No te Suicidaras de Fabian H. Perez

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A la noche y su efímera visitante, pues dormir y

soñar no es igual, pero si son la misma cosa, esa

parte de nosotros que se niega a vivir la realidad.

Año 25 d.m.e.

Registro, SEP – INDAUTOR, Registro Público 03 – 2005 –

050413054300-01

Todos los derechos reservados.

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PERSONAJES

Julio

Ángel

Lucy

Atis

Cibeles

Sangaride

Ser

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ACTO ÚNICO

La atmósfera de las primeras escenas se

desarrolla en una habitación, a la izquierda se encuentra

una pequeña mesa y una manzana sobre ella, junto a la

mesa dos sillas que al igual que ésta se aprecian viejas y

antiguas, en la esquina inferior derecha casi en proscenio

un taburete en el que se encuentra recargado un marco

boca abajo, al fondo y al centro apenas se puede observar

una pistola que se encuentra tirada en el suelo, por el

escenario un cuchillo, unas revistas y un frasco de

pastillas.

Dicha pistola así como los demás elementos que se

vayan utilizando en el transcurso de la obra, deberán

encontrarse esparcidos por el escenario, y de la forma en

que inicien, así mismo deberán encontrarse en la escena

final.

En la escena, Julio, un joven entre los 22 y 26 años,

no importa su apariencia si no tan solo su carácter; se

encuentra sentado e inmóvil durante unos segundos, -

una vez más y por última vez, este inicio de escena debe

ser el mismo inicio de escena de la escena final- de

pronto se despierta y se observa para saber dónde se

encuentra, tiempo después toma unas revistas, y hojea

algunas páginas.

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ESCENA I

Julio: (Leyendo) Olvídate de la gordura y luce

como las estrellas... si claro... (De igual forma) ¿Quieres

tener un cutis de bebe?... (Pasa algunas hojas, lee) El poder

del universo en tus manos... ¿Qué absurdo, no?, (vuelve a

pasar una hojas, lee) ¿Sabes cuál es la palabra más larga en

español?... Anticonstitucionalmente, ¿y?, vaya

contenidos... Igual que en las ventas por televisión, fajas

reductivas, pastillas milagrosas, amuletos de la suerte,

perfumes para atraer al ser querido, o para ligar en un

antro, en fin, se puede decir que ‘sí eres infeliz compras

la felicidad con tu tarjeta de crédito’, (pequeña pausa) o

como el viejito que se te acerca en la calle y te dice que te

lleves el cachito ganador, claro, como si fuera así de fácil,

en todo caso, si es el ganador, porque no se lo queda él y

así deja de vender billetes de lotería, ¿no? digo... (Pausa)

Y pensar que hay gente ociosa que los compra... (Pausa,)

La ociosidad es la madre de todos los vicios, en esta

época un niño pasa más tiempo frente a la televisión que

en pláticas con sus papás, que cosas ¿no? ¡y nos

sorprende! Pero no tendría que ser así, yo, cuando niño,

me gustaba quitarle los tornillos a mis juguetes para ver

que tenían adentro, ¡Va a ser Doctor!, decía mi mamá; no,

no, no, más bien Ingeniero mecánico decía mi papá; y

comenzaba la discusión, que si doctor, que si ingeniero, y

mientras ellos discutían mi futuro, yo me peleaba con mi

presente, como ahora, sigo peleando con mi presente, ¿o

mi pasado?, bueno creo que eso tú ya lo sabes, supongo,

espero, no quisiera tener que... olvídalo, yo… Oye ¿en

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dónde estás? (hacia adentro) Si, ya sabes, déjame hablando

solo, al fin y al cabo que ya me acostumbré, ¡Y cierra la

puerta que se mete el chiflón del aire!, No sé porque te

hago caso si tú cuando te da la gana, te vas y me dejas

hablando solo, (transición) oye, ya en serio, ¿ya no quieres

platicar conmigo?, (transición) ¡pues que me importa!,

(transición, larga pausa) doctor, ingeniero, ellos que

sabían, ¿más tiempo en la tele?, nosotros solo teníamos

una y yo siempre la acaparaba, yo tampoco hablaba con

ellos, con mi papá, pues, cuando terminaba el año escolar

me pedía mi boleta, cuando era navidad me regalaba

ropa y cuando era mi cumpleaños me compraba un

pastel; cuando cumplí 17, me dio mi pastel, una cartera

de piel, y un paquete de condones y me dijo, ‘No vayas a

embarazar a una chamaca ¿eh? cabrón, mira o ¿quieres

acabar como yo?, viejo, panzón y con la misma vieja

desde los 18 años’, entonces yo le dije, ‘Y el producto de

eso soy yo ¿no?’, (pausa, transición), me miró a los ojos,

ambos callamos, fueron unos cuantos segundos, pero fue

un momento tan incómodo, que parecieron horas, dicen

que cuando realmente quieres a alguien, puedes estar

junto a él sin decir nada y no sentirte incomodo... y... yo...

pues, no sé, olvídalo, bueno el caso, es que mi papá

enmudeció y se fue, no sin antes decirme, ‘No lo tomes

tan a pecho chico’, los condones acabaron en la cartera y

la cartera en el fondo del ropero... (Pausa) Y con mi

mamá, con ella no me iba tan mal, solo tenía que

escuchar, que a la del ‘5’ la había dejado su marido, que a

su comadre la acosaba el doctor, que la hija de Doña

Juanita se había ido de luna de miel y que a ella nadie la

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pelaba, bueno eso no lo decía pero lo pensaba; (pausa)

¿crees que algún día los vuelva a ver?, bueno, si no los

vuelvo a ver a quién le importa, (pausa) ¿vuelves o no?,

¿por qué siempre te ocultas en la oscuridad?, ¿qué haces

cuando brilla el sol antes de ponerse?

