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Las mil y una noches según Galland - Anónimo

Apr 14, 2016

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Bbjoy KaZa

Selección y prólogo de Jorge Luis Borges Descubrir cada tanto tiempo el Oriente es una de las tradiciones de Europa: Heródoto, la Sagrada Escritura, Marco Polo y Kipling son los nombres que acuden en primer término. El más deslumbrante de todos ellos es el libro de Las mil y una noches. En él parece estar cifrado el concepto de Oriente. Esa extraña palabra que abarca tantas y tan desiguales regiones, desde Marruecos hasta las islas del Japón. Definirla es difícil, porque definir es diluir en otras palabras y la palabra Oriente y la palabra Mil y una Noches ya nos colman de magia.
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Seleccio´nypro´logodeJorgeLuisBorgesDescubrircadatantotiempoelOrienteesunadelastradicionesdeEuropa:Heródoto,laSagradaEscritura, Marco Polo y Kipling son los nombres que acuden en primer término. El másdeslumbrante de todos ellos es el libro de Las mil y una noches. En él parece estar cifrado elconcepto de Oriente. Esa extraña palabra que abarca tantas y tan desiguales regiones, desdeMarruecoshastalasislasdelJapón.Definirlaesdifícil,porquedefiniresdiluirenotraspalabrasylapalabraOrienteylapalabraMilyunaNochesyanoscolmandemagia.JorgeLuisBorges

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ANÓNIMO

LasmilyunanochessegunGall

TraduccióndeLuisAlbertodeCuenca

Siruela

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Sinopsis

Seleccio´nypro´logodeJorgeLuisBorges Descubrir cada tanto tiempo elOriente es una de las tradiciones de Europa:Heródoto, la Sagrada Escritura, Marco Polo y Kipling son los nombres queacudenenprimertérmino.ElmásdeslumbrantedetodosellosesellibrodeLasmilyunanoches.EnélpareceestarcifradoelconceptodeOriente.Esaextrañapalabra que abarca tantas y tan desiguales regiones, desdeMarruecos hasta lasislasdelJapón.Definirlaesdifícil,porquedefiniresdiluirenotraspalabrasylapalabraOrienteylapalabraMilyunaNochesyanoscolmandemagia.JorgeLuisBorges

Traductor:Cuenca,LuisAlbertodeAutor:Anónimo©1704,SiruelaISBN:9788485876389Generadocon:QualityEbookv0.75

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LasmilyunanochessegúnGallandLaBibliotecadeBabel—21

DescubrircadatantotiempoelOrienteesunadelastradicionesdeEuropa:Heródoto,laSagradaEscritura, Marco Polo y Kipling son los nombres que acuden en primer término. El másdeslumbrante de todos ellos es el libro de «LasMil y unaNoches». En él parece estar cifrado elconcepto de Oriente. Esa extraña palabra que abarca tantas y tan desiguales regiones, desdeMarruecoshastalasislasdelJapón.Definirlaesdifícil,porquedefiniresdiluirenotraspalabrasylapalabraOrienteylapalabraMilyunaNochesyanoscolmandemagia.JorgeLuisBorges

Títulosoriginales:Historiedel’aveuglueBaba-Abdalla

Historied’Aladdin

Anónimo,1704

Traducción:LuisAlbertodeCuenca

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PrólogoDESCUBRIRcadatantotiempoelOrienteesunadelastradicionesdeEuropa:Heródoto,laSagradaEscritura,MarcoPoloyKiplingsonlosnombresqueacudenenprimertérmino.ElmásdeslumbrantedetodosesosesElLibrodelasMilyUnaNoches.En él parece estar cifrado el concepto de Oriente. Esa extraña palabra que abarca tantas y tandesigualesregiones,desdeMarruecoshastalasislasdelJapón.Definirlaesdifícil,porquedefiniresdiluirenotraspalabrasylapalabraOrienteylapalabraMilyUnaNochesyanoscolmandemagia.

Elhábitosuelecontraponerlosconceptosdecalidadydecantidad.Deunlibrodecimosqueeslargocomosiellofueraunpecado,peroenalgunoslaextensiónesunacalidad,unacalidadesencial.Unode tales librosynoelmenos ilustreeselFurioso;otro,elQuijote;otro,LasMilyUnaNoches o,comoquiereelcapitánBurton,elLibrodelasMilNochesyUnaNoche.Nosetrata,porcierto,deleerloíntegro;losárabesafirmanqueesaempresanosllevaríaalamuerte.Quierodecirqueelgocequenosdeparalalecturadeunapiezacualquieraprocede,enalgúnmodo,delaconcienciadeestarfrenteaunríoqueesinagotable.Eltítulooriginalenumerabamilnoches.Elsupersticiosotemordelascifrasparesindujoaloscompiladoresaagregarunayesaunabastaparasugerirloinfinito.El Indostán atribuye sus vastas epopeyas a un dios, a un hombre legendario, a un personaje de lamismaobraoaltiempo;enlaedificacióndeLasMilyUnaNocheshancolaboradolossiglosylosreinos.Seconjeturaqueelnúcleoprimitivode laserieprovieneprecisamentedel Indostán,quedelIndostán pasó aPersia, dePersia aArabia y deArabia aEgipto, creciendo ymultiplicándose. Laredaccióndefinitivacorresponderíaal sigloXIVyaEgipto.Para justificar el título teníanque serexactamentemilyuna;estanecesidadhizoqueloscopistasintercalaranenlaobratextosfortuitos.Así,enunadesusnoches,SchahrasadrefierelahistoriadeSchahrasad,sinsospecharquesetratadesímisma;sihubierapersistidoentaldistracciónhabríamosalcanzadoelvértigoylafelicidaddeunlibroinfinito.Aprimeravista,LasMilyUnaNochessugierenunejercicioilimitadodelafantasía;sinembargo,apoco de explorar este laberinto descubrimos, como en el caso de otros, que no es un mero caosirresponsable,unaorgíadelaimaginación.Elsueñotienesusleyes.Abundaenciertassimetrías:larepetición del número tres, lasmutilaciones, lasmetamorfosis de cuerpos humanos en animales, lahermosuradelasprincesas,lapompadelosreyes,lostalismanesmágicos,losgeniostodopoderososquesonesclavosdelcaprichodeunhombre.Estosrepetidosdibujosformanlatramayconstituyenelestilopersonaldeestagranobracolectiva,impersonalporexcelencia.Podemosafirmarsinhipérbolequehaydos tiempos.Unoesel tiempohistórico,enelquese tramanuestrodestino;elotro,eltiempodeLasMilyUnaNoches.Pesealosinfortuniosyalosazares,alasmetamorfosisyalosdemonios,elcaudalosotiempodeSchahrasadnosdejaunsaborquenoesmenosraroenloslibrosqueenlavida.Elsabordeladicha.Abundaenfábulasyapólogos,perosumoralejanoesloqueimporta;abundaencrueldadesyenerotismos,peroenellashaylainocenciadeformasinconclusasenunespejo.Enestevolumenseincluyeunasolapiezafamosa,lahistoriadeAladinoylalámparaqueDeQuinceyjuzgaba lamejor yqueno figura en los textosoriginales. Se trataacasodeuna feliz invencióndeGalland, el orientalista francés que reveló, a principios del sigloXVIII, LasMil yUnaNoches alOccidente. Aceptada esta conjetura, Galland sería el último eslabón de una larga dinastía denarradores.Alcompilarestevolumenmehaacompañadolaesperanzadequenosacielacuriosidaddellectorylo

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invitealgocedeperderseenlaqueridaydilatadaregióndelaobraoriginal.

JorgeLuisBorges

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HistoriadeAbdula,elmendigociegoVersióndeBorgesdeAntoineGalland

Elmendigociegoquehabía juradonorecibirninguna limosnaquenoestuvieraacompañadadeunabofetada,refirióalCalifasuhistoria: —Comendadorde losCreyentes,henacidoenBagdad.Con laherenciademispadresyconmitrabajo,compréochentacamellosquealquilabaalosmercaderesdelascaravanasquesedirigíanalasciudadesyalosconfinesdevuestrodilatadoimperio.UnatardequevolvíadeBassorahconmirecuavacía,medetuveparaquepastaranloscamellos;losvigilaba,sentadoalasombradeunárbol,anteunafuente,cuandollegóundervichequeibaapieaBassorah.Nossaludamos,sacamosnuestrasprovisionesynospusimosacomerfraternalmente.Elderviche,mirandomisnumerososcamellos,medijoquenolejosdeahí,unamontañarecelabauntesorotaninfinitoqueaundespuésdecargardejoyasydeorolosochentacamellos,nosenotaríamenguaenél.Arrebatadodegozomearrojéal cuellodeldervichey le roguéqueme indicaraelsitio,ofreciendodarleenagradecimientouncamellocargado.Eldervicheentendióquelacodiciamehacíaperderelbuensentidoymecontestó:—Hermano,debescomprenderquetuofertanoguardaproporciónconlafinezaqueesperasdemí.Puedonohablartemásdeltesoroyguardarmisecreto.Perotequierobienyteharéunaproposiciónmáscabal.Iremosalamontañadeltesoroycargaremoslosochentacamellos;medaráscuarentaytequedarásconotroscuarenta,yluegonossepararemos,tomandocadacualsucamino. Esta proposición razonable me pareció durísima, veía como un quebranto la pérdida de loscuarentacamellosymeescandalizabaqueelderviche,unhombreharapiento, fueranomenosricoqueyo.Accedí,sinembargo,paranoarrepentirmehastalamuertedehaberperdidoesaocasión. Reuní los camellos y nos encaminamos a un valle rodeado de montañas altísimas, en el queentramosporundesfiladerotanestrechoquesólouncamellopodíapasardefrente.Eldervichehizounhazdeleñaconlasramassecasquerecogióenelvalle,loencendiópormediodeunospolvosaromáticos,pronunciópalabrasincomprensibles,yvimos,atravésdelahumareda,queseabríalamontañayquehabíaunpalacioenelcentro.Entramos,yloprimeroqueseofrecióami vista deslumbrada fueron unos montones de oro sobre los que se arrojó mi codicia como eláguilasobrelapresa,yempecéallenarlasbolsasquellevaba. El derviche hizo otro tanto, noté que prefería las piedras preciosas al oro y resolví copiar suejemplo.Yacargadosmisochentacamellos,elderviche,antesdecerrarlamontaña,sacódeunajarradeplataunacajitademaderadesándaloquesegúnmehizover,conteníaunapomada,ylaguardóenelseno. Salimos,lamontañasecerró,nosrepartimoslosochentacamellosyvaliéndomedelaspalabrasmásexpresivasleagradecílafinezaquemehabíahecho,nosabrazamosconsumoalborozoycadacualtomósucamino. No había dado cien pasos cuando el numen de la codiciame acometió.Me arrepentí de habercedidomiscuarentacamellosysucargapreciosa,yresolvíquitárselosalderviche,porbuenasopormalas. El derviche no necesita esas riquezas—pensé—, conoce el lugar del tesoro; además, estáhechoalaindigencia.

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Hicepararmis camellosy retrocedí corriendoygritandoparaque sedetuviera elderviche.Loalcancé.—Hermano—ledije—,hereflexionadoqueeresunhombreacostumbradoavivirpacíficamente,sólo experto en la oración y en la devoción, y que no podrás nunca dirigir cuarenta camellos. Siquierescreerme,quédatesolamentecontreinta,aunasíteverásenapurosparagobernarlos.—Tienesrazón—merespondióelderviche—.Nohabíapensadoenello.Escogelosdiezquemásteacomoden,llévatelosyqueDiosteguarde. Apartédiezcamellosqueincorporéalosmíos,perolamismaprontitudconquehabíacedidoelderviche, encendió mi codicia. Volví de nuevo atrás y le repetí el mismo razonamiento,encareciéndoleladificultadquetendríaparagobernarloscamellos,ymellevéotrosdiez.Semejantealhidrópicoquemás sediento sehalla cuantomásbebe,micodicia aumentabaenproporcióna lacondescendenciadelderviche.Logré,a fuerzadebesosydebendiciones,quemedevolviera todosloscamellosconsucargadeoroydepedrería.Alentregarmeelúltimodetodos,medijo:—HazbuenusodeestasriquezasyrecuerdaqueDios,quetelashadado,puedequitártelassinosocorresalosmenesterosos,aquieneslamisericordiadivinadejaeneldesamparoparaquelosricosejercitensucaridadymerezcan,así,unarecompensamayorenelParaíso.Lacodiciamehabíaofuscadodetalmodoelentendimientoque,aldarlegraciasporlacesióndemiscamellos,sólopensabaenlacajitadesándaloqueeldervichehabíaguardadocontantoesmero. Presumiendoque lapomadadebíaencerraralgunamaravillosavirtud, le roguéquemeladiera,diciéndole que un hombre como él, que había renunciado a todas las vanidades del mundo, nonecesitabapomadas. Enmi interiorestaba resueltoaquitárselapor la fuerza,pero, lejosde rehusármela,eldervichesacólacajitadelseno,ymelaentregó.Cuandolatuveenlasmanos,laabrí.Mirandolapomadaquecontenía,ledije:—Puestoquetubondadestangrande,teruegoquemedigascuálessonlasvirtudesdeestapomada.—Sonprodigiosas—mecontestó—.Frotandoconellaelojoizquierdoycerrandoelderecho,sevendistintamente todos los tesorosocultosen lasentrañasde la tierra.Frotandoelojoderecho,sepierdelavistadelosdos.Maravillado,leroguéquemefrotaseconlapomadaelojoizquierdo. Eldervicheaccedió.Apenasmehubofrotadoelojo,aparecieronamivistatantosytandiversostesoros, que volvió a encendersemi codicia.Nome cansaba de contemplar tan infinitas riquezas,perocomomeeraprecisotenercerradoycubiertoconlamanoelojoderecho,yestomefatigaba,roguéaldervichequemefrotaseconlapomadaelojoderecho,paravermástesoros.—Yatedije—mecontestó—quesiaplicaslapomadaalojoderecho,perderáslavista. —Hermano—le repliqué sonriendo— es imposible que esta pomada tenga dos cualidades tancontrariasydosvirtudestandiversas. Largo rato porfiamos; finalmente, el derviche, tomando aDios por testigo de queme decía laverdad,cedióamisinstancias.Yocerréelojoizquierdo,eldervichemefrotóconlapomadaelojoderecho.Cuandolosabrí,estabaciego. Aunque tarde, conocí que el miserable deseo de riquezas me había perdido y maldije midesmesuradacodicia.Mearrojéalospiesdelderviche. —Hermano—ledije—, túque siempremehascomplacidoyqueeres tan sabio,devuélveme lavista.—Desventurado—merespondió—,¿noteprevinedeantemanoynohicetodoslosesfuerzosparapreservarte de esta desdicha? Conozco, sí, muchos secretos, como has podido comprobar en eltiempoquehemosestadojuntos,peronoconozcoelsecretocapazdedevolvertelaluz.Diostehabíacolmadoderiquezasqueerasindignodeposeer,telashaquitadoparacastigartucodicia.

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Reuniómisochentacamellosyprosiguióconellossucamino,dejándomesoloydesamparado,sinatender amis lágrimas y amis súplicas.Desesperado, no sé cuántos días erré por esasmontañas;unosperegrinosmerecogieron.

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HistoriadeAladinoolalámparamaravillosaENlacapitaldeunreinodelaChina,muyricoyvasto,cuyonombrenoacudeahoraamimemoria,habíaunsastre llamadoMustafá,sinotradistinciónque laquesuprofesión leconfería.Mustafáelsastreeramuypobre,ysutrabajoleproporcionabaapenasconquésubsistiraélyasumujer,yaunhijoqueDiosleshabíadado. Elhijo,quesellamabaAladino,habíasidoeducadomuynegligentemente, loquelehabíahechocontraer inclinacionesviciosas.Eramalo, testarudo,desobedienteconsupadreyconsumadre.Encuanto sehizounpocomayor, suspadresno lopudieron retener en casa; salíamuydemañanaypasabalosdíasjugandoenlascallesyenlasplazaspúblicasconpequeñosvagabundostodavíamásjóvenesqueél. Cuandoalcanzólaedaddeaprenderunoficio,supadre,quenoestabaendisposicióndehacerleaprenderotroqueelsuyo,lollevóasutallerycomenzóamostrarledequémaneradebíamanejarlaaguja;peroniconsuavidadniconamenazasdecastigolefueposiblealpadrecorregirelespírituinconstantedesuhijo:nopudoobligarloadominarseyaaplicarseasiduamentealtrabajo,comoéldeseaba.ApenasMustafásedabalavuelta,Aladinoescapabaynovolvíaentodoeldía.Elpadrelocastigaba;peroAladinoeraincorregible,y,muyasupesar,Mustafásevioobligadoaabandonarloasulibertinaje.Estolecausóunagranpena;yeldolordenopoderllevarasuhijoporelcaminorectoleoriginóunaenfermedadtanobstinadaquemurióalcabodealgunosmeses. LamadredeAladino,alverquesuhijonollevabaelcaminodeaprendereloficiodesupadre,cerróeltalleryconvirtióendinerotodoslosinstrumentosdeloficioparairviviendoconesoellaysuhijo,yconlopocoquepodíaobtenerhilandoalgodón. Aladino,quenosesentíayaretenidoporel temoralpadre,yquesepreocupaba tanpocodesumadre que tenía incluso la osadía de amenazarla a la menor reconvención que ella le hacía, seabandonóentoncesauncompletolibertinaje.Frecuentabacadavezmásalosmuchachosdesuedad,ynodejabadejugarconellosconmáspasiónqueantes.Continuóllevandoestegénerodevidahastalaedaddequinceaños,sinquesevislumbraraenélinterésalgunopornadaysinreflexionarsobreloquepodíaserdeélenelfuturo.Enestasituaciónsehallabacuando,undíaenquejugabaenmediodeunaplazaconungrupodevagabundos,segúnsucostumbre,unextranjeroqueporallípasabasedetuvoamirarlo. Este extranjero era unmago insigne a quien los autores quehan escrito esta historia nosdan aconocer bajo el nombre deMagoAfricano: así es como lo llamaremos, tantomás de buengradocuantoqueveníaverdaderamentedeÁfricayhabíallegadohacíasólodosdías.Talvezelmagoafricano,expertoenfisonomía,hubieseadvertidoenelrostrodeAladinotodoloqueeraabsolutamentenecesarioparalaejecucióndeloquehabíaconstituidoelobjetodesuviaje;oacasosehubieseinformadohábilmenteacercadesufamilia,desucondiciónydesusinclinaciones.Cuandohubosabidocuantodeseabasaber,seacercóaljoveny,apartándoloalgunospasosdesuscompañeros, le dijo: «Hijomío, ¿no se llama tupadreMustafá el sastre?». «Sí, señor», respondióAladino;«perohamuertohacemuchotiempo.»Aestaspalabras,elmagoafricanoselanzóalcuellodeAladino,loabrazóylobesóvariasvecesconlaslágrimasenlosojos,acompañadasdesuspiros.Aladino,notandosuslágrimas,lepreguntóquémotivoteníapara llorar.«¡Ah,hijomío!»,exclamóelmagoafricano,«¿cómopodríadejardehacerlo?Soytutío,ytupadreeramibuenhermano.Haceyamuchosañosqueestoydeviaje,y,enelmomentoenquellegoaquíconlaesperanzadevolverloaverydarlelaalegríademiregreso,medices tú que ha muerto. Te aseguro que es un dolor muy notable para mí el verme privado del

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consueloconquecontaba.Pero loquealiviaunpocomiaflicciónesque,almenosen loquesoycapazderecordar,reconozcosusrasgosenturostro,yveoquenomeheequivocadodirigiéndomeati.»PreguntóaAladino,altiempoqueintroducíalamanoenlabolsa,dóndevivíasumadre.Aladinosatisfizoinmediatamentesupregunta,yelmagoafricanolediounpuñadodecalderilla,diciéndole:«Hijomío,veacasadetumadre,preséntalemisrespetosydilequeiréaverlamañana,sieltiempomelopermite,parabrindarmeelconsuelodeverel lugardondemibuenhermanohavividotantotiempoydondehaterminadosusdías.» Tan pronto como elmago africano hubo dejado al sobrino que acababa de fabricarse,Aladinocorrióacasadesumadre,muycontentoconeldineroquesutíoacababadedarle.«Madremía»,ledijoalllegar,«teruegoquemedigassitengountío.»«No,hijomío»,lerespondiólamadre,«notienestíosniporpartedetudifuntopadreniporlamía.»«Sinembargo»,replicóAladino,«acabodeveraunhombrequesedicemitíoporpartedemipadre,puestoqueerasuhermano,segúnmehaasegurado;inclusosehapuestoalloraryaabrazarmecuandolehedichoquemipadrehabíamuerto.Y,comopruebadequedigolaverdad»,añadiómostrandolasmonedasquehabíarecibido,«miraloquemehadado.Mehaencargadotambiénquetesaludaradesuparteyquetedijeraquemañana,sitienetiempo,vendráasaludartepersonalmentey,almismotiempo,averlacasaenquemipadrehavividoydondehamuerto.»«Hijomío»,dijo lamadre,«esverdadque tupadre teníaunhermano,perohacetiempoquemurió,ynuncaleoídecirquetuvieseotro.»Ynodijeronmásapropósitodelmagoafricano. Al día siguiente, elmago africano abordó aAladino por segunda vez,mientras jugaba en otrolugardelaciudadconotrosniños. Lo abrazó como en la ocasiónprecedente y, poniéndole dos piezas de oro en lamano, le dijo:«Hijomío,llevaestoatumadreydilequeiréaverlaestanocheyquecomprecomidaafindequepodamoscenarjuntos;peroantesindícamecómollegaratucasa.»Seloindicó,yelmagoafricanolodejóir.Aladinollevólasdospiezasdeoroasumadre;y,encuantolehubodichocuáleralaintencióndesutío,ellasalióacomprarcomidayvolvióconbuenasprovisiones; y como estaba desprovista de buena parte de la vajilla que necesitaba, fue a pedirlaprestadaasusvecinos.Empleótodoeldíapreparandolacena;alatardecer,cuandotodoestuvolisto,dijoaAladino:«Hijomío,quizátutíonosepadóndeestánuestracasa;veasuencuentroytráeloacásiloves.» AunqueAladino hubiese enseñado almago africano el camino de su casa, no obstante estaba apuntodesalircuandollamaronalapuerta.Aladinoabrióyreconocióalmagoafricano,queentrócargadodebotellasdevinoydediversostiposdefrutasquetraíaparalacena.DespuésdehaberpuestoloquetraíaenmanosdeAladino,elmagoafricanosaludóasumadreylerogóquelemostraraellugarenquesuhermanoMustafáteníacostumbredesentarsesobreelsofá.Ella se lo mostró y él, inmediatamente, se prosternó y besó repetidas veces aquel lugar con laslágrimasenlosojos,exclamando:«¡Pobrehermanomío!¡Quédesgraciadosoypornohaberllegadoatiempoparaabrazarteunavezmásantesdetumuerte!».AunquelamadredeAladinoselorogara,senegórotundamenteasentarseenelmismolugar.«No»,dijo,«meguardarébiendehacerlo;peropermítemequemesienteenfrenteafindeque,simeveoprivadodelasatisfaccióndecontemplarloenpersona,comopadredeunafamiliaquemeestanquerida,almenospuedafigurarmequesigueahísentado.»LamadredeAladinonoinsistiómásylodejóenlibertaddeelegirelasientoquequería. Cuandoelmagoafricano se sentó enel lugarquehabía escogido, comenzóa conversar con lamadredeAladino.«Mibuenahermana»,ledijo,«noteextrañenohabermevistonuncadurantetodoeltiempoenquehaspermanecidocasadaconmihermanoMustafádefelizmemoria;hacecuarentaañosquesalídeestepaís,queeselmíotantocomolofuedemidifuntohermano.

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Desdeentonces,despuésdehaberviajadoporlasIndias,porPersia,porlaArabia,porSiria,porEgipto,ydehaberresididoenbellasciudadesdeesospaíses,paséaÁfrica,dondepermanecímuchomás tiempo.Al fin, comoconvienepornaturaleza al hombre, por alejadoque estédel país dondenació,noolvidarsejamásdelmismo,nidesuspadresnideaquellosconquienessecrió,meposeyóundeseotanfuertedevolveraverelmíoydeveniraabrazaramiqueridohermano,mientrasaúnmesentíaconsuficientes fuerzasyvalorparaemprenderunviaje tan largo,queno tardéenhacermispreparativosyenponermeencamino.Nada tedigodel tiempoqueheempleado,de todos losobstáculos que he encontrado y de todas las fatigas que he sufrido para llegar hasta aquí; te dirésolamente que nada me ha mortificado y afligido tanto, a lo largo de todos mis viajes, como lanoticia de lamuerte de un hermano a quien había amado siempre y a quien amaba con un amorverdaderamentefraternal.Hereconocidosusrasgosenelrostrodemisobrinoehijotuyo,yesofueloquemehizorepararenélentretodoslosdemásmuchachosconlosqueestaba.Hapodidodecirteyadequémanerarecibílatristenuevadequemihermanonoestabaenestemundo;peroesprecisoalabaraDiosentodaslasocasiones.Meconsueloencontrandoaldifuntoenunhijoqueconservasusrasgosmásnotables.»Elmagoafricano,advirtiendoquelamadredeAladinoseenternecíaconelrecuerdodesumaridoyserenovabasudolor,cambiódetemay,dirigiéndoseaAladino,lepreguntósunombre.«MellamoAladino»,ledijo.«Ybien,Aladino»,repusoelmago,«¿enquéteocupas?¿Sabesalgúnoficio?». A esta pregunta,Aladino bajó la vista desconcertado; pero sumadre, tomando la palabra, dijo:«Aladinoesunholgazán.Supadrehizotodoloposible,mientrasvivía,porenseñarlesuoficio,ynopudoconseguirlo;ydesdequemurió,apesardetodoloquehepodidodecirleylerepitoadiario,notiene otro oficio que no sea el de vagabundo y pasa todo su tiempo jugando con losmuchachos,comohaspodidover,sinpensarqueyanoesunodeellos;ysitúnolograsqueseavergüenceyqueaprendalalección,yodesesperodequevayaacambiar.Sabequesupadrenohadejadoningúnbien,yvequeloquehagodurantetodoeldía,hilaralgodón,apenasnosprocuraelpancotidiano.Pormiparte,estoydecididaacerrarlelapuertaunodeestosdíasyaenviarleabuscarelsustentofueradeestacasa.»CuandolamadredeAladinohuboterminadoestaspalabrasdeshechaenlágrimas,elmagoafricanodijoaAladino:«Esonoestábien,sobrino,hayquepensarenhacerde tiunapersonadeprovechocapazdeganarselavida.Haymuchasclasesdeoficios;mirasihayalgunoalquetesientasinclinadomásqueaotro.Quizátedesagradeeldetupadreyprefierasdesempeñarunodiferente:nodisimulestus sentimientos, estoy aquí para ayudarte.» Al ver que Aladino no respondía, continuó: «Si terepugnaaprenderunoficioyquieresserunhombrebienconsiderado,tepondréunatiendadericospañosytelasfinas;venderásesamercancíayconeldineroqueobtengascomprarásotras,ydeesemodo vivirás honorablemente. Reflexiona y dime con franqueza lo que piensas al respecto; meencontrarássiempredispuestoamantenermipromesa.»EstaofertaagradóaAladino,aquieneltrabajomanualdisgustabasobremanera;además,noseleescapabaelhechodequelastiendasdeesegénerodemercancíaseranlimpiasyfrecuentadas,ydequelosmercaderesvestíanbienyeranmuybienconsiderados.Asíquedeclaróalmagoafricano,aquiencreíasutío,quesusinclinacionesibanporeseladomásqueporningúnotro,yquetodalavidaleestaríareconocidoporloqueseproponíallevaracaboensubeneficio.«Yaqueesaprofesiónesde tugusto», respondióelmagoafricano,«vendrásmañanaconmigoyharéque tevistas limpiayricamente,conformealestadodeunode losmás importantesmercaderesdeestaciudad;ypasadomañanapensaremosenprocurarteunatiendadeltipoqueacabodeproponerte.»LamadredeAladino,quenohabíacreídohastaentoncesqueelmagoafricanofuesehermanodesumarido,desechótodadudadespuésdetodoelbienqueprometíahacerleasuhijo.Leagradeciósusbuenasintencionesy,trasexhortaraAladinoahacersedignodetodoslosbienesquesutíolehacía

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esperar,sirviólacena.Laconversacióngirósobreelmismotemadurantetodalacomida,hastaqueelmago,dándosecuentadequelanocheestabayaavanzada,sedespidiódelamadreydelhijoyseretiró.Alamañanasiguiente,elmagoafricanonodejódevolveracasade laviudadeMustafáelsastre,comohabíaprometido. TomóaAladinoconsigoy lo condujoa casadeungranmercaderquevendía sólovestidosyahechos, de toda clase de hermosas telas, para las distintas edades y condiciones. Se hizomostraralgunos que convinieran a la talla deAladino y, después de haber apartado todos aquellos que leagradaban más y de haber rechazado los que no respondían a la belleza que él buscaba, dijo aAladino: «Sobrino, escoge entre todos estos vestidos el que prefieras.»Aladino, encantado con lalargueza de su nuevo tío, escogió uno, y el mago lo compró, junto con todos los accesoriosnecesarios,ypagósinregatear. CuandoAladino se vio tanmagníficamente vestido de pies a cabeza, expresó a su tío todas lasgratitudesimaginables,yelmagoleprometióademásnoabandonarloytenerlosiempreconsigo.Enefecto,locondujoaloslugaresmásfrecuentadosdelaciudad,particularmenteaaquellosdondeseencontrabanlastiendasdelosricosmercaderes;ycuandoestuvoenlacalledondeseencontrabanlastiendas de los paños más ricos y de las telas más finas, dijo a Aladino: «Como pronto serás unmercadercomolosqueestásviendo,esbuenoquelosfrecuentesyqueellosteconozcan.»Lehizover también las mezquitas más bellas y más grandes, y lo condujo a los caravasares donde sealojabanlosmercaderesextranjerosyatodosloslugaresdelpalaciodelsultánenlosqueeralícitoentrar.Finalmente,despuésdehaberrecorridojuntosloslugaresmásbellosdelaciudad,llegaronalcaravasarqueservíadealojamientoalmago.Loesperabanallíalgunosmercaderesconlosquehabíacomenzadoatenertratodesdesullegadayaquieneshabíareunidoexpresamenteparaobsequiarlosypresentarlesalmismotiempoasusupuestosobrino.Elbanqueteseprolongóhastalacaídadelatarde.Aladinosedisponíaadespedirsedesutíoparavolver a su casa cuando elmago africano no quiso dejarlo ir solo y se empeñó en acompañarlo.Cuandolamadrevioasuhijotanbienvestido,sevolviólocadealegría;nodejabadebendecirunaymilvecesalmago,quehabíahechoungastotangrandeenbeneficiodesuhijo.«Generosopariente»,ledijo,«nosécómodartelasgraciasportulargueza.Séquemihijonomereceelbienquelehacesyqueseríaindignoderecibirlosinoteguardaraeternoreconocimientoydescuidaseresponderalabuena intención que tienes de darle una profesión tan distinguida. En cuanto amí», añadió, «te loagradezcodetodocorazónytedeseounavidalobastantelargacomoparaquepuedassertestigodelagradecimiento de mi hijo, que no puede demostrártelo mejor que dejándose gobernar por tusbuenosconsejos.» «Aladino»,respondióelmagoafricano,«esunbuenmuchacho;meescuchalosuficiente,ycreoqueharemosdeélunhombredeprovecho.Sólomefastidiaunacosa,yesnopoderejecutarmañanalo que le he prometido. Es viernes, las tiendas estarán cerradas y no habrá medio de pensar enalquilar una de ellas y surtirla de mercancías mientras los mercaderes no piensan más que endivertirse.Demodoque retomaremos la faenael sábado;perovendréabuscarlomañanayme lollevaré a pasear por los jardines donde la buena sociedad acostumbra a encontrarse. Acaso noconozcaaúnlasdiversionesqueallísedancita.Hastaahoranohaestadomásqueconniños;debetratarconhombres.»Elmagoafricanosedespidió,enfin,delamadreydelhijoyseretiró.Aladino,quenocabíaensídegozoalversetanbienvestido,gozabatodavíamáspensandoenelpaseoporlosjardinesdelosalrededoresdelaciudad.Enefecto,nuncahabíafranqueadolaspuertasynoconocíalosalrededores,queerandegranbellezaymuyagradables.Aladinoselevantóyvistiómuydemañanaaldíasiguiente,afindeestarlistoparapartircuandosutíovinieseabuscarlo.Trashaberesperadoloqueseleantojómuchotiempo,laimpaciencialehizoabrirlapuertayotearelhorizonteparaversiloveíallegar.Cuandolodistinguió,advirtiódeelloa

