1 Y LOS CICLOS CÓSMICOS EN LA COSMOVISIÓN ANDINA QUECHWA* * Publicado en “Serpiente Emplumada”, Revista semestral de Estudios Tradicionales, Centro de Investigaciones y estudios Tradicionales: C.I.E.T, Ediciones Axis Mundi, Lima, 2009, pag. 115, ISSN 1994-6430.
Análisis morfo-semántico del Quechua 1 ( Chavin , Ancash) que nos aproxima al pensamiento intimo de esta Lengua milenaria, Lengua sobre la que giró el núcleo de la Cosmovisión Tawantinsuyana. El significado de las expresiones Qechuas presentan tres niveles de significación: popular, morfológico y esencial. Este trabajo muestra la Visión del mundo desde la perspectiva del Hombre Quechua, dese su filosofía, profundamente arraigada en el pensamiento del mundo andino, en sus mitos, relatos, leyendas, espiritualidad-religiosidad, etc.
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Y LOS CICLOS CÓSMICOS EN LA COSMOVISIÓN ANDINA QUECHWA*
* Publicado en “Serpiente Emplumada”, Revista semestral de Estudios Tradicionales, Centro de Investigaciones y estudios
Empezaremos nuestro análisis, con el estudio de palabras y expresiones que en Qechwa
expresan los conceptos de la “cíclicidad”. Así pues, la palabra “Kuti” tiene un lugar clave
importantísimo en el mundo idiomático Qechwa y tiene varias acepciones.
KUTI = vez 3
Ejemplos:
Ayka kuti : cuantas veces
Huk kuti : una vez
Ishkay kuti : dos veces
Kay kuti : esta vez
Tsay kuti : aquella vez (aunque para este caso, más se usa tsaypin kaq)
KUTI: retorno, regreso, vuelta al lugar o punto de origen, vuelta entera (revolución),
cambio, transformación.4 Este es el significado de mayor trascendencia y de allí proviene y se
desprende el verbo KUTIY = retornar, regresar, volver, dar una vuelta entera.
Como vemos, para el mundo Qechwa (andino), para que algo sea considerado “una vez”:
numéricamente hablando, una situación determinada, un proceso completo; sea este biológico,
social o cósmico; tiene que cumplir el requisito sine qua non del “carácter cíclico”.
Cuando algo (fenómeno físico, biológico, mental, social, cósmico, etc.) ha dado una vuelta
entera, retornando así al “punto de partida”, ha realizado un “kuti”: un retorno. Al hacer esto ha
agotado sus posibilidades de tiempo y de espacio y se ha constituido en meritorio de ser
considerado “algo concluido”, es decir, “completo en sí”. Pero durante el periodo en el que agotaba
sus posibilidades de tiempo y de espacio ha experimentado también todas las posibilidades
“vivenciales y de expresión”, que en los diversos espacios y tiempos intermedios internos fueron
distintos. Mientras más lejano esté algo del “punto de partida” menos perceptible será la presencia
de éste punto en él, la vibración del punto de origen será menos perceptible.
En realidad, un kuti, es el despliegue gradual y completo de la manifestación, y este se
desarrolla siempre entre dos polos: partida-llegada. La nación Qichwa representó a este fenómeno
cíclico con un dibujo en el que la “la serpiente muerde su cola”.
3 Cesar A. Guardia Mayorga, Diccionario Kechwa- Castellano, Lima, Ediciones Peisa, 4ta edición, 1969, pp. 86-87. 4 Ibid.
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Cuando el punto de partida (representado por la cabeza) retorna al lugar de donde partió
(alcanzando a su cola), se da su retorno (Ku-tin). Ese encuentro se denomina “tin-ku-”, del que
proviene el verbo “Tinkuy”: encontrar, alcanzar. Tin-ku es la metátesis de Ku-tin, y ésta ha sido
determinado bajo la siguiente lógica: “al momento de que la serpiente parte y se mueve en
dirección contraria al movimiento del reloj la cabeza (a la que corresponde la partícula Ku) va
adelante, pero cuando regresa y llega al punto de partida encuentra delante suyo a su cola (a la que
corresponde la partícula tin)”. Por eso, al pronunciar y al escribir dicho encuentro se pronuncia
primero a “tin”, luego a “ku”, teniéndose como resultado a “Tinku”. Un retorno significa siempre
un encuentro, de allí la expresión en Qechu-wa: Ku-tin ku-tin-mi tin-ku-nakuyan: ellos se
encuentran repetidas veces.
Adicionalmente, hay que decir que otra de las acepciones de “tinku” es “completo, lleno”.
