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123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678123456781234567812345678
Integrantes del GEPAMA:- Dr. Jorge Morello, Director.
[email protected] Dra. Silvia D. Matteucci.
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Dr. Walter Pengue. [email protected] Lic. Andrea F.
Rodrguez. [email protected] Ms. Mariana Silva.
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Fronteras (ISSN 1667-3999)
Publicacin Anual del Grupo de Ecologa del Paisaje y Medio
Ambiente
Facultad de Arquitectura, Diseo y Urbanismo Universidad de
Buenos Aires
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Ao 6N 6Octubre2007
- EditorialPor Jorge Morello
...............................................................................................................
I
Artculos
- Ambiente y Ecologa en un pas joven agroexportador:
ArgentinaJorge Morello y Andrea Rodrguez
....................................................................................
1
- Un indicador de sustentabilidad para las unidades
administrativas de una reginSilvia D. Matteucci
..............................................................................................................
12
- Procesos de transformacin en las reas de borde
agropecuario,cambio climtico y efectos de las nuevas demandas
productivas
Walter A. Pengue y Jorge Morello
......................................................................................
18
- Regin y estudios regionales. Consideraciones desdelos
diferentes enfoques de la Geografa
Claudia A. Baxendale
.........................................................................................................
29
Comunicaciones y avances
- Metodologa para la clasificacin de ambientes enel Sistema
Nacional de reas Protegidas, Argentina.
Morello, J.; A.F. Rodriguez; M.E. Silva;N. Mendoza y S.D.
Matteucci
.............................................................................................
37
- Los sin dato. Una propuesta para pensar, mejorar y
ejecutarSilvia D. Matteucci
..............................................................................................................
41
- reas de potencial conflicto entre usos del suelo:identificacin
mediante el uso de Sistemas de Informacin Geogrfica(Primera Parte:
descripcin metodolgica)
Gustavo D. Buzai y Claudia A. Baxendale
..........................................................................
45
Actividades
.....................................................................................................................................
50
Anuncios
.........................................................................................................................................
51
Nuevo Libro Crecimiento urbano y sus consecuencias sobre el
entorno rural. El caso de la ecorregin pampeana
.............................................. 52
Publicaciones del GEPAMA (2006-2007)
........................................................................................
53
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12 Ao 6 - N 6, Octubre 2007
CONICET-GEPAMA, UBA. [email protected]
El trmino sustentabilidad ha sido muy maltra-tado, diversamente
definido y mal usado. El concep-to subyacente es esquivo, poco
claro y demasiadogeneral como para admitir su medicin. Tanto es
asque en 1992 surgi la necesidad de una reunin in-ternacional1 para
discutir los alcances del concepto.Qued claro entre los
participantes que sustentabi-lidad no deba confundirse con
desarrollo sustenta-ble. Este ltimo trata de promover el desarrollo
yasegurar su sostenibilidad; involucra dos conceptosincompatibles
en el sistema capitalista: sustentabi-lidad y desarrollo. Por otro
lado, sustentabilidad sig-nifica el mantenimiento y an
mejoramiento, sin de-gradacin y a largo plazo (Munasinghe y
Shearer,1995). Se reconoci que la sustentabilidad
involucrainteracciones complejas entre los componentes
bio-geofsicos, econmicos, sociales, culturales y polti-cos y que el
requisito para el sostenimiento de la so-ciedad humana es la
sustentabilidad de la base derecursos que soportan la vida.
Aunque el objeto de la sustentabilidad es el sub-sistema
biogeofsico, el subsistema social es deter-minante porque es la
sociedad la que debe respondera cuestiones tales como: cules son
los recursos quedeben mantenerse, por cunto tiempo, de qu mane-ra,
si la sustentabilidad debe enfocarse hacia el man-tenimiento del
nivel de produccin o a la resiliencia yadaptabilidad, quines se
beneficiarn con los recur-sos y cmo se distribuirn los beneficios.
