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Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución
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Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

Feb 25, 2023

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Page 1: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

Mujeres, Brujas y Parteras

en la Edad Moderna:

Historia de una Persecución

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Autora: Lic. Obstetrica Andrea

Alejandra Ezquerro

Domicilio: Larrea 1160 1° piso A

TE: 155563-7444

Mail: [email protected]

Materia: Historia de la Medicina

Docente a cargo: Lic. Sanchez

Carrera Docente

UBA-2009

PALABRAS CLAVE:

PARTERAS

COMADRONAS

SANADORAS

CAZA DE BRUJAS

EDAD MODERNA

HECHICERIA

DEMONIO

SEXUALIDAD

2

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INDICE

INTRODUCCION...............................................

................................................... Pág.4

CONTEXTO HISTORICO……………………………...……………………….. Pág.5

LAS BRUJAS, EL DIABLO EN EL CUERPO……………………………….......Pág.15

LA CAZA DE LAS PARTERAS………………………………………………….Pág.22

LOS CASOS TESTIGO

3

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GOSTANZA DE LIBBIANO.......................……………………………………

Pag.29 WALPURGA HAUSMANNIN………………………………………………....Pag.31

CONCLUSION, LO QUE FUE DE LAS PARTERAS………………………......

Pág.32

BIBLIOGRAFIA…………………………………………………………………..Pag.34

INTRODUCCION

4

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Durante la llamada Edad Moderna, el fenómeno de la Caza de

Brujas se extendió por toda Europa, abarcando a diversos

actores sociales como victimas y victimarios.

En relación a las victimas, una gran proporción fueron

mujeres de todas las condiciones.

Sin embargo, en poblados medianos y pequeños, en general,

la persecución, tortura y muerte o destierro de estas

mujeres se focalizo en cierto estamento de mujeres: las

sanadoras, las comadronas o parteras.

El propósito de este trabajo es intentar describir las

múltiples variables que pudieron haber dado lugar a este

fenómeno, así como sugerir una relación de asociación entre

el hecho en cuestión y el posterior devenir de la profesión

de las parteras, como actividad asistencial.

5

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CONTEXTO HISTORICO

El periodo de 3 siglos comprendido entre los años 1450 y

1750, aproximadamente, se conoce, desde una mirada

historiográfica, como LA EDAD MODERNA.

Europa entraba en una etapa de grandes modificaciones

políticas, religiosas, sociales y culturales.

El feudalismo llegaba a su fin, la burguesía, como nueva

clase social, hacia su aparición, comenzaban a forjarse los

estados nacionales, la economía comienza a cimentar un

nuevo orden: el capitalismo.

La iglesia católica no fue ajena a esta turbulencia, es

cuestionada desde sus mismas bases, a través de la Reforma

que Martín Lutero emprende, e intentara sostenerse como

institución indisoluble y perpetua desde la Contrarreforma.

Como es de suponer, los hombres que vivieron en este

tiempo, no escaparon a esta conflictividad. Su vida

cotidiana, sus valores, sus creencias fueron sacudidas y

6

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vueltas al revés por causas que no alcanzaban a comprender.

La inquietud, en especial de las clases campesinas, comenzó

a surgir, manifestándose de distintas formas: reuniones,

rebeliones, la búsqueda de responsables de las calamidades

que llegaban sin razón aparente.

En este contexto, un fenómeno hizo su aparición, al

principio tibiamente, declinando en algunos periodos, hasta

cobrar fuerza a lo largo y ancho de Europa, con algunas

variantes regionales: LA CAZA DE BRUJAS.

Había por fin, como explicar toda esta turbulencia que

agitaba las sociedades enteras:

EL DEMONIO ESTABA EN MUNDO; SUS SEGUIDORES, ENTRE LA GENTE;

SU META, SUMIR A LA HUMANIDAD EN UNA ERA DE OSCURIDAD.

Los juicios por brujería no se dieron con regularidad

durante estos 300 años: hubo un aumento gradual de los

procesos durante el siglo XV, disminuyeron en los

principios del siglo XVI, se incrementaron hacia sus

finales y principios del siglo XVII para

declinar a fines de este siglo y principios del XVIII. 1

El fenómeno no ofrece un análisis simple, ni desde sus

causas, ni identificando a sus protagonistas.

Distintos autores han propuesto como causas, no solo los

eventos macro mencionados al inicio del capitulo, sino

otros, que seguramente han contribuido a crear un estado de

1 Levack, Brian P; La caza de brujas en la Europa Moderna, versión española de José Luis Gil Arista, Alianza Editorial, Madrid, 1995. Pág. 23.

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cosas propicio para la producción del suceso. Algunos de

ellos son:

a- La inquisición como institución operativa.

b- El uso de la tortura judicial.

c- Los cambios en el pensamiento medico.

d- El uso creciente de narcóticos.

e- La oposición al control de la natalidad.

f- El odio a las mujeres.

g- La generalización de enfermedades infecciosas como la

sífilis.

Según Wolfgang Behringer, otro hecho hizo impacto en las

sociedades de la edad moderna: un cambio climático

desfavorable que trajo inviernos sumamente fríos,

primaveras y veranos húmedos y que se conoce entre los

historiadores como PEQUEÑA EDAD DE HIELO.2 Esto dio como

resultado inundaciones, tiempos de siembra y cosecha mas

cortos, la perdida misma de esas cosechas magras, suba de

precios del alimento, estallido de epidemias, aumento de la

mortalidad infantil y del ganado y, como consecuencia,

deterioro de las condiciones de vida de los mas pobres, mas

descontento y tensión social.

Haciendo revista de todos estos acontecimientos, durante la

temprana y alta edad media, la mayoría de los teólogos

católicos y reformistas sostenían que todas las calamidades

2 Behringer, W; Climatic Change and Witch- Hunting: The Impact of the Little Ice Age on Mentalities; 1999, traduccion de Campagne, Fabian; Catedra de Historia Moderna, Facultad de Filosofia y Letras, UBA, octubre de 2008, pag. 2

8

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climáticas, políticas y económicas tenían un solo

responsable: EL PECADO DEL HOMBRE y no el poder de demonios

o brujas.

Pero esto no hacia más que reforzar, ante el hombre común,

la idea de LA PRESENCIA DE QUIEN SE NEGABA; precisamente,

el diablo y sus colaboradores en la tierra, por cuanto la

reticencia a aceptar los dichos de la iglesia estuvo

siempre presente.

Finalmente, en 1480, la bruja como responsable de

maleficios meteorológicos fue aceptada por la iglesia. El

papa Inocencio VIII así lo reconoció en su bula Summis

desiderantes affectibus de 1484.3

En 1486, fue publicado el Maleus Malleficarum, el Martillo de las

Brujas para golpear a las Brujas y sus herejías con Poderosa Maza, escrito

por los dominicos Jacobo Spraenger y Henry Institoris.

Fue una obra de gran difusión, en el momento en que la

imprenta permitía que los libros comenzaran a circular

entre la población instruida, de la que todavía no formaba

parte el campesinado.

Basado en el pensamiento de Santo Tomas de Aquino y otros

teólogos, fue reimpreso mas de 30 veces antes de 1520 y se

constituyo como uno de los textos mas representativos de

una nueva doctrina dentro del campo teológico: LA

DEMONOLOGIA.4

El texto hace gala de una enorme misoginia, considerando,

por ejemplo, a la mujer como un ser capaz de asesinar por

su sola condición femenina y destina un capitulo completo a

3 Ibidem, pag 3.4 Levack, op cit.

9

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divulgar como LAS PARTERAS BRUJAS, ofrendaban los niños al

demonio5. Este eje crucial, motivo del presente trabajo,

será tratado mas adelante.

