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Para casi todos ha sido evidente,desde principios de los 90s,
queel orden económico mundial na-cido de la posguerra ha muerto
casi de-finitivamente. Tras alcanzarse un largoperíodo de
crecimiento sin igual entrefines de los 40s y comienzo de los
70s,las economías tanto de países desarro-llados como
subdesarrollados, experi-mentaron posteriormente un largo perío-do
recesivo. Recesión que fue enfrenta-da en los países desarrollados
con unproceso de desregulación general de la
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOSPAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO:
UNA VISIÓN DESDE ADENTRO
ALEJANDRO SANCHO R.*
RESUMENLa globalización ha sido descrita como el proceso de
instaura-
ción de un nuevo orden económico mundial, el de la economía
global deun mundo sin fronteras. Este artículo pretende aclarar qué
sentido tienela noción de globalización y cuáles son algunas de sus
implicanciaspara los países en vías de desarrollo a través de una
exposición y análi-sis breve de algunas de las ideas fundamentales
de Kenichi Ohmae, unode los más conspicuos e influyentes
propugnadores de la globalización yde sus grandes ventajas.
ANÁLISIS
economía, y un desmantelamiento detodo el orden institucional en
que se basóla economía mundial en la edad de orodel capitalismo. Al
iniciarse los 90 eraevidente que la economía mundial po-seía ya,
una nueva configuración en todoorden de cosas.
Consustancial a este proceso detransición y surgimiento de un
nuevoorden económico mundial, caracteriza-do por una muy acentuada
internaciona-lización de las economías, fue la elabo-
*Economista y Filósofo por la Universidad del Pacífico.
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92 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
ración y difusión del concepto deglobalización.
La noción de globalización quenació dentro de las principales
escuelasde negocios de los EE.UU. se ancló muyrápidamente en el
periodismo económi-co y financiero, en la clase política, y
lacomunidad de negocios; y pronto llegóa formar parte de un
referente obligadode casi cualquier discurso económico opolítico,
tanto en los países desarrolla-dos como subdesarrollados. En
Améri-ca Latina, como en nuestro país, coinci-dió con el
establecimiento de las políti-cas de estabilización y reformas
estruc-turales y, en general, con la redefiniciónde un nuevo modelo
de desarrollo.
Aunque la noción de globalizaciónes empleada por casi todo el
mundo des-de las más variadas actividades, al juz-garla por sus
usos, pareciera dotada deuna gran polisemia con un vago sentidoal
referente que designa. Sin embargo,lo concreto es que la realidad a
la quepretende referir tal concepto ha sido uti-lizada para
defender gran parte de laspolíticas económicas implementadas enlos
90s, y ha servido como soporte ab-solutamente indubitable del
«nuevo mo-delo económico peruano».
Sin tratar de examinar las razo-nes para ello es útil conocer la
visiónmás o menos completa de alguno de en-tre los varios autores
que han ayudado ala conformación, desarrollo y difusiónde la noción
de globalización. Entre ellos
Kenichi Ohmae ocupa un lugar central.Ohmae1, consultor en
administración delas más grandes empresas del mundo,adquirió fama
mundial con varios libroscomo La Mente del Estratega (1982),El
Poder de la Tríada (1985), Más Alláde las Fronteras Nacionales
(1987), yen especial, con El Mundo sin Fronteras(1990) y El Fin del
Estado-Nación(1995).
El objetivo del presente trabajo esexponer y examinar brevemente
el con-junto de las ideas de Ohmae sobre laglobalización y sus
implicancias para lospaíses en vías desarrollo, y que sirva
in-directamente para confrontarlas con elconjunto de difundidas
creencias y vi-siones equívocas que se tiene sobre laglobalización.
Para tener una visión com-pleta del cuadro pero “desde adentro”,por
medio de uno de sus más renom-brados apologistas.
EL SURGIMIENTO DE UNANUEVA REALIDAD: LA ECONO-MÍA SIN
FRONTERAS
Para Ohmae, hay un hecho incon-trastable en el mundo a inicios
de losnoventas, una nueva realidad económi-ca a nivel mundial está
surgiendo. Se-gún Ohmae:
«Está surgiendo un empo-rio más grande que un continen-te - la
Economía Entrelazada dela Tríada (EE.UU., Europa, Ja-pón), a la que
se han unido las
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 93
economías más agresivas delmundo como son las de Taiwán,Hong
Kong y Singapur.
Se trata de un emporio tanpoderoso que ya ha absorbido ala
mayoría de los consumidoresy de las corporaciones, ha logra-do la
casi virtual desapariciónde las fronteras nacionales tra-dicionales
y ha reducido a los bu-rócratas, los políticos y los mili-tares al
estado de industrias envías de extinción» (Ohmae, 91:xii).
«La Economía Entrelaza-da cuenta con una población decasi 1 000
millones de habitan-tes y goza de un producto nacio-nal bruto per
cápita de casi 10000 dolares en promedio. Es enesta Economía
Entrelazada don-de se crea, se consume y redis-tribuye la mayor
parte de la ri-queza del mundo. La participa-ción de la Economía
Entrelaza-da es fundamental para que lasnaciones tradicionalmente
ais-lacionistas puedan prosperar.Sólo mediante el establecimien-to
de una vigorosa arteria comer-cial de dos vías una nación en
Max ERNST: Ciudad con animales
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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94 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
desarrollo podrá prosperar, por-que es en la Economía
Entrela-zada donde las naciones puedenconseguir el mejor precio
paraaquello que producen.» (Ohmae,91: xiii).
Como es evidente, Ohmae expre-sa, el hoy aceptado punto de vista
de laexistencia de una nueva realidad econó-mica, una economía
mundial intrínseca-mente entrelazada (Tríada) a la que to-das las
economías nacionales, sin excep-ción, deben integrarse. Esto se
logra víala producción y el comercio internacio-nal, que es ya una
realidad efectiva enlos países capitalistas avanzados (PCA).Esta
integración también es el caminopara los países en vías de
desarrollo(PVD).
La globalización es, desde un pun-to de vista económico, un
auténtico«Mundo sin Fronteras», que ha supera-do la realidad de las
economías nacio-nales y la lógica económica de acumula-ción basada
en ellas: las del Estado-Na-ción. La dinámica del entorno
impe-rante, las nuevas tecnologías, el flujo deinformación exige
una nueva visión, yesa es considerar al mundo sin fronte-ras. Ohmae
afirma:
«La globalización de losgustos de los consumidores y susefectos
sobre los costos fijos, larápida dispersión de las tecno-logías, el
crecimiento explosivodel imperio de las divisas, en
pocas palabras, el flujo acumu-lado e ininterrumpido de
infor-mación alrededor del planeta,tardó años en alterar el
paisajetan familiar para los estrategascorporativos. Pero lo hecho,
he-cho está y muy bien hecho. Hoyen día, quien observe con
dete-nimiento el mundo en el que ope-ran las compañías de la
Tríadapodrá darse cuenta de que lasfronteras nacionales han
desapa-recido efectivamente y, junto conellas, también la lógica
econó-mica que las convertía, para em-pezar, en útiles líneas de
demar-cación. Sin embargo, no todo elmundo parece haberse
dadocuenta de tales cambios.» (Oh-mae, 91:87).
