LA LUCHA CONTRA EL OLVIDO Dentro de la novelística española de la posguerra. Jorge Semprún ocupa un lu- gar muy especial. Ningún novel ista es- pañol se ha preocupado tanto como él por los grandes dilemas ideológicos ca- racterísticos del siglo XX. y ciertamente ninguno los ha abordado en sus obras con tanta obsesión. con tanto conoc i- miento de causa . Para entender esta di- ferencia basta revisar brevemente su biografía. Nacido en Madr id en 1923. Semprún tenía catorce años cuando sus padres. en plena Guerra Civil. deci- dieron abandonar el país e ir a vivir a París. Durante la Segunda Guerra Mun- dial ingresó en el Partido Comunista y. en 1943. por su part icipación en la Re- sistencia. fue detenido por la Gestapo y deportado a Buchenwald. Durante los largos años del franquismo. desarrolló una intensa actividad política. llegando incluso a ser miembro del buró político del Partido Comunista 'Español. En 1964 fue expulsado del Partido y desde entonces se ha dedicado a la literatura y al cine. Pocas personas pueden con- tar con un currículum tan "excepcio- nal" ; de hecho. dicha trayectoria es tan insólita que resulta difícil de compren- der incluso para el prop io Semprún. Así. como novelista y como escritor de cine. lo que éste se propone es explo rar ella - berinto en que se ha convertido no sólo su propia vida. sino también la historia contemporánea en general y de ahí sur- ge el carácter marcadamente autobio- gráfico de casi todo cuanto escribe. Aquel domingo . su última novela. no es ninguna excepción en este sentido. Por cierto comentario que hace el na- rrador. parece que el propósito inicial del autor (suponiendo que éste coincide con el narrador) fue simplemente el de evocar un domingo cualquiera de los muchos que había pasado en Buchen- wald : "El despertar. el trabajo. la sopa de fideos del domingo. la tarde del do- mingo. con unas cuantas horas por de- lante. las conversaciones con los com- pañeros" (p. 105). Si éste era el propó- sito original. el resultado final fue algo mucho más complejo. Y esto por dos razones: primero. porque Semprún no ... Jorge Semprún : Aquel domingo . Planeta . Barcelona . 1981. pp. 375 . Traducido del fran - cés por Javier Albiñana. se limita a contar sus experiencias en Buchenwald. sino que. mediante una serie de saltos en el tiempo . tanto hacia adelante como hacia atrás . evoca otros momentos en su vida que de alguna manera se asocian con " aquel domin- go" ; y. en segundo lugar. porque no se trata de una simple evocación. como las palabras antes citadas parecerían indicar. Al contrario. con base en una recreación de su experiencia. Semprún aborda lo que es para él el tema más angustiante de nuestros días: la repre- sión a la que están sometidos los pue- blos de muchos países socialistas. re- presión sólo comparable. por su eficien- cia y brutalidad. con la barbarie cometi- da por los nazis en Buchenwald y en otros campos de concentración alema- nes. Es este tema lo que. en un primer nivel. impulsa a la novela. dándole su cohesión y unidad. En Buchenwald. recuerda Semprún. "nos hundimos en los desiertos de sal del tiempo inmóvil y del hambre perpe- tua" (p. 345). La novela proporciona suficientes datos para que la realidad de esa existencia angustiada se comu- nique directamente al lector ; pero no se demora más de lo necesario en estos detalles. También deja ver la brutalidad a que tan cínica y arbitrariamente los somet ían. día tras día. los nazis. Y. por supuesto . el autor nunca nos deja olvi- dar el olor "dulzonamente nauseabun- do" del humo que salía de la chimenea 43 del crematorio. La vida del campo es presentada en toda su cruda y cruel realidad ; pero . a pesar de esto. la mira - da del autor está en otro lado . A fin de cuentas. lo que se presenta no es tanto la experiencia del joven de veinte años como la interpretación que de esa ex- periencia da ahora el hombre maduro. En este sentido. lo que le importa a Semprún establecer son las semejan- zas entre la estructura "política" que caracteriza la "administración" de Bu- chenwald y la organización sociopolíti- ca de la Unión Soviética. Analiza con bastante detalle la forma en que los co- munistas participan en la administra- ción del campo . Con el supuesto propó- sito de asegurar la continuidad de una fuerza de resistenc ia clandestina. éstos se encargan de muchas de las tareas administrativas del SS. sobre todo en lo que respecta al trabajo de mantener los archivos del campo . Participan así. aun- que sea mínimamente. en el poder: di- recta o indirectamente deciden sobre la vida de miles de presos. Ante esta si- tuación. los presos comunes no tienen ni voz ni voto . Pero. según Semprún. no había nada nuevo en todo esto para los presos rusos. Al contrario. dice. "los ru- sos estaban a sus anchas en el universo de Buchenwald porque la sociedad de la que provenían los había preparado perfectamente para ello. Los había pre- parado por su arbitrariedad. por su des- potismo. por la rígida jerarquización de
