Elsa Emilia Petit Torres (LEID – FEC – LUZ) Coordinadora Nacional de ALTEC Venezuela 2014. Capítulo Zulia Compiladora y Prologuista Depósito legal: lfi18520146003386 ISBN: 978-980-402-176-3 Sello Editorial Universidad del Zulia (980-402) No nos enseñaron a INNOVAR Libro de ensayos cortos URBE- LEID-FEC-LUZ 2015
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Libro electronico no nos enseñaron a innovar ensayos cortos
Compilatorio de ensayos cortos relacionados con Innovación. Realizados por los participantes del Doctorado en Ciencias mención: Gerencia de la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín, URBE, bajo la coordinación de la Dra. Elsa Petit, investigadora - docente de la Facultad Experimental de Ciencias de La Universidad del Zulia. Compilación: Dra. Elsa Petit. Prologuista: Dra. Elsa Petit Autores: M.Sc. Luis Barriga, M.Sc. Mario Briceño, M.Sc. Tulio Cano, M.Sc. Ruben Carrillo, M.Sc. Eugenio Ferrer, M.Sc. Gleydis Garcia, M.Sc. María Geizzelez, M.Sc. Elina González, M.Sc. Anubis Hernández, M.Sc. Odina Jacobs, M.Sc. José Linares, M.Sc. Luis Enrique Márquez, M.Sc. Luis Montiel, M.Sc. Igor Orozco, M.Sc. Francisco Parra, Dra. Elsa Petit, M.Sc. José Ramírez, M.Sc. Judith Sánchez, M.Sc. Mairene Tobón, M.Sc. José Tovar y el M.Sc. Oscar Vega.
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No nos enseñaron a innovar Libro de ensayos cortos URBE-LEID-FEC-LUZ
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Elsa Emilia Petit Torres (LEID – FEC – LUZ) Coordinadora Nacional de ALTEC Venezuela 2014. Capítulo Zulia
No nos enseñaron a innovar Libro de ensayos cortos URBE-LEID-FEC-LUZ
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Responsable ISBN Universidad del Zulia
Representante Legal Dr. Jorge Palencia
Rector
Facultad Experimental de Ciencias Dr. Merlin Rosales Decano Presidente
Comité Editor
Laboratorio Estudios de la Innovación y el Desarrollo (LEID) Dra. Elsa Petit
(Coordinadora-Compiladora-Prologuista-Autora)
Programa Doctorado en Ciencias: Mención Gerencia (URBE)
Dra. Judeira Batista Miembro Honoraria
Mairene Tobón Portada, Transcripción y Montaje
María Geizzelez
Comunicación y Organización
Luis Fuenmayor
Impresor
Zaida Duran Colaboradora UGT-DI-FEC-LUZ
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AUTORES
Luis Barriga Mario Briceño
Tulio Cano Ruben Carrillo Eugenio Ferrer Gleydis García
María Geizzelez Elina González
Anubis Hernández Odina Jacobs José Linares Luis Márquez Luis Montiel Igor Orozco
Francisco Parra Elsa Petit
José Ramírez Judith Sánchez Mairene Tobón
José Tovar Oscar Vega
Instituciones colaboradoras:
LABORATORIO ESTUDIOS DE LA INNOVACIÓN Y EL DESARROLLO (LEID) FEC-LUZ PROGRAMA DOCTORADO EN CIENCIAS MENCIÓN GERENCIA (URBE)
IV SEMINARIO DE GESTIÓN TECNOLÓGICA ALTEC VENEZUELA 2014 CAPITULO ZULIA
Depósito legal: lfi18520146003386
ISBN: 978-980-402-176-3
Sello Universidad del Zulia (980-402)
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Prólogo
Esta colección de ensayos cortos contiene una serie de ideas sobre la teoría y la praxis de la innovación, constituye una iniciativa fruto de un esfuerzo colectivo concebido por un equipo de docentes investigadores que participaron en el año 2014 en la asignatura: Innovación para el Desarrollo, ofrecido en el Programa de Doctorado en Ciencias: Mención Gerencia, coordinado por la Dra. Judeira Batista de la Universidad Rafael Belloso Chacín (Urbe).
