¿QUIÈN CUMPLE AÑOS? ‐13 de Diciembre: Enmanuel Montero Nievas. ‐16 de Diciembre: Vanesa Cosme Barbero. ‐22 de Diciembre: Penélope Montero Nievas. ‐25 de Diciembre: Soraya Mojonero. ‐3 de Enero: Abel Tostado Mayoral. ‐5 de Enero: María García Sánchez. ‐15 de Enero: Santiago Óses Monteagudo. ‐21 de Enero: Andrés Tostado Cintero. ‐27 de Enero: Luis Sánchez Pizarro. ¿Quieres recibir éste boletín cada edición en tu correo electrónico? Envíanos un correo electrónico a la cuenta “[email protected]”, con tus datos y la cuenta de correo electrónico en la que quieres recibir la edición, y te enviaremos nuestro boletín bimestral mediante correo electrónico. Dirección de iglesias de Extremadura: Juan Cosme, Presidente del consejo de Miajadas. 665271625 Paco Galán Loro, Presidente del consejo de Mérida. 639088710 Esther Ruíz, Pastora referente. 652069127 Iglesias de Extremadura: Miajadas (Cáceres), C/ Veguilla nº 22; CP: 10100 Mérida (Badajoz), C/ Suarez Somonte nº 66; CP: 06800 Edición: Abel Tostado Mayoral Contactos: ‐Iglesia de Miajadas: [email protected]‐Edición de la revista: [email protected]Octubre y Noviembre de 2011 Edición bimestral nº 19
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¿QUIÈN CUMPLE AÑOS? ‐13 de Diciembre: Enmanuel Montero Nievas. ‐16 de Diciembre: Vanesa Cosme Barbero. ‐22 de Diciembre: Penélope Montero Nievas. ‐25 de Diciembre: Soraya Mojonero. ‐3 de Enero: Abel Tostado Mayoral. ‐5 de Enero: María García Sánchez. ‐15 de Enero: Santiago Óses Monteagudo. ‐21 de Enero: Andrés Tostado Cintero. ‐27 de Enero: Luis Sánchez Pizarro.
¿Quieres recibir éste boletín cada edición en tu correo electrónico? Envíanos un correo electrónico a la cuenta “[email protected]”, con tus datos y la cuenta de correo electrónico en la que quieres recibir la edición, y te enviaremos nuestro boletín bimestral mediante correo electrónico. Dirección de iglesias de Extremadura: Juan Cosme, Presidente del consejo de Miajadas. 665271625 Paco Galán Loro, Presidente del consejo de Mérida. 639088710 Esther Ruíz, Pastora referente. 652069127 Iglesias de Extremadura: Miajadas (Cáceres), C/ Veguilla nº 22; CP: 10100 Mérida (Badajoz), C/ Suarez Somonte nº 66; CP: 06800 Edición: Abel Tostado Mayoral Contactos: ‐Iglesia de Miajadas: [email protected] ‐Edición de la revista: [email protected]
Octubre y Noviembre de 2011 Edición bimestral nº 19
¿Ángeles o
Demonios?
Por Sara Mayoral Loro, miembro de la Iglesia de El Redentor de Miajadas. Porque también los demonios creen y tiemblan. Santiago 2:19. Desde que por primera vez leí éste versículo en la palabra de Dios, me provocó intranquilidad. ¿Cómo era posible, me decía, que una vez que has creído, también puedas seguir siendo malo, y temblar ante la advertencia del castigo anunciado que conlleva no obedecer al mandato divino? Me sentía imperfecta y era consciente de mi pecado, y me preguntaba a mí misma,
casi sin querer: ¿seré yo así?; me daba cuenta que el corazón se llenaba de muy buenos propósitos que casi nunca eran puestos en práctica, y me volvía a preguntar medrosa: ¿será cierto que soy una de éstos? La palabra de nuestro Señor me fue mostrando el camino para aclarar mi desconcierto indicándome a la vez la senda perfecta, liberando mi alma de negativas, lista para abrirse a la paz, conduciéndome sin tapujos hacia el Altísimo. En 1ª de Juan 3:10‐14 se manifiesta con fuerza: En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo; todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. En 1ª de Juan 4:20 nos vuelve a repetir: Si alguno dice yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. El que no ama a su hermano permanece en muerte. En 1ª de Pedro 5:5 se nos insta
con firmeza: Porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Y así igualmente tenemos los diez mandamientos en éxodo 20, donde se nos prohíbe y advierte con total resolución lo que no hemos de tocar, condenándonos nosotros mismos en nuestra desobediencia. En Mateo 7:21 nos asegura: No todo el que dice Señor, Señor,… entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Lo que realmente Dios quiere, lo encontramos en Colosenses 3:12‐15y17: Vestíos pues como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable
misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; (…) Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él. Mi debilidad sigue ahí, pero las promesas del Eterno también lo están, como no dice en 2ª de Corintios 12:9: Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Y a partir de esto todo lo puedo en Cristo que me fortalece. El cristiano está echando un pulso continuo en su día a día frente al mal, un pulso que a veces acaba siendo victoria, y otras derrota. Pero tenemos el diccionario de la vida, la armadura de la palabra divina, frente a la tentación. Su espíritu Santo que nos conduce a la verdad. También nos aconseja en la siguiente cita: Resistid al demonio y huirá de vosotros. Sabemos que la perfección completa y absoluta es imposible para el ser humano, prueba de ello fue la imperiosa necesidad del sacrificio y muerte en la cruz de nuestro Señor Jesucristo para pagar por nuestro pecado antiguo y
presente, y para nuestra reconciliación con Dios. Por esto Él nunca nos va a pedir más de lo que podamos dar; pero si nos dice: Niégate a ti mismo y sígueme. Sé humilde de corazón y hallarás descanso para tu alma. Y nos
advierte en Hebreos 11:6: Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerque a Dios, crea que le hay y que es galardonador de los que le buscan. En el Apocalipsis, último libro de la Biblia, está grabada la firma auténtica y legítima del Padre Eterno, inspirador de este libro, junto a todos los demás de la Biblia, creador del Universo y de todo ser viviente. Aquí está enmarcado el pasado y el presente de la vida, y también y sobre todo, el futuro diferente, majestuoso y cierto de la Eternidad. En el capítulo 22, Él concluye: Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para daros testimonio de éstas cosas en las Iglesias. He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último. El que da testimonio de éstas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. Y ahora preguntémonos a nosotros mismos: ¿Ángeles o Demonios? Sara Mayoral Loro
Navidad
Por Juan Cosme, presidente de Consejo de la Iglesia de El Redentor. Se acerca la navidad y no quisiera perder la oportunidad de reflejar en estas líneas algo tan importante y trascendental para la humanidad. El nacimiento de Jesús marca un nuevo momento en la vida cristiana, pues se trata del nacimiento de una persona que se hizo hombre para la salvación del mundo, aunque el mundo de entonces no le acogió como lo que era: el ENVIADO DE DIOS en la tierra. Alguien puede decir y discrepar sobre la fecha, el 25 de Diciembre, y no le falta
razón pues ésta ha sido una fecha que el mundo cristiano hace ya siglos adopto para su celebración. Este hecho del nacimiento de Jesús no es una casualidad pues ha sido anunciado por todos los profetas hasta su llegada. Bien es cierto que en aquellos tiempos el pueblo judío estaba dominado por los romanos y ellos esperaban un salvador que los liberase de esa opresión, y en ese momento se encuentran con alguien que predica el Amor y el Arrepentimiento de pecados para la salvación, y eso no encajaba con sus esperanzas. Hay un gran número de profetas que anunciaron la venida de Jesús pero sobre todo el profeta Isaías en el capítulo 53, nos da una perspectiva muy clara de lo que iba a suceder. Lo importante no es la fecha ni en la estación en la que nos encontremos, sino que Él nació para nuestra libertad, que estuvo entre nosotros, y que murió por nuestros pecados en la cruz; pero sobre todo, que resucito, pues como dice el Apóstol San Pablo, si no creemos en eso nuestra FE es vana y de nada nos vale. Debemos celebrar la Navidad con verdadero espíritu y proclamar a los cuatro vientos la venida del Salvador. Con estas líneas y esa pequeña reflexión solo quiero desearos una
FELIZ NAVIDAD Juan Cosme
Ayer y hoy
Por Andrés Tostado, secretario de consejo de la iglesia El Redentor de Miajadas. Queridos hermanos, amigos, lectores de éste boletín,… que el Señor nos bendiga a todos, que Él sea quien dirija nuestro entendimiento. Los tiempos que corren no son fáciles, pero Dios es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Soy un hombre que ha pasado de la mediana edad, con casi cincuenta y ocho años; Buena parte de mi vida ya ha pasado, por lo tanto, he adquirido parte de experiencia. He visto cambiar muchas cosas desde mi juventud hasta este momento. He conocido parte de la pobreza, y también de los tiempos de bonanza. En la pobreza añorábamos
comer un plátano, o tal vez una onza de chocolate, o alguna chuchería; en tiempos de bonanza hemos despreciado muchos alimentos, tal vez sin pensar que cuando hemos vivido esta bonanza, había muchas personas en situación de pobreza que también añoraban esa onza de chocolate.
