Migrantes: A caballo entre dos mundos Carlos Saavedra 1 La migración desde el Tercer Mundo hacia el mundo desarrollado, es uno de los fenómenos más saltantes del último cuarto de siglo. En términos culturales y económicos es a la vez causa y consecuencia de lo que se suele llamar en los últimos años sociedad global. ¿Cuáles son los factores que la motivan?, ¿qué tipos de personas son las que migran?, ¿se llegan a cumplir las expectativas de los migrantes en el país de destino?, ¿de qué maneras se integran estos a su nuevo país? Este informe intenta responder a estas y otras preguntas tomando como caso particular el de los peruanos que migran al exterior. Antes de los años cincuenta el Perú era un país de inmigrantes, no de emigrantes, como la mayoría de los países de América Latina. La migración de peruanos al exterior fue mínima antes de esos años, las únicas personas que migraban eran miembros de las clases acomodadas que viajaban preferentemente a Europa por razones de estudio y que retornaban una vez terminados éstos. La penetración tecnológica, económica y cultural de los EE.UU., que adquirió fuerza en los años cincuenta y se afianzó en las décadas posteriores, fue uno de los factores principales que motivaron, a partir de esa época, que el peruano pensara en el país del norte como el destino principal para migrar. Como consecuencia del crecimiento de los sectores profesionales en el país y de la apertura de programas internacionales de becas de estudio por parte del estado norteamericano, un buen número de profesionales peruanos 2 comenzaron a viajar a ese país para realizar estudios de posgrado. En los años cincuenta y hasta el comienzo del gobierno de Velasco, aquél era de lejos el sector 1 Antropólogo. 2 Estos eran en su mayoría ingenieros y médicos. Los intelectuales y artistas generalmente seguían prefiriendo Europa.
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Migrantes:
A caballo entre dos mundos
Carlos Saavedra1
La migración desde el Tercer Mundo hacia el mundo desarrollado, es uno de los
fenómenos más saltantes del último cuarto de siglo. En términos culturales y económicos
es a la vez causa y consecuencia de lo que se suele llamar en los últimos años sociedad
global. ¿Cuáles son los factores que la motivan?, ¿qué tipos de personas son las que
migran?, ¿se llegan a cumplir las expectativas de los migrantes en el país de destino?,
¿de qué maneras se integran estos a su nuevo país? Este informe intenta responder a
estas y otras preguntas tomando como caso particular el de los peruanos que migran al
exterior.
Antes de los años cincuenta el Perú era un país de inmigrantes, no de emigrantes, como la
mayoría de los países de América Latina. La migración de peruanos al exterior fue mínima
antes de esos años, las únicas personas que migraban eran miembros de las clases acomodadas
que viajaban preferentemente a Europa por razones de estudio y que retornaban una vez
terminados éstos.
La penetración tecnológica, económica y cultural de los EE.UU., que adquirió fuerza en los
años cincuenta y se afianzó en las décadas posteriores, fue uno de los factores principales que
motivaron, a partir de esa época, que el peruano pensara en el país del norte como el destino
principal para migrar.
Como consecuencia del crecimiento de los sectores profesionales en el país y de la apertura de
programas internacionales de becas de estudio por parte del estado norteamericano, un buen
número de profesionales peruanos2 comenzaron a viajar a ese país para realizar estudios de
posgrado.
En los años cincuenta y hasta el comienzo del gobierno de Velasco, aquél era de lejos el sector
1
Antropólogo.
2
Estos eran en su mayoría ingenieros y médicos. Los intelectuales
y artistas generalmente seguían prefiriendo Europa.
que más migraba a los EE.UU. La gran diferencia entre la migración de ese período y la de los
años posteriores era su condición temporal: ni bien terminados los estudios los peruanos
regresaban al país.
La migración estudiantil era pensada como una estrategia de movilidad social para la clase
media o de conservación del status para la clase alta pero dentro del país de origen.
Comienzo del éxodo
El golpe militar del 68 y las reformas marcan un hito en la historia de la emigración de
peruanos. Se inicia un éxodo de peruanos de clase alta así como de un sector de la clase media
hacia los EE.UU. Éstos, que huyen de la posibilidad de una amenaza comunista o de una
reducción de sus expectativas económicas o sociales, viajan con la esperanza de volver en los
años siguientes, cuando la situación del país mejorase.
La permanencia de los gobiernos militares y la agudización de la crisis económica durante los
años 70, provoca que muchos de estos peruanos se queden en el país del norte. Más aún, la
migración a los EE.UU. aumenta progresivamente conforme avanzan los años setenta.
Una novedad de ese período es la aparición de sectores bajos entre la población migrante,
como lo demuestra la formación de una gran colonia de peruanos en los barrios obreros de
Patterson, Nueva Jersey.
