Språk- och litteraturcentrum Spanska Los cantos chamánicos de María Sabina Un estudio de la oralidad y de las figuras retóricas en las traducciones del mazateco al español Martha Magali Mendoza Roos Kandidatuppsats Handledare: Ingela Johansson HT 2012
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Språk- och litteraturcentrum
Spanska
Los cantos chamánicos de María Sabina
Un estudio de la oralidad y de las figuras retóricas en las traducciones
del mazateco al español
Martha Magali Mendoza Roos
Kandidatuppsats
Handledare: Ingela Johansson
HT 2012
ii
Para Luna y Odin, con todo mi amor. Henrik, tusen takk för støtte og oppmuntring!
iii
Síntesis
Los cantos chamánicos de María Sabina son considerados como una parte del legado de la
tradición oral indígena en México. El presente trabajo estudia y analiza dos textos, que se
han transcrito del documental María Sabina, mujer espíritu (Echeverría, Nicolás 1978) el
cual retrata su vida y la época en que se entregó a las técnicas y los rituales para curar a los
enfermos por medio del uso de hongos. Esta tesina tiene como finalidad en primer lugar,
comprobar la existencia de los rasgos de la oralidad que caracterizan a las culturas
primarias, es decir, aquellas que no tienen conocimiento alguno de la escritura. La oralidad
habla sobre la forma en que una cultura primaria usa fórmulas para memorizar hechos
importantes, conocimientos ancestrales y su transmisión a través de generaciones para la
conservación de estas tradiciones. Para tal efecto, la memoria juega un papel determinante.
En segundo lugar, el estudio apela a estos cantos ya registrados de modo escrito y con su
traducción al español conforman un corpus en el que se pueden reconocer grupos de
figuras retóricas. A lo largo de esta tesina se hará uso tanto de los conceptos dados a nivel
de oralidad como a nivel lingüistico. Ambos temas al final se unifican dando como
resultado que estos cantos chamánicos expresados por María Sabina crearon figuras
retóricas: sin haber sido de su conocimiento, éstas ya existían en la concepción de su vida.
Palabras clave: María Sabina, oralidad, figuras retóricas, mnemotecnia, tradición, oral,
memoria, cantos chamánicos.
Abstract:
The shaman chants of María Sabina are considered part of the legacy of the indigenous
oral tradition in Mexico. This paper studies and analyzes two texts, which have been
transcribed from the documentary Maria Sabina, mujer espíritu (Echeverría, Nicolás 1978)
which portrays her life and the period she gave herself up to the techniques and rituals to
heal the sick through the use of mushrooms. This thesis aims in first place to prove the
ecistence of oral traits that characterize the primary oral cultures, namely, those cultures
who have not knowledge of writing. Orality talks about how a primary culture uses
formulas to memoriza important events ans facts, also ancestral knowledge and its
iv
transmission across generations to preserve its heritage. For this purpose, memory plays a
key role. In second place, this study calls for these chants, already recorded and written in
spanish which form a corpus in which one can recognize groups of figures of speech.
Throughout this essay it will be used both concepts given at the oral level as linguistic
level. Both issues eventually unify with the result that these shamanic chants expressed by
Maria Sabina created figures of speech: without being aware, they already existed in the
conception of her life.
Keywords: Maria Sabina, orality, figures of speech, mnemonics, tradition, oral, memory,
shamanic chants.
v
Índice
Síntesis iii
1 Introducción 1
1.1 Objetivo e hipótesis 2
2 Material y método 2
3 Trasfondo científico 4
3.1 Antecedentes 4
3.1.1 María Sabina y la lengua mazateca 4
3.2 Marco teórico 6
3.2.1 La oralidad 6
3.2.2 Figuras retóricas 8
4 Análisis 10
4.1 Análisis de la oralidad y sus características 10
4.1.1 Acumulativas antes que subordinadas 11
4.1.2 Acumulativas antes que analíticas 12
4.1.3 Redundantes o copiosos 12
4.1.4 Conservadoras y tradicionalistas 13
4.1.5 Cerca del mundo vital 14
4.1.6 De matices agonísticos 14
4.1.7 Empáticas y participantes 15
4.1.8 Homeostáticas 15
4.1.9 Situacionales antes que abstractas 16
4.2 Análisis de las figuras retóricas 17
4.2.1 Figuras fonológicas 18
Apócope 18
Parómeon 19
4.2.2 Figuras morfológicas 19
Derivación 20
Anáfora 21
Políptoton 21
vi
4.2.3 Figuras sintácticas 22
Bimembración 22
4.2.4 Figuras textuales 23
Perífrasis 23
Paréntesis 24
Expolición 24
Epanalepsis textual 25
Anáfora textual 26
4.2.5 Figuras semánticas 26
Metáfora 27
Hipérbole 28
5 Conclusión 29
Bibliografía 31
Anexo 33
1
1 Introducción
María Sabina vivió y murió en Huautla de Jiménez, Oaxaca (1894-1985), población que se
localiza al sur de la Ciudad de México. Ella es conocida como chamán1, o sabia de la
medicina tradicional y protectora de los hongos, los cuales solía comer durante las
ceremonias que realizaba para curar a los enfermos; a la par recurría al poder de la palabra
y el canto acompasado en su lengua nativa, el mazateco. En los años 50, Robert Gordon
Wasson y su esposa realizan una investigación sobre el uso de los hongos que María
Sabina consumía; es a raíz de su publicación Hongos, Rusia e historia (1957) que María
cobra reconocimiento no sólo nacional. A esta publicación se suman estudios
socioculturales y antropológicos sobre la vida de María Sabina y el pueblo indígena
mazateco.
Los cantos y su lenguaje fueron los medios que ella utilizaba para curar, y son éstos los que
despertaron mi interés de estudio. No sólo porque son la viva imagen del sincretismo que
persiste en la mayoría de los países de América Latina, es decir la conciliación de la
religión ancestral y la religión católica, cosmovisiones diferentes que al final se
reencuentran y que son características claras en los cantos que se estudiarán en esta tesina,
mas no serán discutidas más allá del plano lingüístico al que pertenencen. Estos cantos no
habrían podido ser apreciados sin su previa recopilación y traducción del mazateco al
español, razón que confirma cuán importante ha sido su conservación en forma escrita y
auditiva, ya que forman parte de la memoria de la tradición oral de uno de los tantos
pueblos indígenas de México.
1 Existen diversas voces sobre el origen de la palabra chamán y su significado, la mayoría de ellas tienen la
misma interpretación, por ello se ha decidido incluir la definición que el DRAE (2011) hace:
(Del fr. chaman, y este del tungús šaman).
1. m. Hechicero al que se supone dotado de poderes sobrenaturales para sanar a los enfermos, adivinar,
invocar a los espíritus, etc.
