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BERGMAN La mirada del maestro 8 ANTÓNIO SALVADO El poeta portugués estuvo en Sala- manca y acaba de presentar un libro de prosa poética que refleja su ma- nera de captar la vida. 3 PRIMO LEVI Se reeditan en un solo volumen las obras que el italiano escribió como testimonio del sufrimiento en el campo de exterminio de Auschwitz. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005 Nadie como él ha penetrado tanto en sus personajes ni ha influido en cineastas tan dispares. Saraband nos devuelve a su único universo. N° 52 Suplemento de artes y letras 4 Ingmar Bergman, durante el rodaje de Saraband
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numero52

Mar 23, 2016

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Antonio Marcos

Nadie como él ha penetrado tanto en sus personajes ni ha influido en cineastas tan dispares. Saraband nos devuelve a su único universo. 4 N° 52 Suplemento de 8 ANTÓNIO SALVADO 3 PRIMO LEVI El poeta portugués estuvo en Sala- manca y acaba de presentar un libro de prosa poética que refleja su ma- nera de captar la vida. Se reeditan en un solo volumen las obras que el italiano escribió como testimonio del sufrimiento en el campo de exterminio de Auschwitz.
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BERGMANLa mirada del maestro

8 ANTÓNIO SALVADO

El poeta portugués estuvo en Sala-manca y acaba de presentar un librode prosa poética que refleja su ma-nera de captar la vida.

3 PRIMO LEVI

Se reeditan en un solo volumen lasobras que el italiano escribió comotestimonio del sufrimiento en elcampo de exterminio de Auschwitz.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005

Nadie como él hapenetrado tanto ensus personajes ni hainfluido en cineastastan dispares.Saraband nosdevuelve a su únicouniverso.

N° 52Suplemento de

artes y letras

4

Ingmar Bergman, durante el rodaje de Saraband

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si vieron la película El ladrón de orquídeas,se acordarán de que el guionista acomple-

jado iba a presenciar en tono beligerante unacharla de Robert McKee, el gran gurú de la es-critura cinematográfica. McKee, cuyo presti-gio le permite titular su obra más conocida sen-cillamente como El guión, pudiera parecer unabanderado del cine más clásico, incluso co-mercial si se hace de él una mala lectura. Puesbien, en ese libro de referencia, McKee viene adecir que el mejor escritor que ha conocido es

ni más ni menos que Ingmar Bergman. Sí, el pa-ra muchos pesado Bergman, ése en cuyas pelí-culas los personajes hablan y hablan de sus pro-blemas. Probablemente, Woody Allen, su granadmirador, dijera algo parecido en alguna oca-sión. Pues Bergman, a sus ochenta y cinco años,estrena una nueva película, Saraband, y eso esun motivo de alegría porque es otro peliculón,donde se mantiene toda su fuerza y esa capaci-dad para hacer transparente lo oscuro de la per-sonalidad. Damos un repaso a esta última obra

y a su trayectoria. En este número visitamostambién la trilogía sobre Auschwitz de PrimoLevi, reeditada ahora en un solo libro. Entre-vistamos al poeta portugués António Salvado,que pasó recientemente por la ciudad, y en lacrítica de libros presentamos una antología mi-litante de Antonio Miranda sobre la arquitec-tura moderna, el decepcionante último PremioPlaneta y los maravillosos cuentos completosde Flannery O’Connor, una de las revelacionesde la temporada. N

°52

1 PITOL, PREMIO CERVANTES«Sergio Pitol es, sin duda, una de esasfiguras mayores que aparecen de vez encuando, casi milagrosamente, en laliteratura mexicana. A través de losaños, Pitol ha sido capaz de sortear losinnumerables obstáculos, internos yexternos, que se le presentan a unescritor hasta convertirse no sólo en elmayor sobreviviente de su generación,sino en uno de los pocos narradores yensayistas indispensables de laliteratura en el fin de siglo. Después devarios años de permanecer como unescritor secreto, en buena medida porsu alejamiento físico de México peroasimismo por la distancia que su obramarcaba respecto a la de suscontemporáneos, por fin ha obtenidoalgo mucho más importante que elreconocimiento de la crítica: cientos,miles de lectores que ahora forman unacomunidad, una cofradía que semultiplica a diario, y para la cual suscuentos, novelas y ensayos no sólo sonuna inagotable fuente de placer, sino unmapa del vasto universo de susobsesiones, una guía por los infinitosterritorios del arte». Lo retrata así sucompatriota Jorge Volpi, uno de losintegrantes del nuevo ‘blog’ literario quese ha abierto con motivo de la Feria deGuadalajara: elboomeran.com.

2 QUE SE PREPARENLOS FAMOSOSComo todos los fenómenosacaparadores, el de ‘los famosos’ y sureflejo en la prensa llamada del corazónno ha tenido demasiada respuestacrítica. Ahora lo intenta Pepe Colubi,uno de los grandes observadores de lacultura popular. Hace poco más de unaño, abrimos este suplementoentrevistándole y hablando de televisión.Ahora publica en la editorial de ElJueves el libro Planeta Rosa. Elcasposo mundo de los famosos,famosetes, chismosos y demásmorralla. El título no deja lugar adudas. En un par de semanas leshablaré más extensamente de la quepromete ser la primera obra crítica ydivertida sobre ese submundo de lafama que poco a poco se apoderado delos horarios de máxima audiencia entelevisión y copando la cabeza del EGMde revistas. Que se preparen, a Colubino se le escapa nada...