«Con el tiempo, el dineroy la suerte suficientes, usted pue-de
ampliar sus marcas y su sis-tema de distribución por sí solo:todo
lo puede hacer a solas. Elproblema es que hoy en día esostres
elementos son escasos. Enparticular, nadie tiene el tiempopara
establecer nuevos mercados,uno a uno, en toda la Tríada. Elmodelo
«en cascada» de la ex-pansión ya no funciona. Actual-mente es
menester lanzar los pro-ductos simultáneamente en todoslos mercados
importantes paraevitar que los competidores es-tablezcan sus
posiciones. Laglobalización no espera. Se ne-
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 95
cesitan alianzas, y se necesitanya. Pero no las del tipo
tradicio-nal..» (Ohmae, 91:126).
Esta exposición nos permite evi-denciar cómo el origen del
términoglobalización y la idea de la eliminaciónde las fronteras se
encuentra asociada adesarrollos en el área de estrategia
cor-porativa. En particular, en el intento dediseñar estrategias
competitivas para lasempresas mundiales de acuerdo a la nue-va
realidad caracterizada por entornosextremadamente cambiantes, con
unacreciente e intensa competencia a escalamundial.
El concepto y su promoción na-cen para señalar a las empresas la
nece-sidad imperativa de adoptar una nuevavisión estratégica en su
proceso deinternacionalización acorde a la nuevarealidad.
La estrategia tradicional imperantehasta mediados de los 80s era
una estra-tegia donde el principal mercado era elmercado nacional,
o donde las compa-ñías y productos primero se desarrolla-ban en los
mercados nacionales, antesde cualquier intento de
internacio-nalización y, sólo posteriormente, salíana buscar la
oportunidad de penetrar losmercados más importantes (OCDE);para,
finalmente, alcanzar al de los paí-ses en vías de desarrollo. Esta
es la es-trategia de cascada caracterizada por unproceso de
penetración y conquista
secuencial de mercados en un tiempolargo2.
Frente a esto, Ohmae sostiene lanecesidad de elaborar una
auténtica es-trategia mundial, que significa ver, pen-sar, diseñar
y dirigir los productos en tér-minos de un mundo globalizado
(LaTríada), es decir, EE.UU.-Europa-Japón,y no en términos de una
división entremercados nacionales e internacionales.Dada,
principalmente, la velocidad delcambio tecnológico, la
imprescindiblenecesidad de explotar todos los merca-dos potenciales
posibles al mismo tiem-po es parte de una estrategia mundial.Es
decir, las empresas deben operar suestrategia sobre la base de un
mundo sinfronteras3. De ahí, también la presenciaomnipresente de
las alianzas estratégi-cas que son consustanciales a la
globali-zación. Como sostiene: «La globa-lización exige alianzas,
las hacen abso-lutamente indispensables para toda
es-trategia.»4
Así, la idea del proceso deglobalización como un Mundo sin
Fron-teras es doble. Por un lado, expresa lalógica de acumulación
de las empresasbajo la nueva realidad que se está for-mando, en la
que desde el punto de vis-ta económico no hay fronteras. Por
otrolado, expresa la necesidad imperiosa, casinormativa, del diseño
de estrategias cor-porativas y modificaciones organiza-cionales
orientadas hacia un mundo sinfronteras, si las empresas pretenden
al-gún éxito, ya no sólo en los mercados
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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96 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
internacionales, sino aún, en el suyo pro-pio. Es aquí donde se
ubica el origen ydifusión del concepto de globalización.5
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOSPAÍSES EN VÍAS DE DESARRO-LLO: APERTURA
Y COMERCIO
La globalización que hace referen-cia esencialmente a la
Economía Entre-lazada (EE.UU.–Europa–Japón) puedeextenderse a
algunos países o regionessubdesarrolladas si adoptan una
política
de integración a los mercados mundia-les. Porque en este mundo
globalizadoel crecimiento sostenido sólo es posibleintegrado a la
economía de este mundosin fronteras. El aislamiento trae pobre-za.
Así:
«Pero lo peor es que alaislar a sus poblaciones de laeconomía
mundial que está apunto de emerger, de hecho tam-bién las sumen en
una espiraldescendente de esperanzas frus-
Max
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ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 97
tradas y de estancamiento indus-trial.” (Ohmae, 90: x).
Más recientemente y con más fuerzaexpresa:
«Si un país se abre genui-namente al sistema global,
laprosperidad vendrá. Y si no lohace o si lo hace sin entusias-mo,
confiando más bien en lapesada mano conductora del go-bierno,
entonces el progreso va-cilará.” (Ohmae 95:123).
Sin embargo, la apertura comple-ta al Mundo sin Fronteras que
garantizael crecimiento sostenido no es de cual-quier tipo. Así,
explicitando los alcancesde esta apertura Ohmae sostiene:
«Empero, lo que no se pue-de es mantener la integridad so-cial
de toda la nación, ni brin-dar una vida mejor a la mayoríade la
población. Para lograr estoúltimo hace falta promover uncrecimiento
económico sosteni-do. Y en este fin de siglo, esoimplica formar
parte activa delmundo sin fronteras. Significa ol-vidarse de la
quimera de los re-cursos y descubrir nuevas formasde agregar
valor.
Significa permitir que lasmejores y mas honradas compa-ñías del
extranjero lleguen a ope-rar en el territorio nacional e im-
porten todo lo necesario para quelos productos que fabriquen
pue-dan competir a nivel internacio-nal. Significa gastar dinero
conmiras a explorar y desarrollar losmercados foráneos.»
(Ohmae,91:21).
Justamente aquí está el detalle.Como lo sugieren las citas, la
globali-zación no es de todo tipo de actividad oproductos, sino
básicamente del tipo in-dustrial, y la integración que ella
traepareciera no darse a través de la «qui-mera de los recursos
naturales». Más aúnla integración a la economía mundial sig-nifica
apertura al capital extranjero el cualdesarrolla industrias
dirigidas directamen-te al mercado internacional creando asíun
impulso al desarrollo industrial-exportador.
Pero, ¿realmente la asociación dela globalización como un mundo
sin fron-teras, se refiere principalmente al mun-do de actividades
industriales? Ohmaeno deja duda:
«En un mapamundi polí-tico, las fronteras entre los paí-ses
siguen siendo tan evidentescomo siempre. Pero en un mapa-mundi
competitivo donde aparez-can los flujos reales de las acti-vidades
financieras e industria-les, en gran medida esas fronte-ras ya no
existen.”6(Ohmae,91:21).
