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LAOCOONTE DEVORADO 4 JEAN CLAUDE El artista presenta en el DA2 ‘La Sa- la Octogonal’, una obra que actúa como un gran retablo para los toca- dos por el don de la ebriedad. 3 JACQUES TATI La Filmoteca programa un ciclo con las cuatro primeras películas del di- rector francés, que critica con humor la sociedad contemporánea. culturas TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005 El DA2 presenta hasta el 3 de abril una exposición que indaga en la capacidad del arte como espejo de la realidad N° 18 Suplemento de artes y letras 5 Arte y violencia política
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numero18

Mar 25, 2016

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Antonio Marcos

El DA2 presenta hasta el 3 de abril una exposición que indaga en la capacidad del arte como espejo de la realidad 5 N° 18 Suplemento de 4 JEAN CLAUDE 3 JACQUES TATI La Filmoteca programa un ciclo con las cuatro primeras películas del di- rector francés, que critica con humor la sociedad contemporánea. El artista presenta en el DA2 ‘La Sa- la Octogonal’, una obra que actúa como un gran retablo para los toca- dos por el don de la ebriedad.
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LAOCOONTEDEVORADO

4 JEAN CLAUDE

El artista presenta en el DA2 ‘La Sa-la Octogonal’, una obra que actúacomo un gran retablo para los toca-dos por el don de la ebriedad.

3 JACQUES TATI

La Filmoteca programa un ciclo conlas cuatro primeras películas del di-rector francés, que critica con humorla sociedad contemporánea.

culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005

El DA2 presentahasta el 3 de

abril unaexposición que

indaga en lacapacidad del

arte como espejode la realidad

N° 18Suplemento de

artes y letras

5

Arte y violencia política

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l a exposición ‘Laocoonte Devorado’ ofreceestos días un espacio para la reflexión acer-

ca de la violencia política, un tema que, en susdiferentes manifestaciones (terrorismo, in-vasiones, declaraciones de guerra o violen-cia estructural) engrosa cada día la agendade los medios informativos. La mirada quepuede ofrecer el arte, los artistas, es muy ne-cesaria desde el momento en que representaun territorio que puede salirse de los márge-nes establecidos por un tipo de censura de

baja intensidad que deja fuera de la difusiónmasiva los discursos no convencionales. El es-pacio artístico, el museo, funciona así comolugar para potenciar las voces que, aunquenunca llegarán al gran público, recogen co-rrientes y estados de ánimo que se plasmanen objetos estéticos. También ofrece una mi-rada sobre la violencia Joe Sacco, un autor decómic del que ya les hemos hablado aquí, elhombre que convierte en historietas las his-torias de los más perjudicados por los actos

políticos extremos. El mediador es su últimacrónica publicada en España. Nos acercamos,también en el terreno artístico, a la obra deJean Claude, un intenso canto a lo pasajerode la celebración y a la necesidad de la ebrie-dad como forma de reencontrarnos con nos-otros mismos. Completan el suplemento Jac-ques Tati, un cineasta irrepetible, una apro-ximación al movimiento Dadá y una lecturasin ira del fenómeno literario de los últimostiempos, Dan Brown.N

°18

1 PRIMER ACTO, HISTORIA DELTEATRO CONTEMPORÁNEO«Los 300 números que se han publicadode la revista de teatro Primer Acto,entre 1957 y 2003, se han digitalizado enuna edición facsímil. Un trabajo que sesuma a los de Pipirijaina y El Públicorealizados por el Centro deDocumentación teatral del INAEM y lasrespectivas publicaciones. La históricarevista ya está, de esta manera, alservicio de cualquier lector o interesadopara que, de una forma muy sencilla,pueda viajar por alguna de las 300portadas, buscar artículos por elcontenido o, por ejemplo, disfrutar deuna entrevista con el artífice de estavertiente de nuestra historia cultural:Pepe Monleón». Extraído de la web deArce (Asociación de revistas culturalesde España), donde pueden leersealgunos de los últimos artículos de laspublicaciones asociadas, las másrelevantes en el terreno cultural. Cine,pensamiento, arquitectura, literatura...para estar al día de lo más interesantedel quiosco.

2 DIAGONAL, UN PERIÓDICOHORIZONTAL«Nuestro modelo comunicativo tienecomo rasgo fundamental la búsquedade la horizontalidad, que entendemoscomo intercambio permanente,construcción colectiva, o comunicaciónrealmente participativa. Conseguir estoen un medio escrito que además busqueproducir informaciones rigurosas,interesantes y de calidad es realmentedifícil, pero se trata de un reto que no sepuede quedar sólo en unas buenaspalabras. En la práctica, esto seconcreta en la constitución de unaamplia una red de informadorespermanentes en los colectivos sociales(o corresponsales), cuyas funcionesprincipales sean recopilar informacionesde su espacio (geográfico o sectorial) ymantener una comunicación constantecon la redacción». Por ahora sedistribuye quincenalmente en laComunidad de Madrid, aunque prevéntener distribuidores en otros puntos delpaís, y su planteamiento recuerda alviejo semanal (y tan añorado) ‘ElIndependiente’, algo a medio caminoentre la información y el análisis.Diagonalperiodico.net.

