Top Banner
Sorpresas de la Vida - Saori LatetaFeliz.Org Saori ® Derechos Reservados 2012 1
87

La Vida es una sorpresa

Sep 24, 2015

Download

Documents

un relato donde se muestra la convivencia de dos chicas que sienten atraccion entre ambas donde iremos revelando a medida de que avance la historia el por que del titulo.
Welcome message from author
This document is posted to help you gain knowledge. Please leave a comment to let me know what you think about it! Share it to your friends and learn new things together.
Transcript
  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 1

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 2

    SORPRESAS DE LA VIDA

    By SAORI

    Libros editados para La Teta Feliz. Org 2012 Todos los derechos reservados. Esta publicacin no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, registrada o

    transmitida por un sistema de recuperacin de informacin, en ninguna forma ni por ningn medio, sea mecnico, fotoqumico, electrnico, magntico, electroptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo, por escrito, del autor

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 3

    I CAPITULO

    Era temprano y comenzaba a nevar, la verdad es que por Valencia capital no suele nevar

    para ser sinceros, pero ya hacia unos das que vivamos con un temporal de bajas

    temperaturas y lluvias, era toda una delicia ver como caan del cielo una especie de

    gotas que descendan suavemente como plumas, era maravilloso ver algo as en una

    comarca en la que no se disfruta de estos cambios climticos tan extremos, momentos

    as se convierten en esos recuerdos que uno piensa que son para no olvidar.

    Desde nia siempre so con ver caer la nieve en dnde yo viva, que si lo pienso en ese

    sentido no ha cambiado mucho la cosa, ya que sigo en el mismo piso en el que crec con

    mi abuela y mi hermana Carolina, supongo que hoy en da para muchos es raro

    escuchar lo de mi abuela esto y lo otro, ya que todos piensan relativamente en mi padre

    o mi madre, bueno todo tiene su simple explicacin mis padres fallecieron cuando

    ramos nias y gracias a dios, puedo decir que tuvimos la fortuna de tenerla a ella que

    nos arrop con sus mltiples atenciones y cario, siempre era un consuelo acudir a ella

    cuando ms falta nos hizo y su consuelo todo lo curaba, en especial el recibir las burlas

    de otros nios por no tener padres.

    El pasado es un tiempo que ya no debe preocuparme y pensar ms en el presente, bueno

    no tanto, eso de que me eche ya novio puede esperar no es algo que me interese mucho,

    ms bien me trae sin cuidado, aunque eso no evita que me echen de vez en cuando el

    que me voy a quedar vistiendo santos o simplemente que ser una solterona, al menos

    me puedo rer y decir de que ser una solterona libre y sin habito como en la antigua

    usanza, mujer no casadera al convento

    Hoy en da se puede decir que no es que tenga mucho que contar, sigo en el mismo

    lugar que crec, llegu a terminar mi carrera de leyes y mercantil, para acabar en la

    aseguradora familiar, por as decirlo, digamos que no es que tenga muchas aspiraciones,

    simplemente que me dejen en paz y bueno encontrar algo interesante en mi futuro y

    bueno quien sabe algo que me haga sonrer adems de mi sobrina. Si me observo desde

    exterior se me podra considerar alguien introvertida, con un estilo de vestir practico sin

    mucho sentido de la moda, digamos que con ir bien me basta, no necesito un protocolo

    de estilos y modas para sentirme a gusto con lo que llevo, tambin puedo aadir que

    muy difcilmente alguien pueda recordarme llevando faldas ya que no me gustan en

    absoluto, yo con lo que siempre me he visto a gusto ha sido unos pantalones y camisas o

    deportivas, segn, creo que sera fcil confundirme en ocasiones con un chico, pero

    siendo sincera disfruto con la situacin las pocas veces que se ha dado.

    Apenas he de girar una esquina y estar en el local en el que paso gran parte de mi

    tiempo, ando con la mente perdida en mis pensamientos sin prestar mucha atencin a mi

    alrededor, estando de cara a la persiana de la oficina con las llaves en la mano, no estoy

    segura del por qu pero algo provoca que me gire a mirar a mis espaldas, realmente fue

    una sorpresa, ya que mi atencin fue captada por la nueva chica que trabaja en la

    panadera de enfrente estirndose como un gato de espaldas a m, me la qued

    observando largamente y deba admitir que su belleza era de admirar, esta chica posea

    una tez morena, con una sonrisa suave y cabellos ensortijados por los que mis ojos se

    deslizaban rizo por rizo, ese tipo de cabellos siempre me han fascinado, no tuve

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 4

    oportunidad de verle los ojos, pero me inquietaba la idea de ver su mirada

    observndome, pareca ridculo que algo as pudiera ocurrir, pero solo mirarla en esos

    instantes era como viajar al cielo.

    Bueno supongo que me gusta, pero si me acerco a ella seguro que tendra una decepcin

    al hablar con ella, pues me irritaba la gente prepotente y que quisieran tener la razn por

    el mero hecho de hablar. Con ellos esas conversaciones se hacan insustanciales y

    realmente pesadas, desde luego sera una lstima tanta belleza en una persona as, desde

    luego ya la estoy catalogando anticipadamente, ni siquiera le he dado una oportunidad y

    ya temo predecir algo desagradable, ni que tuviera miedo a conocerla

    No poda quedarme escuchando mis pensamientos por mas tiempo ah parada en medio

    de la acera, como si no tuviera faena que hacer, de entrada hay que abrir el local, y

    tenerlo listo para la clientela, antes de que llegue el resto del personal, y para lo que

    tengo que hacer es mejor no tener a nadie dando tumbos por la oficina.

    Trabajo en una empresa de seguros, uno de mis tos es el dueo, y yo me ocupo del

    personal y de que todo este en orden, vamos jefa de personal se podra decir, pese a que

    tengo ttulo de derecho empresarial, pero si uno quiere comer se ha de mojar en lo que

    halla. Tampoco me puedo quejar ya que no tengo intereses y expectativas mayores, con

    vivir el da a da me basta, evitndome problemas innecesarios en la oficina, aunque

    claro siempre hay envidiosos que buscan mi puesto y aaden que lo tengo por ser de la

    familia.

    El da transcurre sin novedad, una pirmide de documentacin cay sobre mi escritorio

    ya de buena maana y sigo enfrascada en ella, llamando a los clientes y asegurndome

    de los desperfectos mientras envi a los peritos y especialistas para sus reparaciones, y

    yo por no poder concentrarme me he llevado un par de toques de atencin de mi to, as

    que estoy algo cansada tras comprobar que la persona encargada para ayudarme hoy

    tena libre por necesidad medica , con todo slo puedo decir que hoy el trajn ha sido

    descomunal, para lo habitual.

    Siguiendo la rutina me aseguro de que todo est en orden antes de marcharme, y como

    una tonta sigo mirando a cada rato por la ventana, esperando verla, no me explico que

    me pasa, pero siento una especie de atraccin por esa chica, y lo peor es que no olvido

    ese cabello, como si deseara tocarlo y acariciarlo.

    Me dirijo hacia el aparato del aire acondicionado, debera buscar el mando a distancia

    pero ya ni animo siquiera de eso, simplemente necesito alejarme del despacho y tomar

    el aire, dejar de pensar en esa chica, que hoy ha sido la causa de mis distracciones y mis

    fantasas, por lo que parece no paro de soar por saber como sern sus ojos o el sonido

    de su voz.

    Madre ma, si oyeran mis pensamientos me miraran como a un bicho raro, y ya es

    suficiente con que me digan que pierdo mi tiempo en las oficinas, que tendra que ir a

    un bufete, y para ser sinceros, no tengo ganas de meterme a hacer prestamos

    empresariales y dems, pero claro por opinar puede opinar cualquiera.

    Al bajar la persiana oigo otra a mi espalda, me tenso con la idea de que sea ella, tanto

    pensar en ella ahora hace que me sienta como si con solo mirarme a la cara lo pudiera

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 5

    adivinar, dudo de que hacer, si marcharme o girarme y mirarla, pero una voz con tono

    suave y calmado me dice hola, o al menos esa es la impresin que tengo, as que me

    giro a ver y corresponder al saludo

    Era ella, me miraba a la vez que me sonrea, y me vuelve a saludar como si ya me

    conociera, no estoy segura ni de cmo actuar ya que es como si estuviera atrapada en

    una situacin de esas en las que a una la pillan haciendo algo indecoroso, en un

    principio no me sale ni el saludo mientras la observo, finalmente consigo responderle

    algo cohibida, adems estoy hechizada en la mirada de sus ojos, son verdes, preciosos,

    y de un tono intenso, casi uno dira que mira unas esmeraldas brillantes a la luz del sol,

    este tipo de ojos de normal solo los veo en ese tono en verano, pues un primo mo los

    tiene as pero mas tirando a grises.

    Me doy cuenta que me he quedado absorta en mis pensamientos, mientras me hablaba y

    que ahora me mira expectante como esperando una respuesta, ya es mala suerte, pues en

    realidad no tengo ni idea si me ha hecho una pregunta o qu.

    - Perdona, pero he perdido la atencin de qu me decas, si me lo puedes repetir.

    - Jajaja, solo te deca que me llamo Sandra, y que te llevo viendo hace dos meses cerrar

    tu sola la cortina del local, y me preguntaba tu nombre, para saludarte cuando te veo, ya

    que no conozco todava a nadie de por la zona aparte de clientas.

    - Ah, perdona si, mi nombre es Susana, y cuando quieras, si te apetece un caf con

    mucho gusto.

    Al menos parece que he perdido la timidez, ya consigo sonrerle y lo del caf la verdad

    es una idea impulsiva pero si que me gustara que se diera la ocasin, su voz es un

    deleite y cada vez tengo ms curiosidad.

    - Ahora no hay prisas, as que no estara mal, tomarse algo tranquilamente, si te apetece

    claro, sino lo dejamos para otro da.

    Yo no poda dejar de observarla, mira que la ocasin era extraordinaria, y se me hacia

    interesante tomar algo y saber mas de ella, aunque era algo precipitado y no tenia idea

    alguna de hacia dnde llevarla, empec a estar algo insegura pero bueno supongo que la

    curiosidad mat al gato, pues asent y termin de comprobar los cierres, antes de tomar

    direccin de una cafetera cercana, por el momento no se me ocurra nada mejor.

    Las dos horas que pasamos en el local, pasaron volando, era muy simptica e

    inteligente, segn me cont, haca un ao que acab la carrera de psicologa, pero al no

    encontrar todava nada en su rama, tom el puesto de la panadera, pues no tena nada

    mejor, y an viva con sus padres, pero tena ganas de independizarse. Yo tambin le

    cont la razn de que estuviera en la oficina de mi to, que viva sola en un piso que

    antes fue de mi abuela y que me dej antes de morir.