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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98 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
En otras palabras, el mundo sinfronteras a que alude la
globalización estáreferido a los intercambios reales, indus-triales
y de servicios intensivos en cono-cimiento asociadas a ella, los
que repre-sentan la «vigorosa arteria comercial dedos vías», y al
correspondiente diseñode estrategias empresariales que tiene
queconsiderar el mundo como uno sin fron-teras. Este elemento es
común a la vi-sión de varios investigadores en admi-nistración y
estrategia corporativa.
Así, una visión semejante se en-cuentra en los trabajos de
Michael Porter,cuando nos damos cuenta de cuál es larealidad detrás
del modelo «ilustración»de una industria global norteamericana.Para
Porter una configuración de activi-dades típica de una empresa
global, pro-pia de esta nueva etapa de la economíamundial, es
aquella en la que no sólo lasactividades como servicios,
comercia-lización y ventas, o gestión de recursoshumanos está
localizada en los principa-les mercados del mundo, como podríaser
el caso anterior al período deglobalización; sino también, las
«activi-dades claves» como producción de com-ponentes, ensamblaje,
comprobación,aprovisionamiento, logística hacia aden-tro e
investigación y desarrollo. En elejemplo de Porter la empresa
global nor-teamericana desarrolla actividades delogística en
EE.UU., Gran Bretaña, Ale-mania y Japón; operaciones de
fabrica-ción de componentes en EE.UU. y GranBretaña; operaciones de
ensamblaje ycomprobación en EE.UU., Alemania y
Japón, mientras que las de aprovisiona-miento e investigación y
desarrollo enEE.UU. y Japón (Porter, 86).
Es a este complejo sistema deinterrelaciones internacionales de
produc-ción industrial y de servicios intensivosen conocimiento,
crecientemente demayor nivel tecnológico, al que se hacealusión
cuando se refiere a un mundosin fronteras y a un intercambio
comer-cial de doble vía. Es este mundo globalinterdependiente
estructurado sobre esetipo de relaciones que se postula la ideadel
crecimiento económico sostenidoúnicamente vía la integración total
a laeconomía global.
GLOBALIZACIÓN Y DESARRO-LLO: MALASIA, UN CASO EXI-TOSO
Para esta nueva realidad queconstituye la economía global el rol
delgobierno debe enfocarse en hacer atrac-tivo el país para las
compañías mundia-les. Ohmae sostiene que:
«Ahora más que nunca, son res-ponsables de educar a esas
po-blaciones y de proporcionar unainfraestructura de primera
cate-goría a las empresas que vengana darles empleo y a ofrecerles
susproductos y servicios. Debenconvertir sus países en lugarescon
los atractivos necesariospara que las compañías mundia-
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 99
les se sientan dispuestas a insta-lar sus negocios, a invertir y
apagar impuestos ahí».(Ohmae,91:211).
Pero cuando Ohmae habla de in-tegrarse plenamente a este mundo
sinfronteras, olvidándose tanto del señuelode la mano de obra
barata y de la qui-mera de los recursos naturales, para elcaso de
los países subdesarrollados, estápensando en una integración donde
lasempresas mundiales establecen la baseindustrial del país
anfitrión rompiendolas cadenas de su dependencia de losrecursos
naturales. Se trata de una inte-gración a la economía global que
des-cansa en una apertura al capital extran-jero el cual se instala
para promover undesarrollo industrial con una
orientaciónexportadora dirigida a los mercados mun-diales. Claro
que esto exige una inmen-sa tarea para el gobierno y la sociedad
yprecondiciones sociales, políticas y eco-nómicas, tanto internas
como externas,de las que Ohmae nunca atisba a pre-guntar. Pero el
éxito se juzga por el quie-bre de una inserción de recursos
natura-les a una basada en la industria (expor-tadora) integrada a
la economía mun-dial. Así sostiene:
«Es probable que los efec-tos perniciosos de esta quimerade los
recursos resulten más evi-dentes en el caso de Malasia,nación que
por décadas padeciólos dolorosos efectos de su he-rencia británica
que predicaba
la conservación de sus riquezasy sus minerales y pretendía
man-tener su sector manufacturero enel subdesarrollo para evitar
quecompitiera contra las importa-ciones británicas.
Pero al fin Malasia con-siguió deshacerse de su heren-cia
ancestral...
(Hoy) Todo eso ha queda-do atrás. En 1988, por primeravez en su
historia, las exporta-ciones de manufacturas de Mala-sia superaron
a las exportacio-nes de mercancías básicas. En laactualidad,
Malasia es el expor-tador de chips de semicon-ductores más grandes
del mun-do, más grande que Japón en tér-minos de cantidad. Hoy en
díaexporta más artículos industria-les que mercancías básicas»7
(Ohmae,91:189-190).
El problema es que, lamentable-mente, como ignora Ohmae, no
existerazón alguna para extender, sin más, atodos los países en
vías de desarrollo lasexcepcionales condiciones internas, ysobre
todo externas, que han posibilita-do a Malasia tal camino8. De ahí,
justa-mente, el hecho que más allá de la ince-sante repetición del
nuevo orden, el deuna economía mundial como un «Mun-do sin
Fronteras», tenga que admitir queaquél tiene sus propias fronteras.
No in-cluye a toda Asia, Africa es totalmenteignorada, y sólo
algunos países de Amé-
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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100 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
rica Latina formarían parte. ¿Será el Perúparte de ella?9 Como
sostiene Ohmae:
«Es un hecho que la Eco-nomía Entrelazada va a crecercon mayor
rapidez durante la dé-cada de los 90 y principios delsiglo XXI. Con
toda seguridad,va a incluir la mayor parte delos países de Europa
oriental, lamayor parte de las economíasasiáticas recién
industrializadasy algunos países de América La-tina, si adoptan
políticas de Eco-nomía Entrelazada»(Ohmae,91:xiii).
GLOBALIZACIÓN Y RECURSOSNATURALES: LA TRAMPA DELDESARROLLO
Pero, ¿qué hay de una estrategiade desarrollo basada en una
integracióna la economía mundial basada en recur-sos naturales? ¿A
qué pudiera referirseese «olvidarse de la quimera de los
re-cursos»? ¿Acaso las citas previas pue-dan ser una extracción
sesgada, o inclu-so malintencionada, que desvirtúa el pun-to de
vista del autor? Nada de eso, comolo reitera Ohmae el nuevo orden
mun-dial, el que hace referencia a la globaliza-ción como un mundo
sin fronteras, lo espropiamente de la actividad industrialdonde los
recursos naturales no tienennada que ver. Así:
«Debemos aceptar el he-cho de que, lo mismo para laseconomías en
desarrollo quepara las desarrolladas, para Ca-nadá y Australia lo
mismo quepara Brasil y las naciones de laOPEP, los recursos
naturales handejado de ser la clave de la ri-queza. Debemos aceptar
que lasfronteras nacionales han perdi-do casi todo su significado
antelas corrientes reales de la acti-vidad
industrial»(Ohmae,91:209).
