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ECONOMÍA INDUSTRIAL N. o 354 • 2003 / VI 85 Los parques científicos y tecnológicos, sistemas virtuosos de innovación España tiene un sistema de innovación poco desarrollado. el peso de la investigación y desarrollo (I+D) con respecto al Producto Interior Bruto (PIB) es mucho menor que el de la media europea. La media europea del esfuerzo en I+D con respecto al PIB es- tá alrededor del 2%, mientras en España apenas supera el 1%. Además, la contribu- ción a ese porcentaje desde el sector públi- co es del 45%, mientras que el sector priva- do contribuye con el 55%; o lo que es lo mismo, un 0,56 % del PIB corresponde al sector privado y un 0,47% al sector público. La Unión Europea se ha fijado el objetivo de que para el año 2010 la media del es- fuerzo inversor en I+D sea del 3%, y de éste el 70% debe corresponder a la inicia- tiva privada y el 30% a la iniciativa públi- ca; es decir, la I+D pública ha de repre- FELIPE ROMERA LUBIAS Presidente de la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España sentar un 1% del PIB, mientras que la I+D privada ha de ser del 2%. España tiene que realizar un gran esfuerzo para poder alcanzar los objetivos comunita- rios y este esfuerzo es de distinta magnitud si lo analizamos desde la perspectiva de los sectores público y privado. España debería de multiplicar por dos las inversiones en I+D realizadas desde el sector público, pero tam- bién tendría que multiplicar casi por cuatro las correspondientes al sector privado. El presente artículo describe cómo los siste- mas virtuosos de innovación pueden ser una excelente herramienta para poder cumplir con los objetivos de la Unión Euro- pea y, sobre todo, cómo los parques cientí- ficos y tecnológicos pueden ser el camino para alcanzar dichos objetivos haciendo én- fasis en las enseñanzas del Silicon Valley. Además, describe la historia de los parques científicos y tecnológicos de España y có- mo se han desarrollado hasta la actualidad, poniendo de manifiesto el gran boom expe- rimentado en los últimos años con la crea- ción de numerosos proyectos de parques, que pueden ser un excelente camino para facilitar la convergencia con Europa de nuestro sistema de innovación.
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Nov 16, 2018

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ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 354 • 2003 / VI

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Los parques científicos

y tecnológicos, sistemas virtuosos

de innovación

España tiene un sistema de innovación poco desarrollado. el peso de lainvestigación y desarrollo (I+D) con respecto al Producto InteriorBruto (PIB) es mucho menor que el de la media europea. La media europea

del esfuerzo en I+D con respecto al PIB es-tá alrededor del 2%, mientras en Españaapenas supera el 1%. Además, la contribu-ción a ese porcentaje desde el sector públi-co es del 45%, mientras que el sector priva-do contribuye con el 55%; o lo que es lomismo, un 0,56 % del PIB corresponde alsector privado y un 0,47% al sector público.

La Unión Europea se ha fijado el objetivode que para el año 2010 la media del es-fuerzo inversor en I+D sea del 3%, y deéste el 70% debe corresponder a la inicia-tiva privada y el 30% a la iniciativa públi-ca; es decir, la I+D pública ha de repre-

FELIPE ROMERA LUBIASPresidente de la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España

sentar un 1% del PIB, mientras que la I+Dprivada ha de ser del 2%.

España tiene que realizar un gran esfuerzopara poder alcanzar los objetivos comunita-rios y este esfuerzo es de distinta magnitudsi lo analizamos desde la perspectiva de lossectores público y privado. España deberíade multiplicar por dos las inversiones en I+Drealizadas desde el sector público, pero tam-bién tendría que multiplicar casi por cuatrolas correspondientes al sector privado.

El presente artículo describe cómo los siste-mas virtuosos de innovación pueden ser

una excelente herramienta para podercumplir con los objetivos de la Unión Euro-pea y, sobre todo, cómo los parques cientí-ficos y tecnológicos pueden ser el caminopara alcanzar dichos objetivos haciendo én-fasis en las enseñanzas del Silicon Valley.Además, describe la historia de los parquescientíficos y tecnológicos de España y có-mo se han desarrollado hasta la actualidad,poniendo de manifiesto el gran boom expe-rimentado en los últimos años con la crea-ción de numerosos proyectos de parques,que pueden ser un excelente camino parafacilitar la convergencia con Europa denuestro sistema de innovación.

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Sistemas virtuosos de innovación

Un sistema de innovación se dice que esvirtuoso cuando el dinero invertido encrear conocimiento se transforma en pro-ductos y/o servicios que a su vez se con-vierten en dinero en los mercados y partede ese dinero se vuelve a invertir en co-nocimiento, y así sucesivamente.

Para que un sistema virtuoso de innova-ción adquiera una dimensión importantees necesario que los mercados sobre losque opera el sistema tengan la capacidadde crecer rápidamente. Estos mercadossuelen estar muy ligados a la tecnología yademás deben de tener una dimensiónglobal.

Los ejemplos de los mercados de la elec-trónica, los ordenadores personales, de latelefonía móvil o de internet son excelen-tes referencias. Aunque una nueva tecno-logía capaz de desarrollar un nuevo mer-cado puede inducir a pensar que losmercados son infinitos, no suele ser así;de forma que todos los mercados de undeterminado producto tienden a la satu-ración, y si ha sido de rápido crecimien-to, tras la saturación tiende a disminuir elnúmero de empresas que existían en esemercado y aparecer una crisis, con loscorrespondientes problemas sociales quelleva aparejados: reducción del númerode empresas, paro, etc.

Esta reflexión nos hace aventurar que lossistemas virtuosos de innovación estánabocados a la crisis, ya que, superada és-ta, aquéllos deben de reorientarse haciaotros productos y tecnologías.

Así ha ocurrido en el caso del Silicon Va-lley, que, dicho sea de paso, es el siste-ma virtuoso de innovación por excelen-cia. Allí se han desarrollado nuevosmercados de rápido crecimiento y deámbito global, como fueron los de laelectrónica, los ordenadores personales,internet y, quizá en los próximos años,el de la biotecnología. Los tres primerosacabaron en crisis, lo que obligó, no sinnumerosos sacrificios, a una reorienta-ción en busca de nuevas oportunidadesy mercados.

Sin lugar a dudas, esos momentos de cri-sis son los mejores para planificar el futu-ro y dar un nuevo impulso al desarrolloeconómico del lugar.

En resumen, un sistema virtuoso de inno-vación se caracteriza por períodos de rá-pido crecimiento y también por otros decrisis, donde el balance final siempre espositivo y, sobre todo, porque estos luga-res donde se desarrolla un sistema virtuo-so de innovación son los mejores paracrear conocimiento. Mucho más que enel ámbito universitario tradicional, aquí elmundo empresarial y el universitario vande la mano, creando el conocimiento quedemandará el mercado.

Para que un sistema de innovación seconvierta en virtuoso debe de existir unagran cooperación entre la I+D desarrolla-da por el sector público (universidades yorganismos públicos de investigación) yel privado (empresas, organismos priva-dos sin fines de lucro). Sólo si esta coo-peración se produce es posible que el co-nocimiento científico se transformerápidamente en productos y servicios.

En general, en Europa la I+D pública estámuy poco interesada en la cooperaciónempresarial y además las administracio-nes públicas tampoco fomentan adecua-damente esta cooperación. En los dife-rentes sistemas europeos de innovación,

desde el punto de vista de las administra-ciones, se prima la investigación científicafrente a la empresarial y aquélla no sesuele orientar al mercado.

Ya en el año 1995, con el Libro Verde dela Innovación, la Unión Europea recono-cía el fracaso de su política científica refe-rida a la creación de un sistema virtuosode innovación a través de la denominada«Paradoja Europea». Ésta mostraba la difi-cultad europea para convertir el conoci-miento en productos y servicios, y estehecho, puesto en relación con sus com-petidores, como eran Estados Unidos yJapón, ya que éstos lo hacían con unamayor facilidad.

En Europa, en general, el motor del de-sarrollo científico no son las empresas si-no el sector público y ahí estriba una delas dificultades para convertir conoci-miento en productos. El sector público deI+D está lejos del mercado, por lo cualtiene muchas dificultades para desarrollartecnologías que el mercado pueda fácil-mente utilizar y las empresas convertirlasen productos y servicios.

Podríamos simplificar diciendo que lacreación de conocimiento en Europa noestá orientada al mercado y que de ahísurge la «Paradoja Europea». Sin embargo,hay países europeos que en los últimosaños han sido capaces de crear sistemasvirtuosos de innovación, como son loscasos de Irlanda y Finlandia.

Ambos sistemas nacionales de innovaciónse desarrollan en la última década del si-glo XX, cuando el mercado de las tecno-logías de la información y las comunica-ciones (TICs), se desarrolla con granfuerza, sobre todo a finales de la décadade los noventa, especialmente la telefoníamóvil. Existen muchas características co-munes entre ambos sistemas. La primerade ellas es que se crean en países de po-ca población y relativamente pobres conrespecto a los estándares europeos. Ensegundo lugar, el papel de las administra-ciones públicas es muy importante. En Ir-landa el gobierno realiza una excelentelabor en la captación de empresas multi-nacionales que demandan capital huma-no local, además utiliza los fondos Federde la Unión Europea en procesos de for-mación de este capital humano y favore-

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ce la transferencia de tecnología, la cola-boración de las universidades con elmundo empresarial tecnológico, ademásde facilitar la creación de empresas debase tecnológica, fruto del conocimientoque los irlandeses obtienen de los merca-dos globales al trabajar con las empresastecnológicas allí instaladas. Una adecuadapolítica de incentivos fiscales y de finan-ciación de la innovación favorece estedesarrollo.

En el sistema finlandés, las administracio-nes públicas tienen un papel fundamen-tal. A principios de los noventa decidenapoyar el desarrollo de las tecnologías dela información y para ello crean numero-sas universidades orientadas a estas tec-nologías, apoyan a los grupos públicosque trabajan en estas tecnologías que de-mande el mercado, apoyan a las empresas(especialmente Nokia) en sus actividadesde creación de nuevo conocimiento, faci-litan el surgimiento de empresas innova-doras y aportan fondos para favorecer sucrecimiento. En consecuencia, crean unaorientación de todos los agentes para quela suma de todos ellos sea un factor rele-vante en un mercado como es el de la te-lefonía móvil, y Nokia lo aprovecha con-virtiéndose en un líder mundial y motordel sistema de innovación finlandés.

