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, , , , , , , No es sólo una A: No es sólo una A It is Not Only an A ICONOFACTO • Vol. 5, No. 6/ p. 101-108/ Medellín-Colombia / Diciembre 2009 • ISSN: 1900-2785 Susana Aristizábal Correa Docente en calidad de investigadora adscrita a la Línea de Investigación en Publicaciones Editoriales, del Grupo de Investigación en Diseño Gráfico de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Diseñadora Gráfica de la Universidad Pontificia Bolivariana. Cursa actualmente la Especialización en Edición de Publicaciones Editoriales de la Universidad de Antioquia. (Medellín-Colombia). Dirección electrónica: [email protected] Artículo recibido el día 28 de abril y aprobado por el comité el día 25 de septiembre de 2009. RESUMEN: Los signos de la escritura inva- den la rutina humana a tal punto de con- ABSTRACT: Writing signs invade the hu- vertirse en células comunicacionales que man routine to the point of becoming se esconden tras lo que dicen. A pesar de communicational cells that hide behind esta familiaridad, siempre se pasa por what they sayo Despite this familiarity, alto ese trazo primitivo, ese tipo fundido that primitive outline, such molten lead, en plomo, ese rastro de tinta dejado por that ink trailleft by the pen ink or the pr- la pluma o por la impresora, esa tecla del inter, that key on the computer is always computador. Se propone volver la mirada ignored. Looking back to the typeface hacia el carácter tipográfico no sólo como not only as a linguistic sign, but also as signo lingüístico sino también como sig- an aesthetic sign is the proposal of this no estético. article. I, PALABRAS CLAVE: Tipografía, Escritura, KEY WORDS: Typography, Writing, Gra- Diseño Gráfico, Comunicación. phic Design, Communication. C"--). I, GEr1i1TIUHO
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No es sólo una A · ros y signos complementarios. Sobre qué escribir, con qué escribir, y en qué posición escribir fueron preguntas vitales para el desarrollo de los rasgos gráficos

Oct 13, 2019

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•,,,,,,,No es sólo una A:

No es sólo una AIt is Not Only an A

ICONOFACTO• Vol. 5, No. 6/ p. 101-108/ Medellín-Colombia / Diciembre 2009 • ISSN: 1900-2785

Susana Aristizábal Correa Docente en calidad de investigadora adscritaa la Línea de Investigación en Publicaciones Editoriales, del Grupo deInvestigación en Diseño Gráfico de la Universidad Pontificia Bolivarianade Medellín. Diseñadora Gráfica de la Universidad Pontificia Bolivariana.Cursa actualmente la Especialización en Edición de PublicacionesEditoriales de la Universidad de Antioquia. (Medellín-Colombia).Dirección electrónica: [email protected]ículo recibido el día 28 de abril y aprobado por el comité el día 25 de septiembre de2009.

RESUMEN: Los signos de la escritura inva-den la rutina humana a tal punto de con- ABSTRACT: Writing signs invade the hu-vertirse en células comunicacionales que man routine to the point of becomingse esconden tras lo que dicen. A pesar de communicational cells that hide behindesta familiaridad, siempre se pasa por what they sayo Despite this familiarity,alto ese trazo primitivo, ese tipo fundido that primitive outline, such molten lead,en plomo, ese rastro de tinta dejado por that ink trailleft by the pen ink or the pr-la pluma o por la impresora, esa tecla del inter, that key on the computer is alwayscomputador. Se propone volver la mirada ignored. Looking back to the typefacehacia el carácter tipográfico no sólo como not only as a linguistic sign, but also assigno lingüístico sino también como sig- an aesthetic sign is the proposal of thisno estético. article. I ,PALABRAS CLAVE: Tipografía, Escritura, KEY WORDS: Typography, Writing, Gra-Diseño Gráfico, Comunicación. phic Design, Communication. C"--).