Pero, ¿no es acaso la sabiduríaconvencional prevaleciente la que
nos«revela» continuamente que la mejor oúnica forma de integrarnos
a este mun-do globalizado es vía la explotación denuestros recursos
naturales mineros ypesqueros? Sin embargo, acontece, parasorpresa
de algunos, que la nueva reali-dad expresa una lógica distinta en
el fun-cionamiento de las economías de lospaíses más avanzados
totalmente con-traria a la idea de basar la competitividaden los
recursos naturales, la cual es par-te de la lógica anterior.
Así:
«Esta falta de visión no esaccidental, es el resultado
prede-cible de la negativa o de la inca-pacidad de ciertos líderes
políti-cos y economistas para recono-cer que la lógica económica
deantaño ya no funciona, situaciónque es muy común hoy en día
enpaíses en desarrollo... Durante
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 101
los muchos años que estuvo envigor, esa lógica - la creencia
deque la riqueza de un país y lacompetitividad de sus
productosdependían de contar con gran-des reservas de recursos
natura-les - sirvió como un fundamentomuy sólido a la idea de un
na-cionalismo económico» (Oh-mae,91:187-188).
En el porqué esto es así Ohmaecoincide con lo que historiadores
y eco-nomistas del desarrollo conocen de lar-go tiempo. Son
economías vinculadas aalgunas pocas mercancías básicas,
cuyovalorización, de la cual depende la suer-te de la nación,
presenta gran volatilidad,con una clara tendencia recurrente a
lasobreoferta, y una propensión a desa-rrollar una estructura de
valores másacorde a sociedades rentistas.
«Hasta hace unos ochoaños, (referiéndose a Malasia)sus depósitos
atávicos de rique-zas naturales la mantuvieron ata-da a una
economía que se basa-ba en los productos de primeranecesidad y que
resultó serle su-mamente volátil. Su población sehabía vuelto
sumamente perezo-sa y complaciente porque dabapor sentada su
riqueza natural.»(Ohmae,91:189)
La quimera de los recursos escreer que se crea riqueza a través
de laexplotación de los recursos naturales. El
punto es que la explotación de recursosnaturales llega a ser tan
esencial a esaestrategia de desarrollo que se constitu-ye en un
obstáculo al crecimiento de lar-go plazo. Más aún en una época
deglobalización donde los intercambios sonen actividades
industriales y serviciosintensivos en conocimiento. Los
paísesasiáticos que hoy forman parte de laglobalización evitaron
ese camino. Así:
«Como esos países (Ja-pón, Corea del Sur, Taiwan) nocontaban con
nada siquiera pa-recido a la base de recursos deMalasia, se habían
visto obliga-dos a encontrar otras formas deasegurar el bienestar
de sus pue-blos. Su misma carencia de re-cursos había evitado que
caye-ran en la quimera de los recur-sos» (Ohmae,91:189).
Cuando se cae en la quimera delos recursos naturales se descansa
en lafacilidad de la explotación de las rique-zas naturales, y se
tiende a estructurarun sistema de valores que favorece lapereza, el
rentismo, y la falta de dina-mismo de la actividad productiva y
delconjunto de la sociedad. Esto por la sen-cilla razón que la
productividad de losrecursos naturales no depende de la ac-titud
pujante e innovativa de procesos,productos, sistemas de producción
o tec-nologías, como en el caso de la indus-tria. En ella, la
competencia presiona porel mantenimiento incesante de
lacompetitividad. Ahí, el trabajo creativo,
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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102 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
el trabajo esforzado, crecientemente tra-bajo de la mente de los
hombres, y elahorro para reinversión, son esencialespara mantener
la competitividad de susproductos. Pero en el caso de los recur-sos
naturales la productividad del mis-mo no se lo da ninguna
innovación, oalgún diseño de ingeniería, o la creaciónde nuevos
productos, o el gasto en in-vestigación y desarrollo; sino el
trabajoduro y esforzado de la naturaleza10
(Schuldt, 95). La productividad lo es dela naturaleza y no del
trabajo, y con ellono se ingresa al nuevo orden económicomundial.
Así:
«En una economía mun-dial verdaderamente entrelazada,el factor
clave del éxito se trans-fiere de los recursos al mercadoen el cual
hay que participar paratener éxito. Y esto a su vez signi-fica que
las personas son el úni-co medio real para crear rique-za.
Al igual que con las com-pañías, la prosperidad de los paí-ses
depende de su capacidadpara crear valor a través de sugente...»
(Ohmae,91:12).
Centrarse en los recursos natura-les y olvidarse que la creación
de rique-za del trabajo, crecientemente del traba-jo de la mente de
los hombres, tiende adesarrollar un tipo de mentalidad.
Unamentalidad de proveedores que no pien-sa en valor agregado.
«Cuando un país padeceesa mentalidad de proveedor,normalmente
deja de pensar entérminos de valor agregado.Piensa en términos de
toneladasy bushels de mercancías indi-ferenciadas
(Ohmae,91:191).
Y«Para lograr el desarro-
llo económico, usted debe encon-trar formas de agregar
valor»(Ohmae,91:192).
Más aún:
«La mayoría de las nacio-nes ricas en recursos tienen
unamentalidad de proveedores..... Amenos que sean la única fuentede
alguna materia absolutamen-te esencial, los demás recursoscon que
cuentan pueden fácil-mente verse sujetos al arbitrio deterceros. Se
convierten en mer-cancías básicas. Si no se agregaun valor, tampoco
es posible co-brarlo. Si el mercado para lo queproducen está en
auge, su eco-nomía florece. En caso contra-rio, entonces su
economía sehunde...y nada pueden hacerpara evitarlo. Ninguna
planea-ción realista es posible, porquesus mercados críticos
dependende la demanda de los países de-sarrollados, y ésta, además
de sersumamente volátil, casi siempremuestra una tendencia crónica
acaer en una situación de exceso
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 103
de oferta. Por muy ricos que seconsideren, los países con
men-talidad de proveedores están amerced de esas rachas. Les
esimposible planear su desarrollocon realismo» (Ohmae,91:190).
En suma, una descripción cono-cida: el conocimiento de la
experienciade desarrollo de la mayoría de los hoypaíses
desarrollados, los países asiáti-cos de reciente industrialización,
inclui-dos los efectos y consecuencias de lareciente crisis
financiera internacional,debiera hacernos reflexionar.
LA GLOBALIZACIÓN A FINESDE SIGLO: ESTADO-REGIÓNVS.