En el habla popular se dice: “manka tinku-nam: la olla ya está llena”. Este significado tiene
concordancia plena con la idea central de los ciclos. Un ciclo es completo (tinku) cuando ha dado la
vuelta completa, es decir, que se ha retornado al punto de origen.
En el siguiente gráfico vemos de modo esquemático la “vuelta entera” de un punto; su
retorno a la línea de inicio da origen a “un retorno: kuti”.
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Veamos algunos ejemplos que usan a kuti:
Ayka kuti-taq aywashqa : ¿cuántas veces fue?
Ayka kuti-taq mikushqa : ¿cuántas veces comió?
Ayka kuti-taq apamushqa : ¿cuántas veces trajo?
Ayka kuti-taq maqashqa : ¿cuántas veces le pego?
Ayka kuti-taq tapukushqa : ¿cuántas veces ha preguntado?, etc.
Para completar la ilustración veamos la combinación de las dos acepciones:
Ayka kuti-taq kutimushqa : ¿Cuántas veces ha regresado?
Ayka kuti-taq kutimunqa : ¿Cuántas veces regresará?
Huk kuti-m kutimushqa : regresó una vez
Kutin kutin imatapis ruray : hacer algo “repetidas veces”
De la palabra kuti se deriva un término muy importante en la cosmovisión Andina, y que es
ya ampliamente conocido: “Pachakuti”. Su significado es: “retorno al punto inicial del ciclo, de un
proceso que ocurre en el tiempo y en el espacio, completando así una revolución”.
Pachakuti (patsakuti), en su acepción genuina, significa “renovación del tiempo y del
espacio”, es decir, “la transformación del mundo”. De ser entendido literalmente en forma
simplista, solo como revolución del planeta tierra sobre su eje, podría tomarse como el ciclo del día
y de la noche. Esto sería un reduccionismo descabellado del verdadero significado de esta
expresión cosmovisional.
Al barrer el círculo completo (360°) se tiene un Nuevo Plano, lo que implica un “Tiempo
nuevo con su respectivo nuevo Espacio”. Esto, indudablemente, va de la mano con un nuevo
fenómeno o acontecimiento en este nuevo escenario. Entonces, al haberse re-novado el Tiempo y el
Espacio, empieza una nueva Patsa (Pacha), una nueva era, pues se ha transformado su realidad
Espacio-Temporal.
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WATA
El ciclo anual es uno de los más conocidos. Un ciclo que termina y otro que empieza no
están sueltos, estos, necesariamente, tienen que “amarrarse-enlazarse”. Esto se ve más
notoriamente en el ciclo anual: la rotación de la tierra alrededor del sol. Este “amarre” es conocido
en el Qechwa como wata (watay: amarrar, atar, enlazar, concatenar), y por ello el año se lo llama
wata.
Obsérvese el “día cero” que sirve de amarre (wata) entre el año que termina y el que empieza5
Pero, a pesar de que el significado vulgar de “wata-” es “amarre” este tiene una acepción
más profunda. Tratemos de hacer una primera aproximación a partir de sus partículas componentes;
para esto hay que responder a las siguientes interrogantes: ¿Qué función tiene la partícula-sufijo-
Ta? y ¿Cuál es el significado de la partícula Wa? De la comprensión de estas iremos entendiendo lo
“sagrado de la cíclicidad” en el mundo andino-amazónico, y del Qechwa en nuestro caso
concreto.
5 Lo antiguos calendarios lunares, por ejemplo el que se encuentra graficado en Sechín (Casma - Perú), nos muestran 13
meses de 28 días cada uno (13 x 28 = 364), sobrando un día. Este día era considerando el “día cero”, y servía para
amarrar los ciclos anuales: del año que termina con el que empieza, o sea: 13 x 28 = 364, luego; 364 + “día cero” = 365.
Nada ocurre del mismo modo en el tiempo-espacio, así que al iniciarse un nuevo año se supone que ocurrirá y
transcurrirá en un nuevo nivel; por eso, el “día cero” o llamado también “día fuera del tiempo”, es el salto a una octava
superior una vez por año, pues los sistemas galácticos tienen su movimiento en forma helicoidal y no circular.
Los parakenses determinaron el “año tropical” de 365.2421995 (365 días, 5 horas, 48´, 46.038´´) que comparado al
determinado por la ciencia moderna: 365.2419 (365 días, 5 horas, 48´, 46.6480´´), muestra un extraordinario grado de
precisión, producto del conocimiento de “matemática superior” para dichos cálculos. El año según ellos tenía 12 meses y
cada mes tenía 30.463092 días. Así mismo conocían el ciclo anual del planeta Venus: 225 días terrestres, etc. Ver detalles
en William Burns, Legado de los Amautas, Lima, 1990, pp. 188-190. Todos estos conocimientos eran parte de nuestro
“Logro Cultural”, producto de nuestro “conocimiento colectivo”, que estamos seguros se trasladó hasta el “Horizonte
Tawantinsuyu”, por ser Tawantinsuyu el depositario de milenios de cultura.