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sumadrey,despidiéndosedeella,cerrólapuertaycorrióalencuentrodesutío.ElmagoafricanohizomuchascariciasaAladinocuandolovio.«Vamos,queridomuchacho»,ledijoconaire risueño,«quieroqueveashoymuchascosasbellas.»Locondujoporunapuertaquellevabaagrandesybellasmansiones,omásbienamagníficospalacioscadaunodeloscualesteníahermosísimos jardinesdeacceso libre.Acadapalacioqueencontraban,preguntabaaAladinosi leparecíahermoso;yAladino,previéndolo,cuandootrosepresentabaantesuvista:«Tío»,decía,«ésteesmáshermosoquelosqueacabamosdever.»Entretanto,avanzabanmásymáshaciaelcampoyelastutomago,quequeríairmáslejosparallevaracaboeldesignioqueteníaenlacabeza,aprovechólaocasiónparaentrarenunodeesosjardines.Sesentójuntoaungranestanquequerecibíaunaaguapurísimaporelhocicodeun leóndebroncey fingióestarcansadoparahacer reposaraAladino.«Sobrino», le dijo, «debes estar tan fatigado como lo estoy yo; descansemos aquí para recobrarfuerzas:asítendremosnuevosánimosparaproseguirnuestropaseo.» Cuandosehubieronsentado,elmagoafricanosacódeunhatoque llevabaalcintopastelillosyvarios tipos de frutas de las que se había provisto, y extendió losmanjares sobre los bordes delestanque.CompartióunpastelilloconAladinoy,encuantoalasfrutas,dejóalmuchacholalibertaddeescogerlasquefuesenmásdesugusto.Duranteelpiscolabis,entretuvoasusupuestosobrinoconmuchasenseñanzas,exhortándoloanoseguirfrecuentandoamuchachosdesuedadyabuscarmásbien la compañía de hombres juiciosos y prudentes, escuchándolos y obteniendo provecho de suconversación.«Muypronto»,ledecía,«serásunhombrecomoellos,yconvienequeteacostumbresdesdeahoraadecircosasatinadas,siguiendosuejemplo.»Terminadalamerienda,se levantaronyprosiguieron su camino a travésde los jardines, queno estaban separadosunosdeotros sinoporpequeñosfososqueseñalabansusconfines,peroquenoimpedíanelpaso.Labuenafehacíaquelosciudadanos de aquella capital no tomasen otras precauciones para impedirse perjudicarsemutuamente.InsensiblementeelmagoafricanocondujoaAladinomuchomásalládelosjardines,ylohizoatravesarcamposquelollevaronhastabastantecercadelasmontañas.Aladino,quenohabíacaminadotantoensuvida,sesentíamuyfatigadoporunamarchatanlarga.«Tío»,dijoalmagoafricano,«¿adóndevamos?Hemosdejadoatráslosjardineshaceyatiempoynoveomásquemontañas.Siseguimosavanzando,nosési tendréfuerzassuficientesparavolvera laciudad.»«Tenánimo,sobrino»,ledijoelfalsotío,«quieroqueveasotrojardínquesuperaatodoslosque acabasdever; no está lejosde aquí, pocospasosnos separande él; cuando lleguemos, túmismome dirás si no te hubiera fastidiado no haberlo visto estando tan cerca.» Aladino se dejóconvencer,yelmagolocondujoaúnmáslejos,entreteniéndolocondiversasydivertidashistoriasparahacerleelcaminomenosenojosoylafatigamássoportable.Finalmente,llegaronaunlugarentredosmontañasdemedianaalturaypocomásomenosiguales,separadas por un vallecillo de muy poca anchura. Aquél era el lugar señalado donde el magoafricanohabíaqueridotraeraAladinoparalaejecucióndeungrandesignioquelohabíahechovenirdesdeunextremodeÁfricahastalaChina.«Hemosllegado»,dijoaAladino,«quieromostrarteaquícosas extraordinarias y desconocidas de todos los mortales; y, cuando las hayas visto, meagradeceráselhabersidotestigodetantasmaravillasquenadieenelmundohapodidoversinotú.Mientrasgolpeoel eslabón, recoge tú las ramasmás secasde esas zarzas, quevamos ahacerunahoguera.»EratallacantidaddemalezaqueAladinoreunióenseguidaunmontónmásquesuficiente,mientraselmagoencendíaelfuego;yenelmomentoenquelasramascomenzaronaarderelmagoafricanovertióencimaunperfumequeteníadispuesto.SeelevóunahumaredamuyespesaqueéldisipódeunladoydelotropronunciandopalabrasmágicasqueAladinonocomprendió.EnesemismoinstantelatierratemblóunpocoyseabriódelantedelmagoydeAladino,poniendoal descubierto una piedra cuadrada de alrededor de un pie y medio de longitud y de un pie de

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profundidad, colocada horizontalmente, con un anillo de bronce elevado en el centro para poderlevantarla.Aladino,aterradodeloquesucedíaantesusojos,tuvomiedoyquisoemprenderlahuida.Perosupresenciaeranecesariaparaaquelsortilegio,yelmagoloretuvo,riñéndolemucho,ylediounbofetóntanfuertequelotiróportierraypocofaltóparaquenoseleclavaranlosdientesenlaboca,ajuzgarporlasangrequesalía.ElpobreAladino,todotemblorosoyconlaslágrimasenlosojos:«Tío»,exclamóllorando,«¿quéhe hecho yo para merecer que me golpees tan duramente?». «Tengo mis razones para hacerlo»,respondióelmago.«Soytutío,hagoahoralasvecesdetupadreynodebesreplicarme.Pero,hijomío»,añadióenun tonomásdulce,«no tengasmiedo: sólo tepidoquemeobedezcasalpiede laletra,siquieresobtenerprovechoyhacertedignodelosgrandesbeneficiosqueteaguardan.»Estasbellas promesas delmago calmaron un poco el temor y el resentimiento deAladino; y cuando elmagoloviocompletamentetranquilizado,continuó:«Hasvistoloquehehechoporlavirtuddemiperfumeydelaspalabrasquehepronunciado.Puesbien,hasdesaberquedebajodeestapiedraqueveshayuntesoroescondidoqueteestádestinadoyqueteharáundíamásricoquelosmásgrandesreyesdelmundo.Tanverdadesestocomoquetúereslaúnicapersonaenelmundoaquieneslícitotocarestapiedraylevantarlaparaentrar;inclusoamímeestávedadotocarlayponerlospiesenlacámaradeltesoro,cuandoestéabierta.Poreso,esprecisoquecumplasalpiedelaletraloquevoyadecirte,sinequivocarte:lacosaesdeenormeimportanciaparatiyparamí.»Aladino,aúnllenodeestuporporloqueveíayporloqueacababadeoírdeciralmagodeaqueltesoro que lo haría feliz para siempre, olvidó cuanto había sucedido. «Y bien, tío», dijo almagomientras se levantaba, «¿de qué se trata? Manda, que estoy dispuesto a obedecerte.» «Mucho mecomplace,hijomío», ledijo elmagoafricanoabrazándolo,«quehayas tomadoesadecisión;ven,acércate, coge este anillo y levanta la piedra.» «Pero tío», respondióAladino, «no soy lo bastantefuerte comopara levantarla; tienes que ayudarme.» «No», replicó elmago africano, «nonecesitasqueteayude,ynadaconseguiríamosnitúniyositeayudase:ladebeslevantartúsolo.Bastaconquepronuncieselnombredetupadreydetuabuelo,teniendoelanillo,yconquetiresluego:veráscómolapiedraselevantarásinesfuerzo.»Aladinohizoloqueelmagolehabíadicho:levantólapiedraconfacilidadylacolocóaunlado. Cuando fuequitada lapiedra, aparecióunacuevade treso cuatropiesdeprofundidad, conunapequeñapuertaypeldañosparadescendermásabajo.«Hijomío»,dijoentonceselmagoafricanoaAladino, «sigue al pie de la letra todo lo que voy a decirte. Baja por esa cavidad; cuando hayasllegadoalfinaldelosescalonesqueves,encontrarásunapuertaabiertaqueteconduciráaunagranestanciaabovedadaydivididaentresgrandessalas,launadetrásdelaotra.Encadaunadeellasverása derecha e izquierda cuatro vasijas de bronce, grandes como cubas, llenas de oro y plata; peroguárdatede tocarlas.Antesdeentrar en laprimera sala,quítate la ropay estréchalabiencontra elcuerpo. Cuando hayas entrado, pasa a la segunda sin detenerte, y de allí a la tercera, también sindetenerte.Sobretodo,guárdatebiendeacercartealasparedesyderozarlasinclusoconturopa:sillegarasarozarlas,moriríasenelacto;poresotehedichoquearrollesestrechamenteturopacontrael cuerpo. Al final de la tercera sala, hay una puerta que te dará entrada a un jardín plantado dehermososárbolesrebosantesdefrutos;siguetodorectoyatraviesael jardínporuncaminoqueteconduciráaunaescaleradecincuentapeldañosque llevaauna terraza.Cuandoestésen la terraza,verásantetiunnicho,yenelnichounalámparaencendida;cogelalámpara,apágalay,cuandohayastiradoelpabiloyvertidoellíquido,métetelaenelsenoytráemela.Notemasestropeartuvestido:ellíquidonoesaceite,ylalámparaestarásecaencuantolohayasvertido.Siteapetecenlosfrutosdeljardín,puedescogerdeelloscuantosquieras:esonoteestávedado.»Alconcluirestaspalabras,elmagoafricanosesacóunanilloqueteníaeneldedoyselopusoenunodelosdedosaAladino,diciéndolequeleserviríadeproteccióncontratodolomaloquepudiese

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sucederle,contalqueobservasealpiedelaletrasusinstrucciones.«Ve,hijomío»,ledijotrasestaúltimaadvertencia,«desciendeconvalor;ambosseremosricosparatodalavida.»Aladinosaltóágilmentedentrodelacuevaydescendióhastaelfinaldelosescalones:encontrólastres salas cuya descripción le había hecho el mago africano. Pasó a través de ellas con extremaprecaución, sabiendo quemoriría en el acto si no observaba cuidadosamente lo que le había sidoprescrito.Atravesóeljardínsindetenerse,subióalaterraza,cogiólalámparaencendidaenelnicho,tiróelpabiloyellíquidoy,viendolalámparasinhumedadalgunacomolehabíadichoelmago,laintrodujoensuseno;bajódelaterrazaysedetuvoeneljardínacontemplarlosfrutosqueantesnohabía vistomás que de pasada. Los árboles de aquel jardín estaban cargados a rebosar de frutosextraordinarios. Cada árbol los tenía de diferentes colores: los había blancos, relucientes ytransparentes como el cristal; rojos, algunosmás cargados, otrosmenos; verdes, azules, violetas,tirando a amarillos y de muchos otros colores. Los blancos eran perlas; los relucientes ytransparentes, diamantes; los rojos más oscuros, rubíes; los otros menos oscuros, granates; losverdes,esmeraldas;losazules,turquesas,ylosvioletas,amatistas;losquetirabanaamarillo,zafiros;yasílosdemás;yaquellosfrutoserantodosdeuntamañoydeunaperfecciónquenoteníaigualenelmundo.Aladino,quenoconocíasuméritonisuvalor,noseinmutóalavistadesemejantesfrutos,quenoerandesugustocomolohubiesensidoloshigos,lasuvasyotrasexcelentesfrutasquesoncomunesenlaChina.Noestabatampocoenedaddeconocersuprecio;imaginóquetodosaquellosfrutosnoeranmásquevidriocoloreadoyquenadavalían.Ladiversidaddetantoshermososcolores,sinembargo,labellezaytamañoextraordinariosdecadafruto,ledieronganadecogeralgunosdecada tipo. En efecto, tomó varios de cada color y llenó con ellos sus dos bolsillos y dos bolsasnuevasqueelmago lehabíacompradoconelvestidoque lehabía regalado,paraque todo loquellevarafuesenuevo;ycomolasdosbolsasnocabíanensusbolsillos,queestabanyarepletos,selascolgóaunoyotro ladodelcinto;e inclusoenvolvió frutosen losplieguesdelcinto,queeraunaamplia y larga tira de seda, y los acomodódemaneraquenopudiesen caer; y noolvidómetersealgunosenelseno,entreelvestidoylacamisa. Asícargadodetantasriquezassinsaberlo,Aladinoreanudódiligentementeelcaminodelastressalas,afindenohaceresperardemasiadotiempoalmagoafricano,y,trashaberlasatravesadoconlasmismasprecaucionesqueantes,volvióasubirpordondehabíabajadoysepresentóenlaentradadelacueva,dondeelmagoafricanoloesperabaconimpaciencia.ApenasAladinolovio:«Tío»,ledijo,«te ruegoquemedes lamanoparaayudarmea subir.»Elmagoafricano ledijo:«Hijomío,dame antes la lámpara; podría estorbarte.» «Perdóname, tío», respondió Aladino, «pero no meestorba; te la daré cuando haya subido.» El mago africano se obstinó en querer que Aladino lepusiese la lámpara entre lasmanos antes de sacarlo de la cueva, y Aladino, que tenía la lámparaenvueltaensusvestidos,juntocontodoslosfrutosdelosquesehabíaprovisto,senegóenredondoadársela antes de salir de la cueva. Entonces el mago africano, desesperado ante la resistencia deljoven,fuepresadeunespantosoaccesodefuria:vertióunpocodesuperfumesobreelfuegoquehabía tenidocuidadodemantenerencendido,y,apenashubopronunciadodospalabrasmágicas, lapiedraqueservíaparacerrarlaentradadelacuevatornóporsímismaasulugar,conlatierraporencima,enelmismoestadoenqueseencontrabaalallegadadelmagoafricanoydeAladino.EsciertoqueelmagoafricanonoerahermanodeMustafáelsastre,comohabíafingidoser,ni,enconsecuencia, tíodeAladino.SíerarealmentedeÁfrica,dondehabíanacido;ycomoÁfricaesunpaísenelqueexisteunaaficióna lamagiamayorqueencualquierotro,aellasededicódesdesujuventud,y,trascuarentaañosomásdeencantamientos,operacionesdegeomancia,sufumigacionesylecturadelibrosdemagia,habíallegadofinalmenteadescubrirquehabíaenelmundounalámparamaravillosacuyaposesión lovolveríamáspoderosoqueningúnmonarcadeluniverso, si lograbaapoderarse de ella.Mediante una última operación de geomancia, había sabido que la lámpara se

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encontrabaenunlugarsubterráneoenmediodelaChina,enelsitioycontodaslascircunstanciasqueacabamosdedescribir.Convencidodelaverdaddeestedescubrimiento,habíapartidodesdeunextremodeÁfrica,comohemosdicho,y,trasunlargoypenosoviaje,habíallegadoalaciudadqueestabatancercadeltesoro;pero,aunquelalámparaestuvieseciertamenteenellugarqueélconocía,noleestabapermitidosinembargollevárselaélmismo,nientrarenpersonaenelsubterráneoenquesehallaba.Eraprecisoqueotrobajase,fueseacogerlayselapusieseentrelasmanos.Porestarazónse había dirigido a Aladino, que le había parecido un muchacho sin importancia, idóneo para elservicioqueesperabadeél;yestabadecidido,despuésdeapoderarsedelalámpara,ahacerelúltimosahumerio,alquenoshemosreferido,ypronunciar lasdospalabrasmágicasquedebíancausarelefectoquehemosvisto,ysacrificaralpobreAladinoasuavariciayasumaldad,eliminandoalúnicotestigodesuacción.ElbofetóndadoaAladinoylaautoridadquehabíacobradosobreélnoteníanotroobjetivoqueeldeacostumbrarloatemerloyaobedecerloalpiedelaletra,afindeque,cuandolepidieralafamosalámparamágica,seladieseenelacto;perolesucediótodolocontrariodeloquesehabíapropuesto.Finalmente,recurriócontantaprecipitaciónasumaldadparaperderalpobreAladinoporquetemíaque,sipermanecíadiscutiendomástiempoconél,alguienllegaseaoírlosehiciesepúblicoloquequeríatenerocultoatodacosta.Cuandoelmagoafricanoviosusgrandesybellasesperanzasperdidasparasiempre,notuvomásopción que regresar aÁfrica, cosa que hizo esemismo día, dando un rodeo para no volver a laciudad de donde había salido con Aladino. Temía, en efecto, ser reconocido por las numerosaspersonasquepodíanhaberlovistopasearseconelmuchachoyregresarsinél.Segúntodaslasapariencias,deAladinonosedebíaoírhablarmás;peroelmago,quehabíacreídoperderloparasiempre,nosehabíapercatadodequelehabíapuestoeneldedounanilloquepodíaservirparasalvarlo.Enefecto,fueeseanillolacausadelasalvacióndeAladino,quedesconocíasuspropiedades; y es extraño que semejante pérdida, unida a la de la lámpara, no haya precipitado almagoenlasmásnegradesesperación.Perolosmagosestántanacostumbradosalasdesgraciasyalosacontecimientoscontrariosasusdeseosquenodejan,mientrasviven,dealimentarsedehumo,dequimerasydevisiones. Aladino,quenoseesperabalamaldaddesufalsotíodespuésdelascariciasybeneficiosquelehabíaprodigado,sequedótanestupefactoqueesmásfácilimaginarloquedescribirloconpalabras.Cuando se vio enterrado vivo, llamó mil veces a su tío gritando que estaba dispuesto a darle lalámpara;perosusgritoseraninútiles,ynohabíaotromediodehacerseoír.Asíquepermanecióenlastinieblasyenlaoscuridad. Finalmente,despuésdehaberledadoalguna treguaasus lágrimas,descendióhastael finalde laescaleradelacuevaparairabuscarlaluzeneljardínquehabíaatravesadoantes;peroelmuro,quese había abierto por arte demagia, se había vuelto a cerrar también por arte demagia.A tientas,buscó ante sí a derecha e izquierda repetidas veces, sin hallar puerta alguna; redobló sus gritos yllantos,ysesentóenlosescalonesdelacueva,sinesperanzadevolveravernuncalaluzyconlatriste certidumbre, por el contrario, de pasar de las tinieblas que lo rodeaban a las de unamuerteinminente.DosdíaspermanecióAladinoeneseestado,sincomerysinbeber;finalmente,al tercerdía, juzgando lamuerte inevitable, juntó lasmanosy,plenamente resignadoa lavoluntaddeDios,exclamó:«¡NohayfuerzanipodersinoenDioselalto,elgrande!». Al juntar lasmanos,rozósinquererelanilloqueelmagoafricanolehabíapuestoeneldedoycuyaspropiedadesdesconocía.Alpunto,ungeniodeenormeestaturaydeterroríficamiradasurgióante él comode debajo de la tierra hasta tocar la bóveda con la cabeza, y dirigió aAladino estaspalabras:¿Quéquieres?Hemeaquílistoaobedecertecomoesclavotuyoyesclavodetodosaquellosquellevanelanilloeneldedo,yoylosotrosesclavosdelanillo. En otromomento y en otras circunstanciasAladino, que no estaba acostumbrado a semejantes

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visiones,hubiesesidopresadelterroryperdidoeldondelapalabraalavistadeunaaparicióntanextraordinaria;pero,preocupadotansóloporlasituacióndepeligroenqueseencontraba,respondiósinvacilar:«Quienquieraqueseas,hazmesalirdeestelugar,sitienespoderparaello.»Apenashubopronunciadoestaspalabras,latierraseabrióyélsehallófueradelacueva,justamenteenelmismolugaradondeelmagolohabíaconducido.NopareceráextrañoqueAladino,trashaberpermanecidodurantetantotiempoenlastinieblasmásespesas, se sintiese en principio deslumbrado por la luz del día; poco a poco sus ojos se fueronhabituandoy,mirandoalrededorsuyo,muchosesorprendióalnoveraberturaalgunasobrelatierra.Nopodíacomprenderdequémaneraseencontrabatansúbitamentefueradesusentrañas;tansóloellugardondelasramashabíansidoencendidaslehizoreconocer,pocomásomenos,dóndeestabalacueva.Después,volviéndoseendirecciónalaciudad,ladistinguióenelcentrodelosjardinesquelarodeaban;reconocióelcaminopordondeelmagoafricanolohabíatraídoyempezóadesandarlodando gracias aDios por volverse a ver otra vez en elmundo, después de haber desesperado deregresar.Llegóalaciudadysearrastróhastasucasacongrandesesfuerzos.Alentrar,laalegríadevolver a ver a su madre, unida a la debilidad derivada de un ayuno de cerca de tres días, leprodujeronundesvanecimientoqueseprolongóporalgúntiempo. Sumadre, que lo había ya llorado comoperdido o comomuerto, viéndolo en aquel estado noahorróningunodesuscuidadosparahacerlovolverensí.Serecobróporfindesudesvanecimiento,ylasprimeraspalabrasquepronunciófueronéstas:«Madremía,antesdenadateruegoquemedesdecomer;hacetresdíasquenoheprobadobocado.»Sumadreletrajoloqueteníayponiéndoselodelante:«Hijomío»,ledijo,«notedesprisa,queespeligroso;comepocoapocoyatugusto,ysémoderadoenlagrannecesidaddealimentoquetienes.Nomehablestodavía;yahabrátiempodequeme cuentes lo que te ha sucedido cuanto te hayas repuesto. Estoymuy contenta de volverte a ver,despuésdelaangustiaenquemeencontrabadesdeelviernesytodaslasfatigasquemehedadoparasaberquéhabíasidodeti,cuandoviquehabíallegadolanocheyquenohabíasvueltoacasa.»Aladinosiguiólosconsejosdesumadre:comiótranquilamenteypocoapoco,ybebióenladebidaproporción. Cuando hubo terminado: «Madre mía», dijo, «debería quejarme de ti, que me hasabandonadocontantafacilidadaladiscrecióndeunhombrequeabrigabaelpropósitodeperdermeyque,enestemomentoenquetehablo,creemimuertetanciertaquenodudaqueyanoestoyconvidaoquedeboperderlaaldespuntareldía;perotúcreístequeeramitíoyyolocreícomotú.¿Esquepodíamos pensar otra cosa de un hombre queme colmaba de caricias y bienes, yme hacía tantaspromesasventajosas?Debessaber,madremía,quenoesmásqueuntraidor,unmalvado,unbribón.Susbeneficiosysuspromesassóloteníanelobjetivodeperderme,comotehedicho,sinquenitúniyopodamosadivinarlacausa.Pormiparte,puedoasegurarquenolehedadoelmásmínimomotivoparaquemetratasedetanmalamanera.Túmismateharáscargodeelloporelrelatofielquevoyahacerte oír de cuanto ha sucedido desde que me separé de ti hasta la ejecución de su perniciosodesignio.»Aladinocomenzóacontarasumadretodolosucedidoconelmagodesdeelviernesenquellegóensubuscaparallevarloconélaverlospalaciosylosjardinesqueestabanfueradelaciudad;loqueacontecióenelcamino,hastaquellegaronaaquellugarentredosmontañasdondedebíaoperarseelgran prodigio del mago; cómo, vertiendo perfume en el fuego y pronunciando unas palabrasmágicas,latierrasehabíaabiertoenuninstante,dejandoverlaentradadeunacuevaqueconducíaaun tesoro inestimable.Noolvidóelbofetónque recibiódelmago,ydequémanera, aplacandounpoco su ira, lo había enredado, con grandes promesas y poniéndole su anillo en el dedo, paradescenderalacueva.Noomitióningunacircunstanciadecuantohabíavistoalpasaryrepasarporlastressalas,poreljardínyporlaterrazadondehabíacogidolalámparamaravillosa,quemostróasumadresacándoladesuseno,al igualquelosfrutos transparentesydediferentescoloresquehabía

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cogidoeneljardínalregresarydelosquejuntódosbolsasllenasquedioasumadre,queleshizopococaso.Esosfrutoseran,sinembargo,piedraspreciosas.Elresplandor,brillantecomoelsol,quedespedíanalaluzdeunalámparaqueiluminabalahabitacióndebíahaberleshechopensarensugranprecio;perolamadredeAladinonoteníaenestomásconocimientoquesuhijo.Habíasidoeducadaencondicionesmuyhumildes,ysumaridonuncahabíatenidodineropararegalarleesetipodejoyas.Por lodemás, tampoco se lashabíavisto aningunade susparientesnivecinas:noesdeextrañar,pues, que las considerase cosas de poco valor, buenas todo lo más para recrear la vista por lavariedaddesuscolores;loquehizoqueAladinolaspusiesedetrásdeunodeloscojinesdelsofáenqueestabasentado.Acabóelrelatodesuaventuradiciéndoleque,cuandovolvióysepresentóalaentradadelacueva,listoparasalir,yrehusódarlealmagolalámparaquequeríatener,laentradadelacuevasecerróenuninstanteporlafuerzadelperfumequeelmagohabíavertidoenelfuegoquenohabíadejadoextinguirse,yde laspalabrasquehabíapronunciado.Peronopudodecirmás sindeshacerseenlágrimas,describiéndoleladesdichadasituaciónenquesehabíaencontradocuandosevioenterradovivoenlacuevafatalhastaelmomentoenquesaliódeellay,porasídecir,volvióalmundo,tocandoelanillocuyaspropiedadesdesconocía.Terminadoelrelato,dijoasumadre:«Noesnecesarioañadirmás;elrestoloconoces.Yasabes,pues,cuálhasidomiaventuraycuálelpeligroquehecorridodesdequesalídecasa.»LamadredeAladinotuvolapacienciadeoíresterelatomaravillosoysorprendente,yalmismotiempotanmortificanteparaunamadrequeamabaasuhijotantiernamenteapesardesusdefectos,sininterrumpirlo.Sinembargo,enlospasajesmásconmovedores,yquedabanaconocerconmásevidencia la perfidia delmago africano, no pudomenos demanifestar cuánto lo detestaba, dandoseñalesdesuindignación;pero,unavezqueAladinohuboterminado,fuemásalláysedesatóenmilinjuriascontraaquelimpostor:lollamótraidor,pérfido,bárbaro,asesino,bribón,mago,enemigoydestructor del género humano. «Sí, hijo mío», añadió, «es un mago, y los magos son una pestepública; tienencomercioconlosdemoniosmediantesusencantamientosysushechicerías.BenditoseaDios,quenohaqueridoquesuenormemaldadtuvieseplenoefectocontrati.Debesagradecerleelfavorquetehaconcedido.Tumuerteerayainevitable,sinotehubiesesacordadodeÉlyhubierasimploradosusocorro.»Muchasmáscosasdijo,deplorandosiempre la traiciónqueelmagohabíahechoasuhijo;pero,mientrashablaba,sediocuentadequeAladino,quenohabíadormidohacíatresdías,teníanecesidaddereposo.Lohizoacostary,pocodespués,seacostóellatambién. Aladino, que no había descansado nada en el subterráneo donde había sido sepultado con elpropósitodequeperdieseallílavida,durmiótodalanocheconunprofundosueñoynosedespertóhastamuyentradoeldíasiguiente.Selevantó;y laprimeracosaquedijoasumadrefuequeteníaganasdecomeryquenopodíadarlemayorplacerqueprepararleeldesayuno.«¡Ay,hijomío!»,lerespondiósumadre,«notengomásqueuntrozodepanparadarte;ayerporlanochetecomistelaspocas provisiones quehabía en la casa; pero tenunpocodepaciencia, no tardaré en traerte algo.Tengounpocodehilodealgodóndemi trabajo;voyavenderlopara comprartepanyalgoparanuestroalmuerzo.»«Madremía», replicóAladino,«guarda tuhilodealgodónparaotraocasiónydamelalámparaquetrajeayer;iréavenderla,yeldineroqueobtendréconsuventaserviráparaquedesayunemosycomamos,ytalvezparaquecenemos.»LamadredeAladinotomólalámparaydijoasuhijo:«Aquílatienes;peroestámuysucia;porpocoquelalimpie,creoquevaldráalgomás.»Tomóaguayunpocodearenafinaparalimpiarla;pero apenashubocomenzadoa frotar la lámpara cuando, súbitamente, enpresenciade suhijo, ungeniohorrendoydegigantescotamañoseelevóyapareciódelantedeella,yledijoconvoztonante:¿Qué quieres? Heme aquí listo a obedecerte como esclavo tuyo y de todos aquellos que tienen lalámparaenlamano,yoylosotrosesclavosdelalámpara.LamadredeAladinonoestabaencondicionesderesponder:susojosnohabíanpodidosostenerla

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visiónhorrendayespantosadelgenio;ysuterrorhabíasidotangrandedesdelasprimeraspalabrasquehabíapronunciadoaquél,quesehabíadesmayado.Aladino,quehabíayatenidounaapariciónmásomenossemejanteenlacueva,sinperdertiemponieljuicio,agarróenseguidalalámparay,supliendoasumadre,respondióporellacontonofirme:«Tengohambre,tráemealgodecomer.»Elgeniodesaparecióy,uninstantedespués,volviócargadoconunagranfuentedeplatasobrelacabeza,condoceplatosdelmismometalllenosdeexcelentesmanjares,conseisgrandespanesblancoscomolanieve,dosbotellasdevinoexquisitoydostazasdeplataenlamano.Colocótodosobreelsofáy,alpunto,desapareció. Todo sucedió tan rápidamente que la madre de Aladino no había vuelto todavía en sí de sudesvanecimiento cuando el geniodesapareciópor segundavez.Aladino, quehabíaya empezado aarrojarleaguasobreelrostrosinresultado,sedisponíaaproseguirsuintentodereanimarla;pero,sea que los espíritus que se habían disipado se hubiesen por fin reunido, sea que el aroma de losmanjaresqueelgenioacababadetraercontribuyesedealgúnmodoaello,lociertoesquevolvióensíenaquelmomento.«Madremía»,ledijoAladino,«esonoesnada;levántateyvenacomer:heaquíconquétranquilizartualmay,almismotiempo,satisfacerlagrannecesidadquetengodecomer.Nodejemosqueseenfríentanbuenosmanjares,ycomamos.»LamadredeAladinosequedóatónitaalverlagranfuente,losdoceplatos,losseispanes,lasdosbotellasylasdostazas,ycuandopercibióeldeliciosoaromaqueexhalabantodoslosplatos.«Hijomío», preguntó a Aladino, «¿de dónde nos llega esta abundancia y a quién debemos semejantelargueza? ¿Acaso el sultán ha tenido conocimiento de nuestra pobreza y se ha compadecido denosotros?». «Madremía», respondió Aladino, «sentémonos a lamesa y comamos, que tú tendrástantanecesidaddeellocomoyo.Telodirécuandohayamosdesayunado.»Sesentarona lamesaycomieron con apetito, tantomás cuanto quemadre e hijo no se habían encontrado jamás ante unamesatanbienprovista. Durantelacomida,lamadredeAladinonosecansabademiraryadmirarlafuenteylosplatos,aunquenosupieseconexactitudsierandeplataodeotrometal:tanpocoacostumbradaestabaavercosasparecidas;yadecirverdad,sinrepararensuvalor,queleeradesconocido,eralanovedaddeloqueveíaloquesuscitabasuadmiración;ysuhijoAladinodesconocíatambiénelgranvalordelavajilla.Aladinoysumadre,quenocreíanhacermásqueunsimpledesayuno,seencontrabantodavíaenlamesa a la hora de comer:manjares tan excelentes les habían estimulado el apetito; y,mientras lasviandas se conservaban calientes, creyeron que no obraríanmal juntando las dos comidas en una.Terminadoeldoblealmuerzo,lesquedónosóloconquécenar,sinotambiénlosuficienteparahacerotrasdoscomidasigualmenteabundantesaldíasiguiente. Cuando lamadre deAladino hubo quitado lamesa y puesto aparte losmanjares que no habíantocado, fue a sentarse en el sofá junto a su hijo. «Aladino», le dijo, «espero que satisfagas micuriosidaddeoír laexplicaciónquemehasprometido.»Aladino lecontóexactamente todo loquehabíasucedidoentreélyelgeniodurantesudesvanecimiento,hastaelmomentoenqueellavolvióensí.LamadredeAladinosequedóestupefactaanteeldiscursodesuhijoylaaparicióndelgenio.«Perohijomío»,replicó,«¿quéquieresdecircontusgenios?Nunca,desdequeestoyenelmundo,heoídodecirquenadiedemiconocimientohayavistounodeellos.¿Porquéazarsehapresentadoantemíesehorriblegenio?¿Porquésehadirigidoamíynoati,aquienyasehabíaaparecidoenlacuevadeltesoro?».«Madremía»,respondióAladino,«elgenioqueacabadeaparecérsetenoeselmismoque se me apareció a mí: se parecen de alguna manera en su estatura gigantesca; pero soncompletamente diferentes en cuanto al semblante y al vestido: tienen también diferentes amos.Recuerdaqueelqueyovisedijoesclavodelanilloquellevabaeneldedo,yelquetúacabasdever

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sehadichoesclavodelalámparaqueteníasenlamano.Peronocreoquelohayasoído:meparece,enefecto,quetedesmayasteencuantoempezóahablar.»«¿Cómo?»,exclamólamadredeAladino,«¿hasido,pues,tulámparalacausadequeesemalditogeniosehayadirigidoamíenvezdeati?¡Ah,hijomío!Quítalademivistayponladondeteplazca,que no quiero volver a tocarla. Prefiero que la tires o la vendas a correr el riesgo de morir deespantoaltocarla.Simehacescaso,tedesharástambiéndelanillo.Nosedebetenertratocongenios:sondemonios,lohadichonuestroprofeta.»«Madremía,contupermiso»,respondióAladino,«meguardarémuchodevender,comoestabaapunto de hacer, una lámpara que va a sernos tan útil, a ti y a mí. ¿No ves lo que acaba deproporcionarnos?Debecontinuarproveyéndonosdecuantonecesitemosparavivir.Hasdeconvenirconmigoenqueteníasusrazonesmifalsoymalvadotíoparaimponersetantasfatigasyemprenderunviaje tan largoypenosoconelúnicoobjetodeapoderarsedeesta lámparamaravillosa,queélpreferíaa todoeloroy laplatade lassalasquehevistoconmispropiosojos,comoélmehabíaanticipado. Conocía demasiado bien el mérito y el valor de esta lámpara para no interesarse enabsolutoporuntesorotanrico.Yaqueelazarnoshahechodescubrirsuspropiedades,hagamosdeellaunusoquenosseaventajoso,perodemaneradiscretayquenonosatraigalaenvidiayloscelosde nuestros vecinos. Por supuesto que la quitaré de tu vista y la pondré en un lugar en que puedaencontrarlacuandotenganecesidaddeella,yaquelosgeniostedantantomiedo.Enloqueconciernealanillo,nosería tampococapazdetirarlo:sinesteanillo,nomehabríasvueltoavernunca;y,sitodavíaestabavivoalahoraquees,noseríatalvezmásqueporunosinstantes.Mepermitirás,pues,guardarlo y llevarlo siempre en el dedo con elmayor cuidado. ¿Quién sabe sime encontraré enalgún otro peligro que ni tú ni yo podemos prever y servirá para librarme de él?». Como elrazonamientodeAladinoparecíabastante justo,sumadrenotuvonadaqueobjetar.«Hijomío», ledijo,«puedesobrarcomoteparezca;encuantoamí,noquierotenerrelaciónalgunacongenios.Tedeclaroquemelavolasmanosyquenotehablarédeltemamás.»Aldíasiguienteporlanoche,despuésdecenar,noquedabayanadadelaexcelenteprovisiónqueelgeniohabíatraído.Alamañanasiguiente,Aladino,quenoqueríaesperaraqueelhambrelourgiese,tomóunodelosplatosdeplatabajolaropaysaliótempranoavenderlo.Sedirigióaunjudíoqueencontróporelcamino;tomándoloaparte,lemostróelplatoylepreguntósiqueríacomprarlo.Eljudío,hábilyastuto,cogeelplato,loexamina;yapenassehubocercioradodequeeradebuenaplata, preguntó a Aladino en cuánto lo tasaba. Aladino, que no conocía su valor y que no habíacomerciadonuncaconaquellamercancía,secontentócondecirlequesabíamuybien loqueaquelplato podía valer y que se remitía a su buena fe. El judío se sintió apurado ante la ingenuidad deAladino.En la incertidumbre en que se hallaba de saber siAladino conocía o no elmaterial y suvalor, sacó de su bolsa una pieza de oro que equivalía, todo lomás, a la sesentaidosava parte delvalordelplato,yselaentregó.Aladinocogiólamonedacongranprisay,apenaslatuvoenlamano,seretirótanrápidamentequeeljudío,nocontentoconlagananciaexorbitantequelehabíareportadoaquellacompra,seenfadóconsigomismopornohaberadivinadoqueAladinoignorabaelpreciodeloquelehabíavendido,habiéndolepodidodaraúnmuchomenos.Estuvoapuntodecorrertraseljovenpara retirarleunapartede supiezadeoro;peroAladinocorríayestabaya tan lejosque lehubiesecostadomuchotrabajoalcanzarlo.Aladino,devueltaacasadesumadre,sedetuvoenlatiendadeunpanaderodondehizoprovisióndepanparasumadreyparaél,pagandoconsupiezadeoro,queelpanaderolecambió.Alllegarledioelrestoasumadre,quefuealmercadoacomprarlasdemásprovisionesnecesariasparavivirlosdosdurantealgunosdías.Continuaronasíviviendodelasrentas,esdecir,queAladinovendiótodoslosplatosaljudío,unodetrásdeotrohastaelduodécimo,delamismamaneraquehabíahechoconelprimero,amedidaque

