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Lanuevaeconomíainstitucional

Apr 04, 2018

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Jeremy Miller
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    La Nueva Economa Institucional y la Economa delos Recursos Naturales: Comunes, instituciones,gobernanza y cambio institucional

    Gonzalo Caballero Migueza y Mara Dolores Garza Gila

    Economa Agraria y Recursos Naturales. ISSN: 1578-0732. Vol. 10, 2. (2010). pp. 61-91

    RESUMEN: A lo largo de las tres ltimas dcadas, la Nueva Economa Institucional ha conseguido el re-torno de las instituciones a la corriente principal de la ciencia econmica, desarrollando ampliamente la teo-

    ra y el anlisis institucional a partir de las nociones de costes de transaccin de Ronald Coase y de institucio-nes de Douglass North. La reciente concesin del Nobel de Economa en 2009 a Oliver Williamson y ElinorOstrom ha consolidado el reconocimiento y protagonismo del nuevo enfoque institucional. Paralelamente, laEconoma de los Recursos Naturales ha incorporado en su agenda de investigacin los condicionantes institu-cionales de la gestin de los recursos. En este sentido, los avances de la Nueva Economa Institucional permi-ten relevantes desarrollos del anlisis institucional en el campo de la Economa de los Recursos Naturales, talcomo evidencia la obra de Elinor Ostrom. Este artculo expone una visin integral y actualizada de los funda-mentos del nuevo enfoque institucional que constituyen un conjunto de inputs tericos para el anlisis de lasinstituciones y la gobernanza en la gestin de los recursos naturales.

    PALABRAS CLAVE: Instituciones, Gobernanza, Economa de los Recursos Naturales, Nueva Econo-ma Institucional.

    Clasificacin JEL: B52, Q00, L22.

    The New Institutional Economics and the Economics of Natural Resources:Commons, Institutions. Governance and Institutional Change

    SUMMARY: In recent decades, the New Institutional Economics has brought about the return of insti-tutions to the economic mainstream, and institutional theory and analysis have been developed from Ro-nald Coases notion of transaction costs and Douglass Norths view on institutions. The Nobel Prizeaward in Economics to Oliver Williamson and Elinor Ostrom in 2009 has pointed out the relevance of thenew institutional approach. Natural Resource Economics has included the institutional determinants ofthe management of natural resources into its research agenda. In this sense, the advances of the New Ins-titutional Economics allows the development of institutional analysis in the field of the Economics of Na-tural Resources, such as Elinor Ostroms work has shown. This paper presents an integral and updatedperspective of the foundations of the New Institutional Economics that constitute a set of theoretical in-puts for the analysis of institutions and governance in the management of natural resources.

    KEYWORDS: Institutions, Governance, Economics of Natural Resources, New Institutional Economics.

    JEL classification: B52, Q00, L22.

    a Departamento de Economa Aplicada. Universidad de Vigo.

    Dirigir correspondencia a: Gonzalo Caballero. E-mail: [email protected]

    Recibido en junio de 2009. Aceptado en mayo de 2010.

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    1. Introduccin

    Desde que Ronald Coase y Douglass North recibieron el premio Nobel de Econo-ma en 1991 y 1993, respectivamente, la capacidad analtica de los nuevos enfoquesinstitucionalistas ha conseguido un reconocimiento creciente, que ha sido paralelo asu progresivo desarrollo terico y aplicado. La reciente concesin del Nobel de Eco-noma del 2009 a Oliver Williamson y Elinor Ostrom ha consolidado el protagonismode la agenda de investigacin de la Nueva Economa Institucional (NEI). El programade la NEI consigui integrar el papel de las instituciones en el anlisis econmico atravs de la nocin coaseana de costes de transaccin (Caballero, 2001, 2002; Kings-ton y Caballero, 2009). Desde este enfoque de anlisis positivo, las instituciones en-tendidas como las reglas del juego determinan la estructura de incentivos en la eco-noma y resultan claves para entender el funcionamiento econmico en sociedad.

    El nuevo institucionalismo permite un mejor conocimiento e interpretacin delpapel de las instituciones en una amplia variedad de fenmenos econmicos, polti-cos y sociales, enriqueciendo el estado de situacin de diversos programas de investi-gacin. Este ha sido el caso de programas como la organizacin empresarial (Wi-lliamson, 1985; Mnard, 2005), el desarrollo econmico (Rodrik et al., 2004; Shirley,2005), la historia econmica (North, 1989; Caballero, 2004a; Greif, 2006), el anlisiseconmico del derecho (Garoupa y Stephen, 2004; Hadfield, 2005), el anlisis de losprocesos legislativos (Weingast y Marshall, 1988; Caballero, 2007), la descentraliza-cin del Estado (Weingast, 1995; Caballero, 2005), las polticas pblicas (Spiller yTommasi, 2007; Caballero, 2004b), los mercados polticos (North, 1990b; Dixit,1996) o las polticas de regulacin (Joskow, 1991; 2002), entre otros. Los nuevos en-

    foques institucionalistas tienden a asumir un carcter multidisciplinario en las cien-cias sociales, y los avances del nuevo institucionalismo se han plasmado en la cienciaeconmica (Mnard y Shirley, 2005; North 2005; lvarez-Daz y Caballero, 2008), laciencia poltica (Hall y Taylor, 1996; Peters, 1999) y la sociologa (Brinton y Nee,1998).

    Por otra parte, la Economa de los Recursos Naturales se ha construido a partir delenfoque neoclsico que configur la corriente principal de la ciencia econmica a lolargo del siglo XX. Sin embargo, a lo largo de sus dcadas de existencia, la economade los recursos naturales no ha obviado las condiciones institucionales al estudiar lagestin de los recursos. De hecho, ya Gordon (1954) analizaba desde la ptica dela teora econmica las implicaciones de la propiedad comn en la gestin de losrecursos pesqueros, y desde entonces han existido aportaciones que incorporan losaspectos institucionales en el anlisis econmico de los recursos.

    La literatura econmica tradicional sobre los recursos naturales ha sealado tresdificultades principales para la utilizacin racional de los mismos: la existencia de li-bre acceso en muchos recursos naturales, el problema del descuento del futuro y laincertidumbre que caracteriza la gestin de los recursos naturales (Clark, 1990). Elprimero de estos problemas constituye precisamente el punto de partida para incorpo-rar los avances de la NEI en la construccin de un adecuado marco terico y analticoque integre el papel de las instituciones y de las frmulas de gobernanza en la gestinde los recursos naturales. Las instituciones constituyen una solucin a la tragedia de

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    los comunes que amenaza la gestin de los recursos naturales, y esta solucin con-lleva una determinada estructura organizativa de gobernanza para cada recurso y cada

    situacin. A medida que la poblacin ha aumentado, que el problema de la escasez deciertos recursos se ha hecho ms evidente y que los recursos naturales y ambientaleshan sido ms valorados por la sociedad, las claves institucionales han resultado msrelevantes para poder lograr una gestin eficiente y sostenible de los recursos evi-tando la tragedia comunal. As, el estudio de los comunes es relevante para el anlisisde los regmenes de propiedad comn o de libre acceso, pero su trascendencia con-ceptual va mucho ms all de estos regmenes concretos porque supone el punto departida para entender el surgimiento y la formacin de las instituciones (North,1981). Por ello, el problema de los comunes (Ostrom, 1990, pgs. 1-23; Libecap,2005, pgs. 551-553), es clave para entender la importancia de las frmulas institu-cionales que organizan la gestin de los recursos naturales.

    Lo cierto es que las instituciones juegan un papel clave en todas las funciones b-sicas que tienen los recursos naturales en la sociedad (Pearce, 1976, pg. 1; Azqueta,1994, pg. 55). En relacin a la funcin de suministro de materias primas, las institu-ciones establecen las reglas para el uso de los recursos naturales, determinando lasposibilidades de uso en la funcin de produccin. En relacin a la funcin de genera-dores de utilidad, las instituciones determinan la existencia de bienes naturales en lasociedad. En relacin a la funcin de receptculos de residuos, las instituciones esta-blecen el sistema de incentivos y comportamientos que influyen en la generacin deresiduos y en el destino de los mismos. En relacin a la funcin de soporte general ala vida, las instituciones son fruto de la creacin humana y determinan la interacciny la propia conquista del entorno fsico por parte de las sociedades (North, 2005).

    Las contribuciones de la NEI permiten una comprensin integral, ms amplia yprofunda, del papel de las instituciones en la gestin de los recursos naturales. Deeste modo, la Economa de los Recursos Naturales encuentra en la NEI un conjuntode fundamentos para desarrollar el anlisis institucional en cuestiones como la ex-traccin de recursos pesqueros, la calidad del medio ambiente, la gestin del agua, lasemisiones contaminantes, las reformas agrarias, el uso de la energa y los recursos fo-restales, entre otras. Los fundamentos de la NEI se convierten en inputs tericos queenriquecen las posibilidades analticas sobre las instituciones y la gobernanza en lagestin de los recursos naturales. As, los avances institucionalistas en el anlisis decostes de transaccin, instituciones, estructuras de gobernanza o cambio institucio-nal, entre otros aspectos, han permitido desarrollos novedosos en el estudio de la eco-noma de los recursos naturales.

    Este artculo desarrolla un enfoque integral de los principales fundamentos, no-ciones y perspectivas de la NEI que resultan de inters en la Economa de los Recur-sos Naturales, y expone algunos de los principales avances. De este modo, el trabajoestudia el papel de las instituciones y de las frmulas de gobernanza en la gestin delos recursos naturales desde la ptica de la Nueva Economa Institucional, asumiendola importancia de la cuestin de los comunes aunque sin ceir a ella la agenda del ar-tculo. Este enfoque institucional ha desarrollado unos fundamentos tericos que con-tribuyen a una comprensin multidisciplinar ms amplia de la economa de los recur-sos naturales. Esta concepcin del anlisis institucional asume la importancia de la

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    historia, la cultura y la poltica para abordar el estudio de la gestin de los recursosnaturales.

