LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ: UNA HISTORIA DE FE VIV A Parte 1: Salen de la oscuridad
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Introducción
Samuel F. Herd Los testigos de Jehová llevan más de 100 años proclamando el
mensaje bíblico de que el Reino de Dios limpiará el mundo de
la maldad, convertirá la Tierra en un paraíso y elevará a la hu-
manidad a un estado perfecto. Sin embargo, transmitir estas
verdades ha provocado con frecuencia la oposición de poderosas institucio-
nes. ¿Por qué un mensaje tan alentador ha motivado reacciones tan amargas?
¿Y cómo hemos vencido esa oposición para llegar a donde estamos hoy?
Esta es la historia de un pueblo deseoso de seguir la luz de la verdad bíblica,
sin importar la hostilidad que tuviera que soportar. Verá cómo los siervos de
Jehová de tiempos modernos se han resuelto a estudiar diligentemente, pre-
dicar con entusiasmo y mantenerse fieles a Dios.
Este video no es simplemente historia. Esta es su historia. Nos
recuerda que Jehová lo tiene todo bajo su control y que esta
es su organización. Esta historia comienza hace más de 6000
años: es la historia de los testigos de Jehová.
1 ) Tras la muerte de los apóstoles, ¿como fue extendiéndose la os-curidad espiritual?
Narrador En la Biblia, la luz se relaciona con la verdad, mientras que la oscuridad, con la
mentira. Cuando Dios terminó sus obras creativas, no había ningún tipo de
oscuridad espiritual. Pero cuando Adán y Eva pecaron, la sociedad humana
llegó a estar bajo el control de Satanás. Huir de la luz se convirtió en el prin-
cipal objetivo de las personas malvadas. Por eso, quienes buscaran la ver-
dad se enfrentarían a oposición.
La luz de la verdad brilló intensamente cuando Jesucristo estuvo en la Tierra.
Todos los que de verdad le siguieron reflejaron la luz que él irradiaba. Pero
Jesús predijo que después de la muerte de los apóstoles, muchos abandona-
rían la adoración pura. Esa apostasía sería tan extensa que los verdaderos
discípulos prácticamente desaparecerían hasta “la conclusión del sistema de
cosas” (Mateo 13:40). Al mismo tiempo se desarrollaría una forma falsificada
de cristianismo. Y la profecía se cumplió.
Las iglesias supuestamente cristianas se alejaron de las enseñanzas de Cristo.
Eso provocó abusos de poder y enorme sufrimiento. Fue una época de pro-
funda oscuridad.
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Geoffrey W. Jackson En los siglos posteriores a la fundación de la congregación cris-
tiana, muchos de los que dirigían la iglesia cristiana (o la con-
gregación cristiana) también prefirieron la sabiduría de este
mundo. Las ideas de Platón y de otros filósofos griegos comen-
zaron a infiltrarse en el pensamiento supuestamente cristiano.
David H. Splane Así que los apóstatas quisieron mezclar las enseñanzas y tra-
diciones cristianas con creencias paganas. Su objetivo era ha-
cerlas más aceptables para los paganos y así poder atraerlos a
la religión cristiana.
2) A partir del siglo XII, ¿que acontecimientos ayudaron a las per-sonas a darse cuenta de que la Iglesia se había desviado?
Narrador Al pasar los siglos, los líderes religiosos apóstatas oscurecieron aún más la luz
al mantener la Biblia en latín, un idioma que la mayoría de la gente ya no
entendía. Sin embargo, en medio de esta oscuridad, hubo algunas personas
sinceras que sintieron la necesidad de leer y entender la Palabra de Dios.
Por ejemplo, en el siglo XII, un comerciante francés llamado Val-
do encargó traducir porciones de la Biblia al idioma de la gente
común. Dos siglos más tarde, el sacerdote católico John Wyclef
denunció enérgicamente las prácticas antibíblicas de la igle-
sia. Aproximadamente en 1382, el equipo de Wyclef presentó la primera
traducción de la Biblia al inglés. Sus alumnos, conocidos como los lolardos,
predicaron el mensaje bíblico a todo el quisiera escucharlo.
Para 1495, la invención de la imprenta de tipos móviles había permitido im-
primir la Biblia, entera o en parte, en doce idiomas. En poco tiempo, la gente
estaba leyendo la Biblia por su cuenta. Y algunas personas empezaron a ver
que la Iglesia se había desviado.
En el siglo XVI, hombres como Ulrico Zuinglio, Martín Lutero y Juan
Calvino proclamaron que era necesario regresar a los principios ori-
ginales del cristianismo. Hombres como estos denunciaron la hipo-
cresía y defendieron las enseñanzas bíblicas, aun cuando eso signi-
ficaba enfrentarse a poderosos dirigentes religiosos.
Geoffrey W. Jackson Aunque no entendían completamente la verdad, estuvieron dispuestos a ir con-
tra la corriente.
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Narrador Pero su postura encendió las llamas de la persecución y en
muchos casos cedieron sobre todo en cuanto a predicar sus
creencias. Sin embargo, en numerosos países, en los siglos XVII
y XVIII resurgió el interés por el estudio de la Biblia. En Inglate-
rra, muchos hombres instruidos probaron que la doctrina de la Trinidad es
falsa. Entre ellos, el científico sir lsaac Newton, el poeta John Milton y el
químico Joseph Priestley. Además de rechazar la doctrina de la Trinidad,
Priestley negó la inmortalidad inherente del alma. Sostuvo que los cristianos
del siglo primero tenían la fe verdadera y que todo cambio a ese conjunto de
creencias era una corrupción. Sus opiniones desataron una acalorada dispu-
ta, tanto en la Iglesia como en el gobierno.
