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MOVIMIENTO JUVENIL FRANCISCANO

“J U F R A – C H I L E”.

MANUAL DE FORMACIÓN PARA LA

MISIÓN

Juventud Franciscana de Chile



Agradecimientos

Con todo el cariño y el amor

Para nuestros hermanos de JUFRA Chile.

El Señor me ha regalado hermanos,

a ellos la entrega y el servicio.

Gracias al esfuerzo y trabajo de nuestras hermanas formadoras zonales

María Rodríguez

María José Gambino

Luis Andrés Cisternas OFM

Equipo de Formación Nacional



Presentación

El siguiente Manual de Misión Nacional, es un material pensado y concretado

tomando en cuenta las necesidades básicas de nuestros hermanos de JUFRA Chile,

quienes manifestaban la importancia de la Misión en la vida del hermano franciscano.

Este material es una respuesta a los signos de los tiempos, en que queremos ser

un aporte para nuestra sociedad desde una mirada cristiana – franciscana.

Uno de los ejes centrales de nuestro trabajo fraterno ha sido la MISIÓN, entregar a

nuestros hermanos de JUFRA Chile, algún material que oriente y guíe el proceso de

MISIÓN. Salir al encuentro de los demás es nuestra tarea más urgente, pero para eso

debemos tener nociones de lo que realmente significa salir a MISIONAR.

Dejamos en sus manos este material de apoyo en el crecimiento de su fe,

esperamos que sea de uso práctico en las distintas etapas del proceso JUFRA. Los que

hemos decidido seguir este camino franciscano sabemos que el amor de Dios puede

manifestarse en cualquier momento, por ello debemos estar atentos y entender el misterio

de Dios.

Este manual es solo la base para comenzar a misionar, pero sería muy útil que

cada fraternidad vaya anexando algunas experiencias personales o de la fraternidad o de

sus comunidades.

Cuando los formadores reciban este material es importante que lo revisen y hagan

un análisis del contenido del mismo y refuercen en sus hermanos de fraternidad las

experiencias en las que se encuentran más débiles.



Finalmente, que la Gracia y el Amor de Dios guíe los pasos de cada uno de nuestros

hermanos en Cristo Jesús. Que nuestro hermano de Asís se haga vivo en cada corazón y

haga lucir lo mejor de nuestro interior, que nuestra formación permanente haga brotar los

frutos que este mundo necesita para la construcción del Reino de los Cielos.

Un afectuoso abrazo a todos quienes reciban este material.

Fraternalmente en Cristo

Equipo de Formación Nacional

JUFRA Chile

Bienio 2012-2014



CAPÍTULO I “LA MISIÓN”



LA MISIÓN

Para desarrollar este capítulo, es necesario hacernos las siguientes preguntas:

¿Qué es misión?

¿Cómo se fundamenta?

¿Dónde puedo misionar?

¿Cómo me prepara la Iglesia para lograrlo?

¿Por dónde debo comenzar?

Para profundizar en el tema:

La palabra misión viene del latín y significa 'enviar'. Implica que la persona enviada

va a servir a otros. El significado de 'misión' no se limita a lo puramente geográfico de ir

en una localidad a otra, la Misión no tiene fronteras, no es un lugar geográfico, sino que

está dondequiera que estemos.

En su máxima expresión la misión es una experiencia abierta en el tiempo, es

descubrir una nueva vocación, una opción de vida, es responder diciendo Sí! al llamado

de Dios que pide hacer algo urgente por la unidad de los cristianos, que no dure unos

días, una semana o unos meses, sino que sea algo constante en el diario vivir.

Es una conversión, un cambio de actitud en la vida cristiana, en la pertenencia a la

Iglesia Católica. Durará la Misión mientras dure la necesidad de reunir a todos los hijos de

Dios en un solo rebaño y bajo un solo pastor Jesucristo y unidos en comunión a Pedro (el

Papa), quien es el punto de encuentro de todos los seguidores de Jesús para encontrar la

comunión.

Hoy en día la misión de la iglesia, tiene por objetivo testimoniar el amor de Dios a

todos los hombres en Cristo crucificado y resucitado, realzando la voluntad salvífica de

Dios a través de la presencia crítica de los cristianos en las situaciones mundanas

deterioradas en lo interhumano, social y político, en las que todavía no reina la Paz.

Motivación: Conversando con la fraternidad ¿Qué te recuerda o sugiere esta palabra?

(misión de verano, la gran misión, misioneros, etc)



No olvidar que:

MISION es un ENCARGO, una TAREA.

Se trata aquí de un ENCARGO de Dios

MISIONERO es la persona que realiza, que cumple este cargo

El misionero más grande es JESÚS.

El ESPIRITU SANTO es el que actúa en la misión. Es el principal actor. No hay misión, ni

misionero sin ÉL.

¿CUÁNDO NOS HACEMOS PARTE DE LA MISIÓN QUE DIOS NOS PROPONE?

El Bautismo nos invita a ser misioneros en nuestra vida diaria. Dios nos envía a

que seamos personas que se esfuerzan diariamente para anunciar la Buena Noticia de

Jesús y para ayudar a que el Reino de Dios sea más visible en nuestro mundo. San

Ignacio de Loyola entendía que él y quienes se iban a inspirar con su visión, deberían

sentirse enviados con Cristo a trabajar en el mundo de Dios para la gloria de Dios y para

el bien espiritual o material de todos los hombres y mujeres.

ACTIVIDAD GRUPAL

Análisis Bíblico en grupos:

Lectura N° 1: ¿A quién se atribuye el resultado del envío? Proclamar el texto: Jesús

enviado del Padre (Juan 17, 20-21)

Preguntas de reflexión:

¿A qué fue enviado? ¿Cómo demostró quién lo enviaba?

¿Qué resultado tuvo su envío? ¿Quién logró ese resultado?

Los cristianos, ¿a qué son enviados? ¿Cómo deben demostrarlo?

¿Qué pasará si no demuestran que son enviados?

El éxito de la misión, ¿a quién debe atribuirse?

*En una cartulina, dividida en dos partes escriben las características de los personajes de

la lectura, mientras que por la otra parte, las características de cada uno en la fraternidad.



¿Estaremos “capacitados para la misión” como jóvenes franciscanos? ¿A qué le

tememos?

Lectura N° 2: Lc 4, 18-20. ¿Qué nos dice el texto?

Para profundizar en el tema:

Jesús leyó este pasaje del A. T. En Isaías 61, mientras Jesús lo leía, descubrió

que esa era su misión, para eso lo envió su Padre a la tierra, por eso se encarnó. El

Espíritu Santo lo consagró para realizar este recado de Dios y Jesús de inmediato partió a

cumplirlo, dejando todo: su hogar, su trabajo, su pueblo. Jesús tomo muy enserio su

misión, porque vio en ella la voluntad de su Padre y esta voluntad era para EL tan

importante que decía: “Mi alimento es cumplir la voluntad de mi Padre”. Esta misión le era

tan sagrada que para realizarla cabalmente y consecuentemente, tuvo que pasar por la

muerte en cruz.

También nosotros somos consagrados por el espíritu santo para seguir la misión

de Jesús. Esto sucedió en el dia de nuestro bautismo y luego en la confirmación

asumimos personalmente y libremente esta misión.

Preguntas de reflexión

¿Cómo la hemos cumplido hasta hora?

¿Conocemos personas que han tomado en serio su misión?

*Plenario: Cada grupo comparte su experiencia



¿EN QUÉ CONSISTE NUESTRA MISIÓN?

Leer Mt 28, 18-20 “Vayan y hagan discípulos…enseñen a cumplir lo que yo les he

encomendado. Estaré con ustedes todos los días…hasta el final”

Y respondan en grupo a las siguientes preguntas:

¿A quiénes envía Jesús?

¿Qué les encarga?

¿Cómo se hace esto?

¿Con que tono los envía?

¿Qué les promete?

¿QUIENES ESTAN DESTINADOS A MISIONAR?

Los destinatarios de la obra evangelizadora de la Iglesia se encuentran en una doble

dirección:

A) Primera dirección: Hacia el exterior la Iglesia tiene como destinatarios a todas

aquellas personas que nunca han recibido la Buena Nueva de Jesucristo. Aquí el

mandato del Señor Jesús es categórico: "Id y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mt

16,15). Esta es la razón por la que la Iglesia se siente llamada.

B) Segunda dirección: Hacia el interior, y aquí la iglesia percibe una doble tarea:

Un primer grupo de destinatarios de la evangelización son aquellos que han

recibido la fe y que permanecen en contacto con el Evangelio. La Iglesia debe

profundizar, consolidar, alimentar y hacer cada vez más madura la fe de aquellos que se

llaman ya fieles o creyentes.

Un segundo grupo de destinatarios hacia el interior lo conforman todos aquellos

cristianos que no son practicantes de la vida cristiana.

"Toda una muchedumbre, hoy día numerosa, de bautizados que, en gran medida, no han

renegado formalmente de su bautismo, pero están totalmente al margen del mismo y no lo

viven. La ausencia de práctica religiosa se encuentra en los adultos y en los jóvenes, en la



elite y en la masa, en las antiguas y en las jóvenes Iglesias... La acción evangelizadora de

la Iglesia no puede ignorarlos ni desentenderse de ellos; debe buscar constantemente los

medios y el lenguaje adecuado para proponerles la revelación de Dios y la fe en

Jesucristo"



¿QUÉ LINEAS DE EXPANSIÓN PODEMOS MISIONAR?

a) El grupo familiar: El concepto familia en esta misión es amplio, es decir; va más allá

del cuadro de la familia tradicional que viven en una misma casa o de la familia biológica;

también, en esta clasificación entra la familia espiritual (pertenecientes a una orden

eclesial o congregación religiosa) y la familia no espiritual (la que comúnmente tenemos

en nuestros trabajos, lugares de estudio, en lo rutinario del día), diversidad de familias

monoparentales, madres adolescentes , pares drogadictos, alcohólicos, entre otros.

b) El trabajo: En algunas zonas de nuestro entorno, a veces nuestros hermanos se ven

generalmente rodeados de hermanos evangélicos o de diversas tendencias de

pensamiento o creencia religiosa. Estos son considerados en esta misión como católicos

destinatarios a donde los misioneros de Fe buscarán llegar como prioridad. Son realmente

hermanos necesitados de cercanía, apoyo y solidaridad de parte de la Iglesia Católica y

es allí donde aparece un Misionero de la Fe.

c) Los hospitales: Estos son lugares muy buscados por nuestros hermanos separados y

están allí los hermanos católicos más necesitados por su condición de enfermedad y

también por la insistente incitación de nuestros hermanos evangélicos de quererlos

convencer a cambiar de religión de manera manipuladora. Deberían hacer el bien de

visitar los enfermos sin meterse con el credo religioso del enfermo, tal como lo hacen las

hermanas de la Caridad fundadas por la Madre Teresa de Calcuta. No se piden requisitos

religiosos para atender a una persona que tiene hambre o que está enferma y vive en

pobreza. En los hospitales los misioneros tienen un hermoso campo de trabajo. Es un

hermoso apostolado el que un hermano puede hacer, dando razón de su fe,

defendiéndola y orientando bíblicamente a los hermanos enfermos a aceptar su condición.

d) Las cárceles: Este será sin duda un gran desafío por lo que resulta más complicado

desarrollar esta misión, con hermanos menores de edad, debido a la exposición de

enfrentarse con personas que se recluyen ahí por motivos mayores. La misión no solo se

basa en la presencia de la persona en el lugar físico, aquí se sugiere desarrollar folletos

de misión, donde los reclusos puedan conocer y profundizar la Palabra desde dentro del

recinto.

e) Centros Educativos: He aquí un valioso campo de expansión para la misión por el

elevado número de personas que conviven y se relacionan diariamente, porque allí se

expande el conocimiento y se forman nuevas generaciones. En estos ambientes vale la

pena hacer un esfuerzo de invertir y reproducir en abundancia los folletos de manera que

se le puedan repartir a la población estudiantil católica.



f) Cargos de dirección: En instituciones, empresas y organizaciones comunitarias son de

vital importancia fortalecer en la fe los hermanos que ocupan alguna responsabilidad al

frente de grupos humanos. Ello permitiría que estas personas, que son los que

ordinariamente ejercen la toma de decisiones, puedan orientar con asertividad los asuntos

internos de alguna diferencia surgida por temas doctrinales cristianos. Se tiene

experiencia de las adversidades que encuentran nuestros hermanos en estas

instituciones cuando los cargos directivos están ocupados por personas de alguna secta o

grupo no católico que sean fundamentalistas y fanáticos (no son todos pero si abundan):

el trato es ordinariamente sesgado y preferencial para los no católicos

g) Situación Calle: En algunas zonas de nuestro entorno, los hermanos que padecen

esta vivencia se ven generalmente rodeados de personas de diversas tendencias de

pensamiento o creencia religiosa. Estos son considerados en esta misión como católicos

destinatarios a donde los misioneros de Fe buscarán llegar como prioridad. Son realmente

hermanos necesitados de cercanía, apoyo y solidaridad de parte de la Iglesia Católica y

es allí donde aparece un Misionero de la Fe.

h) Medio Ambiente: En este ámbito podemos llegar a muchas personas, dándonos el

tiempo como jufristas y amantes de la ecología al llamado de concientizar a la población

de los cuidados que requiere nuestros espacios físicos, nuestros hermanos menores y

todos los elementos que reúne el medio para con nosotros.

