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Libro TÚ ERES LA CAUSA DE TU BUENA SUERTE - 2x1.pdf

Oct 05, 2015

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SharyCotacachi
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  • T ERES LA CAUSA DE TU BUENA SUERTE

    D. Fernando Tras de Bes, Profesor de la Bussiness School ESADE

    Autor del best-seller 'La Buena Suerte'

    Bilbao, 22 de marzo de 2004.

  • CONTENIDO. EL LIBRO LA BUENA SUERTE .......................... i LAS DIEZ REGLAS DE LA BUENA SUERTE. ...1 LA PRIMERA REGLA DE LA BUENA SUERTE. 3 LA SEGUNDA REGLA DE LA BUENA SUERTE.............................................................................4 LA TERCERA REGLA DE LA BUENA SUERTE.............................................................................7 LA CUARTA REGLA DE LA BUENA SUERTE.14 LA QUINTA REGLA DE LA BUENA SUERTE..17 LA SEXTA REGLA DE LA BUENA SUERTE. ..20 LA SEPTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE...........................................................................22 LA OCTAVA REGLA DE LA BUENA SUERTE.25 LA NOVENA REGLA DE LA BUENA SUERTE...........................................................................27 LA DCIMA Y LTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE. ..........................................................30 TERMINAR HACIENDO UNA BREVE REFERENCIA A LAS DESGRACIAS. ..............33 Resumen del Libro............................................35

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    EL LIBRO LA BUENA SUERTE

    Es una fbula que va desgranando las claves de la buena suerte, las claves de la prosperidad. Es un cuento muy sencillo. El mago Merln cita a todos los caballeros de un reino y les informa de que en el bosque encantado nacer en el plazo de siete das un trbol mgico de cuatro hojas, que es el trbol de la suerte ilimitada; a quien lo encuentre le sonreir la suerte durante toda su vida en los negocios, en la guerra o en el amor. De todos los caballeros, slo dos aceptan el reto porque el bosque encantado es enorme, el trbol es diminuto y no hay ninguna pista. Uno de los caballeros viste de blanco y se llama Sid, que es la afirmacin, el s, mientras que el otro prefiere el negro y se llama Nott, que es la negacin. La historia es muy sencilla y se lee en menos de una hora. Los caballeros van por el bosque encontrando toda una serie de personajes que son arquetipos muy deliberadamente escogidos (el agua, la piedra, la tierra, el rbol, la roca...), y cada uno va facilitando a los dos caballeros exactamente la misma informacin. Lo interesante es que reciben lo mismo, es decir, les dicen lo mismo cuando preguntan; aun as, la

  • diferencia estriba en que el caballero negro sencillamente no hace nada, sino que espera a que otros le traigan la buena suerte, mientras que el caballero blanco, en cambio, va pensando qu tiene que hacer con esa informacin para que la buena suerte llegue. Es lgico imaginarse que, al final, el caballero blanco hallar el trbol. Sin embargo, no es as, no lo encuentra. Aunque no desvelar el desenlace, s puedo adelantar que al final hay un golpe dramtico y una bruja que, como en todas las pelculas de Disney, pone la tentacin. Creo que el final es lo que ha colocado el libro en ms pases, porque, si este libro terminara con que el caballero blanco encuentra el trbol, no lo habran comprado en ningn pas. Es un final muy revelador, muy sorprendente, que nadie espera.

    LAS DIEZ REGLAS DE LA BUENA SUERTE.

    Voy a desgranar a continuacin las diez reglas de la buena suerte y a ilustrarlas con algunos ejemplos reales de cientficos, deportistas, proyectos empresariales, etc. Esos ejemplos irn apoyando cada una de las tesis, ya que realmente esto no es slo una fbula de inspiracin, sino que, por el contrario, La Buena Suerte es un libro basado en varios aos de lectura y de observacin.

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  • LA PRIMERA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    Establece que la suerte no dura demasiado tiempo porque no depende de uno, mientras que la buena suerte la crea uno mismo, por lo que dura siempre. Hay un dato muy revelador que sali en un reportaje de Informe semanal, de Televisin Espaola. Se trataba de un reportaje sobre varias personas a las que les haba tocado la lotera y a las que, diez aos despus, volvan a visitar. Pues bien, el 90% de los premiados estaba arruinado, o peor que antes o igual que al principio; y, adems, peleado con todas sus familias. Es decir, la suerte, aunque llegue, no dura. Precisamente la gente a la que le toca la lotera que muchas veces es lo que todos deseamos cae en la actitud de abandonarse al destino porque, cuando llueven muchos millones de golpe, lo que se piensa es que ya no merece la pena hacer nada, ya que realmente no hay nada que dependa de uno. Esto hace que se adopte una actitud de abandono merced a la cual se gestiona muy mal esa gran suerte y se empieza a depender slo de la suerte.