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Cuando ahondemos más detalladamente sobre la partícula Wa, sobre su significado, las
características del “plano Wa”, así como también de “Ti” como astro solar, tanto en el “plano Ka”
como en el “plano wa”; comprenderemos mejor el concepto y la idea de wata. Pero, podemos
afirmar que es muy probable que la idea de wata haya sido considerado en sus inicios para el ciclo
del día y la noche: Ti wata-ptin (cuando Ti se impregna de wa), pero que, posteriormente, su uso se
restringió a un ciclo mayor: el “ciclo anual”. De allí que Wata: año.
Notamos que para continuar con la explicación de la idea de Wa, así como de wata, es
necesario analizar previamente la función de la partícula (sufijo) Ta. Haremos esto presentando
algunos ejemplos concretos y acercándonos a su significado.
La partícula Ta - como parte del verbo- significa: “cubrirse de, llenarse de, impregnarse de,
etc.”; así por ejemplo:
AllpaTAy : cubrirse de tierra o polvo, ligeramente (allpa: polvo, tierra)
AllpaTAkay : empolvarse totalmente
QanraTAy : ensuciarse (qanra: suciedad )
rakchaTAy : ensuciarse (rakcha: suciedad)
QushniTAy : llenarse de humo, ahumarse (qushni: humo)
ChuspiTAy : mosquearse (chuspi: mosca)
TamyaTAy : “empaparse por la lluvia”, mojarse por la lluvia (tamya: lluvia)
AchayTAy : solearse, calentarse (achay: calor)
OquTay : mojarse, humedecerse (oqu: mojado)
NanaTay : adolorirse (nanay: dolor)
De esto podemos inferir que:
WA-TAy, en su acepción genuina, significa “impregnarse de WA”,
Entonces, de este último ejemplo podemos decir que Wa-Ta es una derivación, es decir,
una “raíz compuesta”; del que su verbo watay - en su significado vulgar- es “amarrar”. Forzando
un poco su traducción al castellano, su significado literal podría expresarse como “wa-arse”; pero
en su significado genuino significa “impregnarse de Wa, cargarse de Wa”, es decir, “impregnarse
de la esencia de wa”. 6
Pero, ¿Qué significa wa? Su comprensión será muy necesaria para aproximarnos a su
importancia. Por eso, para continuar en nuestro análisis, quiero detenerme el tiempo suficiente en el
análisis de la “la partícula sagrada WA”. Esto lo haremos desmenuzando algunas palabras
qechwas que contengan a esta partícula-raíz o que estén relacionadas a esta. Empecemos con lo
siguiente:
KAY : ser, existir
KAWAY : vivir
6 Si wata significa “impregnado de wa”; “amarre en el plano wa”; entonces, por las características de metátesis de
algunas partículas del Qechwa, “Tawa” significaría el “amarre del mundo en su 4 confines en el plano Ka”,
semánticamente podría significar quizás “wa impregnado”, “llenado por la confluencia de los cuatro vientos del
mundo”?, tal vez de allí el significado de tawa: cuatro. Queda claro que de allí nace el nombre de “TAWAN-TIN-
SUYU”: los cuatro confines del mundo, región que abarca a las cuatro regiones del mundo. Sin embargo, esto es algo que
amerita una reflexión más profunda.
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WAKAY : el significado común es exhalar un olor muy fuerte, vivo y penetrante, capaz de
“trascender” hacia los espacios contiguos próximos o alejados. Aunque, basados en las
partículas (wa y kay) que componen su estructura interna, su traducción estrictamente
morfológico, que no es usado en el “habla profana”-habla popular-, es “Ser wa, la existencia
de wa”. Pero, por ser de orden metafísico, mucho más importante es su significado
primordial: trascender el tiempo y el espacio, de lo material a lo inmaterial y viceversa. 7
WAKAN:8 él, ella, ello es wa, trasciende.
En los ejemplos mencionados notamos lo siguiente en las partículas wa y ka.
Wa : lo oculto, lo sagrado, lo invisible, lo intangible, lo esencial
Ka : ser, estar, lo material, lo tangible, lo sustancial
Hasta este momento, hemos asumido de modo casi directo que “Wa” es una partícula
usada para determinar lo oculto, esencial y sagrado”, sin embargo, conforme vayamos avanzando,
esto se irá corroborando indubitablemente.