(VER ANEXO)



MISION DE LA IGLESIA

"Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia a toda criatura" (Mc. 16,15)

La Misión:

Surge del envío que Jesús hace a sus discípulos para anunciar y significar la Buena

Nueva (Mt 10,5-8)

Tiene una importancia decisiva para los discípulos. Esta importancia queda confirmada

por la abundancia de textos misioneros que aparecen en los Evangelios (Mt5, 13;

13,31.33.47; Mc 3,14; Mt 28,19).

Tiene como contenido fundamental a Jesucristo como Salvador (Hch 5,31) Por medio de

Él, Dios ofrece a todos los hombres una vida nueva.

Se acompaña de gestos significativos y reales que hacen visible y creíble la verdad de su

mensaje (Hch 2,14-16. 3,12-26; 5,12-16)

En breve recorrido que hemos hecho por la vida de las primeras comunidades cristianas,

nos permite afirmar:

La misión de la Iglesia se fundamenta en la misión de Jesús como enviado del Padre para

la liberación de la humanidad.

La razón histórica del ser de la Iglesia es prolongar la misión de Cristo y hacerla visible en

la historia de los hombres.

La misión es la verdadera y única tarea de la Iglesia



MISIÓN DE LA IGLESIA "EVANGELIZACIÓN"

La palabra evangelizar significa "buen mensaje", "buena noticia". Jesús designa

como "Evangelio" la llegada del Reino de Dios, que provocará la liberación de los

oprimidos y la justicia para los pobres. Este es el anuncio que manda proclamar a sus

discípulos tras la Resurrección: "Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia

(Evangelio) a toda criatura" (Mc 16,15)

El Concilio Vaticano II recordó que "la universalidad de la misión de la Iglesia, la cual

se esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres, se basa en el mandato

explícito de Cristo y las exigencias radicales de la catolicidad de la Iglesia"

Jesús da una orden precisa a los apóstoles "Proclamad la Buena Nueva a toda la

creación" (Mc 16,15), "Haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28,19), con una

predicación suscitada a la conversión para el perdón de los pecados (Lc. 24,47).

En el momento de la Ascensión, los discípulos limitan aún su esperanza al Reino de

Israel, pues le preguntan a su Maestro: "Señor ¿Es en este momento cuando vas a

restablecer el Reino de Israel?" (Hch. 1,6). En su respuesta, el Salvador les muestra

claramente que deben superar el horizonte, y que ellos mismos deben convertirse en

testigos no solo en Jerusalén, sino también en toda Judea y Samaria "y hasta los confines

de la tierra" (Hch 1,8)

El Redentor no cuenta únicamente con la docilidad de los discípulos a su palabra, sino

también con el poder superior del Espíritu Santo que les promete "Recibiréis la fuerza del

Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros" (Hch 1,8)

_________________

"Evangelii Nuntiandi"

Ad Gentes nº1



La evangelización es el proceso total mediante el cual la Iglesia, movida por el Espíritu:

Anuncia al mundo el Evangelio del Reino de Dios

Da testimonio entre los hombres de la nueva manera de ser y de vivir que él inaugura

Educa en la fe a los que se convierten al Evangelio del Reino

Celebra, mediante los sacramentos, la presencia del Señor Jesús y el don del Espíritu

Impregna y transforma con su fuerza todo el orden temporal

(VER ANEXO)

La Iglesia podrá llevar a cabo su misión evangelizadora siempre que transparente

y comunique con su vida lo que proclama en su mensaje. Jesús al anunciar a sus

discípulos que eran la sal de la tierra y la luz del mundo, les advirtió del peligro que

constituía el que la sal perdiera su sabor o el que una lámpara fuera tapada con una olla

(Cfr. Mt 5,13-15)

Las situaciones cambiantes, los continuos avances de la ciencia, las modernas

formas de relación entre las personas, obligan a la Iglesia a perpetuar en sí misma la

novedad del Evangelio; la actuación del Espíritu Santo la capacita para responder con su

vida y su palabra a los retos que constantemente le presenta nuestra civilización. Esta

actuación del Espíritu, que la conduce a la verdad plena (Cfr.Jn 15,12-14), se realiza a

través de diversas mediaciones como:

La acogida valiente de la Palabra de Dios, que al penetrar en los corazones cuestiona las

estructuras, actuaciones y comportamientos.

Los signos de los tiempos, es decir, los deseos y aspiraciones profundas de las personas

de la sociedad actual, que se ven plasmados en el esfuerzo a favor de la paz, la justicia,

los derechos humanos, la ecología...

Las voces que se elevan desde la opresión, la marginación la pobreza extrema "el clamor

de los sin voz"



En tanto, el Papa Francisco, motiva el llamado a misionar la Fe, de esta forma:

“Siempre, cuando el Señor llega a nuestra vida, cuando pasa por nuestro corazón, te da

una palabra y también esta promesa: ‘Ve hacia delante… ánimo, no temas, ¡porque tú

harás esto!’. Es una invitación a la misión, una invitación a seguirle. Y cuando llega este

segundo momento, vemos que hay cosas en nuestra vida que no funcionan, que

debemos corregir y las dejamos con generosidad. O también hay algo en nuestra vida de

bueno, pero el Señor nos inspira a dejarlo, para seguirle más de cerca, como sucedió

aquí: estos dejaron todo, dice el Evangelio. ‘Sacaron a tierra las barcas, dejaron todo,

barcas, redes, ¡todo! Y lo siguieron”.

“Jesús tiene para cada uno una misión y una promesa…si no hay oración verdadera, si no

se siente la presencia de Dios…”

Promesa, petición, misión, estos tres momentos ha afirmado finalmente el Papa

Francisco, no tienen que ver solo con la vida activa, también con la oración. Así que,

afirmó, “una oración sin una palabra de Jesús y sin confianza, sin promesa, no es una

buena oración”. Segundo, es bueno pedirle a Cristo que nos ayude a dejar cualquier cosa

y esto predispone al tercer momento, porque no hay oración en la que “el Señor no inspire

algo que hacer.

PROPUESTAS DE MISIÓN (VER ANEXO)



CAPÍTULO II “LA MISIÓN

FRANCISCANA”



CÓMO FRANCISCO ENTENDIÓ LA MISIÓN

Cuando Francisco piensa en la misión de sus hermanos, no se basa en sus

propias ideas, ni en puntos de vista prácticos, sino en lo que ocurre en lo más íntimo de

Dios mismo. El origen y la procedencia, se encuentran en el Padre mismo: la manera

como envió a su Hijo, y la forma como cumplió el Hijo esa misión.

La misión del movimiento franciscano

La misión de la Iglesia no puede ni debe ser otra que la prolongación y

continuación de la misión de Jesús. También Clara y Francisco entienden esto, tal como

Jesús y la Iglesia, también el movimiento franciscano tiene:

El mismo origen: el Padre

• La misma meta: aportar al ciclo del amor;

• El mismo modelo: Jesucristo y su posición respecto a la pobreza, el sufrimiento y

la aceptación obediente de la muerte.

Cuando Francisco declara solemnemente, que Dios ha enviado a sus hermanos

por todo el mundo (cf. Cta O 9), muestra en quién se debe buscar el origen, a saber, en

Dios mismo, y qué territorios abarca su misión: todo el mundo. Su principal objetivo es el

de anunciar que Dios es bueno, para alabarlo con sus palabras y obras y para "que hagan

saber a todos que no hay otro omnipotente sino él." (Cta O 9). ¿Qué otra cosa es esto,

sino la misión de Cristo?

El le reveló al mundo quién es Dios, sobre todo su amor, su "poder", en el lenguaje

de Juan, su "divinidad", y su bondad. También a Francisco le corresponde una existencia

misionera, la cual incluye el Verbo en la vida diaria. (cf. 1 R 11; 14; 17,3). Y de la misma

manera Clara sabe que, a pesar de su vida oculta, las hermanas han de ser " espejo y

ejemplo para los que viven en el mundo". (Test Cl 6)

Anunciarles a los hombres a Dios

En su regla (1 R 21), Francisco les expone a sus hermanos un modelo de

predicación, el cual pueden utilizar libremente, dependiendo, claro está, de las

circunstancias y del público. Ese modelo consta de dos partes:

• La primera parte invita al pueblo a acercarse al misterio de la Trinidad: "Teman y

honren, alaben y bendigan, den gracias y adoren al Señor Dios omnipotente en Trinidad y

Unidad". (1 R 21 sig.).

• En la segunda parte Francisco llama a la conversión (penitencia), la cual

básicamente se manifiesta en el perdón y en el amor al prójimo (cf. 1 R 3s).



En otro aparte Francisco resalta sobre todo el misterio de Dios, su majestad e

incomprensibilidad. A él se deben convertir todos los hombres en una fe y penitencia

verdaderas (cf. 1 R 17,17s.; 23,7-11). Es muy notorio ver que Francisco prácticamente

parece reducir la fe y la penitencia, a la cual invita a los "hermanos menores y siervos

inútiles", al amor y anhelo hacia Dios (cf. 1 R 23,7).

De esa manera el sermón misionero franciscano está en concordancia con el

sermón de Jesús: "y conozca el mundo, que tú me enviaste y los amaste, como me

amaste a mí.... y así, el amor con que me amaste estará en ellos, y yo también estaré en

ellos" (1 R 22,53s. = Jn 17,23.26)

Comportarse como Jesús:

Los hermanos deben saber que al anunciar a Dios, deben seguir los pasos de

nuestro Señor Jesucristo, el cual llamó amigo a Judas y que voluntariamente se entregó a

aquellos que lo crucificaron. (cf. 1 R 22,2). Ellos más bien deben estar preparados a sufrir

cualquier clase de hostigamiento y sufrimiento, a evitar peleas y disputas (cf. 1 R 3,10; 16,

6-11). Deben someterse a toda criatura y confesar que son cristianos (cf. 1 R 16,6). Tal

como Jesús, ellos deben ser humildes y pacientes de corazón (cf. Mt 11,29), deben ser

apacibles, pacíficos y mesurados, mansos y humildes (cf. 2 R 3,11). "Y por su amor deben

exponerse a los enemigos tanto visibles como invisibles, porque se dieron y abandonaron

sus cuerpos al Señor Jesucristo" (1 R 16,10s.).

También Clara no desea otra cosa que "seguir los pasos de Cristo y de su

santísima madre" (FVCl 0,3). "Camino se nos hizo el Hijo de Dios", escribe ella en su

Testamento (Test Cl 2). A su contemporánea en Praga, santa Inés, Clara la invita:

"observa, considera, contempla, con el anhelo de imitarlo, a tu Esposo,... por tu

salvación.... despreciado, golpeado y azotado de mil formas en todo su cuerpo, muriendo

entre las atroces angustias de la cruz. Porque si sufres con El, reinarás con Él; si con Él

lloras, con Él gozarás..." (2 Inés 20). El comportamiento de Jesús determina la

convivencia en San Damián, incluyendo el lavado de los pies, el cual realiza Clara para

con sus hermanas. (cf. LCl 12).

