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AC22 Doc. 21.2 – p. 1 AC22 Doc. 21.2 CONVENCIÓN SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES ___________________ Vigésimo segunda reunión del Comité de Fauna Lima (Perú), 7-13 de julio de 2006 Asesoramiento y orientación sobre las propuestas de enmienda a los Apéndices para su posible consideración en la CDP14 PROPUESTAS DE ENMIENDA A LOS APÉNDICES PARA SU POSIBLE CONSIDERACIÓN EN LA CDP14 1. Este documento ha sido preparado por la Secretaría. 2. En el Anexo 2 de la Resolución Conf. 11.1 (Rev. CoP13), sobre el establecimiento de comités, se prevé que conforme a la política aprobada por la Conferencia de las Partes, los Comités de Fauna y de Flora “deben asesorar y orientar a la Conferencia de las Partes, los demás comités, los grupos de trabajo y la Secretaría sobre todos los aspectos del comercio internacional de especies incluidas en los Apéndices, entre los que pueden figurar propuestas de enmienda a los Apéndices”. 3. Al establecer sus prioridades para el periodo 2004-2007, el Comité de Fauna acordó que podía revisar y evaluar proyectos o ideas de propuestas desde una óptica científica y formular recomendaciones para mejorarlas. El Comité señaló que podía prestar ayuda proporcionando información científica, orientación sobre la utilización de bibliografía y especialistas en el terreno, pero que dependería de los expertos y de la red disponible para sus representantes y suplentes [véase el documento AC21 Doc. 6.3 (Rev. 1)]. 4. En el Anexo 1 figura un proyecto de propuesta de Alemania para incluir Lamna nasus en el Apéndice II, y en el Anexo 2 un proyecto de anotación y un proyecto de decisión conexos. 5. En el Anexo 3 figura un proyecto de propuesta de Alemania para incluir Squalus acanthias en el Apéndice II, y en el Anexo 4 un proyecto de anotación y un proyecto de decisión conexos. 6. En el Anexo 5 figura un proyecto de propuesta de Brasil para incluir Melanosuchus niger en el Apéndice II. Cuestiones que han de tomarse en consideración 7. Se invita al Comité de Fauna a revisar los proyectos de propuestas, de anotaciones y de decisiones que figuran en los Anexos de este documento, y a proporcionar orientación y asesoramiento, según proceda.
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Lamna Nasus

Dec 15, 2015

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Page 1: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 1

AC22 Doc. 21.2

CONVENCIÓN SOBRE EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS DE FAUNA Y FLORA SILVESTRES

___________________

Vigésimo segunda reunión del Comité de Fauna Lima (Perú), 7-13 de julio de 2006

Asesoramiento y orientación sobre las propuestas de enmienda a los Apéndices para su posible consideración en la CDP14

PROPUESTAS DE ENMIENDA A LOS APÉNDICES PARA SU POSIBLE CONSIDERACIÓN EN LA CDP14

1. Este documento ha sido preparado por la Secretaría.

2. En el Anexo 2 de la Resolución Conf. 11.1 (Rev. CoP13), sobre el establecimiento de comités, se prevé que conforme a la política aprobada por la Conferencia de las Partes, los Comités de Fauna y de Flora “deben asesorar y orientar a la Conferencia de las Partes, los demás comités, los grupos de trabajo y la Secretaría sobre todos los aspectos del comercio internacional de especies incluidas en los Apéndices, entre los que pueden figurar propuestas de enmienda a los Apéndices”.

3. Al establecer sus prioridades para el periodo 2004-2007, el Comité de Fauna acordó que podía revisar y evaluar proyectos o ideas de propuestas desde una óptica científica y formular recomendaciones para mejorarlas. El Comité señaló que podía prestar ayuda proporcionando información científica, orientación sobre la utilización de bibliografía y especialistas en el terreno, pero que dependería de los expertos y de la red disponible para sus representantes y suplentes [véase el documento AC21 Doc. 6.3 (Rev. 1)].

4. En el Anexo 1 figura un proyecto de propuesta de Alemania para incluir Lamna nasus en el Apéndice II, y en el Anexo 2 un proyecto de anotación y un proyecto de decisión conexos.

5. En el Anexo 3 figura un proyecto de propuesta de Alemania para incluir Squalus acanthias en el Apéndice II, y en el Anexo 4 un proyecto de anotación y un proyecto de decisión conexos.

6. En el Anexo 5 figura un proyecto de propuesta de Brasil para incluir Melanosuchus niger en el Apéndice II.

Cuestiones que han de tomarse en consideración

7. Se invita al Comité de Fauna a revisar los proyectos de propuestas, de anotaciones y de decisiones que figuran en los Anexos de este documento, y a proporcionar orientación y asesoramiento, según proceda.

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AC22 Doc. 21.2 Anexo 1

Enmiendas a los Apéndices I y II de la CITES

A. PROPUESTA

Incluir Lamna nasus (Bonnaterre, 1788) en el Apéndice II, de conformidad con el párrafo 2 a) del Artículo II.

Criterios para la inclusión (Resolución Conf. 9.24 (Rev. CoP13), Anexo 2a)

A. se sabe, o puede deducirse o preverse, que es preciso reglamentar el comercio de la especie para evitar que reúna las condiciones necesarias para su inclusión en el Apéndice I en el próximo futuro.

Las poblaciones de Lamna nasus en el Atlántico septentrional y el Mediterráneo cumplen los requisitos para figurar conforme a este criterio, por el grado de reducción a largo plazo de esta especie acuática explotada y de escasa productividad.

B. se sabe, o puede deducirse o preverse, que es preciso reglamentar el comercio de la especie para garantizar que la recolección de especímenes del medio silvestre no reduce la población silvestre a un nivel en el que su supervivencia se vería amenazada por la continua recolección u otros factores.

Lamna nasus es o ha sido objeto de pesca insostenible en ciertas partes de su zona de distribución por su cotizada carne en el mercado internacional. Sin una regulación de su comercio, es probable que otras poblaciones experimenten reducciones similares a las descritas supra.

Anotación

La entrada en vigor de la inclusión de Lamna nasus en el Apéndice II de la CITES se aplazará doce meses para permitir a las Partes resolver las cuestiones técnicas y administrativas conexas, como, por ejemplo, la posible designación de una Autoridad Administrativa suplementaria.

B. AUTOR DE LA PROPUESTA

República Federal de Alemania, en nombre de los Estados miembros de la Comunidad Europea.

C. DOCUMENTACIÓN JUSTIFCATIVA

Taxonomía 1.1 Clase: Chondrichthyes (Subclass: Elasmobranchii) 1.2 Orden: Squaliformes 1.3 Familia: Squalidae 1.4 Especie: Lamna nasus (Bonnaterre, 1788) 1.5 Sinónimos científicos: Véase el Anexo 1 1.6 Nombres comunes Inglés: porbeagle

Francés: requin-taupe commun Español: marrajo sardinero; Cailón marrajo, moka, pinocho Italiano: talpa Alemán: Heringshai Danés: sildehaj Sueco: hábrand;sillhaj Japonés: mokazame

Figura 1. Porbeagle Lamna nasus (Fuente: Ficha de identificación de especies de la FAO)

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Panorama general

2.1 El marrajo sardinero (Lamna nasus), tiburón grande y de sangre caliente, se da en las templadas aguas oceánicas meridionales y del Atlántico septentrional. Es de crecimiento relativamente lento y maduración tardía y tiene larga vida; pare pequeñas camadas de crías y cuenta con una tasa intrínseca de aumento de la población de entre de cinco y siete por ciento, tan sólo, al año. Esas características hacen que resulte sumamente vulnerable a la explotación excesiva de su pesca.

2.2 La carne de Lamna nasus es de gran calidad y está muy cotizada, en particular en la Unión Europea (UE). Sus grandes aletas son valiosas. Sus capturas se deben a la pesca específica, pero también es un importante componente, retenido y utilizado, de capturas incidentales de la pesca pelágica con palangre. Su carne y sus aletas entran en el comercio internacional, pero por lo general no se las registra en el nivel de la especie. Otros productos se utilizan menos exhaustivamente. Existe una prueba de ADN muy eficiente para sus partes y derivados comercializados.

2.3 La pesca específica e insostenible de Lamna nasus en el Atlántico septentrional está bien documentada y reduce en gran medida las poblaciones; en menos de 50 años, los desembarcos de capturas han disminuido de miles de toneladas a unos centenares. Sobre las poblaciones del hemisferio meridional, que son objeto cotizado de pesca específica y de capturas incidentales de la pesca con palangre, se dispone de muy pocos datos, pero recientemente ha habido una reducción de ~90 por ciento, aproximadamente, de las capturas incidentales de la pesca uruguaya con palangre.

2.4 Las evaluaciones de las poblaciones del Atlántico noroccidental documentan una reducción a entre el 11 y el 17 por ciento de la biomasa de las poblaciones, a entre el 21 y el 24 por ciento de la abundancia total y a entre el 12 y el 15 por ciento de hembras adultas respecto de los niveles existentes antes de su maduración. La gestión desde 2002 ha mantenido una población relativamente estable, pero con una ligera reducción de las hembras adultas. No hay una evaluación de las poblaciones, objeto de pesca más intensa y no gestionada, del Atlántico nororiental y del Mediterráneo, que probablemente padezcan una merma más grave.

2.5 Desde 2002 existe una gestión basada en la evaluación de las poblaciones y el asesoramiento científico en la zona económica exclusiva del Canadá. Los cupos correspondientes a las aguas de la Comunidad Europea sólo son aplicables a las islas Feroe y a Noruega, no se basan en datos científicos, exceden en gran medida los desembarcos totales de capturas correspondientes a esos Estados y no tienen repercusiones en materia de gestión. En 2005 no se aprobó la propuesta científica de un cupo cero en todo el Atlántico nororiental. En 2004 Nueva Zelandia introdujo la gestión mediante cupos. Las organizaciones regionales de pescadores no gestionan las poblaciones de Lamna nasus en alta mar.

2.6. Se propone la inclusión de Lamna nasus en el Apéndice II, de conformidad con el párrafo 2 a) del artículo II y Conf. 9.24 (Rev. CoP13). Las poblaciones del Atlántico septentrional han experimentado importantes reducciones, pero sólo uno está gestionado. Se carece de información sobre las poblaciones de Lamna nasus en el océano meridional, pero también están sometidas a explotación, en gran medida no gestionada, y sus productos entran en el comercio internacional.

2.7 Lamna nasus cumple las directrices propuestas por la FAO para la inclusión de las especies acuáticas sometidas a explotación comercial. Corresponde a la categoría de productividad más baja de las especies más vulnerables de la clasificación de la FAO: las que tienen una tasa intrínseca de aumento de la población de <0,14 y una duración de generación de >10 años (FAO 2001). Los datos de que se dispone indican que las poblaciones han superado el nivel del 20 por ciento o menos de la base histórica para que su inclusión en el Apéndice I sea pertinente conforme a las directrices de la FAO.

2.8 La evaluación de Lamna nasus en la Lista Roja de la UICN correspondiente a 2006 es la de vulnerable a escala mundial. Las poblaciones del Atlántico nororiental y del Mediterráneo están en grave peligro; las del Atlántico noroccidental, en peligro; y las de los océanos meridionales, casi amenazadas.

2.9 La inclusión en el Apéndice II de Lamna nasus permitirá regular y vigilar su futuro comercio internacional y velar por que lo ofrezcan pesquerías gestionadas de forma sostenible, con los registros precisos y mantenidas en niveles que no sean perjudiciales para la situación de las poblaciones silvestres explotadas y la supervivencia de la especie. Esos controles del comercio

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complementarán y reforzarán las medidas tradicionales de gestión de las pesquerías, con lo que contribuirán también a la ejecución del Plan de Acción Internacional de la FAO para la Conservación y Ordenación del Tiburón.

Características de la especie

Distribución

Se suele encontrar el Lamna nasus en las plataformas continentales, desde zonas cercanas a la costa (sobre todo en verano) hasta zonas muy alejadas de ella, donde con frecuencia prefiere los bajíos y arrecifes sumergidos. En el anexo 2 aparecen enumerados los Estados de su zona de distribución. Las zonas de pesca de la FAO correspondientes son las siguientes: 21, 27, 31, 34, 37, 41, 47, 48, 51, 57, 58, 81 y 87. Su distribución aparece ilustrada en la figura 2 y se puede resumir así (Compagno 2001):

Atlántico nororiental: Islandia y desde la parte occidental del mar de Barents hasta el Báltico; mares del Norte y Mediterráneo, incluidos Rusia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Alemania, Holanda, Reino Unido, Irlanda, Francia, Portugal, España y Gibraltar; Mediterráneo (el mar Negro, no); Marruecos, Madeira y Azores;

Atlántico noroccidental: Groenlandia, Canadá, Estados Unidos y Bermudas;

Atlántico meridional: Brasil meridional y Uruguay hasta la Argentina meridional, Namibia y Sudáfrica;

Pacífico indooccidental: océano Índico central-meridional desde la Sudáfrica oriental hasta una zona situada entre la isla del Príncipe Eduardo y las islas Crozet, entre las islas Kerguelen y la isla de San Pablo, Australia meridional y Nueva Zelandia. Aguas subantárticas frente a las islas de Georgia del Sur, Marion, Príncipe y Kerguelen y

Pacífico oriental y meridional: Chile meridional hasta el cabo de Hornos.

Hábitat

El Lamna nasus es un tiburón epipelágico activo y de sangre caliente, que vive en aguas boreales y templadas, con una temperatura del mar de entre 2ºC y 18ºC, si bien en el Atlántico noroccidental prefiere la comprendida entre 5ºC y 10ºC (Campana y Joyce 2004, Svetlov 1978). Suele abundar sobre todo en las plataformas continentales desde cerca de la superficie hasta profundidades de 200 m, pero a veces ha sido capturado en profundidades comprendidas entre 350 m y 700 m. Se encuentra entre zonas cercanas a la costa (sobre todo en verano) y zonas muy alejadas de ella (donde con frecuencia prefiere los bajíos y arrecifes sumergidos). Aparece individualmente, en bajíos, y en agregaciones de alimentación. Las poblaciones septentrionales se segregan (al menos en algunas regiones) por edad, fase reproductiva y sexo y los adultos emprenden migraciones estacionales de Norte a Sur por sexos. En el Atlántico noroccidental raras veces se ven L. nasus en invierno y comienzos de la primavera y las capturas mensuales muestran una migración estacional y por sexos de tiburones adultos a lo largo de la costa y del borde exterior de la plataforma escocesa desde el golfo de Maine hacia las zonas de apareamiento frente a las costas de la Terranova meridional y los accesos al golfo de San Lorenzo, pero no se conocen zonas de cría. Los tiburones más pequeños e inmaduros que viven en la plataforma escocesa no parecen emprender las mismas migraciones extensas (Campana et al. 1999, 2001, Campana y Joyce 2004, Compagno 2001, Jensen et al. 2002.) Puede que el Mediterráneo sea un vivero (evaluación para la Lista Roja de la UICN).

Características biológicas

El Lamna nasus es de sangre caliente y crece y madura más rápidamente que muchos tiburones de sangre fría, si bien es, aun así, de crecimiento relativamente lento y maduración tardía y de larga vida y pare sólo un pequeño número de crías. La consecuencia es una baja tasa intrínseca de aumento de la población (entre cinco y siete por ciento al año en una población que no sea objeto de pesca (DFO 2001)) y una vulnerabilidad a la explotación excesiva, agravada por la tendencia de los pescadores a capturar grandes especímenes inmaduros mucho antes de que lleguen a la madurez.

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Las características de su historia vital varían según las poblaciones (cuadro 2). Los L. nasus en el Atlántico septentrional alcanzan una longitud máxima de 355 cm, un peso de 230 kg y una edad comprendida entre 26 y 45 años. Las hembras maduran a la edad de 13 años, con una longitud total comprendida entre 217 cm y 259 cm en el Atlántico noroccidental, pero de entre 185 cm y 202 cm sólo (o una longitud comprendida entre 170 cm y 180 cm, Francis y Duffy 2005) en el hemisferio meridional. Los machos maduran a los ocho años de edad y con un tamaño menor (165 cm de longitud total o una longitud comprendida entre 140 cm y 150 cm) en aguas neozelandesas (Campana et al. 2002 a, b, Compagno 2001, Fischer 1987, Francis y Duffy 2005, Francis et al. en prensa, Jensen et al. 2002, Natanson et al. 2002). Natanson et al. (2002) y Campana et al. (2002) validaron la edad y el crecimiento de la población explotada en el Atlántico noroccidental y comunicaron una edad máxima de 26 años. Sin embargo, calcularon que la longevidad podía ser de hasta 46 años, aproximadamente, en una población que no fuera objeto de pesca.

Los L. nasus producen camadas de entre una y cinco crías (por lo general cuatro), de una longitud comprendida entre 65 cm y 80 cm, después de un embarazo de entre ocho y nueve meses. Pueden tener crías todos los años y algunas hembras pueden criar en años alternos. El nacimiento se produce en primavera frente a las costas de Europa, en primavera o verano frente a las de Norteamérica y en invierno en Oceanía y el Pacífico oriental frente a las costas de Chile (Aasen 1963, Acuña et al., datos inéditos citados en la documentación de la Lista Roja de la UICN, Compagno 1984a, Francis y Stevens 2000, Francis et al. en prensa, Gauld 1989, Jensen et al. 2002).

Las especies de las que se alimentan son predominantemente peces pelágicos y calamares en aguas profundas y peces teleósteos, pelágicos y demersales, en aguas poco profundas (Compagno 1984a, Joyce at al. 2002).

Características morfológicas

Cuerpo cilíndrico y robusto, dos aletas dorsales sin púas (la primera nace por encima del abdomen, muy por delante del nacimiento de las aletas pélvicas) y una aleta anal. El eje vertebral se extiende hasta el largo lóbulo superior de la cola. Fuertes quillas en el pedúnculo caudal, cortas quillas secundarias en la base y cola en forma de creciente lunar. Cabeza cónica, hocico cónico y bastante corto, cinco aberturas de branquias largas y anchas (las dos traseras enfrente o por encima del nacimiento de la aleta pectoral), boca grande que se extiende hasta detrás de los ojos, ollares separados de la boca, sin barbillas ni estrías. Espiráculos muy pequeños muy detrás de los ojos. Superficie dorsal gris obscura o negruzca. La primera aleta dorsal con una mancha blanca muy distintiva en el borde inferior de salida, que queda suelto. Parte inferior blanca en el hemisferio septentrional, pero con la parte inferior del hocico negra y algunas manchas obscuras en el abdomen en los adultos del hemisferio meridional.

Función de la especie en su ecosistema

Como ocurre con muchas otras especies de tiburones grandes, el L. nasus es un predador que se encuentra casi en la cima de la cadena alimentaria marina (se alimenta de algunos tiburones pequeños, pero no de mamíferos marinos). En el Atlántico noroccidental, los peces pelágicos y los calamares son su dieta principal en aguas profundas y en aguas poco profundas los peces pelágicos y demersales (Joyce et al. 2002). Stevens et al. (2000) advierten que la supresión de las poblaciones de predadores que ocupan la cima de la cadena alimentaría marina puede tener repercusiones desproporcionadas e inesperadas en las interacciones tróficas y en la dinámica de las poblaciones de peces, al causar, entre otras cosas, reducciones de algunas especies de las que se alimentan. Tiene pocos predadores, aparte de los seres humanos, pero esta especie puede ser presa de las orcas y los tiburones blancos (Compagno 2001).

Situación y tendencias

Tendencias del hábitat

No se conocen los hábitats críticos para esta especie ni las amenazas para dichos hábitats. Los niveles elevados de metales pesados (en particular, el mercurio) se bioacumulan y pueden biomagnificarse en los predadores de la cima de la cadena alimentaría, pero no se conocen sus repercusiones en la salud de las poblaciones de L. nasus. Los efectos de los cambios climáticos en las temperaturas, el pH y la producción de biomasa conexa de los océanos del mundo podrían tener repercusiones en las poblaciones de L. Nasus.

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Tamaño de la población

El único caladero respecto del tamaño de cuya población se dispone de datos es el del Atlántico noroccidental. En las más recientes evaluaciones de la población (DFO 2005, Gibson y Campana 2006) se ha calculado que el tamaño total de esta población es de entre 188.000 y 191.000 tiburones (entre el 21 y el 24 por ciento de la abundancia original; posiblemente entre 800.000 y 900.000 peces) y entre 9.000 y 13.000 hembras reproductoras (entre el 12 y el 15 por ciento de la abundancia original, que podría haber ascendido a entre 60.000 y 110.000 hembras adultas). A la larga historia de pesca no gestionada y descenso de los desembarcos de capturas en el Atlántico nororiental se debe una población menor en esta región. Se desconoce el tamaño de la población en el hemisferio meridional.

Estructura de la población

La estructura de las poblaciones explotadas es anormal. Las hembras adultas y grandes no están bien representadas en los caladeros mermados por una pesca intensa (por ejemplo, Campagna et al. 2001). Los cálculos aproximados sobre los L. nasus mayores de 15 años no están validados, pero no es probable que alcancen una edad muy superior a la mitad de su longevidad potencial de tal vez 45 años. Aunque en las poblaciones del Atlántico septentrional se dan extensas migraciones hasta zonas muy alejadas (véase la sección 3.2), que parecen ser totalmente mixtas, no parece haber un intercambio genético entre las poblaciones del Atlántico noroccidental y del Atlántico nororiental (o son extraordinariamente limitadas). Los estudios realizados mediante marcado en el Atlántico noroccidental por investigadores noruegos, estadounidenses y canadienses han descubierto principalmente movimientos entre cortos y moderados (1.500 kg) a lo largo del borde de la plataforma continental. Frente a las costas de España, Dinamarca y Noruega, se han recapturado tiburones marcados frente a las costas del Reino Unido, con lo que habían viajado hasta 2.370 km, y un tiburón marcado frente a las costas de Irlanda recorrió 4.260 km (Campana et al. 1999, Kohler y Turner 2001, Stevens 1976 y 1990). No se conoce la estructura de la población (o las poblaciones) del hemisferio meridional.

Tendencias de la población

Se calcula que la duración de una generación de L. nasus (definida como la edad reproductiva media de las hembras en una población que no sea objeto de pesca) oscila entre 20 y 25 años, aproximadamente, en el Atlántico septentrional (las hembras maduran a los 13 años y tienen una longevidad aproximada de 45 años), tal vez menos en los océanos meridionales. Así, pues, el período de tres generaciones durante el cual se deben evaluar los descensos (anexo 5, CoP9.24, Rev. CoP13) es de 60 a 75 años, aproximadamente, que es igual a la base histórica de la mayoría de las poblaciones, si no mayor.

El Atlántico septentrional es la mayor fuente de capturas mundiales notificadas (figura 5) y existe un registro de datos detallados sobre la pesca durante un largo período. En esta zona los desembarcos de capturas han mostrado una marcada tendencia al descenso en los 60 o 70 últimos años (véase infra) durante un período de aumento del esfuerzo de pesca y de la demanda del mercado correspondiente a esta especie tan cotizada y de mejora de la tecnología pesquera. Se dispone de muy pocos datos correspondientes a los océanos meridionales.

Sólo se dispone de evaluaciones de las poblaciones del Atlántico noroccidental (Campana et al. 1999, 2001, 2002, 2003, Gibson y Campana 2006), que ilustran una correlación entre las pronunciadas disminuciones de los desembarcos de capturas de esta especie tan cotizada y el descenso de la biomasa en una pesquería no gestionada. También indican una correlación entre la reciente disminución de la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) y la reducción del tamaño de la población. Así, pues, aquí se utilizan la CPUE y los desembarcos de capturas como indicadores de las tendencias de la población, a falta de evaluaciones de las poblaciones, sin por ello dejar de reconocer que otros factores pueden afectar también a la capturabilidad.

