UNIVERSIDAD DE CHILE
Universidad de Chile
Facultad de Ciencias SocialesDepartamento de AntropologaCtedra:
Etnohistoria
Andr Menard Xochitl InostrozaConstanza Becerra Varaslvaro Lizama
CatalnIgnacio Tobar BalczarLoreto Watkins Montenegro
Valeria Zamorano Negretti
Buena revisin de antecedentes. Buen trabajo de trascripcin. Hay
que acotar los objetivos que parecen muy amplios y/o ambiciosos.
Quizs fijarse objetivos ms descriptivos (y de paso operacionalizar
algo como los indicadores de una cosmovisin y de su
cambio/permanencia), como identificar y describir prcticas
(religiosas) cristianas/mapuche, por ejemplo.Nota 7Avance Trabajo
de Investigacin
1. Eleccin del caso de estudio Misioneros en el Wallmapu: La
expulsin de los Jesuitas y su impacto en el pueblo mapuche durante
el siglo XVIII.2. Definicin de la muestra:
a) Fondos y/o medio de prensa:
I. Archivo Nacional Histrico: NotariosNombre del FondoTipo de
FondoN VolmenesPeriodo
QuirihueNotarios321755 - 19022
ChillnNotarios3901749 - 1931
ConcepcinNotarios7101751 - 1932
ConstitucinNotarios1461784 - 1931
CoronelNotarios741791 - 1883
La UninNotarios1771795 - 1931
Los ngelesNotarios2851694 - 1932
OsornoNotarios1351795 - 1899
PuchacayNotarios291727 - 1867
QuirihueNotarios2351668 - 1950
San CarlosNotarios2221665 - 1932
TomNotarios1381723 - 1905
ValdiviaNotarios911788 - 1898
II. Archivo Nacional Histrico: Fondos Administrativos
Coloniales:FondosVolumenFechas Lmite
Documentos Jos Toribio Medina (Ex Archivo de Indias)24
libros1600 - 1799
Escribanos de Santiago973 libros1559 - 1800
Fondo Antiguo127 libros1493 - 1874
Fondos Varios1.143 volmenes1534 - 1960
Junta de Temporalidades Jesuitas de Chile y Amrica446 libros1580
- 1823
Real Audiencia3.253 libros1600 - 1830
Real Tribunal de Cuentas. Registro de Tomas de Razn42 libros1771
- 1826
Seminarios y Convictorios7 libros1707 - 1884
Tribunal del Consulado65 volmenes1676 - 1838
Tribunal de la Inquisicin de Lima512 libros1518 - 1822
III. Archivo Nacional Histrico: Colecciones Particulares y
Productores Personales:ColeccionesVolumenFechas Lmite
Walter Hanisch E.S.J.31 Cajas1610 1996
Claudio Gay Mouret69 Libros1540 - 1868
IV. Fondos Ministeriales, de Servicios Pblicos Asociados, y de
otras Instituciones (Siglos XIX y XX):FondosVolumenFechas lmite
Biblioteca Nacional124 libros
Ministerio de Guerra2.952 libros1773 - 1900
Ministerio de Justicia1.467 libros1774 - 1900
V. Fondos Procedentes de Gobernaciones:FondoVolumenFechas
lmite
Gobernacin de Puchacay12 libros1773 - 1882
Fuente: Archivo Nacional de Chile: Cuadros Sinpticos de Fondos.
En www.archivonacional.clb) Ubicacin y lmites geogrficos:
El caso de estudio de la presente investigacin posee como
ubicacin parte del Wallmapu. Wallmapu hace referencia al nombre
dado a la nacin mapuche que cultural, geogrfica e histricamente ha
habitado en diversos grados los territorios del Cono Sur de Amrica:
desde el ro Mapocho en Santiago de Chile, hasta el archipilago de
Chilo por el sur, abarcando tambin territorios argentinos desde el
sur de Buenos Aires hasta la Patagonia. Al referirnos como lmite
geogrfico parte del Wallmapu queremos decir que acotaremos la
investigacin exclusivamente a slo una parte de ste: abarcaremos el
actual territorio chileno mapuche: desde el Ro Itata hasta el sur
del archipilago de Chilo. Esto implicara abarcar las regiones VIII
del Biobo hasta la X de Los Lagos.c) Perodo y lmites cronolgicos
del estudio:
El perodo establecido del trabajo es el siglo XVIII, a partir de
1700 hasta el 1799, con especial nfasis en 1767 1768 con la
expulsin de los Jesuitas del territorio por parte de la Corona
Espaola.
3. Revisin de antecedentes: En nuestro tema de investigacin
planteamos algunos conceptos que deben ser entendidos previamente
para realizar una correcta comprensin del caso. Es por eso que se
hace necesario clarificar algunos trminos y antecedentes que sean
pertinentes a nuestra investigacin.
En una primera instancia definiremos qu entendemos por impacto.
Para poder comprender este concepto, vamos a tener que en primer
lugar mencionar las relaciones que se dieron entre los indgenas y
jesuitas a lo largo del siglo XVIII, justo antes de su expulsin en
1767. Para esto, vamos a indagar la perspectiva de algunos autores
que escribieron sobre el tema.En primer lugar nos gustara entender
cmo los mapuche visualizaron el contacto que se dio con los
Jesuitas; por qu estos ltimos generaron cambios en la cosmovisin
mapuche y de qu forma los elementos culturales traspasados por los
jesuitas fueron integrados a la cultura mapuche.Para poder realizar
lo anterior, es necesario indagar sobre cmo los mapuche podan
entender su identidad a partir del otro. Es as como lo
abordaremos:Para los amerindios no se trataba de imponer
maniacamente su identidad sobre el otro, o rechazar lo en nombre de
la propia excelencia tnica; pero s de, actualizando una relacin con
l (relacin desde siempre existente de un modo virtual), transformar
la propia identidad
A partir del anlisis de Viveiros de Castro entendemos que la
cultura indgena presenta una estructura de apertura, en donde el
otro se hace indispensable al momento de generar identidad, por
tanto no tendra sentido buscar el fundamento de la cultura en una
reflexin limitada a sta, sino que en sus relaciones. Esto pondra al
pueblo mapuche como una sociedad que depende de su contexto y del
otro, as para poder reafirmarse, necesita de las relaciones que se
dieron a partir de las interacciones con los jesuitas. As, el otro
all no slo era pensable, sino indispensable. Mirar la cosmovisin
indgena desde esta perspectiva nos permite entender por qu hubieron
ciertos elementos, de los jesuitas, integrados a la cultura
indgena. En este mismo sentido tenemos que entender cultura como un
sistema abierto, que permita cambiar e integrar elementos forneos,
al mismo tiempo adaptarse a su medio para as sobrevivir y no ser
absorbida completamente por lo exterior. Nuevamente Viveiros de
Castro nos da la base para poder entender la relacin cultural del
pueblo mapuche y los jesuitas, y es que establece cultura como un
conjunto de estructuraciones potenciales de la experiencia, en este
sentido est siempre en movimiento y en constante cambio, pero al
mismo tiempo conserva ciertos valores tradicionales, pero
integrando nuevos conceptos. De esta manera: la cultura es un
dispositivo culturante o constituyente de procesamiento de
creencias. En este mismo sentido, Juan M. Ossio entender esta
apertura hacia elementos forneos no tanto como una forma para
entenderse la cultura as misma, sino como una necesidad para
sobrevivir. A travs de su anlisis sobre la conquista espaola en
territorios peruanos, caracteriza a los Incas, en funcin de una
cultura que tena el Don de la apertura, as para que la cultura
pudiera expandirse como un Imperio deba establecer relaciones
asimtricas de dominacin con pueblos alrededor. Sin embargo a la
llegada del espaol, los Incas debieron subyugarse a la cultura
espaola para poder sobrevivir, de esta manera, a pesar de tener que
integrar elementos espaoles, este tipo de relacin les permiti
mantener ciertos valores y tradiciones de la cultura andina, que
siguen vigentes hasta la fecha.Sin embargo, J.M Zabala va a
entender este contacto de ambas partes, no como una aculturacin o
una dominacin de parte de los jesuitas, sino que se establece como
un espacio de intercambio de igual a igual en el que cada sujeto va
a establecer cierta autonoma y a la vez permitiendo un dilogo entre
ambos. As los mapuches van a transmitir a recibir elementos
culturales o materiales, sin embargo no van a permitir que esta
relacin disminuya su identidad o acabe con su independencia, as los
jesuitas van a estar lo suficientemente cerca para poder dialogar
con los mapuche pero al mismo tiempo se mantendrn en lmite
impidiendo la subyugacin mapuche.A partir de los planteamientos
expuestos, vamos a entender el impacto como los aspectos culturales
que los mapuche consideraron necesarios incorporar para poder
adaptarse a su contexto y no perder su autonoma, entendiendo la
cultura mapuche como un sistema adaptativo y cambiante. No slo
fueron modificaciones que se produjeron a partir de la influencia
jesuita, sino que son aspectos necesarios hasta el da de hoy para
mantener la identidad mapuche frente a los elementos extranjeros.
De esta manera, el impacto, va a abordar modificaciones materiales
y estructurales en diversos mbitos de la cultura mapuche. Ya sean
comportamientos en torno a lo poltico, econmico o social, y
adquisicin de objetos que permitieron un enriquecimiento del pueblo
mapuche en su contexto y que se transform en prctica o en un objeto
esencial en la identidad mapuche. Ahora bien, qu entenderemos por
mapuche? Hemos encontrado que en diversos textos se afirma que la
palabra mapuche no fue usada como nominativo para nuestro sujeto de
estudio sino hasta pasada la mitad del siglo XVIII, y que en
general los peninsulares se reducen a llamar a los mapuches como
indios de la tierra o indios de Chile. El trmino araucano haca
referencia al reducto de individuos del Wallmapu que habitaban la
provincia de Arauco, por lo que no fue usado como un trmino
genrico. Guillaume Boccara seala que hacia el perodo que estamos
estudiando la palabra reche, que significa "hombre autntico o
verdadero", aparece en los documentos refiriendo en forma general
al conjunto de indgenas que componen el Wallmapu.
Hacia el siglo XVIII, lo que nosotros denominamos Wallmapu se
extenda desde Los Andes, en la V regin, hasta el sur de Chilo, en
la X regin, traspasando incluso hasta el actual territorio
argentino. Este pueblo se caracterizaba por ser una sociedad
acfala, ya que no posean un jefe permanente que ostentara las
mismas atribuciones que las de un lder poltico hispano, aunque s
presentaban un lder militar en caso de guerra. El conjunto que
denominamos Mapuche no era un grupo homogneo, ya que entre los
distintos grupos que conforman el Wallmapu presentaban distintas
etapas de desarrollo de la agricultura y el sedentarismo. Boccara
seala que dos caractersticas distintivas del pueblo mapuche son su
dispersin y su organizacin blica.
Una caracterstica concerniente a la religiosidad mapuche, y que
caus gran impacto en los espaoles, es la ausencia de un Dios nico y
omnipotente semejante al Dios cristiano. Esto caus en los hispanos
la sensacin de que los mapuche eran un pueblo sin nocin de orden,
que no posean un lder que concentre el poder poltico ni una nica
entidad divina que ordene el universo. Es en el mbito de la
religiosidad donde se podra haber producido el mayor choque
cultural al encuentro entre los jesuitas y los mapuche, por la
diferencia en cuanto a la cosmovisin de cada cultura.Siguiendo con
un contextualizacin de antecedentes, consideramos perentorio
introducir al lector sobre el desenvolvimiento histrico de los
misioneros en la Araucana.Desde temprano, ya con la conquista de
Pedro de Valdivia, el territorio araucano se percibi con sumo
inters y no con menos ambicin (el deseo de someter a los indgenas
tuvo que ver justamente con la riqueza agrcola de las tierras, as
como las posibles reservas aurferas). Al mismo tiempo, otro actor
fij su mirada en los mapuche: la Iglesia, en un afn evangelizador,
siguiendo claramente el espritu propio de su poca de marcado
contrarreformismo, y a la luz del concilio de Trento ve en los
indgenas americanos la oportunidad de diseminar la palabra de Dios
y expandir las fronteras de la cristiandad; ganar sbditos para el
papa.As, podemos constatar las intenciones previas que desde el
Virreinato del Per, muchas rdenes religiosas tenan, en espera de
iniciar procesos misionales. De este paradigma nacieron las famosas
misiones paraguayas, fenmeno excepcional en la historia colonial de
Amrica.