    Finalmente notamos que se hace muy tarde para seguir conversando ya que ella ha de

    madrugar mucho para atender el horneado aunque luego se ocupe de abrir el frontal que

    da servicio al publico, tras pagar lo consumido nos dirigimos hacia el exterior justo

    antes de llegar a la entrada me percato que un hombre de mirada lasciva no le quita el

    ojo de encima a Sandra y es mas, prcticamente nos corta el paso en la interseccin de

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 6

    dentro y fuera del local, justo antes de que ella llegue a su lado e intente una obscenidad

    me adelanto como si tuviera prisa imprimiendo con mi hombro y codo una presin

    sobre su vientre hediondo que lo hace recular y permitirnos el paso sin darle ocasin de

    acercarse a ella con esas intenciones, apenas llegamos fuera me giro percibiendo una

    furia incontenible en su persona no me reprimo en ese momento, le devuelvo su gesto

    con otra mirada de amenaza en la que tengo claro que no le pienso permitir acercarse a

    ella y que de alivio a su lascivia.

    En ese momento ella me toma de la mano y tira de mi alejndome de se individuo

    calvo y seboso, yo la sigo sin mediar palabra y me dejo llevar, todava me siento

    indignada por el comportamiento del hombre y si soy sincera si para conmigo no

    permito que se sobrepasen menos todava con quienes me acompaan y si he de

    intervenir como me salga intervengo

    Al cabo de un rato de ser arrastrada calle abajo cogida del brazo ella me suelta y se gira

    cara a mi, alza las cejas y es cuando yo espero un sermn por su parte, sin embargo me

    sigue mirando a la vez que tuerce la cabeza con una cierta sonrisa de picarda y

    empiezo a intuir una especie de broma hacia mi persona.

    -La prxima vez permteme desfogarme yo con un pisotn de los que a uno lo dejan

    cojo, vale?.

    Ahora soy yo la que alza ambas cejas de incredulidad y con unas ganas tremendas de

    rer.

    No hubo mas intercambio de opiniones simplemente ella se dio media vuelta sonriendo

    y dicindome adis y me dej ah con un sabor de boca raro, mas bien como si me

    hubiera quedado sin tomar el postre, ella se aleja de mi mientras yo la observo caminar

    hasta volver la esquina mas cercana y perderla de vista, es cuando me doy cuenta que su

    despedida no ha sido afectuosa sino algo as como juguetona

    Tras dos horas dentro de la cafetera que ms bien pareca un asentamiento de jubilados

    aficionados al puro y al domino, me noto entumecida y necesito pasear un rato, enfilo

    una calle a mi derecha que desemboca en el cauce del ro Turia, el cual invirtieron hace

    aos para convertirlo en una zona de ocio y naturaleza, muchos deportistas pasean a la

    carrera por los senderos, otros van en bicicleta y todo vigilado por la guardia montada o

    la polica motorizada, cuando oscurece no es el mejor lugar donde estar ya que puede

    ocurrir cualquier cosa, los fines de semana la zona infantil est a rebosar de madres con

    sus pequeos, a mi me gusta ms venir y sentarme un rato en un banco frente al campo

    de bisbol y ver como algunos equipos le dan a la bola con el bate, a veces de noche hay

    equipos de ftbol en los campos de tierra bajo las Torres de Serrano, por lo que se

    puede disfrutar de la aficin principal por aqu.

    Tras media hora de paseo sub por una de las rampas, ya casi no se vea a nadie por

    abajo y haba zonas que era mejor evitar ya que a la noche era pasto de los vagabundos

    y delincuentes, al llegar arriba busco un paso de cebra por donde cruzar al otro lado de

    la circulacin, a esas horas era muy densa ya que muchos regresaban tarde a sus casas e

    incluso alguno iban de camino a sus empleos, me qued esperando a la altura de la

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 7

    estacin de autobuses a la espera de que el semforo cambiara a verde, a mi lado un

    hombre con silla a motor esperaba a la vez que protestaba por la tardanza del semforo.

    Tras cruzar y caminar un buen rato llegu a mi patio justo cuando encendan ya las

    farolas, la nevada de la maana apenas dur unos minutos y ya nada de su recuerdo

    quedaba en las calles, eso me hacia pensar en lo bonito que sera mirar esas farolas con

    una capa de nieve sobre ellas ya slo me quedaba ver cundo sera la prxima vez que saldra a dar una vuelta y conversar con ella otro rato, la conversacin haba fluido

    de un modo ameno.

    Bueno a subir pasar un rato al ordenador mientras preparo la cena ver un poco la tele si

    se tercia y a la cama, que maana otro da ser.

    As fue como nos fuimos conociendo, y cada maana al empezar la rutina, nos

    saludbamos y los viernes quedbamos a tomar caf en el local de siempre, finalmente

    desde esa tarde acudamos a la misma cafetera, aunque a mi ese sitio se me haca

    opresivo por el olor a tabaco, de los hombres que se sentaban a jugar a las cartas y

    domin todas las tardes que estbamos all. El local era como una reliquia de mi

    infantaza, con los ladrillos tradicionales de fondo el local desprenda un aire de antao,

    las mesas de metal relucientes le daba vida, la barra segua siendo de madera sobre una

    pared de azulejos rojos, parece que esa parte todava no se haba tocado del local

    original, en cambio era un sitio muy luminoso, ya que casi no tenia paredes frontales y

    si muchas mamparas y puertas acristaladas que permitan la entrada de la luz solar al

    interior y eso a su vez un ahorro de luz elctrica, la barra heladera al fondo segua

    abierta a la vista del publico y no en arcones como en muchos locales, aqu gustaba

    mucho de cucuruchos de dos bolas, del techo en vez bombillas de tubo caan en cadenas

    lmparas modernas de aluminio, era una mezcla un tanto discordante pero no pareca

    notarse mucho. Eso s le daba algo de calor al local cuando oscureca y se vea bastante

    bien, aunque el suelo tuviera una alfombra de colillas ya que muchos olvidaban que

    existen ceniceros. A ver si aprueban la ley antitabaco.

    Algunas veces conversbamos sobre nuestras infancias, en otras sobre los sueos

    perdidos e incluso aspiraciones, yo deba admitir que no tenia muchas que digamos,

    ella en cambio parece que su aspiracin era digna de admirar ya que el proteger al dbil

    y mantener la ley era el sueo de muchos hombres y la gran prueba de la mujer, cada

    da muchas se decantaban por esta profesin, entre ellas mi hermana, a la cual admire

    por aos cuando paso las pruebas de ingreso.

    Siempre que llegaba el viernes disfrutaba mirando su estilo al arreglarse a diferencia de

    m era muy femenina, yo en cambio siempre me decant mas por lo verstil y

    comodidad, en pocas palabras no me gustaba complicarme la vida a la hora de

    arreglarme, y si era por maquillaje con lo justo me sobraba.

    Una tarde me pregunta si tenia novio, yo claro le dije que no, pues era cierto y entre

    titubeos me pregunta si me gustara salir a tomar algo con ella, a una discoteca o a algo

    el fin de semana, yo estaba ilusionada, pues me senta a gusto en su compaa, pero no

    estaba segura, si era que me invitaba de un modo amistoso o algo ms. Fuera como fuera la propuesta me emocionaba y abandonar mi ordenador tampoco era algo que me

    tuviera que doler, su compaa era mucho ms dulce.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 8

    Tranquilamente acepto la invitacin, sin estar segura de por qu, si por salir, si por no

    pasrmelas delante de una pantalla llena de conocidos que no conoca, o simplemente

    por que era ella quien me lo peda, con todo vali la pena, pues esos ojos suyos

    relucieron como esmeraldas volviendo a quedar mi mirada prendada de ellos, y su

    sonrisa pareca que me fuera a iluminar el camino al cielo, por favor se puede saber que

    estoy pensando.

    Quedamos para el fin de semana siguiente, eligiendo ella el locales donde ir a tomar

    unas copas y luego pasaramos al cine a elegir una pelcula que ver, no me apetece ir de

    discoteca, despus de todo que yo sepa es una salida amistosa, y hace tiempo que no

    salgo por ah, a ver si me animo un poco ms, casi se me puede tomar por una abuela

    con su chal viendo la tele hasta dormirse sentada en su silln Dios me libre.

    Durante la semana hubo un par de los con el papeleo en la oficina que me toc

    solucionar, y fue una lstima pues no pude ver a Sandra cuando cerraba, echaba de

    menos esos minutos antes de marchar cada una a su casa, pero al llegar el jueves por fin

    pudimos coincidir y la acerqu con el coche a su casa, mientras quedbamos a una hora

    en la plaza de Espaa, al parecer ella viva apartada de la ciudad de Valencia y de

    alguna manera pens que le sera ms sencillo trabajar cerca de en donde ella tenia su

    hogar para no tener que trasladarse tan lejos, por lo normal ella iba en su propio

    vehculo, el cul se encontraba en el taller por un fallo del embrague, con todo yo ya me

    senta impaciente Cuando lleg noche se lo cont a mi hermana mayor que estaba invitada a cenar, las dos nos encontrbamos en la cocina sentadas en las sillas a

    conjunto con la mesa de los aos 60 con patas de hierro, la verdad es que tras fallecer

    mi abuela la cocina la dej tal y como estaba, ese lugar se me hacia demasiado

    entraable para remodelarlo, conservaba demasiados recuerdos de ella con nosotras a

    los fogones o en la mesa en el mismo lugar en el que conversamos tantas noches con mi abuela yo comparta con ilusin los por mayores de mi amistad con Sandra, en un

    principio ella me escuchaba en silencio, de vez en cuando me hacia preguntas sin

    sentido como si buscara provocarme, en ms de una ocasin me sent incomoda y bueno

    ciertamente no sabra definir las razones, slo s que era como si se entrometieran

    demasiado en mi intimidad, claro est que mi hermana dada su vena de polica no se

    puede evitar que le cause curiosidad cualquier cambio en mi circulo de amistades y

    sobretodo alguna pareja, desde luego me hace pensar en mi abuela con una lupa en

    mano inspeccionndome de arriba abajo, por muy ridcula que parezca la escena es en

    lo nico que he podido pensar al recibir su tanda de preguntas.

    . No se por qu pero ella no paraba de rer, y yo venga a mirar su pelo, que se lo haba

    teido de rojo anaranjado, lo peor era que me miraba con mirada pcara, y no saba que

    le haca tanta gracia. Si fuera una mal pensada dira que se est burlando de m, pero

    conocindola sospecho algo bien distinto, qu algo se me escapa y ella la muy bribona

    est al tanto y desde luego ya me tiene frustrada tanta risa y miraditas.