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: Susana Aristizábal Iorrsa

INTRODumÚNEse paquete de 26 o más signos que los lectores occidentalesreproducimos por diferentes medios y que llamamos letras, sontal vez de las herramientas corporeizadoras de pensamientosmás valiosas que los tiempos han podido legarle al hombrecontemporáneo.Los signos de la escritura son multidimensionales y metamórfi-coso Logran constituir tanto al mensaje escrito como a comple-jos sistemas de comunicación gráfica. Pueden percibirse comorasgos expresivos o como bloques de texto compactos; estossignos tienen la propiedad de esconderse detrás de lo que sig-nifican.Se propone desde el siguiente relato hacer un breve recuentode diferentes apreciaciones del elemento "letra" en los camposde la comunicación, el diseño y el lenguaje; así como plantearpreguntas y respuestas acerca de la escritura, sus soportes einstrumentos, sus usos a través del tiempo, su influencia y es-trecha relación con el cuerpo y el pensamiento.

"Debió ser la palabra: gutural. primitiva, primigenia ... r

pero primero debió ser la palabra. Después debió ser laletra y la palabra escrita:jeroglífica, simbólica, etnográ-jica ... ¿Dfue al revés? .. "Justo Nieto Nieto (MONTESINOS y HURTUNA, 2005: 9).

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lCONOFACTO,Volumen S Número 6, diciembre de 2009UHHOOOS

Es difícil concebir la oralidadsin la escrituralidad, ambassuelen venir en el mismo pa-quete educativo contempo-ráneo. ¿Acaso la primera pro-nunciación de fonemas queemitió alguien en sus primerosmeses de vida, fue gracias aque previamente vio su repre-sentación en una cartilla, oen un tablero de pre-escolar?,¿acaso el arquetipo de las le-tras está tan arraigado en lamemoria humana?Imagine si le dijeran que enla Antigüedad tardía quie-nes construían discursos noeran quienes los escribían; yquienes los escribían nece-sariamente no eran quienespensaban el discurso. El eru-dito entonces, era quien pen-saba en el mensaje que queríatransmitir y se lo dictaba alcopista o secretario, quien erael conocedor de los signos dela escritura; éste elaboraba

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una representación gráfica dela información a partir de laidentificación de cada uno delos fonemas extraídos de la ex-presión oral del discurso (SAEN-GER,citado en, CAVALLOy CHARTIER,1997: 195).El alfabeto tuvo un fundamen-to visual y pictográfico; estopuede ser visto en los fami-liares jeroglíficos egipcios, lacaligrafía china o en los desco-nocidos petroglifos en Tolima.Estas características pictográ-ficas fueron transformándosea través de la economía delsigno y de la abstracción, esel caso del alfabeto fenicio,considerado como el primeralfabeto fonético.¿Letra hablada o letra escri-ta?, ¿sonido, forma o dibujo?,¿lo que se pronuncia es iguala lo que se ve? Ciertamenteno lo es. La letra no puede serconsiderada como evoluciónde la oralidad. Tanto oralidad

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como escritura constituyen dos proyectos culturalesdiferentes. Aprendemos las letras del alfabeto y susposibles combinaciones en términos saussureanos,donde el valor y la identidad de un signo son aspec-tos inseparables; por eso, cuando se escribe algo,es inevitable que se evoquen los sonidos que estossignos aprendidos suscitan.Es gracias a la evolución del pensamiento sígnico y ala constante producción de sistemas de signos máscomplejos, que el hombre ha podido reinventar lacomunicación desde hace más de cuarenta mil años."El trazo, el dibujo, el grafismo, la escritura, talcomo el lenguaje verbal, proceden del pensamientosimbólico y de la capacidad de abstracción" (COSTAyRAPOSO,2008: 15).El lenguaje se ve fraccionado en tantas vertientescomo sus manifestaciones lo permiten; y ante tantaproliferación expresiva, el hombre suele dividir almundo en dos: el mundo de la palabra y el mundo dela imagen, tomándose la licencia errónea de definiruno como contrario del otro y a enfrentarlos en unfrustrado proceso de emancipación. ¿Qué es la le-tra sino la grafía de un sonido? Joan Costa y DanielRaposo aclaran esta posición en La Rebelión de Lossignos:

Lo que hace la unidad esencial de la imageny el signo, o de la figuración y la escritura,nos lleva a la raíz, a la dimensión ontológica.Hay un sólo origen común, que se manifiestaen cuatro direcciones o puntos cardinales:

La voluntad de mostrar o decir son dosestrategias de una misma mente;

• La forma figurativa y la forma abstractason dos expresiones de la misma mano;Dibujo y signo tienen la misma raíz en ellatín signum, que es "signo" y "dibujo";Los símbolos de la escritura nacen de lasimágenes y se transforman en signos. Elpunto de fusión de esta metamorfosiscristaliza en su estadio intermedio entre

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: Susana Aristizábal Iorrea

la figuración y la abstracción: el picto-grama, que está en el nacimiento de casitodas las escrituras (COSTA y RAPOSO, 2008:14).

