vida. Fueron
víctimas de la injusticia, del egoísmo atroz de los hombres, de los
tiranos que todos llevamos en lo más profundo del corazón.
Nosotros, Señor, no entendemos el dolor, no podríamos
explicarlo. La Navidad también es recuerdo y nostalgia de los que
se marcharon, de tantos "santos inocentes" que desde arriba,
enviarán gracias como nieve para confortarnos en nuestras horas de
dolor y agonía. Amén
CANTO FINAL
El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve
cubrió; los pastorcillos quieren ver a su Rey, le traen regalos en
su viejo zurrón, ropo-pon-pon, ropo-pon-pon. Ha nacido en un portal
de Belén el Niño Dios. Yo quisiera poner a tus pies, algún presente
que te agrade, Señor; mas tú ya sabes que soy pobre también, y no
poseo más que un viejo tambor, ropo-pon-pon, ropo- pon-pon. En tu
honor ante el portal tocaré yo mi tambor.
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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
MARTES 29. SANTO TOMÁS BECKET, OBISPO Y MÁRTIR
CANTO
Nunca suenan las campanas con tan dulce claridad, como cantando
las glorias de la hermosa Navidad. Es porque cantan la noche feliz,
es porque cantan la noche sin par, en que Dios Niño ha nacido y en
el mundo ha de reinar.
PRIMERA LECTURA Lectura de la primera carta de San Juan
2,3-11
Queridos hermanos:
En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus
mandamientos.
Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un
mentiroso, y la verdad no está
en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios
ha llegado en él a su plenitud.
En esto conocemos que estamos en él.
Quien dice que permanece en él debe caminar como él caminó.
Queridos míos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el
mandamiento antiguo que tenéis
desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que
habéis escuchado.
Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo —y esto es
verdadero en él y en vosotros—,
pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya.
Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún
en las tinieblas. Quien ama a su
hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a
su hermano está en las
tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe adónde va, porque
las tinieblas han cegado sus ojos.
Palabra de Dios
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El amor fraterno es el argumento para si nos hemos ajustado o no
a la voluntad de Dios.
El amor siempre es novedoso, imaginativo; por eso Dios es amor,
porque siempre es creación
nueva. En la medida que vamos creando un mundo nuevo (con gestos
y palabras), nos parecemos
al Señor.
Salmo responsorial: Salmo 95 Alégrese el cielo, goce la tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. Proclamad día tras día su
victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas
las naciones. El Señor ha hecho el cielo; honor y majestad lo
precede, fuerza y esplendor están en su templo.
Aleluya, aleluya, aleluya. Lc 2, 32
Luz para alumbrar a las naciones
y gloria de tu pueblo Israel.
EVANGELIO
Lectura del Evangelio de san Lucas 2,22-35
Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley
de Moisés, los padres de Jesús lo
llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con
lo escrito en la ley del Señor: «Todo
varón primogénito será consagrado al Señor», y para entregar la
oblación, como dice la ley del
Señor: «un par de tórtolas o dos pichones.»
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre
justo y piadoso, que aguardaba
el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le
había sido revelado por el Espíritu Santo
que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor.
Impulsado por el Espíritu, fue al templo.
Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con
él lo acostumbrado según la ley,
Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:
«Ahora, Señor, según tu promesa,
puedes dejar a tu siervo irse en paz.
Porque mis ojos “han visto a tu Salvador”,
a quien has presentado ante todos los pueblos:
“luz para alumbrar a las naciones”
y gloria de tu pueblo Israel».
Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del
niño. Simeón los bendijo, y dijo a
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María, su madre:
«Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se
levanten; y será como un signo de
contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—,
para que se pongan de manifiesto
los pensamientos de muchos corazones».
Palabra del Señor
Simeón, movido por el Espíritu Santo (inquieto, buscador de
Dios, quiere superar las limitaciones
de la ley).
“…ante todos los pueblos. Luz para alumbrar…”: el Salvador es
para las gentes de todos los
pueblos, y también para nosotros.
“Una espada te traspasará el alma”: porque la salvación no se
consigue por nuestros méritos ni
esfuerzo, sino que es un regalo totalmente gratuito de Dios.
María participaba de la expectación de los judíos (observancia
de la ley); de ahí el dolor (espada)
por un mundo y una mentalidad que se derrumban en María, y otra
que se levanta nueva y
transformadora, pues Dios hace acto de presencia. Navidad
también en María y nosotros.