Antes de proseguir, es necesario introducir al lector en las
distintas rdenes religiosas que establecieron misiones en el
Wallmapu. En general podramos reducir las congregaciones a tres:
Jesuitas, franciscanos y capuchinos, que son las que desempean
papeles ms duraderos. Cabe destacar la gigantesca notoriedad que
los jesuitas tuvieron; no por nada los historiadores han relegado a
las dems rdenes de misioneros a un segundo plano.
Motivados por ciertas corrientes que se fueron imponiendo en
Espaa y en el Per, los jesuitas encontraron en el indgena un nuevo
sujeto de salvacin. En Per El padre Jos de Acosta defenda la plena
capacidad del indgena para entender el evangelio y proclamaba la
necesidad de predicarlo en un clima de paz. Fue as como se gest una
primera etapa de esta Misin araucana a cargo de la compaa de
Jess.
En 1593 llegan a Chile los primeros jesuitas entre ellos el
Padre Luis de Valdivia y se abocan inmediatamente a la preparacin
de las misiones, instalndose en Chilln. Caracterizada por su
elevada formacin intelectual y su voto de obediencia al papa, la
Orden de la Compaa de Jess se dedic a la educacin, fundando
colegios y universidades en Europa y Amrica, e involucrndose en
intensos debates teolgicos. Son justamente estas nuevas ideas las
que influenciaron el cariz misional que la institucin adquiri,
sobre todo en Amrica. Esta naturaleza misionera es, incluso, uno de
los elementos fundacionales para la orden. El mismo San Francisco
Javier, jesuita, compaero de San Ignacio y padre fundador, ha sido
considerado santo patrono de las misiones, despus de haber
emprendido un viaje a oriente, que lo llev misionando hasta las
puertas del imperio chino.
Por lo anterior no es extrao que el historia de la Compaa de
Jess Walter Hanisch afirme que Las misiones entre infieles le
hicieron explorar vastos territorios, aprender lenguas indgenas,
escribir historia y disear cartas geogrficas en medio de grandes
penurias y trabajos hasta verlos interrumpidos, a veces, con la
muerte violenta.
De esta manera, no bien llegados los jesuitas se propusieron
preparar misiones en Arauco y en el archipilago de Chilo:
Para Arauco design al P. Horacio Vecchi, toscano; joven que a
pesar de no haber terminado la teologa, tena buenos conocimientos,
y sobre todo mucha religin, espritu magnnimo y ardentsimo celo;
favorecido, ms de esto, con una estatura corpulenta y majestuosa; y
al P. Martn de Aranda Valdivia, nada inferior su compaero en dotes
de naturaleza, y superior en la pericia del idioma araucano en que
era excelente lenguaraz; con el H. Santos Gavironda. Para Chilo
seal al P. Melchor Venegas, natural de Santiago, que haba entrado
en la Compaa con la particular esperanza de predicar el evangelio
en aquel archipilago; aspiracin santa que cada da se avivaba mis en
su alma, sin atreverse a comunicarla a nadie, por no faltar la
total resignacin y entera indiferencia tan recomendadas en nuestro
instituto; y al P. Juan Bautista Ferrufino, joven que siendo
estudiante todava, mostraba gran talento y buena disposicin en su
espritu.
Teniendo esto presente, corresponde dar un salto temporal hacia
la expulsin de los jesuitas, sabiendo que algunos de los elementos
comprendidos en este intersticio cronolgico son justamente el
objeto de nuestra investigacin. Por lo mismo, nos parece relevante
un breve esbozo sobre las Reformas Borbnicas, importante
antecedente del extraamiento jesuita: Acerca de la nueva manera de
manejar un imperio a un ocano y un continente de distancia.Las
reformas Borbnicas surgen no slo con un cambio de dinasta en el
trono de la Espaa Imperial, sino que tambin con un cambio de
enfoque en cmo el regente europeo gobernara los tan extensos
territorios que se adjudicaba. Por ms de dos siglos, los
territorios imperiales de ultramar, en especial Amrica, no fueron
ms que un dominio del qu obtener los metales necesarios para la
prosperidad del territorio europeo; para fabricar las joyas de la
nobleza, los caones del ejrcito, las monedas de la burguesa, los
puales de los campesinos y las campanas de las iglesias. Con las
reformas de esta nueva dinasta de ascendencia francesa, las
colonias seran vistas con un nuevo lente, en donde se tendera a
aumentar su produccin econmica en trminos de eficiencia para el
imperio en s ms que para la metrpolis en especfico, debilitando el
rgido monopolio comercial imperante, en base no a slo cambios
reformistas en materias tributarias, sino que quizs las de mayor
impacto para el tema a tratar en la presente investigacin, fueron
las de reformulaciones polticas en tanto administracin,
magistraturas, reestructuracin de las cadenas jerrquicas a la que
deban responder los notables, aumentando el control de los
representantes directos del sello borbnico de Anjou.
Las reformas polticas concretas fueron la creacin de
intendencias como unidades macro respecto a la administracin
colonial. Sus autoridades: los intendentes, responderan solo ante
el Virrey del Per, y tuvieron importantes atribuciones de mando,
entre las que se incluye el control militar.La situacin con los
autctonos de la regin, se haba estado caracterizando por una vida
de frontera en la que, al contrario de lo que asegura Villalobos;
nunca habran quedado fuera de una Historia que nunca fue de ellos;
que los anula como sujetos de cultura y cosmovisin propia. Los
parajes salvajes al sur del ro Biobo estaban siendo cada vez ms
penetrados por la cultura colonizadora y Misiones Jesuitas como las
de Santa Juana y Angol como se puede observar en el siguiente mapa:
(Fig. A1)Figura A1. Mapa del reyno de Chile hecho por el gobernador
Ambrosio Ohiggins, 1768.
Leyenda:
1. Ro Itata
2. Ro Bio-Bio / Ciudad de Concepcin.
3. Ro Imperial / Terrenalidad perteneciente a la compaa de
Jess
4. Ciudad de Baldivia
5. Los Angeles, villa y guarnicin.
6. Ro Bueno
7. Ciudad de Castro, Chilo.
(Los cuadrados rojos simbolizan las ubicaciones de las
terrenalidades pertenecientes a la Compaa de Jess para hasta
entonces, 1768.)
Adems, desde la administracin colonial, bajo el alero borbnico,
se promovi la creacin de nuevos enclaves urbanos que afianzaran la
presencia espaola en esta zona, donde no slo los fuertes avanzaban
y se instalaban, sino que ciudades como la de Los ngeles seran
instauradas bajo fines estratgicos; as como tambin lo fue la
refundacin de Osorno, que como enclave militarizado por su situacin
de frontera, respondera por breve tiempo a la an ms breve
intendencia de Chilo (1784 -1789), y posteriormente rendira cuentas
directas al Virreinato del Per por dicha importancia estratgica;
hasta ser derivada a la intendencia de Concepcin en 1796. Chilo
como gobernacin militar tambin sera un apartado bajo dependencia
directa del Virreinato hasta su anexin por el Gobierno Chileno en
1826.En este nuevo orden colonial impuesto por los borbones, se
percibe una cierta apertura econmica y cambios a nivel social. Nos
valdremos de algunos de estos elementos para proseguir y explicar
la Expulsin de los Jesuitas.
Este recordado evento no est libre de polmicas en el ambiente
historiogrfico. Se argumentan distintas motivaciones por parte de
la Corona, y lo cierto es que a la luz de los sucesos que acaecan
en los dominios espaoles, ninguno es descartable.
Ciertamente una probabilidad es que el nuevo orden borbn fuera
incompatible con el peligroso podero econmico de los jesuitas. Se
afirma que la Compaa de Jess lleg a ser propietaria de enormes
cantidades de territorios y bienes, y que era tanto o ms
competitiva que los ms importantes comerciantes, por lo que la
corona se habra visto amenazada por esta potencia econmica. Por
otra parte, se puede considerar que la organizacin social jesutica
implantada dentro de las reducciones, misiones y otros espacios
convivi en constantes roces con la organizacin colonial. Claramente
el comerciante y el conquistador apuntaban a objetivos distintos
cuando se comparaban con los clrigos y misioneros. Un ejemplo claro
es la temprana superacin de la esclavitud aunque ms adelante
veremos que esto no fue constante y que el concepto merece una
revisin. Al mismo, est la posibilidad cierta de que la produccin
intelectual jesuita fuera percibida hostilmente por los borbones.
En este punto ubicaramos algunas doctrinas pactistas y
justificaciones del tiranicidio que la orden de San Ignacio
produjo.Sea como sea, los acontecimientos se desarrollaron de la
siguiente manera: el 26 de Agosto a las 03:00 a.m. se llev a cabo
el decreto real de Carlos III que extraaba de todas las tierras de
la corona a los padres y hermanos jesuitas, y adems confiscaba sus
bienes. La medida est rodeada de misterio. De hecho se sabe que se
mantuvo en secreto por varias semanas:El 24 de agosto, da de San
Bartolom, en la tarde, comenz a esparcirse por la ciudad el rumor
de que todo ese aparato de guerra se diriga contra los padres de la
Compaa de Jess; a las tres, supe la noticia por medio de otro padre
de un modo bastante seguro. Las religiosas carmelitas se pusieron
al momento en oracin, no perdonando desvelos ni penitencias. El 25,
los soldados estaban en el puesto que se les haba asignado: toda la
ciudad esperaba; sin embargo, el gobernador no se present. Como el
cielo estaba cargado de nubes y amenazaba lluvia, envi las tropas a
comer, y lo posterg todo para el da siguiente. Pero de hora en hora
el rumor de la vspera tomaba ms consistencia: se deca abiertamente
que esos preparativos se dirigan contra nosotros. Se vi a un
soldado recorrer las calles con lgrimas en los ojos, repitiendo que
era deudor a los jesuitas de todo lo que saba de bueno, y que
prefera hacerse matar antes que poner la mano sobre uno de ellos.
Este mismo da, varias personas extraas fueron a ofrecernos a muchos
padres y a m un asilo en sus casas si ramos expulsados de las
nuestras
La mayora de los jesuitas expulsos eran naturales de Chile o
espaoles. Y para su expulsin eran 313, aunque muchos de ellos
padecan enfermedades y murieron al poco tiempo. El destino
preferente para los religiosos fue Imola en Italia, donde alguno de
los jesuitas ms destacados como el Abate Molina o Martn Lacunza
murieron.Los bienes de la Compaa fueron puestos a disposicin de la
Junta Superior de Temporalidades Jesuitas que se encargara, segn lo
dicta el decreto real, para ser repartidos, rematados o asignados a
otras labores espirituales. En general se busc preservar las
funciones espirituales de los inmuebles (convictorios, escuelas e
iglesias).4. Planteamiento del problema: El Jesuita es un sujeto
persistente que va a acompaar al indgena en varios procesos,
produciendo as una relacin de intercambio cultural que va a
perdurar, e incluso es probable que su ausencia provoque ciertos
cambios en las dinmicas de los sujetos con los que entr en
contacto. Habra que considerar que los jesuitas fueron, en aquella
poca, grandes estudiosos de la filosofa, matemticas y otras
ciencias, y que tal vez debido a la interaccin constante de ambos
sectores, pudo haber transmisin de algunos de sus conocimientos.La
presente investigacin se interesar en abordar el problema que surge
luego de la expulsin de los jesuitas en Chile, enfocndonos en el
sector del Wallmapu ya especificado anteriormente. A partir de esto
nos cuestionamos cul y cmo fue el impacto en los mapuche al
acontecer la expulsin de los jesuitas del actual territorio chileno
en 1767, analizando el impacto como ya lo definimos
previamente.