Esto es, losparmetros de la sustentabilidad deben surgir en laarena
poltico-social (Munasinghe y Shearer, 1995).Tambin son centrales
los subsistemas social y pol-
tico cuando se trata de comprender la razn de laproliferacin de
sistemas de produccin que atentancontra la sustentabilidad
biogeofsica, destruyendola base de su propia existencia.
La comprensin de las causas de la no sus-tentabilidad pueden
ayudar en la gestin a travs denormativas que incentiven la
proteccin de la basebiogeofsica de la produccin. En primer lugar,
se re-quiere conocer la situacin y ac surge la necesidadde
herramientas que permitan evaluar el grado de sus-tentabilidad en
un sistema ambiental complejo (huma-no-social). Se han propuesto
muchos ndices o indi-cadores de sustentabilidad; un ejemplo es el
Sistemade indicadores de la Repblica Argentina (SECyT,2005), en el
cual se perciben las contradicciones en-tre variables analizadas
individualmente. Este trata-miento de indicadores aislados impide
la compren-sin de las interacciones y dificulta la recomenda-cin de
acciones concretas. La sustentabilidad, tan-to en el anlisis como
en la prctica, es un procesomultivariado, incomprensible desde el
estudio de indi-cadores aislados.
La ciencia de la sustentabilidad ha sido definidacomo una nueva
disciplina cuyo objeto de estudio ex-plcito es el conjunto de las
interacciones dinmicasentre naturaleza y sociedad (Retain, 2005).
Desde hacepoco ms de una dcada enfoca temas tales comocomplejidad
auto-organizada, vulnerabilidad y resilien-cia, inercia, umbrales,
respuestas complejas a presio-nes mltiples interactuantes, gestin
adaptativa, apren-dizaje social. Se ocupa de investigacin en sitios
par-ticulares para proveer soluciones a escala local, re-gional y
global (Clark y Dickson, 2003).
1International Conference for the Definition and Measurement of
Sustainability:the biophysical foundations, reunida en el World
Bank,Washington D.C., junio 1992
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13 Ao 6 - N 6, Octubre 2007
Una herramienta importante y efectiva para elestudio y prctica
de la sustentabilidad ha sido laobservacin y monitoreo de los
cambios de uso ycobertura de la tierra, con el objetivo de evaluar
elefecto de los procesos de cambio sobre el funciona-miento de los
ecosistemas, y sobre los bienes yservicios que ellos proveen. Otro
campo crecientede investigacin es la comprensin de los mecanis-mos
biogeofsicos asociados a los cambios del usode la tierra. Ambos
enfoques, que analizan causas yconsecuencias de los cambios de
uso-cobertura dela tierra, constituyen una de las ramas en
crecimien-to de la Ecologa de paisajes (Wu y Hobbs, 2002;Brgi et
al., 2004), y son la frustracin de los que nosinteresamos en estos
temas en la Argentina y otrospases latinoamericanos (Matteucci,
2007). Los mo-delos ms recientes incorporan variables sociales
yeconmicas y pueden analizar no slo las causas yconsecuencias
biogeofsicas, sino tambin aquellasque tienen que ver con las
actividades humanas,las decisiones polticas y la cultura. Resultan
astiles para la gestin.
Las investigaciones, que han permitido desa-rrollar modelos
descriptivos y predictivos de los cam-bios, involucran la dimensin
histrica de los elemen-tos del sistema que se estudia. Es
imprescindibledefinir no slo los lmites espaciales y los
compo-nentes del sistema, sino la escala temporal, selec-cionando
los perodos que reflejen los principalescambios, sean estos del
paisaje o de los actoressociales o de las causas que impulsan los
cambios(driving forces). Son muchos los ejemplos de aplica-cin de
modelos descriptivos y predictivos, basa-dos sobre la evolucin en
perodos ms o menos lar-gos de datos cartogrficos y censales
(Agarwal etal., 2002; Campbell et al., 2005; Pontius et al.,
2001;Redman et al., 2004; Rindfuss et al., 2004; Veldkampy Fresco,
1996; Veldkamp y Verburg, 2004; Wear yBolstad, 1998).