La compilación y edición de la obra, fue responsabilidad del Laboratorio Estudios de la Innovación y el Desarrollo (LEID) de la Facultad Experimental de Ciencias de LUZ, en calidad de actividad científica, tecnológica e innovativa (ACTI), y como parte de los productos científicos y complemento de las memorias científicas del IV Seminario de Gestión Tecnológica Altec Venezuela 2014, bajo la coordinación de su servidora, Dra. Elsa Petit, fundadora del Laboratorio (LEID en el año 2009) y de su dinámica para la difusión científica de libros electrónicos desde el 2003, mediante el trabajo conjunto y autofinanciado de grupos de expertos y estudiosos de la planificación y gerencia de CTI, pertenecientes a diferentes universidades del país.
La filosofía de los autores del libro “No nos enseñaron a innovar”, es obsequiarle al lector diferentes visiones interpretativas y críticas, mediante un conjunto de ensayos cortos, soportados en la idea de que durante la historia del sistema educativo venezolano y su trayectoria en cuanto a la enseñanza social del acción innovadora en nuestras aulas, ha manifestado una precaria incidencia en el proceso de desarrollo nacional. Los autores parten de la hipótesis de que no nos ha sido enseñado el camino innovar por muchos intereses y razones con juicios fundados y nos invitan a desarrollar esta potencialidad humana en la práctica, a partir del establecimiento del vínculo, la promoción de la creatividad y el aprendizaje social.
Este equipo de estudios no revela de forma sencilla y a través de un discurso concreto, cómo es posible convertir el proceso de innovación en una práctica transformadora de realidades sociales, mediante diversas acciones asociadas a los temas de la organización y el desarrollo humano. Así por ejemplo, en el contenido se abordan aspectos como: la planificación y gerencia de CTI, la integración organizada y despolarizada de agentes y sectores de distinta naturaleza que articulan recursos, conocimientos y experiencias para intervenir la realidad social, la conformación de un proceso de liderazgo con empoderamiento traducido colectivamente en la figura del Actor Red, y cómo ser propiciador de
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nuevos conocimientos ecológicos para mejorar la calidad de vida y estimular el progreso socioeconómico en cualquier sociedad para su desarrollo.
En el pensamiento que les introduzco como compiladora antes de presentar este prólogo, aparece un concepto de innovación, una manera de ver y relacionar una serie de elementos que a diario en nuestras aulas universitarias, muchos docentes responsables y comprometidos con el desarrollo humano, endógeno y sustentable del país intentamos enseñar y ejercitar.
El título de la obra que se ha compilado: “No nos enseñaron a innovar” es una afirmación que constituye y nos sumerge en un oportuno análisis multifocal para argumentar, dirimir y criticar constructivamente la actuación del sistema educativo venezolano y cuál ha sido su impacto en la producción de la capacidad y cultura de innovación nacional.
Nos escuchamos diciendo una y otra vez, la herencia greco-latina vertida en la esencia de nuestro currículum y pensum de formación, revela el culto al proceso incultural de la falsificación productiva y se constituye soporte de la pérdida de la libertad e identidad en los procesos de aprendizaje. La impronta greco-latina nos enseña la estrategia de la adaptación, la copia y la réplica en nuestros haceres. Desde esa mirada, no se aprende a generar, crear, construir o inventar, sino a repetir patrones, estilos, formas, modos de acción y realización.