En 1791, una muchedumbre destruyó la casa y el laboratorio de Priestley. El
hostigamiento no hizo más que aumentar durante los siguientes tres años,
hasta que huyó a Estados Unidos. Le acompañaron muchos que opinaban
como él.
3) ¿Quienes fueron Henry Grew y George Storrs?
Entre estos estuvo Henry Grew. En 1807, a la edad de 25 años, fue
invitado a ser pastor de la Iglesia Bautista de Hartford, en Connec-
ticut.
David H. Splane Y tenía un interesante lema sobre el estudio de la Biblia: dejar que las Escrituras
se interpreten a sí mismas. Él pensaba que el mejor intérprete de la Biblia era
la propia Biblia. Y al estudiarla, se dio cuenta de que la doctrina de la Trini-
dad era falsa. Bueno, no se podía ser ministro bautista y no creer en la Trini-
dad.
Narrador Al cabo de cuatro años, Grew y algunos feligreses se separaron de su iglesia. En años posteriores, Grew publicó escritos en los que empleaba la Biblia para
refutar las doctrinas de la Trinidad, el infierno y la inmortalidad inherente del
alma.
David H. Splane Grew sostuvo que, según la Biblia, la inmortalidad es un don que Dios concede
solamente a los fieles. Nunca otorga ese don a los malvados. Por eso, ¿cómo
podían los malvados tener un alma inmortal?
Narrador El folleto de Grew tuvo una importante repercusión. Su obra llegó a manos del
ministro metodista George Storrs. Tanto le fascinó, que pasó los siguientes
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tres años investigando el asunto. Sin embargo, sus colegas no se interesaron
por sus hallazgos.
David H. Splane Para 1840, su conciencia se sentía tan atormentada por las diferencias entre lo
que la Biblia enseña y lo que él tenía que enseñar como ministro de la Iglesia
Metodista Episcopal, que renunció a su puesto.
Narrador En 1842, Storrs comenzó a publicar la revista mensual titulada Bible Examiner.
No tardó en conocer a Henry Grew en persona. Los dos se hicieron buenos
amigos y colaboraron en debates contra los defensores de la inmortalidad
del alma.
George Storrs creía que sería necesaria una campaña mundial de predicación
para que quienes vivieran durante el tiempo de la vuelta de Cristo tuvieran la
oportunidad de salvarse. Ignoraba cómo se llevaría a cabo esa tarea, pero
impulsado por su fe escribió: “Pero son muchos los que, si no pueden com-
prender cómo se hará algo, lo descartan, como si para Dios fuera imposi-
ble.”
Storrs murió en 1879 en su casa de Brooklyn (Nueva York), en el
mismo vecindario que se convertiría en el centro de la predi-
cación mundial que él tanto había anhelado ver. El escenario
estaba preparado para que la luz surgiera de la oscuridad.
C.T. Russell
4) ¿Que sucesos dejaron una profunda huella en la vida de Charles Russell?
Narrador
En 1845, Joseph y Ann Eliza Russell emigraron de
Irlanda a Pensilvania, en Estados Unidos. Tuvieron
cinco hijos, entre ellos Charles Taze. Pero eran tiem-
pos difíciles. Thomas, uno de los hermanos de Char-
les, murió a la edad de cinco años, y otros dos murieron antes de que Char-
les cumpliera nueve. Entonces, su madre murió. En aquel mismo año, 1861, Estados Unidos se sumió en una guerra civil que
enviaría a la tumba a 618,000 personas. Muchos miles perecieron en campos
de batalla no muy lejanos de donde los Russell vivían.
David H. Splane
“Vieron de cerca los estragos de la guerra, el sufrimiento de la gente, la muer-
te.”
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Narrador El joven Charles Russell se preguntaba a menudo adónde van los muertos. La
mayoría de las religiones enseñaban que Dios creó al hombre inmortal y que
hizo un infierno donde se atormentaba para siempre a las personas, excepto
a aquellas predestinadas para la salvación.
Russell expresó sus sentimientos sobre tales enseñanzas cuando escribió: “Un
Dios que usara su poder para crear a seres humanos sabiendo de ante-
mano que sufrirían tormentos eternos y predestinándolos a ello no sería ni
sabio ni justo ni amoroso. Sus normas serían inferiores a las de muchos
hombres.”
David H. Splane Nunca pudo armonizar la doctrina del ‘tormento eterno’ con lo que la Biblia
dice sobre un Dios amoroso. Cuando veía que las grandes religiones enseña-
ban que los malvados con atormentados eternamente, bueno, ¡simplemente
no podía aceptarlo!
Geoffrey W. Jackson
Toda la cultura religiosa de la época estaba orientada a creer en un Dios venga-
tivo.
John Wischuk Y Russell sabía que la Biblia enseña que, como dice 1 Juan 4:8,
“Dios es amor”. ¿Cómo podía hacer eso un Dios de amor? Así que
su fe se tambaleó.