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LA LUCHACONTRA EL OLVIDO
Dentro de la novelística española de laposguerra. Jorge Semprún ocupa un lugar muy especial. Ningún novel ista español se ha preocupado tanto como élpor los grandes dilemas ideológicos característicos del siglo XX. y ciertamenteninguno los ha abordado en sus obrascon tanta obsesión. con tanto conoc imiento de causa . Para entender esta diferencia basta revisar brevemente subiografía. Nacido en Madrid en 1923.Semprún tenía catorce años cuandosus padres. en plena Guerra Civil. decidieron abandonar el país e ir a vivir aParís. Durante la Segunda Guerra Mundial ingresó en el Part ido Comu nista y.en 1943. por su participación en la Resistencia. fue detenido por la Gestapo ydeportado a Buchenwald. Dura nte loslargos años del franquismo. desarro llóuna intensa actividad polít ica. llegandoincluso a ser miembro del buró polít icodel Partido Comunista ' Español. En1964 fue expulsado del Partido y desdeentonces se ha dedicado a la lite raturay al cine. Pocas personas pued en con tar con un currículum tan " excepcional " ; de hecho. dicha trayectoria es taninsólita que resulta difícil de comprender incluso para el propio Semprún. Así.como novelista y como escritor de cine.lo que éste se propone es explo rar ella berinto en que se ha convertido no sólosu propia vida. sino también la historiacontemporánea en general y de ahí surge el carácter marcadamente autobiográfico de casi todo cuanto escribe.
Aquel domingo. su última nove la. noes ninguna excepción en este sent ido.Por cierto comentario que hace el narrador. parece que el propósito inici aldel autor (suponiendo que éste coincidecon el narrador) fue simplemente el deevocar un domingo cualquie ra de losmuchos que había pasado en Buchenwald : "El despertar. el trabajo. la sopade fideos del domingo. la tarde del domingo. con unas cuantas horas por delante. las conversaciones con los com pañeros" (p. 105). Si éste era el propó sito original. el resultado final fue algomucho más complejo. Y esto por dosrazones : primero. porque Semprún no
... Jorge Semprún : Aquel domingo. Planeta.Barcelona. 1981. pp. 375. Traducido del fran cés por Javier Albiñana.
se limita a contar sus experiencias enBuchenwald. sino que. mediante unaserie de saltos en el tiempo. tanto haciaadelante como hacia atrás . evoca otrosmomentos en su vida que de algunamanera se asocian con " aquel domingo" ; y. en segundo lugar . porque no setrata de una simple evocación. comolas palabras antes citadas pareceríanindicar. Al contrario. con base en unarecreación de su experiencia. Semprúnaborda lo que es para él el tema másangustiante de nuestros días: la represión a la que están sometidos los pueblos de muchos países socialistas. represión sólo comparable . por su eficiencia y brutalidad. con la barbarie cometida por los nazis en Buchenwald y enotros campos de concentración alemanes. Es este tema lo que. en un pr imernivel. impulsa a la novela . dándole sucohesión y unidad.
En Buchenwald. recuerda Semprún." nos hundimos en los desiertos de saldel tiempo inmóvil y del hambre perpetua" (p. 345). La novela proporcionasuficientes datos para que la realidadde esa existencia angustiada se comunique directamente al lector; pero no sedemora más de lo necesario en estosdetalles. También deja ver la brutalidada que tan cínica y arbitrariamente lossomet ían. día tras día. los nazis. Y. porsupuesto . el autor nunca nos deja olvidar el olor " dulzonamente nauseabundo" del humo que salía de la chimenea
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del crematorio. La vida del campo espresentada en toda su cruda y cruelrealidad ; pero . a pesar de esto. la mira da del autor está en otro lado . A fin decuentas . lo que se presenta no es tantola experiencia del joven de veinte añoscomo la interpretación que de esa experiencia da ahora el hombre maduro.