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Cuadro 1. Resumen de los datos sobre las tendencia de la población

Año Lugar Datos utilizados Tendencia Fuente 1947–1960 Atlántico

nororiental Desembarcos noruegos y daneses

>60% de reducción en 13 años

Gauld 1989

1960–1990s

Atlántico nororiental

Desembarcos noruegos

>95% de reducción en 30 años

Gauld 1989

1950s–1990

Atlántico nororiental

Desembarcos daneses

~95% de reducción en 40 años

Gauld 1989

1970s–1990s

Atlántico nororiental

Desembarcos franceses

30-40% de reducción en 20 años

Landings data

1964-1970 Atlántico noroccidental

Desembarcos noruegos

~90% de reducción en 10 años

Landings data

1964-1970 Atlántico noroccidental

Evaluación de población

75% de reducción en 6 años

Canadian DFO

1990s Atlántico noroccidental

Índices de captura >50% de reducción en >10 años

Canadian DFO

1992-2000 Atlántico noroccidental

Índices de captura 90% de reducción en tiburones maduros, 70% de reducción en tiburones inmaduros

Canadian DFO

1961-2000 Atlántico noroccidental

Biomasa Reducción de 11-17% de la biomasa virgen

Canadian DFO, 2001 assessment

2004/05 Atlántico noroccidental

Abundancia total Actualmente el 21-24% de los números originales

Canadian DFO, 2005 assessment

2004/05 Atlántico noroccidental

Abundancia de hembras maduras

Actualmente el 12-15% de la abundancia original

Canadian DFO, 2005 assessment

1981-1998 Atlántico sudoccidental

CPUE - atún oceánico

Disminución de 80-90% en 10-15 años

Domingo (sin actualizar)

Atlántico nororiental Muchos países europeos –principalmente Dinamarca, España, Francia y Noruega (figura 7)– han estado pescando Lamna nasus en esta región. Noruega comenzó la pesca específica con palangre de L. nasus en el decenio de 1930. Los desembarcos de capturas alcanzaron su primer punto máximo de 3.884 t en 1933. En 1947, año en que se reanudó la pesca después de la segunda guerra mundial, se capturaron unas 6.000 t, a lo que siguió una progresiva disminución de los desembarcos de capturas hasta entre 1.200 y 1.900 t en el período comprendido entre 1953 y 1960. El desplome de esa pesquería obligó a los barcos daneses y noruegos dedicados a la pesca de tiburones con palangre a trasladar su esfuerzo de pesca al Atlántico noroccidental (véase infra). Posteriormente los desembarcos noruegos de capturas procedentes del Atlántico nororiental disminuyeron hasta tan sólo entre 10 y 40 t al año a finales del decenio de 1980 y comienzos del de 1990, mientras que los daneses pasaron de más de 1.500 t por término medio a comienzos del decenio de 1950 hasta menos de 100 t a lo largo de todo el decenio de 1990 (DFO 2001, Gauld 1989, figura 7).

Los palangreros franceses y españoles han practicado la pesca directa de L. Nasus desde el decenio de 1970. Los desembarcos de capturas notificadas procedentes de las principales zonas francesas de pesca en el mar Celta y en la bahía de Vizcaya disminuyeron desde más de 1.092 t en 1979 hasta entre 300 y 400 t a finales del decenio de 1990. Los barcos españoles parecen haber capturado L. nasus de forma oportunista a comienzos y finales del decenio de 1970 y a partir de 1998. Los desembarcos de capturas procedentes de zonas situadas frente a las costas españolas suelen ser mayores durante la primavera y el otoño y disminuir en verano (Mejuto 1985, Lallemand-Lemoine 1991). Sin embargo, no está claro si la enorme variabilidad de los datos sobre desembarcos de capturas de la flota española (desde cero hasta

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casi 4.000 t/año, figura 7) representa variaciones enormes de las capturas, tal vez resultantes de una pesca con ciclos de abundancia y escasez que elimine diferentes segmentos de la población, o de notificaciones irregulares. Bonfil (1994) calculó que 50 t de capturas de L. nasus fueron suplementarias de la pesca con palangre del pez espada en el Mediterráneo y el Atlántico durante 1989. La pesca con palangre en la bahía de Vizcaya (zona VIII del ICES), cuyo objeto es el tiburón azul, más abundante, desembarcó también unas 30 t de capturas principalmente de L. nasus y algunos marrajos (Isurus oxyrinchus) durante el período 1998-2000. Los datos del ICES (Heessen 2003) indican que los desembarcos anuales de capturas procedentes de la zona IXa en el Portugal continental alcanzaron su punto máximo de casi 3.000 t en el período de 1987-88 y desde entonces han disminuido (esos registros no figuran en las estadísticas de la FAO (figura 7)).

Los desembarcos notificados de capturas procedentes de las pesquerías históricamente más importantes, en torno al Reino Unido y en el mar del Norte y aguas costeras adyacentes han disminuido hasta niveles muy bajos durante los 30 a 40 últimos años, mientras que las capturas procedentes de las subregiones de altura del ICES al oeste de Portugal, al oeste de la bahía de Vizcaya y en torno a las Azores han aumentado desde 1989 (figura 8), fenómenos atribuidos a una disminución de poblaciones costeras reducidas por una pesca intensa y a la reorientación del esfuerzo de pesca a caladeros en alta mar antes poco explotados.

El Comité Consultivo de la Gestión Pesquera (ACFM) del ICES (2005) observó lo siguiente: "La pesca directa de marrajo sardinero [en el Atlántico nororiental] se interrumpió a finales del decenio de 1970, en vista de que las tasas de capturas eran muy bajas. Desde entonces ha habido una pequeña pesca esporádica. Como esta especie está muy cotizada en el mercado, la pesca directa volvería a aparecer, si aumentara su abundancia. No hay indicios de una recuperación de las poblaciones".

No se dispone de una evaluación de la población, pero, como la reducción de ésta corresponde a una época muy anterior a la de la del Atlántico noroccidental y no se ha beneficiado de restricciones de las capturas ni de medidas técnicas de gestión de la pesca, se supone que su reducción es más grave que la de las aguas canadienses. La evaluación del Atlántico nororiental para la Lista Roja de la UICN es la de en grave peligro, teniendo en cuenta las reducciones pasadas, actuales y futuras, según cálculos aproximados, del tamaño de la población superiores al 90 por ciento.

Mar Mediterráneo

El Lamna nasus ha desaparecido prácticamente de los registros mediterráneos. En los mares Tirreno y Ligur septentrionales, Serena y Vacchi (1997) notificaron sólo 15 especímenes de L. nasus durante varios decenios de observación. Soldo y Jardas notificaron sólo nueve testimonios de esta especie en el Adriático oriental desde el final del siglo XIX hasta 2000. Desde entonces sólo ha habido unos pocos testimonios nuevos (A. Soldo, datos inéditos). Orsi Relini y Garibaldi (2002) notificaron dos L. nasus recién nacidos, capturados incidentalmente durante la pesca del pez espada con palangre en el mar Ligur occidental. Un joven marrajo sardinero, probablemente recién nacido, fue notificado en el mar Adriático central (Orsi Relini y Garibaldi 2002). Un espécimen joven de entre uno y 17 meses de edad fue capturado por un aficionado a la pesca deportiva en el Adriático central (Marconi y De Maddalena 2001). Esos testimonios indican una posible zona de vivero en el Mediterráneo central. Durante las investigaciones sobre las capturas incidentales en la pesca con palangre del pez espada en el Mediterráneo occidental, no hubo capturas de L. nasus (De la Serna et al. 2002). Tan sólo 15 especímenes fueron capturados durante las investigaciones realizadas en el período 1998-1999 sobre las capturas incidentales de tiburones en una amplia pesquería pelágica; fueron notificadas sólo en el Adriático meridional y en el mar Jónico, principalmente por redes de deriva (Megalofonou et al. 2000). Las estadísticas oficiales correspondientes a la zona mediterránea muestran que los únicos desembarcos de capturas en el Mediterráneo ascendieron a una tonelada notificada en 1996 por Malta (FAO 2002). La evaluación para la Lista Roja de la UICN sobre la población mediterránea es la de en grave peligro, basada en las reducciones pasadas, presentes y futuras, según cálculos aproximados, de su tamaño superiores al 90 por ciento.

Atlántico noroccidental

La pesca específica de Lamna nasus comenzó en 1961 en el Atlántico noroccidental, a raíz de la reducción de la población del Atlántico nororiental, cuando la flota noruega dedicada a la pesca

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palangrera de tiburones trasladó sus operaciones a la costa de Nueva Inglaterra y Terranova (figura 6). Las capturas aumentaron rápidamente de unas 1.900 t en 1961 a más de 9.000 t en 1964 (figura 5). En 1965 muchos barcos ya habían pasado a pescar otras especies o se habían trasladado a otras zonas, en vista de la disminución de la población (DFO 2001). La pesquería se desplomó al cabo de sólo seis años, pues en 1970 los desembarcos de capturas ascendieron a menos de 1.000 t y fueron necesarios 25 años para que hubiera una recuperación muy limitada (figura 4a). Los barcos pesqueros de las Feroe notificaron menores desembarcos de capturas durante ese período y durante los enteros decenios de 1970 y 1980 (figura 5). Desde la creación de la zona económica exclusiva en 1995 las flotas noruega y feroesa han sido excluidas de las aguas canadienses. A partir de 1995 las autoridades canadienses y estadounidenses han notificado todos los desembarcos de capturas.

Tres barcos de altura y varios costeros canadienses iniciaron la pesca específica durante el decenio de 1990. Las capturas de entre 1.000 y 2.000 t/año durante gran parte de dicho decenio redujeron los niveles de población a un nuevo punto mínimo en menos de diez años: el tamaño medio de los tiburones y las tasas de capturas fueron las más pequeñas registradas en 1999 y 2000 (figuras 4a a d). En 2000 las tasas de capturas de tiburones adultos habían quedado reducidas al 10 por ciento del punto máximo, alcanzado en 1992, y las de capturas de inmaduros al 30 por ciento del punto máximo, alcanzado en 1991. En 2000, se estimaba que la biomasa ascendía entre 11 y 17 por ciento de la biomasa virgen y F plenamente reclutados a 0,26 (DFO 2001). En la evaluación de la población llevada a cabo en 2001 por el Departamento de Pesca del Canadá se declara lo siguiente: "Unas capturas anuales de entre 200 y 250 t corresponderían a una pesca equivalente a las capturas máximas permisibles (MSY) y permitirían el crecimiento de la población". De conformidad con esa recomendación, se redujo el cupo a 250 toneladas para el período 2002-2007 a fin de permitir el crecimiento y la recuperación de la población. Una evaluación posterior de la población realizada en el período 2005-06 indicó que el tamaño total de la población siguió relativamente estable entre 2002 y 2005, aunque las hembras reproductoras disminuyeron ligeramente (Gibson y Campana 2006, DFO 2005). En la zona económica exclusiva de los Estados Unidos hay un pequeño cupo (92 t) correspondiente al L. nasus, que, según se supone, forma parte de la misma población.

En la Lista Roja de la UICN figura el S. acanthias del Atlántico noroccidental clasificado como en peligro, a partir de las reducciones, calculadas aproximadamente, del tamaño de la población superiores al 70 por ciento, que ahora han cesado gracias a la gestión de esa pesquería.

Hemisferio meridional

Sólo Nueva Zelandia notifica a la FAO desembarcos en el Pacífico sudoccidental de capturas de marrajos sardineros procedentes del hemisferio meridional: 21 t en 1997 y entre 150 t y 300 t al año entre 1998 y 2003 (Sullivan et al., 2005). Son de menor importancia en comparación con los del Atlántico septentrional (figura 5), si bien las capturas reales deben de ser muy superiores.

Los únicos datos comprobados sobre las tendencias correspondientes a las poblaciones meridionales son los registros relativos a la disminución durante el período 1981-1998 de las capturas de L. nasus hechas por la flota palangrera uruguaya que pesca el atún pelágico (Domingo, sin fecha, cuadro 3). Durante el decenio de 1980, sólo se retuvieron para el consumo de su carne las dos especies más cotizadas de tiburones: L. nasus y marrajo Isurus oxyrinchus, que representaron el diez por ciento, aproximadamente, del total de capturas, cuyos puntos máximos ascendieron a 150 t y 100 t desembarcadas, respectivamente, en 1984. En 1991, la abundancia de esas dos especies había disminuido considerablemente, pero los precios de las aletas de tiburón estaban aumentando y entonces se estaban reteniendo también en grandes cantidades tiburones azules Prionace glauca y otras ocho especies de tiburones grandes (figura 9). Al mismo tiempo hubo una disminución de la CPUE de 110kg/1.000 anzuelos (1988) a 1kg/1.000 (1999) correspondiente a la flota uruguaya dedicada a la pesca de atún y pez espada. Sin embargo, no necesariamente se debe a disminuciones de la población, porque también ha habido cambios en la distribución y la profundidad de las operaciones de pesca y un aumento de las temperaturas medias de las masas de agua en esa zona (A. Domingo, comunicación personal citada en la evaluación para la Lista Roja de la UICN). La situación de la población en la plataforma continental argentina no ha sido evaluada aún (Victoria Lichstein, Autoridad Administrativa CITES de Argentina, in litt., 27 de octubre de 2003).

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En la Lista Roja de la UICN figuran las poblaciones de L. nasus del océano meridional clasificadas como casi en peligro.

Tendencias geográficas

No se dispone de información sobre la existencia de cambios en la zona de distribución geográfica de Lamna nasus, pero ahora parece haber escasez, si no inexistencia, de esta especie en zonas en las que antes se notificaba habitualmente su presencia (por ejemplo, en el Mediterráneo occidental, Alen Soldo in litt. 2003).

Amenazas

La principal amenaza para Lamna nasus a escala mundial es la explotación excesiva con pesca específica y capturas incidentales, con lo que muchos productos entran en el comercio internacional. Gran parte de la información que se ofrece a continuación procede de la evaluación en 2006 para la Lista Roja de la UICN (www.redlist.org).

Pesca directa

Como se ha descrito supra, la intensa pesca directa de L. nasus por su cotizada carne ha sido la causa más importante de las disminuciones de su población durante el siglo XX, pero también es una valiosa y utilizada captura incidental de la pesca con palangre de otras especies pelágicas, como, por ejemplo, el pez espada y el atún (Buencuerpo et al., 1998). El L. nasus es también una importante especie objeto de pesca recreativa en Irlanda y el Reino Unido. La pesca recreativa en el Canadá y los Estados Unidos tiene muy poca importancia (FAO 2003, DFO 2001). El Comité Consultivo de la Gestión Pesquera (ACFM) del ICES (2005) observó lo siguiente: "La pesca directa de marrajo sardinero [en el Atlántico nororiental] se interrumpió a finales del decenio de 1970, en vista de que las tasas de capturas eran muy bajas. Desde entonces ha habido una pequeña pesca esporádica. Como esta especie está muy cotizada en el mercado, la pesca directa volvería a aparecer, si aumentara su número.".

Pesca incidental

Las capturas incidentales de Lamna nasus son un valioso objetivo secundario de muchas modalidades de pesca, en particular de la pesca con palangre, pero también de la que utiliza redes agalleras, redes de arrastre en las zonas pelágicas y del fondo del mar y aparejos de mano. Dada la alta cotización de su carne, se suele conservar y utilizar el cuerpo entero. La excepción es la pesca de peces de pico y atún de altura, en la que el espacio para carga de los barcos es demasiado limitado para conservar siquiera los cuerpos enteros de tiburones valiosos; en esos casos puede que se conserven sólo las aletas (por ejemplo, la pesca japonesa con palangre del atún meridional de aletas azules frente a las costas de Tasmania y Nueva Zelandia, las flotas de pesca pelágica de otros países en el océano Índico meridional y probablemente en otras zonas del hemisferio meridional (Compagno 2001). El ACFM del ICES (2005) observó lo siguiente: "En los últimos años ha aumentado el esfuerzo de pesca pelágica con palangre del atún de aletas azules (Japón, República de Corea y Taiwán, provincia de China) en el Atlántico nororiental. En esa pesca pueden darse capturas incidentales de marrajos sardineros. Es probable que esa pesca se caracterice por su eficiencia para capturar cantidades considerables de esta especie". Con frecuencia no se registran adecuadamente las capturas incidentales en comparación con las de la pesca específica.

Pese a la gran cantidad de actividad pesquera que tiene como consecuencia las capturas de L. nasus en el hemisferio meridional, Nueva Zelandia es el único país que notifica desembarcos de capturas a la FAO. Entre los ejemplos de pesca con importantes capturas incidentales, pero en gran medida no notificadas, figuran la pesca demersal con palangre de bacalao de profundidad (Dissostichus eleginoides) de la Patagonia en el océano Índico meridional (Compagno 2001) y por la flota argentina (Victoria Lichtstein, Autoridad Administrativa CITES de Argentina, in litt. a TRAFFIC Europa, 27 de octubre de 2003); la pesca con palangre de pez espada y atún en aguas internacionales frente a las costas de la Argentina y del Uruguay (Domingo, sin fecha); la pesca artesanal e industrial chilena de pez espada Xiphias gladius con palangre dentro y fuera de la zona económica exclusiva de Chile, entre 26º y 36ºS (E. Acuña, datos inéditos; Acuña et al. 2002). La presencia de Lamna nasus en las corrientes cálidas frente a la costa sudafricana es escasa, pero es objeto de capturas incidentales en aguas más frías.

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Utilización y comercio

Entre los productos del marrajo sardinero figuran la carne fresca, congelada, desecada y salada para el consumo humano, el aceite y la harina de pescado como fertilizantes y las aletas para la sopa de aleta de tiburón (Compagno 2001). Se ha documentado el valor comercial de la especie mediante pasados y presentes estudios de mercado (Fleming y Papageorgiou 1997, Rose 1996 y estudios de mercado de TRAFFIC Europa 2003). Las conclusiones indican que la demanda de carne fresca, congelada o elaborada, además de aletas y otros productos de L. nasus, es suficientemente importante para justificar la existencia de un mercado internacional, además de la utilización nacional. Pese a la alta cotización de su carne y a diferencia de otros peces que alcanzan precios altos, como, por ejemplo, el pez espada, el atún de aletas azules y el tiburón espinoso, el comercio de L. nasus no está documentado en el nivel de la especie, lo que dificulta la evaluación de la importancia y la escala de su utilización en el mundo. También se utiliza esta especie para la pesca deportiva en Irlanda, los Estados Unidos y el Reino Unido (FAO 2003), cuyas capturas se conservan para aprovechar la carne o como trofeos o para ambos fines o se marcan y se liberan (DFO 2001).

Utilización nacional

Según Gauld (1989), L. nasus fue una de las especies marinas más valiosas (por su peso) desembarcadas en Escocia en el decenio de 1980. En 1997 y 1998, la carne de L. nasus se subastaba a entre 5 y 7 euros por kilo, unas cuatro veces más que el precio al por mayor del tiburón azul (1,5 euros/kg) (Vas y Thorpe 1998). En el puerto pesquero de Newlyn (Inglaterra meridional), el precio al por menor del lomo de L. nasus fresco asciende a 25 euros/kg, aproximadamente (estudio de mercado de TRAFFIC Europa, noviembre de 2003). En Alemania es ofrecida como carne de Kalbsfisch o See-Stör.

Los marrajos pueden ser utilizados también a escala nacional en algunos Estados de la zona de distribución por su aceite de hígado, cartílagos y piel (Vannuccini 1999). Las partes poco cotizadas del cuerpo pueden ser utilizadas para elaborar harina de pescado. Hay una limitada utilización de las fauces y los dientes como curiosidades marinas. No se ha notificado utilización importante alguna de partes y derivados de L. nasus, en parte tal vez porque los registros en el nivel de la especie no están fácilmente disponibles y en parte porque ahora los desembarcos de capturas son muy pequeños, en particular en comparación con otras especies.

Comercio lícito

El comercio de productos de Lamna nasus no está regulado, por lo que todo él es lícito. Existe un importante comercio entre los Estados de la Unión Europea (UE), como, por ejemplo, las exportaciones del Reino Unido a Francia y España y las importaciones por parte de Italia procedentes de Francia. También el Canadá exporta carne de L. nasus a Italia (S. Campana in litt.). Se han notificado exportaciones de L. nasus por parte de la UE a los Estados Unidos, donde se consume en restaurantes (Vannuccini 1999). Sin embargo, no se han podido cifrar esas transacciones comerciales ni se ha calculado su valor económico aproximado.

La falta de datos sobre el comercio se debe a la falta de código aduanero alguno correspondiente a los productos de L. nasus en el Sistema Aduanero Armonizado ni en la Nomenclatura Combinada de la UE. En la UE, códigos como, por ejemplo, 0302 65 90 – Carne fresca o refrigerada de tiburón (excluido el tiburón espinoso de las especies Squalus acanthis y Scyliorhinus spp.), 0303 75 90 – Carne congelada de tiburón (excluido el tiburón espinoso) y 0304 20 69 – Filetes congelados de tiburón (excluido el tiburón espinoso) no se pueden utilizar para el cálculo aproximado del comercio de L. nasus, porque mezclan productos de diversas especies de tiburones y, por tanto, propiciarían la formulación de conclusiones incorrectas. En Australia, los datos sobre las exportaciones de L. nasus a los Estados Unidos forman parte de un mismo grupo con los correspondientes a los marrajos (Ian Cresswell, Autoridad Administrativa de CITES en Australia, in litt. a BMU, febrero de 2004). El Japón importa L. nasus (Sonu 1998). Hasta que se establezcan sistemas de control y vigilancia aduaneros o mecanismos de notificación obligatoria a la FAO, no se dispondrá de datos sobre el comercio internacional de L. nasus. Actualmente, no se puede evaluar la escala y el valor del consumo mundial de la especie.

El objetivo principal de la propuesta de inclusión de esta especie en el Apéndice II es el de velar por que en el futuro el comercio corra a cargo de una pesca gestionada de forma sostenible, registrada con

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exactitud y que se mantenga en niveles que no sean perjudiciales para la situación de las poblaciones silvestres que explote.

Partes y derivados en el comercio

Carne

Se trata de un producto muy cotizado, una de las especies de tiburones más sabrosa y valiosa, que se comercializa fresca y congelada (véanse las secciones 6.1 y 6.2).

Aletas

Entre las diez naciones que, según los registros de la FAO, comercian con productos de L. nasus, sólo se han notificado exportaciones de aletas de esta especie procedentes de la Argentina y Noruega (Vannuccini 1999), pero se debe tan sólo a que no se suelen declarar esos productos en el nivel de la especie y no a que no haya comercio. Esta especie no figura en la lista de especies preferidas por sus aletas (Vannuccini 1999) y McCoy y Ishihara (1999), informaron, citando a Fong y Anderson (1998), de que estaba relativamente poco cotizada. No obstante, el gran tamaño de las aletas de L. nasus hace de ellas un producto relativamente cotizado. Se ha comprobado su participación en el comercio de aletas de Hong Kong (Shivji et al. 2002). Actualmente, Nueva Zelandia está intentando determinar el tamaño de las capturas anteriores mediante la formulación de un factor de conversión para calcular proporcionalmente el peso total de las capturas de L. nasus a partir del de las aletas notificadas (Malcolm Francis, NIWA, Nueva Zelandia, in litt., abril de 2004). El coeficiente idóneo de peso correspondiente a la pesca canadiense es 1,8-2,8% (Steve Campana, DFO Canadá, abril de 2004).

Otros

El marrajo sardinero figura en la lista de especies de tiburones con cuyas pieles se elabora cuero y cuyos hígados son extraídos para aprovechar su aceite (Vannuccini 1999, Fischer 1987), pero no se mantienen registros del comercio. Probablemente se elaboren y comercialicen también los cartílagos. Otras partes de los tiburones son utilizadas en la producción de harina de pescado, que probablemente no sea un producto importante de la pesca de L. nasus, por la alta cotización alcanzada por la carne de esta especie (Vannuccini 1999).

Comercio ilícito

Como los Estados del área de distribución y las naciones que comercian con L. nasus no han aprobado legislación alguna para regular su comercio internacional o nacional, como ocurre en la gran mayoría de los países que obtienen capturas intencionales e incidentales, ninguna actividad de pesca ni transacción comercial, incluido el transbordo, es ilícita.

Efectos reales o potenciales del comercio

La pesca insostenible de L. nasus descrita supra se ha debido a la alta cotización de su carne en los mercados internacional y nacionales, incluida la demanda de la UE. Así, pues, el comercio ha sido el causante de la reducción de las poblaciones del Atlántico septentrional y también puede amenazar potencialmente las poblaciones del hemisferio meridional.

Instrumentos jurídicos

Nacionales

Hasta ahora no se tiene noticia de que se haya concedido a los marrajos sardineros situación jurídica alguna en Estado alguno de la zona de distribución (su estado en materia de gestión se describe infra). El Comité sobre el estado de la fauna silvestre en peligro del Canadá (COSEWIC) consideró el L. nasus en peligro en 2004 (COSEWIC 2004). Está pendiente la decisión de considerarlo o no en peligro de conformidad con la Ley de Especies en Peligro del Canadá.

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Internacionales

Lamna nasus está incluido en el anexo 1 (especies altamente migratorias) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS), en la que figura la "familia Isurida" (antiguo nombre de la familia Lamnidae), entre otros tiburones oceánicos. El Acuerdo de las Naciones Unidas sobre las poblaciones de peces transzonales y las poblaciones de peces altamente migratorias establece normas y medidas de conservación para los recursos pesqueros de alta mar y está en vigor desde 2001. Ordena a los Estados que persigan la cooperación en relación con las especies incluidas en dicho acuerdo mediante organizaciones o arreglos subregionales apropiados para la gestión de la pesca. Aún no se han logrado avances en la aplicación de la gestión de la pesca de los tiburones mediante la UNCLOS.