El texto además, sostenía la HEREJIA DE AQUELLOS QUE

NEGABAN LA EXISTENCIA DE LA BRUJERIA. Por otra parte, como

toda publicación de la época, era comprendida como un

CUERPO DE CONOCIMIENTO GENUINO, con autoridad papal, en

este caso.

Su divulgación indirecta, a través de los procesos

judiciales que se sostenían en su teorizacion, difundió

finalmente entre las clases mas pobres e iletradas la

certeza de la existencia de las brujas.

A estas clases convoco para su búsqueda y denuncia,

promoviendo entonces la extensión del fenómeno a través de

todos los estratos sociales y diseminándolo por Europa

entera.

Por temor o convencimiento, el hombre ilustrado o ignorante

no podía escapar a este llamado imperioso de la Iglesia,

seria cómplice y victimario o caería como acusado de la

maquinaria judicial en marcha. La actividad de las brujas

no era un delito menor o trivial, sino que se trataba de

una conspiración contra la Fe Cristina, por lo que se debía

juzgar con gran dureza al criminal. La condena significaba

destierro, si había convencimiento del arrepentimiento, o

muerte por tortura o en la hoguera, en la mayor parte de

los casos.

5 Institoris, H; Spraenger, J; Malleus Maleficarum, traduccion de Miguel Jimenez Monteserin, Ed. Maxtor, 2004, cap XIII.

10

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El tema de la brujería convoco también a pensadores de

otras disciplinas, como el francés Toulouse Jean Bodin

quien publico, en 1580, su Daemonomanie, en el que se

recomendaba y exhortaba a las autoridades que actuaran sin

piedad contra las brujas.

Es útil referir que Bodin no era un teólogo, sino un

pensador que se destaco en las ramas de la filosofía,

economía y ciencias políticas. El hecho de que

intelectuales ajenos a la cuestión religiosa incursionaran

en este campo y a favor de la persecución de brujas, nos

habla de la magnitud que esta creencia alcanzo durante este

momento histórico.

Hoy nos preguntaríamos como es posible que individuos como

Bodin, un intelectual referente para la clase ilustrada en

Europa, pudiera simplemente creer en la existencia de

bruja. Fabián Campagne, especialista en el tema, a cargo

de la Cátedra de Historia Moderna de la Facultad de

Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, cita

a Lucien Fevre, historiador francés , quien ensayo como

respuesta que EN LA MODERNIDAD TEMPRANA NO EXISTIA UN

VERDADERO SENTIDO DE LO IMPOSIBLE.6

En su trabajo original Campagne acuerda con Fevre y

ejemplifica la teoría del “no imposible”: desde la pluma

de Pedro Ciruelo, teólogo español que , en su Reprobación de

Supersticiones y Hechicerías, condena ciertas creencias pero

acepta como realidad el fenómeno del vuelo de las brujas; o

Francisco Nuñez, Profesor de Medicina de una universidad

6 Fevre, L; El Problema de Incredulidad en el siglo XVI. La religión deRavelais, Mexico, Uthea, 1959, pag382.

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española, en su Libro del Parto Humano, titula uno de sus

capítulos: “ De los remedios contra las bruxas, y contra todo genero de

sabandijas que offenden a los niños”.

Si bien el mundo científico empezaba a producir

conocimiento que echaba luz sobre algunas cuestiones, el

hombre moderno todavía sentía a la naturaleza como una

fuerza con un ilimitado poder creador y productor de

fenómenos incomprensibles; por aquel entonces para este

hombre moderno NADA ERA IMPOSIBLE.

Según Campagne, el sentido de lo imposible desde la

perspectiva de la teología cristina, comenzó a generarse y

difundirse, recién a partir del siglo XVIII, cuando tanto

milagros y acciones angélicas como demoníacas se

restringen, hasta casi extinguirse. 7

Entonces bien, la brujería era posible para la gente común,

la intelectualidad y la teología de la época; pero ¿que

significaba exactamente el concepto de BRUJERÍA?

Para el Historiador Brian Levack, los mismos

contemporáneos atribuían al término significados diversos

pero, en general, se referían a la práctica de MAGIA

NOCIVA, POR MEDIO DE UN PODER SOBRENATURAL. Los actos

derivados de esta abarcaban un amplio espectro e incluían

el asesinato, la aparición de una enfermedad, un evento

climático destinado a destruir, así como la generación de

7 Campagne, F; Brujería y sentido de lo imposible en la España TempranoModerna: reflexiones en torno a la literatura antisupersticiosa, Harvard Teological Review, 2003, pag 25-62.

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impotencia en un individuo o la muerte de un recién nacido.

Estos actos se denominaban MALEFICIA.

El concepto, enteramente novedoso, se diferenciaba de la

magia en que:

1- La magia era un poder del hombre, quien lo

desencadenaba y controlaba.

2- El mago actuaba en forma individual.

3- La magia podía ser beneficiosa. ( La alquimia se

consideraba Alta Magia en el medievo)

Pero la brujería, para Levack, es la teórica resultante de

una suma de variables, que incluyen EL PACTO CON EL DEMONIO

Y, A TRAVES DE ESTE PACTO, LA ADQUISICIÓN DE PODER.

Por tanto, para este autor, existía un CONCEPTO ACUMULATIVO

DE BRUJERÍA que puede sintetizarse del siguiente modo:

1-Para la religión cristiana del medioevo, SATANAS o EL

ENEMIGO, era dios y fuente de toda otra creencia diferente

(judíos, moros, etc.).Es en este momento cuando surgen las

representaciones del demonio con atributos de dioses

paganos (barba de chivo, cuernos, o forma semianimal)

2-Los cristianos de la edad media y moderna, sostenían

también la existencia de diablos menores que ayudaban al

Demonio en su obra destructiva.

3-La teología del momento sostenía que todos los demonios

eran espíritus incorpóreos, sin carne ni sangre, pero

podrían tomar la apariencia de un cuerpo humano o animal

mezclando elementos naturales (aire y vapores de la

13

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tierra). Este cuerpo podía realizar actos propios de los

humanos como bailar o fornicar, sus órganos sexuales eran

helados por falta de sangre.

4-El diablo y sus demonios también tenían el poder de

poseer a otro ser humano, por decisión propia o por pedido

de las brujas. También podían crear ilusiones en la mente

de alguien y llevarle a creer que algo de su persona se

alteraba.

Como vemos, al diablo se le atribulaban numerosas

facultades, pero no se igualaban a las de Dios; así, no

podía hacer milagros ni crear vida. Necesitaba socios y

súbditos para llevar a cabo su tarea en la tierra. Estos

brujos y brujos, no solo realizan hechizos, sino que

honran al diablo y reniegan de la fe cristiana.

Esto puede explicar la razón por la cual, durante la baja

y alta edad media, aun cuando en Europa abundaban magos,

alquimistas, adivinadores y sanadores, no se desato una

caza masiva y sistemática de brujas como la que hizo

eclosión en el mundo moderno.

El sujeto con algún poder especial, lo tuvo entonces por

obra y gracia del demonio, con el que había pactado y al

cual le servia.

5-Este PACTO CON EL DEMONIO, era entonces el vinculo entre

la hechicería y el culto a su figura. El mago o brujo era

entonces HEREJE, pues negaba a Dios y APOSTATA, pues

renunciaba a su fe cristiana. EL PACTO ES ENTONCES EL

DELITO y, por tanto, la causa oficial de todo proceso legal que

14

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se instituyo para procesar a los individuos acusados de

brujería.

Así el mago, personaje aceptado y hasta solicitado en la

edad media, se convierte en el brujo delincuente,

perseguido y cazado por temor, pero también por venganza,

envidia, prejuicio, codicia, disputas, celos, tragedias

personales, etc.

