236 VII:.2. EL MALAGON (Cúllar, Granada). El poblado de la Edad del Col..re de "El Malagón" está situado en las proximidades de la Cortijada que le da nombre y a unos 14 Km. al Este de la población de Cúllar (Granada), a cuyo término municipal pertenece, siendo sus coordenadas geográficas 37 2 33' 33" de latitud Norte, por 2 2 25' 18" de longitud Oeste de Greenwich, y su altura de algo más de 1.100 ni. sobre el nivel del mar (fig. 1). Se encuentra por tanto en el Altiplano de Chirivel que, situado entre las Sierras de Orce y María al Norte y de las Estancias al Sur, constituye una de las principales vías de comunicación entre el Sudeste y Levante español, por un lado, y las tierras de la Alta Andalucía por el otro. Se sitúa el asentamiento en un ligero promontorio, apenas destacado en medio del paisaje que lo rodea, y situado al pie de un macizo calizo en cuya cumbre y laderas afloran en superficie restos de construcciones, de tipo defensivo y en relación con el asentamiento (fig.48). VIII.2.1. Resultados arqueológicos. En el asentamiento se han realizado tres campañas de excavación (1975, 1983 y 1986) por parte de un equipo del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada (Arribas et al., 1977, 1978; Torre et al., 1984; Torre y Saez, 1986; Torre et al. 1987). Después de los trabajos realizados ha quedado documentada la existencia de un hábitat encuadrable en el horizonte de 12 Cultura de Los Millares y constituido por diversas cabañas de planta circular y por un lienzo de muralla que defendía el acceso al mismo. Asimismo se documentó un depósito estratigráfico con un espesor máximo de 1,50 m., en el que se han delimitado la existencia de tres fases de construcción superpuestas, por sus materiales encuadrables en época pre-campaniforme. La secuencia estratigráfica se estructura en: Fase I, que puede subdividirse en dos subfases de construcción diferentes: Ia. Representa el momento inicial del yacimiento, en el que las cabañas, de planta circular, se edifican sin zócalo, o quedan delimitadas por simples alineaciones de piedras, estando en uno y otro caso sus paredes constituidas por material orgánico trabado con barro.
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VII:.2. EL MALAGON (Cúllar, Granada).
El poblado de la Edad del Col..re de "El Malagón" está situado en las proximidades de la
Cortijada que le da nombre y a unos 14 Km. al Este de la población de Cúllar (Granada), acuyo término municipal pertenece, siendo sus coordenadas geográficas 372 33' 33" de latitudNorte, por 22 25' 18" de longitud Oeste de Greenwich, y su altura de algo más de 1.100 ni.
sobre el nivel del mar (fig. 1).
Se encuentra por tanto en el Altiplano de Chirivel que, situado entre las Sierras de Orce
y María al Norte y de las Estancias al Sur, constituye una de las principales vías de
comunicación entre el Sudeste y Levante español, por un lado, y las tierras de la Alta Andalucía
por el otro.
Se sitúa el asentamiento en un ligero promontorio, apenas destacado en medio del
paisaje que lo rodea, y situado al pie de un macizo calizo en cuya cumbre y laderas afloran en
superficie restos de construcciones, de tipo defensivo y en relación con el asentamiento
(fig.48).
VIII.2.1. Resultados arqueológicos.
En el asentamiento se han realizado tres campañas de excavación (1975, 1983 y 1986)
por parte de un equipo del Departamento de Prehistoria de la Universidad de Granada (Arribas
et al., 1977, 1978; Torre et al., 1984; Torre y Saez, 1986; Torre et al. 1987).
Después de los trabajos realizados ha quedado documentada la existencia de un hábitat
encuadrable en el horizonte de 12 Cultura de Los Millares y constituido por diversas cabañas de
planta circular y por un lienzo de muralla que defendía el acceso al mismo. Asimismo se
documentó un depósito estratigráfico con un espesor máximo de 1,50 m., en el que se han
delimitado la existencia de tres fases de construcción superpuestas, por sus materiales
encuadrables en época pre-campaniforme.
La secuencia estratigráfica se estructura en:
Fase I, que puede subdividirse en dos subfases de construcción diferentes:
Ia. Representa el momento inicial del yacimiento, en el que las cabañas, de planta
circular, se edifican sin zócalo, o quedan delimitadas por simples alineaciones de piedras,
estando en uno y otro caso sus paredes constituidas por material orgánico trabado con barro.
