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La luz de tu cuerpo. Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena. Tus pechos subían y bajaban lentamente en particular armonía con las olas del mar, que iban y venían como temiendo acercarse, y verte. Sobre tu piel, algunas gotas de agua, impertinentes, afortunadas y remolonas, resbalaban asíncronas por tus mejillas, por tus brazos, por tu abdomen y por tus muslos. Mientras que desde el cielo, la Luna te iluminaba, pintando tu cuerpo de azul y rodeándote con las sombras que delimitaban tus formas. Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena. Y yo te observaba. Y lo supe entonces. Contraviniendo las leyes físicas, las olas no querían irse, las gotas no querían resbalar, y en cuanto a la Luna, era ella quien esta noche se pintaba de azul iluminada por la luz de tu cuerpo. En eso, dejé de soñar despierto, el semáforo se puso en verde y seguí mi camino. Llegando a la casa, la Luna seguía ahí. Y lo supe entonces. Entendí que en alguna playa, contraviniendo las leyes del tiempo y de la razón: Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena, y estaba yo, observándote. Norman Rivera Julio, 2015
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La luz de tu cuerpo

Aug 15, 2015

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Page 1: La luz de tu cuerpo

La luz de tu cuerpo.

Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena.

Tus pechos subían y bajaban lentamenteen particular armonía con las olas del mar,que iban y venían como temiendo acercarse, y verte.

Sobre tu piel, algunas gotas de agua, impertinentes, afortunadas y remolonas,resbalaban asíncronas por tus mejillas,por tus brazos, por tu abdomeny por tus muslos.

Mientras que desde el cielo,la Luna te iluminaba,pintando tu cuerpo de azuly rodeándote con las sombras quedelimitaban tus formas.

Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena.

Y yo te observaba.

Y lo supe entonces.

Contraviniendo las leyes físicas,las olas no querían irse,

las gotas no querían resbalar,y en cuanto a la Luna,

era ella quien esta nochese pintaba de azul

iluminada por la luz de tu cuerpo.

En eso, dejé de soñar despierto,el semáforo se puso en verde

y seguí mi camino.

Llegando a la casa,la Luna seguía ahí.

Y lo supe entonces.

Entendí que en alguna playa,contraviniendo las leyes del tiempo

y de la razón:

Estaba tu cuerpo desnudo sobre la arena,y estaba yo, observándote.

Norman RiveraJulio, 2015