En este sentido. lo que le importa aSemprún establecer son las semejanzas entre la estructura "política" quecaracteriza la "administración" de Buchenwald y la organización sociopolítica de la Unión Soviética. Analiza conbastante detalle la forma en que los comunistas participan en la administración del campo . Con el supuesto propósito de asegurar la continuidad de unafuerza de resistenc ia clandestina. éstosse encargan de muchas de las tareasadministrativas del SS. sobre todo en loque respecta al trabajo de mantener losarchivos del campo . Participan así. aunque sea mínimamente. en el poder : directa o indirectamente deciden sobre lavida de miles de presos. Ante esta situación. los presos comunes no tienenni voz ni voto . Pero. según Semprún. nohabía nada nuevo en todo esto para lospresos rusos. Al contrario. dice. "los rusos estaban a sus anchas en el universode Buchenwald porque la sociedad dela que provenían los había preparadoperfectamente para ello. Los había preparado por su arbitrariedad. por su despotismo. por la rígida jerarquización de
los priv ileg ios. por el hábito de vivir almargen de las leyes. por el hábito de lainjusticia. En Buchenwald los rusos noestaban en un planeta extraño: estabancomo en su casa" (p. 363).
Rechazando la idea bastante exten dida de que existía cierta semejanzacon la estratificación característica dela sociedad capitalista. Semprún ins isteen ver en la estructura social del campode concentración una estructura burocrática mucho más cercana a la de lasociedad soviética. Así. en el texto losdos mundos empiezan a fund irse ; sobrela imagen de Buchenwald empieza aechar su sombra el Gulag estal inista : elGulag denunciado por Solyenitsin y porShalamov. De los Relatos de Kolymade este últ imo. Semprún recuerda enpart icular una imagen del terr ible extermin io llevado a cabo en Siberia : "laimagen de aquellos miles de cadáveresdesnudos . intactos. prendidos en el hielo de la etern idad. en los osorios delGran Norte " (p. 143). Para Semprúnesta fue probablemente la suerte demuchos de los rusos que lograron sobreviv ir a Buchenwald y a los demás
. campos de Hitler : " habían luchado ysufrido fuera del alcance de la mano paternal del poder soviét ico durante demasiado tiempo para ser recuperables"(p. 70).
Desde luego. Semprún no siemprehabía pensado así. ni se había expresado tan tajantemente. La reforma política que había int roducido Jruschov después de la muerte de Stalin le habíadado la esperanza de que se pud iera reformar el sistema . Y todavía en 1964creía en la posibilidad de una revoluciónmund ial. Pero los efectos de las reformas que introdujo Jruschov resultaronmucho más reducidos de lo que Semprún había esperado: la nueva raciona lidad. recuerda el auto r. " ya no sería laracional idad aberrante . imprevisible delpoder absoluto y personal de Stalin .sino la de los intereses generales de suclase" (p. 313). Por otra parte . y sobretodo después de leer Un día en la vida
de Iván Denisóvich . Semprún empezó aver que " el estalinismo. aun desempol vado. aún superficialmente desestalinizado. conllevaba la impos ibilidad deuna revoluc ión a escala mundial " (p.368). Es decir. la crítica al estal inismova acompañada por una crítica a la doctrina marxista en que aquél se sustenta .