6-Este pacto no se daba en condiciones de igualdad, sino

que el brujo o bruja era sirviente del Demonio, quien

pagaba con recompensas materiales escasas, pero

proporcionaba a este sirviente otras ventajas, como tener

un poder superior a sus semejantes o proporcionaba FAVORES

SEXUALES: es aquí donde entrara a jugar fuertemente la

figura de la BRUJA FEMENINA, preponderante en la creencia

social, como la criatura mas funcional para los fines

perseguidos por el demonio, solo por su condición de mujer.

Citando a Levack: …” Es también interesante señalar que cuando el

mago-señor se transformo en bruja servil, el sexo del malhechor cambio de

varón a hembra.”8

Aunque no puede fijarse con precisión el numero exacto de

procesos judiciales y ejecuciones por brujería, debido a

la perdida de actas judiciales, se estima que el numero

total de personas juzgadas en toda Europa fue de 100.000,

siendo ejecutadas alrededor de 60.000 de ellas; según

Campagne el 80 % de ellas fueron mujeres, aunque no lo

considera un fenómeno de genero, opinión no compartida con

8 Levack, op cit, pp 66.

15

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otros autores como Levack9. Mi opinión personal es que se

trato, efectivamente de un fenómeno ligado al sexo y

desarrollare esta hipótesis en el capitulo siguiente.

En cuanto a la enorme magnitud del acontecimiento, otra

supuesta característica de las brujas opero para

masificar la persecución. Existía la creencia de que las

brujas tenían por costumbre reunirse en comunidad en el

AQUELARRE O SABATH, momento en el que se abandonaban a

orgías febriles con los demonios, practicaban el

infanticidio caníbal o se encontraban con su señor Satanás;

fornicaban con el, recibían poder y recompensas por su

labor. Por tanto, cuando una bruja era identificada se

intentaba encontrar a las otras a su alrededor, sus

hermanas de culto, sometiendo a tortura a la acusada o

alentando a la población a denunciar según sus sospechas.

Así estructurada, la caza se extendió como una onda

expansiva de la que ninguna mujer se encontraba a salvo.

Cualquier actitud o característica que manifestara,

cualquier situación desfavorable en la que se viera

envuelta, podía ser el detonante para una denuncia

individual y la posterior búsqueda de otras como ella.

Según Levack: …”Sin la creencia del aquelarre, la caza de brujas habría

sido una operación judicial de mucha menor envergadura.”10

Hubo también muchos individuos formalmente acusados pero

nunca llevados a juicio, ya sea por decisión de las

autoridades judiciales de poner fin a la caza, o por el

9 Levack, ibidem, pp 18010 Levack, op cit, pp 67.

16

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costo de mantener un gran número de personas encarceladas.

Aun asi, esas personas, compartieron el terror con los

que fueron juzgados y mas tarde, soportarían el ostracismo

social y la sospecha continua.

El contexto típico de la caza de brujas fueron las

comunidades rurales o urbes pequeñas. Sus habitantes, los

campesinos o artesanos vivían en estrecha comunidad, lo que

facilitaba la producción de conflictos interpersonales.

Esto, sumado a su creencia en supersticiones de toda

índole, facilitaba las sospechas de que esta o aquella

mujer era, efectivamente, una bruja.

La iglesia, desde el pulpito, exhortaba a la denuncia. La

lectura pública de cargos contra la sospechosa aleccionaba

a los campesinos sobre las capacidades de la bruja, sus

características y su área de acción.

No había manera de escapar al conocimiento de la presencia

de brujas, ni había forma de sustraerse del temor de ser

afectados por ellas.

Habiéndonos situado entonces frente a una mirada global de

la época, veamos ahora el cuadro un poco mas de cerca;

conozcamos la caza de brujas, desde la perspectiva de sus

victimarios: el poder eclesiástico y civil, los nobles y el

campesinado asi como a sus principales victimas, las

mujeres que por atributos de sexo o por características

singulares, conformaron al estereotipo de la bruja y

debieron pagar por ello.

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LA MUERTE Y LA MUJER, Hans Bandung Grien.

Kuntmuseum, Basilea, Suiza.

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BRUJAS, Hans Baldun Grien, 1510. Grabado en madera.

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Germanisches Nationalmuseum, Nuremberg

LAS BRUJAS

El Diablo en el Cuerpo

"…Puesto que la mujer es un ser flaco es seguro que en su juicio y muy expuesto alengaño, según

mostró Eva..., que por muy poco se dejó embobar por el demonio, no conviene queenseñe,

no sea que, persuadida de una opinión falsa, con su autoridad de maestra influya en sus oyentes y

arrastre fácilmentea los otros a su propio error…”

DE LA MUJER CRISTIANA, Luis Vives: Obras completas

Como hemos mencionado las personas procesadas por brujería

fueron, en su mayoría, mujeres. Al parecer, esta es la

característica de las brujas que se sustenta en mayor

cantidad de documentación.11

En los casos en que los acusados eran hombres, era común

que los juicios estuvieran vinculados con otros procesos de

índole política, o eran dirigidos hacia integrantes de

sectas consideradas heréticas como la de los Valdenses

(siglo XV).

La inquisición española e italiana estaba más interesada en

la herejía que en el maleficio, de manera que en las

regiones bajo su influencia, los hombres tenían gran

posibilidad de ser sometidos a juicio.12

¿Que es lo que, entonces, motivo esta caza dirigida,

abrumadoramente, hacia las mujeres?

11 Levack, op cit, pp 176.12 Levack, op cit pp 129.

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Recordemos que el mundo moderno se hallaba inmerso en

sucesivas guerras de religión donde diversos líderes, como

Lutero y Calvino, intentaban reforzar desde su particular

concepción, la idea de un cristianismo perfecto. Pero, aun

con sus diferencias, mantenían preceptos comunes. Uno de

ellos era el CONCEPTO DE LA MUJER, COMO SER MORALMENTE MAS

DEBIL, como Eva demostrara desde el inicio de los tiempos.

Si esto era sentido por el hombre moderno como cierto y

reafirmado por sus referentes de la iglesia, asi como por

la literatura demonológica producida en la época, seria la

mujer el sujeto natural para sucumbir a las tentaciones del

demonio. El arte no es ajeno a esta percepción de la mujer,

como nos muestra la obra de Grien, asociando femineidad,

muerte y brujería.

También en este marco de exaltación de la fe cristina, el

hombre común fue forzado a examinar su vida y su conciencia

en busca de expulsar actos o pensamientos pecaminosos. Se

instaba a pensar la sexualidad, no ya desde el costado

picaresco de la edad media, sino como una aberración,

apenas tolerable para producir hijos dentro del matrimonio;

toda otra acción o expresión era una grieta en la moralidad

humana por la que el diablo podía colarse para sumir al

individuo bajo su poder.

También según la fe cristiana, el fruto de toda lascivia y

perversión era la mujer, ya que encarnaba, como en todas

las épocas, el objeto de deseo y angustia del varón.

Varón que gobernaba, producía religión, política y cultura

y decidía sobre la vida y la muerte.

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Según Mughembled, en su Historia del Diablo, “… la medicina, el

derecho, la propaganda visual(…), reafirmaron la idea de una vigilancia

indispensable para controlar a un ser imperfecto, profundamente

inquietante.”13

Todo atributo desagradable era característico de la mujer:

fragilidad, inconstancia, mendacidad, superstición,

histeria, envidia, vanidad, desvergüenza, carnalidad,

servilismo, impudicia. Por todo esto era, a la vez, un ser

perturbador, inferior; necesitado de sojuzgamiento y

custodia, por su bien y el de los que la rodeaban.

