L Lo os s p pp pe el le es s q qu ue e v vo ol lr ro on n d de e l ls s l lc cn nt tr ri il ll ls s < <U Un n r re ec co or rr ri id do o d de el l M Mo ov vi im mi ie en nt to o a a l la a M Mo ov vi id da a a a t tr ra av vé és s d de e s su u P Pr re en ns sa a U Un nd de er rg gr ro ou un nd d> > Durante todo octubre y noviembre, en la librería BAKAKAI (c/Tendillas de Santa Paula 11) se abrirá la muestra “Los papeles que volaron de las alcantarillas: fanzines y prensa contracultural (del Rrollo a la Movida)”, una selección de prensa marginal de los 70’s, las revistas más sobresalientes de lo que se vino a llamar “el Rrollo”, movimiento contracultural que se desenrrolló callejeramente frente al monolito del Estado tardofranquista y su reconversión en monarquía constituyente pactada en figones reservados y oscu- ros despachos; y, de otra parte, paralelamente una colección de fanzines de los 80’s, del periodo que se dio a promocionar como “La Movida”..., todos ellos muy molones y que podréis escanear si os place. Una muestra no solo gráfica, que plantea la siguiente inversión: “Si el Rrollo fue una movida, la Movida ¿no fue un rollo?”... o algo así, al menos para quienes tuvieron que sufrirla después... ¿Fue el Rrollo un despiporre de experimentación creativo y un grano político libertario en el culo de la grisitud y la auto- ridad, tal como refleja su prensa, plenamente underground y sin embargo de amplia difusión en aquel mo- mento de posible cambio? ¿Cómo devino aquello en el diseño político de una exportable “Movida”, elitista y capitalina, con su corte de vedettes y su pose tan modelna? Y ¿no hubo acaso un movidón, de chavalería en los barrios, que sacaba sus fanzines y montaba sus grupos de manera autogestionaria como medios para gene- rar fugas de expresión y difusión de realmente “otra cosa”, al margen de los pelotazos culturales, las pa- sarelas y la puesta de largo del Espectáculo en el Estado transicional español? LOS PAPELES QUE VOLARON E X P O e e x x p p o o s s i i c c i i ó ó n n , , p p r r o o y y e e c c c c i i o o n n e e s s , , e e t t c c . . O Oc ct t/ /N No ov v. . e e n n l l a a L L i i b b r r e e r r í í a a B B A A K K A A K K A A I I ( ( T T e e n n d d i i l l l l a a s s d d e e S S a an n t t a a P P a a u u l l a a 1 1 1 1 ) ) DE LAS ALCANTARILLAS Fanzines y Prensa Underground 70’s & 80’s calle, contracultura y transición: del Rrollo a la Movida P PR R O OY Y E EC CC C I IO ON N E ES S - -C Ci in ne e D Do oc cu um me en nt ta al l: : C Co on nt tr ra ac cu ul lt tu ur ra a y y T Tr ra an ns si ic ci ió ón n, , e en n l la a l li ib br re er rí ía a B Ba ak ka ak ka ai i. . 3 3 N No ov v. ./ /1 19 9 h h. . : : “ “R Ru ue ed do o i ib bé ér ri ic co o, , r ra ad di ic ca al lm me en nt te e l li ib br re e” ” d de e F Fr ra an nc ci is sc co o R Rí ío os s y y M Ma ar ri io on na a R Ro oc ca a - -u un n r re et to o i in nt te el le ec c- - t tu ua al l l li ib be er rt ta ar ri io o, , l la a r re ev vi is st ta a y y e ed di it to or ra a q qu ue e d de es sa af fi ió ó a al l f fr ra an nq qu ui is sm mo o. . 1 10 0 N No ov v. ./ /1 18 8 h h. . : : “ “D De es sp pu ué és s d de e. .. .. .1 1ª ª p pa ar rt te e: : N No o s se e o os s p pu ue ed de e d de ej ja ar r s so ol lo os s / / 2 2ª ª p pa ar rt te e: : A At ta ad do o y y b bi ie en n a at ta ad do o” ” d de e C Ce ec ci il li ia a M M. . y y J Jo os sé é J Ju ua an n B Ba ar rt to ol lo om mé é - -d do ob bl le e p pe el lí íc cu ul la a d do oc cu um me en nt ta al l c ce en ns su ur ra ad da a e en n s su u d dí ía a, , i im mp pr re es si io o- - n na an nt te e t te es st ti im mo on ni io o d de el l p pr ro oc ce es so o t tr ra an ns si ic ci io on na al l c co on n l la a i im ma ag ge en n y y l la a v vo oz z c ce en nt tr ra ad da as s e en n e el l p pu ue eb bl lo o y y l la a c ca al ll le e. . 