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GGosén, en Egipto, es la tierraque José escogió y que elfaraón,
amigo de José, leconcedió para que su padre y sushermanos vivieran
cuando emigraronde Canaán debido al hambre queazotaba al mundo en
esos días(Génesis 47:1-11). Las mismaspreferencias de los egipcios
nopermitieron que los dos pueblosvivieran juntos. Pero esto era de
Diostambién, pues Dios establecería ladiferencia entre su pueblo y
losegipcios, y la protección quenecesitaría Israel cuando cayera en
laesclavitud después que José muriera.
La distinción entre Gosén y el restode Egipto no comienza hasta
queDios envía las plagas como juiciosobre esa nación, pero estas
notocarían a Israel. Dios no castigaba aEgipto sólo porque
hubieranmaltratado a su pueblo. En nuestraopinión quizás esta
hubiera sidosuficiente razón. Pero Dios cala másprofundo y ejecuta
sus juicios entodos los dioses de Egipto (Éxodo12:12).Dios prometió
su protección de estamanera: “Y habrá gran clamor por todala tierra
de Egipto, cual nunca hubo nijamás habrá. Pero contra todos los
hijosde Israel, desde el hombre hasta la bestia,ni un perro moverá
su lengua, para quesepáis que Jehová hace diferencia entre
losegipcios y los israelitas” (Éxodo 11:6 y7). La distinción no era
realmente entreGosén y el resto de Egipto, entre un
territorio y otro, sino entre gente;entre israelitas y egipcios,
entre Diosy el faraón; entre sus hijos y los hijosdel diablo. Dios
no protegeterritorios, programas, proyectos oinstituciones. Él
protege a su pueblo.Veamos algunos pensamientos sobrela protección
de Dios:
La protección de Dios essobrenaturalLa protección de Dios para
su pueblono es una ocurrencia de últimomomento que viene con
cadasituación de peligro. Viene con laparticularidad de ser hijos
suyos. Cuando se llegó la ocasión de salir,Dios dio instrucciones
de matar unbecerro por familia y untar la sangresobre los postes y
el dintel de laspuertas como señal para que el ángelde la muerte no
tocara esa casa.Todos sabemos que la muerte delcordero tipifica el
sacrificio de Cristoen la cruz. Además de todas lasprovisiones de
salvación incluidas,está la protección de Dios. Pero si sefija
usted, esta tiene una condición.Para los israelitas era
permanecerdentro de su casa con la sangreuntada en los postes y
dinteles. Paralos cristianos es aceptar el sacrificiode Cristo y
permanecer en él.
La protección de Dios es condicionalComo usted, yo me he
preguntadomuchas veces qué le hubiera pasadoa un israelita
incrédulo que hubieraestado fuera de la protección de lasangre.
Estoy seguro de que el ángelde la muerte no hubiera distinguido
la diferencia entre este y un egipcio, eigualmente hubiera
perecido. Laprotección de Dios no es automática.Sólo ser hijos de
Dios no nos eximede la obediencia a sus mandamientos.No podemos
hacer lo que nos dé lagana andando en lugaresdesprotegidos y creer
que el Señorestá obligado a salvarnos de lasconsecuencias. Muchos
cristianos lohan creído así, y han sufrido losresultados de sus
imprudencias ydesatinos.
La protección de Dios no obedece ahechos aislados Es parte de un
proceso sobrenaturalque permite que se cumpla elpropósito eterno de
Dios. Todos losacontecimientos que tuvieron que vercon la vida de
José habían sidousados por Dios para salvar a supadre y sus
hermanos de morir dehambre. Dios tenía un propósitopara la vida de
José. Y para la suya yla mía también.
Dios protegió a José de ser asesinadopor sus hermanos. Todos los
malossentimientos y acontecimientosobedecían al plan de Dios,
quienusaría hasta los celos de sushermanos y sus intenciones
malignaspara salvarlos a ellos mismos. José loentendió así y lo
comunicó a sushermanos: “Vosotros pensasteishacerme mal, pero Dios
lo encaminó abien, para hacer lo que vemos hoy, paramantener con
vida a mucha gente”(Génesis 45:5).Pero vayamos un poco más
allá.Dios no sólo estaba pensando en José,
L a p r o t e c c i ó n L a p r o t e c c i ó n d e D i o sd e D
i o s
Por Hugo M. Zelaya
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67
una persona, no sólo en Jacob y sushijos, una familia; Dios
tenía en mentea toda una nación y su gran liberaciónen el futuro
por medio de la sangredel cordero. Dios tenía planes para elpueblo
de Israel y lo protegería decualquier peligro incluyendo
elexterminio, peligro en el que se viomuchas veces. Todo el drama
de José y susconsecuencias en la historia de Israelson una alegoría
de la gran redenciónde nuestro Señor Jesucristo, “elCordero de Dios
que quita el pecadodel mundo.” La protección de Israelpor parte de
Dios contemplaba lavenida de su Hijo al mundo. Diosprotegió a un
individuo, a una familiay a una nación para que su Hijo
eternonaciera en este mundo. En nuestroegocentrismo, nosotros sólo
pensamosen la protección de nuestra persona yde nuestros intereses.
Dios tiene enmente todo lo que está por delante enel futuro que no
se lograría sin suprotección.Por lo tanto, la protección de
Diossobre cada uno de nosotros, va másallá de las circunstancias
naturales yentra en la dimensión sobrenatural.No pertenece sólo a
nuestra habitaciónfísica, nuestros trabajos o nuestrasposesiones.
Incluye nuestrocrecimiento espiritual, nuestro aporteen la
extensión de su reino y nuestrotrabajo en su iglesia. Como Israel
enEgipto, estamos en un mundo hostil,pero no somos de este mundo.
Suprotección es para que podamosdiscipular a las naciones
ofreciéndolesla salvación del Señor.Dios protege el cumpliendo de
supropósito:“Nadie podrá hacerte frente en todoslos días de tu
vida... no te dejaré ni tedesampararé” (Josué 1:5). Note enprimer
lugar que la protección de Diosaquí nos coloca en una situación
deacción de lucha contra un enemigo. Elcontexto es la conquista de
la tierraprometida. Josué estaba por iniciar lacampaña militar para
tomar posesiónde las promesas de Dios. No veníahuyendo acobardado
(aunque debióhaber tenido algo de temor, pues Dios
lo exhorta varias veces a esforzarse y aser valiente). Tampoco
estabaesperando pasivamente que Dioscumpliera con sus promesas por
otrosmedios.Como a Josué, Dios promete estar connosotros en nuestra
lucha contra losenemigos de su pueblo. Su presencianos hace
invencibles y desmoraliza elcorazón del enemigo. Sólo el pecadode
la desobediencia puede hacer queperdamos la batalla (Lea Josué
7).
La protección y nuestra relacióncorrecta con DiosJosué descubrió
que había pecado enIsrael y que Dios había levantado suprotección.
El pueblo sufrió unaderrota. La narración revela que loscapitanes
del ejército de Israel estabanmuy confiados en sí mismos.
Habíanprobado el sabor de la victoria contrauna ciudad más grande y
mejorfortificada y consideraron que nonecesitaban muchas tropas
para tomarla siguiente ciudad. No tomaron encuenta a Dios y
presumieron de sucondición. Hoy sabemos que unsoldado había
desacatado la orden deno tomar nada del botín y dejó a todoel
pueblo sin protección. Una vez queeste fue enfrentado y resuelto,
Diosvolvió a proteger a Israel de susenemigos y a ayudarlo en la
conquistade las otras ciudades. Dentro de este contexto, el pecado
deuna persona tuvo un efecto desastrosopara el resto de las tropas.