En ambos casos se crean empresas loca-les que saben competir también en losmercados globales, y además se consigueuna masa crítica de personas trabajandoen las empresas, creando conocimientosque arrastran a las universidades paraque desarrollen proyectos en esa direc-ción.

Una de las enseñanzas que ofrecen losdos ejemplos de los sistemas virtuosos deinnovación aquí referenciados es que elpapel que han desempeñado las adminis-traciones públicas ha sido esencial en sudesarrollo, fundamentalmente orientandoel destino de los fondos y de las políticasde I+D hacia el mercado. En ambos ca-sos, la orientación hacia las empresas hahecho que éstas pudiesen competir mejoren los mercados globales.

En el ejemplo del Silicon Valley tambiénlas administraciones públicas jugaron unpapel determinante en el desarrollo deese sistema virtuoso de innovación: en

este caso, favorecieron el desarrollo delas empresas y el conocimiento tecnológi-co; no orientándolas hacia un determina-do mercado, como hemos visto en los ca-sos anteriores, sino creando nuevosmercados que hicieran crecer a las em-presas; es decir, comprando los produc-tos tecnológicos que éstas desarrollaban.Una vez que las empresas tenían dimen-sión, eran éstas las que dinamizaban elmercado, que llegaba a ser global.

Uno de los elementos más importantespara desarrollar un sistema virtuoso deinnovación se encuentra en las relacionesentre el mundo científico, muy relaciona-do con la universidad, y el mundo em-presarial. Estas relaciones son siempre di-fíciles porque ambos mundos tienen engeneral objetivos muy diferentes.

Mientras que en el mundo empresarial elobjetivo principal es ganar dinero, en eluniversitario el objetivo es crear conoci-miento, y aunque en algunos casos coin-ciden con una determinada estrategia, engeneral, estos objetivos son divergentes.Sólo cuando la creación de conocimientose enfoca a un objetivo empresarial la co-laboración puede ser excelente. Tambiénexisten otros atributos del mundo empre-sarial que no son compartidos desde launiversidad. La flexibilidad, el riesgo, elllegar a tiempo al mercado son atributosque se desarrollan en la empresa y que

están muy lejos del ambiente que se viveen la universidad.

A pesar de estas dificultades, el reto estáen conseguir que se pueda provocar ydesarrollar la transferencia de conoci-miento, también llamada transferencia detecnología, desde el mundo científico alempresarial.

Una de las características de la sociedaddel conocimiento que se está desarrollan-do es que el patrimonio de la creación delconocimiento ya no reside sólo en la uni-versidad. En las tecnologías más punteras,las empresas compiten con la universidaden la creación de nuevos conocimientos.Este hecho facilita la cooperación entre es-tas empresas y la universidad.

Pero, como hemos visto anteriormente,las políticas públicas de I+D son trans-cendentales para configurar sistemas vir-tuosos de innovación. Estas políticas hayque orientarlas hacia las empresas exis-tentes en el sistema, determinar en quétecnologías se puede competir en losmercados globales, cuantificar los esfuer-zos necesarios, tanto desde el sector pú-blico como privado, para alcanzar conesas empresas un cierto liderazgo en elmercado global y apostar por dedicar re-cursos económicos para incrementar elnivel de conocimiento en la direcciónprefijada. En el fondo, esto significa susti-

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tuir unas políticas de «siembra indiscrimi-nada» por otras de «producción selectiva».

Estas políticas tienen numerosos riesgos.Uno de ellos está en la oposición del sis-tema científico y otro de equivocarse enla selección de tecnologías. Ambos hayque tenerlos muy en cuenta al diseñarlas.

El ejemplo del Silicon Valley

¿Es posible desarrollar sistemas virtuososde innovación en el ámbito local? La res-puesta es afirmativa y a estos sistemas seles han denominado como parques cien-tíficos y tecnológicos.

El origen de los parques científicos y tec-nológicos está íntimamente ligado a la ex-periencia del Silicon Valley. Allí, duranteapenas dos décadas, el desarrollo tecnoló-gico creó desarrollo económico de unaforma tan impresionante que a partir deque esos aspectos fueron conocidos fuerade sus límites, en todo el mundo se haquerido reproducir el fenómeno. Países,regiones, municipios, universidades, urba-nizadores, empresarios han intentado co-piar e innovar los fenómenos que allí seprodujeron de una forma natural (¿natu-ral?), y esa reproducción de las experien-cias del Silicon Valley, en distintas mani-festaciones y procesos, ha dado lugar a lacreación en todo el mundo de los denomi-nados parques científicos y tecnológicos.

Los procesos que se desarrollaron en elSilicon Valley fueron de tipo múltiple yde ahí que la adaptación a las distintas re-giones del mundo se haya producido deforma parcial. Fueron tan innovadoresmuchos de estos procesos que es necesa-rio describirlos de forma individual paraconocerlos y analizarlos en profundidad.

En primer lugar, el Silicon Valley repre-senta un lugar; en segundo, una universi-dad que tiene interés en el desarrolloeconómico; en tercer lugar, la universidadfavorece la implantación de empresas ensu campus universitario; en cuarto lugar,la universidad genera empresas a travésde sus graduados; en quinto lugar, lasempresas generan nuevas empresas a

partir de procesos de escisión de parte desus plantillas; en sexto lugar, la existenciade un mercado que facilita la innovación,y en séptimo lugar, la generación de unmercado de capitales que ayuda al desa-rrollo empresarial. Posiblemente seanmuchos más los factores que condujeronal éxito del Silicon Valley, pero estos sietepermiten entender tanto el fenómeno ensí mismo como el posterior desarrollo delos parques científicos y tecnológicos, pe-ro sobre todo muestran un ejemplo sobrecómo desarrollar un sistema virtuoso deinnovación local.

Un lugar

El Silicon Valley se encuentra en el vallede Santa Clara, en California (EstadosUnidos). Es una franja de tierra de 70 por15 kilómetros en la península, al sur deSan Francisco; desde Palo Alto, hasta lasafueras del sur de San José, a través deMountain View, Sunnyvale y Santa Clara.

Entre 1769 y 1821, los franciscanos espa-ñoles colonizaron un pequeño imperioen California. Abrieron el valle de SantaClara a través del Camino Real y constru-yeron misiones, prisiones y comunida-des civiles que estaban situadas unas deotras a un día de marcha. Durante el si-glo XIX y gran parte del XX, el valle deSanta Clara vivía de la agricultura. En

1950, en esa zona solamente existían 800trabajadores industriales, la mayoría enindustrias transformadoras de alimentos.

Una universidad

En 1867, Leland Stanford, uno de los«cuatro grandes» fundadores del ferroca-rril Southern Pacific, compró una finca de3.000 hectáreas en Palo Alto. Su hijo mu-rió a la edad de quince años y este hechole provocó una fuerte crisis emocional,decidiendo construir una universidad co-mo recuerdo de su hijo. Así nació la Le-land Stanford Junior University. En 1887se colocó la primera piedra y comenzó aser operativa en octubre de 1891.

Leland Stanford cedió a la universidad 20millones de dólares y prohibió que pu-diesen venderse los terrenos universita-rios. La universidad de Stanford tiene hoyal menos diez premios nóbeles y seis pre-mios Pulitzer. Uno de los objetivos de es-ta universidad fue desde los comienzosorientar sus actividades hacia las aplica-ciones de la investigación básica. En 1946creó el Instituto de Investigación de Stan-ford (SRI) para favorecer la transferenciade tecnología de la investigación hacia eldesarrollo económico, y desde sus oríge-nes favoreció el desarrollo de empresasdesde la propia universidad

Stanford Research Park

El incremento de alumnos que experi-mentó la universidad de Stanford, al pa-sar de 4.500 a 8.500 después de la segun-da guerra mundial, le produjo dificultadesfinancieras. Por otro lado, la población delos alrededores crecía muy rápidamente ydemandaba espacios para suelo indus-trial, de forma que los terrenos de la uni-versidad comenzaron a ser muy valora-dos. Estos dos factores movieron a losrepresentantes de la universidad a des-arrollar sus terrenos y crear el StanfordResearch Park en 1951. De esta manera,la universidad de Stanford ponía un nue-vo instrumento de desarrollo empresarial,al facilitar la instalación de empresas enel parque y establecer buenos enlacescon la actividad industrial, al tiempo queobtenía una nueva fuente de financia-ción, de la que estaba muy necesitada.

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El planteamiento urbanístico era en aque-llos tiempos prácticamente inexistente enel condado de Santa Clara. La ciudad dePalo Alto intentó convencer a la universi-dad de que realizara una subdivisión delos terrenos con una estructura reticular ycon parcelas del mismo tamaño, peronunca se hizo así. La idea fue que las em-presas fijaran el espacio que necesitabany así ocurrió. El tamaño inicial del parquefue de 20 hectáreas, pero cuando Varian,la primera empresa en ubicarse en 1953,reclamó esas 20 hectáreas para ella, el ta-maño del parque se amplió hasta las 300hectáreas, su dimensión actual.

Las empresas acudieron a instalarse alparque porque querían estar en las proxi-midades de la universidad y, así, Varianse trasladó al parque en 1953 y Hewlet-Packard en 1954. En 1955 había ya sieteempresas; 70 en 1970; 90 en la década delos ochenta, con 25.000 trabajadores, 150con 26.000 trabajadores en 1994. La uni-versidad ofrece los terrenos con derechode superficie, ya que tiene la imposibili-dad de venderlos. En 1991 recibió sietemillones de dólares como pago de alqui-ler de los terrenos del parque.

Los procesos de spin-offuniversitarios

El interés manifestado desde su creaciónpor la Universidad de Stanford para crearempresas a partir de los conocimientos yde los posgraduados ha sido una de lascaracterísticas más importantes de la mis-ma. Al proceso de creación de empresasdesde el ámbito universitario se le deno-mina spin-off.

En 1909, el presidente de la universidadinvirtió 500 dólares en crear una empresaque tres años más tarde perfeccionó eluso del tubo de vacío como un amplifica-dor de sonido. Fue Frederick Termanquien a partir de 1925 animó a muchosestudiantes a crear sus propias empresas.Surgió así Litton Engineering Laboratoryen 1928; en 1937 los hermanos Variandesarrollaron el tubo de Klyston con laayuda que les prestó otro profesor deStanford: un local y 100 dólares. El pro-pio Terman prestó 1.538 dólares para queWillian Hewlet y David Packard crearanHewlet Packard en 1938.

