LAS BODAS DE MERCHANT Personajes: Merchant. Grillete. Teta. Mona. Rito. Elidía. Noréz. Muchacha uno. Muchacha dos. Muchacha tres. Gorda. Ovidio. Susanita. I. MERCHANT EN LAS FLORES. Merchant: Aleluyas, necesitamos aleluyas. Esas son Damianas. Grillete, de veras no sabes nadita de plantas. Grillete: ¿Qué debo saber? Es cosa de mujeres. Merchant: Pos si quieres ayudarme debes saber. Grillete: Merchant, ¿cuáles son tus favoritas? Merchant: El Jacinto. Pero en azul. Grillete: Del color del cielo. Merchant: Del color del mar. Grillete: No conoces el mar. Merchant: ¿Y tú conoces el cielo? Grillete: Pos claro. Merchant: ¿Has estado ahí? Mi abuela Elidía dice que es inmenso. Grillete: ¿Y ella cuándo fue al mar? Nunca salió de Barricada. Merchant: El cielo…
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LAS BODAS DE MERCHANT
Personajes:
Merchant.
Grillete.
Teta.
Mona.
Rito.
Elidía.
Noréz.
Muchacha uno.
Muchacha dos.
Muchacha tres.
Gorda.
Ovidio.
Susanita.
I. MERCHANT EN LAS FLORES.
Merchant: Aleluyas, necesitamos aleluyas. Esas son Damianas. Grillete, de veras no sabes nadita
de plantas.
Grillete: ¿Qué debo saber? Es cosa de mujeres.
Merchant: Pos si quieres ayudarme debes saber.
Grillete: Merchant, ¿cuáles son tus favoritas?
Merchant: El Jacinto. Pero en azul.
Grillete: Del color del cielo.
Merchant: Del color del mar.
Grillete: No conoces el mar.
Merchant: ¿Y tú conoces el cielo?
Grillete: Pos claro.
Merchant: ¿Has estado ahí? Mi abuela Elidía dice que es inmenso.
Grillete: ¿Y ella cuándo fue al mar? Nunca salió de Barricada.
Merchant: El cielo…
Grillete: Pero… ni existen. ¿Cuándo has visto una flor azul?
Merchant: Sí las hay, así se enamoraron mis abuelos.
Grillete: Huy, yo creía que´l viejo Noréz, se la había robado.
Merchant: Pos sí se la robó, pero luego la enmoró. O qué creías, juntos tanto tiempo nomás para
que sí. Mí amá Elidía le pidió un ramillete de Jacintos azules pa´ estarse de por vida y él lo
consiguió.
Grillete: ¿Y ónde tú?
Merchant: Pos en el amor. Ónde más pueden encontrarse esas cosas.
Grillete: Y de ahí que tu color favorito sea el azul. A mí me gusta el verde.
Merchant: A mí no, el verde es el color de las desilusiones.
Grillete: ¿Cómo pues?
Merchant: Que cuando se te seca el alma te pones verde y tus ilusiones se aguada y se te salen por
la nariz entre los mocos por tanto llorar, por eso cuando alguien se enferma, primero se
pone pálido-pálido y luego amarillo y finalmente verde, porque ya no tiene ilusiones pa´
seguir viviendo. A mí no me gusta el verde. (Entra Teta. Observa en la distancia a Grillete y
a Merchant, esta última la advierte). Ya me voy. (Sale corriendo, Grillete se queda junto al
ramillete de flores).
Grillete: Merchant, las flores. ¡Merchant! (Teta se acerca a Grillete). Aquí las voy a dejar. (Sale,
Teta toma las flores).
TRANSICIÓN
Mona: Esa escuincla ya me cansó… No ayuda en la casa, no hace favores, reclama los mandados,
tiene el hocico más grande que una hiela. No sé cómo demonios, yo no la crié así.
Rito: Mona, la Merchant está en las edades difíciles. Ya se le va a pasar.
Mona: ¿Y si no se le pasa?
Rito: A todas se les pasa, ¿o a poco a ti no se te pasó?
Mona: Que bobadas, yo nunca fui así.
Rito: Eso dices ora, pero Judas se te incrustó a esa edá. Teta me advirtió, pero yo no oí.
Mona: Ni digas, mi amá nunca habló contigo.