Los recuerdos siguen confundiéndo-
se. Al pasar de Stal in a Mar x. el escena rio cambia de Moscú a Londres y. másconcretamente. a Dean Stree t. Ahí. en1969. camino a las oficinas de un productor de cine. Semprún había encontrado una placa que recordaba que enel número 28 de esa calle había viv idoMarx de 1850 a 1856; y que allí habíaescrito El dieciocho de Brumario deLuis Bonaparte. Con base en este texto.y est imulado por ese "encuentro" casual. Semprún señala lo que ahora sonpara él los erro res de la doctr ina deMarx. Son básicame nte dos: primero.la idea de que la lucha de clases conduce necesariamente a la dic tadura delproletariado . Se trata de una hipótesis o
deseo. dice. que nunc a ha sido comprobada ni llevada a cabo por la historiareal. Tampoco le convence. por otraparte . la idea de que la dictadura delproletariado constituya una simpletransición hacia la sociedad sin clases.Para Semprún se t rata ot ra vez de unsimple postulado. La historia real -dice- ha demostrado todo lo contra rio:
" Ha mostrado el continuo e implacablefortalecimiento del Estado. la brutalexasperac ión de la lucha de clases. queno sólo no han sido suprimidas. sinoque. por el contrario. se han cristaliz adoaún más en su polarizac ión" (pp. 147 8). Es decir : estas ideas se reducen a uncaso de wishful th ink ing ; pero no sonideas sin importancia: son fundamentales en la doctrina marxista y. como tales. en última instancia. constituyen la" just ificación" del Terror estali nist a."En nombre de esa misión histó rica delproletariado -concluye Semprún. hablando de los incondicionales del Parti do- aplastaron . depo rtaron. dispersaron mediante el trabajo. libre o forzado.pero siempre correctivo. a mill ones deproletarios" (p. 149).
La crít ica de Semprún se dirige nosólo al sistema en sí. sino también a losque lo defienden pase lo que pase. "Suautojustificación -dice- es la fidelidada la causa (de la clase obrera . del pueblo. de los humillados y ofend idos)cuando tan sólo son fieles a los sucesivos déspotas y a su propia ausencia defidelidad a lo esencial " (p. 64) . Si criticatan amargamente a los incond icionalesseguramente es porque durante años élfue uno de ellos . Durante los procesosde Praga. por ejemplo . él vio a un excompañero de Buchenwald acusarsede crímenes que él (Semprún) sabía
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que el otro no había cometido ; sin embargo. prefería seguir aceptando la versión que daba el Partido:
Decíamos que era preferible equivocarse con el Partido que tener razónfuera de él o en su contra. Porque elPartido encarnaba la realidad global.la razón histórica. Un error del Partido tan sólo podía ser parcial o pasajero. El mismo curso de la historia lorect ificaría . Una verdad contra elPartido no podía ser. a su vez. sinoparcial y pasajera. Luego estéril. nefasta (p. 74).
Se ve que el confl icto se plantea en elnivel moral. Para los marxistas. el finjust if ica los medios; o. para decirlo enpalabras de García. uno de los personajes de La esperanza de Malraux: "Hayguerras justas . no hay ejércitos inocentes" . Profund izando en su anális is de laproblemática marxista. en uno de susmúltiples saltos en el tiempo Sernprúnevoca una discusión en 1948 en el barMephisto del Bulevar Saint-Germain.en la que este famoso dicho de Malrauxera precisamente el tema de conversación. El consenso general entre los intelectuales de izquierda ahí reunidos eraque expresaba una verdad innegable:que a veces era necesario ir en contrade la moral para conseguir fines justos .Entonces la voz del autor maduro interviene. advirtiendo la necesidad de fundar la política en la moral. Paraque estose lleve a cabo. dice. "no sólo se requiere que (la estrategia) sea justa en suprincipio. sino que los hombres que laponen en práctica sean a su vez justos.que no se dejen corromper por el poderque han conquistado para desplegaresa estrategia y por haberla desplegado. Porque el poder es como la bola denieve. ya se sabe" (p. 219).
Esto le lleva inexorablemente a lapregunta fundamental : ¿en qué consiste la justicia? Curiosamente. esta pregunta encuentra cierta respuesta tentativa en las palabras que aparecen escritas en letras de hierro forjado en la verjade entrada de Buchenwald: " Jedemdas seine" ("A cada cual lo suyo"). Es.por lo menos. la conclusión a la que lIega Léon Blum . expresidente de Franciaque. por una extraña casualidad. se encuentra encarcelado en un edific io allado del campo nazi en el que está internado Semprún . Según algunos
apuntes suyos de entonces (recogidoso inventados por Semprún : no se sabe).para Blum la igua ldad no debe tomarsecomo una identidad aritmética. porqueesto anula la divers idad de los individuos; siguiendo a Platón. mant iene quela just icia consiste en " mantener la proporción entre la nat uraleza y la sociedad y. por consigu iente. en no toleraren la soc iedad más des igualdades quelas que sean expresión de las desigual dades naturales" (p. 284). Es decir: acada cual lo suyo. Ante esta definición.Semprún imagina la respuesta de unmarxista ortodoxo: " hay un montón dedes igualdades que pasan por ser naturales y cuyo origen. sin embargo. es social (. 00 ) Y. además. ¿quién estableceríala proporción de desigualdades naturales que hay que mantener en la sociedad? ¿Y según qué criterios? ¿Quiénostentará el poder de cont rol?" (p.293). Sernprún ev identemente no tienelas respuestas. Y. de hecho. más quedefender talo cual concepto de la justicia. aquí parece simplemente quererseñalar lo difícil que es este problema.