La creación de nuevas empresas a travésde spin-off universitarios es sólo posiblesi la universidad se encuentra próxima alos mercados y sus programas de investi-gación están cercanos a los intereses dela industria. Durante cerca de 100 años, laUniversidad de Stanford ha trabajado enesa dirección

Los procesos de spin-offindustriales

Pero no sólo la universidad fue el instru-mento para crear nuevas empresas. Tam-bién en el Silicon Valley se desarrollaroncon gran intensidad los procesos de crea-ción de nuevas empresas a partir de otrasya existentes. Los procesos de generaciónde spin-off industriales fueron determi-nantes en el rápido desarrollo de la in-dustria microelectrónica y, posteriormen-te, de los ordenadores personales.

La Shockley Semiconductor Laboratoryfue la empresa madre desde la que sedesarrollaron muchas más. Sin ser éste elúnico caso, sí es el más didáctico y es-pectacular. Esta empresa se inauguró enPalo Alto en 1955 y fue la primera de se-miconductores del valle. Su fundador fueWillian Shockley, que era de Palo Alto,aunque realizó sus estudios en el Este deEEUU, se doctoró en 1936 en el MIT(Massachussets Institut Technology) y se

incorporó a los laboratorios de ATT. En1954 abandonó los Bell Labs, y con elapoyo financiero de Arnold Beckman re-gresó a Palo Alto, fundando la nueva em-presa.

En 1957, ocho ingenieros de la Shockley(Noyce, Hoerni, Kleiner, Moore, Last, Gri-nich, Roberts y Blank) abandonaron laempresa y fundaron otra: Fairchild Semi-conductor. El padre de uno de estos inge-nieros tenía relaciones con la firma neo-yorquina Hayden y Stone, y comentó laaventura de su hijo. Fue Arthur Rock, eje-cutivo de la empresa, quien ayudó a losocho ingenieros a buscar financiación. Laencontró en la Fairchild Camera, que fi-nanciaría a la nueva empresa con un mi-llón y medio de dólares, que recuperaríacuatro años más tarde con un valor detres millones.

Desde la Fairchild se crearon múltiplesempresas. El primero en abandonarla fueel director gerente, para crear Rheem Se-miconductor; en 1961 seis ingenierosconstituyeron Signetics; ese mismo año,Hoerni, Roberts y Kleiner crearon Amel-co, y en 1967 Hoerni abandonó Amelcopara crear Intelsil. En 1962, de otra esci-sión de la Fairchild nació Molectro; en1963, otra creó General Micro Electronics;en 1967, de otra escisión, la National Se-miconductor, y en 1968 Noyce y Moorecrearon Intel. En 1980, casi 70 empresasdel valle podían sentirse descendientesde la Fairchild.

El mercado local y el mercado global

Para cualquier empresa nueva que secrea, su primer objetivo es poder entraren el mercado. Éste determina la exis-tencia misma de la empresa, y en el Sili-con Valley apareció un mercado ansiosode nuevas tecnologías que supuso elelemento de su desarrollo. Las buenasexpectativas frente a un mercado inmen-so fue lo que animó a muchos ingenie-ros a crear sus propias empresas y a losinversores a poner su capital en ellas.Sin aquel mercado local ávido de tecno-logía puede que nada hubiese pasado.Sólo algunos gobiernos han aprendidoque la mejor manera de favorecer la in-novación es mediante el apoyo a las em-

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presas a través del mercado. Parece queestas prácticas van contra la libre com-petencia, pero no es así; favorecer quelas empresas entren en el mercado esayudarlo, y esto fue lo que ocurrió en elSilicon Valley.

California en 1937 tenía 30.000 personastrabajando en la industria aeronáutica, ysiete años más tarde, en 1944, más de dosmillones. Los orígenes de este cambio seremontan al bombardeo de Pearl Har-bour, ya que a partir de entonces el de-partamento de defensa instaló plantas deproducción de aviones en los Ángeles yde buques en la bahía de San Francisco.La producción que el mercado local ge-neró la compraba el gobierno americano.Esta situación continuó después de la Se-gunda Guerra Mundial y se aceleró con elconflicto de Corea. Entre 1955 y 1965, elempleo industrial creció un 25% en Cali-fornia, mientras que en el resto de Esta-dos Unidos no superó el 6,5%.

Este mercado local favoreció el desarrollode las empresas del Silicon Valley, queuna vez adquirida la dimensión suficientese vieron capaces de atacar el mercadomundial. Buscaron nuevos lugares dondefabricar más barato, abrieron nuevos cen-tros de investigación y con las nuevastecnologías de la información consiguie-ron cambiar los mercados mundiales pormercados globalizados.

El capital riesgo

La financiación de las empresas tecnológi-cas e innovadoras es uno de los aspectosfundamentales de su desarrollo. Los tecnó-logos que se introducen en el mundo delos negocios casi nunca valoran que unode los aspectos más difíciles de conseguires el capital necesario para realizar sus in-versiones y sus operaciones. Un error muyextendido es el que los bancos pueden su-ministrarles ese capital, y no saben que losbancos sólo dan dinero a aquellos que lotienen, y por lo tanto no lo necesitan. Unfuturo negocio no es una garantía banca-ria. Cuando estos aspectos se conocen, laexperiencia de construir una empresa in-novadora se hace mucho más difícil.

Mucho se ha escrito sobre la financiacióna las empresas en el Silicon Valley y quizá

se ha sobrevalorado el concepto de capi-tal riesgo como la panacea de la financia-ción. Existe la creencia de que, despuésde recorrer la banca solicitando dineropara un proyecto y obteniendo siemprela misma respuesta negativa, la única sali-da es el capital riesgo, y en esos momen-tos de desesperanza nunca el capital ries-go soluciona esos problemas.

La financiación de las primeras empresasque surgieron de la universidad normal-mente provino de los mismos empresa-rios o de personas relacionadas con lainstitución. Hemos visto anteriormentecómo fueron profesores universitarios losque financiaron a empresas como la Va-rian o la Hewlet-Packard y cómo tambiénla Shockley Semiconductor Laboratoryfue financiada por emprendedores, queademás eran líderes de empresas innova-doras, como Arnold Beckman, de Brek-man Instruments y Sherman Fairchild, dela Fairchild Camara and Instruments.

En una segunda fase del desarrollo del Si-licon Valley, fueron sus propios empresa-rios, una vez que habían obtenido exce-lentes beneficios de sus empresas, losque hicieron de financiadores de nuevosproyectos, como fue el caso de MikeMarkkula, director de marketing de Intel,quien aportó capital para la creación deApple.

El capital riego surge en el Silicon Valleycuando la tasa de éxito empresarial, favo-recida por un mercado local público, esdecir seguro y de gran dimensión, animaal capital a invertir con la esperanza derecibir unos rendimientos futuros impor-tantes. En esas circunstancias se convirtióen la pieza angular que determinó el éxi-to en el valle.

El éxito del Stanford Research Park con-tribuyó a que en todo el valle de SantaClara, animados por las colectividades lo-cales, se crearan parques al estilo del deStanford y que el empleo creciera de for-ma espectacular. El de alta tecnología pa-só de 5.996 personas en 1959 a 51.951 en1970, a 179.113 en 1980 y a 214.924 en1985, y que mientras este empleo repre-sentaba menos del 10% sobre el empleototal de la industria en 1959, representaracerca de un 80% en 1985.

Incubadoras de empresasde base tecnológica

Una de las maneras más intuitivas paratransformar el conocimiento en produc-tos y/o servicios es mediante la creaciónde una empresa. La historia del SiliconValley que hemos visto en el apartado an-terior así lo atestigua. Fueron las empre-sas que se crearon a partir de los conoci-mientos generados en la universidad deStanford (spin-off académicos) o a travésde escisiones de empresas tecnológicasya constituidas (spin-off industriales) lasque crearon la riqueza en el valle.

Así, allí se demostró cómo estas empre-sas, desarrolladas a partir de conocimien-tos científicos o tecnológicos, fueron losagentes que facilitaron esa conversión deconocimiento en dinero, siendo, en su-ma, los agentes que realizaron la transfe-rencia de tecnología desde la universidadhacia los mercados.

Es por esto por lo que son estas empresasde base científica y tecnológica los verda-deros agentes que provocan el desarrollode los sistemas virtuosos de innovación.

Uno de los instrumentos que se diseña-ron para facilitar la creación de empresas

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de base científica o tecnológica fue la in-cubadora de empresas.

Una incubadora de empresas se compo-ne de un equipo de profesionales queayudan a los emprendedores al desarrollode su plan de negocio, a aprender las di-versas técnicas de gestión empresarial y abuscarles la financiación necesaria parallevarlo a cabo. Además dispone de unedificio donde se ubican por un período no superior a los tres años.

La incubadora de empresas es una parteimportante de los sistemas de innovaciónde ámbito local, siendo considerada co-mo una infraestructura de estos sistemas.Suele ser el germen en el desarrollo deun parque científico y tecnológico y unode los instrumentos desde el ámbito uni-versitario para participar en el mundoempresarial. Existen muchas universida-des promotoras de este tipo de incubado-ras, aunque también son los agentes pú-blicos locales, ayuntamientos y gobiernosregionales los que las promueven.

Alrededor de este concepto se han desa-rrollado otras en función del grado demadurez de las empresas, y la suma detodos ellas nos conduce a uno más globalcomo es el de parque científico y tecno-lógico.

Pero vayamos por partes. Si nos concen-tramos en la fase previa de creación deuna empresa, que va desde que un em-prendedor tiene una idea hasta que es ca-paz de disponer de una empresa y de unequipo de gestión que ayuda al empren-dedor en todo este proceso y ademásexiste un espacio físico donde se puedenalojar los emprendedores, digamos hastaun máximo de un año, entonces tendre-mos una preincubadora.

Por otro lado, si nos preocupamos de lasempresas que salen de la incubadora yles ofrecemos locales en régimen de al-quiler (nidos) o con posibilidad de com-pra (contenedores) o incluso una parce-la donde construir su propio edificio,entonces habremos creado, casi sin dar-nos cuenta, un parque científico y tecno-lógico.