Tome un libro desconocido en sus manos, ábralo.y asegúrese de que sea uno de aquellos libros conpoco dibujo y mucho texto. Mírelo desprevenido, sinánimo de devorarlo pero sí de repararlo. Lo prime-ro que este objeto le reclamará es reconocimiento:de una sucesión de palabras que forman frases, defrases que conforman párrafos, de párrafos que es-tructuran ideas de un discurso particular. Esta clasede acercamiento el hombre lo hace diariamente contoda naturalidad, como si comiera o durmiera. Aquínos vemos frente a una paradoja: ¿cómo algo ajenoal cuerpo; cómo un rasgo material puede alcanzartal grado de naturalidad?Los signos de la escritura invaden la rutina humanaal tal punto de convertirse en célula comunicacio-nal, en ritual, en la costumbre del lenguaje. Peroadvierta que a pesar de la familiaridad, siempre se

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le escapará algo: ese trazo primitivo, esetipo fundido en plomo, ese rastro de tintadejado por la pluma o por la impresora,esa tecla del computador.Para Ferdinand de Saussure (JOLY, 2003:37), padre de la lingüística moderna, elsigno lingüístico es un constructo delpensamiento, que a través de una realidadtangible, logra evocar en la mente unaidea o pensamiento. Nuestro contactocon el mundo se afianza, porque podemospercibir su materialidad con la inmedia-tez de nuestros sentidos, es por esto quelas características de la forma influenciandirectamente el valor o significado quese le dan a los signos. Darle corporeidadal pensamiento es un proceso cognitivocomplejo; identificar, extraer y trasladarel mundo de las ideas al mundo de los sig-nos es un simulacro de la mente humanaen su afán por darle ropaje a aquello queno lo tiene. El pensamiento es inmaterial.los signos tienen cuerpo en la medida enque el hombre los hace suyos, los utilizay los renueva. Se propone entonces la si-guiente tesis desarrollada en cinco pun-tos (BENJAMIN, 1968: 471-496):

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• El pensamiento no tiene una realidad tangible.• El pensamiento solo existe cuando recibe un ro-

paje material.• El soporte material condiciona el pensar.

El pensar cambia cuando el soporte material setransforma.

• El pensar depende del uso particular del soportematerial.

"Al elegir los símbolos como nuestro nicho evolutivoelegimos la máquina más poderosa que existe en eluniverso: nos convertimos en Homo Symbolicus. Elsímbolo no sólo transmite significado, también loamplifica. Le da nuevos poderes" (DEACON, citado enCOSTA y RAPOSO, 2008: 20). El signo tiene entonces lapropiedad de dar forma al pensamiento, de amplifi-carlo y extenderlo a diversos estadios discursivos.El carácter tipográfico tiene esa propiedad de es-conderse detrás de un sonido, de una expresión o deuna palabra que significa más que el mero signo. Vi-sualice entonces una A corpulenta y firme en mediode una página en blanco. ¿Qué pensaría usted que setrae esa A?, ¿un grito?, ¿un suspiro?, ¿Ausencia?, se-guramente pensará que eso, que está ahí plantado,es una Ay simplemente una A, porque así le enseña-ron a nombrarla. La misma Acon la que escribía y de-cía m-a-m-á. Pero antes que todas las palabras quedecimos e hilamos, y después del fonema pronun-ciado, la A aquí escrita es una estructura compuestapor dos diagonales reflejadas y una horizontal, quetiene un sonido, una forma física de fonación, unahistoria de aprendizaje y de representación. Pode-mos llamarla letra, tipo o signo, pero ante todo, estaA es un rasgo del pensamiento, y es necesario reite-rar en que dichos rasgos no sólo lo significan desdesu valor sino también desde su forma.La escritura es un instrumento multiforme que hasufrido diversas metamorfosis gracias a los inven-