    Mi hermana siempre fue una persona muy animada y curiosa, as que no me extra de

    sus preguntas ahora de que no parara de rer me crispaba, pues se me pasaban mil ideas

    por la cabeza y yo como tonta, esperando a que me contara el chiste. Ni el chiste ni la

    explicacin lleg.

    Finalmente la miro de frente y le suelto toda mosqueada.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 9

    - Oye se puede saber qu tiene tanta gracia, os que te res de mi o te has tomado algo

    raro antes de venir.

    Esperaba picarla lo suficiente como para que se le escapara la razn de tanta risa, as

    que esper su respuesta desafiante, desde luego se lo tom con calma ya que se

    destornillo todava mas y si fuera posible creo que mi rostro se hubiera vuelto morado

    de coraje, pero a fin de cuentas explotando no le iba a sacar nada, as era ella, o uno se

    controla o ella har que ests dando ms vueltas que un perro hasta tener la respuesta, lo

    que era seguro es que ella se divertira con el proceso hasta que se compadeciera del

    infeliz que la hubiera desafiado.

    - T me haces gracia, y estoy feliz por ti aunque todava no sepas por qu y espero que

    te vaya todo bien este fin de semana.

    Y yo con la boca abierta veo como se levanta se pone el abrigo y se marcha tras una

    despedida entre divertida y cariosa. Y yo sin entender a que se refiere, lo mismo espera

    que me eche novio y todo. Ahora que lo pienso la idea se me hace desagradable, eso de

    buscarme a alguien por que estoy sola, no, no le veo inters. Supongo que an no

    habiendo ladrado me va a tocar dar vueltas con las orejas gachas hasta que averige de

    que se trata, a veces la antipata es insuperable, sigo sin entender por qu me trata as,

    supongo que por ms que le de vueltas ser intil, todava resuenan sus carcajadas en mi

    cabeza, me hago a la idea de recoger la cocina antes de ir a acostarme e intentar no

    perder el sueo.

    Antes de acostarme me miro en el espejo, tengo la sensacin de que me evalo, al

    menos si me voy de fiesta que me vea bien, bueno el pelo lo llevo en melena y tiene un

    color rubio claro, no me he planteado teirme como mi hermana, pero a veces pienso

    que se me hace aburrido, y me doy cuenta que tengo ganas de ver a Sandra y explicarle

    la conversacin con mi hermana y lo mucho que me frustra su actitud, me quedo

    mirando mi mvil, sin saber que hacer si llamarla o que, y me doy cuenta de que estoy

    actuando como un cro tras su primera novia, por dios ahora podra pensar que soy

    lesbiana y a saber que ms.

    Me miro algo mas en el espejo, las cejas finas y alineadas casi en lnea recta, los labios

    gruesos, no se porque para mi gusto demasiado, y me miro mas atentamente, a lo que

    reparo que he ganado kilos y que me he de poner a dieta, genial lo que hace de una la

    idea de salir de fiesta o por ah, verse obesa antes de ir a la cama echo un vistazo a la nueva baera que me permit cambiar las navidades pasadas y que era la dicha de mis

    delicias en momentos en que necesitaba un momento especial a solas, y por que no

    admitirlo la envidia de mi hermana, que siempre que tenia oportunidad aprovechaba

    para colarse dentro y darse un lujo

    Los siguientes das a esa noche, pasan en un estado de frenes y nerviosismo, en si

    preguntarle que ponerme por si vamos a algn sitio que en cuestin hay que cubrir

    ciertas apariencias, en si quedamos ms temprano, esto ltimo producto de mi

    impaciencia, de paso salgo a comprar al Mercadota el supermercado ms cercano a mi

    vivienda y realizo una compra para toda una semana, en serio me estoy desquiciando,

    teniendo en cuenta que no suelo comer en casa.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 10

    Llega el consabido da de fiesta y la espero en la plaza muerta de fro, hace ya dos

    meses que la conozco y todava no habamos echo ningn plan juntas, as que me siento

    ilusionada y con ganas de ver a donde vamos, yo todava no he mirado que pelcula

    podramos ver esa noche, por ms que le di vueltas segua una idea en mi mente, que

    pelculas le gustan a ella para que no se aburra. Si por mi fuera con una de accin o de

    artes marciales ira mas feliz que un cro con unas golosinas, pero pensndolo mis

    gustos en lo que se refiere a pelculas nunca han sido tan finos y romnticos como el

    resto de chicas, la mayora se decantaba por una romntica y empalagosa, yo en cambio

    en ese tipo de estrenos me dorma cuando iba con Carol y sus amigas.

    La veo llegar desde lejos, su manera de andar es inconfundible, varios tos le dedican

    silbidos de admiracin al pasar cerca de ellos, ese simple gesto me provoca varias

    sonrisas al pensar en lo poco que a ella le impresiona esos gestos, ya que la he visto

    eludir en el restaurante piropos de los mas obscenos como si fueran para ella

    mantequilla, provocndome risa el gesto de ms de un sujeto tras alguna replica que

    deja al individuo de lo ms incomodo hasta el punto de retirar la mirada. Conforme se

    acerca a m me fijo en que lleva puesto, unos vaqueros bien ajustados, una blusa roja

    escotada, el pelo suelto y maquillada, impresionante, parece una modelo en pasarela, me

    miro y me digo que ni punto de comparacin, llevo unos vaqueros rectos, y un yrsey

    fino con escote y botas de tacn alto, nos saludamos con dos besos en las mejillas y me

    doy cuenta que tengo la tentacin de besarla en los labios, increble, de veras estoy

    deseando besarla y la cuestin es que sigo mirndola como si esperara algo mas, ella

    sonre y tengo la sensacin de que sabe que pienso, por dios, me siento la cara arder y

    me oigo una risa fluida muy cerca, bajo la mirada y es ella, me mira con picarda y

    sonriendo, no parece que mi reaccin la disguste, ms bien le agrada

    Siento su persona muy cerca de mi, su rostro casi roza el mo, puedo notar su aliento

    clido en mi cuello, no me puedo resistir, desciendo el rostro hacia el suyo, tomando

    posesin de se calido roce que me ofrecen sus labios, y me siento viva, si, me doy

    cuenta de lo que estoy haciendo pero soy feliz, en ese momento caigo en la cuenta de

    por que se rea mi hermana de mi, y de lo que significan sus palabras, y lo que es ms,

    lo acepta y no le importa, y me doy cuenta de que soy mas feliz todava.

    Sandra me mira tmida, como si no supiera lo que me pasa, o como esperando a ver mi

    reaccin, y yo la beso de nuevo, esta vez le robo un beso suyo, siendo feliz y plena al

    mismo tiempo, le tomo la mano y comienzo a caminar sin importarme ya el destino, he

    encontrado mi otra mitad y solo deseo seguir la noche en su compaa.

    En toda la noche no descansamos, cambibamos de un lugar a otro sin poder parar

    quietas, para m era todo una novedad, tanto tiempo en casa sin ganas de nada ms que

    sentarme frente a la pantalla de mi ordenador, era como redescubrir un mundo de luces

    y color y montn de gente que se diverta sin fijarse en quienes eran unos u otros,

    nosotras sonreamos como tontas, y para mas aclaracin nos mirbamos cmplices, la

    electricidad era palpable en cada gesto que nos dedicbamos, en especial para m cada

    vez que nuestras miradas se cruzaban, desde luego lo que sentamos era evidente para

    cualquiera que nos observara unos segundos, aun as no nos importaba, con estar juntas,

    con saber lo que sentamos ambas nos bastaba.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 11

    Cuando caminaba observaba como sus cabellos ensortijados se mecan con el ritmo de

    su caminar, a mi se me apeteca abrazarla por detrs y respirar el aroma que desprendan

    sus stos, a cada rato tena que contenerme de hacer cosas as, no s si por cohibicin o

    por no actuar por impulsos, pareca que fuera a perder la cabeza o lo que era peor la

    cordura, de todas formas en el fondo, me importaba bien poco, dios en verdad si soy yo

    quin piensa as no me reconozco, realmente me siento hambrienta, pero no de comida,

    ms bien. De ella, de su calor, de su alegra, de su tacto, de su mis pensamientos siguen sendas prohibidas para la decencia y la moral, pero que diablos, como no desear

    tenerlo todo cuando se tiene a un ngel como ella correspondindote.

    Tan incontrolable me he vuelto de pronto como una adolescente, es como si un fuego

    me consumiera, y me forzara a arder cada vez mas, y la nica manera de extinguir este

    ardor, fuera formar parte de esa corriente con ella, suena extrao, me estoy volviendo

    loca desde luego, pero esta ansiedad, me confunde mucho o ms bien no haberla

    experimentado antes

    El agotamiento en ocasiones es perceptible pero otro cambio de ambiente es suficiente

    para espabilarme, ella me lleva por varios clubes de ambiente en el que puedo ver como

    otras parejas como nosotras disfrutan de la intimidad del local y la libertad de actuar sin

    perjuicios ajenos, aun me muevo algo descolocada pero mi curiosidad por verlo todo y

    en especial seguirla dnde sea es suficiente para no cohibirme en un lugar que todava

    me es extrao.

    Al final, es de maana, no hemos parado, aprendiendo la una de la otra, el como hemos

    disfrutado de los distintos lugares, los ambientes han sido muy variados y cada vez se

    nos ha hecho mas emocionante, las reacciones en ocasiones nos provocaban una

    situacin de ansia y excitacin que nos obligaba a desviar nuestras miradas, la timidez

    era palpable en especial en m ya que ella siempre me obsequiaba con una de sus

    sonrisas , seguimos hasta esas horas evitando llegar a precipitarnos a una situacin en la

    que no vea preparada, todava no, pero la deseaba..

    Llegamos a mi vehculo, exhaustas por una noche tan trepidante, con la felicidad

    marcada en nuestros rostros, sonremos, la cita ha llegado a su fin, pese a que no nos

    apetece separarnos, estamos a gusto la una con la otra, nos miramos interrogantes, yo

    con mltiples ideas en mi cabeza, esperando a que ella dijera algo. No me atreva a

    decidir que paso dar a continuacin ya que en esos instantes se me antojaba ms

    apetecible a cariar sus cabellos y su piel, tampoco estaba segura si para ella seria algo

    precipitado, as que decid atenerme a su decisin.