    El artculo se inicia con una presentacin de la NEI, que delimita sus contenidoscon respecto a la tradicin del viejo institucionalismo econmico y a la economa ne-oclsica pre-coasena. El apartado 3 analiza el problema de la tragedia de los comunesy el papel de los derechos de propiedad, que forman parte del saber generalizado dela economa de los recursos naturales y constituyen el punto de partida para una com-prensin integral del papel de las instituciones en la economa de los recursos. Elapartado 4 expone el principal discurso terico de la Nueva Economa Institucional atravs de las nociones de costes de transaccin e instituciones. El apartado 5 estudialos distintos niveles de anlisis social y fundamenta la relevancia de las estructurasorganizativas de la gobernanza para el caso de los recursos naturales. El apartado 6expone el programa del capital social as como la perspectiva de los sistemas socio-

    ecolgicos de Elinor Ostrom. El apartado 7 aborda el papel del cambio institucional,quizs la cuestin de mayor atencin actualmente en la NEI y cuestin clave para en-tender el ritmo y la direccin del cambio de las instituciones en la gestin de recur-sos. Finalmente, las conclusiones cierran el artculo.

    2. La Nueva Economa Institucional

    Las instituciones no fueron consideradas factores importantes en la corrienteprincipal de la ciencia econmica que sobre fundamentos neoclsicos se asent du-rante la mayor parte del siglo XX. Sin embargo, las instituciones no siempre estuvie-

    ron fuera de la corriente principal en economa, ni tampoco desaparecieron del pro-grama de trabajo de ciertos autores o tradiciones cuando fueron desplazadas de lacorriente principal. La revolucin marginalista que en 1871 configur las bases dela economa neoclsica relegara a las instituciones como centro de atencin de loseconomistas. El neoclasicismo introdujo el principio de maximizacin y el papel do-minante del concepto de sustitucin en el margen, y convirti las cuestiones de efi-ciencia en el asunto central del anlisis econmico. El problema era cmo empleareficientemente los recursos escasos, y para solucionar esta cuestin, los neoclsicosprescindan de las instituciones en su anlisis. Hubo que esperar hasta las ltimasdcadas del siglo XX para que se construyese un marco terico con la solvencia sufi-ciente para situar a las instituciones en el discurso econmico de la corriente princi-

    pal. Esto se consigui a travs de las nociones de costes de transaccin de Coase(1937, 1960) y de instituciones de North (1990a), que configuran el discurso centralde la NEI al razonar que, en un mundo con costes de transaccin positivos, las insti-tuciones entendidas como las reglas del juego determinan las posibilidades deintercambio y el nivel de eficiencia, que era el asunto que motivaba a la economaneoclsica.

    La NEI supone un paradigma alternativo a la microeconoma tradicional al flexi-bilizar ciertos elementos del ncleo duro de la economa neoclsica como la estabili-dad de preferencias y el concepto de equilibrio, al asumir la importancia del paso del

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    tiempo y al rechazar el modelo de eleccin basado en racionalidad perfecta, para in-corporar las limitadas capacidades cognitivas del individuo recurriendo a avances ge-

    nerados en otros programas de investigacin como el de la racionalidad limitada im-pulsado por Herbert Simon (Eggertsson, 1990). De acuerdo a North (1994), el marcoanaltico de la NEI es una modificacin de la teora neoclsica que conserva los su-puestos bsicos de escasez y competencia, as como los instrumentos analticos de lateora microeconmica, pero que modifica el supuesto de la racionalidad y aade ladimensin del tiempo.

    En cuanto a la configuracin del programa de la NEI, el primer artculo de refe-rencia lo constituye Coase (1937), que expone la naturaleza de la empresa como unafrmula organizativa que permite reducir costes de transaccin frente a los costes queconlleva la utilizacin del mercado para realizar intercambios. Sin embargo, este art-culo de Ronald Coase apenas tuvo impacto en la ciencia econmica durante dcadas.

    Posteriormente, Coase (1960) analiza el problema del coste social y expone que, asu-miendo costes de transaccin nulos, bajo competencia perfecta los costes privados ylos costes sociales son iguales (Stigler, 1966): en el mundo neoclsico que suponeque las transacciones no conllevan costes, las partes realizaran todas aquellas tran-sacciones que impliquen ganancias sociales de eficiencia. Ambos artculos de RonaldCoase fueron bsicos para el desarrollo de la NEI.

    Por un lado, Coase (1937) gener un enfoque microanaltico de las organizacio-nes que dio lugar a la economa de los costes de transaccin (Williamson, 1985); porotro lado, Coase (1960) gener un enfoque macroanaltico que estudia las relacionesentre instituciones y funcionamiento econmico, as como los procesos de cambioinstitucional (North, 1981, 1990a). La NEI incorpora ambos enfoques, que estn mu-tuamente inter-relacionados, y estudia las instituciones y cmo las instituciones inte-ractan con las organizaciones en la economa (Menard y Shirley, 2005). El pro-grama de la NEI, al incorporar el papel de las instituciones, ha construido un marcoanaltico en el que la historia, la cultura y creencias y la poltica importan, y lo ha he-cho partiendo de los fundamentos econmicos neoclsicos.

    En primer lugar, conviene sealar que a finales del siglo XIX y principios delXX el institucionalismo econmico norteamericano consigui una fuerte implanta-cin en la academia hasta la Segunda Guerra Mundial. Entre los autores de esteviejo institucionalismo, las principales referencias incluyen a Thorstein Veblen,Clarence Ayres y John Commons. Este paradigma no circunscribe el comporta-miento humano al homo-economicus y defiende el enfoque holista o sistmicopara la ciencia econmica. De este modo, se concibe la economa como un sistema

    abierto y dinmico en el que el nfasis no est en el equilibrio sino en el proceso,en el que los hbitos, las instituciones y las relaciones de poder son determinantesde la evolucin econmica y en el que las instituciones se conciben como hbitosde pensamiento comn. Este institucionalismo asume una perspectiva conduc-tista, colectivista y lejana al formalismo, rechazando el criterio del bienestar indi-vidual y sosteniendo que las preferencias de los individuos no deberan tomarsecomo dadas.

    El nuevo institucionalismo econmico coincide con el viejo en destacar la impor-tancia de las instituciones, pero ciertas diferencias bsicas distinguen ambos enfo-

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    ques1 (cuadro 1). La tradicin del viejo institucionalismo econmico adoptaba el m-todo de anlisis sistmico u holista; se centraba en las consecuencias distributivas de

    unas u otras estructuras institucionales y en los conflictos institucionales que subya-cen en todo proceso de cambio institucional; y elaboraron sus teoras y anlisis asu-miendo la relevancia del poder. A grandes rasgos, el holismo, el enfoque del conflictoy el anlisis del poder caracterizaban los fundamentos tericos del viejo instituciona-lismo (Toboso, 1997; Caballero, 2004a).

    Frente a ello, el nuevo institucionalismo econmico que emerge en las ltimasdcadas del siglo XX asume inicialmente el individualismo metodolgico2, se centraen el estudio sobre cmo marcos institucionales alternativos afectan a la eficiencia, yelabora sus teoras y anlisis a partir de la conceptualizacin del intercambio volunta-rio (Toboso, 1997). A grandes rasgos, individualismo metodolgico, enfoque de laeficiencia e intercambio voluntario caracterizan el punto de partida de la NEI, que

    aparece como ms formalista, individualista y reduccionista; se orienta hacia la elec-cin racional y hacia los modelos de economizacin, y generalmente manifiesta uncarcter no tan intervencionista (Rutherford, 1994).

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    1 Debe sealarse que la distincin entre el nuevo y el viejo institucionalismo est llena de matices, yque aqu recurrimos a grandes rasgos que pueden ajustarse ms a unos autores que a otros. Asimismo, hanexistido tambin otros enfoques econmicos con claro contenido institucional que no son incorporados enesta clasificacin, como es el caso de la escuela austraca, o las aportaciones de Myrdal o Hirschman.

    2 El individualismo metodolgico se asocia normalmente con la exigencia reduccionista de que todaslas teoras de las ciencias sociales han de ser reducidas a teoras sobre la accin humana individual (Rut-herford; 1994, pp. 31-36). No obstante, el individualismo del nuevo institucionalismo avanz hacia un in-dividualismo con trasfondo social a travs de la propuesta de Toboso (2001) del individualismo institu-cional, que se adecua correctamente a buena parte de la NEI.

    CUADRO 1

    Viejo y nuevo institucionalismo: diferencias bsicas

    Fuente: Elaboracin propia.

    Viejo institucionalismo (VI) Bases iniciales de NEI

    Rechazo de las bases de la Economa NeoclsicaHolismoLas cuestiones distributivas son clave

    Relevancia de la coercin y el poderLas preferencias de los individuos no deben

    tomarse como dadosHbitos son claves para el comportamiento humanoInstituciones como hbitos comunes de

    pensamiento

    NEI emerge desde la economa neoclsicaIndividualismo metodolgicoCriterio de eficiencia para el anlisis

    nfasis en el intercambio libre entre igualesFunciones de preferencias individuales como dadas

    Comportamiento individual racionalInstituciones como reglas del juego

    Los nuevos institucionalistas consideraron al viejo institucionalismo como unejercicio de descripcin de las instituciones en el que estas no eran sometidas a anli-sis riguroso, y la NEI acepta como reto propio el proceder a tales anlisis a travs del

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    trabajo aplicado (Wiliamson, 2000). La distancia entre ambos programas de investi-gacin se evidencia en Coase (1984) cuando afirma que el trabajo de los viejos insti-

    tucionalistas americanos no condujo a nada y que si los institucionalistas modernostienen algn antecedente no hay que buscarlo en sus inmediatos predecesores. Eneste sentido, el VI destaca la importancia de los hbitos al explicar el comporta-miento, mientras la NEI asume la condicin de intencionalidad humana del compor-tamiento3 (North, 1990a, 2005). As, la NEI se construye a partir de la economaneoclsica cambiando algunos de los fundamentos, y no a partir del viejo institucio-nalismo norteamericano.