1 17 7 N No ov v. ./ /1 19 9 h h. . : : “ “A Au ut to on no om mí ía a o ob br re er ra a” ” d de e O Or rs si in ni i Z Ze eg gr ri i y y F Fa al lc co on ne et tt ti i P Pe eñ ña a - -l la as s l lu uc ch ha as s a au ut tó ón no om ma as s e en n E Es sp pa añ ña a e en n l lo os s a añ ño os s 7 70 0, , u un na a r re ee es sc cr ri it tu ur ra a d de e l la a t tr ra an ns si ic ci ió ón n. . 2 24 4 N No ov v. ./ /1 19 9 h h. . : : “ “C Co on n u uñ ña as s y y d di ie en nt te es s” ” d de e P Pa au ul li in no o V Vi io ot ta a - -p pr ri im me er ra a p pe el lí íc cu ul la a e es sp pa añ ño ol la a s so ob br re e l la a l lu uc ch ha a d de e c cl la as se es s. . 1 1 D Di ic c. ./ /1 19 9 h h. . : :" "O Oc ca añ ña a. . R Re et tr ra at to o i in nt te er rm mi it te en nt te e" " d de e V Ve en n- - t tu ur ra a P Po on ns s - -h ho om mo os se ex xu ua al li id da ad d, , f fa ar rá án nd du ul la a y y m mo ov vi im mi ie en nt to o l li ib be er rt ta ar ri io o e en n l la a B Ba ar rc ce el lo on na a d de e l lo os s 7 70 0. .
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LLooss pp ppeelleess qquuee vvooll rroonn ddee Lll ss llcc nntt … · 2012-10-23 · cuelgue por los ovnis, los Hare Krishna o el sexo tántrico). Algunos de los jó - venes del
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LLooss pp��ppeelleess qquuee vvooll��rroonn ddee ll��ss ��llcc��nntt��rriillll��ss<<UUnn rreeccoorrrriiddoo ddeell MMoovviimmiieennttoo aa llaa MMoovviiddaa aa ttrraavvééss ddee ssuu PPrreennssaa UUnnddeerrggrroouunndd>>
La frase “Tú no sabes de qué va el rro-llo, tíío o tíía” solía ser la res-puesta que a mediados de los setentarecibía quien no se enteraba de qué ibala cosa, y devino el signo de la alie-nación de los jóvenes que no eran “en-rrollados”, es decir, que no habíanlogrado liberarse de las convencionessociales de una sociedad alienante,contrariamente a los grupos informalesddeell RRrroolllloo.
La basca en la onda sabe que durante ladécada de los setenta, paralelamente alproceso de adecuación de las clases do-minantes al nuevo régimen vigente, flo-reció un movimiento subterráneo dejóvenes que se había venido gestando enSevilla y más tarde en Madrid y Barce-lona, cuya actitud vital chocaba fron-talmente con los valores representadospor sus viejos y por el tardofran-quismo. LLooss iinntteerreesseess ccoommuunneess de lasmuy diversas gentes que formaron elRollo eran la música (del rock al fla-menco pasando por el jazz), el consumoexperimental y lúdico de drogas (LSD,marihuana, hachís…), una actividad cre-ativa en parte potenciada por dicho
consumo (vinculada a la música o a lasartes visuales, típicamente, al cómic)y una cierta espiritualidad que adop-taba formas variopintas (del yoga alcuelgue por los ovnis, los Hare Krishnao el sexo tántrico). Algunos de los jó-venes del Rollo tomaron parte activa enllaass lluucchhaass ppoollííttiiccaass de la época, par-ticipando por ejemplo en la reconstitu-ción del movimiento libertario o en losprimeros grupos feministas, homosexua-les o de presos que se formaron en elestado español; otros eran más pasotaso individualistas, pero todos igual-mente marginales y marginados, tensosy felices, un grano multicolor en elculo de la autoridad.