La combinación de estas dos partículas es muy interesante, pues nos muestra el carácter de
“unidad binaria de los complementos opuestos” de nuestra existencia: entre lo material e
inmaterial, lo tangible e intangible. La partícula wa, como veremos más adelante, está presente en
los verbos existenciales más importantes del mundo Qechwa, ligados la vida, la muerte, al
nacimiento, etc. Veamos algunos ejemplos más con la presencia de esta partícula:
Tawa: 9 cuatro, tetra, número mágico en la cosmovisión andina.
Wakatay: hierba de fuerte olor penetrante, planta “penetrada” con olor fuerte, que
trasciende. Ejemplo sacado de la herbolaria y botánica tawantinsuyana.
Wakatay (verbo): impregnar algo de olor trascendente.
Ahora, abordemos los “planos existenciales”, los “planos espaciales” y los mundos
(espacio-tiempo) en la cosmovisión andina. Estos reforzarán la presencia de la partícula “wa”,
precisamente, en el “plano invisible” a nuestros ojos.
7 Similar significado de acepción múltiple tiene la palabra castellana de “trascender”: exhalar olor; empezar a ser
conocido algo; hacer sentir sus efectos una cosa en lugar distinto de aquel donde se produce; traspasar los límites de
la experiencia; penetrar, elevarse por encima de unos límites (véase Pablo Aragonés, Diccionario Básico de la lengua
española, Madrid, Editorial Mayfe, 1970, p. 410). 8 En el qechwa de Ancash, para flexionar un verbo, para la 1ra persona se duplica la última vocal de la raíz del verbo, para
la 2da persona se agrega a la raíz la partícula “nki” y para la 3ra persona se agrega N; así por ejemplo: la raíz del verbo
wakay: trascender, es waka y flexionado para la 3 ra persona es Wakan, que traducido puede tener la siguiente acepción:
“….(el, ella, ello) trasciende el espacio y el espacio” …. 9 Los hallazgos arqueológicos de “Qaral” refuerzan la tesis de que hace más de 5,300 años, en esta zona se habló ya el
“pre-proto-qechwa”. Esto, sumado a estudios serios y la posición de la “dialectología”, refuerza la tesis de que el Qechwa
de Ancash- concretamente la variante dialectal del callejón de los Qunchukus- es uno de los más antiguos. En el Qechwa
de Ancash, cuatro se traduce como “chusku” y la expresión “Tawa” es más bien usada en el centro y el sur. Esto podría
atribuirse a la aparición de dialectos posteriores. Sin embargo, un análisis que veremos más adelante, nos mostrará que
“chusku” tiene una interesante significación. La expresión Tawa es también correcta por dos razones: por su significado
semántico de carácter trascendente; y por su uso en la “Capital de Tawantinuyu”: centro político y lugar que concentraba
a la elite intelectual-espiritual de nuestra Nación.
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Nótese, pues, la presencia de la “partícula wa” en la expresión Ha-wa patsa (mundo
intangible), lo que nos dice que esta partícula está reservada para lo “inmaterial”, lo intangible, lo
invisible a los ojos humanos. Casi siempre, el hombre ha vinculado lo invisible y enigmático con lo
sagrado.
El Hawa Pacha es el primer mundo; aquel gran océano del Cosmos donde vibran los
tiempos y los grandes sistemas galácticos que no se ven, pero existen. Es el universo
invisible que ocupa un espacio y un tiempo diferentes. Está más allá de nuestros
sentidos y existe, aunque los ojos humanos no sean capaces de percibirlo.10
La significancia e importancia de esta partícula se va notando de modo cada vez más claro,
en la medida que vamos tocando los ejemplos de expresiones importantes en el mundo Qichwa.
Este acercamiento nos “iniciará” en la comprensión de lo sagrado de la Lengua Qichwa y la
cosmovisión andina. Esta, indudablemente, no es de origen humano, sino de origen no-humano,
metafísico; es la transmisión del “Principio Supremo”: Illa Qun Tiqsi Wiraqucha a la Nación
milenaria Nación Qichwa.
10 Federico García y Pilar Roca, Pachakuteq: una aproximación a la cosmovisión andina, Lima, Lumbrera Editores,
2004, p. 27.
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WATI
Como decíamos, por lógica elemental y deducción simple, podemos afirmar que es
probable que el concepto e idea del ciclo wata (amarre), haya sido considerado en sus inicios para
el ciclo del día y la noche: TI wata ptin (cuando Ti-sol- se impregna, se llena de Wa), pero que
posteriormente su uso se restringiría a un ciclo mayor: el “ciclo anual”.