2
El campo que se estudiará y analizará en esta tesina es la traducción al español de algunos
de los cantos chamánicos de María Sabina en los cuales se reconocerán los rasgos de la
oralidad primaria y la existencia del uso de figuras retóricas.
1. 1 Objetivo e hipótesis
La figura de María Sabina es la de la mujer sabia, anciana y humilde, mujer que por medio
de la palabra y el canto podía influir y curar a la gente que la visitaba. La idea de esta
tesina nació después de haber visto el documental sobre su vida María Sabina, mujer
espíritu (1978) del cineasta Nicolás Echeverría, en el cual se aprecia el audio original de
los cantos en mazateco, que están subtitulados en español. Por esa razón despertó mi
interés en saber más sobre ella y sus cantos. De manera que, los objetivos de este trabajo
serán analizar y comprobar dos hipótesis. La primera es que existen rasgos de la oralidad
primaria en los cantos chamánicos de María Sabina, y la segunda hipótesis es que existen
figuras retóricas en los cantos chamánicos de María Sabina.
2 Material y método
El material que se ha elegido para esta investigación se compone del documental de
Nicolás Echeverría, del cual he transcrito los subtítulos del video para conformar el texto
de estudio de este trabajo. Hecho esto, los libros que se han elegido para el análisis tiene
como base teórica, en primer lugar, el libro Oralidad y escritura, tecnologías de la palabra
de Walter Ong (2010), que será fundamental para la búsqueda de los rasgos de la oralidad
en el texto a estudiar. Los libros que servirán de referente para mostrar la existencia de
figuras retóricas dentro de los textos son la obra biográfica Vida de María Sabina la sabia
de los hongos de Álvaro Estrada (2010), la cual contiene textos de sus cantos chamánicos
y facilitarán la posible ubicación de éstas. A éste se suman también las siguientes obras:
Figuras retóricas de José Antonio Mayoral (2005) y el Manual de retórica española de
Azaustre y Casas (2009), ambas con la finalidad de localizar las figuras retóricas y
ejemplificar los casos que se encuentren.
3
El inicio que marca esta investigación ha sido la elección de los cantos chamánicos de
María Sabina. Después de ver el documental decidí que sería ése y me di a la tarea de
transcribir el texto y dividirlo. Durante el proceso llegué a la conclusión que, para facilitar
el análisis del texto, el método de trabajo que se seguirá, parte de las dos veladas que se
realizan en el documental de Nicolás Echeverría (1978), por lo tanto se tienen dos textos
para el estudio de la oralidad y las figuras retóricas. Con esto listo, se buscarán los
diferentes rasgos de la oralidad, después de lo cual se los clasificará de acuerdo a los
parámetros que Walter Ong (2010) indica en su obra. Se iniciará el análisis con el libro de
José Antonio Mayoral (2005) y se buscarán las figuras retóricas en el texto, se contarán los
casos y a qué tipo de figura corresponden para finalmente clasificarlas según el Modelo de
Plett que en Mayoral (2005: 37) se usa como referente al Corpus doctrinal que integra las
figuras retóricas.
No existe una división formal del texto transcrito. Para efectos de análisis se dividió el
texto en los dos días en que María Sabina realizó una velada junto a su hija Apolonia
(quien participó también) y la persona a la que curaría. Con base en estas acciones la
transcripción se ha dividido en dos textos correspondientes a cada día; a su vez cada uno se
dividió en párrafos para fines metodológicos de análisis y para facilitar la consulta de los
mismos. De este modo, el día uno (primera velada) comprende los párrafos 1 al 13, y el día
dos (segunda velada) comprende los párrafos 14 al 21. Así tenemos que el texto se
compone de 21 párrafos, con un total de 197 líneas enumeradas. Es claro que los párrafos
son desiguales en tamaño, y para esta división se tomaron en cuenta las pausas que María
Sabina realiza durante las veladas.
Ambos textos se estudiarán y analizarán para localizar los ejemplos correspondientes tanto
a los rasgos de la oralidad según Walter Ong (2010), como de la existencia de figuras
retóricas, teniendo en cuenta las definiciones que Mayoral (2005) hace de ellas. Para
ejemplificar los rasgos de la oralidad y las figuras retóricas halladas en el corpus de esta
tesina se hará uso de párrafos del texto transcrito, y enunciados que representen el
concepto del que se esté hablando en el momento.
4
Para cualquier duda que surja en el transcurso del análisis, la transcripción se encuentra
disponible en el Anexo.
3 Trasfondo científico
3.1 Antecedentes
No se ha encontrado un trabajo en específico con los mismos enfoques que esta tesina; es
decir, que mencione los rasgos orales que Walter Ong describe en su obra Oralidad y
escritura (2010) la cual se utilizará para el análisis de la oralidad. Sin embargo, en la
recopilación bibliográfica se hacen menciones sobre la importancia de la oralidad de las
lenguas indígenas en México (Naranjo: 2011). Esta situación se repitió durante la búsqueda
de material sobre las figuras retóricas en los cantos chamánicos de María Sabina: no se
encontró un libro que hablara solamente de este tema, pero en el libro de Álvaro Estrada,
Vida de María Sabina la sabia de los hongos (2010) se dan explicaciones y traducciones
de palabras o sitios que María mencionaba durante la ceremonia. Por ello, este libro servirá
como guía para el análisis de los fragmentos del documental de donde se ha transcrito el
texto para esta tesina.
No obstante, la compilación auditiva María Sabina sings her Mazatec Mushroom Velada,
(1974) hecha por Gordon Wasson, George y Florence Cowan, contiene el audio original de
las ceremonias celebradas por María en julio de 1958; en presencia de ellos (Roberts &
Hruby, 1995-2001). Una parte de esta grabación terminó como un estudio lingüístico del
lenguaje mazateco, anotaciones tonales y musicales de los cantos, mas no se mencionan
como análisis de figuras retóricas. Este material no ha sido posible de adquirir físicamente.
3.1.1 María Sabina y la lengua mazateca
A la muerte de los padres de María Sabina, ella y su hermana vivieron con sus abuelos
quienes se dedicaban a la agricultura, y además tenían conocimiento de la medicina
5
tradicional mazateca, la cual hasta la actualidad sigue haciendo uso de hongos. A muy
temprana edad María presenció una velada, es decir una ceremonia en la que por medio
del canto, el rezo y el uso de hongos o niños (así los llamaba ella), el chamán cura al
enfermo. A partir de ese momento, cuenta ella, supo que era parte de su destino (Estrada
2010: 35). En los años consecuentes aprende por medio de sus abuelos el arte curativo de
los hongos a través del canto. Se casa dos veces y en ambas ocasiones queda viuda. De
esos matrimonios, le sobreviven cuatro hijos, y es cuando decide que su vida la dedicaría a
curar y ayudar a la gente por medio del uso de los hongos, su lenguaje y su canto.