La especie figura en el anexo III –"Especies cuya explotación está regulada"– del Protocolo de la Convención de Barcelona sobre las. zonas especialmente protegidas y la diversidad biológica en el Mediterráneo, firmado en 1995, pero aún no ratificado (Anon. 2002). En 1997 se añadió también la población de esta especie en el Mediterráneo al Apéndice III de la Convención de Berna (Convención sobre la conservación de la vida silvestre y los hábitats naturales europeos) como especie cuya explotación se debe regular para mantener su población fuera de peligro. A esas iniciativas no ha seguido medida de gestión alguna.

En el anexo V de la Convención para la protección y la conservación de los ecosistemas y la diversidad biológica de la zona marítima [Convención OSPAR (Oslo-París)] se requiere a la OSPAR para que confeccione una lista de especies amenazadas o que estén experimentando disminución de su población –o ambas cosas– y de hábitats que necesiten protección o conservación en la zona marítima OSPAR (Atlántico nororiental). En 2001 se pidió a los Estados miembros de la OSPAR que presentaran propuestas para la inclusión en dicha lista. En su respuesta, Portugal –en nombre de las Azores– propuso incluir el Lamna nasus de todo el Atlántico por su delicado estado biológico, su importancia decisiva y la grave disminución de su población. Esa propuesta no fue aprobada.

Gestión de la especie

Medidas de gestión

Algunos Estados de la zona de distribución han incluido esta especie en su Lista Roja, entre ellos Alemania y Suecia, donde L. nasus está clasificada como vulnerable (VU) (Binot et al., 1998, E. Mehnert, Junta de Agricultura de Suecia, in litt. al Ministerio del Medio Ambiente de Alemania (Bundesministerium für Umwelt, Naturshutz und Reaktorsicherheit, BMU), 23 de septiembre de 2003). En 1995 el Reino Unido, en su respuesta a la Convención sobre la Diversidad Biológica, consideró L. nasus una especie cuya conservación resulta preocupante.

Algunas organizaciones regionales de pesca han aprobado recientemente resoluciones encaminadas a apoyar mejores registros o gestiones de los tiburones pelágicos capturados incidentalmente en las pesquerías que gestionan. La ICCAT no ha incluido aún L. nasus como especie objeto de evaluación y gestión de sus poblaciones.

Atlántico nororiental

La conservación y la gestión de los tiburones entra dentro de la jurisdicción de la Política Pesquera Común (PPC) de la Unión Europea, encargada de establecer "... a la luz de los dictámenes científicos disponibles las medidas de conservación necesarias para garantizar una explotación racional y responsable, con carácter sostenible, de los recursos marinos vivos, teniendo en cuenta, entre otras cosas, las repercusiones de las actividades pesqueras en el ecosistema marino". El Reglamento CE 1185/2003 prohíbe que se extirpen las aletas de esta especie y después se deseche su cuerpo. Dicho reglamento es vinculante para los barcos de la CE en todas las aguas y para los barcos que no pertenezcan a la CE en las aguas comunitarias.

En 2005, el Comité Consultivo de la Gestión Pesquera del ICES (ACFM, 2005) observó lo siguiente: "Dada la aparente merma de esta población, no se debe permitir que sea objeto de pesca alguna", y recomendó un cupo cero para el Atlántico nororiental en 2006. Esa recomendación no fue aprobada y sigue habiendo de hecho una pesca no regulada de esta especie, pues los cupos correspondientes a las aguas de la Comunidad Europea que se aplican a las islas Feroe y a Noruega no están basados en datos

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científicos, superan en gran medida los desembarcos totales de capturas correspondientes a esos Estados y no reducen el esfuerzo de pesca.

Atlántico noroccidental

El plan canadiense de gestión de la pesca limita el numero de licencias, los tipos de aparejos, las zonas y las estaciones de pesca, prohíbe la extirpación de las aletas y sólo permite la pesca recreativa que entraña la liberación posterior de las capturas. Los planes de gestión de la pesca de tiburones pelágicos en el Canadá atlántico establecieron directrices no restrictivas sobre las capturas de 1.500 t para L. nasus antes de 1997, a lo que siguió un TAC provisional de 1.000 t para el período 1997-1999, basado en gran medida en los desembarcos de capturas históricamente notificados y la observación de que recientemente han disminuido las tasas de capturas (DFO 2001). Después de que se hicieran dos evaluaciones analíticas de las poblaciones (Campana et al. 2001 y 1999), el plan de gestión de los tiburones para el período 2002-2006 redujo el TAC a 250 t, gracias a lo cual los números totales de la población han permanecido estables en el período 2002-2005, si bien el de hembras reproductoras disminuyó ligeramente (Gibson y Campana 2006, DFO 2005). Las proyecciones sobre la población indicaron que ésta se recuperaría, si se mantenían las tasas de aprovechamiento por debajo del 4 por ciento (~ 185 tm). También existe un cupo anual de 92 t en las aguas de los Estados Unidos de conformidad con el plan de gestión de la pesca de especies altamente migratorias.

El Comité sobre el estado de la fauna silvestre en peligro del Canadá (COSEWIC 2004) ha expresado su preocupación por que, aunque el cupo 200-250 t para el período de 2002-2007 representa una reducción importante de las capturas hechas a mediados del decenio de 1990, ahora incluso esa cantidad representa una tasa elevada de explotación, dado el bajo número de la población, y puede no ser suficiente para detener la disminución de L. nasus o permitir la recuperación de la población, en vista de que no existe certeza en los cálculos de FMSY y los cupos y, dado el pequeño número de animales adultos que quedan en la población, con su pequeño tamaño actual la población puede experimentar los efectos Allee (en inglés, depensation) y la reducción de la presión pesquera no siempre es suficiente para la recuperación de la población (Hutchings 2001).

Hemisferio meridional

En 1991, Australia aprobó una legislación que impedía a los pesqueros palangreros japoneses en la zona económica exclusiva desembarcar aletas de tiburón, si no iban acompañadas del cuerpo entero. Desde 1996, dichos barcos no han pescado en la zona económica exclusiva australiana. Actualmente, la extirpación de las aletas está prohibida a los palangreros australianos que pescan atún. Nueva Zelandia, que incluyó L. nasus en su sistema de gestión de cupos en 2004, permite una pequeña pesca regulada y el TAC actual está fijado en 249 t (Sullivan et al. 2005). Actualmente no hay otras medidas de gestión aplicables a los océanos meridional y antártico, pues la Convención sobre la conservación de los recursos marinos vivos antárticos (CCAMLR) no parece estar vigilando ni gestionando esta especie.

Supervisión de la población

La supervisión de la población requiere una vigilancia habitual de las capturas, la recogida de datos fiables sobre los indicadores de biomasa de las poblaciones y buenos conocimientos de biología y ecología. Sin embargo, en la mayoría de los Estados no se registran los datos sobre capturas, capturas incidentales y desechos de Lamna nasus y no se registra la mayoría de las demás especies de tiburones y rayas en el nivel de la especie, por lo que las evaluaciones de los caladeros y las poblaciones resultan casi imposibles. Sólo se dispone de datos válidos correspondientes a desembarcos de capturas de L. nasus en los casos del Atlántico noroccidental y Nueva Zelandia. Los datos relativos a los desembarcos de capturas comerciales y a estudios de investigación indican que muchas poblaciones están gravemente mermadas.

Medidas de control

Internacionales

Aparte de las reglamentaciones sanitarias habituales relativas a los productos de pescado, no hay medidas de control ni sistemas de supervisión para evaluar la naturaleza, el nivel y las características del comercio internacional de L. nasus.

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El Plan de Acción Internacional para la conservación y ordenación de los tiburones (IPOA) insta a todos los Estados con pesca de tiburones a que apliquen planes de gestión y conservación. Sin embargo, esa iniciativa es voluntaria y sólo algunos Estados han preparado informes de evaluación de los tiburones o planes nacionales sobre los tiburones. En la vigésima segunda reunión del Comité de Fauna de la CITES, que se celebrará en julio de 2006, el Grupo de trabajo entre períodos de sesiones sobre los tiburones presentará un informe sobre la situación en 2006. Después se añadirá esa información aquí.

Nacionales

En la sección 8.1 supra se describen las escasas medidas nacionales aprobadas por unos pocos Estados para velar por que la explotación llegue a ser o siga siendo sostenible. Aparte de ellas, sólo se aplican los reglamentos habituales sobre la higiene para el control del comercio y la utilización nacionales.

Cría en cautividad y reproducción artificial

No son económicamente viables para fines comerciales, dados los lentos ritmos reproductivos y de crecimiento de esta especie. Puede haber algún caso de reproducción de especímenes exhibidos en acuarios.

Conservación del hábitat

No se han adoptado medidas para determinar y proteger el hábitat de L. nasus, si bien una parte de él está preservada incidentalmente contra las perturbaciones dentro de las zonas marinas protegidas o en las reservadas para aparejos estáticos.

Salvaguardias

Medidas de control

Comercio internacional

Actualmente, no existen prácticamente reglamentos internacionales relativos al control del comercio de L. nasus, pues versan exclusivamente sobre las medidas habituales de higiene para los productos de la pesca o para facilitar la recogida de derechos de importación. En la mayoría de los casos, se incluye L. nasus, junto con otros productos de tiburones, en un código general relativo a dichos productos: el nº 0303 7500, que no permite hacer cálculos sobre el comercio en el nivel de la especie.

Medidas nacionales

Ninguna. Incluso allí donde se han establecido cupos de capturas, como, por ejemplo, en algunos países del Atlántico septentrional, no hay medidas comerciales que impidan la venta o exportación de los desembarcos de capturas de L. nasus que superen dichos cupos.

Información sobre especies similares

Lamna nasus es una de las cinco especies de la familia Lamnidae, o tiburones caballa, de la que también forman parte el gran tiburón blanco Carcharodon carcharias y dos especies de marrajos del género Isurus. El otro miembro de su género es el marrajo salmón Lamna ditropis, el más parecido al L. nasus, pero está limitado al Pacífico septentrional, en el que no vive Lamna nasus. El marrajo Isurus oxyrinchus puede ser confundido con el L. nasus en las pesquerías del Mediterráneo, pese a que son muy distintos (http://www.zoo.co.uk).

Respecto de la carne, el producto más comúnmente objeto de comercio de esta especie en Europa, la de L. nasus es una de las más caras carnes de tiburón comercializadas y, por tanto, suele identificársela por su nombre. Shivji et al. (2002) han creado una prueba múltiple de la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) muy eficiente para varios tiburones Lamnidae, incluidos L. nasus y el marrajo de aletas cortas y el de aletas largas (también llamados tiburones o jaquetones sedosos), con un cebador específico para la especie.

Consultas

Se incluirán más adelante.

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Observaciones complementarias

Evaluación de L. nasus conforme a los criterios recomendados por la FAO para la inclusión en los Apéndices de la CITES

Según la FAO, las especies grandes, de larga vida y de maduración tardía, de mucha y poca fertilidad, pero ésta última en mayor medida, corren un peligro relativamente grande de extinción por su explotación (ref.). Al evaluar la situación de la población y su vulnerabilidad ante la pesca, se consideró la productividad, en substitución de la resistencia a la explotación, como el factor más importante. Las especies más vulnerables son las que tienen una tasa intrínseca de aumento de la población de <0,14 y una duración de generación de >10 años (FAO 2001). Los datos relativos a la historia vital de L. nasus presentados en la sección 2.4 indican que esta especie corresponde a la categoría de menor productividad de la FAO y, como tal, podría reunir los requisitos para que se examinara la posibilidad de incluirla en el Apéndice I, si su población disminuyera hasta el 20 por ciento o menos de la base histórica (FAO 2001). Además, la FAO (2001) recomienda que, aunque una especie haya dejado de disminuir, si las poblaciones han quedado reducidas hasta acercarse al grado de merma indicado en las directrices (definido como entre el cinco y el diez por ciento por encima del grado de disminución indicado en el Apéndice I), se podría examinar la posibilidad de incluirlas en el Apéndice II. Las evaluaciones de una población y las disminuciones descritas en el caso de otras pesquerías de L. nasus indican que esta especie cumple los requisitos para su inclusión en el Apéndice II conforme a los criterios para ello tanto de la FAO como de la CITES.

Disposiciones de la CITES de conformidad con los párrafos 6 y 7 del artículo IV: Introducción desde el mar

Se añadirá la información sobre los resultados de la reciente reunión de trabajo de la CITES, en cuanto esté disponible.

Referencias

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Figure 2. Global Lamna nasus distribution (Source: FAO 2003)

Figure 3. FAO fishing areas.

Lamna nasus catches are mostly taken in the Atlantic Northeast: Area 27.

Page 21: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 21

01 Africa-Inland Water

02 America-Inland Water

03 America, South-Inland Water

04 Asia-Inland Water

05 Europe-Inland Water

06 Oceania-Inland Water

21 Atlantic, Northwest

27 Atlantic, Northeast

31 - Atlantic, Western Central

34 - Atlantic, Eastern Central

37 - Mediterranean & Black seas 41 - Atlantic, Southwest

47 - Atlantic, Southeast

48 - Atlantic, Antarctic

51 - Indian Ocean, Western

57 - Indian Ocean, Eastern

58 - Indian Ocean, Antarctic

61 - Pacific, Northwest

67 - Pacific, Northeast

71 - Pacific, Western Central

77 - Pacific, Eastern Central

81 - Pacific, Southwest

87 - Pacific, Southeast

88 - Pacific, Antarctic

20011991198119711961

40000

30000

20000

10000

0 Female spawners

Total

Figure 4a. Biomass (t) of the Canadian porbeagle stock, 1961 to 2000. (Source: Population model in DFO 2001)

20011991198119711961

.8

.6

.4

.2

0.0

Figure 4b. Fishing mortality on Canadian porbeagle stock, 1961–2000. (Source: Population model in DFO 2001)

201020001990198019701960

210

200

190

180

170

160

150

140

Figure 4c. Median fork lengths (cm) of porbeagles in the Canadian porbeagle fishery from 1961 to 2000. (Source: Population model in DFO 2001)

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AC22 Doc. 21.2 – p. 22

199919971995199319911989

.008

.006

.004

.002

0.000

Figure 4d. Catch rates (standardised numbers of mature sharks per hook) in the Canadian porbeagle fishery, 1989 - 2000. (Source: Population model in DFO 2001)

Table 2. Lamna nasus life history parameters (various sources in text)

female: 13 years at 50% maturity (North Atlantic) Age at maturity (years)

male: 8 years at 50% maturity (North Atlantic)

female: 195 cm (South Pacific), 245 cm (North Atlantic) Size at maturity (total length cm) male: 165 cm (South Pacific), 195 cm (North Atlantic)

female: >26 in fished population, up to 46 years unfished (Northwest Atlantic) Longevity (years)

male:

female: ≥355 Maximum size (total length cm) male: ≥260

Size at birth (cm) 68-78

Average reproductive age (years)*

20 – 25 years

Gestation time (months) 8-9 months

Reproductive periodicity Annual

Average litter size 1-5 pups (average 4)

Annual rate of population increase

0.05-0.07

Natural mortality 0.10 (immatures), 0.15 (mature males), 0.20 (mature F) (Northwest Atlantic)

* This is the generation period required when using the population decline criterion for listing.

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AC22 Doc. 21.2 – p. 23

Figure 5. Total world reported landings of porbeagle shark (Lamna nasus) (t) by FAO fishing area from 1950 to 2001. See Figure 3 for map of FAO fishing areas.

(Source: FAO via FishBase)

NB: This graph excludes pre-1950s landings reported from the Northeast Atlantic. These peaked at 3884t in 1933 and again at about 6000t in 1947, before falling rapidly.

Atlantic, Northeast

Atlantic, Northw est

Pacific, Southw est

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

1974

1976

1978

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

tonn

es (1

000k

g)

Pacific, S outhw estPacific, S outheastM editerranean and B lack SeaIndian O cean, W esternIndian O cean, AntarcticAtlantic, Northw estAtlantic, NortheastAtlantic, Eastern Central

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AC22 Doc. 21.2 – p. 24

Figure 6. Total reported landings of porbeagle shark (Lamna nasus) (in tonnes or 1000kg) by country, in the Northwest Atlantic region, from 1950 to 2001. (Source: FAO via FishBase)

Figure 7. Total reported landings of porbeagle shark (Lamna nasus) (tonnes) by country, in the Northeast Atlantic region, from 1950 to 2001. (Source: FAO via FishBase).

NB: This graph excludes pre-1950s landings reported from the Northeast Atlantic. These peaked at 3884t in 1933 and again at about 6000t in 1947 before falling rapidly.

CanadaFaeroe Islands

Norway

0

1,000

2,000

3,000

4,000

5,000

6,000

7,000

8,000

9,000

10,000

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

1974

1976

1978

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

tonn

es (1

000k

g)

United States of AmericaSt. Pierre and MiquelonNorwayGermanyFaeroe IslandsCanada

DenmarkFrance

Norway

Spain

0

500

1,000

1,500

2,000

2,500

3,000

3,500

4,000

4,500

5,000

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

1974

1976

1978

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

tonn

es (1

000k

g)

United KingdomSwedenSpainPortugalNorwayIrelandIcelandGermanyFranceFaeroe IslandsDenmarkChannel Islands

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Figure 8. Total reported landings of porbeagle shark (Lamna nasus) (t) by ICES Area within the Northeast Atlantic (FAO Area 27), from 1973 to 2002. (Source: ICES Statlant Fisheries

Statistics, downloaded in November 2003).

0

50

100

150

200

250

300

350

1981

1983

1985

1987

1989

1991

1993

1995

1997

Lamna nasus

Isurusoxyrinchus

Prionaceglauca

Various

Figure 9. Sharks landed by the Uruguayan long line fleet, 1981-1998. (Source: Domingo undated). (‘Varios’ includes eight species of large sharks.)

VII

VIII (Bay of Biscay)

IX

X

0

500

1,000

1,500

2,000

2,500

3,000

3,500

1973

1974

1975

1976

1977

1978

1979

1980

1981

1982

1983

1984

1985

1986

1987

1988

1989

1990

1991

1992

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

tonn

es (1

000k

g)

X - Azores etc

IX - Portuguese Waters

VIII - Bay of Biscay

VII - Celtic Seas

VI - Scotland W Coast

V - Iceland & Faroes

IV - North Sea

III - Skagerrak / Baltic

II - Norwegian Sea

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AC22 Doc. 21.2 – p. 26

Table 3. Sharks landed by the Uruguayan long line fleet, 1981-1998. (Source: Domingo undated). (‘Varios’ includes eight species of large sharks.)

Year Isurus oxyrinchus Lamna nasus Prionace glauca Various

1981 15 13

1982 66 93

1983 86 155 7

1984 144 44 14

1985 84 68 11

1986 34 22 47

1987 28 80 6

1988 17 77 5

1989 13 41 25

1990 18 30 8

1991 10 18 6 3

1992 11 11 60 27

1993 21 5 11 13

1994 8 4 59 66

1995 15 2 46 287

1996 17 8 180 106

1997 12 2 126 20

1998 15 1 173 38

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AC22 Doc. 21.2 – p. 27

Annex 1

Scientific synonyms of Lamna nasus

(Source: FAO Species Identification Sheet 2003)

• Squalus glaucus Gunnerus, 1768 (not S. glaucus Linnaeus, 1758 = Prionace glauca );

• Squalus cornubicus Gmelin, 1789;

• Squalus pennanti Walbaum, 1792 (alsoLamna pennanti, Desvaux, 1851);

• Squalus monensis Shaw, 1804;

• Squalus cornubiensis Pennant, 1812;

• Squalus selanonus Walker, in Leach, 1818;

• Selanonius walkeri Fleming, 1828;

• Lamna punctata Storer, 1839;

• Oxyrhina daekayi Gill, 1862;

• Lamna philippi Perez Canto, 1886;

• Lamna whitleyi Philipps, 1935.

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Annex 2

Range States – Countries where Lamna nasus has been recorded

(Source Compagno 2001)

Albania Algeria Antarctica Argentina Australia (New South Wales; Queensland; South Australia; Tasmania; Victoria; Western Australia) Azores Is. (Portugal) Belgium Bermuda Brazil Canada (New Brunswick; Newfoundland; Nova Scotia; Prince Edward Island) Canary Islands Cape Verde Channel Islands (UK) Chile Croatia Cyprus Denmark Egypt Faeroe Islands Falkland Islands (Malvinas) Finland France France (Corse) French Polynesia Germany Gibraltar Greece (East Aegean Is.; Kriti) Greenland Iceland

Ireland Isle of Man Israel Italy (Sardinia; Sicilia) Kerguelen Is. Lebanon Libya Madeira Islands (Portugal) Malta Monaco Morocco Netherlands New Zealand Norway Portugal Russian Federation Slovenia South Africa South Georgia and the South Sandwich Islands Spain Sweden Syria Tunisia Turkey United Kingdom (England, Wales, Scotland, Northern Ireland) United States of America (Maine; Massachusetts; New Jersey; New York; Rhode Island; South Carolinas?) Uruguay Yugoslavia

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AC22 Doc. 21.2 – p. 29

AC22 Doc. 21.2 Anexo 2

Proyecto de anotación para la inclusión del marrajo sardinero Lamna nasus en el Apéndice II de la CITES

La entrada en vigor de la inclusión del marrajo sardinero Lamna nasus en el Apéndice II de la CITES se retrasará 12 meses para que las Partes puedan resolver las cuestiones administrativas y técnicas conexas, como, por ejemplo, la posible designación de una Autoridad Administrativa complementaria.

Proyecto de decisión de la Conferencia de las Partes sobre el marrajo sardinero Lamna nasus

13.XX El Comité de Fauna, en consulta con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otros expertos pertinentes, examinará el comercio de Lamna nasus e informará a la decimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes sobre las medidas comerciales que sean necesarias, incluido el establecimiento de cupos específicos u otras restricciones comerciales para Lamna nasus con el fin de mantener el nivel de exportaciones de la especie por debajo del que sería perjudicial para su supervivencia en el medio silvestre.

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AC22 Doc. 21.2 Anexo 3

Enmiendas a los Apéndices I y II de la CITES

A. PROPUESTA

Incluir el Squalus acanthias Linnaeus, 1758 en el Apéndice II, de conformidad con el párrafo 2 a) del Artículo II.

Criterios para la inclusión (Resolución Conf. 9.24) (Rev. CoP13), Anexo 2a)

A. se sabe, o puede deducirse o preverse, que es preciso reglamentar el comercio de la especie para evitar que reúna las condiciones necesarias para su inclusión en el Apéndice I en el próximo futuro.

Las poblaciones de Squalus acanthias en el Atlántico septentrional y sudoccidental, del mar Mediterráneo, del mar Negro y del Pacífico noroccidental cumplen claramente este criterio, si tenemos en cuenta el grado prolongado de disminución o las tasas recientes de disminución –o ambas cosas– de esta especie acuática, de poca productividad y explotada comercialmente. De hecho, varias poblaciones han experimentado ya marcadas disminuciones recientes o prolongadas –o ambas cosas– hasta entre el 5 por ciento y el 20 por ciento de su base.

B. se sabe, o puede deducirse o preverse, que es preciso reglamentar el comercio de la especie para garantizar que la recolección de especímenes del medio silvestre no reduce la población silvestre a un nivel en el que su supervivencia se vería amenazada por la continua recolección u otros factores.

Squalus acanthias es objeto de una pesca insostenible en varias otras partes de su zona de distribución y la mayoría de sus productos son exportados a Europa. Dada su intensa demanda y alta cotización en el mercado, en algunos Estados ha habido oposición a las propuestas de gestión sostenible. Sin la regulación del comercio, es probable que otras poblaciones experimenten disminuciones similares a las descritas supra.

Anotación

La entrada en vigor de la inclusión de Squalus acanthias en el Apéndice II de CITES se aplazará 12 meses para que las Partes puedan resolver las cuestiones administrativas y técnicas conexas, como, por ejemplo, la posible designación de una Autoridad Administrativa complementaria.

B. AUTOR DE LA PROPUESTA

República Federal de Alemania, en nombre de los Estados miembros de la Comunidad Europea.

C. DOCUMENTACIÓN JUSTIFCATIVA

Taxonomía 1.5 Clase: Chondrichthyes (Subclass: Elasmobranchii) 1.6 Orden: Squaliformes 1.7 Familia: Squalidae 1.8 Especie: Squalus acanthias Linnaeus, 1758 1.5 Sinónimos científicos: Véase el Anexo 1 1.6 Nombres comunes: Inglés: spiny dogfish, spurdog, piked dogfish Español: mielga, galludos, cazón espinozo, tiburón espinozo, espineto,

espinillo, tollo, tollo de cachos, Francés: aiguillat commun Danés: pighaj Italiano: spinarolo Alemán: Dornhai

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Figura 1. Spiny dogfish Squalus acanthias (Fuente: Ficha de identificación de especies de la FAO, 2003)

Panorama general

2.1 El tiburón espinoso (Squalus acanthias) es un tiburón pequeño que vive en aguas templadas de la plataforma continental de los mares de los hemisferios septentrional y meridional. Pese a su abundancia natural, es una de las especies de tiburón más vulnerables a la explotación excesiva por la pesca, en vista de su tardía maduración, su poca capacidad reproductiva, su longevidad y la larga duración de su generación (entre 25 y 40 años), razón por la cual la tasa intrínseca de aumento de su población es muy baja (2,7 al año). Su tendencia a las agregaciones lo hace vulnerable a la pesca. La mayoría de las poblaciones son altamente migratorias.