    En segundo lugar, conviene presentar algunos rasgos bsicos que diferencian laNEI y la economa neoclsica pre-coaseana4 (cuadro 2). El enfoque ortodoxo de laeconoma neoclsica pre-coaseana asuma un mundo de costes de transaccin nulos,sin fricciones, en el que negociar no es costoso y donde los intercambios tienen lugar

    en mercados que permiten resultados eficientes. En este escenario las instituciones noimportan, la empresa y los sistemas legales no son claves para el proceso de asigna-cin y la ciencia econmica se centra en la eleccin de individuos racionales. El re-sultado es un anlisis econmico que busca teoras universales en las que el paso deltiempo no importa, y que se proyecta en el estudio de los mercados polticos a travsdel programa de la eleccin pblica (North, 1981, 1990a; Furubotn y Richter, 1998;Caballero, 2002).

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    La NEI asume la intencionalidad del comportamiento humano, aunque dentro de la misma los dis-tintos autores operacionalizan la racionalidad limitada desde distintos enfoques (desde aquellos que lacentran en las limitaciones informativas y computacionales de la racionalidad a aquellas que desarrollanla nocin de los modelos mentales subjetivos de los agentes) (Williamson, 2000; North, 2005). Por suparte, el VI no asume la importancia de la intencionalidad a la hora de explicar el comportamiento y con-cede el protagonismo a los hbitos, los cuales desde ciertas perspectivas de la economa evolutiva y de se-leccin darwiniana pueden implicar patrones de conducta eficientes.

    4 No obstante, debemos tambin matizar que los programas de investigacin no son compartimentosestancos y que distintas contribuciones han hecho evolucionar los distintos programas. Por ello, nos cen-tramos en la comparacin con la economa neoclsica ortodoxa pre-coaseana, porque posteriormentemuchas contribuciones de la NEI han ido siendo asumidas por la corriente principal.

    CUADRO 2

    Economa neoclsica y Nueva Economa Institucional: Diferencias bsicas

    Economa Neoclsica Pre-Coaseana Nueva Economa Institucional

    La economa como ciencia de la eleccinRacionalidad sustantivaMercados eficientesCostes de transaccin nulosAusencia de las institucionesEmpresa, ley y poltica como cajas negrasUn mundo ideal de eficiencia paretianaTeoras universalesAnlisis intemporalesTeora de la Eleccin Pblica

    La economa como ciencia de la transaccinRacionalidad limitadaMercados imperfectos, con friccionesCostes de transaccin positivosLas instituciones como reglas de juegoExisten empresas, leyes y polticaMayor realismo: ausencia de ptimo socialAnlisis ms especficosEl tiempo, la historia importanAnlisis poltico de costes transaccin

    Fuente: Arias y Caballero (2003).

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    Frente al enfoquepre-coaseano, la NEI asume la importancia de las transaccionesen la economa, y estudia un mundo con costes de transaccin positivos, con raciona-

    lidad limitada de los individuos y con mercados imperfectos. En este escenario, lasinstituciones, entendidas como reglas de juego, importan, y la NEI abre la caja negrade las empresas, el sistema legal y la poltica. De este modo, la NEI asume anlisisespecficos a contextos histricos, que sin pretender teoras universales consiguen unmayor realismo en cada contexto institucional (North, 1990a; Caballero, 2002). Asi-mismo el enfoque transaccional tambin aborda los mercados polticos a travs delanlisis poltico de costes de transaccin (Arias y Caballero, 2003).

    Esta diferenciacin entre economa neoclsica pre-coaseana y la NEI se ha idoestrechando singularmente en las dos ltimas dcadas del siglo XX a medida que lacorriente principal de la ciencia econmica, configurada sobre los fundamentos neo-clsicos, se ha hecho permeable a las lecciones institucionales, hasta el punto de que

    en la actualidad la importancia de las instituciones en la economa es un punto de en-cuentro generalmente aceptado.Paralelamente, ciertas contribuciones de la NEI han ido desarrollando un perfil

    ms ntidamente institucionalista, por lo que en tiempos recientes se han producidopuentes de comunicacin y dilogo entre la NEI y aquellos enfoques que continan latradicin de anlisis del viejo institucionalismo (Hodgson, 1998). En este sentido, lapropuesta de la NEI ha incorporado y desarrollado argumentos que encajan con ma-yor dificultad en los fundamentos neoclsicos, como en el caso del individualismoinstitucional (Toboso, 2001), de las creencias y modelos mentales de los individuos(North, 2005), de la importancia de los factores distributivos y de conflicto social(Toboso y Comps, 2003) o del papel del poder de coercin (Nye, 1997; Toboso,1997). Todo ello evidencia una NEI muy activa y en continuo desarrollo y dilogocon la corriente principal, pero tambin con la tradicin institucionalista.

    3. La tragedia de los comunes y los derechos de propiedad

    A lo largo del siglo XX, la ciencia econmica ha aportado un grupo de artculosseminales sobre el problema de gestin de lo comn, y que incluye aportaciones deautores como Frank Knight, Scott Gordon, Anthony Scott, Steven Cheung, EllinorOstrom y Gary Libecap. Tambin en el clebre artculo publicado en Science, GarrettHardin (1968) mostraba como la lgica inherente a los recursos comunes genera in-misericordemente una tragedia. La tragedia de los comunes hace referencia a la si-

    tuacin de degradacin del entorno que es esperable cuando muchos individuos usanun recurso en comn5. Becker y Ostrom (1995) sostienen que un recurso comn se

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    5 El anlisis de caso sobre el que Hardin (1968) parte para exponer la tragedia de los comunes se cen-tra en los efectos sobre un terreno de pasto en rgimen de libre acceso para los pastores. Cada pastor in-tentaba mantener en los terrenos comunes de pasto tantas cabezas de ganado como fuese posible. A lahora de aumentar en un animal ms su rebao, cada pastor valora los beneficios que le da una cabeza msde ganado, pero no asume individualmente los efectos negativos derivados del sobre-pastoreo que implicala nueva res (los efectos del pastoreo excesivo son compartidos por todos los pastores). En este escenario,la lgica de maximizacin individual de beneficio de cada pastor implica un incremento continuo del

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    caracteriza por la dificultad de excluir a los beneficiarios y por la rivalidad de su uso(si lo consumo o uso yo, no lo puede hacer otro usuario). Usar los recursos comunes

    como un pozo sin fondo no daa a la poblacin en general en el caso de recursospoco explotados, pero a medida que aumenta la poblacin y el propio uso de los re-cursos, la tragedia de los comunes aparece como una posibilidad cierta. En este sen-tido, el alto crecimiento de la poblacin mundial en los ltimos siglos evidenciara laimportancia de la tragedia de los comunes para unos recursos naturales en continua ycreciente explotacin (Hardin, 1968).

    En esta misma lnea, Gordon (1954) estudia el problema de la gestin comn parael caso de la pesquera de libre acceso, y en base a su anlisis concluye cierta cohe-rencia con la idea de que la propiedad de todos es la propiedad de nadie. En su an-lisis, los peces en el ocano son poco valorados por los pescadores, porque no tienenla seguridad de que ellos los pueda capturar maana si los dejan crecer y reproducirse

    hoy.El problema de la tragedia de los comunes se produce especialmente en el caso derecursos en acceso libre, entendidos como aquellos recursos agotables (y fugitivos)caracterizados por la rivalidad en la explotacin, de manera que estn sujetos al uso yposesin de cualquier persona que tenga la capacidad y el deseo de recolectarlos oextraerlos, sin que haya definicin de derechos de propiedad ex-ante6. En este escena-rio, se producen externalidades negativas que pueden ser simtricas o asimtricas(Stevenson, 1991).

    La tragedia de los comunes ha sido usada para representar una amplia gama deproblemas sociales y econmicos, y entre ellos est presente la gestin de los recur-sos naturales ejemplificada en casos como el pastoreo, la lluvia cida o la gestin delas pesqueras (Ostrom, 1990). Por ello, la tragedia de los comunes constituye un ade-cuado punto de partida para incorporar el papel de las instituciones en la gestin delos recursos naturales desde un enfoque econmico neoclsico. Un primer paso esconsiderar una institucin fundamental: los derechos de propiedad. Revisemos a con-tinuacin algunos de los principales argumentos.

    El problema de los comunes implica la necesidad de alguna solucin institucionalque evite la tragedia. Garrett Hardin (1968) apunta la existencia de varias opcionescomo la propiedad privada o la propiedad pblica, especificando posteriormente eneste caso el mecanismo de asignacin (que puede incluir un sistema de sorteo, de m-

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    ganado y conduce a una sobre-explotacin de los pastos comunes, que puede concluir en una tragedia al

    agotar la cantidad de pasto existente e incluso dificultar la posibilidad de nacimiento de nuevos pasto enun futuro inmediato. Para Hardin (1968), este anlisis resulta tambin extensible a la gestin de los recur-sos pesqueros o a la entrada en los parques naturales, entre otros casos, porque en todos ellos, aparece laproblemtica de los comunes cuando aumenta la demanda de uso de ese recurso.

    6 El caso de libre acceso se caracteriza por los siguientes factores: A) Un recurso en libre acceso nose comparte y hay rivalidad en su explotacin. B) Una tasa de uso suficientemente alta reducira el re-curso a cero, incluso en los recursos renovables por incapacidad de reproduccin a determinados nivelesde poblacin. C) La propiedad o posesin del recurso se obtiene mediante captura. D) Existen externali-dades simtricas puesto que con su accin cada usuario afecta a los dems y a su vez es afectado porellos. E) Pueden existir externalidades asimtricas si las decisiones de produccin o consumo de unagente afectan a los dems sin reciprocidad (Surs y Varela, 1993).

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    ritos o de colas). Lo cierto es que en la actualidad los derechos de propiedad son vis-tos como instituciones mucho ms complejas de lo que se les haba considerado tra-

    dicionalmente (Libecap, 2002).En toda sociedad tiene que haber mecanismos que restrinjan el acceso libre al ca-pital humano y no humano y a los recursos naturales. Estos mecanismos implican unadeterminada distribucin de derechos de propiedad, entendidos como las capacidadesque tienen los individuos para ejercitar la eleccin sobre los recursos. El ejercicio delos derechos de propiedad implica que se excluya a otros personas del uso de recursosescasos (Eggertsson, 1990). En este sentido, los derechos de propiedad sirven paracontrolar el acceso y uso de los recursos valorados cuando se quieren evitar las prdi-das derivadas de la tragedia de los comunes.