Es importante señalar que estas son creencias milenarias que los pueblos indígenas han
conservado al paso de los años. Álvaro Estrada, en su libro Vida de María Sabina, la sabia
de los hongos (2010), recapitula parte de las entrevistas hechas a ella; obra que en palabras
Octavio Paz, se considera un documento de estudio importante para las disciplinas
antropológicas y sociológicas (Castañón, 2010).
Robert Gordon Wasson es la persona que sitúa a María Sabina como tema de investigación
en la comunidad científica, en especial dentro del campo de la micología; viaja a Oaxaca
para conocer y recopilar información sobre los rituales y el uso de los hongos, conoce a
María y establecen una amistad entrañable. Es él quien da a conocer los resultados de su
estudio sobre la relación entre las culturas, el uso y el consumo de los hongos (Estrada
2010: 16, 107) .
Fue en general conocida por la gente como una mujer trabajadora y de origen humilde, sin
importar que haya sido iletrada; nunca tuvo la intención, de acuerdo a los registros que
existen, de lucrar con sus conocimientos ni con la venta de estos hongos, debido a que
estaba convencida de haber sido elegida por un ser supremo para ayudar a la gente que lo
necesitara (Estrada 2010: 42). Sin embargo, dejó un legado importante para entender las
tradiciones antiguas del pueblo mazateco (Estrada 2010: 110).
6
María Sabina perteneció al grupo indígena mazateco. Esta población se localiza en el
estado de Oaxaca, en México. Su nombre ha shuta enima significa “los que trabajamos en
el monte, humildes, gente de costumbre”, y también existe otra concepción “gente del
venado”que alude al respeto que se le tiene a este animal (15.08.12). De acuerdo con el
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) “las lenguas mazatecas
cuentan con distitnos nombres para autodenominarse diferencia que puede corresponder a
las lenguas, las subáreas o incluso las comunidades” (2006). A continuación se
mencionarán algunos rasgos que caracterizan al mazateco: “algunas sílabas se componen
de una consonante y una vocal” como: sa, so, su, tsa, tso; también hay sílabas que
contienen más de una consonante y más de una vocal, como: ntia, skua, ntjo, kien. La
mayoría de las letras se pronuncian como en español, pero, “a diferencia del español, cada
sílaba se pronuncia con su propio tono.” (Pérez 2007: 10). Así mismo, también se hace la
distinción el uso del acento, en el mazateco siempre indica tono alto mientras que en el
español indica intensidad al pronunciar una palabra acentuada (Pérez 2007: 13). Este
párrafo no representa la diversiad y profundidad de la lengua mazate, para ello se
necesitaría mayor profundidad dentro del tema. Sin embargo, nos ayuda para dar una
percepción general del tipo de lengua que María Sabina hablaba.
3.2 Marco teórico
3.2.1 La oralidad
Para explicar el término oralidad se consultó el Diccionario de la Real Academia de la
Lengua (apartir de aquí DRAE), Oralidad como concepto aparece como cualidad de oral y
ésta como una manifestación por medio de la boca, con ello se refiere a la palabra hablada
(17.06.12). María Abascal, señala en su tesis doctoral La teoría de la oralidad (2002), que
el término oralidad es de uso relativamente reciente dentro de los estudios del lenguaje que
iniciaron con investigaciones de carácter multidisciplinario, por mencionar a la
antropología y la literatura, las cuales analizan especialmente la relación entre la oralidad y
la escritura (Abascal 2002: 20). Abascal en su texto hace referencia al concepto que la
lingüística aplicada hace sobre la oralidad, a la cual pertenence la capacidad tanto de
hablar como de comprender lo que se dice oralmente (2002: 23). Por lo tanto, se puede
7
asumir que la oralidad es una forma comunicativa que se distingue por tener voz y llevar el
sonido en sí misma, mientras que la comunicación escrita, señala Ong, es una forma de
comunicación tecnológica, la cual ha reducido el dinamismo del sonido de la palabra al
hacer uso de otras herramientas para emitir mensajes estructurados, se habla de: cuadernos,
plumas, lápices, con la finalidad de exteriorizar un pensamiento por medio de la palabra
escrita (2010: 48).
Walter Ong en su libro Oralidad y escritura, tecnologías de la palabra (2010), resalta la
importancia que tiene la oralidad en las culturas primarias, en donde señala que son
culturas con un nulo conocimiento de la escritura, y estas han sido parteaguas para explicar
cómo se ha desarrollado el pensamiento expresado oralmente y su paso al lenguaje escrito.
(Ong 2010: 2). Ong reflexiona que las culturas primarias no tienen la posibilidad de
consultar escritos en donde puedan encontrar las palabras visualmente, porque para ellas
no existen. Lo único que tiene importancia es el sonido y la acción que tiene en sí misma la
palabra. “Las palabras son sonidos” (Ong 2010: 2). Esto quiere decir que existe la
capacidad de evocar, buscar y llamar a las palabras que ya existen en la memoria porque a
pesar de ser hechos efímeros quedan grabadas, a pesar de conformar una acumulación de
conocimiento efímero (Ong 2010: 2). De acuerdo con Ong, el antropólogo social
Bronislaw Malinowski comprobó en sus estudios de campo “que entre los pueblos
‘primitivos’ (orales) la lengua es por lo general un modo de acción [...]”, así como también
“[...] que los pueblos orales por lo común, y acaso generalmente, consideren que las
palabras poseen un gran poder.” (Ong 2010: 3). Es decir, la gente que pertenece a las
culturas primarias tienen una acción comunicativa diferente en la que hacen uso de los
conocimientos aprendidos por medio de la acción; en contraste con las culturas secundarias
(las que tienen conocimiento de la escritura) en las que existe la posibilidad de regresar a
consultar lo ya escrito.
El estudio de los textos transcritos de los cantos chamánicos de María Sabina serán parte
del estudio de la oralidad, tema que compete a esta tesina. Para terminar esta parte
introductoria a la materia se hará referencia a lo que Ong expone en su obra, y que también
Sabina diría en su momento a Estrada al explicarle los dotes del poder de la palabra y
lenguaje (2010: 42). Ong menciona:
8
El hecho de que los pueblos orales comúnmente...[ ]...consideren que las palabras entrañan
un potencial mágico está claramente vinculado, al menos de manera inconsciente, con su
sentido de la palabra como, por necesidad, hablada, fonada y, por lo tanto, accionada por un
poder. (Ong 2010: 3)
En este sentido, lo que accionaba el poder oral del lenguaje de María Sabina eran los
hongos. Los niños santos, como ella los llamaba. Esta ingesta de hongos aunada a los
conocimientos que le fueron enseñados de forma oral durante el transcurso de los años se
manifiestan de tal forma que para María Sabina contienen un alto grado de poder mágico y
espiritual (Estrada 2010: 43).