Como educadores y gestores tecnológicos latinoamericanos, debemos evitar hacer paralelismos con los estilos directivos de otras regiones del planeta, necesitamos abandonar esa inutilidad discusiva y comenzar a remarcar los objetivos más concretos de nuestra propia filosofía, que debe procurar fortalecer la asociatividad entre los diversos actores del Sistema Nacional de Innovación (SNI), a partir de la adopción de un modo de gestión científico, tecnológico e innovador de carácter transformador, diverso, creativo, profundamente dinámico, garante de la independencia, soberanía económica, fortalecimiento ético y del desarrollo de las capacidades científico-tecnológicas vinculadas a las necesidades del pueblo. En síntesis, debemos promover la gestión científica-tecnológica y de innovación para la emancipación. Para ello es necesario que nos escuchemos, nos comuniquemos y actuemos en cuestión.
“Colonizados”, es una palabra que psicológicamente debemos superar y sustituir del vocabulario para salir del marasmo histórico que rinde pleitesía a los saberes impropios. Es desde esa mirada, de esa condición mental, que no hemos aprendido a practicar nuevas actividades mentales y a desarrollar nuestras capacidades de innovación, así hemos contribuido a atrofiar nuestro potencial y acción de innovar.
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También es cierto que por medio de la enseñanza de la práctica innovadora se pueden desarrollar muchas habilidades mentales, pues es un órgano que se
puede desarrollar por medio del ejercicio. Aparentemente es posible desarrollar más algunas habilidades y capacidades proclives a la innovación, dependiendo de la edad. Lo que debemos comenzar a hacer y a enseñar como gestores tecnológicos y promotores de innovación es a desobedecer los patrones de comportamiento ordenados mecánicamente bajo una racionalidad productiva de fábrica, heredada de la dinámica de la revolución industrial.
Sucede que se ha banalizado y utilizado el concepto de innovación como un talismán político, dándole un manejo meramente desde su perspectiva ideológica. La innovación no ha sido filosofía de enseñanza, hemos sido lentos y muy cómodos al preparar contextual y técnicamente el escenario psicológico, social y político para intervenir nuestros espacios, emprender procesos de transformación en nuestras sociedades y territorios. Nuestro alarde a la resistencia al cambio, nos resulta en comodidad cuando toca aplicar la integración del conocimiento del ser, hacer y el saber hacer y más aún, de éste hecho en colectivo.
El sistema educativo no está estratégicamente diseñado para potenciar la capacidad creadora humana desarrollable a partir del vínculo, la promoción de la creatividad y el aprendizaje social. Se necesita un cambio fundamental en la filosofía educativa, todo debe comenzar respetando nuestros tiempos evolutivos de aprendizaje como sociedad. Se debe partir de la concentración y coordinación de ideas desde la función epistémica y ontológica, para diseñar nuestros propios lineamientos metodológicos-operativos. Debemos redefinir la forma de educar, es necesario que nos escuchemos, para poder mirar nuestras necesidades y despertar nuestros propios saberes.
Me permito ahora cuestionar en verbo presente ¿Para qué no nos enseñan a innovar en las universidades? Y sin seguir el juicio de la intención de someternos a la dinámica del subdesarrollo o aquel que nos asegura el entretenernos con la utopía del desarrollo, necesitamos universidades que nos enseñen a producir no a consumir, que inicien la carrera por integrarnos organizadamente como sociedad en nuestro territorio, a establecer relaciones despolarizadas entre agentes y sectores de distinta naturaleza, a articular recursos, socializar el conocimiento y a compartir experiencias para intervenir la realidad social.
Es urgente que en nuestras aulas de clase los docentes comencemos a sugestionar a nuestros alumnos hacia la praxis innovadora, en este sentido, debemos co-inspirar productivamente a nuestros jóvenes estudiantes. La meta es aprovechar todos los recursos de nuestros territorios, organizarnos y accionar. El gran desafío se centra en cómo la planificación educativa debe concretamente reenfocar la traducción colectiva de la innovación, en la figura socio-cognitiva del actor red y cambiar la metodología de enseñanza-aprendizaje en este sentido.