ORACIÓN DE LOS FIELES Invoquemos al Señor Jesús y digámosle: Que
nuestros ojos, Señor, vean tu salvación.
Tú que eres la luz, ilumina a los que no te conocen.
Tú que eres la gloria de tu pueblo, Israel, enaltece a tu
Iglesia.
Tú, el deseado de todas las naciones, contemplado por Simeón
antes de morir, muéstrate a todos los que desean conocerte.
Te lo pedimos a ti, que vives y reinas por los siglos de los
siglos. Amén
CANTO OFERTORIO En un portal, hoy en Belén, al mismo Dios, verás
nacer. Hoy en Belén, en un portal, al mismo Dios, verás llorar.
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CANTO DE COMUNIÓN
En un portal hay un niño pequeño, con María, su madre, con su
padre, José; gran revuelo han formado en el cielo, y en la tierra
no saben lo que pasa en Belén. En Belén Dios nació y en el cielo lo
saben muy bien. En la tierra sólo hay dos testigos: María y José
Aquella noche lloraba la tierra, y en el cielo una estrella comenzó
a sonreír, cuando Dios como un hombre cualquiera, estrenaba el
misterio de nacer y morir.
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El corazón de quien hizo los cielos, quiso darle a la tierra una
prueba de amor, eligió un corazón como el nuestro, y en el pecho de
un niño a latir comenzó. La humanidad esperaba al Mesías, rodeado
de gloria, de esplendor y poder, Dios amó la humildad de María, y
eligió la pobreza que abundaba en José.
ORACIÓN Padre del amor, se amaron un día, una joven llamada
María y un joven llamado José. Se amaron y fueron el primer
noviazgo cristiano, la historia más bella de amor aunque sin música
de fondo.
Se amaron, Señor, porque tú amas y haces amar, incluso con un
amor desconcertante. Ella quería ser virgen, para siempre propiedad
de su Dios, y tú, además, la hiciste madre para ser propiedad de
los hombres, para llamar por derecho a Dios "Hijo mío", y a todos
los hombres "hijos míos".
Él, José, amó renunciando a tener como propiedad a su mujer
María, porque quiso entrar en la fe de su esposa nazarena, y asumió
amar sin poseer, ser el pobre de Yavé, sin más consuelo que el
aceptar ser la sombra del Padre y custodiar a Jesús y a María. Y se
amaron tanto, que su amor fue siempre nuevo, como una mañana de
verano.
CANTO FINAL En el portal de Belén ha nacido un lucerico, le
llamamos Niño-Dios y también mi Jesusico.
Vamos todos a adorarle que no se quede solico,
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que María y José nos lo dejan, amiguico.
Los pastores de la tierra, le llevan miel y jamón, nosotros le
llevaremos de nuestra jotica el son.
A cantarle, a cantarle y a decirle cosas buenas, que penicas ya
tendrá cuando Jesusico crezca.
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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
MIÉRCOLES 30
CANTO
Mientras el hombre sufre cae la nieve, sin que el hombre que
llora de ello se entere, sin que el hombre descubra al Dios que
viene, nieva misericordia, cae la nieve. Escuchad es la hora de la
misericordia. No halla el hombre consuelo a su dolor, la soledad
desangra su corazón, pero aunque no lo sepa lo sabe Dios, y nieva
sobre el hombre nieve de amor. Despertad es la hora de la
misericordia.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta de San Juan 2,12-17
Os escribo, hijos míos, porque se os han perdonado vuestros
pecados por su nombre.
Os escribo, padres, porque conocéis al que es desde el
principio.
Os escribo, jóvenes, porque habéis vencido al Maligno.
Os he escrito, hijos, porque conocéis al Padre.
Os he escrito, padres, porque ya conocéis al que existía desde
el principio.
Os he escrito, jóvenes, porque sois fuertes y que la palabra de
Dios permanece en vosotros, y
habéis vencido al Maligno.
No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al
mundo, no está en él el amor del
Padre. Porque lo que hay en el mundo —la concupiscencia de la
carne, y la concupiscencia de los
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ojos, y la arrogancia del dinero—, eso no procede del Padre,
sino que procede del mundo. Y el
mundo pasa, y su concupiscencia.
Pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Palabra de Dios
La novedad y frescura del mensaje del Señor ha cambiado la forma
de ser y actuar en el mundo de
los miembros de la comunidad (padres), dejando atrás caducas
costumbres legalistas, por el
evangelio siempre actual de Dios. Han sido renovados y por eso
se les llama “hijos”, renacidos en la
fe y el amor de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 95 Alégrese el cielo, goce la
tierra.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor, aclamad la gloria y
el poder del Señor; aclamad la gloria del nombre del Señor. Entrad
en sus atrios trayéndole ofrendas. Postraos ante el Señor en el
atrio sagrado, tiemble en su presencia la tierra toda. Decid a los
pueblos: «El Señor es rey: él afianzó el orbe, y no se moverá; él
gobierna a los pueblos rectamente».
Aleluya, aleluya, aleluya.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;
a cuantos la recibieron, les da poder de ser hijos de Dios.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 2,36-40 En aquel
tiempo, había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de
Aser, ya muy avanzada en
años. De joven había vivido siete años casada, y luego viuda
hasta los ochenta y cuatro; no se
apartaba del templo, sirviendo a Dios con ayunos y oraciones
noche y día. Presentándose en aquel
momento, alababa también a Dios y hablaba del niño a todos los
que aguardaban la liberación de
Jerusalén.
Y, cuando cumplieron todo lo que prescribía la ley del Señor,
Jesús y sus padres volvieron a
Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño, por su parte, iba
creciendo y robusteciéndose, lleno de
sabiduría; y la gracia de Dios estaba con él.
Palabra del Señor
Ana, que arraigada en la institución, tiene la esperanza de que
algo nuevo está sucediendo, algo se
está poniendo en marcha; por eso alaba a Dios y habla del niño
Jesús a todos los esperanzados.
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ORACIÓN DE LOS FIELES
Invoquemos a Cristo que nos trajo la nueva alianza.
Cristo nacido del Padre antes de todos los siglos, danos vida
con tu palabra.
Cristo, Hijo de Dios Padre, que naciste en Belén, haz que tu
Iglesia realice los planes del Padre, viviendo en pobreza.
Cristo, Hijo de David, nacido del pueblo judío, enviado a todas
las gentes, haz que Israel te reconozca como su Mesías, y todos los
pueblos vean en ti la salvación.
Te lo pedimos a ti, Salvador del mundo, que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
CANTO OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero
repetir, Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle
feliz.
CANTO DE COMUNIÓN A Belén, por allí, amigo, ya no se va... ya no
se va. Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos
sin luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan. Se va por las
afueras de soledad. Se va por el respeto, por la igualdad. Por la
verdad más clara y la libertad. Se va por la justicia y la caridad.
Por la limosna sola ya no se va. Por el amor sincero, así se va. Se
va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es toda la
humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.
ORACIÓN Oh niño que estás naciendo y que ya naces llorando,
pienso que estás preparando lo que has de sufrir viviendo. Mas
puedes reír pensando que vas a ser redentor de todo un pueblo
maldito. Y que tu dolor durará poquito. Yo sé bien que pasaréis por
el mundo sin amor y en el hombre encontraréis un bien necio
pagador.
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Sé que os matarán en flor, mi niño chiquito. Mas este dolor
durará poquito. Os llevarán a la cruz y con ella pagarán el haber
sido su luz. Sé que os atravesarán el costado sin amor. Y que no os
comprenderán, mi Dios pequeñito. Mas este dolor durará poquito.
Pensad que volveréis de la orilla de la muerte y que seréis el más
fuerte cuando resucitaréis. Las llagas nos mostraréis como el
triunfo del amor, como un recuerdo bendito. Y todo el dolor durará
poquito.
CANTO FINAL Navidad es esperanza, Navidad es alegría, Navidad es
el camino que recorres cada día. Navidad es cercanía, Navidad es
comprensión, Navidad es el camino que recorres sin pasión.
Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz y bien, son los
cánticos del cielo que se escuchan en Belén. Gloria a Dios en las
alturas y en la tierra al hombre paz, es el grito jubiloso que nos
trae la Navidad. Navidad no tiene días como no los tiene el sol,
permanece iluminando y ofreciéndonos calor. Navidad no tiene hora
como no la tiene Dios, siempre está junto a nosotros ofreciéndonos
su amor.
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OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR
JUEVES 31
CANTO
Mientras el hombre sufre cae la nieve, sin que el hombre que
llora de ello se entere, sin que el hombre descubra al Dios que
viene, nieva misericordia, cae la nieve. Escuchad es la hora de la
misericordia. No halla el hombre consuelo a su dolor, la soledad
desangra su corazón, pero aunque no lo sepa lo sabe Dios, y nieva
sobre el hombre nieve de amor. Despertad es la hora de la
misericordia.