Dios nos ha dejado prosperar y crecer en la abundancia, y tal vez en muchas ocasiones hemos llegado a olvidar que es Dios el que nos ha dado esa providencia; vemos en nuestras iglesias la necesidad de pastores, pero lo más grave no es que la falta sea de pastores, sino de seminaristas. Tenemos
que empezar a pensar ¿dónde está nuestra fe? ¿no será que nos hemos hecho un poco egoístas pensando únicamente en nuestro bienestar económico? Decía al principio que Dios es el mismo ayer y hoy, y por los siglos. Si queremos analizar su grandeza, sólo nos basta mirar las estaciones del año: primavera, verano, otoño e invierno. El verano ha sido seco y árido, donde la hierba se seca y la flor se cae, y el calor nos agobia; hasta que el Señor nos trae de nuevo lluvia, ya sea temprana o tardía, para que nuestros ojos vean los campos como una alfombra totalmente verde, después vendrá el invierno, con sus nieves, y lo cubrirá todo de blanco; luego en primavera brotará la flor, y de nuevo el verano donde la hierba se vuelve a secar, y la flor se cae, pero la
palabra y la obra del Señor permanece para siempre. Estos pensamientos me llevan a recordar las palabras de Salomón, en el libro de
Eclesiastés 1:9‐11: ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará, pues nada nuevo hay debajo del sol. En éste análisis y en este momento, nos encontramos en una situación de esas en las que el semáforo está en rojo por la crisis. Pidámosle a dios que torne esa luz en verde, la cual necesitamos para avanzar hacia adelante, así como da el verdor de los campos, pidamos perdón a nuestro Dios, porque algo hemos hecho mal, y vayamos a Él con un corazón humillado y arrepentido. El sabe cuáles son nuestras necesidades, y nunca nos va a abandonar, pero es necesario que delante de dios se doble toda rodilla. Que el Señor nos bendiga y nos guarde ahora y siempre. Amén. Andrés Tostado.
Mi Señor.
Escritor anónimo del boletín de las Iglesias Evangélicas de Extremadura. A mi alrededor hay dolor, a mi lado hay oscuridad, junto a mi hay amargura y desaliento. El sentimiento de desamparo me alcanza. Mi Señor: ¿Cómo explicar tu amor cuando el dolor golpea? ¿Cómo hablar de tu luz en medio de la oscuridad? ¿Cómo manifestar tu gozo cuando hay amargura? ¿Cómo expresar tu fuerza si el desaliento nos invade? ¿Cómo no sentirse sólo en la crisis del desamparo? Mi Señor, sólo nos queda ser fieles en estas tinieblas, por la luz que un día vimos. Sólo nos queda ser fieles en estas amarguras, por el gozo que un día vivimos. Sólo nos queda ser fieles en este desaliento, por la fuerza que un día nos diste. Sólo nos queda ser fieles en este desamparo, por la protección que un día experimentamos. Mi Señor, sólo nos queda ser fieles… y esperar en ti. El corazón se me puede de pena romper, pero mi fe no la perderé. Anónimo
Es Adviento, no te duermas.
Por Ricardo Moraleja Ortega. Estudiante del Seminario Teológico unido (SEUT) y candidato al ministerio pastoral, así como miembro de la Comisión Permanente de la Iglesia Evangélica Española
“En aquel tiempo dijo Jesús: “Permaneced despiertos y vigilantes, porque no sabéis cuándo llegará el momento…”. Mc 13.33‐37 Adviento es el tiempo de la promesa, de la espera, de la vigilancia. Aguardamos expectantes, igual que el centinela aguarda la llegada del amanecer, sabiendo que, después de la noche, vendrá la luz; después de estas cuatro
semanas de Adviento, celebraremos con ilusión desbordante que Jesús, que es la Luz que ilumina lo profundo de la vida, vino a habitar en medio de nosotros. El versículo que encabeza esta reflexión está tomado del evangelio de Marcos, y forma parte de un discurso que los teólogos llaman “escatológico”. Rara palabra para referirse a aquellas cosas que ocurrirán al final de los tiempos. Este es un tema que da para pie a muchas divagaciones y, a más de uno, ponerle los pelos de punta. Un poco de historia. En el primer siglo, al igual que ocurre hoy, muchas personas lo estaban pasando realmente mal: guerras, terremotos, hambre, enfermedades, tiranía de los gobernantes, injusticia descarada, etc., y por si todo esto no fuese suficiente, un puñado de hombres y mujeres que se decían seguidores de Jesús de Nazaret y que querían vivir conforme a las enseñanzas de aquel rabino cruelmente asesinado colgado en una cruz, tenían que sufrir en sus propias carnes la despiadada persecución que algunos judíos y gentiles habían emprendido contra ellos. Había quien todo esto lo interpretaba como señales precursoras del fin del mundo. Pero aquel rabino de
Galilea había dicho: “Cielo y tierra pasarán, pero lo que no pasarán serán mis palabras. Nadie sabe el día ni la hora” (Mc 13,31). Jesús no quería mensajes catastrofistas, especulaciones absurdas sobre la fecha del fin del mundo, ni pérdidas de
tiempo. Lo importante no era discutir o calcular, sino estar en vela. El evangelio de Marcos, en este tiempo de Adviento, es una invitación a no perder la esperanza en medio de las graves dificultades, tanto las de entonces como las de ahora. El pasaje completo del evangelio que hoy hemos leído (Mc 13.33‐37) es un valioso consejo a mantener una actividad de vigilancia activa en nuestra vida, y un generador de preguntas de profundo calado: ¿Cómo me veo a mi mismo? ¿Soy anunciador de desventuras o de esperanza entre los que me rodean? ¿Anuncio la llegada de Jesús siempre, en cada cultura, en cada tiempo, en cada persona que está a mi lado o al otro lado del ciberespacio? ¿Vivo con intensidad cada día, con la urgencia de la vigilancia, de quien no quiere dormir ni dormirse en los laureles porque es consciente de la importancia de la misión que aquel rabino galileo también te encomendó a ti, y a mí, como discípulos suyos que somos?