ESTADO-NACIÓN
A mediados de la década, Ohmaeextrema su posición para sostener
conmayor radicalidad que ninguno la com-pleta obsolescencia del
Estado-Nación ysu reemplazo por el Estado-Región den-tro la
Economía Entrelazada. El estadonacional se estaría convirtiendo
así, enuna unidad completamente disfuncionalen el nuevo Mundo sin
Fronteras debi-do a su incapacidad para poner la lógicaglobal del
sistema primero al momento
Max ERNST: Los hombres no sabrán nada de esto
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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104 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
de tomar sus decisiones11. Los Estados-Región serían las zonas
económicas na-turales del nuevo mundo sin fronteras,en las que las
demandas de la economíaglobal forman sus contornos, al estable-cer
inequívocamente su compromiso deapertura completa a la economía
global».Así:
«En una economía sinfronteras, las unidades que real-mente
tienen sentido son las quellamo region-states-geograficunits como
el norte de Italia;Wales; Baden Wuttember en Ale-mania; San Diego,
California, yTijuana; Hong Kong y el sur deChina; el triángulo del
creci-miento en Singapur y las islasIndonesia vecinas... Ellas son
laszonas económicas naturales.Ellas pueden o no caer dentro delos
límites de una nación parti-cular. Si lo hace es un accidentede la
historia. En términos prác-ticos, ello realmente no importa.Lo que
importa es que cada unaposea los ingredientes clavespara una
participación exitosaen la economía global – de loscuales una de
las más importan-te es la habilidad y determina-ción para poner la
lógica globalprimero» (Ohmae,95:120-121).
En esta visión más radical de laglobalización, los elementos
integrantesya no son los países de la economía en-trelazada
(Tríada), sino algunas regiones
de aquellos países, las que desarrollanvínculos con la economía
mundial mu-chísimo más estrechos que con sus pro-pias regiones
dentro del ámbito de cadaEstado-Nación12. En esta versión de
laglobalización la lógica del mercado, nola del mercado vigilado y
regulado porel Estado, sino la del mercado mundialcarente de
regulación, es convertida enley casi absoluta para el
funcionamientode la totalidad de esferas de la vida so-cial13.
Sin embargo, la enumeración delos Estado-Región evidencia que
aque-llas son regiones donde se encuentranjustamente concentradas
las industrias demayor nivel tecnológico dentro de cadapaís14. Es
por esto que cada vez más,en forma creciente, a medida que el
pro-greso técnico continúe en el tiempo, elingrediente clave para
participar en elproceso de globalización es poseer unelevado
desarrollo de la base industrialy del sector de servicios
intensivos enconocimiento; junto con el compromiso(orientación)
para participar en el mer-cado mundial.
Es en este caso, que representaprincipalmente a los países
capitalistasmás avanzados y los de reciente indus-trialización,
donde apertura significa,efectivamente, globalización.
Globa-lización vía comercio que trae benefi-cios mutuos crecientes.
Pero el más com-pleto compromiso de apertura sin la po-sesión de
capacidades industriales y tec-nológicas existentes o sin las
bases
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UNMSM 105
para su creación, fomento y crecimien-to, no conduce
necesariamente al desa-rrollo.
GLOBALIZACIÓN: LOS ESTA-DO-REGIÓN, LOS PAÍSES ENVÍAS DE
DESARROLLO Y ELROL DE LA MANO DE OBRABARATA
Para los países en desarrollo, laidea de participar en el
proceso deglobalización no puede descansar en unaestrategia basada
en el principio de lamano de obra barata. Ohmae, ya en elPoder de
la Tríada, expresaba la ideaque el surgimiento de este nuevo
ordeneconómico mundial estaba poniendo fina la relación entre mano
de obra de ba-rata, inversión extranjera y desarrollo.Esto debido a
que el estadio tecnológicoprevaleciente caracterizada por
unaautomatización de los procesos de pro-ducción, con centros de
maquinadoscontroles numéricos, nuevos métodos dediseño y producción
por computadores,llevaba crecientemente tanto a una re-ducción
significativa del contenido demano de obra en el producto final
comouna reducción significativa en el costolaboral en relación al
costo total de pro-ducción. Mientras, antes el contenido demano de
obra constituía un 25% del costototal, ahora sólo significa
alrededor de10 a 5%. Con esta estructura, ladeslocalización
internacional en prove-cho de mano de obra barata es míni-ma15. Así
sostenía:
«Quizá el resultado másimportante de este cambio de lamano de
obra al capital es queecha por tierra el espejismo dela mano de
obra barata que ofre-cen los países en desarrollo...De-bemos
aceptar que la mano deobra en los países en desarrollosigue
costando la tercera partede lo que cuesta en los
paísesindustrializados. Empero debidoa que en las compañías
competi-tivas actualmente el contenido demano de obra directa ni
siquie-ra representa 10% del costo totalde producción, la ventaja
que segana al emplear mano de obrabarata desaparece por los
fletesadicionales que deben pagarsepara transportar los
componen-tes críticos desde los países endesarrollo (muchos de los
cualescarecen de los proveedores ysubcontratistas
indispensables)hasta los lugares de producción,además de los fletes
y seguros quedeben erogarse para llevar losproductos terminados
hasta losmercados principales (...) el re-sultado neto de las
compensacio-nes favorece la ubicación de lasinstalaciones de
producción enel entorno del mercado principalo bien en el área
donde se consi-guen los componentes más im-portantes.(...)
Por esto, está a punto dedesaparecer la ventaja de produ-
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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106 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
cir bienes en los países en desa-rrollo (en comparación con
losde la OCDE), y con frecuenciaesta situación se agrava debidoa la
falta de una mano de obraapropiada y a la carencia de
ad-ministradores locales calificadosen los países en
desarrollo.»(Ohmae,90:5-6).
Los bajos salarios ya no represen-tan el punto central de una
estrategia paracompetir. Quizás, sólo en el caso que setenga un
nivel de salarios extremadamen-te bajo, en algunas industrias poco
in-tensivas en capital, cercana a zonas muydinámicas, y/o con
importantes nivelesde deslocalización de producción inter-nacional,
se podría obtener algún mar-gen de maniobra16. Tal parecería ser
elcaso de China y de algunos países delsudeste asiático con niveles
salarialesvarias veces inferiores a los prevalecien-tes en
cualquier país de América Latina.
Los únicos Estados-Región fuerade los países capitalistas más
avanzadosse encuentran en los países de recienteindustrialización
(PRI) que incluye aCorea, Taiwán, Singapur, Hong Kong,y apoyándose
sobre ellos, algunas zo-nas de los países de segunda genera-ción
como Malasia, Indonesia, Tailandia,Filipinas (ASEAN-4)17 incluida
China.Pero, otra vez, Ohmae falla en explicitar,o al menos
identificar, las particularida-des intrínsecas del funcionamiento
dedichas zonas. Qué hacer en países oáreas continentales, que es el
caso de la
mayoría de los países en desarrollo,Medio Oriente, África o
América Lati-na, donde no existen significativamenteactividades de
deslocalización internacio-nal importantes, ni se vislumbra ni
amediano plazo el surgimiento de algúnestado-región, dentro o en
las vecinda-des de los Estados-nacionales en dichasáreas. Aquí la
respuesta de los principa-les proponentes de la globalización,
in-cluido Ohmae, es una e idéntica paratodos los países:
integración absoluta ycompleta a la economía global.
