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Aunque algunos de los elementos recreados en el Plan Director de
la mu-ralla llaman la atencin y generan cier-tas crticas, nos vamos
a centrar solo en los dos ms polmicos. Por un lado el cubo de
ladrillo que se ha levanta-do entre el callejn de los Novillos y la
calle Entrecastillos, un volumen sin contenido que a nadie deja
indiferen-te y, por otro, el tramo de muralla en el entorno de San
Miguel, llammosla muro de hormign revestido de piedra caliza. Es un
hecho constatable que la recreacin de este tramo de muralla
medieval ha cedido, se ha deslizado la-dera abajo y se ha tumbado
hacia el in-terior como si se hubiese tirado por un tobogn, este
deslizamiento en algunos tramos supera el metro y medio.
Cual-quiera que vaya por all ver que est muy inclinada, torcida
como un signo de interrogacin. Lo que nos da pie a varios
interrogantes: Eran necesarias para Arvalo estas obras? Ha ganado
algo la ciudad con ellas? Sirven como reclamo turstico? Realmente
gustan a alguien? Cul es el futuro que es-pera a este tramo de
muralla de San Miguel, nuevo y en ruinas? Lo van a enderezar? Lo
van a tapar para disi-mular la nueva ruina? Lo van a derri-bar para
evitar la vergenza de haber construido una ruina?
Estas preguntas tambin nos dan pie a plantearnos si este tipo de
inter-
venciones de gran envergadura y ele-vado coste no deberan ser
consultadas previamente. Lo que dara una imagen de la ciudad
consensuada que a todos nos gustara y no la de ciudad impuesta
donde, a veces, parece que las decisio-nes se toman con un puetazo
sobre la mesa. Y, tambin, nos hace reflexionar sobre si el
planteamiento del Plan Di-rector de la muralla se rige nicamente
por un componente tcnico - urbans-tico o por algn factor de
sensibilidad.
Por otra parte, el pasado da 29, dentro del ciclo de
conferencias sobre arquitectura, patrimonio cultural y cas-co
histrico organizadas por La Al-hndiga, Francisco Jurado, arquitecto
que dirigi todas las intervenciones re-cientes en la muralla de
Arvalo, dio a conocer a todo aquel que quiso asistir los pormenores
del Plan Director de la muralla: su proyecto, las intervencio-nes
llevadas a cabo y las prioridades impuestas desde el Ayuntamiento.
La lstima es que esta conferencia expli-cativa se produce diez aos
despus del inicio de las obras, cuando ya est todo el pescado
vendido, guisado y di-gerido por ms que a muchos se nos haya
indigestado.
Conviene recordar que estas inter-venciones en la muralla han
provocado que la Asociacin Hispania Nostra haya incluido la muralla
de Arvalo
en la Lista Roja del Patrimonio, es-pecialmente por la posible
prdida de los restos de cimentacin de la muralla original del siglo
XII. Que despus de tantas intervenciones y deslizamientos pueden
haberse deteriorado e, incluso, perdido en algunos tramos.
No pretendemos entrar en la in-gente cantidad de dinero que se
ha empleado en construir una ruina o un cubo que a casi nadie
gusta. Pero ante el estado de este tramo de muralla nos preguntamos
si no hubiera sido ms positivo para Arvalo haber descu-bierto una
parte de los cimientos de la muralla del siglo XII, haberlos
conso-lidado para que fueran visitables y en lugar de levantar
sobre ellos un muro que no es ms que un falso histrico, haber
trazado una ronda o paseo des-de el puente de Medina hasta el
Rin-cn del Diablo por esta parte alta de la ladera del
Arevalillo.
Tambin queremos llamar la aten-cin sobre el estado preocupante
en que se encuentra la muralla medie-val en el tramo cercano al
Rincn del Diablo. Dado que es un tramo de muralla original,
nuevamente nos pre-guntamos si no hubiera sido priorita-ria su
restauracin antes que levantar el muro de hormign de San
Miguel.