    Los derechos de propiedad hacen referencia al conjunto de relaciones de compor-tamiento sancionado entre agentes econmicos en el uso de recursos valorados. In-

    cluyen desde la definicin del acceso y uso de recursos naturales hasta la definicinde la naturaleza del intercambio de mercado o las relaciones laborales dentro de lasempresas. Los derechos de propiedad definen normas de comportamiento para laasignacin y uso de recursos, por lo que afectan a la gestin de los recursos naturales(Libecap, 2002).

    Si se entiende la propiedad de los recursos como el conjunto de derechos y obliga-ciones ejercitables sobre ellos a lo largo del tiempo, se puede desgranar ese conjuntoa travs de las siguientes caractersticas significativas (Surs y Varela, 1993):A) Grado de exclusividad, es decir, quienes pueden poseer y usar el recurso, y quie-nes son excluidos. B) Nivel de capacidad (cuanto y cuando) para hacer cumplir el de-recho a uso exclusivo. C) Derecho a la transferibilidad, incluyendo la divisibilidad.D) Duracin del derecho (delimitacin en el tiempo). E) rea afectada (delimitacinen el espacio).

    De acuerdo a Libecap (2002), la propiedad de un activo consiste en tres elemen-tos: el derecho a usar el activo (usus), el derecho a apropiarse los rendimientos del ac-tivo (usus fructus) y el derecho a cambiar su forma, sustancia y situacin (abusus).

    En el vector de derechos de propiedad de los recursos naturales, Schlager y Os-trom (1992) distinguen cinco tipos de derechos: A) El derecho de acceso, es decir, elderecho de entrar en una determinada propiedad fsica. B) El derecho de extraccin,es decir, el derecho de obtener los productos de un recurso. C) El derecho de gestin,es decir, el derecho a regular normas internas de uso y transformar el recurso ha-ciendo mejoras. D) El derecho de exclusin, es decir, el derecho a determinar quientendr derecho al acceso y como ese derecho puede ser transformado. E) El derecho

    de alienacin o transferibilidad, es decir, el derecho a vender o alquilar cada uno losdos anteriores derechos.

    Como seala Harold Demsetz (1967), est claro entonces que los derechos depropiedad especifican de qu modo las personas pueden beneficiarse o perjudicarse y,por tal razn, quin debe pagar a quin para modificar acciones llevas a cabo por per-sonas. El reconocimiento de esto permite entender fcilmente la estrecha relacin queexiste entre derechos de propiedad y externalidades. En el lmite, si los derechos depropiedad estn tan perfectamente definidos que los beneficios netos privados y so-ciales se igualan, estaremos en un escenario sin externalidades.

    70 G. Caballero y M. D. Garza

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    Los derechos de propiedad pueden ser privados, pblicos o incluso emerger demecanismos de control de la comunidad social relacionada con los comunes (Ostrom,

    2008). En este sentido, las predicciones de Gordon (1954) sobre la tragedia comunalhabra que matizarlas si los participantes no son annimos y pueden comunicarse: eneste caso, la comunidad puede establecer normas e incluso su propio sistema de san-cin. De hecho, han existido sistemas locales de gobernanza que han evitado la trage-dia de los comunes de muchos recursos, pero tambin existen otros problemas crti-cos que exceden el carcter local, como el cambio climtico o la deforestacin en eltrpico (Dietz et al., 2003). Por ello, la solucin de la comunidad local no es sufi-ciente y necesitamos construir un enfoque institucionalmente integrado que incorporeuna visin ms amplia y profunda de las instituciones, no limitada a los derechos depropiedad en sentido clsico.

    La gestin de muchos recursos naturales no ha conseguido superar la tragedia de

    los comunes a pesar de la ineficiencia y prdidas que esta tragedia implica. Esto hasido as porque los costes de transaccin pueden ser tan elevados, que la definicin deun marco institucional eficiente sea ms costosa que las prdidas que implican los co-munes (Libecap, 2005). Las condiciones de libre acceso aparecen normalmentecuando los costes de definir y forzar limitaciones restrictivas son altos en relacin alos beneficios potenciales, como en el caso de recursos naturales mviles, de recursosque involucran a un gran nmero de partes heterogneas o de recursos con grandesproblemas de informacin. Una adecuada comprensin de esta problemtica requierefundamentar las nociones de costes de transaccin e instituciones.

    4. Costes de transaccin e instituciones

    El reconocimiento de costes de transaccin positivos y el nfasis en la interdepen-dencia, ms que en la externalidad, constituyen dos fundamentos para un nuevo enfo-que institucional en la economa de los recursos naturales (Paavola y Adger, 2005). Elobjeto de contratacin no debe considerarse un bien simple, sino un vector de atribu-tos variables y alterables (Allen, 1991). Al caracterizar la naturaleza de los recursosnaturales, podemos clasificarlos en biolgicos, minerales, energticos y ambientales.Asimismo, atendiendo a la velocidad de reposicin de los recursos previamente utili-zados, podemos distinguir entre recursos renovables, recursos no renovables con ser-vicios reciclables, recursos renovables y recursos ambientales (Surs y Varela, 1993;Romero, 1994). Tales caractersticas de naturaleza y de velocidad de reposicin,

    constituyen parte de las caractersticas fsicas de los recursos, pero junto a ellas estnlas condiciones institucionales que afectan el volumen de costes de transaccin. Elvalor de los bienes no depende solamente de atributos fsicos, sino tambin de losatributos de derechos de propiedad de los bienes (North y Wallis, 1994).

    La reflexin sobre la existencia de costes de transaccin podemos razonarla del si-guiente modo. En busca de la satisfaccin de necesidades humanas en un mundo derecursos escasos, los individuos realizan transacciones, esto es, llevan a cabo transfe-rencias de derechos de propiedad, y para ello incurren en unos costes de transaccin(Allen, 1991). En toda transaccin hay dos etapas. En la primera se incurre en los

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    El nivel de los costes de transaccin va a depender de los rasgos caractersticos decada transaccin concreta, pero tambin de las caractersticas del entorno institucio-

    nal en que esa transaccin se lleve a cabo. En este sentido, en cada sociedad habrunas reglas de juego (North 1990a) que determinen el coste de realizar las transac-ciones. Esas reglas que facilitarn o dificultarn las transacciones, no son relevantescuando suponemos costes de transaccin nulos, pero adquieren la mayor importanciaen una realidad econmica donde negociar es costoso. Esas reglas de juego, entendi-das como las limitaciones ideadas o asimiladas por el hombre para dar forma a la in-teraccin humana, son las instituciones (North, 1990a).

    Una institucin es una regularidad de comportamiento, o una regla que es general-mente aceptada por miembros de un grupo social, que concreta comportamientos ensituaciones especficas, y que puede ser autoimpuesta o mantenida por una autoridadexterna (Rutherford, 1994). Las instituciones son las reglas formales e informales que

    moldean el comportamiento de los individuos y de las organizaciones, as como losmecanismos de cumplimiento de esas reglas (North, 1990a). Las instituciones forma-les son explcitas (constituciones, leyes, contratos, ...) frente a las informales (cdigosde conducta, valores sociales, cultura cvica, cuestiones ticas o religiosas, ...). El sis-tema de derechos de propiedad es parte de la matriz institucional formada por el con-junto de instituciones de una sociedad.

    La nocin de institucin va vinculada a cuatro caractersticas claves (Peters,1999): A) Una institucin constituye un rasgo estructural de la sociedad. B) Una ins-titucin muestra alguna estabilidad a lo largo del tiempo. C) Una institucin afecta alcomportamiento de los individuos. D) Debe haber algn tipo de valores compartidosentre los miembros de una institucin.

    De acuerdo a este marco analtico que entiende las instituciones como reglas, lasorganizaciones son grupos de individuos que tienen objetivos comunes y que confi-guran una estructura jerrquica para conseguir esos objetivos (Coase, 1937; North,1990a, Williamson, 1985). De este modo, las organizaciones son jugadores mientraslas instituciones son las reglas del juego, aunque en muchas ocasiones esta diferen-ciacin no es demasiado clara en la prctica9.

    De acuerdo a estos fundamentos tericos, las instituciones pueden constituir unasolucin a la tragedia de los comunes, reduciendo las prdidas e ineficiencias queprovoca el libre acceso. Para ello es fundamental que la cuestin de la aplicacin dela institucin, porque la simple aprobacin de una ley no equivale a crear una insti-tucin efectiva y las reglas que no se hacen cumplir son mera palabrera (Ostrom,2004). Por eso hay que analizar la frmula concreta de la matriz institucional y de la

    estructura de gobernanza, para as entender sus efectos de eficiencia, equidad y soste-nibilidad en la gestin del recurso natural.

    La Nueva Economa Institucional y la Economa de los Recursos Naturales 73

    9 Los recientes desarrollos en Anlisis Institucional Histrico y Comparativo consideran a las ins-tituciones como sistemas de reglas, creencias, normas y organizaciones, las cuales son creadas por elhombre y constituyen un factor social no-fsico (Aoki et al., 2001; Greif, 2006). Esta definicin en-globa muchas de las mltiples definiciones del trmino instituciones usadas en economa, sociologay ciencia poltica.