Las características que Ong menciona en su libro serán tratadas más adelante para analizar
el texto de María Sabina. Los cantos chamánicos pertenecen a la tradición oral, que en voz
de Carlos Montemayor se entiende como “[...] cierto arte de composición que en las
culturas indígenas tiene funciones precisas, particularmente la de conservar conocimientos
ancestrales a través de cantos, rezos, conjuros, discursos o relatos.” (Murillo 1999: sin
paginación). Con esta descripción nos acercamos más a las características que se proyectan
en los cantos de María Sabina, a pesar de que en la actualidad ya existen registros escritos
de su arte.
3.2.2 Figuras retóricas
A lo largo de esta tesina el término que será más usado es el de figura retórica, por lo que
es necesario definir este concepto en cuestión. El DRAE arroja en la definición general del
concepto de figura distintas acepciones a la misma, sin embargo, la que nos ocupa es la
que define a la figura en su uso retórico como “Cada uno de ciertos modos de hablar que se
apartan de los más habituales con fines expresivos o estilísticos” (15.06.12) es decir, las
diferentes formas en que alguien se puede expresar para dar un sentido más expresivo,
valga la redundancia, a lo que se ha escrito o bien dicho oralmente. Para comprobar lo
anterior es necesario consultar en el DRAE el concepto de retórica que nos dice que es
“Arte del bien decir, de dar al lenguaje escrito o hablado eficacia bastante para deleitar,
persuadir o conmover.” (15.06.12). En resumen, se constata que la figura retórica apela a
9
la palabra o expresión usada para embellecer lo que se desea comunicar por el medio oral o
escrito con fines definidos, ya sea para persuadir, o simplemente crear emociones, tanto en
un sólo individuo o ante un público.
Mayoral explica que el concepto de figura el cual utiliza en su obra refiere al que designa a
“[...]todos los fenómenos tradicionales del Ornato [...]” (2005: 35). Conviene puntualizar
que el Ornato se entiende desde una visión clásica como el grupo de elementos (como
palabras u oraciones) que son susceptibles de ser alterados con la finalidad de embellecer
el lenguaje y hacerlo más persuasivo (Azaustre & Casas 2009: 82-83). Definición que se
acerca a la que Gonzalo Correas (gramático y ortógrafo español) ya apuntaba en su tiempo
que esa forma de añadir ornamentos o adornos a las palabras se conoce como “lenguaje
figurado” o “sentido figurado” (Mayoral 2005: 35).
Para el tratado de las figuras retóricas, Mayoral recurre a diversas aportaciones sobre el
tema, y la que toma para clasificar los grupos de figuras retóricas es la que Heinrich F.
Plett desarrolló. Es decir, una clasificación que tiene mayor utilidad, añade Mayoral, desde
el punto de vista teórico-analítico porque es el que integra la mayoría de los conceptos
(2005: 35).
Se hará uso de la clasificación de Plett para desarrollar los conceptos de los diferentes tipos
de figuras retóricas que se encuentren en los textos transcritos de los cantos. Esta
clasificación se presentará en el apartado del Análisis. Es importante hacer hincapié que el
término figura retórica en sí mismo no es el objeto de estudio de esta tesina, sino los
fenómenos lingüísticos que hacen que dicha palabra u oración sea considerada para su
clasificación y estudio como figura retórica.
10
4 Análisis
4.1 Análisis de la oralidad y sus características
En este primer apartado se tratarán las características de la oralidad, con el objetivo de
mostrar su existencia en los textos transcritos de los cantos de María Sabina. Los puntos
que serán abarcados servirán para, explicar con ejemplos los rasgos de la oralidad en sus
cantos.
Antes de presentar las caraterísticas, es necesario conocer el concepto de mnemotecnia, el
cual se entiende como la forma de retener ideas, pensamientos, y “ver” en la memoria lo
que se va a decir. En este caso, el orador al recurrir a las técnicas de la mnemotecnia, no
tiene referencia escrita alguna, y por lo tanto debe organizar y estructurar, crear fórmulas
de repetición, que estén cargadas de ritmo, con la finalidad de ayudar a la memoria (Ong
2010: 5).
Estas pautas mnemotécnicas se aprecian en los cantos chamánicos de María Sabina de
inicio a fin. Los cantos en un inicio son de uso exclusivamente oral, no pensados para la
escritura, si una persona los lee en voz alta se dará cuenta del ritmo que poseen y de cómo
las estructuras de repetición, de las que habla Ong, se aprecian. El primer ejemplo
introductorio lo tenemos en las oraciones repetitivas en los párrafos 2 y 3, respectivamente.
2. Que soy la mujer águila dueña
Mujer nadadora dueña, soy
3. Mujer águila dueña, soy
Mujer gavilán dueña, soy
Mujer tlacuache dueña, soy
Mujer tlacuache sagrada, soy
En este ejemplo, la fórmula de una oración se repite sucesivamente, lo cual confirma que
existen pautas mnemotécnicas en uno o varios de los párrafos que componen el texto. Ong
sostiene que si se entiende el fundamento mnemotécnico, entonces se pueden comprender
otras características del pensamiento, de la expresión oral y de la organización de fórmulas
(Ong 2010: 7). La mnemotecnia es la clave para entender las características del
pensamiento y la expresión oral que se encuentran en una cultura oral primaria. Las
características o rasgos suelen ser:
11
1. Acumulativas antes que subordinadas
2. Acumulativas antes que analíticas
3. Redudantes o “copiosos”
4. Conservadoras y tradicionalistas
5. Cerca del mundo humano vital
6. Empáticas y participantes
7. De matices agonísticos
8. Homeostáticas
9. Situacionales antes que abstractas
A continuación se presenta el análisis realizado para averiguar si alguna de estas
características se manifiestan en los textos (orales) transcritos de los cantos chamánicos de
María Sabina.
4.1.1 Acumulativas antes que subordinadas
La primera característica que se estudiará en el corpus de esta tesina corresponde a la
tendencia acumulativas antes que subordinadas, que apela a la acumulación de palabras,
propia de la oralidad, mientras que la subordinación es característica de la escritura. Se
halla en el uso frecuente de fórmulas, entre las que se encuentran historias, proverbios y
plegarias. Es esta última en la que se ubica el canto, (también llamado plegaria por algunos
autores) de María Sabina, debido a “que guarda una organización oral reconocible” (Ong
2010: 7). Esta característica se localiza por ejemplo en el párrafo 10.
10. Mujer de trabajo
Mujer de cariño
Mujer de agua salada
Mujer de sudor
Mujer marchante
En este ejemplo se aprecia la acumulación de la imagen femenina.
12
4.1.2 Acumulativas antes que analíticas
La segunda cualidad de la oralidad en las culturas primarias es acumulativas antes que
analíticas se basa según Ong en la relación de dependencia entre las fórmulas para la
práctica de la memoria. (Ong 2010: 9) Son pautas equilibradas y rítmicas, por lo que
determinan la longitud de la frase, la cantidad de palabras y el paralelismo (repetición).
