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UNIVERSIDAD CENTRAL DE VENEZUELA FACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS Y
POLTICAS
ESCUELA DE ESTUDIOS POLTICOS Y ADMINISTRATIVOS INTRODUCCIN A LAS
ESTRUCTURAS HISTRICAS I
TCNICAS DE ESTUDIO I SECCIN A
CARACTERSTICAS POLTICAS, ECONMICAS, SOCIALES E IDEOLGICAS DE LOS
PROCESOS
TOTALITARIOS DEL PERODO DE ENTREGUERRAS. FASCISMO EN ITALIA Y
NACIONALSOCIALISMO
ALEMN
Profesores: Ennio Cardozo Alumno: Snchez, Roberto
Mara Arnal CI: 14.741.617
Caracas, Febrero de 2011
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NDICE
INTRODUCCIN...1
CAPTULO 1 . ANTECEDENTES Y CAUSAS DEL FASCISMO EN ITALIA Y EL
NACIONALSOCIALISMO EN ALEMANIA
1. Conceptualizacin del Fascismo como fenmeno poltico..6 2.
Italia. La ruta hacia el Fascismo...8
2.1.Los antecedentes a la llegada del Fascismo al poder en
Italia8 2.2. Causas del Fascismo en Italia.9 2.2.1. La decepcin por
los resultados de la Primera
Guerra Mundial.....9 2.2.2. La debilidad institucional del
gobierno italiano10 2.2.3. La crisis econmica y sus
repercusiones
sobre la sociedad italiana11 3. Alemania. De la derrota al
ascenso
de los Nacionalsocialistas al poder11 3.1. Antecedentes del
Nacionalsocialismo alemn. La
Repblica de Weimar y el ascenso de los Nacionalsocialistas al
poder12
3.2. Causas de la llegada del Nacionalsocialismo a Alemania14
3.2.1. Los efectos de las sanciones impuestas
por el Tratado de
Versalles..............................................................14
3.2.2. Los problemas econmicos en Alemania entre 1923 y 193214
CAPTULO 2. CARACTERSTICAS DEL FASCISMO EN ITALIA Y EL
NACIONALSOCIALISMO EN ALEMANIA
1. Aspectos polticos16 1.1. La Omnipotencia del Estado16 1.2. La
supresin de toda oposicin...17 1.3. El control de los medios de
comunicacin y la propaganda estatal...18 1.4. Gobierno de las
minoras, partido nico y darwinismo social19 1.5. El Nacionalismo
devenido en Imperialismo...20
2. Aspectos econmicos y sociales21 2.1. La instauracin del
Estado Corporativo..21 2.2. El dirigismo estatal en una economa
autrquica22
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2.3. El hombre nuevo en la sociedad fascista y
nacionalsocialista23 2.4. El Nacionalismo cultural.24
3. Aspectos ideolgicos..24 3.1.Voluntarismo y accin.24 3.2. El
primado de la irracionalidad...25 3.3. Una ideologa fascista en el
futuro..26
CONCLUSIN..28
BIBLIOGRAFA40
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INTRODUCCIN
El Siglo XIX en Europa se observaba como una poca de grandes
convulsiones caracterizado a lo interno de los Estados por un
constante movimiento en su constitucin territorial, en algunos
casos y en otros por la
aparicin de nuevas formas de gobierno y sentimientos derivados
del Nacionalismo. Y a lo externo de los Estados un proceso marcado
por pretensiones hegemnicas de parte tanto de Estados ya existentes
como de los nuevos Estados constituidos bajo la gida del
Nacionalismo, conflictos blicos entre Estados y alianzas tanto
pblicas como secretas cuyas finalidades variaban en funcin de las
naciones firmantes y sus intereses.
Es de esta manera cmo es posible observar que la Primera Guerra
Mundial en cierta medida puso fin a la manera de hacer poltica
heredada del siglo XIX ya que entre sus causas y antecedentes se
puede contar el ambiente de conflictividad constante que rein en
Europa en los 50 aos anteriores al conflicto blico una vez
finalizados los procesos nacionalistas de unificacin tanto en
Italia como en Alemania, entre los que se pueden mencionar las
pretensiones alemanas
de erigirse como Estado Hegemnico Mundial con los sistemas
internacionales bismarckianos, el inicio de la carrera por el
dominio en frica, Asia y Oceana, conocido como Carrera hacia el
Campanario o ms formalmente como procesos de Colonialismo e
Imperialismo, la hostilidad entre Estados por el dominio
econmico y los procesos nacionalistas en otros lugares de Europa
amenazando la estabilidad de imperios histricamente constituidos
para crear nuevos estados. Sin
embargo el nuevo orden mundial creado posterior a la Guerra con
la Conferencia de Pars y el Tratado de Versalles donde ms que
firmar, se impuso la paz a
marchas forzadas sirvi de caldo de cultivo para la aparicin de
las realidades que por 20 aos a partir de 1919, marcaran la dinmica
poltica mundial an eurocntrica.
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Es por ello que algunos autores consideran que el Siglo XX
comienza realmente a partir de la finalizacin de la Primera Guerra
Mundial, justificando tal afirmacin en la presentacin de nuevas
realidades en la poltica de los Estados tanto internas como
externas. Externamente el papel de una Sociedad de Naciones
cuyo propsito ideal era establecer una Liga de Estados
tendientes a resolver y evitar los conflictos y que en realidad se
constituy en un grupo de pases
vencedores buscando repartirse el botn de los vencidos, situacin
que vista desde la ptica tanto italiana como alemana justificaran
la creacin de los procesos polticos que regiran a ambos pases
durante los 20 aos de lo que se conoce como entreguerras. Pero el
perodo de entreguerras tambin crea un nuevo
ordenamiento que debate a los Estados en tres sistemas de
gobierno: el Socialismo, que devendr en Comunismo cuyo
representante es la Unin
Sovitica producto de la Revolucin bolchevique de 1917, la
Democracia en los pases de Europa Occidental y los Estados Unidos y
el Totalitarismo, representado en el fascismo italiano al que
posteriormente se le unir Alemania a partir de 1933. Una trada que
se convertira en la realidad poltica en la que el mundo pasa a
integrarse al siglo XX.
En 1919 entra en escena el personaje que regir los destinos de
Italia en los aos subsiguientes. Benito Mussolini, quien se hace
del poder aprovechando la debilidad institucional del sistema
parlamentario italiano, la crisis econmica de una potencia en
atraso industrial y el descontento de un pas que estando entre los
vencedores de la guerra, considera que fue burlado en sus
pretensiones de obtener
lo que les corresponda en territorios conquistados. Este
personaje dirigir Italia en un proceso que pasar a la historia como
Fascismo, una forma de gobierno
claramente totalitario con fines definidos y procesos destinados
a devolverle a Italia, al costo que sea su lugar histrico en el
mundo con el propsito de emular
la grandeza y gloria del Imperio Romano.
Mientras tanto en Alemania, pas golpeado por las sanciones o
castigos de guerra que la Sociedad de Naciones le impusiera como
nacin vencida en la Primera Guerra Mundial que tenan por propsito
la anulacin de Alemania como
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potencia y con un gobierno republicano dbil y desacreditado por
sus propios ciudadanos quienes sufran en carne propia los efectos
de tales sanciones y la imposibilidad de hacer frente a ellas, hace
su aparicin un personaje cuyas ideas se iran incubando con el paso
de los aos en la idiosincrasia alemana hasta
convertirse en la esperanza de retomar la hegemona mundial que
Alemania experiment en los 50 aos previos a la Primera Guerra
Mundial. Este personaje llamado Adolf Hitler, plasmara en un libro
escrito durante su estancia en prisin las ideas del
Nacionalsocialismo, tambin conocido como Nazismo, que pondra en
prctica a partir de 1933 para regir y sellar el destino de Alemania
en su pretensin de convertirse en conductora del orden mundial.
Dentro del campo de la Historia Universal siempre ha existido un
inters por describir a los procesos polticos de Italia y Alemania
en funcin de lugares
comunes y ya conocidos basados ms en hechos y nmeros (como por
ejemplo, el exterminio nazi de los judos y los seis millones de
fallecidos durante el III Reich), pero pocos se detienen en indicar
los antecedentes que originaron estos procesos totalitarios en
Italia y Alemania y sealar las caractersticas de ambos
procesos. Por lo tanto esta investigacin tiene como propsito
general estudiar al Fascismo en Italia y al Nacionalsocialismo
alemn cuyo punto de partida es a) identificar los antecedentes y
las causas que hacen que se origine el Fascismo en Italia y el
Nacionalsocialismo en Alemania, b) Identificar las caractersticas
polticas, econmicas, sociales e ideolgicas del Fascismo italiano y
el Nacionalsocialismo alemn presentando sus puntos en comn y sus
diferencias y
c) Identificar los elementos que del Fascismo en Italia y el
Nacionalsocialismo en Alemania se pueden encontrar en el proceso
poltico venezolano que se inici en
1999 hasta la actualidad.
Para ello, se plantean las siguientes interrogantes: a) Cules
son los antecedentes y las causas que conllevan a que en Italia y
Alemania se produzcan
durante el perodo de entreguerras los procesos totalitarios del
siglo XX, b) Cules fueron las caractersticas polticas, econmicas,
sociales e ideolgicas del Fascismo italiano y el Nacionalsocialismo
alemn?, c) Cules fueron las
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principales semejanzas y diferencias entre las caractersticas
del proceso Fascista italiano y Nacionalsocialista alemn? d) Qu
particularidades se pueden encontrar en cada proceso?, y e) Qu
elementos del Fascismo italiano y el Nacionalsocialismo alemn se
pueden encontrar en el proceso poltico venezolano
en el perodo comprendido entre 1999 y la actualidad?