2.2 La carne de Squalus accanthias está muy cotizada, en particular en Europa, y la demanda del mercado europeo impulsa una pesca orientada preferentemente hacia las agregaciones de hembras adultas (y por lo general embarazadas). Sus pequeñas aletas entran en el comercio internacional. Otros productos (aceite de hígado, cartílagos, piel) no se utilizan tanto.

2.3 Algunas pesquerías específicas de S. acanthias están documentadas desde hace más de 100 años. Las evaluaciones de poblaciones documentan disminuciones del 75 por ciento en el Atlántico noroccidental en tan sólo diez años y más del 95 por ciento de la base en el Atlántico nororiental. Los datos de captura por unidad de esfuerzo y de desembarcos de capturas correspondientes a estas y otras regiones indican que algunas otras poblaciones pueden haber experimentado niveles similares de disminución. En otras zonas, del aumento del esfuerzo de pesca durante un período de aumento de la demanda de los mercados internacionales se infiere que otras poblaciones están sometidas a una presión similar y afectadas directamente por la demanda de comercio internacional para sus productos.

2.4 Sólo en algunos Estados de algunas regiones está implantada la gestión y en la mayoría de ellas sólo en una parte limitada de la zona de distribución de las poblaciones altamente migratorias. En la mayoría de los casos. la gestión actual sigue siendo insuficiente para invertir las tendencias actuales de disminución y garantizar una futura pesca sostenible. Ninguna organización regional de pesca está gestionando la pesca de esta especie.

2.5 Se propone la inclusión en el Apéndice II de S. acanthias, de conformidad con el párrafo 2a) del artículo II y Conf.9.24 (Rev. CoP13). Las marcadas disminuciones pasadas y actuales de la población de varios caladeros del hemisferio septentrional, combinadas con una intensa demanda del mercado, están orientando la presión de la pesca hacia varios caladeros no gestionados del Indopacífico que ahora están empezando a abastecer los mercados internacionales.

2.6 El Squalus acanthias cumple las condiciones indicadas en las directrices de la FAO para la inclusión de especies acuáticas explotadas comercialmente. Con un aumento de la tasa intrínseca de población de entre 0,023 y 0,07 y una duración de generación de >25 años, corresponde a la categoría de la FAO de más baja productividad de las especies más vulnerables (las que tienen una tasa intrínseca de aumento de la población de <0,14 y una duración de generación de >10 años, FAO 2001). Algunas disminuciones de poblaciones han superado claramente el nivel del 20 por ciento o menos de la base histórica o están disminuyendo tan rápidamente, que cumplen las condiciones para su inclusión en el Apéndice I, de conformidad con dichas directrices de la FAO.

2.7 La evaluación para la Lista Roja de la UICN correspondiente a esta especie es la de vulnerable a escala mundial. Todas las poblaciones del Atlántico septentrional, del Pacífico septentrional y de Sudamérica están amenazadas (vulnerables, en peligro o en grave peligro).

2.8 La inclusión de S. acanthias en el Apéndice II permitirá regular y vigilar el futuro comercio internacional y velar por que los abastecimientos procedan de pesquerías gestionadas de forma

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sostenible y con registros precisos y mantenidas en niveles que no sean perjudiciales para la situación de las poblaciones silvestres explotadas y la supervivencia de la especie. Esos controles del comercio complementarán y fortalecerán las medidas de gestión de la pesca tradicional, con lo que contribuirán también a la aplicación del Plan de Acción Internacional de la FAO para la Conservación y la Ordenación del Tiburón.

Características de la especie

Distribución

El tiburón espinoso Squalus acanthias vive en aguas boreales y templadas, con entre 7-8ºC y 12-15ºC, en los hemisferios septentrional y meridional (véase la figura 2). Aunque es altamente migratorio y a veces cruza las cuencas oceánicas (Templeman, 1954, 1984), su distribución está fragmentada en distintas poblaciones separadas por las aguas tropicales, las profundas del océano o las regiones polares. Se ha documentado la presencia de la especie en los Estados de la zona de distribución enumerados en el anexo 2. Donde resulta común es en las aguas costeras, por lo que es capturada por los pesqueros que faenan dentro de las zonas económicas exclusivas de los Estados, que abarcan 200 millas náuticas. Las poblaciones principales se encuentran en el Atlántico noroccidental y nororiental (incluidos los mares Negro y Mediterráneo), el Pacífico noroccidental y nororiental (incluido el mar del Japón), el Atlántico meridional y el Pacífico sudoriental frente a las costas de Sudamérica y Nueva Zelandia, con poblaciones menores frente a las costas de Sudáfrica y la Australia meridional. Algunas poblaciones son en gran medida sedentarias, otras migran hasta grandes distancias, pero se considera muy limitado el intercambio genético entre las poblaciones del Atlántico noroccidental y las del nororiental (Hammond y Ellis 2002).

Hábitat

Se trata de una especie que vive en la plataforma continental, entre la zona intermareal y el declive continental. Se suelen encontrar los tiburones espinosos nadando justo encima del fondo del mar, pero también se mueven por la columna de agua sobre la plataforma continental. Se ha registrado su presencia hasta profundidades de 900 m (Compagno 1984), pero lo más común es que se encuentren entre 10 m y 200 m (McEachran y Branstetter 1989). Se suelen encontrar los tiburones espinosos en grandes bancos, segregados por tamaño y sexo y, por ejemplo, las grandes hembras embarazadas forman bancos exclusivos (Compagno 1984), lo que las expone a la pesca de la que son objeto.

Templeman (1944) señaló la presencia de hembras adultas frente a las costas de Terranova (Atlántico noroccidental) desde enero hasta mayo y la de sus crías en zonas cercanas a la costa durante la misma estación, mientras que Castro (1983) informó de que en el Atlántico septentrional las crías de tiburones espinosos se encuentran en zonas de invernación alejadas de la costa y de aguas profundas. Son primordialmente epibénticos y no se tiene noticia de que estén relacionados con un hábitat determinado (McMillan y Morse 1999). Se cree que se aparean en invierno (Castro 1983, Compagno 1984). En Australia, la reproducción se produce en las bahías y los estuarios grandes (Last y Stevens 1994). Hanchet (1988) ha descrito las migraciones para el apareamiento y la reproducción en Nueva Zelandia. Se desconocen otras zonas de apareamiento.

Características biológicas

El Squalus acanthias tiene vida muy larga, es de crecimiento lento y maduración tardía, con una capacidad reproductiva limitada y una de las tasas de crecimiento de la población más bajas de todas las calculadas sobre especies de tiburones. Smith et al. (1998) consideraron que esta especie tenía el potencial intrínseco de recuperación más bajo de las 26 especies de tiburones analizadas, con una tasa anual de 2,3 por ciento de aumento de la población a partir de las capturas máximas permisibles (MSY) en el Pacífico nororiental. Otros cálculos aproximados son los siguientes: entre cuatro y siete por ciento de aumento de la población en el Atlántico nororiental (Heessen 2003) y una mortalidad anual de 0,092 en el Atlántico noroccidental (Servicio Nacional de Pesca Marina de los Estados Unidos). La edad de madurez varía considerablemente según las poblaciones y oscila entre 12 y 23 años en las hembras y 6 y 14 años en los machos (Compagno 1984). La edad máxima es al menos de entre 35 y 40 años (machos y hembras, respectivamente, del Atlántico noroccidental, Nammack et al. 1985) y algunos cálculos se acercan los 100 años, aproximadamente, o los superan (no es

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posible calcular con precisión la edad de los animales grandes) (Compagno 1984). Dos tiburones espinosos machos marcados que fueron recapturados en el Atlántico nororiental en 1999, tras 35 y 37 años en libertad, habían crecido por término medio 3,3 mm y 2,7 mm al año y habían alcanzado una longitud de 78 cm y 90 cm, respectivamente (Anon. 2002), lo que indica que el individuo mayor era considerablemente mayor de 40 años de edad (las tasas de crecimiento experimentan una marcada reducción después de la madurez).

El ciclo reproductivo de S. acanthias lo hace particularmente vulnerable a la pesca excesiva. Generalmente, tienen un embarazo de entre 18 y 24 meses y las hembras paren una vez cada dos años. Producen camadas pequeñas de entre 2 y 11 crías (las hembras mayores y de mayor edad tienen camadas mayores, Whitehead et al. 1984), con una relación de sexos de 1:1. Las crías tienen entre 18 cm y 33 cm de longitud al nacer; las hembras maduran con 75 cm–100 cm (según las poblaciones). Los tamaños máximos observados de tiburones espinosos (machos y hembras, respectivamente) fueron 100 cm y 160 cm en el Pacífico noroccidental, 107 cm y 130 cm en el Pacífico nororiental, 86 cm y 108 cm en el Atlántico noroccidental y 83 cm y 110 cm en el Atlántico nororiental (Ketchen 1972, Heessen 2003). Anon. 2002 comunicó la presencia de un macho de 90 cm en el Atlántico nororiental y Fischer et al. (1987) la de una hembra de 200 cm en el Mediterráneo y en el mar Negro los tiburones espinosos alcanzan tamaños mayores (Compagno 1984). En el cuadro 1 se resumen esos parámetros de historia vital.

Características morfológicas

Un tiburón esbelto, de piel suave y superficie dorsal gris-azulada, más clara e incluso blanca debajo, en muchos casos con manchas blancas a los lados. No tiene manchas negras visibles en las aletas. Aletas dorsales, con manchas o lisas en los adultos, pero con ápices negros, márgenes posteriores blancos y puntas traseras sueltas en los jóvenes. Primera aleta dorsal baja, que suele nacer detrás o a veces por encima de las puntas pectorales y traseras sueltas, con una púa fina y muy corta que nace muy por detrás de las puntas traseras pectorales y sueltas. La segunda aleta dorsal es mucho más pequeña que la primera, muy falcada, con una púa mayor y más fuerte. Las aletas pectorales, con márgenes posteriores ligeramente cóncavos y las puntas traseras estrechas y redondeadas tienen márgenes posteriores claros en los adultos. Las aletas pélvicas son menores que las pelvianas. No tiene aleta anal. Fuerte lóbulo (cola) ventral y caudal, no tiene muesca subterminal de la aleta caudal, fuertes quillas laterales en el pedúnculo caudal. Cabeza estrecha, hocico puntiagudo y relativamente largo, boca transversa y corta, dientes bajos que cortan como cuchillas, no tiene barbilla central en los opérculos nasales anteriores. Espiráculos grandes y cercanos a los ojos. Cuerpo cilíndrico en corte transversal. Aunque el género Squalus está en revisión (Compagno en preparación), S. acanthias no plantea problemas taxonómicos (sus características identificativas resultan claras), si bien su distribución coincide parcialmente con otras especies de Squalus.

Función de la especie en su ecosistema

El Squalus acanthias se alimenta principalmente de una diversidad de peces espinosos, como, por ejemplo, el arenque, el abadejo y el bacalao (ASMFC 2003) y algunos invertebrados (Compagno 1984). Lo comen algunos tiburones y mamíferos marinos mayores (Compagno 1984). Su número no parece afectar al reclutamiento de los peces que viven en el fondo del mar (Link et al. 2002 en ASMFC 2003, Bundy 2003) y su lentísimo crecimiento y baja tasa metabólica dan a entender que no consume grandes cantidades de presas, en comparación con las especies de tiburones de sangre caliente.

Situación y tendencias

Tendencias del hábitat

El desarrollo costero, la contaminación, los dragados y la pesca con redes de arrastre por el fondo del mar afectan a los hábitats costeros o bénticos de los que dependen el S. acanthias y sus presas (ASMFC 2002). Esas amenazas medioambientales pueden tener repercusiones en las poblaciones del tiburón espinoso relacionadas con zonas de degradación y pérdida de hábitats.

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Tamaño de la población

No hay cálculos firmes del número total de ninguna de las poblaciones de S. acanthias. Se han hecho evaluaciones de las poblaciones del Atlántico nororiental, del Atlántico noroccidental y del mar Negro, pero suelen evaluar la biomasa más que el número de individuos adultos. Así, pues, la mayor parte de la información sobre la población figura en la sección 4.4 Tendencias de la población.

Atlántico nororiental

En la evaluación de la población llevada a cabo por DELASS (Development of Elasmobranch Assesments, DG XIV de la CE, contrato para el estudio de peces 99/055, Heessen 2003) se utilizó un análisis de población virtual (VPA) separable para calcular aproximadamente las tendencias de la población total de peces adultos en el caladero comprendido entre el mar de Barents y la bahía de Vizcaya septentrional. Los resultados de dichas evaluaciones dependen en gran medida de varios parámetros biológicos poco seguros, por lo que se aplicaron diversos supuestos posibles, según los cuales la población total de peces adultos había disminuido entre 500.000 y 100.000 en 2000 (véase la figura 5). Esa disminución continúa. Es probable que la biomasa (de toda la población y no sólo de los peces adultos) sea bastante inferior a 100.000 t.

Atlántico noroccidental

Aún no se dispone de datos sobre el tamaño de la población.

Estructura de la población

Esta especie es altamente migratoria y tiende a segregarse por edad y sexo, por lo que los pescadores pueden capturar preferentemente la parte más valiosa de la población (las grandes hembras embarazadas), cuando emprenden migraciones estacionales previsibles a través de los caladeros. Su tendencia a la agregación hace que a los pescadores les resulte fácil seguir obteniendo buenas capturas, aun cuando toda la población esté gravemente mermada. También se capturan tiburones espinosos de un tamaño tan pequeño como 50 cm (~4-5 años de edad) y se reclutan enteramente en la pesca en el Atlántico nororiental con longitudes de entre 70 cm y 80 cm, aproximadamente (~8 años de edad) (Heessen 2003). Así, pues, los tiburones espinosos hembras son explotados antes de alcanzar la madurez de entre 74 cm y 94 cm. A consecuencia de ello, no es probable que exista una estructura natural de la población en la mayoría de las regiones en las que esa especie es objeto de pesca comercial. No sólo se reduce el número de hembras adultas, sino que, además, a consecuencia de ello, la producción de crías es también extraordinariamente baja (las hembras pequeñas y de madurez reciente paren pequeñas camadas de crías pequeñas con menores tasas de supervivencia).

Tendencias de la población

La duración de la generación del S. acanthias (definida en el cuadro 2 como la edad reproductiva media de las hembras en una población no sometida a pesca) es dudosa y varía según las poblaciones, pero es sin lugar a dudas mayor de 25 años y tal vez llegue a los 40 años. Así, pues, el período de tres generaciones mediante el cual se deben evaluar las disminuciones (anexo 5, CoP9.24, Rev CoP13) es de unos 75 a >100 años, equivalente también o muy próximo a la base histórica.

Sólo se dispone de evaluaciones de unas pocas poblaciones, que muestran una correlación entre las disminuciones recientes de los desembarcos de capturas, la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) y el tamaño relativo de las poblaciones; así, pues, aquí se utilizan la CPUE y los desembarcos de capturas como indicadores de las tendencias de la población, a falta de evaluaciones de ellas.

A escala mundial, las pesquerías más importantes de S. acanthias en el siglo XX fueron las correspondientes a la plataforma continental del Atlántico nororiental; esos caladeros son ahora los más reducidos. Según la FAO, el 89 por ciento de los desembarcos de capturas de tiburón espinoso notificadas en el período 1950-2001 (excluidos otros diversos tiburones, etcétera) procedían de esa región (figura 6). Los desembarcos de capturas se mantuvieron en 30.000-50.000 toneladas (1 tonelada (t) = 1.000 kg) al año durante la mayor parte de los decenios de 1960, 1970 y 1980, pero han disminuido profundamente desde mediados de este último (figuras 8 a 10; cuadros 2 y 4), mientras que la mayoría de los de otras regiones han aumentado (figuras 6 y 7; cuadro 1a). En 2004,

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los desembarcos de capturas notificadas en el Atlántico nororiental han disminuido en gran medida en comparación con su punto máximo histórico registrado por la FAO de casi 50.000 t1 capturadas en 1972 (cuadro 1b) y el punto máximo registrado por el ICES (figura 9).

Otros caladeros que producen importantes desembarcos de capturas están en el Pacífico nororiental (frente a las costas occidentales de Norteamérica), el Pacífico sudoccidental (principalmente Nueva Zelandia) y el Pacífico noroccidental, donde los abundantes desembarcos de capturas notificados en el Japón (por ejemplo, Taniuchi 1990) no parecen estar incluidos en las estadísticas de la FAO. Los desembarcos de capturas procedentes de esas zonas del mundo parecen mostrar a menudo abundancia y escasez cíclicas, seguidas más recientemente de un aumento global hasta el año 2000 y un ligero descenso en 2001 (figura 7; cuadro 1a). Los desembarcos de capturas notificados en 2001 en el Atlántico noroccidental, así como en el Pacífico nororiental y sudoccidental, ascendieron a 56 por ciento, 80 por ciento y 58 por ciento, respectivamente, de su punto máximo histórico de desembarcos de capturas de 1950 a 2001 (cuando 1b).

Gran parte de las siguientes descripciones de tendencias regionales de la población proceden de Fordham (2005) y de la evaluación como vulnerable (a escala mundial) de S. acanthias para la Lista Roja hecha por el Grupo de Especialistas en Tiburones de la UICN (www.redlist.org [publicación prevista para mayo de 2006]. En el anexo 3 se describen las pesquerías a las que se deben esas tendencias.

Atlántico nororiental

Un solo caladero abarca la zona comprendida entre el mar de Barents y la bahía de Vizcaya septentrional. Se han registrado datos sobre los desembarcos de capturas desde 1906 (anexo 3) y durante los decenios de 1950 y 1960 se hicieron investigaciones biológicas muy detalladas, gracias a las cuales Holden (1968) pudo avisar de que parte del caladero estaba excesivamente explotado. Se han utilizado estos datos en evaluaciones recientes de las poblaciones en las que se ha aplicado una metodología bayesiana basada en un modelo Schaefer sobre producción de caladeros y se han incluido otros datos pertinentes (Hammond y Ellis 2002, Heessen 2003). Según sus conclusiones, la mayoría de los desembarcos de capturas desde 1946 han superado claramente el rendimiento máximo sostenible (MSY) y existe un "50 por ciento de probabilidades de que se haya reducido el caladero a menos del 6 por ciento de su capacidad de carga y un 97,5 de probabilidades de que la población actual sea inferior al 11 por ciento de K. Existe incluso un 7 por ciento de probabilidades de que la población ya haya disminuido por debajo del 3 por ciento de K" (Hammond y Ellis 2002). Todas las demás hipótesis del modelo que pusieron a prueba otros valores posibles de los parámetros introducidos dieron como resultado el cálculo aproximado de que el caladero había quedado reducido a entre el 2 y el 9 por ciento de su biomasa inicial (Heessen 2003). Véanse las figuras 3 a 5. No se adoptó la recomendación científica del ICES de poner fin a la pesca en 2006 (véase la sección 8.1.1.).

El caladero de la Península Ibérica probablemente sea distinto del anterior. Las estadísticas ofíciales de pesca correspondientes a los desembarcos de capturas de S. acanthias en aguas portuguesas han mostrado una disminución del 51 por ciento entre 1987 y 2000 (DGPA, 1988-2001); las proyecciones para el futuro predicen otra reducción del 80,3 por ciento de la biomasa desembarcada en las tres próximas generaciones por la disminución de la población, sin una reducción del esfuerzo de explotación (no está prevista gestión alguna).

La evaluación para la Lista Roja de la UICN es la de en grave peligro, teniendo en cuenta las reducciones pasadas, actuales y futuras, según cálculos aproximados, del tamaño de la población, que superan el 90 por ciento.

1 Hay discrepancias considerables entre los datos de la FAO y los datos disponibles procedentes de Estados y organizaciones regionales de pesca, pues los de la FAO suelen ser inferiores, lo que seguramente se deberá a que los Estados notifican cantidades menores que las reales. Así, la FAO registra un punto máximo de capturas de poco menos de 50.000 t en el Atlántico nororiental, mientras que los datos del Consejo Internacional para la. Exploración del Mar (ICES) registran un punto máximo de más de 58.000 t. Mayores discrepancias aún resultan evidentes al compararse los datos de la FAO con los de la Administración Oceanográfica y Atmosférica Nacional (NOAA) de los Estados Unidos, en particular en los últimos años (figura 11). Los datos nacionales son más exactos, pero pueden resultar más difíciles de obtener.

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Mares Mediterráneo y Negro

En el cinco por ciento de pescas con redes de arrastre del programa MEDITS aparecieron S. acanthias. Es muy escaso en el Mediterráneo occidental, pero es uno de los elasmobranquios más abundantes en la cuenca oriental, con una biomasa de unas 6.700 t en toda la zona MEDITS. Durante el período 1994-2004 no se descubrió una tendencia significativa de la abundancia (Serena et al. 2005). Jukic-Peladic et al. (2001) no informan de cambio importante alguno en las apariciones de S. acanthias en el Adriático entre 1948 y 1998, pero Aldebert (1997) informa de una disminución de los desembarcos de capturas a partir del decenio de 1980 en la cuenca occidental. La documentación anecdótica procedente de entrevistas con pescadores en las Baleares indica también que la pesca directa del decenio de 1970 cesó a consecuencia de las importantes disminuciones de la abundancia obtenida con la pesca con palangre y redes agalleras por el fondo del mar a partir de comienzos del decenio de 1980 (Gabriel Morey, comunicación personal citada en la evaluación para la Lista Roja del Grupo Especialista en Tiburones de la UICN). Con MEDITS no se ha registrado la presencia de Squalus en Baleares.

En el mar Negro hay una pesca específica de tiburón espinoso. La intensidad de la pesca y los desembarcos de capturas aumentaron en gran medida a partir de 1979 al aumentar los precios, principalmente de los peces de entre 8 y 19 años. Según una evaluación de la población (análisis virtual de la población), la del caladero explotado en el mar Negro aumentó hasta 1981, año en que alcanzó las 226.700 t, y después disminuyó un 60 por ciento hasta unas 90.000 t en 1992 (Prodanov et al. 1997). Los datos sobre desembarcos de capturas correspondientes a los últimos años de esa serie temporal no son completos. Esa pesca continúa y ninguna de esas pesquerías está regulada.

La evaluación para la Lista Roja de la UICN del S. acanthias en los mares Mediterráneo y Negro es la de en peligro a partir de las reducciones pasadas, actuales y futuras, según cálculos aproximados, del tamaño de la población que superan el 50 por ciento.

Atlántico noroccidental

Esta población está sometida a una pesca excesiva. Según evaluaciones recientes de la población (SARC 2003), la biomasa reproductiva alcanzó su punto máximo en 1989 durante la recuperación de la pesca excesiva por parte de las flotas europeas antes de la creación de las zonas económicas exclusivas de los Estados Unidos y del Canadá. Posteriormente, a finales del decenio de 1970 y a principios del de 1980, se afianzaron las pescas específicas nacionales para la exportación de S. acanthias a los mercados europeos, lo que produjo una disminución aún mayor. Las medidas federales de los Estados Unidos encaminadas a la recuperación de los caladeros resultan obstaculizadas por las elevadas capturas en las aguas canadienses y de los estados atlánticos. Desde entonces ha habido una disminución documentada del 75 por ciento de la biomasa de hembras adultas. Los datos correspondientes a los desembarcos estadounidenses de capturas y a las capturas hechas durante los estudios de los barcos de investigación indican una disminución pronunciada y constante de la longitud media de las hembras en el período 2001-2003, frente a la del período 1985-1988 y una reducción del 75 por ciento de la biomasa de las hembras adultas, objeto de pesca preferente. El peso medio de las hembras desembarcadas se redujo a la mitad, al pasar de 4 kg en 1987 a 2 kg en 2000. La escasa abundancia de crías ha continuado durante siete años consecutivos. El cálculo aproximado de crías correspondiente a 2001 fue el más bajo en la serie temporal de 33 años durante el quinto año consecutivo. El grupo revisor encargado de evaluar las poblaciones (SARC 2003) comprobó que la biomasa global de tiburón espinoso había disminuido en más de la tercera parte desde comienzos del decenio de 1990 y que las hembras adultas representaban tan sólo el 15 por ciento de la población. Además de la alarmante disminución del número de hembras, desde mediados del decenio de 1990 han persistido las tendencias de pequeñas camadas de crías pequeñas con tasas muy bajas de supervivencia. La proyección a largo plazo, que incluye la menor supervivencia aparente de las crías de las hembras más pequeñas y su menor potencial reproductor, indica un futuro desplome de la población con la mortalidad provocada por la pesca actual en la región (SARC 2003).