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta de San Juan 2,18-21
Hijos míos, es la última hora. Habéis oído que iba a venir un
anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo
cual
nos damos cuenta de que es la última hora.
Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros. Si
hubiesen sido de los nuestros, habrían
permanecido con nosotros. Pero sucedió así para poner de
manifiesto que no todos son de los
nuestros.
En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo, y todos
vosotros lo conocéis.
Os he escrito, no porque desconozcáis la verdad, sino porque la
conocéis, y porque ninguna
mentira viene de la verdad.
Palabra de Dios
“El Anticristo”, quien niega al Señor y su misión en medio de la
gente.
“…el momento final”, no podemos vivir, si somos creyentes, si un
opción clara por Dios; por eso hay que
tomar la decisión ya y ser testigos ahora en nuestro medio.
Tenemos que ser amigos de Jesús en verdad y nunca a medias
tintas. El Señor nos quiere fríos o
calientes, nunca tibios.
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Salmo responsorial Sal. 95 Alégrese el cielo, goce la
tierra.
Cantad al Señor un cántico nuevo. cantad al Señor, toda la
tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre, proclamad día tras día
su victoria.
Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo
llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los
árboles del bosque.
Delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra:
regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.
Aleluya, aleluya, aleluya.
El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros;
a cuantos la recibieron,
les da poder de ser hijos de Dios.
EVANGELIO
Lectura del Evangelio de san Juan 1,1-18
En el principio ya existía el Verbo,
y el Verbo estaba junto a Dios, y el Verbo era Dios.
Él estaba en el principio junto a Dios.
Por medio de él se hizo todo,
y sin él no se hizo nada de cuanto se ha hecho.
En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Y la luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no lo recibió.
Surgió un hombre enviado por Dios,
que se llamaba Juan: éste venía como testigo,
para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por medio
de él.
No era él la luz, sino el que daba testimonio de la luz.
El Verbo era la luz verdadera que alumbra a todo hombre viniendo
al mundo.
En el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de él,
y el mundo no le conoció.
Vino a su casa, y los suyos no lo recibieron.
Pero a cuantos lo recibieron,
les dio poder de ser hijos de Dios, a los que creen en su
nombre.
Estos no han nacido de sangre, ni de deseo de carne,
ni de deseo de varón, sino que han nacido de Dios.
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
y hemos contemplado su gloria:
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gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de
verdad.
Juan da testimonio de él y grita diciendo:
- "Este es de quien dije: el que viene detrás de mí,
se ha puesto delante de mí, porque existía antes que yo."
Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras
gracia;
porque la ley se dio por medio de Moisés,
la gracia y la verdad nos han llegado por medio de
Jesucristo.
A Dios nadie lo ha visto jamás:
Dios unigénito, que está en el seno del Padre,
es quien lo ha dado a conocer. Palabra del Señor
Dios se hace palabra, se encarna, inaugura una historia nueva,
es luz entre nosotros. Dios también
se hace palabra en nosotros, se encarna en la comunidad, en ti,
nos quiere protagonistas de una
historia de salvación; también quiere que seamos un poco luz en
la vida de los otros, para que El
ponga su morada en corazones fríos, sane los rotos… Cuenta para
ello con nosotros.
ORACIÓN DE LOS FIELES Invoquemos a Cristo que nos trajo la nueva
alianza.
Cristo nacido del Padre antes de todos los siglos, danos vida
con tu palabra.
Cristo, Hijo de Dios Padre, que naciste en Belén, haz que tu
Iglesia realice los planes del Padre, viviendo en pobreza.
Cristo, Hijo de David, nacido del pueblo judío, enviado a toda
las gentes, haz que Israel te reconozca como su Mesías, y todos los
pueblos vean en ti la salvación.
Te lo pedimos a ti, Salvador del mundo, que vives y reinas por
los siglos de los siglos. Amén.
OFERTORIO Navidad la palabra mágica, Navidad quiero repetir,
Navidad quiero a todo el mundo en tu nombre hacerle feliz.
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CANTO DE COMUNIÓN A Belén, por allí, amigo, ya no se va... ya no
se va. Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos
sin luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan. Se va por las
afueras de soledad. Se va por el respeto, por la igualdad. Por la
verdad más clara y la libertad. Se va por la justicia y la caridad.
Por la limosna sola ya no se va. Por el amor sincero, así se va. Se
va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es toda la
humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.