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La acción urgente consiste en propiciar escenarios de comunicación y aprendizaje social multidimensionales, donde se le preste atención a la
confección de nuestro lenguaje, emociones y cuerpo, para así propiciar nuevos conocimientos ecológicos que contribuyan materialmente a mejorar la calidad de la vida y a estimular el espíritu innovador, así concretamente orientar el desarrollo de las potencialidades humanas hacia el progreso socioeconómico de nuestro país y de las sociedades de nuestro continente.
Espero que disfruten de todas nuestras miradas sobre éste asunto…
Primeramente nos debemos preguntar ¿Qué es innovar?, para describir de una forma sencilla la innovación podemos decir que es hacer las cosas de una manera diferente a la que habitualmente estamos acostumbrados a hacerlas. La innovación debe permitir hacer algo de forma más eficiente, en menos tiempo posible y utilizando el mínimo de los recursos. El principal problema del por qué no nos enseñaron a innovar viene dado desde el punto de vista cultural-educativo, debido que desde niños nos han educado para no cuestionar las cosas que vamos conociendo y que vivimos en el entorno en el cual nos desenvolvemos,
Conformistas somos lamentablemente, las cosas son como están y listo, no pasa nada, no hay más que hacer. De hecho, nadie cuestiona la necesidad de innovar, pero la realidad es que nos cuesta. ¿Por qué nos cuesta innovar?
Durante la niñez nuestros padres simplemente nos transmiten los valores y formas de pensar de ellos, siempre nos indican cual es la mejor forma de vivir, pero a innovar no, aunque debería ser un proceso natural inquebrantable, y por consiguiente intrínseco en la formación del ser humano. Pero realmente nuestros padres no tienen la culpa, tampoco los enseñaron a innovar.
En este mismo orden de ideas, en la actualidad existen diferentes cambios y por ende las necesidades de las personas igualmente cambian día a día trayendo como consecuencia que las expectativas sean en cada momento diferentes. En este sentido, debemos pensar que podemos hacer en un futuro que cambie nuestras vidas y no dedicar tanto tiempo a las rutinas que vivimos diariamente.
Por otra parte, los gobiernos deberían reenfocarse en promover e impulsar una serie de políticas e indicadores que les permitan fomentar y medir la innovación, pero no sólo con criterios economicistas o técnicos es posible reconocer la efectividad de este proceso, debería hacerse un ajuste en concreto sobre nuevos criterios sociales para ser más asertivo.
Es importante destacar que una de las mejores formas de innovar viene dada cuando socializamos el conocimiento a través de los estudios, la investigación y el desarrollo, esto se puede realizar mediante inversiones orientadas y con la aplicación de un programa educativo que permita al individuo como ser pensante, no sólo actualizar, modificar o crear algo, sino que en realidad le permita innovar. Gracias por ésta oportunidad…
“Vivimos en un Estado en el que es necesario fortalecer las políticas públicas
para el fortalecimiento de la innovación” El proceso de innovación puede tornarse más complejo de lo que imaginamos
cuando limitamos en nuestras mentes el término “innovar” a diseños de nuevas tecnologías, mejora de procesos industriales, nuevos desarrollos farmacológicos, herramientas WEB, entre otras. Cuando hablamos de innovación la primera imagen que viene a nuestro pensamiento es tecnología, computadoras, redes de datos, telefonía móvil, etcétera, pero ¿Qué ocurre con la innovación del profesional de hoy en día?; ¿estamos innovando en nuestra perspectiva personal y profesional?
Quizás como personas nos preocupamos por lo que comemos, corremos en el mismo sitio donde corren miles de personas las cuales han visto el mismo programa de televisión o leyeron el mismo artículo en la prensa y nos convertimos en consumistas de las opiniones de personas que de repente no eran especialistas en el tema, pero es la moda. ¿Esto nos diferencia de las otras personas que hacen lo mismo? En ocasiones leemos un libro que difieren de tu manera de pensar, simplemente por el hecho de ver otras opiniones.