Rito: Pos en algún lugar me lo dijeron. (La jala hacía sí, la sienta en sus piernas, la besa,
desabotona su blusa, mete la mano, comienza a amasarle los senos. Teta se para en el
umbral de la puerta, observa la escena).
Mona: Está dormida, dijo que venía cansada de pizcar flores.
Rito: Déjala descansar. (Teta sale hacia el cuarto). ¡Hay que dejarla descansar!
Mona: Ya te oí.
TRANSICIÓN
Merchant acostada en la cama. Teta a los pies de esta, la destapa, se cubre con la cobija, sale.
Merchant abre los ojos para comprobar que Teta se ha ido, abraza el almohadón y comienza a llorar
en silencio. Entra Elidía, va junto a ella, la abraza consolándola.
Merchant: Amá Elidía, la amá Teta siempre me hace cosas malas. Nunca me deja dormir. No
quiere que descanse. Me sigue hasta el río y siempre vigila lo que hago. Asusta a Grillete.
Amá Elidia, yo quiero que ella se vaya. (Continúa sollozando, Elidía la abraza, finalmente
se queda dormida. Entra Nórez).
Noréz: ¿Otra vez? (Elidía asiente). No te preocupes mi niña, ya mero te marchas de aquí.
II. MERCHANT EN EL LODO.
Rito: Y entonces qué hago yo con mi palabra.
Mona: Pos tragártela qué más.
Rito: Ya quedé con el Queteto.
Mona: Y a mí qué. Las palabras de cantina no son nunca decisión.
Rito: ¿Y las de la jugadera sí?
Mona: La Merchant ya está pedida.
Rito: Y dada por tu apá.
Mona: Su palabra es la mía.
Rito: Pero ónde quedo yo.
Mona: No me vengas, sabíamos muy bien que la niña se iba a casar con el Valdespino ese.
Rito: Pos si tú lo has dicho, es una niña.
Mona: Es por decir. No me digas que no la has visto como le cuelgan ya las tetas. Está en edá.
Además ya la andabas apalabrando con Queteteto.
Rito: Pos pa´ que de a perdida se junte con alguien que conozca, alguien a quien le haya visto la
cara pues, el amigo ese quién sabe qué mañas traiga.
Mona: Nada de rejuntes, esta se casa y bien casada. Además peores mañas que´l José Juan no creo
que nadie tenga.
TRANSICIÓN
Muchacha uno: Que suerte tienen las hierberas.
Muchacha dos: Vamos pa´l monte que´s luna llena pa´ embrujar y así también vamos a casarnos.
Muchacha tres: Sí bien dicen que la suerte de la fea, la bonita la desea.
Las tres: ¡Bruja! Bruja, bruja, bruja. ¡Bruja! (Le avientan bolas de lodo, le embadurnan la cara, la
toman a la fuerza entre las tres).
Grillete: Órale viejas burras, déjenla o les empiezo las pedradas.
Muchacha uno: Ya estarías bueno, pegándole a una mujer.
Grillete: Ustedes no son mujeres, si no víboras de cascabel, órale, pélenle. (Avienta piedras, las
muchachas salen despavoridas). ¿Qué te hicieron esas huilas?
Merchant: Nada, estoy bien.
Grillete: Te embarraron toda la cara.
Merchant: Pos embárrate junto conmigo.
Grillete: ¿Pa´ qué tú?
Merchant: Pa´ no sentirme tan mal. (Grillete lo hace, Merchant le ayuda). Cuando pasemos por el
pueblo van a creer que estamos jugando.
Grillete: ¿Por qué te envidian la suerte?
Merchant: Por… por nada. ¿De ónde vienes?
Grillete: De sacar a José Juan de la cantina, por eso me vine por acá, pa´ rodear, pa´ que no me
vaya a moquetear.
Merchant: ¿Pa´ qué vas a sacarlo?
Grillete: Porque mi amá me manda.
Merchant: ¿Cómo está?
Grillete: Igual. No se aguanta ni sólo.
Merchant: Pobrecito. (Grillete se aleja). ¿Y ora tú?
Grillete: ¿Sabías que lo quieren casar?
Merchant: Sí.
Grillete: ¿Contigo?
Merchant: Sí.
Grillete: ¿Sí?