La Lista Roja de la UICN clasifica el S. acanthias del Atlántico noroccidental como en peligro, a partir de las reducciones, calculadas aproximadamente, del tamaño de la población que superan el 50 por ciento.

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Pacífico septentrional y occidental

La pesca costera y de altura japonesa (con palangre, redes de arrastre y redes agalleras) ha capturado históricamente grandes cantidades de S. acanthias y la captura por unidad de esfuerzo (CPUE) y los desembarcos de capturas de dicha pesca han revelado tendencias de disminución similares a las del Atlántico septentrional. Las capturas disminuyeron de más de 50.000 t en 1952 a sólo 10.000 t en 1965 (Taniuchi 1990). El Organismo de Pesca estatal del Japón (2003) notificó las siguientes tendencias. Las capturas de S. acanthias con redes de arrastre en alta mar ascendieron a más de 700 t en el período 1974-1979; desde entonces, las capturas han disminuido hasta entre 1 t y 200 t a finales del decenio de 1990 y hasta 2001; las tasas de capturas de la pesca danesa con jábega y redes de arrastre disminuyeron de entre 100 y 200 kg por redada a mediados del decenio de 1970 a entre 10 y 20 kg por redada a finales del de 1990; esa reducción del 90 por ciento en la CPUE puede ser un indicio de que las poblaciones han disminuido en grado similar durante este período. En el mar del Japón, S. acanthias ha sido explotado enteramente con palangres y redes de arrastre desde antes de 1897. Las recolecciones en esa región de 1927 a 1929 ascendieron a entre 7.500 t y 11.250 t, lo que representó entre el 17 por ciento y el 25 por ciento del total de capturas del Japón. Las estadísticas disponibles desde 1970 muestran una disminución de la CPUE de entre 8 y 28 unidades en el decenio de 1970 a entre una y cinco tan sólo entre 1995 y 2001, disminución global de entre 80 y 90 por ciento. Puede representar una disminución suplementaria en una población ya mermada. También las de S. acanthias constituyen el 16,8 por ciento de las capturas incidentales correspondientes a la pesca de salmón con redes agalleras (Nakano 1999). No hay una evaluación de la población, pero las disminuciones de la CPUE indican una reducción hasta mucho menos del 50 por ciento de la base, la presión pesquera continúa y no se hace gestión alguna para permitir la recuperación del caladero.

La Lista Roja de la UICN clasifica esta población como al menos en peligro y observa que, una vez que se pueda emprender un examen regional, puede resultar que esté en grave peligro.

Pacífico nororiental

Las anteriores pesquerías de S. acanthias en esta región se han desplomado dos veces en los 100 últimos años: en 1910 y a finales del decenio de 1940. Es probable que esta población quede reducida aún más, hasta el 50 por ciento, más o menos, de la base, pero debería estar recuperándose gracias a las escasas presiones de explotación actuales en la mayoría de su zona de distribución. En 1944, el tiburón espinoso sustentó la pesca más valiosa de la costa occidental del Canadá (Ketchen 1986). Los desembarcos de capturas en la Columbia Británica ascendieron a 31.000 t y después disminuyeron a <3.000 t en 1949. En 1950 la biomasa pescable había quedado reducida en un 75 por ciento en 1950 (Anderson 1990), año en que la producción sintética de vitamina A provocó el hundimiento del mercado del aceite. El de Washington es ahora el único estado estadounidense del Pacífico con pesca directa de tiburón espinoso, la mayor parte en el estrecho de Puget. En 1995, esta población de tiburón espinoso estaba considerada casi "enteramente utilizada" (Palsson et al., 1997). A finales del decenio de 1990, los desembarcos de capturas habían disminuido en más del 85 por ciento (Cahmi 1999). Aunque S. acanthias es la especie predominante de tiburón capturada frente a las costas de Alaska, que en 1998 prohibió la pesca directa de tiburones, se trata de una captura incidental de la pesca de las especies que viven en el fondo del mar de esa región, de la que se desecha el 90 por ciento (Camhi 1999). Sin embargo, la tasas de capturas se multiplicaron por veinte en el golfo de Alaska a finales del decenio de 1990 y por cinco en el estrecho de Prince William en los últimos años (NMFS 2000).

La Lista Roja de la UICN clasifica el S. acanthias del Pacifico nororiental como vulnerable, basándose en una reducción aproximada del tamaño de la población superior al 30 por ciento.

Sudamérica

Durante mucho tiempo, el Squalus acanthias ha sido, junto con otras especies de Squalus, una especie común objeto de capturas incidentales de la pesca demersal en esta región, pero hasta hace poco era desechada primordialmente (Cousseau y Perrota 2000), Cañete et al. (1999)). Massa et al. (2002) analizaron las repercusiones del aumento del esfuerzo de pesca de 1994 a 1999 en las zonas costeras de la Argentina y del Uruguay, basándose en los índices de biomasa de las especies de

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condrictios, y descubrieron una reducción superior al 50 por ciento de la abundancia de tiburón espinoso. En vista del aumento de la demanda en el mercado europeo, es posible que esas especies pasen a ser más importantes comercialmente para la pesca en la costa sudoriental de Sudamérica (Uruguay y Argentina), donde está aumentando la demanda y el esfuerzo pesquero, no hay control de las capturas incidentales y los desembarcos de capturas han disminuido (Van Der Molen et al. 1998). La pesca comercial específica de S. acanthias probablemente comenzara en torno a 2001 para sustituir la disminución de los desembarcos de capturas de otras poblaciones mermadas de tiburones costeros, en particular el Mustelus schmittii y el Galeorhinus galeus (Chiaramonte in litt. 2003). Sin embargo, no se registran los desembarcos de capturas por especie ni por género siquiera, lo que obstaculiza gravemente el análisis de las tendencias.

La Lista Roja de la UICN clasifica las poblaciones sudamericanas de S. acanthias como vulnerables, basándose en una reducción actual del tamaño de la población superior al 30 por ciento, aproximadamente.

Oceanía

La demanda interior de carne de S. acanthias es escasa en Australia (Last y Stevens 1994). Los desembarcos de capturas comunicados en Nueva Zelandia aumentaron de entre 3.000 y 4.000 t durante el decenio de 1980 hasta entre 7.000 y 11.000 t desde mediados del decenio de 1990 hasta mediados del de 2000 (Manning et al. 2004, Sullivan et al. 2005). Sin embargo, una (si no la mayor) parte del aumento aparente probablemente fuera consecuencia de mejores notificaciones. No se sabe si ese nivel de pesca es sostenible, pero los análisis de las tasas de capturas y los índices de biomasa resultantes de los estudios con redes de arrastre no revelan señales de disminuciones importantes; de hecho, uno de los caladeros principales de Nueva Zelandia ha revelado una multiplicación por cinco de la biomasa desde 1991 (Manning et al. 2004, Sullivan et al. 2005). Recientes informes anecdóticos que indican un aumento de la demanda de tiburones frente a las costas de Nueva Zelandia y las publicaciones del sector que animan a los pescadores a desembarcar –en lugar de desechar– las capturas de esa especie han sido atribuidos a la merma de la población del Atlántico noroccidental y al aumento de la demanda de importaciones a esa región. Al reconocerse la presión acumulativa de la pesca específica, además de las capturas incidentales desechadas, y la gran vulnerabilidad de la especie ante la pesca excesiva, en octubre de 2004 se incluyó el tiburón espinoso en el sistema de gestión por cupos de Nueva Zelandia con un TAC de 12.660 t (M. Francis, comunicación personal).

Sudáfrica

Los tiburones espinosos están considerados una molestia por los pescadores de Sudáfrica y no son objeto de pesca comercial. Entre el 99 y el 100 por ciento de las pescas incidentales con palangre es desechado. (Smale, comunicación personal, en Fordham 2005).

La Lista Roja de la UICN evalúa las poblaciones sudafricanas y de Oceanía como menos preocupantes.

Tendencias geográficas

El Squalus acanthias parece haber desaparecido de las pesquerías del Mediterráneo occidental durante los 30 últimos años (véase la sección 4.2.2).

Amenazas

La principal amenaza a esta especie a escala mundial es la explotación excesiva, ya sea por parte de la pesca específica del tiburón espinoso o por aparejos de pesca que capturan individuos de esta especie incidentalmente. Las tasas de supervivencia son positivas cuando la captura incidental es devuelta al mar en buenas condiciones, pero con frecuencia es retenida y utilizada.

Pesca directa

Se trata de una especie comercial cotizada en muchas partes del mundo y capturada con redes de arrastre por el fondo del mar, redes agalleras y palangre y por los pescadores deportivos que usan cañas con carrete. Está muy generalizada la utilización de su carne, particularmente cotizada para el

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consumo humano en Europa, y también se consumen su aceite de hígado y sus aletas. Algunas pescas se debieron principalmente a la demanda de aceite, hasta que se dispuso de vitamina A sintética y ese mercado se desplomó. Pese a su poca calidad, en el Asia oriental se ha comerciado habitualmente con las aletas de tiburón espinoso (para la sopa de aleta de tiburón) durante al menos los dos último decenios del siglo XX (Rose 1996). También se utilizan los cartílagos y la piel; además, si no existen mercados para el consumo humano, se utilizan los desembarcos de capturas para producir harina de pescado y fertilizante (Compagno 1984). Además, se han utilizado localmente como especímenes científicos para fines pedagógicos.

Pesca incidental

Como se da en muchas zonas en las que se utilizan redes agalleras, redes de arrastre y palangres, esos aparejos capturan S. acanthias. Los de malla fina pueden matar a los individuos jóvenes, que, si se desechan, no llegarán al mercado minorista y puede que no figuren en los registros (ASMFC 2003, Anon. 2003, Bundy 2003). En las aguas de la UE, por ejemplo, se ha descubierto que la pesca de Nephrops y gambas con redes de arrastre por el fondo de aguas profundas a lo largo de la costa meridional de Portugal es la que más desecha tiburones espinosos capturados incidentalmente (Parlamento Europeo 1999). El Comité Regional de Revisión de las Evaluaciones de los Caladeros del Nordeste de los Estados Unidos evaluó la importancia relativa de las capturas incidentales de tiburón espinoso durante el período 1968-2002 y calculó que la media aproximada de capturas desechadas (16.700 t) representaba más del doble de la media de los desembarcos de capturas notificados en los Estados Unidos (7.200 t) procedentes de la región (SARC 2003), que forma parte del Atlántico noroccidental (figura 12). En el Atlántico sudoccidental, según los cálculos aproximados de un estudio hecho en la Argentina y el Uruguay, la abundancia de las poblaciones de tiburones espinosos se redujo en un 50 por ciento en tan sólo cuatro años a raíz de la intensificación de las actividades de pesca, en particular la pesca costera de corvina blanca Micropogonias furnieri (Massa et al. 2002). Aunque las capturas incidentales afectan al tiburón espinoso, no se suelen notificar ni se incluyen en las estadísticas nacionales de pesca.

Utilización y comercio

En comparación con la mayoría de las demás especies de tiburones, la captura y el comercio de S. acanthias están bien documentados, gracias a su larga historia de utilización nacional e internacional. Se trata de la especie de tiburón más importante con mucho de los que se desembarcan comercialmente en el Atlántico nororiental, donde ha tenido considerable importancia para la pesca durante 70 años (figura 9). Después de haber sido también importante antiguamente por el aceite de hígado, ahora es objeto de pesca específica primordialmente por su carne.

Utilización nacional

La carne de tiburón espinoso, procedente de la pesca comercial específica y de los desembarcos de capturas incidentales, se come en Europa, el Japón, Sudamérica y, en menor medida, en Nueva Zelandia y Australia (donde está considerada basta). Se consume fresca, congelada o ahumada. Los mercados prefieren las hembras adultas por su mayor tamaño. En el Reino Unido, el tiburón espinoso es conocido como rock salmon o huss. En Alemania, se vende su carne como See-Aal (anguila de mar) y se ahuman los opérculos del vientre para hacer Schillerlocken (Rose 1996). Esto último es un manjar que cuesta 48 euros/kg en los supermercados alemanes (Homes, V., in litt. a TRAFFIC Europa, 28 de noviembre de 2003) frente a 15 euros/kg del rock salmon en el Reino Unido (Internet, noviembre de 2003). En Francia, la carne fresca se vendía como aiguillat commun o saumonette d'aiguillat a unos 10 euros/kg en las tiendas minoristas en 1994 (Fleming y Papageorgiou, 1997), precio que permaneció estable hasta 2003 (Ringuet, S., comunicación personal a TRAFFIC Europa, noviembre de 2003). En el decenio de 1990, los grupos de esa industria del nordeste de los Estados Unidos organizaron una campaña para crear una demanda interior de S. acanthias con el nombre, más aceptable, de "tiburón del cabo" (Fordham 2005).

Si bien los tiburones espinosos han perdido su importancia histórica como fuente del valioso aceite de hígado para la iluminación y la obtención de vitamina A, se sigue utilizando el aceite en cierta medida, probablemente mezclado con el de otras especies de tiburones. Por ejemplo, en la antigua Unión Soviética se utilizaba el aceite de S. acanthias (Fischer et al. 1987). En el Japón se pueden utilizar las

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aletas para el consumo interno, pero están relativamente poco cotizadas por su pequeño tamaño. La posible utilización de otras partes y derivados del tiburón espinoso, como, por ejemplo, los cartílagos, el cuero o curiosidades (dientes o fauces), no está bien documentada ni oficialmente registrada y, si existe, es de importancia desdeñable en comparación con la de la carne. Según las conclusiones de una evaluación en los Estados Unidos de la importancia de la pesca recreativa del tiburón espinoso, no es importante en comparación con la pesca comercial (SARC 2003). Aunque era más común en el pasado, los pescadores españoles siguen utilizando piel de tiburón para limpiar y lijar sus barcos (Rose 1996). Se utilizan las cabezas de Squalus como cebo para otras pescas: por ejemplo, en Marruecos (Fischer et al. 1987).

Comercio lícito

Los principales países importadores de esta especie la registran conforme al sistema armonizado, denominado Nomenclatura Combinada en la Unión Europea (UE). Los códigos correspondientes a los dos productos son los siguientes:

- 03026520 para "Carne de tiburón fresca o refrigerada de la especie Squalus acanthias"

- 03037520 para "Carne de tiburón congelada de la especie Squalus acanthias"

Los datos de la FAO y de las aduanas (los datos sobre importaciones de Eurostat y los datos de las aduanas de los Estados Unidos relativos a las exportaciones) demuestran que en 2001 la UE representó el mayor mercado del mundo para la carne de tiburón espinoso, al consumir al menos el 65 por ciento de los desembarcos de capturas notificados en el mundo (cuadros 1a y 5). Los precios de las importaciones de tiburón espinoso congelado disminuyeron en más de 50 por ciento, al pasar de 17 euros/kg en 1995 a 6 euros/kg en 2002, mientras que los volúmenes aumentaron de 450 t a 1.500 t.

Históricamente, Francia ha sido el mayor consumidor de carne de tiburón espinoso, al importar por término medio 5.000 t al año (el 98 por ciento correspondiente a Squalus acanthias) en el período 1990-1994 y su proveedor europeo principal ha sido el Reino Unido. En aquella época (1988-1994), Noruega era el mayor de nueve proveedores de fuera de la UE de tiburón espinoso fresco o refrigerado a la UE, seguido de los Estados Unidos. En 2001, además de sus 11.700 t de desembarcos de capturas notificados (peso de los peces mojados), los Estados miembros de la UE importaron 7.100 t de tiburón espinoso. Menos del 1 por ciento del total (18.800 t) fue exportado o reexportado. La mayor proporción de tiburón espinoso "fresco o refrigerado" y "congelado" importado en la UE en 2001 fue destinado a Francia (1.500 t), Alemania (1.400 t), Dinamarca (1.300 t), el Reino Unido (1.000 t) e Italia (700 t). Los Estados Unidos (2.700 t, que representaron el 92 por ciento de los desembarcos de capturas notificados en los Estados Unidos), el Canadá (1.950 t – el 23 por ciento de los desembarcos de capturas notificados) y Noruega (1.400 t – el 98 por ciento de los desembarcos de capturas notificadas) suministraron el 75 por ciento de las importaciones de la UE en 2001 (figura 11). Al disminuir las poblaciones europeas de tiburón espinoso, se está atendiendo la demanda con importaciones procedentes de 25 países, incluidos proveedores en ascenso de Sudamérica, África y el Pacífico (cuadro 5), como, por ejemplo, la Argentina, Mauritania y Nueva Zelandia, que exportaron a la UE sólo el cinco por ciento de sus desembarcos de capturas notificados en 2001 (4.200 t). Hubo discrepancias entre los datos sobre desembarcos de la Argentina notificados a la FAO (cuadro 1b) y las importaciones en la UE procedentes de la Argentina registradas conforme a los códigos aduaneros correspondientes a S. acanthias en Eurostat (cuadro 5) correspondientes a 2001. También hay discrepancias entre los datos relativos a las exportaciones argentinas (que no están registrados en el nivel de la especie) y las importaciones mencionadas supra. Las discrepancias entre los datos aduaneros sobre exportaciones e importaciones (figura 11 y cuadro 5) y los desembarcos de capturas notificados a la FAO (figura 7) por los mismos países, indican una falta de notificación precisa a la FAO por algunos de sus Estados Miembros y posiblemente algunas notificaciones e identificaciones erróneas de la especie en el comercio.

Las importaciones japonesas de carne fresca de S. acanthias aumentaron de 23 t en 1986 a 60 t en 1997, año en que el precio al por mayor era de 7,4 euros/kg, es decir, tres veces el valor de cualquier otra carne fresca de tiburón (Sonu 1998).

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Entre las 20 naciones registradas por la FAO por comerciar con productos de S. acanthias, sólo el Japón, Nueva Zelandia, Sudáfrica y el Reino Unido notificaron exportaciones de aletas de esta especie (Vannuccini 1999). Sin embargo, como por lo general los volúmenes de aletas de tiburón en el comercio internacional van agrupados en un único código aduanero que no permite registrar el producto en el nivel de la especie, los datos sobre las importaciones globales de aletas de tiburón espinoso no son fáciles de obtener.

El objetivo principal de la propuesta de inclusión en el Apéndice II de esta especie es el de velar por que en el futuro el comercio corra a cargo de pesquerías registradas con exactitud y gestionadas de forma sostenible en niveles que no sean perjudiciales para la situación de las poblaciones silvestres que explotan.

Partes y derivados en el comercio

La carne de Squalus acanthias es el producto más importante y solicitado en el comercio y el incentivo principal para su pesca específica. Se suele transportarlo congelado o fresco, a veces ahumado o desecado. Otros productos tienen menor importancia. Las aletas son utilizadas, por lo que han de entrar en el comercio internacional en grandes cantidades, pero, en vista de su tamaño relativamente pequeño, son de poco valor y por lo general no se registran. Se tiene noticia de que existe comercio de aletas y colas por parte de los Estados Unidos con China, Taiwán y el Canadá. También existe un amplio comercio de cartílagos e hígados (o aceite de hígado): por ejemplo, se exporta de los Estados Unidos a Francia, Italia, Suiza y Taiwán, donde se utiliza para fines medicinales (ASMFC 2003). Vannuccini (1999) informa de que con las pieles se elabora cuero y de que se extirpan los hígados. También puede haber comercio, muy ocasional, de dientes y fauces.

Comercio ilícito

A falta de medidas reguladoras vinculantes en materia de captura o comercio de S. acanthias en los niveles nacional e internacional, como ocurre en la mayoría de los países que capturan tiburones intencional o incidentalmente, ninguna actividad pesquera ni transacción comercial, incluido el transbordo, es ilícita. Incluso en zonas en las que se ha prohibido la pesca directa de tiburones, como, por ejemplo, Alaska, no se han adoptado medidas comerciales conexas para limitar el comercio de productos de capturas incidentales de tiburones, por lo que éste sigue siendo lícito e ilimitado y se compone en grandes proporciones de productos de tiburones espinosos.

Efectos reales o potenciales del comercio

Como en la mayoría de los casos los mercados extranjeros son la fuerza económica que impulsa la pesca de S. acanthias en todo el mundo (véase la sección 6.2, figura 11, cuadro 5), la principal amenaza para la especie es el comercio internacional no regulado con los Estados europeos. La falta de gestión idónea de las poblaciones de tiburón espinoso en la mayoría de los Estados de la zona de distribución, junto con la arraigada demanda de sus productos por parte de los mercados, ha tenido repercusiones directas en las poblaciones de esta especie. Los pescadores que antes capturaban incidentalmente S. acanthias y en gran medida lo desechaban están empezando ahora a desembarcar y exportar sus productos valiosos.

Instrumentos jurídicos

Nacionales

No se tiene noticia de que haya legislaciones nacionales en vigor sobre la diversidad biológica encaminadas a conservar el S. acanthias en sus hábitats o a regular su comercio. (En la sección 8 se abordan las medidas de gestión de la pesca.) Algunos países –por ejemplo, Suecia (E. Menhert, Junta de Agricultura de Suecia, in litt. a BMU, 23 de septiembre de 2003)– están evaluando la necesidad de adoptar medidas especiales de conservación para las especies de tiburones, como, por ejemplo, el S. acanthias. Algunos Estados de la zona de distribución han incluido esta especie en su Lista Roja; en Alemania está clasificada como vulnerable (Binot et al.1998).

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Internacionales

No hay instrumentos internacionales para la conservación del S. acanthias; no está recogido en ningún acuerdo internacional sobre la fauna silvestre o la pesca y no tiene un estatuto jurídico internacional. En el anexo V de la Convención para la protección y la conservación de los ecosistemas y la diversidad biológica de la zona marítima [Convención OSPAR (Oslo-París)] se requiere a la OSPAR para que confeccione una lista de especies amenazadas y que estén experimentando disminución de su población y de hábitats que necesiten protección o conservación en la zona marítima OSPAR (Atlántico nororiental). Bélgica respondió a una petición para que los Estados miembros presentaran propuestas de inclusión en dicha lista en 2001 designando al S. acanthias en el mar del Norte por tratarse de una especie en situación delicada y que había mermado en gran medida en sus aguas nacionales, pero no se la ha añadido a la lista OSPAR.

Gestión de la especie

Medidas de gestión

Algunas organizaciones regionales de pesca han aprobado recientemente resoluciones sobre los tiburones para mejorar el registro o la gestión de los tiburones pelágicos capturados incidentalmente en las pesquerías que gestionan. S. acanthias no es una especie pelágica, por lo que es muy improbable que quede recogida en dichas medidas.

Atlántico nororiental

La conservación y la gestión de los tiburones entra dentro de la jurisdicción de la Política Pesquera Común (PPC) de la Unión Europea, encargada de establecer "... a la luz de los dictámenes científicos disponibles las medidas de conservación necesarias para garantizar una explotación racional y responsable, con carácter sostenible, de los recursos marinos vivos, teniendo en cuenta, entre otras cosas, las repercusiones de las actividades pesqueras en el ecosistema marino". El primer TAC (total anual de capturas permitido) correspondiente al S. acanthias fue establecido en 1988, pero sólo en el mar del Norte, zona pequeña de las aguas europeas utilizadas por esa población, y se basaba en los desembarcos históricos de capturas, no en recomendaciones científicas. Pese a las reducciones periódicas, el TAC excedía en muy gran medida los desembarcos recientes de capturas en el mar del Norte hasta el final de 2004 (cuadro 3), año en que se redujo el TAC para 2005 en un 74 por ciento, después de que las capturas en 2004 ascendieran a sólo el 25 por ciento. Pese a esa importante reducción, las capturas en 2005 del Reino Unido (que cuenta con la mayor pesquería de esta especie) ascendieron a menos del 53 por ciento del TAC para ese año (se añadirá la información sobre el porcentaje del TAC de la UE representado por sus capturas en 2005, cuando se disponga de ella). En 2005 el Comité Consultivo de la Gestión Pesquera (ACFM 2005) del ICES informó de lo siguiente: "Todas las evaluaciones experimentales indican que la población se encuentra en un nivel tan bajo, que no tiene precedentes. La frecuencia de apariciones del tiburón espinoso en los estudios mediante redes de arrastre ha disminuido y, aunque aún se capturan grandes bancos, la frecuencia de éstos ha disminuido. No se conoce el nivel de explotación, pero la continua disminución de los desembarcos de capturas indica que la mortalidad provocada por la pesca ha sido y sigue siendo muy superior a los niveles sostenibles". El ACFM informó a la Comisión Europea de Pesca y al Consejo de Ministros, celebrado en diciembre, de que eran necesarias medidas urgentes, incluida la interrupción de la pesca, para impedir un desplome de la población. Observó que la población estaba mermada y podía correr riesgo de desplome. No se debía permitir que continuara la pesca específica y se debían reducir las capturas incidentales en la pesca mixta al nivel más bajo posible. Recomendó que un TAC comprendiera todas las zonas del Atlántico nororiental (y no sólo en el mar del Norte) en las que se captura S. acanthias y ascendiese a cero en 2006. En cambio, se redujo el TAC en el mar del Norte para 2006 en sólo 15 por ciento y ninguna otra zona de la pesquería está regulada. Noruega gestiona su pesca de S. acanthias con un tamaño mínimo de desembarcos de capturas encaminado a permitir a los tiburones madurar antes de ser capturados. Se trata de una medida de valor limitado para una población migratoria y no gestionada en el resto de su zona de distribución.