3 OFERTA FRUSTRADAHace unas semanas les comenté la granoferta que hacía Astiberri de sucatálogo de cómics, una granoportunidad para conseguir buenasobras a bajo precio, que lo del tebeo seha puesto por las nubes y no hay bolsilloque aguante el ritmo. Pues bien, laeditorial acabó retirando la iniciativapor las quejas, y suponemos quepresiones, de los libreros, que,lógicamente, seguían vendiéndolos alprecio original. Mantener una tiendaespecializada en cómic es difícil y nodebe de ser demasiado rentable, a juzgarpor cómo cierran una tras otra.Astiberri parece haber optado por notentar tan frágiles susceptibilidades.

4 BIBI’S BOX, ENLACES JUGOSOSPARA MIRONESPero no de ese tipo de mirones queestán pensando. Bibi’s Box es undelicioso blog (bibi.org/box) queperiódicamente saqueamos.Semanalmente, publica una ingenteserie de enlaces de un determinadotema, y raramente tienen desperdicio.Todavía está reciente el especial sobreanimación, una forma de enterarserápidamente de todas esas pequeñaspelículas que pululan por la red y que nosuelen reflejarse en los medios de grantirada. Hay de todo. Comorecomendación, Edna, una especie derecorrido de Chaplin por toda lahistoria del cine, moviendo el bigote ysin perder la sonrisa ante lostiranosaurios rex de Parque jurásico yfrente al mísmísimo ET, elextraterrestre.

5 ALFREDO OMAÑA RELOADEDTrataremos aquí en breve y de unaforma más amplia esta exposición, perodesde ya les recomiendo que se pasenpor la galería Benito Esteban (SantaClara, 5) y comprueben como esteartista es capaz de reinventarse a símismo en cada exposición. El temacentral son unas flores verdes hechascon cristales rotos de botellas y suplasmación en unas brillantesfotografías. No es que Omaña hayaabandonado la pintura, que también hay,pero se ve que su manera de hacer semueve en muchas direcciones.

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005

Antonio [email protected]

Las imágenes de hoy son obra de El Señor García(elsrgarcia.blogspot.com), un artista del collage que

siempre sorprende por su delicadeza y originalidad. De

visita obligada.

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superviviente de Auschwitz, elitaliano Primo Levi (1919-1987) sintió tras su liberación

la necesidad de contar su testimo-nio como prisionero. La escrituraadquirió desde entonces para él uncarácter regenerador, dando sen-tido a una experiencia límite mar-cada por la violencia y la muerte.Al mismo tiempo que afirmabaque nunca hubiera escrito nada deno haber sido internado en el cam-po nazi, Levi sentía que sólo con ladivulgación del horror vivido po-dría llegar a evitar su repetición enel futuro. De ese deseo de contar ytransformar sus vivencias en me-moria activa de la barbarie nacenlos textos que, prologados por An-tonio Muñoz Molina, la editorial ElAleph ha recopilado en Trilogía deAuschwitz: Si esto es un hombre(1947), La tregua (1963) y Los hun-didos y los salvados (1986). El au-tor italo-judío nunca concibió lasobras como unidad, aunque lastres compartían el tema ‘concen-tracionario’ y el propósito de utili-zar el pasado al servicio de un dis-curso ético comprometido con lalucha contra el olvido. Aunque suliteratura partía de una experien-cia concreta y personal, la univer-salidad del fenómeno de los cam-pos de concentración vincula suproducción testimonial con la deotros escritores que sobrevivieronal infierno nazi como Jorge Sem-prún, Elie Wiesel o David Rousset.

A los pocos meses de ser libe-rado, Primo Levi comenzó a escri-bir Si esto es un hombre, crónicade la vida diaria en Auschwitz. Conuna prosa desnuda y sobria, el au-tor relata el clima de violencia co-tidiana con el que habían de en-frentarse los prisioneros y el con-tinuo proceso de deshumanizaciónal que eran sometidos. Los centrosde internamiento no sólo tenían elexterminio físico como fin, sinoque también perseguían la aniqui-lación mental. Transportados envagones de animales, desposeídosde cualquier rasgo personal, mar-cados como el ganado, golpeadospor sistema y continuamente hu-millados, los presos de los camposde concentración fueron tratados

con tal falta de dignidad que mu-chos de los supervivientes se plan-tearon al intentar relatar lo vividosi el lenguaje convencional podíallegar a servir como medio de na-rrar sus experiencias. Levi fueconsciente de este problema de ‘in-decibilidad’, reclamando la crea-ción de un nuevo vocabulario quepudiese expresar con todo tipo dematices las nuevas formas de ho-rror y sufrimiento que habían im-plantado los nazis. En la vida coti-diana, decía al escritor, «decimoshambre, cansancio, miedo y dolor yson otras cosas: el hambre de Aus-chwitz no es el de quien se ha sal-tado una comida». Este procesodenigrante que el lenguaje se ve in-capaz de reflejar en su totalidad noterminó con la liberación, comomuestra su novela testimonial La

tregua, que narra la vuelta a casade los supervivientes de los centrosde internamiento tras un duro pe-riplo que les llevó a recorrer mediaEuropa. «Nunca podría suceder-nos nada tan bueno y tan puro co-mo para borrar nuestro pasado»,escribía en él Levi, consciente deque nunca podría acabar con lashuellas que la vergüenza y la in-dignidad habían dejado en él.