LAMINA XIII
1. El Malagón. Vista aérea del poblado con la Sierra de las Estancias al fondo.
2. El Malagón. Cabañas C y D.
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lb. en esta subfase se asiste a la construcción de cabañas con zócalos de piedras,
aunque de pequeña envergadura, y formadas por dos o tres hiladas. En ambas subfases son
frecuentes las depresiones artificialmente excavadas en la roca, en unos casos utilizadas como
silos, mientras que en otros no es posible el precisar su funcionalidad concreta.
A partir de este momento empiezan a utilizarse, manteniéndose a lo largo de toda la
secuencia, hogares de forma circular delimitados por un anillo de barro con sección de media
caña, los diámetros oscilan alrededor de 1 m. y una profundidad entre 10 y 15 cm. (Torre eta!.1984: lám. IV). El material asociado es el típico del Cobre Antiguo, se puede destacar la
presencia de útiles metálicos, relativamente abundantes y de carácter funcional: punzones,
sierras, pequeños cuchillos de hoja recta o curva, etc.
Fase II. Se desarrolla sobre el nivel de incendio que destruye la fase anterior y
representa la construcción de un poblado de nueva planta. Las cabañas con altos zócalos, a
veces conservados en más de 1 m. de alzado, sobre los que se superpone un tramo de
paramento de barro, debiendo ser sus cubiertas de material orgánico.
Fase III. Esta última fase no representa un nuevo replanteamiento del hábitat, pues
siguen utilizándose algunas cabañas de la fase anterior. Aunque, se construyen algunas de
mayor diámetro que las ya existentes, alcanzando en la cabaña G los 6,60 m., y presentando
como novedad constructiva, con respecto a las fases anteriores, una alineación de postes
embutidos en su paramento interno, que presumiblemente servirían para reforzar sus paredes
de tapial alzadas sobre un zócalo de piedra de escasa altura.
Por tantj, secuencialmente se pueden establecer tres fases en función de la estratigrafía
y las construcciones, si bien los excavadores matizan que se hallan ante un proceso continuo de
habitación, destrucción y reconstrucción (Torre e: a!., 1987). En función de las dataciones de
C/14 y del resto de datos del registro arqueológico, fechan su ocupación entre el 2300-1900 a.
C., estando claramente vinculado a la Cultura de Los Millares en su fase pre-campaniforme, ya
que sólo al momento final de su ocupación pertenecen dos fragmentos de campaniforme
"Marítimo". Esto permite establecer que la irrupción del campaniforme en esta área es gradual y
no masiva, y en sus inicios está sólo representada por el "estilo marítimo", sin asociaciones con
estilos más evolucionados.
En ese ámbito, y a lo largo de esos años, los habitantes del poblado desarrollaron todas
las actividades características de una economía doméstica, en la que cabe destacar la
importancia alcanzada por los diversos procesos relacionados con el sector metalúrgico, que
van desde la extracción (la propia razón del asentamiento se podría explicar por su situación
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sobre un filón de malaquita explotado por sus ocupantes), pasando por la reducción y fusión
del mineral (aparición de crisoles, mineral en bruto, escorias, gotas de fundición, aunque hasta
el momento no se ha documentado la existencia de hornos de fundición en el interior del
hábitat) hasta el empleo de aleaciones intencionales en la manufacturación del producto final (al
respecto, y según análisis de diversos objetos metálicos realizados en el British Museum, es
significativa en los mismos la presencia de arsénico, en contraste con la total ausencia de este
elemento en muestras de mineral en bruto del mismo yacimiento) (Torre et al., 1987).
VI11.2.2. Estudio antracológico.
a. Presentación de resultados.
El análisis antracológico de El Malagón se ha realizado con el carbón recuperado en las
tres campañas de excavación efectuadas hasta el momento. Sólo en la última (1986) se contó
con el auxilio de una máquina de flotación para la recuperación de los restos vegetales; por
tanto, la cantidad de carbón es muy variable en las diversas estructuras en función de los
métodos empleados en su recuperación.
El estudio de los resultados del análisis antracológico ha sido abordado de una forma
global a nivel cronológico, pues si bien, como indicabamos anteriormente, se distinguen tres
fases constructivas, por el contrario "El desarrollo sedimentológico del
relleno arqueológico se estructura en un conjunto de niveles muy homogéneo que corresponden
a un período de habitación continuo en el que sólo en raras ocasiones se pueden precisar suelos
estructurados (hogares superpuestos), y únicamente en la parte superior del relleno se pueden
especificar unidades sedimentarias que parecen corresponder por su composición y disposición
al derrumbe de las paredes y techo de las estructuras (Torre er al., 1987).