Si se toma en cuenta que esta investigacin se realiza mientras
que en Venezuela se est llevando a cabo un proceso poltico al cual
se le ha considerado revolucionario por parte de sus ejecutores,
pero que en reiteradas ocasiones ha sido sealado como un proceso
fascista por parte de analistas y (mayoritariamente) opinadores de
oficio en los medios de comunicacin, la idea es llegar a presentar
los aspectos sealados con anterioridad despojndole de los cristales
pasionales para con ellos poder estudiar con mayor aproximacin cul
es
la naturaleza del proceso poltico que vive Venezuela en el
perodo iniciado en 1999 y que pervive hasta la actualidad. Es
proveer al anlisis herramientas que permitan argumentar con ms
firmeza la naturaleza del proceso y no caer en la ligereza habitual
en la que se incurre desde los opinadores de oficio de utilizar
trminos rimbombantes que sirven ms de adorno para la galera, que
para un anlisis serio que permita la comprensin de la realidad
poltica actual de
Venezuela. All reviste su importancia.
Para describir las caractersticas de los totalitarismos del
siglo XX, as como sealar sus causas y antecedentes se recurre a una
investigacin de carcter
documental tomando en cuenta inicialmente los elementos
histricos que pondrn al lector en el contexto del perodo de
entreguerras y la razn de ser del totalitarismo como camino seguido
por algunas naciones para luego ir construyendo a partir de la
historiografa de los autores los aspectos
caractersticos en los mbitos tradicionales del anlisis histrico:
poltico, econmico y social aadiendo el componente ideolgico como
factor aglutinante
de los dems mbitos y establecer de manera intuitiva las
comparaciones en las caractersticas de ambos procesos.
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Se entiende que cada proceso, tiene particularidades propias de
cada uno de los pases involucrados en su contexto fsico-temporal de
la poca pero que obedecen a un fenmeno poltico denominado
Totalitarismo, el cual es definido por Gentile (2001) como un
experimento de dominacin poltica que aspira al monopolio del poder,
que una vez conquistado, destruye y transforma el rgimen
preexistente y lo sustituye por un nuevo Estado fundado sobre un
rgimen de
partido nico cuyo objetivo principal es la total conquista de la
sociedad. A su vez esa conquista de la sociedad busca modelar al
individuo de manera antropolgica para regenerar al ser humano y
crear un hombre nuevo en procura de crear una nueva civilizacin
supranacional. Se puede decir a partir de esta definicin que
todo proceso totalitario busca en primer lugar desmontar la
estructura del Estado tal como se conoca y cambiarlo por otra
estructura cuyos aspectos principales
sean el monopolio del poder mediante un partido nico y crear un
nuevo hombre con propsitos imperiales en la nueva sociedad. Y en
segundo lugar la sacralizacin del Estado como religin ante la cual
se rinde culto y se justifica el propsito dominador de quienes
encabezan el Estado, cuyo brazo poltico es el partido nico.
El presente trabajo comprende un primer captulo que presenta una
conceptualizacin del Fascismo y que contina con una exposicin de
los antecedentes y causas que originaron los procesos totalitarios
en Italia y Alemania para luego tratar en un segundo captulo sobre
los aspectos caractersticos del totalitarismo durante el perodo de
entreguerras, que sern revisados
separadamente en los mbitos poltico, econmico, social e
ideolgico donde se procurar sealar los puntos de comparacin que
permitan al lector entender que
si bien el totalitarismo tiene unas caractersticas comunes es
una manera de hacer poltica que se adapta y mimetiza al pas o
sociedad donde se implementa o se ha
implementado. Finalmente se abordar en una conclusin la manera
en cmo se pueden encontrar elementos totalitarios similares a los
encontrados en Italia y Alemania en la realidad venezolana actual,
considerando como ya se mencion con anterioridad en qu
circunstancias se encuentra Venezuela en los ltimos 12
aos.
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CAPTULO 1
ANTECEDENTES Y CAUSAS DEL FASCISMO EN ITALIA Y EL
NACIONALSOCIALISMO EN ALEMANIA
Conceptualizacin del Fascismo como fenmeno poltico
El final de la Primera Guerra Mundial en 1918 marca el fin del
siglo XIX, caracterizado por los elementos que permitieron y
causaron el estallido del conflicto que, siendo considerado de
carcter mundial, tuvo como principal frente
a Europa y que sucedi entre 1914 y 1918, especialmente aquellos
elementos esencialmente polticos e ideolgicos que marcaron el
destino de Europa a partir
de 1870 y generaron un reordenamiento en los Estados, la
aparicin de nuevas potencias y en especial por obra y gracia del
Nacionalismo, permitieron la unificacin de los dos pases que, no
por obra de la casualidad sino de la causalidad, son dos de los
Estados donde se producen los procesos polticos y las realidades ms
relevantes que marcan el comienzo del siglo XX: Italia y
Alemania.
Polticamente hablando, el final de la Primera Guerra Mundial, y
hasta que
ocurra la Segunda Guerra Mundial entre 1939 y 1945, presenta una
oferta tricotmica en formas de ejercer el poder y dar carcter al
gobierno de los Estados: Por un lado, la Democracia, sistema
adoptado en las naciones vencedoras de la Primera Guerra Mundial,
especialmente en las potencias de Europa Occidental y Estados
Unidos, quienes tambin forman parte de la Sociedad de Naciones
Libres, creada a partir de la Conferencia de Pars y cuyo resultado
ms relevante fue la firma del Tratado de Versalles. En segundo
lugar la aparicin del
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sistema Comunista, a partir de los hechos ocurridos en el
interior de Rusia entre 1904 y 1917, este ltimo ao como estallido
final de lo que se conoci como la Revolucin Rusa y que llev al
poder a los bolcheviques encabezados entre otros personajes por
Vladimir Lenin y Len Trotsky, hechos que por cierto, obligaron a
Rusia a retirarse del frente de guerra, en el que combatan como
parte de la Triple Entente desde 1914. Y en tercer lugar la
aparicin del Totalitarismo, que en Italia se presenta con el nombre
de Fascismo y en Alemania, a partir de 1933 como
Nacionalsocialismo, o tambin Nazismo.
Martnez Carreras (1996) apunta que la utilizacin del trmino
fascismo en el contexto actual asimila dos sistemas que comparten
analogas en varios de
sus aspectos (fascismo y nazismo), sin embargo al surgir en
contextos diferentes y siendo expresados con variable amplitud, se
hace necesario estudiar a ambos
sistemas por separado asumiendo a su vez que sus aspectos
comunes permite inscribir a ambos procesos en una categora
denominada Totalitarismo.
Pero a todas estas, Qu es el fascismo? Para intentar dar
respuesta a esa pregunta se puede tomar la definicin construida por
Gentile (2002) y que se presenta de esta manera: Se intenta definir
al fascismo como un fenmeno poltico moderno, nacionalista y
revolucionario, antiliberal y antimarxista organizado en un partido
milicia con una concepcin totalitaria de la poltica del Estado con
una
ideologa activista y antiterica, con fundamento mtico, virilista
y antihedonista, sacralizada como religin laica que afirma el
primado absoluto de la nacin,
entendida como una comunidad orgnica tnicamente homognea,
jerrquicamente organizada en un Estado Corporativo con una vocacin
poltica de grandeza, de potencia y de conquista con miras a la
creacin de un nuevo orden y una nueva civilidad. De alguna manera
esta definicin busca encerrar todos los
caracteres del Estado Fascista Italiano, pero todo parece
indicar que la misma definicin aplica igualmente para hablar del
Estado Nacionalsocialista alemn
cuya concepcin no podra sino entenderse como aplicacin de la
frmula italiana a la realidad alemana durante los dcada de los 30,
claro est, con algunas diferencias caractersticas respecto del
proceso italiano.
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Italia: La ruta hacia el Fascismo.
Los antecedentes a la llegada del Fascismo al poder en
Italia
El fascismo aparece en marzo de 1919 cuando Mussolini forma en
Miln los primeros Fasci di combattimento. Estos grupos de
activistas se nutren principalmente de los nacionalistas y ex
combatientes amn de los sindicalistas
revolucionarios no socialistas y que emprenden una ofensiva
violenta contra los obreros y sindicalistas inspirados por el temor
revolucionario y que reciben el
respaldo de industriales y banqueros quienes pactan con los
fascistas. Pero el fascismo no se iba a quedar en simple fuerza de
choque sino que iba a trascender a la poltica conquistando los
espacios necesarios para ejercer paulatinamente el poder. As se
tiene que en 1921 los fascistas se hicieron de 35 diputados y en
noviembre de ese mismo ao se cre el Partido Nacional Fascista con
un plan de accin voluntarista y reaccionario que defiende la
necesidad de un Estado fuerte y con el apoyo del gran capital que
financia las actividades de los Fascios.
Entre 1922 y 1924 Italia finalmente pasa a ser el Estado
Fascista con Mussolini a la cabeza. Martnez Carreras (1996) indica
que el Congreso Fascista en Npoles organiza la Marcha sobre Roma y
a finales del mes el Rey Vctor
Manuel III le encarga el gobierno, que va a ser de derechas, en
oposicin al comunismo crendose al final de 1922 el Gran Consejo
Fascista en diciembre. En las elecciones de 1924 los fascistas se
hacen de la mayora parlamentaria ganando 374 diputados de 535, se
produce el asesinato del diputado socialista Matteoti y la barrida
de la oposicin para imponerse el fascismo. Hayes (1968) indica que
Italia segua teniendo la forma de una monarqua constitucional.
Nominalmente el rey era an el soberano. El parlamento continuaba
existiendo. Pero de hecho el gobierno entero estaba dominado por el
Partido Fascista, (p. 654). Sencillamente se estaba produciendo el
desmontaje del Estado liberal, tal como se le conoca para ser
sustituido de oficio por la dictadura del partido nico y la
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estructura del Estado Corporativo. Y en esa direccin apuntar el
ejercicio del poder del Estado fascista eliminando cualquier
vestigio de oposicin.