Con paralelismo se entiende la repetición de la misma estructura con un poco de variación
Marionote Valencia en un artículo dedicado a la obra de María Sabina menciona: “el
paralelismo cambia según los versos que ya lleva dichos y cómo, con el sonido, ella sabe
que se escuchará bien” (Valencia, 2011), aquí refiriéndose a María Sabina y sus cantos.
Las expresiones se componen en este caso por “epítetos de gran solemnidad religiosa”
(Montemayor 2001: 75) que se caracterizan por el uso de invoaciones a un ser supremo, en
este caso Dios o Padre. Este rasgo acumulativo suele ser rechazado por su redudancia (Ong
2010: 09). Por ejemplo, en el párrafo 4, se encuentra parte de estas características.
4. Padre, la Santísima
Padre Jesucristo
Soy la mujer reloj,
Porque tú tienes tu reloj
Padre Jesucristo
Dios e hijo, dice
Santa, santa
Soy la mujer que mira hacia adentro
Mujer que examina
En este verso, el ritmo se percibe desde el inicio: las dos primeras líneas corresponden a
epítetos de invocación religiosa y la línea que representa el paralelismo, debido a la
repetición de frases y a la forma en la que cambian entre ellas el sonido y dice lo mismo
pero con otras palabras, corresponde: Soy la mujer que mira hacia adentro // mujer que
examina.
4.1.3 Redundantes o “copiosos”
La tercera característica señalada por Ong es redundantes o “copiosos”. Con copioso se
entiende: de forma abundante, y el uso de redundancias es lo que caracteriza esta pauta de
la oralidad. Walter Ong argumenta que en la escritura existe la posibilidad de conservar
13
una línea fuera del pensamiento, es decir, uno tiene la posibilidad de regresar y volver a
leer, por ejemplo, una frase (2010: 10). Esto no sucede en la comunicación oral. El proceso
es más lento para el hablante ya que tiene que acudir a la memoria, a la repetición, o sea a
la acumulación para que la persona que escucha esté en la misma línea y lo dicho sea
eficaz y cumpla con su función (Ong 2010: 10). Por ello es de suma importancia que el
hablante diga lo mismo dos o tres veces, para evitar perder la idea, mientras se busca la
siguiente frase; a esto los retóricos le llaman “copia” (Ong 2010: 11). En los cantos de
María Sabina, existe la fluidez y el exceso. A continuación un ejemplo del párrafo 9:
9 Tiremos y reguemos por doquier
junto a tu fogón
junto a las piedras de tu fogón
como nuestro San Pedro
con nuestros santos está María Roberta
Allí en tu fogón
en las piedras de tu fogón
4.1.4 Conservadoras y tradicionalistas
La cuarta característica corresponde a conservadoras y tradicionalistas, estas pautas
caracterizan las culturas orales primarias porque son las que accionan la repetición para
conservar, como ya se viene mencionando, el conocimiento que se ha aprendido a través
del tiempo (Ong 2010: 11). En este sentido, gran responsabilidad ha caído en manos de los
sabios (ancianos y ancianas) quienes han conservado las historias antiguas y pueden
contarlas a las nuevas generaciones, con la expectativa de seguir una tradición. En la
cultura oral la práctica religiosa, la cosmología y las creencias tienden a cambiar y, en
consecuencia aparecen nuevos santuarios y universos: sin embargo, por el grado de
novedad no son divulgados y se explican a las tradiciones antiguas (Ong 2010: 12).
Esta característica si bien no se puede ejemplificar con algún párrafo, sí se puede constatar
con lo que Álvaro Estrada relata en su libro La vida de María Sabina (2010), en el cual ella
platica su primer acercamiento, cuando niña, a esta tradición oral y dice:
Su lenguaje era muy bonito. A mí me gustó. Por momentos el sabio cantaba, cantaba y
cantaba. No comprendía exactamente las palabras pero a mí me agradaba. Era un lenguaje
diferente al que nosotros hablamos en el día. Era un lenguaje que, sin comprenderlo, me
14
atraía. Era un lenguaje que hablaba de estrellas, de animales y de otras cosas desconocidas
para mí. (Estrada 2010: 34)
4.1.5 Cerca del mundo vital
La quinta característica, cerca del mundo vital, habla sobre la ausencia, en la oralidad, de
listas e instrucciones de uso. Por lo tanto las culturas orales tienen que hacer referencia al
mundo vital en donde los objetos aparecen y de esa manera conceptualizar el
conocimiento, por ejemplo una persona que por medio de la acción y práctica adquiera el
aprendizaje de algún oficio o arte (Ong 2010: 13). Este rasgo no aparece tal cual
representado en el texto de estudio, sin embargo se ha tomado el párrafo 16 de los cantos
chamánicos, el cual abre un posible acercamiento al contexto en que se desarrolla de líneas
para explicar como funciona en el contexto. Las líneas son:
16 ya he dado cuenta de esto
así curo la enfermedad de tu pie
es cuanto puedo hacer
¿para qué culpar a alguien de tu mal?
Se ha recurrido a este ejemplo para explicar lo que hay entre líneas. Si no existen
instrucciones de uso, pero el aprendizaje sí se obtuvo por medio de la práctica, entonces el
conocimiento que tenía María Sabina fue gracias al acercamiento del mundo vital en el que
vivía, es decir la comunidad mazateca y la influencia religiosa a la que estuvo expuesta
durante su vida. En las líneas: “así curo la enfermedad de tu pie” , María Sabina nunca
tuvo acceso a instrucciones escritas que le dijeran cómo tenía que curar a la gente, la
práctica lo hizo. Es decir, ella aprendió por medio de otra gente que si untaba el tabaco San
Pedro, al cual le atribuian propiedades curativas, éste sería de ayuda para curar, en este
caso el pie del enfermo.
4.1.6 De matices agonísticos
La sexta característica señalada por Ong es de matices agonísticos; el DRAE define la
palabra agonístico(a), parafraseando, como algo que pertence a las luchas y juegos
públicos (20.06.12). Esto quiere decir que las culturas orales pueden dar la impresión de
15
lucha en sus expresiones verbales, como podrían ser insultos o la descripción de violencia
física. En el párrafo 19 se tiene un ejemplo en el cual se llama a la lucha en contra de la
enfermedad:
19 ¡Guerra a la enfermedad!
Viene con generales y cabos
¡sargento! ¡comandante!
traigo a mis 13 generales
¡Raymundo!
Vengo con todos
Traigo a mis 13 gavilanes dueños
¡cuántos sean!
4.1.7 Empáticas y participantes
La séptima característica atañe a empáticas y participantes, dicha pauta se reconoce como
una identificación comunitaria con lo sabido, al contrario de la cultura escrita que establece
las condiciones para la objetividad por medio de separar al sabio de lo que ya se sabe. Al
identificarse una comunidad oral con sus expresiones se puede hablar del alma comunitaria
(Ong 2010: 15).