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    5. Gobernanza y gestin de los recursos naturales

    El programa de la Nueva Economa Institucional no intenta sustituir la teora deprecios, sino situarla en un marco ms fructfero (Coase, 1999b), incorporando lascuestiones institucionales. La teora de precios permite responder a algunos interro-gantes econmicos, pero no a otros que requieren un cuerpo terico ms enriquecido.Como seal Arrow (1987), es preciso responder a nuevas interrogantes tradicional-mente no planteados por la corriente principal. Esta situacin resulta comn en laagenda de la economa de los recursos naturales, muchos de cuyos interrogantes seplantean para un escenario de derechos de propiedad incompletos, informacin im-perfecta, inercias histricas, imperfectos mecanismos de ejecucin de contratos y al-tos costes de transaccin. En este caso, el anlisis de la gestin de los recursos natura-les tiene que abrir la caja negra de la matriz institucional, desgranando el papel de

    las reglas, el mecanismo de gobernanza y la estructura organizativa de cada sector10

    .El anlisis institucional de estos factores debera tener en consideracin que laNEI sostiene la no universalidad de las conclusiones de la ciencia econmica, ni en elplano positivo ni en el normativo. Las economas con evoluciones institucionales, ca-pitales sociales o marcos jurdicos distintos, tienen comportamientos y naturalezasdistintas, de forma que las conclusiones del anlisis econmico positivo obtenidaspara una economa no son directamente exportables a otra: hay diferentes respuestaspara cada pas y cada situacin histrica11 (Coase, 1999a). Adems, las prescripcio-nes normativas elaboradas para conseguir ciertos objetivos en una economa no tie-nen por qu ser adecuadas para otras: no existe un nico camino para mejorar el sis-tema econmico porque todo depende de la sociedad en la que se est (Coase,

    1999a). En este sentido Ostrom (2008) seala que los economistas institucionales de-ben reconocer que derivar un simple y bonito modelo matemtico no es el nico ob-jetivo de nuestro anlisis y que podemos causar dao aplicando a todos los casosuna nica prescripcin institucional basada en modelos excesivamente simplifica-dos. La diversidad institucional es caracterstica de nuestro entorno humano (Bec-ker y Ostrom, 1995), y las propuestas institucionales deben ir ms all de aquellaspanaceas que recomiendan un nico sistema de gobernanza para todos los proble-mas ambientales (Ostrom et al., 2007). Por ello, la apertura de la caja negra de la ma-triz institucional que regula la gestin de los recursos debe llevarse a cabo con unclaro rigor analtico.

    En esta lnea, la propuesta de Williamson (2000) favorece la comprensin del en-foque de la Nueva Economa Institucional al distinguir cuatro niveles de anlisis so-cial e intentar precisar as la importancia de los distintos tipos de instituciones en fun-cin de dnde se sitan, conscientes de que cada nivel impone restricciones sobre los

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    10 Para comprobar las potencialidades del nuevo enfoque institucional vase, a modo de ejemplo,Jentoft (2004) sobre pesqueras, Schluter (2007) sobre recursos forestales y Brewer et al. (2008) sobremercados de agua.

    11 Sobre esta cuestin de la especificidad histrica resultan de inters las reflexiones instituciona-listas, (aunque no enmarcadas en la NEI) de Hodgson (2001) analizando la posibilidad de que diferentesfenmenos socioeconmicos puedan requerir teoras propias diferentes a las vlidas para otros fen-menos.

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    inferiores12. A continuacin pondremos tambin algn ejemplo sobre recursos pes-queros que pueda resultar significativo.

    El primer nivel de anlisis social de Williamson (2000) hace referencia a elemen-tos institucionales asumidos intrnsecamente por la sociedad, incluyendo normas,cultura, tradiciones y religin. El origen de tales instituciones informales hay quebuscarlo en los procesos de evolucin, y a menudo es ms bien espontneo que frutodel clculo o de la eleccin13. En este nivel se sitan los debates sobre teora social, yno implica directamente una actividad de decisin, por lo que escapa del estudio es-tricto de la economa como ciencia de la eleccin. Recientemente, han surgido es-fuerzos que reflejan el esfuerzo de integrar los determinantes culturales en el anlisisde la gestin de los recursos naturales; para el caso de los recursos pesqueros, De laTorre-Castro y Lindstrom (2010) estudian la relevancia de los factores culturales-cognitivos en la gestin de las pesqueras, mientras Bowett y Hay (2009) estudian las

    actitudes y valores de los japoneses ante la caza de ballenas.El segundo nivel se centra en el marco institucional que caracteriza las reglas for-males del juego y que es fruto de unprimer orden de actividad economizadora, es de-cir, de la eleccin colectiva. Se trata del campo en el que se desarrolla la economa delos derechos de propiedad y la teora poltica positiva. A modo ilustrativo de cmocambia la eleccin pblica en el caso de los recursos pesqueros, Caballero et al.(2009) estudian los cambios en las polticas pesqueras y en la asignacin de derechosde propiedad para entender la evolucin del sector del mejilln en la economa ga-llega.

    El tercer nivel de anlisis social incorpora la estructura organizativa y de gober-nanza, para cuya eleccin los agentes realizan un segundo proceso de actividad eco-

    nomizadora. El estudio de la organizacin de las relaciones contractuales est en elcentro de atencin de la economa de los costes de transaccin. En este anlisis se si-ta, a modo de ejemplo, la lnea de investigacin en economa de los recursos pes-queros centrada en el estudio de las frmulas de gobernanza en experiencias de co-gestin entre los gobiernos y los usuarios de los recursos, como reflejan Sen yNielsen (1996) u O Hagan y Ballinger (2009)14.

    El cuarto nivel de anlisis social supone un ltimo orden de actividad economiza-dora centrado en la asignacin, y se corresponde con el nivel de anlisis neoclsico,con la teora de precios como elemento medular. Se trata de buscar ajustes en preciosy outputs a travs de los rendimientos marginales, lo cual es propio de la teora deagencia y de la propia economa neoclsica. A modo de ejemplo, a este nivel respon-den estudios sobre tendencias de precios y cantidades en los mercados como el reali-

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    12 A la vez, se producen procesos de feedback desde los niveles inferiores hacia los superiores, y elsistema est totalmente interconectado.

    13 Dentro de las regularidades deontolgicas, que estn en el dominio humano e incorporan el sen-tido del deber, se distinguen las que son fruto de eleccin autoconsciente y las que derivan del procesoevolutivo (Gardner y Ostrom, 1991).

    14 En este nivel de anlisis social se sita tambin el trabajo de Comps (2006), que analiza la pol-tica agraria en Espaa desde el enfoque de la NEI, y el de Caballero et al. (2008) sobre la gobernanza delsector pesquero en Galicia, aunque en ambos haya referencia a cuestiones del segundo nivel de anlisissocial.

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    zado por Garza et al. (2009) para ciertas especies de peces criados en plantas de acui-cultura.

    La aportacin de la Nueva Economa Institucional a la Economa de los RecursosNaturales se traduce fundamentalmente en la cesin de desarrollos tericos y analti-cos propios del segundo y del tercer nivel de anlisis social de Williamson (2000).Las reglas, la gobernanza y las organizaciones constituyen un entramado estructuralque resulta fundamental para la gestin de los recursos naturales.

    De este modo, la aportacin williamsoniana sobre niveles de anlisis social enri-quece las posibilidades de estudio del problema de los comunes. Hardin (1968) sea-laba que la tragedia de los comunes apareca en dos versiones: en el caso de uso derecursos naturales como los pastos o la pesca en los que la actividad humana impli-caba un riesgo de sobre-explotacin, y en el caso de recursos naturales como el me-dio-ambiente sobre los que la actividad humana vierte o emite algn tipo de sustancia

    derivada de actividades productivas (desechos qumicos, emisiones de CO2, aguas fe-cales, ). Libecap (2005, 2007) estudia la gestin comunal en casos diversos que im-plican ambas versiones de la tragedia. Pues bien, para cada caso de anlisis, habrque estudiar desde una perspectiva positiva la estructura existente de instituciones,gobernanza y organizaciones, y los planteamientos de la NEI permiten un acerca-miento tericamente fundamentado (Williamson, 2000).

    Para evitar la tragedia de los comunes en la gestin de los recursos naturales, lacomunidad puede auto-organizarse y pueden surgir normas sociales o acuerdos entrelos actores participantes para mitigar el grado de ineficiencia (Ostrom, 1990, 2008). Laliteratura que analiza vas de solucin al caso de los comunes es extensa y variada. Re-cientemente, Heintzelma et al. (2009) proponen una solucin institucional asociativa enla que cada participante recibe una parte igual del ingreso total independientemente delcoste de esfuerzo que asume. La solucin igualitaria de reparto del total puede incenti-var elfree-riding, y de este modo puede amortiguar suficientemente el nivel de esfuerzocomo para proteger el recurso comn de una excesiva sobre-explotacin. El comporta-miento del gorrn acta como una mejora social en este anlisis, y bajo ciertas condi-ciones se puede conseguir el ptimo social a travs un equilibrio perfecto en subjuegosque elimina los excesos de sobre-explotacin de los comunes15.

    Sin embargo, en otros casos relevantes de la actualidad, la solucin cooperativapuede no ser suficiente, pensemos por ejemplo en el cuidado y acceso a los parquesnaturales, las emisiones de CO2 o la edificacin en la primera franja de costa. De estemodo, en muchos casos el Estado aparece como un factor clave del marco institucio-nal para reglar la gestin de los recursos naturales16. Tampoco es nada extrao, pues

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    15 En todo caso, desde la perspectiva de la competencia, este tipo de acuerdo institucional puede con-llevar riesgos como la posibilidad de reduccin del output excesivo del oligopolio de Cournot hacia la si-tuacin de monopolio.

    16 Aunque aqu no podemos desarrollar ampliamente la cuestin, hay que sealar que las frmulas degobernanza y el papel del Estado en la gestin de los recursos naturales implican un determinado escena-rio de equidad (Libecap, 2005). La asignacin de derechos sobre los recursos naturales tiene efectos so-bre la riqueza, el poder poltico y la propia gestin del recurso, pero adems tiene implicaciones sobre lasposibilidades de uso y disfrute de los recursos naturales y bienes ambientales por parte de los distintosciudadanos y clases o grupos sociales.

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    North (1981) ya sealaba que una teora de las instituciones se basaba en una teoradel Estado, en una teora de los derechos de propiedad y en una teora que explique

    como las distintas percepciones que los individuos tienen de la realidad afectan en lasreacciones.El Estado podemos entenderlo como la organizacin con ventaja comparativa en

    la violencia para ganar el control sobre los recursos, y que se extiende sobre un reageogrfica cuyos lmites vienen determinados por el poder de recaudar impuestos. Laexistencia del agente monopolista Estado para el uso legtimo de la violencia resideen las economas de escala que estn presentes en la utilizacin de esta, configurandoel escenario caracterstico del monopolio natural (North, 1981).

