N-20080224 - CELIS (Z) EL PUENTE DE LA HERRERÍA SOBRE EL RÍO NANSA Declarado Bien de Interés Local el lunes, 2 de febrero de 2004. (Ver página 22). Un puente que sorprende por su arco soberbio de piedra de granito, que invoca la maestría del maestro que supo insertar su sabiduría en su arquitectura y rematando todo el conjunto con una hornacina en su cima bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe. He aquí la fotografía. Es el mejor puente de piedra construido en Cantabria en el siglo XVIII y que puede tutease, con orgullo, con el puente de Cangas de Onís. Pero aquel los asturianos lo presentan cuidado y adornado con jardines; y su referencia aparece en todos los folletos y libros de turismo. En cambio, nuestro Puente de la Herrería se halla huérfano en esa y otras cuestiones, pues aún nos falta un último cepillado para poder presentar nuestra herencia ancestral con orgullo y sin envidia. 1
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N 20040224 el puente de la herreria sobre el rio nansa (z)
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N-20080224 - CELIS (Z)
EL PUENTE DE LA HERRERÍA SOBRE EL RÍO NANSA
Declarado Bien de Interés Local el lunes, 2 de febrero de 2004.(Ver página 22).
Un puente que sorprende por su arco soberbio de piedra de granito, que invoca la
maestría del maestro que supo insertar su sabiduría en su arquitectura y rematando
todo el conjunto con una hornacina en su cima bajo la advocación de la Virgen de
Guadalupe. He aquí la fotografía.
Es el mejor puente de piedra construido en Cantabria en el siglo XVIII y que
puede tutease, con orgullo, con el puente de Cangas de Onís. Pero aquel los
asturianos lo presentan cuidado y adornado con jardines; y su referencia aparece
en todos los folletos y libros de turismo. En cambio, nuestro Puente de la Herrería
se halla huérfano en esa y otras cuestiones, pues aún nos falta un último cepillado
para poder presentar nuestra herencia ancestral con orgullo y sin envidia.
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Puente de La Herrería fue construido entre los años 1749 y 1760, con un único
arco monumental, de unas dimensiones de 99 pies de diámetro (27,58 m.) y 60 pies
de altura (16,72m.) y tiene una particularidad casi desconocida en arquitectura;
está compuesto de dos arcos superpuestos, y de tramo en tramo, tiene unas
dovelas de doble longitud en sentido radial, que unen los dos arcos superpuestos.
Solamente esta característica, añade al PUENTE una gran resistencia, que
complicaría en su día la construcción del mismo al requerir una cimbra mucho más
resistente para soportar el peso del doble arco hasta el cierre del mismo.
En la parte izquierda el arco está apoyado directamente en la roca, y en la
parte derecha parece que está apoyado sobre troncos de haya, que dicen que
tiene la particularidad de mantenerse verdes durante siglos mientras está por
debajo de la superficie del agua. Lleva seis robustos contrafuertes por cada lado
que evitan cualquier deformación lateral del mismo.
El piso original del puente era adoquinado. Había una fila de piedras grandes y
planas que dividían el puente longitudinalmente en dos partes y cada dos metros
aproximadamente otras filas perpendiculares a la anterior, formando cuadros de
unos dos metros por uno ochenta. Estos cuadros están adoquinados con piedras
más pequeñas y redondas.
Estas particularidades y dimensiones del puente no se le escaparon al navarro,
don Pascual Madoz, que lo dejó inventariado en su Diccionario Geográfico
Estadístico Hispano, que realizó entre los años 1845 y 1850, en el que dejó escrito:
“El puente, que cruza y facilita el paso de Celis a los otros barrios, es digno de mencionarse por su estructura; consta de un solo arco de piedra de sillería con 99 pies de diámetro y 60 de altura y la particularidad de ser doble con una pasante a cada tercer bóveda que abraza los dos arcos; tiene varios estribos de piedra labrada, y cerrados tres pequeños arcos de que constaba además: se construyó en el año 1750 y siguientes, a expensas de D. Juan Gutiérrez Rubín de Celis, natural de este pueblo de Celis y vecino de México”. ------------------ooo0ooo-----------------.
EL PUENTE ABANDONADO
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Este puente, magnífico, hasta el año 2004 estuvo completamente abandonado y
envuelto en maleza. Mayucu, camino de San Pedro, le llamó la atención tanta
maleza, retrocedió y bajó a la orilla del río, contempló el MAGNÍFICO ARCO visto
desde abajo y, al tiempo, observaba la enorme cantidad de maleza arraigada en
las paredes y en los contrafuertes. Se indignó al contemplar tal dejadez, tal
indolencia, tal indisculpable abandono, A la memoria le vino como en el mismo
barrio de La Herrería, cuando él era niño, se convocaba concejo público para
proceder a la limpieza por parte de los vecinos del Concejo de Celis, que, por un
día y de modo altruista, prestaban su trabajo y esmero en el mantenimiento y
cuidado de PUENTE. Pero desde que se dejó de prestar (al toque de campana),
labores altruistas para el arreglo de caminos por parte de los vecinos, el abandono
del PUENTE viene desde hace muchos años, sin hacer ningún tipo de cuidado ni
de limpieza del mismo. Tampoco, ni una peseta se había invertido en su
mantenimiento desde hacía muchos años. En vista de todo ello, Indignado, escribí
el siguiente escrito al diario ALERTA:
“Celis: puente monumental abandonado” Alerta,5 de noviembre de 2000
“En Celis, en el barrio de La Herrería, se halla uno de los puentes más grande y
monumental de Cantabria completamente abandonado; árboles, araos y
matorrales de todo tipo han enraizado en sus paredes, en los estribos y en la mima
base del arco del puente, agrietando y arruinando gravemente las piedras de
granito en toda su estructura, sin que ningún responsable político ejecutivo haya
puesto sobre el tapete el estado ruinoso en que se halla.
Señor director diario Alerta: Adjunto le envío tres fotografías en las que puede
observar los árboles y matorrales que están dañando el puente.
En la primera fotografía se observa como han enraizado árboles y araos en
la misma base del puente, agrietando las piedras de sillería de la propia esquina
maestra del arco. Debo decirle, que esa parte del arco está cimentada sobre
grandes troncos de haya al ser imposible, en su día, profundizar y llegar al suelo
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firme. Este hecho favorece la penetración de las raíces de los árboles y de los
araos en toda la cimentación del arco del puente, agrietando y desplazando las
piedras de la cimentación, y si esto fuera poco, allí mismo vierte el colector del
barrio las aguas fecales, que, aparte de convertir el río Nansa en cloaca, las aguas
fecales allí estancadas puede erosionar y descomponer toda la base de troncos de
haya colocados en el hecho de la cimentación hace justamente 252 años.
La segunda fotografía muestra los árboles y matorrales espesos que han
enraizado en los laterales y estribos del puente, dislocando las piedras de sillería de
estos últimos. Hasta los zorros hacen camada en ellos.
Esta fotografía muestra como la maleza y los árboles arraigan en las paredes y
contrafuertes del PUENTE que las dañan gravemente
Esta otra muestra el desagües del barrio al pie del cimiento derecho del arco, que puede dañar a los troncos de haya del
cimiento.
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La tercera fotografía muestra la gran magnitud del arco del puente. Según el
Diccionario Geógrafo Estadístico e Histórico de Pascual Madoz (1.845), el puente
tiene 60 pies de altura (16'718 m) y 99 pies de diámetro (27'585 m). Se trata de uno
de los puentes de piedra mayor y monumental de toda Cantabria con hornacina
incluida bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe.
¿Cuántos municipios de Cantabria desearían tener un puente de piedra de sillería, monumental y con tanta historia, como tiene el puente de La Herrería de Celis, para, con sumo orgullo, mostrarlo limpio y con iluminación propia a forastero y turistas?........... Muchos
Esto es: limpio y con iluminación ornamental propia, como el puente de
Gangas de Onís. Pero en Rionansa no se está a eso; desde que legó la democracia
impera el caciquismo, el fascismo y el latrocinio, y bajo estas tres plagas
miserables no hay tiempo ni iniciativas en pro y en beneficio del patrimonio del
municipio. Quizás mucha culpa la tengan los propios vecinos que miran más para
otro lado cuando debieran mirar de frente, escudriñar los entresijos malolientes y
señalar con el dedo allí donde sale el tufo, esto es: al malabarista que oculta las
cuentas públicas con facturas piratas; al listo, que cortó y quemó sin fuego el
pinar de Ribalastra mientras el Táladro ocho años sin camino está; al usurpador,
que abren canteras ilegales llevándose en camiones la piedra de granito que
pertenece al patrimonio común de todos y venderla en beneficio de su bolsillo; al
ínclito, que lleva construyendo durante catorce años un edificio fuera de lo
establecido en el proyecto, levantando planta de más y ahuyentando al arquitecto
director con un kick en el culo; al indolente, que tiene el deber de velar por el
patrimonio público del municipio y no lo hace; al sisador, que tiene una
acometida ilegal del alumbrado público dentro de su casa, y al penitente en “vía
crucis”, que está construyendo durante doce años un polideportivo público con
sólo cinco kilos de cemento y muchos millones de pasta gastados,…..y
atribuyendo el desaguisado a Miguel Ángel Revilla por no cebar la vaca durante
los tres últimos años.