Narrador Creía que mediante los negocios y la filantropía podría ayudar a la gente. Antes
de llegar a la adolescencia ya era socio de su padre en una floreciente cade-
na de tiendas de ropa. Charles Russell agrandó el negocio y él mismo llegó a
administrar varias tiendas. A la edad de 25 años poseía más de 300,000 dóla-
res, que hoy día equivaldrían a siete millones. Sin embargo, seguía buscando
la verdad.
En 1869 ocurrió algo que le ayudó a recuperar la fe: “Al pa-
recer por accidente, una noche entré en un sucio y polvo-
riento salón para ver si el puñado de personas que se
reunía allí ofrecía algo más sensato que los credos de las
principales iglesias. Allí escuché por primera vez algunas
creencias de los segundoadventistas; el predicador era Jonas Wendell.
Aunque la presentación bíblica no fue muy clara, me bastó, con la guía de
Dios, para recuperar mi fe, vacilante entonces, en la inspiración divina de
la Biblia.”
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5) ¿De que forma estudiaban la Biblia el hermano Russell, su padre y algunos conocidos suyos? ¿A que conclusiones llegaron?
David H. Splane Recordemos que Russell no era ateo; solo estaba desanimado. No creía que la
verdad pudiera hallarse en cualquier sitio. Y ese sermón de un segundoadven-
tista le bastó para sacar su gastada Biblia del estante y volver a investigarla.
Narrador Llenos de entusiasmo, Charles, su padre Joseph y unos cuantos conocidos de
Pittsburgh y Allegheny formaron un grupo de estudio de la Biblia.
David H. Splane Elegían un tema, tomaban una concordancia bíblica y buscaban todos los tex-
tos que tuvieran que ver con ese tema. Entonces escribían sus conclusiones.
Y decían: “Muy bien. Eso es lo que enseña la Biblia. Y eso es lo que vamos a
creer”.
Narrador Tras cinco años de estudio, las ideas religiosas de estos hombres habían cam-
biado notablemente. Su análisis de la Biblia los condujo a conclusiones im-
portantes que cuestionaban las creencias religiosas de la época.
Por ejemplo, mientras que la mayoría de las religiones enseñaban que el hom-
bre tiene un alma, Russell y sus compañeros concluyeron que el hombre es
un alma y que el alma puede morir. Y mientras que las iglesias enseñaban
que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son una sola persona, estos estudian-
tes sostuvieron que Jehová es un solo Dios y no forma parte de una Trinidad.
Además, algunas iglesias enseñaban que Cristo regresaría en la carne y que la
Tierra sería destruida, pero este grupito comprendió que Cristo regresaría de
manera invisible –en el espíritu– para bendecir a los seres humanos obedien-
tes a Dios.
Geoffrey W. Jackson
Así que no trataban de filosofar, de hacer simples conjeturas, sino que estaban
concentrados en hallar la verdad. Y el hecho de que pusieran por escrito sus
conclusiones demuestra que creían que la verdad sí se podía hallar.
David H. Splane Solo vemos luz cuando Jehová desea revelar la luz. Y ese fue el momento en
que él comenzó a guiar a su pueblo desde la oscuridad hasta la luz maravi-
llosa.
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Una alianza incómoda
6) ¿Como se unió el grupo de estudio bíblico de Russell al grupo de Nelson Barbour? ¿Por qué se separaron luego?
Narrador Charles Russell nunca afirmó que estuviera inspirado por
Dios. Reconoció la ayuda que había recibido de Jonas Wen-
dell, de George Storrs y de otro hombre que también fue el
causante de una de sus mayores pruebas de fe: Nelson Bar-
bour, director de la revista El heraldo de la mañana. En un
viaje de negocios, Russell obtuvo un ejemplar de esa revista y
quedó sorprendido por lo que leyó. Al igual que Russell, Bar-
bour sostenía que la vuelta de Cristo sería invisible.
Russell concertó una cita con Barbour. El grupo de estudio bíblico de Russell,
de unas 30 personas, pronto se unió al de Barbour, que era más grande. Rus-
sell donó fondos para imprimir la revista Herald of the Morning. Para esa
época, Russell comenzó a vender sus negocios para dedicarse de lleno a la
predicación. Estaba convencido de que la presencia del Señor era lo más
importante.
A la edad de 25 años, fue de ciudad en ciudad para hablar en diversas reunio-
nes públicas, en las calles y en iglesias protestantes y a sus clérigos.
Richadd E. Abrahamson Él no quería fundar otra iglesia, pues creía que ya había muchas
confesiones. Más bien, presentaba a los clérigos enseñanzas bí-
blicas importantes y los instaba a estudiarlas con la Biblia y pre-
dicar ese mensaje desde el púlpito. Pero ellos se reían de él y
seguían como siempre. Así que se dijo: “Alguien tiene que predicar esto”. Y
dedicaba a esa labor su tiempo y energías.
Geoffrey W. Jackson Uno podría pensar que siendo rico podría haber apoyado a algún otro, que po-
dría haber tomado el camino fácil y haberle pagado a alguien que hiciera el
trabajo. Pero se dedicó por entero a la obra y hasta vendió su negocio. Ve-
mos claramente la pasión, el amor que sentía por la verdad.