A pesar de las circunstancias de su emergencia, la migración de los años setenta (no obstante
algunos casos aislados) no se puede de ninguna manera considerar como la búsqueda de un
refugio político o económico. La gran mayoría migra por el interés de movilidad social o de
mantenimiento del status. Se trata, al fin y al cabo, de una decisión voluntaria.
El retorno a la democracia en 1980 abrigó las esperanzas de regreso para muchos peruanos y
contuvo en cierta medida y por sólo un par de años las ganas de migrar de otros. Algunos se
apresuraron a retornar.
Un tanto más cautos, otros esperaron un poco más. Desde los primeros años del período de
Belaúnde percibieron que la situación del país se empeoraba aún más, la inflación se disparaba
y el terrorismo cobraba mayor fuerza. Finalmente, decidieron quedarse en el exterior.
Teófilo Altamirano, antropólogo especialista en el tema, afirma que gran parte de los que se
arriesgaron a retornar fracasaron, perdieron todo el dinero ahorrado durante muchos años de
esfuerzo y se vieron obligados a regresar a los EE.UU.
Después de los primeros años del gobierno de Belaúnde, la migración de retorno se paralizó
casi completamente, situación verdaderamente inusual ya que hasta ese momento el retorno
siempre había sido una posibilidad. Desde esa época hasta la actualidad, muy pocos se han
arriesgado a retornar. Recién entre 1994 y 1995 la Dirección de Migraciones reportó un muy
ligero aumento del número de retornantes.
Los fracasos de los gobiernos de Belaúnde y García, la inestabilidad política, la crisis social y
económica y el agravamiento del terrorismo, motivaron que la emigración alcanzara cifras
exorbitantes y se convirtiera en una alternativa en la que pensaba una gran cantidad de
peruanos.3
El gráfico 1 muestra la diferencia entre las llegadas y las salidas de peruanos al exterior,
reportadas por la Dirección de Migraciones y Naturalización. Las cifras negativas indican un
mayor número de salidas que de llegadas. Las salidas se incrementan con el paso de los años y
alcanzan su techo en 1993.
Cuando los pobres se van
Ya en la segunda mitad de los años ochenta la migración de los sectores bajos pasó a ser muy
significativa (ver cuadros 1 y 2). El sector ocupacional denominado «Otros» se encuentra en la
primera ubicación. Es de suponer que en ese rubro se encuentran los informales,
subempleados, desempleados y campesinos. Entre 1988 y 1990, este sector tiene un
incremento del 100% (41,008).
Hacia fines de esa década la migración se diversifica. Los migrantes peruanos, que hasta ese
momento habían preferido mayoritariamente a los EE.UU., buscan nuevas tierras de destino:
los países europeos, Canadá, Japón y los países sudamericanos.
La razón de este viraje, según el libro de Altamirano Éxodo, peruanos en el exterior (1992),
está en los cambios de la legislación norteamericana en materia de inmigración y en el
aumento de los controles migratorios. Mientras tanto, hasta fines de la década del 80 y
comienzos de la del 90 muchos países europeos no exigían visa para entrar4, lo que los
convertía en una mejor plaza para la migración. En los últimos años esta situación ha llegado a
su fin. Alemania fue el último país europeo en adoptar hace unos tres años la norma de exigir
visa a los peruanos.
3
Como lo demuestra el sondeo de opinión publicado en la revista
Debate (primer semestre de 1988). A la pregunta «Si pudiera ¿emigraría
del Perú?», un sorprendente 52% respondió que Sí. El 38% de los
encuestados contestó que no, en tanto que el 10% se abstuvo de
responder.
4
Lo mismo se puede decir en el caso de los países sudamericanos
.
Entre 1985 y 1990, el volumen de la emigración peruana alcanzó cifras impresionantes:
aproximadamente 250 mil peruanos salieron en ese periodo, la cuarta parte de la población
peruana en el extranjero. Si sumamos los 100 mil que emigraron en 1991, la cifra de peruanos
en el exterior asciende a un millón cien mil para ese año, alrededor del 5% de la población
peruana.
Los volúmenes de migración más altos se registraron entre el 91 y el 94, alcanzando su pico
en el 93. Pero la caída fue impresionante en 1995.
Según cálculos basados en los saldos migratorios, la cifra de peruanos en el exterior podría
haber ascendido en 1995 a un millón y medio, lo que representaría para ese año el 6.5% de la
población peruana5.
Considerando que el promedio mundial de emigrantes por país con respecto a la población
total del país de origen es de 2%, ese porcentaje señala al Perú como uno de los países de gran
índice emigratorio.6
Refugiados económicos
Muchos analistas consideran a los migrantes peruanos de esta oleada como refugiados
económicos porque la migración se produce como una salida forzada, luego de que vivieran
en condiciones muy difíciles en el país.