ORACIÓN Oh niño que estás naciendo Os llevarán a la cruz y que
ya naces llorando, y con ella pagarán pienso que estás preparando
el haber sido su luz. lo que has de sufrir viviendo. Sé que os
atravesarán Mas puedes reír pensando el costado sin amor. que vas a
ser redentor Y que no os comprenderán, de todo un pueblo maldito.
mi Dios pequeñito. Y que tu dolor Mas este dolor durará poquito.
durará poquito. Yo sé bien que pasaréis Pensad que volveréis por el
mundo sin amor de la orilla de la muerte y en el hombre
encontraréis y que seréis el más fuerte un bien necio pagador.
cuando resucitaréis. Sé que os matarán en flor, Las llagas nos
mostraréis mi niño chiquito. como el triunfo del amor, Mas este
dolor como un recuerdo bendito. durará poquito. Y todo el dolor
durará poquito.
CANTO FINAL Navidad es esperanza, Navidad es alegría, Navidad es
el camino que recorres cada día. Navidad es cercanía, Navidad es
comprensión,
-
Navidad es el camino que recorres sin pasión. Gloria a Dios en
las alturas y en la tierra paz y bien, son los cánticos del cielo
que se escuchan en Belén. Gloria a Dios en las alturas y en la
tierra al hombre paz, es el grito jubiloso que nos trae la Navidad.
Navidad no tiene días como no los tiene el sol, permanece
iluminando y ofreciéndonos calor. Navidad no tiene hora como no la
tiene Dios, siempre está junto a nosotros ofreciéndonos su
amor.
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Santa María, Madre de Dios
CANTO Siempre que digo madre, voy diciendo tu nombre, siempre
que pido ayuda, te estoy llamando a ti, siempre que siento gozo, es
que en ti estoy pensando, con tu nombre en los labios me acostumbro
a dormir. Siempre que digo, madre, es que digo María, siempre que
digo, madre, voy cantando tu amor. Digo tu nombre y nombro a mi
mejor amiga, María, madre mía, y madre del Señor. Siempre que yo te
canto, es mi canto alabanza, siempre que yo te rezo, es himno mi
oración, siempre que yo te hablo, es mi voz alabanza, y tu nombre
yo llevo, siempre en mi corazón.
Estrenar año nuevo deseando la BENDICION de Dios.
Jesucristo es la bendición dada por Dios a la Humanidad.
"En él serán benditas todas las naciones."
PRIMERA LECTURA
Lectura del Libro de los Números 6,22-27
El Señor habló a Moisés:
- «Di a Aarón y a sus hijos:
Ésta es la fórmula con que bendeciréis a los hijos de
Israel:
"El Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y
te conceda su favor.
El Señor te muestre su rostro y te conceda la paz."
Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los
bendeciré.»
Palabra de Dios
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Salmo responsorial: Salmo 66, 2-3. 5-6. 8 El Señor tenga piedad
y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra
tus caminos, todos los pueblos tu salvación.
Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con
justicia, riges los pueblos con rectitud y gobiernas las naciones
de la tierra.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te
alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman hasta los confines del
orbe.
Jesús, no solamente nos salva
sino que nos hace " entrar" en la "familia de Dios".
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 4,
4-7
Hermanos:
Cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo,
nacido de una mujer, nacido bajo la ley,
para rescatar a los que estaban bajo la ley, para que
recibiéramos la adopción filial..
Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de
su Hijo que clama: «¡Abba! Padre.»
Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si eres hijo, eres
también heredero por voluntad de Dios.
Palabra de Dios
Aleluya, Aleluya, aleluya. Hebreos 1,1-2
En distintas ocasiones habló Dios antiguamente
a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Lucas 2, 16-21
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y
encontraron a María y a José, y al
niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les
había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho
los pastores. María, por su parte,
conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
-
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por
todo lo que habían oído y visto,
conforme a lo que se les había dicho.
Cuando cumplieron los ocho días, para circuncidar al niño, le
pusieron por nombre Jesús, como lo
había llamado el ángel antes de su concepción.
Palabra del Señor
-"Los pastores fueron corriendo": impacientes por comprobar la
realidad de la salvación que les han
anunciado. (Actitud de búsqueda). Quien busca, como los
pastores, encuentra a Dios.
Ellos estaban en vela, atentos, activos.
Hay quien se cierra a Dios, al amor (habitantes de Belén), que
continúan dormidos después de
escuchar la gran noticia.