En nuestro pas, se hace muy difcil, sino im-posible obtener
datos histricos de las variables re-levantes, ya sea porque no
existen o porque losmtodos de captura y procesamiento carecen
de
consistencia y por lo tanto no admiten comparacio-nes
temporales. Se hace imperioso acudir a herra-mientas que permitan
evaluar los efectos de los cam-bios del uso de la tierra sobre los
subsistemas socialy econmico sin necesidad de recurrir a datos
histri-cos. En la investigacin realizada en la zona Norte yEste de
la ecorregin pampeana, abarcando los par-tidos de la Pampa Ondulada
y del borde de la Pam-pa Deprimida, he partido del supuesto que si
el so-porte fsico de la produccin es adecuado y el usode la tierra
se ajusta a las condiciones de dicho so-porte, los resultados deben
manifestarse en las con-diciones de vida de la poblacin. Para
validar esta hi-ptesis he usado el anlisis de Procustes2.
Los bilogos y eclogos estamos familiariza-dos con los anlisis
multivariados de ordenamiento,tales como anlisis de factores,
anlisis de compo-nentes principales, anlisis de correspondencia,
en-tre otros. Los usamos para reducir el espacio multi-dimensional
formado por tantos ejes como variables,ya que cada eje representa
la variacin de una varia-ble regionalizada. En los estudios de
vegetacin, porejemplo, las variables regionalizadas son las
espe-cies registradas en sitios con ubicaciones espacia-les
definidas. El anlisis ordena los sitios, de acuer-do al grado de
similitud entre ellos en trminos de lacomposicin de especies, en
unos pocos ejes quesintetizan el espacio multidimensional y, de
esta ma-nera es ms sencillo asociar los sitios a alguna va-riable
externa, en general referida a condiciones delhbitat. Las tablas de
resultados proveen valores queindican cules son las variables de
mayor peso encada eje y qu porcentaje de la variacin total
repre-senta cada uno de ellos. El grfico de dispersinmuestra la
ubicacin relativa de cada sitio en el parde ejes sintticos, donde
la distancia entre un par deobjetos representa el grado de
disimilitud entre ellosen trminos del conjunto de variables
sintetizadas enel par de ejes. Si en el mismo grfico se dibujan
losejes de variacin de las variables se obtiene un biplot,en el
cual es posible visualizar cul es la asociacinentre sitios y
variables. El mismo procedimiento pue-
2 Agradezco a la Dra. Laura Pla por haber sugerido el Anlisis de
Procrustes (una novedad para mi) cuando solicit su consejo
pararealizar regresiones mltiples que permitieran asociar los
diversos conjuntos de variables.
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14 Ao 6 - N 6, Octubre 2007
de emplearse con cualquier conjunto de variables aso-ciadas a
unidades espaciales, por ejemplo los partidosde la provincia de
Buenos Aires segn datos sociales,tipos de suelo o cualquier otro
conjunto de variablesregistradas por partido.
No resulta tan sencillo comparar las ordenacio-nes de un mismo
conjunto de objetos obtenidas conconjuntos distintos de variables.
Por ejemplo, si seordenan los sitios de censos de flora de acuerdo
a laabundancia por especie en cada sitio y luego se orde-nan de
acuerdo a un conjunto de caractersticas fsi-cas de los sitios, se
obtienen resultados aparente-mente distintos. Pero son distintos o
se ven distin-tos? Uno puede imaginarse el resultado del
ordena-miento como una constelacin de puntos en un es-pacio de
dimensiones reducidas, digamos bi- o tridi-mensional, la cual puede
disponerse de muchas ma-neras en el espacio an cuando las
distancias entrelos objetos se mantengan. As, dos grficos de
dis-persin obtenidos con dos conjuntos diferentes devariables
pueden verse diferentes pero en realidadno lo son porque se
mantienen las relaciones de dis-tancia (grado de disimilitud) entre
todos los pares deobjetos. Se ven diferentes porque uno de los
grfi-cos de dispersin puede estar girado, rotado, despla-zado y
expandido con respecto al otro.