La mayoría de nosotros sentimos que nuestras vidas son rutinarias, sin embargo no actuamos para salirnos de los esquemas y vivir la vida de una manera diferente a lo que estás acostumbrado.
En nuestro desarrollo profesional realizamos estudios, luego vamos subiendo escalones académicos con estudios de nivel superior; mejoramos nuestro dominio del inglés, hacemos cursos, talleres, diplomados para perfeccionarnos cada vez más, pero ¿estamos innovando?, podemos pensar que si ya que la innovación no se trata de solo inventar, sino también mejorar, renovar, progresar. Pero ¿Qué nos hace diferente de los otros profesionales que han hecho lo mismo?
Todos hemos estudiado en un modelo educativo orientado a la solución de problemas sin cuestionar los métodos o el camino para alcanzar el objetivo, en ocasiones pensamos más en las limitaciones sociales o políticas que en las alternativas para mejorar nuestras vidas. Fuimos formados en el camino del éxito, imponiendo en nuestro conocimiento modelos heredados de otros países y otras culturas, pero no nos han permitido buscarlo por nosotros mismos.
Nos parece más fácil instalar en nuestras vidas y en nuestras empresas tecnologías y procedimientos para mejorar la eficiencia de los procesos sin cuestionar ni preguntarnos ¿Es la mejor alternativa?, gerenciamos nuestras casas y nuestras empresas con modelos heredados de otras culturas las cuales con el tiempo se revela que no era la mejor opción o en el peor de los casos termina fracasando.
Vivimos en un estado en el que es necesario fortalecer las políticas públicas para el fortalecimiento de la innovación, desde la formación de los más pequeños hasta los profesionales especializados. Sin embargo el proceso de innovación no se detiene, no podemos sentarnos a pensar que lo sabemos todo o que los obstáculos son más grandes que las alternativas de mejor, precisamente el proceso de innovación va más allá de cualquier obstáculo que podamos conseguir.
“Se deben generar estrategias para que los individuos aprendan a pensar,
a reflexionar y sean generadores de cambio…”
En nuestras sociedades a través de la historia han existido tradicionalmente organizaciones fundamentales, tales como: la familia, la iglesia, las instituciones educativas y el componente militar que han ayudado a la formación del individuo en sociedad inculcando valores y competencias.
El termino innovar expresa crear cosas nuevas a partir de las ya existentes para mejorar siempre, ha estado presente en la historia social, pero es en los últimos tiempos que este término ha adquirido una relevancia significativa envuelto en cambios acelerados y continuos en todas las actividades de la sociedad.
Lamentablemente estas instituciones antes mencionadas dentro de sus esquemas tradicionales, pareciera que el hecho de la innovación está excluido, ya que se mantienen esquemas tradicionales y muchas veces se convierten en obstáculos para promover el cambio, casos como el de Galileo Galilei que primero fue calificado de loco o hereje, o en nuestros mismos hogares y centros educativos donde se nos enseñan a seguir patrones de conductas tradicionales no a generar transformaciones o a ser individuos transformadores tal como lo expresaba Jean Piaget “ El objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas nuevas y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”.
Todas las instituciones de nuestra sociedad deben hacer cambios sustanciales dentro de sus estructuras de pensamiento para abarcar todos los tiempos de la formación del individuo. Se deben generar estrategias para que los individuos aprendan a pensar, reflexionar y sean generadores de cambio. Por ende, deben involucrarse todos los actores sociales, desde el hogar, pasando por las instituciones educativas así como el Estado y el sector privado en la medida de crear una red social de innovación donde se establezcan estrategias y se potencie la transformación del individuo de un ser pasivo a un ser realmente innovador.