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  • LA SEGUNDA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    Dice que muchos son los que quieren tener buena suerte, pero pocos los que deciden realmente ir por ella. Aqu me gustara hablar de tres cifras muy interesantes. La primera es un estudio que se hizo en Harvard en 1953 para el cual se entrevist a toda una serie de estudiantes que ya se licenciaban. Se les preguntaba cuntos de ellos tenan claro lo que queran hacer para ir en pos de su meta, de sus deseos. Slo el 3% declar que lo tena claro frente al 97% restante, que asegur que no lo haba pensado, pero que ya lo ira viendo. Esa misma muestra de estudiantes fue de nuevo entrevistada veinte aos despus, en 1973, y se le pidi que enumerara todo lo que haba podido acumular a escala patrimonial, de prosperidad y de negocios. Pues bien, ese 3% que haba contestado que saba lo que tena que hacer o que, por lo menos, lo tena claro y ya lo haba decidido aglutinaba nada ms y nada menos que el 98% del valor de todo el grupo: un 3% concentraba el 98% de la riqueza de todo ese grupo. Este anlisis nos demuestra que para

    triunfar es fundamental el fijarse objetivos y metas muy claros. El segundo dato es un estudio elaborado tambin en Estados Unidos, donde son muy propensos a este tipo de investigaciones. Corra el ao 1960 y fue realizado sobre 1.500 msters en administracin de empresas. Se les preguntaba qu preferan: si ir primero en pos de su sueo y, despus cuando su sueo o lo que ellos deseaban ya se hubiera cumplido, dedicarse a ganar dinero; o primero ganar mucho dinero y, despus cuando ya tuvieran dinero, hacer lo que les gustaba. No sorprender que el 83% respondiera que primero ganar dinero y, con el dinero ganado, hacer lo que a cada uno le gustaba, y que slo el 17% confesara que ira directamente a lo que era su sueo. Al cabo de veinte aos, tambin en 1980, entre esos 1.500 MBA haba 101 multimillonarios; adems, al menos de esos 101 multimillonarios, 100 estaban en el grupo de los que haban dicho que primero iran a por su sueo y despus, si acaso, ya pensaran cmo ganar dinero. Esto nos indica realmente que hay que ir a por lo que deseamos: eso es lo que trae la prosperidad (sea mucho o sea poco). El tercer dato son dos cifras impresionantes,

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  • LA TERCERA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    ambas provenientes de fuentes pblicas en Espaa, ao 2003. Primero encontramos que 118.500 (ciento diez y ocho mil quinientos) es la cifra de nmeros de identificacin fiscal nuevos - (emprendimientos) casi todos correspondientes a autnomos, profesionales liberales o empresas. Si comparamos estos datos con otra cifra, extrada esta vez del Ministerio del Interior que indica que en Espaa se efectuaron durante el ao 2003 un total de 53.000`000.000 (cincuenta y tres mil millones) de apuestas de juego (desde un cartn de bingo hasta una moneda en la mquina tragaperras, pasando por una apuesta en la lotera primitiva). Es decir que se hicieron 53.000 mil millones de apuestas a la suerte y slo algo ms de 100.000 iniciativas (bsqueda de la Buena Suerte).

    Sostiene que, si ahora no tienes buena suerte, tal vez sea porque las circunstancias (tus circunstancias) son las de siempre. Para que la buena suerte llegue es conveniente crear nuevas circunstancias. Ahora bien, uno no puede crear nuevas circunstancias si no entiende muy bien en qu circunstancias est anclado. Y por qu muchas veces nos quedamos anclados? Sucede que el pensamiento humano es principalmente reproductivo ms que productivo, es decir, tiende a reproducir patrones que ya conoce. Por eso, casi siempre que nos ponemos a dibujar un marciano, utilizamos los patrones de una persona. Estamos tan habituados a anclarnos en las circunstancias de siempre que pocos son los que dibujan algo as como una estrella de mar o, ms sencillo todava, una circunferencia. Por el contrario, el pensamiento productivo, que es el que intenta no tener en cuenta lo que conoce y partir de cero, es el pensamiento que ms hace para que uno salga de sus circunstancias actuales.

    De aqu podemos concluir que: Una cosa es tomar la iniciativa, emprender en la bsqueda de nuestro ideal, buscar la Buena Suerte - , y otra cosa muy distinta, es apostar, abandonndonos simplemente a la suerte o al azar.