Causas del Fascismo en Italia
Cmo llega Italia al fascismo y por ende al totalitarismo? Llega
por una serie de factores polticos, econmicos y sociales que al
final de la Primera Guerra Mundial producen momentos de crisis en
el sistema democrtico que funcionaba en Italia. Martnez Carreras
(1996) describe de la siguiente manera la gnesis del fascismo
aludiendo a su vez a G. DAnnunzio, uno de los poetas del
fascismo:
el fascismo naci a causa de la necesidad de autoridad,
disgregada por el gobierno italiano desde el final de la guerra en
lo poltico, econmico y social, con progresivas crisis, y del
ultranacionalismo, muy extendido entre los excombatientes y la
pequea burguesa, y muy bien expresado por el poeta G. DAnnunzio; a
la cabeza de este movimiento nacido de la exasperacin nacionalista
y social, se encuentra B. Mussolini. El fascismo y el
nacionalsocialismo nacieron de la guerra. Fueron en primer lugar
una reaccin de humillacin nacional ante la derrota. Expresaron
tambin la desorientacin de los antiguos combatientes en quienes la
guerra dej una profunda huella y que se sentan extraos en su propio
pas. (p.178)
Este apunte de la situacin en Italia por parte de Martnez
Carreras da pie
para presentar cules fueron esas causas que llevan al
hundimiento del sistema poltico existente y a la ascensin al poder
de Mussolini.
La decepcin por los resultados de la Primera Guerra Mundial
En lo poltico es fundamental sealar la decepcin italiana por los
resultados de la Primera Guerra Mundial, en especial los
relacionados con el
reordenamiento territorial ocurrido a partir de la Conferencia
de Pars. Este resultado, al cual Martnez Carreras denomina victoria
mutilada y otros
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historiadores lo considera victoria perdida, no solo le cost el
cargo al Primer Ministro Orlando, sino que gener resentimientos
entre los patriotas y una respuesta ultranacionalista que
culpabiliza al Gobierno de la relativa debilidad mostrada en la
guerra y evidentemente del fracaso en la Conferencia de Pars al
sufrir el rechazo de parte de sus reivindicaciones territoriales
en territorios austracos, en particular el Fiume, Tirol Sur,
Trieste y el Trentino, segn Martnez
Carreras (1996), y en la expansin territorial en frica y Prximo
Oriente para Hayes (1968). Italia, con Orlando al frente, reclamaba
los territorios anteriormente descritos y esas reivindicaciones no
son atendidas por los Aliados, lo que hace que se produzcan choques
entre Orlando y Wilson e incluso que Italia se retire de la
Conferencia de Pars el 22 de abril de 1919 para volver el 6 de
mayo. Finalmente se le reconocen a Italia parte de sus
reivindicaciones pero ya se haba consumado
la victoria mutilada con sus consecuencias para el gobierno
italiano.
La debilidad institucional del gobierno italiano
Tambin en lo poltico se cuenta como factor la debilidad del
gobierno democrtico y parlamentario incapaz de dominar la
inestabilidad poltica y econmica de la Italia posterior a la
guerra. Comienza as la agitacin social
caracterizada por huelgas y ocupaciones de tierras y empresas
por parte de socialistas, que influidos por el ejemplo ruso se
hicieron comunistas, abandonando los mtodos democrticos para pasar
a la accin directa. Estas huelgas que incluyen a su vez a los
trabajadores en situacin de paro no hallan una respuesta firme de
parte del gobierno. El parlamento se encuentra dividido por las
pugnas internas entre los diferentes partidos que la conforman y
que se hace ms evidente a medida en que la crisis econmica empeora.
Tal es el grado de inestabilidad que entre 1917 hasta 1922, cuando
Mussolini asciende al poder, hubo hasta cinco cambios en el Primer
Ministro.
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La crisis econmica y sus repercusiones sobre la sociedad
italiana
Pero si la situacin poltica ya era mala, la econmica y social
era an peor. La crisis econmica de 1917 no hizo sino desnudar la
realidad de la economa italiana, marcada por el atraso
caracterizado por una actividad predominantemente agrcola y un pas
escasamente industrializado y cuya industria se enfoc al gasto
militar principalmente. Por otro lado no se puede obviar que siendo
Italia uno de los pases en guerra, sufre daos considerables en
su infraestructura y existe una verdadera necesidad de
reconstruir el pas con lo cual tambin es necesario readaptar la
industria nacional. Hay problemas
financieros, aumento en la deuda pblica y una moneda cayendo
ante la inflacin. Y la sociedad es quien ms resiente la crisis con
un aumento en el nmero de trabajadores en paro, ya que la crisis de
1917 provoc la ruina de pequeos burgueses y la quiebra de sus
empresas, que a su vez trae como consecuencia la
prdida del poder adquisitivo de los italianos y una crisis moral
entre obreros y campesinos. Al final se generan revueltas y huelgas
constantes con formacin de
sindicatos que se enfrentan al gobierno y que produce en la
burguesa el temor de que se repita en Italia la experiencia
revolucionaria de Rusia.
Alemania: De la derrota al ascenso de los Nacionalsocialistas al
poder
Hasta ahora solamente se ha hablado de Italia y aqu convendra
preguntarse, si esto estaba pasando en una nacin vencedora de la
guerra, qu
quedaba para las naciones derrotadas? Alemania, sin haber sido
la provocadora de la Primera Guerra Mundial fue la gran derrotada
ya que entre las consecuencias
del conflicto se cuentan las fuertes sanciones que recibi de
parte de la Conferencia de Pars y el Tratado de Versalles y que en
realidad tenan por objeto buscar la anulacin alemana como potencia
y en lo posible, limitar su posibilidad de defensa y crecimiento.
Se puede considerar que tales sanciones constituan la
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venganza de Gran Bretaa y Francia ante casi 50 aos de poltica
exterior hegemnica destinada a convertir a Alemania en la gran
conductora del mundo y que comenz con los sistemas bismarckianos y
sigui respaldada por un gran podero militar e industrial, detenido
forzosamente en 1919 debido a las sanciones impuestas.
Antecedentes del Nacionalsocialismo alemn. La Repblica de Weimar
y el proceso ascendente de los Nacionalsocialistas
Hayes (1968) seala que en 1918 se produce el derrocamiento del
Imperio de los Hohenzollern que Bismarck cre en 1871 y fue
sustituido por un gobierno
republicano encabezado por Ebert. Un gobierno que comenz con
oposicin de los antiguos Liberales Nacionales y los antiguos
conservadores (Nacionalistas), ambos constitutivos de una derecha
monrquica. Tambin tuvo oposicin socialista de extrema izquierda,
que buscaban emular la experiencia revolucionaria sovitica,
incitando a motines y rebeliones obreras (similares a las
rebeliones obreras italianas de la poca). Sin embargo fueron
contenidos por Ebert, que pese a su condicin socialista estaba
decidido a mantener al pas en su tradicin socialdemcrata.
En 1919 se convocaron elecciones por sufragio universal para una
asamblea constituyente con mayora socialdemcrata y conformada
tambin por los Centristas Catlicos y los Progresistas. Reunidos en
Weimar ratificaron en junio el Tratado de Versalles (Cabe la
siguiente aclaratoria: Aunque Hayes se refiere simplemente a
ratificar el Tratado de Versalles, no se puede obviar que a
Alemania no se le permiti la entrada a la Conferencia de Pars ni a
la Sociedad de
Naciones, y que la paz de Versalles fue impuesta por los
vencedores con fuertes sanciones contra la vencida Alemania y que
la tal ratificacin fue simplemente un acto de fuerza) y en julio
comenzaron a redactar una Constitucin democrtica donde se mantuvo
la distribucin geogrfica del Imperio, se cre un Parlamento
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bicameral con representacin tanto del pueblo (Reichstag o Cmara
baja) como de los estados (Reichsrat o Cmara alta) y el ejecutivo
ejercido por un Presidente electo por siete aos y un Canciller,
ambos responsables ante el Reichstag.
El 9 de octubre de 1923, un cabo que particip en la Primera
Guerra Mundial llamado Adolf Hitler, ahora convertido en lder del
Partido Nacionalsocialista alemn del trabajo, constituido en 1920
como movimiento radical y nacionalista, junto al general Ludendorff
intentan dar un golpe de estado (putsch, en alemn) en Munich contra
la Repblica. El golpe fracasa, ambos son encarcelados pero Hitler y
sus ideas ya se han dado a conocer. Hitler escribe en su estada en
la prisin Mein Kampf (Mi lucha), especie de Biblia del Nazismo,
donde se recoge la prdica nacionalista de su partido, la condena
del Tratado de Versalles, sus ataques al liberalismo y la
democracia, el pangermanismo, idea
encarnada en la tesis del Espacio Vital y la propuesta de
reformas econmicas dirigidas a captar el favor de las clases media
y obrera. Tambin muestra su animadversin hacia los judos alemanes,
quienes pese a reconocer su organizacin eficiente, seran
considerados extranjeros sin derecho a ciudadana por ser ellos con
su poder poltico y econmico quienes podran atentar con su proyecto
hegemnico. Tambin Mein Kampf describe que el partido deba
estructurarse, al igual que en la Italia Fascista y en la Unin
Sovitica en comits
de lucha y accin, que al igual que en Italia posteriormente se
daran a la tarea de emprender acciones violentas y de terror que
llegaron a asesinar a dirigentes
tachados de moderados.
En un principio Hitler tuvo la ventaja de que los xitos del
partido Nazi electoralmente hablando fueron modestos (32 diputados
en 1924 y 14 en 1928) antes de 1929 lo que hizo pensar a la
Repblica que no representaban mayor amenaza, ya que el peligro a la
vista era la ascensin comunista. Sin embargo Hayes (1968) apunta
que la eleccin de Hindenburg como Presidente en 1925 fue el primer
gran xito nacionalista, si bien en su primer perodo actu con
lealtad a
la Repblica, una vez reelecto en 1932 y ante el ascenso
nacionalsocialista (107
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diputados electos en 1930 y 320 en 1932 para constituirse en
mayora), para evitar la llegada de los comunistas al poder, se le
recomend apoyar a los nazis con lo cual decidi nombrar Canciller a
Hitler, nombramiento ocurrido el 30 de noviembre de 1933.