3 EL ‘BLOG’ DE GUILLEMMARTÍNEZ«En abril de año pasado publiqué ellibro Pásalo –la portada era más fea quePichote–, un libelo en el que explicabalos sucesos del 11-M/13-M como, a) laculminación lógica de lainstrumentalización del terrorismo porparte del PP, y b) el fracaso absoluto dela cultura de la Transición –trailer: losmecanismos de nuestra cultura,tendentes a eliminar conflictos,impidieron la percepción, la descripcióny la solución de aquel conflicto; nuestracultura impidió que los medios y losintelectuales tuvieran juego de piernas;nació un nuevo juego, de piernas, através del SMS, esa cosa tan corta y quefue más larga que la aportación denuestros medios–». Es un ejemplo delrecientemente creado ‘blog’ de GuillemMartínez, al que algunos conocerán porsus crónicas veraniegas en ‘El País’,otros por sus colaboraciones en‘Interviú’ o también por un estimulantelibro coordinado por él, FranquismoPop, publicado en la colección ReservoirBooks, de Mondadori. Un análisispolítico desde otra perspectiva(guillemmartinez.com).

4 LA VUELTA AL MUNDO ENOCHENTA HORASSi la semana pasada hablábamos deJulio Verne, ahora sale un nuevo‘güilifog’, Steve Fossett, que en un avión(Virgin Atlantic Global Flyer) diseñadopor Burt Rutan acaba de dar la vuelta alglobo en solitario y sin repostar. Pareceque sudó tinta en el Pacífico porque ibaa quedarse sin combustible, pero losvientos de cola le han llevado hasta suobjetivo. La tierra es cada vez unplaneta más pequeño para losaventureros. Más en Microsiervos.com.

5 TEBEOS EN TELEVISIÓN‘La aventura del saber’ es uninteresante programa de televisión.Lástima que se emita a las diez de lamañana, cuando la audiencia es másbien escasa. La pasada semana comenzóuna serie de documentales sobredibujantes y humoristas, una serie dediecisiete espacios que se emitirán cadaviernes.

Recortes Antonio Marcos

culturas2 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005

Visión de túnel, la página donde el guionista AntonioTrashorras recopila imágenes de ilustradores, presentaalgunos de los trabajos de Jack Unruh, un artista conun aire grotesco y con una querencia especialpor los peces

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El tío de la pipa en laciudad moderna

JACQUESTATI

Jacques Tati es uno de esosbichos raros que ha dado lahistoria del cine. Sólo dirigió

seis largometrajes que quedan co-mo joyas porque fueron a la vezfundamento y cierre de un estilo,el suyo. Comedia, puesta en esce-na de cine mudo y un sentido sen-cillo pero profundo de la crítica so-cial son sus rasgos determinantes.

Jacques Tatischeff (1908-1982), de origen ruso, boxeababien, jugaba al tenis e incluso alfútbol, pero donde destacó real-mente fue en el el rugby. Con ungran dominio de su cuerpo, en losaños treinta prueba fortuna en lasvariedades francesas especializa-do en el mimo de pantomima de-portiva. Tati ve en el cine el mediopara llegar a más espectadores,el medio de Buster Keaton, deChaplin, cómicos con los que ten-drá afinidad en su manera de verel cine y en algo fundamental: lacreación de un personaje caris-mático, Mr. Hulot, interpretadopor el propio Tati, un ser despis-tado, amigo de la conversación yel trato cercano, vestido con su ga-bardina, su sombrero ‘demodé, suparaguas y su pipa. Aparece porprimera vez en Las vacaciones deMr. Hulot (1953) y se convierte enla base sobre la que Tati va a des-arrollar la tesis central de su obra:la oposición entre la naturalidaddel ser humano y la artificiosidadde la ciudad moderna, que unifor-miza y constriñe a la gente.