Merchant: Sí. Pero mi amá dijo que no.
Grillete: Pero tu apá dijo que sí.
Merchant: Y eso qué.
Grillete: Que´l dijo.
Merchant: Pero mi amá manda. Y aunque no usa pantalones los trae más puestos que mi apá y
cuando ella dice no, es no.
Grillete: ¿Entonces, no?
Merchant: No.
Grillete: Que bueno.
Merchante: Que ocurrencias, ¿verdá?
Grillete: Es que en mi casa ya les urge casarlo, con cualquiera, quesque así se le va a olvidar y va a
dejar la tomadera.
Merchant: ¿Entonces yo soy cualquiera?
Grillete: No. Tú eres Merchant.
Merchant: ¿Y eso qué?
Grillete: Tú sabes.
TRANSICIÓN
Merchant: Aunque no me dicen yo ya sé, la amá Teta se encargó de que supiera.
Noréz: Esa mujer que nomás anda ónde no debe. ¿Qué piensas?
Merchant: Que está bien.
Noréz: No vas a preguntar cómo es la cosa.
Merchant: Pa´ qué.
Noréz: Pa´ que sepas.
Merchant: Ni necesito saber nada, así se arreglan las cosas, ¿no arreglaste así lo de mi amá?
Noréz: Eso fue diferente.
Merchant: ¿Por qué pues?
Noréz: Porque somos Moncayo y los Valdespino no nos habían aceptado, ni ellos, ni ninguno en
Hacienda Verde, hasta ora. Allá los criados se creen superiores. Somos en suma diferentes,
nosotros somos de aquí, pertenecemos a este lugar, aquí vivimos y aquí morimos, y como
ves, nunca nos vamos, seguimos siendo los mismos dese hace años. Nomás ellos se alejan,
aquí se sienten atrapados, pesados, tristes y siempre se están yendo a cualquier parte, no
importa que allá no valgan, pero tarde o temprano vuelven porque así tiene que ser. Ellos
con sus ansias de irse y nosotros con las ganas de quedarnos… Tú vas a echarle raíces a
Jacinto. Tú vas a hacer que le guste esta tierra, el olor a campo, el río, la arboleda y vas a
educar a tus hijos con ese fin, que crezca y envejezcan en Barricada.
Merchant: ¿Jacinto?
Noréz: Jacinto Valdespino. (Sale).
Merchant: Jacinto. (Entra Mona, Merchant la observa).
Noréz: ¿Qué?
Merchant: Nada.
Mona: Deja de estarme encajando los ojos como astillas.
Merchant: ¿Qué se siente estar casado?
Mona: Es igual.
Merchant: ¿Igual a qué?
Mona: Que comer o dormir o cagar, es lo mismo, es igual, no siente uno nada.
Merchant: ¿Tú querías a mi apá?
Mona: Que preguntas…
Merchant: Dime, pa´ saber.
Mona: ¿Pa´ saber qué?
Merchant: Ya sé que me casan.
Mona: ¿Quién te dijo?
Merchant: En la escuela.
Mona: Ni te apures, que al cabo ya no vas a ir.
Merchant: ¿Por qué?
Mona: Por que no. No necesitas buscar, ya encontraste.
Merchant: ¿Entonces?
Mona: Lo que necesitas aprender se aprende aquí.
Merchant: ¿Y quién me va a enseñar?
Mona: ¡Yo! (La toma por el brazo, la acerca a la tina, la hinca bruscamente y comienza a limpiarle
el rostro). El día de blanco el velo en la cara, la sonrisa apagada, la vista en el suelo. Tu apá
te va a entregar. Ya no serás más nuestra hija, serás una madre, serás una esposa, serás la
mujer. Fuerte como tu abuela, como la amá de tu apá y como yo. Ya no traerás lodo en el
pelo ni llevarás tus pies descalzos a caminar. Ya no serás la misma de ahora. No. No serás.
