LEOPOLDO ZEA AUGUSTO MONTERIWSO ERNESTO MEJÍA SÁNCHEZ UNIVERSIDAD bE MF.X1CO respeto a su soberanía como pueblos en- tre pueblos. Nada -más, pero tampoco nada menos. ¿ Qué podría yo decir? En Hispano- américa, sin Reforma Agraria no hay re- volución; sin revisar los contratos de las compañías extranjeras no hay revolución; sin nuevos códigos de trabajo no hay re- vo!ución. Todo eso está haciendo en Cuba el movimiento de rebelión triunfante. Si a ,esto se suma el ejemplar castigo de los criminales de guerra que tanto ha alarma- do (con razón) a muchos pícaros, pode- mos pensar· con optimismo que el pueblo cubano ha emprendido, por fin, el camino de su liberación económica y política. ¿ Qué emboscadas, qué maniobras, qué presiones se están fraguando en estos mismos momentos para sofocar 10 que pronto se llamará, sin duda, una nueva cabeza de playa del "comunismo interna- cional"? Es necesario imaginarlas todas. Azúcar es a banano lo que banano a es- taño o petróleo. La revolución boliviana fue sitiada por hambre y está siendo su- ti'mente ahogada con dólares (pocos) ; la guatemalteca aplastada a tiros y a declara- ciones de Caracas. Contra los intereses hispanoamericanos todos los medios son buenos. Pero la Historia es la Historia, y nuestros pueblos, que carecen de escuelas para aprenderla, están aprendiendo a hacerla, lo que no deja de ser mejor. JORGE PORTILLA cuando unos intelectuales empiezan a fu- silar a los gendarmes. Castro Ruz repre- senta el triunfo de lo mejor del mundo de habla española contra lo peor de ese mis- mo mundo. Es el triunfo de Don Quijote sobre Torquemada. Pocas veces en la América hispana una "revolución viene del pueblo y va hacia él". Lo folklórico ha sido, y es, que se llame revolución a lo contrario: al golpe de Estado criollo, a la traición militarista, a la sumisión extranjera. La revolución cubana no sólo está haciendo la limpieza de Cuba, sino, más que todas las acade- mias, la limpieza de la palabra que más necesitamos en esta América que aún ha- bla en español. Desde ahora "la prensa" tendrá que aprender la palabra revolución .. " en su acepción v,erdadera. No más enca- La reV?lUClOn, que en bezados cOlifusioni'stas sobre "revolucio- con la hUIda de FulgenclO Battsta,. . liberación nacional". en Guatemala parte de una gran cadena revo1uclOnana . "o" oh,l" ··.·a Hondura p' CT L _ h 'd d' d d 1 , so arahuay. a re que vem o exten o en to a'. a voluti'on verdadera sólo puede ser del Ib;ra desde la de Juan Do- pueblo y crear su beneficio. El pueblo de mmgo Peron en la A esta ca- Cuba sabe 10 que es suyo y no se lo deia- dena pertenecen movlm.lent?S como los rá quitar de las manos: el buen sentido que han derrotado a la brama en Co10m- de la palabra revolución. bia, Perú y Venezue1a; y han originado el ajusticiamiento de Castillo Armas en Guatemala y de Anastasia Somoza en Ni- caragua. Movimiento de reacción contra los obstáculos que se han puesto al des- arrollo e incorporación al progreso de los países de la América ibera. Obstáculos creados 'por la alianza entre las eternas fuerzas feudales de esta América, empe- ñadas en mantener el orden que no altere sus intereses, y las fuerzas de la gran burguesía occidental, ahora bajo la jefatu- ra de los Estados Unidos, en su expansión sobre el mundo y afianzamiento de privi- legios alcanzados. Las dictaduras, de que se ha ido librando esta América, venian sirviendo de freno en los esfuerzos reali- zados por los paises iberoamericanos para vencer la miseria que había impedido su desarrollo, impedir el saqueo que se ha- cía de sus riquezas naturales y la explota- ción del trabajo de sus hombres como pago de la prosperidad y desarrollo de otros pueblos y hombr·es. La revolución cubana, como otras muchas que se expre- san en la América ibera, Asia, Africa, el mundo árabe y Oceanía, forma parte de los esfuerzos realizados por estos pueblos para que se les reconozcan derechos que el mundo Occidental, tanto en Norteamé- rica como en Europa, proclamaba como exclusiva. Derecho a disfrutar de sus pro- pias riquez'ls y del esfuerzo de sus hom- bres; derecho a la autodeterminación y REVOLUCION CUBANA VISTA DESDE MEXICO Opinan tres intelectuales mexicanos un nicaragüense y un guatemalteco' 16 LA L A HISTORIA es una creación del hom- bre, de su sentido del tiempo y de su imaginación moral. La Revolu- ción Cubana es histórica no sólo porque pone fin a una monstruosa dictadura sino por su sentido de anticipación, por lo que hay en ella de presencia del futuro. La alucinante explicitación del futuro en el instante revolucionario cubano, en la rup- tura del tiempo ordinario, podrá no cum- plirse totalmente en el intervalo posterior, pero constituye una meta permanente que es una lección de energía moral para el hombre de América. MANUEL CARRERA La Revolución Cubana suena como una primera explosión de la inteligencia en América Española. Es un triunfo insigne sobre dos grandes males del mundo his- pánico: la desesperanza y la tontería. Es- te grupo de universitarios bonstituyen una demostración irrefutable de que la inteligencia y el pueblo pueden llegar a formar una mezcla detonante fatal para el feudalismo. Son una demostración de que frente a la ceguera perpetua de la política de los Estados Unidos en His- panoamérica los intelectuales libres pue- den apoyarse en el pueblo para hacer mar- char las cosas por un camino democrático. Las anomalías que frenan el desarro- llo político de América Española provie- nen de las vi.ejas estructuras feudales del mundo hispánico. Son anomalías irra- Cionales, personales. Su solución implica igualmente un margen de irracionalidad -:-Iue se expresa en los fusilami·entos. A un hombre tan perspicaz y tan sutil co- mo Abel Quesada se le ha escapado su significación. Todo se aclara si compr·en- demos las cosas en la perspectiva histó- rica correcta. La de Cuba es en realidad una escaramuza, una de las escaramuzas finales de la guerra de independencia de los pueblos hispánicos. Independencia frente a la España feudal que todavía oprime con una brutalidad que aquí en México ya no imaginamos, al pueblo español. No comprendo como es que gente que ha aprobado con el silencio los fusila- mientos ele los intelectuales por los gen- da rmes se llevan las manos a la cabeza Augusto Monterroso Jorge Portilla Ernesto Mejía Sánchez Leopoldo Zea