¿En qué galaxia reside el Tribunal de Cuentas?. Eso pregunté hace poco,
pero el Gran Hermano me respondió: "Esa pregunta es una impertinencia:
¡España va bien!". Otra pregunta impertinente: ¿Quién conoce en el barrio de La
Herrería a estas personas, como vecinos del barrio?, esto es: a Manuel García
González, a Honorario Sánchez Muñoz y Pedro Santamaría López. Idem, en
Riclones: a Ángel Paulino Rodríguez Mantecón, a Pedro R. Díaz Fernández, a Silvino
Díez San Martín, a Francisco Gómez Sánchez, a Vicente García Llorente y Alberto
Toca Villegas. Idem, en Celis: a José Luis Escalante Pacheco, a Antonio Cantero
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Gómez, a Pablo García Sánchez, a Francisco Gómez Samperio, a Onésimo
González Cuesta, a Elías Gorostola Calderón, a José Luis Martín Álvarez, a Ángel
Noriega Peón, a Ángel Rodríguez Cuevas, a Antonio Rueda Pardo, a Luis Somavilla
Sota y Santiago Torre Ruiz. Idem, en Celucos: a José María López Molino. // Todos
estos nombres no sé si responden a personas reales o virtuales, pero todos están
señalados como votantes y haber votado en las últimas elecciones municipales en
Celis, y posiblemente en las listas de las restantes mesas del municipio el mismo
virus virtual haya engordando el número de votantes para obtener una mayoría por
los pelos. Yo recurro al adagio atribuido a Séneca:
“Si las leyes no lo prohiben lo debe prohibir la honestidad."
De estos tufos malolientes y de otros sale la raíz del mal, aparte del que sale
de las aguas putrefactas del colector chapuza bajo el mismo Puente de la Herrería.
Mientras tanto, la raíz de los árboles, matorrales, araos, y las propias aguas
putrefactas, están dañando gravemente toda la estructura del PUENTE, sin que
ningún responsable del patrimonio público haya sentido ni siquiera una brizna de
vergüenza política ni ética.
El Día 13 de septiembre último, tres diputados regionales del Partido Socialista
(Pilar Gutiérrez Ocerín, Lucrecia Santamaría Gabancho y Tomás Rivero), han
verificado el grado de abandono en que se halla el puente, y han prometido
plantear el tema del abandono en el Parlamento de Cantabria.
De paso, ese mismo día, dichos diputados socialistas visitaron a la abuela de
Cantabria, doña Ángeles Vega Álvarez, vecino del citado barrio de La Herrería,
con 108 años cumplidos, a la que obsequiaron con un ramo de flores,
Celis, 28 de octubre de 2000” (Fin)
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OTRO ESCRITO EN EL DIARIO ALERTA:
“Unge el mantenimiento del Puente de La Herrería A LA CONSEJERIA DE CULTURA:
Con fecha 5 de noviembre último salió en ALERTA un escrito mío titulado: “Puente
monumental abandonado”, escrito que dio lugar para que la diputada socialista,
Lucrecia Santamaría Gabacho, requiriera en Comisión parlamentaria al Sr.
Consejero de Cultura y Deportes del Gobierno Regional con el objeto de saber la
gestión programática llevada por la Consejería en relación al mantenimiento y
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conservación del patrimonio regional y, en particular, en relación al puente de La
Herrería y del colector que vierte las aguas fecales en la propia cimentación del
puente. Comparecencia que tuvo lugar el 12 de enero último. A la pregunta
relativa al mantenimiento y conservación del puente, el Sr. Consejero, inició la
intervención y, entre otros detalles, puntualizó lo siguiente:
“Que los bienes patrimoniales de Cantabria se clasifican, de acuerdo con la
Ley del Patrimonio, en Bienes de Interés Cultural, Bienes de Interés Local y
Bienes Inventariados. El puente, al que se refiere la pregunta, no consta en
el Servicio del patrimonio como declarado en ninguna de las tres categorías
de protección. Es más, nunca ha sido solicitado de esta Consejería que se
inicie o incoe expediente de declaración en alguna de las tres figuras de
protección antes anotadas. Lo cual, me sorprende la preocupación por el
puente, cuando a la Consejería no se ha planteado nunca ninguna solicitud
sobre ni tan siquiera estudios sobre el puente. Recientemente, a través de la
prensa, hemos conocido alguna declaración pública, concretamente del
Secretario General de la Agrupación Socialista Comarcal del Nansa. Yo creo
que más allá de posibles rentabilidades políticas locales, la Consejería
estima que si la situación del puente es la descrita, lo que se impone es
realizar un estudio técnico sobre el asunto, en el que se analicen las causas
del deterioro, incluido el desagüe al que se hace referencia, para poder
resolver, en consecuencia, la situación planteada”
Sorprende lo manifestado por el Sr. Consejero al decir que en la Consejería de
Cultura y Deportes no consta inscrito el puente de La Herrería en ninguna de las tres
categorías de los Bienes Patrimoniales de Cantabria. Ello demuestra el nulo interés
que tiene el Ayuntamiento de Rionansa en colaborar con la Consejería de Cultura
en este menester.
En cambio, desde hace 150 años, si consta en el Diccionario Geográfico
Estadístico Hispano, realizado entre 1845 y 1850, cuando no había ni
coches a motor, ni radio, ni teléfono, ni correo electrónico, ni ordenador, ni
internet, ni redes on line. Sólo los zamarrones de Polaciones era lo más
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importante del valle bajo la fuente El Chivo, cuando el navarro, don
Pascual Madoz, nos dejó escrito:
“El puente, que cruza el río Nansa que facilita el paso de Celis a los
otros barrios, es digno de mencionarse por su estructura; consta de un solo
arco de piedra de sillería con 99 pies de diámetro y 60 pies de altura y la
particularidad de ser doble con una pasante a cada tercer bóveda que
abraza los dos arcos; tiene varios estribos de piedra labrada, y cerrados
tres pequeños arcos de que contaba además; se construyó en el año 1750 y
siguientes, a expensas de D. Juan Gutiérrez Rubín, natural de este pueblo de
Celis y vecino de Méjico”.
Debo decir y para que lo sepa el Sr. Consejero, que con fecha 28-11-98, el diario
ALERTA publicó un artículo de Armando Gómez, entonces edil del PRC, en el que
manifestaba la presentación en el Ayuntamiento de Rionansa una moción
solicitando la limpieza y conservación del puente de La Herrería y la del puente
sobre el río Vendul, en Cosío, “rogando al Pleno, que se solicite a la Consejería
de Cultura su revisión por técnicos propios con el fin de estudiar su historia
y, en su caso, solicitar la inclusión de los mismos dentro del Patrimonio
Cultural de Cantabria”.
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Moción y sugerencia que fueron a la papelera del olvido negligente, pues el
pensamiento único es totalmente incompatible con la democracia efectiva y, por
ende, con la Cultura. Por tanto, prometo al Sr. Consejero enviarle personalmente
copia literal de la Escritura de Fundación de la Escuela de Celis, donde se recoge
la orden dada para la construcción del puente de La Herrería y, al tiempo, le ruego
encarecidamente que ordene el inicio del expediente correspondiente para la
inclusión del puente en el Catálogo del Patrimonio de Cantabria, y se ejecute la
limpieza y reparación que necesita con urgencia.
Por otra parte, muy pocos vecinos del Concejo de Celis saben quien fue D.
Juan Gutiérrez Rubín de Celis, cuando este señor ha sido, sin duda alguna,
el mejor benefactor de todos los tiempos que ha tenido el Concejo de Celis y,
sin embargo su nombre ha caído en el olvido de modo lamentable. D. Juan
Gutiérrez Rubín de Celis, nació en el barrio de La Herrería (Celis)
posiblemente en el último cuarto del siglo XVII. Fue coronel del Ejercito y
Caballero de la Orden de Santiago, ferviente católico y vecino de la Imperial
Ciudad de México en el reino de Nueva España. Con fondos propios mandó
construir el soberbio puente en el barrio de La Herrería sobre el río Nansa;
la Escuela de Primeras Letras en el citado barrio La Herrería; la Iglesia de
San Roque y San Jacinto en Celis, y la traída de aguas al pueblo de Celis
desde la fuente de La Toja. Cuatro obras de primera magnitud que fueron
hechas en un tiempo récord (18 años), teniendo en cuenta que en aquellos
tiempos todos los materiales eran transportados con parejas de bueyes por
caminos de herradura. Las obras preliminares del puente, según se ha
podido averiguar, se iniciaron el 18 de mayo de 1749 (año en que nació
Goethe) y se dieron por terminadas el 12 de diciembre del año 1760,
festividad mexicana de Nuestra Señora de Guadalupe. La primera pareja de
bueyes, con carro, que cruzó sobre el arco del puente fue el 4 de julio de
1756, conducida por el carretero José Antonio Gutiérrez de Celis. La
cimentación del puente, del lado del barrio, se hizo sobre grandes troncos
de haya recién cortados, que, bajo tierra húmeda, perpetuamente
permanecen verdes.