El Rrollo (con dos erres raspantes yvacilonas) va, o fue, o iba, de todoese mogollón de movidas, unas más en-rrollantes, otras más muermo, perotodas interesantes por varias razones.Una de ellas fue la especial idiosin-crasia e incidencia de su prensa, auto-denominada marginal, antes de quehiciera aparición el término “alterna-tiva”. Atrevimiento, imaginación, au-togestión..., fueron algunas de lascaracterísticas de esta pprreennssaa ccoonnttrraa--ccuullttuurraall, pero tal vez dos destaquenentre todas: la ausencia casi total depublicidad, unida a unos contenidos sin
Así pues, tras la famosa y sangrientaTTrraannssiicciióónn española –cuando se imponeeell rreeppaarrttoo ddee ppooddeerreess y se estila el“qué hay de lo mío” o el tan chorizo“tó pá mí”– se irían perfeccionando loscanales comerciales e institucionalesque hoy en día se encargan de desacti-var cualquier iniciativa contestatariao simplemente molesta de manera muchomás eficaz que otros tipos más anti-cuados de censura. Transición hacia elllamado “Estado del bienestar” carac-terizada por la institucionalización,la especulación y eell ppeelloottaazzoo en todoslos ámbitos, que sirve para engrasar –a base de talonario– la maquinaria deun aparato desarticulador de cualquiercambio real que viniera a trastocar lopactado en esos momentos, a espaldasdel pueblo, entre los asesinos de Niny los asesinos de Lorca, por decirlode alguna manera.
Con todo su hedonismo vacuo, su frivo-lidad vocinglera y de plástico escapa-rate, la Movida se prestó rápidamentepara ser exprimida –esto es, rentabi-lizada– por llooss nnuueevvooss ppoollííttiiccooss yy ggeess--ttoorreess ccuullttuurraalleess, instalados ya en suspoltronas; a por su parte, los artistasque pasaron a representarla como au-ténticas vedettes de la cosa cultural,no dudaron en su mayoría en postrarse
lo mismo ante un departamento estatalo autonómico que manejara y concediera–pingües– subvenciones, que ante cual-quier alcalde de pueblo con el más ín-fimo presupuesto que arañar. Frente aestas ansias de llenarse el bolsillopor medio de la modernización especta-cular –razones que también fueron po-líticas, de normalización según losdictados de un capitalismo remozado–,la gente del Rrollo había defendido uunnaaffoorrmmaa ddee vviiddaa aauuttooggeessttiioonnaarriiaa directa-mente enfrentada al modelo burguésque, finalmente, terminó imponiéndose.Seguramente la influencia de la con-tracultura de los setenta contribuyó alimar las aristas más autoritarias dedicho modelo, que podríamos resumir enla secuencia: coche-trabajo fijo-pa-reja-vivienda familiar, pero sus pro-puestas más radicales y utópicas sequedaron en el mismo limbo en el quetodavía flotan la autonomía obrera, elmovimiento libertario y el resto de op-ciones anticapitalistas que fueron mi-nuciosamente expurgadas durante laúltima restauración borbónica.
DDeell RRrroolllloo aa ll
aa MMoovviiddaa
parangón con nada de lo que podamosencontrar hoy en el aburrido y uni-forme quiosco de la esquina –un primergesto en el que late ya la vena utó-pica de la contracultura, es decir, loinusitado de concebir la edición nocomo un negocio sino como un medio deexpresión libre encaminado a influiren el entorno y a modificarlo radical-mente–; y lo más importante, la apabu-llante diferencia entre las revistasdel Rrollo y aquellas –pocas– que enel presente tratan asuntos más o menosenrrollados: eell aammoorr. Pues sí, el amory el grupo crean la onda, generan elrrollo, una vibración simpática queentra en resonancia en Barcelona y quealcanza su máximo volumen entre el ve-rano de 1975 y el de 1977, coinci-diendo con el primer ffeessttiivvaall CCaanneettRRoocckk y con las JJoorrnnaaddaass LLiibbeerrttaarriiaassIInntteerrnnaacciioonnaalleess, respectivamente.