En algunos casos dicha recomen-dación descansa en una no
fundamenta-da y errónea extensión de las caracterís-ticas y efectos
de la vinculación interna-cional entre los países más
indus-trializados con las que caracterizan a larelación entre
aquellos y los países sub-desarrollados. En otro casos, más
pro-piamente el de Ohmae, especialmentedespués de su libro «El
Mundo sin Fron-teras», la respuesta indirecta descansaen la simple
extrapolación de ciertas ex-periencias liberales de desarrollo,
espe-cialmente el caso de Hong Kong ySingapur, a cualquier otra
región o país.
Sin embargo, la tesis implícita esla de la espera, y el caso
representativoes Malasia. Así como Malasia se integróa la economía
mundial vía desarrollo in-dustrial producido por empresas
transna-cionales, del mismo modo va a aconte-cer para algunos
potenciales estado-re-gión, que la misma inversión extranjerapuede
ayudar a crear o desarrollar, si se
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UNMSM 107
integran plenamente a la economía mun-dial. Sólo tendrían que
esperar18.
GLOBALIZACIÓN VÍA REGIO-NALIZACIÓN: EL ROL DE LOSPAÍSES
LIDERES
La generalización del caso deMalasia es errónea porque olvida
las es-peciales circunstancias que caracterizanel proceso de
desarrollo del sudeste asiá-tico, en particular el rol de los
países in-dustriales líderes de su propia región; loque limita o
mediatiza la extensión desus conclusiones y recomendaciones aotras
zonas en desarrollo. Esto está re-ferido al rol central desempeñado
porJapón, el país industrializado de más rá-pido crecimiento desde
la postguerra, enla organización y coordinación del desa-rrollo
industrial de toda la región pormedio de importantes actividades
dedeslocalización industrial de sus empre-sas. Proceso que responde
a la políticade deslocalizar actividades en forma con-centrada en
áreas de su propia periferia.
A medida que Japón progresabaen el desarrollo y exportación de
pro-ductos industriales de creciente nivel tec-nológico, también
avanzaban su produc-tividad y sus costos laborales.
Comoconsecuencia, las empresas japonesas,con el apoyo del gobierno
japonés, co-menzaron a trasladar la producción deactividades
industriales menos intensivasen conocimiento y de menor nivel
tec-nológico, las que constituían sus “indus-trias maduras”, a los
países de reciente
industrialización (PRI), ya que se hacíancrecientemente menos
competitivas endichos sectores, además de operar a ple-no
empleo.
Corea y Taiwán, por su parte, se-guían estrategias autónomas de
desarro-llo imitando en variado grado el patrónjaponés, con Estados
fuertementeintervencionistas, con políticas industria-les basadas
en un fuerte ahorro internoy el desarrollo de empresas
nacionalesembarcadas en procesos acelerados degeneración de
capacidades tecnológicasdirigidas a un desarrollo industrial,
aun-que con un mayor énfasis exportador(Kwon,94).
Así, estos países, denominados dereciente industrialización,
pronto repli-caron el patrón japonés. A medida queprofundizaban su
propio desarrollo in-dustrial–exportador comenzaron a tras-ladar
sus propias actividades industria-les más intensivas en trabajo
hacia lospaíses de segunda generación, los deno-minados ASEAN-4 que
incluyen Mala-sia, Tailandia, Indonesia y Filipinas. Paí-ses estos
últimos que, a diferencia deJapón y de los países de reciente
indus-trialización, disponían de abundantes re-cursos
naturales19.
De esta forma, Japón recibió cre-ciente ayuda por parte de los
países deprimera generación para infundir un im-pulso
industrializador al resto de paísesen vías de desarrollo de la
región. Ejem-plo de esto último representa el cambio
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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108 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
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de importancia relativa del creciente vo-lumen de la inversión
extranjera directaen la región. Si para 1986 la inversiónextranjera
directa japonesa en Malasia,Indonesia, Tailandia y Filipinas era el
tri-ple de la de los países de reciente indus-trialización (PRI),
para 1990 la inver-sión de los países de reciente
industriali-zación en los países conformantes delASEAN-4 había ya
sobrepasado al totaljaponés (Oman,94).
De ahí las características particu-lares del proceso de
desarrollo de lospaíses asiáticos de segunda generación.Estos
países, a pesar de su amplia dota-ción de recursos naturales,
siguieron unpatrón de inserción a la economía mun-dial que, pasando
por su integración alos circuitos económicos regionales,
des-cansaba en un desarrollo industrial-exportador. Todo lo
anterior ayuda acomprender la lógica de especializaciónindustrial
que el proceso de apertura,entendido como apertura a la
inversiónextranjera, les significa.
Y es que la apertura al crecienteflujo de inversión directa
extranjera noes de cualquier tipo ni de cualquier ori-gen. La
especialización industrial es con-seguida por medio de inversión
directade Japón y los países de reciente indus-trialización (PRI),
los países másindustrializados de su propia región. Porotra parte,
la inversión directa extranje-ra a diferencia de otras regiones, no
haestado primariamente destinada a la com-pra de activos
existentes, o a la implan-
tación de industrias que compitan conlas domésticas, o al
desarrollo primor-dial de actividades primarias extractivas,sino a
la creación de industrias que lospaíses receptores no poseen y/o
indus-trias nuevas dirigidas al mercado mun-dial.
Este es el camino del desarrolloindustrial-exportador organizado
vía lainversión extranjera directa de los paí-ses más
industrializados de la región. Estoclarifica el caso de Malasia, un
país ricoen recursos naturales, y que Ohmaemenciona como paradigma
del desarro-llo industrial transnacional que la inte-gración a la
economía global trae paralos países en vías de desarrollo.
Por tanto, existen serias dudassobre las posibilidades de
desarrollo enáreas donde no existe un panorama ex-terno similar. En
particular, para Améri-ca Latina, ¿existe o es dable un rol
simi-lar por parte de los EE.UU, país centrode la región y base de
la economía mun-dial? ¿Existen o existirán importantes ac-tividades
de deslocalización industrial deempresas norteamericanas en
AméricaLatina, además de México? ¿Existe oexistirá creciente
inversión extranjera di-rigida no a sectores primarios sino
in-dustriales, en industrias que no posee-mos y que lleven a un
desarrollo indus-trial-exportador de forma parecida al delsudeste
asiático? La respuesta mayori-taria a estas interrogantes no es
positiva.
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UNMSM 109
Y es que a diferencia de los doscentros de la economía mundial,
Japóny Europa, los EE.UU. han seguido unpatrón de deslocalización
industrial fue-ra de su propia periferia que es Améri-ca
Latina20.
