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Cultural Studies &Cultural Value
John FrowOxford: Oxford UniversityPress. 1995.190 pgs.
Este texto se inscribedentro de la tradicin de losestudios
culturales, y propone elanlisis crtico de unaproblemtica que ha
sido centralpara dichos estudios: se trata de laadjudicacin de
valores en elmbito de la produccinsimblica y la
consiguientediferenciacin de los esferas de la"alta" y "baja"
culturas.
Desde el paradigma de lacrtica cultural, en sus
distintasversiones, ms o menossociologizantes, ms o
menosetnogrficas o literarias, se haintentado desarticular
lasjerarquas basadas en unaperspectiva universalizante,generadoras
de cnones y deterritorios marginales. Dichadesarticulacin ha puesto
enevidencia la historicidad unida aintereses de clase y la nouni
versalidad de los juicios devalor que haban estructurado
lasdistinciones entre "alta" cultura ycultura "popular".
Frow se inscribe en esta
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lnea, pero dirije su anlisis acomplejizar las relaciones
quecomnmente se han reconocidoentre cultura y clase social.
A travs de la lecturadetallada de la obra de PierreBourdieu,
Michel de Certeau,Stuart Hall y Ernesto Laclau,Frow examina la
organizacinsocial de la cultura, el conceptode lo "popular", las
relacionesentre capital cultural y clasesocial, y propone una
nuevamirada a las "economas" delvalor, a partir de la nocin
de"regmenes de valor" con la queintenta responder a lasdistorsiones
y exclusiones queuna economa general y"universal" del valor produjo
enel campo cultural.
La propuesta en estesentido sera un desplazamientodel trabajo
del crtico, quien enlugar de adoptar un discursovalorativo y
estimar el valorrelati va de un texto en relacincon otro texto
siguiendo uncriterio de imposible uni-versalidad, debera ms
bienanalizar las relaciones sociales delvalor, esto es, analizar
losdiscursos de valor, los paradigmassociales de evaluacin a partir
delos cuales los lectores generan susjuicios, las estructuras
ins-titucionales a travs de las cualesel valor se forma, se
transmite yse regula; la multiplicidad de
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modelos valorativos en funcinde la edad, la clase, el gnero,
laraza, etc. Pero este deseo deevitar formas prescriptivas
onormativas, segn el autor, llevanecesariamente a ocultar el
statusprivilegiado del crtico y suslazos con el poder social.
Por otra parte, el modelopostmoderno del relativismo, sibien
tiene el mrito de sostener lavalidez y la especificidad local
dediversas prcticas y cdigos deevaluacin, rechazando mantenerel
privilegio de cualquier culturasobre otra, llevara a un sistemade
celdas aisladas en el que nadiepodra referirse a mbitos en querigen
diferentes escalas de valor.
En este sentido la nocinde "rgimenes de valor", queFrow toma de
Arjun Appadurai,permite por un lado, dar cuentade la obligada
presencia dedominios de valor en todas lasprcticas culturales,
incluidasaquellas de la clase intelectual, ypor el otro, superar la
correlacindirecta entre grupos sociales yestructuras de evaluacin.
Elre grrnen de valor es una"institucin semitica que
generaregularidades evaluativas bajociertas condiciones de uso y en
lacual audiencias o comunidadesempricas pueden estar ms omenos
implicadas" (144); esrelati vamente autnomo y notiene una relacin
directa con
grupos sociales. El rgimen de la"alta" cultura, por
ejemplo,comprende una red deinstituciones, formales einformales,
que van desde elsistema educativo, las ins-tituciones teatrales,
musicales, losmuseos y las galeras de arte, a laindustria
editorial, el mercado delarte y las crticas y reseas de
lossuplementos culturales de losperidicos y de los programas
deradio y televisin.
Ahora bien, quisieradestacar que el concepto de"rgimen",
utilizado por Frow,expresa una de las premisasfundamentales de los
estudiosculturales, esto es, que ningntexto o prctica cultural
tiene unsignificado, valor o funcinintrnseco o necesario, y
quesignificado, valor o funcin sonsiempre el efecto de
relacionessociales y mecanismos designificacin especficos
ycambiantes.
As, por ejemplo,Vincent Leitch en su CulturalCriticism, Lite
rary Theory,Poststructuralism, (New York,Columbia University
Press,1992), utiliza la nocin de"regmenes de razn", parareemplazar
y superar algunosaspectos problemticos delconcepto marxista de
"ideologa"y "formacin social". ParaLeitch, la crtica cultural
se
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propone hacer visible en losobjetos, textos y prcticas,
lascreencias, categoras y repre-sentaciones no reconocidos o
nopercibidos dentro de un rgimende razn. Pero lo importanteaqu, es
que esas creencias,categoras y representaciones,operan
semiticamente dentro, yson consecuencia de, un rgimende razn
especfico.
En ambos textos, lanocin de "rgimen", intentarelativizar el peso
de lashegemonas culturales y superarlos enfoques esencialistas
ymecanicistas y, al mismo tiempo,sensibilizar el anlisis a
lasfuerzas de construccin,resistencia, transformacin ysubversin de
los textos yprcticas culturales.
Por ltimo, el texto deFrow desemboca en unareevaluacin del rol
de losintelectuales en tanto poseedoresde un capital cultural y
deintereses especficos de clase quea menudo han sido
desconocidos.Esto lleva al autor a replantearotro tema que
apareceasiduamente en la agenda de losestudios culturales de los
ltimosaos, el de la "representacin", enel doble sentido del
trmino,poltico y esttico, o dicho de otromodo, el derecho y la
posibilidadde la clase intelectual de hablar enlugar de o en nombre
de los
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sectores subalternos, aquellos quecarecen de un capital
culturaladecuado para interactuar en latrama discursiva de una
sociedad.El enfoque apunta funda-mentalmente a cuestionar
elocultamiento de los intereses declase que atraviesa todo
discursointelectual que se arroga elprivilegio de hablar por los
queno tienen voz. El lugar de losintelectuales en las sociedades
defin de milenio se reconfiguradesde el discurso crticointentando
por un lado, describircul es en realidad ese lugar, ypor el otro,
prescribiendoacciones tendientes a revalorizarcorporativamente el
rol de laclase intelectual en una sociedadque pareciera poder
prescindir desus servicios. Este es el caso deBourdieu en un
artculocomentado por Frow. All elsocilogo francs aboga por
losderechos que los intelectualesdeben afirmar como cualquierotro
grupo, tajes como el derechoa defender pblicamente su visinde
mundo, el derecho a defenderla autonoma del trabajointelectual,
etc.
Ahora bien, segn Frow,la pretensin de Bourdieu tiene eldefecto
de sobreestimar el valorsocial del trabajo intelectual sinenfatizar
lo suficiente en el hechode que tambin es un instrumentode poder y
de distincin de clase.
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Para el autor, los intelectualesslo pueden actuar de buena fe
entanto reconozcan que no se puedeescapar de las consecuencias
queacarrea la posesin de capitalcultural, como tampoco esposible
evadir el juego de losjuicios de valor y de la distincincultural.
Al mismo tiempo, elhacer visible una matriz deintereses que niega
la "utopa" delno lugar de los intelectuales,permitir no
universalizar lascompetencias de este grupo socialcomo normas
aplicables a latotalidad del campo cultural.
Jos MARISTANY
Instituto de AnlisisSemitico del Discurso.
UNLPam.
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