Narrador A los dos años de estar colaborando con Nelson Barbour, surgió una disputa
que pondría a prueba la lealtad de cada miembro del grupo de estudio bíbli-
co. Barbour había escrito un artículo en el Herald negando que la muerte de
Cristo sirviera de rescate para los pecadores. Aunque decía creer en el resca-
te, Barbour escribió que la idea de que la muerte de Cristo paga los pecados
de la humanidad era “antibíblica y contraria a todo sentido de la justicia”.
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Russell, su joven codirector, no concordó con eso. En las páginas
del Herald, Russell defendió con ardor esta verdad bíblica:
“Aunque me resulta desagradable, tengo que objetar a un ar-
tículo de mi hermano sobre este tema. No lo hago con ánimo
de disputa, sino porque creo que la doctrina que él rechaza en ese artículo
es una de las más importantes de la palabra de Dios. Jesucristo, por la gra-
cia de Dios, murió por todos los hombres.” En el Herald, Barbour replicó: “Esa doctrina teológica es falsa, y esa justicia es
una abominación del principio del bien y el mal.” Consternado por la negativa de Barbour a aceptar esta enseñanza bíblica, Rus-
sell le pidió en privado que dimitiera o que vendiera su parte de la revista.
“Aunque lo sigo considerando un hermano en Cristo, los puntos en que di-
ferimos me parecen tan fundamentales e importantes que la plena cola-
boración ya no puede existir entre nosotros. Creo que nuestra relación de-
be cesar.” Tras meses de disputas, el grupo de Russell se separó del de Barbour. Y, con el
tiempo, Russell cortó todos sus vínculos con la revista Herald of the Morning.
John Wischuk
El hermano Russell comprendió que él no podía hacer nada ante la fe vacilante
de aquel hombre, de hecho, ante su falta de fe. Así que entendió que la vo-
luntad del Señor era que fundara otra revista, La Torre del Vigía de Sión y He-
raldo de la Presencia de Cristo. El primer número fue el de julio de 1879.
Narrador En el mismo año en que Thomas Edison patentó la bombilla de luz eléctrica,
Charles Russell pasó de estudiante a editor. Así comenzó una nueva era de
luz, tanto literal como espiritual.
Los Estudiantes de la Biblia
7) ¿Que suceso ocurrido en julio de 1879 inicio una nueva era de luz espiritual?
Narrador Desde su primer número, La Torre del Vigía de Sión defen-
dió con firmeza el rescate. Muchos que habían estado
unidos a Nelson Barbour se pusieron de parte de Russell.
Entre 1879 y 1880, Russell y los lectores de La Torre del
Vigía de Sión formaron 30 congregaciones. A sus miem-
bros se les conocía simplemente como los Estudiantes
de la Biblia.
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Guy H. Pierce La gente que ama la verdad quiere respuestas a preguntas como ¿quién es
Dios?, ¿por qué estamos aquí? o ¿adónde vamos? Y le desilusiona lo que ve
en las iglesias. Ellos buscaron la verdad, y la encontraron.
Narrador A continuación, Russell y otros cristianos dedicados a Dios establecieron una
sociedad bíblica sin fines de lucro para difundir más publicaciones bíblicas
en diversos idiomas. Desde el mismo principio se decidió que no se pediría
dinero a nadie. La obra tendría que sostenerse siempre con contribuciones
voluntarias.
La Conmemoración anual de la muerte de Cristo ofreció oportunidades de re-
unirse en asambleas. Con el tiempo, estas pasaron a celebrarse regularmente.
En ellas se acostumbraba efectuar bautismos cristianos. Los Estudiantes de la
Biblia se esforzaban por seguir el mandato bíblico de no abandonar las
reuniones.
En 1894 se adoptó otra medida para animar al pequeño pero crecien-
te número de Estudiantes de la Biblia. Se enviaron representantes via-
jantes, llamados peregrinos, para que dirigieran las reuniones y forta-
lecieran a aquellas nuevas congregaciones.
Para esa época, Russell comenzó a publicar unos libros que
exponían los resultados de su investigación bíblica. En total
escribió seis tomos. Llegaron a conocerse como “Estudios de
las Escrituras”. A menudo, sus lectores se sentían impulsa-
dos a hablar con otros de lo que habían aprendido.
Gerrit Lösch Es obvio que las personas sinceras se sentían atraídas, pues com-
prendían que esta es la verdad. Y la verdad era algo muy distinto a
lo que enseñaban otras religiones. Aquellos tomos tuvieron un gran
impacto, pues algunas personas cambiaron de inmediato su vida.
Narrador Los Estudiantes de la Biblia practicaban lo que aprendían en las Escrituras.
A toda la tierra
8) A partir de entonces, ¿que hizo el creciente grupo de Estudiantes de la Biblia para difundir las buenas nuevas?
Narrador En 1881, el artículo “Se solicitan 1000 predicadores” invitó a los lectores de La
Torre del Vigía de Sión a distribuir publicaciones bíblicas a la gente. Algunos
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evangelizadores de tiempo completo comenzaron a predicar de casa en casa
y a llevar el mensaje a los hogares de la gente. La Torre del Vigía de julio de
1881 recordó a sus lectores que todos los cristianos debían predicar.
Guy H. Pierce Sabían que era la verdad y le hablaban de ella a la gente. Igual pasa
hoy día: todo Testigo sabe que tiene la verdad y que debe transmitirla
a otros. Ni más ni menos.