Es por eso que para muchas re-giones en vías de desarrollo, en
especialel Perú, es más factible pensar que unapolítica de apertura
generalizada queimplemente una estrategia de desarrollo
primario-exportadora, apoyada en unapolítica de un laissez-faire
completo, nosólo no conduzca al desarrollo, sino que,al mismo
tiempo, signifique un caminoseguro hacia una menor participación
alargo plazo en el proceso de globa-lización, a medida que el
comercio mun-dial, aceleradamente, se estructure enbienes de
creciente nivel tecnológico.Como acertadamente señala
OscarUgarteche, para el caso de América La-tina la alternativa
entre una apertura
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110 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
completa o un desligamiento del proce-so de globalización es un
falso dilema(Ugarteche, 97).
Y es que una integración viable ala economía mundial globalizada
impli-ca políticas distintas a aquellas que seestablecen cuando se
cree, como sostie-ne Ohmae, en “la quimera de los recur-sos
naturales”. Esto implica cuando me-nos políticas específicas
destinadas acapacitar, entrenar y educar a la perso-nas21 (la única
fuente de riqueza en elnuevo orden), a desarrollar
capacidadestecnológicas, establecer políticas de cien-cia y
tecnología`22 y políticas industria-les de algún tipo que promuevan
agresi-vamente la exportación de manufactu-ras, incluidas las
actividades agro-indus-triales, y a implementar políticas
agresi-vas de innovación y competencia en elconjunto del sistema
económico23.
La misma búsqueda de inversio-nes de empresas transnacionales en
áreasindustriales de cierto nivel tecnológicoimplica una visión y
políticas distintasde aquellas que centran su esperanza enlos
recursos naturales. Un ejemplo re-ciente en América Latina es Costa
Rica,donde Intel ha terminado de construiruna fábrica de microchips
con una in-versión de 500 millones de dólares, pla-neando exportar
en el primer año de ope-ración 1 000 millones de dólares.
Este no ha sido el resultado deuna política liberal, o fruto de
la manoinvisible del mercado. Costa Rica ha pla-nificado
concentrarse en un pequeñogrupo de industrias y, para ello, tiene
unapolítica industrial y tecnológica emmar-cada dentro de su
política económicageneral, acompañada de coherentes yfirmes
estrategias de negociación que,ciertamente, coinciden, en este
caso, conlas necesidades de una empresas multi-nacional.
Esto evidencia palmariamente elesfuerzo por parte de Costa Rica
porsalirse de su “especialización natural”:el banano y el turismo.
Es sintomáticoque, desde varios puntos de vista, CostaRica no era
el país más adecuado enAmérica Latina para ello. Como sostie-ne un
funcionario de Intel los proble-mas residían en que era un país
muypequeño, con burocracia y con costoslaborales más altos que
otros países envías de desarrollo (Vogel, 98). No obs-tante, la
búsqueda de actividades indus-triales, de creación de ventajas
compa-rativas dinámicas, y no la aceptaciónpasiva de una
especialización internacio-nal basada en recursos naturales,
lleva-ron a Costa Rica a tal camino.
En suma, un camino que está másen consonancia con la lógica de
laglobalización, que nos señala la inexis-tencia de políticas
únicas o indiferen-ciadas para la integración a la economíaglobal,
y que puede señalarnos algunasposibilidades para el Perú.
ALEJANDRO SANCHO R.
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UNMSM 111
OBSERVACIONES FINALES
Por lo expuesto, debe entenderseque la representación de la
globalizacióncomo un nuevo orden económico, el dela Economía Global
como un Mundo sinFronteras, descansa, esencialmente, enlos
intercambios industriales y de servi-cios con alto contenido
tecnológico yde conocimiento, entre los países capi-talistas más
avanzados (Tríada) o entrelos Estado-Región dentro de ella, y en
elproceso de expansión mundial de em-presas transnacionales acorde
con estra-tegias mundiales. Sólo al margen algu-nos países en
desarrollo, especialmentelos de reciente industrialización,
desem-peñan un rol.
En este nuevo ordenamiento quetrae la globalización carece
absolutamen-te de sentido basar la estrategia de desa-rrollo de un
país, o su integración a laeconomía mundial, en la explotación
delos recursos naturales o de la mano deobra barata. Tales son
parte de una lógi-ca errada y constituye una quimera con-traria al
desarrollo económico. Pues, enel nuevo orden, la riqueza se
dacrecientemente a través del trabajocreativo de las personas, que
son las queagregan valor. En el desarrollo econó-mico se trata de
encontrar formas deagregar valor.
La participación en el proceso deglobalización implica tomar
parte de losflujos de intercambios comerciales y deinversión
referidos a las actividades in-
dustriales y de servicios intensivos enconocimiento, porque la
globalizaciónesta basada en dichos intercambios. Laintegración
plena a la economía mundialtrae consigo crecimiento económico
sos-tenido, porque hace formar parte de ta-les flujos
internacionales que soncrecientemente beneficiosos para cadauna de
las partes.
Para el caso de los países capita-listas avanzados la
integración a la eco-nomía mundial se da a través de los
Es-tado-Región, las zonas más dinámicas ymás vinculadas a la
economía global, queson las tecnológicamente más avanza-das.
Para los países en vías de desa-rrollo, sólo los países de
reciente indus-trialización (PRI) y los países de segun-da
generación del sudeste asiático(ASEAN-4) parecen tener un rol
claroque desempeñar en la economía global.Y es que el Mundo sin
Fronteras de laglobalización parece tener sus propiasfronteras.
Para el resto de países en vías dedesarrollo, la asociación
entre crecimien-to económico sostenido e integración ala economía
mundial, por medio de lainversión extranjera que lleva a un
desa-rrollo industrial-exportador, no es váli-da. Ella es una no
justificada generaliza-ción de las particulares condiciones
delSudeste Asiático, referidas al origen, di-rección y racionalidad
de la inversiónextranjera y del rol de los países más
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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112 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
industrializados de la región sobre su pro-pia periferia.
El resto de países en vías de de-sarrollo, según Ohmae, corren
el riesgode quedar fuera de este Mundo sin Fron-teras, a menos que
tomen políticas es-pecíficas destinadas a ello. Sin embar-go, la
certidumbre para ellos de los in-numerables beneficios de la
globalizaciónno son tan claras si no existen las mis-mas
condiciones externas y se prescin-de al mismo tiempo de políticas
nacio-nales de desarrollo.
Todo esto significa dejar de ladoel ilimitado optimismo sobre la
globali-zación y la necesidad de seguir pensan-do el problema del
desarrollo en el Perú.
NOTAS
1 Kenichi Ohmae, consultor en administra-ción y doctor en
ingenería, ha sido ante-riormente socio senior de McKinsey
&Company, Inc. en Tokio, una de las empre-sas en consultoría
más afamadas del mun-do, y autor de más de 40 libros en
adminis-tración. Actualmente es fundador y direc-tor de Heisei
Ishin no Kai, un movimientode reforma política en el Japón.