Quizásalgunos cristianos no se percaten deque su relación personal
con Diosafecta al resto del pueblo de Dios. Enuna situación de
guerra como esta, esmuy obvio que la conducta de un solosoldado
afectó al resto de suscompañeros. Si somos soldados deJesucristo,
como dice la Escritura (2ªTimoteo 2:3), entonces debemos
estarconscientes de lo que se requiere denosotros individualmente,
para que elejército del Señor no quededesprotegido cuando está en
batalla.En los países donde hay ejército, lastropas tienen que
pasar por unentrenamiento militar muy riguroso.Además del manejo de
armas y
tácticas ofensivas y defensivas, hay unproceso deliberado para
cambiar lamanera de pensar de los reclutas.Toda la disciplina a la
que sonexpuestos tiene como meta enseñarlosa funcionar como un
cuerpo en lajerarquía militar. La tarea de lossargentos durante el
entrenamiento esque el recluta deje de pensar por ypara sí mismo;
que reconozca lanecesidad de obedecer las órdenes desus superiores
y tomar en cuenta alresto de la tropa. Hay protección enun “cuerpo
bien concertado y unido entresí por todas las coyunturas que se
ayudanmutuamente, según la actividad propia decada miembro”
(Efesios 3:16).
El Salmo 18 es una expresión deagradecimiento por la
intervención deDios para proteger a David de susenemigos. Jehová,
fortaleza mía. Elversículo 20 dice: “Jehová me hapremiado conforme
a mi justicia; conformea la limpieza de mis manos me
harecompensado.”
Otra vez vemos que su protección noviene mecánicamente. El hecho
depertenecer a su pueblo no garantiza laparticipación de Dios en
nuestrasvidas si no vivimos ordenadamenteconforme a sus
mandamientos.Muchos cristianos se resienten con elSeñor porque no
acude cuandoclaman a él en medio de lasdificultades que ellos
mismos hancreado. No se les ocurre hacerprimero lo que es
necesario: restaurarsus relaciones mediante elreconocimiento de la
ofensa y lapetición de arrepentimiento y perdón.
La protección de Dios no nos impidesufrir No sé cuándo vamos a
aprender quela protección de Dios va más allá denuestra
conveniencia. El apóstolPablo así lo entendió cuando dijo aTimoteo:
“Sufre penalidades como buensoldado de Jesucristo... Acuérdate
deJesucristo, descendiente de David,resucitado de los muertos
conforme a mievangelio, en el cual sufro penalidades,hasta
prisiones a modo de malhechor; perola palabra de Dios no está
presa” (2ªTimoteo 2:3, 8-9).
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Pablo dice: “Yo estoy preso, pero lapalabra de Dios no. Yo sufro
penalidades,pero el evangelio es predicado”. Enningún momento se
detuvo apreguntar dónde estaría la protecciónde Dios para su
persona. Entiendebien que su comodidad es poca cosapara sacrificar,
con tal de cumplir sumisión de llevar el conocimiento delHijo de
Dios a toda su esfera deacción.Cuando Pablo escribió su
segundacarta a Timoteo, había sido llevadopreso por segunda vez y
exigido a darcuentas de su conducta. Tanaborrecido se había vuelto
elcristianismo para los romanos, quenadie vino a su defensa. Nerón
habíaincendiado Roma y había echado laculpa a los cristianos. Esto
desató unapersecución feroz contra los cristianosque sufrieron la
crueldad del dementeemperador, quien los empapaba debrea, los
encadenaba a postes y lesprendía fuego como teas parailuminar las
calles de Roma de noche.¿Dónde estaba la protección de Dios?¿Por
qué no vino el Señor en ayuda delos cristianos? Yo no sé todas
lasrespuestas a estas preguntas. Alguienha dicho que “¡La sangre de
losmártires es semilla de nuevoscristianos!” (Tertuliano, Apol.,
50,13:CCL 1,171). Y ¿por qué no debería serasí? El Señor Jesucristo
padeció ymurió para que pudiésemos sersalvos. Si el sufrimiento y
aún elmartirio vienen para regar la semillade la palabra de Dios
para la salvaciónde muchos, entonces amén. Hay unamejor recompensa
para ellos (LeaHebreos 11:32-40).
Dios nos protege en la tentación (Mateo 4:1-11). La victoria de
Cristoen el desierto es un buen ejemplo decómo resistir la prueba y
la tentaciónen la vida cristiana y cómo nosprotege Dios en esta
lucha. La historia es un contraste entre elprimer Adán y el último
Adán(nuestro Señor Jesucristo). Al primerAdán le fue dado dominio
sobre lacreación, pero creyó las mentiras deldiablo, no confió en
la palabra de Dios
y entregó su dominio a Satanás apesar de haber sido puesto en
unparaíso perfecto.El segundo Adán, Cristo, permanecefirme en su
confianza en Dios y supalabra. Su entorno es diferente: estáen un
desierto, en un mundodominado por Satanás. Su tarea esrestaurar el
reino de Dios en la vidade los hombres para que ya nodomine en sus
vidas. Jesús no estárecobrando su propia soberanía: esoera lo que
el diablo intentaba hacerlecreer. Dios fue, es y seguirá siendoRey
sobre su creación.
Lo que Jesús hace aquí es obtenernuestra protección en la
tentación.Está en condiciones de igualdad con elprimer Adán. Debe
derrotar a suenemigo como hombre y no comoDios. Lucifer no es un
enemigo dignode Dios. Quiso estar en igualdad conDios, pero nunca
lo logró. Los ángelesbuenos lo echaron del cielo. Todavíaahí, Dios
puso el conflicto en pie deigualdad. Ángeles contra ángeles. Aquí
en el desierto, el Hijo de Dios loenfrenta y lo derrota como
hombre.Por eso, usted y yo podemosderrotarlo como hombres. Si
lo
hubiera derrotado como Dios, usted yyo no tendríamos la más
remotaposibilidad de hacerlo nosotros. Peroél demostró que podemos
ganar en latentación.Jesús derrotó al “hombre fuerte”(Mateo 12)
para destruir el dominio deSatanás sobre el hombre. Estaprotección
es suya y mía si aceptamosla victoria de Cristo en el desierto. La
tentación de JesúsLas tres tentaciones tienen que ver conlas tres
provisiones esenciales queperdió el primer Adán:
alimento,protección y dominio. Por causa delpecado Dios había
maldecido la tierra,quitado su protección y guardado sudominio.
Sabemos con certeza que elHijo de Dios nunca las perdió. ElEspíritu
Santo escogió el campo debatalla a fin de que el Señor lasrecobrara
para nosotros. Mateo 4:1dice: “Entonces Jesús fue llevado por
elEspíritu al desierto para ser tentado por eldiablo”. Jesús
recuperó estas tres provisionesde Dios para nosotros con
suobediencia perfecta al Padre. Eltentador quiso desviarlo del
caminoque su Padre le había trazado: queconvirtiera las piedras en
pan parasatisfacer su propia hambre; que selanzara de la torre del
templo paraque Dios lo protegiera; que lo adorarapara que obtuviera
los reinos de latierra sin ir a la cruz como era lavoluntad del
Padre. Jesús se plantófirme en su obediencia y rechazótodas las
tentaciones con la palabraque había recibido del Padre.Satanás no
es un innovador. Sustentaciones son las mismas hoy. Sudeseo es que
le creamos a él y no aDios. Su engaño lleva a los hombres ala
destrucción. Debido a la victoria deJesús en el desierto, nosotros
podemosreclamar su protección cuando somostentados.¿En qué consiste
esta protección? Enque Jesús le quitó el poder parahacernos pecar.