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“La innovación es un proceso iterativo activado por la percepción de una oportunidad proporcionada por un nuevo producto, proceso, servicio o sistema de
marketing, puede surgir tanto de un descubrimiento científico como de la recombinación de una forma novel de conocimiento y su puesta en valor, que es comunicada a través de ciertos canales, a través del tiempo, siendo aceptada y
divulgada entre sus miembros de la red social, considerando cambios como la clave del crecimiento económico, acompañadas de nuevas formas de administrar
la interpelación del público al que se orientan en conjunto constituyendo un sistema en el que se integran diversos elementos para originar una dinámica que
haga operativo y eficaz el proceso de generación, introducción, seguimiento y evaluación forjando tener un alto índice de utilización y relacionarlos con mejoras sustanciales en un acontecimiento de gestión cultural y liderazgo con la intención
de beneficiar la unidad, una parte de ella o a la sociedad involucrando la selección, organización, recursos humanos y materiales que den como resultado la conquista
de un nivel más alto con respecto a las metas y objetivos previamente establecidos y donde las organizaciones están supeditados utilización de
informaciones y competencias externas , con capacidad creativa, auto-eficacia tecnológica, y rasgos de la personalidad como optimismo, autoestima, locus de
“Esa filosofía de formación y enseñanza cultural en lo discursivo, de
expresiones y jergas comunes como: “se dañó, pues deséchalo y compra uno
nuevo” ha sido lo que a larga ha creado una falsa cultura de consumismo
alimentada por el facilismo…”
Desde chicos, cuando estábamos en el pre-escolar y luego al pasar a la etapa escolar, siempre nuestros pasos fueron guiados por una maestra (o maestro) que nos decía lo que debíamos hacer, por supuesto, nosotros debíamos seguir sus indicaciones al pie de la letra, eso para no ser de una u otra forma castigados.
Esta señora o señor, es decir, la maestra o el maestro, a su vez seguían un patrón de comportamiento y conducta que era pautado por otras personas y estas de igual manera seguían las pautas de algunos organismos regionales y hasta nacionales. Lo que se podría definir como una seguidilla de comportamientos y conductas enmarcados bajo normas y procedimientos pre-establecidos, lo que no dejaba lugar a la creatividad espontánea, ni de maestros, ni de estudiantes.
Decir a estas alturas en Venezuela, el error ha sido seguir patrones de conducta,
no es la verdad absoluta, fue el momento histórico y académico de entonces. Teorías diversas entre ellas el conductismo, aunadas a una situación político-social y a una economía rentista, dependiente de una industria naciente como la industria petrolera, conllevaron en muchos aspectos a abandonar cualquier fuente de producción, de investigación y/o estudios que no tuviese relación con las áreas antes mencionadas.
Dentro de lo anteriormente planteado, se resalta para nuestro país, la falta de
incentivo por parte de aquellos maestros y posteriormente a los profesores de niveles más altos de la educación, a buscar en lo cotidiano, solucionar problemas de una manera creativa, inédita, innovadora.
Esa filosofía de formación y enseñanza cultural en lo discursivo, de expresiones y
jergas comunes como: “se dañó, pues deséchalo y compra uno nuevo” ha sido lo que a
larga ha creado una falsa cultura de consumismo alimentada por el facilismo. Otras manifestaciones discursivas como: “Todo lo consigo a la vuelta de la esquina”, “para qué inventar la rueda, si ya la crearon”, eran y aun son frases que acompañan el habla del ciudadano al que sencillamente NO ENSEÑARON A INNOVAR, por lo tanto, éste no ayuda a solucionar sus problemas y menos a solucionar los problemas de los demás.
“…sólo se cambia, crea o inventa si algo no existe o no funciona, no para mejorar o perfeccionar lo que si funciona bien”
Entender por qué no tenemos una educación que no nos prepara para que
tengamos una vida innovadora está estrechamente relacionado con nuestra cultura y costumbres. Desde temprana edad, nuestros padres nos enseñaron como hacer algunas actividades cotidianas y si se nos ocurría hacerlo de manera distinta nos decía que no lo estábamos haciendo bien, que ya se nos había explicado cómo hacerlo, esto a veces podía llegar a una reprenda.