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Mientras tanto se hizo la Iglesia de San Roque y San Jacinto y la traída de aguas
al pueblo de Celis. La Escuela de Primeras Letras en el barrio de La Herrería se
terminó el año 1764, la cual estuvo en activo hasta julio de 1937. En el año 1948
fue vendida por el Gobierno franquista a pesar de que lo prohibía
expresamente el punto 14 de la Escritura de la Fundación. Hoy se halla en
estado ruinoso y se debería intentar recuperar, comprándola, para establecer
en ella un museo etnográfico para el valle del Nansa.
Considero que todos los vecinos del Concejo de Celis tenemos una gran deuda
de gratitud con este benefactor. Se debiera levantar un monolito en su memoria
al final del Puente (o bien en el sitio que los vecinos consideren más idóneo),
con placa de bronce, recordando su nombre, y de las obras y fundación que
mandó Fundación de la Escuela de Celis La Herrería, según la escritura de
fundación con fecha l5 de febrero de 1764. Todo un tratado de buenas
SR. CONSEJERO DE CULTURA, DEPORTES Y TURISMO DE LA COMUNIDAD DE CANTABRIA. SANTANDER
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El puente de La Herrería debe estar catalogado como un bien a proteger en el patrimonio cultural municipal
de Rionansa
ASUNTO: ESTUDIO Y CATALOGACIÓN DE UN BIEN PATRIMONIAL Y CULTURAL . (Se trata del Puente de La Herrería, en Celis, sobre el río Nansa).
El que suscribe, Víctor Manuel Cortijo Rubín, con D.N.I. 13.845.186 Z, natural y
vecino de Celis, Ayuntamiento de Rionansa, acogiéndose a Ley 11/1998, de 13 de
octubre, del Patrimonio Cultural de Cantabria, artículos 9 y 16 (y de todos aquellos
otros artículos que sean de aplicación para la protección del patrimonio), para
plantear ante esa Consejería, el estudio, la valoración y el registro en el Catálogo
del Patrimonio de Cantabria (en la modalidad que se estime), el puente que se
halla sobre el río Nansa, en Celis, denominado: “Puente de La Herrería”, ya que se
considera, sin ningún género de duda, de un bien patrimonial a proteger y
conservar de primer orden.
Además, el mismo preámbulo de la citada Ley viene a decir:
“Que la Comunidad Autónoma de Cantabria se obliga a contemplar las peculiaridades culturales de Cantabria, preservándolas y promoviéndolas como aportación de su tierra y de sus gentes y la de defender, proteger y conservar el patrimonio para que las actuales y futuras generaciones de ciudadanos disfruten ahora y en el futuro de una herencia ancestral que ha dado forma a través de las diversas etapas de la Historia de la Autónoma de Cantabria”
HISTORIA:
El Puente de la Herrería tiene un arco de 99 pies de diámetro y 60 pies de alto,
construido con piedra de granito, bien labrada, que refleja la magna ingeniería
empleada en su construcción llevada a cabo a mediado del siglo XVIII. El puente
lleva otros tres arcos ciegos amortiguadores del esfuerzo del principal. Toda la obra
de la construcción del puente fue llevada a cabo entre los años 1749 y 1760,
gracias al mandato y al erario particular de don Juan Gutiérrez Rubín de Celis,
Caballero de la Orden de Santiago, ferviente católico, coronel del ejercito imperial
en la ciudad de México en el reino de Nueva España y oriundo del Barrio de La
Herrería, Celis. El puente se remató construyendo una hornacina en la cima bajo la
advocación de la Virgen de Guadalupe.
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Este puente monumental no le pasó por alto al navarro, don Pascual Mador, que lo dejó inventariado en su Diccionario Geográfico Estadístico Hispano, que realizó entre los años 1845 y 1850, en el que dejó escrito:
“El puente, que cruza facilita el paso de Celis a los otros barrios, es digno de
mencionarse por su estructura; consta de un solo arco de piedra de sillería con 99
pies de diámetro y 60 de altura y la particularidad de ser doble con una pasante a
cada tercer bóveda que abraza los dos arcos; tiene varios estribos de piedra
labrada, y cerrados tres pequeños arcos de que constaba además: se construyó
en el año 1750 y siguientes, a expensas de D. Juan Gutiérrez Rubín, natural de este
pueblo de Celis y vecino de México”
MEDIDAS EQUIVALENTES :
Una vara castellana = 3 pies = 0,83590 metros.
Un pie = 27,8635 cm.
Diámetro del arco: 99 pies = 27,585 metros.
Altura: 60 pies = 16,72 metros.
CIMENTACIÓN:
El cimiento de uno de los extremos del arco principal del puente se cimentó
sobre troncos de haya verdes, técnica que se empleaba entonces, en el siglo XVIII,
al no hallar suelo firme en la cimentación.
MANTENIMIENTO Y CONSERVACIÓN :
El puente, hoy por hoy, todo parece que no tiene dueño, o mejor dicho: es que
no lo tiene. Ningún organismo ni institución local se ha preocupado lo más mínimo
de su mantenimiento y conservación. Debido a esta negligencia municipal, el
puente se halla en un estado lamentable. Una de las esquinas maestras del arco
está seriamente removida a causa de las raíces de los árboles y los araos que han
brotado bajo los cimientos del puente. Esto es preocupante, sabiendo que esa
parte del arco está cimentada sobre grandes troncos de haya, hecho que
favorece la penetración de las raíces en toda la cimentación agrietando y
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desplazando las piedra y, como guinda de este desaguisado, el colector del barrio
vierte las aguas fecales al pie de la cimentación dañada, que, aparte de formar
una cloaca mosquitera, las aguas fecales allí estancadas pueden descomponer,
con el tiempo, los troncos de haya bajo la cimentación. No menos deplorable se
hallan las paredes laterales y estribos de ambos lados del puente; todo lleno de
árboles y matorrales, cuyas raíces erosionan las paredes y estribos del puente. Es
urgente una limpieza a fondo de toda la maleza y raíces, y la reparación de todas
aquellas partes afectadas.
Y para más indolencia por parte de todos, actualmente se le está sometiendo al
puente a una sobrecarga debido al trasiego de camiones de gran tonelaje de
tierra y piedras (25 toneladas cada uno) del desmonte de la renovación de la
carretera del Nansa, causando más daño añadido a la estructura del puente,
hecho éste que no debe obviase teniendo en cuenta que toda la estructura del
arco se proyectó, en su día, sólo para el paso de carros con bueyes y no para el
paso de camiones de gran tonelaje como hoy está ocurriendo, Se corre el riesgo,
que la parte del arco cimentada sobre los troncos de haya tenga algún
movimiento de hundimiento, posibilidad que no hay que descartar a la ligera.
Por el puente pasa una carretera municipal que va a los pueblos de Celucos,
Riclones y de enlace con la carretera de Puente del Arrudo-Lamasón.
Artículo 9.2 de la citada Ley, dice:
“Cualquier persona física o jurídica está legitimada para la defensa del
Patrimonio Cultural de Cantabria ante los órganos competentes y los
Tribunales de Justicia, en cumplimiento de lo previsto en esta Ley”.
El hecho de presentar y registrar este escrito en el Registro de la Consejería de
Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno Regional de Cantabria está avalado por
este precepto, en primera instancia, y en pro de proteger un puente del siglo XVIII;
uno de los puentes más grande y monumental de piedra de Cantabria, que,
incomprensiblemente, no se halla registrado en ninguna parte como un bien a
proteger en el Patrimonio Cultural de Cantabria.
Con la presentación de este escrito se espera que se abra el expediente
correspondiente para su catalogación en el patrimonio de Cantabria, y se proceda
a reparar y conservar el citado puente. Es una petición; que se ruega se tenga en
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cuenta, y se proceda, en consecuencia, abriendo el expediente correspondiente
tal como preceptúa la citada Ley sobre el Patrimonio Cultural de Cantabria..
Celis: El puente de La Herrería declarado Patrimonio Local de Rionansa.
(Alerta, 4 de julio de 2002)
El Puente de La Herrería (Celis), será registrado como Bien Patrimonial Local de Rionansa, por la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria
La Comisión Técnica de Patrimonio Edificado de la Consejería de Cultura,
Turismo y Deporte, reunida en sesión ordinaria el día 14 de junio último, presidida
por el Sr. Director General de Cultura, D. Juan Antonio Muñoz Castro, acuerda, por
unanimidad, informar favorablemente que se declare “Bien de Interés Local al
Puente de La Herrería (Celis) con el entorno de protección propuesto”.