Si esto es un hombre incluye,junto a una minuciosa descripciónde la vida cotidiana en Auschwitz,numerosas reflexiones sobre ladegradación humana y los límitesde la violencia. Sin rencor ni odiohacia sus captores, aunque de-jando muy claro en el reparto deculpas de lo ocurrido que el pue-blo alemán fue cómplice de la ins-tauración de los campos al haber

carecido del valor necesario paradenunciar su existencia, el italia-no plantea en la obra una serie detemas cuya profundización gesta-ría, años más tarde, el ensayo Loshundidos y los salvados. Ademásde intentar comprender las razo-nes de tanta violencia, el autor in-tentó descifrar en la obra el com-portamiento de los internados–fundamentalmente de los judíos,«esclavos de esclavos» que ocu-paban el lugar más denigrante enel particular escalafón social delos campos– al verse privados desu dignidad personal. Especial-mente interesante resulta su aná-lisis de la «zona gris», formadapor los prisioneros que colabora-ban con los nazis, encargados mu-chas veces de acompañar hastalas cámaras de gas a sus compa-

ñeros de presidio. La relación en-tre víctimas y verdugos demues-tra la imposibilidad de establecerdivisiones maniqueas a la hora dejuzgar un espacio tan complejocomo el ‘concentracionario’. Re-fleja también su valor degradan-te, capaz de lograr que determi-nados presos pudieran obtenerprivilegios a costa de traicionar asus compañeros, haciendo así re-caer en ellos una culpabilidad que,en primera instancia, pertenecíaa sus captores. Si algo había dediabólico en Auschwitz, según elescritor, era la capacidad del en-granaje nazi para corromper a lasvíctimas y descargar en ellas elpeso de la culpa de tal forma queni siquiera les quedara en su con-ciencia el consuelo de saberse ino-centes.

Huyendo del lamento, la ira y lavisión partidista, la experiencia dePrimo Levi se muestra ante los lec-tores con la sobriedad de quien tes-timonia ante el juez. Siendo vícti-ma, se transforma en testigo. Lamesura con la que denuncia el ho-rror, defiende la dignidad y recla-ma la necesidad del recuerdo con-vierte a su testimonio en un docu-mento imprescindible para evitarque infiernos como el Auschwitzpuedan repetirse. Absolutamenteimprescindible.

Javier Sánchez Zapatero

3culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005

Reclamó un nuevo vocabulario para expresar las nuevas formasde horror y sufrimiento: «decimoshambre, cansancio, miedo y dolory son otras cosas: el hambre deAuschwitz no es el de quiense ha saltado una comida»

PRIMO LEVI

Trilogía de Auschwitz

El Aleph, 2005

652 pp. / 29 euros

Un testimonio imprescindiblePRIMO LEVI

El Aleph Editoresreúne en un sololibro las tres obrasque escribió estesuperviviente sobresu experiencia en elcampo de Auschwitz.Su sobrio testimonioes imprescindiblepara que la historiano se repita.

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ingmar Bergman anunció sudistanciamiento definitivo delmundo del cine hace más de 20

años; tras el enorme éxito deFanny y Alexander (1982), que in-cluyó cuatro Oscar y el reconoci-miento mundial a toda su obra, eldirector sueco decidió abandonarla cámara ‘mágica’, aunque no elmundo del arte, puesto que conti-nuó ligado a la dirección escénicaen el Real Teatro Dramático deSuecia y, sobre todo, a la televisión.Fruto de sus experiencias en estemedio, sobre todo las más recien-tes relacionadas con el soporte di-gital, surge Saraband, su definitivo(¿o no?) testamento cinematográ-fico. La posibilidad de poner enmarcha un proyecto con pocosmedios y un equipo familiar des-pertaron de su letargo al director,cuyos últimos guiones en forma deexplícitas memorias habían ido aparar a manos de discípulos comoLiv Ullman –Encuentros privados(1996) e Infiel (2000)– o Bille Au-gust, Las mejores intenciones(2000). Con la paciencia y la so-briedad que le otorgan sus 85 añosy la experiencia que emana de sus

cuarenta películas como director,Saraband se convierte en un tes-timonio de enorme calado cine-matográfico e intelectual que cul-mina una carrera deslumbrante y,sobre todo, coherente con susprincipios rectores.

En su nueva película, Bergmanretrocede 30 años en el tiempo pa-ra recuperar dos de sus persona-jes más populares de la década delos setenta, los protagonistas de

Secretos de un matrimonio: Ma-rianne (Liv Ullman) y Johan (Er-land Josephson). Después de mu-chos años separados, una señal –lapresencia de lo sobrenatural o qui-zá de lo religioso– impulsa a Ma-rianne a visitar a Johan en su ho-gar a orillas de un lago, curiosacoincidencia con el retiro espiri-tual y físico del propio Bergman.El hijo de Johan, fruto de un ma-trimonio anterior, Henrik (Börje

Bergman: lecciones de ciEl director acaricia a Liv Ullman, su actriz de siempre y alumna más aventajada, en el rodaje de Saraband. A la derecha, con los dos protagonistas del filme

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005

Pocos autores hanreflexionado sobre losconflictos humanoscon la precisión y latransparencia deIngmar Bergman.Parecía que habíadejado el cinedespués de lamagistral Fannyy Alexander, perovuelve con Saraband,en la que recupera alos personajes deSecretos de unmatrimonio, treintaaños después. Unanueva entrega de uncine esencialrealizado por unmaestro de este arte.

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Ahlstedt) –un músico frustrado,obsesionado con la obra de Bach–y la hija de éste Karin (Julia Duf-venius) completan el cuarteto desolistas a los que Bergman entre-ga su última y profunda suite. Al-rededor de ellos, el director teje unentramado de relaciones que sir-ven para profundizar en la natu-raleza del matrimonio, las relacio-nes paterno-filiales y, finalmente,sobre la pérdida, puesto que la

muerte de la esposa de Henrik,Anna, es el motor encubierto delrelato.