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ESCENA II

Ángel: (Desde dentro) Observar...

Julio: ¿Observar que?

Ángel: A ti...

Julio: ¿A mí...?, ¿Por qué?

Ángel: ¿Por qué no?

Julio: No lo sé.

Ángel: Inteligente respuesta.

Julio: ¿Ah sí?, ¿crees que decir ‘no lo sé’? es

inteligente, a mí me parece más bien,

‘limitado’ decirlo.

(Sale Ángel)

Ángel: Muchas veces es más listo aceptar que no

sabemos algo, y no decir una tontería.

Julio: Que tontería.

Ángel: Me estás diciendo tonto.

Julio: No, dije que lo que tú dijiste es una

tontería.

Ángel: Y ¿quién lo dijo?

Julio: Pues tú.

Ángel: Entonces yo soy el tonto, porque cuando

alguien dice una genialidad se le dice que

es un genio ¿no?, entonces por

consecuencia, si alguien dice una tontería

es un tonto ¿no? entonces por

consiguiente yo soy un tonto.

Julio: Lo siento.

Ángel: (Transición) ¿Por qué?

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Julio: Por decirte tonto, aunque ni yo mismo lo

supiera. Oye Ángel...

Ángel: (Transición) ¡No!

Julio: ¿No qué?

Ángel: No me digas así.

Julio: ¿Por qué no?

Ángel: Porque no me gusta.

Julio: ¿Porque no?

Ángel: ¡Porque no!

Julio: Está bien, está bien, no te enojes (Pausa).

Ángel: Todos tenemos un nombre, hasta yo, en

algunas culturas tienen hasta 2 nombres o

más y...

Julio: Oye ya, olvídalo, ¿por qué te afecta tanto?

Ángel: Es que llega un momento, cuando

pierdes el... y tú, Julio ¿Por qué te

pusieron Julio?

Julio: ¿No es suficientemente obvio?... Porque

nací en el mes de julio.

Ángel: ¡Ah!

Julio: Que imaginación de mis papás, ¿no?,

pero lo peor eran las bromas idiotas de la

escuela.

Ángel: ¿Cómo cuáles?

Julio: Pues te cambian el nombre, marzo,

¡‘agosto’!, y peor cuando me decían...

‘Abril’, ¿te imaginas?, imbéciles, (entra

Ángel, pausa, Julio se da cuenta que él ya no

está) si, ya sabes, déjame hablando solo, al

fin y al cabo que ya me acostumbre, ¡y

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que cierres la puerta que se mete el aire!, ¡Es mucho

pedir!, se mete el aire... (transición), el aire... el aire es

libre va y viene, se mete a una casa, sube por las

nubes, me... me gustaría ser algo que se lleve el

viento, ponerme en sus manos y no tener que decidir

a donde ir, como llegar, aunque solo fuera polvo,

pero lo peor es que ni siquiera tengo las fuerzas para

salir de este cuarto, y no es que me esté enfermando

o no sepa lo que quiero, no, estoy bien, pero es, es

esta pereza, ¿Te acuerdas que te dije que la ociosidad

es la madre de todos los vicios?, yo creo que eso no

es cierto, yo creo que esa es la pereza, así como yo,

pero no es pereza física, no… es, es, no es pereza

mental, es, no sé, ¡esta maldita pereza que no me

deja!, e ideo muchas cosas y hago muchos planes,

pero éste sentir que no me puedo quitar de encima,

como si algo dentro de mí me dijera que saliera y

que conquistara mis sueños, pero cuando me decido,

encontrar para ello más problemas que caminos para

hacerlo, entiende no es mi cuerpo, es, es, es éste

cansancio de mi alma, de mi corazón, mis vísceras

están podridas por dentro y no las puedo revivir,

(pausa) mírame estoy en excelente condición, pero

cuando salgo a la calle, la luz, la gente, la sociedad,

las personas, coches todo, no sé, intentar hacer una

vida, tener un trabajo, ¿para qué?, trabajar todo el

día, para comprar un coche, una tele, una cama, salir

de vacaciones, ¿para qué? Si tu trabajo te absorbe y

no lo puedes disfrutar, hacer una profesión, ser

cantante, arquitecto, abogado, aprender tantas cosas

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¿para qué?, si no tiene sentido, todo al final se

pierde, se olvida, o simplemente... te mueres...

ESCENA III

(Salen Lucy y Ángel)

Julio: Mírame, estoy en excelente condición,

tengo un buen entrenamiento y nunca he

ido a un club o pertenecido a un equipo,

es que ¿sabes?, Cuando joven mi primo

Alfredo y yo solíamos ir de caza en su

establo, pero no de la manera tradicional,

no, sólo con una pistola, venados,

cazábamos venados, pero los seguíamos,

¿sólo machos? yo nunca los diferenciaba,

pero mi primo si, y él me decía cual si y

cual no, ¡entonces veíamos uno! y lo

seguíamos, (Pausa) ¡ah! mira aquí tengo

mi pistola todavía, mira, tiene una bala…

¿crees… que todavía...?, ¿eh?

Ángel: ¿No te da miedo?

Julio: ¿Qué?

Ángel: Tener una pistola.

Julio: No, porque.

Ángel: No sé, tal vez…

Lucy: Te podrías sentir,…

Ángel: Pues…

Lucy: Tentado.

Julio: ¿A qué?

Lucy: A usarla.

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Julio: Y... ¿para qué quisiera usarla?

Ángel: No sé...

Lucy: Para matar.

…

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Fabián H. Pérez

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