De esta forma hemos diseñado un mode-lo de desarrollo empresarial continuo, ya

que se ha creado un sistema que favoreceel desarrollo empresarial desde la faseinicial, o de idea, hasta que ésta se con-vierte en una empresa madura que com-pite en los mercados globales. El sistemase adapta al rápido crecimiento de la em-presa.

El ejemplo del Silicon Valley en la crea-ción de empresas ha sido imitado con di-ferentes modalidades en todo el mundo.

En Estados Unidos, las incubadoras se re-produjeron con mucha rapidez, y en Eu-ropa tuvo un gran éxito a principios delos ochenta la incubadora de Berlín, quefue copiada en Alemania con el desarro-llo de los centros tecnológicos alemanes,que eran mitad incubadora mitad centrosde servicios a las empresas. La Unión Eu-ropea animó, en las regiones de bajo de-sarrollo económico, a la creación de cen-tros europeos de empresas e innovación(CEEIs), llamados también Bussines Inno-vation Centres (BIC). Actualmente existennumerosos CEEIs en Europa

La financiación de la innovación

Ya hemos visto, repasando la historia delSilicon Valley, cómo uno de los elemen-

tos fundamentales para el crecimiento ydesarrollo de las empresas es su financia-ción. Una empresa para poder operar ne-cesita dinero y éste lo consigue por dis-tintos caminos. Uno de ellos procede dela venta de sus productos y servicios enlos mercados; otro, del capital aportadopor los socios que componen el acciona-riado de la empresa, y por último, puedeobtener dinero de los mercados de capi-tales (bancos, cajas de ahorros, fondos decapital riesgo, bussines angels, etc.).

En las empresas de base tecnológica la fi-nanciación suele ser un elemento críticopara su desarrollo. Los emprendedoresde estas iniciativas no suelen tener recur-sos financieros propios y tampoco accesoa los mercados de capitales. Además, lafinanciación que necesitan estas empre-sas está muy ligada a su propia fase dedesarrollo.

El primer paso para crear una empresa debase tecnológica está asociado a transfor-mar una idea en una empresa. Esta fasees intensiva en conocimiento y normal-mente no necesita gran cantidad de dine-ro. Muchas veces el apoyo está asociadoa poder usar una preincubadora donde sele ofrece entrenamiento en gestión em-presarial y espacio físico. Pero es intere-sante que en esta fase puedan disponerde fondos de capital, llamémosles prea-rranque o presemilla. Estos fondos deben

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ser de carácter público ya que el riesgoes muy importante. Como en esta fase lasnecesidades monetarias no son muycuantiosas pueden arbitrarse otros tiposde financiación, como pueden ser los mi-crocréditos o los préstamos al honor,donde no son necesarias garantías adicio-nales a la viabilidad del proyecto empre-sarial.

Una vez creada la empresa y residente enuna incubadora necesita más dinero parala puesta en marcha e incorporación a losmercados. En estas circunstancias las em-presas necesitan fondos de arranque ocapital semilla, que en mi opinión tam-bién deben ser fundamentalmente de ca-rácter público, aunque deberían ser com-partidos con algunos fondos privados.

Cuando la empresa ya opera normalmen-te en el mercado, y para facilitar su creci-miento, los fondos de capital riesgo deámbito privado son otro instrumento im-portante.

La última fase en la financiación de laempresa tiene lugar cuando ésta ya hacrecido y necesita nuevos fondos paraacometer nuevos proyectos y mercados.En este caso, los fondos de capital riesgoo desarrollo de capital privado, la acom-pañan en su evolución, lógicamente.

Estos cuatro tipo de fondos —prearran-que, arranque, riesgo y desarrollo—, enlos sistemas virtuosos de innovación de-ben de estar coordinados, de forma queestén interrelacionados durante la vida deuna empresa de base tecnológica. Es muyimportante señalar cómo los dos prime-ros son de carácter público y los otrosdos de carácter privado.

La relación público-privado es fundamen-tal para consolidar un sistema virtuoso deinnovación. Cuando los mercados sonmuy abiertos y están en fase de expan-sión el capital privado entra en los fon-dos de prearranque y arranque, perocuando los mercados se encogen y dismi-nuyen entonces el capital público debede aumentar su participación, incluso enlos fondos de capital riesgo y desarrollo.En estos sistemas virtuosos el capital pú-blico deja el camino al privado cuandolos mercados están en expansión. Cuan-do están en recesión y el capital privado

se retira debe aumentar la participacióndel sector público, de forma que el siste-ma de financiación en todos los casos seacontinuo y coordinado.

Los parques científicos y tecnológicos

Hasta ahora hemos identificado a los par-ques científicos y tecnológicos como in-fraestructuras de los sistemas de innovacióny como sistemas virtuosos de innovaciónen el ámbito local tomando como referen-cia las enseñanzas del Silicon Valley.

En realidad, los parques científicos y tec-nológicos más que infraestructuras de so-porte a la innovación debemos conside-rarlos como sistemas (¿virtuosos?) deinnovación en el ámbito local.

Aunque se denominan con diferentesnombres (parques tecnológicos, parquescientíficos, parques científicos y tecnológi-cos, parques de investigación, tecnópolis ytecnopolos), todos ellos tienen definicio-nes comunes, nosotros los nombraremoscomo parques científicos y tecnológicos(PCyT).

La Asociación Internacional de ParquesTecnológicos (IASP) define un PCyT como:

«una organización gestionada por profe-sionales especializados, cuyo objetivofundamental es incrementar la riqueza desu comunidad, promoviendo la culturade la innovación y la competitividad delas empresas e instituciones generadorasde saber instaladas en el parque o aso-ciadas a él. A tal fin, un parque científicoestimula y gestiona el flujo de conoci-miento y tecnología entre universidades,instituciones de investigación, empresasy mercados; impulsa la creación y creci-miento de empresas innovadoras me-diante mecanismos de incubación y degeneración centrífuga (spin-off), y pro-porciona otros servicios de valor añadi-do, así como espacio e instalaciones degran calidad».

Por otro lado, la Asociación de ParquesCientíficos y Tecnológicos de España (AP-TE) lo define como un proyecto general-mente asociado a un espacio físico que:

1|— Mantiene relaciones formales y opera-tivas con las universidades, centros de in-vestigación y otras instituciones de edu-cación superior.

2|— Está diseñado para alentar la formacióny el crecimiento de empresas basadas enel conocimiento y de otras organizacionesde alto valor añadido pertenecientes alsector terciario, normalmente residentesen el propio parque.

3|— Posee un organismo estable de gestiónque impulsa la transferencia de tecnolo-gía y fomenta la innovación entre las em-presas usuarias del Parque.

Los parques científicos y tecnológicosnormalmente están asociados a un es-pacio físico dotado de infraestructurasde alta calidad y disponen de distintoslugares donde ubicar empresas innova-doras (preincubadoras, incubadoras, ni-dos, contenedores y parcelas), ademásde otras infraestructuras propias de lossistemas de innovación como son loscentros tecnológicos y los centros deformación especializados.

Los parques científicos y tecnológicos secaracterizan porque sus usuarios prefe-rentes son empresas innovadoras y don-de la relación con el mundo científico esfundamental.

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Su elemento diferencial con respecto aotras iniciativas de soporte empresarial loconstituye el equipo de gestión, cuya mi-sión fundamental es favorecer el inter-cambio de conocimientos entre las em-presas del propio parque y también entrelas del entorno próximo y el mundo cien-tífico.

Todos estos aspectos convierten a losparques científicos y tecnológicos en sis-temas locales de innovación y, a aquellosque se han desarrollado con éxito, enverdaderos sistemas virtuosos de innova-ción.

Los parques científicos y tecnológicos en España

El fenómeno de los parques científicos ytecnológicos es de ámbito mundial. Sehan desarrollado en los cinco continentes.Estados Unidos y Europa tienen el mayornúmero de parques con respecto a otroscontinentes, aunque también es muy im-portante el desarrollo de estos proyectosen China y en el área de Asia Pacífico.

En Europa, los parques del Reino Unidoy Francia fueron los primeros en desarro-llarse, mientras que en estos momentosFinlandia y España lideran el número denuevos proyectos.

El caso español es paradigmático. Losparques fueron desarrollados por las co-munidades autónomas a mediados de ladécada de los ochenta, en unos momen-tos donde el sistema de innovación espa-ñol era muy débil, las universidades notenían mucho interés en trabajar con elmundo empresarial y, en general, las em-presas españolas no veían la innovacióncomo una activo que les ayudara a desa-rrollarse mejor.

En estas circunstancias, el impulso políti-co de los gobiernos regionales fue clavepara que estos parques se consolidaran.Diez anos después, en la segunda mitadde los noventa, hay un cambio decisivocon respecto a los promotores de nuevosparques, ya que las universidades espa-ñolas se animan a desarrollar parquescientíficos y poco a poco se va consoli-

dando una estructura más poderosa deparques en España. El apoyo del Ministe-rio de Ciencia y Tecnología ha sido muyimportante para consolidar financiera-mente estos proyectos, ya que invirtió enellos cerca de 300 millones de euros en-tre 2000 y 2003.

A finales de 2003, en la Asociación deParques Científicos y Tecnológicos de Es-paña (APTE) había 51 miembros, aunquesólo 17 se encontraban en funcionamien-to. Con la construcción en los próximosaños de estos proyectos, el sistema de in-novación español cambiará sustancial-mente.

La experiencia de estos 17 parques enfuncionamiento ha sido muy positiva, yaque han contribuido a desarrollar y a am-pliar las inversiones en I+D de las empre-sas que allí se ubican. Los parques con-centran en el ámbito regional a lasempresas que más invierten en I+D, y es-te hecho permite considerarlos como sis-temas virtuosos de innovación en los ám-bitos local y regional.

Historia y evolución

La evolución de los parques científicos ytecnológicos españoles puede dividirseen cuatro etapas.

Los orígenes (1975-1985). Durante esteperiodo se producen una serie de cam-bios políticos en España que van a propi-ciar el surgimiento de las tecnópolis. En-tre ellos destacan la aprobación de unanueva constitución española, y, fruto deeste hecho, se crean las comunidades au-tónomas. Por otro lado, la moda de losparques científicos y tecnológicos llega aEspaña desde Europa, sobre todo desdeel Reino Unido y Francia. En ambos paí-ses, el concepto de parque se «importa»de Estados Unidos a finales de los sesentay principios de los setenta como conse-cuencia del éxito del Silicon Valley, yamencionado.