Pero cuando no se consulta, cuan-do no se consensa, las
propuestas llegan siempre tarde, verdad?
AO VII
TERCERA POCA NMERO 73
ARVALO JUNIO DE 2015
http://lallanura.es
Una muralla impuesta
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pg. 2 la llanura nmero 73 - junio de 2015
Actualidad
LA LLANURA de Arvalo.
Publicacin editada por: La Alhndiga de Arvalo,
Asociacin de Cultura y Patrimonio.Avda. Emilio Romero, 14-B -
05200 Arvalo
[email protected]
Nmero 73 - junio de 2015 Depsito legal: AV-85-09
Consejo de redaccin:Fernando Gmez MurielJavier S. SnchezJos
Fabio Lpez SanzJuan A. Herranz LpezJuan C. Lpez PascualJuan C.
Vegas SnchezJulio Jimnez MartnLuis Jos Martn Garca-SanchoRicardo
Bustillo MartnSegundo Bragado Jimnez
En este nmero: Fernando Retamosa Marfil, Jos Mara Manzano
Callejo, Mara Patro-cinio, Asociacin Amigos de Madrigal, Leandro
Devesa, Julio Escobar y Constancio Rodero.
Fotografas: Luis Jos Martn, Juan Jos Alonso, Gonzalo Garlocha,
Jos Mara Manzano, Asociacin Amigos de Madrigal, Juan C. Lpez,
Agustn Garca Vegas, Pedro Senovilla y archivo de La Alhndiga.
Diseo y maquetacin: La Alhndiga, Asociacin de Cultura y
Patrimonio.
Imprime: Imprenta Cid
En recuerdo de Jos Antonio Arri-bas. El pasado da 6 de junio se
cumplie-ron dos aos del fallecimiento del pintor, escritor y poeta,
afincado en Arvalo, Jos Antonio Arribas. Fue, como todos sabis,
puntual colaborador en las pagi-nas de esta revista tanto con sus
acerta-dos y abundantes artculos como con sus bellos poemas. Sirvan
estas humildes l-neas como recuerdo a su persona.
Cmo era Teresa de Jess. El pa-sado 30 de mayo tuvo lugar en el
espacio de la iglesia de San Martn de Arvalo una conferencia
impartida por el Prior del convento de padres carmelitas de Alba de
Tormes, el arevalense Francisco M. Tejedor. La conferencia, con el
ttulo Cmo era Teresa de Jess quiso dar a conocer a los asistentes
la personalidad imponente de aquella mujer que fue ca-paz de
impulsar la reforma del Carmelo.
Ciclo de conferencias sobre Ar-quitectura, Patrimonio Cultural y
Casco Histrico. En los das 29 de mayo y 5 de junio han tenido lugar
dos nuevas conferencias correspondientes al ciclo que sobre
Arquitectura, Patrimonio Cultural y Casco Histrico se ha venido
realizando en Arvalo desde el pasado mes de octubre de 2014.La
conferencia del 29 de mayo estuvo a cargo del arquitecto Francisco
Jurado. Su ttulo Intervenciones recientes en la muralla de Arvalo.
