MONASTERIO DEL CORPUS CHRISTI MM. DOMINICAS Domingo III de Adviento. Ciclo A. 15 de Diciembre de 2019 El Domingo de la Alegría Idea: Descubrir la alegría que produce el encuentro con el Señor. Bienvenidos hermanos, a esta celebración del tercer domingo de Adviento. Recibid nuestra más alegre bienvenida a la Eucaristía. Y si todos los domingos deseamos que nuestro saludo de bienvenida sea muy alegre, hoy más aún, pues celebramos el domingo “GAUDETE”, el domingo de la alegría, donde se nota ya la ALEGRÍA del Señor que está cerca. Por eso la prisión no apaga ni la voz ni la esperanza de Juan Bautista, que envía a sus discípulos a interrogar a Jesús. Seguro que el mensaje y las obras de éste no concordaban del todo con la idea del Mesías que Juan se había formado. Pero Jesús alaba a Juan poniéndolo por encima de todos los nacidos de mujer, si bien afirma que el más pequeño del Reino del Cielo es mayor que Juan. La antigua alianza remite a la nueva, y la nueva supera cualquier expectativa humana. En la primera lectura, el profeta Isaías nos pone ante los ojos un panorama de vida resplandeciente y gozosa, la alegría del regreso a casa para siempre. Y nos invita, junto con la carta de Santiago, a vivir en una actitud de esperanza, paciente y firme, como el campesino que espera la maduración de los frutos. Esto es vivir en actitud de Adviento: paciencia y esperanza, soportando con firmeza las dificultades y anticipando, en un corazón abierto a la sorpresa de Dios, el gozo de la plenitud que nos ha sido prometida. CANTO DE ENTRADA Abre tu tienda al Señor, recíbele dentro, escucha su voz; abre tu tienda al Señor, prepara tu fuego que llega el Amor. 1ª LECTURA DEL LIBRO DE ISAÍAS 35, 1-6a. 10 El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrará la estepa y florecerá, germinará y florecerá como flor de narciso, festejará con gozo y cantos de júbilo. Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Contemplarán la gloria del Señor, la majestad de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, afianzad las rodillas vacilantes; decid a los inquietos: “Sed fuertes, no temáis. ¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite; la retribución de Dios. Viene en persona, y os salvará”. Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, los oídos de los sordos se abrirán; entonces saltará el cojo como un ciervo. Retornan los rescatados del Señor. Llegarán a Sión con cantos de júbilo: alegría sin límite en sus rostros. Los dominan el gozo y la alegría. Quedan atrás la pena y aflicción. Palabra de Dios. SALMO RESPONSORIAL: SALMO 145. R/. Ven, Señor, a salvarnos. El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente, hace justicia a los oprimidos, da pan a los hambrientos. El Señor liberta a los cautivos. El Señor abre los ojos al ciego, el Señor endereza a los que ya se doblan, el Señor ama a los justos. El Señor guarda a los peregrinos. Sustenta al huérfano y a la viuda y trastorna el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, tu Dios, Sión, de edad en edad. 2 ª LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SANTIAGO 5,7-10: Hermanos, esperad con paciencia hasta la venida del Señor. Mirad: El labrador aguarda el fruto precioso de la tierra, esperando con paciencia hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. Esperad con paciencia también vosotros, y fortaleced vuestros corazones, porque la venida del Señor está cerca.