Narrador En 1899, La Torre del Vigía de Sión propuso un nuevo método: entregar publi-
caciones a quienes salían de la iglesia los domingos.
Geoffrey W. Jackson Al principio, Russell se esforzó por hablar con los pastores religiosos. Pero se
dio cuenta de que no se podría modificar esos sistemas eclesiásticos, y que
era más importante llevarle el mensaje a cada persona y darle la oportuni-
dad.
Podemos imaginar la reacción de los que salían. Habían ido a una iglesia o re-
ligión establecida, habían visto a un hombre instruido que, a su parecer, sa-
bía de lo que hablaba. Y al salir se encontraban con personas comunes que
querían enseñarles algo sobre la Biblia.
Guy H. Pierce Nuestra obra nunca tuvo un carácter de confrontación; lo que se quería era lle-
var el mensaje. La confrontación vino porque estábamos allí, porque hacía-
mos la obra. Pero la idea era dirigir la atención al mensaje bíblico.
Narrador Estos folletos y tratados denunciaban que las iglesias se habían alejado de las
doctrinas bíblicas. Y por eso enojaron al clero de la cristiandad.
Geoffrey W. Jackson Claro, los ingresos de muchas iglesias se redujeron. Porque una vez que la gen-
te veía la verdad y se daba cuenta de que se le había enseñado doctrinas fal-
sas, lógicamente se retiraba y dejaba de apoyar esas instituciones religiosas.
Narrador En 1903, el Carnegie Hall de Pittsburgh fue escenario de un de-
bate que duró seis días. E. L. Eaton, pastor de la Iglesia Metodista
Episcopal y representante de una alianza de clérigos protestantes,
tenía un objetivo: refutar las enseñanzas de Russell, en particular
sobre el estado de los muertos.
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Richadd E. Abrahamson Lo que querían era que Russell pareciera un ignorante y un farsante incapaz de
predicar sobre temas bíblicos a un auditorio.
Russell presentó muy bien sus argumentos y estableció las verdades bíblicas,
demostrando que estaba capacitado para enseñar las Escrituras. La gente no
solo pudo ver la diferencia entre los dos, sino también que muchas de esas
verdades bíblicas eran muy claras. Se dice que cierto ministro que había ido
a apoyar a Eaton se acercó después a Russell y le dijo: “Me alegro de verle
dirigir la manguera al infierno y apagar el fuego”.
Narrador El periódico local fue publicando una crónica completa del debate del día an-
terior.
Richadd E. Abrahamson Y eso dio a los hermanos la idea: ¿por qué no publicar cada semana en todos
los periódicos un sermón del hermano Russell? Así que telegrafiaron los ser-
mones a los periódicos de Estados Unidos y Canadá, e incluso algunas partes
de Europa.
Narrador Los sermones de Russell salían publicados en 2,000 periódicos, con 15 millo-
nes de lectores.
Aunque el mensaje se difundía con rapidez, los Estudiantes de la Biblia estaban
decididos a llevarlo a todos los rincones de la Tierra. Con ese objetivo, Rus-
sell preparó una campaña de predicación aún más vigorosa. Hasta 1908, la
obra se había dirigido desde la ciudad natal de Russell, que ahora es parte de
Pittsburgh, en Pensilvania. Pero la sede central, conocida como la Casa Bíbli-
ca, era muy pequeña para llevar a cabo una obra más extensa, de alcance in-
ternacional.
En 1908, Russell envió a J. F. Rutherford y a otros hermanos a la ciudad de
Nueva York para buscar una sede más adecuada. Se llamó al lugar Betel, que
significa “Casa de Dios”. A quienes vivían allí se les llamó la fa-
milia Betel. Todos ellos eran voluntarios que trabajaban con en-
tusiasmo para que la luz de la Biblia brillara en toda la Tierra. Ya
en 1891, Russell y algunos colaboradores habían viajado al ex-
tranjero para ayudar espiritualmente a la gente. En un viaje de
más de 27,000 kilómetros llegaron a Europa, Asia y África.
John Wischuk Una de las cosas que quedaron claras en ese viaje fue que se necesitaban pu-
blicaciones en distintos idiomas.
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Geoffrey W. Jackson Cuando él visitaba un lugar, al poco tiempo florecían grupos de Estudiantes de
la Biblia. La obra cobró un carácter internacional.
Narrador Pero desde 1909 hasta 1912, Russell intensificó su actividad y viajó por Euro-
pa, Oriente Medio y alrededor de todo el mundo. En sus viajes pudo ver có-
mo vivían millones de personas. Y vio por sí mismo lo que realmente impli-
caba hacer brillar la luz de la verdad en toda la Tierra.
Una nueva manera de reflejar la luz
Narrador En 1914 había 5000 Estudiantes de la Biblia predicando en 68 países. La po-
blación mundial se iba acercando a los 2000 millones. ¿Habría alguna for-
ma de llegar a más personas en menos tiempo?
Los avances técnicos habían abierto una posibilidad.
“El Foto-Drama de la Creación es una producción de la IBSA, la
Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia. Su objeti-
vo es la enseñanza pública de naturaleza religioso-científica y
la defensa de la Biblia como Palabra inspirada de Dios”.