Sus dudas en cuanto a la verdaderanaturaleza de la justicia reafirman el recelo que el autor maduro siente ante elpoder. En estas circ unstancias ¿quépuede o debe ser el papel del inte lectua l? Para discutir este tema. Semprúnacude esta vez no a sus recuerdos. sinoa su fantasía. Resulta que el campo deBuchenwald ha sido constru ido en unbosque por donde. a principios del sigloXIX. solía pasear Goethe. Esto lleva aSemprún a imaginar unas Nuevas conversaciones de Goethe con Eckermann(títu lo. por cierto. de un libro juvenil delmismo Léon Blum) . En estas conversaciones. que versan princ ipalmente sobre el intelectuaI y su relación con elpoder. Goethe parece ser el portavoz delas ideas de Semprún. Los intel ectu ales-dice Goethe- pueden asesorar aquienes detentan el poder . siemp re ycuando se mantengan al margen de dicho poder; pero si aceptan el ejerciciodirecto del poder. el fracaso será inevitable:
o bien tratan de organiza r las contra dicciones de la real idad social enfunción de su visión inte lectua l. poresencia evolutiva y comprensiva. yfracasan: el poder de la realidad y larealidad del poder los desgasta. losrechaza y los condena. O bien. por elcontrario. se doblegan a las contra -
dicciones de la realidad. a las exigencias tácticas del presente . las glorif ican. las divin izan atr ibuyéndoles lascarismáticas denominaciones de laVirtud. la Utopía . o de las fuerzasmotrices de la Histo ria. como ustedquiera. y entonces los intelectua lespasan a ser los teór icos del despot ismo. de la arbitrariedad absoluta. queacaba devorándo los a ellos mismos(pp. 277-8 ).
Hasta aquí. entonces. Aquel domingoconstituye algo así como una apologiapro 'vita sua en donde el autor explica ydefiende su nuevo cam ino en la vida. sualejamiento del campo del poder. Muchos encontrarán demasiado absolutosu rechazo al marx ismo. A través de suportavoz Goethe . el mismo Semprú nseñala que el comunismo ha contribuido. cuando menos . a afirmar movim ientos de liberación nacionalistas; movimientos que actualmente tienen unaenorme importancia en toda Am éricaLatina. ¿No sería mot ivo para rebajarun poco el tono ? Otros. en camb io. levan a querer recordar la miseria a la queel imper ialismo norteamericano reducea millones de personas en diferentespartes del mundo. ¿Por qué no hablarde este holocausto en lugar de denunciar una vez más a los Gulags? Pero elhecho es que los Gulags existen y. si sequiere que desaparezcan. hay que empezar por ref lexionar seriamente sobreel tipo de crít ica que hace Semprún ensu libro .
Sea como sea. A quel domingo esevidentemente algo más que una meradiscusión de ideas política s y filosóficas. Cierta mente. para afirma r su nuevapostura . Semprún no ten ía necesidadde escribir una novela ; un libro de ensayos o de memo rias hub iera bastado . Yel hecho es que. a la vez que discute sobre el marx ismo . Semprún analiza ciertas cuestiones relacionadas con el problema de la identi dad. Si lo que escribees una novela es porque. a fin de cuentas. le resulta imposible escribir una autobiografía ; para poder hacerlo tendríaque estar más seguro de quién es. Durante largos años adop taba diferentesnombres para encubrir su verdaderaidentidad como dirigente del PCE; perodespués de abando nar al Partido ¿quiénera? ¿Quién es? Al recorrer el pasado.lo único que ve es una larga lista deident idades falsas. Y con éstas tieneque reconstruir una vida".