Los parques científicos y tecnológicossurgen en el Reino Unido de la mano delas universidades. Siendo las de Cambrid-ge y Edimburgo las primeras que desarro-llan parques científicos alquilando terre-nos de sus campus a empresas quegeneralmente nacen dentro de la propiauniversidad. En Francia los promotoresde los parques son los ayuntamientos,que acuñan el concepto de tecnópolispara definir toda la infraestructura de so-porte a la innovación que tienen en sustérminos municipales.

Las autonomías, recientemente creadasen España, ven, en el desarrollo que es-tán teniendo en Estados Unidos y en Eu-ropa los parques científicos y tecnológi-cos, una oportunidad para crear nuevaspolíticas en materia de desarrollo tecno-lógico, innovación y desarrollo industrialy son las que inician el proceso de cons-trucción de los primeros parques tecnoló-gicos. El primero se crea en 1985, en Za-mudio, en las proximidades de Bilbao.

La fase inicial (1985-1992). Durante es-tos años se crean en España ocho par-ques tecnológicos promovidos por las co-munidades autónomas. La historia decada uno de estos primeros parques es-pañoles es diferente, aunque en todasellas hay un elemento común, que es elinterés en desarrollar sistemas de innova-ción regionales por parte de las comuni-dades autónomas.

A continuación se relata, de forma sucin-ta, el nacimiento de estos primeros ochoparques autonómicos.

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1. El País Vasco. No fueron los catalanescon su Silicon Vallés, ni siquiera JoaquínLeguina, presidente de la comunidad deMadrid, que cuando se enteró que los ca-talanes estaban construyendo un parquetecnológico, quiso, para no quedarseatrás, hacerse el suyo en Madrid, los pri-meros que pusieron en funcionamientoen España un parque. El primer parquede todos fue el del País Vasco. En 1985,los vascos fueron los primeros en ver lasorejas al lobo, al comprobar que toda suindustria tradicional se estaba quedandoobsoleta y sin posibilidades de futuro. Yfueron también los vascos los que idea-ron un modelo de parque que prontoquiso ser reproducido por todos, ya quedesde el principio se dieron cuenta deque la urbanización del terreno apenasservía para nada y se pusieron rápida-mente a construir edificios y ahí empe-zaron sus ventajas comparativas con losdemás.

Y también fueron los vascos los que cons-truyeron un parque abierto sin cerramien-to, donde, incluso en su interior, convivíancon los campesinos que poseían algunaparcela dentro del recinto. Las relacio-nes entre agricultura y tecnología fueronexcelentes y, además, el tener edificiosconstruidos les supuso un plus a la horade captar inversiones, como lo fue elInstituto Europeo del Software, entreotros.

Zamudio es un pueblo de Vizcaya, situa-do a tres kilómetros del aeropuerto deSondica y a doce de Bilbao, en ese muni-cipio se ubicó el parque tecnológico queocupaba, después de una reciente am-pliación, cerca de 186 hectáreas. Es elmás grande de todos los parques españo-les, de similar tamaño al de Andalucía.Con una edificabilidad del 25%, fue pro-movido por la SPRI, que es la agencia dedesarrollo vasca, junto con la DiputaciónForal de Vizcaya y el Ayuntamiento deZamudio.

2. Cataluña. Aquí la situación era dife-rente. Los orígenes del parque tecnológi-co del Vallés se remontan a la década delos ochenta. Ya en el año 1985, el Centrode Estudios y Asesoramiento Metalúrgico(CEAM) había realizado un estudio, en-cargado por la Corporación Metropolita-na de Barcelona y por el Consorcio de la

Zona Franca, para la realización de unparque industrial en el triángulo Barce-lona-Sabadell-Tarrasa. El informe señala-ba que la Corporación Metropolitana deBarcelona tenía unas 100 hectárea. de te-rreno en la zona de Cerdanyola, junto ala Autopista B-30.

Tanto la situación, como el tamaño de laparcela, como el desarrollo industrial queestaba experimentando la zona, sobre to-do por las inversiones japonesas, y tam-bién por la proximidad a la universidadAutónoma de Barcelona, determinabanlos ingredientes del cóctel que se necesi-taba para crear un parque tecnológico. Elexcelente desarrollo industrial del Valléshizo que pronto se acuñara, a imagen ysemejanza de las mejores experienciasamericanas, el término de Silicon Valléspara denominar a todo el valle. Aunquequizá la presunción del nombre en refe-rencia directa al Silicon Valley hizo quetras varios años se olvidara esa denomi-nación inicial.

Sin duda alguna, ese fue el lugar de ma-yor éxito de toda España a final de ladécada de los ochenta en la captaciónde inversiones industriales, sobre todojaponesas. La llegada de Hewlett-Pac-kard, despúes de un intento frustradopor ubicarse en Madrid, supuso la con-solidación de ese espacio como un lugarde moda y desarrollo de las nuevas tec-

nologías, fundamentalmente la electróni-ca de consumo.

Después de este primer estudio, la Cor-poración Metropolitana de Barcelona en-cargaba otro a la empresa PECD, formadapor Control Data y PA Management Con-sultants, para definir la política de fomen-to del parque, e incluía un análisis de labase económica y tecnológica catalana yseleccionar sectores industriales que tu-vieran capacidad para generar nuevasempresas tecnológicas.

No fue hasta el 23 de julio de 1987 cuan-do la Consellería de Industria y Energíade la Generalitat Catalana y el Consorciode la Zona Franca firmaron un acuerdopara desarrollar el parque. Dos pesos pe-sados de la política catalana estamparonsu firma en el documento: Macià Alave-dra y Pasqual Maragall, que representan-do además dos opciones políticas dife-rentes, Corvergència i Unió y PSC-PSOE,se pusieron de acuerdo para lanzar elproyecto. Ambos consideraron la promo-ción del Parque del Vallés como una pie-za importante para el desarrollo industrialy tecnológico del área de Barcelona y engeneral de Cataluña.

Unos meses más tarde, el 28 de octubrede 1987, se constituye la sociedad ParcTecnològic del Vallès, que será comple-mentada posteriormente con las socieda-des Instituto de Tecnología, especializadaen ofrecer servicios de gestión de la inno-vación, y el Centro de Empresas de Nue-vas Tecnologías, como incubadora deempresas. A principios de 1988 se apro-baban las tres primeras empresas en elrecinto, y a mediados de 1989, las prime-ras empresas comenzaban a trabajar en elparque. Había nacido el Parque Tecnoló-gico del Vallés.

3. Madrid. La llegada a España de lamultinacional ATT en 1994 y su decisiónde instalar una factoría en el municipiode Tres Cantos animó al Instituto Madrile-ño de Desarrollo (IMADE), dependientede la Comunidad de Madrid, a diseñar unparque tecnológico en sus alrededores.La idea, que se encontraba en todos losmanuales de diseño de parques tecnoló-gicos, de que una gran empresa hicierade locomotora para el desarrollo del par-que fue quizás lo que movió al IMADE a

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realizarlo en las proximidades de la facto-ría de ATT, aunque en este caso concretono se sintieron sus efectos. El éxito delproyecto fue debido a otros factores, en-tre ellos al entorno donde se desarrolló:Madrid

El Parque Tecnológico de Madrid se ha-bía llenado en un abrir y cerrar de ojos.Posiblemente debido a la escasez de sue-lo industrial de calidad en Madrid, y esemodelo de desarrollo inmobiliario fue re-producido por múltiples promocionesprivadas. Así aparecieron los llamadosparques empresariales, como el de SanFernando, en las proximidades del aero-puerto de Madrid, y el de Las Rozas, en-tre otros muchos. Toda la zona de TresCantos sería durante la década de los no-venta un pulmón en el desarrollo empre-sarial de Madrid.

Pero el éxito inmobiliario del proyectofue al mismo tiempo su fracaso en conse-guir procesos de transferencia de tecnolo-gía que incidieran de una forma positivaen el desarrollo del entorno. O quizá, yde una forma paradójica, su aparente fra-caso en los procesos de difusión tecnoló-gica produjo un éxito inmobiliario y em-presarial en toda la zona de Tres Cantos yde sus alrededores. O pudiera ser que loque ocurrió fue que Madrid, era muchoMadrid, era capaz ella misma de generarcon toda su fuerza interna el desarrollode toda aquella zona.

Al poco tiempo, los empresarios se haríancargo de la entidad de conservación, y lasescasas acciones de difusión se relegaríana las empresas de la incubadora. De cual-quier forma, los empresarios del parqueno supieron o no quisieron defender sunombre, de forma que fuera una referen-cia en el desarrollo tecnológico madrile-ño y por lo tanto su nivel de influencia ode referencia quedó limitado. El IMADEfue poco a poco retirándose del proyec-to, al final, el Parque Tecnológico de Ma-drid fue uno más de esos fantásticos par-ques empresariales que se desarrollaronen Madrid durante la última mitad de ladécada de los ochenta y principios de losnoventa.

4. Valencia. Los orígenes de ValènciaParc Tecnològic se remontan a 1985 co-mo una iniciativa del Instituto de la Me-

diana y Pequeña Industria Valenciana(IMPIVA), órgano de la Generalidad Va-lenciana, en el momento en que la modade los parques tecnológicos llegó a Espa-ña con todo su esplendor. Durante losprimeros tiempos se realizaron los estu-dios de viabilidad y se visitaron los par-ques europeos de mayor éxito, entre losque destacaba el francés de Sofia Antípo-lis, en la ciudad de Niza. Pero es a partirde 1977 cuando el proyecto del parqueentra en una fase más dinámica, con elcomienzo de las obras de urbanización ycon la creación de la sociedad gestora.Una sociedad anónima cuyo capital per-tenecía al cien por cien al IMPIVA. Duran-te esa época comenzaron las obras de ur-banización del parque tecnológico. Éstese encontraba situado en las afueras deValencia, en el municipio de Paterna, aocho kilómetros de la ciudad, a cuatro dela feria de muestras y a seis del campusuniversitario, junto a la autopista A-7.