Los Estudiantes de la Biblia hicieron algo nunca antes visto. Sincronizando dia-
positivas y películas con música y diálogos, produjeron una presentación
audiovisual de ocho horas de duración. La idea era mostrar el desarrollo del
propósito de Dios desde el principio de la creación de la Tierra hasta el
Reinado Milenario de Cristo. Se proyectaba en sesiones de dos horas duran-
te cuatro noches.
La primera parte hablaba de los días creativos, el Diluvio de Noé y la fe de
Abrahán. La segunda mostraba escenas de lo que Dios hizo por el antiguo Is-
rael, desde el éxodo, hasta la época de los reyes de Judá. La tercera se centra-
ba en la destrucción del templo de Salomón y en el cumplimento de las pro-
fecías mesiánicas. Y la cuarta sesión relataba la historia de la difusión del
cristianismo, la persecución que se produjo y la enorme cantidad de perso-
nas a las que todavía había que llevar el mensaje del Reino.
Se organizaron las exhibiciones para que cada día se mostrara el “Foto- Drama”
en 80 ciudades. Y los propios Estudiantes de la Biblia costeaban todos los
gastos que suponía alquilar auditorios adecuados.
El “Foto-Drama de la Creación” fue una proeza
técnica única hasta entonces. Tendría que pasar
otra década para que una película comercial de
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larga duración combinara música, diálogos y tomas en color. En un solo año,
nueve millones de personas habían visto por toda la Tierra el “Foto-Drama de
la Creación”. Y muchos se convencieron de que habían descubierto la sen-
da de la luz, que se iba haciendo más y más brillante.
1914: Un año marcado
9) ¿Que habían estado esperando los Estudiantes de la Biblia que ocurriera en 1914?
Narrador En 1876, Russell había escrito en la revista Bible Examiner un
artículo titulado “Los Tiempos de los Gentiles: ¿cuándo termi-
nan?”, en el que declaró que los “siete tiempos” terminarían en
1914. Tras analizar el sueño del árbol, del capítulo 4 de Daniel,
Russell llegó a la conclusión de que la dinastía que comenzó con el rey Da-
vid sería restaurada 2.520 años después de su derrocamiento. Durante esos
años no reinaría ningún descendiente de David. Los Estudiantes de la Biblia
llamaron a ese período “los tiempos de los gentiles”. ¿Qué ocurriría al final
de esos años? Ellos concluyeron que, como Jesús es el único que puede he-
redar el trono de David, él mismo comenzaría a reinar en 1914. ¿Qué signi-
ficaría eso para la Tierra?
Basándose en los capítulos 2 de Daniel y 24 de Mateo, proclamaron que ven-
dría un período de anarquía que culminaría en el fin de este sistema de co-
sas. Creían que en ese momento la congregación sería llevada al cielo.
Geoffrey W. Jackson Comprendieron que 1914 era un año importante, que significaba el fin de los
tiempos de los gentiles. Creían que la obra quizás quedaría terminada y que
ellos se irían a casa, por así decirlo. Así que anhelaban recibir su recompen-
sa.
Gerrit Lösch La verdad es que entendían que aquel año era importante. Ante todo, pensa-
ban que marcaría el comienzo del juicio contra este mundo, el Armagedón.
Narrador Pero en general, la gente preveía un futuro muy distinto. Muchas personas que
escribieron sus recuerdos del verano de 1914 dicen que fue “excepcional-
mente tranquilo”, “lleno de esperanza y buenas promesas”. Algunos analistas
pensaban que nunca había habido mejores condiciones para lograr la paz
mundial.
Los Estudiantes de la Biblia habían predicado que vendría una anarquía
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mundial, y eso parecía casi imposible. Sin embargo, ellos si-
guieron trabajando muy pendientes del calendario. Entonces,
el 28 de junio de 1914, el heredero del Imperio austro-húngaro
y su esposa fueron asesinados. Aquellos disparos desencadena-
ron la guerra más sangrienta que la humanidad había sufrido hasta entonces.
La sensación de tranquilidad se desplomó a medida que una nación tras otra
se enzarzaba en “la Gran Guerra”. Estos y otros sucesos históricos coincidieron con lo que Jesús dijo que marcaría
“la conclusión del sistema de cosas”.
Gerrit Lösch Cuando en julio estalló la primera guerra mundial, vieron que habían estado en
lo cierto. Eso fortaleció su fe en la Biblia –en la Palabra profética de Jehová–,
pero también su confianza en que Jehová estaba usando al hermano Russell
y sus colaboradores para explicar la verdad.
Anthony Morris III Si ya es sorprendente que reconocieran la señal de los tiempos pre-
dicha por Jesús, aún es más asombroso que pudieran señalar el año
exacto.
Un periodo de pruebas
10) Tras la muerte del hermano Russell, ¿que desafíos afrontaron los Estudiantes de la Biblia?
Narrador El 2 de octubre de 1914, en el Betel de Brooklyn, Charles Russell hizo un im-
presionante anuncio: “Los tiempos de los gentiles han terminado; el día de
sus reyes ha pasado”. Había grandes expectativas. Muchos Estudiantes de la
Biblia esperaban una recompensa celestial inmediata. John E. Barr Solo puedo decir que mi madre estaba dispuesta a venderlo todo porque pen-
saba que el fin vendría en 1914, y muchos hermanos creían lo mismo en
aquel entonces.