En quechua la palabra Ti significa Sol, no Inti como equivocadamente se dice. El Sol es An-
Ti, cuando nace; In-Ti cuando llega al cenit; Qon-Ti cuando se oculta en el océano; y Wa-
Ti, cuando permanece invisible al otro lado del mundo […] para los quechuas las distintas
posiciones del astro orientaron al sistema de las cuatro regiones o Tawantinsuyu.11
Para entender esto observemos el ciclo diurno y todo fijémonos en los nombres que adopta
el sol (Ti) de acuerdo a su posición en los “planos espaciales”. El astro solar: sol – ti – tiene varias
denominaciones, dependiendo de su posición en los planos espaciales12
, tanto en el “plano Ka”
(kay-patsa), así como en el “plano WA” (hawa-patsa). Así pues, “inti” como expresión para
determinar al sol es cierto solo en parte. Veamos detalladamente el siguiente esquema.
An-ti: sol naciente, nuevo, orden, vital
In-ti: fase fértil, vital
Qun-ti: el ocaso, caos, mayor entropía y desorden, viejo, cansado, de energía disminuida
WA-ti: periodo de recarga, compenetración con la esencia del plano wa (fuente de vida y energía vital)
11 Ibid., p. 28: “El mal llamado “Imperio Incaico” designaba pues, un concepto más cosmogónico que político. Los incas
expresaban con la palabra Tawantinsuyu una aglutinación semántica en el orden natural. En rigor idiomático, el vocablo
sintetiza la unidad de las cuatro regiones cuyo sistema trataban de representar, adecuando su organización política, su
régimen social, su ciencia y su técnica, a las grandes leyes que rigen el Universo.
12 Ibid.
12
Entonces, pues, cuando el Sol sale al amanecer: Anti, éste, después de haberse recargado en
el “plano wa”, lleno de energía empieza a recorrer el plano KA para fecundarlo y hacer posible la
vida en él, como una manifestación y “expresión del plano wa” a través de lo más tangible de su
creación: el sol Ti. Una vez nacido el sol, recorriendo el “cielo” se le llama “in-ti”, y en el medio
día cuando éste alcanza su Cenit se expresa en toda su fuerza y vitalidad, y, físicamente es
percibido como momentos de “mayor calor”, quemante: rupay.
Luego de haber cumplido su rol fecundador y de “entrega de energía encomendada”, este
llega a su ocaso diurno, cansado, con una energía disminuida. En los momentos en que empieza a
ocultarse, abandonando el plano KA para entrar nuevamente al plano wa, se le llama Qun-ti: “Sol
Quniano”13
. El muy probable que la denominación Qun-ti se deba a que, cuando el sol abandona el
plano ka, entra a los dominios de Qun Tiqsi Wiraqucha, Amo y Señor del plano sagrado wa.
Al entrar y estar el sol al plano wa adopta el nombre de wa-ti. Este es el momento en que
entra en contacto con el plano Wa para impregnarse de su esencia, de la energía vital creadora de
Qun que habita este plano. De allí nace el término wata: “impregnación con wa”, de su esencia.
Una vez recargado “Ti” de la energía vital del plano wa, sale nuevamente al plano ka; y es
precisamente en este momento que ocurre el amarre (wata) de la noche con el “día siguiente”,
completándose así el ciclo diurno. De allí también la expresión tan natural, cargada de sabiduría y
espiritualidad ancestral: yapay nam patsa wa-ra-y-kan (trad. literal: la tierra se está ya iluminando
de wa nuevamente) que quiere decir: “ya está amaneciendo nuevamente”.
Será muy útil también saber que Quya significa mañana, amanecer, y que quyaykanna: a
su vez significa “está amaneciendo ya”. Quya corresponde a las primeras horas de la mañana. En el
Qechwa I el sufijo “YA” denota transformación, y significa también “sabiduría”. Entonces la
palabra Quya morfológicamente significa “transformado en Qu, transformación relacionado a Qu,
o también, la sabiduría de Qu”. Sin embargo, su significado primordial es: “(algo) contiene la
esencia y sabiduría de Qu porque ha transformado su esencia con la de él (Qun).
En este contexto, podemos decir que Quya puede ser entendido también como: Sabiduría
proveniente de Qu”. Sin embargo, esta expresión se torna más interesante cuando comprobamos
que la partícula Qu aparece también en el verbo Quy: dar, del que se deriva Quq: “dador”. De Qu
también se deriva Qun, que se traduce como: “su Qu”; o también, “él, ella, ello da”. Este sonido
se encuentra también en el nombre de Qun Tiqsi Wiraqucha, cuyo significado es “Dador
Universal, basamento del mundo, el invisible amo y Señor del Universo incognoscible”, lo
infinito, incognoscible e inconmensurable, principio donde nace y termina todo, el alfa y el
omega. Más adelante abordaremos con la suficiente profundidad y amplitud el significado esencial
13 De este modo estuvieron ordenados en el Tawantinsuyu los “cuatro suyus”: Anti-suyu (el suyu del Sol naciente), Qun-
ti suyu (el suyu del sol poniente), Chinchay-suyu (el suyu del Chinchay: tigrillo de monte. Aquí hay que recordar que en
el Chinchaysuyu se veneraba al tigrillo u otorongo; esto lo vemos claramente en el lanzón de Chavín) y Qolla-suyu (el
suyu de los Qollas).