Tati realiza sobre este temasus dos películas más trascen-dentes, Mi tío (1958) y Playtime(1967). Entre ambas hay una dé-cada de diferencia y el autor in-cluye algunos matices, pero seinscriben en esa crítica a la ins-trumentalización de la vida favorde la eficiencia. La arquitectura,como plasmación concreta deunas formas de vida cambiantes,se sitúa en el punto de mira y losedificios se comportan como au-ténticos personajes. Pero Tati nose muestra en contra de la arqui-tectura ni de la tecnología de unmodo absoluto, sino que conside-ra que todo depende de la actitudcon la que se vive. Si en Mi tío, lacasa ‘inteligente’ e hiperdiseñadade los Arpel se contraponía direc-tamente con el caótico torreónconstruido por agregación en el

Después de su reestrenoen salas comerciales y su

edición en formato digital, laFilmoteca de Castilla y León

programa a partir de mañana, en elTeatro Liceo, los cuatro primeroslargometrajes de Jacques Tati.

Sobre Mr. Hulot,

Tati desarrolla latesis central de suobra: la oposición

entre la naturalidaddel ser humano y laartificiosidad de las

ciudadesmodernas

A la derecha,

Jacques Tati

caracterizado

como Mr. Hulot.

Abajo, fotograma

de Playtime

que vivía Hulot, en Playtime lospersonajes acaban convirtiendoun moderno salón de fiestas en unlugar para la diversión fuera decorsés. Tati parece decirnos quelas ciudades no se deshumanizansolas, el arquitecto no tiene la cul-pa de todo, sino que sus habitan-tes también debemos asumirnuestra responsabilidad en ha-cerlas humanas. En otras pala-

bras, debemos convivir por mu-chas ventajas que nos ofrezca latecnología para no hacerlo. Tatisigue siendo contemporáneo.

El cineasta fue extremada-mente detallista con su trabajo.Para Playtime construyó una ciu-dad, Tativille, con sus edificios,aeropuerto... una ciudad que só-lo algunos años más tarde crece-ría de verdad en la zona parisinade La Defense, un barrio de nego-cios que recoge toda aquella es-

tética dura del estilo internacio-nal, del racionalismo que estable-ce zonas delimitadas para el tra-bajo, el hogar y el ocio. Trafic(1971), cuya copia no está dispo-nible en España, cerrará esta es-pecie de puesta en cuestión delprograma del racionalismo ar-quitectónico que promulgara LeCorbusier en 1943.

«No creo tener derecho a cri-ticar la arquitectura de hoy en día.Simplemente me contento conhacer un film sobre nuestra épo-ca. Actualmente se construyengrandes edificios de cristal, per-tenecemos a una sociedad que legusta meterse en una vitrina. Pe-ro yo no voy a criticar, por ejem-plo, la creación de escuelas mássoleadas para los niños», afirma.

El cine de Tati va más allá deuna crítica fácil, porque conllevatodo un programa estético cohe-rente. Los planos secuencia con cá-mara fija, la práctica ausencia dediálogos, el uso de la música, la con-cepción del decorado como un per-sonaje más, un sentido del humorque tiene mucho que ver con el pu-ro mimo pero también un grancomponente humanista, un domi-nio admirable del gag visual, todosuma a sus películas. En ellas, te-nemos la sensación de que puedeocurrir cualquier disparate quenos haga reír como en los filmes deBuster Keaton y a la vez disfruta-mos por los ojos con sus arquitec-turas inventadas, sus juegos de co-lores y con ese tipo entrañable alque todos hubiéramos querido te-ner por tío que es Mr. Hulot.

Antonio Marcos

3CINE culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005

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Un retablo para eldon de la ebriedadJEANCLAUDEs

i el vino es un sacramento, elbar es una iglesia y la ebrie-dad es un don, Jean Claude

acaba de pintar el retablo de sualtar mayor. Y en esta religión tanpagana, todos sus santos disfru-tan de experiencias extáticas.Compuesta por ocho grandes pa-neles que conforman un espaciocerrado, ‘La Sala Octogonal’ queel artista presenta en el DA2 has-ta el 3 de abril, es un monumentoa la fugacidad de la celebración,un deseo por reflejar el instantegozoso, a veces esquivo, que cadauno intenta atrapar cuando salede noche.

En los antiguos retablos, elmotivo central se flanqueaba deabigarrados retratos de los do-nantes en los laterales, relevan-tes miembros de la sociedad.Aquí el centro es el espectador enmedio de ese espacio octogonalinspirado en la disposición origi-nal de los cuadros de Velázquezen el Museo del Prado. Y los quefueran donantes aquí son comul-gantes, protagonistas ellos mis-mos de una escena no jerarquiza-da, rostros con nombres y apelli-dos (pregunten por la plaza delOeste) cuyas historias componenun gran relato por mucho quenunca vayan a ocupar los lugaresen los que siguen los mismos do-nantes de siempre. La propia ela-boración material de la obra, pas-tel sobre madera, puede inter-pretarse como una búsqueda delo no ostentoso, una huida de lonoble.