Narrador Pese a tales expectativas, las angustiosas condiciones mundiales que se desata-
ron en 1914 no significarían que la obra de los Estudiantes de la Biblia había
terminado. Russell estaba seguro de que aún quedaba mucho por hacer. Por
eso escribió: “¡No debemos perder tiempo soñando que la puerta se ha ce-
rrado! Hay personas que están buscando la Verdad, personas que están
sentadas en las tinieblas”. (La Torre del Vigía, 15 de febrero de 1915).
Pero no sería él quien llegaría a esas personas. En 1916, en el transcurso de
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una gira de predicación, murió a la edad de 64 años. Había
gastado toda su fortuna predicando el mensaje bíblico. Y
aunque la mayoría de los Estudiantes de la Biblia siguieron
estudiando las Escrituras y proclamando su mensaje, otros
no pudieron sobreponerse a la decepción. La decepción de
que en 1914 no se cumpliera todo lo que esperaban, unida al lógico dolor
por la muerte de Russell.
Richadd E. Abrahamson Bueno, fue un gran golpe porque estaban acostumbrados a seguir su guía, y se
imaginaban que iba a seguir guiándolos hasta que viniera el Señor y se los
llevara a todos al cielo. Y durante un tiempo no supieron qué hacer. Estaban
aturdidos, sin saber cómo seguir adelante.
Narrador Hubo quienes se apartaron de los Estudiantes de la Biblia e intentaron llevarse
a otros con ellos. ¿Qué pasaría con los Estudiantes de la Biblia? ¿Se dispersa-
rían como si hubieran sido seguidores de Russell?
David H. Splane Esta no es una obra de hombres. Es la obra de Jehová. Es obvio que Jehová ya
había elegido a su organización por la fidelidad y la sinceridad de quienes
estaban tras ella. Y que la había escogido para hacer su obra. Había suficien-
tes hombres sinceros, que buscaban la verdad y deseaban cumplir la volun-
tad de Dios, para impedir que la organización se desintegrara.
Narrador En vez de ceder al desaliento por lo que no pasó en 1914, los Estudiantes de la
Biblia se concentraron en entender el significado de lo que sí había ocurrido.
La guerra mundial y sus secuelas habían sido los acontecimientos estreme-
cedores que Russell había anunciado casi 40 años atrás. Los Estudiantes de
la Biblia fueron comprendiendo que la presencia de Cristo había empezado
en 1914 y que ya vivían en los últimos días de este mundo.
Dos meses después de la muerte de Russell se nombró a Jo-
seph Rutherford para supervisar la obra. Rutherford había
sido un estrecho colaborador de Russell, había viajado con él
y había hablado en su defensa. Al igual que Russell, creía
que las buenas nuevas debían predicarse. Era una persona
dinámica y no se dejaba intimidar. Sin embargo, no todos
valoraban estas características, ni siquiera algunos Estudian-
tes de la Biblia.
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John E. Barr El hermano Rutherford tenía una personalidad muy distinta, pues era un tanto
brusco y no temía ofender a nadie. Creo que fue una enorme prueba para los
hermanos, ya que en realidad habían estado adorando a la criatura más que
al Creador.
Narrador Rutherford dio instrucciones de que las notas de Russell para el séptimo tomo
de Estudios de las Escrituras se compilaran en un nuevo libro llamado [El
misterio terminado].
Richadd E. Abrahamson El día que el libro quedó listo y le llevaron bastantes ejemplares a su oficina,
dispuso que se colocara uno en cada lugar de las mesas del comedor. Así,
cuando la familia bajó a comer, cada miembro tenía un ejemplar. Algunos
estaban entusiasmados e intrigados a la vez, preguntándose qué significaba
aquello.
Pero ya existía una tensión creciente en la familia, pues había hermanos con
responsabilidades que estaban resentidos con Rutherford. Querían ser más
prominentes. Así que aprovecharon la oportunidad para acusarlo de publicar
el libro sin consultar con ellos ni pedirles permiso. Durante cinco horas le
lanzaron un montón de acusaciones injustas. El hermano Macmillan contó
que, bueno, ese día todos se fueron del comedor sin apenas tocar la comida
y muy tristes.
Narrador Pero el libro tuvo una buena acogida entre el público en general.
Richadd E. Abrahamson Inicialmente pensaban en una tirada de menos de 100,000 ejemplares. Pero
en poco tiempo se tuvieron que imprimir más de 850,000.
Narrador El clero llegó a detestar el libro, pues exponía sus enseñanzas y prácticas anti-
bíblicas. Y condenaba abiertamente su participación en la guerra mundial.
¡Así que el clero contraatacó! Aprovechándose del intenso patriotismo gene-
rado por la guerra, acusaron falsamente a los Estudiantes de la Biblia de se-
dición, espionaje y traición, e instaron al gobierno estadounidense a poner
fin a su obra. El 8 de mayo de 1918, Joseph Rutherford y siete de sus colabo-
radores fueron arrestados. El 20 de junio se les declaro culpables de cuatro
cargos de sedición. El 4 de julio de 1918 se les llevo a la prisión federal de
Atlanta, en Georgia. ¿Cuál fue la sentencia? 20 años de
prisión para George Fisher, Hugh Macmillan, Robert
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Martin, Frederick Robison, Joseph Rutherford, William Van Amburgh y Clay-
ton Woodworth. Diez años de prisión para Giovanni DeCecca.