El expediente de apertura se inicia a petición de la demanda de “Estudio y
catalogación de un bien patrimonial y cultural”, presentada por mi en el registro de
la Consejería de Cultura del Gobierno de Cantabria el 25 de enero último, nº de
entrada 2278, en la que rogaba al Sr. Consejero abrir expediente y proceder al
estudio y catalogación del “Puente de La Herrería”, al considerar que se trataba
de “Un Bien patrimonial y cultural a proteger”, de acuerdo con lo estipulado
en preámbulo de la Ley 11/1998, de 13 de octubre, del Patrimonio Cultural de
Cantabria, que viene a decir:
“Que la Comunidad Autónoma se obliga a contemplar las peculiaridades culturales de Cantabria, preservándolas y promoviéndolas como aportación de su tierra y de sus gentes y la de defender, proteger y conservar el patrimonio para que las actuales y futuras generaciones de ciudadanos disfruten ahora y en el futuro de una herencia ancestral que ha dado forma
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a través de las diversas etapas de la Historia de la Autonomía de Cantabra”.
Por otra parte, el artículo 9.2 de la citada Ley, dice:
“Cualquier persona física o jurídica está legitimada para la defensa del Patrimonio Cultural de Cantabria ante los órganos competentes y los Tribunales de Justicia, en cumplimiento de lo previsto en esta Ley “.
Así, pues, el hecho de presentar y registrar la citada demanda en el registro de
la Consejería de Cultura iba avalada por este precepto en pro de proteger un
magnífico puente de piedra construido en el siglo XVIII; uno de los puentes más
grande de piedra de los que hoy se hallan en Cantabria, pero,
incomprensiblemente no se hallaba registrado en ninguna parte como un Bien del
Patrimonio Cultural o Local, todo por desidia e irresponsabilidad del Ayuntamiento
de Rionansa.
En cambio, hace 152 años, cuando aún no había ni coches a motor, ni
teléfono, ni radio, ni televisión, ni correo electrónico, ni ordenador, ni redes on line,
este puente no se le pasó por alto al navarro, don Pascual Madoz, que lo dejó
inventariado en su “Diccionario Geográfico Estadístico Hispano”, que lo realizó
entre los años 1845 y 1850, en el que dejó escrito:
“El puente, que cruza y facilita el paso de Celis a los otros barrios, es digno de mencionarse por su estructura; consta de un solo arco de piedra de sillería con 99 pies de diámetro y 60 de altura y la particularidad de ser doble con una pasante a cada tercer bóveda que abraza los dos arcos; tiene varios estribos de piedra labrada, y cerrados tres pequeños arcos de que constaba además: se construyó en el año 1750 y siguientes, a expensas de D. Juan Gutiérrez Rubín de Celis, natural de este pueblo de Celis y vecino de México”.
El puente de La Herrería está construido con piedra de granito, bien labrada, y
refleja la magna ingeniería empleada en su construcción llevada acabo entre los
años 1749 y 1760, gracias al mandato y al erario particular de D. Juan Gutiérrez
Rubín de Celis, Caballero de la Orden de Santiago, ferviente católico, coronel del
ejercito imperial en la ciudad de México en el reino de Nueva España y oriundo del
barrio de La Herrería. El puente tiene un arco principal, más otros tres arcos ciegos
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a menor, con la misión de amortiguar el esfuerzo del arco principal, y se remató
con una hornacina en la cima bajo la advocación de la Virgen de Guadalupe.
En relación al mantenimiento y conservación, el puente, hasta hoy, todo
parecía que no tenía dueño. Ningún organismo ni institución local se ha
preocupado lo más mínimo de su mantenimiento y conservación, por lo que ha
llegado a un estado lamentable; en una de las esquinas maestras las piezas de
sillería están dislocadas, las paredes laterales y estribos de ambos lados está todo
lleno de raíces de árboles y matorrales que erosionan toda la estructura edificada,
que, al tiempo, pone en evidencia la desidia y negligencia del Ayuntamiento de
Rionansa en relación a la conservación del Patrimonio Local.
Con fecha 12 de marzo del corriente año, nº de salida 2537, la Consejería de
Cultura solicita al Colegio Oficial de Arquitectos de Cantabria, dentro del convenio
establecido entre ambos organismos, documentación técnica relativa sobre el
puente, delimitación del entorno de protección y memoria histórica-artística, con el
objeto de proceder a su protección dentro de las tres categorías contempladas en
la citada Ley 11/1998 sobre el Patrimonio Cultural de Cantabria.
El 14 de mayo último, el Colegio Oficial de Arquitectos hace entrega a la
Consejería de Cultura de dos expedientes en relación al citado puente de La
Herrería. El primero, nº de entrada 7312, delimita el entorno de protección que
abarca todo el barrio de La Herrería, justificando dicho entorno al estar el barrio
íntimamente relacionado con el puente, del cual participa activamente, no sólo
por razones de la comunicación, sino también, por el importante el efecto visual
que se tiene de ese punto emblemático. De ahí, el hecho de englobar la totalidad
de construcciones que conforman el núcleo del barrio. Además, se ha respetado,
tanto el límite de las fincas como el límite natural para la necesaria protección del
bosque de ribera y de la vegetación circundante con numerosas especies
autóctonas. El segundo expediente, nº de entrada 7313, narra someramente la
historia y fechas de la construcción del puente y magnitudes. En dicho expediente
hay un escrito, también facilitado por el citado Colegio, que aporta datos sobre el
promotor del puente que, por ser de interés histórico, se aportan a continuación.
19
“Don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, coronel de infantería, nació el Celis y bautizado el 26-X-1671. Emigró a México el año 1691 donde contrajo matrimonio con Doña María Isabel de los Ríos nacida en Cuerétaro y bautizada el 18-IX-1690. Contrajeron matrimonio en la Catedral mexicana el 27-XII-1705. Fue Corregidor de México, Caballero de la Orden de Santiago en octubre de 1708, expediente 6564. Sus padres fueron Justo Gutiérrez de Celis, bautizado el 04-VIII-1633 y Catalina Rubín de Celis, natural de Celis, bautizada el 19-V-1648, casados en Celis el 22-I-1671. Su esposa, Doña María Isabel de los Ríos era originaria de Tudela, donde habían nacidos sus padres, el Alférez Antonio de los Ríos y su madre de Piasmaro (México). Hijos: Juan Ignacio, nacido en México el 31-VII-1708, bautizado el 06-VIII-1708. Fue Capitán de la Guardia del Caballero Santiago./ José Nicolás, nacido en México el 09-IX-1723, bautizado en la Catedral el 25-IX-1723, Caballero de la Orden de Santiago en 1743. El 23 de febrero de 1746, don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, firmó el protocolo enviando 8.000 pesos para construir un puente de piedra en el mismo paraje donde el presente se halla en dicho Concejo de Celis y una fuente en el cueto de Hugón o de la fuente de la Toja.”
No deseo terminar este escrito, sin dar las gracias al Sr. Consejero de Cultura de
Cantabria, Sr. Cajigas Rodríguez por atender, diligentemente, mi demanda de
apertura del expediente; a los diputados socialistas: Pilar Gutiérrez, Lucrecia
Santamaría y Tomás Rivero por el apoyo prestado y, por último, al Sr. Collado,
director del diario ALERTA, por su magnanimidad al permitir que salieran en TRIBUNA
LIBRE los artículos titulados: “Celis: Puente monumental abandonado” (05-XI-
2000) y “Celis: Urge el mantenimiento del puente de La Herrería” (21-V-2001),
que han ayudado y motivado para que el Puente de La Herrería sea declarado e
inventariado como “Un bien del Patrimonio Local”, que, conllevará consigo el
montante económico para su mantenimiento y conservación.
El Excmo. Sr. Consejero de Cultura, Turismo y Deporte, con fecha 24 de febrero de 2004, dictó la siguiente Resolución:
“Considerando que por Resolución de la Dirección General de Cultura de 2 de junio de 2003 se ha incoado expediente de declaración de Bien de Interés Local, con la categoría de inmueble, a favor del “Puente de la Herrería, en Celis (Rionansa)”.
Considerando que se han cumplimentado todos los trámites preceptivos en la incoación e instrucción del expediente, de acuerdo con lo que establecen los artículos 26 y siguientes de la Ley 11/1 998. de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria. Cumplido el trámite establecido en el artículo 28.5 de la antedicha Ley,
En su virtud, de acuerdo con lo establecido en el artículo 27 de la Ley 11/1998, de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria, a propuesta del Director General de Cultura, el Excmo. Sr. Consejero de Cultura, Turismo y Deporte
RESUELVE
PRIMERO: Declarar Bien de Interés Local, con la categoría de inmueble, el “Puente de la Herrería” en Celis (Rionansa). Según la descripción y ubicación que constan en el anexo.