Los migrantes, en su gran mayoría de clase baja o clase media (incluso muchos profesionales),
se endeudan o venden todas sus cosas para dirigirse hacia un futuro totalmente incierto. Dejan
todo rápidamente para ponerse a trabajar en los estratos más bajos de la escala laboral
norteamericana o europea, con sueldos bajísimos y peor aún como indocumentados. La ola de
peruanos que llegó a la Argentina en 1993 –12 mil cuando la población anterior de peruanos
era alrededor de 5 mil- es un buen ejemplo de este tipo de migración.
Otro cambio importante en la migración de peruanos en los últimos años ha sido el incremento
de las mujeres migrantes. Para el período 85-88 las estadísticas registran que las mujeres
superaban en 5 mil (9%) el número de hombres migrantes. El saldo migratorio de los años 94
y 95 indica que el número de las mujeres sigue superando al de los hombres. Incluso en el 95,
las mujeres casi duplican el número de hombres migrantes.
Teófilo Altamirano esboza algunas hipótesis al respecto: «La mujer tiene varias ventajas: 1.
5 El cálculo para el período 91-95 lo hacemos en relación al saldo migratorio
ya que no existen cifras oficiales de la Dirección de Migraciones y
Naturalización. Para el período 85-90 la DMN sí publicó cifras de emigrantes
peruanos que no retornaron. Estas cifras se encuentran en los cuadros 1 y 2. 6 Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Puede casarse con una persona del país más fácilmente que un hombre; 2. Tiene el trabajo más
seguro que es el empleo doméstico que le permite estar en una casa sin pagar alquiler ni
comida y ganar un promedio de 600 dólares líquidos; 3. Es invisible porque está dentro de la
casa; 4. La policía y las autoridades de migración son mucho más contemplativas con una
mujer.»
En cambio los hombres «son gente visible: tienen que estar en la calle, en los edificios,
trabajando, limpiando carros. ¿A quiénes coge la policía? A los hombres. ¿A quiénes
deportan? A los hombres».
Europa, Europa
Hasta los años ochenta la migración a Europa era preponderantemente realizada por
intelectuales y artistas y era mayormente temporal. A finales de esa década se da un vuelco, se
produce una migración explosiva de tipo laboral que tuvo sus picos en los años 91 y 92.
La migración hacia Europa ha decaído a partir del año 1993 (cuadro 3). Incluso las cifras
muestran que se está produciendo un retorno de peruanos en los últimos tres años.7
El país que más atrajo a peruanos fue largamente España seguido por Francia, Italia y
Alemania. Sin embargo, en los últimos tres años Holanda se ha convertido en el mayor país
receptor de peruanos en el Viejo Continente.
Según Altamirano, la emigración hacia Europa la realizó en su mayoría gente de clase baja o
clase media empobrecida que llegaba a Europa a trabajar de manera ilegal en la construcción
civil, en fábricas o en el empleo doméstico.
La mayoría de esos migrantes se iban solos, porque eran solteros o porque dejaban a su
familia.
Otra característica de la migración a Europa, que se debe más a lo reciente de la migración que
a la cantidad de personas que han migrado, es la inexistencia hasta el momento de barrios de
migrantes latinoamericanos y la poca presencia de asociaciones u organizaciones de migrantes
de esta parte del mundo. En cambio en EEUU los barrios y asociaciones de peruanos o
latinoamericanos son muy numerosas, lo que supone que en Norteamerica el migrante se
encuentre en menor situación de aislamiento que en Europa.
¿Y América Latina?
7
Vemos la misma situación en el caso del Japón. Al parecer se
están produciendo retornos masivos después de haber habido una
gran oleada migratoria en los años anteriores. Canadá también
registra un saldo maigratorio positivo en los últimos años.
Hasta antes de 1980 la emigración peruana en América Latina no era muy significativa a
excepción de un solo país, Venezuela.
Un cuadro publicado por CELADE8
muestra que la población peruana que vivía en
Venezuela en 1980 (19,956) era inmensamente superior a la de migrantes peruanos en
cualquier otro país de América Latina. En Argentina, Chile y Brasil, que siguen a Venezuela
en cuanto a tamaño de la colonia peruana, los migrantes del Perú bordean apenas los 5 mil. La
misma fuente revela que en 1971 la población peruana en Venezuela era apenas de 2,168, lo
que demuestra que la emigración de peruanos hacia ese país fue rápida y violenta.
En los últimos diez años la emigración peruana a países latinoamericanos se incrementó
bruscamente, teniendo como sus destinos principales Ecuador, Chile, México, Panamá,
Venezuela y Argentina (cuadros 1, 2 y 3). Curiosamente, Venezuela ha sido ampliamente
superada por otros países latinoamericanos como foco de migración.
Para dar un ejemplo de esta migración de tipo explosivo comparemos la cifra de peruanos que
fueron a los siguientes países en la última década (cuadros 1, 2 y 3) con la cifra de migrantes
registrada por el CELADE9 para los años que se encuentran entre paréntesis: Ecuador: 1,887