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tos, a los cambios de paradigmas socio-culturales o científicos y a la organizacióndel mundo según las épocas.Los griegos se apoyaron sobre sus rodillas,los escribas egipcios se acurrucaban paraescribir sobre las largas hojas de papiro,el niño se sienta en su pupitre con lápizy borrador de nata para escribir sobre uncuaderno rayado; y muchos de nosotros,nos sentamos en una silla ergonómicafrente a una pantalla de computador yoprimimos teclas rotuladas con cada unade las letras del alfabeto romano, núme-ros y signos complementarios.Sobre qué escribir, con qué escribir, y enqué posición escribir fueron preguntasvitales para el desarrollo de los rasgosgráficos de las letras. Estas preguntasse traducen en la preocupación por elsoporte, la herramienta y el cuerpo (pre-ocupaciones mucho más anteriores quela escritura misma), aspectos que lograntransformar la constitución morfológicadel carácter tipográfico y su calidad en laexpresión y transmisión del mensaje. Laescritura cuneiforme y la escritura capitallatina tuvieron como soporte la piedra,por lo que eran necesarias herramientasduras que dejaran mella sobre el duro sus-trato; el cuerpo de quien tallaba la piedraquizá debía estar inclinado y propinandogolpes certeros dejando como resultadolíneas de texto toscas pero permanentes,

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Susana Aristizábal Correa

en un material en el que el tiempo no mostrara tantosu inclemencia. Para la escritura uncial, utilizada enla elaboración de los códices, la herramienta era lapluma que se deslizaba sobre vitela o pergamino, eltrazo pudo ser más fluido gracias al uso continuo dela gota de tinta y al apoyo del cuerpo de un monjesobre un atril que le proporcionaba equilibrio. Losromanos también hicieron uso de punzones para es-cribir sobre tablillas de cera, y de cálamo o tallo dejunco para escribir con tinta.La unificación de un sistema de escritura, la preocu-pación por el texto legible y por el transporte de lainformación, fueron igualmente aspectos que influ-yeron considerablemente sobre la apariencia de lasletras desde perspectivas socioculturales. Es el casode la minúscula caroiinqio, nacida de la reforma dela escritura durante el gobierno de Carlomagno quebuscaba la renovación intelectual y religiosa, asícomo la sustitución de múltiples grafías locales porsolo un tipo de escritura con el objeto de unificar unreino e imprimirle un carácter nacional.También como ejemplo está la decisión que tomóGutenberg al fundir sus primeros tipos móviles ba-sado en el prototipo de los caracteres góticos (dis-tinguidos por sus empates y terminaciones en ángu-lo, resultado del uso inicial de una pluma de puntaI \ truncada), buscando continuidad en las dinámicasde lectura anteriores a la invención de la imprenta.O Identificamos una sistematización ytecnificación en

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UEraOSfIS II:

la producción de caracteres tipográficospara lograr la reproducción en masa detextos; y sin embargo, en un principio, noencontramos cambios significativos ensus rasgos, pues se reconoció la necesi-dad de hacer sólo modificaciones parcia-les en aras de la composición de un textolegible y comprensible para los lectoresde la época. En 1445, año de invención dela imprenta, es cuando podemos comen-zar a hablar de tipografía.Tipografía del griego (-rÚ7to<;) typos, se-llo, marchamo, y (ypá<pro) graphein, es-cribir (MONTESINOSy HURTUNA,2005: 17). PhilBaines y Andrew Haslam, reconocidos di-señadores de tipografía, la definen comoel "sistema de notación y organizaciónmecánica del lenguaje" (2005: 7), defi-nición muy apropiada teniendo en cuentala renovación técnica y tecnológica men-cionada anteriormente.El diseño de la forma del tipo y la tipo-grafía están encaminados a transmitir unmensaje, y dicho mensaje subyace en elmanto del texto leído, es por eso que laforma del mensaje influye directamenteen el entendimiento del contenido. La ti-pografía es intrínsecamente lenguaje vi-sual (BAINESy HASLAM,2005: 6) puesto quetiene una resonancia que permite apoyar,ampliar o enfatizar el mensaje; una mul-tidimensionalidad, pues no sólo es capazde transmitir mensajes verbales, sinotambién visuales y sonoros; una agudeza