Entendiendo que la cultura mapuche debi, durante el contacto con
los jesuitas, adquirir elementos culturales para poder conservar
ciertos valores identitarios, se hace necesario y relevante no slo
el estudio de aquellos elementos, sino que cmo stos, ya integrados
en la cultura mapuche, perduraron o se modificaron luego de la
expulsin de los jesuitas. Es decir, entender la reaccin de los
mapuche frente a la expulsin de los jesuitas permitir la comprensin
de la relacin dada entre dichos sujetos y adems, dar cuenta de
aspectos fundamentales en la cosmovisin mapuche que fueron
integrados a partir de la relacin con los jesuitas. 4.1.
Justificacin:
Nos parece que una investigacin como la presente, se inscribe en
la etnohistoria de manera relevante ya que nos da indicios sobre un
aspecto tan central como lo es la religiosidad mapuche; sus
distintos procesos de cambio y transformacin, los cuales reflejan
los importantes cambios culturales que signific la llegada del
espaol, un evento que vino a alterar inevitablemente el
Wallmapu.
En esa misma lnea se nos presenta, en el caso de las misiones
mapuche, la notable situacin del encuentro entre el castellano y el
indgena; el tema de la otredad se hace patente. Y en ese sentido se
presentan situaciones numerosas en la Araucana, que hacen
interesantsimo el estudio de dichos acontecimientos. Al seguir este
hilo conductor, no es difcil percatarse de los movimientos internos
que afectaron al sujeto misionero y podramos llegar a relacionar
sus esfuerzos con una labor protoantropolgica. Conceptos como el
intercambio y el sincretismo, que podran ser desarrollados en la
investigacin, tienen que ver con esas operaciones y mecanismos que
se llevaron a cabo desde el mundo americano y desde lo europeo. En
otras palabras, hay en estos eventos mucho de actividad
antropolgica, que no slo fue relevante en trminos acadmicos
entendiendo el estudio sistemtico que la Compaa de Jess realizaba
sobre los indgenas sino que tambin se tradujo en acciones concretas
que tomaron las distintas congregaciones religiosas y la corona
espaola. De hecho podramos aventurarnos a decir que los jesuitas
han sido los primeros en interesarse por la lengua de los
indgenas.
Por otra parte, una pregunta como la que se busca responder nos
ayuda a entender el estado actual en que se halla el sujeto
mapuche, algunos de sus procesos polticos, y la significacin
identitaria que viene realizando desde hace varios siglos.
De acuerdo con lo anterior, esta investigacin tambin nos
permitira reflexionar en torno al tema de la Otredad. As, al
dialogar diferentes perspectivas de lo que el Otro significa para
el mismo y cmo el primero influye sobre el segundo, es posible
problematizar cmo se estructuran las lgicas culturales en torno a
un contexto forneo y qu relevancia tiene l la creacin de una
identidad en torno al otro.4.2. Formulacin de una pregunta de
investigacin:
A partir de la problematizacin surge la siguiente interrogante:
Cmo impact la expulsin de los Jesuitas durante el siglo XVIII en la
poblacin mapuche residente entre el Ro Itata hasta el sur del
archipilago de Chilo?5. Objetivos:a) Objetivo general:
Describir el impacto producido por la expulsin de los Jesuitas
durante el siglo XVIII, en la poblacin mapuche residente entre el
Ro Itata hasta el sur del archipilago de Chilo.b) Objetivos
especficos:
1. Caracterizar el proceso de expulsin de los jesuitas en las
distintas comunidades mapuche residentes entre el Ro Itata hasta el
sur del archipilago de Chilo.2. Describir las relaciones entre los
misioneros y los mapuche antes y despus de la expulsin de los
Jesuitas en la zona de estudio.3. Identificar los principales
cambios culturales producidos a la luz de la expulsin de la Misin
Jesuita en la poblacin mapuche que habita el territorio
estudiado.relacin de intercambio cultural
6. Marco terico
En el presente trabajo ser necesario establecer un marco de
referencias, teoras e ideologas que permitan situarnos en el
contexto terico en el que la investigacin se enmarcar. En este
espacio se intentar vincular los temas tratados en clases con
nuestro respectivo trabajo y que nos permitirn posteriormente
realizar un mejor anlisis, como tambin, pretenden tener pertinencia
con los objetivos de sta. As a travs de la discusin de ciertos
autores, se tratar de darle un lineamiento a esta investigacin;
esbozaremos los principales prismas desde los cuales nos situaremos
para ver y aproximarnos a la temtica investigada.En primer lugar,
para poder entender la relacin que se estableci entre indgenas
mapuche y extranjeros, es necesario dar cuenta de la reflexin que
distintos autores han hecho en torno a esta relacin. Por un lado
tenemos a Viveiros de Castro, quien plantea una teora interesante
en relacin a la identidad indgena; realiza un anlisis de la
evangelizacin jesuita en las comunidades indgenas Tupi de Brasil,
en el que plantea que para los jesuitas fue bastante difcil
desentraar qu entendan los indgenas por religin, ya que eran muy
abiertos al momento de admitir la religin extranjera dentro de su
cultura, sin embargo eran muy inconsistentes al momento de seguir
el dogma de la iglesia catlica. En este sentido, segn los jesuitas,
los indgenas aceptaran convertirse a la religin catlica pero no de
manera permanente, sino que se caracterizaran por olvidarse del
catolicismo cuando les convenga. Se destacan los elementos
importantes de la cultura Tupi, como lo son las fiestas,
borracheras, canibalismo y en especialmente la venganza. Aqu
Vivieiros de Castro plantea su principal tesis, y es que si bien
las sociedades indgenas se caracterizan por identificarse a travs
del Otro, es decir, su identidad cultural est estrechamente
relacionada con el Otro, hay elementos arraigados en la cultura
Tupi que no van a ser transables. Estos son el canibalismo y la
venganza. Y es que para los Tupi, el canibalismo va a ser la forma
de mantener el contacto con el Otro, as el ingerirlo, se relaciona
con tener su identidad dentro; pero no se ingiere a cualquiera,
sino que al enemigo. As, las tribus van a estar en constante
contacto; el que es canibalizado deja la promesa de que guerreros
de su tribu lo vengarn, y vendrn por ellos. En este sentido, la
venganza no slo sirve para mantener las relaciones, sino que, a
travs de la venganza se determinan venganzas pasadas y futuras, por
lo que la venganza es la construccin del tiempo Tupi, as es un
elemento imprescindible, que va a generara la base de la cultura
Tupi. En resumen para Viveiros de Castro, la cultura indgena se
caracterizar por generar su identidad a travs del Otro, sin embargo
nunca transar la venganza, la cual, es lo que permite la relacin
con otros grupos y construye el tiempo pasado y futuro.
En un plano similar al de Viveiros de Castro, Michel de Certeau
habla de una construccin identitaria mediante el encuentro y la
traduccin de un otro. Como lo indica, su trabajo es una hermenutica
del otro. Transporta al nuevo mundo el aparato exegtico cristiano,
que, nacido de una relacin necesaria con la alteridad juda, se ha
aplicado a su vez a la tradicin bblica, a la Antigedad griega o
latina, y a muchas otras totalidades todava ms extraas. Ante el
encuentro de Mapuche y Jesuitas, segn De Certeau; los jesuitas como
representantes de la occidentalidad y controladores de la cultura,
habran visto al indgena como un papel en blanco sobre el cual hay
que construir una verdad: la evangelizacin.El viaje identitario del
jesuita parte con la bsqueda de este otro Mapuche, y ante su
encuentro se genera una suerte de extraamiento. Qu es este otro tan
diferente a mi? Para responder esta pregunta el yo occidental debe
generar un reconocimiento del otro y una traduccin del mismo. La
traduccin hace pasar la realidad salvaje hasta el discurso
occidental. Esto podramos decir que se relaciona con lo que plantea
Viveiros de Castro, ya que los jesuitas creen que los Tupi adoptan
rpidamente el cristianismo y luego lo desechan. Cuando esto sucede
es porque, en realidad, los jesuitas supusieron que los Tupi posean
una racionalidad similar a la occidental cuando sabemos que no
tiene por qu ser as. Partamos porque en la religiosidad Tupi o
Mapuche no es necesario que exista la nocin monotesta de un ente
omnipotente, por lo que la traduccin a partir de un sustrato de
naturaleza diferente se entorpece.El viaje identitario diseado por
Lry contina con una incorporacin de la exterioridad, gracias a la
traduccin, para poder generar y fortalecer una identidad propia. En
este encuentro del otro-externo y el yo-interno, hay una parte de
la otredad que se vuelve interior mientras que la otra parte de esa
misma otredad es exterior: hay un comn denominador que permite
entender las prcticas.Si interpretramos a partir de De Certeau, en
este caso del encuentro del misionero con el Mapuche, el misionero
domina al otro escribiendo una verdad sobre l, creando verdad,
historia mediante el otro. En este ejercicio de traduccin del otro
por parte del misionero, el autor indica que siempre queda un
reducto, un algo que es intraducible y otra parte que es
incorporada. El yo intraducible es la figura del Salvaje, esa que
se construy como el mapuche inadaptado, belicoso, terco y flojo.Por
otro lado va a estar Boccara, quien plantea una perspectiva
diferente. Este nos habla que la relacin indgena con el extranjero
agrave del intento de evangelizacin de los mapuches por parte de
los jesuitas. Es as como, a diferencia de Viveiros de Castro,
Boccara plantea que una de las grandes razones del fracaso de la
evangelizacin fue debido al desprecio que tenan los mapuche por los
espaoles; en cambio, el primer autor dice que los indgenas tenan
una gran curiosidad por el otro, y por tanto, queran convertirse al
catolicismo. Sin embargo, Boccara admite que los jesuitas eran
distintos para los mapuche; de hecho se van a convertir en una
especie de objeto que representa poder. Es as como los jesuitas,
quienes en un principio fueron considerados chamanes y brujos,
luego sern agentes polticos, ya que ayudarn a los mapuche.Otro
elemento que nos parece de total relevancia para trabajar
adecuadamente el tema en cuestin, es dotar esta investigacin de un
conjunto de conceptos y bagaje que comprenda la situacin que
caracteriz la relacin entre los misioneros y los mapuche. Esto
requiere detener la mirada en los misioneros y su actitud misional.