Dice Fray Martín de Castañeta, en su Tratado de las Supersticiones

y Hechicerías:

“ Destos ministros el demonio consagrados y dedicados mas hay mujeres que

hombres(…)Porque Cristo las aparto de la administración de sus

sacramentos(…)Porque mas ligeramente son engañadas por el

demonio(…)Porque son mas curiosas en saber y escudriñar las cosas

ocultas(…)Porque son mas parleras que los hombres(…)Porque son mas sujetas

a ira y mas vengativas… “

A medida que la Iglesia lograba extender sus influencias,

comenzaban a aflorar síntomas de las neurosis colectivas:

alucinaciones, impotencia y autoflagelación.

La mas característica de las alucinaciones fue la presencia

de demonios en forma de hombres llamados INCUBOS (del latín

incumbere, echarse sobre) y mujeres llamadas SUCUBOS (del

13 Mughembled, R; Historia del Diablo, Mexico, FCE, 2002, cap III, pp 92.

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latín sucumbere, echarse debajo), que visitaban de noche a

sus victimas, obligándolas a toda suerte de actos carnales

perversos.

Ni siquiera las religiosas escapaban al “poder del

demonio”, ya que en los monasterios femeninos se

manifestaron epidemias de convulsiones histérico-

convulsivas de claro trasfondo sexual.14

LA NATURALEZA DEL DEMONIO ERA ESENCIALMENTE SEXUAL Y NADIE

PODIA ESCAPAR A SU PODER.

Otra manifestación histérica de la represión sexual fue el

desborde de la impotencia viril como resultado de intentar

normatizar la sexualidad normal pero culpogena, según los

dictados de la Iglesia.

El fenómeno fue tan extendido que el Papa Inocencio VIII,

hace mención de el en su bula Summis desiderantes affectibus de

1484, no solo visibilizando la cuestión sino encontrando al

seguro culpable: la actividad maléfica de las brujas. Es

con motivo de todas estas “manifestaciones diabólicas” que

el mismo papa encomienda a Spraenger e Institoris la

producción de una sistematización escrita para descubrir,

obtener confesión y aplicar castigo a aquellos individuos

confabulados con el demonio.15 El resultado fue la

publicación y vasta difusión del ya mencionado Malleus

Malleficarum, que expresa de forma incuestionable la

presunta relación entre brujería, sexualidad y femineidad.

14 De Marchi, L; Sexo y Civilización, de la crisis de la sexofobia a la reforma sexual, Ed Goncourt, 2° edición, Bs. As. Cap II, pp 93 a 95.15 De Marchi, Op cit, pp 101.

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“ … Toda brujería proviene del apetito carnal que en las mujeres es insaciable…

para el entendimiento esta claro que no es de extrañar que existan mas

mujeres que hombres infestados por la herejía de la brujería…”16

¿Era solo esta faceta carnal de la mujer la que la hacia la

presa perfecta de Satanás?

¿No había en toda su subjetividad otros componentes

igualmente peligrosos, potencialmente utilizables por el

Maligno, para la concreción de sus fines?

Según Levack, un gran número de cualidades atribuidas a la

mujer eran la razón por la que tantas y tantas aceptaran

pactar con el Demonio y convertirse en sus siervas

fieles:17

1-Su mayor debilidad moral, cayendo entonces mas fácilmente

en la tentación.

2- Su mayor debilidad intelectual, impidiéndoles

reflexionar sobre la gravedad de sus actos.

3- Su menor fuerza física y política, por lo que usaban la

hechicería como protección y venganza.

4-Su cercanía con los procesos inherentes al nacimiento, la

enfermedad y la muerte

(Parteras, embalsamadoras y sanadoras).

5-Su propensión a generar vínculos con otras mujeres (el

Sabbath).

Entre la gente común, quienes sentían mas interés por los

aspectos mágicos de la brujería, la creencia de la bruja

16Spraenger, J, Institoris, H; Malleus Malleficarum, pp.82, citado por Campagne, F. en Tratado de Supersticiones y Hechicerias, op sit.17 Levack. Op cit, pp 85.

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femenina se asociaba al hecho de que sus tareas domesticas

habituales (cocinar, cuidar niños, limpiar la vivienda) las

colocaban en posición de practicar magia nociva; no es

casual la representación de la bruja con su caldero o su

escoba, elementos de uso eminentemente femeninos.

Existía, sin embargo, un ESTEREOTIPO DE LA BRUJA. La

mayoría eran mujeres mayores de 50 años, viudas o solas, en

general pobres.

Pertenecer a este grupo etario implicaba mayor riesgo de

ser consideraba bruja ya que:

1-Posiblemente eran mujeres con algún grado de senilidad,

por lo que podían decir incoherencias o tener conductas

poco convencionales.

2-Eran las de menor poder físico, por lo que apreciarían

aun mas el poder otorgado por el demonio.

3- Eran autónomas, en muchos casos, lo que significaba

ausencia de control por parte de un varón. Esto generaba,

en la sociedad patriarcal imperante, inquietud y temor.

4-Eran sexualmente, seguramente añorarían los placeres de

la carne que ningún hombre les prodigaba ya. El temor

aumentaba entre los hombres.

5- Como ya he mencionado, muchas tenían ocupaciones que

facilitaban la producción de maleficios, tanto por el uso

de sustancias, como por la proximidad de las victimas.

6- Si eran muy pobres y dependían de la comunidad, ello

podía traducirse en hostilidad por parte de ella.

26

Page 27: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

7- Habían perdido la belleza y la frescura de la juventud,

al respecto aseguraba Jean Bodin en su Demonomanie: …”su

fealdad es la causa de que ellas sean brujas y que se entreguen a los diablos,

(…) si ellas pidieran encontrar algo mejor, no aceptarían esos amores.”18

Nos dice Fray Martín de Castañeta:

“ E mas son de las mujeres viejas y pobres, que de las mozas y ricas, porque

como después de viejas los hombres no hacen caso de ellas, tienen recurso al

demonio, que cumple sus apetitos, en especial si cuando mozas fueran

inclinadas y dadas al vicio de la carne…”19

Tampoco escapaban a este estereotipo las pendencieras,

inconformistas religiosas, las adulteras o las que tenían

mala reputación.

Desde otro punto vista no menor, era la mujer un ser

amenazante.

Veamos en que se basaba el concepto de salud y enfermedad

de la época y que relación guardaba esto con la concepción

de la mujer, desde la mirada de la ciencia.

Asi como hemos visto en el caso de Jean Bodin, como la

intelectualidad del momento no era ajena a la superstición

mas burda, debemos entender que durante la edad moderna,

ninguna barrera separaba la medicina de la religión, o la

ciencia de la fe.

18 Bodin, J, Demonomaniae, citado por Mughembled, R,op cit, cap II, pp98.19 Castañega, Fray M. Tratado de las supersticiones y Hechicerías, Editado por UBA, Facultad de filosofía y Letras, Colección de Libros Raros, Olvidados y Curiosos, Buenos aires, 1997, pp 64.

27

Page 28: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

En el campo medico existe un retorno a las fuentes

antiguas, como parte de lo que se consideraba un progreso

del espíritu humano en la era del renacimiento.20

Pero no olvidemos que se sentía al mundo bajo un poder

nunca antes tan presente, el del demonio. Desde esta

mirada, el cuerpo, sus funciones y sus representaciones

comienzan a adquirir significados diferentes y ominosos.

El Diablo, como Dios, opera de muchas formas; sobre el

macrocosmos en el que el hombre vive y sobre su

microcosmos, el cuerpo –santuario, al que doblega mediante

la enfermedad.