Luego en la escuela ocurría lo mismo, algunos educadores si el estudiante agregaba o quitaba algo de lo explicado en clases le amonestaban porque no era como se lo habían enseñado, aunque esto mejorara el conocimiento o técnica aprendida, estas conductas se ven en todos los niveles de formación bien sea primaria, secundaria, técnica o universitaria. Si a esto se le agrega conductas y formas de pensar populares como ejemplo la consigna que dice “si funciona o trabaja bien para que lo vas a cambiar” esto nos da una clara visión de por qué la mayoría no innova con frecuencia, esto parece que nos dice, solo cambia, crea o inventa si algo no existe o funciona, no para mejorar o perfeccionar lo que si funciona bien. Sin embargo en mi criterio si solo te permiten crear o cambiar en estos escenarios en que las cosas no son eficientes o funcionan mal, cercenan tus capacidades de innovar, sin olvidar que nuestra sociedad prefiere copiar o adaptar métodos y procedimientos creados y probados en otras regiones del globo, con la premisa de evitar riesgos y pérdidas de tiempo. Todo esto crea una sociedad con una cultura que se acostumbra a copiar y dejar todo igual porque así funciona bien. Definitivamente tenemos una sociedad, cultura y educación que no nos prepara para innovar y hacernos menos dependientes del extranjero.
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“La innovación es la reformulación creativa de la realidad social a través de la inclusión de los diversos sectores socioeconómicos organizados, en la búsqueda
continua de sustanciales mejoras de la calidad de vida, enriquecida sistemáticamente mediante la participación multidisciplinaria de diversos sectores
del quehacer social, quienes la propician, organizan, dinamizan, planifican, gerencian, reestructuran e impulsan, con el fin de empoderar a la sociedad con un
modelo endógeno de desarrollo, que a través de la disminución de las desigualdades propicie procesos innovadores desde la más amplia base de las
“…los planes educativos, plantean sólo teorías que originan una brecha entre lo ideal y los contextos donde se desarrolla…”
El sistema educativo venezolano está basado en teorías, normativas, planes y
programas que en la praxis no generan la innovación. Existen planes educativos que en su estructura programática curricular pueden estar bien estructurados y hasta son ambiciosos, pero en la praxis no generan los resultados que se trazaron en los objetivos, plantean sólo teorías que originan una brecha entre lo ideal y los contextos donde se desarrollan, debido a factores de acompañamiento, débil mecanismo supervisorio y de control, así como falta de compromiso del docente con el proceso educativo cuando se trata de enseñar a innovar, que en algunos casos se limita a trabajar por una remuneración, con resistencia al cambio debido a los factores culturales cuando se va de estructura tradicional hacia la planificación por proyecto, el inexistente acercamiento a la realidad y al entorno.
Por consiguiente la inexistente co-responsabilidad de los diferentes entes que hacen vida en la sociedad, aunado a todo lo anterior, junto con la precaria asignación presupuestaria al sector educativo y la obtención de los recursos está definida por la burocracia administrativa que caracteriza a los entes gubernamentales, la falta de nuevas políticas, la masificación escolar, asignación del director sin tomar en cuenta las credenciales trayendo como consecuencia falta de preparación para asumir la responsabilidad y gerenciar de forma efectiva y eficaz.
Se plantean como estrategia la incorporación de capacitación y adiestramiento del docente de forma espontánea y no obligatoria, realización de jornadas y reuniones donde se incorpore la comunidad con la finalidad de crear identidad hacia el proceso de reforma por los entes involucrados, así como un plan de remuneración que incentive al docente, desarrollar la motivación al logro y no al poder, incorporación y evaluación continua de filosofías en los planes curriculares.