El maestro sueco engrana es-tas cuatro piezas a su antojo, conun prólogo y un epílogo que sirvenpara que Liv Ullman –de nuevo ysiempre Ullman– hable directa-mente al espectador, cara a cara,saltándose los límites físicos de lacámara, para explicar la introduc-ción y el desenlace de la historia.

ine y vida

Luego, durante capítulos separa-dos por hábiles fundidos y suge-rentes planos de apertura, Berg-man provoca el enfrentamiento,de dos en dos, de estos músicosque se reúnen para interpretar za-rabandas imaginarias a dúo, siem-pre con los sentimientos ocultosde los personajes como referencia,que acaban emergiendo violenta-mente frente al espectador. En ca-da uno de estos ‘movimientos’ ci-nematográficos uno de los impro-visados músicos se encarga de in-terpretar las partes difíciles de laobra, mientras que el otro, el se-cundario aparentemente apoca-do, espera paciente su oportuni-dad de lucir en la réplica. Median-te este esquema musical, utiliza-

do como reflejo de la vida misma,los personajes de Bergman se re-prochan sus errores pasados y tra-tan de explicar su mundo y el desus sentimientos a través de laspalabras.

Música y teatro, de Strindberga Bach, Ingmar Bergman recono-ce que sus grandes pasiones sonver y escuchar. Saraband se plan-tea como una pieza de teatro decámara, pequeña en sus plantea-

mientos y ambiciosa en sus pro-pósitos, que deposita en el texto yen los actores, sublimes y siempreal borde del colapso físico y espi-ritual, todo su peso. Sin embargo,Bergman no rehúye el papel de ex-perimentador de lo visual y con-serva su concepto del montaje y laplanificación como herramientasde estilo fundamentales para au-nar los otros elementos: lo que seve y lo que se escucha. En este ni-vel, Saraband evoca otras obrasdel autor como, por ejemplo, Gri-tos y susurros (1972) en cuanto aluso de luz, los colores y el descu-brimiento de encuadres perfectosy meditados. La utilización radi-cal del primer plano se convierteen una fórmula capaz de expiar losdemonios internos, tanto de lospersonajes como de su creador, yacaba asfixiando al espectador,que encuentra en los planos máslargos un momento de alivio y detranquilidad física. Desde el patiode butacas se experimentan lasmismas emociones que los perso-najes sufren en la pantalla, y éstosllegan a quedar, simbólica y lite-ralmente, desnudos frente al quelos contempla. Pese a su edad,Bergman sigue siendo un directorterriblemente físico y preocupadopor la naturaleza originaria de laimagen y arremete contra la ma-teria de su obra hasta extraer todasu esencia, algo que choca con suimagen –injustificada– de creadordistante y preocupado exclusiva-mente por el mundo de las ideas.

Con todas sus vivencias perso-nales, Bergman se asimila en la ac-tualidad al profesor jubilado queinterpretó su admirado VictorSöjkström en Fresas salvajes(1957). Un hombre que se enfrentaa sus últimos años de vida y lo ha-ce desde una aparente superiori-dad intelectual y moral pero que,sin embargo, se encuentra asedia-do por terribles dudas y temores,reflejados en la presencia del sue-

ño como método derepresentación de losmismos. Fresas salva-jes fue la película quemarcó el distancia-miento de su estilomás ligero, aunquecon comedias muy no-tables como Sonrisasde una noche de vera-no (1954), e inauguróuna etapa más inquie-ta intelectualmente,donde emergieron te-

mas como la religión, las relacio-nes familiares y de pareja, la co-municación y, finalmente, la pro-pia existencia. Un ciclo que incluyefilmes magistrales como El sépti-mo sello (1957), Como en un espejo(1960) o El silencio (1963) y que fi-nalizó con otra de sus obras-mani-fiesto Persona (1996), que incluyela profética incineración del celu-loide como soporte del mundo delos sueños y probablemente delpropio cine.

Persona significó su reconoci-miento como un cineasta esencialpara entender la historia del sép-timo arte, tanto por su capacidadpara experimentar con el lenguaje

fílmico como por su depurada con-cepción del diálogo como eje de laacción. El esquema de este filmese prolongó a lo largo de otra etapacompuesta por películas como lacitada Gritos y susurros, La horadel lobo (1968) o Sonata de otoño(1973) y divulgó su legado entreuna generación de cineastas quereconocieron en sus imágenes unaverdadera referencia. Su influen-cia se mantiene en la actualidad yno hay más que fijarse en algunosestrenos de este año para percibirel vigor con que se mantiene. Wo-ody Allen vuelve a recurrir a losconflictos morales y al uso de lossueños en Macht Point, mientrasque Lars Von Trier indaga en elsufrimiento físico y en la reden-ción de la culpa en Manderlay, eincluso Michael Haneke maneja elconcepto de la imagen como algofísico y de naturaleza amenazan-te en Caché. Todas son obras re-cientes que tienen en los postula-dos del cineasta sueco, con mayoro menor disimulo, un espejo en elque contemplarse.

El cine de Bergman se presen-ta, ahora mismo, como necesario,actual y sorprendentemente vivo,algo de lo que sólo pueden presu-mir otros veteranos como Roh-mer, Rivette, Angelopoulos o Go-dard. Con Saraband ‘resucita’ sumemoria cinematográfica y con-sigue representar su universo conlos mínimos elementos, despojan-do al cine de todo aquello que élconsidera superfluo para lograrreinventar este arte centenario.Ingmar Bergman se cuestiona lanaturaleza de la narración en ca-da plano y, de paso, indaga sobrela vida y los problemas que aca-rrea la existencia de sus creacio-nes, y éstas son cuestiones quequedan al alcance, solamente, delos verdaderos maestros.