En ese sentido hay literatura suficiente que trabaja dicha
dimensin.Nos gustara siguiendo con la bsqueda que se plante en el
anterior prrafo tener en cuenta las principales conclusiones de
Foerster en cuanto a lo relativo a la conquista bautismal,
principal estrategia misional, estandarte jesuita. En este punto
debemos adelantar que aunque existen tesis contrapuestas a nivel
antropolgico acerca del xito o fracaso de la empresa misional
jesuita, ciertamente es un hecho que la cultura por no decir
religin mapuche se alter, y es justamente en esa transformacin que
nos situamos para desde ah intentar desentraar los microprocesos
que tuvieron lugar. Solo as podemos dar el paso siguiente segn nos
hemos propuesto, que es ver cmo, una vez expulsados los jesuitas,
este cuerpo con cierta forma que es lo mapuche se comporta, y si
cambian aspectos interno, o de la relacin con los espaoles. En
clave Tupi, buscamos observar si el mirto persisti en su rebelda
cuando el podador jesuita fue expulsado. Si lo hizo, hacia dnde
crecieron sus ramas, qu forma habra adquirido este pueblo... habr
el trabajado esfuerzo evangelizador acaso logrado marmolizar la
estatua mapuche?Con esto en mente corresponde exponer que para
Foerster, la misin jesuita en la Araucana transform totalmente la
cultura mapuche. En particular, alter con fuerza la su dimensin
ritual. Esto configura justamente, dependiendo de dnde se mire, la
razn el xito o fracaso de la Compaa de Jess en su misin
evangelizadora.Retomando lo expuesto, tenemos que la carga mtica y
las creencias que constituan al mapuche precolonial, y que giraban
en torna a un equilibrio csmico, y oposiciones como bien/mal y la
continuidad entre los vivos y los muertos. Y en este punto la
tradicin, el Admapu es la forma conceptual que guiaba al mapuche,
sobre todo en lo ritual. Por eso afirma Foerster, que este sistema
se vio reafirmado con la presencia jesuita, pues la conquista
bautismal signific una alteracin ritual que funda la identidad
mapuche e incluso chilena que persiste hasta el da de hoy. Se debe
destacar tambin que la doctrina que los padres jesuitas traan
consigo a la Araucana quedaba circunscrita al Admapu; en la
oposicin bien/mal parece evidente esta situacin, que de alguna
manera tambin se dio en la cuestin de los vivos y muertos.
Suponemos que la respuesta catlica satisfizo al mapuche.As, nos
encontramos con que estas alteraciones no significaron de ninguna
manera la destruccin del original sistema ritual (entendiendo esto
como la eliminacin total del aparato, un smil de la aculturacin),
sino ms bien, sucedi que la ritualidad mapuche se afianz con
fuerza, a la luz de esta resignificacin. La conquista bautismal,
sin embargo, instituy un nuevo rito, cuyo papel no puede
soslayarse, ya que al hacer necesario al misionero en este rito
sagrado, crea con l y con su mundo un vnculo insalvable.
En definitiva, es justamente esto lo que define el fracaso
misional jesuita; no pudieron imponer creencias, sino ritos. Pero
ac volvemos al inicio, y damos un giro importante; esta impotencia
de hacer que el el alma salvaje crea lo que los cristianos creen,
es para algunos misioneros el fracaso de la orden de San Ignacio,
pero para estos ltimos es un hecho que no se condice con el xito
misional. El enfoque ex opere operato de la evangelizacin jesutica,
que quiere decir que el rito mismo es lo preponderante, que con el
hecho del bautismo el mapuche salvara su nima; fue lo que constituy
la identidad del proceso. Y esto choc con el enfoque ex opere
operantis de las otras congregaciones religiosas, e incluso de
algunos jesuitas de corte ilustrado. Por esto decimos que, tal como
afirma Foerster, la misin de la Araucana, analizada con el primer
enfoque puede verse como un xito parcial, mientras que si el lente
es el segundo, fue un rotundo fracaso.Bajo estas lneas de
reconocimiento entre sujetos distintos en una primera instancia, el
aporte de una hegemonizacin en el pensamiento, tanto de los siglos
pasados, as como en el actual, ha sido el de ilustrados pregoneros
de verdades absolutas que con el prestigio que les precede logran
imponer sus perspectivas. Caso es el de Sergio Villalobos y su
desenvolvimiento en la articulacin de un concepto de vida
fronteriza. Bajo una percepcin de anulacin hacia el sujeto Mapuche,
autores como l deforman el imaginario a escala intercultural que se
tiene de este pueblo por el de Araucano, potenciando un estereotipo
por sobre otro con motivos nacionalistas entre otros. Antes del
Real Extraamiento de los Jesuitas, stos haban logrado entablar
relaciones de cercana, ayuda e incluso cooperacin con los nativos,
aunque se les disfrazarse de un destino penitenciario para los
nativos convictos, estos eran tratados bajo una doctrina del
evangelio muy peculiar en comparacin con las de otras rdenes
religiosas de su tiempo. A diferencia de franciscanos y teatinos;
los jesuitas asimilaron que estos seres, aparentemente para el
resto dejados de la mano de dios, sin rey, estado ni pagana
estable; si posean un sustrato de cristiandad en s, en sus almas,
por ser la supuesta creacin de su Dios del otro lado del ocano. Las
estancias, segn La Corona, actuaban como distritos correccionales
como se menciona en algunos documentos del Catlogo Jesuita del
Archivo Nacional de Chile pero para los nativos que terminaban en
estos lugares, eran refugios del ltigo del encomendero y del fusil
del soldado. Estos colegios para naturales constituan un primitivo
laboratorio; primitivo en el sentido de que se desarticularon las
reglas de dominacin por algunos instantes, donde ms all de querer
imponer una catequesis a un otro no tan extrao a como lo era
doscientos aos atrs, pero segua siendo un Otro; se buscaba
comprender la existencia de ste y el porqu de ambos en un mismo
espacio y tiempo, con distintas razones, con distintos conceptos de
los mismos. Rolf Foerster atae que en esta vida de frontera, no se
estructura una oposicin dicotmica entre el criollo colonial y el
aborigen escurridizo; sino que estos enunciados no son ms que una
bsica compilacin de mltiples identidades coexistiendo no alrededor
de una frontera hdrica como se sospech del Biobo, sino que esa
frontera es la que cada relato fija entre un hroe favorecido y un
villano que slo males provoca, segn las versiones ms radicadas en
los extremos del imaginario. Un matiz multitnico que no queda
delimitado por raza o credo; el criollo fronterizo probablemente
sea ms distinto al criollo Santiaguino que a su vecino araucano. El
espacio y las distancias cobran ms fuerza que el tiempo de
residencia de un grupo u otro.
7. Transcripcionesa) Fondo Jesuitas ChileI. PACHECO [Padre
Lus].- Medios para mejor doctrinar los indios de las reducciones
propuestas por el padre vice-provincial de la Compaa de Jess de
Chile al seor gobernador don Martn de Mujica. [1650. Vol.93, p.31,
pg.150, hojs. 3.]Por cumplir con la obligacin de mi oficio y porque
los padres de las miciones puedan acudar mejor a la obligacin en
que Dios y la obediencia les apunto* y por concernir en algo con lo
mucho del sello cuidado y vijilancia con que es notorio de los
yndios jentiles nuevamente reducidos, mas tambien de los antiguos
yia christianos que para que los bengan a la dohuina anuestras ()
en Santiago y en la Concep. apuesto* penas desidimos* sino los
envan y para aquellos me amandas* lescriba conpadres expeditos en
la lengua para que los eynbuyan* denuevo en la fee seme aofrecido
proponer a vd algunos medios para que mejor () frecuencia y prou()
sean dominados.El primer medio sea que por lo que ami toca
procurare que los padres misioneros acuedan con la satisfacion y
penalidad que pide unempleo tan de la glora de Dios sexio* del Rey
nuestro somos y descargo de su conciencia bien delos yndios como es
de su conversion y espiritualidad enseana* Aqui acuden y an acudido
hasta derramar su sangre en la demanda de que es buen
testigo.Segundo que Nssa sesiba* denabdar que los indios amigos no
se bayan de las reduciones adonde an hecho algo, ni se alejen
astras* tierras y para que sesepa alguien se ban, asi otros
(aquhayunhoyo) con vendra hacer padrones de cada reducion y que
dellos aya dos copias, una para Vssa y otra para el padre superior
de dicha mision notamos los que se mueren y los que nacen.Tercero
que Vssa mande que se redugan en forma mal catecismo y poniendo de
catequistas se ben a aquella nueba christiandad muy
aprovechada.Otabo que Nssa seimbade mandan poner en sus titulos y
proveymientos de los capitanes de los yndios clausula particular en
que se les mande acudir con cuidado ahacer juntar dichos yndios a
la dotrina y quepan la mision que enello biene y recurran a en
alguna pena que les decela* y despierte a la vijilancia delo que
tanto ymporta y es tandel servicio de Dios y del nuestro y buena
enseanca de los yndios que tanto Vssa desea y procura aqu enque
dios con los aumentos que le suplico deste colejio de la Concep. 28
de mayo de 1649.II. Real orden prohibiendo hablar, escribir
disputar en pr o en contra de la expulsin de los jesuitas.
Aranjuez, 25 de abril. 1776. Vol. 91, p.24, pg 50, hojs. 4.Rey:
Entre las providencias, que tuve por conveniente tomar en mi Real
Decreto de veinte y siete de marzo de mil setecientos y sesenta y
siete, relativos al entrenamiento y ocupacion de temporalidades
delos reguladores* dela compaia, fue una prohibir expresamente, que
nadie pudiera escribir, declamar ni commover enpro niencontra
compretexto de ellos, imponiendo sobre esta materia perpetivo*
silencio, atodos mis vasallos, y mandando que alos contraventores,
seles cortizare como a reos dela majestad, sin embargo delo qual, y
de que el Papa Clemente Decimo quarto, () memoria, () de veinte y
uno de Julio de mil setecientos y setenta tres, en que extinguio la
religion dela Mision* Compania mand igualmente que nadie
desatreviere, a escribir, hablar ni disputar de ningun modo, sobre
extincion ni sobre las causas, que produjeron como algunas personas
poco timoratas, y desobedientes alos preceptos dela Silla
apostolica, hayan quebrantado elque selos impuso enel particular,
ocasionando () de resultas divensiones, y escandalos, y perturbando
la quietud dela Noblesia*, el Papa Pio Sexto, que actualmente la
Vigue*, noticioso de semejante excesos, y impedido de Paternal amor
atados* los fieles Christianos, mand a la Sagrada congregacin
particular de cardenales, disputados para los asunptos dela
extinguida Compaia, escrivir anuncio que () Corte la Carta, que con
su traduccion es del themor siguiente: Ilustrisimo, y reverendisimo
Seor como hermana: Aunque en el breve (mancha) dela extincin de la
Compaia de Jesus, expedido aveinte y uno de Julio de mil
setecientos y setenta y tres, se mando que nadie se atreviere a
escribir, hablar, ni disputar de ningun modo sobre dicha extincin,
ni sobre las causas que la produjeron, ni a zaherir, a otros con
este motivo; sin embargo es tan grande la audacia delos Petulantes,
que sus clamores, y murmuraziones no ceran aun; desuerte que con el
pretexto de hablar afavor de o encontra de ducha extincin lo que de
derecho no se debe permitir prosiguen como antes infuriandose, y
maltratandose mutuamente depalabra, y porescrito perturvandose*
entoda la par dela Iglesia, y la Publica tranquilidad. Por tanto,
deseando engran manera nuestro santissimo Seor el Papa Pio Sexto
evitar, y precaver estos perniciosos males, impone rigurosamente
silencio sobre el expierado* asubto dela extinguida Compaia a entre
ambas partes, assi los que hablan enfavor como los que hablan
encontra de su extincion, y atodas y cualesquiera otras personas,
aunque se requiere que dellas se hiciera especial mencion, bajo
delas penas prescriptas enel mismo brebe deextincion*, alas cuales,
como impuestas por el Supremo Pastror dela Iglesia deben saber
todos los fieles Christianos, sin excepcion, deninguno, que estan
sujetos encargo pues poresta carta a useoria Nuestrissima que consu
zelo, y prudencia, sededique seriamente, y haga todo quanto
convenga para que los sobredha* voluntad pontificia se execute no
solo empleando () fin la autoridad propia de su oficio sino tambien
excitando la delos respectivos ordinarios dela nunciatura, desuerte
que en virtud del silencio impuesto tengan fin deuna vez los
escandalos, las disensiones, y perturvaciones dela Iglesia, y si
sobre este asumpto ocurrieren algunos casos que merezcan atencion,
no seje de informar useoria y nuestrisima a su santidad detodo afin
deque consu autoridad Pontificia, puedadar la conducente
providencia. No dejara pues useoria Vuestrissima dexoecutarloassu*,
y queda rogando de corazon al seor le conceda entera felicidad.