El hombre natural hasido engañado para seguir susmentiras. “Cada
uno es tentado, cuandode su propia concupiscencia es atraído y
-
seducido” (Santiago 1:14). “Sabe elSeñor librar de tentación a
los piadosos, yreservar a los injustos para ser castigadosen el día
del juicio; y mayormente aaquellos que, siguiendo la carne, andan
enconcupiscencia e inmundicia, y desprecianel señorío” (2ª Pedro 2:
9-10).Como nuestro Señor, debemos ponernuestra confianza en Dios y
supalabra sin importar lascircunstancias. Somos hijos de Diosporque
por fe hemos confiado en laobra perfecta de su Hijo y a él
hemosentregado nuestras vidas. Ya novivimos para nosotros mismos ni
paraSatanás. Vivimos para Cristo y suprotección nos da el poder
pararesistir al diablo, al mundo y a lacarne.Y aún si caemos en
alguna tentación,no quedaremos allí. La protección deDios nos
levantará. Como Pedrocuando se hundía después de caminarsobre el
mar. Jesús extendió su manoy lo mantuvo hasta que regresó a labarca
(Mateo 14: 28-31). Bien dice elSalmo 37: 24: “Cuando el hombre
caiga,no quedará postrado, porque Jehovásostiene su mano”.Sométase
en todas las cosas a Dios y éllo protegerá de las tormentas de
lavida, de la tentación del maligno y detodas las cosas que buscan
sudestrucción. La palabra de Dios diceque él lo protegerá en todas
lascircunstancias. Dios nos protege porgracia. Muchas veces aún
cuando nomerezcamos su protección. Y ¿qué de las ocasiones cuando
pareceque no nos protegió? Entonces crea loque dice Romanos 8:28:
“Sabemos,además, que a los que aman a Dios,todas las cosas los
ayudan a bien, estoes, a los que conforme a su propósitoson
llamados.” ∆
Hugo Zelaya es director de ConquistaCristiana. Es el fundador de
laFraternidad de Iglesias y Ministerios delPacto que da cobertura a
varias iglesias enCosta Rica. Actualmente reside con suesposa
Alice, en Alajuela, Costa Rica.
69
Próximos temas:La verdadera prosperidad (1-5-06)*
La gratitud (1-7-06)*Lucha contra el desánimo (1-9-06)*
Escuchando con el corazón (1-11-06)**fecha límite para enviar
artículos
Invitamosa pastores y ministerios para que colaboren con
artículos de actualidadque sirvan de bendición al cuerpo de
Cristo.
Envíe únicamentelos artículos a:
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paraser publicados. Debido a las limitaciones de tiempo y
espacio,
podemos seleccionar sólo artículos recibidos oportunamente y
quese apeguen a los temas indicados.
No se devolverán los manuscritos enviados. Una vez
publicados,los artículos no podrán reproducirse con alteraciones o
revisionesde ninguna forma. Sólo podrán reproducirse en su
totalidad para
la circulación gratuita y con el debido crédito de fuente y
autor.
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70
EEn los años antes del nacimientode Cristo, Israel conoció a
Dioscomo el eterno, el poderoso, elproveedor, el sanador, el pastor
y elEspíritu Santo, pero no como padre.Jesús vino a revelar a Dios
como elpadre eterno; el padre de los quereciben al hijo de Dios. Es
de vitalimportancia que el género humanoconozca a Dios como padre
personal,el que es bueno y compasivo.Muchas personas no conocen del
todoa Dios. Otros creen que existe, perono tienen relación personal
con él.Muchos cristianos reciben a Jesús,pero no se dan cuenta de
que Dios essu padre. El efecto es que nos despojade la tremenda
gracia y protecciónque son nuestras a través de supaternidad. Dios
nunca se convirtió en “el padre”.Él siempre fue, es, y será el
padre, por
su misma naturaleza. Porque Jesús esel Hijo Eterno, Dios es el
padre eterno.Jesús vino porque el padre nos ama yenvió a Jesús para
salvarnos denuestra condición.Jesús es presentado en el evangelio
deJuan como complaciendo siempre alpadre, haciendo la voluntad
delpadre, y diciéndole a los discípulosque si conocieran el hijo de
Dios,conocerían al padre. No hay nadaacerca de Jesús que sea
diferente alpadre (vea Juan 14:1-11).Muchas personas, aún
cristianas,piensan en Jesús como diferente, encarácter, a su padre.
Le oran a Jesús,pero no al padre. Quizás vean a Jesúscomo más
compasivo que el padre.Sin embargo, Jesús vino a mostrarnosel amor
del padre y su cuidado. Él nosenseño a orar al padre.Jesús oró:
“Abba padre” — untérmino personal de afecto (veaMarcos 14:36).
Pablo dice que el
Espíritu Santo ora a través de nosotrosdiciendo “Abba padre”
(vea Romanos8:11,15). Si consideramos quién esDios, es abrumador
que podamosconocer a Dios de este modo. Muchaspersonas se
relacionan con la ley o conla tradición, pero Jesús nos anima
arelacionarnos con Dios mismo comonuestro padre.¿Por qué es
vital?El acto de relacionarnos con Dioscomo nuestro padre, cambia
lanaturaleza de nuestra relación con él,de lo impersonal a lo
personal. Nosayuda a vernos, no sólo comocreyentes, sino como
hijos. Nosintroduce en la seguridad y laprotección de su bondad
ymisericordia. Nos libera pararepresentar su amor y su gracia,
nosólo sus leyes y sus doctrinas. Lapaternidad de Dios nos da
untestimonio más maduro delEvangelio.
PPPP rrrr oooo tttt eeee cccc cccc iiii óóóó nnnn eeeennnn
llllaaaa ppppaaaatttteeeerrrrnnnniiiiddddaaaadddd ddddeeee
DDDDiiiioooossss
Por Chgarles V. Simpson
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71
Otro beneficio vital es cómo supaternidad afecta la unidad.
Nosatrae a todos sus hijos e hijas, y nosdeja compartir una mayor
comunióncon él y uno con el otro (vea 1ª Juan1:1-4). La comunión
con el padre nosayuda a comprender la difícilcondición de los que
están alejados deél. Al igual que los apóstoles, losllamamos para
que se reconcilien conDios por medio de Jesucristo.Dios es el
creador, pero antes de crear,él era el padre. Dios es el juez,
peroantes de juzgar, aún a los ángeles, élera el padre. Dios es el
consejero,pero el suyo es el consejo del padre.Dios es el rey, pero
el rey es nuestropadre. Jesús vino para que al final,todo dominio
regresara al padre (vea1ª Corintios 15:24).Recuerdo que poco
después de haberaceptado a Jesús como mi Señor ySalvador, mi padre
y yo estábamosorando. Yo había empezado mioración con “Querido
Dios.” Despuésde que terminamos de orar, mi padreme dijo: “Hijo, no
tienes que decirle“Querido Dios.” Le puedes decir“Querido Padre.”