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eldinero iba faltandoen la casa.El judío,quehabíadadounapiezadeoropor elprimero,no seatrevió aofrecerlemenospor losotros, pormiedoaperderunaganga tanbuena: lospagó todosigual.Cuandoeldinerodelúltimoplatosegastó,Aladinorecurrióalafuente,quepesabaellasoladiezvecesmásquecadaplato.Quisollevarlaasucompradoracostumbrado,perosugranpesoseloimpidió.Asíquesevioobligadoairabuscaraljudío,aquiencondujoacasadesumadre;yeljudío,despuésdehaberexaminadoelpesodelafuente,ledioenelactodiezmonedasdeoro,conlasqueAladinoseconformó.Mientrasduraronlasdiezmonedasdeoro,fueronempleadasenlosgastosdiariosdelacasa.Sinembargo,Aladino,habituadoaunavidaociosa, sehabíaabstenidode jugar con los jóvenesde suedaddesdesuaventuraconelmagoafricano.Pasabalosdíaspaseandooconversandoconpersonascon las que había trabado conocimiento. Algunas veces paraba en las tiendas de los grandesmercaderes,dondeprestabaoídoalasconversacionesdelasgentesdistinguidasquelasfrecuentabanoquesedabancitaallí;yesasconversacionesledieronpocoapocounbarnizdeconocimientodelmundo.Cuandonoquedónadadelasdiezmonedasdeoro,Aladinorecurrióalalámpara:latomóenlamano,buscóelmismo lugarquesumadrehabía tocado;y, reconociéndolopor la señalquehabíadejado la arena, la frotó como había hecho ella; inmediatamente elmismo genio que ya se habíahechovisiblesepresentóanteél;perocomoAladinohabíafrotadolalámparamássuavementequesumadre,lehablótambiénconuntonomásdulce:¿Quéquieres?,ledijoenlosmismostérminosquela primeravez; heme aquí listo a obedecerte como esclavo tuyo y de todos aquellos que tienen lalámparaenlamano,yoylosotrosesclavosdelalámparacomoyo. Aladinoledijo:«Tengohambre,tráemealgodecomer.»Elgeniodesapareció,ypocosinstantesdespuésreapareciócargadoconunserviciodemesasemejantealquehabíatraídolavezanterior;lodepositósobreelsofáy,alpunto,desapareció. La madre de Aladino, advertida de las intenciones de su hijo, había salido adrede con algúnpretexto,afindenoencontrarseenlacasadurantelaaparicióndelgenio.Volviópocodespués,violamesamagníficamente provista, y quedó tan estupefacta ante los efectos prodigiosos de la lámparacomoenlaprimeraocasión.Aladinoysumadresesentaronalamesa;ydespuésdelacomidalesquedótodavíaconquéalimentarseconholguralosdosdíassiguientes.CuandoAladinovioqueencasanohabíayapanniotrasprovisiones,nidineroparacomprarlas,tomóun plato de plata y fue a buscar al judío que conocía para vendérselo.De camino, pasó pordelantedelatiendadeunorfebrerespetableporsuvejez,unhombrehonradoydegranprobidad.Elorfebre, al verlo, lo llamó y lo hizo entrar. «Hijomío», le dijo, «te he visto pasar varias veces,cargadocomoestásahora,yendoal encuentrodeun judío,yvolverapasarpocodespuéscon lasmanosvacías.Meheimaginadoquelevendesloquellevas.Peroloqueacasonosepasesqueesejudíoesunestafador,másaúnquelosotrosdesuraza,yquenadiedelosqueloconocenquieretenertratosconél.Seacomofuere, tedigoestosóloparahacerteunfavor;siquieresenseñarmeloquellevasahoraysiloquieresvender,yotepagaréporelloexactamentesujustoprecio,siesquemeconviene,y,sino,teenviaréaotrosmercaderesquenoteengañarán.»LaesperanzadeobtenermásdineroacambiodelplatohizoqueAladinolosacaradedebajodelaropay lomostrase al orfebreEl viejo, que supoque el plato era de plata fina nadamás verlo, lepreguntósihabíavendidootrossemejantesaljudíoycuántolehabíapagadoélporellos.Aladinoledijo ingenuamentequehabíavendidodoceyquenohabíarecibidodel judíomásqueunapiezadeoroporcadauno.«¡Ah,elladrón!»,exclamóelorfebre.«Hijomío»,añadió,«loqueestáhechoestáhecho,nohayquedarlemásvueltas;pero,haciéndotever loquevale tuplato,queesde lamejorplatadelaquenosservimosennuestrastiendas,sabráshastaquépuntotehaengañadoeljudío.»Elorfebretomólabalanza;pesóelplato;y,trashaberexplicadoaAladinoloqueeraunmarcode

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plata,cuántovalíaysussubdivisiones,lehizonotarque,segúnelpesodelplato,valíasesentaydosmonedas de oro, que le pagó al instante. «He aquí», dijo, «el justo valor de tu plato. Si lo dudas,puedes dirigirte a aquel de nuestros orfebres que te plazca; y si te dice que valemás, te prometopagarteeldobleporél.Nuestragananciaconsisteenlaelaboracióndelaplataquecompramos;yesoesloquelosjudíos,inclusolosmásjustos,nohacen.» Aladino agradeciómucho al orfebre el buen consejo que acababa de darle y del que había yaobtenidouna tangranventaja.En lo sucesivo,no sedirigiómásqueaélparavenderle losdemásplatos, lomismo que la fuente, cuyo justo valor le fue siempre pagado en proporción a su peso.Aunque Aladino y su madre poseyesen un manantial inagotable de dinero en su lámpara, ya quepodían procurarse tanto como quisieran cuando comenzaba a faltarles, continuaron no obstanteviviendosiemprecon lamisma frugalidadqueantes, a excepciónde loqueAladinoapartabaparavestirsedecentementeyproveersedelascomodidadesnecesariasensuvidacotidiana.Sumadre,porsuparte,nogastabaparasusvestidosmásquelagananciaqueleproporcionabaelhiladodealgodón.Conuntrendevidatansobrioesfácilinferircuantotiempolesduróeldinerodelosdoceplatosydelafuente,alpreciopagadoaAladinoporelorfebre.Asívivierondurantealgunosaños,conlaayudadelbuenusoqueAladinohacíadelalámparadecuandoencuando. En este período, Aladino, que no dejaba de asistir con asiduidad a reuniones de personasdistinguidasenlastiendasdelosmásimportantesmercaderesdepañosdeoroydeplata,desederías,delasmásfinastelasydejoyas,yqueparticipabaalgunasvecesensusconversaciones,completósuformaciónyasumióinsensiblementetodaslasmanerasdelagenteeducada.Fueentrelosjoyeros,enparticular,dondecomprendióqueerafalsalaideadequelosfrutostransparentesquehabíacogidoeneljardínadondehabíaidoenbuscadelalámparanoeranmásquevidriocoloreado,yaprendióque se trataba de piedras de gran precio. A fuerza de ver vender y comprar todo tipo de piedrassimilaresensusestablecimientos,llegóaconocerlasyaestimarsuvalor;ycomonoveíaningunacomparablealassuyasnienbellezanientamaño,comprendióque,enlugardetrozosdevidrioquehabíaconsideradobagatelas,poseíauntesoroinestimable.Tuvolaprudenciadenohablardeelloanadie,nisiquieraasumadre;ynohaydudadequesusilenciolevaliólagranfortunaqueobtuvoluego,comovamosaver. Un día, paseando por un barrio de la ciudad, Aladino oyó pregonar una orden del sultán quemandaba cerrar las tiendas y las puertas de las casas y no salir a la calle hasta que la princesaBadrulbudurhubierapasadoparairalosbañosyhastaquehubiesevuelto. ElbandohizonacerenAladino lacuriosidaddevera laprincesaaldescubierto;peronopodíasatisfacerlamásqueintroduciéndoseenunacasaamigaymirandoatravésdeunacelosía,loquenolebastaba,pues laprincesa,segúnlacostumbre,debía llevarel rostroveladoalencaminarsea losbaños. Para salirse con la suya, ideó una estratagema que tuvo éxito: fue a colocarse detrás de lapuertadelosbaños,queestabadispuestademaneraquenopodíadejardeveralaprincesavenirdecaraaél.Aladinonotuvoqueesperarmuchotiempo:laprincesaaparecióyéllavioveniratravésdeunarendija lo bastante grande como para ver sin ser visto. La acompañaba una granmultitud de susdoncellasydeeunucosquecaminabanasuladoydetrás.Cuandoestuvoatresocuatropasosdelapuerta de los baños, se quitó el velo del rostro, que la estorbaba mucho, dando así lugar a queAladinolapudieseverasusanchas,tantomáscuantoqueveníaderechaaél.HastaentoncesAladinonohabíavistoningunamujerconelrostrodescubiertoaexcepcióndesumadre,queerayaentradaenañosynohabíatenidonuncaunsemblantelosuficientementeagradablecomoparahacerlepensarque lasotrasmujeres fuesenmásbellas.Podíahaberoídodecirque lashabíadeunabellezasorprendente,peroseancualesseanlaspalabrasqueseempleenpararealzarelméritodeunabelleza,nuncaproducenlaimpresiónqueprovocalabellezamisma.

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CuandoAladinohubovistoalaprincesaBadrulbudur,olvidólaideaquesehabíahechosegúnlacual todas lasmujeres debían parecersemás omenos a sumadre; cambiaron completamente sussentimientos y su corazón no pudo evitar inclinarse por entero hacia el objeto que acababa defascinarlo.Enefecto,laprincesaeralamásbellamorenaquesepudieseverenelmundo:teníalosojos grandes, vivos y brillantes, la mirada dulce y modesta, la nariz bien proporcionada y sindefectos, la boca pequeña, los labios bermejos y encantadores por su agradable simetría; en unapalabra,todoslosrasgosdesucaraerandeunaperfectaregularidad.Nodebemos,pues,extrañarnossiAladinoquedódeslumbradoycasi fueradesía lavistadelconjuntode tantasmaravillasque leerandesconocidas.Contodasestasperfeccioneslaprincesatenía,además,unafiguraarmoniosa,unporteyunaspectomajestuosoque,sóloconverla,leatraíanelrespetoqueleeradebido.Cuandolaprincesaentróenlosbaños,Aladinopermaneciódurantealgúntiempomuyconmovidoy como en éxtasis, esforzándose en recrear y en imprimirse profundamente en el pensamiento laimagendeunobjetoquelohabíafascinadoypenetradohastaelfondodelcorazón.Volvióporfinensí;yconsiderandoquelaprincesahabíapasadoyqueerainútilpermanecerallíparavolverlaaverala salida de los baños, pues le daría la espalda y llevaría puesto el velo, decidió abandonar suesconditeyregresaracasa.Alvolver,Aladinonologrómantenerocultassuturbaciónysuinquietudlosuficientecomoparaquesumadrenosediesecuenta. La sorprendió verlo tan triste ymeditabundo, en contra de su costumbre; le preguntó si habíasucedidoalgoo si se encontraba indispuesto.PeroAladinono ledioninguna respuestay se sentóindolentementeenelsofá,dondecontinuóenlamismasituación,preocupadotansóloenrecrearlaencantadoraimagendelaprincesaBadrulbudur.Sumadre,quepreparabalacena,noinsistiómás.Cuandoestuvolista,selasirvióaélenelsofáysesentóalamesa;pero,aldarsecuentadequesuhijonoleprestabalamenoratención,loexhortóacomerysóloacostadegrandes fatigassesaliócon lasuya.Aladinocomiómuchomenosquedecostumbre, con losojos siempreclavadosenel sueloyenun silencio tanprofundoqueno le fueposibleasumadreobtenerdeéllamásmínimapalabraacercadetodaslaspreguntasquelehizoparatratardesaberlarazóndeuncambiotanextraordinario. Después de la cena, quiso volver a preguntarle la razón de tan grande melancolía; pero noconsiguió averiguar nada y Aladino decidió irse a acostar antes de darle a su madre la menorsatisfacciónalrespecto. Sin examinar cómo el muchacho, prendado de la belleza y de los encantos de la princesaBadrulbudur,pasólanoche,recordaremostansóloquealdíasiguiente,sentadoenelsofáfrenteporfrentedesumadre,quehilabaalgodóncomodeordinario,lehablóenestostérminos:«Madremía,rompoelsilencioqueheguardadodesdeayer,amiregresodelaciudad;tehacausadopena,loquenomehapasadodesapercibido.Noestabaenfermo,comomehaparecidoquecreíste,ynoloestoyahora;peronopuedodecirteloquesentía;yloquetodavíasientoesalgopeorqueunaenfermedad.Nosébiendequénaturalezaesestemal;peronodudodequeloquevasaoírtelodaráaconocer.En ese barrio no se ha sabido», continuó Aladino, «y así tú no has podido saberlo, que ayer laprincesa Badrulbudur, hija del sultán, fue a los baños a la hora de la siesta. Conocí la noticiapaseándomeporlaciudad.Sepublicólaordendecerrarlastiendasyderetirarsecadaunoasucasa,pararendiralaprincesaelhonorqueleesdebidoydejarleelcaminolibreenlascallesporlasquedebíapasar.Comoyonoestabalejosdelosbaños,lacuriosidaddeverleelrostrodescubiertohizonacerenmí la ideade irmeacolocardetrásde lapuertade losbaños,pensandoquesequitaríaelvelo a la entrada.Conoces la disposición de la puerta, así que puedes juzgar por timisma que lapodríaveramisanchassisucedíatodoloprevisto.Enefecto,sequitóelveloalentrarytuveladichadeveralagentilprincesaconlamayorsatisfaccióndelmundo.Éstees,madremía,elúnicomotivo

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delestadoenquemevisteayercuandovolvídelacalleylarazóndelsilencioqueheguardadohastaahora.Amoa laprincesaconunamordeunaviolencia talquenosabríaexpresártela;ycomomipasiónvivayardienteaumentaacadainstante,sientoquenopuedesersatisfechasinoporlaposesióndelagentilprincesaBadrulbudur,loquehacequehayatomadoladecisióndepedirlaenmatrimonioalsultán.» Lamadre de Aladino había escuchado el discurso de su hijo con bastante atención hasta estasúltimaspalabras;pero,aloírquesupropósitoerapedirenmatrimonioalaprincesaBadrulbudur,nopudo impedir interrumpirlo con una sonora carcajada. Aladino quiso proseguir, pero ella,interrumpiéndolounavezmás, ledijo:«¡Eh!Hijomío,¿quése teestápasandopor lacabeza?Hasdebidoperdereljuicioparadirigirmepalabrassemejantes.» «Madremía», repusoAladino,«tepuedoasegurarquenoheperdidoel juicio;meencuentroenplenousodemisfacultades.Yaheprevistolosreprochesdelocurayextravaganciaquemehacesylosqueaúnpodráshacerme;pero todoesonome impedirádecirteunavezmásquehe tomado ladecisióndepediralsultánenmatrimonioalaprincesaBadrulbudur.» «Enverdad,hijomío»,contestólamadremuyseriamente,«nopuedoimpedirrepetirtequeestáscompletamente fuera de ti; y aunque quisieras poner en práctica tu decisión, no veo de quién teserviríasparapresentaresademandaanteelsultán.»«Deti»,replicóalpuntoelhijosindudar.«¡Demí!»,exclamólamadrecontonodesorpresaydeextrañeza;«¡yalsultán!¡Ah!¡Muchomeguardarédeacometersemejanteempresa!¿Yquiénerestú,hijomío,paratenerlaosadíadepensarenlahijadetusultán?¿Acasohasolvidadoqueereshijodeunodelossastresmáshumildesdesucapitalydeunamadrecuyosascendientesnoerandemejorcuna?¿Sabesquelossultanesnosedignanconcederasushijasenmatrimonionisiquieraahijosdesultanesquenotenganlaesperanzadereinaralgúndíacomosuspadres?».«Madremía»,respondióAladino,«tehedichoyaqueheprevistotodoloqueacabasdedecirme,einclusotodoloquepodríasañadir:tusdiscursosyreconvencionesnomeharáncambiardeidea.TehedichoquevoyapediralaprincesaBadrulbudurenmatrimoniopormediacióntuya:esunfavorquetepidocontodoelrespetoquetedebo,ytesuplicomeloconcedas,amenosqueprefierasvermemoriradarmelavidaporsegundavez.»LamadredeAladinosesintiómuyapuradaalverlaobstinaciónconqueAladinopersistíaenunpropósito tanalejadodelsentidocomún.«Hijomío», ledijo,«soy tumadre;ycomobuenamadreque te ha traído al mundo, nada hay razonable y conveniente a mi estado y al tuyo que no estédispuestaahacerportuamor.Sisetrataradehablardematrimonioparaticonlahijadealgunodenuestrosvecinos,decondiciónigualoparecidaalatuya,nodesatenderíatusúplicayharíatodoloqueestuvieseenmimanoparaquemigestióntuvieraéxito;einclusoenestecasoseríanecesarioquetuvieses bienes o rentas, o que supieras desempeñar un oficio. Cuando los pobres como nosotrosquierencasarse,loprimeroenquedebenpensaresentenerconquévivir.Pero,sinpararteapensarenlabajezadetunacimiento,enelpocoméritoyescasosbienesqueposees,quieresemprenderelvuelohastaelgradomásaltodelafortuna,ytuspretensionesnosonnimásnimenosquepedirenmatrimonioydesposaralahijadetusoberano,quiennotienemásquepronunciarunapalabraparahacerte caery aplastarte.Dejo aparte aquelloque sólo a ti concierney sobre loque sólo túdebesreflexionar,porpocosentidocomúnquetengas.Voyaloquemetoca.¿Cómohapodidopasárseteporlacabezaunaideatanextraordinariacomoladequererquevayayoaproponeralsultánquetedé por esposa a la princesa? Suponiendo que tuviese, no digo la audacia, sino el descaro depresentarmedelantedeSuMajestadparahacerleunapeticióntanextravagante,¿aquiénmedirigiríaparaintroducirmeenpalacio?¿Creesqueelprimeroconquienhablasenomeconsideraríaunalocay nome expulsaría indignamente, comome habríamerecido?Vamos a suponer que no encuentredificultadesparapresentarmealaaudienciadelsultán;séquenolashaycuandoalguiensepresenta

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parapedirlejusticia,yqueéllaconcededebuengradoasussúbditoscuandoselapiden.Sétambiénque, cuando alguien se presenta ante él a pedirle una gracia, él la otorga gustoso si ve que esmerecidayelsolicitanteesdignodeella.¿Estástúenesecaso?¿Creeshabermerecidolagraciaquequieresquepidaporti?¿Eresdignodeella?¿Quéhashechoportupríncipeoportupatria,yenquétehasdistinguido?Sinohashechonadaparamerecergraciatangrande,delaqueademásnoeresdigno, ¿cómo voy a tener el descaro de pedirla? ¿Cómo podría yo tan sólo abrir la boca paraproponérselaalsultán?Sumajestuosapresenciayelesplendordesucorteahogaríanlaspalabrasenmiboca,yo,que temblabadelantedemidifuntomarido, tupadre,cuando teníaquepedirle lamásmínimacosa.Hayotrarazón,hijomío,enlaquenohaspensado,yesquenadiesepresentadelantedenuestrossultanessinunregaloenlamano,cuandosetienealgunagraciaquepedir.Losregalostienen al menos la ventaja de que, si rehúsan la gracia, por las razones que sean, escuchan sinembargolapeticiónyaquienlahacesinrepugnanciaalguna.¿Quéregalopodríasllevartú?Yauncuando tuvieras algo que fuese digno de la atención de unmonarca tan grande, ¿qué proporciónhabríaentreturegaloylapeticiónquequiereshacerle?Vuelveentiypiensaqueaspirasaunacosaqueteesimposibleobtener.»Aladinoescuchómuytranquilamentetodoloquesumadrepudodecirleparatratardedisuadirlodesupropósito;ydespuésdehaberreflexionadosobretodoslospuntosdesureconvención,tomóalfinlapalabrayledijo:«Confieso,madremía,queesunagrantemeridadpormiparteatrevermeallevarmis pretensiones tan lejos como hago, y una gran desconsideración haber exigido de ti con tantocaloryprontitud ir a formular laproposicióndemimatrimonioal sultán, sinpensar antes en losmediosaptosparaprocurarteunaaudienciayunaacogidafavorables.Tepidoperdónporello;pero,enlaviolenciadelapasiónquemeposee,nodebeextrañartequehayapensadoentodoloquepuedeservir para proporcionarme la paz que busco.Amo a la princesaBadrulbudurmás allá de cuantopuedas imaginar, omás bien la adoro, y persevero en el propósito de desposarla: es algo fijo ydecididoenmiespíritu.Teestoyagradecidoporlosconsejosqueacabasdedarme;losconsiderolosprimerospasosquedebenconducirmealametafelizquemehefijado.Medicesquenoescostumbrepresentarsedelantedel sultán sinun regaloen lamanoyqueno tengonadadignodeél.Estoydeacuerdoenloreferentealregaloyteconfiesoquenohabíapensadoenello.Pero,encuantoaloquemedicesdequenotengonadaquelepuedaserregalado,¿creestú,madremía,queloquetrajeeldíaquemelibrédeunamuerteinevitabledelmodoqueyasabesnoesundignoregaloparaunsultán?Hablode loque traje en las dosbolsasy en el cinto, que tanto tú comoyohabíamos tomadoporcristales de colores; ahora sé que estábamos equivocados, madre mía, pues son joyas de valorincalculablequenoconvienenmásqueagrandesmonarcas.Hedescubiertosuméritofrecuentandolastiendasdelosjoyerosytedoymipalabradequepuedescreerme.Laspiedrasquehevistoencasadenuestrosmercaderesdejoyasnosonparangonablesalasqueposeemosentamañonienbelleza,ysin embargo las venden a precios exorbitantes.A decir verdad, tú y yo ignoramos el valor de lasnuestras;pero,cualquieraquepuedaser, a loque infieropor lapocaexperienciaque tengo,estoyconvencidodequeelregaloagradarámuchoalsultán.Tienesunaporcelanabastantegrandeydeunaforma idónea para darles cabida en ella; tráela y veamos el efecto que hacen cuando las hayamosdispuestosegúnsusdiferentescolores.»LamadredeAladinotrajolaporcelanayAladinosacólaspiedrasdelasdosbolsasylascolocódentrode laporcelana.Elefectoquehacíana la luzdeldíapor lavariedaddesuscolores,porsuresplandor y por su brillo, era tal que madre e hijo quedaron casi deslumbrados: permanecíanestupefactos,puesantesnolashabíanvistomásquealaluzdeunalámpara.CiertoesqueAladinolashabíavistocadaunaensuárbol,comofrutosquedebíanofrecerunespectáculomaravilloso;pero,comoeratodavíaunniño,nohabíamiradoaquellaspiedrassinocomochucheríaspropiasparajugaryconeseúnicopropósitolashabíacogido,sinintuirnadadesuvalor.

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Despuésdehaberadmiradoalgúntiempolabellezadelregalo,Aladinotomódenuevolapalabra.«Madremía»,dijo,«yanotienesexcusaparanopresentarteanteelsultánconelpretextodenotenerun regalo que hacerle; ahí tienes uno, me parece, que hará que seas recibida de la manera másfavorable.»AunquelamadredeAladino,pesealabellezayresplandordelregalo,nolocreyesedeunpreciotanelevadocomosuhijoestimaba,sílojuzgabadignodelsultánynadapudoreplicaralrespecto;perovolvía siemprea lapeticiónqueAladinoqueríaqueellahiciesealmonarcaaprovechandoelregalo;esolainquietabasobremanera.«Hijomío»,ledecía,«nomecabedudadequeelregaloharásu efecto y el sultánmemirará con buenos ojos; pero, cuando llegue elmomento de exponer lapeticiónquequieresquelehaga,séquenotendréfuerzasparahacerloyquepermanecerémuda.Deesemodo,nosólohabréperdidomitiempo,sinotambiénelregaloque,segúntú,esdeunvalortanextraordinario, y volveré confusa a anunciarte la frustración de tus esperanzas. Debes creer queocurrirá talycomo te loestoydiciendo.Pero», añadió,«supónquemeviolentoamímismaparasometermeatuvoluntadyreúnolasfuerzassuficientesparaatrevermeaexponerle lapeticiónquequieresquelehaga;entonces,obienelsultánseburlarádemíymedespedirácomoaunaloca,obienmontaráenjustacólera,delaquetúyyo,indefectiblemente,seremosvíctimas.» La madre de Aladino expuso, además, a su hijo muchas otras razones para tratar de hacerlocambiar de parecer; pero los encantos de la princesa Badrulbudur habían causado una impresióndemasiadofuerteensucorazón,ynologróapartarlodesudesignio.Aladinopersistióenexigirquesumadrellevaseacaboloquehabíaresuelto;y,seaporelafectoqueletenía,seaporeltemordequeélseabandonaseaalgúnextremoodioso,venciósurepugnanciaycondescendióalavoluntaddesuhijo. Como era ya demasiado tarde y el tiempode ir al palacio para presentarse ante el sultán habíaconcluido, lo dejaron para el día siguiente.Madre e hijo no hablaron de otra cosa el resto de lajornada,yAladinotuvograncuidadodesugerirasumadrecuantoleveníaalacabezaenordenaconfirmarlaenladecisiónqueporfinhabíaadoptadodeirapresentarseanteelsultán.Peseatodaslasrazonesdelhijo,lamadrenopodíapersuadirsedequeconseguiríasalirairosadeaqueltrance,y,alaverdad,nolefaltabanmotivosparadudardeléxitodesuempresa.«Hijomío»,dijoaAladino,«si el sultán me recibe tan favorablemente como deseo por el amor que te tengo, si escuchatranquilamentelaproposiciónquequieresquelehaga,perosi trasestabuenaacogidaseleocurrepreguntarme dónde están tus bienes, tus riquezas y tus Estados, pues de esto es de lo que querráinformarse antes que nada, incluso antes que de tu persona; si, digo,me hace esa pregunta, ¿quéquieresqueleresponda?».«Madremía»,respondióAladino,«notepreocupesdeantemanoporalgoquetalveznosucederá.Veamosprimerolaacogidaquetedispensaelsultánylarespuestaqueteda.Siocurrequetepideinformaciónacercadetodoloqueacabasdedecirme,pensaréentoncesenlarespuestaqueconvienedarle.Confío enque la lámparapormediode la cual subsistimosdesdehacealgunosañosnomefalleenlanecesidad.» Lamadre deAladino nada tuvo que replicar a lo que su hijo acababa de decirle. Pensó que lalámpara a la que se refería podía servir paramaravillasmayores que procurarles simplemente elsustento.Esto la satisfizoy,almismo tiempo,disipó todas lasdificultadesquehabríanpodidoaúndisuadirladelservicioquehabíaprometidoprestarasuhijoanteelsultán.Aladino,penetrandoenelpensamientodesumadre, ledijo:«Madremía,acuérdate sobre tododeguardarel secreto;deesodependetodoeléxitoquedebemosesperar,túyyo,deesteasunto.»Aladinoysumadresesepararonparadescansarunpoco;peroelamorviolentoylosgrandesproyectosdeunafortunainmensaquecolmabanelespíritudelhijoleimpidieronpasarlanochetantranquilamentecomohubieradeseado.Selevantóconlasprimeraslucesdelalbayfueenseguidaadespertarasumadre.Laurgióavestirse

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lomásrápidamenteposible,afindequesehallaraantelapuertadelpalaciodelsultánenelmomentodesuaperturayentrasealmismotiempoqueelgranvisir,losvisiressubalternosylosdemásaltosdignatariosdelEstado,queacudíanalasesióndeldiván,alqueelsultánasistíasiempreenpersona.LamadredeAladinohizotodoloquesuhijoquiso.Tomólaporcelanaconlaspiedraspreciosas,laenvolvióendospaños,unofinísimoymuydelicado,elotromenosfino,cuyascuatropuntasatópara llevar el regalo más cómodamente. Finalmente salió con gran satisfacción de Aladino y seencaminóhaciaelpalaciodel sultán.Elgranvisir,acompañadode losotrosvisires,y losseñoresmásdistinguidosdelacortehabíanentradoyacuandollegóalapuerta.Lamultituddecuantosteníanasuntosquetratareneldiváneramuygrande.Lapuertaseabrióysedirigióconellosaldiván.Eraéste un hermosísimo salón, profundo y espacioso, cuyos accesos eran amplios y magníficos. Sedetuvoysesituóenfrentedelsultán,delgranvisirydelosseñoresqueparticipabanenlasesióndelconsejoaderechaeizquierda.Fueronllamadosunotrasotro,segúnelordendelassolicitudesquehabíansidopresentadas,ycadaasuntofueexpuesto,discutidoyjuzgadohastalahoraordinariadelasesión del diván. Entonces el sultán se levantó, despidió el consejo y volvió a sus habitaciones,adondefueseguidoporelgranvisir.Losdemásvisiresylosministrosdelconsejoseretiraron.Losqueseencontrabanallíporasuntosparticulareshicieronlomismo,contentosunosporhaberganadosuspleitos,tristesotrosporlasentenciaemitidaensucontra,yotros,enfin,conlaesperanzadeserjuzgadosenotrasesión. Lamadre deAladino, quehabía visto al sultán levantarse y retirarse, pensóqueya novolveríaaqueldíaaldiván,alversalira todoelmundo;demodoque tomóladecisiónderegresaracasa.Aladino, al verla volver con el regalo destinado al sultán, no supo en principio qué pensar delresultadode lavisita.Temiendoque tuviese algomaloqueanunciarle, noencontraba fuerzasparaabrirlabocaypreguntarlequénoticiastraía.Labuenamadre,quenohabíanuncapuestoelpieenelpalaciodelsultánynotenía,portanto,lamenorideaacercadelceremonialacostumbrado,sacóasuhijodelapuroenquesehallabadiciéndolecongraningenuidad:«Hijomío,hevistoalsultányestoyconvencidadequeélmehavistoamítambién.Mecoloquéenfrentedeélynadieleimpedíaverme;peroestaba tanocupadocon todos losquehablabanaderechae izquierdaquemedabacompasiónverlafatigaylapacienciaquesetomabaenescucharlos.Lacosadurótantoquealfinalcreoquesehaaburrido,puessehalevantadodeimprovisoyseharetiradobruscamente,sinquereroíramuchasotraspersonasqueestabanenfilaparahablarleasuvez.Estehecho,sinembargo,mehacomplacidomucho.Enefecto,comenzabaaperderlapacienciayestabaenormementefatigadadepermanecerdepie tanto tiempo;peronada sehaperdido:nodejarédevolvermañana;quizáel sultánnoesté tanocupado.» Porenamoradoqueestuviese,Aladinodebiócontentarseconestaexcusayarmarsedepaciencia.Tuvo almenos la satisfacción de ver que sumadre había dado el pasomás difícil, el de acudir apresenciadelsultán,yesperabaque,siguiendoelejemplodelosquehabíanhabladoenlaaudienciaanterior, no dudaría en cumplir el encargo que se le había encomendado cuando se presentara elmomentofavorable.Aldíasiguiente,tantempranocomoeldíaanterior,lamadredeAladinofueunavezmásalpalaciodel sultánconel regalodepiedraspreciosas;perosuviaje fue inútil: encontró lapuertadeldiváncerradayseenteródequenohabíaconsejomásquecadadosdías,porloquedeberíaregresaraldíasiguiente.Trasladóestanuevaasuhijo,quesevioobligadoarenovarsupaciencia.Volvióotrasseisveces en los días establecidos, colocándose siempre enfrente del sultán, pero con tan escasosresultadoscomoenlaprimeraocasión;yacasohubiesevueltocienvecesmásconéxitosimilarsielsultán,quelaveíasiemprefrenteaélencadasesión,nohubiesereparadoenella. La cosa es tanto más probable cuanto que sólo quienes tenían demandas que presentar seaproximabanalsultán,porrigurosoturno,paradefendersupropiacausa;ynoeraésteelcasodela