El cuerpo humano era pensado como una envoltura que

contenía humores, cuya armonía o desequilibrio

determinaban salud o enfermedad, según la teoría de Galeno.

El hombre era, por naturaleza, caliente y seco, mientras

que la mujer, su opuesto, húmeda y fría. Recordemos que

también, significativamente, el demonio tenía órganos

sexuales “helados”.

Toda terapéutica empleada por la ciencia medica mas erudita

tendía a equilibrar estos humores mediante la evacuación

por sangrías, lavativas, regimenes alimenticios y de las

actividades cotidianas.

Por lo tanto, al aparecer nuevas enfermedades infecciosas

como la sífilis, la gripe o tos ferina, debieron generarse

teorizaciones acerca de ellas, fundamentalmente sobre su

transmisibilidad, dentro del marco de conocimiento y

creencia imperantes.

20 Mughembled, op cit, pp 87.

28

Page 29: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

El pensamiento medico debió apelar entonces a hipótesis

forzadas e incluso, poco admitidas en la antigüedad, por

las que EL HOMBRE Y EL UNIVERSO SE INTECONECTABAN, siendo

el primero reflejo del segundo. Asi también se explicaba la

transmisión de estos males a causa de las miasmas, vapores

o efluvios pestilentes provenientes de fermentación de los

humores corporales bajo la influencia de UN FACTOR EXTERNO.

Según Girolamo Fracastoro, quien desarrollo esta teoría en

el siglo XVI, estas enfermedades pestilentes eran causadas

por este veneno que era como un ser vivo, aunque invisible

al ojo humano. Podía multiplicarse, reproducirse y

transmitirse por contacto directo o a través aire impuro

(LAS MIASMAS) hacia OTRO SER QUE FUERA PASIBLE DE SER

CORROMPIDO.

En 1568, el eminente Ambroise Pare sostenía que “la

putrefacción de la peste es muy diferente de todas las otras putrefacciones,

porque en ella hay una malignidad oculta e inefable.”

De esta manera comenzó, desde el mundo científico, a

generarse un soporte teórico que reforzaba el discurso

religioso, en cuanto a la existencia de contaminación

física y moral; en un mundo donde les era posible operar

al demonio y sus seguidores, gracias a la debilidad

espiritual del hombre.

En este marco, volvamos nuevamente a mirar a la mujer. Otro

medico de la época, Levinus Lemnius, agrega otro atributo

degradante: a su ya sabida humedad y viscosidad, agrega su

OLOR. Lo describe como nauseabundo, destructivo,

pervertidor y enfermante para el cuerpo masculino.

29

Page 30: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

El concepto de la miasma y el contagio se acercan,

entonces, a la mujer.

El olor, siempre presente en la sociedad medieval y

moderna, fue asociado paulatinamente con la animalidad del

hombre, su costado perverso y opuesto a Dios, precisamente

aquel que el demonio utilizaba para hacerse de sus

victimas.

Desde esta percepción, el olor femenino, particularmente el

de sus partes y fluidos íntimos, operaban como señuelo para

aquel desdichado propenso a caer en las redes de la

voluptuosidad de las mujeres, como un camino directo a

Satanás.

Aludiendo al otro aspecto mencionado de la mujer, otro

medico, Laurent Joubert, se refería a su frialdad

afirmando que: “…después del juego del amor, los machos se ponen

tristes… porque no solo han sido desecados, sino también enfriados… el macho

pierde su semen y con eso una parte de su calor natural…así debilitado, puede

morir si además se encuentra enfermo o herido.”21

Según Mughembled, “…no es exagerado decir que esta esfera personal de

la actividad humana (la sexualidad) se vio progresivamente restringida

por las redes de prohibiciones, y mas aun por las imágenes culturales capaces

de producir sentimientos de angustia o de culpa.”22

En síntesis, dentro de este ordenamiento del mundo, toda

mujer podía ser tachada de peligrosa; aquellas que por sus

atributos o carencias, indocilidad o profesión, generaran

21 Mughembled, op cit pp 97.22 Mughembled, ibidem pp 107.

30

Page 31: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

malestar en las sociedades donde vivían, eran fácilmente

acusadas de brujería.

Una vez concretada esta, no era el acusador quien debía

probar sus dichos, sino la acusada quien debía mostrar su

inocencia, logro bastante difícil, ya que debía luchar

contra una maquinaria judicial armada para demostrarla

bruja: acusación y escarnio públicos, argumentos abalados

por el poder eclesiástico, civil y científico, humillación

y tortura.

Ya veremos, a través del análisis de dos casos testigo, que

la tortura opero como un elemento clave que sostuvo y

amplifico la caza de brujas, al producir confesiones

condenatorias, aunque en muchos casos absolutamente

inverosímiles. Al respecto Levack sostiene que “…la

probabilidad de estas confesiones falsas es mayor cuando a) la persona

torturada es inocente del supuesto delito o ignora la información deseada, b)

cuando se le sugieren detalles de la confesión mediante preguntas capciosas, c)

cuando la magnitud de la tortura es excesiva.”23

Si bien la posición de la mujer en la sociedad cristina

nunca fue ventajosa, en el periodo moderno, como nunca

antes o hasta nuestros días, su condición de género la

aproximo al castigo y a la muerte, en gran escala.

LA CAZA DE LAS PARTERAS

23 Levack, B; op cit, pp 110.

31

Page 32: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

“Nosotros añadimos que en este dominio son preferentemente las parteras las que

causan los mayores daños, como nos han contado a nosotros mismos y a otros,

brujas arrepentidas, diciendo: nadie perjudica mas a la fe católica que las

comadronas.”

MALLEUS MALLEFICARUM

Cuestión XI

Como he mencionado en el capitulo anterior, una

característica distintiva de la persecución a las

mujeres era el ejercicio de oficios que, en teoría, les

facilitaban su actuación como brujas.

Cocineras que, comúnmente, utilizaban hierbas, podrían

preparar pociones y alimentos capaces de embrujar y

producir maleficios.

Las curanderas o WISE WOMAN, su nombre en ingles, se

ocupaban de la salud de los pueblos de la Europa

Moderna, en un contexto donde no aparecía todavía la

figura del medico como hoy la conocemos. Combinaban en

su práctica, remedios populares a base de hierbas,

formulas mágicas y la plegaria religiosa. Su arte, útil

y aceptado por la comunidad, bien podía ser tachado de

maleficia, si el resultado de su intervención no era el

esperado.

El caso de las parteras, ocupa un lugar singular, debido

a que varios aspectos se conjugaron para transformar a

estas mujeres en sujetos con un plus para generar

sospechas y acusaciones de brujería, solo por su oficio.

Al respecto, Levack sostiene que “… las comadronas, son

32

Page 33: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

prácticamente el único grupo ocupacional mencionado de alguna manera

en las actas judiciales.”24

Para entender la causa debemos, en primer lugar,

situarnos en el contexto de salud de la época: la

población estaba hambreada por la escasez de alimentos,

abundaban las epidemias, las mujeres distaban en muchos

casos de ser saludables. No existía todavía el concepto de

atención prenatal, de tal manera un embarazo transcurría

sin la posibilidad de la detección de patologías y las

mujeres llegaban al parto en diferentes condiciones. El

proceso embarazo-parto- nacimiento podía, entonces hacer

peligrar la salud materna y del niño, por un sinnúmero de

causas: una enfermedad anterior a la gestación, una

desarrollada durante la misma, un feto mal posicionado para

nacer, una hemorragia o infección maternas.

Parir y nacer en estas condiciones era en muchos casos

riesgoso. Los conocimientos médicos eran acotados, erróneos

y no se ocupaban de la mujer embarazada ni en situación de

parto; este era un terreno femenino, inferior, donde el

hombre de ciencia no tenía interés en incursionar,

situación que no tardaría en cambiar y dificultaría aun más

el ejercicio de la partería como oficio.