-“Se admiraban de lo que decían los pastores”: lo que se vive se
comunica.
Si nuestra vida de fe se queda dentro del templo, si no vemos el
interés de hacer conocer al otro la
fe, el amor; si pensamos que la fe no vale tanto o no importa
mucho para la vida, no hemos
descubierto a Dios.
-“María conservaba estas cosas en su corazón”: recordar el amor
de Dios, guardarlo en nuestro
corazón, hacerlo vida, fiarse de Dios, vivirlo como un tesoro,
entusiasmarse con los planes del
Señor…
-“Los pastores volvieron dando gloria a Dios”: han encontrado al
Señor y descubierto que la gloria de
Dios es el bien y la felicidad de todos sus hijos.
-
La paz es una tarea:
De todos y de cada uno: responsabilidad común.
Consecuencia del bien común: respeto y dignidad personal,
cultura solidaria, bienes compartidos,
sociedad justa.
Está amenazada por el egoísmo y el pecado.
No es una cosa del todo hecha sino perpetuo quehacer.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Por medio de María, Reina de la Paz, pedimos la bendición de
Dios.
En María, tu madre, bendícenos, Señor.
-Que la Iglesia, al venerar hoy a María como Madre de Dios,
recuerde su deuda con la
promoción y dignificación de la mujer.
-Que así como María supo escuchar y guardar en su corazón el
mensaje de los pastores, sepamos
también nosotros escuchar con respeto y valorar los mensajes que
nos llegan de los pobres
de la tierra.
-Por todos los que sufren la falta de paz, para que Dios mueva
el corazón de los que tienen
poder para decidir la paz.
-Bendícenos, Señor, con los frutos de paz que vino a traernos tu
Hijo, Jesucristo. Amén
CANTO OFERTORIO Venid, venid fieles, que sentís el gozo, de ver
el gran día de paz y amor. El Rey del cielo a Belén desciende.
Postrémonos humildes delante del Dios hombre, venid y adoremos al
Rey y Señor.
Buscando el pesebre dejan los rebaños, pastores que oyeron la
buena de Dios. También nosotros a Belén corramos. El Rey de la
gloria se hace siervo humilde, en la carne esconde su eterno
esplendor. Un Dios se viste con pañal humilde.
CANTO DE COMUNIÓN ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá cuando
Dios se hace Niño en un portal? ¿Qué tendrá lo pequeño, para poder
a Dios enamorar? ¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, si los
ángeles vienen a avisar,
-
-qué tendrá lo pequeño- a los pastores en primer lugar? ¿Qué
tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, si una estrella ha bajado hasta el
portal? ¿Qué tendrá lo pequeño cuando vienen los Magos a adorar?
¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, cuando Jesús ensalza la
humildad, -qué tendrá lo pequeño- si escoge Nazaret para habitar?
¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá cuando Dios se hace carne y se
hace pan, qué tendrá lo pequeño cuando baja al pesebre y al altar?
¿Qué tendrá lo pequeño? ¿Qué tendrá, pues al reino de Dios se puede
entrar, -qué tendrá lo pequeño- si os hacéis como niños de
verdad?
ORACIÓN Señor, danos tu paz, siembra la paz en la tierra donde
aún la guerra tiene derecho de ciudadanía. Señor, ayúdanos a
construirla desde la justicia, desde el amor. Derrama, Cristo,
palomas blancas en nuestro mundo, agonizante de violencia, de
insolidaridad. Envía pronto, Señor del universo, bombas con aromas
de flores para que estalle la paz y la guerra se estudie en los
libros del pasado. Queremos, Señor, la paz para defender la vida,
la vida de los que no les dejan nacer, la vida de los maltratados,
de los condenados a muerte. No más guerras, Señor, no más violencia
y discordias. Si entre los países existen enemistades, que se
pongan castigados de rodillas y aprendan la lección, con la paz no
se pierde nada, con la guerra todo. Amén. CANTO FINAL A Belén, por
allí, amigo, ya no se va... ya no se va.
-
Se va por la otra puerta de la ciudad. Se va por los caminos sin
luz ni paz. Por esas negras casas de duro pan.
Se va por las afueras de soledad. Se va por el respeto, por la
igualdad. Por la verdad más clara y la libertad.
Se va por la justicia y la caridad. Por la limosna sola ya no se
va. Por el amor sincero, así se va.
Se va por todo el mundo, bien claro está. Porque hoy Belén es
toda la humanidad. Que siempre en este mundo es Navidad.