Nunca olvidaré eldía en que me di cuenta de que eltodopoderoso Dios
es mi Padre.
Paternidad naturalLa paternidad natural nos es dadacomo una
revelación de la paternidaddivina. El nombre Abraham, el padrede
Israel, significa “padre de unamultitud.” Israel era una
familiamucho tiempo antes de llegar a seruna nación. La familia es
unaextensión de la paternidad y cobra sunombre del padre eterno.
Efesios3:14-15 dice que todas las familias(patria) de la tierra
derivan su nombredel padre. La familia es unapaternidad y lleva el
nombre delpadre. Es la extensión de laprocreación, provisión y
protección deun padre. Qué triste es que tantos hayanperdido ese
entendimiento, porquemuchos padres no conocen a Dioscomo Padre. Han
fracasado comopadres naturales, y el nombre padreha caído en
irrespeto. Para muchos
hijos, “padre” es una palabra que serecuerda con dolor.La
familia natural debería nacer delamor de pacto de un padre. Los
lazoscon su esposa deberían proveer laseguridad y protección para
laprocreación y el nacimiento de loshijos. Pero los millones de
familias sinpadres reflejan un enorme vacío ydolor. Aunque muchas
mujereshagan un gran esfuerzo como madres,ellas no pueden ser
padres. Por eso,muchos hijos crecen sin ningunacomprensión real de
la paternidad. Malaquías 4:5-6 dice que Dios enviaráa Elías a
volver los corazones de lospadres hacia los hijos, y de los
hijoshacia los padres, no sea que castiguela tierra con una
maldición. Si nofuera por el Nuevo Testamento, laúltima palabra de
la Biblia sería“maldición”.
El lugar para detener
los males que nos plagan
está en el corazóndel Padre.
Gracias a Dios que la maldición hasido quitada por medio de
Cristo. Sinembargo, la separación de padres ehijos trae una
maldición. La pobreza,el crimen y la enfermedad dantestimonio de la
maldición de lapaternidad descarriada. El lugar paradetener los
males que nos plagan estáen el corazón del Padre.Cómo enlazar
generacionesEl evangelio restaura nuestra relacióncon nuestro padre
divino y con lapaternidad natural. En el Salmo 78, elsalmista dice
a los padres que pasen asus hijos la sabiduría y la verdad delas
generaciones anteriores. Elenemigo sabe que puede derrotar a
lasgeneraciones si las puede separar de
su patrimonio. El enemigo trabajaarduamente en nuestros días
parahacer una brecha entre los padres ylos hijos. La familia, a
menudo, se haconvertido en individuos dispersosque han perdido la
habilidad deadherirse uno al otro. Y están soloscuando caen.Esta
incapacidad de adhesión o defidelidad a los pactos es
transmitidadespués a la sociedad. La sociedad seconvierte en
individuos sueltos,empujados por el interés propio y nopor una
comunidad. Los hijos necesitan ver que sus padreshonren a sus
abuelos, para quecomprendan cómo honrar a suspadres. Recuerdo una
tarde, alrededor delaño1977, cuando nuestra familiaestaba sentada a
la mesa para la cena.Mi papá y mi mamá se habíanpensionado con un
pequeño ingresode pastor y nosotros les habíamosdado un coche, les
habíamos ayudadoa comprar una casa nueva y habíamoscompartido otras
bendiciones conellos.Nuestro hijo mayor, Stephen, dijo:—Papá ,usted
y mamá han sido muybuenos con los abuelos.Me alegré de que él
hubieracomprendido eso.—Sí, hijo, los hemos bendicido. Mealegro que
lo hayas notado —dijehaciendo una pausa y mirándolo.—Yo entiendo—
dijo él.Él cayó en cuenta y cada uno denuestros tres hijos recibió
el mensaje.Yo no tuve que decirles: “Espero queustedes nos honren y
nos bendiganalgún día”. Ellos lo habían visto.Años después, nuestra
hija decorabasu habitación con algunos de nuestroslibros viejos. Su
madre y yoestábamos en la habitación con ella.— ¿De qué trata este
libro, cariño? —Pregunté yo.—No lo sé— dijo ella.Lo abrí. Era el
libro de Owen sobre elperdón, un clásico puritano muy raro.
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72
John Owen fue el capellán de OliverCromwell en 1651, un líder
cristianomuy poderoso. Años después rechazóla invitación de mudarse
a los EstadosUnidos y convertirse en presidente dela Universidad de
Harvard.Cuando abrí el libro, cayó una cartaque había sido escrita
para labisabuela de mi hija por latatarabuela. La carta estaba
fechada 4de agosto de 1899. La bisabuela de mihija tenía 23 años de
edad cuandorecibió esta carta. Así decía:
Mi amada hija,Creo que si tu santaabuela, que llevaba tumismo
nombre, mepudiera decir esta mañanacuál de sus librosatesorados
darte comoregalo para tucumpleaños, hubiera dicho“Owen sobre el
perdón”.Verás, fue un regalo paraella de quién ella amabatanto en
la tierra; por esolo apreciaba tanto ytambién por su gran
valordoctrinal. Yo me hegozado y beneficiadoleyéndolo y espero que
túencuentres el mismo y aúnmayor beneficio en él.Que las oraciones
denuestra querida y viejaabuela para ti, la últimaque lleva su
nombre,continúen trayendobendiciones a tu vida através del tiempo y
laeternidad.Dios te bendiga en este díay para siempre, mipreciosa
niña.
Tu amante madre
4 de agosto de 1899P.D. Busca en la
página 31, el testimonio dela abuelita de la bondad denuestro
Dios.
Después de leer la carta, buscamos lapágina 31 en el libro donde
habíapalabras subrayadas sobre elarrepentimiento y el perdón y
notasmarginales escritas de su puño y letra,expresando su fe en
Jesús.Ahora, seis generaciones más tarde,nuestra hija había sido
tocada tambiény años después se convirtió en unamisionera de niños
en Centroamérica.La manera de enlazar una generacióncon otra en
seguridad, protección ycontinuidad es relacionarlas con unPadre
celestial amoroso y bondadoso.Él también nos enlaza con sus
otroshijos de maneras que traen unidad.En unidad unos con otros y a
lo largode las generaciones, él ordena unabendición sobre nosotros:
vida parasiempre.La paternidad espiritualDios es el padre eterno.
Los padresnaturales son dados para reflejar suamor y su cuidado.
Los padresespirituales son aquellos queintroducen las
mismaspreocupaciones de la paternidadnatural en el área
espiritual.Producen hijos espirituales y proveenprotección y
alimento espiritual.Llevan a sus hijos a la madurez.El apóstol
Pablo fue un padre paramuchos creyentes e iglesias. Los
otrosapóstoles lo fueron también. No sóloprodujeron fruto
espiritual, sino quedieron instrucción, identidad,protección y
dirección. La paternidadespiritual es para los cristianos, lo quela
paternidad natural es para los hijos. Por causa de una
perspectivainstitucional del cristianismo, lasfamilias espirituales
han sidofracturadas. Muchos cristianos nuncahan sabido de un padre
espiritual o sehan separado de él. Otros, todavíaestán enojados con
sus padresespirituales.