Aun así, el parto y nacimiento seguían siendo en la mayoría

de los casos, eventos fisiológicos que se desarrollaban con

normalidad y eran asistidos por las únicas personas que,

desde el principio de los tiempos, se habían capacitado,

aunque empíricamente, para hacerlo: las parteras.

24 Levack, op cit, pp 183

33

Page 34: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

De tal modo, en las edades media y moderna, hasta un

quinto de los niños moría en el parto o durante los

primeros meses de vida, debido a las condiciones imperantes

más que por una atención deficiente o una confabulación

diabólica.

Sin embargo, en LA ERA DE ANSIEDAD, como ha sido llamada la

edad moderna, las parteras se convirtieron en el chivo

expiatorio ideal para atribuir la culpa de gran número de

esas muertes.

No olvidemos que en el imaginario colectivo, las brujas

devoraban, asesinaban niños y utilizaban sus miembros para

fabricar pociones y ungüentos, o los ofrecían al demonio en

ritos opuestos al bautizo, para colocarlos bajo su poder

por el resto de su vida y asi engrosar filas de los

adoradores del demonio.

¿Quien mejor que las parteras para ejecutar estos actos?

En la obra ya mencionada, el Malleus Malleficarum, existen

capítulos completos destinados a aleccionar al lector

común, asi como a jueces y magistrados, sobre el quehacer

satánico de las PARTERAS BRUJAS, como se las llama.

La cuestión XIII del libro, se titula “DE LA FORMA QUE LAS

PARTERAS QUE SON BRUJAS INFLINGEN LOS MAYORES MALES A LOS NIÑOS,

MATANDOLOS U OFRENDANDOLOS A LOS DEMONIOS”. En el, se

relatan testimonios de mujeres que supuestamente maldecidas

por comadronas brujas, sufrieron enfermedad; o de otras

que, en los juicios detallan formas en que las parteras

34

Page 35: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

daban muerte a los niños como “… a la salida del claustro materno les

hundía una aguja sobre la cabeza que les penetraba el cerebro…”25

También la cuestión XI del texto esta dedicado a las

parteras; bajo el titulo “ LAS PARTERAS QUE SON BRUJAS HACEN

MORIR DE DIVERSOS MODOS LO CONCEBIDO EN EL UTERO, PROCURANDO

EL ABORTO, Y CUANDO NO HACEN ESTO, OFRECEN LOS NIÑOS A LOS

DEMONIOS”.

Maria Tausiet Carles, nos refiere a este capitulo en un

trabajo original, señalando que en el, se describen cinco

modalidades de acción de las parteras en relación con la

anticoncepción y la muerte:

1- En primer lugar, procurarían la esterilidad en la

mujer o la impotencia masculina.

2- En segundo lugar, intentarían que las mujeres fértiles

no concibieran.

3- En tercer lugar, provocarían abortos.

4- En cuarto lugar matarían al recién nacido, en parte

devorándolo y en parte utilizando sus miembros para

fabricar ungüentos maléficos.

5- En quinto lugar, como ultima alternativa ofrecerlo al

demonio.26

Así, en una fecha tan tardía como 1782, una comadrona

húngara fue quemada por bruja, acusada de haber bautizado

2.000 niños en nombre del demonio.27

25 Spraenger, J, Malleus Malleficarum, op sit, pp 306.26 Malleus Malleficarum citado por Tausiet Carles, M. en Comadronas-Brujas en Aragon en la Edad Moderna: Mito y Realidad, Manuscrits: Revista d'història moderna N° 15, 1997, pp 239-240.27 Levack, op sit, pp 184.

35

Page 36: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

Como hemos dicho, toda situación ligada al embarazo era

campo de actuación de las comadronas. Pero para comprender

el real alcance que esta figura tenia en la salud femenina,

debemos comprender que TODO PROCESO LIGADO A LA

REPRODUCCION QUEDABA BAJO SU ESPECTRO DE ASISTENCIA.

En relación al parto, era la partera la única capaz de

producir alivio del dolor mediante el uso de brebajes

preparados con amapola, mandrágora y cáñamo, entre otros.

Pero el dolor del parto, era visto entonces como un castigo

divino a la mujer y su supresión, considerada un gran

pecado que requería castigo. Como ejemplo citare el caso de

Euphanie Macalyane quien, en 1591, murió quemada en la

hoguera escocesa por intentar aliviar los dolores de parto

a una mujer, habiendo sido además encontrada culpable de

28 casos de hechicería.28

Con respecto al aborto, comenzó a considerarse un delito

semejante al homicidio durante la edad moderna, ya que

durante la edad media, uno de los temas objeto de

controversia era el momento de la adquisición del alma por

parte del feto; por entonces el aborto de un feto

inanimado no equivalía a un crimen. A esta teorizacion

adhería, nada menos, el Papa Gregorio IX, en pleno siglo

XIII.29

Para el siglo XVI, la postura de la iglesia se había

endurecido sobre este tema, al igual que con respecto a

28 Vélez van Meerbeke, A; Lecciones de la historia del dolor, Editores: Alberto Vélez van Meerbeke M.D., Leonardo Palacios Sánchez M.D., Ángela María Ruiz Sternberg M.D., Jaime Enrique Ruiz Sternberg M.D. Universidad del Rosario, 2005, pp 49-50.29 Tausiet Carles, M; op cit, pp 243

36

Page 37: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

muchos otros. En 1588 el Papa Sixto V mediante la Bula

Effraenatam, condenó el aborto y la anticoncepción. De tal

manera, la Iglesia Católica equiparaba aborto y

anticoncepción, como practicas criminales.

Durante todas las épocas, las mujeres habían generado sus

propios recursos para regular su fecundidad y deshacerse de

embarazos no deseados, mediante el uso de elementos

naturales, como plantas, raíces y minerales. La adecuada

utilización de estos elementos fue traspasado de maestras a

aprendices de comadronas, asi como todo un cuerpo de

conocimientos en relación a la salud y enfermedad de las

mujeres en particular, pero también de hombres y niños.

Pero en la formación del Estado moderno comenzaba a

resultar evidente que, como nunca antes, seria

imprescindible la producción de sujetos necesarios para

guerrear y sostener mediante impuestos, las arcas del

estado. De tal manera, el accionar de las mujeres en

relación a impedir o malograr embarazos, debería ser

fuertemente censurado por el poder religioso y reprimido,

desde la ley.

Al respecto decía el Obispo de Tarazona en su Constitución,

publicada meses después de la citada Bula:

“…que ninguna persona sea osada cometer, procurar ni aconsejar ni

consentir que muger alguna aborte ni malpara criatura alguna de preñado,

animada o inanimada… y a las mismas penas estan subjetos los que dieren

bebidas o venenos a las mugeres para la esterilidad, o les dieren otro

impedimento para que no conciban…”30

30 Tausiet Carles, M, op cit, pp 243.

37

Page 38: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

He expuesto las razones por la cual la mujer era la

principal victima de los procesos de brujería: el peligro

que denotaba su naturaleza femenina, lasciva, imperfecta,

infectante, misteriosa y conspiradora; sabemos del presunto

potencial atribuido a toda mujer para convertirse en

bruja. Pero también sabemos que, como obligadas y

sufrientes productoras de futuras generaciones, eran

necesarias.

¿Cómo no sentir entonces a las comadronas, potenciadoras de

la sabiduría femenina, facilitadoras de poder y control de

las mujeres sobre sus propios cuerpos, como agentes

sociales altamente peligrosos?