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madredeAladino.Aqueldía,enfin,unavezconcluidoelconsejo,cuandoelsultánvolvióasushabitaciones,dijoasugranvisir:«Haceyaalgúntiempoquehereparadoenciertamujerquevieneregularmenteapalaciocada vez que tengo consejo y que lleva algo envuelto en un paño; se mantiene de pie desde elcomienzohastaelfinaldelaaudienciaysecolocasiempreantemídemaneraostensible.¿Sabesquéesloquequiere?».Elgranvisir,quenosabíamásqueelsultándelasunto,noquisoconfesarlo.«Señor»,respondió,«Vuestra Majestad no ignora que las mujeres a menudo se quejan por nada: acaso ésta venga aquejarseanteVuestraMajestaddequelehanvendidoharinaenmalascondicionesodecualquierotroperjuicio sin importancia.» Al sultán no le satisfizo esta respuesta. «El próximo día de consejo»,replicó,«sivuelveesamujer,nodejesdehacerlallamar,afindequelaescuche».Elgranvisirnolerespondiómásquebesándole lamanoy llevándoselaencimadesucabeza,para indicarqueestabadispuestoaperderlasinocumplíaloordenado.LamadredeAladinosehabíaacostumbradodetalmaneraapresentarseenelconsejodelantedelsultánqueno reparaba en fatigas con tal dedemostrar a suhijoquehacía todo cuantopodíaparacomplacerlo.Volvió,pues,apalacioeldíadelconsejoysesituóalaentradadeldiván,enfrentedelsultán,comodecostumbre.NohabíacomenzadotodavíaelgranvisiradarcuentadelprimerasuntodelajornadacuandoelsultánadvirtiólapresenciadelamadredeAladino.Movidoacompasiónporlaprolongadapacienciadequehabíasidotestigo,dijoalgranvisir:«Antetodo,noseaqueteolvides,ahíestálamujerdelaquetehehabladoúltimamente;hazlavenirycomencemosporoírlaypordespacharelasuntoquelaha traídoaquí.»Alpunto,elgranvisirhizounaseñalal jefede losujieres,queestabaenpieasulado,dispuestoarecibirsusórdenes,yleordenóquecondujesealamujerapresenciadelsultán.Eljefede losujieres se llegóa lamadredeAladinoy lacondujohasta lospiesdel tronodel sultán,dondeladejóparareintegrarseasupuestojuntoalgranvisir. LamadredeAladino, instruidaporelejemplode tantosotrosa losquehabíavistoacercarsealsultán,seprosternóconlafrentesobrelaalfombraquecubríalasgradasdeltronoypermanecióenesaposiciónhastaqueelsultánleordenólevantarse.Selevantó,yentoncesledijoelsultán:«Buenamujer,hacehartotiempoqueteveoveniramidiványpermanecerenlaentradadeprincipioafindelasesión.¿Quéasuntotetraeporaquí?».LamadredeAladinoseprosternóporsegundavezdespuésdehaberoídoestaspalabras;luego,sealzó de nuevo y dijo: «Monarca superior a todos losmonarcas delmundo, antes de exponer anteVuestraMajestadeltemaextraordinarioycasiincreíblequemehacecomparecerantevuestrotronosublime,ossuplicomeperdonéiselatrevimiento,pornodecirlaimpudicia,delademandaquevoyahaceros: es tan poco común que tiemblo yme avergüenzo de exponerla a mi sultán.» Para darleenteralibertaddeexplicarse,elsultánordenóquetodoelmundosaliesedeldiványlodejaransoloconsugranvisir;yentoncesledijoquepodíahablaryexplicarsesintemor. LamadredeAladinonosecontentócon labondaddel sultán,que lehabíaahorrado lapenadehablardelantedetantagente;quiso,además,ponerseacubiertodelaindignaciónquetemíasuscitaselainesperadaproposiciónquedebíahacerle.«Señor»,dijo,volviendoatomarlapalabra,«meatrevoa suplicar a Vuestra Majestad que, en caso de que encuentre la demanda que voy a formularleofensivao injuriosaen lomásmínimo,measeguréisdeantemanovuestroperdónymeconcedáisvuestragracia.»«Sealoquesea»,respondióelsultán,«teperdonodesdeahoraloquemepidas,ynosederivaráparatielmenormalporello;hablaconfranqueza.»CuandolamadredeAladinohubotomadotodassusprecauciones,comomujerquetemíalacóleradel sultánporunapropuesta tandelicadacomo laque ibaahacerle, le contóconexactitudenquéocasiónhabíavistoAladinoa laprincesaBadrulbudur,elamorviolentoqueaquellavisiónfatal le

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había inspirado, loque lehabíadichoy todo loquehabíaargumentadoellaparaapartarlodeunapasión«nomenosinjuriosaparaVuestraMajestad»,dijoalsultán,«queparalaprincesavuestrahija.Pero», continuó, «mi hijo, lejos de hacerme caso y reconocer su osadía, se ha obstinado enperseverarenellahastaelpuntodeamenazarmeconalgúnactodesesperadosirehusabavenirapedira laprincesaenmatrimonioaVuestraMajestad;y sólodespuésdeejercer sobremíunaviolenciaextremamehevistoobligadaacomplacerlo,porloquesuplicounavezmásaVuestraMajestadmeconcedáis el perdón no solamente a mí, sino también a Aladino, mi hijo, por haber tenido elpensamientotemerariodeaspiraraunenlacetanalto.» El sultán escuchó todo este discurso conmucha dulzura y bondad, sin dar ningunamuestra decóleraodeindignación,einclusosintomarseabromalademanda. Pero,antesdedarle su respuestaaaquellabuenamujer, lepreguntóquéera loquehabía traídoenvueltoenunpaño.Alpunto,ellatomóeljarróndeporcelanaquehabíadepositadoalospiesdeltronoantesdeprosternarse,lodesenvolvióyselopresentóalsultán. No sabría describir la sorpresa y la extrañeza del sultán al ver reunidas en aquel jarrón tantaspiedrastanconsiderables,tanpreciosasyperfectas,tandeslumbrantesydeuntamañotalquenuncalashabíavistoiguales.Permanecióalgúntiempotanadmiradoquenoeracapazdemoverse.Vueltoasu ser por fin, recibió el presente demanos de lamadre deAladino, exclamando en un rapto dealegría:«¡Ah!¡Quéhermosasson!¡Quéespléndidas!».Trashaberadmiradoytocadocasitodaslaspiedrasuna trasotra, apreciandocadaunapor lascaracterísticasque ladistinguían, sevolvióa sugranvisiry,mostrándoleel jarrón, ledijo:«Mirayconvénconmigoenquenopuedeverseenelmundonadamásricoymásperfecto.»Elvisirquedófascinado.«Ybien»,continuóelsultán,«¿quépiensasdeunregaloasí?¿Noesdignodelaprincesamihija,ynopuedoconcederlaaesteprecioaquienmelavieneapedir?».Estaspalabrassumieronalgranvisirenunaextrañaagitación.Hacíaalgúntiempoqueelsultánlehabíahechosaberquesuintencióneradaralaprincesasuhijaenmatrimonioaunhijoqueéltenía.Lesobrevino,pues,eltemor,ynosinfundamento,dequeelsultán,deslumbradoporunpresentetanrico y tan extraordinario, cambiase de parecer. Se acercó al sultán y, hablándole al oído, le dijo:«Señor, no puedo pormenos de convenir con vos en que el regalo es digno de la princesa; perosuplicoaVuestraMajestadmeconcedáistresmesesantesdetomarunadecisiónalrespecto:esperoque antes de que se cumpla ese plazomi hijo, en el que tuvisteis la bondad de declararme haberpuesto los ojos, se las ingeniará para haceros un regalo de mayor valor que el de Aladino, queVuestraMajestadnoconoce.»Elsultán,aunquepersuadidodequenoeraposiblequesugranvisirpudieseprocurarasuhijoelmediodehacerleunregalodetantaimportanciaalaprincesasuhija,nodejódeescucharlasugerenciaydeconcederlelagraciasolicitada.Así,volviéndosehacialamadredeAladino,ledijo:«Vete,buenamujer,vuelveatucasaydileatuhijoqueaceptolaproposiciónqueme has hecho de su parte, pero que no puedo casar ami hija antes de haberle hecho preparar unequipoquenoestarádispuestohastadentrodetresmeses.Regresaaquí,cumplidoelplazo.»LamadredeAladinovolvióasucasaconunaalegríatantomásgrandecuantoque,considerandosu propia condición, había en principio tenido por imposible el acceso al sultán, pero no sólo lohabíaconseguido,sinoque,además,habíaobtenidodeélunarespuestamuyfavorable,cuandoloqueesperabaeraunrechazoquelahubiesecubiertodeconfusión.DoscosasdieronaentenderaAladino,cuandovioentrarasumadre,queéstaletraíabuenasnoticias:una,queregresabamástempranoquedecostumbre;otra,quelaalegríaseleíaensurostro.«Ybien,madremía»,ledijo,«¿deboesperar?,¿debomorirdedesesperación?».Trasquitarseelveloysentarseenelsofá,ella,asuvez,ledijo:«Hijomío,paranomantenertepormástiempoenlaincertidumbre,comenzarépordecirteque,lejosdepensarenmorir,tienesmotivoparaestarcontento.»Prosiguiendosudiscurso, lecontódequémaneraobtuvoaudienciaantesque

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losdemás, loque lehabíapermitidovolver tan temprano; lasprecaucionesquehabía tomadoparahacerlealsultán,sinqueseofendiera,laproposicióndematrimoniodelaprincesaBadrulbudurconsuhijo,ylarespuestaenteramentefavorablequeelsultánenpersonalehabíadado.Añadióque,porlo que podía colegirse del comportamiento del sultán, había sido el regalo lo que había influidodecisivamente en su ánimo a la hora de emitir una respuesta favorable. «Tanto menos me laesperaba»,dijo,«cuantoqueelgranvisir lehabíahabladoaloídoantesdequeme respondiese,ytemíaquelodisuadieradelasbuenasintencionesquepodíaabrigarrespectoati.»Aladinoseconsideróelmásfelizdelosmortalesaloírestanoticia.Diolasgraciasasumadreportodas las fatigas que había padecido en la tramitación del asunto, cuyo desenlace feliz era tanimportantepara su reposo; y aunque, en el estadode impaciencia enque sehallabaporgozar delobjeto de su pasión, tres meses se le antojasen un espacio de tiempo extremadamente largo, sedispusoaesperarconpacienciasuvencimiento,confiadoen lapalabradelsultán,queconsiderabairrevocable.Contandonosólo lashoras,díasysemanas, sinohasta los instantes,enesperadequevencieraelplazo,transcurrieronunosdosmeses.Enesepunto,unatarde,sumadrequisoencenderlalámparaysediocuentadequenohabíaaceiteen lacasa.Salióacomprarloy,adentrándoseen laciudad,vioquesehallaba todaenfiestas.Enefecto, las tiendas,en lugardeestarcerradas,estabanabiertas,adornadasconfollajeeiluminadas,esforzándosecadaunoenexhibirlasconmayorpompaymagnificenciaqueelvecino,paramostrarmejorsucelo.Todoelmundo,enfin,dabamuestrasdealegríayderegocijo.Lascallesestabanrepletasdefuncionariosentrajedeceremonia,montadosencaballosricamenteenjaezadosyrodeadosdeungrannúmerodecriadosdeapiequeibanyvenían.Lamujerpreguntóalmercaderencuyatiendacomprabasuaceitequésignificabatodoaquello.«¿Dedónde venís, señoramía?», le dijo. «¿No sabéis que el hijo del gran visir desposa esta tarde a laprincesaBadrulbudur,hijadelsultán?Ellaestáapuntodesalirdelbaño,ylosfuncionariosqueveissehanreunidoparadarleescoltahastaelpalaciodondevaatenerlugarlaceremonia.» LamadredeAladinonoquiso sabermás.Con tantaprisa regresóqueentróen sucasacasi sinaliento. Encontró a su hijo, que no se esperaba en absoluto la triste noticia de que era portadora.«Hijo mío», exclamó, «todo se ha perdido. Contabas con la promesa del sultán, pero nunca lacumplirá.» Aladino, alarmado ante estas palabras, dijo: «Madre mía, ¿por qué el sultán no va amantener su promesa? ¿Cómo lo sabes?». «Esta tarde», repuso la madre, «el hijo del gran visirdesposaalaprincesaBadrulbudurenpalacio.»YlecontócómosehabíaenteradodeellocontantosdetallesqueAladinonopudoponerloenduda.Aestanoticia,eljovenpermanecióinmóvil,comosihubiesesidofulminadoporunrayo.Otroquenohubiese sido él habríaquedado anonadado, perounos celos secretos le impidieronpermanecerpormás tiempo en ese estado.Al instante se acordóde la lámparaque tanútil le había sidohastaentoncesy, sinningúnarrebatoen formadevanaspalabrascontrael sultán, contraelgranvisirocontraelhijodeaquelministro,dijotansólo:«Madremía,elhijodelgranvisirnoserátalvezestanoche tan feliz como se promete.Mientras me retiro unmomento a mi habitación, prepara tú lacena.» Lamadre deAladino entendió que su hijo quería hacer uso de la lámpara para impedir, si eraposible,queelmatrimoniodelhijodelgranvisirconlaprincesaseconsumase;ynoseequivocaba.En efecto, cuandoAladino estuvo en su cuarto, tomó la lámparamaravillosa que había traído allípara ocultarla de los ojos de sumadre, después que la aparición del genio le hubo causado tantomiedo;tomó,digo,lalámparaylafrotóenelmismolugarquelasotrasveces.Alinstante,elgenioaparecióanteél:¿Quéquieres?,dijoaAladino;hemeaquílistoaobedecertecomoesclavotuyoydetodosaquellosquetienenlalámparaenlamano,yoylosotrosesclavosdelalámpara. «Escucha»,ledijoAladino,«hastaahoratúmehastraídoconquéalimentarmecuandohetenidonecesidad de ello; ahora se trata de un asunto de muy distinta importancia. He hecho pedir en

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matrimonioal sultána laprincesaBadrulbudur, suhija;élme lahaprometidoymehapedidounaplazamientodetresmeses.Enlugardemantenersupromesa,estatarde,antesdecumplirseelplazo,selaentregaalhijodelgranvisir:acabodeenterarme,yescosacierta.Loquetepidoesque,cuandolosreciéncasadosesténacostados,loscojasylostraigasaquíalosdosensulecho.»Amo,respondióelgenio,voyaobedecerte.¿Tienesalgunaotracosaquemandarme?«Ningunaotracosaporahora»,repusoAladino.Almismotiempoelgeniodesapareció.Aladinovolvióconsumadre;cenóconellaconlamismatranquilidadquedecostumbre.Despuésde cenar, charló algún tiempo con ella delmatrimonio de la princesa, como si fuera un temaquehubiesedejadodepreocuparlo.Seretiróasucuartoydejóasumadreenlibertaddeacostarse.Peroélnoseacostóyesperódespiertoelregresodelgenioylaejecucióndelaordenquelehabíadado.Mientrastanto,todohabíasidopreparadocongranmagnificenciaenelpalaciodelsultánparalacelebracióndelasbodasdelaprincesa,ylaveladatranscurrióenceremoniasyregocijoshastabienentradalanoche.Cuandotodohuboacabado,elhijodelgranvisir,aunaseñalquelehizoeljefedeeunucosdelaprincesa,seescabullóhábilmente,ydichofuncionariolointrodujoenlashabitacionesde la princesa su esposa, hasta la cámara en que el lecho nupcial estaba preparado. Él se acostóprimero.Pocotiempodespués,lasultana,acompañadadesusesclavasydelasdelaprincesasuhija,trajo a la nueva esposa, queoponía gran resistencia, según la costumbrede las recién casadas.Lasultanalaayudóadesnudarse,lapusoenellechocomoalafuerzay,trashaberlabesadodeseándolebuenasnoches,seretirócontodaslasmujeres;ylaúltimaensalircerrólapuertadelacámara.Nadamáscerrarselapuertadelacámara,elgenio,comoesclavofieldelalámparayprecisoalahoradeejecutarlasórdenesdecuantoslatuviesenenlamano,sindartiempoalesposodehacerlelamenorcariciaasuesposa,cogeellechoconambos,antelaestupefaccióndelunoydelaotra,yenuninstantelotransportaalcuartodeAladino,dondelodeposita. Aladino, que esperaba este momento con impaciencia, no soportó que el hijo del gran visirpermanecieseacostadoconlaprincesa.«Cogealreciéncasado»,dijoalgenio,«enciérraloenelgabineteyvuelvemañanaporlamañanaunpocodespuésdelamanecer.»Elgeniosacóalpuntoalhijodelgranvisirdellecho,encamisa,ylotrasladóallugarqueAladinolehabíadicho,dondelodejó,trashaberarrojadosobreélunsoplidoquesintiódepiesacabezayqueleimpidiómoversedeallí. Por grande que fuese la pasión deAladino por la princesaBadrulbudur, lo cierto es que no seanduvocon largosdiscursoscuando sevio soloconella.«No temáisnada, adorableprincesa», ledijo en tono apasionado, «aquí os halláis segura; por violento que sea el amor que me inspiranvuestrabellezayvuestrosencantos,nuncameharáextralimitarmedelprofundorespetoqueosdebo.Si me he visto obligado», añadió, «a llegar a estos extremos, no ha sido con el propósito deofenderos,sinopara impedirqueun injustorivalosposeyera,contra lapalabradadaporelsultánvuestropadreenfavormío.»Laprincesa,quenadasabíadelasunto,prestómuypocaatenciónatodoloqueAladinoledijo.Ynoestaba en absoluto en situación de responderle. Elmiedo y la extrañeza que en ella suscitaba unaaventura tan sorprendente y tan inesperada la habían sumido en tal estadoqueAladinono le pudoarrancarniunasolapalabra.NosedetuvoahíAladino:tomóladecisióndedesnudarseyseacostóenellugardelhijodelgranvisir,dandolaespaldaalaprincesa,despuésdehabertomadolaprecaucióndecolocarunsableentrelaprincesayél,paraindicarquemereceríasercastigadosiatentabacontrasuhonor. Aladino, contento por haber privado así a su rival de la felicidad que se prometía para aquellanoche,durmióbastantetranquilamente.NosepuededecirlomismodelaprincesaBadrulbudur:ensuvidalehabíaocurridotenerquepasarunanochetanmolestaytandesagradablecomoaquélla;ysise

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piensaenellugaryenelestadoenqueelgeniohabíadejadoalhijodelgranvisir,sejuzgaráqueelnuevoesposolapasódeunamaneraaúnmuchomáspenosa.Aldíasiguiente,Aladinonotuvonecesidaddefrotarlalámparaparallamaralgenio,quevolvióala hora ordenada y, mientras Aladino terminaba de vestirse, le dijo: Heme aquí. ¿Qué tienes quemandarme?«Veaporelhijodelgranvisir»,ledijoAladino,«allugardondelodejaste;deposítalodenuevoenestelechoyllévalodondelocogisteenelpalaciodelsultán.»Elgeniofueenbuscadelhijo del gran visir, y Aladino estaba recogiendo su sable cuando reapareció. Depositó al reciéncasadojuntoalaprincesay,enuninstante,llevóellechonupcialalamismacámaradelpalaciodelsultándedondelohabíatraído.Esprecisohacernotarque,durantetodoesteproceso,elgenionofuevistoniporlaprincesaniporelhijodelgranvisir.Suaspectohorribleloshabríapodidohacermorirdemiedo.NisiquieraoyeronnadadelasconversacionesentreAladinoyél,dándosecuentatansólodelassacudidasdellechoydesutrasladodeunlugaraotro:yaerabastanteparacausarleselespantoqueesfácilimaginar.Acababaelgeniodedepositarellechonupcialensulugarcuandoelsultán,curiosodesabercómohabía pasado la princesa su hija la primera noche de bodas, entró en la habitación para darle losbuenos días. El hijo del gran visir, tiritando del frío que había padecido toda la noche y del quetodavíanohabíatenidotiempoderecuperarse,apenasoyóabrirselapuertacuandoselevantóypasóalvestidordondesehabíadesnudadolanocheanterior.Elsultánseacercóallechodelaprincesa,labesóentrelosojos,segúnlacostumbre,dándolelosbuenos días, y le preguntó sonriendo cómo había pasado la noche; pero, al levantar la cabeza ymirarla con más atención, quedó extremadamente sorprendido al verla sumida en una granmelancolíayalnoadvertirenellaelmenorindicio,niporelruborquehubiesepodidosubírselealacara, ni por ninguna otra señal, capaz de satisfacer su curiosidad. Ella le lanzó solamente unatristísima mirada, de las que indican una gran afliccción o un gran descontento. Todavía le dijoalgunaspalabras,pero,viendoquenopodíaarrancarpalabradeella,imaginóquecallabaporpudoryseretiró.Nodejó,sinembargo,desospecharquehabíaalgoextraordinarioensusilencio,loqueloindujoadirigirseinmediatamentea lashabitacionesdelasultana,aquiendescribióelestadoenque había encontrado a la princesa y el recibimiento que le había dispensado. «Señor», le dijo lasultana,«lacosanodebesorprenderaVuestraMajestad:nohayreciéncasadaquenotengalamismareservaeldíadespuésdelaboda.Noocurrirálomismodentrodedosotresdías:entoncesrecibiráalsultánsupadrecomoesdebido.Voyaverla»,añadió,«ymuchomeequivocosimedispensa lamismaacogida.» Unavezvestida,lasultanasedirigióalashabitacionesdelaprincesa,quenosehabíalevantadoaún:seacercóasulechoylediolosbuenosdíasconunbeso;perosusorpresafueenormenosóloporquenolerespondiónada,sinoporquealmirarlasediocuentadequeseencontrabaenunestadojdegranpostración, loquelehizopensarquelehabíaocurridoalgoquenollegabaacomprender.«Hijamía»,ledijolasultana,«¿cómoesquerespondestanmalalascariciasquetehago?¿Creesqueesmaneradecomportartecontumadre?¿Acasopiensasquenoestoyalcorrientedeloquesucedeensituaciones como la tuya?Quiero creer que no lo piensas; es preciso, pues, que te haya ocurridoalgunaotracosa;confiésamelafrancamenteynometengaspormástiempoenestainquietudquemetrastorna.» La princesa Badrulbudur rompió al fin su silencio con un gran suspiro. «¡Ah! Señora y muyhonradamadre», exclamó, «perdonadme si he faltado al respeto que os debo. Tengo lamente tanocupadaporlascosasextraordinariasquemehansucedidoestanochequeaúnnomeherecuperadodemiextrañezanidemistemoresyaduraspenasmereconozcoamímisma.»Entonceslecontóconlos más vivos colores de qué manera, un instante después de que se hubieran acostado ella y suesposo,alguienhabíacogidoellechoylohabíatransportadoenunmomentoaunahabitaciónsucia

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yoscuradondesehabíavistosolayseparadadesuesposo,sinsaberquéhabíasidodeél,ydondehabíavistoaunjoven,elcual,trashaberledichoalgunaspalabrasqueelterrorlehabíaimpedidooír,sehabíaacostadoconellaenellugardesuesposo,despuésdehaberpuestosusableentreellayél;ycómo por la mañana su esposo le había sido devuelto y el lecho depositado en su lugar tanrápidamentecomoantes.«Acababadesucedertodoesto»,añadió,«cuandoelsultánmipadreentróenmicámara;estabatananonadadaquenotuvefuerzasparadecirleunasolapalabra:nomeextrañaqueestéindignadoporlamaneraenqueherecibidoelhonorquemehahecho;peroesperoquemeperdonecuandoconozcamitristeaventurayellamentableestadoenqueaúnahorameencuentro.»Lasultanaescuchómuyserenamentetodoloquelaprincesatuvoabiencontarle;peronoprestócréditoalrelato.«Hijamía»,ledijo,«hashechobienennohablardeestoalsultántupadre.Guárdatededecirnadadeelloanadie:tetomaríanporlocasiteoyesendeciresascosas.»«Señora»,respondiólaprincesa,«puedoasegurarosquemehalloenposesióndemisfacultades;podéispreguntarleamiesposo:osdirálomismoqueyo.»«Lepreguntaré»,repusolasultana;«pero,aunquemedigaloquetú,noquedarémásconvencidadeloqueestoy.Levántateyquítateesafantasíadelamente;¡bonitosería que turbases con semejante visión las fiestas que celebran tus bodas y que deben proseguirdurantevariosdíasenestepalacioyentodoelreino!¿Nooyesyalascharangasylosconciertosdetrompetas, de timbalesyde tambores?Todoesodebe inspirarte alegríayplaceryhacerteolvidartodaslasfantasíasdelasqueacabasdehablarme.»Almismotiempolasultanallamóalasdoncellasdelaprincesa;y,despuésdehacerlalevantarydejarlaensutocador,sedirigióalashabitacionesdelsultán; ledijoquealgunafantasía,enefecto,había turbadoelespíritudesuhija,peroquenoteníaimportancia.Hizollamaralhijodelvisir,parasaberporélalgodeloquelaprincesalehabíadicho;peroelhijodelvisir,queseconsiderabainfinitamentehonradoporsuparentescoconelsultán,habíadecididodisimular.«Yernomío»,ledijolasultana,«dime,¿participasdelamismaobstinaciónquetuesposa?».«Señora»,respondióelhijodelvisir,«¿podríapreguntarosconquéobjetomehacéisestapregunta?».«Mebastaconesto», repuso la sultana;«noquierosabermás:estáclaroqueeresmásjuiciosoqueella.»Losfestejoscontinuarondurantetodoeldíaenpalacio;ylasultana,quenoabandonóalaprincesaniunmomento,noolvidónadapara inspirarlealegríayparahacerleparticiparen lasdiversionesqueproporcionabandiferentestiposdeespectáculos;perotanimpresionadaestabaporelrecuerdodeloquelehabíasucedidoporlanochequeeranotorioquenopensabaenotracosa.Elhijodelgranvisirestabaabsolutamenterendidoporlamalanochepasada,perosuambiciónlohizodisimular,ynadie,alverlo,pudodudarquefueseunesposofeliz.Aladino,bieninformadodecuantoocurríaenpalacio,nodudóquelosreciéncasadosseacostaríanjuntos una vezmás, pese a la desdichada aventura acaecida la noche anterior. YAladino no teníaningunaganadedejarlosenpaz.Así,cuandocomenzóaanochecer,recurrióalalámpara.AlpuntoelgenioaparecióysaludóaAladinolomismoquelasotrasveces,ofreciéndolesusservicios.«Elhijodel gran visir y la princesa Badrulbudur», le dijo Aladino, «van a acostarse juntos también estanoche;vey,encuantoseacuesten,tráemesulechoaquí,comoayer.»ElgeniosirvióaAladinocontantafidelidadyexactitudcomoeldíaanterior.Elhijodelgranvisirpasóunanocheigualmentefríaydesagradable,ylaprincesaseviodenuevomortificadaporteneraAladinocomocompañerodelecho,conelsablepuestoentreambos.Elgenio,siguiendolasórdenesdeAladino, volvió al día siguiente, depositó al esposo junto a su esposa, cogió el lecho con losreciéncasadosylollevóalacámaradelpalaciodedondelohabíatraído. El sultán, tras el recibimiento que la princesa Badrulbudur le había dispensado el día anterior,deseoso de saber cómo había pasado la segunda noche y si lo iba a recibir como la mañanaprecedente,sepresentóensuhabitaciónmuytempranoconánimodeaclararlotodo.Elhijodelgranvisir,aúnmásavergonzadoymortificadoporlosultrajesdeestasegundanochequeloestuvopor

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los de la primera, se levantó con precipitación nada más oír llegar al sultán y se ocultó en elguardarropa.Elsultánseacercóallechodelaprincesa,dándolelosbuenosdías;y,despuésdehaberlehecholasmismascariciasqueeldíaanterior,ledijo:«Ybien,hijamía,¿estásestamañanadetanmalhumorcomoestabasayer?¿Mediráscómohaspasadolanoche?».Laprincesaguardóelmismosilencio,yelsultánadvirtióqueestabamuchomenostranquilaymásdesanimadaquelaprimeravez.Nodudóquealgoextraordinariolehubiesesucedido.Entonces, irritadoporelmisterioquehacíaelladesuestado,ledijollenodeirayconelsabledesenvainado:«Hijamía,omedicesloquemeocultasotecortolacabezaahoramismo.»Laprincesa,másasustadaporeltonoamenazadordelsultánofendidoqueporlavisióndelsabledesnudo,rompióalfinsusilencio.«Queridopadremíoysultánmío»,exclamóconlaslágrimasenlosojos,«pidoperdónaVuestraMajestadsilaheofendido.Esperodevuestrabondadyclemenciaquelacompasiónsucedaalacóleracuandooshayafielmentenarradolatristeylamentablesituaciónenlaquemeheencontradotodaestanocheylapasada.»Despuésdeestepreámbulo,queapaciguóyenternecióuntantoalsultán,ellalecontótodoloquelehabía sucedido durante aquellas dos noches espantosas, pero de unmodo tan conmovedor que élquedóvivamenteimpresionado,dadoelamorylaternuraquesentíaporella.Éstasfueronlasúltimaspalabrasdelaprincesa:«SiVuestraMajestadtienelamenordudaacercadelanarraciónqueacabodehaceros,podéispreguntaralesposoquemehabéisdado.Estoypersuadidadequerendiráalaverdadelmismotributoqueyolerindo.»Elsultáncaptóderepentelaenormepenaqueunaaventuratansorprendentedebíahabercausadoalaprincesa.«Hijamía»,ledijo,«hicistemuymalnohablándomeayerdeunasuntotanextrañocomoel que acabas de contarme, quéme concierne e interesa tanto como a ti. No te he casado con laintencióndehacertedesgraciada,sinoconvistasahacertefelizycontentayaprocurartetodaladichaquemerecesyquepodíasesperardeunesposoquemeparecióconveniente.Borradetumentelaspenosasimágenesdetodoloqueacabasdecontarme.Voyadisponerlotodoparaquenovuelvasapasarnochestandesagradableseinsoportablescomolasquehaspasado.»Apenasregresóelsultánasushabitaciones,hizollamaralgranvisir.«Visir»,ledijo,«¿hasvistoatuhijo?¿Notehadichonada?».Alresponderleelgranvisirquenolohabíavisto,elsultánlerefiriótodoloquelaprincesaBadrulbuduracababadecontarle.Yterminó:«Nodudoquemihijamehayadicho la verdad; sin embargo,me gustaría confirmar su relato por el testimonio de tu hijo; ve ypregúntaselo.»Elgranvisirnotardóenencontrarasuhijo,leparticipóloqueelsultánacababadecomunicarleyle ordenó no ocultar la verdad y decirle si confirmaba el relato de su esposa. «Padre mío», lerespondió el hijo, «todo lo que la princesa ha dicho al sultán es verdad; pero ella no ha podidocontarlelosmalostratosaquehesidosometidoyo:desdeeldíademimatrimonio,hepasadolasdosnochesmáscruelesquepuedanimaginarse,ynotengopalabrasparadescribirosexactamenteycontodo detalle losmales que he sufrido. Por no hablar del terror que he experimentado al sentirmelevantar cuatro veces junto conmi lecho, sin ver quién levantaba el lechoy lo transportabade unlugar a otroy sin poder imaginar cómopodía suceder aquello.Vosmismo juzgaréis acercade laespantosasituaciónenquemehehalladocuandoosdigaquehepasadodosnochesdepieyencamisaenunaespeciedemínimogabinete,sintenerlalibertaddemovermedellugarenquemepusieronysin poder hacer ningún movimiento, aunque no apareciese ante mí ningún obstáculo queverosímilmentepudieseimpedírmelo.Dichoesto,noesnecesarioquemeextiendaenrelataroscondetallemissufrimientos.Noosocultaréqueestonomehaimpedidoexperimentarhacialaprincesamiesposatodoslossentimientosdeamor,derespetoydegratitudquemerece;peroosconfiesodebuenafeque,contodoelhonoryellustrequerecaensobremíporhaberdesposadoalahijademi

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soberano,preferiríamorirquevivirpormástiempoentanaltovínculo,sideboaguantartratostandesagradables como los que he padecido. No dudo que la princesa experimente los mismossentimientosqueyo;yconvendráfácilmenteenquenuestraseparaciónnoesmenosnecesariaparasureposoqueparaelmío.Así,padremío,ossuplico,ennombredelmismoafectoqueoshallevadoaprocurarme un honor tan grande, que convenzáis al sultán para que sea declarado nulo nuestromatrimonio.»Porgrandequefueselaambicióndelgranvisirdeverasuhijocomoyernodelsultán,lafirmeresoluciónenque loviode separarsede laprincesahizoque juzgara inútilpedirlequeaguardasealgunosdíasparaver si lasdesventuras tocabana su fin.Lodejóy regresóconel sultán, aquienconfesódebuenafequeelrelatodelaprincesaeraverdaderoatenordeloquelehabíadichosuhijo.Sinesperarinclusoaqueelsultánlehablasederomperelmatrimonio,cosaalaqueveíaqueestabadecidido,lesuplicóquepermitieraasuhijoretirarsedepalacioyvolverasucasa,poniendocomopretextoquenoerajustoquelaprincesaseexpusieraniunsoloinstantemásaunapersecucióntanterribleporelamordesuhijo.Elgranvisirnotuvoproblemasenobtenerloquepedía.Desdeesemomentoelsultán,quehabíayaresueltoelasunto,dioórdenesparahacercesar losfestejosensupalacio y en la ciudad, e incluso en toda la extensión de su reino, adonde hizo enviar órdenescontrariasalasprecedentes;yenmuypocotiempotodaslasmanifestacionesdealegríaydepúblicoregocijocesaronentodalaciudadyenelreino. Talcambio repentinoe inesperadodioocasiónaespeculacionesde toda índole:unosaotros sepreguntabanquépodíahabercausadoaquelcontratiempo,ynosedecíaotracosasinoquesehabíavistoalgranvisirsalirdepalacioyretirarseasucasaacompañadodesuhijo,ambosconunaspectomuytriste.NadiemásqueAladinoconocíaelsecreto,ysefelicitabaensuinteriorporelresultadofelizqueelusode la lámpara lehabíaprocurado.Así,cuandosupoconcertezaquesu rivalhabíaabandonadoelpalacioyqueelmatrimonioentrelaprincesayélhabíasidodeclaradonulo,notuvonecesidaddefrotarlalámparamásydellamaralgenioparaimpedirqueseconsumaselaboda.Ylomássorprendenteesquenielsultánnielgranvisir,quehabíanolvidadoaAladinoysuproposición,tuvieron la más mínima sospecha de que él pudiese haber tenido parte en el encantamiento queacababadecausarladisolucióndelmatrimoniodelaprincesa. Dejó transcurrir Aladino los tres meses que el sultán había fijado como término para sumatrimonio con la princesa Badrulbudur; había contado cuidadosamente los días y, cumplido elplazo, no dejó de enviar a su madre a palacio al día siguiente, para recordarle al sultán sucompromiso.LamadredeAladinomarchóalpalaciocomosuhijolehabíadichoysepresentóalaentradadeldiván,enelmismolugarquelasotrasveces.Apenaselsultánlaviolareconocióy,almismotiempo,seacordódelapeticiónqueellalehabíahechoydelplazoconvenido.Elgranvisirleestabadandocuentaeneseinstantedeunasunto.«Visir»,ledijoelsultán,interrumpiéndolo,«estoyviendoaaquellabuenamujerquenoshizounregalo tan hermoso hace algunosmeses; hazla venir; continuarás con tu informe cuando la hayaescuchado.»Elgranvisir,dirigiendolavistaalaentradadeldiván,distinguiótambiénalamadredeAladino.Llamóalpuntoaljefedelosujieresy,señalándola,leordenóquelacondujeseapresenciadelsultán. LamadredeAladinoseadelantóhasta lospiesdel tronoyallíseprosternósegúnlacostumbre.Cuandosealzó,elsultánlepreguntóquédeseaba.«Señor»,lerespondió,«mepresentounavezmásanteeltronodeVuestraMajestadpararecordaros,ennombredemihijoAladino,quelostresmesesfijadosparalarespuestaalaproposiciónquetuveelhonordehaceroshanexpirado,yossuplicoquetengáisabienrecordarlo.» El sultán, al fijarun lapsode tresmesespara respondera lapeticióndeaquellabuenamujer la