Causas de la llegada del Nacionalsocialismo en Alemania
Los efectos de las sanciones impuestas por el Tratado de
Versalles
Al igual que el fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemn
naci de la
insatisfaccin por los resultados de la guerra, pero a diferencia
del fascismo que fue un proceso de reaccin rpida, ste tard 14 aos
en llegar al poder pero fue
un proceso ascendente que lleg a calar hondo en los sentimientos
nacionalistas del alemn que vea a su vez como la Repblica de Weimar
se haba sometido a
las sanciones de Versalles, y que en el fuero interno de los
nacionalistas haba un deseo de volver al poder para devolver a
Alemania al lugar que mereca como potencia y que se haba logrado
antes por obra de Bismarck. Estas sanciones limitaron el arsenal
militar y nutico (hasta un mximo de 10.000 toneladas en la flota
naval, con la confiscacin de los excedentes por parte de Gran
Bretaa) de Alemania, as como el nmero de efectivos de su Ejrcito
(reducidos a 100.000 efectivos y un mximo de 4.000 oficiales),
entre otros aspectos. Es comprensible que en esos 14 aos se
incubara en los alemanes un sentimiento cada vez mayor de
revanchismo donde a su vez se responsabilizaba a la Repblica de
Weimar de ser causante de los males de Alemania.
Los problemas econmicos en Alemania entre 1923 y 1932
Las sanciones provenientes del Tratado de Versalles despojaron a
Alemania de la administracin de los recursos naturales del Sarre,
que al final fueron concedidas por quince aos a Francia con la
finalidad de su reconstruccin.
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Estas medidas influyeron negativamente en el desarrollo econmico
alemn una vez finalizada la Primera Guerra Mundial. De hecho, a
partir de 1923 cuando se produce la ocupacin francesa del Ruhr y
durante el resto de la dcada de los 20 se producir un aumento de la
inflacin con el consecuente hundimiento del
deutschmark, cuyo punto culminante sera en 1929 a raz de la
crisis econmica que afect a los Estados Unidos inicialmente y que
luego se extendi a los
mercados financieros de Francia y Reino Unido, crisis que
cuestion seriamente al sistema liberal democrtico y al capitalismo
por parte de los sistemas totalitarios existentes en ese momento en
la Unin Sovietica (Comunismo) e Italia (Fascismo). Esta crisis
golpea mucho ms fuerte a Alemania y decreta el hundimiento
definitivo de la moneda y su precaria economa, ya que supuso el fin
de las ayudas financieras estadounidenses que durante los aos 20
haban servido
para evitar una cada mayor de la moneda alemana, un leve
mejoramiento de la situacin econmica y una mejora en la capacidad
de satisfacer los compromisos de pago en reparaciones de guerra y
que se agrav con el retiro del respaldo en oro de parte de los
Estados Unidos para poder atender a su propia crisis.
Hayes (1968) indica que la situacin de paro forzoso que ya en
1928 afectaba a 1.350.000 obreros, subi en 1930 a 3.150.000 y a
5.600.000 en 1932 (p. 658). Para ser exactos el desempleo se
increment en 133% para 1930 y a 336% para 1932 y sign en su momento
la paralizacin de la economa alemana con la prdida de poder
adquisitivo del alemn promedio debido a la alta
inflacin. Evidentemente la Repblica de Weimar con semejante
depresin econmica mostr su debilidad y sus aliados fueron pasando a
la oposicin desintegrndose as la coalicin que desde 1919 la mantuvo
a flote.
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CAPTULO 2
CARACTERSTICAS DEL FASCISMO EN ITALIA Y EL NACIONALSOCIALISMO EN
ALEMANIA
Tanto el fascismo en Italia como el nacionalsocialismo en
Alemania se
inscriben dentro de la corriente totalitaria y se asumen a s
mismas como la respuesta al liberalismo democrtico de los pases de
Europa Occidental y los Estados Unidos y al comunismo emprendido
por la Unin Sovitica y que en los momentos de crisis de ambas
naciones fueron la gran amenaza. Ya desde 1924 el fascismo gobierna
Italia con Mussolini a la cabeza ejerciendo una frrea dictadura
eliminando todo tipo de oposicin y el nazismo en Alemania hara lo
propio
desde 1934 cuando Hitler asume la plenitud de los poderes del
Ejecutivo tras la muerte de Hindenburg quedando como el nico
gobernante de Alemania, pero Qu caracteriza a ambos procesos? Esto
es un intento por presentar los aspectos caractersticos y
emblemticos de ambos procesos.
Aspectos Polticos
La Omnipotencia del Estado
En el Fascismo italiano se evidencia una Omnipotencia del
Estado, en la cual, a diferencia de los postulados liberales no es
el Estado el que se subordina al hombre sino el hombre es
subordinado al Estado. Esta omnipotencia del Estado se pone de
manifiesto en la eliminacin progresiva de la separacin de los
poderes pblicos y la ausencia de contrapesos entre los poderes,
signos claros del sistema
democrtico. Es importante recordar que el Fascismo nace de la
crisis del sistema
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17
parlamentario liberal y democrtico que caracteriz a Italia hasta
el final de la Primera Guerra Mundial al cual se le responsabiliza
de diversos aspectos adversos para los italianos en todos los
mbitos para lo cual el Fascismo propone que el Estado en su mxima
extensin sea el que rija los destinos del pas y donde se requiere
el concurso de todos para que funcione. Sin embargo es un signo
caracterstico que del Estado tome primaca la parte que corresponde
al Gobierno,
que se hace muy fuerte y una estructura que ejercer el poder con
mano de hierro pero que promete llevar bienestar a sus gobernados
con un lder carismtico cuya obediencia sea sin titubeos y con fe
ciega.
El Estado es visto entonces como instrumento de los fuertes y
garanta
de los dbiles. En el primer caso para un ejercicio eficaz del
poder que le permita al Estado cumplir con sus objetivos de
grandeza y primaca y en el segundo caso, para proveer de bienestar
a sus pobladores con la garanta de que no vivirn las mismas
penurias de las que responsabiliza a la democracia del rgimen
anterior. Tambin en Alemania se cumple este signo del Estado
Omnipotente con base al control total del partido nazi en todas las
actividades del Estado logrando un frreo control sobre todas las
regiones utilizando personas claves en los puestos de direccin
estadal lo que se tradujo en un mayor centralismo y en consecuencia
una mayor influencia de Hitler sobre todos los mbitos de la
cotidianidad alemana.
La supresin de toda oposicin
En el Sistema Fascista en general se produce la supresin de toda
oposicin, la cual se considera como perturbacin del buen gobierno.
Esta supresin cuenta con aparatos policiales eficaces junto con la
accin de los grupos de choque de manera indiscriminada. En Italia,
si bien el Fascismo tom el poder a partir de 1922, el proceso de
suprimir a la oposicin fue algo lento, pero efectivo. Se comienza
por barrer a los sindicatos y suprimir el derecho de huelga, que se
recuerda perteneca al inventario de hechos que caracterizaron a la
crisis antes del fascismo y honraba el compromiso fascista de hacer
frente a socialistas y
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18
comunistas. Luego siguieron otras medidas que implementadas con
el terror por delante impidieron que los adversarios polticos del
fascismo se aliaran en contra del rgimen, especialmente despus del
asesinato de Matteoti. Se increment la censura y la aplicacin de
medidas policacas que hizo que los adversarios fueran
encarcelados o exiliados y la crtica reducida al silencio.
Finalmente se ilegalizaron todos los partidos polticos de Italia
con la sola excepcin del Partido
Nacional Fascista, que de ahora en adelante sera brazo ejecutor
de las polticas del gobierno y nica manera posible de acceder a las
instancias de poder.
Hitler tard menos tiempo para eliminar a la oposicin y se vali
para ello tanto de las milicias del Partido, tan disciplinadas y
violentas como los Fascios
italianos como del aparato policial del Estado, que fueron
utilizadas sin medida para aterrorizar a los adversarios y
asegurarse la victoria en las elecciones de
1933. Todo este proceso le permitira progresivamente romper con
sus aliados nacionalistas a los cuales consideraba un frgil vnculo
con Hindenburg y la legalidad republicana. Factor clave fue el
incendio de 1933 sobre el Reichstag poco antes de las elecciones
que si bien fue perpetrado por los nazis, Hitler lo utilizara en la
propaganda para responsabilizar a los comunistas y as buscar
sacarlos del juego. El resultado de todo esto lo resume Hayes
(1968) de la siguiente manera: De los 39 millones de votos
depositados, los nazis obtuvieron 17 millones y sus aliados
nacionalistas unos 3 millones. No era una victoria aplastante, pero
s suficiente para Hitler (p.662).
El control de los medios de comunicacin y la propaganda
estatal
Otra forma de censura ejercida por los regmenes fascista
italiano y nacionalsocialista alemn es el relacionado con el
control de los medios de
comunicacin, las lneas editoriales y el aparato de propaganda
estatal. A partir de este trabajo de propaganda poltica Mussolini y
los fascistas no dejaron de recordar las glorias del pasado al cual
se buscaba emular, especialmente el relacionado a la grandeza y
gloria del Imperio Romano. Con fervor patritico no
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solamente se reseaban los mensajes nacionalistas sino las obras
pblicas de gran envergadura que se iban construyendo, la reparacin
de los antiguos monumentos romanos y la paulatina salida de las
crisis unido a la reactivacin industrial sin olvidar que todo era
obra del Estado y su buen gobierno.
Ms conocidas eran las actividades propagandsticas en Alemania,
un aparato llevado eficientemente de manos de Joseph Goebbels,
ministro de propaganda. Con mensajes que exacerbaban la histeria
colectiva y sin informacin imparcial que le contrastara la
propaganda goebbeliana fue tan efectiva que los alemanes empezaron
a dar crdito de su contenido y depositar en Hitler la
responsabilidad del xito. De hecho se le ha atribuido a Goebbels la
sentencia
Una mentira dicha mil veces se convierte en verdad. Entre los
temas que sirvieron para la propaganda se destacan los mensajes
antisemitas contra la raza juda, la superioridad de la raza aria en
todos sus aspectos (y que lleg al paroxismo en 1936 con motivo de
realizarse los Juegos Olmpicos en Berln) y el xito en la
reactivacin econmica alemana.