13
del nombre “Qun Tiqsi Wiraqucha”, y veremos infinita espiritualidad y sabiduría sagrada
contenidos en él.
Nótese que la ubicación común de “Qu” y del plano Wa es en el campo invisible, el
campo de lo sagrado, lo metafísico.
La interpretación que la Nación Qichwa hace del ciclo diurno tiene su fundamento en la
relación permanente del mundo físico con el nivel metafísico, del flujo constante de vida y energía
desde el “campo sagrado” hacia nuestro mundo físico. Es la adaptación que la Nación Qichwa hace
del ciclo diurno a la concepción general de la “ciclididad”. Y, en este caso, el Sol es el protagonista
principal en su relación con la esencia del plano Wa.
Lo expresado hasta aquí nos acerca a una idea muy importante, a la esencia de nuestra
realidad, que es de “complementariedad binaria”. La física cuántica moderna ha corroborado estos
conocimientos ancestrales de origen metafísico.
KAWAY: La Vida
“El plano Wa es el aposento de lo intangible, es la morada de lo Sagrado”
La realidad visible está en estrecha relación con la invisible. El plano KA es manifestación
y materialización de la “inteligencia creadora proveniente de WA” que manda su impulso vital y
energía por “pulsos”. El plano Wa es imposible acceder físicamente, pues es de naturaleza no-
física; este es imposible entenderlo con nuestros cinco sentidos rudimentarios de naturaleza física.
El mundo y todo cuanto podemos palpar en él es la elongación cíclica del centro primordial
sagrado, del que parten todas las cosas. La Pachamama, representa al orden substancial universal
de la Realidad, la cual se despliega y se contrae rítmicamente en forma cíclica, espiral y
ondulatoria. Estos despliegues y contracciones de carácter meta-cósmicas se originan o parten -si se
nos permite así decirlo- desde un « punto central », al cual podríamos también llamar Principio
supremo (Gran Misterio), que no es de carácter espacial ni temporal, y al cual los tawantinsuyanos
llamamos Illa Qun Tiqsi Wiraqucha. En otras palabras, el universo, el tiempo y el espacio forman
una Unidad indisoluble, una suerte de Tejido de carácter continuo y discontinuo que representa el
orden de manifestación del Gran Misterio
Esquemáticamente podríamos mostrar esta estrecha relación del modo siguiente:
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Yanapay: ayudar (complementar)
Yana: negro, complemento
Yanan: “su negro”, su complemento
Yanantin: “con complemento”, reciprocidad
Nótese que el término “yanan” está determinado para el lado “negro”, oscuro, invisible,
mundo no-tangible, al plano Wa; y no para el plano Ka. Esto se puede entender del siguiente modo:
“el plano Wa es punto de origen y referente; de este se originan todas las cosas existentes en el
Plano Ka”. Todo lo existente en el plano Ka puede ser entendido en su esencia y origen solo a
través del acercamiento de nuestra comprensión a su complemento: yanan en el plano Wa.
Pero notemos también aquí algo muy interesante: la presencia de la partícula “Ya”, lo que
hace que “yanan”, se traduzca literalmente como: “su complemento-sabiduría”, o también como
“su fuente de transformación”. Vemos, pues, que la fuente de toda sabiduría y transformación está
en el plano wa, y, como veremos después, este proviene de Qun Tiqsi Wiraqucha.
En relación al principio de la complementariedad, obsérvese cierta similitud entre la
cosmovisión andina y la oriental, expresado en el “ying yang”. Esta similitud no nos asombra, pues
ambas culturas tienen profundas raíces en sus tradiciones ancestrales.
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DUALIDAD BINARIA: WA y KA
La posición inferior o superior de ka o de wa en nuestros gráficos es arbitraria, pues es
intrascendente. En el cosmos el arriba y el abajo pierden significancia. Además, el plano sagrado es
atemporal y an-espacial. Es mejor entenderlo como “el aquí y el allá”, “este mundo y el otro”.