Fernando Bernal

Bergman sigue siendo,con ochenta y cincoaños, un directorterriblemente físicoy preocupado por lanaturaleza originariade la imagen

Saraband se planteacomo una pieza deteatro de cámara,pequeña en susplanteamientos yambiciosa en suspropósitos

De izquierda a derecha, imágenes de

Persona, El séptimo sello y Fresas

salvajes

5culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005 CINE

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Moral, gótico y cotidiano

Juan Marsé tenía razón

para no andarnos por las ramas: este volumenque recoge todos los cuentos de FlanneryO’Connor, casi todo su mundo gótico del sur de

Estados Unidos tantas veces calificado como realis-mo grotesco, seguramente sea, al menos en el génerode la narrativa, el libro más importante publicado es-te año. Un tanto agazapada tras la figura del inmensoFaulkner, Flannery O’Connor fue creando una obracompacta, personalísima y tan dura como el sol gol-peando a sus personajes en un mediodía de agosto.Marcada por una moral católica y por una enferme-dad que eliminó sus defensas frente a las enferme-dades, los cuentos de O’Connor dejan unos posos dealgo semejante a la moraleja, muy relacionado conesos dos pilares de su vida, y también muy relaciona-do con la literatura, de modo que ese mensaje ético vacomponiendo los temas de sus relatos. Por ejemplo, elclamor contra el desarraigo que puede leerse en losúltimos días de personajes ancianos y trasladados avivir a una gran ciudad, como sucede en ‘El geranio’,o el intento de redención mediante la mortificaciónque puede leerse en ‘El pelapatatas’, o el cuento ‘Lasdulzuras del hogar’, que trata sobre el precio del odio,sobre los odios heredados y el odio fruto del miedo.Y, como ejemplo magistral, podemos leer el relato ‘Elnegro artificial’, en el que un abuelo y su nieto, inse-guros y acobardados, se mueven en un entorno anti-natural, para verse envueltos en una situación quetrastorna su experiencia hasta hacerles conocer losextremos del pecado y del perdón, y todo sin ningúnsensacionalismo. Pues si de algo no peca FlanneryO’Connor es de sensacionalista. Ciertamente, se ma-neja en un registro dificilísimo: «El geranio que po-nían en la ventana le recordaba a Grisby, el chico delpueblo que tenía la polio, al que había que sacar to-das las mañanas en la silla de ruedas y dejarlo pesta-ñeando al sol»; o: «Había algo en aquella mirada quehacía pensar en la ceguera, pero era la ceguera de los

que no saben que no pueden ver»; o: «El general Sashtenía ciento cuatro años. Vivía con su nieta, Sally Po-ker Sash, que tenía sesenta y dos y rezaba de rodillastodas las noches rogando que él viviera hasta el díade su graduación… Vivir había llegado a ser una cos-tumbre tan arraigada en él que no podía concebir nin-guna otra situación»; o: «de cuyo rostro el permanen-te furor había borrado toda expresión, miraba un po-co de lado, con sus ojos de un azul helado y la cara dealguien que ha conseguido la ceguera por un acto devoluntad y se propone conservarla».

De este calado son los límites de la realidad a losque nos lleva O’Connor, y el mérito está en conseguirque estos seres a la espera, que actúan tímidamentepara que el rumbo de la vida se altere y que siempre setopan con algo que no previeron y que les sale mal, de-jen de ser verosímiles, es decir, pierdan su vínculo di-recto con la realidad mundial, pero sigan permane-ciendo dentro de lo creíble, es decir, atados a las lucesy sombras de lo universal, incluyendo lo que quedamás allá de nuestra percepción, pero que, no nos cabeduda tras conocerlo, existe. Aunque exista en un lu-gar fronterizo que se encuentra en medio de ningunaparte, en un sitio local donde cualquier rumbo queuno siga es, exactamente, una dirección cualquiera.De tal manera que la lectura de este volumen nos vaguiando por todas las direcciones, por aquí y por allá,tomándonos de la mano en el reconocimiento de lagente sencilla, que tanto le importa a la autora y quehacen cosas en las esquinas, en los porches, en los um-brales, en los pasillos, en los parterres o en los caminosvecinales. Eso sí, siempre ligada a sus raíces, porque sialgo tienen en común estos relatos, es que todos lospersonajes reconocen que para ellos ha existido unhogar donde echaron o pudieron echar raíces. Un librosoberbio.

Ricardo Martínez Llorca

no tiene suerteel Premio Pla-neta en la ca-

lidad literaria de lospremios que conce-de. Se ha convertidoen una tradiciónconsiderar quesiempre el finalistapresenta calidad su-perior a la del gana-dor. No es difícil quetal cadencia edito-rial se cumpla unavez más. El ganadorse lo pone bastante

fácil al finalista. Porque Pasiones roma-nas no es precisamente un modelo de na-rración. Iniciada con un curioso estado‘in medias res’ , éste se completará con unaprovechamiento peculiar del ‘deus exmachina’ clásico. El hallazgo fortuito porparte de Ignacio de la cartera de un viaje-ro del aeropuerto le retrotrae a diez añosatrás al descubrir en la cartera hallada lafoto de una antigua amante. El hallazgoserá un revulsivo psicológico al que Igna-cio no podrá resistirse. La foto de Dana esla magdalena de Proust, que llevará a Ig-nacio a Roma, donde presumiblemente

vive Dana, su amante de hace diez años.Con una visión retrospectiva (que no llegaa utilizar la sutil técnica del ‘flash back’)el lector asistirá a lo que fue la arrebatadapasión de Ignacio, un famoso abogado ma-llorquín, por Dana, una periodista. Laarrebatada pasión surgida entre ambosirá creciendo imparable, alimentada portodos los tópicos habituales en este tipode situaciones. La desgracia, sin embar-go, truncará la pasión: el accidente de unode los hijos de Ignacio lleva a éste al re-torno matrimonial. Del desaguisado amo-roso, Dana se recuperará huyendo de Ma-llorca y recalando en Roma, donde no fal-tan personajes como Matilde (mujer dearmas tomar, y viuda tres veces) que leprestará una ayuda psicológica y amisto-sa admirable. La recuperación sentimen-tal definitiva de Dana será posible gra-cias a su relación con el anticuario Ga-briele Piletti. Pasados diez años, el hallaz-go de la cartera, le permite a Ignacio llegara Roma en busca de Dana, «que los amo-res primeros... son muy malos de olvidar».Y el feliz desenlace de los antiguos aman-tes de hace diez años será posible por uncurioso empleo del ‘deus ex machina’. To-do redondo. Por si este clima de vago yrancio sentimentalismo no fuera suficien-