En este caso la comunidad mazateca a la que pertenecía María Sabina mostraba empatía
hacia las prácticas rituales, ya que no era un acto aislado, sino que la misma gente de la
comunidad conocía de ella y su capacidad para curar a la gente, ganándose con el tiempo el
nombre de sabia. Esta característica como tal no aparece en el texto, pero sí es resultado de
la identificación, el alma y las creencias del grupo indígena mazateco.
4.1.8 Homeostáticas
La octava característica es Homeostática; es una palabra derivada de homeostasis, que para
efectos conceptuales en este trabajo se deberá entender de acuerdo con el DRAE como:
“Autorregulación de la constancia de las propiedades de otros sistemas influidos por
agentes exteriores.” (25.07.12). De este modo, la característica homeostática se refiere a
que hechos externos han influido en las culturas primarias causando la pérdida de palabras
o recuerdos de la memoria oral. Por ello, estas culturas adaptan la memoria y las palabras a
la actualidad; sin embargo, se habla de la pérdida de valor significativo, una consecuencia
16
de la ausencia de registro como lo podría ser en una cultura escrita el uso del diccionario
(Ong 2010: 16). Es decir, las palabras en una cultura oral solamente adquieren importancia
en la vida real, porque los gestos, la voz y todo lo que representa la acción física es lo que
manifiesta el significado de esas palabras (Ong 2010: 17).
De acuerdo con Ong, el profesor en estudios africanos Isidore Okpewho menciona que los
oradores que cuentan con una gran habilidad pueden variar sus relatos, porque tienen la
capacidad de adaptarse a nuevas situaciones (Ong 2010: 18). Lo último que se ha
mencionado es uno de los motores en los rituales de María Sabina: al haber tenido tantas
personas en su casa, sus cantos o plegarias no eran iguales, ella se adaptaba a la situación
en la que se encontraba. Además también se encontraba expuesta a los efectos de los
hongos que comía antes de iniciar el ritual. Para ilustrar esta parte se ha recurrido a la obra
de Álvaro Estrada en la cual explica:
Cuando tuve problemas de interpretación de las palabras antiguas del mazateco, poco
corrientes en lo actual, fueron valiosísimas las observaciones de Salvador Terán y Fortunata
García, quienes diligentemente aportaron, además, su conocimineto profundo de las palabras
secretas de los chamanes. (Estrada , 2010: 112)
4.1.9 Situacionales antes que abstractas
La novena y última característica que señala Ong es situacionales antes que abstractas, en
la que para las culturas orales no existe un concepto abstracto de las palabras, sino que sólo
existen en un marco de referencia situacional y operacional (Ong 2010: 19). Lo que se hace
aquí y ahora es lo importante: no obstante, dice Ong, las culturas orales tienen la habilidad
de crear pensamientos y experiencias complejas, llenas de inteligencia y hermosas. En este
sentido, María Sabina creó rituales, cantó pasajes bellos que veía mientras curaba al
enfermo.
Finalmente, hay un término con el que se caracteriza a María Sabina, y no es precisamente
el de analfabeta, porque bien es cierto que no sabía leer ni escribir, sin embargo estuvo
expuesta a personas que sí sabían, como lo fueron los sacerdotes de las iglesias católicas a
las que ella acudía e influenciaron en ella. Gordon Wasson se refiere a ella como “sabia”
17
octagenaria y ágrafa (Estrada, 2010: 11) y como pie de nota se explica en la misma
página:
El lector debe advertir que María Sabina es ágrafa, no analfabeta. Los poetas que
compusieron la Ilíada y la Odisea, los himnos védicos y el canto de Débora eran todos
ágrafos. El mundo entero lo era por entonces, y regiones inmensas siguen siéndolo. María
Sabina nunca encontró la palabra escrita en la sociedad en que creció. “Analfabeto”, con su
matiz denigrante, quedaría mejor para quienes, en un mundo invadido por la escritura, no se
han propuesto aprender a leer y escribir. (Estrada 2010: 11)
4.2 Análisis de las figuras retóricas
En este segundo apartado se analizarán y mostrarán los casos que se encontraron de figuras
retóricas en los cantos chamánicos de María Sabina. La estructura que se ha optado por
seguir es la que Mayoral expone en su obra Figuras retóricas (2005), en la cual él
argumenta las diferentes aportaciones y clasificaciones hechas por grandes autores en la
materia. Indica que el Corpus que integra el conjunto de figuras retóricas está conformado
por un sin fin de figuras y sistemas de clasificación. Mayoral decide seguir el marco
clasificatorio y ordenación basado en el modelo teórico-analítico de Plett de los años 1981,
1985 y 1997, el cual, en palabras del propio autor, dicta así: “trata de desarrollar los
resultados de propuestas precedentes, de mejorarlos y, si fuera necesario, de corregirlos”
(1981: 158), en Mayoral (2005: 35). Es decir, el modelo de Plett es una clasificación que se
carateriza por su amplia flexibilidad ante los conceptos.
Este modelo será el apoyo principal para nuestra investigación y de esta manera se
aplicarán los conceptos en cada caso encontrado en el texto de estudio. A continuación se
muestra un cuadro en el que se aprecia la estructura que se ha seguido para analizar el
Corpus de esta tesina. Este cuadro está basado en el que aparece en la página 37 del libro
de Mayoral (2005).
Figuras
fonológicas
Figuras
morfológicas
Figuras
sintácticas
Figuras
textuales
Figuras
semánticas
18
Como se observa en el cuadro, son cinco tipos de figuras los que componen este estudio.
Cada uno de estos fenómenos lingüísticos tienen en común dos categorías a las que
Mayoral se refiere como licencias y equivalencias, con excepción de las figuras
pragmáticas. En términos generales, las licencias son: “Operaciones que suponen
transgresión de una norma [...]” (2005: 38). Es decir, son los permisos que se dan para
romper las reglas. Las equivalencias son: “Operaciones que suponen un reforzamiento de
dicha norma [...] todas las manifestaciones del “principio de repetición” [...]”. Al contrario
del concepto anterior, estas manifestaciones refuerzan las reglas (2005: 37). Ha sido
necesario integrar estos conceptos, ya que los casos que se han encontrado en el texto
transcrito presentan alguna caraterística que los hace pertenecientes a cualquiera de las
categorías ya mencionadas. Cabe señalar al lector que en el modelo de Plett hay dos tipos
de figuras más: las grafemáticas y las pragmáticas (2005: 37). Debido a la falta de
ejemplos lo suficientemente representativos se ha omitido su desarrollo dentro de esta
tesina.
4.2.1. Figuras fonológicas
Las figuras fonológicas son los fenómenos de alteraciones de fonemas que presentan las
palabras, ya sean en vocales o en consonantes. Según Mayoral, Plett es quien adopta el
concepto para explicar este fenómeno. Las figuras fonológicas es en voz del retórico
alemán Heinrich Lausberg son metaplasmo o transformación (Mayoral 2005: 41). A
continuación se presentan los dos casos de figuras fonológicas encontrados en el texto de
estudio.