Esta paradoja es resuelta por el anlisis de Pro-crustes, que es
una tcnica matemtica que compa-ra dos o ms conjuntos de datos y
trata de hacercoincidir los objetos de una de las ordenaciones
consus homlogos de la otra. En trminos matemticos,minimiza la suma
de las desviaciones al cuadradoentre los pares de ubicaciones de
cada objeto en am-bas constelaciones, para lo cual gira, rota,
traslada yexpande o contrae una de las constelaciones en rela-cin a
la otra sin modificar las relaciones de distanciaentre los objetos.
El anlisis de Procrustes calcula unparmetro que se llama consenso,
que se expresa enporcentaje y refleja el grado de ajuste entre las
orde-naciones; cuanto mayor es el porcentaje de consen-so, mayor es
el ajuste entre las configuraciones espa-ciales de los objetos. Los
valores de consenso refle-jan el grado de asociacin entre los
conjuntos de va-riables; si las ordenaciones muestran altos valores
deconsenso significa que los conjuntos de variables conlas cuales
se obtuvieron conducen a configuracionesespaciales similares y por
lo tanto puede suponerseque estn asociados directa o indirectamente
(no ne-cesariamente existen relaciones causa-efecto entreambos
conjuntos de variables). El anlisis tambinprovee la contribucin
porcentual de cada objeto alporcentaje total de consenso, indicando
el grado deasociacin entre los conjuntos de variables en cadapar de
objetos homlogos.
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15 Ao 6 - N 6, Octubre 2007
!
En un sistema de administracin federalizado,como el de nuestro
pas, y no obstante los desequi-librios an existentes, cada Unidad
Administrativaes responsable de la gestin de su territorio y de
lasactividades que all se realizan. Segn la Ley Orgni-ca de las
Municipalidades (Decreto-Ley 6769/58, mo-dificado 47 veces entre
1968 y 2004) cada municipioes el encargado de disear su presupuesto
en fun-cin de los recursos disponibles y los gastos previs-tos.
Desde hace algunos aos, los municipios reci-ben, adems de los
montos por la recaudacin deimpuestos municipales, que en general
son propor-cionales a los ingresos econmicos de las personaso
empresas, una coparticipacin de los impuestospor ingresos brutos
recaudados por la Provincia (Ley10559/87). Ms recientemente, parte
de las recau-daciones impositivas se han descentralizado (Ley13010
modificada por Leyes 13163 y 13403), a tra-vs del Programa de
Descentralizacin Administra-tiva Tributaria, como por ejemplo los
impuestos al in-mobiliario rural y los ingresos brutos de
contribuyen-tes de mayores ingresos. Es responsabilidad del
Mu-nicipio administrar los recursos financieros y distri-buir el
gasto pblico en necesidades de la comuni-dad (infraestructura,
salud y desarrollo social). Cadauno elabora su propio Plan Maestro
de asignacinde tierras a los diversos usos y est bajo su
respon-sabilidad el hacer cumplir dicho plan.
En los partidos del norte y este de la provinciade Buenos Aires,
donde predominan las actividadesagropecuarias, es de esperar que
aquellos con me-jores condiciones para la produccin y usos de
latierra acordes al soporte fsico, sustenten una pobla-cin con
mejores condiciones sociales y, por el con-trario, los partidos con
escasos recursos edficospara la produccin albergarn una poblacin
con ca-rencias. Con esta premisa, se analiz el universo delos
partidos rurales sobre la base de tres conjuntosde variables
indicadoras: soporte fsico de la produc-cin agropecuaria, uso de la
tierra y condiciones so-ciales. Los conjuntos de variables son
independien-tes en cuanto provienen de distintas fuentes: a)
comoindicadores de soporte fsico de la produccin seusaron 7
variables de topografa y calidad del suelodel Atlas de Suelo de
INTA; b) para uso de la tierrase seleccionaron 8 variables del
Censo Agropecuariodel 2002; c) las condiciones sociales se
representa-ron con 9 variables demogrficas e indicadores
debienestar del Censo Poblacional del 2001 (Matteucci,2006). Los
partidos se clasificaron mediante anlisis
de conglomerados en tres grupos productivos: agr-colas ubicados
en la Pampa Ondulada; ganaderosdel borde de la Pampa Deprimida y
agricola-ganade-ros del ecotono entre Pampa Ondulada y Pampa
De-primida. Cada grupo fue sometido a anlisis de Pro-crustes para
calcular los valores de consenso de lospares de conjuntos de
variables: Soporte fsico de laproduccin-Uso de la tierra y Uso de
la tierra-condi-ciones sociales. De este modo, los partidos
puedensepararse de acuerdo al porcentaje de consenso quecada uno
contribuye al consenso total del grupo pro-ductivo. Para
simplificar el anlisis, se emple comoumbral de separacin el
consenso promedio de cadagrupo productivo, y esto se hizo para los
dos paresde conjuntos de variables contrastadas.