Gobierno de las minoras, partido nico y darwinismo social
Signo fundamental tanto del fascismo como del nazismo es el
protagonismo de las lites que se pone de manifiesto con el
partido nico en ambos casos como nica va de llegar al poder. Esta
concepcin elitista parte de la
desigualdad de los hombres en abierto desacuerdo con el
liberalismo que abogaba por la igualdad de derechos para hombres y
ciudadanos por igual y que en ambos regmenes se fundamenta en los
postulados del darwinismo social: Toda sociedad fuerte o avanzada
tiene el derecho de crecer, desarrollarse y expandirse
an a costa de las sociedades dbiles. Este concepto, no solamente
se utiliz para justificar la visin imperialista de ambos regmenes
sino tambin se utiliz para promover la depuracin del Partido de
manera que solamente los ms capaces podan integrar el aparato
estatal y solo los ms capaces integran el partido nico de gobierno.
Solo as se garantizaba el que una minora deba gobernar. Aparte
de
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la presuncin de desigualdad se ponen de manifiesto derivaciones
racistas donde Mussolini se ampara en la superioridad de los
gobernantes, es decir de quienes militan en su partido y Hitler en
la superioridad de la raza aria. La mujer, a diferencia de los
sistemas democrticos de la poca en la cual haban logrado
importantes progresos en la consecucin de sus derechos civiles,
quedaba reducida en Italia y Alemania al mero rol de procreadora
del nuevo hombre y a
los oficios del hogar.
El Nacionalismo devenido en Imperialismo
Otro aspecto caracterstico del fascismo y el nazismo es la
visin
imperialista, entendida esta como un expansionismo territorial
con imposiciones sobre la soberana de los territorios conquistados,
que terminaron anexionados al
gobierno fascista y que de una u otra manera estuvieron signados
por actos de fuerza.
En Italia el Nacionalismo iba de la mano con un militarismo
evidente
celebrndose desfiles militares espectaculares, adiestrndose a
nios en el uso de las armas y un encendido discurso en elogio de la
guerra que avivaba el fervor
marcial. Pero detrs de todo ese militarismo se prevea una
intencin imperialista. Para Mussolini el Nacionalismo tena races
histricas ya que donde se encontraba Italia haba residido el mayor
imperio de la antigedad: El Imperio Romano o imperii mundi, cuya
grandeza y gloria haba servido de razn histrica para la unificacin
italiana en el siglo XIX y Mussolini buscaba emplear las mismas
razones para emular tal grandeza, recuperar el prestigio
internacional perdido tras
la guerra y, especialmente volver a tener control del Mar
Mediterrneo al cual se refera como Mare Nostrum (Nuestro Mar),
trminos tomados de los romanos. Con eso se permiti tomar acciones
expansionistas en los Balcanes el Norte de frica y Libia. En 1935
encabez una accin en Etiopa la cual domin, anexndose el territorio
etope a Italia, dejando a su vez en evidencia la incapacidad de la
Sociedad de Naciones.
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En Alemania la poltica exterior de Hitler busc recuperar su
lugar en el mundo en abierta desobediencia al Tratado de Versalles
y la Sociedad de Naciones, de quienes se separan en 1933 va
plebiscito e iniciando un proceso de rearme en principio secreto y
luego pblico para recuperar el podero militar que
Alemania ostent hasta la Primera Guerra Mundial. A su vez
territorialmente se puso en prctica la tesis del Espacio Vital o
Lebensraum, en el cual sostena que
los alemanes necesitaban expandir sus fronteras para canalizar
su crecimiento demogrfico y su desarrollo econmico, buscando en lo
posible expandirse hacia el este. Con el asesinato del Canciller
Dolfuss en Austria en 1835, Hitler logr la anexin de Austria al
Tercer Reich por medio de un plebiscito en 1938 (Anschluss) al
Espacio Vital y busc expandirse hacia el este en especial hacia
Polonia y los estados eslavos, especialmente los Sudetes
(Checoslovaquia) y otros territorios perdidos tras la Primera
Guerra. En 1936 se produce el acercamiento final con el rgimen
fascista italiano con la creacin del Eje Roma-Berln por medio de un
acuerdo secreto. Tambin el Reich tuvo un importante acercamiento
con la Unin Sovitica y el Rgimen de Stalin con quien firm un pacto
de No Agresin que supuso la reparticin de Polonia y que se mantuvo
hasta 1941 cuando se produjo la invasin alemana durante la Segunda
Guerra Mundial.
Importante es la participacin de Hitler y Mussolini en la Guerra
Civil
Espaola y la instauracin del Generalsimo Francisco Franco que
permiti una expansin del totalitarismo y la aparicin de fascismos
residuales en claro desafo
a las democracias occidentales.
Aspectos econmicos y sociales
La instauracin del Estado Corporativo
En el fascismo italiano el principal signo de cambio fue la
instauracin del Estado Corporativo, emulando la experiencia de
corporativismo que se haba
realizado en la Unin Sovitica. Supuso la subordinacin de los
intereses
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privados, organizados en confederaciones obreras y patronales al
Estado en pro del inters colectivo y tendi la economa a un
dirigismo estatal en materia laboral donde el propio Estado serva a
su vez de planificador y rbitro de las disputas y relaciones
laborales dentro del territorio, esto ltimo con la creacin del
Consejo Nacional de las Corporaciones en 1926. Alemania sigui el
ejemplo italiano una vez eliminados los sindicatos obreros y
crendose los Frentes de Trabajo Alemn controlados por el Partido y
poniendo la economa nacional bajo control del Estado.
El dirigismo estatal en una economa autrquica
El control estatal deriv en importantes momentos del fascismo
italiano en una planificacin de la economa que deriv necesariamente
en una orientacin
autrquica y nacionalista destinada a incrementar la
productividad agrcola, reactivar la industria y disminuir el nmero
de desocupados en la fuerza laboral italiana. De esta concepcin
autrquica se puede decir que provienen las dos batallas de ndole
econmica que caracterizaron al rgimen y que con el aparato
de propaganda cobraron mayor relevancia. La primera fue La
batalla del trigo en 1925 que se caracteriz por un fuerte
proteccionismo estatal para frenar las importaciones y promover as
la modernizacin de la produccin agrcola, realizado gracias a
subsidios estatales a la agricultura y fuertes impuestos a la
importacin. La segunda fue la Batalla de la lira ocurrida entre
1927 y 1932, que si bien perjudic al comercio exterior, produjo el
auge de importantes sectores industriales, increment el PIB
italiano y provey estabilidad monetaria al pas reduciendo la
inflacin.
En Alemania el proceso productivo se orient a la produccin
industrial, especialmente de la industria pesada y militar
dedicndose las importaciones a almacenar materiales que serviran
para hacer frente a una eventual guerra y se
potenciaron las exportaciones hacia sus vecinos, especialmente a
los Balcanes.
Asimismo los avances industriales de Alemania sirvieron de
sustento a la
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propaganda nazi que haca mostrar los signos del progreso y la
recuperacin econmica.
Es importante sealar a su vez que la reactivacin econmica
generada a lo
interno de Italia y Alemania, en el primer caso con la
construccin de obras pblicas y en el segundo con la
industrializacin por el inters nacional, sirvi
para poner freno al problema del paro forzoso que haba sido un
signo secular de las crisis econmicas de ambos pases antes de la
llegada de Mussolini en Italia y Hitler en Alemania al poder, lo
que permiti una mejora en las condiciones de vida del habitante
comn y un incremento de la fe y el fervor nacionalista en el
totalitarismo.
El hombre nuevo en la sociedad fascista y nacionalsocialista
En lo social, en ambos procesos subyace el deseo de formar un
nuevo tipo
de hombre: Viril y disciplinado, vinculado al partido intentar
instaurar un nuevo orden y una nueva civilidad combatiendo
habitualmente en accin directa con actuaciones extremistas y
violentas. En Italia una vez consumada la implantacin del Estado
Fascista, no se pierde en absoluto las costumbres del fascio
como
entidad de accin y seguir funcionando para mantener el orden y
seguir limpiando el pas de elementos subversivos y opositores
mediante una violencia
irracional inspirada en una obediencia ciega y disciplinada de
los fascios. En el caso de Alemania ese nuevo hombre obedece a la
superioridad de la raza aria que
dominar el mundo mediante su participacin desde el partido nico
y que buscar imponerse en todos los mbitos de la vida humana en
detrimento de las razas consideradas inferiores y de las minoras
tnicas y religiosas en todos los mbitos de la vida humana, tanto en
lo social, como en lo poltico e incluso
deportivo donde las victorias alemanas en los Juegos Olmpicos de
Berln 1936 sirvieron para propagar la superioridad de los arios. Un
tanto similar lograron los
fascistas con las victorias italianas en los mundiales de ftbol
de 1934 y 1938 celebrados en Italia y Francia respectivamente.
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24
Inclusive para los alemanes exista una bsqueda constante de ese
nuevo hombre permitindose incluso la intervencin cientfica para
mejorar los rasgos hereditarios de la raza, tanto fenotpicos como
genotpicos mediante experimentos con seres humanos que sirvieron
tambin para lograr el exterminio de las
minoras, siguiendo la filosofa de la eugenesia. Los experimentos
del Dr. Joseph Mengele son ilustrativos en este particular.
El Nacionalismo cultural
Culturalmente se busca una exaltacin de los valores
nacionalistas en lo artstico, literario y musical, protegiendo
ciertas formas artsticas y ciertos creadores que encajaban con la
manera de pensar del gobierno. En el caso de Italia se restauraron
obras de arte y monumentos pertenecientes a la era romana como
una manera de recordar la grandeza imperial y el destino al cual
deba ir el fascismo. En Alemania la segregacin cultural previ la
eliminacin y quema de
libros extranjeros, judos y marxistas y declarar como formas
degeneradas de arte las provenientes de artistas extranjeros tales
como Picasso, Van Gogh, etc. Un ejemplo de exaltacin de los valores
culturales alemanes est en el apoyo de Hitler al Festival Wagner de
Bayreuth, organizado por los herederos del compositor
alemn nacionalista Richard Wagner y el auspicio a la obra
cinematogrfica de Leni Riefenstahl, utilizada con fines
propagandsticos.