    El Estado establece buena parte de las reglas del juego especificando las condi-ciones, tanto de la competencia como de la cooperacin, y fijando el nivel de los cos-tes de transaccin (North, 1981). Una funcin bsica del Estado es el desarrollo y

    aplicacin de una Constitucin, y esto incorpora la defensa de un sistema de derechosde propiedad, as como su funcin de tercero en discordia ante la contratacin pri-vada (Furubotn y Richter, 1998). Al suministrar una estructura de orden social, el Es-tado afecta a la situacin de la frontera estructural de produccin, pudiendo acercarlaa la frontera de produccin tcnica17 (Eggertsson, 1990).

    En el anlisis emprico aplicado se difuminan los rasgos distintivos de los prototi-pos estatales de Estado contractual (favorecedor del crecimiento) y de Estado depre-dador (al servicio de los intereses de algn grupo social particular) (North, 1981; Ca-ballero, 2001; Arias y Caballero, 2003). Ni un Estado depredador plasmado porejemplo en un rgimen dictatorial puede olvidarse de que el poder estatal est limi-tado y necesita determinada aceptacin social, ni un Estado contractual plasmadopor ejemplo en un rgimen democrtico va a actuar como un perfecto y benevo-lente maximizador de la eficiencia en un mundo con costes de transaccin positivos(North, 1981, 1990a). En este sentido, el nuevo anlisis institucional del Estado exigetomar en consideracin las restricciones competitivas, los costes de transaccin, laexistencia de poder de coercin, el paso del tiempo y los sistemas de creencia (North,1981; Nye, 1997; Furubotn y Richter, 1998).

    Para hacer frente a la gestin de aquellos recursos naturales caracterizados por latragedia de los comunes, hay una variedad de posibilidades de intervencin del Es-tado, lo cual caracteriza distintas estructuras de gobernanza (Libecap, 2005):

    A) Derechos de propiedad privada: La asignacin y cumplimiento de derechosde propiedad bien definidos sobre los recursos implica que slo los propieta-rios tienen garantizado el acceso. Si el sistema estuviese completamente defi-

    nido, el sistema de derechos de propiedad privada alinea los incentivos priva-dos con los costes y beneficios sociales. Un anlisis de caso sobre elestablecimiento de derechos de propiedad privada como frmula de gober-nanza lo realizan Alston et al. (1996) cuando estudian el impacto de los ttulossobre el valor de la tierra en la frontera brasilea, as como los efectos sobre lainversin agrcola.

    La Nueva Economa Institucional y la Economa de los Recursos Naturales 77

    17 Si bien restricciones del gobernante como las debidas a la rivalidad y a los costes de transaccinproducen derechos de propiedad ineficientes, segn North (1981).

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    B) Propiedad estatal: El Estado mantiene los derechos de propiedad formales ycontrola el acceso y uso de los individuos a travs de una variedad de restric-

    ciones a la entrada y a la produccin. Las decisiones sobre el recurso naturallas tomar la administracin, bien el poltico o el burcrata. Un caso tpico sonlos Parques Nacionales (Prato y Fagre, 2005), que implican una frmula degobernanza que puede tener tensiones con las comunidades locales por nopermitrsele acceder a los recursos del parque natural, tal como analizan Faa-sen y Watts (2007).

    C) Gobernanza hbrida de propiedad privada y regulacin del Estado: Los indi-viduos sostienen derechos de propiedad pero el rango de opciones sobre el re-curso es considerablemente restringido por las restricciones regulatorias e im-puestos. La regulacin define cuanto del recurso puede ser extrado en cadamomento, cuando se puede acceder, los tipos de inversin que pueden ser he-

    chos y la naturaleza del intercambio admisible de recurso. El caso de los re-cursos pesqueros representa con claridad este tipo de estructuras de gober-nanza hbrida (Peterson, 2006).

    Desde una perspectiva aplicada sobre la gobernanza, Ostrom (2008) seala que alestudiar experiencias concretas de propiedad privada, de propiedad estatal y de pro-piedad comunal, se encuentran tanto casos con resultados satisfactorios como otrosinsatisfactorios. Por ejemplo, Higgs (1996) analiza los efectos nefastos que tuvo laregulacin que restringa la captura de salmn en la pesquera de Washington (Pac-fico Noroeste), a pesar de que la intervencin pblica ha sido considerada una pana-cea para muchos casos (Ostrom et al., 2007). Asimismo, la propiedad pblica de latierra ha sido considerada como la nica forma posible de conseguir una conserva-cin sostenible a lo largo del tiempo; sin embargo, el funcionamiento de las reasprotegidas vara sustancialmente y del anlisis de 200 reas en 27 pases se desprendeque muchas de ellas carecen de un buen funcionamiento efectivo por carencias insti-tucionales o de recursos (WWF, 2004; Ostrom, 2008). Por lo tanto, en vez de presu-mir que cada uno disea un sistema ptimo avanzado y lo hace funcionar, debemosestudiar la estructura de los recursos comunes y como estos cambian a lo largo deltiempo, y adoptar un enfoque experimental y multi-nivel ms que un enfoque dearriba abajo para el diseo de instituciones efectivas (Ostrom, 2008). La atencin alcapital social es un punto importante.

    6. El capital social y los sistemas socio-ecolgicos

    Con la publicacin deMaking Democracy Work(Putnam et al., 1993), en las cien-cias sociales se impuls un amplio programa de investigacin centrado en la nocinde capital social, entendido como un conjunto de redes sociales, normas informales yvida asociativa18. El capital social hace referencia al conjunto de redes de confianza

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    18 Putnam recogi el legado de Coleman (1988) sobre la nocin de capital social, vincul las tradi-ciones cvicas con el capital social de ambas partes de Italia y asumi el nivel de asociacionismo como unindicador vlido del nivel de capital social (Caballero y Kingston, 2005).

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    interpersonal en las sociedades humanas, redes que pueden ser impulsadas por nor-mas de reciprocidad y de ayuda mutua y que tienen una fuerte relacin con las redes

    sociales y la participacin en las asociaciones de la comunidad19

    . La presencia de es-tas redes de confianza implica una solucin a los problemas de cooperacin en la in-teraccin humana y hace que los individuos cooperen ms de lo que las asuncioneshabituales de racionalidad individual implicaran20. El capital social favorece el com-partir informacin, la coordinacin de actividades y la adopcin de elecciones colec-tivas (Serageldin y Grootaert, 2000). Realmente, en la literatura existen tres posiblesenfoques de definicin del capital social: el capital social como confianza, el capitalsocial como facilidad para la cooperacin y el capital social como conjunto de redes.Evidentemente estas tres concepciones tienen conexiones, especialmente las de laconfianza y la cooperacin, mientras el enfoque de redes est ms relacionado con elanlisis sociolgico de las relaciones sociales entre individuos21. El programa de la

    NEI permite asumir la importancia del capital social desde una perspectiva institucio-nal (Caballero y Kingston, 2005; Greif, 2006). El enfoque del capital social comple-menta tambin el estudio de las soluciones institucionales ante el problema de los co-munes, que en el fondo es una cuestin de cooperacin. Si Ostrom (1990) estudiabael problema del gobierno de los comunes, pronto incorpora en su agenda de investi-gacin la cuestin del capital social. Ostrom (1994, 1995) se centra en analizar comobajo ciertas circunstancias en comunidades locales el cambio de capital fsico no con-lleva una mejora productiva porque se ignora el efecto de este cambio sobre el capitalsocial y sobre el equilibrio de intereses previamente existente. A partir de un estudiosobre sistemas de regado en Nepal, argumenta que cuando los participantes se carac-terizan por heterogeneidades sustanciales de capacidades e intereses, las reglas adop-tadas tienen un efecto sustancial sobre la distribucin de resultados, lo cual implicaun delicado equilibrio de intereses incrustado en la estructura del capital social quehay que tener en cuenta. Ms adelante, Ostrom (1999) analiza las especificidades delcapital social respecto al capital fsico: A) El capital social no se desgasta con el uso,sino ms bien con el desuso; B) El capital social no es fcil de ver ni de medir; C) Elcapital social es difcil de construir a travs de intervenciones externas; D) Las insti-

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    19 Kenneth Arrow (1999) seala que el trmino capital implica la existencia de un sacrificio delibe-rado en el presente para obtener beneficios en el futuro, y que esto no se produce en el caso del denomi-nado capital social, pues las redes sociales son formadas por motivos distintos a la bsqueda del valoreconmico para los participantes. Robert Solow (1999) apunta que patrones de conducta sera una ex-presin ms adecuada.

    20

    En Caballero y Kingston (2005) pueden revisarse argumentos de perspectivas disconformes con elenfoque del capital social. A modo de ejemplo, Ballet et al. (2007) critican y relativizan la importanciadel capital social para la gestin de los recursos naturales al considerar que sus efectos dependen en granmedida del capital cultural existente.

    21 Una vez asumamos una nocin de capital social habremos de abordar la cuestin de su medicin,que constituye la prueba de fuego para realizar el salto de la teora a la prctica. Las limitaciones son evi-dentes, y la vas posibles incluyen las encuestas sobre la confianza interpersonal, el clculo de densidadde redes y la cuantificacin de la densidad asociativa, propuesta sta de Putnam cuya ventaja es que re-sulta relativamente sencilla de cuantificar (Paldam, 2000). Sin emabrgo, hay que sealar que la interac-cin social tambin puede tener tambin efectos negativos (Arrow, 1999), y las redes pueden facilitar lacooperacin pero hacia otros objetivos que no se correspondan con el bienestar colectivo.

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    tuciones gubernamentales afectan mucho el nivel y tipo de capital social del que losindividuos disponen en la bsqueda de sus objetivos de desarrollo a largo plazo. Ms

    recientemente, Ahn y Ostrom (2002) argumentan que el concepto de capital socialdebera situarse en el marco de una segunda generacin de teoras de la accin colec-tiva, y consideran tres formas bsicas de capital social: confiabilidad, redes e institu-ciones. De este modo, Brondizio et al. (2009) entienden el capital social como el va-lor de la confianza generada por redes sociales para facilitar la cooperacin individualy de grupo sobre intereses compartidos y la organizacin de instituciones sociales aescalas diferentes.