El ponente des-gran algunos de los aspectos del proce-so de
elaboracin del Plan Director de la muralla y de algunas de las
intervencio-nes, haciendo especial hincapi en dos de los sectores
ms controvertidos, el torren que conocemos como de las
es-calerillas y el de la iglesia de San Mi-guel. Francisco Jurado
defendi que en ningn caso l contempl la reconstruc-cin de paos de
muralla. Su intencin fue gestionar una propuesta conceptual que
diera idea de los volmenes y espa-cios que conformaba la antigua y
ya casi desaparecida muralla medieval.En cuanto a la conferencia
del da 5 de junio estuvo a cargo del tambin arqui-tecto Antonio
Paniagua. En este caso el
ponente, bajo el ttulo Castillo de Ar-valo: una dcada de
intervenciones puso de manifiesto las diversas obras de
rehabilitacin que en l se han hecho a lo largo de los ltimos diez
aos, tanto en el castillo propiamente dicho, as como la recuperacin
del baluarte artillero, que apareci en el transcurso de las obras y
del que sabamos gracias a Parcerisa.Con la charla impartida por
Antonio Paniagua cerramos este primer ciclo de conferencias. En
prximas fechas se rea-lizar una pequea conferencia debate en la que
los asistentes que quieran podrn participar y ahondar en los temas
trata-dos elaborando un pequeo documento de valoracin y
conclusiones.
Paseo por el arroyo de Carias. El domingo 31 de mayo se realiz,
orga-nizado por el Club de Senderismo Los Pinares de Arvalo junto
con nuestra Asociacin Cultural, un paseo por el arroyo Carias,
desde su unin con el de la Mora, en las cercanas del cementerio de
Arvalo hasta el lugar en que el citado arroyo se cruza con la
calzada de Arva-lo a San Cristbal de la Vega. A lo largo del paseo
los asistentes pudieron disfru-tar del magnfico paisaje que
conforma el propio arroyo adems de la vista de diversas especies de
mamferos y aves entre las que debemos destacar, por la dificultad
de su observacin, una pare-ja de corzos, tambin conocidos como
duendes del bosque.
Los nios del CRA Llano Alto visitan nuevamente Arvalo. El pasado
cinco de junio, los alumnos del Centro Rural Asociado Llano Alto de
Ataquines, acompaados por algunos de sus progenitores y maestros,
realiza-ron una visita por las riberas del Adaja y Arevalillo a su
paso por Arvalo, de la mano de Luis Jos Martn. Se describie-ron las
principales especies arbreas y
arbustivas de los sotos fluviales y se vi-sitaron los tres
puentes mudjares: Valla-dolid, Medina y los Barros. Despus de un
almuerzo en el parque Gmez Pamo visitaron el Cordel Real de
Merinas, de Arvalo al puente Rumel, a su paso por el pinar de Orn,
donde se describieron las especies de aves forestales ms
re-presentativas del Corredor del Adaja que une la comarca del sur
de Valladolid con la Tierra de Arvalo como una unidad ecolgica,
geogrfica y paisajstica.
La Asociacin de Amigos del Patri-monio Natural, Histrico y
Cultu-ral de Martn Muoz de las Posa-das inicia su andadura. Su
fundacin tuvo lugar el pasado 14 de Febrero de 2.015 y tiene
carcter nacional. A esta fecha se han obtenido todos los registros
correspondientes.Un grupo de personas de las que parti-ciparon en
la organizacin y desarrollo de las actividades conmemorativas del V
Centenario del Cardenal Diego de Es-pinosa y IV Centenario Greco,
para con-
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pg. 3la llanura nmero 73 - junio de 2015
tinuar con la colaboracin en la conser-vacin del patrimonio
cultural de Martn Muoz de las Posadas y su entorno, decidieron
promover la creacin de una Asociacin de Amigos del Patrimonio
Natural, Histrico y Cultural de Martn Muoz de las Posadas. La
Asociacin tiene como principales objetivos la de-fensa,
salvaguarda, puesta en valor y promocin del Patrimonio Natural,
His-trico y Cultural de Martn Muoz de las Posadas y su entorno, con
especial atencin al paisaje rural, a la historia del imperio
hispnico y al Renacimiento y Siglo de Oro espaol, as como a la
figu-ra histrica del Cardenal Diego de Espi-nosa y Arvalo. Impulsar
las iniciativas que estn a su alcance, en el mbito de la
investigacin para la consecucin de registros histricos relacionados
con los apartados mencionados y la Villa; igual-mente promover
actividades en el m-bito del paisaje rural y la mejora de la
calidad de vida de sus habitantes.