La meta de la misión franciscana

El capítulo 22 de la Regla no bulada, une dos fragmentos de Jn 17,24 y Mt 20,21:

"Padre, quiero que los que Tú me entregaste estén ellos también conmigo, para

que contemplen tu gloria, en tu reino" (1 R 22,55). La adición "en tu reino", nos muestra la

gloria que esperaban los discípulos. Entonces, esta es la meta de la misión de Jesús y de

la misión franciscana. Que los hombres participen de la gloria del Padre; llevarlos al reino

del Padre, que les está "preparado desde el origen del mundo" (Mt 25,34; 1 R 23,4).

Ese reino es el cumplimiento del ruego de Jesús: que sus discípulos estén con él y

que puedan ver la gloria del Padre. Es el cumplimiento de todo anhelo humano.

Francisco, en su Exhortación cantada a las señoras pobres de San Damián, lo expresa



también de otra forma: "Ya que cada una será reina en el cielo coronada con la Virgen

María."(ExhCl 6).

A tales alturas sólo llegamos muy lentamente - por medio de esfuerzos diarios, entre

progresos y retrocesos. Solos no lo podemos lograr, por eso necesitamos de la

comunidad de hermanos y hermanas.

MISIÓN FRANCISCANA:

Objetivos:

1. Procurar mantener una fe firme y recta para ser transmitida a la diversidad de

personas.

2. Se busca llevar el mensaje de Cristo a cada casa, familia y persona que vive en la

comunidad a misionar.

3. Promover la acción misionera de la iglesia, fomentando la fe católica

¿Cómo hacer una misión?

OBJETIVO:

Conocer mejor el llamado que Jesús nos ha hecho desde nuestro Bautismo y cómo

debemos responder en nuestra familia, para que desde nuestra casa demos respuesta a

esta invitación a ser discípulos y misioneros

BIENVENIDA:

Sean bienvenidos a esta reunión donde profundizaremos el llamado de Jesús a ser sus

discípulos misioneros. La cuaresma que vivimos debe despertar nuestro compromiso

misionero. Seamos misioneros no sólo en la Semana Santa sino siempre y en todo lugar

comenzando por nuestro hogar.

ORACIÓN o CANTO:

Ven, Espíritu Santo…

EXPERIENCIA DE VIDA:

Es probable que más de algún hermano haya tenido la experiencia de “misionar”.

Recuerda tu experiencia y compártela con nosotros.

(Las siguientes preguntas se hacen y se escuchan algunas respuestas)



+ ¿Qué fue lo que te motivó a ir a misionar?

+ ¿Encontraste algún tipo de dificultad para poder ir a misionar: económica, o en tu

familia?

+ ¿Has pensado alguna vez que el llamado de Jesús a ser discípulo y misionero no es

para una semana del año sino para vivirlo cada día de tu vida?

+ ¿De qué manera podemos vivir nuestra vocación de discípulo misionero también en

casa?

PALABRA DE DIOS:

Leamos el Texto bíblico de Juan 1, 35 – 42 (Dar tiempo para que lo busquen en la

Biblia). Pongan atención en los personajes, los verbos y el encuentro que se da entre

ellos.

Juan 1,35-42

“Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo en el mismo lugar con dos de sus

discípulos. Mientras Jesús pasaba, se fijó en él y dijo: "Ése es el Cordero de Dios." Los

dos discípulos le oyeron decir esto y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo

seguían, les preguntó: "¿Qué buscan?" Le contestaron: "Rabbí (que significa Maestro),

¿dónde vives?" Jesús les dijo: "Vengan y lo verán." Fueron, vieron dónde vivía y se

quedaron con él aquel día. Eran como las cuatro de la tarde.”

Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que siguieron a Jesús por

la palabra de Juan. Encontró primero a su hermano Simón y le dijo: "Hemos encontrado al

Mesías" (que significa el Cristo). Y se lo presentó a Jesús. Jesús miró fijamente a Simón y

le dijo: "Tú eres Simón, hijo de Juan, pero te llamarás Kefas" (que quiere decir Piedra).

Respondamos a las preguntas: (Si se quiere se pueden comentar por parejas o

tríos y luego dar algunas respuestas en el plenario).

¿Qué dicen, qué hacen y cómo se sienten las diferentes personas que intervienen en esta

lectura? ¿Qué me dice Jesús a través de este texto?

¿Cómo ha sido mi encuentro con Jesús? ¿Cuánto tiempo me paso con Él?

REFLEXIÓN Y EXPLICACIÓN:

Esta lectura del Evangelio de Juan nos dice que de pronto vio Juan que pasaba

Jesús y dijo a sus discípulos: “Ése es el Cordero de Dios”. Cuando oyeron esto los

discípulos de Juan siguieron a Jesús. En verdad, Juan es misionero. Él prepara y señala

el camino, acompaña a sus discípulos y los conduce a Jesús.



Jesús al ver que lo seguían se volvió y les preguntó “¿Qué buscan?” Ellos con los

ojos abiertos y con un corazón ardiente le respondieron “Maestro ¿dónde vives?”, Jesús,

lleno de amor se da y les comparte su vida diciendo “Vengan y lo verán”. Fueron y vieron

donde vivía. Ellos se sintieron cautivados al vivir una experiencia diferente de un

encuentro profundo e íntimo. Eran las cuatro de la tarde y se quedaron el resto del día.

Podemos pensar en lo que significó para ellos:

1.-Juan les mostró a Jesús.

2.-Lo siguieron

3.-Le preguntaron dónde vivía,

4.- Fueron con él, vieron dónde vivía

5.- Pasaron aquel día con él

6.- Eran como las cuatro de la tarde.

Juan y Andrés hacen un descubrimiento progresivo de la persona de Jesús. Fue

tan hondo y personal que la hora de este hecho quedó guardada en su memoria. Para

ellos el tiempo no contó. Jesús entró en lo profundo del corazón de cada uno y los

cautivó. Así cautivados fueron a invitar a otros.

En todo este proceso veamos cómo Juan es quien “fija la vista” en Jesús y le llama

“Cordero de Dios”. Jesús es el nuevo Cordero que libera a su pueblo de la esclavitud del

pecado y le hace pasar de la muerte a la vida. Luego Jesús “fija la vista” en Pedro y le

llama Cefas (“piedra”). Al llamarlo y darle un nombre nuevo lo elige para una misión.

Jesús invita a sus discípulos a “venir y ver”, es decir, a experimentar su forma de

vivir. Inmediatamente, los discípulos “fueron”, “vieron” y “se quedaron” con él.

Los discípulos de Juan, entre ellos, Andrés, escuchan las palabras de su maestro,

que los encamina a Jesús. No sólo “ven y escuchan”, sino que “atienden y actúan” en

consecuencia, siguiendo a Jesús. Luego Andrés va a buscar a su hermano Simón, le

habla de su experiencia y lo lleva hacia Jesús.

Cada uno vive una experiencia profunda y vital con Jesús y desean que otros la

tengan también. El llamado inicia con una curiosidad que lleva hasta Jesús; a vivir un

encuentro personal en su propia casa, en su propia intimidad, donde se escucha la

llamada y donde se decide el seguimiento. Porque a la llamada del Señor se ha de

responder con la decisión de seguirle, como discípulo, aprender junto a su maestro para

luego ser enviado. Ha de conocer a profundidad su vida, cada uno de los diferentes

aspectos, lo humano y lo divino, ha de percibir cada uno de los detalles, escuchar su voz



y aprender de cada una de sus palabras, para que sus palabras también sean palabras

que den vida. El discípulo ama lo que ama su Maestro. Tiene con Él una misma

comunión de intereses. Por eso el misionero vive con intensidad el amor a las personas,

empezando en su propia casa, con la entrega de su vida a su familia, dando vida, viendo

a cada uno con la mirada de Jesús, educando desde los valores evangélicos y guiando al

que tiene cerca hacia Jesús.

Reflexionemos: Seamos honestos con Jesús y con nosotros mismos. ¿Cómo ha

influido mi encuentro con Jesús en mi carácter y en mis relaciones en casa? ¿En qué va

cambiando mi vida (Pausa) ¿Me queda el saco de que “soy oscuridad en mi casa”?

(Pausa). ¿Estoy dispuesto a ser misionero de 24 horas? (Pausa) ¿De verdad es Jesús

quien vive en mi casa y la paso con Él…? (Pausa para reflexionar)

Actividad:

La actividad que realizaremos será la de escribir una carta a mi familia en la que

les manifestemos el deseo de ser discípulo-misionero de Jesús en el hogar. Conviene que

les expresemos nuestro amor, que celebremos el cariño que sentimos por la familia. Si es

necesario reconozcamos con sencillez nuestros errores e invitémosles a caminar como

discípulos misioneros de Jesús.

Canto: Formamos la Gran Familia.



Tema III: Características de

la misión franciscana.



EL MISIONERO FRANCISCANO

Objetivo: Descubrir en la historia de vida personal, en el encuentro con la persona

de Jesucristo y en la vida en fraternidad, los lugares fundamentales desde donde el

misionero franciscano es enviado al encuentro con los hermanos, para crear espacios

enaltecedores, de paz, justicia, fraternidad y dialogo.

Motivación:

Invita a cada hno. y hna. de la fraternidad a “recordar” experiencias pasadas de

misión, aunque sean las más mínimas, para luego poner en común, aspectos que te

parecieron importantes en dicha oportunidad.

Por ejemplo, recuerda:

¿Cómo fue la preparación a la misión?

¿Cómo te relacionante con los otros misioneros?

¿Qué compartiste con las personas que visitaste?

¿Qué te causaron desde lo emocional las historias escuchadas? ¿Qué te provoco

el la enfermedad, la soledad, y la pobreza, en esas historias?

Luego, para continuar profundizando en la misión, se invita a recordar desde lo

sentido o experimentado:

¿Con que aspectos de la misión vivida me siento identificado/a? ¿por qué?

¿En qué aspectos de la misión experimentada encuentro más dificultades?

¿Cuáles? ¿Por qué?

Una vez que todos se hayan identificado aproximativamente con algún modo de misión,

en parejas se comparte lo pensado, a través de algún dibujo que refleje el estilo de misión

con el cual vislumbro mayor sintonía.



ANÁLISIS DE LA EXPERIENCIA

En este segundo momento continuamos profundizando en la experiencia

misionera, la cual va siendo desgranada y mejor entendida. Por eso, se invita a que cada

hermano y hermana, que reflexione:

¿Tendrá alguna relación la identificación con tal o cual modo de misión con virtudes o

cualidades personales? Puedes ir enumerando…

Para este trabajo personal, es necesario facilitar el tiempo que sea necesario, pues no se

trata de que los/as hnos/as escriban algo para salir del paso, sino que realmente vayan

dando algunos pasos, por mínimos que sean, de autoconocimiento.

DISCERNIMIENTO DE LA EXPERIENCIA

Lo que hemos ido conociendo de nosotros mismos, ahora lo vamos a profundizar a

la luz del Evangelio y de nuestro hermano Francisco de Asís.

PRESUPUESTOS IRRENUNCIABLES DEL MISIONERO FRANCISCANO.

El misionero franciscano, ya sea religioso, religiosa o laico, tiene a la base de su

misión presupuestos irrenunciables y fundamentales, desde los cuales sale al encuentro

de los hermanos. Estos presupuestos son: la historia de vida personal, el encuentro con

Jesucristo, y la fraternidad.

En Francisco de Asís, podemos descubrir, según las fuentes biográficas, que Dios

irrumpe en su vida, en medio de un proyecto que iba a llevar a cabo, marchar a la Pulla

como caballero y así acrecentar las riquezas y honores1. Con esto, solo quiero señalar

que Francisco es enviado al encuentro con los demás desde su historia personal, pues

Dios se abre camino en medio de su situación vital, es decir, en lo que va aconteciendo

en su propia vida. En otras palabras, tendríamos que decir, que el Señor visito la vida de

Francisco, y él supo reconocer su paso y su presencia permanente. Este ejemplo de la

vida del pobrecillo, nos motiva a mirar nuestra vida personal en clave de historia de

1 Cf. 1 Cel II.



salvación, porque verdaderamente el Señor ha visitado a su pueblo, ha visitado cada

historia, y ahora ha visitado y visita cada acontecimiento que has vivido. Para esto,

tenemos que recordar, volver a pasar por el corazón nuestra historia personal con sus

momentos luminosos pero también con aquellos que quisiéramos borrar; y con esto último

muchas veces nos preguntamos, ¿Cómo reconocer a Dios en el dolor, en el sufrimiento,

en la soledad, en la enfermedad, en la crisis, en el abandono? Solo podemos decir en fe,

que Dios sin ser el autor de dichos sucesos tristes en nuestra vida y en la vida del mundo,

se abre camino en medio de ellos, para fortalecernos, levantarnos, consolarnos y

enseñarnos. Releyendo nuestra historia como historia de salvación, porque hemos

descubierto que Jesús también ha sido parte de ella, comenzamos a percibir en nosotros

mismos una cierta inquietud por compartir el paso de Dios por nuestra vida, llegando a

convertirnos en el eco de un gran encuentro, en verdaderos testigos de aquello que

hemos visto y escuchado: el Señor consolando a su pueblo, consolando mi propia vida

personal. Y así, casi sin darnos cuenta comenzamos a ser auténticos misioneros

franciscanos, quizás sin la expertisia del misionólogo pero con la vida cargada de

presencia.