No sé qué suerte traiga el Valdespino, ni de qué suerte te va a contagiar, pero pos ya eso es
cosa de tu vida. Mientras, aquí sigues haciendo lo mismo, nomás que a la escuela no
vuelves, ora debes aprender cosas nuevas, cosas de la casa, de la vida, del matrimonio,
cosas que sí sirven, no de las otras que te aprendes pa´ olvidar. Ni modo Merchant, los
varoncitos son los que se quedan en la casa de la crianza y las hembras, pos se van. Vas a
vivir en hacienda Verde. (Termina de lavarle la cara, Merchant sale). Qué suerte. Mi apá no
lo logró pa´ mí, pero lo logro pa´ ti. Qué suerte… Maldita chamaca endemoniada. Burra
como las peores, terca como las mulas y se va pa´ Hacienda Verde.
Merchant en off: Pero pos si yo ni quiero ir.
III. MERCHANT EN EL ENFADO.
Rito: Sigue sin quererme hablar. Queteto se enojó conmigo.
Mona: Y qué tiene que ver. No vas a casarla con un borracho empedernido. José Juan es muy
mayor, es más grande que Merchant, en todo caso se hubiera casado con Guillermo.
Ramón: Guillermo, qué va, si son bien cuates.
Mona: Esas amistades no me gustan. No es bueno que hombre y mujer…
Rito: Tú eras amiga de Rómulo Esparza.
Mona: Uh, de eso hace tanto que ya ni me acordaba.
Rito: Pos a mí no se me olvida.
Mona: De todos modos yo hablo con Queteto.
Rito: ¿Pa´ decirle qué?
Mona: Le voy a explicar bien la cosa, aunque no debiera, pro hay que tener consideración por tus
burradas.
TRANSICIÓN
Grillete: Merchant. ¡Merchant!
Merchant: Hola tú.
Grillete: ¿Y ora? ¿Qué traes?
Merchant: Que no puedo hablar contigo, por ahí anda mi amá Teta.
Grillete: Ni me digas que me espantas.
Merchant: Ya no voy a ser tu amiga.
Grillete: Cómo va a ser, qué cosas dices.
Merchant: De veritas.
Grillete: ¿Por qué no has ido a la escuela? ¿Te sientes mal? Estas amarilla, casi verde.
Merchant: De veras. No me había dado cuenta. A lo mejor ya hasta me voy a morir.
Grillete: No me empieces Merchant. ¿Por qué no has ido?
Merchant: Porque ya no voy a volver.
Grillete: ¿Qué pues?
Merchant: No necesito aprender nada, ora todo me lo está enseñando mi amá.
Grillete: ¿Y el río? ¿Cuándo vuelves al río?
Merchant: No, pos no, tampoco. Me voy a caar Grillete, me voy a casar con un Jacinto.
Grillete: Uh Merchant, que cosas dices, nadie se casa con las flores.
Merchant: Me voy a casar con el Jacinto Valdespino y me voy a ir pa´ Haciend Verde. No te voy a
volver a ver…
Grillete: Y te ibas a largar sin decir nada, así nomás, sin despedirte…
Merchant: ¿Por qué te enojas?
Grillete: Porque tú y yo… Porque tú… Porque yo… ¡Chale!
Merchant: ¡Grillete! ¡Grillete vuelve!
Grillete en off: ¡Me llamo Guillermo, no me vuelvas a decir así!
TRANSICIÓN
Gorda: Merchant, estás muy callada.
Mona: Ni le hagas caso, en veces se empeña en estar mal.
Gorda: Me extraña.
Mona: Te digo que así es esta, ni te apures.
Gorda: No será un mal presagio.
Mona: ¿De qué tú?
Gorda: De la boda.
Mona: Ora resulta que por que la Merchant no está boquiabierta alargando la lengua entre los
dientes y mareando la cabeza de los demás, hay algo malo.
Gorda: Merchant, ven pa´ ca. (Merchant se acerca a ella, le toca la frente). ¿Te sientes malo?
(Merchant niega). Estás muy amarilla. (Merchant se encoge de hombros).
Mona: Ve por la carne que dejamos secando. (Merchant sale). A mí no me cuentan, yo al conozco,
ya estaría, si yo la parí; se está haciendo loca porque no quiere aprender. Testaruda,
cabezona, a ver si cuando se case no me la devuelven, entonces si haber qué hago con ella.
Merchant: La carne no está, todavía le falta, creo que días.
Mona: Acuéstate pues o corre o salta, la Gorda y yo vamos a jugar.
Merchant: ¿Y mi apá?
