Lección 15: Canta una canción de alabanza Salmos 95.17a «¡Venid, aclamemos alegremente a Jehová́! ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación». —Salmos 95.1
Jun 20, 2015
Lección 15: Canta una canción de alabanza Salmos 95.1-‐7a «¡Venid, aclamemos alegremente a Jehová́! ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación».
—Salmos 95.1
Propósito El propósito de esta lección es resaltar el lugar central que 3ene la alabanza a Dios en la vida del creyente, a nivel individual y en la vida de la iglesia, a nivel colec3vo. La alabanza a Dios es la respuesta natural de un corazón agradecido que considera la grandeza de Dios mientras reconoce nuestra pequeñez.
Bosquejo de la lección I. Llamado a la alabanza (Salmo 95.1-‐2). II. Razones para alabar a Dios (vv. 3-‐5). III. Llamado a la alabanza (vv. 5-‐7a).
Vocabulario bíblico «ADORAR»: Reverenciar y honrar a Dios, ofreciendo el culto religioso que le es debido. Mostrar admiración y respeto a Dios por todas las bondades que le concede a la humanidad. «ALABAR»: La acción de expresar palabras, frases y exclamaciones que celebran la misericordia y la bondad divina. Incluye expresiones musicales y arNs3cas que celebran el amor que Dios le ha mostrado a la humanidad tanto en la historia de Israel como por la obra de Cristo. «POSTRARSE»: Se refiere a la acción de arrodillarse en ac3tud de humildad, extendiendo los brazos hacia el frente y colocando el rostro en 3erra. Era la posición común para orar en los 3empos bíblicos.
Salmos 95.1-‐3
RVR 1 ¡Venid, aclamemos alegremente a Jehová́! ¡Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación! 2 ¡Lleguemos ante su presencia con alabanza! ¡Aclamémoslo con cán3cos!, 3 porque Jehová́ es Dios grande, el gran Rey sobre todos los dioses.
VP 1 Vengan, cantemos al Señor con alegría; cantemos a nuestro protector y Salvador. 2 Entremos a su presencia con gra3tud, y cantemos himnos en su honor. 3 Porque el Señor es Dios grande, el gran Rey de todos los dioses.
Salmos 95.4-‐7
RVR 4 En su mano están las profundidades de la 3erra y las alturas de los montes son suyas. 5 Suyo también el mar, pues él lo hizo, y sus manos formaron la 3erra seca. 6 Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová́, nuestro hacedor, 7 porque él es nuestro Dios; nosotros, el pueblo de su prado y ovejas de su mano.
VP 4 Él 3ene en su mano las regiones más profundas de la 3erra; suyas son las más altas montañas. 5 El mar le pertenece, pues él lo formó; ¡con sus propias manos formó la 3erra seca! 6 Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del Señor, pues él nos hizo. 7 Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo; somos ovejas de sus prados.
Resumen -‐ 1 • El Salmo 95 recalca la importancia que 3ene la alabanza a Dios en la
vida del creyente. La alabanza es el resultado de un corazón agradecido, nace de la experiencia de contemplar a Dios y meditar en su grandeza.
• Debemos examinar las teologías que exhortan a los seres humanos a exigirle a Dios que actúe de esta o aquella manera, como si el Creador fuera un criado, un siervo o un esclavo. En realidad, los seres humanos no podemos darle órdenes a Dios, como tampoco podemos doblegar su santa voluntad.
Resumen -‐ 2 • La adoración a Dios debe llevarnos a apreciar la creación, a cuidar
del mundo y a velar por el bienestar del ambiente. Sería incompa3ble decir que amamos a Dios mientras menospreciamos el mundo creado.
• Dios derrama su Espíritu Santo con poder sobre las comunidades de fe que le alaban «en espíritu y en verdad».
• El hecho que Dios ha creado el mundo y todo lo que en él hay nos permite adorar en todas partes.
Oración Bendito Dios, te alabamos y te glorificamos con amor. Nuestros corazones, llenos de gozo y de agradecimiento, te adoran. Reconocemos que eres el Creador del mundo y que nos amas, a pesar de nuestros muchos pecados. Glorificamos tu nombre y celebramos tu poder, en el nombre de Jesús. Amén.