De esta manera, nuestra historia desde el horizonte y la aventura de la fe, ya no es la

misma, ya que un nuevo personaje se ha incorporado a la trama, personaje que parece

acompañar cada escena de la historia. Este encuentro con la persona de Jesucristo,

como el segundo presupuesto irrenunciable para la misión, si tiene a la base la historia de

vida personal, no será solo un encuentro intelectual o teórico, sino también

profundamente existencial y afectivo. Por eso, vivido así, la relación con Jesús no será de

siervo a Señor, sino más bien de amigo a amigo, de hermano a hermano. Un encuentro

con la persona de Jesucristo desde la historia de vida personal, nos permite ser

auténticos testigos, como lo fue nuestro hermano Francisco de Asís, quien “hablaba

muchas veces con su Señor. Allí respondía al Juez, oraba al Padre, conversaba con el

amigo, se deleitaba con el Esposo” (2 Cel 95). Entonces, encontrarnos con Jesús desde

la historia de vida personal, permite que la relación que tengamos con El, vaya siendo

transformadora. Por ejemplo, aquella Buena Noticia, que Jesús ha venido a anunciar,

vamos a dejar de asumirla solo como algo funcional que tengo que aprender para

comunicar a otros después, sino mas bien la iré asumiendo también como Buena Noticia

para mi vida, para mi historia. Así, si Dios ha venido a traer Buena Nuevas a los pobres,

seré yo el primero en sentirme pobre, pues soy consciente y conozco la riqueza de mi

vida pero también la pobreza que hay en ella. Partir desde aquí a la misión, nos hace



verdaderos testigos del Dios consolador, y cuando nos encontremos con el dolor hecho

rostro concreto en la gente, dejaremos de decir alguna palabra por la simple razón que se

debe decir algo, para pasar a escuchar con el corazón y acariciar la herida del hermano

con nuestra atención y si es necesario con palabras sentidas, surgidas del encuentro vital

con Jesús de Nazaret. En definitiva, quien nos llama y nos envía a la misión es Jesucristo,

y por ello, en la medida que cultivemos más la relación y el encuentro con el amigo y el

hermano Jesús, mayor será nuestro conocimiento de él, porque el amigo da a conocer

todo lo que sabe.

En esta historia de vida personal y en el encuentro con la persona del resucitado, siempre

encontramos hermanos a nuestro alrededor. De hecho, para conocer a Jesucristo hemos

necesitado a otros que nos lo hayan transmitido. Para Francisco la fraternidad es también

el lugar desde donde se va a la misión, pues cada hermano que llega a la fraternidad es

considerado como un don dado por el Señor, un verdadero hermano, al cual reconozco

como tal porque Dios se me ha revelado como Padre. Por esa razón, para Francisco el

hermano debe ser amado y cuidado. Dirá el santo de Asís al respecto: “Y dondequiera

que estén y se encuentren unos con otros los hermanos, condúzcanse mutuamente con

familiaridad entre sí. Y exponga confiadamente el uno al otro su necesidad, porque si la

madre nutre y quiere a su hijo carnal (cf. 1 Tes 2, 7), ¿cuánto más amorosamente debe

cada uno querer y nutrir a su hermano espiritual?” (RB VI 7- 8). De esta manera, si el

amor fraternal se hace presente en nuestras fraternidades podemos decir con seguridad

que ellas se convierten en testigos evidentes del amor de Dios a la humanidad. Muchas

veces pensamos que haciendo más y nuevas actividades podemos alcanzar mejor

nuestros objetivos misioneros, pero la verdad es que nuestra primera palabra potente a la

sociedad es que como jóvenes podemos vivir con otros relaciones fraternas y amarles,

ese otro que muchas veces es diferente, pero que más allá de esa diferencia existe

alguien que nos hace dignos a todos, el Padre Dios, que ama a cada hombre y mujer con

un amor particular, dando dignidad a cada persona humana. Por eso, aquí podemos

preguntarnos con sinceridad ¿creo que la vida de mi fraternidad por sí misma es

misionera? ¿Qué sigue obstaculizando nuestro amor entre hermanos/as? ¿Dónde

fundamos el amor a los hermanos/as de la fraternidad? Un misionero que va a la misión

habiendo tenido una experiencia previa de fraternidad, va al encuentro de las personas

para encontrarse con un hermano, a quien llama como tal no solo por un formalismo

religioso sino porque ha aprendido a acoger la vida del otro como un regalo y un misterio

que debe ser cuidado y custodiado. El capitulo general de los hermanos menores en



Madrid el año 1972, escribió estas palabras acerca de la dimensión profética de la vida

franciscana: “ciertamente, nuestra forma de vida, en la medida que es vivida, constituye

una fuerza de contestación de la mediocridad y de la flaqueza de las personas y de las

estructuras (& 11). La misión esencial de nuestra fraternidad, su vocación en la Iglesia y

en el mundo, consiste en la realización vivida de nuestro proyecto de vida. Nuestra

aportación a la construcción de la Iglesia y de la humanidad es ante todo de este orden:

damos testimonio, en primer lugar, con nuestra propia vida (& 31)”2

ASPECTOS IMPORTANTES DEL MISIONERO FRANCISCANO

Desde lo dicho, debemos decir entonces, que el misionero franciscano, no es un

simple transmisor de ideas, no es pedagogo de valores y no es un mero servidor público.

Quizás puede tener cierta semejanza con algunos actores sociales, pero como ya he

indicado, el punto de partida es Jesucristo presente en los tres presupuestos

2 La vocación de la Orden hoy, OFM: Madrid 1972.

Sugerencias para fortalecer en nuestras fraternidades Jufra los tres presupuestos

irrenunciables.

1.- Integrar en nuestra vida de fraternidad la historia de vida personal, en primer lugar estando atentos a

lo que vive cada hermano y hermana, y en segundo lugar, sirviéndose de la ayuda de talleres y

profesionales de las distintas disciplinas humanas.

2.- Integrar en nuestra vida de fraternidad, la práctica de la lectura orante de la Palabra de Dios (Lectio

Divina), para que esta luego sea vivida diariamente por los hermanos y hermanas. Facilitar espacios de

oración y silencio. Profundizar mediante la formación en la espiritualidad franciscana.

3.- Integrar en nuestra vida de fraternidad, un espacio dentro del encuentro semanal, para que cada uno

pueda compartir lo vivido en los últimos días. Además, trabajar las relaciones interpersonales, ya sea a

través de la animación fraterna, como a través de los talleres sugeridos anteriormente.



irrenunciables. Por eso, hay que decir con fuerza que el misionero ideal no es

simplemente el que tiene mayores habilidades para llegar a los demás, cosa que sin duda

es una ayuda importante, pero aún continua siendo un elemento accesorio al misionero.

Para nuestra espiritualidad franciscana, el misionero es cada hermano/a con sus

dones y virtudes, los cuales son puestos a disposición de la fraternidad, primera instancia

evangelizadora y anunciadora del Reino de Dios. De esta manera, lo explicitan las fuentes

biográficas al referirse al hermano perfecto3. Por lo mismo, el encuentro con la propia

historia personal y con Jesucristo son fundamentales, pues allí también vamos

reconociéndonos en nuestra identidad para luego entregarnos de corazón a los

hermanos, y viviendo así, podamos testimoniar el Reino del amor, la justicia y la paz que

ya se ha inaugurado.

La regla Bulada dirigida a los hermanos menores, es también fuente de inspiración

para todos quienes anuncian a Jesucristo al estilo de Francisco de Asís. Lo primero que

se puede desprender de este texto legislativo es que, los hermanos son peregrinos y

forasteros en este mundo4. Por tanto, todos nosotros tenemos que vivir sintiéndonos

hermanos de todos, sin apego a ningún lugar y a la vez, vivir mirando la realidad última,

el cielo. Teniendo este horizonte de vida, nuestra prioridades comienzan a reordenarse,

para poner en primer lugar a Dios con su Reino, y al hermano/a con su particularidad. Por

ello, al ir de misión debemos siempre recordar que vamos a encontrarnos con otros que

ante todo tienen su dignidad, y por lo mismo, merecen ser respetados y amados. Esta

actitud, es exhortada por Francisco de Asís, cuando nos dice: “Aconsejo, amonesto y

exhorto en el Señor Jesucristo a mis hermanos que, cuando van por el mundo, no litiguen

ni contiendan de palabra (cf. 2Tim 2, 14) ni juzguen a otros; sino sean apacibles, pacíficos

y mesurados, mansos y humildes, hablando a todos decorosamente, como conviene”.5

Esta actitud de la misión franciscana es un duro golpe al egocentrismo religioso, y

a la efervescencia juvenil que al salir de misión, muchas veces llega al encuentro del

hermano poniéndose por encima de las personas, pretendiendo ser un conocedor de todo

y un referente moral. El hermano/a franciscano/a cuando llega a un hogar, llega como

hermano poniéndose en el mismo lugar del otro, sin buscar privilegios, e incluso, si es

necesario debiendo rebajarse. En otras palabras, existen ocasiones en que somos

oyentes de debilidad, enfermedad y pecado; frente a esto no podemos juzgar o dar

3 Cf. EP 85.

4 RB VI 2.

5 RB III 11-12



consejos, sino solo estar al lado del otro escuchándolo amorosamente. Si el otro se me

revela en su debilidad, yo tengo que hacerlo sentir amado por Dios, a través de mi

acogida, escucha y perdón; la misma que Dios que ha tenido con cada uno.

Por otro lado, en la Regla no bulada, San Francisco se dirige a los hermanos que

son enviados entre sarracenos y otros infieles, entre los cuales invita a comportarse de

dos modos: “uno, que no promuevan disputas y controversias, sino que se sometan a

toda humana criatura por Dios (1 Pe 2, 13) y confiesen que son cristianos. Otro, que,

cuando les parezca que agrada al Señor, anuncien la Palabra de Dios para que crean en

Dios omnipotente, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo…”6 Ya decíamos, que el misionero/a

franciscano/a es enviado como hermano/a, y por ello no va a convencer a nadie de modo

proselitista sino a ser testigo con la propia vida, y cuando sea necesario, de palabra. Esta

exhortación de Francisco se refiere a la misión de los hermanos entre creyentes de otras

religiones e infieles, entonces, con mayor fuerza nuestra actitud fraternal debe estar

presente cuando vamos al encuentro de hermanos cristianos. Por lo mismo, hoy en medio

de una sociedad eminentemente pluralista y laica, nosotros no podemos situarnos en ella

de modo proselitista e intolerante, sino testimoniando el Evangelio con nuestra propia

vida. En este aspecto, podríamos mirar la contingencia de nuestro país, que vive un

momento histórico, porque habiendo un desigualdad social escandalosa los ciudadanos

se han empoderado de la situación, saliendo a las calles de modo masivo a protestar y

exigir sus derechos. Muchos de los jóvenes que participan de estas marchan, no profesan

religión alguna, y menos la cristiana, sin embargo, notamos que sus demandas son justas

y se condicen con el evangelio. Por tanto, creo de modo muy personal, que junto con

apoyar dicho empoderamiento ciudadano, nosotros debemos volver a revalorizar la

propuesta franciscana de fraternidad, que es una respuesta desafiante y concreta a la

estructura social que se nos ha impuesto. Volvamos a Francisco de Asís, y miremos su

entorno social. El Medioevo estaba totalmente estratificado, es decir, la sociedad estaba

dividida en diferentes clases sociales, desde el rey, pasando por los clérigos, los nobles,

los burgueses, los esclavos y los pobres. Pero Francisco con la fraternidad inaugura un

nuevo tipo de sociedad, abandonando el sistema del siglo para entrar en el sistema del

Espíritu, donde cada uno posee la misma dignidad de hermano, realidad que trasciende el

status económico, académico y religioso. Por eso, Francisco comienza a vivir al lado de

los leprosos. Si en nuestra fraternidad vivimos entre nosotros relaciones justas, de

respeto e igualdad, podremos ser testigos y profetas. Con esta reflexión, podemos pensar

6 Rnb XVI , 6-7.



en integrar en nuestras experiencias misioneras pequeñas fraternidad que sean signos de

esperanza y profecía, anunciando que un nuevo modo de sociedad justa, fraterna,

solidaria y de igualdad es posible.