    Para salir de las circunstancias actuales es

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  • fundamental valorar positivamente el error. Todos hemos recibido en herencia la educacin propia de Occidente, que proviene de la tradicin latina y griega, y que est fuertemente basada en la crtica: pensamos que, corrigiendo lo que est mal, algo est bien. Gran parte del pensamiento occidental proviene de esta herencia. Sin embargo, los errores son una fuente de aprendizaje riqusima. Todos tenemos mucho miedo a equivocarnos, cuando en verdad equivocarse resulta fundamental. Quien no se equivoca no prospera ni progresa. El error es la clave del cambio, y tenemos que pasar a amar los errores y a fijarnos en ellos. Citar el ejemplo de Charles Darwin. l llevaba siempre consigo una libretita en la cual apuntaba todo aquello que l no comparta o pensaba que no era cierto. Cuando oa un comentario con el que no estaba de acuerdo, rpidamente lo apuntaba. Por qu? Porque el inconsciente es muy traicionero y tiende a apartar lo que no nos cuadra, y Darwin saba que, si l se basaba slo en lo que ya saba y crea, slo lograra continuar anclado en su paradigma actual. Y slo l podra sacar de su paradigma pensamientos que l no comparta. Fue en esa libreta (una libreta llena de errores o de pensamientos que no comparta) donde se

    inspir la teora de la evolucin. De hecho, en esa libreta hay hojas, reproducidas en muchos sitios, sobre las que estn reflejados los primeros diagramas de la teora de la evolucin. Sin embargo, no hace falta que sea tan complicado. Por ejemplo, en el campo del deporte, concretamente en el salto de altura, hasta aproximadamente 1968 se saltaba mediante la tcnica de tijera o de rodillo ventral. Uno de los atletas ms clebres de la historia fue Dick Fosbury, quien invent el Fosbury flop (el salto de Fosbury). Fosbury pens ms o menos lo siguiente: "Todo el mundo salta una valla de cara". Esto es imprescindible porque, sin tomar conciencia de algo tan sencillo (sus circunstancias), Fosbury no habra estado en condiciones de decidirse a ponerse de espaldas. El problema es que nadie hasta entonces se planteaba que saltaba de cara. Realmente, cuando uno toma conciencia de las circunstancias en las que se encuentra, es muchsimo ms fcil empezar a cambiarlas. Otro problema aadido es que, cuando uno empieza a introducir cambios, el resto del mundo lo observa con perplejidad, asombro e incredulidad. Cuando Dick Fosbury empez a saltar de espaldas recibi unas crticas dursimas; sin embargo, eso es lo que ha

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  • permitido llevar el salto de altura desde 2,24, que era la marca en aquel ao, a 2,45. Dick Fosbury fue un atleta que pas a la historia y gan la medalla a los Juegos Olmpicos. Sin embargo, es curioso que nunca super el rcord mundial que, por cierto, se haba conseguido con la otra tcnica de salto. Dick Fosbury era un buen atleta, aunque no excepcional, puesto que no tena las habilidades fsicas suficientes para obtener una medalla. Sin embargo, gan la medalla analizando previamente sus circunstancias. Aqu me gustara aportar otro ejemplo sobre el error. Yo tengo una hija de tres aos que se llama Blanca y que ahora est en la poca de ir al parvulario. Como todas las nias de su edad, va con la libreta y vuelve con los ejercicios. Pues bien, en cierta ocasin vena con un ejercicio que era una circunferencia que tena que pintar y me dijo: "Pap, no tengo que salirme de la raya". Yo respet ese ejercicio porque mi hija tena que adquirir esa habilidad, pero al mismo tiempo me disgustaba porque hay que plantearse qu sucede porque se salga de la raya. Por eso, cuando ya no tena que llevar ms la libreta al parvulario y la profesora no le iba a decir nada, habl con mi hija: "Blanca, ven para ac. Coge un bolgrafo. Ahora vamos a salirnos de la raya".

    Y me respondi: "El pap est loco". "S, Blanca, salte de la raya", dije yo. Y empez a dibujar; primero con cierta timidez, pero poco a poco salindose de la raya. Y lo que era meramente un ejercicio de habilidad ("no debo salirme") se convirti en otra cosa. Blanca empez a ver cantidad de cosas. Empez a decirme: "Pap, no es un crculo, es un ojo que llora". O me dijo: "Esto es el Sol". En definitiva, mi hija empez a ver cantidades de cosas donde antes lo nico que vea era "no equivocarse". Aun as, por qu nos da tanto miedo el error?. Aqu entramos en un discurso que tiene que ver ms con el riesgo. Sentimos mucha aversin al riesgo, cuando el riesgo es muchas veces la felicidad temida. La realidad es neutra, y, al final, el riesgo es una cuestin de percepcin. Evidentemente, hay riesgos reales, pero sobre todo los riesgos relacionados con la toma de decisiones (los riesgos empresariales, por ejemplo) son muchas veces cuestin de percepcin. Aportar un dato: una de cada de tres personas tiene miedo a volar, y, sin embargo, slo se cae uno de cada milln y medio de vuelos. El dato es apabullante: uno de cada tres con respecto a uno de cada milln y medio. La respuesta puede ser

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  • que se trata totalmente de una cuestin de percepciones. Yo tena bastante miedo a volar y segu los consejos de un libro (Ms all del miedo). Se trataba de empezar a imaginarse que uno est dentro de un avin y que el avin se estrella. A ese ejercicio haba que dedicarle veinte minutos diarios, imaginando con todo lujo de detalles cmo el avin entraba en barrena, se iban rompiendo los vidrios y los pasajeros gritaban. Me puse a ello los veinte minutos diarios de rigor durante dos semanas. Al final estaba harto, estaba cansado de pensarlo. Entonces me sub al avin, y, por supuesto, empezaron a venir los pensamientos de temor. Sin embargo, me daba tanta pereza, que el miedo se esfum. En definitiva, con el miedo ocurre que, cuando se le mira a los ojos, uno descubre que no hay nada detrs. O mejor: detrs del miedo hay deseo, y al miedo no hay que vencerlo, sino que hay que convencerlo. Y la nica manera de convencerlo es dejarlo entrar dentro de uno.