    Est claro o nos miramos como dos seales de trafico contradictorias, o nos metemos en

    el vehculo antes de que nos tomen por un stop, no tengo ganas de ser abordada por un

    to que se crea que dos tas solas, son dos mujeres necesitadas, en verdad algunos solo

    piensan en lnea recta, y no sabran lo que es direccin prohibida, con prisas y algo torpe

    desbloqueo los seguros con el automtico y le abro la puerta antes de dirigirme a mi

    lado, preparndome para conducir, como no Uno de esos muertos de hambre pasa en su moto, silbndonos, no si soy gafe seguro.

    Me meto a toda prisa y pongo en marcha el motor, no tengo ganas de ver si vuelve a ver

    si somos dos piezas fciles, me coloco el cinturn conforme maniobro para salir a la

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 12

    circulacin, en verdad deb ponerme primero el cinturn, pero no se, me siento con

    urgencia de salir cuanto antes, no lo entiendo bien es como si todas las clulas de mi

    persona estuvieran fuera de s, tampoco la miro a ella ya que no me atrevo, estoy

    tensa.

    Cuando llevo unos minutos conduciendo, sin nimos de decir nada esperando a

    encontrar la manera de cortar esa tensin que se ha creado entre ambas, me detengo en

    un semforo esperando a que cambie de disco, y es entonces cuando siento su mano

    sobre la ma, que calidez no se cmo, pero su contacto me reconforta, no estoy segura

    de cmo reaccionar mientras la miro de reojo, tiene los parpados cados y una sonrisa

    suave como de paz, he olvidado el tiempo y el semforo, e incluso el echo de que

    tengamos ms vehculos haciendo cola por detrs nuestro, ella es como un brebaje,

    bueno si algn da siento ansiedad solo tendr que acercarme a ella. Dios pero que me ando diciendo, es como si no me lo pudiera tomar en serio, tiene que ser mi

    nerviosismo, ya comienzo a pensar sandeces, como se me escape una, lo voy a pasar

    muy mal, no quiero ofenderla. Aunque me pregunto cmo tomara ella la caprichosa

    idea de verla como una diosa de la serenidad en estos instantes..

    - Susana, estas muy tensa, quieres hablar conmigo?, no se como decrtelo, pero de

    pronto te noto incomoda.

    Vuelvo a mirarla de reojo, su semblante es de preocupacin y duda, su mano antes

    posada con suavidad sobre la ma en estos momentos se sujeta a la ma a modo hacer

    notar su presencia y una respuesta por mi parteahora me puedo decir a mi misma, la pifiaste.

    Finalmente mis pensamientos toman otra direccin intentando responder correctamente

    a su vez que tranquilizarla sin llegar a decir una mentira, no se, lo veo muy complicado

    de pronto

    Genial, y ahora me siento entupida, a ver como se le dice a la chica que te gusta, que la

    deseas, y que a la vez te sientes pudorosa, o peor, que es tu primera vez, no eso no, por

    favor que no me pregunte eso.

    Finalmente consigo que las palabras me salgan algo atropellas por el nerviosismo lo

    cual me crea ms inseguridad, conforme pronuncio cada frase ella mantiene mientras su mirada atenta en mi rostro, el coche en esos momentos se me antoja diminuto y en

    cierta manera opresivo, creo que si me atreviera saldra de l sin prensrmelo dos veces.

    - Perdona, es solo que estoy nerviosa, adems hace demasiado tiempo que no sala hasta

    tan tarde, y bueno la falta de costumbre, si tu tienes sueo puedes recostarte y descansar,

    no me importa en serio.

    - No para nada, estoy estupendamente, pero no se por que de golpe te cierras, no te noto

    como siempre, se que te pasa algo pero todava ignoro de que se trata, si quieres hablar

    te escucho como siempre y si, te incomodo dilo, pero al menos no me evites da la

    sensacin que he hecho algo mal, y no me gusta.

    Tiene razn, y mucha, no es su culpa, soy yo, pero tengo vergenza de admitir la

    realidad del asunto.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 13

    Todava divagaba en mi conciencia cuando llegamos al paso a nivel del tranva,

    entonces siento su mano en mi brazo, con suavidad me acaricia rtmicamente, creando

    en m un estado de hipnotismo y placer, pienso en sus ojos siguiendo la lnea de su

    mano en cada caricia y no me puedo resistir a girar mi rostro para mirarla, est

    preocupada lo cual desinfla toda idea seductora que mi mente haya creado en esos

    instante de intimidad, parte de su alegra se ha desvanecido como una vela que atena su

    llama cuando su propia cera la abnega provocando una posible extincin de su luz, su

    espontaneidad sigue ah como en una suplica silenciosa resistindose a sus

    pensamientos, los cuales corren en direccin contraria a sus actos y mientras

    instintivamente esperando a que confe en ella, no se merece mi silencio, parpadeo

    pensando que decir pero no tengo tiempo ni de pesar, ella toma inesperadamente la

    iniciativa acercndose y besndome con ternura, con mucha suavidad va profundizando

    el beso mientras se intensifica con cada roce de nuestras lenguas, mi temperatura

    asciende rpidamente y solo un pensamiento atraviesa ese velo de fogosidad como una

    confesin de mi alma, su cario me derrite y me emociona profundamente, mi mente se

    desconecta por completo sin ser ya consciente de mis actos, hasta el punto que olvido

    incluso que el motor sigue en marcha, solo existe su calor entre mis brazos, su dulzura

    en sus besos, su cario en su entrega impetuosa Poco a poco crece ese fuego que ella ha prendido en mi interior y que me devora por momentos, avivado por todo lo que ella

    me hacer sentir y concebir con cada arremetida de nuestros deseos, el suyo fiero y

    desesperado y el mo ardiente y sumiso algo en mi me dice, que ella manda.

    Dejo de notar como el vehculo briba, y soy consciente por una milsima de segundo

    que ella lo ha apagado por lo que en el silencio de mi mente algo exclama

    agradecimiento y felicitaciones por saber mantener la mente despierta, lo siguiente es

    que se acomoda sobre mi, y todo mi ser clama a los cielos clemencia por la locura que

    se desata en mi interior, sin reparar en el volante ni perder contacto con mis labios sus

    manos me recorren ansiosas, un ronco gemido resuena en el insufrible espacio en el que

    nuestros cuerpos se retuercen por tener un contacto ms libre de obstculos, percibo la

    desesperacin de su deseo que empieza a consumirla o eso pienso, mi cuerpo se

    estremece con su caricias implorando que no cesen, no me puedo resistir no se lo que

    hago instintivamente la sujeto de las nalgas y la arrimo ms a mi ardiendo por un

    contacto ms intimo, siento ansia por acariciar su piel aterciopelada, por tocarla

    desenfrenadamente y llenarme de ella mis manos toman decisin tras decisin sin yo pedirles nada es el baile eterno de la pasin, me dejo llevar por cada ritmo que despierta

    en mi una nueva oleada de descubrimientos y ansias, ella me levanta el yrsey creando

    en mi una liberacin, su mirada se clava intensa en la ma y sus ojos profundos me

    atraviesan en un latigazo de algo tan indescriptible que me desmorono en temblores, an

    as no rompo el contacto visual mientras ella me observa esperando una negativa, no se

    la doy en esos instantes no hay nada que desee ms que darle todo cuanto dese y

    entornando la mirada complacida ella sigue, sus manos desciendes por mi torso a

    acariciar mi estomago mientras sus labios se trasladan a mi cuello, ella es fuego liquido

    y yo suspiro de placer, me dedico a acariciar su espalda suave y fuerte que de alguna

    manera me incita a algo ms que acariciar esa piel calida y sedosa, ansi mas, tocar

    mas, tengo mucha hambre de ella , me levanta los brazos quitndome la prenda, y en

    esos instantes nuestras miradas se cruzan de nuevo, el deseo que veo reflejado me seca

    la boca, deseando beber de sus labios hasta la ultima gota de placer que esta me otorgue,

    la beso con desesperacin sin poder conformarme desciendo a su cuello, la mordisqueo,

    mi cuerpo arde derritindose en esta danza que obnubila mis sentidos..

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 14

    Un fuerte ruido nos sobresalta, el tranva ha pasado, no se bien que ocurre algo confusa,

    miro a todos lados buscando la razn, mi sorpresa es mayor dndome cuenta de que

    estoy haciendo, bueno soy dichosa entre sus brazos pero dnde es otra cuestin,

    seguimos en plena ciudad en el interior de mi coche a la vista de cualquiera, con una

    cola de coches esperando a que les cedamos el paso, tocando el claxon y

    reclamndonos, que no hay derecho..

    Ella me mira entre sorprendida y orgullosa mostrando una sonrisa de complacencia que

    me arranca una carcajada pese a la incomodidad que siento, en verdad hemos perdido la

    nocin del tiempo y el sentido comn, se retira con rapidez para dejarme el volante

    libre, muevo mi coche del atasco creado por esa fugaz pasin de la cual todava me

    deleito y avergenzo en cierta manera, no me arrepiento simplemente prefiero ms

    intimidad, atravieso la va y recorro un trecho buscando un hueco entre la hilera de

    vehculos aparcados a mi derecha, encuentro uno y aparco cerca de unos jardines

    nuevos que han bautizado como Marxalenes, la observo sin saber qu decir, descubro

    que esta sonrojada y me mira de reojo como una nia traviesa y sencillamente adoro ese

    gesto, levanta las cejas sonriendo con picarda, no se bien que le hace tanta gracia, pero

    quizs no le de oportunidad a que me lo explique, esa sonrisa promete otro intento de

    abordamiento ardiente. Mis pensamientos se movan entre ideas lujuriosas cuando su

    voz me devuelve al presente.

    - Susana, no se tu, pero para mi seria muy extrao.

    - El qu seria extrao?, no me digas ahora que nuestra relacin lo seria para ti.

    - Jajjajajaja, no para nada, no eres la primera chica que conozco que me gusta, es solo

    que bueno, nunca pens que vera echa realidad una fantasa as.

    - A qu te refieres?

    - Pues a ver a una mujer hermosa, conducir como si tal cosa por la ciudad, en

    sujetador

    Madre de dios, no, no es posible, me miro, y es cierto, voy en sujetador, desde cuando?

    pienso yo, con la mirada busco la prenda con desesperacin, en eso percibo que ella se

    estira como alcanzando algo tras de m, y veo su torso bien escotado de la blusa Sus pechos, se me antojan deliciosos, me dan ganas de tomarlos con mis manos, mi mirada

    la sigue recorriendo con un inters placentero, mi cuerpo se tensa conteniendo todo lo

    que siento, vuelvo a elevar la mirada y tropiezo con la suya, divertida ante mi descaro,

    siento que me arde la cara, me he dado cuenta de lo que hacia, me la coma como si de

    un dulce fuera y me regalaran..