A menudo las iglesias locales estánmás confundidas que un
“matrimoniohecho en Hollywood”, en términos dela paternidad
espiritual. El fracaso decomprender a la familia ha
afectadograndemente a la iglesia. La maneracomo nos tratamos unos a
otros amenudo ha sido afectada por laausencia de la
paternidad.Contratamos y despedimos a lospastores igual que las
organizacionesseculares contratan y despiden a
susejecutivos.Frecuentemente los pastores amenudo se vuelven
precavidos ycínicos en su relación con loscristianos. Hay tanta
fragmentaciónque las relaciones se vuelventenporales, superficiales
yprofesionales. Entretanto, hay muchodolor en los hijos y en los
padresespirituales.¿Cuál es nuestra esperanza? Creoque necesitamos
acercarnos a nuestropadre que está en los cielos y orarpara que
venga su reino en nuestrasvidas. Necesitamos honrar a lospadres
naturales y orar para que suscorazones se vuelvan a Dios y a
sushijos. Necesitamos orar por lapaternidad espiritual
quesinceramente cuida del pueblo deDios: padres que no puedan
sercontratados y despedidos.Si la familia es la extensión de
lapaternidad, ¿dónde estamos sin lospadres? Algunos dirán
que“completamente mejores”. Yo digoque “en problemas”. Sin duda
haymuchos que están sin padres, peroDios es un padre para los
huérfanos.No obstante, algunas maldiciones nose irán y algunas
bendiciones novendrán hasta que descubramos denuevo que Dios es
nuestro padre, nosólo nuestro Dios.Padre, hágase tu voluntad en
latierra. ∆
Charles Simpson es maestro con unministerio internacional y
director de larevista One-to-One.
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73
UUna de las enseñanzas máshermosas que encontramos enla Biblia
es esta: El Señor noslibra en medio de toda lucha, sipermanecemos
bajo sus alas.Meditemos un poco en el contenidodel Salmo 91. De
este podemosaprender, al menos cinco verdadessobre la protección de
Dios.1. Todo aquel que se mantiene bajolas alas del Señor, es
librado por élde enemigos ocultos. “Él te librará del lazo del
cazador, de lapeste destructora” (Salmo 91:3).¿Sabe usted cuál es
la característicaprincipal del lazo de un cazador? Quese oculta lo
más posible de la vista delanimal que pretende atrapar. Loslazos
del cazador son casiimperceptibles a la vista y soncolocados
precisamente en el caminomás transitado por sus presas. Elsaber
dónde hay un peligro paranuestras vidas nos ayuda mucho
aconservarla. Saber dónde se escondeun peligro nos ayuda a
evadirlo.Pero, lamentablemente, muchas vecesese conocimiento escapa
de nuestroalcance; y no precisamente debido a
nuestro escaso discernimientoespiritual sino, entre otras cosas,
a laingente cantidad de enemigos quepueblan nuestro entorno
espiritual.Permítame relatarle la siguientehistoria. Durante mi
niñez nuestrohogar estaba asentado en una zonarural. Espesos
matorrales favorecíanla cacería de hermosos conejos queenriquecían
las mesas de muchos desus habitantes. Un amigo tenía porcostumbre
atrapar a estos graciososroedores utilizando lazos de
alambresumamente finos, pero resistentes; loscolocaba justamente en
el centro deesos angostos caminos transitados.Los colocaba a cierta
hora del día y ala mañana siguiente iba a revisar quéhabía quedado
atrapado en esos lazos.En cierta ocasión me invitó a hacerjuntos
esta inspección y acudí lleno deemoción sin imaginarme que, debidoa
lo imperceptible de estas cruelestrampas, yo mismo quedaría
atrapadoen varias oportunidades. Esto aúncuando había sido
advertido acerca deesa posibilidad.
Muchos creyentes piensan que lacondición para no caer en los
lazos deldiablo es poseer un conocimientoexhaustivo de cada trampa
deSatanás, otro tanto de información
sobre taxonomías de espíritusmalignos, algunos datos que
permitanelaborar un “plano” o “geografíaespiritual”, con la
debidaconfiguración del dominio de ciertos“espíritus
territoriales”. No dudo delhecho de que algunas de estas
cosaspuedan ser interesantes, pero ¿seimagina usted el grado de
paranoiaque puede resultar de todo esto? ¿Seimagina cuántos
espíritus, cuántoslazos, cuántas trampas, cuántassituaciones o
eventos potencialmentepeligrosos tendría que determinarusted para
poder ser libre de todosellos? Pasaría toda su vida tratandode
obtener esa información y pormucho quedaría aún rezagado. Y esque
constantemente enfrentamospeligros de muerte, peligrospersonales y
familiares. Sin embargo,gracias a Dios, en la Biblia se nosrevela
una gran verdad: “Él te librarádel lazo del cazador, de la
pestedestructora.”2. En medio de nuestras luchasespirituales, Dios
nos librapersonalmente. “Con sus plumas te cubrirá, y debajo desus
alas estarás seguro” (Salmo 91:4).Trayendo a la memoria
nuevamentealgunos recuerdos de mi infancia en
Por José Ramón Frontado
B a j o s u s a l a s
-
aquella zona rural, evoco el patio demi casa con sus vistosas,
ruidosas ycoloridas gallinas criando a suspolluelos. Permítame
describirle algoacerca de ellas. Al culminar la puestade sus
huevos, estas abnegadasmadres se echaban sobre sus nidosdurante
veintiún largos días. Duranteese tiempo, las futuras madres
apenasse levantaban de sus lugares paracomer una que otra vez.
Elcumplimiento de ese estricto ayunohacía que perdieran mucho peso
y,pasadas las tres semanas deincubación, quedaban reducidas
a,prácticamente, un poco de piel,huesos y plumas. Poco
tiempodespués de haber roto el cascarón, lospequeñitos junto a sus
ufanas madres,salían a dar su primer paseo ante lavista maravillada
de los miembros denuestra familia.Las engreídas pero
enclenquesmadres, percibiendo algún posiblepeligro para sus
hijitos, levantabantodas sus plumas mostrando,falsamente, una
apariencia y pesomayor del que realmente poseían yeran capaces de
pelear con animalessuperiores en tamaño y fuerza, y aúncon aquellos
seres humanos queintentaran tocar a uno de suspolluelos. Yo fui
testigo de varias deestas valientes acciones y noté cómo,los
débiles animales, no buscabanayuda en otra parte sino que
sebastaban a sí mismas para la defensa yprotección de sus hijos. ¡Y
cómo!Hoy en día reflexiono y me pregunto:si un animal tan simple,
tan escaso deinteligencia y tan débil como unagallina es capaz de
defender a sudescendencia a fuerza de plumas ypicotazos… ¿Cuánto
más no puedehacer Dios por nosotros actuando contodo su poder?Es
por eso que quiero animarlo apensar en esta realidad: en medio
delos peligros y dificultades, Dios noslibra personalmente.Puede
ser que él use otros medios,puede valerse de otros recursos
paraacudir en nuestro auxilio, pero nuncadejará de estar con
nosotros.
3. Dios nos protege entodo tiempo. “No temerás el
terrornocturno, ni saeta quevuele de día” (Salmo91:5).Cuando en la
Biblia sehace mención al terrornocturno y a la saetaque es
disparada enmedio del día, lo quequiere enseñarnos elSeñor es que
encualquier momento, encualquier fecha, encualquier oportunidad,en
cualquiercircunstancia, acualquier hora decualquier día, mes oaño,
en invierno o enverano, en otoño oprimavera, él nos cuida.
