Existen fotos técnicamente perfectas que fallan y fotos que distan mucho de tener una buena calidad y sin embargo funcionan mejor. ¿Dónde está entonces el fallo o el acierto? Sobre todo cuando te inicias en este apasionante mundo de la fotografía, te obsesionas con la calidad, con la nitidez, la exposición adecuada, etcétera, etcétera, por no decir bla, bla, bla… , mientras ignoras algo muy importante: el momento justo. Muchos fotógrafos profesionales coinciden en que una gran foto depende de estar en el momento exacto y en el lugar preciso. Esto no es fácil, claro que no. En muchas ocasiones es un factor suerte. Pero no siempre es así. En otras muchas se trata de observación, de paciencia, de espera, de planificación, de previsión… Hoy te vamos a proponer un ejercicio que va mucho más allá de controlar el enfoque o la iluminación (por poner un ejemplo). En este documento te recomendamos que a la hora de disparar tus próximas fotos elijas el momento perfecto. Algunas ocasiones lo reconocerás de forma intuitiva. Otras, sin embargo, podrás dejarte llevar por ciertas “reglas”. No es que sean reglas fijas o normas imperturbables, sino una serie de consejos que te pueden orientar. Con el tiempo irás descubriendo tu propio camino, tus propias reglas y escucharás una voz en tu interior que te grite “¡dispara ahora!”. Antes de continuar vamos a añadir que la fotografía digital facilita la tarea, pues ante la duda, movimientos rápidos o situaciones imprevisibles, ayuda mucho poder realizar varios disparos y elegir a posteriori. No pierdas esa oportunidad. Lo cual no significa que te quedes con el dedo pegado al botón de disparo si la escena no cambia (si nada se mueve, ni siquiera tú, vale con un solo clic ;) ).
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Transcript
Existen fotos técnicamente perfectas que fallan y fotos que distan mucho de
tener una buena calidad y sin embargo funcionan mejor. ¿Dónde está entonces
el fallo o el acierto?
Sobre todo cuando te inicias en este apasionante mundo de la fotografía, te
obsesionas con la calidad, con la nitidez, la exposición adecuada, etcétera,
etcétera, por no decir bla, bla, bla… , mientras ignoras algo muy importante:
el momento justo.
Muchos fotógrafos profesionales coinciden en que una gran foto depende de
estar en el momento exacto y en el lugar preciso. Esto no es fácil, claro que no.
En muchas ocasiones es un factor suerte. Pero no siempre es así. En otras
muchas se trata de observación, de paciencia, de espera, de planificación, de
previsión…
Hoy te vamos a proponer un ejercicio que va mucho más allá de controlar el
enfoque o la iluminación (por poner un ejemplo). En este documento te
recomendamos que a la hora de disparar tus próximas fotos elijas el momento
perfecto.
Algunas ocasiones lo reconocerás de forma intuitiva. Otras, sin embargo, podrás
dejarte llevar por ciertas “reglas”. No es que sean reglas fijas o normas
imperturbables, sino una serie de consejos que te pueden orientar. Con el
tiempo irás descubriendo tu propio camino, tus propias reglas y escucharás una
voz en tu interior que te grite “¡dispara ahora!”.
Antes de continuar vamos a añadir que la fotografía digital facilita la tarea, pues
ante la duda, movimientos rápidos o situaciones imprevisibles, ayuda mucho
poder realizar varios disparos y elegir a posteriori. No pierdas esa oportunidad.
Lo cual no significa que te quedes con el dedo pegado al botón de disparo si la
escena no cambia (si nada se mueve, ni siquiera tú, vale con un solo clic ;) ).
Ahora sí, te doy algunas de esas pistas.
Observa las siguientes imágenes. Dos jirafas en ambas, mismo lugar, mismo
autor, incluso mismos ajustes y, sin embargo, la de la derecha parece funcionar
mucho mejor, ¿por qué? Si te fijas, en la imagen de la izquierda, una jirafa tapa
a la otra, la de detrás se ve que está ahí, pero precisamente la cabeza está
escondida tras el cuerpo de la primera. La otra imagen es mucho más limpia, el
cerebro la reconoce mejor, resulta más agradable. La diferencia, esperar un
instante a que se separen, a que cambien de posición (si moviéndote tú no
consigues el efecto deseado). Esto puede ocurrir con personas, con transportes,
con nubes o cualquier objeto o ser vivo que se mueva… haz un par de pruebas y
observa los resultados. Te sorprenderás ;)
Fotografías de Jordi Roy Gabarra bajo licencia Creative Commons
Como somos seres humanos, no podemos evitar sentirnos atraídos por otros
seres humanos. Por este motivo, cuando en una imagen vemos una persona,
nuestra mirada se siente inevitablemente atraída hacia ella. Puedes encontrar
un lugar muy interesante, precioso incluso, con una luz incomparable, espera
que entre una persona en escena y lograrás una foto redonda, de lo contrario
puede que te quede “vacía”, carente de interés.
Si observas las siguientes imágenes, aunque son muy parecidas, con el mismo
motivo y buscando texturas y ritmo a través de un patrón de repetición, verás
que la foto de la izquierda te llama más la atención, pues el hecho de incluir una