    Desde una perspectiva aplicada, Pretty y Ward (2001) estudian el capital socialcomo un determinante de la mejora del cuidado del medio ambiente y de los recursosnaturales, analizando empricamente el papel de grupos sociales locales relacionadoscon la distribucin de aguas, los regados, los microcrditos, la masa forestal, la ges-

    tin de plagas y la investigacin agrcola. En este sentido, se concluye que ha existidoun destacable surgimiento de capital social en su acepcin de formacin de grupossociales y asociaciones sobre cuestiones ambientales a lo largo del mundo, aunqueesto no ha garantizado que los recursos se gestionen equitativa o sosteniblemente.Como el capital social reduce los costes de transaccin, se facilita la cooperacin y lagente invierte en accin colectiva para abordar la gobernanza de los recursos (Pretty,2003).

    La literatura sobre capital social y gestin de los recursos naturales ha sido cre-ciente en los ltimos aos. Gibson et al. (2000) exponen las complejas interaccionesentre las comunidades locales y sus bosques, analizando un conjunto de experienciasde gestin forestal22. Katz (2000) destaca que la existencia de capital social puede lle-gar a hacer la funcin de los derechos legales de propiedad de la tierra tanto para re-gmenes de propiedad comn como privada bajo ciertas circunstancias. Adger (2003)analiza el papel del capital social en la adaptacin al cambio climtico23. Grafton(2005) estudia como el capital social afecta a la gobernanza de las pesqueras y con-cluye que la incorporacin del capital social recomienda prcticas de gestin pes-quera que escapen de los modelos de arriba a abajo para centrarse en prcticas de co-gestin que otorguen derechos y responsabilidades a los pescadores y suscomunidades. La importancia del capital social en la co-gestin de los recursos natu-rales tambin es defendida por Plumier y FitzGibbon (2006) para el caso que anali-zan de gestin de ros en Canad.

    Las recientes contribuciones de Elinor Ostrom van ms all del tradicional enfo-que del capital social para dedicar tiempo y esfuerzo a la comprensin de las cuestio-

    nes de complejidad, incertidumbre e instituciones (Laerhoven y Ostrom, 2007). Lacomplejidad es una caracterstica de los sistemas ecolgicos, pero tambin de los sis-temas sociales y de la interaccin entre ambos tipos de sistemas. La incertidumbrehace referencia a imposibilidad de predecir los resultados de las interacciones com-

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    22 Bouma et al. (2008) tambin estudian el papel del capital social en comunidades locales, y concre-tamente su efecto en la gestin de los recursos de tierra y agua.

    23 Otra lnea de trabajo que relaciona instituciones y cambio climtico es aquella que estudia como elentramado institucional de los distintos pases afecta a las emisiones de CO2 (lvarez-Daz et al., 2010).

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    plejas entre sistemas sociales y ecolgicos, especialmente cuando los entramados ins-titucionales dejan abiertas muchas posibilidades de eleccin y de sendas instituciona-

    les24

    . El estudio de las instituciones y la gobernanza de los recursos naturales en en-tornos complejos e inciertos, en los que existe una conexin creciente entre sistemasde usos de recursos y de la interdependencia entre los sistemas sociales y ecolgicos,motiva a la profesora Ostrom a desarrollar en los ltimos aos un nuevo programa deinvestigacin sobre la gobernanza ambiental en torno a la nocin de sistemas socio-ecolgicos (SSE) (Anderies et al., 2004; Ostrom, 2007, 2009). Podemos decir que unSSE es un sistema ecolgico intrincadamente afectado y relacionado con uno o mssistemas sociales, por lo que nunca est totalmente diseado ni controlado, y Ostrom(2007, 2009) presenta un marco para el diagnstico sistemtico de la estructura y re-sultados de SSE complejos y de mltiples niveles, llegando a proponer un conjuntode variables relevantes para el anlisis de la gobernanza. De acuerdo a este marco, los

    subsistemas claves de un SSE son el sistema del recurso, las unidades del recurso ge-neradas por el sistema, los usuarios y el sistema de gobernanza. Cada uno de ellos, ysus caractersticas propias, afectan y son afectados por las interacciones y resultadosque se producen en un momento y lugar concreto, y a la vez se produce una interac-cin con sistemas polticos, socioeconmicos y ecolgicos ms amplios, y con otrosms pequeos.

    La propuesta de Elinor Ostrom sobre sistemas socio-ecolgicos constituye unaextensin de la NEI hacia cuestiones sociales y ecolgicas, y constituye un nuevoreto del anlisis institucional para la gestin de los recursos naturales: Los tericosinstitucionales debemos reconocer lo que los ecologistas reconocieron hace tiempo:la complejidad de lo que estudiamos y la necesidad de reconocer los aspectos dinmi-cos, auto-organizativos y no-lineales, as como los objetivos mltiples y las escalastemporales y espaciales relacionadas (Ostrom, 2008). En todo caso, la propia Os-trom et al. (2007, 2009) reconoce que el estudio de los SSE no es todava una cienciaaplicada madura y que requiere de muchos esfuerzos inter-disciplinares que incluyenlas cuestiones institucionales. Como destacan Brondizio et al. (2009), el papel de lasinstituciones a la hora de facilitar la gobernanza ambiental en diferentes niveles cons-tituye una forma de capital social que es esencial para la proteccin a largo plazo delos ecosistemas y el bienestar de diferentes poblaciones.

    7. Enfoques tericos del cambio institucional

    El punto de partida de Demsetz (1967) hacia una teora de los derechos de propie-dad asuma que la aparicin de nuevos derechos de propiedad tendra lugar como res-puesta a los deseos de las personas interactuantes de ajustarse a nuevas posibilidades

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    24 Para comprender el desarrollo sostenible es necesario estudiar la Inter.-relacin entre lo social y lomedioambiental. Lehtonen (2004) analiza el potencial del enfoque de las capacidades de Amartya Sen ydel enfoque del capital social como bases para el anlisis de la interaccin socio-ambiental, y cuestiona susuficiencia para examinar las precondiciones sociales del cambio institucional necesario para el desarro-llo sostenible ambientalmente.

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    de costes-beneficios, o dicho de otra manera, los derechos de propiedad se desarro-llan para internalizar externalidades cuando las ganancias de la internacionalizacin

    son mayores que los costes. Este enfoque asume una perspectiva eficientista sobre lacreacin de derechos de propiedad en la medida en que interpreta la creacin de estosderechos como una respuesta eficiente en trminos de ganancias y costes.

    Sin embargo, la existencia de ganancias agregadas derivadas de nuevas institucio-nes que reducen los costes de transaccin no es condicin suficiente para asegurarque los acuerdos institucionales vayan a surgir (Libecap, 2002). Las soluciones insti-tucionales eficientes no siempre se producen, lo cual implica que el cambio institu-cional no asume necesariamente una tendencia a la eficiencia. La dependencia de lasenda implica la existencia de rendimientos crecientes y altos costes de transaccinen el cambio institucional.

    La dependencia de la senda del cambio institucional es unos de los fundamentos

    de North (1990a, 1995). Las economas de escala, las complementariedades y las ex-ternalidades de red de la matriz institucional hacen que el cambio institucional seamayoritariamente incremental y dependiente de la senda. En el contexto econmicode la escasez, en el cambio institucional es clave la interaccin continua entre institu-ciones y organizaciones. El marco institucional provee los incentivos que establecenlas habilidades y conocimientos que son percibidas como de mximo beneficio paralos individuos en un proceso en el que la competencia fuerza a las organizaciones ainvertir continuamente en habilidades y conocimiento para sobrevivir. En todo caso,hay que tener en cuenta que las percepciones derivan de los modelos mentales de losjugadores.

    En general, la posibilidad de alcanzar acuerdos para una nueva estructura institu-cional socialmente beneficiosa depende de una serie de caractersticas que incluyenel tamao de las ganancias a repartir que deriven del acuerdo, el nmero y heteroge-neidad de los actores participantes en la negociacin, los problemas y asimetras in-formativas, los aspectos distributivos y la naturaleza fsica del recurso (Libecap,2002). En el caso de los recursos naturales, hay una amplia gama de casos para cadauna de estas condiciones. As, las ganancias agregadas fruto del cambio institucionalpueden ser inmensas, por ejemplo si pensamos en la explotacin de recursos energ-ticos como el petrleo o en metales preciosos. En cuanto a las partes involucradas,podemos encontrar casos con muchos participantes y heterogneos (por ejemplo, lacontaminacin atmosfrica) y otros casos con pocos y homogneos (por ejemplo, eluso de recursos forestales comunes en pequeas aldeas rurales). Los costes de infor-macin-medicin son superiores para aquellos recursos mviles, no observables y

    cuantiosos como los recursos pesqueros. La gestin de recursos naturales conllevainevitablemente efectos distributivos. La propia naturaleza fsica puede ser de muydistinto tipo dependiendo del recurso natural en cuestin: desde seres vivos como losrecursos pesqueros, forestales y la caza, hasta recursos energticos en stock (minas) oflujos (energa helica) pasando por la calidad del aire y del medio ambiente.

    En todo caso, para entender las posibilidades de nuevas soluciones institucionalesque generen ganancias de eficiencia, habr que tener en cuenta cmo los precedentesy la senda institucional afectan al rango de opciones posibles para hacer frente a latragedia de los comunes. De este modo, debemos formular una interpretacin funda-

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    mentada tericamente del cambio institucional. En concreto, asumimos que el pro-ceso de cambio institucional puede entenderse en base a cuatro enfoques (Kingston y

    Caballero, 2009), y sealamos una contribucin destacable sobre cambio institucio-nal en la gestin de los recursos naturales que resulte representativa de cada uno deestos enfoques:

    A) Teoras de accin colectiva del cambio institucional. El cambio institucionales visto como un proceso centralizado de eleccin colectiva en el que las reglas sonexplcitamente especificadas por una entidad poltica colectiva, tal como la comuni-dad o el Estado, y los individuos y las organizaciones configuran una accin colec-tiva, entran en conflicto y negocian para intentar cambiar las reglas en su propio be-neficio. Lo cierto es que este enfoque de eleccin colectiva resulta insuficiente paraabordar algunas clases de reglas informales (Kingston y Caballero, 2009). Comoejemplo, un proceso centralizado de cambio institucional fue la decisin de estable-

    cer Zonas Econmicas Exclusivas de 200 millas para los pases ribereos tras la revo-lucin en el derecho internacional del mar de los aos setenta. As, Hannesson (2004)analiza esta decisin institucional centralizada en el seno de la Conferencia de Nacio-nes Unidas, y estudia el proceso general que se abre de privatizacin de los oca-nos.