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    Ms maneras de cambiar circunstancias actuales? Por ejemplo, en el terreno empresarial me gust muchsimo lo que se utiliza en Hewlett Packard. Para poder salir de las circunstancias actuales en Hewlett Packard emplean la tcnica siguiente. Por ejemplo, ante una propuesta como

    que la impresora LaserJet debe bajar su precio un 70% y, adems, el nuevo modelo que est previsto que tarde dos aos se tiene que hacer en ocho meses, lo normal es que el resto del comit directivo diga que es imposible. Ante ello, la respuesta que siempre se les da es sta: "Bueno, eso es imposible bajo las circunstancias en las que estamos. Eso es imposible porque la empresa est pensada para que eso sea imposible, por lo que pnganse ustedes a pensar cmo debera cambiar esta empresa para que eso sea posible". Entonces se ponen a trabajar en cambiar la empresa para que esa locura que es un objetivo imposible sea posible. Pues bien, al cabo de un ao consiguieron bajar un 70% el precio de la impresora LaserJet.

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  • LA CUARTA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    Afirma que preparar las circunstancias para la buena suerte no significa buscar slo el beneficio propio, sino que crear circunstancias para que otros ganen tambin atrae la buena suerte, que no es ms que compartir. Entramos en la cuarta regla de la buena suerte, que es una de mis favoritas. Pensemos, por ejemplo, en Bill Gates, que es considerado el hombre ms rico del mundo. Cuando busqu en Internet y mir la proporcin de acciones de Microsoft que tena, me qued de piedra al comprobar que Bill Gates, que fue el creador de la empresa, por lo que un da tuvo el 100% de las acciones en su poder, ya slo tiene el 10%. Me di cuenta de que Bill Gates era el hombre ms rico del mundo precisamente porque ya slo tiene un 10%, es decir, porque ha cedido el 90%. Probablemente, si hubiera querido concentrar ese 100%, ahora sera tan slo un pequeo empresario de la Costa Este. Compartir es importantsimo. Al final, la buena suerte es como el agua: si la dejas estancada, se pudre; pero si la quieres

    siempre fresca, lo que necesita es fluir. Hay casos empresariales de este tipo buensimos. Por ejemplo, Anita Roddick, que es la fundadora de Body Shop, la empresa de cosmticos de mayor crecimiento del Reino Unido y la ms rentable. Una de las cosas que hace en sus tiendas es pedir a todos los dependientes que piensen en una causa social que les preocupe, y se compromete a que el 25% de los beneficios de esa tienda se destine a esa causa social. Es uno de los comercios de mayor crecimiento. Los empleados que trabajan all saben que, cada vez que venden un perfume, estn contribuyendo a algo que les preocupa. Realmente, la sociedad tiene que cambiar en esa direccin, - contribuir a mejorar el nivel de vida del resto - y ha de pasar del paradigma de la competicin al paradigma de la colaboracin, porque, si no, entre otras cosas estamos poniendo en peligro el futuro de este planeta. Otro caso muy interesante es la cadena de supermercados Mercadona, que aplica de forma impresionante polticas de recursos humanos basadas en compartir. Por ejemplo, los 39.000 empleados estn en plantilla, en nmina y con contrato fijo. Si un empleado muere, el cnyuge recibe el mismo salario de por vida. Los hijos, a

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  • LA QUINTA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    los dieciocho aos de edad, tienen derecho a un contrato de por vida al entrar en la empresa. Una de las polticas de la compaa es que todo el mundo viva a menos de quince minutos caminando, y tiene un departamento dedicado a tramitar y ayudar en el cambio de vivienda para que la gente disponga de tiempo para sus hijos. Y lo ms sorprendente es que, cuando abren un nuevo supermercado, el local lo ponen a nombre de los empleados. Para pagarlo, piden un crdito y Mercadona firma un contrato de alquiler de veinticinco aos pagando la renta media de aquella zona ms medio punto, con lo cual la compra est garantizada. Los empleados que trabajan en esa tienda saben que, al cabo de veinticinco aos, el local ser suyo. Mercadona podra quedarse el local y obtener ms beneficios, pero a travs de esa forma de compartir est creando la cadena de supermercados nacional de mayor crecimiento en este pas, superando a todas las multinacionales francesas.