Mirador sin vistas. Aunque bastante controvertido, el mirador
que se levant en hormign blanco en el antiguo local del Teatro
Cervantes, ha sido cerrado recientemente con una celosa metlica que
impide el acceso al mismo. En lo nico que coincidamos casi todos es
en que las vistas de Arvalo y su entorno que desde all se
contemplaban merecan la pena. Ahora, con este cerramiento a cal y
canto queda como otro monumen-to intil ms que se suma a la lista de
construcciones creadas, al parecer, sin criterio, sin una finalidad
concreta. Es decir, se construyen para nada, sin una planificacin
de uso y gestin. Mientras, edificios que necesitan ser restaurados
se
hunden viendo cmo se tira el dinero en obras sin sentido, sin
oficio ni beneficio. As, en vez de sumar restamos y no estn las
cosas como para tirar el dinero.
Incendios en las cuestas del Adaja. Como cada ao, ya se han
producido dos incendios en las cuestas del Adaja a la altura de la
isla, quemando toda la ve-getacin herbcea y afectando tambin a
varios arbustos y rboles de acacia y olmo, entre otros. Esperemos
que el pro-yecto de forestacin de las cuestas apro-bado
recientemente por el Ayuntamien-to tenga en cuenta la previsin de
estos incendios para poder atajarlos de forma rpida y con el menor
nmero de daos tanto a las especies plantadas como a las propiedades
de las inmediaciones.
Nueva tertulia literaria. Se celebr el viernes, 12 de junio, y
como es habi-tual todos los meses, la tertulia literaria que La
Alhndiga, Asociacin de Cul-tura y Patrimonio viene realizando en la
Posada Real Los Cinco Linajes. En este caso el tema propuesto fue
la segun-da parte de La Palabra de la que ya se haba tratado en la
anterior tertulia cele-brada el pasado mes de mayo. A lo largo de
casi dos horas se desgranaron nuevos conceptos y acepciones,
incidiendo en la enorme belleza que el idioma castellano nos aporta
y buscando algunos de los ter-
minos ms interesantes por su curiosidad o hermosura que contiene
nuestro Dic-cionario de la Lengua.
El Cinturn Verde de Arvalo. De la mano de Fran Durn se han
realizado labores de limpieza y acondicionamien-to de los accesos y
paseo del Cinturn Verde de Arvalo. De esta forma diver-sos grupos
de arevalenses y forasteros han podido disfrutar del excepcional
paseo que desde el puente de los Lobos puede realizarse a travs de
la ribera derecha del ro Arevalillo pasando por los puentes de Los
Barros y de Medina, junta de los ros tras el castillo, puente de
Valladolid e incluso un tramo por la ribera izquierda del Adaja,
pudiendo contemplar los restos de la cerca de con-tencin de la
conocida como Huerta de los jesuitas.
Subida al vrtice de la Serrota. Al cierre del nmero 73 de
nuestra Llanu-ra an no se haba realizado la prevista ascensin al
pico de la Serrota en el es-pacio natural protegido de las sierras
de la Paramera y la Serrota.En nuestro prximo nmero, y que ser el
nmero 74, correspondiente al mes de julio, daremos cumplida cuenta
de esta excursin que organizar Luis Jos Mar-tn Garca-Sancho y cuyo
gua ser Car-los Toms Rodrguez, gran amigo y cola-borador de nuestra
Asociacin Cultural.