Roma al veinte y tres de enero de mil setecientos setenta y seis:
De Useoria Vuestrissima: su mas afecto como Hermano, A cardenal
Corsimi: Yvistra* esta carta, que puso en mi Reales manos el
anuncio referido, y remiti a mi consejo delas Yndias con Real orden
de veinte y dos defebrero ultimo a fin deque dispusieran su puntual
cumplimiento en mis Reynos dela America: deseando coadyuvar* en
quanto dependa de mi catholico celo a que se logren completamente
los santos Funes desu santidad, dirigidos ala mayor paz y quietud
delos fieles y evitar disturbios, y controversias, que alteren sus
animos: Ordeno, y mando a mis Virreyes de Nueba Espaa el Per y
Nuestro Reyno de Granada, alos Presidentes, y Oydores delas
Audiencias deaquellos. Distritos y elde Philipinas, alos
Governadores, y Justicias dellos; y luego, y encargo alos muy
reverendes Arzobispos, Reverendos Ovispos, y Cabildos delas Santas
Iglesias Metropolitanas, y Cathedrales delas Diocesis
comprehendidas en las demarcazion delos expresados Virreynatos, y
Audiencias, hagan publicar en sus respectivas jurisdiciones el
contenido dela carta premserta*, y cuiden, que ninguna persona,
dequalquiera Estado, calidad Condicion, que sea, hable escriba,
nidispute de ningun modo sobre la extincion dela Religion dela
Compaia, nisobre las causas quela produjeron, pues es mi voluntad
imponer como impongo parla presente mi Real Zedula / perpetuo
silencio sobre el asumpto atodos mis Vasallos; en inteligencia,
deque alos contraventores seles castigar por su desobediencia, y
falta de respeto alos mandatos del sumo Pontifice, yndios como
perturvadores dela par publica, y Reos deesa* Magestad, segn y como
lo (), y mande por mi citado Real Decreto de veinte y siete de
Marzo de mil setecientos y sesenta y siete. Fecha en () a veinte y
cinco dias de Abril de mil setecientos y setenta y seis: YO EL REY
por mandado del Rey Nro. Seor: Miguel de San Martin Gueto: Ay tres
rubricas: Para que enlos Reynos delas Yndias se cumplan, y observe
lo mandado enla carta que se inserta dela congregacion particular
de cardenales disputada para los asumptos dela extinguida Religion
dela Compaia, prohibiendo hablar, escribir, disputar sobre su
extincion, ni sobre las causas, que la motibaron: En la ciudad de
Santiago de Chile en treinta de Septiembre de mil setecientos
setenta y seis, Su Muy Ylustre Seor Dn Agustin de Jauregui
Cavallero del orden de Santiago del Consejo desu Magestad Mariscal
de Campo de su Reales Expercitos, Governador y Capiitan General
deste Reyno, y Presidente desu Real Audiencia; Haviendo visto la
Real Zedula contenida enestas quatro formas, puesto en pie, y
destocado la Ver, y pus sobre su Cabeza,, y dijo que la Obedecia, y
obedeci como carta y mandato de Nuestro Rey, y seor Natural que
Dios grande, y que para su execucion, y cumplimiento, devia dedar,
y daba vusra al Seor Fiscal, sacandose con anticipacin testimonio
della, y deste Auto, a efecto deque quede archibada con las demas
originales. Yassi lo provey, mand, y firm deque doy fe: Don Agustin
de Jauregui: Doctor Lopez: Pasqual de Silva Porquez Escrivano
Sostituto de Gobierno:Copia dela Real Zedula Original aque me
refiero Santo y obtubre doce de mil setecientos setenta y seis:III.
GRAMTICAS INDIGENAS.- Nota del presidente de Chile participando
quedar advertido de que ha de suspenderse la remisin de
diccionarios y catecismos en lengua de indios que estaba mandada
anteriormente, respecto haberse dado los colegios de Villa Garca y
Loyola diverso destino que el de misiones que estaban aplicados.
Santiago, Febrero 1. [1786. Vol.64 p.68 pg.147 hojs 2]El Presidente
de chile propone el arbitrio de que se establezca un Colegio de
hijos de Caciquez y descendientes de Indios nobles en el de Sn
Pablo, que fue de los Regulares dela extinguida Compaia para la
mayor seguridad delas pazes, y demas alos fines que funda, efecto
de que se sirva V.d. ponerlo todo en noticia de S.U. para su Real
aprobacion, lo que fuere de su soberano agrado.Ex.mo
S.orConsecuente a lo que ofrec en carta de 31 de Marzo proximo
pasado se exponen en otra el medio que pensaba mas proporcionado
para el logro de las ventajas que se deven esperar del
establecimiento de Caciques embaradores, personeros de los quatro
Butalmapur de la tierra con perpetua residencia en esta Capital,
hago presente Vd. que siendo el principal objeto mantener como en
Rehenes a los Caciques para la mayor seguridad de la paz, y de el
reyno, fuera muy congruente, y adecuado, a se propsito que se
exigiesen en el Colegio de Sn Pablo, que fue de los Regulares de la
extinguida Compaia, un Colegio Real destinado la educacin, y
crianza poltica y christiana de los hijos de Caciques y
descendientes de Indios nobles aplicandose para fondos de su
subsistencia la hacienda de la Punta distante quatro leguas de esta
Ciudad, que tambin fue de los mismos Regulares, cutos productos
pueden ser muy bastantes la gatisfaccion de Rentas de Directores, y
Maestros, Vestuario y mantencion de los Pupilos, alumnos.Con este
arbitrio, y establecimiento en que se interesa conocidamente la
Religion, se lograria tener mas prendas, fiadores de la Paz, por
que estando los hijos de Caciques principales en esta Ciudad, y
empleados en tan loable exercicio, ni remotamente podran pensar sus
Padres, y Parientes en alzamientos, ni en causar el menor dao a los
espaoles temerosos de que no padezcan estos pupilos, de cuya
instruccion se puede igualmente esperar con fundamento que si se
dedican a estado eclesiastico, ser copioso el fruto que hayan de
sacar de los suyos, desengandoles de las supersticiones, y errores
en que viven, lo que no han podido conseguir los Misioneros, y
demas operarios evangelicos, causa de comprehender que el fin
principal de su predicacin s subyugarlos, y pribarlos de la
libertad heredada de sus mayores, que los espaoles tienen otro
inters muy distante de lo que se les advierte: todo lo que fuera
muy consiguiente que depusiesen oyendo las verdades de nuestra
santa f, exortaciones , y consejos, de sus propios hijos,
consanguneos, compatriotas, y solo de este modo conceptuo que se
pueda verificar su convercion, pues han pasado siglos sin lograrse
el menor aprovechamiento sin embargo delo mucho que se ha trabajado
en las Misiones, que se podran destinar los que saliesen instruidos
de conocida probidad, que ser consiguiente los rectos principios de
su enseanza; y por todo me pareze que estas aplicaciones son las
mas vtiles, y las mas conformes las beneficas Reales intenciones
del Rey Nr. Seor, por que la verdad no puede darse establecimiento
mas piadoso, ni de fines mas altos, pues conseguidos se habr
propagado la f que se conspiran las Leyes, y que se dirijen las
conquistas, y pacificaciones.No ay duda de que estos Indios han
sido los mas reveldes y obstinados, y que los deel Preu han
acreditado docilidad, y no dan el cuidado que los de este Reyno, y
con todo siendo Virrey el Principe de Esquilache establecio en Lima
un igual Colegio Real de Caciques, y descendientes de Indios
nobles, formandoles sus peculiares ordenanzas para que con arreglo
ellas se les ensearse leer, escrivir, y las de mas Instrucciones, y
conociendo el actual Virrey Dn Manuel de Amatt la necesidad desu
subsistencia, destin en Junta General de Aplicaciones para su
translacin, y colocacin el recinto que se havia reservado del
Colegio de Sn Pablo, que poseyeron en aquella Capital los Regulares
dela antedicha extinguida Compaia, mandando se observasen las
precitadas ordenanzas con aumento de algunas que form su zelo, y
ese exemplo se puede aqu con mas necesidad executar lo mismo.Para
ello no ay otro embarazo que haver ya aplicado esta Junta el
predicho Colegio de Sn Pablo la fundacin de vn Convictorio
Carolino, sealandole la propia hacienda de la Punta por fondo de su
subsistencia, y haver dado cuenta de esta aplicacion a Consejo
extraordinario, pero devo persuadirme que si al tiempo que mi
antezesor Dn Franco Xavier de Morales la hizo en la expresada
Junta, se hubiera prevenido esta importancia, y los Indios se
hubiesen hallado en el estado que oy los tengo, y manifiesta su
voluntaria prompta condescendencia denombrar, y remitir Caciquez
embaradores que hayan de resibir en la Capital, hubiera pensado lo
mismo que propongo, y espero sea de la Real aprobacion de S.U.,
pues nada se ha innobado, y se halla la materia en terminar
(ilegible) que se mejore aquella aplicacion con el establecimiento
se la que dejo propuesta.El Colegio Carolino se puede y aun se deve
establecer no en Colegio de Sn Pablo, sino en el sitio sobrante de
la Real Vniversidad, por que su Rector el Dn. Dn Franco Lopez me ha
informado la absoluta falta de estudios que ay en la Capital, y en
el Reyno, que las Cathedras se hallan enteramente sin exercicio por
no haver oyentes, y que conferida esta gravedad con su claustro, se
acord me representase ser el vnico medio, y arbitriopara que
resucite la enseanza de la Jubentud, y se restablezcan
ventajosamente los estudios, la execcion de Colegio en dho sitio
sobrantes por que el antiguo convictorio de Sn Xavier, que corrio
cargo de los enunciados Regulares, se halla, como es assi,
sumamente ruinoso, y despoblado, sin que exista en el mucho tiempo
ha Colegial alguno, y que aun quando los hubo no se pudo conseguir
su asistencia las Aulas de la citada Real Vniversidad, que ha
venido por esa causa a su vltima decadencia en perjuicio del
publico y de los reiterados Reales y muy piadosos encargos, y
ordenes de S.U. relativos que no [ilegible] la enseanza,
instruccion de los Jobenes, y que no ve admitan grados sino
aquellos que ganasen cursos con precisa indispensable asistencia
las referidas Aulas, como lo havia mandado el mismo Dn Manuel de
Amat en Auto que probey al tiempo que pasaba servir el Virreynato
del Peru, y que ignorante havia acordado el Claustro se aplicase al
coste de la fabrica material, el producto de la venta que se davia
hazer de dho arruinado Convictorio de Sn Xavier, por que estando
declarado por S.U. en varios lugares que se registran en la
coleccion general de providencias, no pertenecen a temporalidades
aquellas adquisiciones que hicieron los expulsos con abjeto la
enseanza publica, siendo este Colegio de esa clase, y tratandose de
mejorarla beneficio del comun del Reyno, y de las Provincias y
vltramontanas, devia yo dar prompta providencia para que se sacase
al hasta publica, y se rematase en el mejor postor, lo que hubiera
executado conociendo la Justicia del Rector, y Claustro, no haver
sido los demas vocales de la Junta de Aplicaciones donde se vi el
expediente, de contario dictamen al mio, y resueltose en ella no
haver lugar por aora la pretension del Rector por estar pendiente
de la aprobacion de S.U. la del Auto en que la misma Junta, y mi
antezesor havian aplicado e sobradicho Colegio de Sn Pablo para
Colegio Carolino, y aadido los fondos propuestos, este arruinado
Colegio de Sn Xavier, y por ese respeto he debilerado informar con
dho expediente al mismo Consejo extraordinario apoyando la
solicitud del Rector por ser la mas adaptable que revivan las
letras y pueda haver progreso en la enseanza, y por que asi mismo
conozco que de verificarse este Colegio de Espaoles en Sn Pablo, se
sigue necesariamente la ruina de la Vniversidad, pues no pudiendo
asistir los Colegiales a sus Aulas por estar dho colegio de Sn
Pablo en un extremo de la Ciudad, y muy distante por lo propio de
ellas, no podra haver jamas exercicio en las Cathedras, como no lo
ay muchos tiempos ha por falta de Cursantes aun quando se estudiaba
en el Convictorio, no abitante de ser su situacion en el promedio
de esta Capital, fundandose los Rectores, y alumnos en la
distraccion, incombenientes de calor en Verano, y se aguas en
Invierno que imposibilitaron su asistencia, y cumplimiento de lo
mandado por el Virrey en dho auto, confirmado y aprobado por Real
Zedula de 4 de Marzo de 1764, concordante con las Leyes 51 y 52
titulo 22, libro primero de las Recopiladas de Indias, con mayor
razon se excusarian por las mismas, si seles pudiese mas distantes
en dho Colegio de Sn Pablo todo lo que representa el enunciado
Rector con el citado expediente demonstrando que la Vniversidad se
inutiliza si el Colegio no se funda en el sitio que propone, que el
publico lo padeze, y que la Jubentud se pierde, y de aqui desciende
que la aplicacion del Colegio de Sn Pablo, deve convertirse en la
del Colegio de los hijos de Caciques que propongo, por que esta no
perjudica la Vniversidad, y al beneficio general de los Infieles,
como proporcionado medio para su voluntaria conversion en los
terminos enunciados de que espero se sirva V.d. dar noticia S.U.