Otro aspecto, que el misionero/a franciscano/a debe tener muy presente es el

dialogo. Vivimos en una sociedad que ha perdido la práctica del encuentro con el otro, y

por lo mismo, se le ha olvidado dialogar. Hoy habla quien tiene mayor fuerza y poder, hoy

habla un computador mientras su usuario guarda silencio, hoy solo habla el creyente y

Dios es ignorado. Por eso, podemos preguntarnos: ¿se dialogar? Esta pregunta no es tan

ingenua, ya que en las misiones, estaremos constantemente invitados a dialogar, sin

embargo, sabemos que muchas veces todo queda en un monologo, en la indiferencia o

en el formalismo religioso. El dialogo es saber que frente a mi hay otro presente, y

que mutuamente podemos manifestarnos con la palabra, y a la vez escucharnos.

Dialogar es también saber integrar en la vida lo antagónico u opuesto, por ejemplo, al

momento de buscar responsabilidades normalmente culpamos a uno y absolvemos a otro,

pero quizás deberíamos decir que en ambos hay responsabilidades y que al mismo

tiempo ambos pueden ser perdonados. Esto sería algo así como aprender a ver la vida en

blanco “y” negro, y no solo, en blanco “o” negro, en otras palabras, la vida y toda situación

tiene matices. El dialogo, nos permite ir más allá de las diferencias, para llegar a lo único

importante: la persona. En definitiva, dialogar con los hermanos que encontremos en el

camino debe llevarnos a poner todo nuestro ser en el otro/a al momento en que habrá su

casa y corazón.

Hasta aquí, algunas de las características del misionero/a franciscano/a. Muchos

otros aspectos quedaron sin mencionar, pero lo importante, es que tomando muy en serio

los presupuestos irrenunciables del misionero franciscano podamos ir testimoniando y

fraternizando, en el cuidado a los hermanos, en la igualdad y en el dialogo, como los

aspectos vitales del misionero franciscano, sabiendo que la vida es la primera que

anuncia y denuncia.

Tema V: ¿Cómo y cuándo misionar?

Diversas actitudes afrontan aquellos que se lanzan en pos de una misión ya sea

“ad gentes” (hacia los pueblos aún no evangelizados) y lo que se conoce por despertar

esa religiosidad dormida o vitalizar el primer anuncio. En torno a esto, podemos encontrar

distintas miradas, aunque con matices.

Tal vez resulte más bien comprensible provocar una distinción entre aquellos que

proponen una evangelización lenta y sólo inducida por el testimonio y otra más bien



directa o directiva (“yendo al grano”), que sin perder mucho tiempo se anuncia a Jesús y

se invita a prepararse a los sacramentos y con esto basta. Con mayor o menor similitud

casi podríamos establecer una veintena de posturas misioneras. Casi todas con algún

toque carismático propio de la congregación promotora o de la diócesis motivadora

Para reflexionar primero debemos preguntarnos:

¿Cuál es nuestro compromiso para trasmitir la palabra de Dios como cristianos?

Según lo compartido en los encuentros de formación sobre la vida de san Francisco de

Asís, ¿Qué importancia tenía para el santo el misionar?

¿Qué importancia tiene la misión para la vida de un cristiano que ha decidido seguir a

Cristo según los pasos de san Francisco de Asís?

Las dos formas de misión que se mencionan en la introducción encierran en sí un

tremendo condicionamiento humano: la lenta sería como un novio indeciso que nunca

propone nada serio y al final se queda solo. “Nosotros damos el plato de comida en el

comedor y los evangélicos le dan la palabra de Dios en el templo”, afirmaba un curita

maduro en serena acepta

ción de la lentitud del anuncio. La fórmula del anuncio misionero más directivista

entraría a formar parte de la “parábola del sembrador”, con algunos arreglos. Porque este

sembrador sólo quiere sembrar, pero es perezoso y no prepara la tierra.

La Iglesia está para ser testimonio y anuncio de Cristo, entonces no se puede

desgastar todo el arsenal sólo en atención social. ¿Qué diferencia hay entre el servicio

social de algunas pequeñas congregaciones y algunas ONG´s? ¿De qué excelencia

educativa habla un colegio católico cuando no prioriza el anuncio de Cristo? ¿De qué se

precia ese abundante grupo de alumnos misioneros de clase media que dejan poblada la

biblioteca de una escuela pobre del Chaco si no tuvieron tiempo, ni se prepararon para

hablar de ese gran libro llamado “Biblia”?



Actividad en grupo

Materiales:

Cartulinas

Lápices

Plumones

Temperas

Materiales para adornar

Antes de salir a misionar es importante que cada uno de nosotros exponga desde

su punto de vista cuales son las características que necesita un misionero para llevar la

palabra de Dios a todo el mundo.

Se reunirán en grupos de no más de tres personas, darán sus opiniones sobre el

tema y realizarán un afiche que contenga las respuestas del grupo.

Después cada uno de los grupos presentará su trabajo al resto de la fraternidad,

luego de terminadas las presentaciones de cada uno de los grupos, el secretario deberá

anotar las palabras que se hayan repetido para poder profundizar más en el significado de

cada una de ellas y tenerlas presentes para los encuentros posteriores.

La misión requiere valentía, astucia, creatividad y sobre todo experiencia de fe. No

se puede ser misionero de “nueva promo”. La misión anida en la fe, no inventa, no

disfraza, no especula. La misión suelta el suelo seguro, no mira para atrás, no entierra

primero a sus muertos, no asegura su futuro con amigos. La misión arriesga, vende todo,

expone, peligra, desafía. No se esconde la lámpara, se ilumina con luz propia, no da lo

que no tiene, no comparte de lo que carece.

¿TODOS ESTAMOS LLAMADOS A MISIONAR?

Los católicos por lo general, somos pasivos y sólo unos pocos que son muy

activos, pareciera que la obligación de llevar el mensaje de Jesucristo a todo el mundo, es

de un pocos voluntarios, pero frente a la realidad del mundo es necesario que todos los

católicos salgamos de nuestras burbujas y nos lancemos a predicar la palabra y el amor

de nuestro Dios.



Esto significa que tenemos que realizar en acciones lo que rezamos, es tiempo de

dejar de ser fieles que solo recibimos, ya es hora de salir a predicar todo lo que

diariamente aprendimos de nuestra fe, ciertamente, dentro de nuestros medios y

posibilidades, pero tenemos que disponernos a actuar y asumir nuestro papel de

misionero.

¿Quién es el misionero? ¿Quienes piensan ustedes que son los misioneros?

El misionero es la persona que enseña y predica la religión cristiana en las

misiones o en tierras de no creyentes en nuestra fe, y estas tierras, no solo están en un

continente lejano, son también en las que vivimos, la que pisamos a diario.

Para el cristiano, ser misionero, es una obligación que tenemos que cumplir, este

es un encargo que nos dejó Jesucristo.

¿CUÁNDO UN CRISTIANO ES MISIONERO?

Lugares de misión:

1) Cada vez que participamos en las celebraciones eucarísticas, recibimos el encargo

de misionar, ya que en la Santa Misa, nos encontramos con Cristo resucitado, por tanto

luego tenemos que ser testigos de su resurrección en el mundo.

2) Escuchamos la Palabra de Dios. Luego nos toca transmitirla a los demás.

3) Recibimos el Pan que da la vida; luego estamos invitados a vivir la vida nueva.

4) Nos reunimos como hermanos, por tanto luego nos dispersamos para ser

hermanos de todos los hombres.

5) Alabamos a Dios con nuestras oraciones y con nuestros cantos, por tanto

convertimos nuestra vida ordinaria en una alabanza continua a Dios.

En la Eucaristía, Nos hemos asociado a la entrega total de Cristo al Padre y a los

hombres; ahora vamos a verificar esta entrega con todas nuestras obras.

-Estos son algunos de los ejemplos de lugares y situaciones en las cuales los cristianos

están llamados a la misión. Ahora se invita a los hermanos de fraternidad a dar sus

propios ejemplos o experiencias personales de misión en la vida diaria.



Reflexionemos el siguiente extracto del Evangelio:

Nos dice el Señor Jesús:

"Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación” (Mc 16, 15)

-¿Qué nos dice esta frase?

Para profundizar nuestra reflexión:

Nosotros los católicos, junto con el anuncio de la Buena Noticia, hacemos presente el

carácter universal de la Salvación. Jesucristo, en efecto, es el Salvador del mundo entero.

El Señor quiere que todos los hombres se salven por medio de él. Dios no discrimina

nacionalidades ni razas, para El no existen los privilegios para ninguna cultura, no

importan las clases sociales, al contrario, El se reserva para los que en apariencia nada

valen, en especial los más pobres, los humildes, los que sufren, los oprimidos, sus

destinatarios predilectos los de corazón puros y los pecadores, a los que vino a sanar.

“Vayan por todo el mundo”.

- Ser testimonio vivo de la palabra de Dios

Para comenzar realizaremos la lectura de Mateo 10, 5- 20

Pasos de la Lectio Divina

Leer Meditar Orar Contemplar Actuar

¿Qué dice el

texto bíblico?

¿Qué dice el

texto bíblico

como palabra

de Dios?

¿Qué me hace

decir al Señor

el texto

bíblico?

¿Qué camino me

muestra el texto

bíblico como

camino

espiritual?

¿Qué me hace

vivir el Señor a

partir de su

Palabra?

Comprender la

palabra… para

descubrir lo que

Dios enseña

mediante el

autor inspirado.

Actualizar la

palabra…

para entender

lo que

significa en mi

vida.

Orar con la

palabra…

para dialogar

con el Señor y

celebrar la Fe

cristiana.

Contemplar la

Palabra… para

ver el camino

que me indica el

Señor

Testimoniar la

palabra… para

actuar de

acuerdo a la

voluntad del

Señor.



Para compartir:

Necesitamos ser testimonios vivo para poder llegar con nuestro mensaje

misionero, en los Hechos de los apóstoles (Hech 2), Pedro, presentándose con los Once,

levantó su voz y les dijo: "Judíos y habitantes todos de Jerusalén: Que os quede esto bien

claro y prestad atención a mis palabras.” “Los que acogieron su Palabra fueron

bautizados. Aquel día se les unieron unas 3.000 almas.”. Esto es decir, que con una

predica, se convirtieron 3.000, y sucede que hemos oído tal vez mas de 3.000 predicas y

hemos visto que pocos o ninguno se ha convertido, y ni siquiera nosotros totalmente.

¿Por qué Pedro logro esto?, el conoció a Jesús quien lo eligió, caminó junto a el unos tres

mil días, comió, durmió y paso muchas horas junto a Jesús, tuvo momentos de dudas, lo

negó pero también le reconoció su amor, vio a Jesús hacer milagros y compadecerse de

los enfermos, es decir, llego a ser un testimonio vivo de Cristo. Entonces la actitud de

Pedro, de ser testimonio vivo, nos enseña que nosotros también tenemos que serlo, si

queremos llegar con nuestro mensaje y para que nos crean.

María… primera misionera.

- Analicemos la letra de la siguiente canción:

¿Qué fue Señor, lo que ayer sucedió?

Vi a un ángel que mi casa visitar

“No temas María, el Señor está en Ti

de tus entrañas Dios quiere nacer”

mas, ¿cómo en mi

puede esto ocurrir?