Mona: Hoy es día de cantina, unas cuantas manos nomás, no se va a dar cuenta y ni modo de que tú
le digas.
Merchant: Pos no. (Mona barajea un mazo de cartas, luego reparte).
Gorda: Ese Rito, no entiendo cómo es que no le gusta jugar cartas.
Mona: No le gustan las apuestas.
Gorda: Por qué será.
Mona: Cállate y dale.
TRANSICIÓN
Merchant entra al cuarto, se suelta el cabello, se cepilla, se desabrocha la blusa, esta queda abierta,
se le ven los pechos, en la esquina más oscura del cuarto se distingue una sombra, Merchant
desabrocha su falda la cual cae al suelo, la blusa alcanza a cubrirla, no lleva ropa interior, hay un
suspiro ahogado, Merchant voltea al rincón, va hacia allá.
Merchant: (En un susurro). Grille… Guillermo, ¿qué haces acá?
Grillete: Tenía que verte. Cómo no hay donde…
Merchant: ¿Y se te ocurrió aquí?
Grillete: Pa´ que nadie lo sepa. (Merchant se cubre). Eres toda una mujer.
Merchant: Cállate, no me salgas con eso.
Grillete: Estoy enfermo Merchant, voy a morirme.
Merchant: No Guillermo, tú no te mueres de soledad, te traga el río.
Grillete: Dime Grillete.
Merchant: Grillete, vete, mi amá está del otro lado de las cortinas, si se entera que aquí estás te…
(Grillete la besa).
Grillete: Vámonos pa´l monte. A la cueva de Simón, hoy es día de cantina, nadie se va a dar
cuenta.
Merchant: Yo sí.
Grillete: Entonces, ¿no quieres?
Merchant: Así no.
Grillete: ¿Cómo?
Merchant: Sin la bendición.
Grillete: Al Jacinto ese, ¿lo quieres?
Merchant: No sé, no lo conozco.
Grillete: Te va a hacer suya.
Merchant: Pos claro, va a ser mi esposo.
Grillete: Entonces, ¿no?
Merchant: Pos no.
Grillete: Me voy a morir de soledad, sin ti no hay nada.
Merchant: Y qué quieres que haga yo nunca he dado mi palabra.
Grillete: Dámela a mí.
Merchant: No pudo, mi abuelo me tiene dada.
Grillete: Vente conmigo.
Merchant: ¿Pa´ qué? ¿Pa´ un rato?
Grillete: Entonces, ¿ahí muere?
Merchant: Murió hace días.
Grillete: Si me voy no vas a volver a verme.
Merchant: Ya sé. (Grillete sale por la ventana, Merchant se asoma. Bajo. ). Ya ves, tú fuiste mi
primer beso de amor.
TRANSICIÓN
Mona: Pasado mañana es el día.
Rito: Con estas aguas.
Mona: Déjate las aguas, la carne no se secó. A ver qué hacemos.
Rito: No hacemos nada.
Mona: Qué traes tú.
Rito: Merchant es nuestra hija.
Mona: Ya sé.
Rito: Y es la única.
Mona: Ya sé.
Rito: Se nos va a ir pa´ Hacienda Verde.
Mona: Ni que estuviera tan lejos.
Rito: No entiendes. Nos vamos a quedar solos. No vamos a tener cerca a sus hijos. Se va pa´ vivir
una vida diferente, a un lugar onde no cabemos. Y es como si no hubiéramos dejado frutos,
nomás dejamos la semilla. Pa´ ti es distinto, tú no la quieres.
Mona: Que bobadas.
Rito: Dime si no.
Mona: No, también es mía.
Rito: Pero eres duda…
Mona: Es por su bien.
Rito: Es por costumbre, por comodidá. Tú supiste siempre que se iba, pero a mí, me avisaron hasta
el último, no tuve los años que tú tuviste pa´ la resignación.
Mona: Ay Rito, mejor ni le hagas, se va a casar, no va a morirse. ¿Tú criaste a tu hija? (Rito
asiente). ¿Y la criaste bien?
Rito: Pos creo.
Mona: ¿Y piensas que te va a dejar en el olvido? Es Merchant, cuándo le ha importado regla
alguna. (Llaman a la puerta).
Rito: Ovidio, que milagro, tenías años que no venías pa´ la casa.