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primera vez que la había visto, había creído que no oiría hablar más de un matrimonio queconsideraba poco conveniente para la princesa su hija, aunque sólo fuera por la humildad y lapobrezade lamadredeAladino,quese lepresentaba tanmodestamentevestida.La intimación,sinembargo, que acababa de hacerle en orden a quemantuviera su palabra lo ponía en un auténticodilema;noleparecióoportunoresponderleinmediatamente;consultóalgranvisir,haciéndolenotarlarepugnanciaqueteníadeconcertarelmatrimoniodelaprincesaconundesconocidocuyafortuna,suponía,debíaestarmuypordebajodelamásmediocre. Elgranvisirnovacilóencomunicaralsultán loquepensabaal respecto.«Señor», ledijo,«meparece que existe un medio infalible para eludir un matrimonio tan desproporcionado sin queAladino, aun cuando fuese conocido deVuestraMajestad, pueda quejarse: se trata de fijar para laprincesa un precio tan alto que sus riquezas, cualesquiera que puedan ser, no alcancen a cubrirlo.Seríalamaneradehacerlodesistirdeunpropósitotanosado,pornodecirtemerario,enelquesindudanosehapuestoapensarantesdeacometerlo.» El sultán aprobó el consejo del gran visir. Se volvió a la madre de Aladino y, tras algunosmomentos de reflexión, le dijo: «Buena mujer, los sultanes deben mantener su palabra; estoydispuestoamantenerlamíayhacerfelizatuhijocasándoloconlaprincesamihija;perocomonopuedocasarlasinsaberlasventajasquevaaobtenerconsumatrimonio,dirásatuhijoquecumpliréconmipalabracuandomehayaenviadocuarentagrandesfuentesdeoromacizo,llenasarebosardelasmismascosasqueyamehabéisdadodesuparte, llevadasporotrostantosesclavosnegrosqueserán conducidos, a su vez, por cuarenta esclavos blancos, jóvenes, bien formados y de hermosaapariencia,ytodosmagníficamentevestidos:éstassonlascondicionesquelepongoparaconcederlelamanodelaprincesamihija.Veteahora,buenamujer;esperoquemetraigassurespuesta.»LamadredeAladinoseprosternóunavezmásanteeltronodelsultányseretiró.Enelcaminoderegresosereíaentredientesporlalocaimaginacióndesuhijo.«Enverdad»,sedecía,«¿dóndevaaencontrar tantas fuentes de oro y semejante cantidad de esos vidrios de colores para llenarlas?¿Volverá al subterráneo cuya entrada está taponada para cogerlos de los árboles? Y todos esosesclavosbientorneados,comolosquiereelsultán,¿dedóndelosvaasacar?Muyalejadoloveodesupretensión;ycreoquenolevaagustarmuchomiembajada.»Yaensucasa,conlamentellenadetodosestospensamientos,quelehacíancreerqueAladinonoteníaningunaesperanzadeconseguirsu objetivo, le dijo: «Hijomío, te aconsejo que no piensesmás en elmatrimonio con la princesaBadrulbudur. El sultán, a decir verdad, me ha recibido conmucha benevolencia, y creo que eranbuenas sus intencionespara contigo; pero el granvisir, si nome equivoco, le hahechomudardesentimiento,ypuedescolegirlotúmismoporloquetevoyadecir.DespuésdehaberrecordadoaSuMajestadqueelplazodetresmeseshabíaexpiradoyquelerogabadetuparteatenerseasupromesa,advertí que nome dio la respuesta que voy a decirte hasta después de haber hablado en voz bajaduranteunratoconelgranvisir.»LamadredeAladinonarróconexactitudasuhijotodoloqueelsultán le había dicho y las condiciones que había puesto para consentir en el matrimonio de laprincesasuhijaconél.Terminando,ledijo:«Hijomío,élesperaturespuesta;pero,entrenosotros»,continuósonriendo,«creoquevaaesperarmuchotiempo.»«Notantotiempocomocrees,madremía»,replicóAladino;«yelsultánseengañaasímismosicreequesusexorbitantespeticionesvanahacermerenunciaralaprincesaBadrulbudur.Meesperabaotrasdificultadesinsuperables,oquepusieraamiincomparableprincesaunpreciomuchomásalto;peromefelicitoporquenohayasidoasí,puesloquemepideespocacosaencomparaciónconloque estaría dispuesto a darle con tal de obtener lo que deseo.Mientrasme ocupo de satisfacer sudemanda,vetúabuscarconquécenarydéjameamíelresto.»EncuantohubosalidolamadredeAladinoenbuscadeprovisiones,Aladinocogiólalámparaylafrotó:alinstanteelgeniosepresentóanteély,enlosmismostérminosdelosqueyahemosdejado

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constancia,lepreguntócuáleseransusórdenes,indicandoqueestabalistoparaservirlo.Aladinoledijo:«Elsultánmeconcedealaprincesasuhijaenmatrimonio;peroantesmepidecuarentagrandesfuentesdeoromacizoymuypesadas,llenasarebosardelosfrutosdeljardíndondecogílalámparadelaqueeresesclavo.Exigetambiéndemíqueesascuarentafuentesdeoroseanllevadasporotrostantos esclavos negros, precedidos por cuarenta esclavos blancos, jóvenes, bien formados, dehermosaaparienciaymuyricamentevestidos.Veytráemeeseregalolomásprontoposible,afindequeloenvíealsultánantesqueselevantelasesióndeldiván.»Elgenioledijoquesumandatoibaasercumplidoinmediatamenteydesapareció. Muy poco tiempo después, el genio se dejó ver acompañado de los cuarenta esclavos negros,cargadocadaunoconunafuentedeoromacizodeveintemarcosdepesosobrelacabeza,llenadeperlas,dediamantes,derubíesydeesmeraldasaúnmejorescogidas,tantoporeltamañocomoporla belleza, que aquellas que habían sido ya regaladas al sultán; cada fuente estaba cubierta por unlienzodeplataconfloronesdeoro.Todoslosesclavos,tantolosnegroscomolosblancos,conlosplatosdeoroocupabancasitodalacasa,queeramásbienpequeña,conunpequeñopatiodelanteyunjardincilloenlapartetrasera.ElgeniopreguntóaAladinosiestabasatisfechoysiteníaaúnalgunaotraordenquedarle.Aladinoledijoquenonecesitabanadamás,yaquéldesapareció. LamadredeAladinoregresódelmercado;y,alentrar,sequedóestupefactaalver tantagenteytantas riquezas. Cuando hubo descargado las provisiones que traía, quiso quitarse el velo que lecubríaelrostro;peroAladinoseloimpidió.«Madremía»,dijo,«nohaytiempoqueperder:antesdequeelsultánlevantelasesióndeldiván,esimportantequevuelvasapalacioyquellevesallíelregaloy ladotede laprincesaBadrulbudurqueSuMajestadmehapedido,a findequeconozca,pormidiligencia y pormi puntualidad, el celo ardiente y sincero que pongo en procurarme el honor decontraerparentescoconél.» Sin esperar la respuesta de su madre, Aladino abrió la puerta de la calle e hizo desfilarsucesivamente a todos los esclavos, haciendo siempremarchar a un esclavoblanco seguidodeunesclavonegroconlafuentedeorosobrelacabeza,yasíhastaelúltimo,y,despuésquehubosalidosumadretraselúltimoesclavonegro,cerrólapuertaypermaneciótranquilamenteensucuarto,conlaesperanzadequeelsultán,unavezrecibidoelregalosolicitado,loadmitiesealfincomoyerno. El primer esclavo blanco salido de la casa deAladino había sembrado ya el estupor entre lostranseúntes,y,antesdequelosochentaesclavos,blancosynegrosalternados,hubiesenterminadodesalir, la calle estaba repletadeunagranmultituddegentesque acudíade todaspartesparaver unespectáculotanmagníficoytanextraordinario.Elvestidodecadaesclavoeratanricoentelasyenpedreríaque losmásentendidosnocreíanequivocarse tasandocada trajeenmásdeunmillón.Lalimpieza, el ajuste perfecto de cada vestido, la gracia, el bello aspecto, la estatura uniforme eimponentedecadaesclavo,supasograveaigualdistanciaunodeotro,juntoconelresplandordelaspiedraspreciosasdeenormetamañoengastadasconbellasimetríaensuscinturonesdeoromacizo,ylas insignias también de pedrería pegadas en los gorros, que eran de un diseño muy particular,infundíanenaquellamuchedumbredeespectadoresunaadmiracióntangrandequenopodíandejardemirar el espectáculo y lo seguían con los ojos tan lejos como les era posible. Pero las callesestabandetalmodoatestadasdegentequenadiepodíamoversedellugarenqueseencontraba.Comohabíaquerecorrermuchascallesparallegaralpalacio,unabuenapartedelaciudad,gentesde todo tipo y de todas las condiciones, fue testigo de pompa tan espléndida. El primero de losochentaesclavosllegóalapuertadelprimerpatiodelpalacio;ylosporteros,queseapelotonabanviendo acercarse aquelmaravilloso desfile, lo tomaron por un rey: tan rica ymagníficamente ibavestido;avanzaronparabesarleelbordedelvestido,peroelesclavo,adoctrinadoporelgenio,losdetuvo y les dijo gravemente: «No somos más que esclavos; nuestro amo aparecerá cuando seatiempodeello.»

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El primer esclavo, seguido de todos los demás, avanzó hasta el segundo patio, que era muyespaciosoyalbergabaa laguardiadelsultán,quepermanecíaformadadurante lasesióndeldiván.Los oficiales almando de cada tropa vestían con granmagnificencia, que quedó eclipsada por lapresenciadelosochentaesclavosportadoresdelregalodeAladino,delcualellosmismosformabanparte.Nadaparecíatanbellonitandeslumbranteentodalamoradadelsultán;ytodoelbrillodelosseñoresde sucorteque lo rodeabannoeranadaencomparacióncon loqueahora seofrecíaa lavista. Apenas el sultán fue advertido del desfile y de la llegada de aquellos esclavos, dio órdenes dedejarlos entrar. Así, cuando se presentaron, encontraron libre la entrada del diván y entraronordenadamenteenlasala,unosporladerechayotrosporlaizquierda.Luegoquehubieronentradotodosyformadoungransemicírculoanteeltronodelsultán,losesclavosnegrosdepositaronsobrelaalfombralasfuentesquellevaban.Despuésseprosternarontodosjuntos,golpeandoconlafrentelaalfombra.Losesclavosblancoshicieron lo mismo al mismo tiempo. Se levantaron todos a la vez; y los negros, al hacerlo,destaparonconhabilidadlasfuentesqueteníandelanteypermanecierontodosdepie,conlasmanoscruzadassobreelpecho,enactituddegranmodestia.LamadredeAladino,queentretantohabíaavanzadohastalospiesdeltrono,dijoalsultán,despuésde haberse prosternado: «Señor,mi hijoAladino no ignora que éste presente que envía aVuestraMajestadestámuypordebajode loquemerece laprincesaBadrulbudur;espera,sinembargo,queVuestraMajestadlojuzgueagradableyquierahacerpartícipedesuagradoalaprincesa;yloesperacon tanta más confianza cuanto que ha tratado de cumplir con la condición que tuvisteis a bienimponerle.»ElsultánnoestabaensituacióndeatenderalcumplidodelamadredeAladino.Suprimeramiradadirigida a las cuarenta fuentes de oro, llenas a rebosar de las joyas más brillantes, másresplandecientes,máspreciosasquehubiesensidovistasnuncaenelmundo,yalosochentaesclavos,queparecíanotrostantosreyestantoporsuhermosaaparienciacomoporlariquezaymagnificenciasorprendentesdesusvestidos,lohabíaimpresionadotantoquenopodíavolverensídeadmiración.En lugar de responder al saludo de la madre de Aladino, se dirigió al gran visir, que no podíacomprender de dónde podía haber venido una tal profusión de riquezas. «Y bien, visir», dijopúblicamente, «¿qué piensas de este, quienquiera que sea, queme envía un presente tan rico y tanextraordinario, y a quien ni tú ni yo conocemos? ¿Lo crees indigno de desposar a la princesaBadrulbudur,mihija?».Porcelosydolorquesintieseelgranvisiralverqueundesconocidoibaaconvertirseenyernodelsultánenperjuiciodesuhijo,noseatrevióadisimularloquepensaba.ErademasiadoevidentequeelregalodeAladinoeramotivomásquesuficienteparamerecerseracogidoenparentescotanelevado.Respondió,pues,alsultán,manifestándolesupropiopensamiento:«Señor,muylejosdepensarquequienhaceaVuestraMajestadunpresentetandignodevosseadignodelhonorquequeréishacerle,meatreveríaadecirquemereceríamás,sinoestuvieseconvencidodequenohaytesoroenelmundolobastantericocomoparaserpuestoenlabalanzaalladodelaprincesa,hijadeVuestraMajestad.»Losseñoresdelacortequeparticipabanenlasesióndelconsejotestimoniaronconsusaplausosquesuspareceresnoerandistintosdeldelgranvisir. Elsultánnosedemoró;nopensónisiquieraeninformarseacercadesiAladinoreuníalasotrascualidades necesarias en un aspirante a convertirse en su yerno. La sola visión de tantas riquezasinmensas y la diligencia con que Aladino había satisfecho su demanda, sin haber hecho la másmínima objeción a condiciones tan exorbitantes como las que le había impuesto, lo persuadieronfácilmentedequenolefaltabanadadeloquepodíahacerloperfectoytalcomoelsultánlodeseaba.Así,paradespedira lamadredeAladinocon lasatisfacciónqueellapodíadesear, ledijo:«Buena

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mujer,veadeciratuhijoqueloesperopararecibirloconlosbrazosabiertosyparaabrazarlo,yquecuantamásdiligenciaempleeenvenirarecibirdemimanoeldonquelehagodelaprincesamihija,másplacermeprocurará.»ApenaslamadredeAladinosehuboretiradoconlaalegríadelaquepuedesercapazunamujerdesucondiciónalver a suhijo llegar tanalto contra suspropias espectativas, el sultánpuso fina laaudienciadeaqueldía;y,levantándosedesutrono,ordenóqueloseunucosalserviciodelaprincesarecogiesen las fuentes para llevarlas a las habitaciones de su ama, adonde se encaminó paraexaminarlasconellaagusto;ysusórdenesfueroninmediatamenteejecutadasporloscuidadosdeljefedeloseunucos.Losochentaesclavosblancosynegrosnofueronolvidados:seloshizoentrarenelinteriordelpalacio;y,algúntiempodespués,elsultán,queacababadehablardesumagnificenciaalaprincesaBadrulbudur,ordenóqueloscondujerandelantedesushabitaciones,afindequeellalospudieseveratravésdelascelosíasysedieracuentadeque,lejosdehaberexageradoenelrelatoqueacababadehacerle,lehabíadichomuchomenosdeloquesusojosibanadecirle.EntretantolamadredeAladinollegóasucasaconunaspectoquerevelabadeantemanolabuenanoticiaquetraíaasuhijo.«Hijomío»,ledijo,«tienesrazonesparaestarcontento:hasconseguidoquetusdeseossecumplan,encontrademispredicciones,ybiensabesloquetedije.Afindequenoestéspormástiempoensuspenso,tediréahoraqueelsultán,conelaplausodetodasucorte,hadeclaradoqueeresdignodeposeeralaprincesaBadrulbudur.Teesperaparaabrazarteyconcertartumatrimonio.Debespensarenlospreparativosparaesaentrevista,afindequerespondaalaaltaopiniónquesehaformadodetupersona; pero, después de haber visto lasmaravillas que sabes hacer, estoy convencida de que nodejarásningúncabosuelto.Unavezmásdebodecirtequeelsultánteesperaconimpaciencia;asíqueprocurareunirteconélloantesposible.»Aladino,encantadoporlanoticiaytotalmentellenodelobjetoquelohabíahechizado,dijopocaspalabrasasumadreyseretiróasuhabitación.Allí,despuésdehabercogidolalámparaquetanútillehabíasidohastaentoncesentodassusnecesidadesyentodoloquehabíadeseado,lafrotóapenascuando el genio manifestó de nuevo su obediencia compareciendo al punto sin hacerse esperar.«Genio», le dijo Aladino, «te he llamado para tomar un baño ahora mismo; y, cuando lo hayatomado, quiero queme tengas dispuesto elmás rico ymagnífico vestido que haya llevado nuncamonarcaalguno.»Apenashuboterminadodehablarcuandoelgenio,haciéndoloinvisiblecomoél,locogióylotrasladóaunbañodefinísimomármolydemuybellosymuyvariadoscolores.Sinverquiénloservía,fuedesvestidoenunsalónmuylimpioyespacioso.Desdeelsalónlohicieronentrarenelbaño,queeradeuncalormoderado;yallílofrotaronylavaronconvariasaguasperfumadas.Despuésdehaberlohechopasarportodoslosgradosdecalor,segúnlasdiferentespartesdelbaño,salió de allí absolutamente distinto de como había entrado: su tez se encontraba fresca, blanca ybermeja, y su cuerpomuchomás ligeroymás ágil.Volvió al salónyno encontróya el traje quedejaraallí:ensulugarelgeniohabíapuestoaquelquelehabíapedido. Aladino se sorprendióalver lamagnificenciadelvestidoque sustituía al suyo.Sevistió con laayudadelgenio,admirandocadaprendaamedidaquese laponía,pues todasellasestabanmuchomásalládeloquehubiesepodidoimaginar.Cuandohuboterminado,elgeniolollevóasucasa,alamisma habitación donde lo había cogido. Entonces le preguntó si tenía alguna otra cosa quemandarle. «Sí», respondióAladino; «quiero queme traigas lomás pronto posible un caballo quesobrepase en belleza y vigor al caballo más apreciado que haya en la cuadra del sultán, cuyagualdrapa,silla,bridaytodoelarnésvalganmásdeunmillón.Quiero,además,quehagasveniralmismo tiempo a veinte esclavos, tan rica y diestramente vestidos como los que transportaron elregalo, para que marchen a mi lado y detrás de mí, en grupo, y otros veinte tales para marchardelantedemíendosfilas.Hazvenirtambiénparamimadreseisesclavasquelasirvan,vestidacada

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una tan ricamente al menos como las esclavas de la princesa Badrulbudur, llevando cada una unvestidocompletotanmagníficoytanlujosocomolosdelasultana.Necesito,además,diezmilpiezasdeoroendiezbolsas.Esoes»,añadió,«cuantoteníaquemandarte.Veydateprisa.»CuandoAladinoterminódeimpartirórdenesalgenio,éstedesaparecióymuyprontovolvióconelcaballo,conloscuarentaesclavos,diezdeloscualesllevabancadaunounabolsaconmilmonedasdeoro,yconseisesclavas,cadaunallevandosobrelacabezaunvestidodistintoparalamadredeAladino,envueltoenunateladeplata;ylopresentótodoanteAladino.DelasdiezbolsasAladinonocogiómásquecuatroquedioasumadre,diciéndolequeeranparaproveersusnecesidades.Lasotrasseis lasdejóen lasmanosde losesclavosque las llevaban,conordendeguardarlasydedistribuirlasporpuñadosentre lagentealpasarpor lascalles,durante lamarchahaciaelpalaciodelsultán.Ordenótambiénquemarchasendelantedeélconlosdemás,tresala derecha y tres a la izquierda. Entregó, en fin, a su madre las seis esclavas, diciéndole que lepertenecíanyquepodíaservirsedeellasencalidaddeama,yquelosvestidosquehabíantraídoeranparaella. CuandoAladinohuboarreglado todossusasuntos,dijoalgenio,despidiéndolo,que lo llamaríacuando tuviesenecesidadde sus servicios,y elgeniodesapareció al instante.EntoncesAladinonopensómásqueensatisfacerlomásprontoposibleeldeseoqueelsultánhabíaformuladodeverlo.Mandóapalacioaunodeloscuarentaesclavos,nodiréalmejorformadoporqueloestabantodosporigual,conordendedirigirsealjefedelosujieresypreguntarlecuándopodríatenerelhonordeirapostrarsealospiesdelsultán.Elesclavonotardóenllevarsumensaje:trajocomorespuestaqueelsultánloesperabaconimpaciencia.Aladinomontóacaballoysepusoenmarchaenelordenquehemosindicado.Aunquejamáshabíamontadoacaballo,lohacíaporprimeravezcontantagraciaqueeljinetemásexperimentadonolohubiese tomado por un novicio. Las calles por donde pasó se llenaron en un momento de unainnumerable muchedumbre de gente que hacía resonar el aire con sus aclamaciones, gritos deadmiraciónybendiciones,enparticularcadavezque losseisesclavosque tenían lasbolsashacíanvolarpuñadosdemonedasdeoroporelaireadiestroysiniestro.Sinembargo,esasaclamacionesno procedían de aquellos que se empujaban y se agachaban para recoger las monedas, sino deaquellos que, de un rango superior al pueblo llano, no podía menos de dar públicamente a laliberalidaddeAladinoloselogiosquemerecía.Nosóloaquellosquerecordabanhaberlovistojugarporlascallesaunaedadinusitadaparaello,comounvagabundo,noloreconocían;inclusoaquellosquelohabíanvistonohacíamuchotiempoteníandificultadesenreconocerlo:tantohabíancambiadosusfacciones.Yesquelalámparateníalapropiedaddeprocurargradualmenteaquieneslaposeíanlasperfeccionesconvenientesalestadoalqueaccedíanporelbuenusodeella.SeprestóentoncesmuchamayoratenciónalapersonadeAladinoquealcortejoqueloacompañaba,pueslamayoríadela gente lo había presenciado aquelmismo día en lamarcha de los esclavos que habían traído oacompañado el regalo. El caballo, sin embargo, fue admirado por los entendidos, que supieronvalorarsubelleza,sindejarsedeslumbrarniporlariquezaniporelbrillodelosdiamantesydemáspedreríaqueloadornaban.ComosehabíadifundidoelrumordequeelsultánledabaalaprincesaBadrulbudurenmatrimoniosinrepararensunacimiento,podríahabersuscitadoenvidias,peronofueasí:tandignoparecíadesufortunaydesuencumbramientoquenadieloenvidiaba.Aladinollegóalpalacio,dondetodoestabadispuestopararecibirlo.Cuandoestuvoenlasegundapuerta, quiso poner pie a tierra para seguir el uso observado por el gran visir, los generales delejército y los gobernadores de provincias de primer rango; pero el jefe de los ujieres, que loesperabaallíporordendelsultán,seloimpidióyloacompañóhastacercadelasaladelconsejoodelaaudiencia,dondeloayudóadescenderdelcaballo,aunqueAladinoseoponíaenérgicamenteaelloynoqueríatolerarlo;perofueinútilsuresistencia.Entretantolosujieressealineabanendoblefilaa

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laentradadelasala.SujefepusoaAladinoasuderechay,haciéndolopasarporelmedio,locondujohastaeltronodelsultán. Cuando el sultánvio aAladino, noquedómenos admiradodeverlo vestido conmás riquezaymagnificenciadelasquehabíanostentadonuncasuspropiosvestidos,quesorprendidoporsubuenaspecto,suhermosotalleyunciertoairedegrandezamuydiferentedelahumildadconquesumadrehabía aparecido ante él. Sin embargo, su admiración y su sorpresa no le impidieron levantarse ydescenderdosotrespeldañosdesutronolosuficientementeprontocomoparaimpedirqueAladinose arrojara a sus pies y para abrazarlo con grandes demostraciones de amistad. Después de estacortesía,Aladinoquisounavezmásarrojarsea lospiesdelsultán,peroelsultán lodetuvocon lamanoyloobligóasubiryasentarseentreelvisiryél. EntoncesAladino tomó lapalabra:«Señor»,dijo,«acepto loshonoresqueVuestraMajestadmehace porque tenéis la bondad y os place dispensármelos; pero me permitiréis deciros que no heolvidadoquehenacidoesclavovuestro,queconozcolagrandezadevuestropoderyquenoignorocuántopordebajomesitúaminacimientodelesplendorybrillantezdevuestrosupremorango.Siexiste algúnmotivo», continuó, «por el que pueda habermerecido un recibimiento tan favorable,confiesoqueno lodebosinoa laaudacia,queunpuroazarme inspiró,de levantarmisojos,mispensamientos y mis deseos hasta la divina princesa que es objeto de mis anhelos. Pido perdón aVuestra Majestad por mi temeridad; pero no puedo ocultar que moriría de dolor si perdiese laesperanzadeverloscolmados.» «Hijomío», respondió el sultán abrazándolopor segundavez,«sinrazónmeharíasdudandounsoloinstantedelasinceridaddemipalabra.Tuvidaesdesdeahoraparamídemasiadoqueridaparanoconservártelasuministrándoteelremedioqueestáamialcance.Prefieroelplacerdeverteyoírteatodosmistesorosunidosalostuyos.»Alacabarsudiscurso,elsultánhizounaseñal,einmediatamenteelaireresonóconelsonidodelastrompetas, de los oboes y de los timbales, y al mismo tiempo el sultán condujo a Aladino a unmagníficosalóndondesesirvióunsoberbiofestín.ElsultáncomiósoloconAladino.Elgranvisirylosseñoresde lacorte,cadaunosegúnsudignidadysegúnsurango, losacompañarondurante lacomida. El sultán, que sólo tenía ojos para Aladino, tanto lo complacía verlo, hizo recaer laconversaciónsobrevarios temasdiferentes.En lacharlaquemantuvierondurante lacomida, fueracual fuese la materia tratada, Aladino habló con tanto conocimiento y buen juicio que acabó deconfirmaralsultánenlabuenaopiniónquedeélsehabíaformadodesdeunprincipio. Terminadoelalmuerzo,elsultánhizollamaralprimerjuezdesucapitalyleordenóextenderypasar a limpio el contrato dematrimonio de la princesaBadrulbudur su hija y deAladino. En elínterinelsultánconversóconAladinodevariascosasintrascendentes,enpresenciadelgranvisirydelosseñoresdesucorte,queadmiraronlasolidezdesumente,lagranfacilidadqueteníaalhablaryexpresarse,ylosfinosydelicadospensamientosconquesazonabasudiscurso. Cuandoel juezhubo terminadoel contrato en todas las formas requeridas, el sultánpreguntó aAladinosiqueríaquedarseenelpalacioparaconcluirlasceremoniasdelmatrimonioaquelmismodía.«Señor»,respondióAladino,«porimpacienciaquetengadegozarplenamentedelasbondadesdeVuestraMajestad,ossuplicomepermitáisqueretraselabodahastahaberhechoconstruirunpalaciopararecibirenélalaprincesasegúnsuméritoysudignidad.Aesteefecto,osruegomeconcedáisunlugarconvenientedelantedevuestropalacio,afindequepuedamásfácilmentehacerleunacorte.Loharédemodoqueeledificioseaconstruidocon lamáximadiligenciaposible.»«Hijomío», ledijoelsultán,«cogetodoelterrenoqueteparezcaoportuno;haydemasiadoespaciovacíodelantedemipalacioyhabíayapensadoen llenarlo;pero recuerdaqueespero sóloverteunidoconmihijaparallevaralcolmomialegría.»Alterminarestaspalabras,abrazóunavezmásaAladino,quesedespidiódelsultánconlamismacortesíaquesihubiesesidoeducadoenlacorteyhubieravividoallí

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siempre.Aladinomontóacaballoyregresóasucasaenelmismoordenenquehabíavenido,atravésdelmismogentíoydelasaclamacionesdelpuebloqueledeseabatodotipodedichaydeprosperidad.Apenasllegóypusopieentierra,seretiróasucuartoensolitario;cogiólalámparayllamóalgeniocomodecostumbre.Elgenionosehizoesperar;aparecióyleofreciósusservicios.«Genio»,ledijoAladino,«tengomotivosparaestarsatisfechodetuexactitudenejecutarpuntualmentetodoloqueheexigidodetihastaahoraporelpoderdeestalámparatudueña.Setratahoydequeporamorsuyomuestres,siesposible,másceloydiligenciaquenunca.Tepidoquemehagasconstruir,enelmenortiempoposible,frentealpalaciodelsultán,aunadistanciajusta,unpalaciodignoderecibirenélalaprincesaBadrulbudurmiesposa.Dejoatudiscreciónlaeleccióndelosmateriales,esdecir,pórfido,jaspe,ágata,lapislázuliyelmármolmásfinoymásvariadodecolores,yelrestodeledificio;peroquieroqueenlomásaltodelpalaciohagasconstruirungransalónconcúpula,conloscuatromurosiguales,cuyoscimientosnoseandeotracosaquedeoroyplatamaciza,alternando;conveinticuatroventanas,seisacadalado;yquelascelosíasdecadaventana,aexcepcióndeunasolaquequieroquequede imperfecta, sean enriquecidas, con arte y simetría, con diamantes, rubíes y esmeraldas, demaneraquenadasimilarhayasidovistonuncaenelmundo.Quierotambiénqueacompañealpalaciounantepatio,unpatioyunjardín;pero,sobretodo,quehaya,enunlugarquetúmedirás,untesororepleto de oro y plata en monedas. Quiero también que haya en el palacio cocinas, oficinas,almacenes, guardamuebles provistos de muebles preciosos para todas las estaciones yproporcionadosalamagnificenciadelpalacio;cuadrasllenasdelosmáshermososcaballos,consuscaballerizosysuspalafreneros,sinolvidarunequipodecaza.Esprecisoquetambiénhayacriadosparalacocinayparalasdemásdependencias,yesclavas,necesariasparaelserviciodelaprincesa.Debesentendercuálesmiintención:vete,yvuelvecuandoestéhecho.» Acababa de ponerse el sol cuando Aladino terminó de dar al genio las instrucciones para laconstruccióndelpalacioquehabíaimaginado.Lamañanasiguiente,aldespuntarelalba,Aladino,aquienel amorpor laprincesanopermitíadormir tranquilamente, acababade levantarsecuandoelgenioselepresentó.«Señor»,ledijo,«tupalacioestáterminado;venaverlositeplace.»Aladinonotuvotiempodeasentircuandoelgeniolohabíayatransportado.Loencontrótanporencimadeloesperadoquenoacababadeadmirarlo.Elgeniolocondujoportodoslosrincones;yportodaspartesnohallósinoriquezas,bellezaymagnificencia,concriadosyesclavos,vestidostodossegúnsurangoysegúnlosserviciosalosqueestabandestinados.Nodejó,comounadelascosasprincipales,dehacerlevereltesoro,cuyapuertafueabiertaporeltesorero,yAladino vio allí montones de bolsas de diferentes tamaños, según las sumas que contenían,elevándose hasta la bóveda y dispuestas en un orden que daba gusto verlas. Al salir, el genio loaseguró de la fidelidad del tesorero. Lo llevó después a las cuadras; y allí le enseñó los máshermosos caballosdelmundo,y a lospalafreneros enmediodeuna febril actividad,ocupados enalmohazarlos.Luego lohizopasarporalmacenes llenosde todas lasprovisionesnecesarias, tantoparaelornatodeloscaballoscomoparasualimentación. Cuando Aladino hubo examinado todo el palacio, de estancia en estancia y de habitación enhabitación,dearribaabajo,yenparticularelsalóndelasveinticuatroventanas,yhuboencontradoenéltantasriquezasymagnificenciaytodogénerodecomodidades,porencimadeloquehabíapodidoimaginar,dijoalgenio:«Genio,nosepuedeestarmáscontentodeloqueestoyynotengorazonesparaquejarme.Quedasólounacosaquenotehedichoporquenomehabíapercatadodeella:setratadeextender,desdelapuertadelpalaciodelsultánhastalapuertadelashabitacionesdestinadasalaprincesaenestepalacio,unaalfombradelmásbelloterciopelo,afindequeellalapisealvenirdelpalaciodelsultán.»«Vuelvodentrodeunmomento»,dijoelgenio.YpocodespuésAladinosequedóestupefactoalverejecutadosudeseo,sinsabercómo.ElgenioreaparecióyllevóaAladinoasucasa

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mientrasseabríalapuertadelpalaciodelsultán.Losporterosdelpalacio,queacababandeabrirlapuertayquehabíantenidosiempreelhorizontedespejado por aquella parte, se extrañaron mucho de verlo tan limitado y de la alfombra deterciopelo que venía desde el nuevo palacio hasta la puerta del del sultán. De primeras nodistinguieronbienloqueera;perosusorpresaaumentócuandorepararonenelsoberbiopalaciodeAladino.Lanoticiadeunamaravillatansorprendenteseextendióportodoelpalacioenmuypocotiempo.Elgranvisir,quehabíallegadouninstantedespuésdelaaperturadelapuertadelpalacio,noquedómenossorprendidodelanovedadquelosdemás;dioparteenseguidadelanuevaalsultán,peroquisohacerpasarlacosaporunencantamiento.«Visir»,replicóelsultán,«¿porquépretendesqueseaunencantamiento?SabestanbiencomoyoqueeselpalacioqueAladinohahechoconstruirconelpermisoqueleheotorgadoentupresencia,paraalojaralaprincesamihija. Despuésdelaexhibicióndesusriquezasquehemosvisto,¿podemosencontrarextrañoquehayahechoconstruir supalacioen tanpoco tiempo?Haqueridosorprendernosyhacernosverquecondinero contante y sonante se pueden hacermilagros de un día para otro.Confiesa que tu idea delencantamientonoesmásqueunproductodetuscelos.»Lahoradeentrarenelconsejoleimpidiócontinuarsudiscurso.CuandoAladinoestuvodenuevoensucasaydespidióalgenio,encontróasumadrelevantadaycomenzándoseaponerunodelosvestidosquehabíahechotraerparaella.Másomenosenelmomentoenqueelsultánacababadesalirdelconsejo,Aladinodispusoquesumadrefueseapalacioconlasmismasesclavasquelehabíaproporcionadoelgenio.Lerogóque,siveíaalsultán,leindicasequeveníaparatenerelhonordeacompañaralaprincesaalacaídadelatarde,cuandoestuvieralistaparapasaralpalaciodeAladino.Partió;pero,aunquetantoellacomolasesclavasquelaseguíanibanvestidascomosultanas,noseagolpólagenteasupaso,yaporqueibanveladas,yaporqueundecorosogabáncubríalariquezaylamagnificenciadesusvestidos.EncuantoaAladino,montóacaballo;y, trashaber salidode lacasapaternaparano regresar, sinolvidar lalámparamaravillosacuyaayudalehabíasidotanindispensableparallegaralcolmodelafelicidad,se dirigió públicamente a su palacio con el mismo cortejo con que se presentara al sultán el díaanterior.ApenaslosporterosdelpalaciodelsultándistinguieronalamadredeAladino,avisaronalsultán.Inmediatamentesediounaseñalalasbandasdetrompetas,timbales,tambores,pífanosyoboes,queestabanyadispuestasendiferentespuntosdelasterrazasdelpalacio;yenunmomentoelaireresonócon las charangas y conciertos que anunciaron el júbilo a toda la ciudad. Los mercaderescomenzaronaadornarsustiendasconbellostapices,cojinesyhojarasca,yaprepararlailuminaciónparalanoche. Los artesanos abandonaron su trabajo y el pueblo acudió apresurado a la gran plaza que habíaahoraentreelpalaciodelsultányeldeAladino.Esteúltimoatrajoprontosuadmiración,notantoporqueestuviesenacostumbradosavereldelsultányporqueeldelsultánnopodíacompararseconeldeAladino,sinoporquenollegabanacomprenderatravésdequéinauditoprodigiopodíahaberseconstruidounpalaciotanmagníficoenunlugarenelqueeldíaanteriornohabíanimaterialesdeconstrucciónnicimientospreparados. La madre de Aladino fue recibida con todos los honores en palacio e introducida en lashabitacionesdelaprincesaBadrulbudurporeljefedeloseunucos.Tanprontocomolaprincesalavio, corrió a abrazarla y le hizo tomar asiento en su sofá, y,mientras sus esclavas terminaban devestirlayadornarlaconlasjoyasmáspreciosasdeaquellasqueAladinolehabíaregalado,lehizoservirunamagníficacolación.Elsultán,queveníaparapasarconlaprincesasuhijaelmayortiempoposibleantesqueellaseseparasedeélparahabitarelnuevopalacioconAladino, lehizo tambiéngrandeshonores.LamadredeAladinohabíahabladovariasvecesconelsultánenpúblico;peroél

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nolahabíavistotodavíasinvelo,comoentonces.Aunquedeedadalgoavanzada,surostrorevelabaaúnlashuellasdeunaantiguabelleza.Elsultán,quelahabíavistosiemprevestidamuysencillamente,por no decir pobremente, estaba admirado de verla tan rica y magníficamente vestida como laprincesasuhija.EstolehizoreflexionarqueAladinoeraprudente,sabioyavisadoentodogénerodecosas. Cuando llegó lanoche, laprincesa sedespidiódel sultán supadre.Susadioses fueron tiernosymezcladosconlágrimas;seabrazaronvariasvecessindecirsenada,yfinalmentelaprincesasaliódesus habitaciones y se puso en marcha con la madre de Aladino a su izquierda, seguida de cienesclavas vestidas con una magnificencia sorprendente. Todas las bandas de instrumentos, que nohabíandejadodehacerseoírdesdelallegadadelamadredeAladino,sehabíanreunidoyabríaneldesfile,seguidasdecienpregonerosydeotrostantoseunucosnegrosendosfilas,consusoficialesalacabeza.Cuatrocientosjóvenespajesdelsultán,divididosendosgrupos,quemarchabanaamboslados del cortejo con una antorcha cada uno en lamano, suplíanmaravillosamente la luz del día,juntoconlailuminacióndelpalaciodelsultánydeldeAladino. Enesteordenelcortejode laprincesamarchósobre laalfombraextendidadesdeelpalaciodelsultánhastaelpalaciodeAladino,y,amedidaqueavanzaba,losinstrumentosqueabríaneldesfileseacercaban y semezclaban con los que se dejaban oír desde lo alto de las terrazas del palacio deAladino, formando un concierto que, por extraordinario y confuso que pareciera, contribuía aaumentarlaalegría,nosóloenlaplazarepletadegentío,sinotambiénenlosdospalacios,entodalaciudadyenmuchasleguasalaredonda. Laprincesa llegóporfinalnuevopalacio,yAladinocorriócontoda laalegría imaginablea laentrada de las habitaciones que le habían sido destinadas para recibirla. La madre de Aladino sepreocupódeseñalarasuhijoalaprincesa,entretodoslossirvientesquelorodeaban;ylaprincesa,al verlo, lo encontró tan bien hecho que quedó fascinada. «Adorable princesa», le dijo Aladinoabordándolaysaludándolamuyrespetuosamente,«situvieseladesgraciadehaberosdisgustadoporlatemeridadquehetenidodeaspiraralaposesióndeunatanamableprincesa,hijademisultán,meatrevoadecirosqueseríaavuestrosbellosojosyavuestrosencantosaloquedeberíaisculparporello, y no a mí.» «Príncipe, pues que puedo llamaros así ahora», le respondió la princesa, «yoobedezcolavoluntaddelsultánmipadre;ymebastahaberosvistoparadecirosqueleobedezcosinrepugnancia.» Aladino, encantado ante una respuesta tan agradable y tan lisonjera para él, no quiso dejar a laprincesa de pie pormás tiempo, después del camino que acababa de recorrer y al que no estabaacostumbrada;letomólamano,quebesócongrandemostracióndealegría,ylacondujoaungransalóniluminadoporinfinidaddebujías,dondeloscuidadosdelgeniohabíanpreparadounsoberbiofestín.Losplatoserandeoromacizoyestabanllenosdelasviandasmásdeliciosas.Losvasos,lasfuentes,lascopasnofaltabanenlamesayerandeorotambiényexquisitamentelabrados.Losdemásadornosytodoelatavíodelsalónrespondíanperfectamenteaaquellagranriqueza. La princesa, encantada de ver tantas riquezas reunidas en un mismo lugar, dijo a Aladino:«Príncipe,yocreíaquenadaenelmundoeramáshermosoqueelpalaciodelsultánmipadre;pero,al ver sólo este salón, me doy cuenta de que estaba equivocada.» «Princesa», respondió Aladinohaciéndolasentara lamesaenel lugaraelladestinado,«osagradezcovuestracortesía,perosé loquedebocreer.»LaprincesaBadrulbudur,AladinoylamadredeAladinosesentaronalamesa;einmediatamenteun coro de los más armoniosos instrumentos, tocados y acompañados de hermosísimas vocesfemeninas,comenzóunconciertoquedurósininterrupciónhastaelfinaldelacomida.Laprincesaestabatanencantadaquedijoquenohabíaoídonadaparecidoenelpalaciodelsultánsupadre.Peroellanosabíaqueaquellasmúsicaseranhadasescogidasporelgenioesclavodelalámpara.