Oración
Ayúdame, Señor, a mantenerme despierto, a no dormirme, a no dejarme vencer por el sueño, por la noche, la inconsciencia, la pereza… Quiero seguirte y estar a tu servicio y al de mis hermanos. Quiero tener mi lámpara siempre encendida. Y ayúdame a desplegar, a poner en juego, todos mis talentos en el servicio del Reino. Ricardo Moraleja Ortega
Salvador Íñiguez Mateo, en el 75º aniversario de su asesinato en Granada
Por Gabino Fernández Campos. (Fuente: Actualidad Evangélica. Autor: Gabino Fernández Campos) Según la certificación del Juez Municipal y Secretario, del Distrito del Campillo en Granada, hace 75 años que, “D. Salvador Íñiguez Martelo, de 39 años de edad, natural de Cádiz, domiciliado en Granada, de profesión Pastor Evangélico, de estado casado y deja seis hijos, falleció en la demarcación de este Distrito el día cuatro del actual a las cinco treinta minutos a consecuencia de disparos por arma de fuego, según resulta de la orden recibida y su cadáver recibió sepultura en el Cementerio de esta capital”. El protagonista de nuestra presente colaboración, nació el mes de abril del año 1897, en Cádiz. Luego, en 1913, lo encontramos estudiando con los jesuitas en Granada,
hasta el año 1918. “Lo que está claro”, afirma su nieta Julia, “es que queda totalmente defraudado y su salida no es fácil”. De esta nueva etapa, sin que podamos precisar el orden, conocemos tres hechos vitales en Salvador Íñiguez. Escribe en prosa y verso, en el diario EL LIBERAL, Cádiz, se casa y acepta la Reforma. Desde 1929 a 1934, ministró como Pastor de la Iglesia Evangélica Española (IEE), en Extremadura. Residía en Santa Amalia (Badajoz), pero también predicó en Miajadas e Ibahernando, de la provincia de Cáceres. Al proclamarse la Segunda República y con ello, la libertad de cultos, que tanto facilitó la expresión pública, oral y escrita las Iglesias Evangélicas, retomó la pluma y escribió “Por tierras extremeñas” y “La Verdad te hará libre”. El primero de ellos, es la crónica de varios actos de propaganda evangélica, fuera de sus templos y a veces acompañado al piano por su esposa, en Santa Amalia, Miajadas, Ibahernando, Escorial, Robledillo, Herguijuela y La Conquista. Y se publicó el año 1931 en varios números “España Evangélica”, semanario protestante madrileño. Le damos la palabra, que podáis leer un fragmento: “Aquí, en Ibahernando, mi querido lector, han ocurrido, como ves, cosas fantás‐ticas al calor de la sotana sobremesa de sacristía. Pero sígueme leyendo y verás cosas sabrosas que, como pasadas, resultan de solaz y de enseñanza. Hace unos años, en visita llamada pastoral, vino un obispo acompañado de su
secretario, hoy deán de Toledo, Polo Benito. En comitiva teatral y aparatosa, como la que emplean para todos sus actos, que hacen recordar con ellos las fantocherías y molicie de los sultanes de la Arabia, pasaron por delante de nuestra Casa Misión echando vivas al obispo y mueras a los protestantes. Pero como vive el que tiene que vivir y muere el que tiene que morir, al día si‐guiente, lector amigo, es atacado el obis‐po de súbita enfermedad, y que quiera que no, tuvieron que pasarlo muerto por delante de los protestantes vivos. Aquel día no hubo vivas y mueras, sino la rea‐lidad de los hechos vivos. Parece un cuento