Atlántico noroccidental

La gestión de la pesca de tiburones espinosos corre a cargo de los organismos federales del Canadá y de los Estados Unidos y de los estados atlánticos estadounidenses.

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En el Canadá oriental, los primeros cupos y medidas de gestión correspondientes al tiburón espinoso se adoptaron hacia 2001-02, tras varios años de aumento importante de los desembarcos de capturas. Gracias a esas medidas se limitaron las capturas intencionales e incidentales a los niveles históricos en espera de la investigación de los niveles sostenibles de explotación. La industria se opuso y superó el cupo para 2002 en un 40 por ciento, al tiempo que comenzaba la aplicación de un programa quinquenal de recogida de datos en preparación de una evaluación de la población.

La formulación del primer plan estadounidense específico para el S. acanthias se remonta a finales del decenio de 1990. Corrió a cargo de los Consejos de Gestión de la Pesca de Nueva Inglaterra y el Atlántico central y entró en vigor en 2000, como reacción ante un decenio de intensa pesca no regulada (Bonfil 1999). Desde entonces el Servicio Nacional de Pesca Marina (NMFS) ha impuesto límites muy estrictos de las salidas a faenar y cupos bajos basándose en datos científicos, pero las medidas federales de gestión no son vinculantes en las aguas estatales, por lo que la pesca directa continúa en niveles insostenibles en zonas cercanas a la costa, en particular en Massachusetts. Este año la Comisión de Pesca Marina de los Estados del Atlántico (ASMFC), cuyo plan sobre los tiburones espinosos es idéntico en el papel al relativo a las aguas federales, ha hecho caso omiso de las recomendaciones científicas y ha adoptado límites estatales de las salidas a faenar en busca de tiburones espinosos que exceden los propuestos por el NMFS. La reacción del NMFS fue la de poner fin a la pesca del tiburón espinoso en aguas federales a comienzos de 2003.

Pacifico nororiental

Los Estados Unidos y el Canadá hacen estudios cooperativos del S. acanthias en el Pacífico nororiental, pero no hay una gestión internacional coordinada para ese caladero (Camhi 1999). En el Pacífico septentrional estadounidense la pesca del S. acanthias es objeto de una gestión mínima. Frente a las costas de Alaska, está regulada conforme al TAC de "otras especies" (informe del NMFS de Alaska correspondiente a 2000). Washington incluye el tiburón espinoso en los planes de gestión de la pesca en el fondo del mar, pero hay pocas medidas relativas a especies determinadas. La pesca directa está sujeta a limitaciones de las mallas, pero no a cupos. La preocupación por las grandes capturas en las zonas de cría movió a poner fin a la pesca en East Sound. En Columbia Británica han estado ampliamente gestionadas mediante los reglamentos relativos a los peces que viven en el fondo del mar desde 1978, pero sólo mediante unos TAC que no se basan en datos científicos, exceden en gran medida los desembarcos recientes de capturas y no limitan el esfuerzo de pesca.

Pacífico noroccidental

No hay gestión. El Japón supervisa las poblaciones de tiburones y, cuando sea necesario, recomendará la introducción de medidas para la conservación y la gestión de los recursos en materia de tiburones (CITES AC 19 doc. 18.3).

Hemisferio meridional

Nueva Zelandía ha incluido el S. acanthias en su sistema de gestión de cupos.

Supervisión de la población

La supervisión de la población requiere una vigilancia habitual de las capturas, la recogida de datos fiables sobre los indicadores de biomasa de las poblaciones y buenos conocimientos de biología y ecología. Sin embargo, en la mayoría de los Estados no se registran los datos sobre las capturas intencionales e incidentales de S. acanthias ni los casos en que se desechan y la mayoría de las demás especies de tiburones y rayas no están registradas en el nivel de la especie, por lo que las evaluaciones de los caladeros y las poblaciones resultan casi imposibles. Sólo se dispone de datos relativamente válidos sobre desembarcos de capturas de S. acanthias en relación con unas pocas pesquerías importantes del Atlántico septentrional (Heessen 2003, Prodanov et al. 1997, ASMFC 2003, SARC 2003, NMFS 2003), del Pacífico septentrional y de Nueva Zelandia. Los datos sobre desembarcos comerciales de capturas y estudios de investigación indican que muchas poblaciones están gravemente mermadas.

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Medidas de control

Internacionales

El Plan de Acción Internacional para la Conservación y la Ordenación del Tiburón (IPOA) insta a todos los Estados en los que hay pesca de tiburones a que apliquen planes de gestión y conservación. Sin embargo, esa iniciativa es voluntaria y sólo algunos Estados han preparado informes de evaluación de los tiburones o planes nacionales sobre los tiburones. En la vigésima segunda reunión del Comité de Fauna de la CITES, que se celebrará en julio de 2006, el Grupo de trabajo entre períodos de sesiones sobre los tiburones presentará un informe relativo a la situación en 2006. Después se añadirá esa información aquí.

Nacionales

Aunque varios Estados de la zona de distribución (China, Groenlandia y Chipre, in litt. al Ministerio de Medio Ambiente de Alemania (Bundesministerium für Umwelt, Naturshutz und Reaktorsicherheit, BMU), 2003) reconocen la aparición de capturas incidentales de tiburones espinosos en sus pesquerías, ninguno de ellos ha llegado a adoptar las medidas nacionales necesarias para limitar o regular esa mortalidad y posiblemente el comercio de sus productos.

Cría en cautividad y reproducción artificial

No son económicamente viables para fines comerciales, dados los lentos ritmos reproductivos y de crecimiento de esta especie. Puede haber algunos casos de reproducción de especímenes exhibidos en acuarios.

Conservación del hábitat

No se han adoptado medidas para determinar y proteger el hábitat crítico de S. acanthias, si bien una parte de él está preservada incidentalmente contra las perturbaciones dentro de las zonas marinas protegidas o en las reservadas para aparejos estáticos.

Salvaguardias

Medidas de control

Comercio internacional

Actualmente no existen prácticamente reglamentos internacionales relativos al control del comercio de S. acanthias, pues están limitados a las medidas habituales de higiene para los productos de la pesca o para facilitar la recaudación de derechos de importación. Los códigos aduaneros específicos correspondientes a la carne de S. acanthias congelada, fresca o refrigerada (véase la sección 6.2) fueron establecidos primordialmente para supervisar las exportaciones y las importaciones y permitir la recaudación de aranceles (que en los Estados unidos ascienden al 6 por ciento). Sin embargo, los servicios de aduanas utilizan dichos códigos con carácter voluntario. Mientras que en la UE se utilizan los códigos correspondientes a S. acanthias por razones económicas, en la mayoría de los Estados (por ejemplo, el Japón) la importación de carne congelada de S. acanthias va agrupada con otros productos de tiburones conforme a un código menos especifico –nº 0303 7500–, que no permite el cálculo aproximado del comercio en el nivel de la especie.

Medidas nacionales

Ninguna. Ni siquiera allí donde se han establecidos cupos de capturas, como, por ejemplo, en algunos países del Atlántico septentrional, hay medidas comerciales que impidan la venta o la exportación de los desembarcos de capturas de S. acanthias que superen dichos cupos.

Información sobre especies similares

Aunque el género Squalus, caracterizado por la falta de aleta anal y la presencia de dos aletas dorsales, cada una de ellas con una púa muy puntiaguda, está en revisión (Compagno en

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preparación), la de Squalus acanthias es una de las pocas especies que no plantea problemas taxonómicos y es fácil de identificar cuando el cuerpo está entero (véase la sección 3.4). En cambio, no está claro cuántas especies existen dentro de los otros dos grupos principales de la especie Squalus (Compagno 1984 y en preparación), algunos de los cuales tienen una distribución que se superpone con la de S. acanthias.

Respecto de la carne, el producto más comúnmente objeto de comercio de esta especie, la del tiburón espinoso se encuentra en Europa en los mismos mercados de elaboración y minoristas que los pintarrojas Scyliorhinus spp. y los carochos Mustelus spp., aunque el primero se comercializa primordialmente en el norte de Europa y el segundo en el sur. También parece estar substituyendo las importaciones de Galeorhinus galeus procedentes de Sudamérica.

Varios estudios recientes sobre el ADN de los tiburones revelan perspectivas prometedoras para la identificación de las especies de elasmobranquios (Pank et al., 2001, Shivji et al 2002, Chapman et al 2003), así como la evaluación rápida de la variación intraespecífica, como, por ejemplo, las subespecies o la diferenciación y estructura de la población (Keeney y Heist 2003, Stoner et al. 2002). Ya existen pruebas muy eficientes del ADN correspondientes a 29 especies (M. Shivji, comunicación personal). Existen muchas posibilidades de aplicación de dichas técnicas a otras especies, como, por ejemplo, el S. acanthias, de cuyos especimenes del Atlántico noroccidental y nororiental ya se han recogido muestras (Heessen 2003). Pronto se podrían preparar pruebas de ADN para la identificación de la carne de S. acanthias, así como de otros productos menos pertinentes para el comercio internacional (Dr. Arne Ludwig, Instituto de Zoología y Fauna Silvestre, Departamento de Genética Evolutiva (Berlín), comunicación personal a TRAFFIC Europa, noviembre de 2003). En el Laboratorio Biológico de la isla de Mound Desert (MDIBL) y en el Centro de Secuenciación del Genoma de la Universidad de Washington (in litt. 7 de diciembre de 2003) se está preparando una propuesta de investigación para secuenciar el genoma del tiburón espinoso S. acanthias.

Consultas

Se incluirán más adelante.

Observaciones complementarias

Evaluación del tiburón espinoso conforme a los criterios recomendados por la FAO para la inclusión en los Apéndices de la CITES

Según la FAO, las especies grandes, de larga vida y de maduración tardía, de mucha y poca fertilidad, pero esta última en mayor medida, corren un peligro relativamente grande de extinción por su explotación (documentos de la CoP13 Inf). Al evaluar la situación de la población y su vulnerabilidad ante la pesca, se consideró la productividad, en substitución de la resistencia a la explotación, el factor más importante. Las especies más vulnerables son la que tienen una tasa intrínseca de aumento de la población de <0,14 y una duración de generación de >10 años (FAO 2001). Los datos relativos a la historia vital de S. acanthias presentados en la sección 2.4 indican que el tiburón espinoso corresponde a la categoría de menor productividad de la FAO y, como tal, podría reunir los requisitos para que se examinara la posibilidad de incluirla en el Apéndice I, si su población disminuyera hasta el 20 por ciento o menos de la base histórica (FAO 2001). Además, la FAO (2001) recomienda que, aunque una especie haya dejado de mermar, si las poblaciones han quedado reducidas hasta acercarse al grado de merma indicado en las directrices (definido como del cinco al diez por ciento por encima del grado de disminución indicado en el Apéndice I), se podría examinar la posibilidad de incluirlas en el Apéndice II. Algunas evaluaciones de la población y otras disminuciones descritas correspondientes a pesquerías de S. acanthias se consideran un indicador de una disminución del tamaño de la población hasta entre el cinco y el diez por ciento de la base histórica.

Disposiciones de la CITES de conformidad con los párrafos 6 y 7 del artículo IV: Introducción desde el mar

La disposición no es aplicable a las capturas de S. acanthias, que se producen dentro de la zona económica exclusiva de los países, por lo que no se da la introducción de especímenes procedentes de zonas de pesca alejadas de la costa.

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Figure 2. Global Squalus acanthias Spiny Dogfish distribution (Source: FAO 2003)

Figure 3. FAO fishing areas.

Spiny dogfish catches are mostly taken in the Atlantic Northeast: Area 27.

01 - Africa-Inland Water 02 - America-Inland Water 03 - America, South-Inland Water 04 - Asia-Inland Water 05 - Europe-Inland Water 06 - Oceania-Inland Water 21 - Atlantic, Northwest 27 - Atlantic, Northeast

31 - Atlantic, Western Central 34 - Atlantic, Eastern Central 37 - Mediterranean & Black seas 41 - Atlantic, Southwest 47 - Atlantic, Southeast 48 - Atlantic, Antarctic 51 - Indian Ocean, Western 57 - Indian Ocean, Eastern

58 - Indian Ocean, Antarctic 61 - Pacific, Northwest 67 - Pacific, Northeast 71 - Pacific, Western Central 77 - Pacific, Eastern Central 81 - Pacific, Southwest 87 - Pacific, Southeast 88 - Pacific, Antarctic

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Figure 4. ICES fishing areas in the Atlantic Northeast.

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Figure 5. Trends in total population numbers of mature fish estimated using a Separable VPA analysis of the catch numbers at age data. Each line represents a different assumption for terminal F

(0.05 - 0.3) on the reference age in the final year. Source: Figure 6.4.1.14, Heessen 2003.

Figure 6. Landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) reported by FAO fishing area from 1950 to 2001 (Source: FAO via Fishbase).

Atlantic, Northeast

0

5,000

10,000

15,000

20,000

25,000

30,000

35,000

40,000

45,000

50,000

55,000

1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000

tonn

es (1

000k

g)

Pacific, SouthwestPacific, NortheastPacific, Eastern CentralMediterranean and Black SeaAtlantic, SouthwestAtlantic, NorthwestAtlantic, Northeast

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Table 1. Squalus acanthias life history parameters (various sources in text) female: 12 (NW Atlantic); 23 (NE Pacific); 15 (NE Atlantic) Age at maturity (years)

male: 6 (NW Atlantic)/ 14 (NE Pacific)

female: 75 (NWA); 93.5 (NEP); 83 (NEA); 70-100 (Mediterranean) Size at maturity (total length cm) male: 60 (NW Atlantic); 59 (Australia); 59-72 (Mediterranean)

female: 40 (NW Atlantic) Longevity (years)

male: 35 (NW Atlantic)

female: 124 (NW Atlantic); 160 (N Pacific); 200 (Mediterranean) Maximum size (total length cm) male: 100 (NW Atlantic)

Size at birth (cm) 20-33

Average reproductive age (years)* Unknown, but over 25 years; ~40 years in NE Pacific.

Gestation time (months) 18–22

Reproductive periodicity biennial (no resting stage, litters are born every two years)

Average litter size 1–20 pups (2–15 NW Atlantic, 2–11 Med), increases with size of female

Annual rate of population increase 2.3 % (N. Pacific)

Natural mortality 0.092 (NMFS – NW Atlantic)

Table 2. Landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) by FAO fishing area (Source: FAO via Fishbase).

a) From 1992 to 2001

Area 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Atlantic, Northeast 26,040 23,155 18,334 19,281 16,508 14,102 13,634 12,098 12,092 13,228

Atlantic, Northwest 880 1,272 1,691 1,086 495 454 1,082 2,456 10,702 5,996

Atlantic, Southwest 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

Mediterranean & Black seas 727 485 213 182 144 96 97 143 204 287

Pacific, Eastern Central 1 3 1 1 0 1 5 24 8 3

Pacific, Northeast 2,356 830 1,776 2,744 4,000 2,100 2,501 6,439 5,363 5,181

Pacific, Southwest 2,592 5,429 3,601 2,753 2,477 7,232 3,064 4,409 3,362 4,192

TOTAL 32,596 31,174 25,616 26,047 23,624 23,985 20,383 25,569 31,731 28,887

b) From 1950 to 2001

FAO Area No. of fishing countries

Total catch (tonnes)

% of world total catch

2001 catch as % of period

peak

Atlantic, Northeast 16 1 722 318 89% 27%

Atlantic, Northwest 8 42 003 2% 56%

Atlantic, Southwest 1 1 0% 0%

Mediterranean & Black seas 7 11 262 1% 16%

Pacific, Eastern Central 1 116 0% 12%

Pacific, Northeast 3 92 945 5% 80%

Pacific, Southwest 1 58 862 3% 58%

Total 37 1 927 507 100% 53%

Page 53: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 53

Figure 7. Landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) by FAO fishing area, excluding the Atlantic Northeast (Source: FAO via Fishbase).

Figure 8. Landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) by country in the Atlantic Northeast, from 1950 to 2001 (Source: FAO via Fishbase).

Atlantic, NorthwestMed. & Bl. Seas

Pacific, Northeast

Pacific, Southwest

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

14,000

16,000

18,000

20,000

1950

1953

1956

1959

1962

1965

1968

1971

1974

1977

1980

1983

1986

1989

1992

1995

1998

2001

tonn

es (1

000k

g)

Pacific, SouthwestPacific, NortheastPacific, Eastern CentralMediterranean and Black SeaAtlantic, SouthwestAtlantic, Northwest

0

5,000

10,000

15,000

20,000

25,000

30,000

35,000

40,000

45,000

50,000

1950

1952

1954

1956

1958

1960

1962

1964

1966

1968

1970

1972

1974

1976

1978

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

tonn

es (1

000k

g)

United KingdomSwedenSpainRomaniaPortugalPolandNorwayNetherlandsIrelandIcelandGermanyFranceFaeroe IslandsDenmarkChannel IslandsBelgium

Norway

UK

France

Ireland

Page 54: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 54

Table 3. Landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) reported to FAO, by country in the Northeast Atlantic. (Source: FAO via Fishbase).

a) From 1992 to 2001

Country 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001

Belgium 56 47 21 14 16 15 17 10 11 13

Denmark 800 486 211 146 142 196 126 131 146 156

Faeroe Islands 0 0 0 308 51 212 356 484 354 613

France 2,406 1,911 1,661 1,349 1,719 1,708 1,410 1,192 1,097 1,333

Germany 56 8 0 0 0 0 0 45 188 303

Iceland 181 109 97 166 157 106 78 57 109 136

Ireland 1,383 3,424 3,624 2,435 2,095 1,407 1,259 962 880 1,301

Netherlands 0 0 0 0 0 0 0 0 28 39

Norway 7,114 6,945 4,546 3,939 2,749 1,567 1,293 1,461 1,643 1,424

Spain 0 0 0 0 0 1 27 94 372 363

Sweden 230 188 95 104 154 197 140 114 124 238

United Kingdom 13,812 10,032 8,072 10,815 9,423 8,691 8,926 7,527 7,138 7,306

TOTAL 26,038 23,150 18,327 19,276 16,506 14,100 13,632 12,077 12,090 13,225

b) From 1950 to 2001

Country Total catch (tonnes)

% of regional total catch

2001 catch as % of period

peak

Belgium 37 713 2% 1%

Denmark 49 575 3% 6%

Faeroe Islands 2 591 0% 100%

France 156 456 9% 9%

Germany 20 505 1% 25%

Iceland 1506 0% 75%

Ireland 88 202 5% 15%

Netherlands 8 871 1% 6%

Norway 689 751 40% 4%

Spain 857 0% 98%

Sweden 15 329 1% 25%

United Kingdom 650 889 38% 38%

Total 1 722 318 100% 27%

Page 55: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 55

Figure 9. Total landings reported of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) by ICES fishing area, in the Northeast Atlantic, from 1906 to 2002, excluding areas with negligible catches (I, IX, X, XII

and XIV) (Sources: 1906-1972 from Heessen, 2003; 1973-2002 from ICES Statlant Fisheries Statistics Database, November 2003).

Table 3. Comparison between total reported landing and quotas for spiny dogfish in the European Community (EC) and UK North Sea waters* (tonnes)

1999 2000 2001 2002 2003 2004

Tota

l rep

orte

d la

ndin

gs*

Quo

ta in

EC

N

orth

Sea

w

ater

s

Quo

ta a

s %

of

Rep

orte

d la

ndin

gs

Tota

l rep

orte

d la

ndin

gs*

Quo

ta in

EC

N

orth

Sea

w

ater

s

Quo

ta a

s %

of

repo

rted

la

ndin

gs

Tota

l rep

orte

d la

ndin

gs*

Quo

ta in

EC

N

orth

Sea

w

ater

s

Quo

ta a

s %

of

Rep

orte

d la

ndin

gs

Tota

l rep

orte

d la

ndin

gs*

Quo

ta in

EC

N

orth

Sea

w

ater

s

Quo

ta a

s %

of

Rep

orte

d la

ndin

gs

EC N

orth

Sea

Quo

ta

EC N

orth

Sea

Quo

ta**

North Sea waters

5,262 8,870 169% 5,705 8,870 155% 5,702 8,870 156% 3,313 7,100 214% 5,840 4,472

UK 1,653 7,177 434% 1,291 7,177 556% 1,006 7,177 713% 1,013 5,745 567% 4,413 3,617

UK as % to EC 81% 81% 81% 81% 76% 81%

* ICES areas IIIa, IV and VIa and b ** Proposed quota, still to be adopted, for 2004

IIIII

IV - North Sea VI

VII - Celtic Seas

0

10,000

20,000

30,000

40,000

50,000

60,000

1906

1909

1912

1915

1918

1921

1924

1927

1930

1933

1936

1939

1942

1945

1948

1951

1954

1957

1960

1963

1966

1969

1972

1975

1978

1981

1984

1987

1990

1993

1996

1999

2002

tonn

es (1

000k

g)

VIII - Bay of Biscay

VII - Celtic Seas

VI - Scotland W Coast

V - Iceland & Faroes

IV - North Sea

III - Skaggerak / Baltic

II - Norwegian Sea

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AC22 Doc. 21.2 – p. 56

Figure 10. Total landings of spiny dogfish (Squalus acanthias) (tonnes) by ICES fishing areas, in the Northeast Atlantic region, from 1980 to 2002

(Sources: ICES Statlant Fisheries Statistics Database, November 2003).

Table 4. Total landings of Squalus acanthias by combined ICES fishing areas (tonnes)

1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

II - Norwegian Sea 5,102 3,123 2,725 1,853 581 607 779 894 461 356

III - Skaggerak / Baltic 735 315 292 421 598 510 393 433 639 762

IV - North Sea 5,771 3,907 6,908 4,745 4,269 3,290 2,227 1,954 1,796 1,568

V - Iceland & Faeroes 110 102 167 167 107 81 58 172 307 541

VI - Scotland W Coast 3,482 3,983 3,847 4,027 3,129 2,670 2,648 3,317 3,284 2,001

VII - Celtic Seas 4,451 6,767 4,762 5,047 4,947 5,807 4,176 4,608 5,581 4,357

VIII - Bay of Biscay 74 151 264 194 240 208 98 327 431 212

IX - XIV - Portugal & Atlantic 6 7 9 2 14 106 43 34 116 2

TOTAL 19,731 18,355 18,975 16,456 13,886 13,279 10,422 11,738 12,615 9,799

(Sources: ICES Statlant Fisheries Statistics Database, November 2003).

II

IV VI

VII

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

14,000

16,000

18,000

20,000

1993

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

tonn

es (1

000k

g)

VIII - Bay of Biscay

VII - Celtic Seas

VI - Scotland W Coast

V - Iceland & Faeroes

IV - North Sea

III - Skaggerak / Baltic

II - Norwegian Sea

Page 57: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 57

Figure 11. Origin of EU imports* of fresh or chilled (CN Code: 0302 6520) and frozen (CN Code: 0303 7520) ‘Dogfish of the species Squalus acanthias’

(Source: Eurostat 2003) * Excluding EU Member States, such as Germany –one of the main EU importer (ref. 3.2), that do not use the special CN codes for recording ‘Dogfish’ products separately, and lump them with all other shark species under a more general code, e.g. 0303 7500, as does Japan.