    Me ofrece la buscada prenda, pero sus ojos no me miran a mi, bueno si, pero no a mi

    rostro, demasiado bien se donde me mira ya que mi respiracin queda contenida siendo

    como si en vez de mirarme slo me acariciara con su deseo, me hace sentir bella y

    sensual adems de completamente viva, me doy cuenta de que me gusta que me mire as

    , los labios los noto muy secos, paseo inconsciente la lengua por ellos en un intil

    intento de aliviar esa sequedad, su mirada se desva centrndose en mi gesto, hago

    amago de volver a la realidad de no repetir la escena anterior en pblico, descubriendo

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 15

    lo incontenible que estoy y lo mucho que me cuesta centrarme en la carretera, a duras

    penas puedo alternar miradas de la obligacin al placer que siento con la idea de besarla

    de nuevo.

    A la primera oportunidad que encuentro me acerco a besarla y en ese instante vuelvo a

    escuchar otro silbido, ambas pegamos un respingo por la cercana del sonido, nos

    volvemos en busca de la procedencia de ste con la sorpresa de saber que unos cros nos

    miran entre pullas y gestos obscenos, parece que vuelven de la discoteca, evidentemente

    por el aspecto y sus movimientos descoordinados est claro que van tomados de

    alcohol y quien sabe si algo mas algunos arrastran la ropa de abrigo la cul cuelga como si de un pauelo se tratase de sus cinturones, los pantalones de algunos

    prcticamente cados mostrando la ropa interior, algunos andan tambalendose mientras

    que otros son incapaces de coordinar el habla y apenas consiguen balbucear dos vocales

    continuas con sentido, las chicas se ren estrepitosamente mientras sus ropas no dejan

    mucho para la imaginacin lasciva casi una podra decir ven y tmame, propiamente se

    podra pensar que a tan corta edad aparentan cualquier cosa excepto decentes

    Sandra me echa mi yrsey encima toda apurada tapndome de las miradas indiscretas,

    no puedo evitar el reflejo de esconderme y abrazarme con rapidez sobre los pechos con

    la prenda como si esta pudiera protegerme de los pensamientos impuros de otros, parece

    que el da de hoy va a ser bastante inolvidable y a su vez una ancdota que espero no

    llegar a contar de la vergenza que siento..

    - Muvete atrs, yo conducir, en cuanto estemos en marcha, arreglate.

    Algo aturdida con todo lo que ha ocurrido, sin palabras y agradecida de que ella se haya

    hecho cargo de la situacin, sigo sus indicaciones todo lo rpido que me permite el

    reducido espacio sin poder dejar de pensar en el bochorno, adems de seguir

    semidesnuda ante unos adolescentes.

    Ella me salv de la situacin, el ambiente entre nosotras se calm aunque claro con

    semejante jarrn de agua fra imposible tener ganas de repetir, el interior del coche se

    torn incomodo, no sabia ni cmo actuar, la mir de reojo encontrndome con una

    sonrisa divertida y una mirada muy brillante, lo que me inquietaba era mi coche y quera salir corriendo de ste, ser cobarde, huir de ella ahora, menuda manera de

    demostrarle que me gusta, actuando como una mocosa.

    Algo apabullada por la cobarda pasajera que sufr apenas presto atencin a sus

    movimientos, me pierdo en cada gesto que mi mente reproduce ensimismada como una

    nia en una fantasa y fascinada por el mpetu que demostr anteriormente e incluso el

    valor y la confianza en cada acto como si descubriera que hay una parte de mi que no

    reconociera, ciertamente es as ya que jams tuve iniciativa en el pasado en un sentido

    sexual, prcticamente mi inters hasta esos instantes haba sido inexistente, una cierta

    sonrisa asoma a mis labios de satisfaccin Evitando entablar una conversacin por el momento, me quedo mirando el vaco a

    travs del cristal, por mas carretera que haya no veo mas que la nada, el silencio es

    absoluto al igual que mi mente que la tengo en blanco con la mirada perdida, parece que

    sto de no haber dormido me ha afectado el cerebro seriamente, no soy capaz de razonar

    solo espero que ella no se de cuenta, lo nico que me faltara es que me tomara por

    inmadura

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 16

    Casi sin darme cuenta me percato que la velocidad va aminorando y es cuando empiezo

    a fijarme en dnde nos encontramos, no lejos del mar un lugar relajante y tranquilo en

    un da como hoy que esta nublado, no hace mucho fro mas bien templado con algo de

    brisa, y el aire huele intensamente a sal y lo impregna todo creando un estado de alivio y

    bienestar, siempre me pasa cuando voy a pasear a la costa, para mi es un aroma que te

    envuelve hacindote sentir fresca por momentos y con ansias de correr y desahogar todo

    lo que se lleva dentro. Sencillamente es liberador.

    Mi mirada se detiene en el horizonte donde apenas se otean a esta distancia algunas

    gaviotas que ya surcan los cielos por encima de las aguas arrulladoras y saladas, las

    observo un rato lamiendo la orilla de la playa mientras me siento tentada de dejarme

    refrescar por sus olas, la sensacin es tan seductora que la idea de llevarla conmigo y

    disfrutar de un momento as juntas es muy tentadora.

    Mientras pensaba en todo esto y disfrutaba de la sensacin, ella ha detenido el coche de

    cara a una visin tan magnifica de la naturaleza, estaba tan ensimismada con todas las

    nuevas experiencias y sensaciones de las ltimas horas, que creo que habra llegado al

    fin del mundo sin enterarme. Realmente tampoco me habra importado.

    Tras el trayecto en silencio se me hace opresivo seguir as, finalmente decido girarme

    hacia ella quedndome petrificada, la observo mientras ella yace recostada en el asiento

    del conductor con los parpados cerrados, se distingue una tenue sonrisa en sus labios,

    deseo besarla de nuevo, me contengo pese a que s que disfrutara mucho hacindolo,

    pero descubro que me siento en paz con solo mirarla, me recuesto tambin en mi asiento

    inclinndolo hasta la misma posicin en el que ella coloc el otro y acomodndome de

    lado, disfrutando de su presencia de esa paz que me hace sentir con slo tenerla cerca.

    Pasan los minutos, el cansancio me vence cayendo en un dulce duermevela hasta que ya

    no me resisto y me dejo llevar por el sueo, en el que continuo a su lado..

    Cuando despierto algo aturdida intento despejarme y pensar, no se cuantas horas han

    pasado, de lo que estoy segura es de que me duele todo, noto mucha luz sobre mi rostro

    lo que molesta de tal manera que intento correr las cortinas cercanas a mi cama,

    simplemente descubro que no hay cortinas ni mucho espacio ya que tropiezo con una

    ventana o como mnimo su cristal, intento abrir los ojos algo desorientada y me cuesta

    mucho, en ese momento de esfuerzo por mirar a mi alrededor me percato del fuerte olor

    a sal y de la calidez que siento en mi cuerpo, un momento no soy yo quien desprende

    tanta calor es algo que me da calor, slo sta idea me sobresalta, entonces es cuando me

    percibo de que alguien me abraza, volviendo a revivir la noche pasada, poco a poco soy

    consciente de todo lo ocurrido y no tardo en comprender donde sigo tras mi ultimo

    recuerdo, y lo que ese agradable calor significa, abro los ojos despacio, me cuesta

    enfocar la vista, un aroma distinto se filtra hasta mi, es algo empalagoso y a la vez

    irresistible, no se bien de donde procede, aguantando la molestia inicial del sol y

    esperando a que la visin se enfoque consigo por fin mirar a mi alrededor, hacindome

    una idea ms clara tras mi ltimo pensamiento o recuerdo, todava me noto la mente

    algo espesa.

    Ella est tumbada conmigo recorro su contorno desde su rostro hasta sus piernas,

    admirada todava de ver que es tan hermosa como fui consciente en la noche anterior,

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 17

    cuando en mas de una ocasin la observaba caminar entre el gento de los locales que

    frecuentamos movidas por las corrientes de cambio y ambientes; ella se ha atravesado a

    mi lado abrazndose recordndome a una criatura sujeta a su madre, solo atino a pensar

    que su contacto es muy calido, con una sensacin tierna brotando en mi pecho

    desciendo mi rostro para posar un beso en su cabeza, y ese aroma me golpea muy fuerte

    en las fosas nasales, ahora es mas intenso, abro desmesuradamente los ojos,

    comprendiendo algo a lo que no sabra darle nombre y a su vez claridad para saber que

    me domina un irrefrenable deseo anulando mi voluntad para resistirme sus labios, tan

    cerca de los mos mi mirada se detiene en su rostro imperturbable por el sueo, me sigo acercando a ella sin pensar en nada mientras estoy mas embriagada por ese aroma

    tan perturbador.

    No puede ser, nicas palabras que mi mente concibe en un instante lo justo para que yo

    empiece a comprender, pero si es as realmente ese perfume procede de ella, es su

    aroma. Natural y enloquecedor que me envuelve seductoramente en un estado de atraccin, volvindome un animal enjaulado y proclive a perder la razn desesperada

    por dejarme llevar por mis hormonas, mi conciencia intenta revelarse, no quiero actuar

    as como si fuera un animal, para ser mas exacta una gata en celo..

    Tengo que hacer algo, es en lo nico que me centro, aunque no se bien el que, lucho

    contra mi misma intentando controlar mis instintos y me doy cuenta que si sigo

    tenindola en mis brazos pronto me vencer mi ansia, perder la voluntad en un asalto

    contra la naturaleza, mi conciencia me recrimina que me he de alejar de ella; tomo la

    iniciativa de salir como sea y tomar aire cuanto antes, casi podra decir que es un

    milagro que sea capaz de razonar mientras busco mi chaqueta en el asiento trasero

    donde la deje la noche pasada, an me sorprende que lo recuerde, arropo a Sandra y me

    retiro con cuidado de no despertarla.

    Consigo salir sin desvelarla, ni que lo note, respiro entrecortadamente, echo a andar con

    la esperanza de que me calme, miro la hora con la idea de centrarme y dar algo de

    razonamiento y as recuperar el sentido comn, las 12h.del medioda, hemos descansado

    toda la maana juntas, ya algo apartada del vehculo me giro y miro hacia ste pensando

    en que la he tenido entre mis brazos mientras dorma, que al despertar me he sentido

    feliz al sentirla a mi lado, cogida a mi, como si siempre hubiera estado as con ella.