Y me dijo “ten fe, Dios todo lo puede hacer”

Señor me es difícil comprender

Lo que en mi tu querer me propone vivir

Mas un tiempo atrás

te quise prometer

Que en tu querer viviría hasta morir

Sólo ayer Señor estaba en Belén

Con Jesús recién nacido entre mis brazos

Sólo ayer Señor estaba en Nazareth

Con Jesús hombre, hijo y amigo

Y hoy, Señor, estoy en Jerusalén

Con Jesús que en mis brazos descansa en su morir

Hoy en su gloria mi Señor, ha vuelto a vivir

Y en su bondad me ha querido visitar



Y me ha dicho “Mujer, recuerda siempre la promesa

Que en tu juventud el Buen Padre te hizo”

La oración de mi vida hoy vuelvo a recitar

Dichosa por los siglos, vuelvo yo a cantar

¿Qué fue Señor, lo que ayer sucedió?

Vi a un ángel que mi casa visitó

“No temas María, el Señor está en Ti

de tus entrañas Dios quiere nacer”

mas, ¿cómo en mi

puede esto ocurrir?

Y me dijo “ten fe, Dios todo lo puede hacer”

Señor me es difícil comprender

Lo que en mi tu querer me propone vivir

Mas un tiempo atrás

te quise prometer

Que en tu querer viviría hasta morir

Sólo ayer Señor estaba en Belén

Con Jesús recién nacido entre mis brazos

Sólo ayer Señor estaba en Nazareth

Con Jesús hombre, hijo y amigo

Y hoy, Señor, estoy en Jerusalén

Con Jesús que en mis brazos descansa en su morir

Hoy en su gloria mi Señor, ha vuelto a vivir

Y en su bondad me ha querido visitar

Y me ha dicho “Mujer, recuerda siempre la promesa

Que en tu juventud el Buen Padre te hizo”

La oración de mi vida hoy vuelvo a recitar

Dichosa por los siglos, vuelvo yo a cantar.

¿Cuál es el sentir de María frente a la misión de vida que Dios le propone vivir?

¿Hemos pensado en cuál es la misión de vida que Dios nos tiene destinada a cada uno

de nosotros?

¿Qué nos dice la canción en cuanto a la promesa de misión que tiene cada uno,

siguiendo el ejemplo de María?

¿Qué nos dice el lema “Misionar con María”?



Para profundizar:

María participo en cada uno de los sucesos relevantes de la vida, de la pasión, de

la muerte y de la resurrección de Jesucristo, es decir, participa en su misterio pascual. Si

bien es cierto, que con el bautismo recibido de Juan Bautista, Jesús abandona la casa

familiar a los treinta años, -Jesús ya había pasado los treinta años de edad cuando

comenzó - (Lc 3, 23).

María, en el silencio de la buena madre, no abandona nunca espiritualmente a su

Hijo, ni el a su Madre, solo la separación que se produce con la muerte de Jesús en la

Cruz. Y en la cruz, Cristo confía su madre al discípulo predilecto y amado Juan.

María, nos acerca como madre a su amado Hijo, nos consuela y nos renueva la

esperanza, y nos invita a que abramos nuestro corazón para habite en el su Hijo Jesús.

María nos llama para que nos alimentemos de Jesús en la eucaristía de cada domingo,

para que así, con Jesús en nosotros, tengamos más comprensión de nuestros hermanos

o de nuestros hijos, creciendo en amor con los demás. Con este llamamiento, nos

sentimos los hijos amados de Dios, hermanos de Jesús, plenos de El en la comunión y le

decimos en la Eucaristía, gracias por quedarte con nosotros hasta el fin de los tiempos y

le decimos a María, gracias por acercarnos a tu Hijo.



Capítulo VI: ¿Cómo preparar

una misión?



COMO PREPARAR UNA MISIÓN

Pre Misión

Hablar de Pre-Misión, es hablar del tiempo que antecede a la Misión y que está

destinado a hacerla posible, fácil y fructuosa.

Brevemente recordaremos algunas cosas que deben ser tomadas en cuenta que serán

registradas por el secretario / a de la fraternidad o por otro hermano.

Importancia del ambiente de Oración:

Es necesario crear un ambiente de oración, ya que es el Espíritu el que rellena el

camino y el espíritu del Señor llega sólo a través de la plegaria.

Aceptada pues, la venida de la Misión, la Comunidad entera debe entrar en un

clima de oración. Es un período similar al que precedió a la venida del espíritu santo, el

día de pentecostés: “Los Apóstoles perseveraban en la oración junto con María, la Madre

de Jesús” (Hech 1,14)

Se recomienda para la realización de una misión de los planes de Dios que en el

lugar donde se hospeden el grupo de misioneros exista un oratorio donde pueda estar el

Santísimo, esperando a los misioneros después de la jornada diaria para consolarlos,

apoyarlos y darles fuerzas para continuar con el trabajo.

Visita Domiciliaria:

-Es importante una visita domiciliaria realizada por los más comprometidos de la

Comunidad. Dicha visita se realizará con los siguientes objetivos:

-Avisar el día preciso de la llegada “del paso del Señor”: La Misión

-Repartir un volante con la oración por la misión, inculcando, al mismo tiempo, la

necesidad de rezarla diariamente en familia;

-Entregar un Póster alusivo a la misión, con el Lema de la misma y con las fechas en que

se realizará la misión. Puede ser de mucha utilidad que el Póster elegido, sea

confeccionado por los niños o jóvenes del lugar



Existen dos tipos de preparación para la misión:

Futuro misioneros recuerden que el Señor confiará sus dones en ustedes para que

puedan trasmitirlos a una comunidad por lo tanto es necesario que siempre presenten una

actitud de:

Oración y cariño

Integración total del equipo misionero (somos una familia)

Estudio, con el grupo y con el Señor, del temario elegido para la misión.

Reflexión sobre la realidad socio-económica, religiosa y cultural del lugar que se va a

misionar

Preparación esmerada de las dinámicas y diversas celebraciones de la Palabra

Programación cuidadosa de cada uno de los actos de la misión

Estar preparados para enfrentar los imprevistos.

¿Cuáles pueden ser algunos de estos imprevistos?

RECUERDEN:

El Espíritu de esta preparación tiene que ser siempre muy comunitario, lleno de

alegría y optimismo. Los misioneros deben tener el pleno convencimiento que el “Señor

estará con ellos” en toda circunstancia y siempre deben trabajar con la conciencia de que

la cosecha queda en manos del Señor, quién sabrá de los frutos a su debido tiempo. San

Pablo dice: “Yo planté, Apolo regó, pero Dios hizo crecer. Y no cuentan ni el que planta, ni

el que riega, en comparación con Dios que hace crecer” (1Co 3,6-7)

Envío de los Misioneros

“Id también vosotros” la llamada no se dirige sólo a los Pastores, a los sacerdotes,

a los religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son

llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión a favor de la iglesia y

del mundo.



¿Cuál es esa misión?

“Id y haced discípulos de todos los pueblos enseñándoles a cumplir todo lo que yo

os he mandado, dice el Señor. Y yo estaré siempre con vosotros hasta el fin del mundo”

(Mt 28,20)

Al comenzar:

Con la llegada de los misioneros y la solemne ceremonia del envío cada equipo va

al lugar de trabajo procurando iniciar las actividades en un ambiente de entusiasmo.

Para la formación de una comunidad de alegría, de trabajo y de oración es muy

fácil realizar una convivencia. Su finalidad es integrar a los misioneros que vienen de

lejos, con las personas del lugar que se han destacado en la preparación de la misión.

Aquellos que se hospeden en hogares de personas de la comunidad recuerden

que:

Instalados en el hogar, que les ha abierto las puertas, deben adaptarse a él con

gran delicadeza y sencillez de espíritu. Los componentes de ese hogar serán su familia

durante los días de la Misión. Una imprudencia en este momento, no sólo causaría

molestias a los organizadores, sino que pueden matar la Misión al inicio. “Querer y darse

a querer” es la consigna en tales circunstancias.

Reunión del equipo misionero:

-En aquellas misiones realizadas en grupos, se suele recomendar dejar la mañana para la

convivencia en comunidad, la evaluación de lo que se hizo el día anterior, de la

programación del trabajo de la tarde y de la oración fervorosa.

-Si los integrantes del equipo no se conocían antes, es el momento de presentarse y de

indicar, con sencillez, las cualidades cada uno puede poner a disposición del grupo de

trabajo. Todos deben tener presente que el Señor nos ha dado diferentes carismas;

facilidad para visitar las casas; fidelidad para transmitir mensajes; entonación para el

canto; disposición para tocar algún instrumento; simpatía para animar las reuniones. Ser

sinceros y auténticamente agradecidos con el Señor es fundamental en el momento de la

presentación para poder programar los pasos siguientes.

Ojalá que alguien recuerde, en la reunión, que es necesario entregarse de lleno al

trabajo pero que la jornada tiene varios días de duración. Hay que saber dosificar las

energías porque, de lo contrario, los misioneros estarán agotados, justamente en los

últimos días, que generalmente son los más pesados.



Visita a las Casas

Las visitas domiciliarias son un momento clave del inicio de la Misión. Las de la

mañana suelen tener el inconveniente de que las dueñas de casa están ocupadas de la

limpieza y del almuerzo.

Por la tarde hay que tomar en cuenta las teleseries que atraen a muchas

personas. Pese a esto, no debe quedar puerta que no se golpee. Todos deben tener su

oportunidad. Repartido convenientemente el sector, cada familia tiene derecho a escuchar

las Palabras del Señor: “La paz. Sea en esta casa”

Si las puertas se abren y reciben la invitación para entrar, preséntense los

misioneros con sencillez y alegría: Nos envía la Comunidad…

El Párroco desea saludar, por nuestro intermedio, a los miembros de esta familia e

invitarlos a la Santa Misión.

Luego interésense con cariño por los componentes de la familia; pregunten sus

nombres, invítenlos a participar en la Misión y explíquenles con claridad, los diversos

actos que se desarrollarán y los horarios de los mismos.

¿CÓMO PREPARAR UNA MISIÓN?

Introducción:

Para que una actividad humana resulte bien, es necesario tener muy claro su

objetivo. Con mayor razón lo debe tener una misión.

El objetivo de la Misión tiene que estar en estrecha relación con las necesidades

pastorales de la zona que se va a misionar. Estas pueden ser:

- Una evangelización más a fondo

- Detectar agentes pastorales

- Despertar el espíritu misionero

- Poner en marcha un plan pastoral

- Unificar criterios pastorales

- Robustecer espiritualmente los grupos comprometidos

- Inquietar a los cristianos alejados



Ordinariamente estos objetivos se engloban en un objetivo general que se divide

en varios específicos.

En la preparación de una Misión se distinguen tres etapas bien diferentes:

La etapa de la motivación:

El personal consagrado: Obispo, párroco, sacerdotes, religiosos(as), debe entusiasmar

a los laicos más comprometidos y por su intermedio a todos los cristianos, despertando en

ellos el interés por la importancia y el significado de la Misión y por, lo que se pretende en

ella. Esta motivación se puede lograr por medio de encuentros, homilías, comités,

oraciones, cartas, visitas domiciliarias, afiches, promoción radial, etc.

La etapa de la organización:

Se trata de buscar una estructura mínima y adecuada tanto en los recursos humanos

como geográficos, para obtener un buen resultado de la Misión.

Entre los recursos humanos se necesita:

- Un Comité Central que es el responsable más importante y la instancia última de la

Misión. A él le corresponde la organización general; el control de las actividades de los

comités parroquiales; la propaganda a nivel general; la relación con las autoridades; el

financiamiento de la misión; la programación de las jornadas; lema, himno, afiche,

oración, etc.

- Equipos Parroquiales que toman a su cargo la marcha de la Misión en sus respectivas

parroquias. Estos equipos se pueden subdividir, según el caso en equipos de zonas y

sectores.

Entre los elementos geográficos se requiere:

- Confeccionar un mapa de la ciudad o parroquia que se misiona

- Determinar las diferentes sectores geográficos que se misionarán

- Elegir los locales concretos en que funcionará la Misión

- Detectar los posibles hospedajes de los misioneros.



La etapa de la formación:

Se trata de capacitar de la mejor manera posible a todos los agentes pastorales que van a

intervenir en la Misión

Para esto necesitamos:

- Contar con personal formador especializado

- Organizar cursos a diferentes niveles y tratar de participar en los mismos

- Procurar que la formación no se quede en un nivel teórico sino que sea vivencial y

comprometida.

- Mantener y acrecentar, por medio de la oración la unión con Dios nuestro Padre, con su

Hijo Jesús nuestro hermano, con el Espíritu Santo y con María.