Registro Civil:
Movimiento de poblacin mayo/2015
Nacimientos: nias 4 - nios 4Matrimonios: 2Defunciones: 4
La revista mensual La Llanura puede recogerse de forma habitual
en los siguientes establecimientos:
Quiosco de prensa y revistas (calle de la Luz); Estanco de
Te-jeda, Confecciones Domingo y Cafetera Desiree (Plaza del
Arrabal); Estanco de Eva (calle Arco de vila); Vinilandia Bar
(calle Barrionuevo); Ferretera Femalsa, Estanco de Tere, Bar
Impacto, Asesora Fnix, Bar Avenida, Bar Sol y Seguros Ma-pfre
(Avda. de Emilio Romero); Autoservicio Pilarn (plaza del Mila); La
Cruz de Arvalo, Floristera Carmen y quiosco Lala (Paseo de la
Alameda); Golosinas Lolipop, Loteras Muriel, Perfumera Suma y
Calzados Gonzlez (calle Zapateros); Ca-fetera Los Cinco Linajes
(plaza de Tello); Centro de Mayores (plaza del Real); Biblioteca
Pblica (calle de la Alhndiga).
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pg. 4 la llanura nmero 73 - junio de 2015
Una dcada sin la romera de la Virgen de La Lugareja A mediados
del mes de junio de
2005, hace exactamente 10 aos, se celebr por ltima vez la Romera
de Nuestra Seora de la Lugareja, una de las fiestas populares de ms
arraigo y tradicin de las que se desarrollaban en Arvalo, y que por
culpa de un li-tigio entre la Dicesis de vila y los propietarios de
la finca en la que se encuentra la ermita, dej de celebrarse en
2006, y desde entonces ha pasado ya a formar parte del patrimonio
cultu-ral, en este caso del inmaterial, que se ha perdido en
nuestra ciudad.
En junio de 2006, el pleno del Ayuntamiento aprob por unanimidad
una mocin en la que se solidarizan con los miembros de la Cofrada
de Nuestra Seora de La Lugareja, para que ese ao no se suspendiera
la Ro-mera y esta se pudiera celebrar con normalidad, ya que se
trata de una de las fiestas populares con ms tradicin en la ciudad,
cuyo origen se remonta al siglo XVI.
En aquella mocin, tambin se ins-t a que se aclarase la situacin
tanto de la ermita como del posible suelo de dominio pblico que
existe en torno a ella. De igual forma, se peda que el Ayuntamiento
colaborara con el Obis-pado para que la ermita, declarada Bien de
Inters Cultural con categora de Monumento Nacional desde 1931,
pudiera ser visitada en un horario ms amplio que el que exige la
ley, que se reduce a dos horas a la semana, y en el caso de esta
iglesia, los mircoles, entre las 13.00 y 15.00.
Fue la ltima accin municipal que se conoci para no perder una
fiesta que haba nacido en el siglo XVI. No obstante, ese mismo ao,
la romera
dej de celebrarse, y desde entonces, ni los regentes del
municipio ni los miembros que formaban la cofrada han sabido
recuperar. En aquel junio de 2006, como consecuencia del liti-gio,
los dueos de la finca en la que se encuentra la iglesia no
permitieron la presencia de un sacerdote del Obis-pado de vila en
su propiedad que pu-diera realizar los oficios religiosos que
conllevan la celebracin de la romera, lo que motiv que la cofrada
no pu-diera trasladar en procesin la imagen de la Virgen desde su
ermita hasta la iglesia de Santo Domingo de Silos.
As comenz el fin de una romera que ya se ha perdido, y que si no
se remedia formar parte de esas tradi-ciones que ltimamente se estn
per-diendo en nuestra ciudad, como las luminarias de la Virgen de
Las Cande-las, las fiestas de San Juan, los fuegos artificiales de
la semana de Ferias o las hogueras de San Roque, entre otras.
La tradicin de la romera de La Virgen de la Lugareja, segn
fuentes del cronista Marolo Perotas, se remon-ta a 1540, ao en el
que las monjas cis-tercienses abandonaron el monasterio para
trasladarse al nuevo convento si-tuado en las Casas Reales. Puesto
que las religiosas no pudieron trasladar la imagen de la Virgen a
su nuevo empla-zamiento por las reglas de la clausura, y tampoco
podan acudir a visitar la imagen de la Virgen a su antiguo ho-gar,
los vecinos acordaron que una vez al ao los habitantes de la
barria-da que se erigi en las proximidades al antiguo monasterio
trasladaran en procesin la talla hasta el convento que se construy
en el antiguo palacio de la Plaza del Real.