    Si se deja para maana la preparacin de las circunstancias, la buena suerte quiz nunca llegue. Crear circunstancias requiere dar un primer paso, pero esta quinta regla nos obliga a algo ms: ESE PASO HAY QUE DARLO PRECISAMENTE HOY, es decir, no hay que postergar, sino perseverar. Algunos nmeros, muy sorprendentes, revelan que la calidad es hija de la cantidad. Muchas veces, uno tiene el deseo de escribir un libro de poesa o de montar un pequeo negocio o de cualquier otra iniciativa, pero lo quiere hacer tan bien a la primera que eso lo bloquea. Cuando se analiza a las personas ms clebres, a las que han hecho las obras ms brillantes, se llega a la conclusin de que son individuos que han desarrollado una cantidad de creaciones totalmente brutal, y que fue la cantidad la que les trajo la calidad. Traer a colacin algunos datos. Por ejemplo, Thomas A. Edison, que fue el creador de la lmpara luminosa, del fongrafo y de dos o tres inventos ms que se le conocen. Sin embargo,

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  • Edison tiene 1.903 patentes, un rcord que nadie ha superado, aunque es conocido por unos pocos inventos. Es cierto que algunas resultan verdaderamente absurdas, como aquel invento de guardar el hielo en los establos para que no se fundiera, ideas que no llegaron nunca a ningn sitio. No obstante, aunque muchas de ellas han pasado al olvido, detrs hay una historia de muchsimo perseverar. Cuando Edison invent la bombilla, no le sali a la primera, sino que realiz ms de mil intentos, hasta el punto de que uno de sus discpulos que colaboraba con l en el taller le pregunt si no se desanimaba ante tantos fracasos. Y aqu entra de nuevo la cuestin de la percepcin del error, porque Edison respondi: "Fracasos? No s de qu me hablas. En cada descubrimiento me enter de un motivo por el cual una bombilla no funcionaba. Ahora ya s mil maneras de no hacer una bombilla". Ah est esa actitud ante el error y el fracaso a la que antes me refer. Otro caso sensacional es Mozart. Se le conoce La flauta mgica, Don Giovanni, el Requiem, La Turca, que es la tercera parte de una sonata, La cancin infantil, cuatro o cinco obras. Ahora bien, Mozart tiene ms de seiscientas composiciones compuestas desde los seis hasta los treinta y

    cinco aos, edad a la que muri (en 1791). Otro tanto sucede con Bach, a quien se le recuerda por las Cantatas, los Preludios, las Variaciones Goldberg, cuando Bach tiene registradas 1.087 composiciones. Bach escriba cada semana una cantata. Es ms: tena preparadas en su mesita de noche una pluma y una partitura porque deca que era en el momento en el que se despertaba cuando miles de melodas confluan en su cabeza, por lo que, para no olvidarlas, rpidamente esbozaba las cuatro notas de aquella meloda. A Einstein se le conoce por la teora de la relatividad y por el desarrollo del tomo, que llev a la bomba atmica. En cambio, Einstein tiene 248 trabajos publicados con descubrimientos cientficos. De Picasso se conocen por regla general siete u ocho cuadros, aunque Picasso realiz ms de veinte mil dibujos. Picasso dijo en cierta ocasin lo siguiente: "Que la inspiracin llegue no depende de m; lo nico que yo puedo hacer es que, cuando llegue, me coja trabajando". Esta frase tan interesante habla de cmo el trabajo y la inspiracin se comportan, en definitiva, de modo parecido a la forma en la que llega la buena suerte.

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  • LA SEXTA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    Ensea lo siguiente: "Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la buena suerte no llega. Busca en los pequeos detalles circunstancias aparentemente innecesarias, pero imprescindibles". Nos vamos a la sexta regla, que resalta esto: Hay que mimar el detalle. Muchsimos de los grandsimos descubrimientos de este siglo y del siglo anterior han llegado por pequesimos detalles que pasaban inadvertidos a muchas personas. Un ejemplo es el de Alexander Fleming, el descubridor de la penicilina, quien estaba haciendo unos cultivos sobre la gripe y su bacteria, cuando de pronto creci moho. De todas formas, eso no era nada nuevo, ya que a muchos cientficos les entraba oxgeno en los cultivos, o sencillamente stos envejecan. Cuando esto suceda, el cultivo simplemente se tenan que desechar. Sin embargo, a Fleming se le ocurri observar el moho bajo el microscopio, y pudo comprobar que toda el rea de alrededor de la capa de moho estaba libre de estafilococos.