Dividiendo la escena en dospartes transversales, una especiede barra de bar. Quizá esta salasea un gran bar, el auténtico ‘lo-cus amoenus’ de nuestra cultura,el lugar para el esparcimiento,para olvidar los corsés. Y con queacierto está representada la si-multaneidad de pequeños acon-tecimientos que tienen lugarallí: gente que bebe, brinda,hace burla, sonríe, se besa,conversa, fuma, hace músi-ca e incluso duerme. El ar-tista, en escorzo y con cas-co de minero, parece obser-var, buscar desde una posi-ción secundaria, como enuno de sus juegos de pala-bras, ‘atenta mente’.

Las constantes de laobra de Jean Claude estánaquí: una técnica que le permi-te ser preciso tanto en los de-talles como en las atmósfe-

ras, el conocimiento de la pintu-ra clásica, esa especie de ‘horrorvacui’ que es en realidad una pul-sión por su oficio, su preocupa-ción por el paso del tiempo, losmensajes ocultos tras los iconosde la cultura popular y comercial,la subversión de valores estable-cidos mediante la ironía y la ca-pacidad de ofrecer una alternati-va no basada en el enfrentamien-to sino en el entendimiento.

Antonio Marcos

Quizá esta sala sea un gran bar, el auténtico‘locus amoenus’ de nuestra cultura, el lugarpara el esparcimiento, para olvidar los corsés.Y con que acierto está representada lasimultaneidad de pequeños acontecimientosque tienen lugar allí

culturas4 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005ARTE

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La mirada del artesobre el terror

la violencia, también la violen-cia política, no es patrimonio denuestro tiempo, pero quizá

nunca haya estado tan extendidaa escala global. A partir de la se-gunda guerra mundial, el mundoha vivido en permanente tensión:a la política de grandes bloques en-frentados y neutralizados por sumutua amenaza militar ha segui-do la amenaza del terrorismo in-ternacional, una amenaza que sir-ve a los mismos propósitos de con-trol. Por no hablar de la violenciaestructural, que empuja a millonesde personas a desplazamientosfuera de su territorio.

Producida por el Artium de Vi-toria, la muestra reúne la obra demás de treinta artistas de todo elmundo para que ofrezcan su nece-saria mirada sobre la violencia po-lítica. «No se trata de que los artis-tas manifiesten su compromiso po-lítico, sino de que pongan sobre eltapete una idea, un punto de vista ouna opinión que al estar expresa-das con el lenguaje del arte posibi-liten un acercamiento diferente aasuntos espinosos», afirma el co-misario de la muestra, Javier Gon-zález de Durana. No se trata tantode encontrar respuestas, sino de

plantear preguntas, con la capaci-dad que tiene el arte para ver másallá de los discursos establecidos.

Como en toda propuesta colec-tiva, el resultado de esa indagaciónes dispar. Resultan muy estimu-lantes las obras que analizan el re-flejo de la violencia en los mediosde comunicación. Johan Grimon-prez denuncia con su videoinstala-ción ‘Dial History’ la convivenciacon la catástrofe a través de la te-levisión, cuyo punto culminantefue el atentado contra las torres ge-melas. Simeón Saiz Ruiz parafra-sea a Gerhard Richter con unas bo-rrosas y pixeladas pinturas que

El DA2 presenta la exposición ‘LaocoonteDevorado’, una necesaria contribución del mundodel arte al debate sobre la violencia política, untema central en la construcción de la sociedadcontemporánea

Obras de Jon

Mikel Euba,

Antoni

Muntadas,

Gabriele

Basilico y Bill

Viola. Dentro

del texto, la

pieza de Marc

Bijl. En la

primera

página del

suplemento,

obra de

Rudolf Herz

cuestionan hasta qué punto sabe-mos qué pasa realmente cuandovemos un suceso en televisión. Ig-nasi Aballí cuelga una serie de ti-tulares de periódico cercenados ysacados de contexto, con cifras decatástrofes y hechos violentos, quefuncionan como una clasificaciónque carece de sentido sin algo queexplique los números. AntoniMuntadas coloca sucesos atrocesdentro de la lógica de que el espec-táculo debe continuar.

Annika Larsson ofrece con Po-liisi una de las piezas más inquie-tantes. Una sala cerrada, con fuer-te música tecno y una proyecciónen la que miembros de la policíapresentan una imagen de autori-dad e invulnerabilidad, con una es-tética cercana a Robocop. Tam-bién inquieta la instalación de BillViola en la que personas amorda-zadas hablan en la oscuridad.