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Cuando la cena terminó y la mesa fue diligentemente levantada, un grupo de danzarines ydanzarinassustituyeronalasmúsicas.Seexhibieronenvariasdanzasfiguradas,segúnlacostumbredel país, y el espectáculo terminó con un danzarín y una danzarina que danzaron solos con unaligereza sorprendente, ymostraron toda la gracia y la habilidad de que eran capaces. Era casi lamedianoche cuando, según la costumbre de la China de aquellos tiempos, Aladino se levantó yofreciólamanoalaprincesaBadrulbudurparaquebailaseconél,poniendofinasíalaceremonianupcial.Bailaroncontanbuenestiloquesuscitaronlaadmiracióndetodoslospresentes.Alterminar,Aladinonosoltólamanodelaprincesa,ypasaronjuntosalahabitaciónenqueestabapreparadoellecho nupcial. Las esclavas de la princesa la desnudaron y acostaron, y los sirvientes de Aladinohicieronotrotanto,ytodosseretiraron.AsíconcluyeronlasceremoniasyfestejosdelasbodasentreAladinoylaprincesaBadrulbudur.Aldíasiguiente,cuandoAladinosedespertó,susayudasdecámarasepresentaronparavestirlo.Lepusieron un traje diferente del del día de la boda, pero igualmente rico ymagnífico. En seguidatrajeron uno de los caballos destinados a su persona. Lomontó y se fue al palacio del sultán, enmediodeunagrantropadeesclavosquemarchabandelantedeél,alosladosydetrás.Elsultánlorecibióconlosmismoshonoresquelaprimeravez;loabrazó;y,despuésdehaberlohechosentarasu lado, cerca del trono, ordenó que sirviesen el desayuno. «Señor», le dijo Aladino, «suplico aVuestraMajestadquemedispensehoydeestehonor:vengoa rogarosmeconcedáiseldeveniracomeralpalaciodelaprincesa,convuestrogranvisirylosseñoresdelacorte.»Elsultánleconcediótalgraciaconplacer.Selevantóalinstantey,comoelcaminonoeralargo,quiso ir a pie. Así salió con Aladino a su diestra, el gran visir a su izquierda y los señores acontinuación,precedidoporlospregonerosyporlosprincipalesdignatariosdesucasa.CuantomásseacercabaelsultánalpalaciodeAladino,tantomásloimpresionabasubelleza.Perola cosa fue en aumento cuando entró en él: sus exclamaciones se renovaban en cada estancia quevisitaba.Y cuando llegó al salón de las veinticuatro ventanas, adondeAladino lo había invitado asubir, cuando vio su decoración y, sobre todo, cuando reparó en las celosías enriquecidas condiamantes, rubíes y esmeraldas, todas piedras perfectas en su tamaño proporcionado, y cuandoAladinolehizonotarquelasventanasostentabanigualriquezaensuparteexterior,experimentótalsorpresaquequedó inmóvil.Despuésdehaberpermanecidoun ratoeneseestado:«Visir»,dijoalministro, que estaba a su lado, «¿es posible que exista enmi reino, y tan cerca demi palacio, unpalaciotansoberbio,yqueyolohayaignoradohastaahora?».«Majestad»,respondióelgranvisir,«recordadquefueanteayercuandoconcedisteisaAladino,aquien acababais de aceptar como vuestro yerno, el permiso de construir un palacio enfrente delvuestro;yelmismodía,alponerseelsol,nohabíaaúnningúnedificioenestelugar;yayertuveelhonordeanunciarosqueelpalacioestabaconcluido.»«Meacuerdodeello»,repusoelsultán;«perojamáshubieseimaginadoqueestepalaciofueraunadelasmaravillasdelmundo.¿Dóndesepuedenencontrarentodoeluniversocimientosdeoroyplatamacizaenlugardecimientosdepiedraodemármol,yventanasconcelosíascubiertasdediamantes,rubíesyesmeraldas?¡Nuncaenelmundosehaoídohablardecosasemejante!».Elsultánquisoveryadmirarlabellezadelasveinticuatrocelosías.Alcontarlas,noencontrósinoveintitrés que ostentasen lamisma riqueza y se extrañómucho de que la vigésimo cuarta hubiesequedadoimperfecta.«Visir»,dijo(pueselgranvisirsesentíaeneldeberdenosepararsenuncadeél), «me sorprendemucho que un salón de estamagnificencia haya quedado imperfecto en aquellugar.»«Señor», respondióelgranvisir,«Aladinoevidentemente teníamuchaprisay leha faltadotiempopara hacer esa ventana igual a las otras; pero podéis estar seguro de que tiene la pedreríanecesariayqueharáquelaterminencuantoantes.» Aladino,quehabíadejadoal sultánparadar algunasórdenes,volvióa reunirseconél enaquel

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momento.«Hijomío»,ledijoelsultán,«heaquíelsalónmásdignodeseradmiradodetodoslosqueexistenenelmundo.Unasolacosamesorprende:verqueunacelosíahaquedadoimperfecta.¿Esporolvido,pornegligencia,oporquelosobrerosnohantenidotiempodedarlaúltimamanoaunatanbellapiezadearquitectura?».«Señor»,respondióAladino,«nohasidoporningunadeesasrazonesporlasquelacelosíahaquedadoenelestadoenqueVuestraMajestadlave.Lacosahasidohechaapropósito,ylosobrerosnohanrematadosutareaporordenmía:queríaqueVuestraMajestadtuvieselagloriadeterminarestesalóny,almismotiempo,elpalacioentero.Ossuplicoqueráisaceptarestabuenaintenciónpormiparte,afindequepuedaacordarmedelfavorylagraciaquehayarecibidodevosporella.»«Silohashechoconesaintención»,replicóelsultán,«tequedomuyreconocidoporello; daré inmediatamente las órdenes necesarias.» En efecto, ordenó que se hiciese venir a losjoyerosmejorprovistosdepiedraspreciosasyalosorfebresmáshábilesdelacapital.Elsultándescendióactoseguidodelsalón,yAladinolocondujoalapiezadondehabíacenadoconlaprincesaBadrulbudureldíadelaboda.Laprincesallegóunmomentodespuésyrecibióalsultánsu padre con una expresión que le dio gozosamente a conocer cuán satisfecha se sentía de sumatrimonio.Dosmesassehallabanprovistasdelosmásdeliciososmanjaresservidosenvajilladeoro.Elsultánsesentóenlaprimeraycomióconlaprincesasuhija,Aladinoyelgranvisir.Todoslosseñoresdelacorteseacomodaronenlasegunda,queeramuylarga.Elsultánhallólosmanjaresdesugustoyconfesóquenohabíacomidonuncanadatanexquisito.Lomismodijodelvino,queeraenefectoexcelente.Loqueadmirómásfueroncuatrograndesaparadorescargadosconprofusióndebotellas, fuentes y copas de oro macizo, enriquecido todo con piedras preciosas. Lo fascinarontambiénloscorosdemúsicaquehabíaenelsalón,mientraslacharangadetrompetasmezcladascontimbalesytamboresresonabaenelexterioraladistanciajusta,paraquetodoresultasearmónico.Seestabalevantandoelsultándelamesacuandoleadvirtieronquelosjoyerosylosorfebresquehabíaordenadollamarhabíanllegado.Volvióasubiralsalóndelasveinticuatroventanas;y,unavezallí,mostróalosjoyerosyalosorfebresquelohabíanseguidolaventanaimperfecta.«Oshehechovenir», les dijo, «para que arregléis esa ventanay la dotéis de lamismaperfecciónque tienen lasotras;examinadlasynoperdáistiempoenhacerlastodasiguales.»Losjoyerosylosorfebresexaminaronlasotrasveintitréscelosíascongranatención;y,despuésdeconsultarsemutuamenteyacordarlacontribucióndecadauno,volvieronapresentarseanteelsultán;yeljoyerodepalaciotomólapalabrayledijo:«Señor,estamosprontosaemplearnuestroscuidadosy nuestro ingenio en obedecer aVuestraMajestad; pero, entre todos los de nuestra profesión, notenemospedreríatanpreciosaniencantidadsuficienteparallevaratérminountrabajotangrande.»«Yosí la tengo»,dijoelsultán,«ymuchamásde lanecesaria;venidamipalacio,osmostraré laspiedraspreciosasyvosotroselegiréis».Cuandoelsultánestuvodevueltaensupalacio,hizotraertodasupedrería,ylosjoyerostomarondeellaunagrancantidad,sobretododeaquellaspiedrasqueformabanpartedelregalodeAladino.Lasusaronsinqueparecieranprogresarmucho.Volvieronacogermásenvariasocasiones,yenunmesnohabían terminadolamitaddel trabajo.Usaron todas lasdelsultán,con loqueelgranvisiraportólassuyas;ytodoloquepudieronfuedecorarporcompletolamitaddelaventana.Aladino,quesupoqueelsultánseesforzabainútilmenteenhacerlacelosíasemejantealasotrasyquenuncaconseguiríallevarloacabo,llamóalosorfebresylesdijonosóloqueinterrumpieransulabor,sinoquedeshicierantodoloquehabíanhechoydevolviesenalsultántodassusjoyasyalgranvisirlasqueprestó.Eltrabajorealizadoporjoyerosyorfebresenmásdeseissemanasfuedestruidoenpocashoras.Los artesanos se retiraron y dejaron aAladino solo en el salón. Sacó éste la lámpara que llevabaconsigoylafrotó.Alpuntoelgeniosepresentó.«Genio»,ledijoAladino,«tehabíaordenadodejarimperfectaunadelasveinticuatrocelosíasdeestesalón,ytúhabíascumplidomisórdenes;ahorate

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hehechovenirparadecirtequedeseoqueladejescomolasotras.»ElgeniodesaparecióyAladinodescendiódelsalón.Pocosmomentosdespués,alvolverasubir,encontrólacelosíacomodeseaba:semejantealasotras.Losjoyerosylosorfebresllegaronentretantoapalacioyfueronintroducidosenlashabitacionesdel sultán. El primer joyero, presentándole la pedrería que le traían, dijo al sultán en nombre detodos: «Señor,VuestraMajestad sabe cuánto tiempohace que trabajamos con todonuestro arte enterminarlaobraquenoshabéisencargado.EstabayamuyavanzadacuandoAladinonoshaobligadonosóloasuspenderla,sinotambiénadeshacertodoloquehabíamoshechoyadevolverosvuestrapedrería y la del gran visir.» El sultán les preguntó si Aladino les había dado alguna razón y, alresponderleellosquenohabíadadoninguna,dioórdenesdeque leprepararan inmediatamenteuncaballo. Se lo traen,monta y parte sin otro séquito que su gente, que lo acompaña a pie.Llega alpalaciodeAladinoyechapieatierradelantedelaescalinataqueconducealsalóndelasveinticuatroventanas.SubesinavisaraAladino,peroésteseencontrabacasualmenteallíytuvoeltiempojustoderecibiralsultánenlapuerta.Elsultán,sindartiempoaAladinodelamentarsecortésmentepornohaberlohechoavisaryporhaberlo puesto en la necesidad de faltar a sus deberes hospitalarios, le dijo: «Hijomío, vengo enpersonaapreguntartelarazónporlaquequieresdejarimperfectounsalóntanmagníficoysingularcomoéste.»Aladinoocultólaauténticarazón,queeraqueelsultánnoteníasuficientespiedraspreciosasparapermitirseundispendiotangrande.Pero,alobjetodehacerleconocercómoaquelpalaciosuperabanosóloal suyo,sinoacualquierotropalacioexistenteenelmundo,puestoqueelsultánnohabíaconseguidorematarloni siquieraenunapartemínima, le respondió:«Señor,esciertoqueVuestraMajestadhavistoestesalónimperfecto;peroossuplicoquemiréisahorasifaltaalgo.»Elsultánfuederechoalaventanadelacelosíaimperfectay,cuandolavioigualalasotras,creyóhaberseengañado.Examinónosólolasdosventanasquelaflanqueaban,sinoquelasmirótodas,unadespuésdeotra;ycuandoseconvenciódequelacelosíaalacualhabíahechodedicartantasjornadasdetrabajohabíasidoterminadaeni;tanpocotiempo,abrazóaAladinoylobesóenlafrenteentrelos ojos. «Hijomío», le dijo, lleno de asombro, «¿qué clase de hombre eres que haces cosas tansorprendentesenunabrirycerrardeojos?Notienesigualenelmundo;cuantomásteconozco,másadmirablemepareces.» Aladino recibió los elogios del sultán con mucha modestia y le respondió en estos términos:«Señor,esunagrangloriaparamímerecerlabenevolenciaylaaprobacióndeVuestraMajestad.Loquepuedoasegurarosesquenoomitirénadaparamerecermásymáslaunaylaotra.»Elsultánvolvióasupalaciocomohabíavenido,sinpermitirqueAladinoloacompañase.Alllegar,encontróalgranvisir,queloesperaba.Elsultán,llenoaúndeadmiraciónporlamaravilladelaqueacababadesertestigo,selanarróentérminosquenohicierondudaralvisirdelaautenticidaddelorelatado, pero que lo confirmaron en la creencia de que el palacio de Aladino era efecto de unencantamiento, cosa que ya le había dicho al sultán en el momento en que el palacio acababa deaparecer.Yquiso repetírselo. «Visir», le dijo el sultán, interrumpiéndolo, «yame lohabíasdicho;veoquetodavíanohasolvidadoelmatrimonioentremihijaytuhijo.» Elgranvisirvioqueel sultán se le adelantaba;noquisocontradecirloy lodejóen suopinión.Todoslosdíaselsultán,apenasselevantaba,nodejabadedirigirseaungabinetedesdedondeseveíaelpalaciodeAladino,eibaallítambiénvariasvecesduranteeldíaparacontemplarloyadmirarlo. EntretantoAladinonopermanecíaencerradoensupalacio:cuidabadedejarseverpor laciudadmásdeunavezalasemana,seaporquefueseahacersusoracionesaestaoaquellamezquita,seaquefueraavisitaralgranvisir,quehacíaalardedepresentarlesusrespetosendíasfijadosdeantemano,seaquehicieseelhonoralosprincipalesseñores,alosqueconvidabaconfrecuenciaensupalacio,

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deirlosaverasuscasas.Cadavezquesalía,hacíaarrojarpordosdelosesclavosquemarchabanengrupo rodeando su caballomonedas de oro a puñados por las calles y plazas por donde pasaba,repletassiempredegentío.Porlodemás,niunsolopobresepresentabaalapuertadesupalacioquenosevolvierafelizdelalarguezaallíexhibidaporórdenesdeAladino.ComoAladinohabíaorganizadosutiempodemaneraquenohabíasemanaquenofuesedecazaalmenosunavez,seaenlosalrededoresdelaciudad,seamáslejos,ejercíalamismaliberalidadporloscaminosyporlasaldeas.Estainclinacióngenerosalehizoacreedordemilbendicionesporpartedelpueblo,yerausocomúnjurarporsucabeza.Enfin,sinhacersombraalgunaalsultán,aquienpresentabaregularmentesusrespetos,puededecirsequeAladinosehabíagranjeadoporsusmodalesafablesygenerosostodoelafectodelpuebloyque,generalmentehablando,eramásqueridoqueelpropiosultán.AtodasestasbellascualidadesañadíaunvaloryunceloporelbiendelEstadodignosdelosmayoreselogios.Diopruebadeellosenocasióndeunarevueltaenlosconfinesdelreino.Tanprontosupoqueelsultánpreparabaunejércitoparasofocarla,lesuplicóleconcedieraelmandodelafuerzaexpedicionaria. Nolefuedifícilobtenerlo.Encuantoestuvoa lacabezadelejército, lohizomarcharcontra losrebeldes;ysecomportóalolargodelacampañacontantadiligenciaqueelsultánseenteróantesdequelosrebeldeshabíansidoderrotados,castigadosopuestosenfuga,quedesullegadaalpuestodemandodelejército.Estaacción,quehizosunombrecélebrealolargoyanchodelreino,nocambióunápicesucorazón.Volvióvictorioso,perotandulceytanafablecomohabíasidosiempre. Hacía yavarios añosqueAladinovivía comoacabamosdedecir, cuando elmagoque le habíaproporcionadosinsaberloelmediodeelevarseatalaltacondiciónseacordódeélenÁfrica,adondehabía regresado. Aunque hasta entonces hubiese estado convencido de que Aladino había muertomiserablemente en el subterráneo donde lo había dejado, le vino a lamente la idea de saber conexactitudcuálhabíasidosufin.Comoeragrangeomántico,sacódeunarmariouncuadradomágicoen formadecajacubierta,delque se servíapara susobservacionesdegeomancia.Se sientaenunsofá, deposita el cuadrado delante de sí, lo descubre y, después de haber preparado e igualado laarena,conlaintencióndesabersiAladinohabíamuertoenelsubterráneo,trazalospuntos,obtienelasfigurasyextraeelhoróscopo.Examinandoelhoróscopo,enlugardehallarqueAladinohubiesemuerto en el subterráneo, descubre que había logrado escapar y que vivía en medio de un granesplendor,inmensamenterico,esposodeunaprincesa,honradoyrespetado. El mago africano, apenas hubo conocido por las reglas de su arte diabólica que Aladino seencontrabaentanprivilegiadasituación,sintióqueelfuegolesubíaalacara.Enfurecido,dijoparasí: «¡Esemiserable hijo de sastre ha descubierto el secreto y la virtud de la lámpara! ¡Yo tenía sumuerteporciertayheaquíque loveogozardel frutodemis trabajosyvigilias! Impediréque lodisfrute por más tiempo o pereceré en el empeño.» No tardó en decidir lo que iba a hacer. A lamañanasiguientemontóuncaballoárabequeteníaensucuadraysepusoencamino.Deciudadenciudadydeprovinciaenprovincia,sindetenersemásdelonecesarioparanofatigardemasiadoasucaballo, llegó a laChina, ymuypronto a la capital del sultán cuya hija había desposadoAladino.Echópieatierraenunkhanuhospederíapúblicadondealquilóunahabitación.Yallípermanecióelrestodeldíaylanochesiguienteparareponersedelcansanciodesuviaje.Aldíasiguiente,antesquenada,elmagoafricanoquisosaberquésedecíadeAladino.Paseándosepor laciudad,entróen los lugaresmásfamososymásfrecuentadospor laspersonasdistinguidas,dondesereuníanparabeberunaciertabebidacalientequeleeraconocidadesdesuprimerviaje.Nohabíaaúntomadoasientocuandolesirvieronunatazadeestabebidayselapusierondelante.Cogió la tazay, comoestaba atento a cuanto sedecía aderecha e izquierda, oyóque conversabanacercadelpalaciodeAladino.Cuandohuboterminadodebeber,seacercóaunodelosinterlocutores

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y,tomándoselascosascontiempo,lepreguntóenparticularquéeraaquelpalaciodelquesehablabaentérminostanlaudatorios.«¿Dedóndevenís?»,ledijoaquelaquiensehabíadirigido.«Esprecisoqueseáisunreciénllegadosinolohabéisvistoo,mejor,sinohabéisoídohablartodavíadelpalaciodel príncipe Aladino.» Así que seguía llamándose Aladino, aun después de haber desposado a laprincesa Badrulbudur. «No os digo», continuó aquel hombre, «que es una de las maravillas delmundo, sino que es la únicamaravilla auténtica que hay en elmundo: nunca se ha visto nada tangrandioso,tanrico,tanmagnífico.Tenéisquevenirdemuylejosparanohaberoídohablardeél.Yes que en toda la tierra se debe hablar de él, desde que fue construido. Idlo a ver y juzgaréis vosmismosioshedichoonolaverdad.»«Perdonadmiignorancia»,respondióelmagoafricano;«hellegadoapenasayer,yvengoenverdaddetanlejos,quierodecirdesdeelextremodeÁfrica,quesufamanohabíaaúnllegadohastaallícuandopartí;ycomo,acausadelaurgenciadelasuntoquemetraeaquí,nohetenidootropensamientoenmiviajequellegarloantesposiblesindetenermeysinrelacionarmeconnadie,nosabíaloqueacabéisdedarmeaconocer.Peronodejarédeirloaver:laimpacienciaquetengoporhacerloestalqueestoydispuestoasatisfacermicuriosidadahoramismo,siqueréishacermeelfavordeindicarmeelcamino.»Aquelaquiensehabíadirigidoelmagoafricanoleenseñóconmuchogustoelcaminoparallegaral palacio deAladino; y elmago africano se levantó y partió al instante. Cuando hubo llegado yexaminóelpalaciodecercayporloscuatrocostados,nodudóqueAladinosehubieseservidodelalámparaparahacerloconstruir.Apartede la indigenciadeAladino,hijodeunsimplesastre, sabíabienquesemejantesmaravillassólopodíanserrealizadasporlosgeniosesclavosdelalámparacuyaposesiónselehabíaescapado.PicadoenlomásvivoporlafelicidadylagrandezadeAladino,queseleantojabanparangonablesalasdelsultán,volvióalaposadadondehabíatomadoalojamiento. Se trataba de saber dónde estaba la lámpara, si Aladino la llevaba consigo o en qué lugar laconservaba, y eso es lo que elmago debía descubrir por una operación de geomancia.En cuantollegó a su habitación, tomó su cuadrado mágico y su arena, que llevaba en todos sus viajes.Terminada la operación, supo que la lámpara estaba en el palacio deAladino; y le produjo tantaalegríaestedescubrimientoquenocabíaensídegozo.«Obtendréesalámpara»,sedijo,«ydesafíoaAladino a impedirme que se la quite y lo haga descender a la baja condición desde donde haemprendidounvuelotanalto.»LadesgraciaquisoqueAladinoestuvieseentonceslejos,pueshabíaacudidoaunapartidadecazaqueseprolongaríaochodíasynohacíamásquetresquehabíapartido;yheaquídequémaneraelmagoafricanoseinformódeello.Cuandohuboconcluidolaoperaciónqueleproporcionaratantaalegría, fue a visitar al portero de la hospedería, con el pretexto de charlar con él; y no tuvonecesidaddeentablar laconversaciónconalgúnmotivoestrambótico,pues teníaamanounomuynatural.LedijoqueacababadeverelpalaciodeAladino;y,trasinsistirleenlomássorprendentequehabíaadvertidoeneledificioyenloquelohabíaimpresionadomás,queera loquegeneralmenteimpresionabaatodoelmundo,añadió:«Micuriosidadvamáslejos,ynoestarésatisfechohastaqueno haya visto al dueño de un palacio tan maravilloso.» «No os será difícil verlo», respondió elportero;«esraroeldíaenquenodéocasióndehacerlocuandoestáenlaciudad;perohacetresdíasqueestáfuera,enunacaceríaquedebedurarocho.» Elmagoafricanonoquisosabermás;sedespidiódelporteroy,alretirarse,sedijoasímismo:«Hallegadoeltiempodeactuar;nodeboperderlaocasión.»Sedirigióalatiendadeunfabricanteyvendedor de lámparas. «Maestro», dijo, «necesito una docena de lámparas de cobre; ¿podéisproporcionármelas?».Elvendedorledijoquenolasteníatodas,peroque,sipodíaesperarhastaeldíasiguiente,selastendríalistasalahoraquequisiera.Elmagoasintió;lerecomendóqueestuviesenlimpiasybienbruñidasy,despuésdehaberleprometidoquelepagaríabien,seretiróasuposada. Aldíasiguientelefueronentregadaslasdocelámparasalmagoafricano,quelaspagóalprecio

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solicitado sin regatear lomásmínimo.Laspusoenuncesto adquiridoapropósitoy, conel cestocolgadodelbrazo,sedirigióalpalaciodeAladino;cuandoestuvocercadelmismo,sepusoagritar:¿Quiénquierecambiarlámparasviejasporlámparasnuevas? A medida que avanzaba, y que los niños que jugaban en la plaza lo oyeron, acudieron y seagolparonentornosuyodandochillidos,mirándolocomosifueseunloco. Los transeúntes también reían, considerando su oferta una necedad. «Ha tenido», decían, «queperderlacabezaparaofrecerlámparasnuevasacambiodelámparasviejas.»Elmagoafricanonosedejóintimidarporelgriteríodelosniñosniportodoloqueoíadecirdeély, para despachar su mercancía, continuó gritando: ¿Quién quiere cambiar lámparas viejas porlámparasnuevas?Repitiótantasveceslamismafraseyendoyviniendoporlaplaza,delanteyalrededordelpalacio,quelaprincesaBadrulbudur,queestabaentoncesenelsalóndelasveinticuatroventanas,oyólavozdeunhombre;pero,comonopodíadistinguirloquegritabaacausadelgriteríodelosniñosqueloseguíanycuyonúmeroaumentabacadavezmás,envióaunadesusesclavasaverquésignificabatodoaquelruido.Laesclavanotardóenregresar;entróenelsalónsinpodercontenerlarisa.Reíacontantogustoque la princesa no pudo impedir reír ella también mirándola. «Y bien, loca», dijo la princesa,«¿quieres decirme por qué te ríes?». «Princesa», respondió la esclava sin dejar de reír, «¿quiénpodría contener la risa al ver a un loco con un cesto al brazo, lleno de hermosas lámparascompletamentenuevas,quenobuscavenderlas,sinocambiarlasporlámparasviejas?Sonlosniños,quelorodeanhastaelpuntodequeapenaspuedemoverse,quieneshacentodoelruidoqueseoyeburlándosedeél.»Enestepuntootraesclava,tomandolapalabra,dijo:«Apropósitodelámparasviejas,nosésilaprincesa ha reparado en que hay una sobre aquella cornisa; a su propietario no le disgustaráencontrarseunanuevaacambiodelavieja.Silaprincesaquiere,puededarseelgustodeprobarsiese loco lo está lo suficiente como para dar una lámpara nueva a cambio de una vieja sin buscarningunaotracompensación.»LalámparaaquealudíalaesclavaeralalámparamaravillosadelaqueAladinosehabíaservidoparaelevarsea lagrandezaquehabíaobtenido; lahabíapuestoélmismosobrelacornisaantesdeirsedecaza,portemoraperderla,yhabíatomadoidénticaprecauciónlasdemásvecesquesalieradecacería.Peronilasesclavas,niloseunucos,nilapropiaprincesahabíanreparadoenellaniunasolavezhastaentoncesdurantesuausencia;cuandonoestabadecaza,lallevabasiempreconsigo.Sediráque la precaución deAladino era buena, pero que almenos habría debido guardar la lámpara enalgunaparte.Verdades;peroerroressemejantessehancometidoentodoslostiempos,secometenaúnhoyysecometeránsiempre. LaprincesaBadrulbudur,que ignorabaque la lámpara fuese tanpreciosayqueAladino,pornohablardeellamisma,tuvierauninteréstangrandeenquenadielatocase,entróenlabromaymandóauneunucoque lacogieray fueseahacerelcambio.Eleunucoobedeció.Descendiódel salóny,apenassaliódelapuertadelpalacio,vioalmagoafricano;lollamó;ycuandoseleacercó,ledijo,mostrándolelalámparavieja:«Dameunalámparanuevaacambiodeésta.»Elmagoafricanonodudóquefueselalámparaquebuscaba;nopodíahaberotrasenelpalaciodeAladino,dondetodalavajillaeradeoroodeplata;latomóconprestezademanosdeleunucoy,trasintroducírsela rápidamenteenel seno, lepresentósucesto,diciéndolequeescogiera laquemás leagradase. El eunuco hizo su elección y, dejando al mago, llevó la lámpara nueva a la princesaBadrulbudur;apenassehuborealizadoeltrueque,losniñoshicieronresonarlaplazaconungriteríoaúnmásensordecedor,burlándosedela,segúnellos,estupidezdelmago.Elmagoafricanolosdejóchillartantocomoquisieron;pero,sindetenersepormástiempoenlas