Un rescate de esta prensa contracul-tural es el que ha hecho el fanzineVacaciones en Polonia en su últimonúmero dedicado significativamente ala utopía, con un amplio dossier demogollón de páginas ilustradas reple-tas de información enrrollante. Señalala gente del Vacaciones en Polonia quela palabra “amor”, en este caso, estáconectada con el interés que posee el
asunto en torno al cual, en un momentodado, la persona periodista enrrolladase va a poner a escribir. No hay másque echar un vistazo a los artículosde revistas como AAjjoobbllaannccoo,, SSttaarr,, VVii--bbrraacciioonneess,, OOzzoonnoo,, BBiicciicclleettaa... o loslibros de editoriales independientescomo LLaa BBaannddaa ddee MMooeebbiiuuss o LLaa PPiiqquueettaa,por citar algunas de las más sobresa-lientes, para darse cuenta de queestán redactados por personas que, contoda la inexperiencia o ingenuidad in-cluso que se quiera, sólo escribían loque querían y sólo reseñaban aquelloque directamente amaban u odiaban.
Una diferencia fundamental entre llaassrreevviissttaass ddeell RRrroolllloo yy llooss ffaannzziinneess ddeellaa MMoovviiddaa es el abandono de la venapolítica combativa. “El fanzine musi-cal que se hace en los 80 ya no es unfanzine de combate; es el fanzine deun aficionado a determinado tipo demúsica, que hace un fanzine como po-dría ser coleccionista de sellos”, se-ñala Fernando Márquez “El Zurdo”,personaje controvertido donde los hayadentro del underground de este país, yposiblemente la persona mundial que haparticipado en más ppuubblliiccaacciioonneess aall--tteerrnnaattiivvaass cuando no las ha hecho éldirectamente: por ejemplo en 1977editó los CADI (Cuadernos de Actuación
en Defensa del Individuo), La liviandaddel imperdible, Talam!, El nacimientode la escuela Drago o el Kaka de Luxe,cuadernillos que anunciaban ya la nuevaola y el punk, muy lejos de la onda delRollo de los 70’ en que surgieron. ElZurdo participó también en las EdcionesAntípodas, un grupo que intentó agrupartodo el underground de papel madrileñoen el colectivo PPrreeMMaaMMáá (Prensa Margi-nal Madrileña). En una entrevista rea-lizada por el fanzine electrónicoIndustrias Mikuerpo, el Zurdo exponíael proceso de formación, a finales delos setenta, de la prensa marginal ma-drileña, cuando vio la luz un sinnúmerode publicaciones de efímera existencia,fanzines de confección casera de la ma-yoría de los cuales no queda segura-mente ni siquiera un resto material, siexceptuamos los que atesora el veteranoperiodista Jesús Ordovás, principal im-pulsor –y reductor– de la movida a suvertiente musical, y de los que se ex-hiben ahora en la muestra de la libre-ría Bakakai, con temáticas que van delcómic a la música, la literatura o laciencia ficción.
“Los fanzines poseían una mentalidadmuy propia de la contracultura, comopodía ser la de los yippies en EEUU. Esdecir –aclaraba el Zurdo–, una mentali-
dad más bien ácrata, con una descon-fianza enorme hacia el poder... [Luego]vemos que gente que en aquella épocaestaba haciendo fanzines deben estarahora de administrativos dentro delgran aparato del PSOE. La Movida es unaespecie de cronicón o de personaje queenlaza épocas, porque la gente quellega después, a partir de Alaska, esotra gente completamente distinta. Paraempezar, Alaska es una persona que esanticastrista feroz, y Carlos Berlangaes un niño de papá. Es decir, para nadala generación del underground anterior.[...] Underground sería el termino paraalgo que hereda lo que había sido elcomix que se hacía en EEUU en la tran-sición 60-70, lo que era el movimientofreak, más que hippie, porque los hip-pies eran mucho más beatíficos y losfreaks más cínicos. Además, sería el ci-nismo de Diógenes transplantado a Esta-dos Unidos y luego importado a España.Marginalidad sería el término sinónimo,por eso llamábamos a lo que hacíamosprensa marginal y la vendíamos en ElRastro. Cuando la democracia formal seva estableciendo, esto ya no tiene ob-viamente sentido. La gente empieza ya aintentar vivir de ello y se van convir-tiendo en revistas establecidas o enfanzines que vuelven al uso original deltérmino, que es el de prensa amateur.”