Jon Mikel Euba, uno de los ar-tistas vascos que más ha trabaja-do en relación a los prejuicios atri-buidos a gestos y actitudes, aludeen Gora a la carga significativa quese puede añadir a las palabras enuna situación de confrontación.Gabriele Basilico muestra sus pri-meras fotografías en color con unaserie sobre Beirut que refleja laerosión producida por la tragedia,y especialmente bella es la películade animación de William Kentrid-ge sobre la identidad y el exilio.

A. Marcos

5ARTE culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005

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David Humey la religión

David Hume es un autor cada día de másactualidad en nuestro país. Su obra ha sidodestacada desde el punto de vista episte-mológico, ético y político. Sus grandes tex-tos de filosofía de la religión hace tiempoque están traducidos. Pero su tarea de aná-lisis y crítica del fenómeno religioso en-cuentra un lugar más combativo y directoen los pequeños ensayos que dedica a esteasunto y en algunas de sus cartas. El pre-sente volumen de escritos breves sobre re-ligión recoge, entre otros, obras maestrascomo ‘Del suicidio’ o ‘De la inmortalidaddel alma’ (editados en castellano ya, peronunca hasta ahora en el contexto de unaamplia discusión sobre la filosofía de la re-ligión de Hume), ensayos aún inéditos co-mo ‘De los caracteres nacionales’ (en elque se incluye una muy dura crítica del cle-ro y sus inquietudes vitales) y, finalmente,una carta inédita en castellano en la queDavid Hume muestra toda su fogosidadanticlerical y la riqueza de su crítica anti-rreligiosa. En sus páginas el lector encon-trará a un David Hume combativo y radi-cal, laico, maestro del pensamiento secu-larizador, muy lejos de la imagen conser-vadora y puramente escéptica de sufilosofía que ha predominado hasta hoy díaen nuestro país.

Un libro inéditode Don DeLillo

Publicado exclusivamente en la desapa-recida revista norteamericana ‘GrandStreet’ e inédito en forma de libro hasta lafecha, Contrapunto trata temas presentesen toda la obra de Don DeLillo: la vida delartista, la naturaleza solitaria de la crea-ción artística y la obsesión por su evolu-ción en el tiempo, o la relación del artistacon su público. Realzado por fotografías yfotogramas capturados ex profeso parailustrarlo, el texto se centra en tres pelícu-las: Atanarjuat: El espíritu del ártico,Treinta y dos cortometrajes sobre GlennGould y Thelonius Monk: Straight, NoChaser; en un libro, El malogrado, de Tho-mas Bernhard, y en una vieja fotografía deMonk, Charles Mingus, Roy Haynes Char-lie Parker. DeLillo está considerado comoel escritor más influyente para la genera-ción de autores norteamericanos contem-poráneos.

DAVID HUME

Escritos impíosy antirreligiosos

Edición de José Luis Tasset

Akal, 2005

144 pp. / 14 euros

DON DELILLO

Contrapunto

Seix Barral, 2005

72 pp. / 16 euros

N O V E D A D E S

Los prodigios de Dadád

adá es inasible / como la imperfección./ No hay mujeres bonitas, / como tam-poco hay verdades». Estos versos de Pi-

cabia escritos en 1920 son buena muestra delo que los ismos y Dadá se propusieron: un ho-locausto formal que desechó la servidumbre yel academicismo para dinamitar los pilaresdel arte, no sin alguna concesión al tiempo pa-sado, aunque sólo fuera para negar sus dog-mas. Dadá aparece influido por la crisis fini-secular y responde de manera radicalmenteofensiva al encorsetamiento de la sociedaddecimonónica, tributaria a su vez de la legiti-mación racionalista del Siglo de las Luces. Eslo que ha querido señalar la profesora de laUniversidad de Sevilla, Carmen Ramírez, eneste estudio en el que revisa los prodigios deDadá. Picabia, Albert-Birot, Ribemont-Des-saignes y Tzara conforman este primer volu-men centrado en los actores que intervinie-ron en el origen y la puesta en marcha de lamaquinaria vanguardista. El libro se compo-ne de una semblanza biográfica de estos cre-adores-escritores y de un repertorio de poe-mas y prosas que respetan los logros tipo-gráficos originales.