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cercaníasdelpalaciodeAladino,sealejódeélensilencio,esdecir,singritarysinhablarmásdecambiarlámparasnuevasporviejas.Noqueríamásquelaquehabíaobtenido;ysusilenciohizo,enfin,quelosniñosseapartaranylodejaranir. Una vez fuera de la plaza que había entre los dos palacios, se escabulló por las calles menosfrecuentadasy,comononecesitabayalasotraslámparasnielcesto, lodejótodoenmediodeunacalleen laquevioquenohabíanadie.Entonces,enfilandoporotracalle,apretóelpasohastaquellegóaunade laspuertasde laciudad.Continuandosucaminopor losarrabales,queseextendíanmucho,compróalgunasprovisionesantesdesalir.Cuandoestuvoenelcampo,sedesviódelsenderohaciaunlugarapartado,lejosdemiradasindiscretas,dondepermanecióhastaelmomentoquejuzgóoportunoparallevaracaboelplanquelohabíaconducidoallí.Noechódemenoselcaballoárabequehabíadejadoenlaposadadondesehabíahospedado;seconsiderabaresarcidoconcrecesporeltesoroqueacababadeconseguir.Elmagoafricanopasóelrestodelajornadaenaquellugar,hastalaunadelamadrugada,cuandolas tinieblaseranmásdensas.Entoncessacó la lámparadelsenoy la frotó.Asu llamada,elgenioacudió. ¿Quéquieres?, le preguntó el genio; heme aquí listo a obedecerte como esclavo tuyo y detodosaquellosquetienenlalámparaenlamano,yoysusotrosesclavos. «Teordeno»,dijoelmagoafricano,«que inmediatamente te lleveselpalacioque túo losotrosesclavosdelalámparahabéisconstruidoenestaciudad,talcomoes,contodolovivoquecontiene,yquelotrasladesjuntoconmigoatallugardeÁfrica.»Sinresponderle,elgenio,conlaayudadeotrosgenios,esclavosdelalámparacomoél,trasladaronenmuypocotiempoaélyalpalacioenteroallugarexactodeÁfricaque lehabíasido indicado.Dejaremosalmagoafricanoyalpalaciocon laprincesaBadrulbudurenÁfrica,parahablardelasorpresadelsultán.Apenaselsultánselevantó,nodejó,segúnsucostumbre,dedirigirsealgabinetedesdedondepodíatenerelplacerdecontemplaryadmirarelpalaciodeAladino.Orientólamiradahaciaellugardondeestabaacostumbradoaverelpalacioynoviomásqueunespaciovacío, talcomoeraantesqueelpalacio fueseconstruido.Creyóque seengañabay se frotó losojos;peronovionadamásque laprimeravez,aunqueeltiempoestabasereno,elcielodespejadoylaaurorareciénnacidasubrayabaconnitideztodoslosobjetos.Miróporlasdosaberturasaderechaeizquierdaynoviomásqueloquesolíaverporaquellosdoslugares.Suextrañezafuetalquepermanecióunbuenratoenelmismositio,conlosojosfijosenellugardondehabíaestadoelpalacioydondeahoranoloveía,intentandoconvencerse de algo que no podía comprender, a saber, cómo podía ocurrir que un palacio tangrandeyaparentecomoeldeAladino,queélhabíavistocasi todos losdíasdesdequehabía sidoconstruidoconsupermisoyquehabíaadmiradoinclusoeldíaanterior,sehubieradesvanecidosindejar elmásmínimo vestigio. «Nome engaño», se decía a símismo: «estaba en ese lugar; si sehubieravenidoabajo,severíanlosescombros,ysilatierralohubiesetragado,sedistinguiríaalgunaseñal,decualquierformaquepuedahabersucedido.»Y,aunqueconvencidodequeelpalacioyanoestaba,nodejósinembargodeesperartodavíaalgúntiempo,paraversienefectonoseengañaba.Finalmente se retiró y, tras haber mirado una vez más atrás antes de alejarse, regresó a sushabitaciones;ordenóquesehicieseveniralgranvisirloantesposible;y,entretanto,sesentó,conlamenteagitadaporpensamientostandiferentesquenosabíaaquécartaquedarse.Elgranvisirnohizoesperaralsultán:llegó,porelcontrario,contantaprecipitaciónqueniélnisuséquito se dieron cuenta, al pasar, de que el palacio deAladinono estabaya en su sitio; hasta losporteros,alabrirlapuertadelpalacio,nohabíanreparadoenello.Abordandoalsultán,elgranvisirledijo:«Señor,laprisaconlaqueVuestraMajestadmehahechollamarmeinduceaconsiderarquealgoextraordinariohasucedido,yaquenoignoráisquehoyesdía de consejo y que tenía que presentarme ante Vuestra Majestad dentro de poco.» «Lo que hasucedidoesverdaderamenteextraordinario,comotúdices,yvasaconvenirenello.Dimedóndeestá

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el palacio de Aladino.» «¡El palacio de Aladino, señor!», respondió el gran visir, visiblementeextrañado; «acabo de pasar por delante yme ha parecido que continuaba en su sitio: edificios tansólidoscomoésenocambiandelugartanfácilmente.»«Vealaventanadelgabinete»,respondióelsultán,«yregresaadecirmesilohasvisto.»Elgranvisirfuealgabineteylesucediólomismoquealsultán.CuandosehuboaseguradodequeelpalaciodeAladinoyanoestabadondehabía estadoydequenoaparecía elmenorvestigiodelmismo,volvióapresentarseanteelsultán.«Ybien,¿hasvistoelpalaciodeAladino?»,lepreguntóelsultán. «Señor», respondió el gran visir, «Vuestra Majestad recordará que he tenido el honor dedecirle que esepalacio, tan admiradoporvospor sus inmensas riquezas, no eramásqueobrademagiaydeunmago;peroVuestraMajestadnohaqueridocreerme.»Elsultán,quenopodíanegarloqueelgranvisirlerecordaba,seencolerizótantomáscuantoqueno podía renegar de su pasada incredulidad. «¿Dónde está ese impostor, ese bribón, para hacerlecortarlacabeza?»,exclamó.«Señor»,respondióelgranvisir,«haceunosdíasquevinoadespedirsedeVuestraMajestad;hayqueenviaraalguienapreguntarledóndeestásupalacio:éllodebesaber.»«Seríatratarlocondemasiadaindulgencia»,replicóelsultán;«ordenaatreintademiscaballerosqueme lo traigan cargado de cadenas.» El gran visir fue a dar la orden del sultán a los caballeros yexplicóasucapitáncómodebíanarreglárselasparaquenoselesescapase.PartieronyencontraronacincooseisleguasdelaciudadaAladino,quevolvíacazando.Elcapitánledijoalabordarloqueelsultán, impacienteporvolverloaver, loshabíaenviadoasuencuentropara testimoniárseloyparaacompañarloderegresoalaciudad.Aladinonoabrigólamenorsospechaacercadelauténticomotivoqueguiabaaaqueldestacamentodelaguardiadelsultán;continuócazandoenelcaminoderegreso;pero,cuandosehallabaamedialegua de la ciudad, el destacamento lo rodeó y el capitán, tomando la palabra, le dijo: «PríncipeAladino,congranpesarosdeclaramoslaordenquetenemosdelsultándedetenerosyconducirosasu presencia como a un criminal de Estado; os suplicamos no toméis amal que cumplamos connuestrodeberynosperdonéisporello.»EstadeclaraciónsorprendiósobremaneraaAladino,quesesentíainocente;preguntóalcapitánsisabíadequécrimeneraacusado,aloquerespondióqueniélnisugentesabíannada. Cuando Aladino vio que sus hombres eran muy inferiores en número al destacamento, y queincluso se estaban alejando, echó pie a tierra. «Heme aquí», dijo; «ejecutad la orden que habéisrecibido. Debo decir, sin embargo, que nome considero culpable de ningún crimen, ni contra lapersonadelsultánnicontraelEstado.»Alpuntolepasaronentornoalcuellounacadenamuygruesaymuylarga,conlacualleatarontambiéntodoelcuerpo,demaneraquenoteníalosbrazoslibres.Cuandoelcapitánsehubopuestoalacabezadesutropa,unodelosjinetescogióelextremodelacadena;y,cabalgandodetrásdelcapitán,tiródeAladino,quesevioobligadoaseguirloapie;yenesteestadofueconducidohacialaciudad. Cuando los caballeros hubieron entrado en los arrabales, los primeros que vieron a Aladinoconducido como un criminal de Estado no dudaron que fuese para cortarle la cabeza. Como eraamadoportodos,unostomaronelsableyotrasarmas,ylosquenolasteníansearmarondepiedrasy siguieron al destacamento. Los jinetes que cerraban la marcha dieron media vuelta, haciendoademándedispersaralagente;peroprontolamultitudaumentótantoennúmeroqueloscaballerostomaronladecisióndedisimular,dándoseporcontentossipodíanllegarhastaelpalaciodelsultánsinquelesarrebataranaAladino.Paraconseguirlo,conformelascallesporlasquepasabaneramásomenosanchas,cuidabandeocuparporcompletolacalzada,oradesplegándose,oracerrandofilas;de suerte que llegaron a la plaza de palacio, donde formaron todos en línea plantando cara alpopulachoarmado,hastaque su capitány el jinetequeconducía aAladinohubieronentradoenelpalacioylosporteroshubieroncerradolapuertaparaimpedirqueentraselamuchedumbre.

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Aladinofueconducidodelantedelsultán,queloesperabaenelbalcón,acompañadodelgranvisir;ytanprontolovioordenóalverdugo,quehabíarecibidoórdenesdeencontrarseallí,quelecortaralacabeza,sinquererloescucharniobtenerdeélningunaexplicación.CuandoelverdugosehuboapoderadodeAladino,lequitólacadenaqueteníaalcuelloyalrededordel cuerpo; y, después de extender sobre el suelo una piel tinta en la sangre de una infinidad decriminalesquehabíaejecutado,hizoquesearrodillaraylevendólosojos.Entoncesdesenvainósualfanje;tomólamedidaparaasestarelgolpe,blandiéndoloyhaciéndolodestellarenelaireportresveces,yesperóqueel sultán lediese la señalparadecapitaraAladino.Enaquelmomentoelgranvisir se dio cuenta de que el populacho, quehabía atropellado a los caballeros y llenado la plaza,acababadeescalarlosmurosdelpalacioporvariospuntosycomenzabaademolerlosparaabrirunabrecha. Antes de que el sultán diese la señal, le dijo: «Señor, suplico a Vuestra Majestad quereflexione bien en lo que está a punto de hacer. Vais a correr el riesgo de ver invadido vuestropalacio; y, si esto ocurriese, la conclusión del caso podría ser funesta.» «¡Mi palacio invadido!»,respondióelsultán.«¿Quiénpuedeatreverseatanto?».«Señor»,repusoelgranvisir,«tengaVuestraMajestadlabondaddedirigirlavistahacialosmurosdepalacioylaplaza,yosconvenceréisdelaverdaddeloqueosdigo.»Fuetalelterrordelsultánalavistadeunareacciónpopulartanvivayanimadaqueinmediatamenteordenóalverdugoquevolvieseelalfanjea la funda,quitara lavendade losojosdeAladinoy lodejaselibre.Dioordentambiénalospregonerosdegritarqueelsultánleperdonabalavidayquetodosdebíanretirarseasuscasas.Entoncestodosaquellosquehabíanescaladoyalosmurosdelpalacio,testigosdeloqueacababadesuceder, renunciaron a su intento. Volvieron a bajar rápidamente y, llenos de alegría por habersalvado lavidaaunhombrealquequeríandeverdad,anunciaron lanoticiaa todos lospresentes;pronto la buena nueva se difundió entre todo el gentío agolpado en la plaza; y los gritos de lospregoneros, que publicaban lamisma cosa desde lo alto de las terrazas adonde habían subido, lahicieronoficial.LajusticiarestituidaporelsultánaAladinoconcediéndolesuperdóndesarmóalpopulacho,hizoqueeltumultocesaraypocoapocotodosseretiraronasusdomicilios. CuandoAladino se vio libre, levantó la cabeza hacia el balcón; y, viendo allí al sultán, le dijoelevando lavozdeunamanera conmovedora:«Señor, suplicoaVuestraMajestadqueañadáisunanuevagraciaalaqueacabáisdeconcederme,yesdarmeaconocercuálesmicrimen.»«¡Cuálestucrimen, pérfido!», respondió el sultán; «¿no lo sabes? Sube hasta aquí», continuó, «y te lo haréconocer.» Aladino subió. «Sígueme», le dijo el sultán, precediéndolo sin mirarlo. Lo condujo hasta elgabinete y, cuando hubo llegado a la puerta, le dijo: «Entra; tú debes saber bien dónde estaba tupalacio;miraportodaspartesydimequéhasidodeél.»Aladinomiraynovenada;identificaconprecisión el terreno que su palacio ocupaba; pero, como no podía adivinar cómo había podidodesaparecer, aquel suceso extraordinario y sorprendente lo sumió en tal estado de confusión y deextrañezaquenofuecapazderesponderunasolapalabraalsultán.Impaciente,elsultánrepitióaAladino:«Dimedóndeestátupalacioydóndeestámihija.»EntoncesAladino interrumpió su silencio. «Señor», dijo, «veo bien, y lo admito, que el palacio que hiceconstruirnoestáyaenellugarenqueestaba;veoquehadesaparecidoynopuedodecirleaVuestraMajestaddóndepuedeestar;peropuedoasegurarosquenohetenidopartealgunaenestesuceso.»«Nomeimportalasuertequehayacorridotupalacio»,respondióelsultán;«estimoamihijaunmillóndevecesmás.Quieroque laencuentres;sino lohaces,haréque tecorten lacabezaynadapodráimpedírmelo.» «Señor», repuso Aladino, «suplico a Vuestra Majestad que me conceda cuarenta días para

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encontrarla;ysieneseintervalonoloheconseguido,osdoymipalabradequepondrémicabezaalospiesdevuestro trono,afindequedispongáisdeellacomogustéis.»«Teconcedoloscuarentadíasquemepides»,ledijoelsultán;«peronoabusesdelagraciaquetedispensointentandoescapardemicólera:encualquierlugardelatierraenquepuedasestarsabréencontrarte.»Aladinosealejódelapresenciadelsultánmuyhumilladoyenunestadolastimoso;pasóatravésdelospatiosdelpalacioconlacabezabaja,sinatreversealevantarlavistadelavergüenzaquesentía;ylos principales dignatarios de la corte, a los que siempre había tratado con la más exquisitaurbanidad, en lugar de acercársele para consolarlo o para ofrecerle hospitalidad en sus casas, levolvieronlaespalda,tantoparanoverlocomoparaqueélnopudiesereconocerlos.Pero,aunquesehubiesenacercadoaélparadecirlealgunapalabradeconsuelooparaofrecerlesuayuda,nohabríanreconocidoaAladino;élmismonosereconocía,ysumenteestabatrastornada.Lodemostróalsalirdepalacio:pues,sinpensarenloquehacía,preguntabadepuertaenpuertayatodoaquelquelesalíaalpasosihabíavistosupalacioosipodíadarlealgunanoticiadelmismo.EstaspreguntashicieroncreeratodoelmundoqueAladinohabíaperdidolarazón.Algunosselotomaronarisa;perolosmásrazonables,yenparticularaquellosquehabíantenidoalgunarelacióndeamistadytratoconél,sintieronauténticacompasión.Permaneciótresdíasenlaciudad,yendodeun lado a otro, no comiendo otra cosa que lo que le ofrecían por caridad y sin tomar ningunaresolución.Finalmente,comonopodía,enelinfelizestadoenqueseveía,permanecerpormástiempoenunaciudaddondehabíasidotanimportante,saliódeallíytomóelcaminodelcampo.Seapartabadelascalzadasprincipales;y,despuésdehaberatravesadovarioscamposenunaincertidumbreangustiosa,llegó por fin,mientras anochecía, a la orilla de un río. Allí se apoderó de él un pensamiento dedesesperación.«¿Dóndeiréabuscarmipalacio?»,sedecía.«¿Enquéprovincia,enquépaís,enquépartedelmundoloencontraré,juntoconmiqueridaprincesa,quesupadreelsultánmereclama?Nolo conseguiré nunca; vale más que me libere de tantas fatigas que a nada conducirían y de lospunzantes dolores que me corroen.» Iba a tirarse al río, siguiendo la resolución que acababa detomar;perocreyó,comobuenmusulmánfielasureligión,quenodebíahacerlosinhaberrezadoantessusoraciones.Queriendoprepararse,seacercóalaorilladelaguaparalavarselasmanosylacara, según costumbredel país; pero comoaquel lugar estabaunpoco inclinadoymojadopor elaguaqueallíbatía,resbaló;yhabríacaídoenelríosinosehubieseagarradoaunapequeñarocaquese elevabaunos dos pies sobre su cauce.Felizmente para él llevaba todavía el anillo que elmagoafricano le había puesto en el dedo antes de descender al subterráneo para ir a coger la preciosalámparaqueacababadeserlearrebatada.Frotóelanilloconbastantefuerzaalagarrarsealaroca;alinstanteelmismogenioqueseleaparecióenelsubterráneocuandoelmagoafricanoloencerrarasurgióanteélunavezmás.¿Quéquieres?,ledijoelgenio;hemeaquílistoaobedecertecomoesclavotuyoydetodosaquellosquellevanelanilloeneldedo,yoylosotrosesclavosdelanillo. Aladino,agradablementesorprendidoporunaaparición tan inesperadaen lasituaciónenquesehallaba,respondió:«Genio,sálvamelavidaporsegundavezdiciéndomedóndeestáelpalacioquehice construir o haciéndolo regresar inmediatamente a su lugar.» «Lo que me pides», replicó elgenio, «no es de mi incumbencia: yo soy tan sólo esclavo del anillo; dirígete al esclavo de lalámpara.» «Si así es», repusoAladino, «te ordeno que por el poder del anillome lleves al lugardonde está mi palacio, dondequiera que sea, y queme deposites bajo las ventanas de la princesaBadrulbudur.»ApenashuboterminadodehablarcuandoelgeniolollevóaÁfrica,enmediodeunagranpraderadondeestabaelpalacio,pocoalejadodeunagranciudad,y lodepositóprecisamentedebajodelasventanasdelahabitacióndelaprincesa,dondelodejó.Todoestosucedióenuninstante. Pesea laoscuridadde lanoche,Aladinoreconociómuybiensupalacioy lashabitacionesde laprincesaBadrulbudur;perocomoeranochecerradaytodoestabatranquiloenelpalacio,seretiróun

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poco aparte y se sentó a los pies de un árbol.Allí, llenode esperanza, reflexionando en su buenasuerte,quedebíaaunpuroazar,seencontróenunasituaciónmuchomáshalagüeñaquecuandofueradetenido,conducidoapresenciadelsultányenpeligrodeperderlavida.Seengolfóunratoenestospensamientosagradables;yfinalmente,comohacíacincooseisdíasquenodormíanada,nopudoimpedirabandonarsealsueñoqueloinvadía,ysedurmióalpiedelárbolqueleservíadeapoyo.Aldíasiguiente,cuandolaauroracomenzóadespuntar,Aladinofuedulcementedespertadonosóloporeltrinodelospájarosquehabíanpasadolanocheenelárbolacuyospiessehabíaacostado,sinotambién por el de las aves que poblaban los árboles frondosos del jardín de su palacio. Dirigióprimerolavistahaciaaqueladmirableedificioysintióentoncesunaalegríainexpresableporestarapuntoderecobrarsucondicióndedueñodelmismoy,almismotiempo,deposeerunavezmásasuqueridaprincesaBadrulbudur.Selevantóyseaproximóalashabitacionesdelaprincesa.Paseóalgúntiempobajosusventanas,enesperadequesedespertaseypudieseverlo.Mientrasesperaba,sepreguntabadedóndepodíaprocederlacausadesudesgracia;y,despuésdehaberledadomuchasvueltasalasunto, llegóa laconclusióndequetodosuinfortunioderivabadehaber perdido de vista su lámpara. Se acusó a símismo de negligencia y del descuido que habíatenido no llevándola siempre consigo.Lo quemás lo inquietaba era que no podía imaginar quiénfueselapersonaenvidiosadesufelicidad.LohabríadescubiertoenseguidasihubiesesabidoqueélysupalacioseencontrabanentoncesenÁfrica;peroelgenioesclavodelanillonolehabíadichonadayélnosehabía informadoal respecto.ElsolonombredeÁfrica lehabría traídoa lamemoriaalmagoafricano,suenemigodeclarado. LaprincesaBadrulbudurse levantabamástempranodeloqueacostumbrabadesdesuraptoysutrasladoaÁfricaporobradelmagoafricano,cuyapresenciasehabíavistoobligadaasoportarunavezaldía,porqueeraelnuevodueñodelpalacio;perolohabíatratadosiemprecontaldurezaqueélnisiquierasehabíaatrevidoainstalarseallí.Cuandosehubovestido,unadesusdoncellas,mirandoatravésdeunacelosía,descubreaAladino.Correinmediatamenteaavisarasuama.Laprincesa,quenopodíadarcréditoasusoídos,seprecipitaalaventanayveaAladino.Abrelacelosía.AlruidoquehaceabriéndolalevantaAladinolosojos;lareconoceylasaludaconungestoquetraicionaeltransportedesualegría.«Paranoperder tiempo», ledice laprincesa,«han idoaabriros lapuertasecreta;entradysubid.»Ycerrólacelosía. Lapuerta secretaestabadebajode lashabitacionesde laprincesa;Aladino laencontróabiertaysubió. Imposible describir la alegría que sintieron los esposos al volverse a ver cuando creíanhaberseseparadoparasiempre.Seabrazaronmuchasvecese intercambiaron todos los testimoniosdeamorydeternuraimaginables,despuésdeunaseparacióntantristeytaninesperada.Luegodelosabrazos mezclados con lágrimas de alegría, se sentaron; y Aladino, tomando la palabra, dijo:«Princesa,antesquenadaossuplicoennombredeDios,tantoenvuestropropiointeréscomoeneldelsultánvuestropadreyenelmíoenparticular,quemedigáisquéhasidodeunaviejalámparaqueyohabíadejadosobrelacornisadelsalóndelasveinticuatroventanasantesdeirmedecacería.»«¡Ah,queridoesposo!»,respondiólaprincesa,«yasospechabayoquenuestradesgraciadependíadeaquella lámpara;y loquemásmeafligeesque fuiyo lacausadenuestrosmales.»«Princesa»,replicóAladino, «no os atribuyáis la culpa, que es todamía, pues debía haberla guardadomejor:pensemossóloenrepararsupérdiday,paraello,hacedelfavordecontarmecómoocurriótodoyaquémanoshaidoapararlalámpara.»EntonceslaprincesaBadrulbudurcontóaAladinoelcambioentrelalámparaviejaylanueva,quehizo traer para que él la viese; y cómo la noche siguiente se dio cuenta del traslado del palacio,encontrándoseporlamañanaenaquelpaísdesconocidodondeahoralehablabayqueresultabaserÁfrica:lohabíaoídodelospropioslabiosdeltraidorquelahabíallevadoallípormediodesusartesmágicas.

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«Princesa»,dijoAladino,interrumpiéndola,«mehabéisdadoaconoceraltraidoraldecirmequeestamosenÁfrica.Eselmáspérfidodetodosloshombres.Peronoes tiemponi lugardehacerosunadescripciónmásampliadesusmaldades.Osruegosolamentequemedigáisquéhahechoconlalámparaydóndelahapuesto.»«Lallevaenelseno,muybienenvuelta»,respondiólaprincesa,«yestoyseguradeello,porquelaha sacado en mi presencia y la ha enseñado, jactándose de su posesión como si de un trofeo setratase.» «Princesa mía», dijo entonces Aladino, «no os enfadéis si me veo obligado a haceros tantasfatigosas preguntas: tan importantes son para vos como para mí. Lo que más me interesa —osconjuro a que me lo digáis— es qué trato habéis recibido de parte de un hombre tan pérfido ymalvado.»«Desdequeestoyenestelugar»,contestólaprincesa,«sehapresentadosólounavezaldíaantemí,y estoy convencida de que la escasa satisfacción que obtiene de sus visitas lo induce a noimportunarmemásamenudo.Cuantomedicetiendeapersuadirmedequerompaelcompromisoquecontrajeconvosyquelotomeaélporesposo,dándomeaentenderquenoosvolveríaavernunca,queyanovivíaisyqueelsultánmipadreoshabíahechocortarlacabeza.Añade,parajustificarse,quesoisuningrato,quevuestrafortunaladebéissóloaélymilcosasmásquemecallo.Ycomonorecibedemíporrespuestasinolamentosdoloridosylágrimas,seveobligadoaretirarsetanpocosatisfechocomohavenido.Nodudo,sinembargo,quesuintenciónseadejarpasarelmomentomásagudodemisdolores,enlaesperanzadequecambiedeparecer,yusarlaviolenciasóloalapostre,si persevero en resistirme a él. Pero, querido esposo, vuestra presencia ha disipado ya misinquietudes.» «Princesa», interrumpióAladino,«confíoenquenosehayandisipadoenvano,puescreohaberencontradoelmediodelibrarosdenuestrocomúnenemigo.Peroparaestoesnecesarioquevayaalaciudad.Estarédevueltahaciamediodía,yentoncesoscomunicarécuálesmiplany loquedebéishacerparaconducirloabuenfin.Pero,paraqueyalosepáis,noosextrañéissivuelvovestidoconuntrajediferenteydadordendeabrirmelapuertasecretaencuantolagolpeeporprimeravez.»Laprincesaleprometióqueloesperaríanenlapuertayqueleabriríanalinstante.CuandoAladinohubo descendido de las habitaciones de la princesa y salió por lamisma puerta por la que habíaentrado,miróaunladoyaotroyvioauncampesinoqueenfilabaelcaminodelcampo. Como el campesino caminabamás allá del palacio y estaba un poco alejado,Aladino apretó elpaso;ycuandolohuboalcanzadolepropusointercambiarconéllosvestidos,insistiendotantoqueelcampesinoconsintióenello.Elcambiosellevóacaboalamparodelamaleza;ycuandoambossesepararon, Aladino tomó el camino de la ciudad. Apenas entró en ella, enfiló la calle quedesembocabaenlapuertay,evitandolascallesmásfrecuentadas,llegóalbarrioenquemercaderesyartesanos de toda índole tenían cada uno su calle particular. Entró en la de los drogueros y,dirigiéndosealatiendamásgrandeymejorprovista,preguntóalmercadersiteníaunospolvosquelenombró. Elmercader,queimaginóqueAladinoerapobre,ajuzgarporsutraje,yquenoteníasuficientedineroparapagarle,ledijoquesítenía,peroqueeranmuycaros.Aladinopenetróenelpensamientodelmercader; sacó su bolsa y,mostrando el oro que contenía, le pidiómedia dracmade aquellospolvos.Elmercaderlapesó,laenvolvióyselapresentóaAladinopidiéndoleunamonedadeoro.Aladinoselapusoentrelasmanosy,sindetenerseenlaciudadmásqueeltiemponecesarioparacomeralgo,regresóasupalacio.Notuvoqueesperarenlapuertasecreta:lefueabiertaalinstante,ysubióalashabitaciones de la princesa Badrulbudur. «Princesa», le dijo, «la aversión que os inspira vuestroraptor, como me habéis dicho, quizá os haga penoso seguir el consejo que voy a daros. Pero

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permitidme deciros que es preciso que disimuléis, e incluso que os forcéis a hacerlo, si queréislibrarosdesupersecuciónydaralsultánvuestropadreymiseñorlasatisfaccióndevolverosaver.Siqueréis,pues,seguirmiconsejo»,continuóAladino,«ospondréisinmediatamenteunodevuestrosmásbellosvestidos;ycuandovengaelmagoafricano,nodudéisenrecibirloconlamejoracogidaposible, sin remilgos ni reticencias, con un rostro franco, demanera que crea que, si todavía osquedaunpocodeaflicción,sedisiparáconel tiempo.En laconversación,dadleaentenderqueosestáisesforzandoenolvidarme;y,afindequeseconvenzaaúnmásdevuestrasinceridad,invitadloacenarconvosydecidlequeosgustaríaprobarelmejorvinodesupaís;élnodejarádeabandonarospor unmomento para ir a buscarlo. Entonces, mientras esperáis su regreso, cuando lamesa estépreparada, poned en una de las copas en las que estáis acostumbrada a beber estos polvos; y,poniéndolaaparte,advertidaaquelladevuestrasesclavasquevayaaservir labebidaque la traigallenadevinoaunaseñalquevosleharéisyquepreviamentehabréisconvenidoconella,yquetengamuchocuidadodenoequivocarse.Cuandoelmagohayavueltoyestéissentadosalamesa,despuésdehabercomidoybebidocuantojuzguéisoportuno,hacedqueostraiganlacopaconlospolvosycambiadlaporlasuya;encontraráelfavorqueleotorgáistangrandequenolorechazará:beberásindejarunasolagotaen lacopa;yapenas lahayavaciado, loveréiscaerbocaarriba.Siosrepugnabeberensucopa,fingidlotansóloynotemáis:elefectodelospolvosserátanrápidoquenotendrátiempodedarsecuentadesibebéisonobebéis.» Cuando Aladino hubo terminado, le dijo la princesa: «Os confieso que debo violentarmesobremanera consintiendo en tratar al mago con la cortesía que me pedís y que es, en efecto,necesaria; pero ¡qué acciónnodebe emprenderse contraun cruel enemigo!Haré, pues, loquemeaconsejáis,yaquedeellodependemi tranquilidadnomenosque lavuestra.»Concertadoesteplancon la princesa, Aladino se despidió de ella y fue a pasar el resto del día en los alrededores delpalacio,esperandolanocheparaacercarsealapuertasecreta.LaprincesaBadrulbudur,inconsolablenosólodeverseseparadadeAladino,suqueridoesposo,aquien amónadamásverloy a quien seguía amando aún,máspor inclinaciónquepordeber, sinotambiéndelsultánsupadre,alqueadorabaydequieneratiernamenteamada,habíadescuidadonopocosupersonadesdeelmomentodetandolorosaseparación.Habíaincluso,porasídecir,olvidadoeldecoroquetantoluceenlaspersonasdesusexo,particularmentedespuésqueelmagoafricanosehubiesepresentadoanteellaporprimeravezysehubieraenteradoporsusdoncellas,quelohabíanreconocido,dequeeraélquienhabíacambiadolalámparaviejaporlanueva,engañoporelcuallecausabahorror.Perolaocasióndevengarse,yantesdeloprevisto,hizoquedecidieseseguirelconsejodeAladino.Así,encuantoélseretiró,sesentóellaeneltocador,sehizopeinarporsusesclavasdelamaneramásfavorecedoraysepusounriquísimovestidomuyapropósito.Elcinturónque laceñíaeradeoroydiamantesengastados,muygruesosymejorescogidos;yacompañabaalcinturónuncollardeperlascuyasseisperlaslaterales,enproporciónconlacentral,lamásgruesaypreciosa,erantalesque lasmásgrandes sultanasy lasmásgrandes reinas sehabríanconsiderado felicesde tenerunahileracompletadeltamañodelasdosperlasmáspequeñasdelaprincesa.Losbrazaletes,adornadoscondiamantesyrubíes,respondíanmaravillosamentebienalariquezadelcinturónydelcollar. Cuando la princesa Badrulbudur estuvo completamente vestida, consultó su espejo y pidió elparecer de sus esclavas sobre su aspecto; y viendo que no le faltaba ninguno de los encantos quepodíanavivarlalocapasióndelmagoafricano,sesentóenunsofáesperandoquellegase.Elmagonodejódeveniralahoraacostumbrada.Encuantolaprincesalovioentrarenelsalóndelasveinticuatroventanas,dondeloesperaba,selevantócontodosuatavíodebellezaydeencantosyle indicó con lamano el lugar de honor donde esperaba que se acomodase, sentándose almismotiempoqueél:cortesíaexquisitaquenuncaanteslehabíatributado.