Table 5. Countries supplying spiny dogfish to the EU (tonnes)

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

&Iceland 30.50 72.50 66.60 47.70 31.90 70.40 107.20 220.80

&Norway 3,132.10 2,415.90 1,393.90 1,064.50 1,238.70 1,446.70 1,395.70 1,107.60

&USA 7,581.20 8,938.30 8,181.20 6,817.40 6,316.60 3,760.90 1,670.70 1,664.10

&Canada 469.20 144.90 227.50 370.20 598.90 1,003.40 1,568.70 1,610.00

&Morocco 25.00 17.20 30.90 32.10 50.70 216.50 231.50 247.50

&Mauritania 167.90 205.60 52.00 90.40 65.60 291.90 304.70 90.50

&Argentina 204.40 312.70 68.00 255.70 253.30 231.70 309.80 262.70

&New Zealand 28.80 5.40 18.00 15.20 71.00 151.70 194.60 448.20

Others 286.50 294.30 280.60 279.40 260.80 95.00 80.00 64.00

Total 11,925.60 12,406.80 10,318.70 8,972.60 8,887.50 7,268.20 5,862.90 5,715.40

(Source: Eurostat, 2003)

&Norway

&USA

0

2,000

4,000

6,000

8,000

10,000

12,000

14,000

1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002

tonn

es/1

000k

g

Others&New Zealand&Argentina&Morocco&Mauritania&Canada&USA&Norway&Iceland

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AC22 Doc. 21.2 – p. 58

0

5,000

10,000

15,000

20,000

25,000

30,000

1970

1972

1974

1976

1978

1980

1982

1984

1986

1988

1990

1992

1994

1996

1998

2000

Land

ings

(t)

Landings-US (FAO) Landings-US(NOAA)

Figure 12. Comparison between US landings data recorded by FAO (source Fishstat capture production database) and US landings data reported by NOAA – National Oceanographic and Atmospheric Administration of NMFS –US National Marine Fisheries Service data (source commercial fisheries landings database at www.st.nmfs.gov).

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AC22 Doc. 21.2 – p. 59

Annex 1

Scientific synonyms of Squalus acanthias

(Source: FAO Species Identification Sheet, 2003)

• Squalus spinax Olivius, 1780 (not Linnaeus, 1758 = Etmopterus spinax);

• Squalus fernandinus Molina, 1782;

• Acanthias antiguorum Leach, 1818;

• Acanthias vulgaris Risso, 1826;

• Acanthias americanus Storer, 1846;

• Spinax mediterraneus Gistel, 1848;

• Spinax (Acanthias) suckleyi Girard, 1854;

• Acanthias sucklii Girard, 1858 (error for suckleyi ?);

• Acanthias linnei Malm, 1877;

• Acanthias lebruni Vaillant, 1888;

• Acanthias commun Navarette, 1898;

• Squalus mitsukurii Tanaka, 1917 (not Jordan & Fowler, 1903);

• Squalus wakiyae Tanaka, 1918;

• Squalus kirki Phillipps, 1931;

• Squalus whitleyi Phillipps, 1931;

• Squalus barbouri Howell-Rivero, 1936.

Page 60: Lamna Nasus

AC22 Doc. 21.2 – p. 60

Annex 2

Range States – Countries where Squalus aquanthias has been recorded

Alaska (USA)

Albania

Algeria

Angola

Argentina

Australia

Belgium

Canada

Canary Islands

Chile

China

Cuba

Cyprus

Denmark

Egypt

Estonia

Faeroe Islands

Falkland Islands (Malvinas)

Finland

France

French Polynesia (Kerguelen)

Gabon

Georgia

Germany

Greece

Greenland

Iceland

Ireland

Israel

Italy

Japan

Kerguelen Islands

Korea, Democratic People's Republic of

Korea, Republic of

Latvia

Lebanon

Libyan Arab Jamahiriya

Lithuania

Malta

Mauritius

Mexico

Monaco

Morocco

Namibia

Netherlands

New Zealand

Norway

Philippines?

Poland

Portugal

Romania

Russian Federation

Serbia and Montenegro

Slovenia

South Africa

Spain

Sweden

Syrian Arab Republic

Tunisia

Turkey

Ukraine

United Kingdom (England, Wales, Scotland, Northern Ireland, Isle of Man, Channel Islands)

Uruguay

USA

Western Sahara

Yugoslavia

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AC22 Doc. 21.2 – p. 61

Annex 3

Description of fisheries Northeast Atlantic The spiny dogfish fishery is by far the most important of the directed fisheries for elasmobranchs in the Northeast Atlantic (Figures 2 & 3). Catches are taken from north of the Bay of Biscay to the coast of Norway, including the North Sea and around the west of Ireland and Scotland. France, Ireland, Norway and United Kingdom all take spiny dogfish in directed fisheries and as an important by-catch in trawl fisheries. Other European countries make smaller landings (see Figure 7 and Tables 2a & b). Available studies indicate that there is a single Northeast Atlantic unit stock (Heessen, 2003). Early landings rose to over 20,000t, dropped to 7-8000t in the early 1940s, due to a cessation of fishing during World War II, rose rapidly in the 1950s to a peak of over 58,000t in 1963 (ICES data) then entered a downward trend after the early 1960s. Catches fluctuated between 30,000 and 60,000t in the 1970s and ‘80s and have fallen steeply since 1987 (Figures 7 to 9).

According to Heessen (2003), between 1950 and 1970, Norwegian longliners working north of Bergen took 70% of the total international landings from the Northeast Atlantic. The main fishing grounds were off the west coast of Norway in winter-spring and on the banks north of Scotland in summer-autumn. This fishery collapsed in 1978 following an increase in fishing effort with automatic longline baiting and handling systems. Norwegian reported landings to FAO in 2001 were only 4% of their historic maximum taken in 1961 (Tables 2a & b).

French trawlers have also fished spiny dogfish since 1977 (Figure 7), working from the Faeroes south to northern Biscay, and by long-lining in the Celtic Sea and the western English Channel. Most of the French landings since 1979 have come from the Celtic Sea, where catches peaked at 6-8000t in 1981-84, and fell below 1000t by 1993. Similar patterns were observed in the English Channel, the North Sea, the west coast of Scotland, the Irish Sea and the west of Ireland. Overall, French landings decreased from just below 15,000t in 1983 to 1333t in 2001. French reported landings to FAO in the early 2000s were only 9% of their historic peak (Figure 7; Tables 2a & b).

Today, based on landings reported to the International Council for the Exploration of the Seas (ICES), the main fishing grounds for spiny dogfish are in the North Sea (ICES area IV), Northwest Scotland (area VI) and the Celtic Sea (VII), all of which have reported substantial reduction in landings from former peaks (Figure 8). Scottish and other UK trawlers and seiners have fished for spiny dogfish in these waters both as directed and by-catch fisheries since World War II. Landings by Scottish vessels accounted for 43% of the total of 16,000t landed from the Northeast Atlantic in 1996. For the overall period 1950 to 2001, UK vessels caught 38% of the total landings from the Northeast Atlantic (Table 2). UK landings in 2001 were 55% of the total reported landings from the Northeast Atlantic. According to the ICES landings statistics (which include some early records excluded by FAO as ‘unidentified’ sharks), landings in 2002 were about 11% of the peak catches taken in 1963 (Figure 8).

Northwest Atlantic Off the eastern US, landings increased from 500t in the early 1960s to 9689t in 1966 and peaked in 1974 at 25,620t. Foreign fleets (from the former Soviet Union, former East German Republic, Poland, Japan and Canada) accounted for virtually all the reported catch from 1966 to 1977 (NOAA 1995). Annual US commercial spiny dogfish landings from the Atlantic increased from only a few hundred tonnes in the late 1970s to around 4500t during 1979-1989. Increasing European demand led to a sevenfold increase in landings, to a peak of 27,200t in 1996. Discards are poorly monitored but are thought to be significant, exceeding landings in some years (NOAA 1998). Landings fell to 14,906t in 1999, prior to the introduction of management (Rago and Sosebee 2002), but federal quotas have continually been exceeded as a result of continued high levels of fishing activity in state waters. US recreational catches increased from about 350t annually in 1979-1980 to 1700t in 1989, averaged 1300t from 1990-1994, then decreased in 1996 to 386t (NOAA 1998). Data from both US commercial landings and research vessel survey catches indicate a pronounced and consistent decrease in average length of females in 2001-2003 compared to 1985-1988 and a 75% reduction in abundance of the mature females preferentially targeted by this fishery. Low pup abundance has continued for seven consecutive years. The long term projection, incorporating apparent lower survival of pups from smaller

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AC22 Doc. 21.2 – p. 62

females and lower spawning potential, leads to stock collapse under current fishing mortality in the region (SARC 2003).

In the Canadian Atlantic, spiny dogfish are targeted in the Bay of Fundy, Scotian Shelf and Gulf of St. Lawrence. Foreign landings on the Scotian Shelf peaked at 24,000t in 1972-1975, but were then replaced by national fisheries (ICES 1997). Atlantic Canadian landings prior to 1979 were insignificant (OWC 1996). A directed fishery has since developed off the Maritimes Region, trans-boundary to Canada and US Atlantic coastal waters. Landings increased from an average of 500t from 1979-1988 to 1800t in 1994. After a subsequent decrease to roughly 400t in 1996 and 1997, spiny dogfish landings (primarily from Nova Scotia) more than doubled in 1998 and 1999, reaching a peak in 2000 of 2660t (in excess of the US quota) (Rago and Sosebee 2002).

Northeast Pacific Spiny dogfish have been fished in British Columbia (Canada) for over 4000 years. More intense exploitation (for liver oil and meat) began in the late 1800s (Ketchen 1986) and evolved into the region’s most important shark fishery. By 1870, spiny dogfish were surpassing whales in economic importance, producing 190,000 litres of oil, mostly for export to Great Britain. In 1876, oil exports constituted at least 24% of the total value of all fish. Production peaked in 1883 at more than one million litres, equivalent to 9000-14,000t of round weight exports (Bonfil 1999). Ketchen (1986) speculates that a combination of factors (including the advent of petroleum lubricants, lighting fuels and electric lamps) led to fishery collapse around 1910. From 1917 to 1939, spiny dogfish was used for fishmeal and meat exported to the US. Increased value of liver oil resulted in an expansion of the fishery and by 1944, spiny dogfish supported the most valuable Canadian west coast fishery (Ketchen 1986). Landings reached 31,000t then fell to <3000t in 1949. Fishable biomass had been reduced by 75% in 1950 (Anderson 1990), when the synthetic production of vitamin A led to the collapse of the oil market. The fishery has since been constrained by low demand (Bonfil 1999) and spiny dogfish are now considered to be a minor, mostly by-catch, component of the region’s groundfish fisheries. Only a few vessels currently target them. Trawlers take roughly 40% of regional landings and discard significant amounts (Bonfil 1999).

Washington is the only US Pacific state with a directed spiny dogfish fishery, mostly in Puget Sound Where, in 1995, the spiny dogfish population was considered to be nearly “fully utilized” (Palsson et al. 1997). By the late 1990s, landings had decreased by more than 85% (Camhi 1999).

Spiny dogfish are the predominant shark species taken off Alaska, which banned directed shark fishing in 1998, but where spiny dogfish bycatch (90% discarded) comprises the bulk of shark landings (Camhi 1999). In 1997, over 1000t of total shark catches were reported from the region’s groundfish fisheries. Catch rates have increased 20-fold in the Gulf of Alaska in the late 1990s and five-fold in Prince William Sound in recent years (NMFS 2000).

Mediterranean and Black Seas Although there are only limited data on landings from the Mediterranean, some catch reduction has been observed (Aldebert 1997). Overall, the stock seems likely to be in a better state than in the Northeast Atlantic. There is a target fishery for spiny dogfish in the Black Sea, with minor landings by Bulgaria and Romania. Fishing intensity and landings increased significantly from 1979 as prices rose, mainly targeting fish aged 8–19 years. A stock assessment (Virtual Population Analysis) indicates that the exploited stock rose until 1981, when it reached 226,700t, then decreased 60% to about 90,000t in 1992 (Prodanov et al. 1997). Landings data are incomplete in the last few years of this time series. The fishery continues.

Northwest Pacific Japanese coastal and offshore fisheries (longline, trawl & gillnet) have historically taken large amounts of spiny dogfish off the Northeast coast and in the Sea of Japan. Taniuchi (1990) reported that catches dropped from more than 50,000t in 1952 to only 10,000t in 1965. The following trends are reported by the Government of Japan Fisheries Agency (2003). Offshore trawl catches of spiny dogfish were over 700t in 1974-1979. Since then, catches have decreased to 1-200t in the late 1990s and up to 2001. Catch rates for Danish seines and bull trawls fell from 100-200kg per haul in the mid 1970s to 10-20kg per haul in the late 1990s. This 90% reduction in CPUE (catch per unit effort) may indicate that stocks have declined to a similar extent during this period. In the Sea of Japan, spiny dogfish have been fully exploited with longlines and trawl-nets since before 1897. Harvests in this region from 1927 to 1929

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were 7500 to 11,250t, accounting for 17-25% of Japan’s overall catch. Available statistics since 1970 show a decrease in CPUE from 8-28 units in the 1970s, to only 1-5 between 1995 and 2001, an overall decrease of around 80-90%. This may be a further decrease in an already depleted stock.

Australasia Considered coarse, spiny dogfish meat is little valued in Australia (Last and Stevens 1994). Tasmanian recreational gillnet fisheries take substantial amounts (Simpfendorfer, pers. comm. in Fordham 2005). FAO data for 1977-1989 show a significant increase in spiny dogfish landings in New Zealand. From 1989-1992, spiny dogfish made up 33% of the shark catch (Bonfil 1994), with 2831t to 5607t landed annually (Stevens 1993). Recent anecdotal reports indicate increased demand for spiny dogfish off New Zealand, with industry publications encouraging fishermen to land rather than discard the species. New Zealand trawl surveys indicate increasing spiny dogfish biomass between the mid 1990s and 2002 (Francis, pers. comm. in Fordham 2005) and reported landings increased from 3273t in 1991-1992 to 13,076t in 2001-2002 (Anon. 2003), possibly driven by growing exports to the EU (Figure 10, Table 5). New Zealand also experiences high levels of unreported discards of this species. Recognising this cumulative pressure from targeted fishery as well as discarded by-catch and the high vulnerability of the species to over-fishing, the government of New Zealand included spiny dogfish in its Quota Management System (QMS) and is currently developing proposals to limit its fishery to prevent overexploitation (Anon. 2003).

South America Squalus acanthias is one of the most important coastal commercial species along the southeastern coast of South America (Uruguay and Argentina), where landings of the genus have decreased considerably. It is also taken as bycatch in mixed demersal fisheries and the target fishery for Lophius gastrophysus. Patagonian trawlers fishing for hake and shrimp take a bycatch of spiny dogfish. Rising effort in these fisheries and a lack of bycatch control is considered to be a threat to spiny dogfish and other elasmobranch populations in the region (Van Der Molen et al. 1998). As in many other regions, large pregnant females are commonly targeted. The impact of rising fishing efforts, targeting in particular whitemouth croaker Micropogonias furnieri, from 1994 to 1999 in Argentina and Uruguay coastal areas was analysed based on biomass indices of chondrichthyan species. Spiny dogfish was listed as one of the species that suffered a more than 50% drop in their abundance in along the north coast of Argentina and south Uruguay (Massa et al. 2002). It is not possible to assess any more accurately the status of the population of this species in Argentinean waters. The volume of spiny dogfish landings by the Argentinean fishing fleet is also unknown because its records are kept at the genus level only. Based on the growing demand for cartilaginous fish in Argentina, the development of a commercial exploitation of this species may be expected in the future (Victoria Lichtstein, CITES Management Authority of Argentina, in litt. to TRAFFIC Europe, 27 October 2003). Discrepancies between South American exports of spiny dogfish (Figure 10; Table 5) and landings reported to FAO (Figure 6) by the same countries, suggest a lack of accurate reporting to FAO by some Members.

South Africa Spiny dogfish are considered a nuisance by South Africa fishermen and not targeted commercially. The demersal trawl catch for the South Coast was recently estimated at 4.7t, 99% discarded. Off the West coast, an estimated 3.4t is taken annually (100% discarded) (Smale pers. comm., in Fordham 2005).

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AC22 Doc.21.2 Anexo 4

Proyecto de anotación para la inclusión del tiburón espinoso Squalus acanthias en el Apéndice II de la CITES

La entrada en vigor de la inclusión del tiburón espinoso Squalus acanthias en el Apéndice II de la CITES se retrasará 12 meses para que las Partes puedan resolver las cuestiones administrativas y técnicas conexas, como, por ejemplo, la posible designación de una Autoridad Administrativa complementaria.

Proyecto de decisión de la Conferencia de las Partes sobre el tiburón espinoso Squalus acanthias

13.XX El Comité de Fauna, en consulta con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y otros expertos pertinentes, examinará el comercio lícito e ilícito de Squalus acanthias e informará a la decimoquinta reunión de la Conferencia de las Partes sobre las medidas comerciales que sean necesarias, incluido el establecimiento de cupos específicos u otras restricciones comerciales para Squalus acanthias, con el fin de mantener el nivel de exportaciones de la especie por debajo del que sería perjudicial para su supervivencia en el medio silvestre.

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AC22 Doc. 21.2 Anexo 5

Enmiendas a los Apéndices I y II de la CITES

A. Propuesta

Transferir la población de Melanosuchus niger de Brasil del Apéndice I al Apéndice II de la CITES, de conformidad con la Resolución Conf. 9.24 (Rev. CoP13) Anexo 4, párrafo B. 2a. y con el punto 2a del Artículo II de la Convención.

B. Autor de la propuesta Brasil C. Justificación La transferencia del caimán negro del Apéndice I al Apéndice II de la CITES no perjudicará ni pondrá en peligro a las poblaciones silvestres porque i) el caimán negro abunda y está ampliamente distribuido en su área de distribución; ii) la Autoridad Administrativa CITES de Brasil dispone de mecanismos eficaces para controlar todos los segmentos de la cadena de la producción y, en virtud de las medidas de control, será ventajoso actuar legalmente en lugar de ilegalmente; iii) existe un eficiente sistema para supervisar a las poblaciones naturales y sus hábitat y garantizar que pueden alcanzarse los objetivos de conservación mediante el uso sostenible. Más ampliamente, y de conformidad con la Resolución Conf. 13.2, se observarán estrictamente cada uno de los 14 Principios y Directrices de Addis Abeba para la Utilización Sostenible de la Diversidad Biológica (véase el sitio web del CBD). 1. Taxonomía 1.1 Clase: Reptilia 1.2 Orden: Crocodylia 1.3 Familia: Alligatoridae 1.4 Especie: Melanosuchus niger, Spix 1825 1.5 Sinónimos científicos: - 1.6 Nombres comunes: Inglés: Black caiman Francés: Caiman noir Español: Lagarto negro, caimán negro, jacare assú, jacare uassu, jacareuna, yacare assu, yanalagart Portugués: Jacaré-açu 1.7 Número de código: A-306.001.003.001

Nota: La población de Ecuador está incluida en el Apéndice II, y sometida a cupos de exportación anuales nulos hasta que la Secretaría de la CITES y el Grupo de Especialistas en Cocodrilos de la UICN/CSE aprueben un cupo de exportación anual. 2. Visión general En esta propuesta se muestra que las poblaciones del caimán negro son abundantes y están extendidas en Brasil, y que la Autoridad Administrativa CITES de Brasil dispone de capacidad de gestión y está dispuesta a garantizar que pueden lograrse los objetivos de conservación mediante el uso sostenible. 3. Características de la especie

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3.1 Distribución

El caimán negro está ampliamente distribuido en la cuenca del río Amazonas. Su área de distribución comprende la Guyana Francesa, Guyana, Suriname, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Brasil, lo que representa aproximadamente el 80% del área de distribución de la especie (Figura 1, Ross, 1998).

Guyana Francesa

Panamá

Perú

ÁREA DE DISTRIBUCIÓN DE CAIMÁN NEGRO

Brasil

Figura 1. Mapa de América del Sur con el área de distribución de caimán negro Melanosuchus niger (la zona amarilla comprende Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Guyana, Suriname y la Guyana Francesa).

En el Cuadro 1 se resumen avistamientos confirmados de caimanes negros (Melanosuchus niger)

en los estados brasileños de su área de distribución geográfica histórica y su situación con arreglo a los informes de las Autoridades Científicas estatales a la Autoridad Científica CITES de Brasil, presentados en el cursillo celebrado en Goiânia, en abril de 2006. Los datos muestran que la especie sigue existiendo en toda su área de distribución histórica, y se considera abundante localmente.

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Cuadro 1. Lugares de recientes avistamientos confirmados de caimanes negros (Melanosuchus niger) en los estados brasileños.

Estado brasileño Cuenca fluvial Situación de la población Amapá Lago Piratuba, Lago Maruani, Sucuriju, Uaçá,

Caciporé, ríos Araguari y Cajari. Moderadamente abundante

Roraima Río Branco Abundante Amazonas Solimões, Japurá, Amazonas, Purus, Juruá,

Javari, Negro De moderadamente abundante a muy abundante

Pará Nhamundá, Trombetas Muy abundante Tocantins Araguaia, Tocantins, Crixás, Javaés y Formoso De moderadamente

abundante a muy abundante Goiás Araguaia Moderadamente abundante Rondônia Madeira, Guaporé De moderadamente

abundante a muy abundante Acre Gregório Abundante Mato Grosso Xingu, Araguaia, Mortes, Cristalino, Teles Pires Abundante

El grado de variabilidad genética y de estructura de la población del caimán negro se cuantificó utilizando un marcador matrilineal (citocroma b de genes de mitocondria, Farias y otros, 2004, Vasconcelos, 2005). Se procedió al muestreo de un total de 132 ejemplares de Melanosuchus niger de 11 localidades de la amazonia brasileña, Perú, Ecuador y la Guyana Francesa. Los análisis demostraron que algunas poblaciones están siguiendo un proceso de expansión demográfica, como lo muestra un número relativamente mayor de haplotipos únicos. Los caimanes negros tienen una elevada diversidad de genes, pero escasa diversidad nucleótida, no presentando ningún indicio de hechos históricos significativos, como fragmentación de la población. También hay una importante correlación entre divergencia genética y distancia geográfica.

3.2 Hábitat

La cuenca del río Amazonas es la mayor cuenca hidrográfica del mundo. El río cruza el continente sudamericano a lo largo de unos 6.000 km hacia el Este, desde los Andes peruanos hasta el océano Atlántico. Más de las dos terceras partes de la cuenca se encuentran en territorio brasileño. Los ríos de la cuenca del Amazonas se clasifican en tipos de agua blanca, negra y clara (Sioli, 1964).

El río Amazonas está clasificado como de tipo de agua blanca, que se caracteriza por un elevado contenido de sólidos en suspensión y nutrientes disueltos. El río Amazonas y sus afluentes forman grandes llanuras inundables estacionales, que son ecosistemas muy productivos. La alta productividad se debe a las complejas interacciones ecológicas entre ríos, humedales y tierras altas, motivadas por impulsos de agua estacionales, como lo explica el concepto de impulso de flujo (Junk y otros, 1989). A título de ejemplo, la producción primaria neta de plantas herbáceas puede alcanzar hasta 100 toneladas de peso seco *ha-1*año-1(Junk, 2005). Según Junk (1983), aproximadamente el 20% de la Sudamérica tropical está permanente o periódicamente inundada, por lo que se puede clasificar como humedales o llanuras inundables sometidas a ciclos de impulsos. Más recientemente, Junk (1997) calculó que la zona convertida por las llanuras inundables en la amazonia brasileña supera los 300.000 km2, más de la tercera parte formada por ríos de agua blanca productivos (Figura 2).

El caimán negro abunda más en ríos de agua blanca de la cuenca del Amazonas, pero a lo largo de su extensa distribución la especie ocupa una amplia diversidad de hábitat húmedos, incluidos grandes ríos y arroyos, lagos de meandro abandonados, llanuras inundables (conocidas regionalmente como várzeas e igapós) y sabanas inundadas estacionalmente. También se pueden hallar poblaciones de caimán negro naturales en tipos de agua negra y clara, y en presas artificiales (Rebelo, com. pers.).

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Figura 2. Imagen por satélite de humedales amazónicos. Todas las zonas verdes = bosque natural/vegetación; azul claro = masas de agua; magenta = zonas deforestadas.

3.3 Características biológicas

Dieta: Los pequeños caimanes negros se alimentan principalmente de insectos, arañas de mar, cangrejos y caracoles. Los ejemplares grandes se alimentan también de peces y otros vertebrados (Magnusson y otros, 1987, Da Silveira y Magnusson 1999).

Crecimiento: Las pautas de las curvas de crecimiento de los machos en Mamirauá y Anavilhanas son similares a las observadas en Perú y Ecuador. Sin embargo, los valores de las tasas de crecimiento de Anavilhanas de los ejemplares de hasta tres o cuatro años de edad son superiores a las de Mamirauá. Sigue sin conocerse el tamaño en la madurez, pero el de las hembras desovadoras es de 100 cm LHA (longitud del hocico al ano), que puede alcanzarse a los 10 años de edad aproximadamente.

Reproducción: Los nidos se construyen en bosques o en palletes flotantes. El período de puesta comienza a mediados de agosto, y se extiende hasta noviembre. La incubación dura de cinco a seis semanas, y las crías aparecen en octubre. Normalmente se ve a las hembras en el nido o en el agua cerca del nido, al acecho de predadores naturales o protegiendo el nido contra la intensa radiación solar. El tamaño de la nidada es de 40 a 60 huevos, lo cual da una masa total de huevos de unos 6,0 kg, que indica grandes posibilidades de reproducción.