El azar había señalado la palabra ‘dadá’ enun diccionario, convirtiéndose en la voz delmovimiento. El propio Tzara señalaría quehabía surgido «sin saber cómo». Nunca seríanconscientes de hasta donde consiguieron lle-gar, y es que, si por algo debe ser valorado elmovimiento Dadá es por abrir los ojos dequienes deseaban mirar desentrañando unanueva realidad que hasta entonces no habíasido digna de cantar. Dadá anunció las van-guardias y anticipó la nueva sensibilidad delsiglo XX. Un siglo convulso donde estos cre-adores preparan una inesperada catarsis; sontiempos de destrucción donde prima la in-vención permanente, la fuerza viva, la ener-gía creadora.... El impulso estético se conver-tirá de esta manera en la única apuesta éticaviable y por ello no se puso freno en la mani-pulación del lenguaje natural y en la experi-mentación. Todo ello intentando un arte don-

de tuviera cabida la totalidad de la expresiónartística: narrativa, poesía, pintura, escultura,música, fotografía, cine, baile, teatro, moda...La instantaneidad marcaría el ritmo de suscreaciones, el de una poesía elaborada al lí-mite de la poesía misma. Dadá es la «desinto-xicación del mundo pestilente», una destruc-ción para recomponer la libertad plena.

En el complejo edificio Dadá hombres condiversas inquietudes asumen la provocación yla experimentación contínua entre el impulsocreativo y el nihilismo. Son artistas polifacé-ticos que proceden, no obstante, de la bur-guesía acomodada y tienen acceso a los me-dios necesarios para sus composiciones. Des-de el dadaísmo incipiente del Cabaret Voltai-re, las primeras revistas de Zurich, lapublicación en París de textos dadás en SIC yen Littérature hasta el rosario de manifesta-ciones desde 1920, Dadá se había agotado enlas formas, pero no en el espíritu. Tzara secomprometió sólo momentáneamente, con elmovimiento surrealista (1929), luego con elpartido comunista, y al fin con los desastresde las guerras en Europa y en España; análo-gas trayectorias observamos en los demás.«Nosotros queremos nosotros queremos nos-otros queremos mear en varios colores». Elescándalo y su autoagotamiento se intuía enesos actos que acababan entre insultos y si-llas vacías. Ello, no obstante, perdurará en elrecuerdo colectivo. Así ciertos ecos o refe-rencias encontramos medio siglo después enlos ‘Artefactos’ de Nicanor Parra. Tendremosque esperar para poder disfrutar de una se-gunda entrega dedicada a Aragon, Breton,Soupault, Cocteau, Satie y Man Ray. Estos úl-timos suponen el impulso definitivo, la con-solidación de la heterogeneidad y la escisióndel grupo. Como vemos más que un hecho ais-lado Dadá manifestará la crisis de su mo-mento y trabajos como el presente son bue-na prueba del camino que la literatura ha te-nido que experimentar hasta hoy en día.

María Jesús López Navarro

CARMEN RAMÍREZ

Dadá Prodigioso

Cuadernos literariosLa Placeta.Fundación El Monte, 2003

180 pp.

culturas6 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005LIBROS

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El enigma de Dan Brown

encaramadas a la lista de loslibros más vendidos del pla-neta, la dos novelas publi-

cada en España por Dan Browndesafían a la crítica, a la lógica y ami ya muy menguada capacidadde raciocinio sobre los gusto lite-rarios del gran público en gene-ral y de mi modesta persona enparticular. Y es que leer tan rápi-do como lo hago no puede serbueno para nadie, como tampocolo es este fenómeno mediaticoque consagra a dos novelas inso-portablemente mal escritas, fal-tas de todo rigor narrativo y ca-paces de sonrojar a cualquier lec-tor medio de ficción quien, a pe-sar de todo, continúa devorandopágina tras página las aberracio-nes de Brown de forma obsesivay bulímica. Lo confieso, nunca hedeseado tanto que mi bebé, unángel que se duerme pronto paraque su madre lea como una ma-niaca y sólo lanza un berridocuando la serie de CSI esta en supunto álgido, haga siestas mara-villosas. Lo confieso, leí El Códi-go Da Vinci intuyendo el final, ob-viando las infinitas contradiccio-nes y la imposibilidad absoluta deque a la pareja protagonista, tan

previsible y estereotipada, le su-cedieran tantas cosas en tamañacantidad de lugares en tan escasotiempo; lo leí enfebrecida por laacción, la intriga, las reflexionesreligiosas, los elementos cripto-gráficos y las alusiones a los tem-plarios... con asombro y dedica-ción, lo confieso, pero fue caer enmis manos Ángeles y Demonios,aparecida en Estados Unidos en1999, cuando me volví absoluta-mente paranoica.