Por otra parte, a nivel espacial se han distinguido entre carbones recuperados en el
interior de las cabañas (Cuadro 28) y los recuperados al exterior de estas, en general en los
espacios libres de estructuras que quedan entre los zócalos de las diversas cabañas y la línea
amurallada (Cuadro 27). También se distinguido el carbón proveniente de las distintas fosas
(Cuadro 29) por su utilización en unos casos como silos y en otros como hoyos de poste,
mientras que a veces no es posible precisar su funcionalidad concreta (Torre et al., 1984:137).
Por tanto la división realizada responde a cuestiones no sólo de orden estructural, sino también
funcional, pues la madera utilizada en las cabañas tendría un uso primordialmente doméstico
como alimento de hogares, aunque en los niveles sedimentarios superiores pudieran estar
representadas las distintas maderas utilizadas para la realización del techo. Mientras que en el
Cuadro 28: Frecuencias absolutas y relativas de los tazones en las Cabañas de El Malagón.
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b. jnterpretación.
La imagen de la vegetación que nos presenta el antracoanálisis de El Malagón
corresponde a un carrasca] muy pobre en especies, donde destaca la presencia de las jaras
(Cistus j-.nto a una representación de romeros (Rosmarinus officinalis) y de Leguminosas.Estas especies forman parte de la serie mesomediterránea castellano-manchega de la encina
(Quercus rotundifolia): Bupleuro-Querceto rotundifoliae sigmetum, donde la encina se
cu...tituye casi, exclusivamente, en el único representante árboreo, debido al clima continental.
Las Leguminosas presentes en el antracoanálisis pued Pn corresponder a la orla arbustiva natural
compuesta básicamente por Genista scorpius y Reí 411 sphaerocarpa. La importante presencia
del Pinus halepensis en El Malagón se puede explicar por ser lugar de contacto de vahos tipos
de suelos (ver apartado V1.1.3) con valores variables de materia orgánica. En las zonas donde
predominen los regosoles calcáreos será el Pinus halepensis la especie dominante, mientras que
los cambisoles serán más proclives al sostenimiento del carrascal antes citado. Igualmente, en
esta distribución en mosaico de la vegetación influyen factores como la orientación que con la
existencia de umbrías y solanas dan lugar a la existencia de una vegetación diferenciada en una
pequeña área. Así, podemos pensar que la encina ocupará las zonas de más umbría, mientras
que el pino carrasco se situaría principalmente en las solanas y zonas de mayor pendiente.
En las umbrías y zonas húmedas se desarrollaría el quejigo, que en algunos lugares
estaría mezclado entre las encinas y carrascas. Este formaría parte de la serie del encinar con
quejigos (Daphno latifoliae-Acereto granatensis), que aún hoy se puede encontrar en la Sierra
de Orce (Rodríguez Martinez, 1985:191). La presencia de casi un 4 % de carbones que se han
definido como Quercus de hoja caduca, diferenciandolos del Quercus faginea o quejigo, en
base a la anatomía (ver capítulo 7), hace pensar en el melojo o Quercus pyrenaica (aunque sin
poder afirmarlo). Este junto con la presencia de alcornoques (Quercus suber), especies
eminentemente silícolas, ponen de manifiesto la posible cercanía, en la Edad del Cobre, de la
Serie supra-mesomediterránea filábrica y nevadense silícola de Quercus rotundifolia o encina
(Adenocarpo decorticanti-querceto rotundifoliae sigmetum), que corresponde en su estado
maduro clímax a bosques densos de encinas, en los que pueden hallarse en ciertos casos
quejigos y, en algunas ocasiones alcornoques (Quercus suber) o robles melojos (Quercus
pyrenaica) (Rivas Martinez, 1988:108).
Ert los cursos de agua (Fuentes, arroyos, etc.) se desarrollarían el álamo, el sauce, el
saúco, el fresno y los tarayes, aunque la inexistencia de cursos de agua importantes a una
distancia relativamente cercana queda atestiguada por la escasa presencia de estos taxones en el
antracoanálisis (fig. 49 y Cuadro 26). Solamente el álamo tiene valores entre el 1,5% en las
cabaña., y el 5% en las fosas. Ello hace pensar que la recogida de la leña se realizaba en un área