- Lecturas bíblicas para compartir con las personas

- Misión itinerante

- Curso misión carisma franciscano, padre Mario Marquez



ANEXOS



CAPITULO I

La misión de la Iglesia "Evangelización"

La palabra evangelizar significa literalmente "buen mensaje", "buena noticia". Jesús

designa como "Evangelio" la llegada del Reino de Dios, que provocará la liberación de los

oprimidos y la justicia para los pobres. Este es el anuncio que manda proclamar a sus

discípulos tras la Resurrección: "Id por todo el mundo y proclamad la buena noticia

(evangelio) a toda criatura" (Mc 16,15)

El Concilio Vaticano II recordó que "la universalidad de la misión de la Iglesia, la cual se

esfuerza en anunciar el Evangelio a todos los hombres, se basa en el mandato explícito

de Cristo y las exigencias radicales de la catolicidad de la Iglesia" (Ad gentes 1)

Jesús da una orden precisa a los apóstoles "Proclamad la Buena Nueva a toda la

creación" (Mc 16,15), "Haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28,19), con una

predicación suscitada a la conversión para el perdón de los pecados (Lc. 24,47).

En el momento de la Ascensión, los discípulos limitan aún su esperanza al Reino de

Israel, pues le preguntan a su Maestro: "Señor ¿Es en este momento cuando vas a

restablecer el Reino de Israel?" (Hch. 1,6). En su respuesta, el Salvador les muestra

claramente que deben superar el horizonte, y que ellos mismos deben convertirse en

testigos no solo en Jerusalén, sino también en toda Judea y Samaria "y hasta los confines

de la tierra" (Hch 1,8)

El Redentor no cuenta únicamente con la docilidad de los discípulos a su palabra, sino

también con el poder superior del Espíritu Santo que les promete "Recibiréis la fuerza del

Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros" (Hch 1,8)

Tras el Sínodo que los obispos dedicaron en 1974 al tema de la evangelización en el

mundo contemporáneo, Pablo VI utilizó sus resultados para elaborar su exhortación

apostólica"Evangelii Nuntiandi" (1975). En este documento se concibe la evangelización

como la "dicha y vocación propia de la Iglesia, su identidad mas profunda" (EN, 14).

La evangelización es el proceso total mediante el cual la Iglesia, movida por el Espíritu:

• Anuncia al mundo el Evangelio del Reino de Dios

• Da testimonio entre los hombres de la nueva manera de ser y de vivir que él

inaugura

• Educa en la fe a los que se convierten al Evangelio del Reino

• Celebra, mediante los sacramentos, la presencia del Señor Jesús y el don del

Espíritu

• Impregna y transforma con su fuerza todo el orden temporal



Llamada a una nueva evangelización

La llamada a una Nueva Evangelización ha sido propuesta por Juan Pablo II en Haití

(1983), con ocasión del encuentro con los obispos de CELAM para:

"Dar a la acción pastoral un impulso nuevo, capaz de crear tiempos nuevos de

evangelización, en una Iglesia todavía más arraigada en la fuerza y en el poder de

Pentecostés" (EN 2).

La novedad de la acción evangelizadora afecta a la actitud, al estilo, al esfuerzo y a la

programación o como se propuso en Haití, al ardor, a los métodos y a la expresión. Una

evangelización nueva en su ardor supone una fe sólida, una caridad pastoral intensa y

una recia fidelidad que, bajo la acción del Espíritu Santo generen una mística, un

incontenible entusiasmo en la tarea de anunciar el Evangelio.

La Nueva Evangelización tiene como finalidad formar hombres y comunidades maduras

en la fe y dar respuesta a la nueva situación que vivimos, provocada por los cambios

sociales y culturales de la modernidad.

A LA ACCIÓN DE PREGONAR EL EVANGELIO SE LE LLAMA EVANGELIZAR.

"Evangelizar consiste en anunciar la Buena Nueva del Evangelio, por medio del testimonio

cristiano, a los hombres situados históricamente, para que se que conviertan y sean

liberados"

Se desarrolla brevemente cada una de estas afirmaciones:

Anunciar la Buena Noticia del Evangelio

San Pablo nos expresa muy bien en que consiste esta buena noticia, cuando afirma:

" Pues no me avergüenzo del Evangelio, que es fuerza de Dios para que se salve todo el

que cree, tanto si es judío como si no lo es. Porque en el se manifiesta la fuerza salvadora

de Dios a través de una fe en continuo crecimiento, como dice la Escritura -quien alcance

la salvación por la fe, ese vivirá (Rom 1,16-17).

La Buena Noticia no consiste puramente en un mensaje intelectual, sino que es un

acontecimiento salvífico; fuerza de Dios para salvar a todo el que cree. Esta fuerza de

Dios se manifiesta en Jesús de Nazaret, en sus palabras en sus signos, en su muerte y

resurrección. El Evangelio, es la persona misma de Jesucristo. La persona de Jesús se

identifica con el Reino.

Por tanto, evangelizar es:

• El anuncio de Jesucristo, de su vida de su muerte y de su resurrección

• El anuncio del Evangelio que es gracia y salvación de Dios para todos los

hombres, y buena noticia porque libera de todas las esclavitudes humanas.



• El anuncio del Evangelio hecho con palabras y signos. Las palabras anuncian lo

que los signos realizan.

Por medio del testimonio cristiano

El testimonio cristiano es el medio fundamental para proclamar el Evangelio. La

evangelización exige la existencia de verdaderos testigos. Jesús no formó sabios, sino

discípulos testigos. Sin el testimonio cristiano, puede haber "propaganda religiosa", pero

no una verdadera evangelización.

El testimonio cristiano tiene las características siguientes:

• El testigo se reconoce enviado de Dios para testimoniar algo

• El testimonio incluye la proclamación de lo que se ha visto y oído: la acción de

Dios manifestada en Cristo.

• El testigo se compromete en su testimonio: la vida del testigo es la mejor prueba

de lo se quiere comunicar.

A los hombres situados históricamente

Cada persona, además de estar inserta en una u otra cultura, viviendo en un ámbito rural

o urbano, desarrollando un trabajo manual o intelectual, está rodeada de unas

circunstancias diferentes que la configuran como ser único e irrepetible.

De ahí que la evangelización deba tener presente a las personas concretas a las que se

dirige, sus necesidades y aspiraciones. Por tanto, al evangelizar se debe tener presente

que el destinatario de la evangelización, es un hombre concreto.

Para que se conviertan y sean liberados

Los objetivos básicos de la evangelización son dos: La conversión y la liberación

La conversión: se refiera a la respuesta que debe suscitar la acción evangelizadora en la

persona.

La liberación: expresa la transformación que esta respuesta ha operado en su vida.

La conversión

Esta es el centro de toda la actividad misionera de la Iglesia. Consiste fundamentalmente

en:

• Descubrir al Dios de Jesucristo y creer en Él, rechazando los falsos ídolos

esclavizadores



• Adherirse a su proyecto de salvación, aceptando las exigencias radicales del

Reino y los valores evangélicos como norma de vida.

La conversión suscitada por la evangelización supone un cambio de sentido y dirección a

la totalidad de la existencia humana. Por tanto, la conversión no es un mero cambio de

mentalidad, sino algo que afecta al hombre entero, al sentido de su vida personal y social,

a los valores que la orientan y a las condiciones sociales que la hacen posible.

La conversión es real cuando la acción evangelizadora alcanza y transforma con la fuerza

del Evangelio:

• Los criterios de juicio

• Los valores determinantes

• Los centros de interés

• Las líneas de pensamiento

• Las fuentes de inspiración

• Las estructuras sociales

La conversión cristiana es un largo proceso, para que el cambio sea verdadero, es

necesario que surja de una decisión personal, con un cierto grado de reflexión, sea

gradual y progresiva y se vaya verificando en compromisos y estilos de vida concretos y

reales..

La liberación "El hombre evangelizado se reconoce hijo de Dios y, como resultado de esta

filiación, acoge y se relaciona con los otros hombres como hermano. La relación con Dios

y con los hermanos ha de llevarse a cabo en las condiciones de esta vida, en el mundo y

en la historia; esto quiere decir que todas estas realidades quedan incluidas en el proceso

salvífico"

Por lo tanto, la evangelización es inseparable de la liberación integral del hombre, de su

mundo y de su historia, e incluye la liberación total y real de todas las dimensiones de la

vida humana, incluso la política. La liberación cristiana, es la misma liberación humana

llevada a su plenitud por el don gratuito de Dios que se acoge por la fe.

El anuncio, los sacramentos y el testimonio "La Buena Nueva debe ser proclamada, en

primer lugar, mediante el testimonio". "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a

los que dan testimonio que a los que enseñan...Será sobre todo mediante su conducta,

mediante su vida, como la Iglesia evangelizará al mundo, es decir, mediante un testimonio

vivido de fidelidad a Jesucristo, de pobreza y despego de los bienes materiales, de

libertad frente a los poderes del mundo, en una palabra: de santidad" (Evangelii nuntiandi,

21)

Los destinatarios



Los destinatarios de la obra evangelizadora de la Iglesia se encuentran en una doble

dirección: Hacia el exterior la Iglesia tiene como destinatarios a todas aquellas personas

que nunca han recibido la Buena Nueva de Jesucristo. Aquí el mandato del Señor Jesús

es categórico: "Id y predicad el Evangelio a toda criatura" (Mt 16,15). Esta es la razón por

la que la Iglesia se siente llamada:

" A no encadenar el anuncio evangélico limitándolo a un sector de la humanidad o a una

clase de hombres o a un solo tipo de cultura" ( E.N. 50 ).

"La tarea de la evangelización de todos los hombres constituye la misión esencial de la

iglesia....Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y la vocación propia de la Iglesia, su

identidad más profunda. Ella existe para evangelizar" ( E.N. 14).

La segunda dirección de la obra evangelizadora es hacia el interior, y aquí la iglesia

percibe una tarea doble:

• Un primer grupo de destinatarios de la evangelización son aquellos que han

recibido la fe y que permanecen en contacto con el Evangelio. La Iglesia debe

profundizar, consolidar, alimentar y hacer cada vez más madura la fe de aquellos que se

llaman ya fieles o creyentes.

• Un segundo grupo de destinatarios hacia el interior lo conforman todos aquellos

cristianos que no son practicantes de la vida cristiana.

"Toda una muchedumbre, hoy día numerosa, de bautizados que, en gran medida, no han

renegado formalmente de su bautismo, pero están totalmente al margen del mismo y no lo

viven. La ausencia de práctica religiosa se encuentra en los adultos y en los jóvenes, en la

elite y en la masa, en las antiguas y en las jóvenes Iglesias... La acción evangelizadora de

la Iglesia no puede ignorarlos ni desentenderse de ellos; debe buscar constantemente los

medios y el lenguaje adecuado para proponerles la revelación de Dios y la fe en

Jesucristo".



“JESÚS TIENE PARA CADA UNO UNA MISIÓN Y UNA PROMESA…NO HAY ORACIÓN

VERDADERA SI NO SE SIENTE LA PRESENCIA DE DIOS…”

(Papa Francisco, 2013)

Una promesa que consuela, una petición de generosidad, una misión que cumplir. Así se

hace presente Jesús en la vida de un cristiano. No deroga nunca esta triple modalidad. El

Papa Francisco lo ha afirmado recordando el episodio del Evangelio de hoy, cuando

Cristo se muestra a Pedro, Santiago y Juan con el símbolo de la pesca milagrosa. Antes

que nada, Jesús le ratifica a Pedro, que quedó estupefacto por el milagro, prometiéndole

hacerle “pescador de hombres”.

Después le invita a dejarlo todo para seguirle, por tanto le confía una misión. En el caso

de los Apóstoles, observó Papa Francisco, “el Señor ha pasado en sus vidas con un

milagro”. “No siempre –prosiguió- pasa ante nosotros o en nuestro interior con un

milagro”, pero “siempre se hace sentir”.

“Siempre, cuando el Señor llega a nuestra vida, cuando pasa por nuestro corazón, te da

una palabra y también esta promesa: ‘Ve hacia delante… ánimo, no temas, ¡porque tú

harás esto!’. Es una invitación a la misión, una invitación a seguirle. Y cuando llega este

segundo momento, vemos que hay cosas en nuestra vida que no funcionan, que

debemos corregir y las dejamos con generosidad. O también hay algo en nuestra vida de

bueno, pero el Señor nos inspira a dejarlo, para seguirle más de cerca, como sucedió

aquí: estos dejaron todo, dice el Evangelio. ‘Sacaron a tierra las barcas, dejaron todo,

barcas, redes, ¡todo! Y lo siguieron’”.