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visual que implica que el lector vea y sea capaz deinterpretar la información tipográfica (CARTER,DEMAOyWHEELER,2001: 34, 35).Redonda, itálica, negrita, expandida o condensa-da; las fuentes son capaces de sugerir ambientes,emociones, actitudes, épocas, industrias y culturasen función de sus características visuales. Con fre-cuencia, cuando la tipografía transmite mensajesvisuales, lo hace figurativa o metafóricamente, node modo literal. Podemos potenciar el mensaje es-crito eligiendo con criterio las fuentes y aplicandovariables formales a las palabras y al texto, ya seaalterando la textura, la direccionalidad, la posición,el color, la repetición, la distorsión, el ritmo, laexageración y/o el contraste (CARTER,DEMAOy WHEELER2001: 57). Retomando los puntos cardinales de Cos-ta y Raposo, se propone un quinto punto cardinal: laletra que se convierte en imagen, la metamorfosisdel signo lingüístico en signo estético.Todo cambio realizado sobre los sistemas comuni-cativos, tendrá grandes consecuencias sobre susdinámicas de uso. La transformación de las formasde escritura (estilística del carácter tipográfico),repercute en la transformación de los hábitos delectura, (convenciones creadas para dar a entenderun discurso): el paso de la escritura continua a ladiscontinua con la decisión de separar palabras conpuntos y luego con espacios en blanco, introdujonuevas condiciones a los códigos de escritura y lec-tura, relacionados con la toma de aire y las pausasa la hora de ejercer la oralidad (SAENGER,citado en,CAVALLOy CHARTIER,1997); también el diseño de nuevasfamilias tipográficas en busca de soluciones estéti-cas o de legibilidad de la información escrita en me-

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No es sólo una A:

dios impresos o electrónicos, sirven parailustrar dichas consecuencias.Sin embargo, las decisiones tipográficasson tomadas también por quienes escri-ben con puño y letra: el grafiti sobre elmuro en la calle o las notas despistadassobre los pupitres de madera de un salónde clase, lo que se escribe en el tablerocon tiza o con marcador borrable.La consciencia por el carácter tipográficose pierde en la medida en que éste se vafundiendo con otros de su misma especie,y esta es su razón de ser: poder ser leídouno tras otro sin dificultad. Pero corremosel riesgo de pasar por alto aquellos perfi-les tipográficos que hacen de un escritoalgo afable o monstruoso según sea laintención, para remediar este riesgo abrala boca, diga: "aaaaa", y sea conscientede la sonoridad que su voz le imprime alfonema; luego escríbala y advierta que allado de otras aes ésta, la suya, tiene sucarácter propio.El pensamiento se materializa en escritu-ra a través del cuerpo, la escritura a su veztransforma al cuerpo, lo condiciona en eltiempo y en el espacio; la impronta deja-da por el signo materializado y percibidoalterará nuevamente al pensamiento, quesin duda alguna, buscará materializarsenuevamente. La escritura entonces ponea prueba al cuerpo y al pensamiento.

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: Susana Aristizábal (arrea

No es soLo una A. Fue unA hueLLA en LApiedrA, fue ALph pArA fenicios, ALephpArA hebreos, Apis pArA egipcios; ALfApArA griegos. VocAL AbiertA y primerALetrA deL ALfAbeto. Es eL sonido que seproduce cuando con La bocA bien AbiertAeL Aire pAsA haciendo vibrAr LAs cuerdAsvocaLes. Si bien La A es deLgada y gris seLa LLevará eLviento, o si es gruesa y rene-grida, se enraizará en La página de papeLpara esconderse nuevamente detrás de Loque dice.Las formas deL Lenguaje humano demues-tran una propiedad LLamada arbitrarie-dad: no pueden, de ninguna forma, ade-cuarse a Los objetos que denotan (YULE,1998: 33) y es gracias a esta propiedadque eL hombre juega aLjuego deL Lengua-je: Loimagina, Lotransforma a su antojo,y con este juego actuaLiza e inventa nue-vos usos para Las piezas de su juego. Elsigno no es Loque fue ayer, ni será Loquehoyes.

!CONOFACTO,Volumen 5 Número 6, diciembre de 2009

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