    Vuelvo a echar a andar, hacia la playa, estoy cerca, por lo que no tardo en llegar a la

    arena, me descalzo para notar en mis pies el deslizante y relajante tacto de la arena en

    mis pies, camino hasta la orilla y continuo su lnea junto a las olas, que de vez en

    cuando me lamen los pies con sus aguas fras, se ve alguna persona pasear al igual que

    yo por la playa, no presto ninguna atencin, sigo sumida en mis pensamientos, feliz, con

    diversas ideas en mi mente, recuerdos del pasado y sueos del futuro, siento ansias de

    volver a su lado y sentarme de nuevo en el coche, me doy cuenta que es un imn muy

    poderoso que me atrae sin remedio, eso en parte me da miedo

    Otra vez temindome a mi misma, ser cobarde, me da miedo el involucrarme y luego

    salir escaldada por la situacin.

    Si supiera cmo dudo, cmo me acobardo, seguro que desconfiara de mi, deseo ser

    libre, seguir mis instintos mis sueos, ser feliz a su lado sin temer que ella no pueda

    amarme.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 18

    Doy la vuelta, retornando al punto de partida, donde ella descansaba, lentamente me

    dirijo hacia all, sintindome como un dibujo animado con sus dos conciencias,

    divagando y en constante conflicto, deseo vivir a su lado, deseo no existir en un

    secretismo, no pienso que haga nada malo para esconderme tambin s que con lo gano no hay suficiente para mantenernos a ambas, la solucin a tal caso seria ofrecer

    mis servicios a un buffet de abogados y cumplir con mi oficio, ganara mucho mas,

    precisamente lo que me desagrada es que dicha decisin conlleva sus inconvenientes y

    es que no puedo ser libre a mostrarme tal como soy, pues en estos puestos se sigue un

    ambiente conservador y de gran discrecin, por supuesto mi mayor valor seria mi propia

    discrecin..

    Yo lo definira as, mi conciencia liberal desea que siga mi vida sin perjuicios, mi

    conciencia conservadora me impone esos perjuicios para tener medios para vivir en

    condiciones sin necesidades.

    Mis cavilaciones iban mas all del presente y tambin al pasado al recordar los ltimos

    sucesos y el como la deseaba, slo pensarlo me provocaba tensin, en un principio me

    sorprend pero luego comprend que no era por algo malo sino por todo lo contrario, me

    gustaba mucho esa sensacin

    Faltaba poco para llegar donde estaba estacionado el vehculo, alce la mirada para

    asegurarme de que no me iba para otro lado, la garganta se me sec, no poda retirar los

    ojos de ella, que parece que tras mi marcha ella tambin se debi despertar y ahora

    descansaba sobre la capota del coche tomando el sol, con los ojos cerrados, sus cabellos

    desparramados a su alrededor, y mi mirada no dejaba de admirar ese torso siguiendo la

    curva de este y continuando por el resto de su cuerpo.

    Si hace unos minutos se me seco todo, ahora babeaba como un bebe por una piruleta,

    esta mujer me hace perder la compostura, de todas formas seria intil negar que me

    encanta, solo mirarla es disfrutar sin contenciones. Dejo de contemplar a esa especie de diosa que me espera y me acerco a ella, me apoyo a su lado y la miro sonriendo,

    esperando a ver como seguimos el da, si tiene idea de volver a su casa o cualquier otra

    cosa, ella sonre sin abrir los ojos, los pelos de la nuca se me erizan al escuchar su voz

    en un susurro..

    - Me dejaste sola cario, te ech en falta, al salir te vi pasear y me decant por esperarte

    aqu al sol, se esta muy bien y parece que va ha hacer un da esplendido sobretodo para

    los que vengan a ponerse morenos.

    - Vaya, me inquiete, as que decid salir a tomar el aire y pasear por la orilla, es

    relajante, podas haber venido, descansaste?

    - S, estabas pensando verdad?

    Giro la cabeza anonadada, sin palabras con que responderle, tan evidente era?, bueno

    espero no tener que contarle mis divagaciones y dudas y dems.

    - S algo, pero podas haberme llamado, bueno tengo hambre, desayunamos o

    comemos?

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 19

    Ella se levanta me lanza las llaves y me rodea acaricindome la cintura, su mirada no se

    retira de la ma y su sonrisa no titubea, cando casi se ha retirado del todo, estiro mi

    brazo y la retengo, desciendo mi rostro hasta el suyo, que me mira con los ojos

    entrecerrados, su respiracin se nota entrecortada cuando rozo mis labios con los suyos

    y los tomo, su aroma me envuelve recordndome momentos antes, mi deseo se

    intensifica, mi hambre me vuelve a guiar, no consigo controlarme, descubro que ella me

    responde con la misma intensidad.

    Esa respuesta me empuja y me da mas confianza en lo que estoy sintiendo y haciendo,

    simplemente me dejo guiar por mis sentimientos e instintos y ya nada me importa que

    sus labios y su respuesta a mis besos.

    Ignoro el tiempo que estuvimos tomndonos la una a la otra, solo que para mi fue el

    paraso, cuando al fin fuimos capaces de distanciar nuestros cuerpos, respirbamos con

    dificultad y nuestras miradas seguan danzando la una con la otra devorndonos,

    reclamndonos lo que en realidad desebamos la una de la otra.

    Siento un escalofro por la espalda, dejo de estar bajo la influencia del deseo, de la

    qumica que sentimos ambas, para descubrir que somos el centro de atencin de los

    transentes que paseaban para disfrutar del buen da. No puedo evitar sentir

    incomodidad por las miradas, algunas obscenas y otras intrigadas, sin contar otras de

    asco.

    Me giro, sin mediar palabra con la cabeza gacha, freno en seco en ese acto de vergenza

    y comprendo como estoy actuando, no tengo que esconderme, ni actuar como si fuera

    vergonzoso solo por que me miren mal, si no les agrada que no miren, alzo de nuevo mi

    rostro, sonro y la miro invitndola a subir al coche con un gesto de cabeza, recibo a

    cambio una sonrisa radiante, que me hace sentir ligera y feliz.

    No puedo evitar observar sus movimientos, ligeros y grciles cuando alcanza la puerta,

    y se mete dentro, no tardo en reunirme a su lado y arranco el coche sin saber en que

    direccin, la miro a la espera de alguna indicacin, y solo dice una palabra, Alboraya, reconduzco en esa direccin intentando no distraerme.

    - Susana, antes de conocerme tuviste novia?, hemos hablado de muchas cosas en todo

    este tiempo, pero este tema no lo tocamos, no estaba segura si abordarlo ya que no

    quera molestarte, yo he estado con 3 mujeres, aunque admito que mi familia desconoce

    que me gustan las mujeres, son muy cerrados y conservadores.

    Toda una confesin, a ver como le respondo, me siento ridcula teniendo que decirle,

    no soy virgen, y solo he salido con un to o dos sin mucho xito, bueno a dar la cara se ha dicho, aunque sea descompuesta.

    - bueno, no tengo tu experiencia desde luego, en realidad nunca me plantee que me

    gustaran las mujeres, me senta atrada por ti, y bueno..

    - Susana, soy tu primera novia, es eso?

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 20

    Bueno dicho y confesado, perspicaz la chica, claro que eres la primera mujer por la que

    siento algo mas que aprecio, pero bueno no estoy para explayarme, me siento incomoda

    desvelando a estas alturas que es mi primera pareja femenina, y eso que todava no le he

    confesado que soy virgen, bueno en este momento creo que prefiero la rectora a mirarla

    y decirle pues si y soy virgen

    Asiento, no aparto la mirada de la carretera, su voz era suave y seria, no he notado

    ninguna acentuacin de malestar ni nada parecido, de todas formas sigo pendiente de la

    carretera, con la esperanza de no tener que seguir con el tema, por favor, es ridculo

    sentirse as solo por desconocer que me gustaban las mujeres y encima confesrselo a

    ella, peor es actuar como si no tuviera seguridad o tuviera miedo, vale esto es hacer el

    payaso, de paso me puedo maquillar como tal y tendra el lote completo para la feria.

    - Perdona, imagino que es incomodo, yo lo supe de nia, no poda alejarme de una chica

    de mi clase, finga ser su mejor amiga, en realidad me gustaba mucho y soaba con

    darle un beso en los labios y que a ella le gustara yo. Result que todas mis fantasas se

    fueron como vinieron al verla darse el lote con otro chico de la misma clase.

    - Si que lo supiste a una edad temprana, es cierto nunca me lo plantee y con pocos

    hombres me he sentido a gusto del todo, por as decirlo, pero en realidad si me senta a

    gusto con las mujeres solo que jams me plante, bueno que tuviera intereses hacia

    ellas, aunque si que miraba los pechos en el instituto, dicindome que me comparaba

    con los de ellas, si lo pienso lo mismo

    En ese momento su risa lleno el ambiente, cambindolo de tenso a diversin, bueno

    parece que si dije una tontera, al menos no me siento tan a disgusto con la situacin.

    Aun se rea cuando aparc en un sitio libre, y era difcil encontrar aparcamiento a esas

    horas, bueno la suerte tambin existe, a fin de cuentas, me estiro, desperanzndome y

    desentumeciendo mi cuerpo, ya no acumulaba tensin todo volva a su cauce, giro el

    rostro para decirle de bajar, y mi mirada se queda prendada de la suya, me devora, no se

    que he hecho pero puedo sentir su deseo y su apetito, el como me recorre cada parte de

    mi, y noto como respondo a la incitacin de su mirada, que no tiene reparos en

    continuar su camino hacia

    Calor, mucho calor, me siento sofocada, me ahogo, no se bien pero necesito aire, pero

    no soy capaz de moverme, su mirada se centra en la ma y me siento arder de nuevo,

    tengo que salir, ahora, no es que sea cobarde, es que no deseo comer con las miradas

    lascivas de cualquier obseso, como el echo de que dos mujeres se lo monten, a mas de

    uno le da morbo, dios que asco, que narices ando pensando, mejor salgo yo, mientras

    ella se calma, a mi me sentara bien recuperar el control, no se si compararme con un

    caballo desbocado, o con un semental..

    Minutos mas tarde se rene conmigo en un local cercano, donde me he sentado a

    esperarla, apenas le di indicacin de que me sentara a una mesa de aqu y con el rostro

    algo turbio por mi reaccin. Dej las llaves en el contacto de arranque al salir, por lo

    que ella me las trae en mano, menendolas en mi vista. Me mira con reproche, deber

    entender que no estoy acostumbrada a estas escenas, vienen a tomarnos nota de la

    comida y comenzamos a charlar de nuestra infancia y ocurrencias, es divertido, ninguna

    fuimos unas santas, todo lo contrario.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 21

    II CAPITULO

    Es difcil de explicar, pero cada da que pasa es como un descubrimiento nuevo, sigo

    trabajando en la aseguradora, mi to me mira raro por que me ve ms feliz, me dice que

    quien es el afortunado, a lo que yo me ro y callo, si estoy trabajando para l, no es

    cuestin que sepa de mi vida intima, si no le gusta, lo mismo luego causa problemas en

    mi labor, o mejor dicho que me ponga a elegir entre ella o comer, que se haga sus

    propias ideas y as evitndome dar explicaciones.