o unas líneas arrancadas a una novela, pero el hecho es rigurosamente histórico. En otra ocasión, una familia protestante se hizo católica. Los cogieron, armaron con ellos la bulla y campanazo corres‐pondiente. Vino expresamente Polo Benito, hubo fiesta especial en la Iglesia del pueblo, repique de campanas, trajes de luces, procesión, abjuración solemne, los rebautizaron, sermones, discursos, vino, dulces, en fin, que nunca en el pueblo hubo teatro tan complicado y bonito. Pero se terminó la función, el tiempo bajó el telón y como siempre se cumplió lo del refrán: «Si te he visto no me acuer‐do». ¿Qué quedó, caro lector, de todo aquello? Una bolsa vacía y rota, un cora‐zón deshecho y una inteligencia inquieta, prendida, a la vista de todos, en las zar‐zas de las realidades de la vida. En este pueblo, los labradores cristianos protestantes no podían respirar. El cura,
con su famosa Caja de Ahorros, los estrechaba y perseguía, en vez de poner cura y alivio a la miseria y aprieto de los despedazados por la miseria y el dolor aliviándolos y socorriéndolos en sus apu‐ros, fuese cual fuese el modo de pensar religioso de los desheredados de la fortu‐na. El cura de Ibahernando es preciso que sepa que la verdadera caridad debe preguntar solamente ¿qué necesitas?; pero nunca ¿piensas como yo? Ya lo dijo Cristo: el amar a los amigos lo hacen hasta los fariseos; el mérito del cristiano está en socorrer y amar a nues‐tros enemigos". El otro, publicado en Cáceres el año 1933, es un folleto de 15 páginas, dirigido a los “Ciudadanos y amigos de Miajadas”, firmado también por el Pastor Evangélico Salvador Iñiguez Martelo, y se titulaba “La Verdad te hará libre”. Y se iniciaba así: “Ciudadanos y amigos de Miajadas: Perfectamente sabéis y por todos vosotros es bien conocida la labor que sobre este querido pueblo vengo desarrollando, para avivar vuestros corazones y despertar vuestras inteligencias, del temor e ignorancia en que tenía sumido al ciudadano español, una monarquía absolutista y clerical. Mi actuación no es un secreto para nadie. Por calles y plazas públicas he dejado oir mi voz, y a las multitudes que hasta aquí han sido perseguidas y humilladas se les puede preguntar por mí, que ellas pueden dar testimonio mío. A ellos me acerqué para decirles que tuviesen paciencia y resignación en las penas, pero Esperanza ardiente para
luchar sin descanso, por las mejoras y consuelos a que los hijos del dolor son siempre acreedores.
Nunca he aconsejado una resignación pasiva y ciega, porque sé que mata al desgraciado, y mientras tanto, da vida y satisfacción al granuja, dando lugar a que el vivir de los hombres, ruede con demasiadas penas para unos y demasiadas risas para otros. He aconsejado, sí, una paciencia y resignación noble y viril, pero alumbrada por el sol de una Esperanza sin límites, que con la espada de la fe, y el escudo de la razón, se rompa sin piedad todo lo an‐tiguo que cegaba y maniataba, y se lancen los trabajadores a la conquista de las nuevas libertades y de las nuevas normas de Derecho. Vayamos buscando la verdad y la Justicia y el triunfo será nuestro. Dos años llevo ya aquí con vosotros, rompiendo lanzas contra el fantasma del pasado, que ya ni sombra va teniendo, debido al fuerte despertar del pueblo ”.