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Como Proust. entonces. Semprún selanza en busca del ti empo perdido. esperando encont rar en los recuerdosalgo que relacione entre sí los diferen tes puntos en el t iempo y en el espacio.Irónicamente . el único elemen to queparece unificar sus recuerdos es su experiencia en Buchenwald. Digo irónicamente porque el recuerdo de su estancia en el campo pesa tanto sobre laevocación de las diferentes experiencias poster iores que llega a enajenar aSemprún de su prop ia realidad. En lugar de vivir está recordand o; y un recuerdo. muchas veces. es simplementeel recuerdo de un recuerdo . El mismoSemprún es muy consciente del problema. " Quizá no soy más que el sueñoque hizo en Buchenwald -comenta enalgún momento - un joven muerto de .veinte años. a quien llamaban Gérard yque se desvaneció en humo en la col inade Ettersberg" (pp. 93 -4 ).
En este proceso de enajenac ión. la literatura viene a jugar un papel decisivo.Leyendo las obras de Solyenitsin y deotros disidentes rusos. Semprún encuentra fiel mente reflejada la experiencia más determinante en su propia formación. Y. de hecho. la ident if icación estan profunda que Semp rún se siente verdaderamente " poseído" por la figura delotro . De su lectura de Un día en la vida deIván Denisóvich. por ejemplo. escribe :" iba a abandonar mi ser. aún irreal. paraempezar a habitar. o ser habitado, másbien. por otra vida. dotado de otra memoria: lade lván Denisóvich. al principio.y. con el correr de los años. merced a laslectu ras. la de todos los zeks de los campos del Gulag ... .. (p. 133).
Así vemos. fina lmente . cómo estatemática sobre la identidad del autor serelaciona con la crít ica que hace al marxismo. Lo que le interesa a Semprún. afin de cuentas . no son los detalles de suvida individual. sino la verdad o el signi ficado que esta v ida puede encarnar. Alrecordarse. Semprún va inventándose;porque. como él mismo reconoce . " nose llega nunca a la verdad sin un pocode-invención" (p. 345). El autor se vacreando una identidad propia. Pero esteproceso de rememorización ti ene a lavez aspectos que rebasan lo meramente individual: no puede disociar su identidad del aspecto político que le preocupa. Si el autor ti ene un problema deidentid ad es porque. como él mismo señala. " son las minorías dom inantes . . .
quienes cuentan la historia. Y quienesla reescriben. si así es menester. si lanecesidad así lo requiere. y la necesidad. desde su punto de vista dom inante. lo requiere a menudo (p. 60) . Entonces. recordar la verdad implica muchomás que la recuperación o invención dela identidad "Semprún": implica una lucha permanente en contra de los quedetentan el poder. en contra de "la amnesia organizada y convert ida en insti tución de Estado" (p. 192) . O. comodijo Milan Kundera con palabras queSemprún coloca como epígrafe a su libro : "la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra elolvido".
Aquel domingo probablemente noes la mejor obra de Semprún (aunqueestá tan mal traduc ida que resulta difíc ilsaber si hay que abribuir sus defectos aSemprún o a su traductor) . Lo que elautor se propone es muy ambicioso y aveces el texto da la impresión de queSemprún no ha sabido organizar todo elmaterial que maneja. La novela así resulta. además de muy larga. muy dispersa. Es posible que esta dispersiónsea consciente. que sólo una estructuratan suelta - hecha de repeticiones y desaltos bruscos en el tiempo- pueda reflejar el caos que es su vida. " M i vida-dice en algún momento- siempreestá deshecha . perpetuamente deshaciéndose. difuminándose. desvanecién
dose en humo . Es una serie azarosa deinmovilidades. de instantáneas. una sucesión discontinua de momentos fugaces. de imágenes que centellean pasajeramente en una noche infinita" (p.315). Así es. también. la novela. O asísería. si el autor no cargara tanto lamano al hacer su crítica a la políticamarxista ; porque entones. aunque los
debates forman una parte esencial de laobra . k.s imágenes se apagan y la novela empieza a cojear. Por otra parte . seve que Semprún tiene poca capacidadpara crear personajes; líneas arribacomparé su novela con la de Proust :pero. claro . no tiene. ni mucho menos.la profunda penetración psicológica delnovelista francés. En Aquel domingo.con la excepción del protagonista Sempr ún, los personajes son apenas esbozados; nunca entramos en su intimidad.En lo que el autor se destaca. en cambio . es en la percepción del espacio. enla recreación de los lugares en que sedesarrollan las diferentes escenas (ca-
RESEÑAS
pacidad que refleja . seguramente. suexperienc ia como guionista de cine). Eneste sentido. la primera evocación quehace del campo de Buchenwald es par-ticularmente memorable. .