Para ello, es importante que el Estado, el Ministerio de Educación y los docentes, estén dispuestos a realizar estos cambios en el proceso educativo, el cual debe ser inmediato, con un tiempo o lapso indefinido con una retroalimentación continua del
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cómo provee de luz a su paso, acompaña, empuja las ganas de ser, hacer y saber
hacer el trabajo en equipo!.
Ahora mismo, es posible hacer un ejercicio de reconocimiento de este fenómeno,
mírate, observa cómo el espíritu innovador está presente en esa imagen que te ha
impregnado hasta llegar aquí, ¿Percibes cómo has renovado tu mirada? haciéndote más
consciente de poder ver, poder oír, poder tocar, poder comprobar, poder sentir, poder
sonreír, poder amar y vivir la innovación como experiencia significativa.
La innovación se nutre de los valores humanos y sociales del ser, espera la
oportunidad que se le brinde para actuar en las prácticas cotidianas y profesionales.
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ELSA EMILIA PETIT TORRES Coordinadora-Compiladora-Prologuista
Doctora en Ciencias Humanas (FHE-LUZ, 2012), Investigadora acreditada PEII Nivel B de la nación. Maestría en Planificación y Gerencia de Ciencia y Tecnología (FEC-LUZ, 2004), Licenciatura en Comunicación Social. Mención Periodismo Audiovisual (FHE-LUZ, 1999). Coordinadora del Programa de la Maestría en Planificación y Gerencia de Ciencia y Tecnología (Gestión 2012-2015) y Laboratorio de Estudios de la Innovación y el Desarrollo (LEID- Gestión 2009-2015). Coordinadora Nacional del IV Seminario de Gestión Tecnológica ALTEC Venezuela 2014, Capítulo Zulia.
MAIRENE TOBÓN OSPINO Portada
Transcripción y Montaje Licenciada en Educación, mención Ciencia y Tecnología de la Educación (LUZ), Magíster en Informática Educativa (URBE), Docente Agregada de la Maestría en Informática Educativa (URBE). Jefa de Información y Control Estudiantil (LUZ). Investigador acreditado PEII Nivel A1.
MARÍA LOURDES GEIZZELEZ LUZARDO Comunicación y Organización
Ingeniero en Computación y Magister en Gerencia de Proyectos Industriales (URBE). Profesor Titular de la Universidad del Zulia. Profesor Titular de la Facultad de Ingeniería y la Maestría en Gerencia de Proyectos de Investigación y Desarrollo (URBE). Editor de la Revista Electrónica de Ciencia y Tecnología del IUTM (RECITIUTM). Investigador acreditado PEII Nivel A.
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A manera de conclusión, es importante manifestar que los principales temas (teóricos y prácticos), aquí abordados por este equipo de educadores-investigadores se constituyen aspectos
fundamentales para gerenciar la enseñanza de la innovación y se plantean desde la perspectiva de un modelo multi-enriquecido que
considera las características particulares de cada caso en específico, aspectos centrales que a nuestro juicio generan
oportunidades de desarrollo, nuevos escenarios gerenciales y científicos para ofrecer explicaciones y decisiones concretas sobre
cómo sugestionar la innovación como proceso orgánico de aprendizaje, enseñanza y accionar humano/social, a partir de la consideración de elementos claves y nuevos paradigmas como: Valores sociales, creatividad para el autodesarrollo, articulación
entre políticas de estado, públicas y educativas. En este sentido, se entiende como revolución educativa a la conformación de sistemas organizacionales inteligentes basados en el adiestramiento docente
para el diseño, implantación y mejoramiento del currículum de formación y su adaptación al cambio, desarrollo de la psicología del
innovador social, organización de ser, hacer y saber hacer gerencial en atención a los novedosos productos, procesos y servicios, competencias, proactividad, integración de actores,
aprendizaje colectivo, co-responsabilidad, espacios de socialización, comunidades de aprendizaje, pensamiento crítico,
flexible, diverso e integrador para el desarrollo de emprendimientos, capacidades societales, dinámicas y nuevas trayectorias para la