En enero del año 1934, pasó a ser el Pastor de la congregación de la Iglesia Evangélica Española en Granada. Donde, Salvador Iñiguez, y como resume el historiador holandés Klaus van der Grijp, “continuó la preocupación por la política que ya había manifestado en Extremadura. Apenas instalado en Granada, le vemos en el vecino pueblo de Asquerosa profiriendo una «conferencia religioso‐cultural » contra el capitalismo y contra la propiedad privada, «probando todo esto por sentencias de los antiguos Padres de la Iglesia y por el Evangelio». Y allí estaba al iniciarse la Guerra Civil, tiempo en el que “en las zonas ocupadas por los sublevados los protestantes eran gravemente perseguidos”. En contra de lo que se anunció en el BOLETÍN DE INFORMACIÓN RELIGIOSA, desde Cataluña, su esposa y seis hijos no fueron fusilados. Y bien lo puede afirmar, Julia, una de sus nietas que me pasó valiosísima información y la foto que ilustra esta colaboración. Le paso la palabra a tan directa informadora: “Para mi abuela y sus hijos fue una pérdida irreparable. Mi madre aún lloraba cuando recordaba momentos con su padre, Pero nunca nos transmitieron odio. Sí el horror de una guerra civil, que, como mi madre decía: “que no tengáis que vivir nunca”. También se ha ocupado del caso el periodista granadino Eduardo Molina Fajardo (Granada, 1914‐1979), en su libro sobre la Guerra Civil en Granada. Donde da los nombres de quienes
fueron fusilados como él. El 4 de septiembre del 1936, fueron cuarenta los asesinados. "Ese día", nos sigue narrando Julia, “cuando fue mi abuela a la prisión a verlo (como todos los días), le dijeron que se lo habían llevado a Viznar". Entre las pertenencias que fueron devueltas a su esposa, se encontraba el Nuevo Testamento y,dentro, escrito a mano, una dedicatoria para su hijo primogénito y un pensamiento: “Es inútil refugiarse en la ilusión de que existen épocas y mares definitivamente serenos en todos los instantes. Siempre están preparados el horror de sus truenos y la insuperable violencia destructora de sus remolinos y huracanes. Navegar es como vivir, y cvivir así es mantenerse firme sobre las aguas bravas y espumosas olas. Adelante pues.". Para los que desean saber más de su vida y obra, pueden leer: APUNTES EN EL CENTENARIO DE LA IGLESIA EVANGÉLICA DE IBAHERNANDO Gabino Fernández Campos (pp. 409‐543) de IBAHERNANDO. Historia, Imágenes y Costumbres. VV. AA. Asociación Cultural Ibahernando Cáceres, 2010. RESUMEN DE HISTORIA DEL PROTESTANTISMO EN ESPAÑA ( Siglos XIX y XX ) Klaus vander Grijp Kiev, Ucrania, 2008 (EN PRENSA) Gabino FERNÁNDEZ CAMPOS Director del Centro de Estudios de la Reforma y Coordinador de Ágape.
Por Abel Tostado, delegado del departamento de Asuntos Externos de la Iglesia de El Redentor de Miajadas. Una vez más, se llevó a cabo el sínodo nacional de la Iglesia Evangélica Española, el cual tuvo lugar en Palma de Mallorca desde el 29 de Octubre al 1 de Noviembre del presente año. Gracias a Dios, pude asistir por tercera vez en mi vida a ésta convención en la que se dan a conocer todas las actividades realizadas en las iglesias de nuestra querida IEE (Iglesia Evangélica Española), se analiza la trayectoria de los proyectos que se llevan a cabo en el seno de la misma, y se prevén futuras líneas de actuación mediante las cuales sigamos creciendo como iglesia nacional. Explicar en éstas líneas todo lo correspondiente a cada una de las
iglesias, y cada uno de los proyectos, no sería practico ni llevadero para ustedes, queridos lectores, asique prefiero plasmar las sensaciones que en éstos días pude sentir, para intentar de éste modo transmitiros alguno de los sentimientos que florecieron dentro de mí durante este viaje, y todos los pensamientos que han surgido en mi cabeza fruto de esta experiencia, destacando dos en especial, la Acción Social y la situación de la Juventud de la IEE. Para empezar quisiera hacer mención a la acción social que la IEE está desarrollando en distintos puntos del país; explico algunos casos a continuación: ‐Acción Social Protestante en Madrid, con uno de sus proyectos “Ropero Consuelo Olmo”, el cual intenta
satisfacer las necesidades básicas de abrigo y alimento de todas las personas que se acercan a sus instalaciones (una media de 2.700 personas anuales). ‐Asociación Camino en Alicante y Valencia, que está realizando entrega de ropa y enseres para el hogar a personas necesitadas, así como entrega de alimentos recibidos por Cruz Roja Española (30 toneladas en 2011 repartidas entre unas 1200 personas y 70 lactantes), junto con la entrega de pan y alimentos propios para atender puntualmente las necesidades más urgentes. También sostienen una “Escuela de Acogida” con 75 alumnos; y “Pisos de Acogida”, por periodos anuales, para personas que se quedan sin vivienda y no tienen recursos para pagar alquileres o letras. ‐Asociación Evangélica Frater‐Nadal en Barcelona, que en el último ejercicio ha ayudado a más de 700 familias, es decir, más de 2500 personas, repartiendo más de 250 toneladas de alimentos, además de ropa y cubriendo otras muchas necesidades sociales. ‐La IEE también está colaborando en otros escenarios sociales a través del Servicio Social Evangélico El Faro, en Barcelona; entre sus proyectos se encuentra el “Centro Abierto Moisés”, que está dirigido a la población infantil de 3 a 14 años en situación de riesgo y/o exclusión de la ciudad de Santa Coloma de Gramenet (atendiendo a 30 menores y sus familias); la “Oficina de Acogida”, que intenta dar respuesta a situaciones de riesgo social a través de la orientación, la derivación y el