Todos sabemos algo acerca del intensoodio que forma parte de la
naturalezade Satanás; y todos, de igual manera,sabemos que ese odio
está dirigidofundamentalmente contra Dios ycontra toda su creación.
Pero laIglesia de Cristo es el supremopropósito de Dios y contra
ellaarremete el enemigo con toda su furiay violencia. No obstante,
no olvide:Dios nos protege en todo tiempo.
Imagínese usted lo terrible que sería sia una hora determinada
de cada díaquedáramos desprotegidos del amor ydel poder de Dios; si
a una horaespecífica de cada día quedáramosfuera de su sombra, de
sus alas, de suabrigo, expuestos a la perversavoluntad de las
fuerzas malignas quebatallan contra nosotros sin que Diosintervenga
para ayudarnos.
Usted sabe que por ser un hijo deDios, vive rodeado de
numerososenemigos espirituales los cualesbuscan ávidamente su vida
paradestruirla.Ahora, imagínese que de pronto, acierta hora de cada
día, sólo por unospocos pero cruciales segundos, elescudo que lo
mantiene protegido de
todos y cada uno de ellos le esquitado, aunque al cabo de
ciertotiempo vuelva a ser puesto sobreusted.Imagínese que sus
enemigos, y nosolamente usted, sepan cuál es la horaexacta cuando
usted quedadesprotegido cada día. ¿Lograimaginarse lo que
sucedería?¿Alcanza a visualizar lasconsecuencias de tan
trágicacircunstancia?Pero el que habita bajo su abrigonunca queda
desprotegido la másmínima fracción de tiempo. Dios nosprotege en
todo tiempo.Recuerdo haber leído en algunaocasión una historia
cargada demucha sensibilidad que me hizoreflexionar sobre este
asunto. Secontaba en ella el caso de un jovenque fue a la guerra.
Un día, debiendocumplir una misión cargada depeligro, esperó hasta
cierta horadeterminada para realizarla.Habiendo regresado con vida
porcumplirla exitosamente, alguien lepreguntó por qué había
esperadohasta ese momento para llevar a cabosu misión, a lo cual el
joven contestó:“Antes de venir a la guerra mi madreme prometió que
a esa hora, todos los
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días, oraría por mí y encomendaría mivida a Dios”.Es una
historia bastante emotiva pero,a decir verdad, no es precisamente
loque enseña la Biblia en cuanto a laprotección del Señor sobre
nosotros.Frecuentemente compruebo que másque del interés, acciones
opreocupación de los creyentes poralcanzar la protección de Dios,
estadepende más del puro afecto de sugracia, de su misericordia y
de suspromesas. Con esto no quiero dar aentender que la oración y
lapreocupación personal no seanelementos valiosos ante los ojos
deDios al momento de ser protegidospor él; lo que quiero dejar
claro escómo la protección de Dios sobrenosotros es tan grande
eincomprensible que abarca muchomás de lo que nuestros
esfuerzospuedan lograr.4. El Señor nos libra de toda clase demales.
“Ni pestilencia que ande en oscuridad, nimortandad que en medio del
día destruya.Caerán a tu lado mil, y diez mil a tudiestra; mas a ti
no llegará” (Salmo 91: 6y 7a).Quienes usamos computadorasconocemos
los graves daños queocasionan los virus informáticos.Estos
elementos indeseables puedenentrar en nuestros ordenadores ycausar
verdaderos estragos. Algunosde ellos pueden alterar o
borrararchivos, otros pueden afectar el buenfuncionamiento de
ciertos programasmientras que otros son capaces dedañar severamente
el mismo discoduro. Documentos y registros de vitalimportancia para
nosotros quedanexpuestos ante ellos, y archivospersonales
significativos tales comocartas o fotografías guardadas duranteaños
pueden ser eliminados en sólounos pocos segundos. Existen,
paranuestro bien, empresas dedicadasexclusivamente a la creación
deprogramas para defendernos de esosvirus. Ahora bien, si
nuestroprograma contra los virus no estáactualizado y
usamosinadecuadamente nuestra
computadora, corremos el riesgo desufrir graves pérdidas pues
podemosdetectar el ataque de los virus para loscuales tenemos la
debida protección,pero no el ataque de los virus dereciente
aparición.Pero, en cuanto a los ataquesvirulentos del mundo
espiritual, debeusted descansar en el hecho de quesiempre, a toda
hora, estamosprotegidos contra toda clase de mal.No existe un solo
tipo de demonio oespíritu maligno que pueda vulnerarnuestro
“sistema inmunológicoespiritual” si permanecemos bajo lasalas del
Altísimo. Él nos libra de todaclase de males.5. Él cuida a las
personas queamamos.“No te sobrevendrá mal, ni plaga tocarátu
morada.” (Salmo 91:10).Muchas veces se presentan situacionesen las
cuales no nos es posibleproteger o ayudar a un familiar enapuros.En
diciembre de 1999 una grantragedia enlutó mi país. Ungigantesco
desclave, mezcla de agua,barro, piedras, rocas y gigantescosárboles
arrastrados furiosamente porlas corrientes de las aguas que
bajabanprecipitadamente desde altasmontañas, destruyeron, casi en
sutotalidad un Estado, otroraparadisíaco, alegre y
densamentepoblado. Casas, automóviles,personas y pueblos
desaparecieronpor completo durante una noche queaún recordamos con
lágrimas dedolor. Una escena de esa tragedia aúnse mantiene muy
viva en nuestrosrecuerdos: atrapada entre escombros,piedras,
árboles caídos, y en medio deuna estrepitosa corriente de lodo
ymuerte, se encontraba una niña deunos diez años de edad.
Algunosperiodistas de los medios televisivoslograron captar las
imágenes querecorrieron todos nuestros hogareshaciéndonos sentir
una sola familia demás de veinte millones de miembros.Y entonces
todos vimos cómo unhombre, arriesgando su propia vida,decidió
descender hasta donde estaba
la niña atrapada y a punto de morir.Ella se aferraba firmemente
a la vidamientras su cuerpo debilitado eragolpeado contra los
escombros. Elfrágil cuerpecito de aquella niña,semidesnudo y
maltratado, parecíaser, en lo más profundo de mi alma, elcuerpo de
alguna de mis dos hijas. Yrecordamos los versos de Andrés
EloyBlanco, el gran poeta de nuestra tierra:“Cuando se tiene un
hijo, se tiene alhijo de la casa y al de la calleentera…”A medida
que aquel hombre seacercaba lentamente para tratar desujetarla,
éramos millones de personasquienes, fundidas en un solo
corazón,estirábamos inconsciente einútilmente nuestras manos hacia
laspantallas de los televisores tratandode sujetar aquel herido
cuerpecitopara aferrarnos a el en un abrazo deamor y salvación.Todo
mi país lloraba mirando aquellaescena. Pero nadie podía hacer
nada.Desde el punto de vista humano,hasta donde alcanzan las
fuerzas deun hombre, hubiésemos hechocualquier cosa; pero en ese
precisomomento, no podíamos hacer nada.Sólo llorar, orar y esperar
que lasmanos de aquel hombre, que eran lasmanos de todo un país,
salvaran lavida de aquella niña. ¡Cómoqueríamos haber estado allí!