Comportamiento: Los caimanes negros pueden andar largas distancias, principalmente en bosques, en búsqueda de agua. Durante la estación seca se pueden encontrar enterrados en el lodo, a una profundidad de 50 cm. Los machos protegen su territorio y pueden ser muy agresivos, lo cual plantea graves problemas a las comunidades locales, en particular cuando los caimanes negros son muy abundantes.

3.4 Características morfológicas

El color es uniformemente negro en la superficie superior. En la inferior es uniformemente claro, sin manchas oscuras. El hocico es de longitud media, bastante plano y amplio. Los rabillos de los ojos se alargan más allá del margen frontal de los párpados superiores. La piel es menos osificada que en la de cualquier otro caimán hallado en la región (Vasquez, 1991).

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3.5 Función de la especie en su ecosistema

Si bien no se conoce la función de los caimanes negros en el ecosistema, son el mayor predador de la cuenca amazónica. Como los grandes predadores se dan en elevadas densidades, pueden desempeñar una función importante en el ciclo de los nutrientes y en el flujo de energía del ecosistema.

4. Estado y tendencias 4.1 Tendencias del hábitat

La mayoría de los hábitat acuáticos del área de distribución del caimán negro están relativamente intactos. Sin embargo, hay planes para establecer presas hidroeléctricas en varios de los principales afluentes del río Amazonas. Ya existen importantes presas en los ríos Tocantins y Araguaia. Es sabido que la especie forma colonias en presas hidroeléctricas (Rebelo, com. pers.), pero se desconoce el efecto de las presas sobre los niveles globales de población. La mayoría de los grandes ríos de agua blanca no son apropiados para presas, por lo que esto no plantea una amenaza inmediata para la mayor parte de la población.

La deforestación en torno a los principales ríos de agua blanca (hábitat de Várzea) no parece constituir una importante preocupación para esta especie acuática. Sin embargo, las zonas de pastoreo de búfalos y taladas pueden suponer una amenaza para la presa de la especie. La deforestación se reduce al mínimo en las reservas de desarrollo sostenible, por lo que las medidas para fomentar la sostenibilidad económica de esas reservas tendrán efectos positivos para la conservación de hábitat de la especie. En el área de distribución de la especie hay casi 80 millones de ha declaradas como zonas protegidas (ISA, 2006).

4.2 Tamaño de la población

Da Silveira (2002) estudió 11 lagos representativos en la zona central de la reserva Mamirauá, y observó una media de 339 caimanes negros por lago. En la zona central hay en total 616 lagos similares, lo cual da una estimación de 339x616=208.958 ejemplares no reproductores. La zona central representa el 23% de la reserva, lo que da una estimación de 908.515 caimanes negros en Mamirauá. Sin duda se trata de una subestimación, porque el cálculo se basa sólo en caimanes vistos por Da Silveira en estudios precisos, y no en el número total actual. La reserva Mamirauá representa únicamente el 6% de la zona total de los humedales en el área de distribución geográfica de la especie.

En 2004 y 2005 se realizaron estudios precisos en 85 lugares de cinco estados de la amazonia brasileña (Amazonas, Amapá, Rondônia, Tocantins y Goiás). Los estudios abarcaron 767,3 km de litoral, y se detectaron 38.711 caimanes negros. Se hallaron caimanes negros en el 94% de los lugares estudiados. Las estimaciones de los índices de densidad variaron de 2,3 a 740,5 ind.km-1 (Cuadro 2). Las elevadas densidades registradas constantemente indican que la especie es una de las especies de cocodrilos más abundantes del mundo.

Cuadro 2. Estimaciones de las densidades de caimán negro (Melanosuchus niger) en cinco estados de la amazonia brasileña, en estudios de 2004 y 2005

Estado Cuenca Lugares estudiados

Número contado

Muestra

(km) Caimanes negros

*km-1

Amazonas Purus 22 1.749 279,5 6,0

Amazonas Solimões 08 16.611 119,0 140,0

Amazonas Solimões 06 4.950 94,3 52,0

Amazonas Solimões 01 9.330 20,0 467,0

Promedio 37 34.389 512,8 67,1

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Estado Cuenca Lugares estudiados

Número contado

Muestra

(km) Caimanes negros

*km-1

Amapá Sucuriju 08 118 57,1 2,0

Amapá Uaça 10 947 43,4 22,0

Promedio 23 1.065 100,5 10,6

Rondônia Madeira 03 2.423 37,0 65,5

Promedio 03 2.423 37,0 65,5

Tocantins Tocantins 14 242 76,0 3,0

Promedio 14 242 76,0 3,0

Goiás Araguaia 13 592 41,0 14,0

Promedio 13 592 41,0 14,0

Promedio general 85 38.711 767,3 50,45

4.3 Estructura de la población

En 1980, los datos de pieles confiscadas indicaron una estructura de la población en la que predominaban los ejemplares jóvenes, lo cual indica explotación excesiva (Rebêlo y Magnusson, 1983). Como parte del programa de supervisión en cuatro estados de la amazonia brasileña se obtuvieron en 2005 la estructura del tamaño de la población y la proporción de sexos. La población se compone actualmente sobre todo de ejemplares grandes, aunque también se detectaron crías recién nacidas. La proporción de sexos media tendió hacia los machos (82%), porque la mayoría de los animales fueron capturados en aguas abiertas. Los machos se encuentran en hábitat de aguas abiertas, en tanto que las hembras se encuentran en zonas abarcadas por vegetación acuática (Da Silveira, 2001). Esta estructura del tamaño, con una abundancia de animales grandes, es típica de poblaciones que se acercan a la capacidad de carga, con un nivel de explotación relativamente reducido.

Figura 3. Estimaciones de la clase de tamaño de caimanes negros (Melanosuchus niger) en cuatro estados de la amazonia brasileña, obtenidas en estudios de 2004 y 2005

1 2 3 40

10

20

30

40

MER

O C

ON

TAD

O

Goiania

1 2 3 4 CLASE DE TAMAÑO

0

50

100

150

200Tocantins

1 2 3 4 0

100

200

300

400Rondonia

1 2 3 4CLASE DE TAMAÑO

0

100

200

300

MER

O C

ON

TAD

O

Amazonas

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4.4 Tendencias de la población

Suponiendo que las poblaciones fueron muy explotadas entre 1950 y 1970 y que debido a la captura excesiva la población mermó considerablemente, las densidades actuales confirman que las poblaciones de caimán negro han aumentado sin cesar.

La tendencia creciente fue descrita recientemente por Da Silveira (2001) en la reserva Mamirauá. En cinco estudios anuales, el número de caimanes creció un 580%, variando de 556 ejemplares observados en 1994 a 3.789 en 1998. La proporción relativa de caimanes negros en cuanto a caimanes anteojos también varió de 38% en 1994 a 82% en 1998. Otra indicación del crecimiento de la población en Mamirauá fue el número de hembras desovadoras, que en lago aumentaron de 1 en 1996 a 22 en 1999. En el río Araguaia, los estudios de los dos últimos años también indican que la población aumenta en la región (Figura 4). Desde 1992, el modelo de conservación de Mamirauá ha sido muy eficaz para la conservación de caimanes, como lo muestra la tendencia del tamaño de la población. En la zona protegida Araguaia, los datos indican asimismo que el modelo puede repetirse, como en el caso de otras reservas amazónicas, donde los dos primeros años de los estudios confirman igualmente el crecimiento de la población.

1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 AÑO

0

100

200

300

400

DE

NS

IDA

D (N

/km

) Mamirauá

Araguaia

Figura 4. Tendencias de las poblaciones de caiman negro (Melanosuchus niger) en la Reserva de Desarrollo Sostenible de Mamirauá y la zona protegida Araguaia

4.5 Tendencias geográficas

En Brasil, el avistamiento directo de caimanes negros confirmó que la especie está actualmente extendida, y se da en los ochos estados que componen la zona forestal amazónica legal. A continuación se da una breve descripción de los lugares donde se han realizado recientemente observaciones directas:

Estado de Amapá: El caimán negro se da a lo largo de la costa del estado de Amapá, asociado principalmente con entornos leníticos como el complejo de lagunas de la Reserva Biológica del Lago Piratuba, el Lago Maruani y el Parque Nacional Cabo Orange, pequeños lagos situados en la Tierra Indígena Oiapoque, la Estación Ecológica Maraca-Jipioca y a lo largo de los ríos Uaçá, Caciporé, Araguari y Cajari.

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Estado de Roraima: Se han registrado poblaciones de caimán negro en el valle del río Branco, que es afluente del río Negro, y en los Parques Nacionales Viruá y Serra da Mocidade. También se han confirmado poblaciones naturales en la zona del Bosque Nacional Anauá y sus alrededores.

Estado de Amazonas: Los caimanes negros están ampliamente distribuidos en el estado de Amazonas, y se dan principalmente en ríos de agua blanca, lagos y cursos de agua, que constituyen abundantes fuentes de alimentos como peces, aves y pequeños vertebrados e invertebrados. Recientemente ha habido informes sobre la gran abundancia de caimán negro en el tramo medio del río Amazonas, especialmente en las municipales de Itacoatiara, Parintins, Nhamunda, Urucurituba y alrededores, donde las autoridades locales han pedido al Gobierno del Estado que tome medidas para reducir el tamaño de la población, lo cual afecta a las comunidades humanas locales. En la municipalidad de Humaitá se informó de cuatro accidentes fatales que afectaron a varias personas en los dos últimos años, y las comunidades locales solicitan la acción del Gobierno. También se han facilitado informes de gran abundancia de caimán negro a varias municipales ubicadas en la alta región de Solimões (cuenca del río Javari), como Tabatinga, Bejamin Constant, Atalaia do Norte, São Paulo de Olivença, Amatura, Tonantins, Santo Antônio do Iça, Jutaí y Fonte Boa. En el valle Purus se observan vigorosas poblaciones naturales en la municipalidad de Lábria, particularmente en la Reserva de Desarrollo Sostenible Piagaçu-Purus y en la Reserva Biológica Abufari.

Figura 5. Mapa de cuencas hidrológicas supervisadas respecto al caimán negro Melanosuchus niger en la amazonia brasileña.

Estado de Pará: Se ha informado de una gran abundancia de caimanes negros en el estado de Pará, en el valle del río Nhamundá y, particularmente, en las municipalidades de Faro, Terra Santa, Oriximina, Juruti y Obidos. Se informa de vigorosas poblaciones en el río Trombetas, en el Bosque Nacional Saracataquera y en la Reserva Biológica Trombetas.

Estado de Tocantins: Los caimanes negros están ampliamente distribuidos en el estado de Tocantins. Estudios recientes confirman la presencia de especímenes de Melanosuchus niger y Caiman crocodilus en el Reservorio Luiz Eduardo Magalhães. También se observan vigorosas

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poblaciones en el Parque Nacional Araguaia y sus alrededores, en el Parque del estado Cantao, y de caimanes negros en el río Araguaia y sus afluentes. Pescadores profesionales y aficionados han comunicado asimismo la presencia de poblaciones de caimán negro en el lago Confusao y en varios afluentes de los ríos Araguaia y Tocantins, como los ríos Crixás, Javaés y Formoso.

Estado de Goiás: Se han observado poblaciones de caimanes negros en la cuenca del río Araguaia y sus afluentes, que desaguan hacia el norte a lo largo de la frontera occidental del estado.

Estado de Rondônia: La distribución de caimanes negros en el estado de Rondônia está asociada principalmente a hábitat forestales, donde se producen inundaciones estacionales de agua blanca. Se observan elevadas densidades en la cuenca del río Madeira, sobre todo en el bajo Madeira (Reserva Extractiva del Lago Cuniã). También se han confirmado poblaciones de caimán negro en el valle Guaporé, a lo largo de las fronteras brasileña y boliviana.

Estado de Acre: En las cuencas de los ríos Purus y Juruá se han observado frecuentemente poblaciones naturales de caimanes negros. Recientes observaciones han confirmado vigorosas poblaciones en el río Gregório, que es afluente del río Juruá. En las tierras indígenas de Yawanawa (municipalidad de Taraucá), se permite que la gente capture caimanes anteojos con fines alimentarios, pero los caimanes negros no están incluidos en su dieta y, por lo tanto, constituyen la especie observada más comúnmente en esas zonas. Hay abundantes poblaciones en la Reserva Extractiva Cazumbá y en las tierras indígenas Carapanã y Humaitá.

Estado de Mato Grosso: Mato Grosso es el límite meridional de la distribución del caimán negro en Brasil, y se han registrado vigorosas poblaciones en las cuencas de los ríos Mortes, Cristalino y Teles Pires, así como en el Parque Nacional Xingu y en la Tierra Indígena Suia-miçu.

5. Amenazas

La especie puede estar amenazada por actividades humanas, como deforestación y modificación del hábitat; construcción de presas para la energía hidroeléctrica y la captura furtiva (Da Silveira y Thorbjarnarson, 1999). Asimismo, como ya se ha dicho, el pastoreo de búfalos en zonas taladas puede ser una amenaza para la presa de la especie. Según informes recientes, a falta de otras alternativas económicas, pescadores amazonios utilizan la especie como cebo (Da Silveira y Viana, 2003). Asimismo, en los últimos años han aumentado los ataques a personas y los especímenes molestos son motivo de preocupación para las comunidades y autoridades locales. Por ello, en algunos casos extremos, algunas comunidades locales han destruido nidos con el fin de frenar el aumento de la población.

6. Utilización y comercio

6.1 Utilización nacional

La especie se emplea ocasionalmente en artesanía, utilizando en general partes de animales capturados para otros fines. Los huevos se consumen localmente en algunas comunidades. Existe un gran comercio de carne en la región amazónica, especialmente para atender los mercados del estado de Pará (Da Silveira y Thorbjarnarson 1999).

6.2 Comercio lícito

Actualmente no hay comercio lícito de productos de Melanosuchus niger. Sin embargo, en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá se realizó en 2004 una captura experimental de la especie, con la autorización del Servicio Nacional de Vida Silvestre (Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables - IBAMA), para evaluar las posibilidades económicas de la gestión sostenida. La captura experimental produjo 42 ejemplares, de los que se obtuvieron 42 pieles y 1,26 toneladas de carne.

La captura experimental fue un éxito, y en el primer semestre de 2006 se procederá a la extracción con fines comerciales para los mercados de Manaus y Brasília. De momento, la

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captura legal sólo está permitida en reservas de uso sostenible dentro del Sistema Nacional de Conservación (véase la Sección 7. Instrumentos jurídicos). El rendimiento previsto en 2006 era de 700 pieles y 21 toneladas de comida.

6.3 Partes y derivados en el comercio

Las principales partes con posibilidades de comercialización son la carne, los dientes, los cráneos y la grasa (uso medicinal).

6.4 Comercio ilícito

No se ha comunicado ningún comercio ilícito de pieles en Brasil ni en el mercado internacional desde el decenio de 1980. Hay un pequeño mercado local de dientes y cráneos para artesanía, y de grasa para uso medicinal. Sin embargo, los mercados son muy limitados y carecen de importancia para la conservación o la economía regional.

Existe un considerable mercado de carne seca y salada en la región amazónica. A finales del decenio de 1990 se capturaron muchos caimanes en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá, vendiéndose frecuentemente la carne como Arapaima falsificada, una especie importante después del pez amazonio. En la reserva Mamirauá se extrajeron ilegalmente en 1995 unas 65 toneladas de carne de caimán, y se vendieron en Brasil y Colombia (Da Silveira y Thorbjarnarson, 1999). El mercado de esta región disminuyó drásticamente en 2000, debido a la mayor observancia, asociada a los preparativos para la captura legal en la reserva.

Continúa el comercio ilícito de carne salada a lo largo del bajo Amazonas para suministrar a mercados del estado de Pará. En 2005 se capturaron justamente en la reserva Piagaçu-Purus unas 50 toneladas de carne salada (aproximadamente 67,8 toneladas de carne fresca, o sea, 5.115 ejemplares) (Marioni, com. pers.).

6.5 Efectos reales o potenciales del comercio

El impacto real debido al comercio ilícito está reduciendo las poblaciones de la especie por debajo de la capacidad de carga en muchas regiones. Debido al escaso valor de la carne salada, numerosos ejemplares se matan para cebo de pesca (Da Silveira y Viana 2003) y no se inscriben en los registros del comercio.

El efecto potencial del comercio legal, observado ya en la reserva Mamirauá, es reducir la intensidad de las capturas y aumentar los ingresos de la población local agregando valor a la carne fresca y abriendo el mercado a las pieles, actualmente perdido. Con un mercado controlado de gran valor serán también más valiosos los sistemas naturales para la población local y se fomentará la conservación del hábitat.

Con la apertura de los mercados internacionales aumentará el rendimiento por animal capturado, con lo que la gestión legal será una opción más lucrativa que las actuales prácticas ilegales de gran despilfarro. Hay pocas posibilidades de que aumente la captura ilícita debido a la apertura de mercados internacionales, porque es mucho más fácil controlar el comercio internacional que el mercado local clandestino.

7. Instrumentos jurídicos

7.1 Nacional

Las leyes y los reglamentos nacionales relativos al uso comercial de caimanes en Brasil son:

a) La Constitución Federal, el capítulo sobre medio ambiente (Artículo 225); b) La Ley federal de fauna 5.197 de 1967; c) La Ordenanza federal sobre la CITES 76.623 de 1975; d) La Ley 6.938 de 1981, por la que se promulga la Política Nacional sobre Medio Ambiente; e) La ley federal penal sobre medio ambiente 9.605 de 1998; f) La Ordenanza federal sobre la observancia de la CITES 3.607 de 2000;

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g) La Ley federal 9.985 de 2000 por la que se promulga el Sistema Nacional de Unidades de Conservación (SNUC), que ordena la creación y la gestión de unidades de conservación, incluida la gestión de la vida silvestre;

h) La Ordenanza 2.519 de 1998, por la que se promulga el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD).

7.2 Internacional

Brasil es signatario de la CITES y del CDB, y las leyes nacionales sobre la aplicación de estos instrumentos son:

a) La Ordenanza federal sobre la CITES 76.623 de 1975; b) La Ordenanza federal sobre la observancia de la CITES 3.607 de 2000; c) La Ordenanza 2.519 de 2000, Convenio sobre la Diversidad Biológica, (CBD).

8. Ordenación de la especie

8.1 Medidas de gestión

El Programa sobre la Biología, la Conservación y Gestión de Cocodrilos Brasileños lo coordina el Centro de Conservación y Gestión de Reptiles y Anfibios (RAR/IBAMA).

La única forma de gestión actualmente propuesta es la captura de caimán negro en reservas de desarrollo sostenible (Unidades de Conservação de Uso Sustentável), de conformidad con las prescripciones de las leyes nacionales y los planes de gestión de reservas.

La captura se iniciará en la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá. El tamaño estimado de la población de ejemplares no reproductores es superior a 900.000, de los cuales el cupo que se fijará para 2006 será de 736. Con el tiempo, en vista del apoyo logístico previsto para la elaboración, se prevé que aumentará el cupo de acuerdo con la experiencia obtenida y las oportunidades del mercado nacional e internacional.

Si bien no se conoce el tamaño total de la población en Brasil, es de muchos millones de ejemplares. Los cupos de determinados lugares no superarán el 10% de la población no reproductora. Todos los cupos serán objeto de la evaluación anual de los índices de supervisión de la población, conforme se define en el plan de gestión de la reserva. Este sistema de captura se centra en ejemplares jóvenes machos (Da Silveira, 2002), por lo que el impacto sobre la dinámica de la población es mínimo, conforme lo muestra la captura experimental en la reserva Mamirauá.

8.2 Supervisión de la población

La RAR tiene un programa de supervisión de ámbito nacional (Programa para la Biología, la Conservación y la Gestión de Cocodrilos Brasileños), que considera el ecosistema como la unidad de gestión y realiza la supervisión mediante estudios sistemáticos, aplicando una serie de metodologías normalizadas. La metodología comprende i) la descripción del hábitat sobre la base de interpretaciones de imágenes por satélite; ii) el nivel de agua, y el registro de la temperatura y de las precipitaciones; iii) estudios precisos normalizados geográficamente referenciados, en que se estiman la estructura del tamaño de la población y la proporción de sexos, iv) la ecología de la anidación, y v) en lugares con potencial uso sostenible, técnicas de etiquetado de recaptura. Para aplicar esa metodología y lograr un programa sostenible, es preciso formar al personal local y equiparle para su cometido. Se realizan estudios normalizados en cinco estados amazónicos para evaluar las tendencias de la población en todos los hábitat. Se emplean intensos estudios más concretos para supervisar lugares donde se efectúan las capturas. Consisten en estudios normalizados para supervisar las tendencias de la población en todas las zonas propuestas para la explotación comercial.

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8.3 Medidas de control

8.3.1 Internacional

En Brasil se aplican ya todas las disposiciones de la CITES, incluidas las disposiciones específicas sobre el comercio y la gestión de los cocodrilos.

8.3.2 Nacional

Los organismos de fiscalización estatales y federales supervisan la estricta observancia de las leyes y reglamentos nacionales e internacionales.

Todos los participantes en la gestión del caimán negro han de i) registrarse en una base de datos nacional (Cadastro Técnico Federal), ii) obtener una licencia sobre medio ambiente, y iii) publicar informes anuales. Todas las medidas son controladas por el IBAMA, que es el encargado de expedir licencias anuales para la captura, el transporte y el comercio de productos y subproductos. De conformidad con la Res.Conf. 11.12 de la CITES, hay que etiquetar todas las pieles. El Ministerio de Agricultura y el Organismo Sanitario Estatal son también responsables de supervisar el comercio de carne y la calidad sanitaria de la carne.

8.4 Cría en cautividad y reproducción artificial

La cría en cautividad está autorizada por la legislación brasileña, y se aplica a especies similares como Caiman yacare. Sin embargo, actualmente no hay propuestas sobre esta forma de gestión para los caimanes negros.

8.5 Conservación del hábitat

En 2006, el Instituto Amazónico Socioambiental registró en su base de datos 268 unidades de conservación en la zona del Bosque Amazónico Legal brasileño, que abarca 79.712.758 ha, lo que representa el 15,92% de la superficie total (ISA, 2006, Figura 5).

Fundamentalmente hay dos tipos distintos de unidades de conservación, que son: i) unidades de uso sostenible, y ii) unidades de preservación. La gestión del caimán negro se realizará sólo en unidades de uso sostenible. La zona potencial para la gestión de la vida silvestre es de 54.941.262 ha.

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Figura 6. Mapa de las zonas amazónicas protegidas en Brasil =Tierras indígenas =Unidades de uso sostenible =Unidades de preservación

8.6 Salvaguardias

Los planes para la captura se basan en la gestión adaptable, con el establecimiento de cupos basados en la supervisión anual de la población. Como la población local interviene directamente y está muy interesada en el uso sostenible, la observancia es mucho más fácil, es decir, que la población local deja de ser "capturadora furtiva" para convertirse en gestora. Con la opción de la utilización comercial de las especies silvestres, la creación de nuevas unidades de conservación es mucho más atractiva para la población local. El ejemplo de la Reserva de Desarrollo Sostenible Mamirauá ha sido ya muy eficaz para recibir propuestas de comunidades locales respecto a la creación de nuevas unidades. Solamente en los tres últimos años, el Estado de Amazonas creó 17 nuevas reservas, que abarcan más de 8 millones ha (ISA 2006).

9. Información sobre especies similares

El programa de supervisión está organizado para recibir también información sobre la biología, la distribución y la abundancia de caimanes anteojos (Caiman crocodiles) y Paleosuchus spp. Los resultados muestran que los caimanes anteojos son muy abundantes, pero Paleosuchus se da en densidades relativamente reducidas, en los hábitat ocupados por caimanes negros y anteojos.

10. Consultas

Esta propuesta, bajo la responsabilidad de la RAR/IBAMA, se elaboró con el apoyo del Grupo de Especialistas en Cocodrilos de Brasil, la Oficina Latinoamericana del GEC/UICN, estudiantes y autoridades sobre el medio ambiente de la región amazónica brasileña.

Esta propuesta se presentará al Grupo de Especialistas en Cocodrilos de la UICN y a las Autoridades Científicas y Administrativas de la CITES de los países del área de distribución de caimán negro (Bolivia, Guyana, Perú, Ecuador, Suriname y Colombia) para que formulen comentarios y sugerencias.

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11. Observaciones complementarias

Hasta el decenio de 1970 se consideraban amenazadas las 23 especies de cocodrilos que existen en el mundo. En los últimos 35 años, tras los programas de uso sostenible sugeridos por el GEC/CSE/UICN, sólo dos continúan en la Lista Roja de la UICN (Alligator sinensis y Crocodilus siamensis), ambos no utilizados para el comercio. La actual propuesta se incluye en ese contexto, y los resultados que espera obtener son el desarrollo social de comunidades locales mediante la conservación y el uso sostenible de poblaciones de caimán negro.

12. Referencias

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