te, las ‘pasiones romanas’ se completancon otras relaciones amorosas. La reciapersonalidad de Matilde, mujer de tresmatrimonios, se yergue, en compañía deMaría, su amiga, como la mejor conseje-ra de Dana en su llegada a Roma y en susmomentos de crisis. La aparición de Mar-cos en Roma, (después de haber rehechosu vida con Antonia) no es menos sor-prendente. Convencido de que Mónica, sunovia, ha muerto, se encuentra con que...ha superado su estado de coma y revive.De esta forma, la Ciudad Eterna se con-vierte en el escenario de una serie de amo-res, pasiones tal vez, que nunca logran lle-gar a ser verosímiles para el lector. Ni ve-rosímiles ni convincentes. La obra por ca-recer de atractivos... ni siquiera ofrecepasajes de un sano erotismo, muy reco-mendable en un ambiente de pasionesamorosas tan arrebatadas e intensas...

Los tópicos amorosos quedan agrava-dos por el estilo en que la novelista los pre-senta. Un estilo convencional, trillado,(plagado de tópicos y con abundancia derecursos próximos a la ñoñería en muchosde sus pasajes ) convierte la lectura en unaactitud fatigosa y convencional.

Nicolás Miñambres

FLANNERY O’CONNOR

Cuentos completos

Traducción de Marcelo Covián,Celia Filipeto y Vida Ozores

Lumen, 2005

842 pp. / 20 euros

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005LIBROS

Los relatos deMark Twain

La presente antología reúne una de-cena de relatos de Samuel LanghorneClemens, universalmente conocido co-mo Mark Twain, que condensan admi-rablemente la esencia del humor ame-ricano. Pero como sucede con los gran-des escritores, la alternancia de histo-rias sirve, además, para desplegar conmaestría registros y pliegues del almahumana. En todos ellos predomina lariqueza en la descripción de ambientesy situaciones, el ritmo ágil y la preci-sión del lenguaje, que hacen de esta an-tología una magnífica muestra de laobra de Twain.

MARÍA DE LA PAUJANER

Pasiones romanas

Planeta, 2005.Premio Planeta

448 pp. / 21 euros

Los cuentos completos de Flannery O’Connor integran un libro soberbio, de los mejores del año

MARK TWAIN

Un reportaje sensacionaly otros relatos

Espasa Calpe, 2005

15,9 euros

Preguntassobre lo real

¿Es la guerra contra el terrorismo lan-zada por Bush y llevada a cabo implaca-blemente por la maquinaria bélica esta-dounidense la respuesta coherente de unanálisis racional del mundo contempo-ráneo, o la expresión atávica de un terrorpánico que no cuestiona en absoluto losfundamentos mismos de nuestro pactocon la realidad brutal del capitalismocontemporáneo? ¿De qué formas se aco-modan la crítica y la política progresistasde los países avanzados –confortable-mente instalados en una división insal-vable de riqueza, poder y seguridad res-pecto al Sur global– a la realidad pétreade la desigualdad de la economía y la so-ciedad mundiales? ¿Son la democraciay el fundamentalismo los conceptos quenos permiten pensar las ‘opciones civili-zacionales’ estratégicas de los próximosaños, o estos conceptos sobrecodifica-dos tan sólo invitan a una destrucciónparoxística de un enemigo imaginarioque imposibilita el diagnóstico desapa-sionado del mundo en que vivimos? Eneste libro, Slavoj Zizek penetra aguda-mente en el trabajo de duelo de nuestroscircuitos inconscientes para pactar conlo real tras el impacto inaudito de losatentados del 11 de septiembre de 2001y del 11 de marzo de 2004, afirmando concontundencia que únicamente una polí-tica a la altura de la desnudez del podercapitalista realmente existente puede li-brarnos de los atolladeros del neolibera-lismo, el multiculturalismo y la deriva et-no-nacionalista.

SLAVOJ ZIZEK

Bienvenidos al desiertode lo real

Akal, 2005

128 pp. / 14 euros

N O V E D A D E S

La ganadora del Planeta, María de la Pau Janer, construye una obra fatigosa y convencional

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a la que califica de «surrealismo es-cenográfico seudo-expresionista,daliniano y paleolítico». A Paul Ru-dolph lo llama «amanerado y retó-rico», y a Bofill simplemente «la-mentable». Interesante es lo queapunta sobre el Guggenheim deNueva York: «este fruto de gesti-culación senil y arrogante... vienea recoger en su seno casi todas las

cuando hace tres años nume-rosos salmantinos sensiblesse movilizaron para pedir al

Ayuntamiento de su ciudad quepor una vez no se dejara guiar ex-clusivamente por la codicia y die-ra marcha atrás en la insensatezde derribar la única joya que la ar-quitectura contemporánea habíadejado en nuestra ciudad, el depó-sito de aguas de la avenida Cam-poamor, muchos echaron en faltaun canon arquitectónico como és-te, algo a lo que poder agarrarsepara demostrar el valor de aquellamaravillosa construcción. Si uncanon literario puede servir paraacercar a muchos lectores a lagran literatura, un canon arqui-tectónico suma a ese valor didác-tico una función de preservación,pues puede evitar la demolición deobras maestras, especialmentedonde no nos distinguimos preci-samente por nuestro respeto a lagran arquitectura contemporánea.

Un canon de arquitectura mo-derna consta de una introducciónque tiene más de manifiesto quede cualquier otra cosa; el cuerpodel libro, que es un listado de 542obras puestas por orden cronoló-gico, sin jerarquías; y dos índices,uno de arquitectos que incluyeuna breve presentación a cadauno, y otro geográfico.