La política industrial de la GeneralidadValenciana había empezado a actuar unosaños antes. La comunidad valenciana secaracterizaba por un buen desarrollo in-dustrial, que representaba casi un terciode su economía, reflejada en un conjuntode sectores tradicionales de gran implan-tación, multitud de pequeñas y medianasempresas: sectores como la óptica, el tex-til, la cerámica, el mueble y el jugueteeran ejemplos de su pujanza y desarrollo.

Sin embargo estas empresas se caracteri-zaban por su bajo desarrollo tecnológico,que las hacía paulatinamente perder com-petitividad en los mercados. El IMPIVA sedio cuenta de esta situación y elaboró unmodelo, que resultó un éxito, que poste-riormente ha querido ser reproducido enotros lugares y que se denominó el mo-delo valenciano de los institutos tecnoló-gicos.

El objetivo del IMPIVA era crear centrosde formación, difusión, desarrollo e infor-mación tecnológica de cada uno de lossectores tradicionales. Se pretendía con lacreación de estos centros, denominadosinstitutos, vertebrar, por un lado, los sec-tores tradicionales, y por otro, ofrecerlesservicios avanzados de diseño, certifica-ción, calidad y formación, que les ayuda-ran a mejorar su competitividad y a salirde la crisis en la que se encontraban mu-chas empresas.

Los institutos se crearon como asociacio-nes sin ánimo de lucro donde participa-ban a un 50 % el IMPIVA y el sector, esdecir, las empresas de una determinadaactividad. El IMPIVA los dotó de medios,edificio e instalaciones, y poco a poco in-tentó que la gestión de los mismos fueradesarrollada por los propios empresarios.

Esta política de desarrollo industrial per-mitió que el Parque Tecnológico de Va-

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lencia comenzara con gran impulso y ac-tividad, porque muchos de estos institutosse instalarían en el parque: los de Biome-cánica, Metalmecánico, Cerámico, Óptica,Agroalimentario, Mueble, Construcción,Textil-confección, Juguete y MaterialesPlásticos. Aunque el objetivo fundamentaldel IMPIVA en la creación del parque eradiversificar el tejido industrial de la comu-nidad valenciana.

5. Andalucía. La Junta de Andalucía pen-saba que tenía que desarrollar alguna es-trategia nueva en el terreno tecnológico eindustrial y le pareció que un parque tec-nológico en Andalucía era una buena ma-nera de engancharse al carro tecnológico,hinchado de buena imagen y mejor futu-ro, y puso manos a la obra. A través de laSociedad de Reconversión de Andalucía(SOPREA), actualmente integrada en elInstituto de Fomento de Andalucía (IFA),encargó a la empresa Technova un estu-dio preliminar sobre la creación de unparque tecnológico en Andalucía a finalesde 1985.

Las conclusiones de este estudio apunta-ban a que dicho parque tendría que desa-rrollarse alrededor de las tecnologías dela información. Delimitaba la zona com-prendida entre el litoral Málaga-Marbella-Cádiz como el mejor lugar para su ubica-ción, aunque también matizaba que laproximidad a Málaga representaba la me-jor opción, debido a la presencia en estaciudad de un gran aeropuerto internacio-nal, de un puerto y de una universidadjoven pero con una marcada inclinaciónpolitécnica.

También de la presencia en la zona degrandes empresas multinacionales delsector electrónico, de un buen ambienteinternacional debido al turismo y de unode los climas más benévolos del planeta.A finales de 1988, la Junta de Andalucíafirma un acuerdo con el ayuntamiento deMálaga para desarrollar el Parque Tecno-lógico de Andalucía en la ciudad de Má-laga, en el barrio de Campanillas. Lasobras de urbanización comienzan en1989 y en 1992 se inaugura el recinto.

6. Castilla y León. La historia del ParqueTecnológico de Boecillo comienza en unconsejo de gobierno de la Junta de Casti-lla y León celebrado en 1988 y presidida

por José María Aznar, que acuerda la rea-lización del parque tecnológico en la lo-calidad de Boecillo, un pueblo de unospocos miles de habitantes, situado cercade Valladolid. El consejo de gobierno en-carga a una empresa pública llamadaGesturcal, perteneciente a las consejeríasde Fomento y Economía, donde está ubi-cada la industria y que tiene la competen-cia del suelo en Castilla-León, que urbani-zara unos terrenos que previamentehabía cedido el ayuntamiento de Boecillopara la realización del parque.

El parque se ubica dentro de un extensopinar de 350 hectáreas denominado elmonte de «las Arroyadas», en cuyas proxi-midades fluyen los ríos Duero y Cega yel arroyo del Molino, ocupando una su-perficie de 45 hectáreas. Situado a 12 kmde Valladolid, está conectado con la capi-tal por una autovía. Durante los años1990-1992 se realizó la urbanización delrecinto, aproximadamente el 70% de lasuperficie total. De las 45 hectáreas desuperficie, 25 de ellas se dedican a zonasedificables, 7,2 son zonas de equipamien-to, 6,4 son espacios libres (parques y jar-dines) y 6,4 se destinan a viales.

7. Galicia. La idea de construir un parquetecnológico en Galicia parte de la Funda-ción Empresa-Universidad Gallega (FEUGA)y la Consejería de Industria de la Xuntade Galicia, que encarga un estudio de

viabilidad del proyecto. Las conclusionesdel trabajo no hacen ninguna referenciaal lugar donde debería ubicarse y un po-lítico orensano de Coalición Gallegaapuesta por el desarrollo del parque, yasí, sin que nadie se dé por aludido yaprovechando los costes de oportunidadque depara algunas veces la política, elInstituto Orensano de Desarrollo Regio-nal (INORDE) se encarga del proyecto.

El Parque Tecnológico de Galicia seconstruyó en el termino municipal deSan Ciprián de Viñas, en unos terrenoscolindantes con el polígono industrialdel mismo nombre, a diez kilómetros dela ciudad de Orense. La superficie totaldel parque es de 55 hectáreas, 28 de lascuales se dedican a parcelas, con un to-tal de 70. La parcela máxima tiene 5.500metros cuadrados y la superficie mediade las parcelas es de 1.500 metros cua-drados. Las normas urbanísticas sólopermiten la ocupación del 40 % de laparcela y la altura máxima es de 12 me-tros, lo que significa que pueden cons-truirse hasta un máximo de tres plantasen los edificios.

8. Asturias. El Parque Tecnológico deAsturias, situado en el interior del triángu-lo formado por las localidades de Ovie-do, Gijón y Avilés, se encuentra en la ca-rretera de Oviedo-Llanera, a 12 km deOviedo, a 25 km de Gijón y a 30 km delaeropuerto de Asturias y próximo a laszonas residenciales de La Fresnera, Posa-da de Llanera y Lugo de la Llanera. La su-perficie total es de 683.642 metros cua-drados, 204.513 de los cuales se dedicana zona de parcelas, con una capacidad de50 y con una superficie de 2.000 a 12.000metros cuadrados.

El coste de la urbanización y los terrenosfue de 1.400 millones de pesetas y 600millones más se invirtieron en edificios,sumando en total 2.000 millones, de loscuales 1.250 fueron aportados por el Prin-cipado de Asturias y 750 millones por la Co-munidad Europea a través de los programasSTAR y PNIC. Las obras se terminaron aprincipios de 1991 y fue en junio de esemismo año cuando se inauguró el parque.

El Instituto Tecnológico de Materiales (IT-MA) y la Fundación para el Desarrollo enAsturias de la Investigación Científica Apli-

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cada y la Tecnología (FICYT) eran el ger-men de desarrollo del Parque. El primerose había constituido en julio de 1990 comoórgano técnico dependiente de la Asocia-ción de Investigación sobre Materiales yMaterias Primas del Principado de Asturiasy su objetivo en fomentar la investigaciónaplicada y el desarrollo tecnológico de lasempresas asociadas de sectores tradiciona-les asturianos: cerámico-refractarios, mate-rias primas, metales férreos y no férreos,plásticos materiales compuestos y fibras.

La Fundación para el Fomento de la Inves-tigación Científica Aplicada y la Tecnologíasurge con la finalidad de gestionar el PlanRegional de Investigación que se elaboróen 1989 mediante un convenio entre launiversidad de Oviedo y el gobierno delPrincipado de Asturias, con objeto de im-pulsar el desarrollo de la investigación.

La inversión en estos ocho proyectos su-peró los 300 millones de euros, cifra muyimportante para aquella época. Parecíaque España estaba dispuesta, a través desus comunidades autónomas, a desarro-llar un sistema moderno de innovación,pero pronto se advirtió que los otrosagentes fundamentales para el desarrollodel sistema, como son las universidades ylas empresas, tenían otros intereses.

En efecto, en aquellos momentos las uni-versidades no estaban interesadas en eldesarrollo tecnológico, sus preocupacio-nes estaban orientadas hacia la docenciay se centraban en crear departamentosdedicados a la investigación científica sintener demasiadas relaciones con el mun-do empresarial.

La empresa española tampoco estaba inte-resada en la innovación. Eran en generalpequeñas, con poco conocimiento tecno-lógico y luchaban por su propia supervi-vencia. En estas condiciones, el arranquede estos parques tecnológicos fue muy di-fícil; sin la participación del mundo univer-sitario y del mundo empresarial, el reto desu desarrollo era una tarea complicada. Sinembargo, la creación de estos proyectossupuso un hito en el desarrollo de nuevaszonas industriales y empresariales.

Desde el principio, los parques han cuida-do su imagen estética y respetado las zo-nas verdes y además se localizan en luga-

res estratégicos, es decir, cercanos a un ae-ropuerto y con excelentes comunicaciones.En un primer momento se puso mucho in-terés en los proyectos de urbanización ypoco en la construcción de edificios. Sinembargo, el interés por la creación de edi-ficios hizo aumentar la presencia de lasempresas, como veremos posteriormente.

La fase de desarrollo: 1993-1998

La fase de desarrollo (1993-1998). A partirde 1993, el conjunto de los parques espa-ñoles comienza su desarrollo, aunqueconvive con una mala situación económi-ca, lo que condiciona su crecimiento. Enesta época aparecen nuevas iniciativas li-gadas a otros promotores, más allá delmodelo estrictamente autonómico, comopor ejemplo la Zona Franca de Vigo. Esteproyecto necesita una década para po-nerse en marcha, debido a las dificultadesurbanísticas y a los procesos de obten-ción de los terrenos. Lo mismo ocurrecon la iniciativa del Parque Científico yTecnológico de la Universidad de Alcaláde Henares. Cuando el IMADE se retiradel Parque Tecnológico de Tres Cantosidea un nuevo proyecto en el campus dela Universidad de Alcalá de Henares. Esteproyecto se presenta en 1993, pero tieneque pasar una década para que se puedaponer en funcionamiento.