Gracias aDios, aquellas solitarias manosbastaron para cumplir
nuestro deseo.Hoy, varios años después, al leer laspalabras “No te
sobrevendrá mal, niplaga tocará tu morada”, mis ojos sellenan de
lágrimas mientras agradezcoa Dios por su promesa tan
alentadoraacerca de que él cuidará a las personasque amo, a quienes
están bajo miresponsabilidad y cuidado cuandomuchas veces yo mismo
no puedahacerlo. ∆
José Ramón Frontado es licenciado enEducación. Se retiró de la
universidaddonde daba clases para asumir el pastoradode la iglesia
cristiana "Luz del Salvador",en Cabimas, Venezuela, donde reside
con suesposa y dos hijas. E-Mail:[email protected]
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Durante el siglo XX y principiosdel siglo XXI la humanidad
hasido testigo de un avancecientífico y tecnológico que no
puedecompararse con ningún otroregistrado en cualquier período de
lahistoria humana.
La revolución de la informática, de lascomunicaciones y la
aparición dediversas tecnologías, han cambiado ycontinúan cambiando
radicalmente laforma de trabajar y de entretenerse delhombre y la
mujer contemporáneos.
Sin embargo, tal como señala PaulJohnson, “a principios de los
añosnoventa moría de hambre tanta gentecomo en cualquier período
anterior dela historia. Más aún, muchasinnovaciones destinadas a
acrecentarla felicidad humana concluíandisminuyéndola”.1 Este
desarrollo científico y tecnológico
se produce en el contexto de unasociedad donde crece el
relativismomoral y declina la responsabilidadpersonal, a la vez que
se repudian losvalores del cristianismo y va enaumento la arrogante
creencia de quelos hombres y las mujeres puedenresolver los
misterios del universomediante su propio intelecto aislado. 2En
este marco, tal como ya hemosseñalado, el ser humanocontemporáneo
no es más feliz y unade las principales fuentes de estrés yde
angustia es la creciente sensaciónde inseguridad. Cada vez más las
personas tienden aaislarse y a buscar seguridad en unmodo de vida
individualista queconduce a la alienación. Los estudiosos del
“marketing”(comercialización) destacan estacreciente tendencia.
Dicen, por ejemplo, que “cada vezmás nos protegemos en la
privacidad
de nuestra fortaleza, la intimidad decada hogar. ¿Cuál es el
propósito deeste retraimiento? Hacernos sentirmás seguros”. 3
Inseguridad y aislamientoLa sensación de inseguridad haconducido
a un creciente aislamiento. Por ejemplo, en relación a lo quesucede
en la sociedad de los EstadosUnidos de Norteamérica, el autor
queacabamos de citar señala que, en lasúltimas dos décadas,
“losnorteamericanos comenzaron a viviragazapados en refugios
altamentetecnificados. El retraimiento… estabaen pleno auge”. Hemos
experimentado unaislamiento, tanto físico comoemocional… el
encapsulamiento ya noestá referido a un lugar –el hogar- sinoa un
estado de ánimo deautoprotección”. 4Podría argumentarse que la
creciente
P r o t e c c i ó nP r o t e c c i ó ne t e r n ae t e r n a
Por Daniel Zuccherino
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sensación de inseguridad se relacionacon factores como: el
peligro latentede una guerra nuclear que resulte enla destrucción
total del planeta, loscrecientes índices delictivos que seregistran
en prácticamente todos lospaíses, el accionar de gruposterroristas
cada vez másespectaculares y letales o la crecienteinestabilidad
laboral. Y, sin duda,esos y otros factores son generadoresde
inseguridad. Pero como cristianos podemosadvertir la existencia de
causas másprofundas para el crecientesentimiento de inseguridad y
esascausas se relacionan, por ejemplo, conla falta de fe
trascendente y laausencia de valores absolutos en lavida del hombre
y la mujer modernos. Por el contrario, el cristiano fiel viveuna
realidad totalmente distinta yexperimenta la protección del
Diostodopoderoso. La Palabra de Dios enseña claramenteque el Señor
ofrece y brindaprotección eterna a su pueblo. La epístola de Judas
comienza (v.1) yfinaliza (v. 24 y 25) enfatizando elcuidado divino
a favor de loscreyentes fieles. Leemos en los mencionadosversículos
lo siguiente: “ Judas, siervo de Jesucristo yhermano de Jacobo, a
los llamados,amados en Dios Padre y guardadospara Jesucristo: Y a
aquel que espoderoso para guardaros sin caída ypara presentaros sin
mancha enpresencia de su gloria con granalegría, al único Dios
nuestroSalvador, por medio de Jesucristonuestro Señor, sea gloria,
majestad,dominio y autoridad, antes de todotiempo, y ahora y por
todos los siglos.Amén”. Biblia de las Américas.Los versículos son
claros al respecto:Dios ofrece protección a sus hijosquienes, en
consecuencia, no tienenmotivos para sentirse inseguros otemer.
Cuando habla de que el Señor espoderoso para guardar sin caída,
la
Biblia usa el término griego“ÁPTAISTOS” que
significaliteralmente: “sin tropezar”. Estevocablo se usaba, por
ejemplo, enrelación a un caballo que con pie firmeavanza aún en
medio de las rocas. La imagen y la enseñanza no dejandudas: en el
terreno más difícil, enmedio de las mayores dificultades,Dios es
poderoso para guardar sincaída. Dice el Salmo 121:3 “No permitirá
quetu pie resbale; no se adormecerá el quete guarda”. Biblia de las
Américas.
Libres de temorEl cristiano fiel no tiene motivos paratemer ni a
su carne, ni al mundo ni aSatanás.Por supuesto que no en base a
laconfianza propia sino porque Dios estodopoderoso. Cristo ha
vencido al mundo (Juan16:33) y a Satanás (Colosenses 2:15);de tal
modo que todo lo podemos enCristo quien nos fortalece
(Filipenses4:13). Conozco a muchos cristianos queviven demasiado
preocupados por elaccionar del diablo y hasta parecenexperimentar
cierto grado de temor alrespecto. Si bien el cristiano no debe
ignorar lasmaquinaciones de Satanás, resultafundamental el
comprenderespiritualmente que sólo nuestro Dioses digno de ser
temido y que Satanáses un enemigo vencido que aguarda elmomento de
la ejecución final. Dice la Biblia que “el Dios de pazaplastará
pronto a Satanás” bajo lospies de los cristianos (Romanos 16:20).
Debemos tener también muy encuenta que la protección de la
quehablamos no significa una proteccióntemporal sino que se trata
de unaprotección de carácter eterno. En consecuencia y en virtud de
lo queel Señor Jesucristo ha hecho en la cruz,él es poderoso para
presentarnos sinmancha en presencia de su gloria,para estar con él
eternamente.
La expresión que se usa para sin“mancha” es la palabra
griega“ÁMOMOS”, un término conconnotaciones sacrificiales y que
serelaciona con expresiones de Levítico.Tiene que ver en este caso
con elsacrificio del Cordero de Dios:Jesucristo. Jesucristo mismo
es “la propiciaciónpor nuestros pecados y no sólo por losnuestros,
sino también por los delmundo entero” (1ª Juan 2:2), y es susangre
la que nos limpia de todopecado. El cristiano fiel es guardado de
caerpor Dios mismo y por medio delSeñor Jesús presentado sin mancha
enpresencia de su gloria. El cristiano fiel disfruta de seguridady
protección eterna aún en los tiemposmás turbulentos. El Señor Jesús
oró pidiendo al Padreque nos guardase (Juan 17:11 y 15) y
elEspíritu Santo da testimonio ennuestro interior de la realidad de
esaprotección. ¡Alabemos y adoremos al Padre porsu eterna
protección, empecemos aexperimentar hoy el gozo que nosllenará
cuando estemos en lapresencia de su gloria! ∆1 Johnson, Paul
“Tiemposmodernos” (“A history of the modernworld”). Página 783.