Apócope
La figura retórica apócope, como licencia, es definida en el DRAE como: “Supresión de
algún sonido al fin de un vocablo: p. ej., en primer por primero, [...]” . Esta definición no
dista mucho de la que presenta Mayoral (2005) en la exposición de esta figura. Como se
puede ver en la página 45, se confirma que la apócope ciertamente afecta a las palabras por
medio de la supresión de fonemas o sílabas que se encuentran en la posición final de la
19
palabra en cuestión. Para contrastar esta definición con la que se hace en el Manual de
Retórica Española (apartir de aquí MRE) de Antonio Azaustre y Juan Casas, se puede
añadir que ambas coinciden en la supresión de fonemas al final de una palabra (2009: 93),
característica que se encuentra en el texto de estudio. También se ha reconocido en el texto
que la forma apocopada va delante de un nombre propio masculino. En el párrafo 1
tenemos dos apócopes, ambas delante de un nombre masculino:
4. Señor San Pedro
5. Señor San Pablo
Esta figura se vuelve a encontrar en los párrafos 5, 9, 10, 11 y 15, con las mismas
características que se encuentran en los ejemplo mostrados, donde San es la forma
apocopada de Santo. Esta es una licencia porque se ha permitido la supresión de –to.
Parómeon
Mayoral cita a Nebrija (2005: 62), quien dice que: “Parómeon es cuando muchas palabras
comienzan en una misma letra” (220). En el texto de estudio no ha sido muy frecuente la
aparición de esta figura con excepción de una línea en el párrafo 4, que bien puede servir
para ejemplificar lo que Nebrija quiere decir.
21. porque tú tienes tu reloj
En este ejemplo, el fonema /t/ se repite o se refuerza tres veces en una sola oración y por lo
tanto se trata de parómeon dentro de la categoría de las equivalencias.
4.2.2. Figuras morfológicas
Las figuras morfológicas de acuerdo con Plett (1981, 1985), dice Mayoral (2005: 99), son
fenómenos que pasan por lo que él llama “[...] procesos de reforzamiento o intensificación
en las reglas de inserción de determinadas unidades lingüísticas en unos lugares precisos
de la cadena del discurso”. El señalamiento se afirma, en la misma página, más adelante
20
con la contribución de Frédéric M. (1985), al llamarlo “principio de repetición”. Por lo
tanto se entiende que la base para estas figuras son: el morfema y la palabra.
Derivación
El DRAE define la derivación como: “Figura consistente en emplear en una cláusula dos o
más voces de un mismo radical” (03.02.12), es decir, la aparición o el uso de una misma
palabra en una oración o texto. Aunque, en Mayoral se presenta la derivación desde el
punto de vista de la doctrina tradicional como “manipulaciones” de los morfemas
derivativos (Lausberg; 648) en ( Mayoral 2005: 106). En otros términos, son palabras que
se forman teniendo bases léxicas comunes. Esta figura tiene una clara representación en el
texto de estudio. Iniciando con el párrafo 2 se encuentran los siguientes ejemplos:
7. Mujer nadadora dueña, soy
8. soy la que nada en lo sagrado
En estas líneas la derivación se entiende así: nadadora (como adjetivo) y nada (como
verbo en presente indicativo) los cuales tienen en común la base léxica nad-.
El párrafo 15 contiene la mayoría de los casos de derivación de verbos. Ejemplificado con
la derivación del verbo nacer con base léxica en común nac-.
123 . Nací allí donde está sembrado
124 . el tabaco San Pedro
125 . y nací allí, donde nace el eco
Estos últimos ejemplos muestran dos casos más de derivación de verbos en un número
reducido de oraciones conjuntas (Mayoral 2005: 106) con base léxica en común plati-
132. Llegué a platicar con Benito Juárez
140. platícale a mi hijo que es autoridad
141. dale su nombre y que lo platique
[...]
145. Raymundo, vienes con tus 13 tlacuaches dueños
146. y yo vengo con mis 13 tlacuaches
Es parte de la categoría de las equivalencias porque la derivación se cumple gracias a la
repetición de palabras en un segmento del discurso.
21
Anáfora
En el MRE de Azaustre y Casas, se define la figura retórica anáfora como: “ Repetición de
una palabra o grupo de palabras a comienzo de verso o frase” (2009: 97), definición que
corresponde a la presentada en Mayoral (2005: 101) en la cual se añade el esquema o
fórmula (X.../X.../X...) con que se representa la anáfora en el texto versal (2005: 113). Esta
fórmula ha servido para buscar la existencia de esta figura en el texto que nos ocupa. En el
párrafo 3, se detectó claramente la repetición de palabras al inicio de las frases:
10 Mujer águila dueña, soy
11 Mujer gavilán dueña, soy
12 Mujer tlacuache dueña, soy
13 Mujer tlacuache sagrada, soy
En el párrafo 6 se encuentra otro caso de anáfora con la repetición de la frase “hasta
debajo de...” cuatro veces. En el mismo párrafo la palabra “estrella” se repite cuatro veces
también. En el párrafo 7 y 8, se reitera cuatro ocasiones la palabra “madre”,
respectivamente. En el párrafo 10, se repite la palabra “mujer” cinco veces; y en el párrafo
12 se halla esta misma palabra cuatro veces más. Es una figura de equivalencia porque
cumple con el “principio de repetición” (Mayoral 2005: 37). Por cuestiones de espacio no
se han incluido todos los ejemplos correspondientes a esta figura. Sin embargo, se invita al
lector a consultar el anexo para comprobar lo que se ha dicho. Cabe mencionar que hay
otros casos de repetición pero esos se usarán para ejemplificar otras figuras retóricas más
adelante.
Políptoton
La figura retórica políptoton es en voz de los gramáticos españoles Antonio de Nebrija y,
Gonzalo Correas: “muchedumbre de casos” (Mayoral 2005: 103), mientras que en el MRE
se distinguen políptoton nominal y políptoton verbal, aludiendo a la característica de
derivación que tienen los casos (Azaustre & Casas 2009: 101). Es decir, los autores citados
aluden a la acumulación de flexiones de una misma palabra. Para ejemplificar esta figura
se muestran casos de políptoton verbal hallados en el párrafo 15. Estos ejemplos muestran
un vebo y su respectiva derivación verbal.
22
Nací/nace
Platicar/platícale/platique
Vienes/vengo
Esta figura es equivalencia porque tiene como característica la repetición de morfemas
flexivos (Mayoral 2005: 100).
4.2.3. Figuras sintácticas
Las figuras sintácticas son fenómenos que se relacionan con la distribución de sus
constituyentes de forma ordenada en sus estructuras oracionales, de tal suerte que dentro
del discurso aparecen distribuido de manera simétrica (Mayoral 2005: 159).