¿Qué mejor camino para su eliminación que transformarlas,

desde el discurso político, científico y religioso, en

representantes del demonio?

En muchos casos, la comadrona era también practicante de

medicina general en su comunidad, particularmente entre los

pobres. Los ricos, podían pedir ayuda a médicos

licenciados, que desde el siglo XIV, comenzaban a ser

tolerados por la iglesia. Aun así, la medicina ortodoxa no

era de gran ayuda para la mayoría, debido a la superstición

imperante y a las restricciones que la iglesia imponía a

toda búsqueda de nuevo conocimiento del cuerpo humano y de

alternativas terapéuticas.

Según Bárbara Ehrenreich, “el medico del rey Eduardo II de

Inglaterra, bachiller en teología y Licenciado en Medicina por la Universidad de

Oxford, recomendaba tratar el dolor de muelas escribiendo sobre la mandíbula

del paciente “En Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amen (…) Un

38

Page 39: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

tratamiento muy frecuente contra la lepra consistía en administrar un caldo

preparado con la carne de una serpiente negra capturada en terreno árido y

pedregoso.”31

Así pues, la posición de estas comadronas solía ser muy

valorada en sus comunidades, aunque, la opinión de los

vecinos podía volverse rápidamente en su contra si

desafortunadamente estaba presente en un parto con malos

resultados. En la misma proporción que el pueblo les

otorgaba su confianza, la iglesia las detestaba por su

doble condición de mujer y sanadora.

El poder de sanar era un atributo propio de Dios, que solo

HOMBRES HECHOS A SU IMAGEN Y SEMEJANZA, sacerdotes y

médicos tenían la potestad para ejercer, en su Nombre.

Tal era la influencia de muchas de estas mujeres que

algunas participaban, incluso, en complots contra el poder

de turno, como el caso de Agnes Sampson, comadrona de

Haddington, quien fue ejecutada en Edimburgo en 1590, no

por su participación en la conspiración, sino por hacer

alarde de su control de la magia, autocalificándose como

hechicera. 32 Es interesante observar como, algunas de

estas mujeres eran capaces aun de morir, con tal de no

perder es pequeño espacio de poder que sentían tener,

diciéndose a si mismas brujas.

La certeza de un campesinado descontento con sus

gobernantes y dispuestos a conspirar contra ellos, era de

por si una amenaza para la iglesia y el estado. Pero

31 B. Ehrenreich, D. English; Brujas, comadronas y enfermeras: historia de las sanadoras, ED La Sal, 1984, pp 18.32 Towler, J., Bramal, J; Comadronas en la historia y en la sociedad, ED Masson (versión española), 1997, cap 3, pp 41.

39

Page 40: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

descubrir que CIERTAS MUJERES eran parte integrante de

esas rebeliones, era completamente inadmisible. Sus voces

debían ser acalladas, a como diera lugar.

Ya fuera acusándolas de crímenes políticos, ya fuera

desacreditándolas como sanadoras o invistiéndolas en brujas

demoníacas, enfrentándolas a los propios integrantes de sus

comunidades.33

En una ultima mirada al texto de Brian Levack, veamos cual

es su opinión al respecto:

“Por sus actos y sus palabras, desafiaba las normas contemporáneas de

docilidad y domesticidad y trastocaba el ideal de buena mujer cristiana y

madre”34

La caza de brujas fue declinando, como proceso, durante el

siglo XVIII, hasta concluir a mediados de ese siglo. En

Inglaterra la última ejecución se registra en l684, en

Francia en 1745 y en Alemania en 1775.

El cambio de paradigma devendrá en el Científico-

Racionalista; Voltaire, uno de sus principales exponentes

diría en sus “Cartas Filosóficas”:

"Me parece que la naturaleza humana no tiene necesidad de lo verdadero para

caer en lo falso... el primer hombre que se puso enfermo creyó sin esfuerzo en

el primer charlatán. Nadie ha visto hombres – lobos, ni brujos y muchos han

creído"

33 B. Ehrenreich, op cit, pp 17.34 Levack, op cit pp 202.

40

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BB

41

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Brujas disfrazadas de médicosen un dibujo de Goya de 1797.

LOS CASOS TESTIGO

42

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GOSTANZA DE LIBBIANO

El 3 de noviembre de 1594, se inicia el juicio a Gostanza

llamada “de Libbiano”, partera del pueblo de San Miniato

al Tedesco, un pueblo del Gran ducado de Florencia.

Producto de denuncias de vecinos, Tommaso Roffia, noble

local, interesa sobre este caso a los representantes de la

iglesia local. ¿Era monna 35Gostanza una bruja?

Los vecinos se presentan a testificar, unos se basan en

rumores de otros, que oyeron decir esto, que sucedió

aquello, sobre niños muertos o embarazos malogrados.

Ya el 4 de noviembre, Gostanza es llevada ante el

Inquisidor, y conocemos su historia: viuda, de 60 años,

madre de 3 hijos que ya no la acompañan, nacida cerca de

Florencia, vivió en distintos pueblos; es, pues una

forastera en San Minniato.

Interrogada sobre su práctica, responde que “recoge a los niños

cuando nacen”, ha hecho esto por 30 años.

Para ayudar las parturientas y cuidar al niño por nacer,

relata que coloca una vela blanca, como las que usan en el

sábado santo, sobre el vientre materno; utiliza hierbas

especiales y reza.

Todo su relato es motivo de sospecha, encaja a la

perfección en el estereotipo de la bruja, es mujer, es

vieja, sola, ambulante, curandera, autónoma, se mueve en la

noche o el crepúsculo. Manipula la vida y la muerte.

Asi relata este caso Maria Teresa Fuster:35 Abreviación de Madonna: señora, doña.

43

Page 44: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

“El interrogatorio durara cinco días. Es fácil entender la presión psicológica

que esta anciana experimenta.

Gostanza niega los cargos, por lo tanto la someten a tortura, al parecer al

tormento llamado potro.

A pesar de la tortura, Gostanza niega las acusaciones, Dos días después, la

vuelven a someter a tortura, al fin ella dice "Si queréis que os diga mentiras, las

diré...". Allí comienza la confesión. Describe el aquelarre, su relación con el

diablo, su vuelo en escoba, como se convierte en gato, y bebe sangre de niños.

Describe todo lo que los inquisidores esperaban.

Diez días después el propio Inquisidor de Florencia, un hombre más ilustrado,

va a tomar a su cargo los interrogatorios. Gostanza comienza a describir su

vida, su rapto a los ocho años para ser entregada al hombre que será su

esposo. El abuso a esa tierna edad, y su huida de la realidad, como encontraba

refugio en el bosque y en sus fantasías. La imagen que ella presenta del

aquelarre es una construcción donde se entremezclan sus propios anhelos,

expectativas, y sueños, con la imagen elaborada de las reuniones satánicas. Un

cuento lleno de elementos folclóricos, probablemente recuerdos infantiles e

historias que escuchara. Presenta al diablo como un esposo amoroso, diferente

del que tuvo, y a la "Ciudad del Diablo", donde se celebran las reuniones, como

"una ciudad de oro, más bella que Florencia" muy distinta del ambiente

cotidiano y gris donde se mueve. La fantasía que proyecta en su relato

claramente muestra su huida de la realidad, el deseo de encontrar en este

mundo ficticio la protección contra la dureza, exigencia y frustraciones de su

mundo real.