Estoy convencida de que DanBrown no es más que una marcade fábrica, un criptograma, unaentelequia sumamente dotadapara la intriga, la acción vertigi-nosa, la criptografía, los misterioshistóricos, religiosos y artísticos.Verdaderamente notable, Brownmaneja espacios, el Vaticano eneste caso, de forma magistral,convirtiendo sus vertiginosos pa-seos por Roma, tras la pista de unasesino misterioso que atentacontra los favoritos para sucedera un Papa muerto, en una tramaenfebrecida y, finalmente, agóni-ca e inverosímil que agota al lec-tor y le proyecta más allá del ri-dículo. Emociones fuertes apar-te y delirios finales absurdos, ellector de Brown agradece su ca-pacidad para ponerle de nuevo enel disparadero, pero se siente ab-solutamente engañado cuandoconstata que los elementos de latrama de Ángeles y Demonioscoinciden milimétricamente conlos de la posterior y más depura-da El Código Da Vinci. Son mu-chos los ejemplos: en ambas no-velas el criptógrafo Robert Lang-

don y sus partenaires femeninasbellísimas, atléticas e inteligentí-simas, inician una carrera des-medida contra el tempo literariotras una llamada y un crimen vio-lento en el que desaparecen las fi-guras paternales de ambas da-mas, muertes claves para resol-ver un enredo cuyos hilos uno nopuede por menos de intuir, trasuna mera lectura, incluido en elordenador de este escritor extra-ño que es Dan Brown. Es ciertoque embarcarse en una serie delibros protagonizados por el mis-mo héroe supone un juego deconstantes, sin embargo, ambasnovelas están imbricadas en unatrama común excesivamente fá-cil: da la impresión de que se hatrazado un modelo y ambas his-

a urdir la siniestra trama salpica-da de pistas culturales y cripto-gráficas, inmejorables, que debenresolver el cinematográfico galánacadémico y su hermosa e inteli-gente acompañante femenina.Repugnante.

Estoy repelida y fascinada apartes iguales por el innegable ta-lento de Brown para urdir arte-factos tan complejos adornadosde tópicos aberrantes. Por esofantaseo con la idea de que tras elsigno de Dan Brown se ocultanvarios genios alucinados dedica-dos a la fabricación de tramasatractivas que esconden secretospropósitos. Tal vez estemos anteuna conspiración de carácterevangélico decidida a dinamitarlos principios de la Iglesia Católi-ca, Apostólica y Romana, des-pués de todo, en ambas novelas elhéroe americano esta siempredispuesto para salir, en medio dela noche, a resolver los problemasde la vieja Europa siempre en lu-cha con su herencia cultural ca-tólica siempre llena de manipula-ciones y secretos que perpetúansu poder secular. O quizás, lo úni-co que me pase es que he leídoambas novelas excesivamente rá-pido y se me ha contagiado la pa-ranoia de ver conspiraciones se-cretas en todas partes, ejes delmal en los juguetes de mi niña ysignos reveladores en sus balbu-ceos. O quizás es que me duelehaber pasado un rato tan buenocon dos libros tan malos. Otroenigma.

Charo Alonso

torias se ciñen a el desesperada-mente, sin concesiones a la inteli-gencia del lector.

Resulta paradójico constatarcomo un autor capaz de manejartan sabiamente una intriga des-lumbrante y ofrecernos tan fas-cinante visión del secreto espaciodel Vaticano y sus habitantes,pueda caer en tópicos tan absur-dos, reiteraciones tan evidentes,errores históricos y finales ridí-culos. Brown parece embebido ensu propio talento para configurarfantásticas teorías sobre conspi-raciones secretas, Templarios eIluminati, descuidando detallestan nimios como la coherencia yla construcción de personajes.

Pirotecnia ocultistaLa pirotecnia ocultista es tan

atractiva que ciertos detalles pa-san desapercibidos, una caracte-rística muy propia de cierta vi-sión americana convencida deque no vamos a reparar en minu-cias tales como armas inexisten-tes o villanos satanizados que ro-zan el ridículo. Porque el primerejecutor de Brown es un asesinocruel, sexual, heredero de un pue-blo oprimido que habla en árabeclásico y que tiene todas las tarasque la generalización mas abyec-ta dedica a los árabes desde quesustituyeran en 1992, tras la pri-mera guerra del golfo, a los nazisy a los rusos en el paranoico ima-ginario colectivo. Otra constante,en las novelas de Brown, el anta-gonista es siempre doble: por unaparte el ejecutor material y cruel,y por la otra, el cerebro dedicado

Charo Alonso,después de haberleído febrilmente lasdos novelas quecopan las listas delibros más vendidosen todo el mundo,apunta una tesis:Dan Brown es unamarca de fábrica,una entelequia

Resulta paradójicoconstatar como unautor capaz demanejar tansabiamente unaintriga deslumbrantecaiga en tópicos tanabsurdos, erroreshistóricos y finalesridículos

7LIBROS culturasTRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005

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Un reportero de cómicJOE SACCO