SEGUNDO: Delimitar el entorno de protección del bien declarado, que figura en el anexo junto con su justificación, y que se encuentra representado en el plano que se publica con esta Resolución.
TERCERO: Notificar esta Resolución a los interesados y al Ayuntamiento de Rionansa, así como al Catálogo General de Bienes de Interés Local para su inscripción definitiva.
CUARTO: Que la presente Resolución, con su anexo, se publique en el “Boletín Oficial de Cantabria
Lo que se hace público para el general conocimiento.
Firmado por el Excmo. Sr. Consejero de Cultura, Turismo y Deporte con fecha 24 de febrero de 2004”
Contra la presente Resolución, que no pone fin a la vía administrativa, cabe interponer Recurso de Alzada ante el Consejo de Gobierno de Cantabria, en el plazo de un mes a partir del día siguiente al de la recepción de la presente notificación. Santander, 1 de marzo de 2004
EL SECRETARIO GENERAL DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE
23
Fdo: José Manuel Arenal González
SR. D. VICTOR M.CORTIJO RUBÍN // ÁVILES-VERSALLES (ASTURIAS)
PARLAMENTO DE CANTABRIA
BOLETIN OFICIAL (4 de marzo de 2004)
CONSEJERÍA, DE CULTURA, TURISMO Y DEPORTE
Resolución de 24 de febrero de 2004, por la que se declara Bien de Interés Local, con la categoría de Inmueble, el «Puente de la Herrería», en Celis, Ayuntamiento de Rionansa.
Considerando que por Resolución de la Dirección General de Cultura de 2 de junio de 2003 se incoó expediente de declaración de Bien de Interés Local, con la categoría de inmueble, a favor del «Puente de la Herrena >, en Ces, Ayuntamiento de Rionansa.
Considerando que se han cumplimentado todos los trámites preceptivos en la incoación e instrucción del expediente, de acuerdo con lo que establecen los artículos 26 y siguientes de la Ley 11/1998, de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria.
Cumplido el trámite establecido en el artículo 28.5 de la antedicha Ley. En su virtud, de acuerdo con lo establecido en el artículo 27 de la Ley 11/1998, de 13 de octubre, de Patrimonio Cultural de Cantabria, a propuesta del Director General de Cultura, el excelentísimo señor consejero de Cultura, Turismo y Deporte,
RESUELVE
Primero.- Declarar Bien de Interés Local, con la categoría de inmueble, el «Puente de la Herrería», en Celis, Ayuntamiento de Rionansa, según la descripción y ubicación que constan en el anexo.
Segundo.- Delimitar el entorno de protección del bien declarado, que figura en el anexo junto con su justificación, y que se encuentra representado en el plano que se publica con esta Resolución.
Tercero.- Notificar esta Resolución a los interesados y al Ayuntamiento de Rionansa, así como al Catálogo General de Bienes de Interés Local para su inscripción definitiva.
Cuarta.- Que la presente Resolución, con su anexo, se publique en el BCO. Lo que se hace público para general conocimiento.
Santander, 24 de febrero de 2004.—El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Francisco Javier López Marcano.
24
a) Descripción
ANEXO
La Herrería es un pequeño núcleo que se encuentra situado en la ribera derecha
del valle del río Nansa, en ¡as proximidades de Celis, y perteneciente al municipio
de Rionansa.
El Puente tiene una longitud de 15 metros sobre el río Nansa, comunica el núcleo
de Celis con los barrios de Celucos y Riclones. Construido con piedra de granito,
tiene un gran arco de 99 pies de diámetro (27,6 metros) y 60 pies de alto (16,7
metros). Consta de varios estribos de sillería y de tres arcos más de menor tamaño
que fueron cegados posteriormente y que amortiguan el esfuerzo del arco
principal.
Toda la obra de la construcción fue llevada a cabo entre los años 1749 y 1760,
gracias al mandato y al erario particular de D. Juan Gutiérrez Rubín de Celis, natural
del barrio de la Herrería y vecino de México, según dejó inventariado en su
Diccionario Geográfico Estadístico Hispano el navarro D. Pascual Mador entre los
años 1845 y 1850.
El Puente se encuentra rodeado por un denso bosque de sauces, alisos, chopos,
laureles y fresnos.
b) Delimitación de entorno y justificación
El límite propuesto coincide por el Suroeste con la curva de nivel 115; dicha línea
discurre paralelamente al cauce del río y dista de 15 a 20 metros respecto al eje
del mismo.
Al Noroeste, atravesando el cauce del río, con el límite de la parcela señalada
en el plano adjunto hasta el vértice norte de la edificación denominada 1.
Al Este, a través de la línea recta que une: las fachadas norestes de las
edificaciones denominadas 1 y 2, el vértice este de la edificación 3 y el vértice sur
de la edificación 4.
25
Al Sureste, desde el vértice sur de la edificación 4, con una línea paralela a la
directriz del Puente, hasta la intersección de ésta con la curva de nivel 115.
La delimitación del entorno de protección, que constituye un ámbito continuo
próximo al Puente, se ha realizado atendiendo a una serie de factores que inciden
directamente en el Bien.
Por una parte, parece obvio que un núcleo de las dimensiones y características
de La Herrería esté íntimamente relacionado con el Puente del cual participa
activamente, no solo por razones de la comunicación, sino también por el aspecto
visual; la perspectiva que se tiene de ese punto emblemático también es
importante. De ahí el hecho de englobar la totalidad de las construcciones que
conforman el núcleo.
Además, se ha respetado tanto el límite de las fincas como el límite natural para la
necesaria protección del bosque de ribera, además de la vegetación circundante
LA FAMILIA: GUTIERREZ DE CELIS Y GUTIERREZ RUBIN DE CELIS
Rama troncal y primer varón que con el apellido Celis aparece en la Historia es
un tal Gutierre Rodríguez, Señor del Castillo de Celis (2) en el mismo Valle de
Rionansa. En algunos documentos de su época se le nombra sólo con el
patronímico, pero como ya en su tiempo usaban los nobles por apellido la
denominación de su solar, aparece en algunas nobiliarias y en muchas memorias
de esta familia el apellido Celis. Este Gutierre Rodríguez fue Caballero
Ricohombre de Mesnada del Rey Don Fernando III El Santo, casado con Doña
Catalina Ruiz de Ferrera, hija de Rodrigo Álvarez de Ferrera, señor de esta casa
30
que lo era de la de Herrera de Río Pisuerga, que después fue de los condes de
Benavente. Fue el primogénito Fernán Gutiérrez de Celis, y de allí en adelante fue
costumbre usar este apellido combinado.
Expansión del apellido Celis y Rubín de Celis por Venezuela y Colombia
Uno de sus descendientes fue DON FELIPE GUTIERREZ DE CELIS natural del
lugar de Celis (Cantabria), quien casó con MARÍA GONZÁLEZ DEL SOLAR,
padres a su vez de Justo Gutiérrez de Celis y González del Solar, casado con
Catalina Rubín de Celis, del mismo lugar, y que de este último matrimonio,
desciende Juan Francisco Gutiérrez Rubín de Celis, que pasó a CIUDAD DE
MÉXICO donde fue Caballero de la Orden de Santiago en 1708. Allí casó con
María Isabel de los Ríos, natural de Querétaro, de cuyo matrimonio hubo
descendencia. Probaron su nobleza en la Orden de Santiago en 1708 y en 1743.
De esta rama (Don Felipe Gutiérrez de Celis y doña María González del
Solar) desciende Francisco Gutiérrez de Celis, (hijo legítimo de ambos), de de
quien se tienen noticias de que fue probablemente el primero de su linaje que vino
de Cantabria, (de donde era originario) a VENEZUELA a principios del siglo XVIII y
se estableció en Maracaibo. Aparece ya como padrino en 1739 y contrajo
matrimonio con doña Rosa Ana de la Colina Peredo proveniente de Coro, y que
según la tradición desciende del Emperador Moctezuma, se constituye en uno de
los linajes más antiguos y extendidos de la región occidental del país (Venezuela),
31
desde donde se regó hacia Mérida, Barinas, Valencia, Caracas y Ciudad Bolívar,
siendo casi todos sus miembros descendientes del mismo tronco y famosa como
joya arquitectónica la casa solariega de una de sus ramas situada en Valencia.
(Venezuela). (VER ESQUEMA FAMILIAR). // (Un Celis, de Venezuela, me ha
confirmado que allí hay más 8.000 habitantes con apellido Celis según un
censo que él maneja).