    Sigui investigando y hall un moho que llam penicillium notatum, el cual empez a ser toda la base de la penicilina. Fleming public su hallazgo en 1928, aunque nadie hizo caso. Sin embargo, con el tiempo la penicilina ha salvado millones de vidas. En una entrevista, le hablaban a Fleming sobre el descubrimiento, y l aseguraba que no lo comprenda, porque deca que l no haba hecho nada especial, salvo no ignorar aquella sugerente capa de moho. Es muy interesante esa reflexin: no ignorar lo que tantos cientficos haban tenido en sus cultivos. A veces, los grandes descubrimientos se esconden detrs de pequeos detalles, pero uno los ve solamente cuando tiene una actitud muy, pero que muy atenta. En definitiva, cuando mantiene la actitud adecuada.

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  • LA SEPTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    A los que slo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo, mientras que, a quienes se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa. Abordemos la sptima regla, que dice: Muchas veces, cuando estamos ante un proyecto personal o profesional para muchas personas, puede resultar absurdo lo que estamos realizando. Y es muy curioso percibir que, cuando se habla con personas que estn dentro de ese proyecto y que estn muy convencidas, stas no entienden que los otros lo vean absurdo. Hay un momento casi al final de la fbula de La Buena Suerte en el que los dos caballeros se encuentran en el bosque. El caballero blanco ha removido un poco la tierra por si acaso naciera ah el trbol, y entonces el caballero negro se topa con l por casualidad. Es un punto del libro que a mucha gente le ha pasado muy desapercibido, pero resulta un momento clave porque, cuando uno est leyendo, piensa que el caballero blanco ya ha encontrando el trbol. Sin embargo, ste le dice al otro caballero que no

    tiene nada que temer y que tiene la tierra y que he hecho llegar agua porque, a lo mejor, nace ah el trbol. Por su parte, el caballero negro no entiende nada y le pregunta si sabe realmente que se es el sitio del trbol, a lo que el caballero blanco responde que no. Entonces el caballero negro lo tacha de chiflado por pretender que se sea el sitio donde va a nacer, sabiendo que el bosque es tan grande. En definitiva, le resulta totalmente absurda la posicin del caballero blanco, quien, en cambio, dice que est haciendo lo que tiene que hacer. Y aunque durante los primeros das le parece un poco absurdo trabajar en un terreno donde no sabe si va a nacer el trbol o no, a medida que van pasando los das cada vez le preocupa menos. Qu lectura hay que hacer de la forma de pensar del caballero blanco? Creo que la siguiente: Muchas veces, alcanzar la satisfaccin plena consiste en poner el resultado dentro del proceso. Muchas veces nos volcamos demasiado en el resultado, es decir, segn lo que obtengamos estaremos ms o menos contentos. Sin embargo, de esa manera nunca lo estamos del todo, porque yo muchas veces me formulo la pregunta siguiente: cuntos libros tengo que vender para ser feliz? Cada vez que me hago esta pregunta no llego a

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  • LA OCTAVA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    ninguna cifra; y entonces, al final me doy cuenta de que lo que tengo que hacer es disfrutar de la promocin del libro, y de estar aqu, y de conocer a gente. Hay que olvidarse del resultado, o mejor, poner el resultado dentro del proceso: cuando esto sucede, a uno le parece absurdo que otros piensen que est dependiendo del azar, porque ya se est disfrutando.

    Nadie puede vender suerte. La buena suerte no se vende. Nos vamos a la regla nmero ocho, que sentencia que: Hay que desconfiar de los vendedores de suerte. Todos tenemos tantas ganas de hacer realidad nuestros anhelos que siempre hay un tipo listo que te ve con tantas ganas de xito o de lograr tu sueo que te lo pone en tus manos. Y te dice: "Yo tengo lo que t necesitas para hacerte llegar hasta tu sueo". Y muchas veces caemos. A cuntos de nosotros nos han dicho eso de "Tengo un negocio formidable. Slo un milln de pesetas. No se lo digas a nadie. Es un gran negocio?". Y despus te enteras de que uno se meti en l y lo perdi todo. sos son los vendedores de suerte. Ante eso, uno ha de tener fe y ha de perseverar en su sueo. Hay casos de ventas de suerte impresionantes. Por ejemplo, Joseph Swan, un britnico, es el inventor de la bombilla. Edison no invent la bombilla, sino que lo hizo Joseph Swan, que no pasar a la historia porque sencillamente no hizo ms que una decena de intentos (slo le faltaban

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  • LA NOVENA REGLA DE LA BUENA SUERTE.

    alrededor de unos novecientos). Lo que hizo Edison fue coger la bombilla de Swan, en la cual entraba oxgeno y los filamentos se quemaban, y trabaj con entrega hasta que consigui un tipo de material con el cual el filamento no se quemara. Esto ltimo fue labor de Edison, pero el invento de la bombilla corresponde a Swan, que, sencillamente, no persever lo suficiente.

    Mantiene que cuando ya se han creado todas las circunstancias, hay que tener paciencia y no abandonar. Es decir, para que la buena suerte llegue, confa.