No ocurrió lo mismo con otras comunida-des autónomas que ya tenían parques tec-nológicos, como son los casos del País Vas-co y de Andalucía. El País Vasco desarrollados nuevos parques tecnológicos en lasprovincias de Álava y Guipúzcoa, con lasiniciativas del Parque Tecnológico de Álavaen el arrabal de Miñano, en las proximida-des de Vitoria, y el Parque Tecnológico deSan Sebastián, en el distrito de Miramón.Con estos dos proyectos, junto con el deZamudio, los vascos lideran el desarrollode los parques tecnológicos en España, re-presentando al día de hoy un 36% de la su-perficie total destinada a parques en el país.

En 1993 surge un nuevo parque, muy dife-rente a los existentes, como es el caso deCartuja 93 en Sevilla. Cartuja 93 es conse-cuencia de un estudio encargado a unequipo interdisciplinar de las universida-des de Sevilla, Málaga, Autónoma de Ma-drid y Berkeley (California), que fue dirigi-do por los profesores Manuel Castells yPeter Hall, para determinar el futuro de losactivos de la EXPO92, una vez que con-cluyera la exposición universal. De estaforma se crea el segundo parque tecnoló-gico en Andalucía, el Parque Científico yTecnológico de Sevilla, que tiene la carac-terística que en su accionariado participapor vez primera el gobierno central.

Además, otras comunidades autónomascomienzan a diseñar sus propios parques

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científicos tecnológicos, como es el casodel gobierno balear, con su Parque Balearde Innovación Tecnológica (PARCBIT). Seconstituye el 29 de octubre de 1997, y su-pone un nuevo modelo en el desarrollode los parques tecnológicos. La idea con-siste en crear comunidades científicas ytecnológicas que convivan en un mismolugar; es decir, la mezcla de actividad em-presarial y residencial. Aunque hoy esuna referencia en el diseño de nuevosparques en el mundo, el PARCBIT no hapodido desarrollar este modelo, porqueno existe un acuerdo político que permitarealizarlo.

A partir de 1995, las universidades co-mienzan a interesarse por los parquestecnológicos y comienzan a surgir par-ques de ámbito más científico. Son pio-neras en este desarrollo, las de León,Barcelona y Alicante. La universidad deLeón, aunque es la primera en acuñar eltérmino de parque científico no lo desa-rrolla y sigue siendo una idea. La univer-sidad de Alicante crea el Parque Científi-co del Mediterráneo (Medpark), quizá elproyecto más ambicioso desde el ámbitouniversitario, pero la falta de entendi-miento entre la comunidad universitariay el gobierno regional de la comunidadvalenciana han detenido el proyecto enlos últimos años.

La universidad de Barcelona ha consegui-do desarrollar su proyecto de Parc Científicde Barcelona. Gestado a finales de 1994,fue el 26 de septiembre de 1997 cuando seconstituyó la Fundación Parc Científic deBarcelona, entidad que lidera el proyecto.Es éste, sin lugar a dudas, el proyecto deparque científico que ha servido de refe-rencia a la mayoría de los parques científi-cos creados en España posteriormente.

Además, comienzan a aparecer otros pro-motores, además de las comunidades au-tónomas o las universidades, para desa-rrollar nuevos parques científicos ytecnológicos; entre todos ellos destaca lainiciativa del ayuntamiento de Gijón, quecrea el Parque Científico Tecnológico deGijón, con una superficie cercana a las 22ha y con una edificabilidad máxima de50.000 metros cuadrados. También seconstituye en una referencia en el modelode parques científicos tecnológicos des-arrollados por los ayuntamientos.

donde expresó su deseo de colaborar enla promoción de sus actividades.

Por otro lado, los gobiernos regionalesmuestran su interés y su apoyo en este tipode iniciativas y crean nuevos parques, faci-litando la participación de la iniciativa pri-vada y de redes regionales de parques, co-mo son los casos del País Vasco, Andalucía,Castilla y León y Cataluña. Todo lo anteriorprovoca un boom en el crecimiento de losparques científicos y tecnológicos españo-les. En la actualidad, más de 33 tecnópolisse están gestando y 16 comunidades autó-nomas cuentan ya al menos con un pro-yecto de parque científico tecnológico. Enresumen, se crea un nuevo modelo de par-ques, caracterizado por una estrecha cola-boración entre la universidad, que propor-ciona la I+D, la iniciativa privada y unfuerte apoyo de las administraciones.

LA ASOCIACIÓN DE PARQUES

La Asociación de Parques Científicos yTecnológicos de España (APTE) se crea en1988 por los gerentes de los seis primerosparques científicos y tecnológicos que seestán desarrollando en ese momento enEspaña. La APTE tiene dos tipos de miem-bros. Los socios son aquellos que tienen yestán desarrollando un parque científico otecnológico. Los asociados son aquellasempresas o instituciones que tienen inte-rés por el desarrollo de los parques cientí-fico y tecnológicos y se encuentran en lafase embrionaria de los proyectos.

Evolución del número de miembros, empresas e instituciones

La APTE tenía a finales de 2003 51 miem-bros (18 socios y 33 asociados), frente a los46 que tenía a finales de 2002. Esto suponeun aumento del 11% y pone de manifiestoel gran desarrollo que están experimentan-do los parques científicos y tecnológicos enEspaña. Estos 51 miembros están ubicadosen 16 comunidades autónomas diferentes,cuya identidad aparece en el cuadro 1.

En el gráfico 1 se muestra la evolución delos miembros de la APTE desde su funda-ción en 1988.

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La fase de expansión: 1999-2003

La fase de expansión (1999-2003). A partirde 1998 se produce un gran crecimientoeconómico debido al desarrollo de la Socie-dad de la Información. Los parques en fun-cionamiento se llenan de empresas y prácti-camente se completa todo el espacioconstruido, con lo cual mejora la imagen deestos proyectos. Además, nace un nuevomodelo de parque: los parques científicos.

Éstos son promovidos fundamentalmentepor las universidades y se ha creado unbuen estado de ánimo favorable a su desa-rrollo. En la actualidad, hay 22 universida-des creando parques científicos y 40 máscolaboran con los parques científicos y tec-nológicos. Estos nuevos parques se carac-terizan porque tienen un tamaño menorque los tecnológicos, como veremos poste-riormente. Existe en ellos un predominiode actividades de investigación y desarro-llo (I+D) y se especializan en la creaciónde empresas de base tecnológica.

Por otro lado, el gobierno central, a tra-vés del Ministerio de Ciencia y Tecnolo-gía (MCYT), muestra su apoyo a la pro-moción de este tipo de iniciativas. Entreel 2000 y el 2003 ha destinado más de300 millones de euros en préstamos parahacer parques. Asimismo, firmó un acuer-do con la Asociación de Parques Científi-cos y Tecnológicos de España (APTE)

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LOS PARQUES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS...

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Parque Tecnológico de Andalucía Andalucía Socio Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada Andalucía Socio Cartuja 93. Parque Científico y Tecnológico de Sevilla Andalucía Socio Parque Científico-Tecnológico de Córdoba S.L. (Rabanales 21) Andalucía AsociadoParque Científico-Tecnológico del Aceite y del Olivar de Jaén (Geolit) Andalucía AsociadoUniversidad de Cádiz Andalucía Asociado Agroparque del Mediterráneo Andalucía Asociado Parque Metropolitano, Industrial y Tecnológico de Granada Andalucía Asociado Parque de Innovación y Tecnología de Almería (PITA) Andalucía Asociado Aerópolis. Parque Tecnológico Aeroespacial de Andalucía Andalucía Asociado Parque Tecnológico Walqa Aragón SocioParque Tecnológico de Asturias Principado de Asturias Socio Parque Científico Tecnológico de Gijón Principado de Asturias Socio Parque Balear de Innovación Tecnológica (PARCBIT) Islas Baleares Socio Centro de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Cantabria (CDTUC) Cantabria Asociado Parque Tecnológico de Castilla-León Castilla y León Socio Parque Científico de León Castilla y León AsociadoParque Científico-Tecnológico de la Universidad de Burgos Castilla y León AsociadoParc Científic de Barcelona Cataluña Socio Parc Tecnològic del Vallès Cataluña SocioBiocampus. UAB-Campus Cientìfic I Tecnològic Cataluña AsociadoParque Científico y Tecnológico de la Universidad de Girona Cataluña AsociadoParque de Innovación Tecnológica y Empresarial la Salle Cataluña Asociado Universidad Politécnica de Cataluña Cataluña AsociadoParc de negocis Viladecans Cataluña Cataluña Asociado Parque Tecnológico de Galicia Galicia Socio Parque Tecnológico y Logístico de Vigo Galicia Socio Ferrol Metrópoli Galicia Asociado Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA) Galicia Asociado Parque Científico Tecnológico de Alcalá de Henares Comunidad de Madrid Socio Leganés Tecnológico Comunidad de Madrid AsociadoUniversidad Pontificia de Comillas Comunidad de Madrid AsociadoParque Científico de Madrid Comunidad de Madrid SocioMóstoles Tecnológico Comunidad de Madrid AsociadoParque Tecnológico de Álava País Vasco SocioParque Tecnológico de San Sebastián País Vasco Socio Parque Tecnológico de Zamudio País Vasco Socio Polo de Innovación Garaia S.A. País Vasco AsociadoParque Científico del Mediterráneo (MEDPARK) Comunidad Valenciana Socio Parque Científico Burjassót-Paterna Comunidad Valenciana AsociadoValència Parc Tecnològic Comunidad Valenciana SocioCiudad Politécnica de la Innovación Comunidad Valenciana AsociadoParque Tecnológico de Castilla-La Mancha Castilla la Mancha AsociadoAsociación Provincial Empresas Tecnologías de la Información (APETI) Castilla La Mancha Asociado Fundación Parque Científico y Tecnológico de Albacete Castilla La Mancha Asociado Parque Científico de Murcia Murcia AsociadoParque Tecnológico Fuente Álamo S.A. Murcia AsociadoCiudad de la Innovación Navarra Asociado Parque Científico Tecnológico de la ULPGC Las Palmas de Gran Canaria AsociadoParque Tecnológico Telde Las Palmas de Gran Canaria AsociadoParque Tecnológico de Extremadura Extremadura Asociado

CUADRO 1LOS PARQUES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS EN ESPAÑA

Nombre C. Autónoma Miembro

FUENTE: APTE.