El inquisidor se convence de hallarse sólo ante una visionaria. Tras veintiún

días de interrogatorio es liberada. La Inquisición está menos dispuesta a

44

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dejarse llevar por estas historias que los tribunales civiles. Durante todo el siglo

XVI el Santo Oficio mostró mayor prudencia en esos casos que los tribunales

civiles, siendo éstos responsables del mayor número de ajusticiamientos por

hechicería. La Inquisición prefería atender, y con severidad, los casos de

herejía.”36

La historia de Gostanza de Libbiano es narrada también por

Silvina Manzini; la autora hace mención a que, en el

mismo pueblo, un tribunal laico ejecuto en la hoguera a

cuatro “paisanas de Gostanza”.37

Esta es crónica de una mujer que, aunque sobrevivió, sufrió

tortura y condena social.

Desconocemos su destino, en el mejor de los casos siguió

asistiendo, entre aquellos que pretendieron ser sus

verdugos.

WALPURGA HAUSMANNIN

A modo de introducción, un extracto de European witchcraft

editado por William Monter:

“Bajo la jurisdicción del obispo de Augsburg, un

juez y un jurado local condenaron a Walpurga (...). La ejecución pública, que

tuvo lugar en su ciudad natal fue llevada a cabo al estilo de las quemas de

brujas del sur de Alemania: En una ceremonia pública, laceraron 5 veces sus

pechos y brazos con hierros candentes, le cortaron la mano derecha, quemaron

36 Fuster, M; La caza de Brujas en la Edad Moderna, en Temakel, Mito, Arte y Pensamiento. www.temakel.com

37 Mantini, S; Gostanza de Libbiano , curandera y bruja , en “La mujer del Renacimiento” de Ottavia Niccoli , Alianza Editorial, España. 1993

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Page 46: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

su cuerpo en la hoguera y las cenizas fueron lanzadas al río mas cercano.

Todos sus bienes y propiedades pasaron al tesoro del obispo.”

Esta partera de la ciudad de Dillingen, enviudo joven y

quedo en muy mala situación económica. Posteriormente se

vinculo sexualmente a un hombre, posiblemente convencida de

que su ayuda no tardaría en llegar.

Fue acusada de entregarse al demonio, reconocido por

Walpurga en la figura de su amante; según ella, el fue

gentil y compasivo, ofreciéndole su ayuda a cambio de su

devoción. Esta confesión fue, por supuesto, lograda bajo

tortura.

Ya certificando su carácter de sacerdotisa del demonio, fue

acusada de la muerte de más de 50 niños al nacer, siempre

antes de su bautizo.

Fue condenada por los cargos de “maldad y notoria brujería”.38 39

Murió como se describe, torturada, mutilada, quemada. Sus

restos desechados, su propiedad saqueada. Seguramente ella

no hubiera deseado pasar a la historia.

38 Levack, op cit, pp183-184.

39 Bastidas Palomera, A; La Pena de Muerte en Chile: una mirada al pasado para analizar el presente. Tesis para Licenciatura en Comunicación Social, Universidad Diego Portales, Chile, 2001.

46

Page 47: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

CONCLUSION

LO QUE FUE DE LAS PARTERAS

Si bien las sanadoras dejaron de morir en la hoguera, el

estigma social en torno a ellas sobrevivió. Para fin del

periodo la medicina dominada por varones había conquistado

un monopolio casi absoluto.

El último bastión de la asistencia, la obstetricia, pasó a

ser de interés de los médicos entre los siglos XVIII y XIX,

cuando comprendieron las posibilidades lucrativas de su

ejercicio, atendiendo a las mujeres y luego a sus familias.

Helen Varney, en su Tratado de Partería Profesional cita de esta

forma al Dr. Walter Channing, de Harvard:

“las mujeres raramente olvidan al medico que les ha brindado ternura y

seguridad durante el parto, confían y se apoyan en el, lo que representa una

ventaja mutua

esencial(…) debido a esto es aconsejable que los médicos ejerzan la asistencia

obstétrica. Esto les asegura la continuidad de todas sus otras actividades.”

La asistencia brindada por parteras comenzó a ser

cuestionada, no ya desde una mirada supersticiosa, sino

señalándolas como empíricas, ignorantes y poco calificadas

para brindar una atención de calidad. Una enorme cantidad

de saberes sobre farmacología, herboristería y asistencia

47

Page 48: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

clínica fueron desacreditados por la comunidad científica y

acabaron perdiéndose. Siglos de observación e intuición,

miles de nacimientos asistidos con éxito; nada era valioso

porque no era “ciencia”

Paralelamente la atención del parto se institucionalizo,

introduciéndose en el hospital, con diversos resultados. No

deberíamos olvidar a Semmelweis y el papel que desempeñaron

en la diseminación de la fiebre puerperal, al comparar la

mortalidad entre parturientas asistidas por parteras y por

médicos. Pero sobre todo deberíamos recordar el rechazo con

que la comunidad medica recibió sus sugerencias para

combatir la fiebre; fue denigrado, ridiculizado y

despedido. Murió pobre y obsesionado con proteger a las

mujeres de los tocólogos, a los que calificaba de entupidos

y asesinos.

Progresivamente, la percepción del embarazo, parto y

puerperio como eventos fisiológicos fue cambiando, no solo

en el mundo científico, sino en el imaginario social.

Es cierto que muchas mujeres infértiles, estériles o

enfermas se beneficiaron con los avances en el conocimiento

y la tecnología, puesta al servicio de la obstetricia.

Estas

mujeres pudieron, gracias a la ciencia, acercarse a la

maternidad, posibilidad para muchas de ellas inalcanzable

Pero la mirada medica abarco a TODAS LAS MUJERES, enfermas

o saludables.

La gestación se califico como una patología mas, presente

o potencial, que requería estricto control e intervención

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medica sistemática, colocando a la mujer en un lugar de

pasividad, desconfianza en su capacidad de gestar y parir,

y sufrimiento necesario a cambio de la posibilidad de

madre. Entramos en la era del GOBIERNO Y DIRECCION DEL

PARTO. El nacimiento se convirtió en un evento mecanizado.

Aun en este contexto, las parteras pervivieron; se

educaron y capacitaron en escuelas y universidades, en

diferentes grados, según la región. Como característica

común,

continuaron su práctica con mucha menor autonomía, en

muchos sitios apenas toleradas e incluso prohibidas en

otros.

Allí donde aun ejercen, en la gran mayoría de los casos,

se desempeñan como “colaboradoras” de los médicos y muchas

han internalizado el modelo descripto.

En algunos países, han vuelto a ganar autonomía y son las

proveedoras de cuidado de las mujeres saludables, durante

su vida reproductiva. Estas parteras trabajan con una

filosofía de asistencia diferente, integrando ciencia y

sensibilidad, promoviendo la facilitación de los procesos

naturales, e interviniendo solo cuando es necesario, con

tecnología mas compleja o apoyo de otros profesionales.

Significativamente los países que adscriben a este modelo

de atención (Holanda, Suiza, Alemania, Francia, Austria,

entre otros) son aquellos con los mejores resultados

perinatales del planeta.

Queda planteado un interrogante, cuya respuesta

seguramente, generara controversia:

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Page 50: Mujeres, Brujas y Parteras en la Edad Moderna: Historia de una Persecución

¿La estigmatización de las parteras sanadoras se asocio con

su paulatina subordinación al sistema medico?

Desde mi análisis personal, creo que efectivamente esto

sucedió.

He intentado mostrar a lo largo de este trabajo, la

sucesión de eventos que confluyeron para colocar hoy a las

parteras en un lugar de auto reivindicación permanente,

como profesionales que intentan preservar una identidad

propia.

Pero me parece mas importante remarcar que, a pesar de lo

padecido, las parteras todavía somos y existimos como

tales.

La historia del mundo nos evoca, mujeres cuidando de otras

mujeres.

Es como siempre fue y siempre será; como un río que,

forzado y corregido su curso, siempre encuentra nuevamente

su cauce.

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