Javier VergaraEditor. Bs. As. 19932 Conforme Johnson, Paul.
Obracitada. Página 785.3 “Management y Contexto” Popcorn“Lo que
vendrá”. Granica. Barcelona1993. Página 24.3 “Management y
Contexto” Popcorn.Obra citada. Páginas 54 y 47. Daniel Zuccherino,
abogado, profesoruniversitario y pastor ordenado de laIglesia
Menonita Argentina (1978),actualmente es pastor en la
ComunidadCristiana en Buenos Aires. Director delEquipo
Evangelístico "Vida Nueva". Exevangelista asociado del Dr. Luis
[email protected]
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EEs importante destacar que laprotección de Dios sobre
lahumanidad estáintrínsecamente manifiesta y no sepuede escapar de
la realidad de Jesús,el Hijo de Dios, cuya trascendencia vamás allá
de ser el salvador del mundo.Esta realidad no coloca a las
personasdebajo de un paraguas para hacer quese protejan de los
terribles males de lahumanidad o para no enfrentarlos alos engaños
de Satanás, con susdecepciones y maldiciones, o paraque, bajo su
sombra, pasen una vidade calma, en su propio deleite. Porque en
medio de las dificultadesde la vida, lo fundamental es que cadaser
humano se encuentre con Dios,para desarrollar su propio estilo
devida (Efesios 1 : 3–14), algo que estámás allá de la comprensión
misma. Lo necesario es simple: cada uno debebajar de la nube de
sueños e ilusiones,con el fin de que se encuentre con surealidad,
entendiendo que la relacióncon Dios es ser con él. En estarelación,
la fe es relevante no importacuáles sean las condiciones de
crisisdel individuo, sus conflictos, deseos einiciativas.El
propósito de acercarse a Dios, no esque cada quien llegue a
demostrar laexistencia de su creador, discusiónque ya es muy vieja:
se dio en tiemposde Pablo, con los griegos y continuóhasta alcanzar
la revolución culturaldel humanismo materialista delRenacimiento
(1462 – 1618). Elpropósito es conocer a Dios a travésde Jesucristo
en su expresión humana(Juan 1: 1 – 8; 1ª Juan 1: 1 – 3). Su
encarnacióntrasciende lahistoria, llega hastaal presente siglo
yes el fundamentode la fe, que saltade las páginas de laBiblia,
para quecada quien viva conesa realidad, por fe,con esperanza y
conamor, como loexpresan los salmos8 y 19 al declarar laexistencia
de Dios ysu arte en lanaturaleza.Dios no desea que los que le creen
seescondan, ni que persistan en suscrisis y conflictos, porque cada
quienexperimentará sus consecuencias.Nadie puede escapar, ni
ocultar lo quees o sus más íntimas intenciones,porque todo ha de
salir a la luz. Sercon Dios se manifiesta en lasrealidades humanas,
en sus efectosfísicos y naturales, y más allá. Todo ser humano
tiene la oportunidadde enfrentarse con su realidad, a lavez que
entiende que Jesús es laexpresión de Dios. En él se encuentrael
propósito, la alternativa de tratarcon Dios y de cambiar su
naturalmanera de percepción (1ª Ti. 2: 4, 5).Todo es un pasar de la
ignorancia a laluz (Ef. 2: 1 – 6), de cambiar lascostumbres para
llegar a constituirseen una cultura, que se vadesarrollando en la
medida en quevaya enfrentando las necesidadeshumanas bajo la
protección de Dios.A través del Espíritu Santo, Jesús le dasu
unción a todo el que cree en la
medida de fe que cada quien tiene(Ro: 12. 3). Esta unción
confiere laseguridad por la que Jesús murió yresucitó. Es un
encuentro importanteque se realiza individualmente,cuando la
persona acepta el efecto dela redención que Pablo describe
enRomanos 8: 14. Entonces cada unorecibe su sentido de vida en
familia,en el contexto de su sociedad. Ahí elser humano empieza a
experimentarla protección de Dios. Cuando buscacomprender a su
Creador y secompromete con el acto de Jesús, sufreinexorablemente
la transformaciónque llega a su mismo entorno, con lafinalidad de
servir: todo el que cree seconstituye en sacerdote del Diosaltísimo
(1ª P. 2: 9), bajo la regiadirección del Espíritu Santo, todo
parael servicio a su sociedad.La sombra del altísimo (Sal. 91: 1,
2),es la seguridad. Es un lugar deresponsabilidad y compromiso
conaquellos a quienes sirve, donde Diosda la guía de la unción
paramanifestar sus obras. La protección seentiende como las
consecuencias de larelación con Dios, edificadas a través
U n a p e r s p e c t i v aU n a p e r s p e c t i v ad e l a p
rd e l a p r o t e c c i ó no t e c c i ó nd e D i o sd e D i o
sPor Edwin J. Cano
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del Espíritu Santo.La unción es la acción de Dios: es laque
confiere el poder de armonía. Lafinalidad es la labor de Jesús.
Larelación con Dios se inicia con lasbuenas nuevas del reino de
Dios,buenas nuevas de sanidad yrestauración. Lo que trae
laprotección de Dios es la relación, quele permite, a cada
individuo, vivir lasconsecuencias de ella misma.En todo esto lo
relevante es elconcepto de protección y seguridaddentro de la
familia de Dios, a fin dedesarrollarse y crecer en todainiciativa
divina, cada quiencumpliendo con lo suyo, con lo mejorque se recibe
de Dios. La sabiduríaque se adquiere en el ejercicio de estarbajo
la protección de Dios, está en lamisma unción que generó el
universo.La protección de Dios, se muestra enel poder que se da en
todo lo creado,en la misma manifestación de loshechos desde el
inicio, “creó los cielos yla tierra” (Génesis. 1: 1). Esta
uncióntambién se expresa en Jesús (Juan 1:1– 8), y llega a las
presentesgeneraciones para toda buena obra(Efesios 2: 10), en medio
de tantadificultad y conflictos. Lo trascendente es el predominio
deJesús en la humanidad sellado desdela Creación por la protección
divina.Los que son llamados herederos deDios son
mayordomosincondicionales, consecuentes con laprotección de Dios.
El Espíritu Santoes quien dirige la operación deprotección del
hombre y de lacreación. Como Dios protege a lahumanidad, así
también lahumanidad debe proteger elambiente. Esta responsabilidad
le fue dada aAdán, pero él renunció a ella con sudesobediencia,
inducida por suegoísmo e influida por el engaño dequien está
abiertamente en contra detodo lo creado. ∆
Edwin J. Cano C. está relacionado con laFraternidad de Iglesias
y Ministeriros delPacto en San José, y reside, con su esposa,en San
Isidro de Pérez Zeledón.
¡Atención!¿Qué temasle gustaría
leer ennuestra revista?
Escríbanos y denossus sugerencias.
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