    Otro caso es el de Tim Paterson. Tim Paterson no es conocido, pero en cambio fue el programador del sistema operativo MS-DOS, que fue el primer producto que Bill Gates lanz al mercado bajo Microsoft. De hecho, Bill Gates fue llamado por IBM, que le pregunt por alguien que hiciera software. Bill Gates propuso un programador que, sin embargo, rechaz la oferta porque le pedan una exclusiva, y volvieron de nuevo a Bill Gates. ste dijo a Tim Paterson que ya tena un software que se lo compraba por cincuenta mil dlares, y sencillamente con unos cuantos cambios y dos semanas despus lo venda por millones de dlares a IBM. De todas maneras, y como ya he indicado, Bill Gates comparta. Bastante meses despus dej entrar a Tim Paterson en su empresa y le dio acciones. De todos modos, cincuenta mil dlares de 1982 probablemente no estn mal, pero vendi bastante barata su suerte. Es ah hay donde tambin hay que tener cuidado.

    Sobre esta regla se pueden poner ejemplos muy curiosos. El primero es el de la poltica de Kellogs, el fabricante de cereales. Cuando Kellogs entra en un pas en el que la poblacin no desayuna con cereales, lo que hace es invertir en publicidad, encargar anuncios que muestran cmo las familias desayunan con cereales. Desde luego, la gente no consume, y ellos pierden dinero porque van haciendo sus campaas de publicidad sin que las ventas den para soportar esas campaas. No obstante, siguen y siguen durante normalmente diez aos. Se ponen diez de aos de inversin para lograr cambiar los hbitos de una poblacin que tiene que pasar a desayunar con cereales, que es como desayunan los estadounidenses, pero no como lo hacamos hace unos aos los europeos. El caso es que, cuando Kellogs logra cambiar esas costumbres, adquiere unas participaciones de

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  • mercado y unos niveles de venta extraordinarios, y normalmente permanece en el liderazgo durante un lapso de veinte a veinticinco aos. Ahora bien, para eso han sido necesarios diez aos de inversin sin abandonar. Otro dato interesante nos lo proporciona la revista Forbes, donde le unas entrevistas que mantuvieron con los principales millonarios americanos, a los que preguntaban cuntas veces se haban arruinado antes de hacerse millonarios. El nmero era sorprendente: antes de hacerse millonario, un millonario americano se arruina 3,75 veces. Es decir, lo pierden todo y vuelven a empezar 3,75 veces, aunque, eso s, probablemente aprendiendo mucho de los errores. Veamos otro caso. Poca gente sabe que el post-it se invent en 1968 por un ingeniero que se llamaba Spencer Silver. Este persona pens inicialmente que esa goma que pegaba mal, aplicada sobre papel, poda servir para crear carteles de publicidad. Se podran colocar en las universidades, en los teatros, etc., y despus poder retirarlos sin tener que poner cola detrs, algo que resultaba muy engorroso. Sin embargo, no le vean potencial, y l estuvo doce aos hablando con otros ingenieros con el fin de ver para qu demonios poda servir el papelito con la

    cola que pegaba mal. Finalmente, la idea se le ocurri a un compaero que trabajaba en la empresa y que cantaba en la coral de su barrio. Resulta que esa persona marcaba con papelitos rotos los puntos de las canciones que tocaba cantar, como muchos hacemos a veces con los libros. Sin embargo, sucedi que, en mitad de una representacin, mientras cantaba en la coral, se le cayeron todos los papelitos, y se volvi loco durante toda la misa buscando la cancin que tocaba cantar. Entonces se acord del papelito amarillo: aquello poda servir de puntos de libro. As lo lanzaron inicialmente, y hoy da recibe muchas aplicaciones, hasta el punto de haberse convertido en uno de los mximos xitos empresariales del siglo XX. Aun as, poca gente sabe que, durante doce aos, hubo una persona preguntando dentro de su empresa a quin se le ocurra para qu poda servir aquel papelito amarillo que pegaba tan mal.

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  • LA DCIMA Y LTIMA REGLA DE LA BUENA

    SUERTE.

    Afirma que crear buena suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Ahora bien, la oportunidad no es cuestin de suerte o de azar, sino que la oportunidad siempre est ah. Evidentemente, esto es demasiado discutible para que yo lo pueda demostrar. Yo no puedo demostrar que el azar no existe: puede que yo salga de aqu y me caiga una piedra encima. Uno no puede negar el azar de hecho, el azar es parte de la vida. El riesgo es vida. Si estuviera todo predeterminado, sera horroroso; si supiramos lo que va a pasar maana, no tendra sentido vivir. He aqu la gran paradoja de la vida: saber que el azar es lo que nos da la vida, pero al mismo tiempo no cometer el error de abandonarnos a l. Sin embargo, lo que s hay es muchsimas oportunidades. Recuerdo que en cierta ocasin le preguntaron a Gabriel Garca Mrquez cmo era posible que a l le sucedieran tantas cosas asombrosas, y l