Aspectos ideolgicos
Voluntarismo y accin
Ni el fascismo italiano ni el Nacionalsocialismo alemn llegaron
mediante
procesos ideolgicos. Todo lo contrario. Ms all de las ideas se
impone el voluntarismo y el activismo para intentar llegar al
poder, inspirado en aspectos circunstanciales y la creacin de un
enemigo que justifique la violencia de las acciones de los grupos
actuando contra ellos de manera brutal y despiadada. En
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25
ambos procesos se puede identificar ese enemigo que se les hace
comn que es el comunismo encarnado en los obreros y sindicalistas a
quienes tanto Hitler como Mussolini se encargarn de barrer.
Incluso, de acuerdo a Martnez Carreras (1996) Mussolini insiste
tanto en 1919 como en 1924 que la doctrina es el hecho, que la
accin prima sobre la palabra y que el fascismo no necesita dogmas
sino disciplina. Que hasta 1929 es cuando se hace necesario dar al
fascismo una doctrina y sin embargo es poco precisa y s
oportunista.
Tampoco el Nacionalsocialismo tiene una verdadera ideologa sino
que igualmente se mueve por el voluntarismo y la accin. Que Martnez
Carreras aludiendo a Touchard seala la negativa de Hitler a
presentar un programa
indicando que todos los programas son intiles, lo que importa es
la voluntad humana (p. 187). Algunos pensaran que Mein Kampf sera
el basamento ideolgico del Nazismo, sin embargo, no pasa de ser una
autobiografa de Hitler que en su segunda parte enumera las acciones
a ejecutar por parte del nazi para llegar y ejercer el poder,
aunque en el caso de este libro s aparecen algunas pinceladas
ideolgicas, que recogen ms el sentir y pensar de Hitler que la
postulacin de una ideologa nacionalsocialista, especialmente
orientadas a justificar tanto el nacionalismo y el antisemitismo,
este ltimo como requisito para que se imponga la raza aria como
raza superior. Sin embargo, esto ltimo, tal
como ya se ha descrito, no pasa ms all de ser una extensin del
darwinismo social.
El primado de la irracionalidad
No es de extraar que siendo el fascismo un fenmeno antiliberal
se
comporte con predominio de la irracionalidad. El individuo en
fascismo (y por extensin en totalitarismo) es un ente subordinado
al Estado, no un ser autnomo y pensante como en el pensamiento
liberal, donde impera la razn y el hombre comienza a cuestionar
incluso al poder absoluto y universal, tal como ocurri a partir del
Renacimiento y en mayor medida durante el siglo XIX. En este
caso
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para el fascismo el hombre es un ser voluntarista cuyas acciones
obedecen a los designios del Estado que aspira a su vez en
convertirse en una religin laica, y en consecuencia, en un nueva
forma de poder universal con obediencia ciega, ya no de Dios sino
del lder, considerado predestinado para conducir a la sociedad y
al
cual no solo se le obedece, sino tambin se le admira, se le
presenta como ejemplo a seguir y quintaesencia del hombre nuevo
para la sociedad.
Una ideologa fascista para el futuro
Ahora bien, ambos procesos s dejan para la posteridad una
ideologa basada en sus propias acciones que son adoptadas por
grupos que no dejan de ser activistas y voluntaristas, y que hoy en
da enfrentan dificultades para alcanzar el poder ya que las
sociedades de sus propios pases les van poniendo coto a sus
actuaciones. Toro Hardy (1993), citado por el Departamento de
Ciencias Sociales de la Universidad Simn Bolvar (1998) lo seala
as:
Las migraciones masivas provenientes de los pases pobres o con
conflictos tnicos comienzan a dar lugar al surgimiento de
importantes movimientos de ultraderecha y neonazis En Europa, de su
lado, el listado de partidos y movimientos no hace sino crecer cada
da. En Alemania el Partido Republicano, liderado por el ex oficial
de la SS Franz Schnhuber, cobra fuerza creciente, y las bases de
este partido se imbrican con las bandas de cabezas rapadas que
siembran destruccin y muerte entre los extranjeros En Francia, el
frente nacional de Jean Marie Le Pen, obtiene nuevos adeptos cada
da y de no ser por la naturaleza del sistema electoral francs que
tiende a privilegiar a los partidos mayoritarios, este Frente
Nacional estara controlando parte importante de la Asamblea
Nacional Francesa Por doquier los fantasmas de Hitler y Mussolini
asoman sus cabezas. (p. 38)
Sin embargo no necesariamente se trata de una explosin de
tipo
ideolgica, a menos que se asuma el activismo como ideologa tal
como lo dice Gentile en su definicin del fascismo. Posiblemente
algunos aspectos
caractersticos como el antisemitismo sean asumidos como
ideologa, pero no deja
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de seguir una orientacin voluntarista tal y como de manera
primigenia permiti la llegada del fascismo a Italia y del Nazismo a
Alemania.
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CONCLUSIN
La ascensin al poder de Mussolini en Italia y de Hitler en
Alemania configur una nueva realidad poltica, incmoda para el
desarrollo del sistema democrtico mundial, cuyos representantes
eran los Estados Unidos, el Reino
Unido y Francia y que pudo sumir al mundo en una escalada
totalitaria caracterizada no solamente por la supresin de las
libertades individuales y
colectivas, el monopolio del poder ejercido por un nico partido,
el control total de la economa, y un nacionalismo exacerbado con
dimensiones imperialistas. Sin
embargo la Segunda Guerra Mundial puso fin a ese estado de cosas
y el totalitarismo, salvo excepciones residuales como las
registradas en Portugal y Espaa, desapareci como amenaza al orden
poltico mundial. Sin embargo en tiempos de globalizacin algunos
nacionalismos nacidos en oposicin a la era
global han engendrado movimientos polticos que tienen
orientaciones fascistas pero que an no han podido llegar al poder
ya que los mecanismos de
autorregulacin y el sistema de pesos y contrapesos en cada
Estado ha servido para poner freno a estos movimientos, no obstante
siguen en funcionamiento.
En Venezuela se vive desde 1999 un proceso poltico,
autodenominado revolucionario encabezado por un militar ex
golpista, que entre los analistas
polticos y los opinadores de oficio se han empeado en calificar
de Fascista, en especial cuando se encuentran frente a un micrfono
de un medio de
comunicacin o en entrevistas de prensa y que sin embargo, esa
palabra, precisamente por seria y rimbombante, se utiliza ms como
adorno para la galera que con la seriedad que corresponde. El
propsito es llegar al fondo de esta problemtica y contribuir al
debate determinando crticamente si el proceso
poltico que vive Venezuela entre 1999 y 2011 se puede enmarcar
dentro de lo que se conoce como Fascismo, Nacionalsocialismo o
Totalitarismo.
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Para estudiar los orgenes de este proceso habra que remontarse
al menos a unos 8 aos antes de la ascensin de Hugo Chvez al poder y
se podran encontrar durante ese perodo, algunas similitudes con la
situacin italiana al final de la Primera Guerra Mundial.
Especialmente en el aspecto econmico donde
Venezuela desde febrero de 1983 viva un proceso de crisis
econmica caracterizado por un elevado endeudamiento externo y que
en 1988 durante la presidencia de Carlos Andrs Prez se encontraba
en un estado comprometido para el pas. Su gobierno emprendi una
serie de medidas de corte neoliberal siguiendo las recetas del
Fondo Monetario Internacional que aunque para algunos expertos eran
medidas necesarias tuvieron un costo social aunque se exhiban
para
1992 algunos resultados econmicos. Solamente que en 1992, el 4
de febrero, un teniente-coronel del Ejrcito llamado Hugo Chvez
intent junto a otros oficiales medios un golpe de estado contra el
gobierno democrticamente electo, fracasando y purgando pena de
prisin por rebelin militar. Algo similar a las circunstancias en
las que Hitler perpetr su intento de golpe de estado en 1924.
Sin embargo la situacin econmica de Venezuela fue empeorando,
con signos especficos tales como el derrumbe del sistema financiero
en 1994 cuando ocho bancos fueron intervenidos, la cada en el valor
de las importaciones por la baja del precio del petrleo, principal
producto de exportacin en Venezuela, devaluacin de la moneda y alta
inflacin. Y en lo poltico el pas se hallaba en una situacin de
debilidad institucional caracterizada por la desconfianza de la
gente ante la poltica, el abstencionismo creciente en los
procesos electorales de 1993 y 1995, y la corrupcin en todo el
aparato de la administracin pblica. En esas circunstancias, con
promesas de cambio en la forma de llevar las riendas del pas y un
cambio en el sistema poltico mediante una Asamblea Nacional
Constituyente, es elegido Hugo Chvez Presidente de la Repblica
de Venezuela en 1998, para tomar posesin el 2 de febrero de
1999.
Es necesario entonces observar si existen similitudes en las
caractersticas del fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemn
con las que se pueden
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encontrar en el proceso venezolano actual y para ello se estarn
realizando las comparaciones correspondientes utilizando como base
las caractersticas polticas, econmicas y sociales de los procesos
italiano y alemn como punto de partida.