La fiesta tena lugar a mediados de junio, una semana antes que
la de la Romera de la Caminanta, o dos si la festividad del Corpus
Christi caa en medio. En la tarde del sbado, los cofrades
trasladaban en procesin la imagen de la virgen desde su mora-da en
la iglesia hasta la parroquia de Santo Domingo de Silos, donde el
domingo al medio da se celebraba misa solemne. Por la tarde, se
lleva-ba de nuevo la imagen a la ermita, y en sus alrededores
numerosas familias disfrutaban de una velada de juegos y
meriendas.
Las jornadas festivas finalizaban el lunes. Por la maana tena
lugar en la ermita la eucarista en honor a los difuntos. Al
medioda, los cofrades participaban en un almuerzo de her-mandad. La
tarde se pasaba de nuevo en el entorno de la ermita donde se
or-ganizaban juegos para nios y grandes y un concurso de tortillas
que contaba con una gran participacin.
Fernando Gmez Muriel
Propuesta de un buzn de sugerencias municipal.Abundando en
nuestro deseo de
aportar sugerencias que tal vez po-dran mejorar algunos aspectos
del funcionamiento de nuestra ciudad se nos ocurre este mes que
nuestro Ayun-tamiento podra disponer, en su pgina Web, de un buzn
de sugerencias.
De esta forma los ciudadanos are-valenses, residentes o no,
podran contribuir con sus ideas, quejas y su-gerencias a fin de que
la participacin
ciudadana pueda aportar utilidad al funcionamiento general de la
admi-nistracin municipal.
Junto con este buzn de sugeren-cias, algo que entendemos no debe
revestir especial complejidad, podra aprovecharse para modernizar
la ci-tada pgina Web e implantar, por fin, un servicio de Registro
Electrnico que permitiera a los ciudadanos, des-de su propio
domicilio, acceder a la
tramitacin de diversas solicitudes y gestiones, con su DNI
electrnico o su correspondiente certificado digital, sin necesidad
de acudir fsicamente a las dependencias municipales.
Insistimos en creer que un Registro Electrnico as como un buzn
de su-gerencias redundara muy beneficio-samente a favor de la
ciudad y de los ciudadanos.
Redaccin.
-
Despierta la Ciudad de su acostum-brado letargo nocturno y nos
ensea, an entre penumbras, su aspecto lim-pio, luminoso. Las
calles, las plazas, las esquinas, se muestran amplias, es-plndidas,
racionales.
La Ciudad extiende sus parques a los nuevos ensanches. Al
antiguo de Gmez Pamo, convenientemente re-mozado, se le unieron en
el avance urbanstico el de la Caada y el de las Eras. Se
recuperaron tambin zonas del parque Vellando y el parque
Euro-pa.
Los ros abrazan a la Ciudad con-formando un nuevo, impresionante
cinturn verde, monumental, extenso, y perfectamente conectado a
travs de diversas sendas y accesos con algunas de las principales
vas urbanas.
El cinturn verde acoge en toda su extensin las hermosas alamedas
ribe-reas, los puentes mudjares, hoy to-dos en perfecto estado de
conservacin y limpieza, los viejos molinos medie-vales, el de
Valencia en el Arevalillo y el de don lvaro de Luna en el Ada-ja,
los restos de las antiguas bodegas moriscas, el imponente castillo
y su baluarte artillero y los restos de los an-tiguos muros de
contencin del otrora colegio de los jesuitas.