Esquemáticamente, en el gráfico se muestra a “uku-patsa” como la zona de contacto y tránsito entre
la realidad visible e invisible. Uku-patsa no tiene una significación material solamente, por lo tanto,
no obedece a los conceptos ni de espacio ni de tiempo. Es posible llegar a este campo solo a través
de la meditación profunda y trascendental: el “wamayay”. Desde esta zona se está en cercanía con
el plano Wa, y se estar en contacto con el “Principio Dador”: Qun (WaQun)
Hemos notado la importancia y significación de Wa en nuestro mundo físico, su
complementario binario. Esto lo entendemos aún más en el ciclo vital: de la vida y de muerte.
Precisamente, en este vemos la presencia de Wa, como parte fundamental que expresar estos
momentos tan importantes. Este ciclo ocurre en el plano físico Ka: el Kay-patsa, en el sagrado Wa:
Hawapatsa y en la zona de transición “Ukupatsa”. Esquemáticamente lo mostraremos así:
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Para analizar el ciclo vital, comencemos diciendo que el verbo Chay, significa “llegar”; y
el significado común del verbo Wachay es: parir. Sin embargo, desdoblándolo en sus partes
componentes (wa y chay), descubrimos que su significado literal es: “llegada de wa”. Esto
coincide con su significado esencial.
De su significado esencial vemos que, en el momento del alumbramiento, Wa llega al
plano visible (ka) y genera una vida: ka-wa-y. Kaway es la presencia de wa en el plano KA (físico,
tangible). Dicho de otro modo: kaway es la esencia proveniente del plano Wa, corporizado en el
plano físico (ka).14
Cual gota que salta de ese océano infinito (plano wa), cual chispa divina, llega
la expresión de Wa a nuestro plano “tridimensional y pentasensorial”, eternamente.
Cuando la vibración-energía llega al plano ka, este permanece en el cuerpo físico durante
toda la vida, por eso la vida se traduce y entiende como kaway. Pero, cuando las condiciones
físicas-corpóreas para la presencia del Wa en el plano ka se debilitan o son inadecuadas ocurre la
muerte: wanuy. Con el wanuy la “chispa divina” proveniente del plano Wa retorna a su plano de
origen, vuelve a ser el “Ser sagrado”: wa-kay , es decir, vuelve a ser “Wa puro” .15
La esencia de Wa vuelve a su plano de origen, así como la gota vuelve al océano infinito
después de haber saltado y haber permanecido fuera de este una fracción de eternidad,
profanamente etiquetado como tiempo. La zona de tránsito entre uno y otro plano es el Uku-patsa.
Aquí se tocan la vida y la muerte, como una unidad de complementos binarios. Es en esta zona de
contacto que se realiza el encuentro entre este mundo y el otro. Ocurre el encuentro entre el mundo
14 Recuérdese que en el Qechwa el adjetivo se antepone siempre al sujeto; así por ejemplo tenemos: shumaq-warmi:
mujer hermosa, puka-wayta: flor roja; y en nuestro concreto caso tenemos: ka wa-y: wa corpóreo, fisico (ka). Del mismo
modo: wakay significa: ser (kay) wa (sagrado), o sea “lo sagrado”, “ser sagrado”. 15 Entonces pues, las Wakas son lugares sagrados, precisamente por lo que estamos explicando. Y no es que se adore a la
waka en su aspecto “físico-material” de su construcción como edifico. Waka es el “lugar cercano de aproximación”,
“símbolo de punto de confluencia y contacto” entre el ka y el sagrado wa. En la expresión “wa-ka” vemos la “unidad de
complementos binarios” entre el plano físico y el metafísico, el plano visible e invisible, el plano humano y el sagrado.
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de las “vibraciones múltiples (materia, sonido, calor, luz, color, rayos X, etc.)” y el mundo de la
“vibración primordial: Win”. Uku-patsa es el lugar en donde retornan las “vibraciones divinas:
vida biológica” al plano de donde provienen, a su fuente única Qun Tiqsi Wiraqucha.