acompañamiento personalizado (proyecto hombre, centros de reinserción, actividades socioculturales y formativas…); “Hogar El Faro‐Bolivia” que abre sus puertas en Bolivia en el último trimestre de éste año 2011, y que intentará dar acogida a 5 niñas‐adolescentes embarazadas (embarazos forzados) o con bebés sin recursos económicos y personales, dándolas cobijo, apoyo, formación,… Toda esta labor es complicado resumirla en unas cuantas líneas, y seguramente he dejado atrás el trabajo de otros muchos que desde el seno de la IEE están colaborando con muchas personas necesitadas. En cualquier caso, enumerar estos proyectos vuelve a provocar dentro de mi interior el mismo revulsivo que sentía al escuchar en el Sínodo a las personas que nos informaban sobre éstos trabajos realizados allá en sus destinos. Me daba mucho que pensar, pues sentía complejo de inferioridad ante estas personas que mediante sus iglesias locales estaban realizando un trabajo difícilmente igualable. _Quizá mis esfuerzos no están siendo los suficientes, quizá me estoy acostumbrando a mis limitaciones, o quizá mi trabajo dentro de la iglesia no está sirviendo para leer las necesidades sociales que nos rodean ‐me pregunto‐. Todas estas dudas me llevan a evaluar las capacidades de mi congregación (Iglesia El Redentor de Miajadas), y entiendo que ésta no tiene ni de lejos envergadura suficiente para afrontar proyectos de éstas dimensiones, y quizá lo abrasivo de nuestra trayectoria los
últimos 15 años, nos ha ido dejando sin fuerzas a la hora de promover iniciativas locales entorno a la acción social. En mi análisis no olvido los esfuerzos que muchos de mis hermanos derrochan día a día en su entorno cotidiano, pero… ¿qué podemos hacer como iglesia en éste sentido? ¿cómo puedo reanimar a mis hermanos para realizar una acción conjunta en ésta dirección? Mi naturaleza joven, mi espíritu emprendedor, mi carácter inconformista,… me llevan a idear ciertas acciones que no encajan con la realidad de las capacidades de mi iglesia, y en cierto momento incluso llego a pensar que mis hermanos no están haciendo todo lo necesario, que ellos no están poniendo toda la dedicación necesaria. Pero cuan equivocado estoy, pues no me corresponde a mí idear unos u otros proyectos, ni tampoco exigir o evaluar la dedicación de los que me rodean. Fruto de ésta reflexión, he entendido que mi
misión es animar a mis hermanos a hacer todo lo posible, a reflexionar y actuar; y unirme a ellos en toda iniciativa que brote en el día a día. Si bien no tenemos envergadura para realizar grandes proyectos, si que tenemos la suficiente capacidad para unirnos a otros proyectos ya iniciados en otros lugares, como ya venimos haciendo desde hace algún tiempo con la Acción Social Protestante. Por esto, mi estancia en el Sínodo me ha ayudado a comprender que quizá nuestra misión sea adherirnos, en la medida de nuestras capacidades, a esas organizaciones que ya están trabajando en paliar éstas necesidades. Nuestro trabajo a partir de ahora quizá sea reflexionar sobre la manera de unir nuestras fuerzas a las de éstas personas desde la distancia. Quizá nuestros pobres recursos sirvan de mucho allá donde ni siquiera vemos su incidencia. Quiero animar a mi iglesia desde éstas líneas a trabajar en este
sentido. Dejando a un lado la Acción Social, hubo algo que me
conmovió profundamente. Llegando el ecuador del Sínodo, pude observar algo que me entristeció un poco. Miré a mi alrededor, y comprobé