Pero quizá no hago justicia a Semprún insistiendo tanto en cuestionesformales. Si la obra resulta ser una novela es porque su autor no encuentraotra forma en que expresarse y no porque la forma novelística en sí le intereseespecialmente. En alguna parte de su libro Semprún se enoja con los críticos literarios que atacan a Solyenitsin por suestilo. " Si El archipiélago Gulag no estábien escrito .. .... dice . " al menos estábien pensado" (p. 357). Y. seguramen te. Semprún quería que el lector. al enjuiciar su obra. se fi jara más en las ideasque en la forma de decirlas . De todosmodos. si Aquel domingo no recibe reconocimiento. será más por su contenido ideológico que por ciertos defectosen su construcción. Porque. como diceFranco Fortini en un pasaje de su libroDel disprezzo per Solgenitsin. tambiéncitado por Semprún: " Por temor a mezclarnos con los enemigos del comunismo. continuamos. desde hace ya demasiados años. sin redefinir el comunismo.rechazando su historia . Preferimosnuestras prop ias esperanzas a la verdad" (p. 359).
James Valender
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LAS FUENTESDE CARPENTIER
Pasoshallados en El reino de este mundoes un l ibro verdaderamente legible; la autora. Emma Susana SperattiPiñero. ya había mostrado hace añosque Valle lnclánaprovechó algunos elementos de varias crónicas de la rebelión de Lope de Aguirre y de un cuentodel Dr. Atl en su Tirano Banderas' . yahora publica un conjunto de anotaciones parecidas a la novela de Carpentier .Este declaró en el famoso prólogo deesa obra que " el relato (. .. ) ha sido establecido sobre una documentación extremadamente rigurosa que no sola-
, La elaboración artística en Tirano Banderas .
Ji¡,. Emma Speratt i Piñero: Pasos hallados en Elreino da asta mundo. El Colegio de México. México.1982.
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mente respeta la verdad de los acontecimientos. los nombres de los personajes - incluso secundarios-. de lugaresy hasta de calles . sino que oculta. bajosu aparente intemporalidad. un minucioso cotej o de fechas y de cronologías" . Y la profesora Speratt i aseguraque " si se quie re tener una noción cabalde la estructura de El reino y del modode trabajar de Carpentie r, es imprescindible ent regarse a la nada fácil tarea depenetrar la selva bibliográfica consulta da y ut ilizada por él" . De acuerdo conesto. la búsqueda de fuentes es sólo unmedio para comp render una obra ynunca un fin en sí mism a. Por eso el autor de un trabajo de esta naturaleza nosólo tiene que averiguar qué información se maneja en una obra - los hechos históricos o de cualquier otro tipo- . sino también la manera en que semaneja esa información y el papel queasí desempeña en la obra.
La profesora Speratti nos dice. porejemplo. que los historiadores coinciden en que. "antes de suicidarse. HenriChristophe pidió agua para lavarse y unropaje blanco con el que intentaba simbolizar su inocencia y buenas intenciones" . así como que Carpent ier "aban dona el simp le lavado con agua y lavestim enta blanca en favor de ropa limpia y perfumes. para luego presentarnos al monarca vist iendo su más ricotraje de ceremonia. terciándose la ancha cinta bicolor. emblema de su investidura y anudándosela sobre la empuñadura de la espada" . de modo que nopermitió que el t irano se le ablandara ypor el contrario "acentuó en él hasta elfinal la egolatría y la petulanc ia del dictador nato " .
Adem ás. la profesora Speratti sostiene que " nada de lo que aparece en elrelato es gratuito . especialmente ' lomencionado como de pasada" . pues.por ejemp lo. la afirmac ión de que Mackandal podía transformarse "hasta encocuyo de grandes luces" está relacionada con la creencia de los haitianos deque " los insectos fosforecentes son sobrenaturales y los malos espíritus se revisten de ellos cuando quieren satisfacer su sed de sangre" y así el hasta noes un término vacío. pues significa queMackandal domina también los procedimientos de la magia malévola. Además. esta aclaración ilumina otro pasaje de la novela. ya que durante la irrupción de los rebeldes en Sans Souci rea-