Es esta una obra militante, ra-dical y sin concesiones. Mirandadefiende la arquitectura modernafrente al modernismo de principiosde siglo y la posmodernidad de fi-nales. O, como diría él, defiende laverdad frente a la mentira, la ar-quitectura poética frente a la ar-quitectura artística (tal como ha-cen otros arquitectos, Miranda daa la palabra arte un sentido peyo-rativo: arte significa aquí decora-ción, diseño, simbolismo, adorno,representación y falsedad). En li-teratura el antologador no dejaríanunca de dar al menos una mues-tra de cada. Por el contrario, la ar-quitectura o es arquitectura o noes. Uno podría extrañarse de quecaigan en el mismo saco (el saco delos no canonizados) el Gaudí de laSagrada Familia, el Moneo de Mé-rida, y el barrio de Garrido. Podríaextrañar, pero es coherente.

No sabemos si Antonio Miran-da habría elegido el depósito deCampoamor de existir todavía (se-lecciona dos depósitos de agua: elde Shuya y el de Possen). Lo que sísabemos es que de la Salamancaque sobrevive a la actual orgía dedemoliciones no ha elegido ni unsolo edificio. Igual de demoledorresulta con los arquitectos: no estáni Moneo, ni Calatrava, ni Bofill: «lapresente antología personal no es-pera su utilidad primera de las po-cas obras seleccionadas sino, másbien, de las innumerables omiti-das». Y de éstas tan sólo perdonados, a las que llama «notables pe-ro no modernas»: la bolsa de Ber-lage y la estación de ferrocarril de

Saarinen. De las demás, a algunaslas cita a pie de página: al LincolnCenter de Nueva York lo llamaabominable, y sin salir de esa ciu-dad, del A.T.T. dice que nunca será«lo suficientemente denostado»; asu autor, P. Johnson, lo denomina«el gran corruptor». De su arqui-tecto preferido, Le Corbusier, noperdona la capilla de Ronchamp,

Arriba, Le Corbusier y Pierre Jeanneret: Villa Savoye en Poissy (1929-1931); abajo, Erich Mendelson: Grandes Almacenes Schocken en Stuttgart (1926-1928)

deficiencias... El citado museo esmás detestable aún por dañar se-riamente... la más extraordinariaobra de arquitectura de todos lostiempos: Manhattan en su conjun-to». Al de Bilbao ni lo nombra.

Y, ¿qué ha elegido? Los edificiosseleccionados se hallan en tan sólo29 países, entre los que no está elsudeste asiático (pero ha de tener-se en cuenta que Miranda no haquerido elegir muchos edificios delos últimos años: ha preferido de-jar que el tiempo separe el trigo dela paja). Esos 29 países se hallanmuy desigualmente representa-dos. El país que cuenta con mayornúmero de edificios canonizadospor Miranda es la antigua UniónSoviética, con 106 (el autor ha pre-ferido olvidar el hecho de que estepaís ya no existe, como tampocoChecoslovaquia: le justifica el he-cho de que todas las obras selec-cionadas pertenezcan al periodosoviético). Le siguen Alemania, con66, y Estados Unidos, con 62. Des-pués, Francia con 49 y la diminutaHolanda con 43. Checoslovaquiatiene 33 edificios seleccionados eItalia 31. Estas cifras incluyen tan-to edificios como simples proyec-tos, que son muy numerosos en elcaso de la URSS.

Las ciudades más representa-das son París, con 31 edificios se-leccionados, Moscú con 29 (sincontar los proyectos, que son mu-chos más), Berlín con 22 y Pragacon 21.

Dos tercios de las obras ‘cano-nizadas’ fueron construidas entre1920 y 1940. Esto es perfectamentecoherente con la postura militan-te de Antonio Miranda.

En cuanto a los arquitectos, és-tos son los que cuentan con mayornúmero de obras seleccionadas: LeCorbusier (43); Ginzburg (18); Al-var Aalto (17); Mendelsohn (15);Mies van der Rohe (15); Golossov(12); Vesnin (12); Terragni (9); F. Ll.Wright (9).

No es éste un libro sin mácu-la: como guía, es poco atractivavisualmente (el papel, de buenacalidad, se halla desaprovecha-do), las ilustraciones de los edifi-cios son pequeñas e insuficientes,los planos necesitan el auxilio deuna lupa, y se echa en falta unbreve comentario de cada obra,además de alguna indicaciónpráctica sobre la visita a los edifi-cios. En cuanto a la introducción,que rebosa un entusiasmo nietzs-cheano, no alcanza el nivel de po-esía que pretende y que defiende:«La auténtica y rara crítica de ar-quitectura es crítica poética»,porque la arquitectura auténticaes poesía; y, como dijo WalterBenjamin, toda crítica de poesíadebiera hacerse en poesía.

Donde hasta hace tres años lu-cía una de las joyas de la ingenie-ría civil española, hoy se levanta un‘museo del comercio’, máximo ex-ponente del mal gusto arquitectó-nico, un verdadero insulto que elAyuntamiento tuvo a bien dedicara los salmantinos una vez que la ju-dicatura impidiera el negocio envirtud del cual se derribó el depó-sito de Salamanca. Para que bru-talidades como aquélla no vuelvana ocurrir, bienvenidos sean libroscomo éste.

Garcimuñoz

Una antología higiénica

Miranda da a lapalabra arte unsentido peyorativo:decoración, diseño,simbolismo, adornoy falsedad

ANTONIOMIRANDA

Un canon dearquitecturamoderna(1900-2000)

Cátedra, 2005

460 pp. / 25 euros

7culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005 LIBROS

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«El entendimientorompe las fronteras»António Salvado es poeta yensayista portugués. Cuenta conuna amplísima obra lírica, conmás de cuarenta títulos. Lapasada semana se publicaba enPortugal su último volumen,Modulações.