    Al ver mi reticencia por contarle cualquier cosa de mi relacin o pareja, empez a

    quedarse hasta tarde y a cerrar el local, con la intencin de ver quin me recoga, avis a

    Sandra de las circunstancias, no se lo tom a mal, gracias a Dios, mas bien a risa,

    cuando se me acercaba me saludaba de un modo casual si estaba l a mi lado, y me

    propona tomar un caf si no tena nada que hacer, entonces mi to me miraba y

    preguntaba qu cuando vendra a recogerme para conocerlo, y yo me alzaba de hombros

    sonriendo.

    Sandra, mi chica, cuando nos alejbamos no paraba de rer y yo sonrojada, su risa me

    provocaba un calor interno, con increbles intenciones de besarla.

    Algunas tardes nos reunamos en un parque y nos sentbamos en el csped a charlar,

    nos tombamos de las manos, en ocasiones me daba por pensar que nos asemejbamos a

    dos adolescentes, y era cmico ver como nuestras miradas se centraban la una en la otra

    intentando no comernos, con el hambre que sentamos la una por la otra, desde ese fin

    de semana, a regaadientes nos fuimos conformando con vernos unas horas al aire libre

    o tomando algo. Yo empezaba a impacientarme, deseaba con locura abrazarla y besarla

    sin contenerme, de pensarlo me entraba mucha frustracin.

    Pas otra semana en las mismas circunstancias y pese a mi felicidad, mi estado de

    nimo comenzaba a resentirse, comenzaba a pensar que a eso se le llama frustracin

    sexual, no cejaba de planear como llevarla a mi casa y dejar de dar vueltas y

    contenernos, si las dos nos gustbamos y nos desebamos qu razn nos impeda

    complacernos y disfrutar la una de la otra, era de locos. Y por capricho del destino mi

    realidad en esos momentos y en la ms absoluta ignorancia de hasta cuando

    En esta ultima semana, me han ofrecido dos ofertas de empleo, lo cual me ha distrado

    en parte de dichas circunstancias, en dos bufetes de renombre, las condiciones y

    beneficios son interesantes, aun as no me convence, cuando se lo comento a ella, sta

    baja la mirada, y me dice que es mi futuro y debo elegirlo yo, que ella es feliz a mi lado,

    pero empiezo a pensar que es una respuesta de conveniencia, para no decirme que no

    quiere alejarse de m.

    Esta noche mi hermana viene a cenar, ya hacia un par de meses que no quedbamos y

    bueno en parte se me hacia extrao, pero me alegra de que encontremos tiempo para

    quedar, su marido trabaja fuera y se siente sola, me dice que me echa de menos, que

    quiere saber de m, bueno no le he dicho de que tengo pareja ni nada todava, no se bien,

    pero me pareci notar una nota de picarda en su voz, y si invito a Sandra y las

    presento qu cara pondra?, dios no puedo evitar imaginarme a mi hermana con cara

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 22

    de pasmada y ojos como platos, o mejor la boca desencajada, si la abrazo delante de ella

    me pregunto si sentira incmoda, me parece que le doy demasiadas vueltas al asunto,

    mejor espero a la noche y veremos que me trae su picarda como postre, la verdad su

    tono me crea mucha curiosidad.

    Cojo el telfono si n poder resistirme a la oportunidad de ver a mi hermana cohibida,

    llamo a Sandra y le comento sin muchos prembulos e invito a cenar y algo ms sta

    noche,.. Aprovecho que hoy la agencia cierra al medio da y ella trabaja toda la tarde,

    as que tengo tiempo de prepararlo todo, ella guarda silencio lo cual me incomoda y me

    crea inseguridad la idea de que rechace mi invitacin, al final dice que bien, pero que si

    no es bien recibida se marchar, a m eso me causa malestar, pero lo acepto, no creo que

    mi hermana acte desconsideradamente y menos contra m, adems ella sabe de Sandra

    como lo que siento por ella antes que yo misma.

    Tras quedar a una hora en mi casa y darle la direccin, llamo a mi hermana y

    simplemente le aviso de que tendremos compaa, y que traiga vino para la cena, le

    pregunto si se cambio de color el pelo de nuevo, no puedo evitar pensar en que color le

    ver el pelo cada vez que la voy a ver, para no tener otra sorpresa con su nuevo look, si

    sale con otro color extrao tampoco podr evitar mirarla como a un marciano.

    Paso la tarde limpiando, en un descanso me acerco a una floristera a por flores, observo

    que tienen paquetes de ptalos de rosas, y compro uno, lo guardo en la nevera como me

    indican, tengo una idea muy particular para esa noche.

    Va llegando la hora acordada, y estoy muy nerviosa, no se quin llegar primero, espero

    que ella y pueda tener un rato de intimidad antes de que se una a nosotras mi hermana,

    llevamos dos das sin poder estar juntas, y de seguido paso las horas aorndola

    mirando por la ventana, a ratos con ansias por verla, mi to no ha dejado de vigilarme y

    se ha pensado que tenamos problemas y ha querido entrometerse para averiguar algo

    del pretendiente, para que me dejara le he pasado el ultimo balance concretado lo cul le

    ha cambiado la cara instantneamente, con la esperanza de que se olvide algo de m he

    pasado a otros trabajos sin parar quieta en ningn sitio en concreto, deseando salir

    cuanto antes de all.

    .

    Suena el timbre sobresaltndome, las manos me tiemblan al tomar el telefonillo

    interno, ste se me cae como dos veces seguidas y no puedo evitar soltar varios

    improperios, al fin me lo coloco en la oreja y respondo, es ella y su voz es algo tensa,

    desde luego no soy la nica que pasa un mal trago, dios Pero qu pienso, ahora me siento mal y todo, le abro con el automtico y la espero a la salida del ascensor, los

    minutos que tarda en subir se me hacen eternos, al salir me la quedo mirando, esta

    preciosa, una camisa blanca, con una falda de tubo, que estiliza su figura y a mi me hace

    sentir desesperada por desnudarla .

    Ella sonre, y viene a mi, me abraza y me besa en los labios tiernamente, cada vez se me

    hace mas difcil guardar la compostura, carraspeo, intentado que me salga la voz, ella

    ve la puerta de mi piso abierta y me empuja al interior, besndome entrecortadamente,

    mientras me gua, apenas pasamos el umbral, empujo la puerta para que esta se cierre, y

    no noto si se cierra o no, sus labios se han apoderado de los mos, y yo me dejo llevar,

    nuestras manos nos recorren con ansia mientras nuestros cuerpos tiemblan de deseo,

    solo escucho nuestras respiraciones, la acorralo contra la pared del pasillo, y la

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 23

    mantengo ah, mi rodilla, se encaja entre sus muslos, mis manos se deslizan por debajo

    de la camisa, buscando su piel, o mas bien sus pechos, ella a tomado posesin con su

    mano de mi nuca y mi parte mas intima y siento que estoy hmeda mas bien mojada,

    mis caderas se mueven por impulso al ritmo de su mano, desciendo mi mano para

    tomarla a ella de la misma manera, mientras mis labios recorren su garganta, escucho un

    carraspeo, pero no le presto atencin pienso que es ella que tambin se le sec la

    garganta, vuelvo a escucharlo cuando ella tiene entre sus dientes mi oreja derecha, abro

    los ojos y me quedo paralizada, la puerta no se haba cerrado, Sandra tambin a cesado

    en sus caricia y mira hacia el mismo punto que yo, mi hermana esta en el marco de la

    puerta con esta entornada, colorada, sonriente y con la mirada muy, muy brillante.

    Retiro la mirada de mi hermana, y miro a mi chica, ella esta plida, tengo la sensacin

    de que si no fuera por que todava la abrazo ella se deslizara hasta el suelo, desciendo

    mi mano hasta la cintura, para estrecharla mas posesivamente y guiarla conmigo para

    que no tema, la miro a los ojos con calma dejndole claro que no ocurre nada, mi

    hermana sigue en silencio, cierra la puerta y mirando hacia sus pies y de reojo a

    nosotras, se re por lo bajo como si me hubiera pillado en una travesura, bueno si lo

    piensas, si fuera una adolescente mas bien si me ha pillado en tal circunstancia, no es

    posible que est pensando en algo as, me dan ganas de acribillarla con la mirada y

    lanzarle cuchillos, por qu no ha tocado a la puerta y as tener aviso de que ya haba

    llegado

    Bueno no me queda otra, ya casi cara a cara, la miro y espero algo, supongo que su

    aceptacin o un saludo o dios sabe qu, en eso Sandra se desembaraza de mi e intenta

    marchar excusndose, mi hermana es mas rpida y la sujeta, para sorpresa de ambas

    sonre, y sin mas abraza a mi chica, desde luego solo ella sabe hacer las cosas sin

    palabras, eso me causa envidia tendr que preguntarle su secreto

    Aunque no sea yo quien la abrace, percibo que est tensa, como incmoda con la

    situacin, mi hermana me mira y me da un aviso de esos que dicen no te metas, me revuelvo insegura de que hacer, y percibo que Carolina le susurra algo al odo, la

    tensin se alivia un poco, y mi chica abraza a mi hermana todo en completo silencio,

    como si las palabras sobraran, ahora soy yo quien se muere de curiosidad por saber que

    le ha dicho mi hermana para causar ese efecto.

    Tas unos minutos as, Carol la conduce a la cocina, yo ando delante de ellas y me siento

    impotente y a la vez muy orgullosa, mi hermana lo ha sabido tomar y manejar a su

    antojo, sigo sin saber que le habr dicho, espero que mas tarde me lo cuente alguna de

    las dos, dadas las circunstancias preparo t, hasta que el ambiente se distienda un poco,

    las dejo solas y me siento celosa de no estar ah metida, pero entiendo que de alguna

    manera sobro, Dios si es mi chica y sobro, es ridculo y para colmo cierto.