Joe Sacco es un reporteroatípico, no escribe crónicasde guerra, las dibuja. Des-

de estas páginas hemos venidocomentando los nuevos caminosque en los últimos años ha em-prendido el medio comicográfi-co. Éstos, discurren básicamenteen dos direcciones: las que pro-ponen cambios formales (cómose cuenta una historia) y las queplantean nuevas vías argumen-tales (qué historia se quiere con-tar). La importancia de Joe Sac-co reside (aunque no exclusiva-mente) en sus aportaciones enesta última dirección, en su uti-lización del lenguaje gráfico-na-rrativo para expresar un mensa-je muy diferente de aquel quesuele rellenar las páginas de loscomics. Sacco no nos habla dehéroes superpoderosos, sino depersonas reales en situacionesextremas; no nos remite a un pa-sado histórico idealizado, sus his-torias son crónicas contemporá-neas sin espacio para el senti-mentalismo artístico. Joe Saccoes un periodista, un cronista delos conflictos recientes que hanincendiado nuestro orbe en losúltimos lustros: las guerras yu-goslavas, el enfrentamiento pa-lestino-israelí o la crisis cheche-na, ofrecen la materia prima so-bre la cual el autor americano te-

je sus reportajes descarnados ysinceros.

La última de sus obras publi-cada en España, hace ya unosmeses, es El mediador –Planeta–.En ella asoman algunas de lasmarcas autoriales característi-cas de este creador: ese dibujo amedio camino entre el realismoy la caricatura, minucioso, espe-so en sus texturas y muy influen-ciado por la vieja línea under-ground de los Crumb o Shelton;la narración en primera personaa través de un Joe Sacco-perso-naje, trasunto del propio autor;el cambio constante en el puntode vista de la narración, dando lapalabra a los personajes, prota-gonistas reales de los aconteci-mientos relatados, etc. En el fon-do, se trata en muchos casos dela adecuación al lenguaje del có-mic de recursos, por otro ladohabituales, en el mundo perio-dístico.

Sin embargo, algunas de laspeculiaridades mencionadas, do-tan al discurso de Sacco de unaimpronta personal que lo distan-cia parcialmente del relato obje-tivo, de la fría crónica de guerra:su personaje, omnipresente, sonlos ojos que nos filtran la reali-dad. Paradójicamente, esa subje-tividad, apoyada por la apariciónde infinidad de testimonios y

reales filtradas por mecanismosliterarios.

No obstante, pese a esta lige-ra carga retórica, El mediador, elrelato del confidente cazafortu-nas, mercenario en tiempos deguerra, destila un emocionanteolor a autenticidad. Si sabemosleer bajo la acumulación de anéc-dotas y testimonios que desplie-ga cada capítulo (la técnica de or-ganización preferida por Sacco),alcanzaremos a entender mu-chas de las claves del conflictoserbo-bosnio, que más allá de lascifras de muertos y la anécdotaatroz, apenas alcanzábamos a in-tuir a principios de los 90. Es loque hace a Joe Sacco uno de losmás grandes del panorama comi-cográfico presente: su facilidadpara mostrarnos la intrahistoria,su enorme potencial didáctico ala hora de iluminar los hechosesenciales entre el habitual ma-remágnum de fechas, lugares ydatos historicistas que nos sue-len regalar los medios de comu-nicación. Frente a esa visión, qui-zás necesaria, el americano nosllena de verdad con la suya o, me-jor dicho, con la que a él le conta-ron los verdaderos protagonistasde la historia, las víctimas, losverdugos y los mediadores.

Rubén Varillas

personajes reales, dota a los co-mics de Sacco de su aplastanteveracidad. El lector se cree cadapalabra de un autor que huye delas falsas retóricas y de la asep-sia del cronista: Sacco ha estadoallí y quiere contarnos lo que lecontaron, lo que le aterró. Todoello desde una actitud artísticaque prima el contenido narrati-vo y la dosificación informativa(otra marca de la casa), frente avalores como el efectismo visualo la manipulación artística.

Autoconciencia artísticaEn El mediador, esa tenden-

cia a la presencia autorial es máspatente que en algunas de susobras anteriores (Gorazde o Pa-lestina), pero desde una autocon-ciencia artística que funciona enperjuicio del resultado final. Pre-feríamos al Sacco-cronista, pre-sente, sencillo y didáctico, que alSacco-autor, creador de historias

Lo que le hace grande es su facilidad paramostrarnos la intrahistoria, su potencialdidáctico a la hora de iluminar los hechosesenciales entre el habitual maremágnum defechas, lugares y datos historicistas quesuelen regalarnos los medios de comunicación

culturas8 TRIBUNA DE SALAMANCA, Domingo, 6 de marzo de 2005CÓMIC

El autor americanoaporta al cómic unavisión periodística delos conflictos bélicoscontemporáneos,decantándose por laintrahistoria, lo queno sale en televisión.El mediador es suúltimo trabajo.