George M. Couch El hecho de que se les encarcelara fue un golpe muy duro para ellos. ¿Habían
hecho algo que no debían hacer? ¿Estaba el Señor disgustado con ellos, o so-
lo lo estaba permitiendo? No lo sabían.
Geoffrey W. Jackson El Diablo incita a la gente a oponerse a nosotros directa o indirectamente. Y la
acusación de sedición suele emplearse contra los siervos de Jehová. Pero no
es más que otra artimaña. Aquellos hermanos no iban por ahí intentando de-
rrocar al gobierno de Estados Unidos. Narrador El 26 de agosto de 1918, las oficinas centrales de Brooklyn fueron clausuradas,
de modo que las operaciones volvieron a Pittsburgh.
El clero pensaba que había logrado silenciar a los Estudiantes de la Biblia.
¡Anuncien! ¡Anuncien! ¡Anuncien!
11) ¿Qué hicieron los Estudiantes de la Biblia después que el her-mano Rutherford y sus compañeros fueron liberados?
Narrador El 11 de noviembre de 1918 acabó la guerra mundial.
A los prisioneros de guerra se les puso en libertad, pero a Rutherford y sus
compañeros no. Parecía que sus adversarios habían triunfado. Sin embargo,
los Estudiantes de la Biblia llevaron a cabo una recogida de firmas para lograr
su liberación, y obtuvieron nada menos que 700.000.
El 12 de marzo de 1919, Woodrow Wilson, presidente de Esta-
dos Unidos, reconoció que las condenas de prisión eran excesi-
vas. El 26 de marzo, los ocho hombres salieron en libertad, y
más tarde se retiraron los cargos.
George M. Couch Pero el Señor los estaba preparando para el futuro. Iba a ser una
batalla con el mundo político, religioso y comercial, y cuando
el hermano Rutherford salió, estaba listo y capacitado para esa
batalla.
Narrador Estos hombres salieron de prisión con un celo ardiente. Al
cabo de seis meses, las oficinas centrales ya habían vuelto
a Brooklyn y se había organizado una asamblea en Cedar
Point, en Ohio. Fue allí donde se presentó la revista com-
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pañera de La Torre del Vigía, llamada The Golden Age. ¿Su propósito? Aclarar
qué significan los sucesos mundiales e infundir esperanza en que Dios eli-
minará todos los problemas.
Geoffrey W. Jackson Rutherford y sus compañeros acababan de salir de la prisión.
En un par de meses lograron organizar esta enorme asamblea,
y entonces anunciaron la aparición de la nueva revista. Es algo
realmente increíble. De estar en una situación en la que ape-
nas sucedía nada, pasaron a ir a toda máquina.
Narrador El 8 de septiembre de 1922 se celebró otra asamblea en Cedar Point. En ella,
Rutherford pronunció el que quizás sería su discurso más memorable.
– ¿Creen ustedes que el glorioso Rey ya empezó a reinar? – ¡Sí! – Entonces, ¡otra vez al campo! El mundo tiene que saber que Jehová es Dios
y que Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores. Este es el día más
importante. ¡Miren, el Rey rige! Ustedes con sus agentes de publicidad.
Por tanto... ¡anuncien, anuncien, anuncien al Rey y su reino! Narrador Y eso fue precisamente lo que hicieron.
M. Stephen Lett Para ellos debe haber sido abrumador contemplar el mundo co-
mo su territorio y ver apenas unos pocos miles de obreros. Sa-
bían que Jehová los ayudaría, y que otros se les unirían. Sabían
que la obra se expandiría.
Geoffrey W. Jackson Uno puede imaginarse a alguien sentado allí diciendo: “¿Cómo piensan lograr
todo eso?”. Y parecería una pregunta oportuna. Pero aquellos hermanos no se
preocupaban de eso. Confiaban por completo en Jehová.
Theodore Jaracz En ese momento, y en vista del discurso de Rutherford, solo sa-
bíamos que teníamos una obra que se nos había confiado y
había que terminarla. Así que nos concentramos en cumplir
nuestra comisión como sus siervos aquí en la Tierra.
Anthony Morris III Tenían una fe enorme. No sabían del todo cómo irían las cosas, pero su fe en
Jehová los impulsaba a salir sin más y dejarle los resultados a él.
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Narrador Como algunos que los habían precedido, aquellos estudiantes de la Biblia tu-
vieron el valor de rechazar las doctrinas falsas. La diferencia fue que ellos se
mantuvieron unidos. Y no dejaron de predicar, ni siquiera frente a intensa
oposición. Por su aguante, siguieron sintiendo el profundo gozo que les pro-
ducía haber salido de la oscuridad. Tenían una obra enorme ante ellos. Su
vida estaría marcada por los sacrificios, y también los grandes logros. Pero su
fe en que Cristo había empezado a reinar, junto con su gratitud por la guía y
el apoyo de Jehová, les dio el valor que necesitaban para hacer brillar la luz
de la verdad en toda la Tierra.
12) ¿Como nos ha ayudado este DVD a profundizar nuestro aprecio por la organización de Jehová?
13) ¿Como ha contribuido este DVD a reafirmar nuestra determina-ción de predicar con entusiasmo las buenas nuevas a pesar de las dificultades?
14) ¿Como utilizaríamos este DVD para ayudar a nuestros familia-
res, estudiantes de la Biblia y otras personas?