para que en su inteligencia se digne su Catholica Real piedad de
aprobar este pensamiento tan interesante de la Religion y vsando de
sus soberanas facultades mandar que se ponga en practica lo
expuesto, que har la mayor felicidad de estos sus Dominios.Hro. Sor
(ilegible) Santiago de Chile, Abril de 1774Ex.mo SeorAgustin de
Jaiureq ()Ex.mo S.or Baylio frey Dn Julian de ArriagaMadridIV.
GRAMTICAS INDIGENAS.- Nota del presidente de Chile participando
quedar advertido de que ha de suspenderse la remisin de
diccionarios y catecismos en lengua de indios que estaba mandada
anteriormente, respecto haberse dado los colegios de Villa Garca y
Loyola diverso destino que el de misiones que estaban aplicados.
Santiago, Febrero 1. [1786. Vol.64 p.68 pg.147 hojs 2]SeorPor el
Real Orden de 12 de septiembre ultimo, que V.E. me comunica, quedo
prevenido de que hade suspenderse la remisin de Diccionarios, y
Catecismo en Lengua de Indios, que estaba mandada anteriormente,
respecto a haberse dado a los colegiales de Villa garcia y Loyola
diverso destino, que el de Misiones a que estaban aplicados; y lo
aviso a V.E. en contestacin para su superior noticia.Nuestro Seor
guarde la importante vida de V.E. muchos aos. Santiago de Chile 1
de Febrero de 1786Ex.mo SeorEximio Seor Don Jose de GalvezV.
FRANCISCO, indio, y su hermano Cristbal, piden se les deje
sirviendo los padres de la Compaa de Jess en vez de entregarlos un
encomendero. [1640. Vol. 73 p.61, pg.130, hoj.1.] Sello Tercero
Real, Aos de Mil Seifcientos y Quarenta, y Mil Seifcientos y
Quarenta y Uno. Francisco Indio, y su Herm, Christoval naturales de
Toquigua dicen, que por quanto han sabido, que por nueva encomienda
han venido en poder de otro encomendero temen de que contra las
Reales ordenancas les hanse llevar de una parte a otra sin gozar
quietamente de sus tierras, donde nacieron, y donde han estado y
actualmente estn sirviendo a los Padres del Collehio de la Compaa
de Jesus muy contentos, bien tratados y pagados.A vuestra santidad
piden, y suplican sea servido concedelles, que gozando de la R.
ta[ca y ordenanca y [ilegible] con la puntualidad que se requiere,
sus pedidos [ilegible] al encomentero, queden bacigcamente en su
tierra, y sirvan a los Padres en lo qual recibiran mercedVI.
FRANCISCO, indio, y su hermano Cristbal, piden se les deje
sirviendo los padres de la Compaa de Jess en vez de entregarlos un
encomendero. [1640. Vol. 73 p.61, pg.130, hoj.2.] El Padre Marcos
del Castillo Rector del colegio de Buena esperanza dela Compaa de
Jesus, dice que amastiempo de treinta aos que el sargento mayor de
Francisco Rodriguez difunto hizo donacin adicho colegio de la
Estancia, que posea y gozaba el susodicho con todos los indios que
tena a esclavos en aquel tiempo y delos quales algunos dellos se
fueron ala tierra dentro en tiempo del alsamiento general, y
despues de pasado esto fueron bolviendo de su voluntad adicha
estancia, que son Ignacio Antemanar consu familia, Juan Antonio
Guenicaguin, que oy se halla con quatro hijos nombrados Ignacio,
Lorenzo, Juan y Pedro - Francisco Fanagueo asi mismo conquatro
hijos nombrados Juan, Melchor, Francisco, y Martin Domingo Liempi
con dos hijos Josef, y Domingo y Juan Luis su hermano, que oy se
conservan en dicha estancia con sus hijos, y familias [ilegible].
Otros siete indios nombrados Josef Meliman condos hijos Nicolas y
Fernando- Alonso Millago Josef Neyalemu Juan Colerum con un hijo
llamado Juan, y un sobrino llamado Bernardo. Juan Millananco Juan
Lincoin con dos hijos Franco y Agustin Andres Guaguitaro venidos
asimismo [ilegible] dela herradentro a morar en dicha estancia assi
por ser parientes de los de arriba, como por el ahasajo, y buena
doctrina, que ham experimentado en dicho tiempo que unos y otros
estan visitados, y matriculados porlos corregidores del partido del
[ilegible] indios pertenecientes a dicho Colegio, en cuyo
[ilegible] (nombre) A S santidad pide, y suplica sesirva de
amparar, depositar los dichos indios arriba expresados con sus
hijos y familias a dicho Colegio, para que ninguna persona los
inquiete asi por herbe con el beneficio dello s mantener dicha
estancia para el sustento delos Padres de dicho Colegio, que con
mandarlo assi, recibir la merced, que espera de su Christiano.VII.
PAILALEUBU [Diego].- Cacique de la reduccin de Quiapn, pide se haga
salir de sus tierras al mayordomo de los padres Teatinos, Ignacio
Balaga. [1759. Vol. 73, p.84, pg. 172, hojs. 2]Muy y su presidente
y gobernador:Don diego Pailaleubu, puesto a los tres a vuestra
seora en el maior Rendimiento (): Dcendo a vuestra seora que soi
casiche de la rreduccin de Quiapen y medistetoa unastierras
quetienen Los rreberendos Padres teatinos a quienes me querello y
su maiordomo Inacio Sabalaga de quen rrecibido Notable dao, yo ms
basallos sobre aber alquilado una uerta, lo destierro por un costo
estipendio por seis meses, para poner unas gordas () y me dio un
sombrero y un ponchillo y desde ese tiempo negocia la renta de mis
tierras la gosa el maiordomo sea distanciado a todas mis tierras ya
pensaba yo lo querra dejando las tierras de los padres xesuitas mas
() adecuadas siendo yo padre de mis basallos ocurren a estos que no
tienen donde amarrar una bestia por lo que ocurra al hostificado
cosa de vuestra seora para que me dege en mis tierras libres yo les
enbarasadas y que el maiordomo Inacio sabalaga no se meta con mis
vasallos que reciben notable marca de palos y arrebatarles lo que
tienen en si por tanto = Pido y suplco se sirva mi causa con cardad
y justca, en aser como yo lo sentencie a claridad de vuestra
seora.Don Diego Pailaleubu.Corrigo y henvio. 15 X 1759Remitase al
Jues mas inmediato a la reduccin del suplicante y que se le
administre justicia sobre lo que el presenta:VIII. EXTRAAMIENTO.
Copia de una nota de don Antonio Guill y Gonzaga proponiendo
algunas medidas para llevar efecto el extraamiento dlos jesuas.