Del matrimonio antes arriba citado, don Justo Gutiérrez de Celis y Catalina
Rubín de Celis, hubo, al menos otro hijo, llamado Manuel Francisco Gutiérrez
Rubín de Celis y hermano del citado Juan Francico Gutiérrez Rubín de Celis
tal como su nombre ha aparecido en una teja hallada en un tejado por Manuel
Gutiérrez Cortines, marido de Mary Pérez Gutiérrez – Celis
La teja donde aparece el nombre de Manuel Francisco Gutiérrez Rubín de Celis, el que se cree con cierta seguridad, hermano de don Juan Francisco Gutiérrez Rubín de Celis, siendo este último que mandó hacer el citado Puente de La Herrería.
Puente de La Herrería (Celis), fue construido gracias al gran bienhechor, llamado Don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, (Cuyo nombre completo era Juan Francisco) nacido en este barrio de La Herrería y bautizado en Celis el 25 de octubre de 1671. En el año 1691 emigró a México, posiblemente reclamado por algún familiar. Sus padres fueron D. Justo Gutiérrez de Celis, nacido en Celis y bautizado el 4 de agosto de 1833 y Caltalina Rubín de Celis, natural de Celis y bautizada el 19 de mayo 1648, casados en Celis el 22 de enero de 1671. // Sus abuelos paternos, como se ha dicho, fueron: Don Felipe Gutiérrez de Celis y doña María González Solar, ambos naturales de Celis. El 27 de diciembre de 1705 contrajo matrimonio en la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe con Doña María Isabel de los Ríos, nacida en Cuarétaro, México,
ESQUEMA FAMILIAR GUTIERREZ DE CELIS Y RUBIN DE CELIS
------------------ooo0ooo--------------------.
-------------------ooo0ooo-----------------.
-----------------ooo0ooo----------------.
-----------------ooo0ooo--------------------.
1) Naturales de Celis . 2) Naturales de Celis . 3) Emigró a Maracaibo (Venezuela) Es hijo del primer matrimonio. 4) Natural de La Herrería y emigro a México en 1691. Este es don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, el mismo que mandó hacer el PUENTE DE LA HERRERIA.
32
Matrimonio Felipe Gutiérrez de Celis (1) María González del Solar
Hijos: Justo Gutiérrez de Celis y González del Solar -Francisco Gutiérrez de Celis y González del Solar
Matrimonio Justo Gutiérrez de Celis y González del Solar (2) Catalina Rubín de Celis
HijosJuan Francisco Gutiérrez Rubín de CelisManuel Francisco Gutiérrez Rubín de Celis
Matrimonio Francisco Gutiérrez de Celis y González del Solar…. (3) Rosa Ana de la Colina de Peredo
Hijos Andrés Gutiérrez de Celis - Colina Peredo (Presbitero.) -Luis Manuel Gutiérrez de Celis - Colina Peredo (Teniente) --Juana Josefa Gutiérrez de Celis- Colina Peredo.
Matrimonio Juan Francisco Gutiérrez Rubín de Celis (4) María Isabel de los Ríos
Hijos Juan Ignacio Gutierrez Rubin de Celis y de los Ríos -- ---José Nicolas Gutiérrez Rubín de Celis y de los Ríos
pero originaria de Tudela (Navarra). Los padres de su esposa: Alfredo Antonio de los Ríos, natural de Tudela, y su madre de Piasmaro (México).
Previamente se había enrolado en el ejercito llegando al grado de Coronel del
Ejercito Imperial Nueva España en el Regimiento “Tres Villas”; Regidor de la Ciudad
de México, Prior de Consulado (Real Aduana) y Caballero de la Orden de Santiago
Exp.6.564 / (04-12-1708)
DESCENDENCIA
De citado matrimonio (don Juan y doña Isabel), nacieron
1º).- Juan Ignacio, nacido en México el 31 de julio de 1708 y bautizado el 6 de agosto del mismo año. Fue Capitan de la Guardia de Caballeros de Santiago, ingresando en la misma el 11 de septiembre de 1943. y.
2º).- José Nicolás, nacido en México el 9 de septiembre y bautizado en la catedral el 25 del mismo mes. Caballero de la Orden de Santiago, ingresando en la misma, también, el 11 de septiembre de 1743.
FÁBULA INVENTADA
Catedral Nuestra Señora Virgen de Guadalupe de México
33
No es cierto lo que se dice en un libro, que D. Juan Gutiérrez Rubín de Celis fue
un niño “jallao”, (niño abandonado) sólo es una fábula inventada. Sus padres se
llamaban, como se ha dicho, Don Justo Gutiérrez de Celis, nacido en Celis y
bautizado el 4 de agosto de 1633, y de Doña Catalina Rubín de Celis, nacida en
Celis y bautizada el 19 de mayo de 1648, y se casaron en Celis el 22 de enero de
1671. Y no perdieron el tiempo, esa noche de bodas engendrando al niño, qué,
al crecer y marchar a México, se le conocería más tarde como Don Juan
Gutiérrez Rubín de Celis, protagonista principal de esta larga historia
MANDATO NOTARIAL
En nombre de la Santísima Trinidad, Padre, hijo y Espíritu Santo, tres personas real
y verdaderamente distintas y un solo Dios verdadero, y la Santísima Virgen María
concebida sin pecado original en el primer instante de su purísimo ser, en cuyo
nombre todas las cosas tienen buen principio, loable medio y dichoso fin, sea
notorio de todos los que este público instrumento y por virtud …….. Don Juan
Gutiérrez Rubín de Celis, con fecha 23 de febrero de 1746, a la edad de 75 años
largo cumplidos, faculta, en primer lugar, a don Diego Rubín de Celis, su sobrino
materno y vecino del citado barrio de La Herrería, para diferentes encargos de
obras a realizar en este Concejo de Celis:
CUADRO DE LAS OBRAS QUE MANDÓ HACER DON JUAN Y NUNCA TUVO LA DICHA DE VERLAS PERSONALMENTE
1ª) La construcción de un puente de piedra sobre el río Nansa junto al barrio de La Herrería.
2º) La Escuela de Primeras Letra, (Obra Pía), también en el citado barrio de La Herrería
3ª) La Iglesia de San Roque y San Jacinto de Celis, y
4º) La traída de aguas desde La Toja (bajo Pico Hugón) al centro del pueblo de Celis, con fuente incluida
INGRATITUD
34
Es inconcebible que no haya habido ninguna autoridad del municipio que
no le haya horado a Don Juan Gutiérrez Rubín de Celis con una placa de bronce
“in memoriam” en el propio PUENTE, en agradecimiento y reconocimiento,
sabiendo, como se sabe, que, por su mandato y pesos fuertes se construyó este
magnifico “PUENTE DE LA HERRERIA”. El servicio comunitario que ha prestado
este puente al Concejo y al Municipio, desde el año 1760 hasta hoy, es
incuestionable y más, teniendo en cuenta que facilita el paso sobre el río NANSA
para los pueblos de CELUCOS y RICLONES, y comunicación con el Ayuntamiento
de LAMASON.
Este “OLVIDO” es vergonzoso que no haya habido dinero para este
menester de reconocimiento, pero en cambio si ha habido para otro menester
de desafuero contra los bienes del pueblo de CELIS…… Hace unos años /1984-
1992/ el “Excmo, Ayuntamiento de Rionansa” se gastó más de cinco
millones de pesetas en tres juicios y tres recursos (desde San Vicente de la
Barquera hasta la Primera Sala de Tribunal Supremo), en un intento de
usurpar el EDIFICIO ESCOLAR Y PLAZA a la Entidad Menor de Celis, con
documentos y testigos condicionados. // LOS LEONES de Celis, saliendo en
defensa de los bienes legítimos de este pueblo (Art. 33.3 de la Constitución),
ganaron todos los juicios y recursos en defensa de dicha propiedad; por ser
legítima del pueblo de CELIS. // Al tiempo, 313 vecinos “vendían” las
citada propiedad ESCOLAR al AYUNTAMIENTO DE RIONANSA en un
documento firmado por ellos a cambio de una vergonzosa “cesión
gratuita”. // Y en aquel ambiente de crispación, de mentiras y desafueros
contra el erario, el PUENTE DE LA HERRERIA envuelto en maleza quedó.
Domingo de la CanalJuan Bautista de ArozquetaFrancisco de FagoagaMiguel AmazorrainBernardo MariáteguiDomingo MateoFrancisco UgarteJuan Luis de BaezaJoaquín de Zavaleta
Pedro Sánchez de TagleLuis Sánchez de TagleJuan del CastilloJuan Gutiérrez Rubín de CelisJuan Ignacio de la Vega y SotamayorFrancisco Antonio Sánchez de TagleFrancisco Franco de SotoGaspar García de RiveroPedro Carrasco MarínLuis ChacónGaspar de AlvaradoJuan Pérez de AlbornozFrancisco Valdivieso
(1) Virrey de Nueva España desde 15-01-1711 hasta el 15-08-1722.
(2) En 1706 el soberano había mandado solicitar, de manera particular, las
contribuciones de los mercaderes mencionados en razón de la enorme riqueza que
ostentaban.
(3) La Aduana. Se trata de la Aduana “Ladrillos de Amor”.