El primer aspecto poltico al cual hacer referencia es a la
Omnipotencia del
Estado que se puso de manifiesto en Italia y Alemania y que
signific la sumisin del hombre a los designios de un Estado Fuerte,
con la desaparicin de la separacin de los poderes, principio del
Liberalismo, al cual se pretende atacar y convertido en un
instrumento de los fuertes y garanta de los dbiles para
alcanzar
los objetivos de grandeza nacional y la superacin de los
problemas que aquejaron a la sociedad italiana y alemana de la
poca. En Venezuela a la llegada de Hugo
Chvez al poder en 1999 se pone en marcha un proceso de cambios
cuyo punto de partida fue la instalacin de una Asamblea
Constituyente que produjo una nueva Constitucin, aprobada por
Referendo en diciembre de ese mismo ao. Es una constitucin de tipo
liberal que permite la ampliacin de los derechos, en especial de
los derechos humanos. Sin embargo, a lo largo de los aos en los que
ha perdurado el proceso revolucionario se ha hecho notable la
acumulacin de poder del Presidente de la Repblica erigindose como
ese Lder nico e infalible que dicta las pautas y el destino del
Pas.
A pesar de que an se mantiene en vigencia la Constitucin de
1999, cada vez se ve ms lejana y ajena en su cumplimiento y
observancia mientras el Presidente de la Repblica se coloca en esa
posicin de Hombre Fuerte, al cual llegaron a colocarse Hitler y
Mussolini en esa calidad de lder indiscutido del proceso poltico al
que se le debe obediencia ciega y sin titubeos, tal como lo
presentaba Nietzche en El Superhombre. Venezuela sigue teniendo
una estructura de Estado al estilo liberal con cinco poderes
constitucionalmente bien definidos y
en teora autnomos e independientes. Sin embargo es destacable la
sumisin de los Poderes Pblicos a la voluntad del Ejecutivo Nacional
quien de manera pblica propone proyectos de Ley, instruye a los
diputados de la Asamblea Nacional para la discusin de ciertas
normas e inclusive da rdenes a los rganos
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31
de administracin de justicia en determinadas circunstancias.
Inclusive es de sealar que en los 12 aos del proceso revolucionario
ha recibido de manos de la Asamblea Nacional cuatro Leyes
Habilitantes, incluyendo una que est en vigencia que lo han
convertido en legislador en determinadas reas, en especial en
el rea econmica.
Algunas organizaciones de defensa de los Derechos Humanos y la
Democracia, tanto nacionales como internacionales como Human Rights
Watch
(2011), han consignado en sus informes anuales algunas seales de
sumisin de los Poderes a la voluntad del Ejecutivo Nacional, en
especial del Poder Judicial cuyos signo prncipal es la accin rpida
de los rganos judiciales en casos donde el imputado pertenece a la
oposicin pero la accin es lenta o hay inaccin cuando los casos
involucran a personas del aparato gubernamental, amn de otros
signos
como la partidizacin del sistema de justicia y el cumplimiento
de rdenes directas o indirectas emitidas desde la Presidencia de la
Repblica. El informe de Human Rights Watch se refiere a la detencin
de un conocido lder opositor y a la pena de prisin sufrida por una
juez del Poder Judicial que segn el informe actu conforme a derecho
en un caso puntual y fue pblicamente condenada por el Presidente de
la Repblica, quien pidi en su contra la pena mxima de 30 aos de
prisin. El Estado Venezolano ha sido enftico y vehemente en
rechazar y
descalificar tales informes acusndolos de ser parcializados y
actuar segn los designios de potencias extranjeras y por ende
contrarios a la soberana nacional.
El segundo aspecto poltico al cual se hace referencia en este
trabajo corresponde a la supresin de toda oposicin al gobierno, la
cual se considera perturbadora del buen gobierno. Tanto el Fascismo
italiano como el Nazismo alemn fueron particularmente eficaces para
quitar del medio a la oposicin
poltica, por un lado ilegalizando a todos los partidos polticos,
excepto el Partido Nacional Fascista en Italia y el Partido
Nacionalsocialista del Trabajo en Alemania, y por otro lado
utilizando los grupos activistas de sus partidos para ejercer la
violencia contra opositores que fueron asesinados en una parte (por
ejemplo el asesinato de Matteoti) y los dems encarcelados o
exiliados. En
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Venezuela an no se ha logrado suprimir en su totalidad a la
oposicin, sin embargo ha sido signo gubernamental la descalificacin
y la minimizacin de la oposicin no solamente desde la Presidencia
de la Repblica con un verbo encendido contra sus adversarios, sino
desde otras instancias institucionales, el
uso de los aparatos de seguridad e inteligencia y en el
activismo poltico de los correligionarios del Gobierno.
Si bien la relacin Gobierno-Oposicin ha sido conflictiva en
extremo desde el comienzo del proceso revolucionario, su pugnacidad
a lo largo de los aos fue en aumento, presentndose en Venezuela un
brote de un mal con races histricas y de la cual el pas tiene una
larga tradicin que es el fenmeno del
sectarismo como forma de exclusin poltica. A raz de los sucesos
de Abril de 2002, an no aclarados ni estudiados en su justa
dimensin, el Gobierno Nacional no ha tenido empacho en descalificar
a sus adversarios polticos con eptetos como golpistas, fascistas e
incluso terroristas, arsenal de trminos que utiliza
discrecionalmente en unos casos e indiscriminadamente en otros para
atacar y minimizar a la oposicin. Existen otros elementos
sistemticos de anular a la oposicin como por ejemplo, la prohibicin
de financiamiento oficial para llevar a cabo campaas electorales,
las limitaciones en el envo de recursos por va del situado
constitucional en jurisdicciones gobernadas por la oposicin, la
politizacin del sistema de justicia contra dirigentes opositores, y
la ms recientemente utilizada disminucin de atribuciones y
competencias en el marco
del proceso de descentralizacin que regresan al gobierno
central, en especial las referidas a la seguridad, infraestructura,
educacin y asistencia mdica, entre otras.
Sin embargo, s existi en Venezuela un perodo donde el Gobierno
pudo
ejercer prcticamente sin oposicin. Ese perodo se inici en
octubre de 2004 cuando la oposicin solamente pudo ganar las
gobernaciones de los estados Zulia
y Nueva Esparta, debido entre otros factores, a la desunin de la
disidencia en algunos lugares y en otros a la abstencin que castig
a los liderazgos opositores de algunas zonas del pas y continu en
2005 con el retiro de los partidos de
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oposicin de las elecciones parlamentarias de diciembre de ese
mismo ao que sirvi para que resultara de ello una Asamblea Nacional
monocolor y completamente al servicio del Poder Ejecutivo. Sin
embargo desde 2008 la oposicin ha retomado por va electoral algunos
espacios en el Poder Pblico y se
ha reiniciado con eso la pugnacidad entre sectores con una alta
polarizacin.
Esto ha servido de manera poltica para minimizar a una oposicin
que no solamente se conforma de partidos polticos sino de
organizaciones gremiales tanto de empresarios como de trabajadores
y Organizaciones No Gubernamentales en diferentes reas desde la
Contralora Social como los Derechos Humanos. Pero activsticamente
se ha recurrido a la violencia en contra de los opositores. A
partir
de 2001 con la creacin de los crculos bolivarianos se crearon
fuerzas de choque armadas y organizadas estratgicamente para
desbaratar violentamente
cualquier manifestacin y extender su accin a personas y
propiedades referentes de adversarios polticos del Gobierno. Estos
grupos concebidos como organizaciones comunitarias con el fin de
lograr objetivos en sus comunidades actuaron el mejor estilo de los
fasci para lograr temor y sumisin. Sin embargo estos grupos han
sido sustituidos por organizaciones de naturaleza paramilitar cuyas
acciones en contra de la oposicin han sido ms contundentes.
Ejemplos de estos grupos se pueden hallar en Colectivos como el del
Sector La Piedrita en el
barrio 23 de Enero o en las Fuerzas Bolivarianas de
Liberacin.
Un tercer elemento caracterstico de los regmenes en Italia y
Alemania es el Control de los Medios de Comunicacin y la
instauracin de aparatos de propaganda estatal. En especial el
Nazismo se sirvi de la propaganda para presentar a los alemanes los
smbolos del progreso y el avance econmico en el Nacionalsocialismo,
la superioridad de la raza aria, la exaltacin de los valores
nacionales y la exaltacin de Hitler como lder, todo ello unido a
un control estatal de la totalidad de los medios de comunicacin
aislando a los alemanes de
informaciones provenientes del exterior, especialmente de las
democracias occidentales. En Italia ocurrira algo similar con los
Medios de Comunicacin aprovechando cualquier circunstancia para
exaltar el destino histrico de Italia. Y
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en Venezuela no ha sido muy distinta la situacin. Durante este
proceso se ha ejercido una constante presin sobre los medios de
comunicacin independientes que en la mayora de los casos han
generado o la censura abierta en determinados contenidos, o la
autocensura en el fuero interno de los medios. Mientras tanto
se
han aprobado legislaciones que tienden a limitar el trabajo de
los medios de comunicacin (entre ellas la Ley de Responsabilidad
Social en Radio y Televisin, reformada parcialmente en diciembre de
2010) e incluso ha rechazado en varias ocasiones la renovacin en
concesiones vencidas de algunas emisoras de radio y televisin (por
ejemplo, el caso de Radio Caracas Televisin que ces sus
transmisiones en seal abierta en mayo de 2007), decretando ex
oficio, el cierre de los medios afectados.
Paradjicamente mientras han ido desapareciendo los medios
independientes y privados el Gobierno ha auspiciado la creacin de
nuevas emisoras en Venezuela a su servicio comprendidas entre
emisoras y televisoras comunitarias surgiendo a su vez la Red de
Medios Pblicos, y el Ministerio del Poder Popular para la
Comunicacin y la Informacin ha emprendido un aparato de propaganda
obligatorio para todos los medios, con constantes apariciones en
Cadena de Radio y Televisin del Primer Mandatario dedicado no
solamente a exhibir los logros del Gobierno nacional sino a exaltar
la figura presidencial
como Jefe del Gobierno, en donde no se ha ocultado el fin de
lograr la Hegemona Comunicacional, un evidente signo de los
regmenes totalitarios.