ANTÓNIO SALVADO

La pasada semana, los días 24y 25 de noviembre, tuvo lugaren Salamanca el Primer Encuen-tro de Poetas y Artistas de Casti-lla y León y de la Región Centrode Portugal, bajo el lema ‘Cánti-cos de la frontera/Cánticosda fronteira’; en la organización,al alimón, se encontraban, porla parte española, el poeta y pro-fesor Alfredo Pérez Alencarty, por la portuguesa, el poetay humanista António Salvado.

El mismo día que este últimollegaba a Salamanca, desde suCastelo Branco natal, se publica-ba en Portugal, en edición de Es-tudos de Castelo Branco, su últi-mo volumen de poesía, tituladoModulações –‘Modulaciones’–,que se suma a los más de cuaren-ta que Salvado ha hecho públicosdesde 1955.

Su labor como organizadortécnico en ‘Cánticos de la fronte-ra’ esconde una carga de profun-didad nada ajena al discurso poé-tico de este discreto escritor;así lo expresa: «El entendimien-to y la comprensión de los artis-tas y poetas rompe el conceptode frontera; detrás del encuentrose halla la intención de romper,de desechar esta idea horriblede frontera; los ‘Cánticos de lafrontera’ son cánticos a algo quelos poetas quieren que no exista».

Todos los poetas representa-dos en el encuentro, tanto deuna como de la otra parte dela frontera «son de gran valor»para Salvado, como lo fueron,lo son, los fallecidos autoresa quienes se dedicó el encuentro:el vallisoletano Francisco Pino(1910-2002) y el luso Eugéniode Andrade (1923-2005). «DeAndrade –explica Salvado– fueun gran poeta y mi amigo duran-te muchos años, él era de cercade Castelo Branco; a Pino no leconocía, pero al traducir sus poe-mas he constatado que era ungran poeta».

Para ‘Cánticos de la frontera’,Salvado no sólo llevó al portuguéspoemas de Pino, sino tambiénde todos los autores españolesque participaron, entre ellosJosé Ledesma Criado, JesúsHilario Tundidor, Jesús Fonsecao Antonio Colinas –Alfredo PérezAlencart se ocupó de pasar alcastellano las piezas de los por-tugueses–.

El poeta portugués reconoceque habla «mal» el castellano–siguiendo, según cita, las indica-ciones del gran escritor portu-gués Eça de Queiroz, quien afir-maba que había que «hablarpatrióticamente mal las lenguasextranjeras»–, pero es «un granlector y en el trabajo de traduc-ción no ha habido mucha dificul-tad»; es más, afirma, «ha sido unplacer». Añade que «tal vezla proximidad de la lengua, inclu-so la cercanía psicológica, hacenque sea más fácil la traducciónque, por ejemplo, del francés».

«Habrá un Segundo Encuen-tro de Poetas y Artistas de Casti-lla y León y de la Región Centro

de Portugal el próximo año–avanza Salvado– y tendrá queser en Portugal», en cuya RegiónCentro baraja opciones para lacelebración como «Coimbra, Vi-seu... ya se verá, pero continuaráy lo hará con otros nombres».

Modulações, prosa poéticaSobre su última obra publica-

da Modulações, Salvado explicaque se trata de «prosa poética,

un pequeño diario que reflejami captación de la realidad exte-rior e intrínseca. Incluye cosasde la pasado que la memoria traeal hoy». Esas modulaciones deltítulo del libro hacen referenciaa las inflexiones del tiempo; éste«no se desarrolla en una línearecta». Estas reflexiones que po-drían estar más cerca de un cien-tífico teórico o de un filósofo na-cen de otra manera: «Creo que unpoeta filósofo es un mal poeta–afirma Salvado–; el poeta es unser que capta mejor la inmensi-dad de las cosas».

La huella de DiosUn día después de la clausura

del encuentro de poetas y artis-tas, António Salvado presentabaen Salamanca la traduccióna cargo de Pérez Alencart dealgunos textos del portuguésen los que refleja, como indicael título del libro, las Señales deDios en mi poesía, cosecha quesirvió de conferencia de clausuradel I Encuentro de Poesía y Reli-gión ‘Los poetas y Dios’,celebradoen Salamanca y en Toral de losGuzmanes –en la provincia deLeón–, los días 15 y 16 de octubrede 2004. El prólogo del libro co-rre a cargo del humanista mur-ciano Alfonso Ortega Carmona,con el título ‘Dios a la vista en elParnaso’.

Salvado se explica, sobre estapublicación: «Soy católico,no verdaderamente integradoen las líneas de la Iglesia, perosin ser un católico seguidista,creo que Dios existe dentrode nosotros y es una conquistadel día a día». Concluye casi reci-tando: «Felices aquellos poetasque encuentran a Dios y, si nolo encuentran, es Dios quien lesencuentra a ellos».

Breve biografíaAntónio Salvado (nacido en

Castelo Branco, Portugal) es poe-ta, ensayista, antólogo y traduc-tor. Su obra lírica suma cuarentay tres títulos. Ha recibido impor-tantes distinciones y reconoci-mientos en Portugal –Medallaal Mérito Cultural del Ministeriode Cultura portugués–, Brasil–Premio Chinaglia / PersonalidadCultural, de la Unión Brasileñade Escritores– o España –home-najes de las universidades deSalamanca y Pontifica de Sala-manca–.

Óscar Rodríguez

Creo que un poetafilósofo es un malpoeta; el poetaes un ser que captamejor la inmensidadde las cosas

Una imagen del poeta y humanista portugués António Salvado Jesús Formigo

culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 4 de diciembre de 2005POESÍA