Nota: Parece ser que hay un libro en la Biblioteca Nacional de España en la que se relaciona a nuestro don Juan Gutiérrez Rubín de Celis con un pleito. Lo que aparece es lo siguiente:
“Espiguel de Avila, Ramón.- Por Ramón Espiguel de Ávila, del Orden de Santiago, en el pleyto que sigue con Don Juan Gutiérrez Rubín de Celis de la misma Orden, México: Herederos de Juan Joseph Guillena Carrascoso, 1711”(Habrá que investigar sobre este caso)
ESCUDO DE ARMAS DE DON JUAN GUTIERREZ RUBIN DE CELIS
Bibliografía: Libro: LA NOBLEZA ASTURIANA EN MÉXICO,
por ELVIRO MARTINEZ
42
Escudo de Armas de don Juan Gutiérrez Rubín de Celis // Grabado por Francisco Sylverio (1735).
43
CUARTELADO:
Primero: de oro, un castillo de gules, aclarado de sable;Segundo; de plata, dos osos andantes de sable, dispuestos en palo;Tercero: de plata, un árbol, de sinople con un león de su color empinado al tronco y atado a él con una cadena de sable, superando las tres flores de lis, de azur, puesta en faja; Cuatro: de azur, tres estrellas de oro dispuestas en barras, bordura de gules con ocho aspas de oro. (Achivo General Nacional.- Universidad, vol.192, folio 131r. México)
Cuando yo era un niño, oía hablar a mi abuelo, Telesforo Cortijo Odriozola,
sobre las leyendas de la construcción del Puente de la Herrería, todas extraídas del
olvido de los tiempos: Qué si había sido “un jallao” que luego hizo fortuna en
América, que si había sido un coronel destinado en México según manifestaba
Manuel Sánchez, de Celucos, pues ambos mantenían largas charlas ilustrativas en
los fríos días de invierno al calor de los tizones del atizadero de EL PLEITO, pues no
en vano ambos eran grandes “acopios” del saber popular.
Otras historias sobre el Puente salían a la palestra cuando la gente joven
preguntábamos insistentemente sobre la historia del Puente con respuestas poco
convincentes que poco aclaraban quién lo había mandado hacer. La
espectacular obra del puente y la magnitud del arco principal, nos invocaba a los
niños y a los jóvenes a preguntar a nuestros mayores cuándo y quién lo había
construido, pero siempre, el manto del olvido de la historia se anteponía.
Eso sí, era sabido que el brazo del puente hacia el barrio de La Herrería, estaba
cimentado sobre troncos de haya clavados en tierra, ya que algunos de estos
troncos fueron observados al quedar al descubierto, bajo el agua, tras la gran riada
44
del río Nansa el viernes, 9 en septiembre de 1909. A falta de suelo firme, con
frecuencia, en esta clase de construcción, se empleaban troncos de haya recién
cortados, pues éstos se conservan verdes durante siglos clavados en cimentación
húmeda, sistema empleado hasta el siglo XVII y XVIII en aquellas construcciones
donde no se hallaba suelo firme en su cimentación.
La primera historia escrita sobre el Puente de La Herrería la leímos, la gran
mayoría de los habitantes del Concejo de Celis, en la magnifica obra del periodista
Mann Sierra (1980), en tres tomos, titulada “DE PUEBLO EN PUEBLO” donde, en la
página 200 del primer tomo, en la que dejó escrito:
“Nadie recuerda ni en ningún documento, que sepamos, hay memoria de la
existencia de una herrería en Celis. Sin embargo, aquel puente de 15 metros de
flecha, que une Celucos y Riclones con Celis, se llama Puente de la Herrería; más
allá, allí mismo, a los “pies” de esa espectacular obra, aparecen resto de escoria,
señal inequívoca de que allí, a orillas del Nansa, existió una ferrería. Se sabe que
tales industrias fueron muy importantes en Cades y en Cosío, en Camijanes y en
algún otro lugar y hasta el Ayuntamiento de Herrerías debe su nombre a la
abundancia de tales ferrones. Pero el tiempo ha sumido en el más impenetrable
misterio ésta del Celis.
Existe una leyenda sobre la construcción del puente que los vecinos suelen
contar con ligeras variantes. Cuentan como un “jallao” (un niño abandonado) fue
recogido y criado por una familia del lugar, hasta que pudiéndose valer por si
mismo emigró y se dedicó hacer fortuna, para, al regreso al lugar de Celis construir
ese puente monumental de un gran ojo y otro cegados que salva el río Nansa. Su
fábrica es aparatosa y firme su pétrea estructura. A mitad del recorrido del puente,
se alza a mitad del puente se alza una especie de hornacina o humilladero, que
llaman de la “Santina” pese a que en él únicamente se halla un relieve en chapa
del Sagrado Corazón de Jesús, evidentemente de época muy posterior a la
construcción del puente y humilladero.
¿Fue esa hornacina levantada también por el desconocido benefactor?
45
Este puente de piedra se enseña al forastero con legítimo orgullo, porque muy
pocos de la provincia ofrecen tal solidez y características y mucho menos esa
altura del ojo principal, único abierto, desde el punto más alto del arco a la
superficie del río, mientras escalonadamente se van sucediendo otros hacia la
margen derecha, reforzados por los clásicos muros en función de apuntamiento”.
UN DOCUMENTO DECISIVO
En el devenir de los pueblos a veces brotan conflictos entre los vecinos que
alteran los ánimos y la convivencia entre ellos. Y el pueblo de Celis tuvo el suyo
propio al surgir un litigio sobre la legitimidad de una propiedad, por lo que hubo
que desempolvar los documentos de la Entidad Menor de Celis para salir en su
defensa; y entre esos documentos estaba un documento que me llenó de
curiosidad e interés, pues se trataba de la Fundación de Obras Pías de la
Escuela de Primeras Letras del barrio de La Herrería, promovida por don Juan
Gutiérrez Rubín de Celis, por poder, fechado en la ciudad de México el 23 de
febrero de 1746. Consideré que era un documento capital que, sin duda alguna,
aclaraba parte de la historia del Puente de La Herrería, y también, la construcción
de la Escuela de Primeras Letras, ya citada; la de la Iglesia de San Roque de Celis y
la traída de aguas al pueblo de Celis desde la fuente de La Toja.
Consideré pertinente sacar del olvido la historia del PUENTE DE LA HERRERIA
en todo aquello que sea posible. La copia literal de dicho documento en poder de
la Entidad menor de Celis, me proporcionó datos importantes, tal como se describe
en las primeras páginas de este trabajo. Ese documento nos dice que el
“desconocido bienhechor”, había sido don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, oriundo
del barrio de La Herrería (Celis), Coronel de infantería en la ciudad imperial de
México, Caballero de la Orden de Santiago e hijo legítimo de don Justo Gutiérrez
de Celis y de doña Catalina Rubín de Celis, vecinos ambos de Celis.
Con fecha 25 de enero de 2002, registré un escrito de la Consejería de Cultura
del Gobierno de Cantabria solicitando el estudio, la valoración y el registro en el
Catálogo del Patrimonio de Cantabria el Puente que se halla sobre el río Nansa, en
Celis, denominado “Puente de La Herrería”
46
Dicha petición fue aceptada de inmediato por el entonces Consejero de
Cultura, Turismo y Deporte, Sr. Cajigas, tras el informe expedido por el Colegio de
Arquitectos de Cantabria con fecha 21 de abril del mismo año, incluyendo
memoria histórico y anexo. El anexo aportaba datos personales del Coronel, tal
como se pueden ver en el escrito de fecha 21 de abril de 2002.- (N-20020421)
El Coronel, don Juan Gutiérrez Rubín de Celis contrajo matrimonio con doña
María Isabel de los Ríos, nacida en Cuerétaro (México) Se cita aquí este dato
importante, porque en las 14 transcriptas anteriormente nada dicen sobre el
estado civil de este acaudalado Caballero
Una vez terminado la incoación del proceso de catalogación del Puente de
La Herrería como Bien de Interés Local, B.O.C. de fecha 24 de febrero de 2004,
se ha optado por ir completando la historia de don Juan Gutiérrez Rubín de
Celis. Todo lo que se ha hallado a través de internet, han sido historias tildadas de
leyendas, las cuales se agregan a este acopio de la historia. La primera: “El
convento del Corpus Chriti para indias cacicas” // Segunda: “La leyenda de
la Aduana de Santo Domingo” // Tercera: “otra leyenda de la Aduana”.
Anotando estos y otros datos recogidos en documentos que esporádicamente
salen, como es el caso del documento “Los oficio”….
Según la historia del Convento, nos dice que el Virrey, Marqués de Valero,
encarga en 1720 a Don Juan Gutiérrez Rubín de Celis la busca y compra de predios
para poder construir un convento para acoger a las indias cacicas.