    Como no se bien que hacer pues me dedico a preparar algo que tomar les pregunto

    estando de espaldas a ellas y sin prestar mucha atencin ya que me siento como una

    intrusa o incluso una fisgona, si quieren caf o t u otra cosa, ambas guardan silencio y

    primero mi hermana pide un te y luego ella, as que me pongo manos a la obra y

    esperando que se me pase esa incomodidad de encima.. En realidad si lo pienso ella se debe sentir asi con mi hermana, bueno creo que puedo decir que me he puesto en su

    piel.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 24

    Cuando me giro para llevarles el t, Sandra me esta mirando de una manera que solo

    puedo definir como franca, cariosa y agradecida, me he quedado paralizada, me hace

    sentir llena con solo mirarme as, bajo, no s como mantenerle la mirada, agacho la ma,

    es como si me volviera vergonzosa, solo con ver lo que ella siente, aun distrada

    escucho una risa baja y profunda, retiro la mirada de ella, que en ningn momento ces

    de hacerlo hasta ese momento, solo que lo oculte

    Mi hermana, no me quita ojo, y se la ve divertida, oh, Dios, sta escena me es familiar,

    otra vez no puede ser, ahora que me fijo, no lleva el pelo naranja, dios pero lo lleva

    morado. Por qu se hace eso en el pelo, no me puedo contener y echo a rer con solo mirarla, no lo puedo aguantar es como si mirara a mi hermana pero con una berenjena

    en la cabeza, , como se le ocurre Cmo tiene valor seria la pregunta adecuadaSus ojos verdes se clavan en mi, espero una replica pero al final se re tambin, menos mal,

    al menos no nos vera Sandra amarrndonos en una lucha sin cuartel, as llamo a nuestras

    disputas.

    No tarda en ambientarse el encuentro en un aire de bromas y cario, mi hermana le

    lanza miradas de apreciacin a mi chica, lo que me provoca ganas de saltarle encima, lo

    que no impide que adems ella lo sepa, pues me lanza miradas picaras, mientras yo

    abrazo a mi chica, y esta se re mucho mas relajada, desde luego el moscatel que

    tomamos en la cena ayud mucho, vaya con Carol, en vez un vinito me trae Moscatel,

    no si seguro que planeaba emborracharme y sonsacarme lo que paso ese fin de

    semana..

    - Carol, por qu Moscatel?, que tendras tu en mente celebrar, para no traer vino

    blanco, o rosado, viniendo de ti, no se como tomrmelo.

    - Jajajajaja, tmatelo como quieras, como si te tomas la botella entera, pero ya obtuve

    lo que quera, una cuada y muy guapa, hermanita..

    Una cuada, eso es lo que buscaba, saber si al final quede en algo mas con mi chica que

    amigas, ella ya saba que me gustaba Sandra, y antes que yo.

    Me levanto con una sola cosa en la mente, me acerco a ella, una emocin que no se

    explicar me llena, y la abrazo, no se pero no me puedo contener y no soy capaz de

    soltarla, ella me estrecha y es cuando me percato que se me escapan las lgrimas, dios,

    desde cuando soy tan emotiva.

    Dejo de pensar, y disfruto del abrazo, es raro que nos pongamos tan sentimentales pero

    bueno el momento vale la pena, noto como Sandra se levanta y sale de la cocina, espero

    que no se marche. Escucho la puerta del bao, y me da ms tranquilidad, mi hermana me palmea la espalda y me retiro, pero sigo sin soltarla.

    - Ya era hora Susana, estoy feliz, nunca te vi tan radiante, ni tan pendiente de nadie, se

    nota que te gusta mucho, o mas bien que la quieres, sabes? he notado que tiene miedo

    al rechazo, por eso hua, se lo he notado enseguida, yo creo que pas por lo mismo,

    Dios, y me he sentido mal por ella, as que tranquila, oye muy buen gusto, es una

    monada

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 25

    - si sigues as pensar que te gusta de un modo distinto a adularla..

    - jejejeje, celosa hermanita?.

    - Borde, como te gusta picarme, as que tu idea era soltarme la lengua con el licor,

    tendr mala sombra, ya es tener mala leche Carol.

    - Bueno era mi recurso, en caso de que no hablaras, pero me ha sobrado con la

    escena del corredor, dios me ha dado envidia a mi, ojal me tomara as el mo. Ya hace tanto que no actuamos como unos recin enamorados, que casi se me haba

    olvidado lo que son esos momentos tan intensos.

    - Pues nada a soar que es gratis.

    Mi hermana se ech a rer, su risa se volvi contagiosa y ambas nos partamos de risa

    sin podernos aguantar, Sandra sali del bao y nos observaba, nosotras la miramos y

    por la cara de sorpresa y curiosidad no pudimos reprimirnos y rernos an ms, pareca

    que era imposible poder dejar de rer, llorbamos de la risa, yo me coga del vientre de

    lo que me dola, mi chica ya rea con nosotras, mi hermana no se poda contener y sala

    corriendo al bao, peor para mi que fue como ver una berenjena pegar saltos por el

    pasillo, era mas ridculo todava que la mera idea de imaginarla como una berenjena

    rechoncha, ca redonda al suelo rindome, Sandra se apoyaba en el marco de la puerta

    mientras se sujetaba y se rea, me miraba y yo admiraba lo hermosa que se la vea y ms

    tan desinhibida por la risa.

    Cuando por fin fuimos capaces de recuperar el control, nos encontrbamos tiradas las

    tres en el suelo de la cocina, habamos soltado todo tipo de chorradas, criticado a los

    tos, para escuchar a mi hermana decirestn tan monos, dios la mirbamos y mas rer, al final nos costaba respirar, las caras rojas, no quiero pensar en el aspecto de Carol

    con el pelo morado y la cara roja, seria demasiado.

    Pasaban de la media noche y Carol se despidi de nosotras alegando que la bebida hacia

    estragos. Por favor y estar tan loca tambin, tengo que preguntarle el porque el morado, dios no me lo sacare de la cabeza.

    Apenas se marcha nos miramos, no se que hacer, dejo la entrada y voy a la cocina a

    recoger, estoy nerviosa, no quiero que se vaya, me lo he pasado genial esta noche y

    todava no quiero que acabe, pero ahora no se que hacer, ella guarda las sobras en la

    nevera y se queda unos momentos con ella abierta, no me fijo en porque, ya que estoy

    recogiendo la loza y fregndola, tampoco voy a vigilarla lo que quiero es que se sienta a

    gusto en mi casa.

    - Te apetece ver una pelcula o algo en la televisin?, as pasamos algo de tiempo a

    solas

    - Bien, -me mira de reojo, y noto que tiene una sonrisa en los labios, ahora si que me

    siento intrigada.

    - si prefieres algo distinto me lo dices.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 26

    Ella niega con la cabeza, y se sienta a esperar que acabe, me siento impaciente por

    terminar cuanto antes e ir con ella al sof, lo mismo podemos retomar lo que

    comenzamos horas antes.

    Vamos juntas al sof y ni siquiera hablamos, nuestras miradas lo dicen todo, nos

    deseamos, ella se detiene, como pensando algo y se va al bao, yo mientras pongo la

    tele por hacer algo, no me interesa mucho lo que ponen, pero tampoco voy a estar como

    si nada parada en medio de la sala, iba a hacer la cena ah en la sala, pero de alguna

    manera hemos acabado casi toda la tarde en la cocina, entre bromas.

    Ella sale del bao y va a la cocina a buscar algo, luego entra con su bolso, me mira y

    veo que sus ojos brillan me dan ganas de ir tras ella, recuerdo en ese momento que

    tengo lo que compre en la floristera en la nevera, pero creo que es mejor para mas

    tarde, cuando tengamos mas intimidad.

    Viene conmigo, yo la espero en el sof, se sienta a mi lado y miramos un rato una peli,

    de aventuras, por qu el prota siempre es el galn?, por qu no puede ser dos tas?,

    madre, ya veo por donde andan mis pensamientos, yo quiero ser ese galn y ella la chica

    a la que rescato.

    Sandra se levanta, estaba recostada en mi, va al bao de nuevo, me pregunto si se

    encontrar bien, espero a que salga, pero veo que no tiene mala cara, al menos no parece

    que este enferma, aun as me preocupa.

    - te encuentras bien cario?, si necesitas algo me lo dices, por favor.

    - No te preocupes solo estaba con algo, estoy perfectamente.

    Ella se me acerca lentamente se mueve de un modo distinto, a mi la boca me cuelga,

    solo con mirarla los ojos se me salen, esa sensualidad. Apenas pienso eso, ella se desliza sobre mi, me abraza y me besa, a principio con suavidad y con una ternura que

    desarma cualquier pensamiento que intente dar sentido a lo que ocurra, sus caricias

    hacen que sienta calor, tras mi primera sorpresa la correspondo besndola, cada vez con

    ms ansia, la acaricio sin contenerme, deseo quitarle la ropa, como cuando estuvimos en

    el coche, mi mente ya no dice nada, solo disfruto de su calor, de su respiracin en mi

    cuello, me incorporo sin separarla de mi y me quito lo que llevo, dejando a su merced

    mi torso, y mis pechos que ella buscaba con desesperacin, siento que me duelen con

    sus caricias y a la vez me gusta..

    Con precipitacin la ropa va saliendo de ambas, es inevitable, va a pasar.. Esta ante mi desnuda, como una sirena regalndome los ojos con su belleza, la miraba de arriba

    abajo, la boca se me secaba y senta ganas de llenarla con sus senos, ella me miraba

    igual, sus ojos se oscurecan, y a mi se me antojaba mas hermosa, deseaba hacerla

    ma.

    Acerco mis manos para acariciar su silueta, recorrindola con admiracin, ella vuelve a

    tomar mis labios, con pasin y furor no creo que haya capaz de frenar ese fuego que

    crece en mi, un fuego que solo ella es capaz de amansar, solo ella puede saciar esa

    voracidad que poco a poco hace presa de mi.

  • Sorpresas de la Vida - Saori

    LatetaFeliz.Org Saori Derechos Reservados 2012 27

    Ella me alza de un tirn y me lleva hacia s, la abrazo su cuerpo pegado al mo, su calor

    provoca temblores en mi, de sentirla como parte ma, de disfrutar de su contacto, no

    puedo evitar estremecerme de placer, ella me besa y tira de mi, me arrastra lentamente

    con ella, no me fijo hacia donde, me toma de las nalgas en un momento y presiona en

    ellas hacia ella, mi cuerpo reacciona al estmulo, la busca por si solo, no se bien que

    hago solo la sigo..

    Abro los ojos cuando ella rompe el contacto con mis labios, algo desorientada me doy

    cuenta de que estamos en el bao, y descubro por que iba y venia, ha llenado la baera

    de agua caliente y derramado en ella los ptalos que compre esta maana, con intencin

    de ponerlos en la cama para ella..

    Las palabras sobran, la baera es para nosotras, huele a perfume, es embriagador y me