Sin embargo, aseguró Papa Francisco, Jesús no nos pide que deje todo para un fin que

está oscuro a quien ha elegido para que le siga. Al contrario, el objetivo queda claro

enseguida y es un objetivo dinámico:

“Jesús nunca dice ‘Sígueme’, sin hablar de la misión ¡no! ‘Sígueme y yo te haré esto’.

¡Sígueme, por esto!. ‘Si tú quieres ser perfecto, deja todo y sígueme’. Siempre la misión.

Nosotros vamos detrás de Jesús para hacer algo concreto. No es un espectáculo ir por el

camino de Jesús. Vamos detrás de Él para hacer algo: es la misión”.



Promesa, petición, misión. Estos tres momentos ha afirmado finalmente el Papa

Francisco, no tienen que ver solo con la vida activa, también con la oración. Así que,

afirmó, “una oración sin una palabra de Jesús y sin confianza, sin promesa, no es una

buena oración”. Segundo, es bueno pedirle a Cristo que nos ayude a dejar cualquier cosa

y esto predispone al tercer momento, porque no hay oración en la que “el Señor no inspire

algo que hacer”.

“Es una verdadera oración cristiana cuando se siente al Señor con su Palabra de

consuelo, de paz y de promesa; tened el coraje de desnudaros de lo que nos impida ir

detrás de Él de prisa al seguirlo y asumir la misión. Esto no quiere decir que no existan las

tentaciones. ¡Habrá muchas! Pero, mira, Pedro pecó gravemente, renegando de Jesús, y

el Señor le perdonó. Santiago y Juan… pecaron de arribismo, queriendo estar los

primeros, pero el Señor les perdonó”

(Fuente: Radio Vaticano)



Propuestas de Misión

Líneas de expansión misión Propuesta de misión

1. Familia Espiritual

2. Familia No Espiritual : Misión en parroquia/colegio o lugar de encuentro de los

hermanos. Compartir la palabra, acercarse o ir al encuentro con grupos pastorales de la

comunidad. Así mismo, misionarse entre hermanos, conociendo a las familias,

visitándolos casa por casa.

2. Esta se puede hacer en cualquier lugar público, donde estemos motivados a

cruzarnos en el camino de una persona y contarles quiénes somos, entregarles un folleto

de la jufra u signo del día.

Trabajo Se evangeliza de diferentes formas, conversando, escuchando o

simplemente gestualizando algún hecho.

Hospitales En estos casos, se considera tener una conversación previa con el

personal de la institución, de manera que puedan acceder a esta misión sin problemas,

sin el riesgo de enfermar mas a los enfermos, valga la redundancia, o salir perjudicados

los misioneros. Tener claridad a quienes misionar (niños, madres, enfermos situación

final, abuelitos, etc)

Cárceles Esta es una de las más difíciles de acceder, debido a la complejidad

psicológica que ocurre en este campo; dado que no solo encontramos a internos por

robos, sino también a otros que pagan sentencias por delitos graves y aun estando tras

las rejas no sienten arrepentimiento de sus actos. Para este tipo de misión, no es apto

para nosotros.

Centros Educativos Dar a conocer nuestra espiritualidad en base a actividades

recreativas y/o talleres, de manera que se pueda hacer partícipes a los estudiantes de lo

que significa la jufra.

Cargos de dirección

Situación calle Estas misiones son medianamente frecuentadas. Ir al servicio de los

hermanos que sufren carencia de materiales, de afecto, generalmente los encontramos en

la calle. Con ellos, solo basta un oído, para escuchar y la palabra precisa para

acompañarlos en su soledad. Misionar en esta categoría, nos invita a acompañar y

escuchar a nuestros hermanos. Podemos ofrecer alimentos, ropa, hablarles de nuestro

Padre y de quienes somos, compartir nuestras vivencias y las de ellos.

Medio Ambiente Hacer el llamado a concientizar a la sociedad, a nuestro circulo mas

cercano, en nuestro colegio, trabajo, universidad, instituto, barrio a ser mas cuidadosos



con la basura o con la contaminación acústica. De diversas formas dañamos el medio que

nos rodea. Una buena propuesta, sería hacer un carnaval ecológico;

GUÍA DE MISIÓN: ¿CÓMO MISIONAR?

El objetivo de la Misión tiene que estar en estrecha relación con las necesidades del

grupo de personas con lo que se desea misionar. Estas pueden ser:

- Una evangelización más a fondo

- Despertar el espíritu misionero

- Poner en marcha un plan de abordaje de misión

- Robustecer espiritualmente los grupos comprometidos

- Inquietar a los cristianos alejados

Ordinariamente estos objetivos se engloban en un objetivo general que se divide en varios

específicos.

ORACIONES POR CATEGORIA.

Oración por el medio ambiente

Padre del Universo, tú estás en el origen de todo lo que nos rodea, visible e invisible.

Estás presente en la creación, pero tu presencia es discreta y nos resulta difícil

descubrirla. Ayúdanos a conocerte y amarte en todas las cosas, en las personas, en los

animales, en las plantas. Te damos gracias y bendecimos tu nombre. Tú nos has

encomendado esta obra tuya, para que la perfeccionemos y la usemos en bien de todos.

No permitas que utilicemos la creación para beneficio nuestro en menoscabo del de los

demás. Haznos pequeños y humildes ante la grandiosidad de lo que nos rodea. Tú, que

formas parte de la creación, y eres el agua y el pan de vida, sacia nuestra sed y hambre

de Ti, transfórmanos y transforma esta vida mortal en vida, que nunca acaba. Te lo

pedimos en nombre de Jesús, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu

Santo por los Siglos de los siglos. Amen.



Oración por todos los animales

Bendito seas, Dios Todopoderoso, creador de todos los seres vivos. En el quinto y sexto

días de la creación, Tú creaste peces en los mares, aves en el aire y animales en la tierra.

Tú inspiraste a San Francisco para que considerara a todos los animales como sus

hermanos y hermanas. Te pedimos que bendigas a este animal. Por el poder de Tu

amor, permite que [el animal] viva según Tu deseo. Siempre serás alabado por toda la

belleza de Tu creación. ¡Bendito seas, Dios Todopoderoso, en todas Tus criaturas! Amén.

Oración por la familia

Oh Sagrada Familia de Nazaret, a vosotros acudo para implorar por las familias. Vosotros,

que sois el modelo y ejemplo de lo que debe ser una familia; iluminad a todos vuestros

hijos para que siempre se vean reflejados en vosotros y sigan vuestros pasos. Que oren

en todo tiempo y lugar para recibir la luz que viene de lo alto y la fortaleza que nos da

Dios nuestro Padre. Que seáis el centro de sus vidas. Que las familias consagren sus

corazones, todo su ser al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María,

que consagren a sus hijos y que no falte en ellas el respeto, el amor, y la mutua

comprensión. Os pido que cada miembro se ame el uno al otro como vosotros lo amáis.

Que den el testimonio de una verdadera familia cristiana. Sagrada Familia de Nazaret,

llegue a vosotros esta súplica en este tiempo tan importante y decisivo para la humanidad,

que todas las familias puedan llegar a ser esa imagen y semejanza de la Sagrada Familia

de Nazaret. Que no les falte el Pan de la Palabra ni el Pan de la Eucaristía. Que invoquen

al cielo sabiendo que serán escuchados. Por último, derramad una copiosa bendición

para que no busquen ni atraviesen caminos que no sean los vuestros y que llevan a la

perdición, y que al final después de haber cumplido la misión en la tierra, como familia

cristiana puedan reunirse todos juntos en la eternidad.

Amén.



Oración por el trabajo

SEÑOR:

Te doy gracias porque me hiciste a tu Imagen y Semejanza, y como extensión de Ti soy

capaz de hacer, de transformar o de crear.

Es maravilloso saber que mi mente es sabia y perfecta, que mi cerebro y organismo son

la síntesis del universo y que mis sentidos me permiten captar o expresarme en este

mundo físico.

Y como en este mundo físico una de mis tareas es trabajar, te pido que lo haga de la

mejor manera.

Que no sea sólo por cumplir o por recibir un salario.

Sino que en él deje algo de mí mismo, que lo realice con entusiasmo, con capacidad y

con amor.

Para que así sea digno y merecido el dinero que recibo para llevar el pan a mis seres

queridos.

Te pido SEÑOR, que en mi trabajo te encuentre con tu infinita bondad.

Que cada día logre una mayor capacidad y una más amplia experiencia.

Que busque cotidianamente los caminos de la perfección en mi labor.

Para que así pueda hacer de mi trabajo una obra de arte.

Amén

Oración del estudiante

Oh María, Madre mía,

Trono de la Sabiduría Eterna...

Alcánzame la gracia:

De estudiar con aplicación,

De aprender con facilidad

Y de retener con firmeza y seguridad,

Para la Gloria de Dios

Y salvación de mi alma...

Amen



Oración por Hermanos en soledad

Señor y Padre Amado: En este día clamo a Vos por todas las personas que de una

manera u otra se sienten solas. Te ruego por ellas, sabiendo que Vos conoces de la

soledad que hay en sus corazones y el deseo de sentirse acompañadas. Sé que Tu Amor

por ellas es Inmenso, aunque algunas no puedan darse cuenta que Vos estás ahí,

siempre a su lado.

Señor: Revélate a ellas haciéndoles sentir dentro todo ese Amor que tanto necesitan. Que

puedan darse cuenta que jamás caminan solas y que Vos tenéis Control de cada

situación y que si la permites es porque estás Obrando en estas personas , para darles el

fin que tanto esperan, porque Tus pensamientos son de Paz y no de mal, como bien lo

dice Tu Palabra. Gracias Padre .Amén

Oración por los hermanos enfermos

Santo Padre Pío, ya que durante tu vida terrena mostraste un gran amor por los enfermos

y afligidos, escucha nuestros ruegos e intercede ante nuestro Padre Misericordioso por

los que sufren.

Asiste desde el cielo a todos los enfermos del mundo; sostiene a quienes han perdido

toda esperanza de curación; consuela a quienes gritan o lloran por sus tremendos

dolores; protege a quienes no pueden atenderse o medicarse por falta de recursos

materiales o ignorancia; alienta a quienes no pueden reposar porque deben

trabajar; vigila a quienes buscan en la cama una posición menos dolorosa; acompaña a

quienes ven que la enfermedad frustra sus proyectos; alumbra a quienes pasan una

"noche oscura" y desesperan; toca los miembros y músculos que han perdido movilidad;

ilumina a quienes ven tambalear su fe y se sienten atacados por dudas que los

atormentan; apacigua a quienes se impacientan viendo que no mejoran; calma a quienes

se estremecen por dolores y calambres; concede paciencia, humildad y constancia a

quienes se rehabilitan; devuelve la paz y la alegría a quienes se llenaron de angustia;

disminuye los padecimientos de los más débiles y ancianos; vela junto al lecho de los que

perdieron el conocimiento; guía a los moribundos al gozo eterno; conduce a los que más

lo necesitan al encuentro con Dios; bendice abundantemente a quienes los asisten en su

dolor, los consuelan en su angustia y los protegen con caridad.

Amén



Oración del misionero JUFRA

Señor Jesús

Hoy queremos ser instrumentos para la construcción de Tu Reino.

Toma nuestras vidas y transfórmalas en beneficio de nuestros hermanos.

Fortalece nuestra fe y pon en nuestros labios las palabras precisas, para llegar al corazón

de cada persona que pongas en mi camino.

Bajo el amparo de María, nuestra Madre, nos abandonamos a tu amor para que guíes

nuestros pasos y no permitas que el cansancio nos haga desfallecer.

San Francisco y Santa Clara de Asís, hemos querido continuar su camino misionero y

vamos tras las huellas de Jesús al estilo de su vocación.

Amén

MANUAL DE FORMACIÓN PARA LA MISIÓN …jufrachile.cl/jufra/wp-content/uploads/2014/10/Manual-de-Misión... · Salir al encuentro de los demás es nuestra tarea más urgente, ...

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