Dios Creador y Fuente de Misericordia – alabado Seas. Jesús, ejemplo y campeón de Misericordia – alabado Seas. Espíritu – artista y animador de Misericordia – alabado Seas. Desde el silencio profundo de tu Presencia, murmuramos las palabras de Misericordia: # Rahamim: el amor del seno materno – inscríbelo en nuestros corazones. # Hesed: la bondad amorosa – inscríbela en nuestros corazones. # Eleos: El óleo sanador – inscríbelo en nuestros corazones. # Las palabras de ternura y de sentir con los demás – inscríbelas en nuestros corazones. # Las palabras de tolerancia y perdón – inscríbelas en nuestros corazones. # Las palabras de justicia y fidelidad – inscríbelas en nuestros corazones. En los encuentros de la vida de Jesús, hallamos nuestro significado de Misericordia: # La mujer con el frasco de perfume – que demos el encuentro como lo hizo Jesús. # El joven rico – que demos el encuentro como lo hizo Jesús. # La niña resucitada – que demos el encuentro como lo hizo Jesús. # Los tres en Betania – que demos el encuentro como lo hizo Jesús. # Los leprosos, los rechazados, los perdidos – que demos el encuentro como lo hizo Jesús. En la imaginación de Jesús, encontramos nuestra inspiración de Misericordia: # La oveja perdida – que lo hagamos como Jesús lo contó. # El hijo pródigo que fue acogido de nuevo – que lo hagamos como Jesús lo contó. # Los viñadores, primeros y últimos – que lo hagamos como Jesús lo contó. # El único que paró para ayudar – que lo hagamos como Jesús lo contó. En la vida de nuestras/os antepasadas/os, reconocemos Misericordia: # Por María de Nazaret y del Calvario – Te damos gracias. # Por Catalina McAuley, mujer de Dublín – Te damos gracias. # Por nuestras fundadoras y pioneras, las cercanas y las lejanas – Te damos gracias. # Por nuestros santos, santas y figuras de sabiduría – Te damos gracias. # Por los héroes y los humildes – Te damos gracias. Con toda Tu creación, compartimos nuestra vida en Misericordia: # La pluma y la piel – respetamos y atesoramos. # Las vertientes y la brisa – respetamos y atesoramos. # La piedra y la hoja – respetamos y atesoramos. # El pez y la estrella – respetamos y atesoramos. # La llama y el tallo – respetamos y atesoramos. Lector/a, o una sección del grupo lee la parte principal del texto y el resto responde con lo que está en letra negrita. LETANÍA DE LA MISERICORDIA