«…Para los tawantinsuyanos no existía el concepto de infierno como una eternidad de
castigo para los malvados. El Uku Pacha (mundo de adentro) como sitio de tormentos y de total
separación de Dios, es un concepto cristiano introducido en el Quechwa por los primeros
doctrineros católicos […] El hombre del Tawantinsuyu no conoció el “infierno” cristiano con sus
crudelísimas torturas, fuegos eternos, lagos de azufre, densas oscuridades y todo lo que el lápiz de
Dante y el pincel de Orcagna graficaron tan magistral y diabólicamente, tanto que durante siglos
sirvió - aun sirve- para aterrorizar a unos y otros con las implacables cuantías de sus tormentos
inacabables ».16
« La muerte para nuestros ancestros era aceptado como el final lógico de la existencia
(…en este plano físico…). Generalmente el cadáver era enterrado en posición fetal, pues se tenía
clara conciencia de la existencia de otro mundo similar al presente. El “samay-wayi” de nuestros
Inkas era un lugar sin ubicación geográfica (… atemporal y a an-espacial…, fuera del plano físico
Ka), de eterna primavera, colorista, ubérrima, donde moraban los espíritus de los justos después de
la muerte. Era un lugar de holganza, de felicidad perpetua. Lugar de descanso en el seno de la
tierra, exento de miserias terrenas. Quien no tenía acceso al “samay-wasi” se reincorporaba a la
tierra a través de la descomposición química del cadáver. Era un retorno a la esencia de la
Pachamama, al seno de la propia Tierra ».17
En la tradición andina lo único que concluye con la muerte es la apariencia física del
individuo, la forma que adoptó durante el periodo de su vida inmediata (en el plano físico Ka). Su
kamaqnin permanece, se integra a la energía vital que puebla el Cosmos hasta que “algo”
determine su regreso a nuevas y superiores formas de vida.
Cuando decimos que “Wa retorna al plano donde procede”, hay que entenderlo del
siguiente modo: “es el retorno de la fuerza vital “kamaqnin” al plano Wa de donde proviene y al
cual pertenece”. El Kamaqnin es una forma muy peculiar y evolucionada de Kallpa (fuerza), es la
presencia de la “inteligencia sagrada” en todo cuanto existe. « Es la fuerza capaz de producir la
vida, de organizar las infinitas formas que presentan los seres inanimados, para darles el privilegio
del movimiento, y luego, a través del tiempo y la constante transformación, dotarles de conciencia
[…] ».18
16 Ángel Avendaño, Atenas y Qosqo, aproximaciones y encuentros, Qosqo, Municipalidad Provincial del Qosqo, 1993,
pp. 75-76 17 Ibid. 18 Federico García y Pilar Roca, op.cit., p. 34. En las variantes dialectales del Qechwa del Sur, se usa más bien el término
“kamaqeñ”, que es entendido como “fuerza vital, espíritu”. Sin embargo creo que es más correcto la expresión Kamaq-
nin. Gramaticalmente, esta expresión se entiende del siguiente modo: kamay: hacer posible, posibilitar, permitir; kamaq:
aquello que hace posible algo; nin: sufijo que denota pertenencia-posesión de la tercera persona. Así pues, Kamaqnin;
vendría a significar: “aquello que lo hace posible todo: nacer, moverse, crecer, vivir, etc.” Si bien es cierto, este término
es entendido de acuerdo a parámetros “occidentales” como “fuerza vital o espíritu”; este tiene una acepción mucho más
18
El breve tránsito por la existencia corporal es, pues, un periodo de aprendizaje de nuevas
experiencias y de perfeccionamiento para acceder, luego de la muerte, a formas superiores de la
existencia. No es el regreso al paraíso o al infierno como proponen las religiones occidentales
(sobre todo los del Triple Anillo Abrahámico: judaísmo, islamismo y cristianismo), sino un acceso
a nuevas y superiores formas de vida. Se diferencia del budismo y algunas corrientes del
espiritualismo asiático, en que la nueva oportunidad de vivir no debe considerarse una fatalidad
negativa sino un edificante reciclaje que no tiene por qué ser, necesariamente, una expiación.
Este fenómeno cíclico de la vida y de la muerte ocurre en todos los seres vivos en la
naturaleza, desde las plantas y los animales hasta el hombre. Es así como el Principio Supremo,
desde el plano sagrado Wa, constantemente emerge a nuestro plano Ka (Kaypacha) en “pulsos
divinos” para generar vida. Los organismos vivos, después de haber cumplido su ciclo, entran en
estado “hipnótico” –sueño de reposo y espera”-, esperando la llegada de otro impulso divino y
empezar así un nuevo ciclo. Para esto tienen diseñado una macro-molécula inteligente: ADN,
soporte material sobre el que actúa la “Inteligencia Sagrada” proveniente de Wa.
“Lo incognoscible” tiene su morada en el plano sagrado Wa. Este conocimiento fue
recogido por la Nación Qechwa e incorporado muy sabiamente en su lengua. La partícula Wa
representa a la dimensión sagrada.
Pachakutiq Ninanturmanya * 19
profunda, y expresa al “Principio Supremo: Qun Tiqsi Wiraqucha”, presente como “inteligencia silenciosa”
(kamaqnin) que lo hace posible todo en todos los seres vivos, animados e inanimados en el plano físico Ka. 19 Josué Rojas Villarreal, Médico egresado de la Universidad de Comenius , Eslovaquia, PhD. en Pediatría, Magister en
Investigación Científica y Docencia Universitaria; Quechwa hablante nacido en la comunidad altoandina de Akuparaq,