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De estos 51 proyectos de parques cientí-ficos y tecnológicos, 17 se encontrabanoperativos a finales del 2002. Éstos sonlos siguientes: Parque Tecnológicos deÁlava, Parque Tecnológico de Andalucía,Parque Tecnológico de Asturias, ParqueBalear de Innovación Tecnológica, ParcCientífic de Barcelona, Parque Tecnológi-co de Castilla-León, Parque Tecnológicode Galicia, Parque Científico-Tecnológicode Gijón, Parque Tecnológico de San Se-bastián, Parque Científico-Tecnológicode Sevilla, Parc Tecnològic del Vallès Par-que Tecnológico de Bizkaia, Parque Tec-nológico Ciencias de la Salud de Grana-da, Parque Tecnológico y Logístico deVigo, Tecnoalcalá (Parque Científico yTecnológico de la Universidad de Alca-lá), Parque Tecnológico Walqa y ValènciaParc Tecnológic.

Las estadísticas de empresas, empleo yfacturación que se muestran en los gráfi-cas 2, 3, 4, 5 y 6 se refieren sólo a los 17parques operativos, el cuadro 2 muestralas regiones autonómicas que tienen par-ques en funcionamiento, las ciudades

donde se ubican, la fecha de arranque oinauguración y la superficie total de cadauno de los proyectos.

Como puede observarse en el cuadro 2, lasuperficie total de los 17 parques en fun-cionamiento es de 15.425.395 metros cua-

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GRÁFICO 1EVOLUCIÓN DE LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN DE

PARQUES TECNOLÓGICOS DE ESPAÑA

8

010

012

0

13

0

16

0

16

1

16

7

16

19

16

30

18

33

0

10

20

30

40

50

60

1988 1991 1994 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

Asociados

Socios

60

FUENTE: APTE.

Andalucía Málaga Parque Tecnológico de Andalucía 1992 2.364.953

Granada Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada 2003 503.500

Sevilla Parque Científico y Tecnológico de Sevilla (Cartuja 93) 1993 882.564

Asturias Llanera Parque Tecnológico de Asturias 1991 440.000

Gijón Parque Científico Tecnológico de Gijón 2000 217.000

Aragón Huesca Parque Tecnológico Walqa 2002 530.000

Baleares Palma de Mallorca Parque Balear de Innovación Tecnológica (PARCBIT) 2002 1.400.000

Castilla-León Boecillo (Valladolid) Parque Tecnológico de Castilla y León 1992 1.155.253

Cataluña Barcelona Parc Científic de Barcelona 1997 22.000

Cerdanyola (Barcelona) Parc Tecnológic del Vallès 1987 585.000

Galicia Ourense Parque Tecnológico de Galicia 1992 514.438

Vigo (Pontevedra) Parque Tecnológico y Logístico de Vigo 2003 874.195

Madrid Alcalá de Henares Tecnoalcalá (Parque Científico y Tecnológico de Alcalá) 2003 375,000

País Vasco Miñano (Álava) Parque Tecnológico de Álava 1992 1.171.864

San Sebastián Parque Tecnológico de San Sebastián 1997 1.300.000

Zamudio (Vizcaya) Parque Tecnológico de Bizkaia 1985 2.051.338

Valencia Paterna (Valencia) València Parc Tecnológic 1990 1.038.290

CUADRO 2IDENTIDAD DE LOS PARQUES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS OPERATIVOS

2003

Autonomía Ciudad Nombre Inaugurado en Área total (m2)

FUENTE: APTE.

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drados, lo que hace una media de más de900.000 metros cuadrados por parque.

Es previsible que durante los próximoscuatro o cinco años la mayoría de los 33nuevos proyectos de parques científicos ytecnológicos se encuentren en plena fasede desarrollo y por lo tanto aumente deforma importante la contribución de losmismos al desarrollo de nuestro sistemade innovación, fundamentalmente al au-mento de la contribución del sector priva-do en la I+D nacional.

La construcción de estos 33 nuevos par-ques científicos y tecnológicos va a supo-ner una inversión superior a los 600 mi-llones de euros.

La superficie total de estos proyectos es-tará próxima a los 20 millones de metroscuadrados, lo que representa una mediade aproximadamente 600.000 metros cua-drados, que son de tamaño más pequeñoque los existentes, debido a los parquescientíficos, que son de menor dimensión.

A finales de 2003, el número de empresase instituciones instaladas en los parquescientíficos y tecnológicos de la APTE erade 1.520, con un incremento, respecto alejercicio anterior, del 19%.

Las estadísticas muestran que desde elaño 1997 hasta el 2003 se han multipli-cado por tres las empresas e institucio-nes ubicadas en los parques científicosy tecnológicos.

En el gráfico 3 se realiza un desglose por-centual de los sectores de actividad a losque pertenecen las empresas e institucio-nes instaladas en los parques científicos ytecnológicos de la APTE.

El gráfico 4 ilustra los sectores principalesde las empresas ubicadas en los parquesde la APTE. El número representa la can-tidad de empresas que se dedican a esesector en los parques y el porcentaje quesupone en número sobre el total de em-presas acogidas en ellos.

Los sectores que han experimentado ma-yor crecimiento con respecto al ejercicioanterior han sido el industrial, con un au-mento del 57%; el de la agroalimentación

y biotecnología, con un aumento del44,4%; la electrónica, con un aumento del26,6% y el de la aeronáutica y la automo-ción, con un aumento del 24%.

Sin embargo, el sector que aglutina ma-yor número de empresas en los parquesmiembros de la APTE es el de las tecno-logías de la información, que engloba losde Información, Informática, Telecomuni-caciones y Electrónica, con un 27,6% ycon 418 empresas.

Los centros tecnológicos y los de I+D sontambién una excelente referencia en losparques científicos y tecnológicos. 150instituciones se ubican en ellos. Los datosanteriores muestran cómo en los parquesse concentran las empresas más innova-doras, aquellas que más pueden contri-

buir al incremento de la I+D, como vere-mos posteriormente.

Otras macrocifras de los parques

El volumen de empleo alcanza la cifra de40.575 trabajadores a finales de 2003,siendo el crecimiento, respecto al ejerci-cio 2002, de un 29%. De estos trabajado-res, aproximadamente un 50% tienen titu-lación universitaria.

La facturación de las empresas de los par-ques ha pasado de 4.716 millones de eu-ros a finales de 2002 a 5.535 millones deeuros en 2003, con un incremento registra-do del 17,4%. El gráfico 5 muestra la evo-lución de este registro entre 1997 y 2003.

LOS PARQUES CIENTÍFICOS Y TECNOLÓGICOS...

ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 354 • 2003 / VI

101

500 65

0

675

965 1.08

0 1.52

0

0

200

400

600

800

1.000

1.200

1.400

1.600

1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

1.26

6

FUENTE: APTE.

GRÁFICO 3PRINCIPALES SECTORES DE ACTIVIDAD EN LOS PARQUES

NÚMERO DE EMPRESAS Y % SOBRE EL TOTAL

Aero

náut

ica y

autom

oción

Form

ación

y rec

urso

s hum

anos

Infor

mac

ión, in

form

ática

y tel

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Agro

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Energ

ía y m

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Cent

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de I+

D

0

50

100

150

200

250

300

350

400

150

20

83

175157

573946

361

50362,3% 3,3% 23,9% 3% 2,5% 3,7% 10,3% 11,6% 5,5%

1,3% 9,9%

FUENTE: APTE.

GRÁFICO 2EVOLUCIÓN DE LA PRESENCIA DE EMPRESAS EN LOS PARQUES

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El ejercicio 2003 ha finalizado con unporcentaje del 20% del empleo destinadoa tareas de I+D en las empresas de losparques de la APTE.

Los parques científicos y tecnológicoshan concentrado la inversión de la I+Dempresarial de las regiones donde se ubi-can, desarrollando nuevas iniciativas in-novadoras y creando un verdadero lugarde encuentro entre el mundo universita-rio y el empresarial.

El desarrollo de los nuevos proyectos yel crecimiento de los actuales permitiráque los parques científicos y tecnológi-cos se conviertan en el centro de nues-tro sistema de innovación y que poco apoco puedan converger con la mediaeuropea.

En el gráfico 6 se muestra la evolución delempleo en investigación y desarrollo (I+D)en los parques científicos y tecnológicos.

BibliografíaASOCIACIÓN DE PARQUES CIENTÍFICOS Y

TECNOLÓGICOS DE ESPAÑA (APTE) (2003):«Los Parques Científicos y Tecnológicos: Unacontribución fundamental al sistema de Cien-cia y Tecnología en España», Málaga.

ASOCIACIÓN DE PARQUES CIENTÍFICOS YTECNOLÓGICOS DE ESPAÑA (APTE)(2004): «Directorio de empresas e Institucio-nes 2004», Málaga.

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ROMERA, F. (1998): «Science Parks: The enginefor growth», Proceedings of XV world confe-rence on Science and Technology Parks, Perth.

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F. ROMERA LUBIAS

ECONOMÍA INDUSTRIAL N.o 354 • 2003 / VI

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GRÁFICO 4EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN LOS PARQUES

NÚMERO DE TRABAJADORES

45.000

40.000

35.000

30.000

25.000

20.000

15.000

10.000

5.000

01997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

13.0

00

14.3

00 17.8

14

25.4

64 29.0

36

31.4

50

40.5

75

FUENTE: APTE.

GRÁFICO 5EVOLUCIÓN DE LA FACTURACIÓN EN LOS PARQUES

MILLONES DE EUROS

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

01997 1998 1999 2000 2001 2002 2003

1.06

4

1.38

2 2.18

2 3.03

4

3.79

0

4.71

6 5.53

5

FUENTE: APTE.

GRÁFICO 6EVOLUCIÓN DEL EMPLEO EN I+D EN LOS PARQUES

9.000

8.000

7.000

6.000

5.000

4.000

3.000

2.000

1.000

02000 2001 2002 2003

4.77

7 6.33

0

7.10

8

8.11

5

FUENTE: APTE.