    respondi que le ocurra lo mismo que a todo el mundo, slo que l aprovechaba las oportunidades que pasaban por delante de l. Hay una teora americana muy implantada que es la teora de la oportunidad. Generalmente se dice que, hablando de negocios, lo contrario de "oportunidad" es "amenaza", pero a nosotros nos gusta decir que lo contrario de oportunidad no es amenaza, sino inoportunidad, que es no hacer lo que conviene en el aqu y en el ahora. Realmente, las amenazas existen; pero lo que hay, y mucho, son inoportunidades. Todas las ideas que he explicado hasta ahora pueden sintetizarse de esta forma: CREAR BUENA SUERTE CONSISTE, NICAMENTE, EN CREAR CIRCUNSTANCIAS. Hay una frmula que nos

    gusta mucho, y que dice que: i x d = r

    Es decir: imaginacin por deseo igual a realidad.

    Absolutamente todo lo que hay a nuestro alrededor que sea material (un vaso, una botella, un reloj, un micrfono...) antes no estuvo, hubo

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  • TERMINAR HACIENDO UNA BREVE REFERENCIA A LAS

    DESGRACIAS.

    un momento en el que no fue. Todo ha pasado por la imaginacin y por el deseo de alguien. Por tanto, la creacin de circunstancias es, al final, activar la imaginacin y el deseo: entonces es cuando las oportunidades aparecen. Las desgracias estn ah y no se pueden

    negar; la vida se compone de dolor y de sufrimiento, aparte de alegras. Quiz el gran reto de vivir es averiguar la forma de integrar el dolor y la desgracia para que la vida valga la pena. En este sentido, hay una historia que a m me dej conmovido. Es la historia de una chica norteamericana surfista de trece aos. Iba para campeona de surf, pero hace dos meses un tiburn la derrib y la mordi. Le arranc todo el brazo izquierdo. La chica consigui volver a nadar como buenamente pudo, y lograron salvarle la vida. Solamente dos semanas despus de ponerse en pie, lo primero que dijo fue esto: "Quiero volver a la tabla de surf". Y su padre le pregunt: "Pero por qu?". Y ella respondi: "Porque me he dado cuenta de que lo que Dios me ha pedido en esta vida no es ser una campeona, sino demostrar a las mujeres que la superacin es posible".

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  • La mentalidad de esta chica es una mentalidad verdaderamente ganadora: se dio cuenta, en definitiva, de que ese terrible dolor y esa terrible prdida deben ser el punto de partida para empezar a crear buena suerte. Resumen del Libro

    Nota: la Tabla de contenido con sus ttulos y subttulos, las citas y los prrafos resaltados negritas y cursivas - fueron hechos por el Ing. Luis Zurita con el fin de enfatizar y facilitar la lectura.

    TU ERES LA CAUSA DE TU BUENA SUERTE.

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  • LAS DIEZ REGLAS DE LA BUENA SUERTE.

    LA PRIMERA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Establece que la suerte no dura demasiado tiempo porque no depende de uno, mientras que la buena suerte la crea uno mismo, por lo que dura siempre. LA SEGUNDA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Dice que muchos son los que quieren tener buena suerte, pero pocos los que deciden realmente ir por ella. LA TERCERA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Sostiene que, si ahora no tienes buena suerte, tal vez sea porque las circunstancias (tus circunstancias) son las de siempre. Para que la buena suerte llegue es conveniente crear nuevas circunstancias. LA CUARTA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Afirma que preparar las circunstancias para la buena suerte no significa buscar slo el beneficio propio, sino que crear circunstancias para que otros ganen tambin atrae la buena suerte, que

    no es ms que compartir. LA QUINTA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Si se deja para maana la preparacin de las circunstancias, la buena suerte quiz nunca llegue. LA SEXTA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Ensea lo siguiente: "Aun bajo las circunstancias aparentemente necesarias, a veces la buena suerte no llega. Busca en los pequeos detalles circunstancias aparentemente innecesarias, pero imprescindibles". LA SEPTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE. A los que slo creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo, mientras que, a quienes se dedican a crear circunstancias, el azar no les preocupa. LA OCTAVA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Nadie puede vender suerte. La buena suerte no se vende. LA NOVENA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Mantiene que cuando ya se han creado todas las circunstancias, hay que tener paciencia y no abandonar. Es decir, para que la buena suerte llegue, confa.

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  • LA DCIMA Y LTIMA REGLA DE LA BUENA SUERTE. Afirma que crear buena suerte es preparar las circunstancias a la oportunidad. Ahora bien, la oportunidad no es cuestin de suerte o de azar, sino que la oportunidad siempre est ah. TERMINAR HACIENDO UNA BREVE REFERENCIA A LAS DESGRACIAS. Las desgracias estn ah y no se pueden negar; la vida se compone de dolor y de sufrimiento, aparte de alegras. Quiz el gran reto de vivir es averiguar la forma de integrar el dolor y la desgracia para que la vida valga la pena.

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