    B) Teoras evolutivas del cambio institucional. Las contribuciones que estudian elcambio institucional como un proceso evolutivo asumen que las nuevas reglas y lospatrones asociados de comportamiento emergen como elecciones no-coordinadas demuchos individuos ms que de un nico proceso poltico o de eleccin colectiva. Es-tas teoras evolutivas no niegan necesariamente la intencionalidad de las acciones hu-manas, pero asumen que el cambio institucional se produce de forma descentralizada,sin que exista un mecanismo central que cause un cambio coordinado en las reglaspercibidas por todos los actores (Kingston y Caballero, 2009). Como ejemplo, Vander Bergh y Gowdy (2000) examinan los usos potenciales de las teoras evolutivas enreas especficas de economa ambiental, como la sostenibilidad del desarrollo alargo plazo, la tecnologa y el medioambiente, la gestin del ecosistema, la evolucinespacial y el diseo de la poltica ambiental.

    C) Teoras que incorporan aspectos de evolucin y otros de diseo. Mientras lasteoras evolutivas tienden a negar el papel de la eleccin colectiva y las teoras focali-zadas en la decisin centralizada tienen dificultades para explicar los cambios en lasinstituciones informales, surgen aportaciones que intentan combinar la interaccinentre mecanismos espontneos e intencionales del cambio institucional. En trminosgenerales, esta perspectiva implica estudiar la interaccin entre reglas formales y nor-

    mas informales (Kingston y Caballero, 2009). Como ejemplo, Hind et al. (2009) re-cogen un anlisis de caso en el que el cambio institucional de un rea marina prote-gida en la Isla de Apo en Filipinas implica el trnsito de una gestin basada en lacomunidad hacia una gestin centralizada, por lo que la comprensin del cambio y elanlisis de la situacin previa y posterior deben combinar aspectos de diseo y deevolucin.

    D) El cambio institucional como cambio de equilibrio. Desde este enfoque, elcambio institucional se centra ms en la cuestin del cambio en las expectativas queen el cambio de reglas, pues las instituciones se entienden como sistemas estables y

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    compartidos de creencias sobre el comportamiento esperado de los miembros de unasociedad en varias contingencias. Las instituciones emergen como resultados endge-

    nos de equilibrio, y las reglas formales e informales permiten coordinarse a los juga-dores en uno de los equilibrios posibles dadas las restricciones tecnolgicas. El cam-bio institucional aparece como un cambio de expectativas que conlleva un cambio deequilibrio (Kingston y Caballero, 2009). Como ejemplo, en el anlisis de caso de losfundamentos institucionales de la produccin econmica del mejilln, Caballero,Garza y Varela (2009) incluyen una perspectiva del marco institucional del sectoranalizado como equilibrio que configura un status quo ante el que no emerge unacoalicin ganadora que genere el cambio institucional. La estabilidad institucional enel sistema de bateas se explica en funcin de un conjunto ganador al status que esigual al conjunto vaco.

    El cambio institucional se ha convertido en tiempos recientes en cuestin central

    dentro de la agenda de la Nueva Economa Institucional. Estos avances tericos per-miten enriquecer el estudio del cambio institucional en la gestin de los recursos na-turales. Cada uno de estos enfoques puede resultar ms til en funcin del anlisis decaso que nos planteemos.

    8. Conclusiones

    Existe actualmente un amplio consenso en las ciencias sociales, y particular-mente en la econmica, en torno a que las instituciones importan y son susceptiblesde ser analizadas. Desde fundamentos tericos distintos a los utilizados por el viejoinstitucionalismo norteamericano de principios del siglo pasado, a lo largo de las l-timas dcadas la Nueva Economa Institucional ha propiciado el retorno de las insti-tuciones a la agenda de investigacin principal en la ciencia econmica, y ha desa-rrollado un nuevo enfoque que consigui impulsar el anlisis institucional moderno.Los avances tericos de este enfoque, que incorpora las aportaciones de Ronald Co-ase, Douglass North, Oliver Williamson y Elinor Ostrom, entre otros, implican nue-vas perspectivas y posibilidades de futuro para el estudio de la gobernanza de los re-cursos naturales.

    Este artculo ha desarrollado con rigor y solidez las nociones, teoras y fundamen-tos de la NEI hacia la Economa de los Recursos Naturales, configurando un enfoqueinstitucional integral sobre la gobernanza ambiental y de los recursos. Entre otros as-pectos, este enfoque permite abordar analticamente las cuestiones organizativas y

    transaccionales, los derechos de propiedad, el papel del Estado, la funcin del capitalsocial y el cambio institucional en la gestin de los recursos. De este modo, se contri-buye a establecer los fundamentos necesarios para abrir la caja negra de la matrizinstitucional de la gobernanza de los recursos naturales.

    La tragedia de los comunes constituye un problema en la gestin de muchos re-cursos naturales como las pesqueras, los bosques o el agua en el mundo actual. Laatencin a las cuestiones institucionales y de gobernanza es clave para entender la so-lucin a la problemtica de los comunes, y los fundamentos de la NEI resultan de in-dudable inters para esta cuestin. Coase mostr que la realidad econmica se carac-

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    teriza por la existencia de costes de transaccin positivos. Podemos entender los cos-tes de transaccin como los recursos usados para establecer, mantener e intercambiar

    los derechos de propiedad, es decir, como los costes que se derivan de la suscripcinex-ante de un contrato y de su control y cumplimiento ex-post. North defini las ins-tituciones como las reglas de juego que permiten reducir los costes de transaccin, yque incluyen las reglas formales, las normas informales y los mecanismos de cumpli-miento. Pues bien, los costes de transaccin pueden ser tan elevados que la definicinde un marco institucional eficiente sea ms costosa que las prdidas que implican loscomunes.

    A la hora de solucionar el problema de los comunes, la historia institucional haevidenciado distintas experiencias exitosas. En trminos generales se ha sealado quela estructura de gobernanza puede fundamentarse en derechos de propiedad privada(por ejemplo, en el caso de la propiedad de la tierra), en propiedad estatal (por ejem-

    plo, en el caso de los parques naturales) o en estructuras hbridas de propiedad pri-vada y regulacin estatal (por ejemplo, en la gestin de muchas pesqueras). Junto aestas frmulas de propiedad privada, estatal y mixta, otras contribuciones han enfati-zado el papel de las soluciones impulsadas directamente por comunidades, normal-mente de carcter local. En este sentido, Ostrom mostr la importancia del capital so-cial para la gobernaza de los comunes, y se ha desarrollado una amplia literaturasobre el papel del capital social en la gestin de bosques, agua, pesqueras y cambioclimtico, entre otros.

    El anlisis institucional debe ser por tanto especfico al contexto, valorando cadasituacin social y ecolgica. Para proceder al estudio de la gestin de los recursos na-turales, siguiendo a Williamson hemos distinguido cuatro niveles de anlisis social:un primer nivel incluye normas, cultura y hbitos fruto de la evolucin social; en elsegundo se sitan las decisiones tomadas colectivamente y el Estado; en el tercero seanaliza la estructura de gobernanza; y en el cuarto se estudia la formacin de preciosen los mercados de recursos. La NEI ha generado desarrollos tericos y analticos enel segundo y tercer nivel de anlisis social, por lo que tales avances constituyen fun-damentos tericos de inters para la economa de los recursos naturales.

    El cambio institucional es clave para entender la gestin de los recursos naturalesa lo largo del tiempo, y la existencia de posibles ganancias sociales no es condicinsuficiente que garantice que los acuerdos institucionales eficientes vayan a surgir. Enuna primera aproximacin hemos sealado que las posibilidades de un cambio insti-tucional socialmente beneficioso dependen del tamao de las ganancias a repartir, delnmero y heterogeneidad de los participantes, de los problemas y asimetras informa-

    tivas, de los aspectos distributivos y de la naturaleza fsica del recurso natural. Pero elcambio institucional no asume necesariamente una tendencia hacia la eficiencia, y secaracteriza por altos costes de transaccin, generando una dependencia de la senda derendimientos crecientes. Por ello, podemos distinguir cuatro enfoques tericos delcambio institucional: teoras de accin colectiva del cambio institucional (centrali-zado); teoras evolutivas del cambio institucional (descentralizado); teoras que incor-poran aspectos de evolucin y otros de diseo, y teoras del cambio institucionalcomo equilibrio. Cada uno de estos enfoques puede ser til a la hora de explicar dis-tintos fenmenos de cambio institucional en la gestin de los recursos naturales.

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    Dos cuestiones relevantes deben ser finalmente sealadas. En primer lugar, elnuevo enfoque institucional no busca recetas universalmente vlidas, sino que es sen-

    sible al contexto socio-ecolgico y a una diversidad institucional que recomienda evi-tar aquellas panaceas que prometen una solucin institucin ptima para todos los ca-sos de gestin de recursos. En segundo lugar, si el avance de la NEI requiere de unesfuerzo inter-disciplinar en las ciencias sociales, el enfoque institucional de la eco-noma de los recursos naturales exige adems colaboracin e inter-relacin con otrasdisciplinas como la biologa, la ecologa y las ciencias ambientales. Asumiendo la di-versidad institucional sin recetas normativas universales y con un claro esfuerzo in-terdisciplinar conseguiremos avanzar en la comprensin y el anlisis de las institucio-nes y la gobernanza en la gestin de los recursos naturales.

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