Bimembración
Las figuras retóricas de la bimembración se caracteriza por representar estructuras
ordenadas y configuradas de forma equivalente. Las palabras que conforman la oración
pertenecen a una misma categoría gramatical, además de seguir el mismo orden (Aula del
Mundo : 2000) (24.07.12). En el texto se encontraron algunos casos en los párrafos 6, 7 y
8, los cuales enseguida se ejemplifican:
Párrafo 6: 46. Hasta debajo de tus ojos y de tu boca
47. Hasta debajo de tus huellas y de tus uñas
Párrafo 7: 56. Madre de leche y rocío fresco
57. Madre de leche y de pechos
Las líneas del párrafo 8 son iguales a las del párrafo 7. Estas oraciones constatan la
existencia de bimembración, es decir dos oraciones unidas por la conjunción “y”.
Cumpliendo también con los rasgos de orden, de la misma estructura y de la repetición, se
trata además de una equivalencia.
23
4.2.4. Figuras textuales
Mayoral (2005: 175) menciona que a las figuras textuales se les conoce también bajo el
nombre de figuras de pensamiento, y éstas en palabras de Bartolomé Jiménez Patón
(gramático y retórico español) son “la fuerza del sentido de toda la oración [=discurso],
dicho de tal suerte que vaya apartado del común modo de hablar” (2005: 175). Es decir, las
figuras textuales tienen influencia directa en el significado de las palabras y por lo tanto no
es una forma de hablar cotidiana. Una vez más, Mayoral (2005: 176) recurre a la propuesta
de Plett (1981,1985) de la cual señala que: la complejidad de estas figuras de pensamiento
radica en el número ilimitado de casos que existen y la dificultad para ordenarlos.
Mayoral señala que Lausberg (2005: 177) también coincide con Jiménez Patón en el
concepto que define a las figuras de pensamiento al decir que el pensamiento corresponde
a la unidad de texto o también llamado segmento textual. Con base en estos argumentos
que dan los autores mencionandos Mayoral ejemplifica su objeto de análisis por medio del
uso de las unidades de texto (2005: 177).
Perífrasis
De acuerdo con el DRAE (11.01.12) perífrasis o circunlocución es una figura que por
medio del rodeo de palabras dice algo que con el uso de una sola palabra se puede
expresar. Esta definición coincide con la que Mayoral (2005) da en la página 199 de
‘acción de expresarse por rodeo de palabras’. A esta definición se le suma la función
amplificadora y poética que para Correas es importante, según Mayoral. Este último
también añade otro rasgo, del que habla Herrera, es decir: la “función ornamental” (2005:
200). En otras palabras, esta figura se reconoce cuando el uso de muchas palabras
embellece el texto y aun así se pudo haberlo dicho con una sola palabra, pero entonces
carecería de belleza expresiva. En el texto de estudio se han encontrado los siguientes
ejemplos:
Párrafo 1: Madre Santísima, es decir la Virgen
Párrafo 4: Padre, la santísima, es decir Jesucristo, la Virgen
Párrado 6: Hombre sagrado de casa y de sombra, es decir Jesucristo
Párrafo 11: Padre santísimo, es decir Jesucristo
24
En este ejemplo, las palabras en negritas representan la perífrasis hallada en el texto. Se
trata también de una licencia porque sustituye por medio de atributos y otras palabras el
concepto de las divinidades (Mayoral 2005: 200).
Paréntesis
En el MRE (2009), paréntesis aparece como la inserción entre un pensamiento y otro de
una idea que no tiene mucho que ver con el pensamiento original (Azaustre & Casas 2009:
114). Esta definición, en Mayoral (2005: 178) se maneja como la adición en las unidades
textuales. Esta idea se expresa, claramente, en palabras del historiador de la literatura y
medievalista francés Edmond Faral (1924, 61-85) dice que la función del paréntesis llega a
ser considerada innecesaria y sólo complementaria o bien amplificadora (Mayoral 2005:
178). En el párrafo 4 se muestra un segmento textual en donde la figura paréntesis aparece
de esta forma:
18 Padre, la Santísima,
19 Padre Jesucristo
20 Soy la mujer reloj,
21 Porque tú tienes tu reloj 22 Padre Jesucristo
23 Dios e Hijo, dice
24 Santa, Santa
Se trata de un párrafo en el que la fórmula alude a un rezo religioso y se ve interrumpido
por las líneas 20 y 21, líneas que aun estando ahí no cambian la idea central del segmento
textual en cuestión. Es licencia por adición porque están las líneas intercaladas en el texto
y en términos de Lausberg, representan la “acción de interponer o intercalar” (Mayoral
2005: 178)
Expolición
La figura de la expolición ,que en Azaustre & Casas (2009: 111) aparece como expolitio,
se refiere a la figura que desarrolla una idea o tema ampliamente, idea que aparece en el
texto en distintas formas. O bien, como se expresa en Mayoral (2005: 191) quien
25
ejemplifica las dos modalidades de expolición usadas en la Retórica a Herenio2: uno, la
repetición de la misma idea; dos, darle vuelta a la misma idea (Mayoral 2005: 191). Como
se muestra en el párrafo 15, la palabra libro aparece cuatro veces en el siguiente segmento
textual , la idea y función de esta palabra es hablar sobre la función que tiene el libro para
María Sabina.
128 quien me dio un libro
129 no es libro de mentiras
130 es libro de verdades
131 es el libro que dice lo cierto
Este es un caso más de licencia por adición ya que también coincide con la función
amplificadora a la que Faral se refiere (ver la figura retórica paréntesis).
Epanalepsis textual
La epanalepsis textual o epanadiplosis, como aparece en el DRAE, es una figura que se
caracteriza por la repetición de una oración o frase al inicio y al final del texto (10.01.12).
En Mayoral, la epanalepsis textual aparece como un conjunto de repeticiones de
segmentos en el texto (2005: 213), es decir repeticiones que abren y cierran un segmento
textual y se representa con el esquema (X...X), el cual se encuentra en el párrafo 12:
96. ¿Cómo fue que brotó su raíz?
97. ¿Cómo fue que cayó 98. Mujer del fogón
99. Mujer de piedras del fogón
100. Mujer gavilán
101. Mujer cazadora gavilán
102. ¿Cómo fue que brotó su raíz?
103. ¿Cómo fue que cayó?
En este párrafo, la epanalepsis textual se localiza en las líneas 96 y 97, las cuales
representan el inicio del texto y en las líneas 102 y 103 que son, por consiguiente, el final.
Es epanalepsis textual porque cumplen con la estructura, siendo las mismas preguntas al
2 “La Retórica a Herenio es, junto con los tratados retóricos de Cicerón, la mejor muestra de la capacidad de
absorción por los romanos de las teorías retóricas griegas.” Editorial Gredos (01.08.12)