[1767. Vol. 62, p.3, pg. 16] Seor:En carta de 12 de Agosto di
cuenta a VS del Reino de las Reales Ordenes que se sirvi
comunicarme relativas el extraamiento de los individuos de la
Religion de a Compaa de Jesus, y ocupacin de todas sus
temporalidades, segn lo resuelto por S. U. En Real Decreto de 27 e
febrero y en los trminos, y circunstancias que me previno V.S. en
si Orden de 1ero. De Marzo, Instruccin, y Adiccion de la misma
fecha, y ahora tengo el honaor de participar V.S que habviendo
tomado con la maior precaucion ms medidas para no aventurar el
Golpe con el secreto y disimulo que correspondia, tom el pretexto
de manifestar una Carta del Gobernador de Buenos Ayres, en que me
avisara haver atacado los portugueses nuestros puestos avanzaron de
Rio-grande y que recelava algn rompimiento, con cuio motivo aument
la Compaa de Dragones de esta Ciudad que hra de Ciento y treinta,
aprompte para reuista las Milicis de esta Capital, y esas
inmediaciones, y dispuse que en todas las Ciudades, Villas, y
lugares del distrito donde havia colegio, Casa resdencia, Hacienda
de la expresada Religion, estuviesen sobre las Armas para el 25
asittado agosto, en que los Receptivos Gobernadores, Corregidores y
Comisionados tenan Orden de abrir los pliegos que a todas partes
encamin con proporciones de anticipacin, mediante lo qual se logra
en efecto la madrugada del 26 poner en execucion en todo el Reino
de la Real deliveracion que fue en su convergencia ciegamente
obedecida en todas partes con la maior resignacin no solo de los
Religiosos estraados, sino es tambin del Publico, aiormente en esta
Ciudad donde hacia tres colegios y una Casa de Crercicion por cuio
motivo, y para atender a todo, y serenar al menor rumor en el
Vecindario (que es Populosos) tuve por conveniente Comisionar a los
quatro Oydores mas antiguos para cada uno de ellos con el auxilio
suficiente de Tropa exagerada, y de milicias, quedando Yo en
observacin con el Resto de ella, en el Quartes que tiene Puerta la
casa de Gobierno, para ocurria donde la necesidad lo pidiese.Enel
mismo instante fueron todos Reducidos al Colegio grande que seal
para una de las Casa de Deposito causa de la imposibilidad de que
se acomodasen por muchos das en el Puerto de Valparaiso por falta
de habitaciones, y lo mismo se executo en todas las dems Ciudades,
valiendo las dems Casas de Deposito que seal, y con la de dicho
Valparaiso Mochita, Puerto de Valdivia, Buenos Ayres y Chilo,
quedando los Procuradores por el tiempo, y para los fines que
expresa la Real instruccin.Luego que amanecio el citado dia, se
repartieron los oficios correspondientes ls Reales Obispos,
Venerables Dean, y Cabildos, Prelador de las dems religiones,
Cabildos seculares, Universidad, Comercio, y personas de Respeto
seun me lo previene V.C todos contestarion con el maior rendimiento
sumisio, y obediencia, ofreciendo contributo por su parte, y
persuadir todos la resignacin con que deven ser obedecidos los
Decretos de la Majestad que se han de suponer fundadores en Justas,
graves, urgentes y necesarioas causas.En el mismo dia fueron
ocupadas todas las Haciendas por comisionados de mi satisfaccin que
a este fin presume haziendolos salir con anticipacin segn la
distancia de cada una, con las ordenes mas estrechas, y eficaces
para su puntual execucion y consercavion, de todo lo que
secuestrasen, las quales han seguido a proporcin de la necesidad
que se ha Representado de cada parage.Con esta mira he mandado
generalmente conducir a esta Real Casa de todos los destinos, el
Dinero, Alharaes de plata, y Basos sagrados ocupados, disponiendo a
este Fin pieza separada y casa de tres Llaves, donde segn vienen
aun de los parages mas Remotos (por contastre desde chiloe Copiapo
cerca de ocho cientas Leguas) se va depositando con la Cuenta y
Razon que corresponde, presumiendo a mismo tiempo se sacasen,
subastasasen en Remate publico, todos aquellos vienes, calaon
Frutos, y efecto es sugeto corrupcin y deterioro, fin de evitar su
perdida asegurando en Casa su importe como se va felizmente
practicamdo.Por lo mismo dispuse sin tardanza se fuesen sacando en
arrendamiento por remate y son las fianzas mas seguras sattifaccion
de Oficiales reales por el termino de un ao hasta que S. M. Otra
cosa se digne determinar, todas las Cutancias. Chacarasm Hacienda
Mlinos, Causas, y dems vienes raizes, a fu de preseriolos de los
frecuentes robos que s experimentan en la pleve de este Reyno, y
conservan las por eeste medio en el florido estado en que se han
encontrado, bien presedido de la dificultad de conseguirlo por
Administracion de cuenta de la real hacienda, ;a causa de que cada
comisionado tratara antes de su utilidad, prefirion de esta la
obligacin en eque se le constituye por mas que mi desvelo de
empearse en la eleccin de sujetos de toda confianza que seguramente
no encontrara cono quiere el asumpto, y lo tiene aqu acreditado la
experiencia, que nunca producen a S, M, por mucho sus reales
Derechos en Administracion lo que por arrendamiento; y en estos
trminos se van logrando ventajosos Remates l mismo tiempo que se
consigue tenerla siempre qual oy estn, que es la obligacin el los
Arrendatarios- para quando S. M resuelva, lo que fuere de su Real
DesignacionPara las misiones reducidas de esta parte del Rio de
Biobio, nombre en virtud del capitulo 5 de la Real Adiccion l
Capitan de Ynfonteria Dn Diengo Freyre de Andreade que ocup las
temporalidades y diriga los religiosos l Deposito de la Mochita, y
fueron encargados lod respectivos Curas de atender dichas Misiones
por la dificultad de encontrar Clerigos, Regulares para subrogar
los Jesuitas, como se va haciendo despus con propuesta, informe de
los Prelados Drocevanos, y lo mismo previno por respecto Valdivia y
para en verificadores la salida de los Jesuitas se abran las
Escuelas, como hir dando cuenta VE, con los autos
correspondientes.La maior parte de dichos Religiosos se halla ya en
el mencionado Puerto de Valaparaiso y de las Ciudades de la otra
vanda de la Cordillera, estn encaminados l Gobernado de Buenos
Ayres que me ha contestado queda en encaminarlos por aquella Via,
restando soo el corto numero de los del Puerto de Valdivia y
Privincia de Chiloe, que siguieran al Puerto del Callao en los
Navios de la Carrera para dirigirlos despus Europa desde ally como
ofrece el Sr. Virrey.Es materia imposible la que aspiraba mi
puntualidad de remitir VE en la ocacion de los autos originales d
todo lo actuado; por que a maior de que los respectivos a los
Colegios de esta ciudad y hacienda inmediatas se hallan sin
concluir, no han llegado los de los parages distantes, asi me veo
preciso encaminar solo V. E, los de mis Providencias generales en
el asumpto, y la Lista de todos los colegios, Residencias y Orisas
que tenan los jesuitas en este reyno, Haciendas, Chacaras, Molinos,
y dems vienes Raizes, por lo que pudiera importar de promto es
noticioa, nterin que substanciadose, y conducindose los
expedientes, pueda hir dando cuenta V.E en todas ocasiones, para
que en su vista se sirva prevenirme lo que fuere de su Superior
agrado.Nstro. Seor que la importante vida de VE los muchos aos que
deseo, Santiago de Chile 23 de Octubre de 1767.b) Fondo Claudio
GayI. Conuemn de la nacin pegenche ordena istruir a los nios en la
doctrina cristiana y la lectura. Volumen 44. f. 418Conuemn de la
nacin Pehuenche que se hablan instuidor en los misteriosde nuestra
santa Fe Catholica, yaprendiendo a leer y escrivir, dando la nueva
de ver el memorial de () de dicha Phe y obligndose a exercer los
oficios de sacristanes, fiscales, y escoleros para instruir
diariamente a los nios, sirviendo enlas Iglesias, docrinando* alos
parbulos y enseando a leer, y escrivir alos que se aplicaren; se
les concede el salario vuelto de seis pesos cada mes, assi al dicho
Phe como a () por tiempo de dos aos en que se podr reconocer el
fruto que prometen en los demas nios, y reducirse pueblos los
adultos, y grandes; ms salarios se les continuar de mi proden,
llegando el caso de haverse cumplido con la reduccin a Pubelos,
yenseamza insruccion de los nios en la Doctrina, y lectura, y
perteneciendo este pasto del de poblaciones, se har del hamo*
devillar por las personas acuio cargo entr el caudal, y () deeste
ramo, tomandose rezon deeste Decreto en su respectivo libro para su
inteligencia, yobservancia, y los doce pesos de cada mes se
remitirn () y havilitado del Pueente de Sta. Barbara para que su
Comandante en presencia del Padre Superior, misionero entregue en
mano propia adichos Phelipe y Antonio los seis pesos acado uno cada
mes, sacando para su resguardoel Comandante cortificacion del padre
superior misionero que se hallare enag. Revidencia de haver
entregado la mesada d cada uno de los expresados Phelipe, y Antonio
las obligaciones aque sedixeran* de sacristanes, fiscales y
escoleros.II. Miguel Guillipagi pide subsidio para la escuela de
indios mantenida por misioneros. Volumen 44. f. 424. Muy Iltre
Supremo Governador y Cap. Gral. Miguel Guillipagi dela Purisima
Concep. despues de agradecer a ambas Magestades a V.S. yalos
Peraphecos misioneros el verse influidos en los misterios de N. Sta
Fee, yen los primeros () y dice qe suponiendo en V.S. especial
complacencia pr ver tambien logrado su Catholico zelo pone () ny de
V.S. suplicando se sirva continuas el formato de esta escuela medio
el mas aproposito page en brebe tpo se erija un Pueblo del agrado
del Sor a fin de que muchos qe carecen de esta instruccion* no
dejen de lograr tal dicha pr falta del precisso susto en casa de
los P.P. Misioneros qe hasta aora privandose sus P.P de lo mas
necero. nos han socorrido con () cuya continuidad sera dificil y ()
impetu si V.S coon larga mano no provee se conceda a dichos P.P.
mas del girado regular por el dicho efto* y pide a V.S. se sirva
concede algun () p.a proveerle de lo nezesario yapto al cultivo de
la tierra. Espera de V.S. favorMiguel Guillipagi de la Purisima
Concep. III. Sobre costumbres de los indios y asuntos religiosos,
etc. Volumen 39. fjs. 275-284.No hay muchacho que salga de la casa
de su padre sin sus flechas y su arco. Tienen platos de madera. Su
[ilegible] sustento con menestres, habas, frijoles (que ala llaman
Yndios), lentejas, arbejas y mais, etc. y sobre todo papas y mais.
Las vacas y carneros () les sirven para comprar mujeres. Ritos
tienen muchos y largos cabellos ([ilegible] mucho cuidado)
trabajadoras, alagueas y bien inclinadas. Quejanse en la labranza
de sus campos y en hilar y tejer y hacer vino (que llaman chicha)
de muchas- frutas y granos de gusto. Vivien en casa de maderas
cubiertas de paja y puertas en los lugares altos para ver sus
sementeras-y ganados y serudiles () de castillo para defenderse.
Las armas ofensivas son la lanza, la amazona que es un madero de 4
varas de largo, 2 de grueso y 4 de ancho; tiene al extremo otros
quatro dedos de madera que sobresalen de hueco hacia abajo con la
cual dan a dos manos con tanta fuerza que no hierran golpe y donde
le dan sea en la cabeza cuerpos aun que esten armados de futa y
espaldar meta al que la recibe; usan tambien arcos y flechas que
por ser de poca fuerza solo daan en las partes descubiertas. Las
armas defensivas solo usan de un peto y espaldar de piel de vaca
cruda secada al sol y ajustado al cuerpo a que solo aprovechan
contra un mediano colpe de lanza.No tienen juez ni ministros de
justicia ni reconocen superior; cada uno es el juez de su familia y
de su casa a su arbitrio para muerte y para vida y se reduce al que
mas puede con la [ilegible] determinacion de tres latigos y
derechos porque aunque tienen caciques en las provincias (que son
como [ilegible] de [ilegible]) y otros superiores a estos como
Gobernadores que le llaman Toqui solo obedecen a uno y a otro en
las juntas y llamamientos que hacen para tratar de las materias de
guerra y defensa de su libertad no para juzgar las causas de manera
alguna ni es que el que tiene valor [ilegible] resistir y no hay
quien media a su satisfaccion de lo que demanda autoriza a su
enemigo en los commites que se hacen, llevando el veneno en lo
crecido de la ua del pulgar de la mano derecha, metiendolo dentro
del vaso que esta lleno de licor y vinos que usan y para asegurarse
de este recelo acostumbran beber primero del vaso el que brinda al
otro. Tienen veinticinco venenos y otros templados que matan al
tiempo que determinan en los 6 en 8 [ilegible] 1 en 2 aos y esto es
tan usado que el que no muere en la guerra (aunque su edad sea
mucha) siempre esta persuadido [ilegible] fatiga y asi en las
militas de guerra que hacen para disponer faccion o para celebrar
los [ilegible] de ella (en que es todo su festin tener mucho que
beber y espaoles que matar) hacen memoria de sus sospechas y causas
de disgusto y tomando las lanzas (que en ninguna manera les aportan
de si) se mantan muchos y los [ilegible] de esta calidad son
siempre en campaa masa, a la clemencia de los cielos, de suerte que
habiendo empezado a beber aunque lluevan lanzas no se mueven en
tres o mas dias y en 15 leguas lo que llevan de bebida de las
cuales beben tambien sus mujeres, hijos y hijas cantando y bailando
hasta caher.c) Documentos Jos Toribio Medina (Ex Archivo de
Indias)I. Arte y gramtca del reyno de chile Luis De Valdivia. [6],
75, [30], p.31Qvatro cosas tiene esta Lengua de Chile que la
facilitan mucho. Y dan animo para aprendella.La primera es, que en
todo el Reyno de Chile no ay mas desta lengua que corre desde la
Ciudad de Coquimbo, y sus trminos, hasta las Islas de Chilue, y mas
adelante, por espacio de casi quatrocieentas leguas, de Norte Sur,
que es la longitud del Reyno de Chile, y desde el pie de la
cordillera grande nevada, hasta la mar, que es el ancho de aquel
Reyno, por espacio de veinte leguas: porque aunque diversas
Provincias destos Indios ay algunos vocables diferentes, pero no
son todos los nombres verbos, y adverbios divevrsos, y asi los
preceptos, y reglas desta Arte son generales para todas las
provincias.La Segunda es, que es muy regular, y uniforme esta
lengua en las formaciones de los tiempos, y personas, que casi no
ay verbo irregular, y lo conrario desto haze difciles otras
lenguas, como se vee en la Latina. La tercera es, que para todo
genero de verbos, substantivos, transitivos, y Neutros, no ay mas
de una conjungacio, y esta tan abundante de tiemps, que excede la
Latina: la qual abundancia facilita mucho el aprender una lengua,
porque halla el que la aprende, como explicar sus conceptos. Y
quando los tiempos son tan pocos, que vno ha de servir, y suplir
por muchos, las haze difcil la lengua. La quarta, que toda la
dificultas desta lengua no consiste en mas que en saber pronunciar
una vocal umperfectaa, y una consonante que frequentan mucho estos
Indios: a las quales en breves das se haze el odo, y se aprenden, y
con solas las reglas que se ponen en el capitulo primer desta arte,
donde se trata de la pronunciacin, y ortographia, se acertarn
pronunciar, aun sin averlas odo. Otras tres consonantes que estos
pronuncian algo diferentementee que nosotros, son muy facilees,
como se ver. Confiesso que avr muhs faltas een esta Arte, por
professar brevedad como quien sabe queanto anima esta a los que de
nuevo se ponen a aprender una lengua, pero las reglas generales
suficientes pata la congruidad del hablar, entiendo estan aqu: y
sobre este fundamento podrn despus otros sacar a luz la propiedad,
y frases della, y enmendar las faltas que en este Arte se hallaren.