¡¡¡Feliz Año Nuevo!!!
-
2 de Enero Conmemoración de la venida de la Virgen a
Zaragoza
(Y después ponemos las lecturas que corresponden al día)
CANTO
Siempre que digo madre, voy diciendo tu nombre, siempre que pido
ayuda, te estoy llamando a ti, siempre que siento gozo, es que en
ti estoy pensando, con tu nombre en los labios me acostumbro a
dormir.
Siempre que digo, madre, es que digo María, siempre que digo,
madre, voy cantando tu amor. Digo tu nombre y nombro a mi mejor
amiga, María, madre mía, y madre del Señor.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro del apocalipsis 21, 1-7
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva,
porque el primer cielo y la primera tierra han pasado y el mar
ya no existe.
Vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén,
que descendía del cielo, enviada por Dios,
arreglada como una novia que se adorna para su esposo.
Y escuché una voz potente que decía desde el trono:
Esta es la morada de Dios con los hombres, acampará entre
ellos.
Ellos serán su pueblo y Dios estará con ellos.
Enjugará las lágrimas de sus ojos.
Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor.
Porque el primer mundo ha pasado.
Y el que estaba sentado en el trono dijo:
-"Todo lo hago nuevo.
Palabra de Dios
-
Cada persona, la familia, la iglesia…, es la morada de Dios; el
Señor que se encarna hoy en
nosotros, somos presencia suya en nuestra vida, presencia activa
y transformadora para cambiar
el rumbo de la historia.
Y de cada uno quiere hacer una criatura nueva, a su imagen y
semejanza.
“Todo lo hago nuevo”, atrás queda el mal, pecado…, porque todo
ello ha sido eliminado por Dios. Salmo responsorial: Judit 13,
18-19 Tú eres el orgullo de nuestro pueblo. El Señor te ha
bendecido, hija nuestra, más que a todas las mujeres de la tierra.
Bendito el Señor, creador de cielo y tierra. Tú eres el orgullo de
nuestro pueblo. El Señor ha glorificado tu nombre: por eso, los que
en adelante guarden memoria de esta obra poderosa de Dios,
conservaran tu esperanza en el corazón.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Dios te salve, Santa María, templo de justicia,
templo de piedad para nosotros, pecadores.
Dios te salve, templo lleno del Espíritu Santo, que el Padre
eligió para el Hijo.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe
de David; la virgen se llamaba
María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
-"Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo."
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era
aquél.
El ángel le dijo:
-"No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz
un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará
Hijo del Altísimo, el Señor Dios le
dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob
para siempre, y su reino no tendrá
fin."
Y María dijo al ángel:
-¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?"
El ángel le contestó:
-
-"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el
Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu
pariente Isabel, que, a pesar de su
vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que
llamaban estéril, porque para Dios nada
hay imposible."
María contestó:
-"Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu
palabra."
Y la dejó el ángel.
Palabra del Señor
El Señor irrumpe en la vida de María con la propuesta de ser la
madre de Jesús, de una vida
fecunda en su tiempo; y también el Señor quiere entrar en
nuestra vida para hacer una historia
diferente. María le dijo a Dios que sí, ¿y nosotros?
ORACIÓN DE LOS FIELES Proclamemos la grandeza de Dios, que ha
querido que la Virgen María participara en la gloria de Jesucristo,
-haz que todos tus hijos deseen esta misma gloria y caminen hacia
ella. Tú que nos diste a María por madre, concede, por su
mediación, salud a los enfermos, consuelo a los tristes, perdón a
los pecadores, -y a todos abundancia de salud y paz. Tú que hiciste
de María la llena de gracia, -concede la abundancia de tu gracia a
todas las personas.
Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma
por el amor, -y que todos los fieles perseveren unánimes en la
oración con María, la madre de Jesús. Tú que coronaste a María como
reina del cielo, -haz que los difuntos puedan alcanzar, con todos
los santos, la felicidad de tu reino.
CANTO OFERTORIO
Venimos a ofrecerte, los frutos de nuestra tierra, racimos de
nuestras vides, espigas de nuestras eras. De la viña y del secano,
de la huerta y del trigal, recogemos estos frutos que traemos a tu
altar. Mira por nuestras cosechas del Alto y Bajo Aragón, la
Ribera, el Somontano, los Monegros y el Jalón. Y junto con los
esfuerzos y sudores del rastrojo, te ofrecemos nuestras vidas en
apretado manojo. Este trigo y este vino que cultivó el labrador,
para nosotros serán pan y bebida de salvación.