En 1730, el Virrey Juan de Acuña, Marqués de Casafuerte, nombra a don Juan
Gutiérrez Rubín de Celis, con 59 años de edad, Prior del Consulado (Real
Aduana). Y fue precisamente a finales de ese año, cuando don Juan se enamora
perdidamente de la linda doncella doña Sara García Somera y Acuña, parienta del
Virrey, y con ello sobreviene la petición y ultimátum de seis meses para que el
apasionado caballero construyera el edificio de la Aduana. // La construcción la
realizó dentro del plazo prefijado por su amada, y sobre un arco mandó escupir la
inscripción acrática que la bellísima prometida se encargó en descubrir:
“Siendo Prior del Consulado D. Juan Gutiérrez Rubín de Celis, Caballero de la Orden de Santiago y Cónsules don Gaspar de Alvarado, de la misma
47
Orden, y D, Lucas Serafín Chacón, se acabó de fabricar esta Aduana el 28 de junio de 1731” (Sic)
Una de las leyendas, dice que Doña Sara cumplió su palabra, contrayendo matrimonio con don Juan en agosto del citado año 1731. Don Juan tenía entonces 60 años. Otra de la leyenda dice:
“Que ésta se sintió indispuesta y abandonó la fiesta de altos vuelos que don Juan estaba dando en su honor” La fiebre fue en aumento, muriendo la joven, doña Sara, 23 días después.
Pasado el tiempo, triste por la pérdida de su amada Sara, vistiendo hábito de monje, don Juan; el Caballero de la Orden de Santiago, se retira humildemente al Convento del Carmen de la Ciudad de México.
Y aquí surgen las primeras preguntas:
¿Estaba ya viudo don Juan Gutiérrez Rubín de Celia, cuando en 1731 se enamoró y posiblemente trató o llegó a casase con la joven, doña Sara García Somera?
¿Estaba ya bajo los hábitos de monje en 1746, cuándo hizo e! poder notarial facultando y ordenando a su sobrino, don Diego Rubín de Celis, la construcción de! Puente; la Escuela de Primeras Letras; la Iglesia de San Roque y la bajada del agua de La Toja?
Y si leemos atentamente, el documento “LOS OFICIO….” v nos damos cuenta
que, nuestro Coronel tenia doble ocupación: Por una parte, estaba en la cúspide
de mercaderes de plata donde se acuñaban monedas, quintadas – y sin quitar
- a la luz de teas que el diablo encendía. Por otra parte, nuestro hombre era un
ferviente católico, pues no en vano iba, casi a diario en su carruaje, a la Catedral
a rezar fervorosamente a Nuestra Señora Virgen de Guadalupe frente al
altar, arrodillado en su silla de oración con amohadilla.
Y cuando le llega la vejez, 75 años, caudales de pesos quintados y sin
quintar (en oro y plata), procede a enviar para hacer cuatro obras honoríficas
en el Concejo de Celis: Un puente sobre el río Nansa para evitar que niños se
ahoguen al vuelco de la barca; Una escuela de primeras letras para rescatar
niños y niñas de la ignorancia; Una iglesia bajo la evocación de San Roque para
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ahuyentar la peste, y el agua de la Toja manda bajar para dar de beber a los
sedientos habitantes del pueblo Celis. Obras todas propias de un buen samaritano.
Y si anotamos otras cosas, la obligación del maestro de la escuela la aplicación y
explicación diaria del manual de buenas costumbres cristianas a los niños, la
enseñanza en la escuela del catecismo del padre Astete, empezando por un
Pater Noste y Ave María por el alma del Fundador y demás detenidas del
purgatorio; la cantidad de misas anuales: una cantadas y otras rezadas; la subida
en formación al Santuario de Trespeña el 10 de septiembre de cada año,
con los niños y niñas, rezando el rosario cantado y llevando por delante el
estandarte con la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe, asistir a misa y
rendir devoción a Nuestra señora de Trespeña.
Toda esta lista de deberes cristianos, de obligado cumplimiento, hace pensar
que nuestro Coronel temía que, al morir, su alma se precipitarse al fondo del
infierno chamuscada entre las llamas del fuego eterno, por culpa del
acuñado pecaminoso; posiblemente confió su profundo temor, que tanto le
embargaba, a la propia Virgen de Guadalupe en sus visitas a la Catedral de rezos
diarios. Y si fue así, surge otra pregunta:
¿Fue acaso Nuestra Señora Virgen de Guadalupe, a modo de TRUEQUE, la que le transmitió a don Juan Gutiérrez Rubín de Celis, que LAVARA de pecado su caudal de pesos fuerte (quintados y sin quintar) y los enviara a su pueblo para realizar obras honorífica, entre ellas, un puente sobre el río Nansa para salvar a niños y niñas cuando la barca volcaba. Y una escuela para salvar a los niños y niñas de la ignorancia, y otras obras meritorias?.
Es posible, que nuestro Caballero de la Orden de Santiago aceptara la
penitencia, TRANSMITIDA POR VÍA TRANSCENDENTAL, como bálsamo celestial
tranquilizador a su conciencia y salvador de su alma inmortal. Y para que no fallara
el TRUEQUE celestial, ordenó celebrar en Celis muchas misas rezadas y cantadas
por su alma cada año, TEMEROSO que San Pedro dudase abrirle la PUERTA
CELESTIAL a su salida del Purgatorio. A tal temor, con fecha 23 de febrero de 1746
don Juan cumplió su compromiso ordenando a su sobrino, don Diego Rubín de
La Imagen de la Virgen María que se venera en la Ciudad de México, tomó el nombre de la primitiva advocación de la Virgen radicada en Extremadura (España) y cuya devoción y culto fue extendida en Nueva España por los misioneros y conquistadores, lo mismo que se difundió por todo el virreinato del Perú. Según la tradición histórica, la Virgen María se apareció al indio Juan Ciego el 12 de diciembre de 1.531 en el cerro Tepeyac, cuando se dirigía a la ciudad de México para oír misa. La Virgen le ordenó al indio visitar al arzobispo Fray Juan de Zumárraga, exigiéndole levantar un templo en aquel lugar, y como el prelado, , le pidiera al indio una prueba del milagro. Dos días más tarde, en una nueva aparición, la Virgen le mandó presentarle unas rosas recogidas en el árido cerro, pero al extender Juan Ciego su ayate ante Fray Zomárraga, que las dejó caer en su “tilma” dibujándose en ella, con toda nitidez, la imagen de la Virgen inmaculada. El prelado, avergonzado, colocó la “tilma” con la faz de la Virgen en su oratorio. // En 1.662 se levantó a los pies del cerro Tepeyac una iglesia, ya pocos metros fue construida, en 1709, la actual gran basílica que el pueblo mexicano ha convertido en el templo más visitado del mundo mariano. Los mexicanos, veneran con suma devoción a Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe. // Don Juan, Caballero de la Orden de Santiago sentía una gran devoción por la Virgen de Guadalupe, a la que siempre visitaba, y encomendó su alma al final de su vida.
En la Iglesia de San Roque, en Celis, en el crucero izquierdo, sobre e suelo, hay un Arca de madera, con cerradura artesanal de hierro, cuya medidas son las siguientes: 113 cm de larga, 54 cm de ancha y 62 cm de alta En el frente lleva escrita la siguiente anotación histórica:
“ESTE ARCHIVO DE CONCEJO SE HIZO EL AÑO DE 1746 SIENDO REXIDORES DON DIEGO RUBIN DE CELIS Y BALTASAR PEREZ DE ZELIS”
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Esta arca fue mandada hacer para guardar en ella toda la documentación de las obras que mandó hacer do Juan Gutiérrez Rubín de Celis. Son las obras que se detallan en la Escritura de Fundación de Escuelas Pías.
Don Diego Rubín de Celis, uno de los dos “rexidores” del pueblo de Celis en el año 1746 era sobrino, por parte materna, de don Juan Gutiérrez Rubín de Celis. No hay duda que estos “rexidores” se tomaron en serio el encargo ordenado por eI Coronel, y para tener a buen recaudo toda la documentación mandaron hacer una magnifica arca con buena cerradura. (Iglesia San Roque, crucero izquierdo)
Los “rexidores” actuales del Concejo de Celis debieran tornar buena nota del celo con que cuidaban los documentos públicos los “rexidores” del siglo XVIII.
El puente de la Herrería presta un servicio de comunicación a los pueblos de Celucos y Riclones. Si deseamos ir a Celucos una vez pasado el PUENTE hay que seguir la carretera y a unos 120 metros girar a la izquierda y pronto se llega al citado pueblo. Allí se encuentra un extraordinario restaurante “Casa Andrés”, que si te quedas a comer o a cenar, seguro que repetirás de nuevo llevándote la familia entera, o a todos tus amigos. Si así lo haces, no lo olvidarás nunca la comida casera que en este restaurante se sirve. Compruébelo, Tef. 942-727553
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Restaurante Casa Andrés; el dueño le espera para darle la bienvenida.