que estábamos unos 10 o 15 jóvenes de entre 20 y 30 años, los cuales estábamos formando parte del Sínodo, sí, pero de una forma pasiva, sentados, escuchando, sin formar parte de lo que allí se comentaba, sin expresar lo que sentíamos, sin opinar sobre la trayectoria de la IEE. Entonces me surgió la siguiente pregunta sobre el relevo generacional: ¿Cuándo nos toca a nosotros dar el paso adelante? He de decir que mis compañeros, los jóvenes, tuvieron una reacción inmediata a la situación, y decidieron reunirse para reflexionar sobre la Ponencia de Pedro Zamora (de la cual ya hablaré en otro momento), y sobre la aplicación que podemos hacer de ésta en la IEE, tanto en las generaciones que poco a poco se marchitan, como las que poco a poco van floreciendo; ésta reflexión tuvo resultados muy positivos, los cuales se hicieron sonar en el seno del Sínodo. Pero aparte de esta reacción puntual, que si me permiten, era de esperar, traslado ésta pregunta “autocrítica” a todos los jóvenes de la IEE, los que estuvimos allí y los que no se encontraban en el Sínodo, los que visitan sus iglesias los domingos, mirando como unos pocos ancianos luchan contra el tiempo, soportando la carga de nuestra tan amada Iglesia Evangélica Española: ¿Cuándo nos toca a nosotros dar el paso adelante? ¿Cuándo seremos capaces, no de recoger, sino de exigir el testigo? ¿Cuándo nos daremos cuenta de que lo que necesita nuestra iglesia para ser atractiva no es otra cosa que a nosotros mismos, los jóvenes? Si ellos, con
muchos menos recursos y con muchos más obstáculos nos están ofreciendo una herencia tan rica, ¿cómo nosotros, jóvenes, más preparados y estudiados, no somos capaces de utilizar ese talento que nos han dado para multiplicar su valor? ¿Realmente nos vamos a dedicar a guardar este talento hasta que ya no
podamos utilizarlo? ¡Ahora es nuestro momento!, y no valen las reflexiones culpándolos a ellos de no saber transmitirnos la fe; pues ellos han plantado la semilla en nuestro interior, Dios, a través de nuestros predecesores, ha plantado esas semillas en nuestros corazones, pero nos toca a nosotros regarlas cada día para que broten con fuerza, para que nuestra nueva savia pueda restaurar la quebrada y cansada corteza de éste gran árbol que es la Iglesia Evangélica Española. Os animo sinceramente y desde lo más profundo de mi ser, a involucraros en la tarea de vuestras iglesias, a comprometeros con vuestro futuro, pues todos los esfuerzos que realicemos dentro del seno de nuestras iglesias hoy, será beneficio que recibiremos mañana. Sin más, agradecer a estas pequeñas‐grandes personas que me acompañaron en el Sínodo y me hicieron sentir de nuevo uno más: Simón, Ivette, Gabriel, Javier, Rebeca, Cristian, Ricardo y Gema. Fdo.: Abel Tostado Mayoral Fracción publicada en el Blog de Jóvenes de la IEE. (Reflexiones juveniles sobre el 74 Sínodo de la IEE ¡AHORA ES NUESTRO MOMENTO! por Abel Tostado)
El Verbo hecho carne En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Jua 1:2 Este era en el principio con Dios. Jua 1:3 Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. Jua 1:4 En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Jua 1:5 La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Jua 1:6 Hubo un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan. Jua 1:7 Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, a fin de que todos creyesen por él. Jua 1:8 No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz. Jua 1:9 Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. Jua 1:10 En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. Jua 1:11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. Jua 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; Jua 1:13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios. Jua 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Jua 1:15 Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Jua 1:16 Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Jua 1:17 Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. Jua 1:18 A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Iglesia de El Redentor de Miajadas ‐Domingo 4 de Diciembre a las 12:30 h: culto de segundo domingo de Adviento. Organizado por los miembros de la iglesia. ‐Sábado 10 de Diciembre a las 18:00 h: estudio bíblico dirigido por la pastora Dña. Esther Ruiz. ‐Domingo 11 de Diciembre a las 12:30 h. culto de tercer domingo de Adviento y Santa Cena. Dirigido por la pastora Dña. Esther Ruiz. ‐Domingo 18 de Diciembre a las 12:30 h: culto de cuarto domingo de Adviento. Organizado por los miembros de la iglesia. Fin Bazar Benéfico. ‐Domingo 25 de Diciembre a las 18:00 h: culto especial de Navidad. Organizado por los Jóvenes de la Iglesia. Con la participación de los más pequeños con sus actuaciones. Colecta especial de navidad para el Hogar El Faro‐Bolivia. ‐Domingo 1 de Enero a las 12:30 h: culto habitual. Organizado do por los miembros de la iglesia. ‐Sábado 7 de Enero a las 18:00 h: estudio bíblico dirigido por la pastora Dña. Esther Ruiz. ‐Domingo 8 de Enero a las 12:30 h: culto de Santa Cena. Dirigido por la pastora Dña. Esther Ruiz. ‐Domingo 15 de Enero a las 12:30 h: culto habitual. Organizado do por los miembros de la iglesia. ‐Domingo 22 de Enero a las 12:30 h: culto habitual. Organizado do por los miembros de la iglesia. ‐Domingo 29 de Enero a las 12:30 h: culto habitual. Organizado do por los miembros de la iglesia.
LOS CULTOS EN LA IGLESIA DEL “ESPÍRITU SANTO” DE
MÉRIDA SE REALIZAN TODOS LOS DOMINGOS A LAS 10:30 DE LA MAÑANA