2 La explicación más detallada se encuentraen K. Ohmae, «El
poder de la Tríada. Pa-norama de la Competencia mundial enla
próxima década», Ed. Mc.Graw-Hill,México, 1990, pp.18-23.
3 Exactamente lo mismo puede rastrearse enPorter con su enfoque
de estrategia globalpara industrias globales frente al tradicio-nal
enfoque de las industrias multipaís.Véase, Porter, M., «Competition
in Globalindustries: A conceptual framework», en:Porter
(ed.),»Competition in Global Indus-
tries», Harvard Business School Press,Boston, 1986.
4 Ohmae, Op.Cit., p.124.5 La poderosa combinación de profundos
cam-
bios tecnológicos y cambios en la organi-zación de la producción
y mercados, juntocon sistemas organizativos caracterizadospor su
gran flexibilidad, aunados a la nor-mativa de los estrategas
corporativos parael diseño de estrategias empresarialesglobales han
contribuido a la expansión yprofundización de la vinculación
interna-cional que caracteriza el proceso deglobalización
económica.
6 Aquí hace referencia al aspecto financierode la globalización.
Pero para Ohmae, elverdadero fundamento del nuevo orden nodescansa
en los intercambios financierossino en los flujos de comercio de
mercan-cías. A los primeros los ve como los cau-santes del
movimiento de divisas, aunqueejemplifican la creciente pérdida de
con-trol sobre la economía por parte de los Es-tados nacionales. Su
análisis va dirigido alos flujos de comercio de mercancías.
7 Confróntese esto con la difundida y acepta-da creencia en los
90s que los países másindustrializados en su proceso de desarro-llo
tuvieron que especializarse en unoscuantos productos y que, en
nuestro caso,estos «debieran ser» nuestros preciados y“elaborados”
productos como plata, co-bre, oro, hierro, más algunos
productospesqueros (harina de pescado) con la in-clusión del
turismo.
8 Véase supra sección 6.9 Lo cual no implica que no puedan ser
parte
de la globalización financiera, pero no dela productiva,
comercial e industrial, queconstituye el fundamento real de la
globali-zación para Ohmae.
10 Para una exposición amplia de estos temasvéase Jürgen
Schuldt, “Repensando el De-sarrollo: Hacia una Concepción
Alternati-va para los Países Andinos”, CAAP, Quito,1995.
11 Ohmae, K.»Putting global logic first», en:Harvard Business
Review, January-Februa-
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UNMSM 113
ry, 1995. Este artículo es una adaptaciónde su último libro «The
End of the Nation-State, Free Press, 1995, al que no hemostenido
acceso.
12 Como sostiene Ohmae : «Los estados-na-ción no son ya las
unidades significativasen las cuales pensar cuando se tiene enmente
la actividad económica. En un mun-do sin fronteras ellos combinan
las cosas aun equivocado nivel de agregación».Ohmae, K., Ibidem.,
p.120. La traducciónes nuestra.
13 Es sintomático el cambio de la relación en-tre las esferas
económica y política entre«El Mundo sin Fronteras» (90) y «El
Findel Estado-Nación (95)». Mientras en el pri-mero esperaba que el
proceso llevaría a unaespecie de gobierno mundial, en el segun-do
eventualmente el Estado, más aún, ladimensión política, desaparece
casi porcompleto. Es el caso del Estado-Región,pues: «Los
estados-región son unidadeseconómicas no políticas, su
vinculaciónprimaria es con la economía global».Ibidem, p.122. La
traducción es nuestra.
14 Inadvertidamente para Ohmae, el mundo sinfronteras de la
Tríada va construyendo den-tro de ella misma también fronteras y
con-centración de ingresos. Lo que pueden es-perar las regiones
dentro de los EstadosNacionales no conformantes de los
Esta-do-Región, como el Sur de Italia, no es otracosa que una
versión global del chorreosin ninguna intervención estatal, ni
políti-ca de redistribución, ni de transferencia deingresos o
igualación de oportunidades deacceso a los mismos servicios.
15 Ohmae, «El poder de la Tríada. Panoramade la Competencia
mundial en la próximadécada», Ed. Mc.Graw-Hill, México, 1990,pp.
3-4.
16 El mismo también está condicionado por eltipo de régimen
político asociada a dichaestrategia.
17 Denominados así por formar parte de laAsociación del Sudeste
Asiático (ASEAN)formada en 1967 e integrada además porSingapur y
Brunei. Esta organización fue
constituida con el objetivo básico de coor-dinar la política
exterior de estos paísespara la defensa de la paz y estabilidad
po-lítica de la región. De ahí que a estos paí-ses en vías de
industrialización de segun-da generación se les denomine
ASEAN-4.
18 En realidad, Ohmae en adición al sudesteasiático sólo
menciona el norte de Méxicoy Sao Paulo en Brasil. El primero como
unarealidad creciente y el segundo como posi-bilidad.
19 A pesar de que no existe un único modelode desarrollo
asiático, todos ellos compar-ten el que sus políticas de desarrollo
otor-garon la más alta prioridad a la exporta-ción de manufacturas,
lo que forzó a susindustrias a volverse competitivas en tér-minos
internacionales (Perkins, 94).
20 Un caso diferente puede ser México a par-tir del Nafta, donde
la deslocalización deactividades industriales generada por
em-presas norteamericanas y europeas con vis-tas casi
exclusivamente al mercado norte-americano es creciente.
21 Actividades que, a pesar de extendida creen-cia, no
significan lo mismo.
22 La evidencia palmaria es que no existe po-lítica nacional
alguna en relación a lasáreas relacionadas con el nuevo paradig-ma
tecnológico. ¿Es que existe alguna po-lítica con respecto a la
biotecnología y suutilización para el desarrollo agrario
oactividades agro-exportadoras? Del mismomodo no existe política
estatal alguna res-pecto a la microelectrónica, las tecnologíasde
la información o el desarrollo de servi-cios intensivos en
conocimiento, como laproducción de software.
23 Aun en el caso que se haga uso extensivode la dotación de
recursos de un país unaestrategia de desarrollo viable exige
diri-gir el esfuerzo nacional rápidamente a in-dustrializar y
procesar aquellos recursosnaturales a través del desarrollo de la
pro-ducción industrial de insumos intermedios,la provisión de
servicios de ingenería, laproducción de maquinaria y equipo
alre-dedor de complejos industriales que se for-
LA ECONOMÍA GLOBAL Y LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO
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114 REVISTA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, AÑO IV, Nº
13
man en torno a los recursos naturales. Estaindustrialización en
torno a los recursosnaturales no se dirige únicamente al mer-cado
interno sino que se dirige a largo pla-zo a captar los mercados
internacionaless.Este camino, sin embargo, exige una clarapolítica
de promoción y fomento por partedel Estado. Véase (Ramos, 98).
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ALEJANDRO SANCHO R.