Mi desseo es, que aya algn principio impresso, por donde los que
desseoso de la honra de nuestro Seor, y zelo de la conversin destos
Indios de Chile, quieren aprender su lengua, puedan alcanar su fin.
Plega al Seor sea el fin, y el efecto deste pequeo trabajo su mayor
honra, y gloria. Amen
8. Lista de fondos, volmenes y medios de prensa revisados a)
Jesuitas Chile Real orden prohibiendo hablar, escribir disputar en
pr o en contra de la expulsin de los jesuitas. Aranjuez, 25 de
abril. 1776. Vol. 91, p.24, pg 50, hojs. 4.AYALA [P. Pedro de].-
Pide se d un decreto para que don Juan Henrquez ponga en libertad
la india Nicolasa y sus hijas que ha sacado violentamente para su
servicio. [1747. Vol. 73, p.38, pg. 86, hojs 4.]BUENA ESPERANZA.-
Copia del expediente seguido sobre algunos indios encomendados los
padres de la compaa. [1692. Vol. 73, p. 109, pg. 220, hojs.
4.]EXTRAAMIENTO. Copia de una nota de don Antonio Guill y Gonzaga
proponiendo algunas medidas para llevar efecto el extraamiento dlos
jesuas. [1767. Vol. 62, p.3, pg. 16] GARCA [Isidro].- Pide se
ordene la india Rosa que regrese al lado de su esposo Francisco
Manquelab [Vol. 73. P.47, pg.105, hojs 2.]GRAMTICAS INDIGENAS.-
Nota del presidente de Chile participando quedar advertido de que
ha de suspenderse la remisin de diccionarios y catecismos en lengua
de indios que estaba mandada anteriormente, respecto haberse dado
los colegios de Villa Garca y Loyola diverso destino que el de
misiones que estaban aplicados. Santiago, Febrero 1. [1786. Vol.64
p.68 pg.147 hojs 2]FRANCISCO, indio, y su hermano Cristbal, piden
se les deje sirviendo los padres de la Compaa de Jess en vez de
entregarlos un encomendero. [1640. Vol. 73 p.61, pg.130,
hoj.1.]PACHECO [Padre Lus].- Medios para mejor doctrinar los indios
de las reducciones propuestas por el padre vice-provincial de la
Compaa de Jess de Chile al seor gobernador don Martn de Mujica.
[1650. Vol.93, p.31, pg.150, hojs. 3.]PAILALEUBU [Diego].- Cacique
de la reduccin de Quiapn, pide se haga salir de sus tierras al
mayordomo de los padres Teatinos, Ignacio Balaga. [1759. Vol. 73,
p.84, pg. 172, hojs. 2]ZUMETA [P. Alonso].- Pide se ordene los
soldados que estn de guarnicin en el paso de Alico se contengan y
no usen de los tiles y cabalgaduras existentes en la hacienda de
Cato, perteneciente la compaa. [1741 Vol.73, p. 105, pg. 213, hojs.
2.]b) Fondo Claudio GayI. Volumen 39.33. Sobre costumbres de los
indios y asuntos religiosos, etc. fjs. 275-284.II. Volumen 42.2.
Sobre Las misiones. Vida y costumbres de los indios. Fjs. 3-38.III.
Volumen 44.1. Diario sobre los acontecimientos en los pueblos de
indios (27-XI-1766). Fjs. 1-16.92. El cacique-gobernador de la
jurisdiccin de Arauco, Juan Lebulabaquen pide Licencia para
construir 9 pueblos y que se le den los implementos necesarios
(13-I-1766) f. 32696. Razn de los nuevos misioneros que se
necesitan de la Compaa de Jess para los nuevos pueblos de la costa
(7-II-1766) f. 331.113. Conuemn de la nacin pegenche ordena istruir
a los nios en la doctrina cristiana y la lectura. f. 418118. Miguel
Guillipagi pide subsidio para la escuela de indios mantenida por
misioneros. f. 424.c) Documentos Jos Toribio Medina (Ex Archivo de
Indias)Arte y gramtca del reyno de chile Luis De Valdivia. [6], 75,
[30], p.31. En este espacio mencionaremos los fondos que, segn
espacio y temporalidad, creemos que podran llegar a ser tiles para
nuestra investigacin. Esto no implica necesariamente que vayan a
ser utilizados.
VIVEIROS DE CASTRO, EDUARDO. 2002. El mrmol y el mirto: sobre la
inconstancia del alma salvaje. Cosac y Naify, Sao Paulo. p.13.
VIVEIROS DE CASTRO, EDUARDO. 2002. El mrmol y el mirto: sobre la
inconstancia del alma salvaje. Cosac y Naify, Sao Paulo. p.13.
VIVEIROS DE CASTRO, EDUARDO. 2002. El mrmol y el mirto: sobre la
inconstancia del alma salvaje. Cosac y Naify, Sao Paulo. p.14.
VIVEIROS DE CASTRO, EDUARDO. 2002. El mrmol y el mirto: sobre la
inconstancia del alma salvaje. Cosac y Naify, Sao Paulo. p.14.
OSSIO, JUAN M. 1992. El otro en la cosmologa andina. Madrid,
Siglo XXI de Espaa. pp.349-378.
ZAVALA CEPEDA, JOS MANUEL. 2008. "Los mapuches del siglo XVIII:
Dinmica intertnica y estrategias de resistencia" Editorial
Universidad Bolivariana S.A., Santiago de Chile.
ZAVALA, MANUEL. 2008. Los Mapuches del Siglo XVII: Dinmica
Intertnica y Estrategias de Resistencia. Editorial Universidad
Bolivariana S.A., Santiago. p. 23
BOCCARA, GUILLAUME. 1999. Etnognesis mapuche: resistencia y
restructuracin entre los indgenas del centro-sur de Chile (Siglos
XVI- XVII). Hispanic American Historical Review, Vol. 9, No. 3.
Estados Unidos. p. 426-427
ZAVALA, MANUEL. 2008. Los Mapuches del Siglo XVII: Dinmica
Intertnica y Estrategias de Resistencia. Editorial Universidad
Bolivariana S.A., Santiago. p. 24
BOCCARA, GUILLAUME. 1999. Etnognesis mapuche: resistencia y
restructuracin entre los indgenas del centro-sur de Chile (Siglos
XVI- XVII). Hispanic American Historical Review, Vol. 9, No. 3.
Estados Unidos. p. 429
BOCCARA, GUILLAUME. 1999. Etnognesis mapuche: resistencia y
restructuracin entre los indgenas del centro-sur de Chile (Siglos
XVI- XVII). Hispanic American Historical Review, Vol. 9, No. 3.
Estados Unidos. p. 428
Varias peticiones precedieron a la llegada de ' los jesuitas a
Chile. Felipe JI dio primero la Real C- dula de 1577 con este fin ,
pero no se pudo cumplir. Slo el 12 de septiembre de 1590, partan de
Espaa al Per con destino a Chile el P. Juan Ramn con siete
compaeros, todos recin ordenados y des- conocedores de la lengua de
los indgenas (HANISCH SJ, W. 1974. Historia de la Compaa de Jess en
Chile. Ediciones Francisco de Aguirre. Buenos Aires p.7)
PINTO, JORGE. Jesuitas, franciscanos y capuchino italianos en la
Araucana (1600-1900). Universidad de la Frontera. p.113
San Ignacio de Loyola fund la Compaa de Jess y obtuvo la
aprobacin del Papa Paulo III en 1540 y de Julio III en 1550.
Extendi se la orden por Europa y Asia antes de llegar a Amrica. Se
estableci primero en Bra sil en 1553, luego en Florida en 1566, pas
al Per en 1568 y a Mxico en 1572. Estos dos virreinatos fueron el
foco desde donde se difundir su irradiacin apostlica. Lima fue el
centro para Amrica del Sur. Cuatro chilenos acudieron al Per para
ingresar a la Compaa de Jess, antes de que sta llegara al pas. El
trabajo de la orden consiste en emplearse en la difusin, propagacin
y conservacin de la fe, bUSCQ1'!do la salvacin propia y la de los
prjimos. En cuanto a los medios tiene libertad para escoger entre
todos los lcitos y santos, mirando siempre el mayor servicio y la
mayor gloria de Dios. Segn las pocas, cambia sus mtodos, pero
algunos le son ms peculiares y a ellos debe sus triunfos ms
sealados. (HANISCH SJ, W. 1974. Historia de la Compaa de Jess en
Chile. Ediciones Francisco de Aguirre. Buenos Aires. Introduccin p.
XI )
HANISCH SJ, W. 1974. Historia de la Compaa de Jess en Chile.
Ediciones Francisco de Aguirre. Buenos Aires p.23
ENRICH SJ, F. 1893.Historia de la Compaa de Jess en Chile.
Barcelona. p.142
Memoria Chilena. 2014 (s.f.). Las reformas borbnicas
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Sobre esto se revis CAVIERES, EDUARDO. El impacto de la expulsin
de los jesuitas en Chile.
Padre Pedro Weingartner, S. J., Carta dirigida al padre Jos
Erhard, provincial de la Compaa en la Provincia de Germania.
Baviera, 23 de enero de 1770. Publicada en Anales de la
Universidad, Santiago, julio de 1869., pp. 107- 130. Se encuentra
tambin en Archivo Vicua Makenna, Vol. 2, fjs. 89-100v.
Los miembros de la congregacin chilena, en su gran mayora, eran
naturales de Santiago o de Espaa (27.5% y 24.3% del total
respectivamente); como criollos chilenos significaban el 48.4% del
total, porcentaje que aumenta al 55.8% si se consideran aquellos
nacidos en Mendoza, San Juan o, en trminos ms generales, en Cuyo.
De los extranjeros, destacaban los religiosos alemanes o de esa rea
europea (particularmente de Baviera) que en su conjunto
significaban un 11.1% seguidos por naturales de Italia o del rea
con un 3.7%. En mucho ms corto nmero, haba tambin individuos
procedentes de Buenos Aires, Per, ciudades de Nueva Granada, de
Buena Esperanza, Francia, Hungra y Austria. CAVIERES, EDUARDO. El
impacto de la expulsin de los jesuitas en Chile. P. 19
TORIBIO MEDINA, JOS. Notic