Mona: ¡Sécate! Te va a hacer daño, venir de noche y con el aguacero andando.
Ovidio: Pos es que la noticia era pa´ hoy. Me manda decir Gertrudis, la nana del niño Jacinto, que
están varados en Campo-Allende, él y al comitiva del casorio y que con las aguas y con lo
malo que se pone el camino con este tiempo, pos que no van a llegar. Que se van a retrasar
unos tres días, que les mandan avisar pa´ no hacer pasar mal rato a la seño Merchant y que
no crean ni digan que´s novia de rancho; vestida y alborotada. Yo les traigo todo al costo.
Me vine de hacienda Verde hace un buen rato y apenas a estar hora llego, ora ni vean cómo
han de estar aquellos. Prefirieron descansarle al peligro que tentar la suerte.
Mona: Pos al menos se nos va a secar la carne.
Rito: Ovidio, ¿vas a quedarte hasta que aclare?
Ovidio: Uh, pos ni aunque no pudiera regresarme, me exigieron volver pronto con respuesta.
Mona: Pos tá bien, qué le vamos a hacer. Además un matrimonio con mal clima se lleva siempre
con las mismas turbias. Que cancelen y avísenle al cura pa´ que no gaste cirios ni
inciensos…
TRANSICIÓN
Gorda: Como que la Merchant recobró el color.
Mona: Oye Gorda, no hagas líos. Quieres hacer un chisme donde no lo hay.
Gorda: Merchansita, ven pa´ca. ¿Sabes lo que´s un matrimonio? (Merchant asiente). No uno como
el de tus apás, uno común, tradicional. (Merchant niega. A Mona). Ya ves, esta ni sabe nada.
Los Valdespino no son como los Moncayo, de ahí que aquellos son como son, por eso la
tierra, la fruta, la buena vida que se dan, porque tienen con qué y les sobra. En Hacienda
Verde la mujer es calladita, sumisa, sumisa, nada de andar con el hocico suelto como por
acá, allá no dice ni sí, ni no. Nomás obedece como sirvienta, así que en la noche le abres las
piernas al patrón, lo haces gozar y gozas tú, pero no se lo demuestres y en la mañana, como
si no hubiera pasado.
Mona: Cállate, la vas a espantar. Tú ni sabes cómo es la cosa. Nunca te has casado.
Gorda: Pos no. Pero estuve trabajando por aquellos lares mucho tiempo. Yo era la encargada de
cocina.
Mona: Y te corrieron por ratera. ¿Te acuerdas? Te agarraron robándote los patos.
Gorda: No se me olvida, ni tampoco se me olvida onde y con quién me los comí, pero pos parece
que la que no se acuerda eres tú.
Mona: Ya estuvo bueno. Merchant y yo tenemos que ir con Eulalio, le voy a comprar un camisón.
(Sale hacia el cuarto).
Gorda: Ya sabes Merchant, si lo quieres tener domado vuélvete una fiera en la cama, no des tiempo
de que piense en la cantina, móntate en él como lo hacías con el potro y vas a conocer la
felicidad.
TRANSICIÓN
Merchant: (En la tina). Amá Elidía, por qué no me hablas. ¿Estás enojada? Sé que estás enojada
porque me vio casi desnuda, pero pos no sabía que ahí estaba. Mi amá está enojada, Grillete
está enojado, la Gorda está enojada y tú también. La única que no se enoja soy yo y yo soy
la que debiera. (Elidía se acerca, le talla la espalda). La Gorda tiene mal olor, huele a rancio.
No me gusta como habla, tiene aliento de diablos, me dice cosas sucias, siempre habla de
porquería. Me dijo que debo frotarme abajo y pasarme el olor pa´l cuello pa´ que a mi
esposo le guste más. También me habló del animal marchito que debo reanimar por las
noches y me habló mal de Jacinto. Pos cómo si ni lo conoce. Yo tampoco, pero sé que él no
es malo, si no el abuelo no… No. Yo… yo quería irme con Grillete, tenía ganas, sentí
mariposas en la panza y el pecho caliente. ¿Soy mala? (Elidía la saca de la tina y comienza
a secarla). Yo quiero a Grillete, lo quiero de veras, pero lo quiero distinto, no como a ti o al
abuelo, ni como a mi apá… lo quiero abuela, lo quiero. (Elidía observa el camisón nuevo de
Merchant, entra Mona),
Mona: ¿Ónde dejaste el camisón? (Elidía lo pone en la cama. Mona lo toma). ¿Está bonito verdá?