-
CANTO DE COMUNIÓN A tu mesa, Señor, nos convidas, a gozar de tu
Vino y tu Pan; pan y vino de vides y espigas, son tu propia vida,
son nuestra unidad. Tus manos de amigo nos parten tu Pan, y así
compartimos el gozo de la unidad. Es tu Pan alimento y vigor, del
hombre que se une contigo en la comunión. Tu Cuerpo y Sangre,
Señor, El Señor nos asegura son alimento de vida, que el que come
de su Carne, amasado con el fruto tendrá abundancia de vida, de la
vid y de la espiga, y no pasará más hambre, de la vid y de la
espiga, y no pasará más hambre tu Cuerpo y Sangre, Señor. el Señor
nos asegura. En tu mesa hay pan blanco y reciente, y hay un vino
que alegra y enciende, y nosotros gozosos venimos, a brindar en tu
nombre contigo.
ORACIÓN Santa María del Pilar, escucha nuestra plegaria, al
celebrar tu fiesta, Madre de Dios y madre de los hombres Reina y
Señora. Tú la alegría y el honor del pueblo, eres dulzura y
esperanza nuestra: desde tu trono, miras, guardas, velas, Madre de
España. Árbol de vida, que nos diste a Cristo, fruto bendito de tu
seno virgen, ven con nosotros hasta que lleguemos contigo al
puerto.
Esa columna, sobre la que posa leve sus plantas tu pequeña
imagen, sube hasta el cielo, puente, escala, guía de peregrinos.
Cantan tus glorias las generaciones, todas te llaman
bienaventurada, la roca firme, junto al Ebro enhiesta, gastan los
besos. Abre tus brazos virginales, Madre, vuelve tus ojos
misericordiosos, tiende tu manto, que nos acogemos bajo tu
amparo.
-
CANTO FINAL Virgen santa, Madre mía, luz hermosa, claro día, que
la tierra aragonesa te dignaste visitar. (bis) Este pueblo que te
adora, de tu amor favor implora, y te aclama y te bendice, abrazado
a tu pilar. (bis) Pilar sagrado, faro esplendente, rico presente de
caridad. Pilar bendito, trono de gloria, tú a la victoria nos
llevarás, tú a la victoria nos llevarás. Cantad, cantad, himnos de
honor y de alabanza; cantad, cantad, a la Virgen del Pilar. (bis)
Cantad, cantad, a la Virgen del Pilar.
-
Lecturas correspondientes al día 2 de enero
PRIMERA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2,22-28
Queridos hermanos:
¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo?
Ese es el anticristo, el que niega
al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al
Padre. Quien confiesa al Hijo posee
también al Padre.
En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio
permanezca en vosotros. Si permanece
en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también
vosotros permaneceréis en el Hijo y en el
Padre; y esta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida
eterna.
Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en
cuanto a vosotros, la unción que de
él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que
nadie os enseñe. Pero como su
unción os enseña acerca de todas las cosas —y es verdadera y no
mentirosa—, según os enseñó,
permaneced en él.
Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste,
tengamos plena confianza y no
quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Palabra de Dios Salmo responsorial: Salmo 97 Los confines de la
tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios. Cantad al
Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas. Su diestra le
ha dado la victoria, su santo brazo. El Señor da a conocer su
salvación, revela a las naciones su justicia. Se acordó de su
misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. Los
confines de la tierra han contemplado la salvación de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.
Aleluya, aleluya, aleluya. Hebreos 1,1-2
En muchas ocasiones habló Dios antiguamente
a los padres por los profetas.
En esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo.
-
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1,19-28
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde
Jerusalén sacerdotes y levitas a
que le preguntaran:
«¿Tú quién eres?»
Él confesó y no negó; confesó:
«Yo no soy el Mesías».
Le preguntaron:
«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?».
Él dijo:
«No lo soy».
«¿Eres tú el Profeta?».
Respondió: «No».
Y le dijeron:
«¿Quién eres, para que podamos dar una respuesta a los que nos
han enviado? ¿Qué dices de
ti mismo?».
Él contestó:
«Yo soy la voz que grita en el desierto: “Allanad el camino del
Señor”, como dijo el profeta
Isaías».
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron:
«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías,
ni el Profeta?».
Juan les respondió:
«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no
conocéis, el que viene detrás de mí,
y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia».
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde Juan
estaba bautizando.
Palabra del Señor