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Elmagoafricano,másdeslumbradoporelresplandordeloshermososojosdelaprincesaqueporelbrillodelapedreríaquelaadornaba,quedómuysorprendido.Suaspectomajestuosoyciertoairegentil con que lo recibía, tan opuesto a los desdenes con que lo había recibido hasta entonces, loconfundían. Primero quiso acomodarse en un extremo del sofá; pero, viendo que la princesa noqueríasentarsesíélantesnotomabaasientodondeelladeseaba,obedeció.Cuandoelmagoafricanosehubosentado,laprincesa,parasacarlodelapuroenqueloveía,tomólapalabra;ymirándolodemodoqueélcreyeraqueyanoleparecíaodioso,dijo:«Osextrañaréissindudadevermehoy tandistinta a comomehabéis vistohasta ahora; peronoos sorprenderá tantocuandoosdigaquesoydeuntemperamentotanopuestoalatristeza,alamelancolía,alasnostalgiasyalasinquietudesqueintentoalejarlaslomásprontoquemeesposible,cuandohalloquehapasadoelmotivodelasmismas.HereflexionadoacercadeloquemehabéisdichodeldestinodeAladino;ycomoconozcobienelcarácterdemipadre,estoyconvencida,comovos,dequenohapodidoevitarelterribleefectodesucólera.Demodoque,aunquemeobstinaseenllorarlotodamivida,sébienquemis lágrimas no lo harían resucitar. Por ello, después de haberle tributado hasta la tumba losdeberesquemiamorreclamabaqueletributase,mehaparecidoquedebíabuscartodoslosmediosamialcanceparaconsolarme.Éstossonlosmotivosdelcambioqueveisenmí.Paracomenzar,pues,aalejarme de la tristeza, decidida a desterrarla por entero demi vida y persuadida de que querréishacermecompañía,heordenadoquenospreparasenunacena.Pero,comonotengomásquevinodelaChinaymeencuentroenÁfrica,mehanentradoganasdeprobarelqueestatierraproduce,yestoyseguradeque,silohay,vosencontraréiselmejor.» El mago africano, que había considerado imposible la dicha de conseguir entrar tan rápida yfácilmenteen los favoresde laprincesaBadrulbudur, leparticipóquenoencontrabapalabrasparatestimoniarle cuán sensible era a sus bondades; y en efecto, para terminar lo antes posible unaconversación de la cual le habría costado mucho zafarse si hubiese insistido en prolongarla, seagarróalvinodeÁfricadelqueellaacababadehablarleyledijoque,entrelosatractivosdelosqueÁfricapodíaglorificarse,eldeproducirexcelentevinoeraunodelosprincipales,particularmenteenlazonaenqueseencontraban;queélteníaunabarricadesieteañosquetodavíaestabaintactayque,sinexagerar,conteníaunvinoquesobrepasabaenbondadalosvinosmásexcelentesdelmundo.«Simiprincesa»,añadió,«melopermite,iréallenarconéldosbotellasyregresaréenuninstante.»«Noquerría causarosmolestias», le dijo la princesa; «¿no seríamejor que enviaseis a alguien?». «Esprecisoquevayayomismo.»,respondióelmagoafricano;«nadieexceptoyosabedóndeestálallavedelabodegaynadiesinoyoconoceelsecretoparaabrirla.»«Siesasí»,dijolaprincesa,«id,pues,yvolvedloantesposible.Cuantomástardéis,másimpacienteestaréporvolverosaver;ypensadqueempezaremosacenartanprontoestéisderegreso.» Elmagoafricano,muyesperanzadoensupresuntafelicidad,nocorrióabuscarsuvinodesieteaños,sinomásbienvoló,yvolvióenseguida.Laprincesa,quenohabíadudadoqueelmagosedaríaprisa,habíavertidoellamismalospolvosqueAladinolehabíatraídoenunacopaquehabíapuestoaparte. Se sentaron a lamesa la una enfrente del otro, demanera, que elmago daba la espalda alaparador.Ofreciéndolelosmejoresbocados,laprincesaledijo:«Siqueréis,puedodaroselplacerdelamúsicaydelcanto;perocomoestamossolosvosyyo,meparecequelaconversaciónnosdarámásplacer.»Elmagoconsideróestaeleccióndelaprincesacomounanuevapruebadefavor. Despuésquehubieroncomidoalgunosbocados, laprincesapidiódebeber.Bebióa la saluddelmago y, tras haber bebido, dijo: «Teníais razón al elogiar vuestro vino; nunca había bebido antesnadatandelicioso.» «Encantadora princesa», respondió elmago, sosteniendo con lamano la copa que la esclava lehabíatraído,«mivinoadquiereunanuevabondadgraciasavuestraaprobación.»«Bebedamisalud»,repusolaprincesa;«veréisvosmismoquetengorazónenalabarlo.»Asíquebebióalasaluddela

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princesay,devolviendolacopa,dijo:«Princesa,mealegrasobremanerahaberreservadoestabarricaparaunatanbuenaocasión;confiesotambiénquenohebebidoenmividanadatanexcelente.»Continuaroncomiendoybebierontrescopasmás.Laprincesa,queteníacompletamentefascinadoalmagoafricanoconsuscortesíasysusmodalescomplacientes,dioporfinlaseñalalaesclavaquele servíadebeber, diciendoalmismo tiempoque le trajeran su copa llenadevino,que se llenasetambiénladelmagoafricanoyqueselaofreciesen.Cuandoambostuvieronlacopaenlamano,dijoalmago africano: «No sé cuál sea el uso en vuestro país cuando se quieren dos personas y estánbebiendojuntoscomohacemosnosotros.EnlaChinaelenamoradoylaenamoradaintercambiansuscopasybebenalasaludelunodelaotrayviceversa.»Simultáneamenteleofreciólacopaquetenía,adelantandolaotramanopararecibirlasuya.Elmagoafricanoseapresuróarealizarelcambiocontantomásplacercuantoqueconsiderabaestefavorcomoelindiciomássegurodelaconquistadelcorazóndelaprincesa,loquelosituóenelcolmodesufelicidad.Antesdebeber,dijoconlacopaenlamano:«Princesa,nosotros, losAfricanos,estamos lejosdeconocer todos los refinamientosqueempleáis vosotros, los Chinos, en el arte de condimentar el amor y llenarlo de encantos; y, alenseñarme una lección que yo ignoraba, aprendo también hasta qué punto debo ser sensible a lagraciaquerecibodevos.Nuncaolvidaré,amableprincesa,elhaberencontrado,bebiendoenvuestracopa, una vida de la que vuestra crueldad me habría hecho perder la esperanza, si hubiesecontinuado.» LaprincesaBadrulbudur, que se aburríamortalmente con los interminablesdiscursosdelmagoafricano, le dijo interrumpiéndolo: «Bebamos; retomaréis después lo queme estáis diciendo.»Almismo tiempo se llevó a la boca la copa, que apenas rozó con los labios,mientras que elmagoafricanoquisoanticiparse tantoquevació lasuyasindejarunasolagota.Alapurarla,comohabíainclinadounpocolacabezahaciaatrásparamostrarsudiligencia,permanecióalgunosinstantesenaquellaposición,hastaquelaprincesa,queteníasiempreelbordedelacopapegadoasuslabios,vioquelebailabanlosojosyquecaía,sinsentidoalsuelo.LaprincesanonecesitóordenarqueseabrieselapuertasecretaaAladino.Susesclavas,queestabanal corriente de todo, se habían colocado en fila, una tras otra, desde el salón hasta el fondo de laescalera,demaneraqueenelmomentoenqueelmagoafricanocayóhaciaatrásseabriólapuerta.Aladinosubióyentróenelsalón.Apenashubovistoalmagoafricanotendidoenelsofá,detuvoalaprincesaBadrulbudur,quesehabíalevantadoyqueibaasuencuentroparatestimoniarlesualegríaabrazándolo.«Princesa»,dijo,«noestiempoaúndeabrazos;tenedlabondadderetirarosavuestrashabitacionesydejadmesolo,mientrastrabajoporhacerosregresaralaChinaconlamismarapidezconqueoshabéisalejadodeella.»Enefecto,cuandolaprincesaestuvofueradelsalónconsusesclavasysuseunucos,Aladinocerrólapuerta;seacercóluegoalcadáverdelmagoafricano,pueshabíaperdidolavida,hurgóensuropaysacódeellalalámparaenvueltaenunpaño,comolehabíadicholaprincesa.Ladesenvolvióylafrotó.Alinstanteelgeniosepresentóconelsaludoacostumbrado.«Genio»,ledijoAladino,«tehellamadoparaordenarte,ennombredelalámparatudueña,quehagasqueestepalacioseadevueltoinmediatamentealaChina,alamismaciudadyalmismolugardondeseencontraba.»Elgenio,trashaberexpresadoconunainclinacióndecabezaqueobedecería,desapareció.Eltraslado,enefecto,sehizo,ynosesintieronmásquedosligerísimostemblores:unocuandofuelevantadodel sitio donde estaba enÁfrica, el otro cuando fue depositado en laChina enfrente delpalaciodelsultán;todotranscurrióenunbrevísimointervalodetiempo. Aladinobajóalashabitacionesdelaprincesa;y,abrazándola,dijo:«Princesa,puedoasegurarosquevuestraalegríaylamíaseráncompletasmañanaporlamañana.» ComolaprincesanohabíaterminadodecenaryAladinoteníaapetito, laprincesahizotraerdel

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salóndelasveinticuatroventanaslosmanjaresqueallífueranservidos,queestabancasiintactos.LaprincesayAladinocomieronjuntosybebieronelbuenvinoañejodelmagoafricano;despuésdelocual,conversandoconlamayorsatisfaccióndelmundo,seretiraronasushabitaciones.DesdeladesaparicióndelpalaciodeAladinoydelaprincesaBadrulbudur,elsultánsupadreestabainconsolableporhaberlaperdido,comoesdeimaginar.Nodormíaapenas,nidenochenidedía,y,en lugar de evitar todo lo que podía recordarle su aflicción, alimentaba su dolor con todos losmedios a su alcance. Así, mientras antes sólo acudía al gabinete una vez por la mañana, parasolazarseconlacontemplacióndelpalaciodeAladino,quenuncallegabaasaciarlo,ahoraibaallívarias veces al día a renovar sus lágrimas y a sumergirse más ymás en sus profundos dolores,convencidodequenovolveríaaver loquetantolehabíacomplacidoydequehabíaperdidoparasiempreaaquellaalaquemásqueríaenelmundo.Laauroraacababadedespuntarcuandoelsultánentró en el gabinete, lamismamañana en que el palacio deAladino volvía a estar en su sitio.Alentrar,sehallabatanensimismadoytaninmersoensudolorquedirigiólamiradacontristezahaciaellugarenelquenopensabaquehubiesemásqueairevacíoenvezdepalacio.Pero,alverqueelvacíoestaba lleno,pensóqueera el efectode laneblina.Mira conmayor atencióny reconoce sinduda alguna que se trata del palacio deAladino.Entonces la alegría y el regocijo sucedieron a lamelancolía y a la tristeza.Regresa a sus habitaciones con paso vivo y ordena que le ensillen y letraigan un caballo. Se lo traen,monta, parte y le parece poca toda prisa para llegar al palacio deAladino. Aladino, que había previsto lo que podía suceder, se levantó con las primeras luces del alba y,vestidoconunodelostrajesmásespléndidosdesuguardarropa,subióalsalóndelasveinticuatroventanas,desdedondevioalsultánquevenía.Bajóatiempopararecibirloalospiesdelaescalinatay ayudarlo a desmontar. «Aladino», le dijo el sultán, «no puedo hablarte hasta que haya visto yabrazadoamihija.» Aladino condujo al sultán a lashabitacionesde laprincesaBadrulbudur; y laprincesa, a laqueAladino,allevantarse,habíarecordadoquenoseencontrabayaenÁfrica,sinoenlaChinayenlacapitaldelsultánsupadre,enfrentedesupalacio,estabaterminandodevestirse.Elsultánlaabrazóvariasveces,conelrostrobañadoenlágrimasdejúbilo,ylaprincesa,porsuparte,lediotodaslasmuestrasdelaenormefelicidadquesentíaalvolverloaver.Elsultánestuvoduranteunratosinpoderarticularpalabra:tantaerasuemociónporhaberhalladoasuqueridahijadespuésdehaberlalloradosinceramentecomoperdida;ylaprincesa,porsuparte,llorabayllorabadealegríaporhabervueltoaveralsultánsupadre.Finalmenteelsultántomólapalabra:«Hijamía»,dijo,«quierocreerqueeslaalegríaquetienesdeverme lo que hace que me parezcas tan poco cambiada, como si no te hubiese ocurrido nadadesagradable.Sinembargo,estoyconvencidodequehassufridomucho.Noloraptanaunojuntocontodounpalaciodeimproviso,comotehasucedidoati,sinexperimentargrandesalarmasyterriblesangustias.Quieroquemecuentestodoloquehapasadoyquenomeocultesnada.»Laprincesasatisfizogustosaeldeseodesupadre.«Señor»,dijo,«siparezcotanpococambiada,suplicoaVuestraMajestadqueconsiderequedesdeelalbadeayercomencéarespirargraciasalapresenciadeAladino,miqueridoesposoymilibertador,aquienhabíadadopormuerto,yladichaque acabo de tener abrazándolome ha hecho recuperar por completomi aspecto habitual. Porquetodamipena,adecirverdad,eravermearrancadadeVuestraMajestadydemiqueridoesposo,nosóloporelamorqueleprofeso,sinotambiénpormipreocupaciónapropósitodelostristesefectosdelacóleradeVuestraMajestad,alaquenodudabaqueseveríaexpuesto,aunquefueseinocente.Hesufridobastantemenosconla insolenciademiraptor,quemedirigía,esosí,discursosquenomeagradaban.Peroloshiceinútilesenvirtuddelascendientequeprontoadquirísobreél.Porlodemás,estaba tan oprimida como lo estoy ahora. En lo que concierne ami rapto,Aladino no tuvo parte

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algunaenél:miingenuidadfuelaculpable.»Parapersuadiralsultándequedecíalaverdad,lehablócondetalledeldisfrazdelmagoafricanocomomercaderdelámparasnuevasacambiodelámparasviejas,ydecómoella,pordiversión,lehabía cambiado la lámpara de Aladino, cuyo secreto y cuya importancia ignoraba; del rapto delpalacioydesupersonadespuésdeesecambio,ydeltrasladodeunoyotraaÁfrica,dondeelmagoafricanohabía sido reconocidopordosde sus esclavasypor el eunucoque le había cambiado lalámpara,cuandotuvolaosadíadepresentarseanteellaporprimeravezdespuésdeléxitodesuaudazempresa y de proponerle que se casara con él; de la persecución, en fin, que había tenido quesoportar hasta la llegadadeAladino; de lasmedidas quehabían tomado juntos para arrebatarle lalámparaquellevabasiempreconsigo;ydecómolohabíanconseguido,ellaenparticular,afuerzadedisimular y de invitar al mago a cenar en su compañía, hasta que todo terminó con la copaemponzoñadaquelehabíaofrecido.«Encuantoalresto»,añadiólaprincesa,«dejoaAladinoqueoslocuente.»PocopudoañadirAladinoalsultán.«Cuantomeabrieronlapuertasecreta»,dijo,«subíalsalóndelas veinticuatroventanasyvi al traidor tendido en el sofá,muertopor la violenciade lospolvos;como no convenía que la princesa permaneciese por más tiempo allí, la rogué que bajara a sushabitacionesconsusesclavasysuseunucos.Mequedésolo;y,trashabersacadolalámparadelsenodel mago, me serví del mismo secreto del que se había servido él para llevarse este palaciojuntamenteconlaprincesa.Ylohicedesuertequeelpalacioseencuentraahoraensulugar,dondehetenidolaalegríadedevolveralaprincesaaVuestraMajestad,comomehabíaisordenado.Siqueréistomaroslamolestiadesubiralsalón,veréisalmagocastigadocomosemerecía.» Para asegurarse completamente de la verdad, el sultán se levantó y subió; y cuando hubo vistomuertoalmagoafricano,conelrostrolívidoyaporlaviolenciadelveneno,abrazóaAladinoconmuchaternurayledijo:«Hijomío,nomeguardesrencorpormiprocedercontrati;elamorpaternalmeobligabaaello,ycreoquemerezcoquedisculpeslosexcesosdemicólera.»«Señor»,respondióAladino,«notengoningúnmotivodequejasobrelaconductadeVuestraMajestad;habéishecholoquedebíaishacer.Esemago,eseinfame,elpeordeloshombres,eslaúnicacausademidesgracia.CuandoVuestraMajestadtengatiempo,osdarécuentadeotramaldadquemehizo,nomenosnegraqueésta, de laqueme salvé tan sóloporuna especialísimagraciadeDios.»«Teoiré congusto»,replicó el sultán, «y pronto. Pero ahora pensemos en regocijarnos, y haz que se lleven ese objetoodioso.»Aladinohizoretirarelcadáverdelmagoafricano,conordendearrojarloalvertederoparaservirdepastoaanimalesyaves. Entretanto el sultán, tras ordenar que tambores, timbales, trompetas y demás instrumentosanunciasen la pública alegría, hizo proclamar una fiesta de diez días en señal de regocijo por elregresodelaprincesaBadrulbudurydeAladinoconsupalacio.FueasícomoAladinoescapóporsegundavezdelriesgocasiinevitabledeperderlavida;peronofueelúltimo:corrióuntercerocuyascircunstanciasvamosahoraarelatar. Elmagoafricano teníaunhermanomenorquenoeramenoshábilqueél en las artesmágicas;puede decirse incluso que lo sobrepasaba enmaldad y en artificios perniciosos. Como no vivíansiemprejuntosnienlamismaciudad,ycomoconfrecuenciaunoseencontrabaenlevantemientraselotroestabaenponiente,cadaunoporsulado,teníanlacostumbredeinformarsemutuamentecadaaño,pormediodelageomancia,acercadelapartedelmundoenquesehallabanydelasituaciónenqueseencontraban,porsialgunodelosdosnecesitabaayudadelotro.AlgúntipodespuésdequeelmagoafricanohubiesesucumbidoensuempresacontralafelicidaddeAladino,suhermanomenor,quenohabíatenidonoticiassuyasdesdehacíaunañoyquenoestabaenÁfrica,sinoenunpaísmuylejano,quisosaberenquélugardelatierrasehallaba,cómoleibay

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quéestabahaciendo.Dondequieraquefuese,llevabasiempreconsigosucuadradogeomántico,igualque su hermano. Coge el cuadrado, prepara la arena, traza los puntos, obtiene las figuras y,finalmente, forma el horóscopo.Recorriendo las casillas, encuentra enunaque suhermanoyanoexistía; en otra, quehabía sido envenenadoymuerto al instante; y, en una tercera, que su cadáverestabaenunaciudaddelaChinasituadaentalsitio;y,porfin,queelquelohabíaenvenenadoeraunhombredehumildelinajequehabíadesposadoaunaprincesahijadeunsultán. Cuandoelmagosehuboenteradodela tristesuertequehabíacorridosuhermano,noperdióeltiempo en lamentaciones que no le habrían devuelto la vida. Tomando al punto la resolución devengarsumuerte,montaacaballoyseponeencamino, tomando la rutahacia laChina.Atraviesallanuras, ríos,montañas,desiertos;y, trasun largoviaje, sindetenerseenningún lugar,acostadeincreíbles fatigas, llega al fin a laChina y, poco tiempodespués, a la ciudadque la geomancia lehabía designado. Seguro de no haberse equivocado y de no haber tomado un reino por otro, sedetieneendichaciudadybuscaenellaalojamiento.Aldíasiguientedesullegada,elmagosale;y,paseándoseporlaciudadnotantoparaadmirarsusbellezas, que le eran del todo indiferentes, cuanto para comenzar a tomarmedidas con vistas a laejecucióndesuperniciosoplan,seintroduceenloslugaresmásfrecuentadosyprestaoídoaloqueallísedice.Enunlugarenquesepasabaelratojugandoavariostiposdejuegosydonde,mientrasunosjugaban,otroscharlaban,quiéndelasúltimasnoticiasydelosasuntosdeactualidad,quiéndesuspropiosasuntos,oyóquecontabanmaravillasdelavirtudydelapiedaddeunamujerretiradadelmundo,llamadaFátima,yhastadesusmilagros.Comocreyóqueaquellamujerpodíaserleútilparaalgoqueteníaenmente,tomóaparteaunodelosdelatertuliaylerogóqueledijeraconmásdetallequiéneraaquellamujeryquétipodemilagroshacía.«¡Cómo!»,ledijosuinterlocutor,«¿nohabéisvistonuncaaFátimanihabéisoídohablardeella?Constituyelaadmiracióndetodalaciudadporsusayunos,porsuausteridadyporelbuenejemploqueda.Aexcepcióndeloslunesydelosviernes,nosaledesupequeñoretiro;y,losdíasquesedejaverporlaciudad,haceinfinidaddebienes,ynohaypersonaafectadadedolordecabezaquenosecureenvirtuddelaimposicióndesusmanos.»Elmagonoquisosabermásalrespecto;preguntósolamentealmismohombreenquébarriodelaciudadseencontrabaelretirodeaquellasantamujer.Elhombreseloindicó;traslocual,despuésdehaberconcebidoydispuestoeldetestableplandelquehablaremosenseguida,paramayorseguridad,siguiótodoslospasosdelamujerelprimerdíaquesaliódespuésdesusaveriguaciones,sinperderladevistahastaelanochecer,cuandolaviovolveraentrarensucasa.PrecisadoellugardondeFátimavivía, el mago se dirigió a uno de esos lugares que hemos dicho, donde se bebía cierta bebidacaliente y donde se podía pasar la noche si se quería, especialmente durante los grandes calores,cuandoenaquelpaísseprefieredormirencimadeunaesteraqueenlacama. Elmago,despuésdehaber contentado al dueñodel local pagándole lopocoque ledebía, salióhaciamedianocheysefuedirectamentealretirodeFátima,lasantamujer,comolallamabanenlaciudad. No tuvo dificultades para abrir la puerta, que no estaba cerradamás que con un pestillo;volvióacerrarlasinhacerruidocuandohuboentradoyalaluzdelalunadistinguióaFátima,quedormíaacielodescubierto,enunsofácubiertoconunapobreesterayapoyadacontrasucelda.Seacercóaellay,sacandounpuñalquellevabaenelcostado,ladespertó. Alabrir losojos, lapobreFátimaseextrañómuchodeveraunhombredispuestoaapuñalarla.Poniéndolelapuntadelpuñalenelcorazón,dispuestoaclavárselo,elmagodijo:«Sigritasohaceselmenorruido,temato;levántateyhazloquevoyadecirte.»Fátima,quesehabíaacostadovestida,selevantótemblandodeespanto.«Notemas»,ledijoelmago,«sóloquierotuvestido;dámeloycogeelmíoacambio.» Intercambiaronsusvestidos;y, cuandoelmagosehubopuestoeldeFátima, ledijo:«Coloréameelrostrocomoeltuyo,demodoquemeparezcaatiyqueelcolornoseborre.»

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Como vio que ella temblaba todavía, para tranquilizarla y conseguir que hiciese mejor lo quedeseaba,ledijo:«Notemas,telorepito;tejuroennombredeDiosquenotequitarélavida.»Fátimalo hizo entrar en su celda; encendió su lámpara; y, tomando de una vasija cierto líquido con unpincel,lefrotólacarayleaseguróqueelcolornoseborraríayqueeraidénticoaldesurostro,sindiferenciaalguna.Lepusoacontinuaciónsupropiotocadosobrelacabeza,conunvelo,enseñándolecómodebíacubrirseelrostroalcaminarporlaciudad.Finalmente,despuésdehaberlepuestoalcuelloungruesorosarioquelecolgabapordelantehastalacintura,ledioelmismobastónqueacostumbrabaellaallevary,presentándoleunespejo,ledijo:«Miraos.Noospodéisparecermásamí.»Elmagoseencontróquenipintado;peronomantuvoeljuramentoquepoco antes le había hecho tan solemnemente a la buenadeFátima.A fin dequenopermaneciesenrestosdesangreensupuñal,laestranguló;y,cuandovioquehabíaentregadoelalma,arrastrósucadáverporlospieshastaelaljibedelacasayloarrojódentro.Elmago,asídisfrazadodeFátima,lasantamujer,pasóelrestodelanocheenlacasa,trashabersemanchadoconuncrimentandetestable.Aldíasiguiente,alasprimerashorasdelamañana,aunqueeraundíaenquelasantamujernoteníacostumbredesalir,nodejódehacerlo,convencidodequenadielepediríaexplicaciones,perodispuestoadarlassifuesenecesario.ComounadelasprimerascosasquehabíahechoalllegarhabíasidoiraverelpalaciodeAladino,ycomoeraallídondehabíaproyectadollevaratérminosuplan,seencaminóadicholugar.Apenasviolagentealasantamujer—puestodoelmundolotomóportal—elmagoseencontróen seguida rodeado de una gran muchedumbre. Unos se encomendaban a sus plegarias, otros lebesabanlamano,otros,másreservados,lebesabanelbordedelvestido;yotros,quepadecíandolorde cabeza o bien tan sólo pretendían preservarse delmismo, se inclinaban a su paso para que lesimpusieralasmanos;cosaquehacíafarfullandoalgunaspalabrasaguisadeoración;eimitabatanbien a la santa mujer que todo el mundo lo tomaba por ella. Después de haberse detenido confrecuencia para satisfacer a aquellas gentes que ni bien ni mal recibían de aquella imposición demanos, llegó al fin a la plaza del palacio deAladino, donde, siendo considerable la afluencia degente,fuemayoraúnlapugnaporverquiénpodíaacercársele.Losmásfuertesydiligentesseabríanpaso entre lamultitud, de lo que surgieron disputas cuyo alboroto se dejó oír en el salón de lasveinticuatroventanas,dondesehallabalaprincesaBadrulbudur. La princesa preguntó a qué se debía semejante alboroto; y como nadie satisfizo su curiosidad,ordenóquefuesenaaveriguarloyquevolvieranacontárselo.Sinsalirdelsalón,unadesusesclavasmiróporunacelosíayledijoqueelruidoprocedíadelamuchedumbredegentequerodeabaalasantamujerparahacersecurardeldolordecabezaporlaimposicióndesusmanos.Laprincesa,quehacíatiempoquehabíaoídohablarmuybiendelasantamujer,peroquenuncalahabíavisto,mostró interésenverlayenconversarconella.Apenashubomanifestadosudeseo,eljefedesuseunucos,queestabapresente, ledijoque,si lodeseaba,erafácilhacerlasubiryquenoteníamásquemandarlo.Laprincesaasintió;yéldestacóalinstanteacuatroeunucos,conordendeconducirapalacioalasupuestasantamujer.ApenassalieronloseunucosdelapuertadelpalaciodeAladinoylamultitudvioquesedirigíanadonde estaba elmagodisfrazado, todos abrieronpaso; y cuando elmago se vio libre del asediopopularyseapercibiódequeveníanensubusca,lessalióalencuentro,tantomásfelizcuantoqueveíaquesuengañosurtíaelefectoapetecido. Uno de los eunucos tomó la palabra y le dijo: «Santa mujer, la princesa quiere veros; venid,seguidnos.» «La princesame hace un gran honor», respondió la fingida Fátima, «estoy lista paraseguiros.»Yechóaandardetrásdeloseunucos,quehabíantomadoyaelcaminodepalacio.Cuandoelmago,quebajosushábitosdesantidadocultabauncorazóndiabólico,fueintroducidoenelsalóndelasveinticuatroventanasyvioalaprincesa,sepresentóconunaplegariaqueconteníauna

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largaenumeracióndevotosydeauguriosporsusalud,porsuprosperidadyporelcumplimientodetodoaquelloqueellapudiesedesear.Desplególuegotodasuretóricadeimpostorydehipócritaparainsinuarseenelánimodelaprincesabajolaaparienciadeunagranpiedad;ylefuetantomásfácilconseguirlocuantoquelaprincesaeranaturalmentebuenayestabaconvencidadequetodoelmundoera bueno como ella, especialmente aquellos y aquellas que se retiraban para servir a Dios ensoledad.CuandolafalsaFátimahuboterminadosulargaperorata,laprincesaledijo:«Mibuenamadre,osagradezco vuestras plegarias; tengo una gran confianza en ellas y espero que Dios las escuche;acercaos y sentaos junto a mí.» La falsa Fátima se sentó con una modestia afectada; y entonces,volviendo a tomar la palabra, dijo la princesa: «Mi buenamadre, voy a pediros algo que debéisconcederme;nomelorehuséis,osloruego:setratadequepermanezcáisconmigoafindequemehabléis de vuestra vida y pueda yo aprender de vos y de vuestros buenos ejemplos cómo servir aDios.»«Princesa»,dijoentonceslafingidaFátima,«ossuplicoquenoexijáisdemíunacosaenlacualnopuedoconsentirsinapartarmeydistraermedemisplegariasydemisejerciciosdedevoción.»«Esonodebepreocuparos»,respondiólaprincesa;«tengomuchashabitacioneslibres:escogeréisaquellaqueosconvengamejoryallípodréishacer todosvuestrosejerciciosconlamismalibertadqueenvuestroretiro.»Elmago,quenoteníaotroobjetivoqueeldeintroducirseenelpalaciodeAladino,dondeleseríamucho más fácil llevar a cabo la maldad que meditaba, permaneciendo allí bajo los auspicios yprotección de la princesa, que si se hubiese visto obligado a ir y venir del retiro al palacio y delpalacioalretiro,nosehizomuchoderogarantesdeaceptarelcortésofrecimientodelaprincesa.«Princesa», dijo, «por firme que sea la decisión que unamujer pobre ymiserable como yo hayatomado de renunciar al mundo, a sus pompas y a sus vanidades, no me atrevo a oponerme a lavoluntadyrequerimientodeunaprincesatanpiadosaycaritativa.»Aestarespuestadelmago,laprincesa,levantándose,ledijo:«Levantaosyvenidconmigo,paraqueos muestre las habitaciones vacías que tengo, a fin de que escojáis.» Siguió a la princesaBadrulbudur;ydetodaslasestanciasqueellalemostró,queeranmuybellasymuybienamuebladas,escogió la que le pareció serlo un poco menos que las otras, diciendo con hipocresía que erademasiadoparaélyquenolaescogíamásqueparacomplaceralaprincesa. Laprincesacondujodenuevoal impostoral salónde lasveinticuatroventanas,puesqueríaquecenaseconella;pero,comoparacomerhabría tenidoquedescubrirseelrostroquehastaentonceshabía llevadovelado,y temíaque laprincesa reparaseenquenoeraFátima, la santamujer,comocreía,lerogócontantainsistenciaquelodispensaradelacena,aduciendoquenocomíamásquepanyfrutossecos,yquelepermitieratomarsupequeñacolaciónsolo,ensushabitaciones,queellaseloconcedió.«Mibuenamadre», ledijo,«sois libre,obradcomosiestuvieseisenvuestroretiro;haréque os lleven algo de comer; pero recordad que os aguardo cuando hayáis terminado vuestracomida.»Laprincesacenó,ylafalsaFátimanodejódereunirseconellaencuantouneunuco,siguiendosusrecomendaciones,leadvirtióquesuanfitrionasehabíalevantadodelamesa.«Mibuenamadre»,ledijo la princesa, «estoy encantada de tener al lado a una santa mujer como vos, que va a ser labendicióndeestepalacio.Apropósitodeestepalacio,¿quéosparece?Pero,antesdequeoslohagavisitarestanciaporestancia,decidmeantetodoquépensáisdeestesalón.»Aestapregunta,lafalsaFátima,queparadesempeñarmejorsupapelhabíasimuladohastaentoncestener lacabezabaja, sinvolversesiquieraamiraraquíoallá, levantóal fin losojosy recorrióelsalón con la mirada de un extremo al otro, y, después de haberlo mirado a satisfacción, dijo:«Princesa, este salón es verdaderamente admirable y de una gran belleza. Sin embargo, en lo que

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puedejuzgarunaermitañaquenoestáaltantodeloqueelmundoconsiderabello,meparecequelefaltaunacosa.»«¿Quécosa,mibuenamadre?»,preguntó laprincesaBadrulbudur.«Decídmelo,osconjuroaello.Yocreía,yasílohabíaoídodecir,quenolefaltabanada.Silefaltaalgo,haréquesepongaremedioaesadeficiencia.»«Princesa»,repusolafalsaFátimacongrandisimulo,«perdonadmelalibertadquemehetomado;miparecer,sitienealgúnvalor,seríaque,sienloaltoyenmediodelacúpulahubieseunhuevodeaveroccolgado,estesalónnotendríaigualenlascuatropartesdelmundo,yvuestropalacioseríalamaravilladeluniverso.» «Mi buena madre», preguntó la princesa, «¿qué clase de pájaro es el ave roc y dónde podríaencontrarse un huevo suyo?». «Princesa», respondió la falsa Fátima, «es un pájaro de prodigiosotamañoquehabitaen lacimamásaltadelmonteCáucaso,yelarquitectodevuestropalaciopuedeproporcionarosunodesushuevos.»DespuésdehaberdadolasgraciasalafalsaFátimaporsubuenconsejo,puescomotalloreputaba,laprincesaBadrulbudurcontinuócharlandoconelladeotrostemas;peronoolvidóelhuevodeaverocypensóhablarledeélaAladinoencuantoregresaradelacaza.Hacíaseisdíasquehabíapartido;yelmago,quenoignorabaesepormenor,habíaqueridoaprovecharsedesuausencia.Regresóesemismodíaalatardecer,almismotiempoquelafalsaFátimasedespedíadelaprincesayseretirabaasucuarto.Alllegar,Aladinosubióalashabitacionesdelaprincesa,queacababadeentrarenellas.Lasaludóylaabrazó;peroleparecióquelorecibíaconunpocodefrialdad.«Princesamía»,dijo,«noencuentroenvoslamismaalegríadesiempre.¿Hasucedidoalgodurantemiausenciaqueoshayadisgustadoycausadotristezaodescontento?EnnombredeDios,nomeloocultéis;harétodoloqueestéenmimanoparadisiparvuestrapena.»«Espocacosa»,respondiólaprincesa,«ymeproporciona tanpoca inquietudquenohubiesecreídoquese transparentaraenmiexpresiónhastaelpuntodequevoslacaptarais.Peroyaque,contraloqueesperaba,habéispercibidoenmi rostro alguna alteración, no os ocultaré elmotivo, que tienemuy poca importancia. Creía,como vos», continuó la princesa Badrulbudur, «que nuestro palacio era el más soberbio, el másmagníficoyelmáscompletoqueexistíaenelmundo.Osdiré,sinembargo,loquemehavenidoalamentedespuésdehaberexaminadobienelsalóndelasveinticuatroventanas.¿Noconvenísconmigoenquenosepodríapedirlemássiunhuevodeaverocestuviesecolgadoenelcentrodelvanodelacúpula?».«Princesa»,repusoAladino,«bastaquevoshayáisconcluidoquelefaltaalsalónunhuevoderocparaquehalleenélelmismodefecto.Veréisporladiligenciaconquevoyasubsanarloquenohaynadaquenoestédispuestoahacerporvuestroamor.» Aladinodejóal instantea laprincesaBadrulbudur;subióalsalónde lasveinticuatroventanas;yallí,despuésdehabersesacadodelsenolalámparaquesiemprellevabaconsigo,encualquierlugarque se hallase, a partir del peligro que había corrido por haber descuidado tomar semejanteprecaución,lafrotó.Inmediatamenteelgenioselepresentó.«Genio»,ledijoAladino,«enestesalónfaltaunhuevoderoccolgadodelcentrodelacúpula;tepido,ennombredelalámpara,quesubsanesesedefecto.» No había terminadoAladino de pronunciar estas palabras cuando el genio emitió un grito tanestruendosoytantremendoqueelsalóntemblóyAladinoestuvoapuntodecaeralsuelo.«¡Cómo!¡Miserable!», ledijoelgenioconunavozcapazdehacer temblaralhombremásresuelto,«¿no tebastaconquemiscompañerosyyotehayamosservidocomolohemoshecho,ymepides,conunaingratitudquenotieneigual,quetetraigaamiamoyquelocuelgueenmediodelabóvedadeestacúpula?Poresteatentadomereceríasserreducidoacenizasenelacto,tú,tuesposaytupalacio.Perotepuedesconsiderarafortunadodenohabersidoelverdaderoautor,porquelapeticiónquemehasformuladonoprocededirectamentedeti.Entératedequiéneselauténticoinspirador:eselhermanodelmagoafricano, tu enemigo, aquiendestruiste comomerecía.Está en tupalacio,disfrazadode

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Fátima,lasantamujer,aquienhaasesinado;yesélquienhasugeridoatuesposahacerlaperniciosapeticiónqueacabasdehacerme.Suplanesquitartelavida;detidependequefracase.»Y,dichoesto,desapareció. Aladinonoperdióniunasolade lasúltimaspalabrasdelgenio;habíaoídohablardeFátima, lasantamujer,ynoignorabadequémodocurabaeldolordecabeza,porloquesedecía.Volvióalashabitacionesdelaprincesay,sinhablardeloqueacababadesucederle,sesentódiciendoquelehabíasobrevenido de improviso un gran dolor de cabeza y llevándose lamano a la frente. La princesaordenóal instantequehiciesenvenira lasantamujer;y,mientras ibana llamarla,contóaAladinocómoseencontrabaenpalacio,dondelehabíadadounahabitación. LafalsaFátimallegóy,nadamásentrar, ledijoAladino:«Venid,mibuenamadre.Quécontentoestoydeverosyquédichalamíadeencontrarosaquí.Meveoatormentadoporunfuriosodolordecabezaqueacabadeapoderarsedemí.Ospidovuestraayudaporlaconfianzaquetengoenvuestrasoraciones, y espero que nome rehuséis la gracia que concedéis a tantos afligidos por estemal.»Dichoesto,se levantó inclinando lacabeza;y la falsaFátimase leacercó,perocon lamanoen laempuñadura de un puñal que llevaba al cinto, oculto bajo la ropa. Aladino, que la observaba, leagarrólamanoantesdequepudiesedesenvainarloy,atravesándoleelcorazónconelsuyo,laarrojómuertasobreelpavimento. «Miqueridoesposo,¿quéhabéishecho?»,exclamólaprincesaasombrada.«¡Habéismatadoa lasantamujer!».«No,princesamía»,respondióAladinosininmutarse,«nohematadoaFátima,sinoauncriminalquemeibaaasesinarsinomehubieseanticipado.Esestemalvadoqueestáisviendo»,añadióquitándoleelvelo,«quienhaestranguladoaFátimaydecuyamuerte,porerror,meacusáis,puessehabíadisfrazadodelasantamujerparaapuñalarme.Y,afindequeloconozcáismejor,osdiréqueerahermanodelmagoafricanovuestroraptor.»Aladinolecontóacontinuacióncómosehabíaenteradodeestospormenores;trasdelocualhizoqueretiraranelcadáver.FueasícomoAladinoselibródelapersecucióndelosdoshermanosmagos.Pocosañosdespués,elsultánmurióaunaedadmuyavanzada.Comonodejóhijosvarones,laprincesaBadrulbudur,encalidaddelegítimaheredera,losucedió,ycompartióelpodersupremoconAladino.Reinaronjuntosdurantelargosaños,ydejaronunailustreposteridad.

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TableofContentsANÓNIMOSinopsisLasmilyunanochessegúnGallandPrólogoHistoriadeAbdula,elmendigociegoHistoriadeAladinoolalámparamaravillosa