DIRECTORIO PASTOR: Obr. Miguel Ramales COPASTOR: Obr. Fernando López SECRETARIA: Hna. Margarita Salinas VOCALES: Hno. Benjamín Jacobo Hna. Socorro Olvera ____________________ FEMENIL: Directora: Hna. Noa Díaz Secretaria: Hna. Norma L. Vocales: Hna. Cecilia A. Hna. Margarita S. VARONIL Director: Hno. Claudio M. Secretario: Hno. Benjamín J. F.J.C. Directora: Hna. Isabel O. Secretario: Hno. Benjamín B. Vocal: Hna. Abigail Flores INFANTIL Directora: Hna. Judith R. Editor: Obr. Fernando L. ____________________ HORARIOS: Viernes* y Sábado** *Culto Nocturno 18:00-19:00 **Culto Matutino 10:00-11:45 **Culto Meridiano 11:45-13:30 **Fraternidades 15:00-16:30 **Culto Vespertino 16:30-18:30 ____________________ VOZ QUE CLAMA Boletín para el orden de Cultos Templo Bet-el XIV. Oyamel #12, Valle Verde, Ixtapaluca, Edo. Méx. Teléfono: (55) 41-18-57-28 www.miglesiaddios.jimdo.com Adheridos a la Conferencia General de la Iglesia de Dios. SGAR 18/93 Abril 16, 2016 Por Obr. Fernando López LOS RELATOS DEL DILUVIO ¿Fue el diluvio —cuestiona la segunda pregunta de nuestra lección— universal o regional? El relato del diluvio transmitido en los hagiógrafos, especialmente en Génesis, ha sido fuertemente criticado y abandonado por diversos especialistas; todavía a comienzos del siglo XIX prestigiosos geólogos como W. Buckland lo defendían con poca fortuna 1 . Los argumentos para minimizar la autenticidad del texto sagrado se orientan —a mi parecer— en dos aspectos: plagio y escasez de elementos para sustentar la universalidad del diluvio, que de haber acaecido, nunca fue mundial sino regional. El redactor bíblico —según esto— por influjo de la vecindad con otros pueblos, copió el relato y lo presente un episodio doloroso para la humanidad, el diluvio; historian un hecho real adaptado a sus costumbres, creencias. Que el relato diluviano pertenezca a mitologías de civilizaciones florecidas en continentes diferentes deja claro la mundialización del cataclismo, el legado literario antiguo lo revela, aunque la arqueología se contente con regionalizarlo. _______________ 1. ORCHARD, B. et al., Verbum Dei, comentario a la Sagrada Escritura. Barcelona: Herder, 1956, vol. I, p. 466. 2. LAMADRID, Antonio González. Pentateuco. Salamanca: PPC, 1972, p. 45. 3. WRIGHT, G. Ernest. Arqueología Bíblica, Madrid: Cristiandad, 1975, p. 170. Poema de Gilgamesh, Tablilla XI. 4. OVIDIO, Metamorfosis I, 320-330. 5. M AT E O S HIGUERA, Salvador. Enciclopedia gráfica del México antiguo. Los dioses creados. México: Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1993, vol. III, pp. 126- 136. 6. PARROT, André. El diluvio y el arca de Noé. Barcelona: Garriga, 1961, pp. 40-46.
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DIRECTORIO
PASTOR:Obr. Miguel RamalesCOPASTOR:Obr. Fernando LópezSECRETARIA:Hna. Margarita SalinasVOCALES:Hno. Benjamín JacoboHna. Socorro Olvera____________________
www.miglesiaddios.jimdo.comAdheridos a la Conferencia General de la Iglesia de Dios. SGAR 18/93
Abril 16, 2016
Por Obr. Fernando López
LOS RELATOSDEL DILUVIO
¿Fue el diluvio —cuestiona la segunda pregunta de nuestra lección— universal o regional? El relato del diluvio transmitido en los hagiógrafos, especialmente en Génesis, ha sido fuertemente criticado y abandonado por diversos especialistas; todavía a comienzos del siglo XIX prestigiosos geólogos como W. Buckland lo defendían con poca fortuna1.