En los 3 grupos productivos se encontraron las4 situaciones
posibles (las llamaremos casos: 1)valores de consenso altos para el
par de conjuntosde variables soporte fsico-Uso y para el par
Uso-Sociales; 2) valores de consenso alto para el parSoporte
fsico-Uso y bajo para el par Uso-Sociales;3) valores de consenso
bajo para el par Soporte fsi-co-Uso y alto para el par
Uso-Sociales; 4) valores deconsenso bajos para ambos pares de
conjuntos devariables. Esto es, el caso 1 agrupa a los partidos
encondiciones ptimas, en las cuales un buen soportefsico para la
produccin junto con un uso acorde dela tierra se refleja en el
bienestar de la poblacin. Elotro extremo se presenta en el caso 4,
en el cual elsoporte fsico no es el deseable para la
produccinagropecuaria, el uso de la tierra no se ajusta al so-porte
fsico y esta situacin se refleja en el bajo ni-vel de bienestar de
la poblacin. Los casos 1 y 4 sonesperables; corroboran la hiptesis
planteada. El caso2 rene los partidos que a pesar de tener aptitud
pa-ra la produccin y un uso acorde, contienen una po-blacin en una
situacin social indeseable. Por lti-mo, el caso 3 agrupa a los
partidos que tienen unuso de la tierra inadecuado para el soporte
fsico dela produccin agropecuaria, a pesar de lo cual la po-blacin
se encuentra en una situacin social relati-vamente buena. Los
ltimos dos casos (2 y 3) re-quieren investigacin especfica para
explicar el es-tado de situacin, que no es el esperado. La falta
debienestar de la poblacin en partidos con un poten-cial para la
produccin alcanzado mediante un usoacorde de la tierra est
indicando un desequilibrio enla distribucin de los beneficios, que
puede debersea una mala gestin o a un desequilibrio en la
transfe-rencia de recursos desde la Provincia. El bienestarsocial
logrado a pesar del uso inadecuado de lossuelos de aptitud
agropecuaria, puede deberse a in-
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16 Ao 6 - N 6, Octubre 2007
gresos que provienen de otras actividades no agro-pecuarias,
como turismo, o a una gestin que priorizala inversin en servicios
para la comunidad, o a in-gresos provenientes de crditos.
"
Un anlisis como el realizado en este trabajopermite diferenciar
las situaciones de los partidos yaplicar estrategias que respondan
a cada caso parti-cular. Es importante dilucidar las causas de
estasdiferencias entre las unidades administrativas y paraello se
sugiere realizar un anlisis de los PlanesMaestros y de su
cumplimiento, y de los planes es-
tratgicos de asignacin de fondos, en una submues-tra de cada uno
de los 4 casos hallados.
Las limitaciones del anlisis son varias. En pri-mer lugar, se
basa en una estrategia comparativa deobjetos; si se agregan otros
partidos pueden cam-biar las relaciones de disimilitud entre ellos
y tam-bin el promedio de consenso y, por lo tanto, la asig-nacin de
los partidos a cada uno de los 4 casos. Eneste sentido, es deseable
ampliar el estudio a todoslos partidos de la provincia de Buenos
Aires. En elanlisis no se contemplan variables culturales,
lascuales son importantes en la definicin de las estra-tegias de
gestin.
Los mtodos detallados y resultados comple-tos de este trabajo se
encuentran en Matteucci (2006).
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