Tambin con fines propagandsticos se presenta de manera cultural
el auspicio y mecenazgo oficial de algunas estructuras en lo
literario, musical, artstico e incluso deportivo de personalidades
de estas actividades que sirven para intentar exaltar un
nacionalismo que ha servido en los momentos de menor
popularidad del Presidente Chvez para buscar apoyo. Sin embargo
no deja de ser un momento para la exposicin pblica del Lder
apalancada en la imagen de estas
personalidades que son consideradas, hroes y ejemplos para la
construccin del nuevo hombre en la sociedad, similares al mecenazgo
cultural en Italia y Alemania por las manifestaciones
nacionalistas.
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Otro signo importante del Fascismo y el Nazismo es la necesidad
de un Partido nico que gobierne en todos los mbitos del pas y que
sea encabezado por el Lder. Tanto Mussolini como Hitler llegaron al
poder como lderes de sus respectivos partidos polticos, que por va
de la ilegalizacin de los dems
partidos se fue erigiendo como partido nico legal en el pas y
brazo poltico del rgimen que controlaba todos los mbitos de la vida
nacional y se converta en nica manera de acceder a las instancias
del Gobierno. Debido a que en Venezuela la supresin de la oposicin
no fue total, no se puede decir que exista un partido nico, no
obstante, desde el seno del oficialismo s parece existir una
tendencia a establecerse una figura nica de partido poltico.
Mientras Hitler y Mussolini llegaron al poder con su propio
partido, Hugo
Chvez en 1998 llega de la mano de un movimiento poltico que a su
vez estuvo apalancado por un grupo de partidos, mayoritariamente de
izquierda coaligados bajo el nombre de Polo Patritico. El Polo
Patritico con sus altibajos ha sido el factor de unificacin de
fuerzas que le ha permitido a Hugo Chvez y al proceso
revolucionario salir victorioso en la mayora de las elecciones
realizadas. Sin embargo, tras su victoria en las Elecciones
Presidenciales de 2006 estuvo incubando la necesidad de crear un
partido nico de la Revolucin. En el ao
2007 el Presidente de la Repblica solicit a los partidos del
llamado Polo Patritico el cese de sus funciones para la creacin de
un partido nico, cosa a la
que accedi la mayora de los grupos oficialistas, con las
excepciones de los partidos Comunista de Venezuela (P.C.V.),
Movimiento Electoral del Pueblo (M.E.P.), Por la Democracia Social
(PODEMOS) y Patria Para Todos (P.P.T.) que rechazaron disolverse a
favor del Partido Socialista Unido de Venezuela
(P.S.U.V.). Hoy en da los dos ltimos partidos forman parte de la
oposicin/disidencia del pas. Sin embargo es el P.S.U.V. quien
capitaliza
aproximadamente ms del 90% de los votos oficialistas y ya es de
todos conocido que es el partido de Chvez.
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Dentro de las actividades del Partido de Gobierno se encuentra
el control efectivo de una estructura orgnica de carcter comunal
que amenaza con socavar los cimientos del Estado. Desde 2007 el
Gobierno ha estimulado la creacin de grupos sociales denominados
Consejos Comunales sin un gobierno propio pero con vocera y
responsabilidades propias, lo que ha sido el germen para la creacin
de las Comunas, figura que si bien no tiene rango constitucional,
ya que fue
rechazada electoralmente en una propuesta de Reforma a la
Constitucin en el ao 2007, ya empiezan a aparecer instrumentos
legales que las regulan, se cuentan como parte de la distribucin
poltico-administrativa en otras leyes e incluso tienen un
ministerio propio. La estructura comunal parece poner en prctica
una
democracia directa pero en la realidad supone un mayor
centralismo en torno a la figura presidencial y obedece al control
del partido de gobierno. Con esa
estructura se estaran dando los primeros pasos de la
corporativizacin del Estado, con la anuencia de los Poderes
Pblicos, en especial de la actual Asamblea Nacional, cuya mayora
oficialista promueve el concepto del pueblo legislador. Es similar
a lo puesto en prctica por Mussolini, que a pesar de existir los
rganos de ejercicio del poder constitucionalmente establecidos, el
poder real y el control estatal resida sobre el Estado Corporativo,
aunque en Venezuela no es a nivel econmico (como en Italia) sino a
nivel poltico.
Al igual que en el Fascismo italiano y el Nazismo alemn existen
procesos de segregacin y exclusin social en Venezuela. Pero a
diferencia de ellos en
Venezuela no se produce bajo la filosofa del darwinismo social,
sino bajo la concepcin del sectarismo poltico en el cual se
considera enemigo todo aquel que no comulgue con las ideas del
Gobierno. Miles de venezolanos se han visto impedidos desde 2002 de
ejercer la plenitud de sus derechos ciudadanos, tener acceso a
trabajar desde la Administracin Pblica y tener posibilidades de
acceder a crditos, contribuciones o ayudas estatales por el solo
hecho de manifestar su
desacuerdo con el Gobierno. A partir de 2002 las Listas Tascn,
Maisanta y Santa Ins han sido utilizadas por el Gobierno y las
instancias de la Administracin Pblica para anular de manera
ciudadana a las personas que ejerciendo un derecho constitucional
intentaron la solicitud de un Referendo Revocatorio al
Presidente
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de la Repblica (que se realiz en 2004), y al que Jatar (2006) ha
considerado uno de los casos de apartheid poltico ms emblemticos en
lo que va de siglo XXI.
En el plano econmico tanto el Fascismo como el Nazismo haban
puesto en prctica un dirigismo estatal que estaba destinado a poner
al sistema
econmico a disposicin del Estado que funcionara productivamente
de una manera autrquica y nacionalista. Para ello lograron que
burgueses y capitalistas se pusieran a la orden del Estado. En
Venezuela el Estado ha intentado ejercer el control del sistema
econmico bajo un esquema socialista con planificacin de la economa.
Sin embargo los resultados a nivel econmico no han podido rendir lo
esperado y ms all de los nmeros es importante describir cul es la
situacin:
para llevar a cabo el esquema socialista se han aprobado leyes
destinadas al desarrollo productivo de una gran cantidad de rubros,
en especial los de las
necesidades bsicas promoviendo el eslogan de la soberana
alimentaria, as como ha llevado a cabo procesos de expropiacin y
confiscacin de propiedades, tierras e industrias pertenecientes
originalmente a capitales privados tanto nacionales como
extranjeros con el fin de incrementar una produccin nacional. A
diferencia de Mussolini y Hitler, que lograron concitar al capital
privado. Sin embargo se ha incrementado la dependencia del petrleo,
que sigue siendo la principal industria del pas y al cual se le
apuesta reiteradamente al incremento del
precio del barril en el mercado internacional para obtener
recursos financieros y aunque la propaganda oficial d cuenta de
resultados de productividad los
rendimientos no corresponden con la realidad. An queda en
algunos sectores una competencia privada que intenta satisfacer el
mercado alimentario y los diferentes gremios econmicos dan cuenta
de una economa que, despus de Hait, fue la de mayor crecimiento
negativo de Amrica en el ao 2010, pese a contar con precios
del petrleo altos, con una moneda sometida a control de cambio y
reconversin monetaria en aos recientes.
Sin embargo con todas estas caractersticas sera muy aventurado
asegurar la existencia del totalitarismo en Venezuela y aunque hay
personas que inclusive ya piensan en la existencia del fascismo en
el pas es preciso hacer algunas
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salvedades. La primera de ellas es que no se puede olvidar que
el tanto el Fascismo como el Nazismo son considerados movimientos
de derecha y el proceso venezolano se ha querido inclinar a una
tendencia izquierdista enmarcada en el Socialismo del siglo XXI,
una tendencia que an no tiene una ideologa
definida en el papel, que se menciona en cuanto instrumento
legal se aprueba desde el Poder Legislativo y que parece ms
orientada al voluntarismo que a las
ideas propiamente dichas. Que si bien toma algunos aspectos del
socialismo, en otros aspectos tales como la recaudacin fiscal
pareciera ser capitalista y ms an neoliberal.
Al remitirse a las apreciaciones de Martnez Carreras (1996) que
definen los caracteres del totalitarismo se pudiera decir que an
Venezuela no se encuentra en ese estado de su sistema poltico.
Martnez Carreras seala lo
siguiente:
Tambin se utiliza para designar a ambos (fascismo y nazismo como
sistemas) en conjunto el trmino de totalitarismo, cuyos caracteres
diferenciadores ha sealado C. J. FRIEDRICH: 1.o) Una ideologa
oficial, es decir, un cuerpo oficial de doctrina que cubre los
aspectos de la vida humana; 2.o) un sistema de partido nico
dirigido por un dictador; 3.o) Un sistema de control policiaco;
4.o) la concentracin de todos los medios de propaganda; 5.o) la
concentracin de todos los medios militares, y 6.o) el control
central y la direccin de toda la economa. (p. 171)
Al menos los aspectos 2 y 4 de los elementos sealados en la cita
anterior muestran que no existe an un factor totalizante de poder
fctico en lo que se refiere al partido nico, que en el caso de
Venezuela se convierte en el partido predominante, pero no el nico
ante la existencia de oposicin. Y en el caso de la
propaganda sta concentracin no es total ya que existen medios de
comunicacin independientes, que si bien deben disponer
obligatoriamente de segmentos para la
difusin de los mensajes del Gobierno, an presentan las visiones
contrarias, eso s con dificultades para ejercer su labor. En el
aspecto 6 an no han logrado la direccin de toda la economa ante la
existencia de una competencia privada an
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no sometida al Gobierno central. Sin embargo s se podra afirmar
en base a los hechos que hay una tendencia a ir hacia el
totalitarismo, no que se haya llegado a l an.
Causa especial inters entonces que a 12 aos de haber iniciado el
proceso
revolucionario an no se hayan manifestado en su totalidad los
signos que marcan a un proceso totalitario, toda vez que las
experiencias de Italia y Alemania, as como el ejemplo comunista
sovitico muestran que la llegada al totalitarismo debe ser
necesariamente un proceso rpido desde la ascensin del lder al poder
y en Venezuela parece tardar mucho tiempo para enseorearse y que en
un futuro podran derivar en una nueva realidad poltica.
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