(Elidía asiente). Lo voy a guardar pa´ que no se ensucie. No le hagas caso a la Gorda, mi
apá nunca te procuraría un mal. (Sale).
Merchant: ¿Por qué no le hablas? ¿Le hace falta? (Elidía sale detrás de Mona).
IV. MERCHANT EN EL LUTO.
Mona: Susanita, cómo estás.
Susanita: Peor, mal que mal. Disculpa que te moleste y en tu casa, no vayas a creer que nomás
vengo cuando se ofrece, sabes que con José Juan no tengo salida.
Mona: Ni te apures, una se vuelve de los hijos. ¿En qué te sirvo?
Susanita: Necesito un favor, algo especial.
Mona: Tú dirás.
Susanita: Es Guillermo… Tú sabes que´l y la Merchant son muy amigos y aunque en veces
renegábamos de esa amistad, ellos permanecían unidos.
Mona: Sí.
Susanita: Y ora, pos necesito de tu hija, necesito algo de ti. Guillermo está muy mal, le está
siguiendo las causas al hermano. Nadie sabe por qué José Juan anda sumido en la
borrachera, nomás yo. Resulta que Cristi la hija del caporal de Hacienda Verde…
Mona: ¿Del caporal?
Susanita: Sí, de aquél que se ahogó en el río después de matar a la esposa hace años. ¿Te acuerdas
el lio que se armó? (Mona asiente). Pos resulta que esa lo voló, le hacía ojitos en la iglesia,
le hacía sonrisas en la plaza y hasta algunas veces le tocó la mano en el tumulto de las
fiestas patronales y el descerebrado del muchacho se creyó que era algo más y cuando fue
en son de declaro, la muy mula se burló, ser rio del en su cara y le hizo ver su condición, le
dejó muy claro que era pobre y ora que ni soñando, mucho menos en la realidad. Esto ya es
más razonable. Anda apagándose el ardor con otro diferente, el que le quema el alma con el
que quema la garganta. Anda de atarantado pues. Pero Guillermo, ese qué dolores puede
padecer, qué tristeza, ni una, si ese chamaco es más feliz que la felicidá, la vida le pasa de
noche, es más distraído, tú lo conoces… nunca le hace mal a nadie. Pero ora… golpeó a
Queteto y a José Juan, se fue al lío con padre y hermano juntos, anda peor que diablo suelto
en Nochebuena. No lo conozco, ni reconozco en él al que antes era. Tome que tome, llora
que llora. No habla con nadie, ni solo, no se desahoga, no sé qué le pasa.
Mona: Y entonces quieres…
Susanita: Por favor. Sobre más ahora que está por irse. A ver si antes le saca lo que trae. Pa´ saber
de qué debo curarlo.
Mona: Por mí no hay piense, si quieres que vaya, irá.
Susanita: ¿Y Rito, no va a decir…?
Mona: Nada. Qué inconveniente, si se criaron desde chicos, son como hermanos.
Susanita: Yo no sabía por qué el chamaco le había hallado tanto amor al río.
Mona: El agua nos los unió.
Susanita: ¿Entonces?
Mona: Despreocúpate. Te la mando.
Susanita: Gracias.
Mona: Ni digas, ya después se me ofrecerá.
TRANSICIÓN
Merchant: ¡Que no voy a ir!
Mona: Mulona ingrata, pos no que muy amiga del chamaco.
Merchant: Pos eso era antes.
Mona: Antes de qué.
Merchant: De todo. Además qué voy a saber lo que le pasa.
Mona: Pos pa´ eso vas, pa´ saber.
Merchant: ¡No voy a ir!
Mona: ¡Que sí, sí vas! (Entra Rito atribulado, seco, está como ausente).
Rito: Grillete se ahogó. Se atoró en las piedras medias del río. Traía un ramillete de Jacintos azules
en las manos.
Mona: Pobre muchacho.
Rito: Dios lo guarde.
Merchant: Ya ves, ya ves, no voy… ¡No voy! Allá él sin que nadie sepa qué le pasa. Grillete