Los argumentos para minimizar la autenticidad del texto sagrado se orientan —a mi parecer— en dos aspectos: plagio y escasez de elementos para sustentar la universalidad del diluvio, que de haber acaecido, nunca
fue mundial sino regional. El redactor bíblico —según esto— por influjo de
la vecindad con otros pueblos, copió el relato y lo
presente un episodio doloroso para la humanidad, el diluvio; historian un hecho real adaptado a sus costumbres, creencias. Que el relato diluviano pertenezca a mitologías de civilizaciones florecidas en continentes diferentes deja claro la mundialización del cataclismo, el legado literario antiguo lo revela, aunque la arqueología se contente con regionalizarlo.
_______________1. ORCHARD, B.
et al., Verbum Dei, comentario a la Sagrada Escritura. Barcelona: Herder, 1956, vol. I, p. 466.
2. L A M A D R I D , Antonio González. Pentateuco. Salamanca: PPC, 1972, p. 45.
3. WRIGHT, G. Ernest. Arqueología Bíblica, Madrid: Cristiandad, 1975, p. 170. Poema de Gilgamesh, Tablilla XI.
4. O V I D I O , Metamorfosis I, 320-330.
5. M A T E O S HIGUERA, Salvador. Enciclopedia gráfica del México antiguo. Los dioses creados. México: Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1993, vol. III, pp. 126-136.
6. PARROT, André. El diluvio y el arca de Noé. Barcelona: Garriga, 1961, pp. 40-46.
adaptó al rigor monoteísta-moralista hebreo. La tradición diluviana es de origen mesopotámico2, pero el hagiógrafo cautivado de tales narraciones, creyó oportuno sacarles provecho.
Veamos las semejanzas: El poema mesopotámico de Gilgamesh historia las hazañas del rey de Uruk, quien sufre la enfermedad y fallecimiento de su amado amigo Enkidu. Horrorizado ante la muerte, Gilgamesh se dispone granjearse inmortalidad. Tras diversas vicisitudes, encuentra a Utnapishtim, único hombre en alcanzar vida eterna. Pero éste no puede brindarle ayuda, ya que en todo caso tal don depende de Enlil caudillo divino, e intenta concienciar a Gilgamesh de la finitud humana. Utnapishtim le cuenta la trágica diluviana, donde él y su esposa son avisados de la destrucción inminente ideada por Enlil —arrepentido después—, así, construyen una barca para salvarse. Utnapishtim revela a Gilgamesh la existencia de cierta planta milagrosa situada en lo profundo del mar, cuyo efecto es increíble: perpetua juventud; pero
desgraciadamente es robada por una serpiente3.
La literatura posterior latina bosquejó enunciados semejantes, si bien los pincelazos finales divergen, los trazos básicos son coincidentes: hubo un hombre justo, pío ante los dioses que, junto a su mujer, alcanzaron benevolencia y por ellos cesó el diluvio4. Otro relato significativo se encuentra en la mitología azteca, su trama pintoresca inicia el año 2028 de la creación de dioses, los cielos se volcaron, trombas que rugían cual jaguares cayeron sobre el hombre; algunos evidentemente clamaron al cielo esperando indulgencia divina; nació entonces una especie de hombres-peces. La humanidad llegaría a su fatal fin anegado en agua, término de la cuarta era5.
Como el peso arqueológico nunca es concluyente ni definitivo, ciertos autores suponen basados en la capas sedimentarias mesopotámicas, que el diluvio tuvo lugar por una crecida inusual del Éufrates y Tigris capaz de arrasar todo6.
Lo anterior muestra que en las antiguas civilizaciones estuvo
CULTO MATUTINODirector: Hno. Enrique R.Instructor: Ob. Miguel R.