Las cuestas de ambos ros presen-tan un aspecto cuidado. Se
alternan las plantaciones de arbolado y otras espe-cies enraizantes
de menor porte. Entre ellas discurren senderos, caminos y ac-cesos
escalonados que comunican los ros con las zonas altas.
Las del entorno de San Miguel, en otro tiempo prcticamente
abandona-das, se nos presentan ahora como un hermossimo paseo entre
puentes. El feo muro de hormign que tantos pro-blemas haba generado
fue por fin de-rribado. Sus escombros sirvieron para sentar las
bases de los muretes de con-tencin que se hicieron para corregir
los deslizamientos del terreno. rboles y arbustos en distintas
franjas adornan la cuesta. El hormign se vino a suplir con un gran
muro verde, formado por plantas trepadoras que, junto a grupos de
bosquetes, mudaron la zona en un autntico vergel. Bancos,
luminarias, zonas ajardinadas, completan este es-pacio que hacen
que la entrada a la Ciudad por el puente de Medina sea una autntica
joya, ejemplo de urba-nismo racional.
Y qu decir del Barrio Antiguo? Una correcta planificacin en los
espa-cios urbanos que componen esta zona de la Ciudad permiti
recobrar en bue-na medida los aspectos esenciales del
pg. 5la llanura nmero 73 - junio de 2015
La ciudad de los sueos Casco Histrico.Los edificios monumentales
poseen
hoy uso y estn protegidos. Algunos de ellos son ya
autosuficientes y las calles y plazas han recuperado gran parte de
la poblacin que en otro tiempo haban perdido.
La Ciudad ya no es una ciudad im-puesta, ya no es una ciudad
improvi-sada ni una ciudad de ocurrencias, ni extraa, ni
asfixiante. Poco a poco ha llegado a ser una ciudad debatida,
con-sensuada, prevista, amable...
Como regla general y una vez cada tres meses se renen en las
dependen-cias municipales responsables de di-versas reas con
personas y entidades ciudadanas y proponen y planifican las
acciones y los programas a realizar.
Cultura, Patrimonio, Turismo, Me-dio Ambiente, se renen, por
ejemplo, el primer jueves de cada trimestre y preparan los
calendarios de actividades para los siguientes noventa das. Se
co-ordinan los actos, las exposiciones, las conferencias, los
festivales de msica. Se proponen los turnos de grupos para la
apertura de los Monumentos.
La ciudad bulle as, casi de conti-nuo, en actividades. El nmero
de vi-sitantes, el Turismo, ha aumentado de forma exponencial. La
Ciudad tiene vida. Es la Ciudad de los sueos.
Juan C. Lpez
-
pg. 6 la llanura nmero 73 - junio de 2015
Esta maana, al igual que todas las maanas, mi madre me ha
despertado con un beso en la oreja y un cachete en el culo para
animarme a abandonar la confortable cama donde por la noche
construyo mi imaginaria vida de aven-turas en ese mundo que empieza
en la puerta de mi habitacin y termina frente al cristal de la
puerta por la que se acce-de al balcn.
A regaadientes, y con los ojos pe-gados an por las legaas,
empiezo con la rutina diaria, una ducha de agua tem-plada bajo la
atenta mirada de mi ma-dre que se encarga de limpiarme bien las
orejas, mientras me seco, en la co-cina, mi madre me prepara el
desayu-no, un tazn de leche con cola cao, pan reciente y unas
galletas redondas. Mientras desayuno, observo el trajn de mi madre
pac y pall sacando ca-charros de cocina de un viejo armario,
abriendo y cerrado el grifo, lavando va-sos, y cada dos por tres
dicindome que desayune, que me d prisa, que voy a llegar tarde, que
se me enfra la leche; al mismo tiempo la radio emite el anuncio de
los tres negritos.
Cojo la cartera de material, com-pruebo que est la enciclopedia,
el cua-derno de dos rayas, el estuche de made-ra de dos pisos, y un
paquete de cromos de ftbol; est todo, y agarrndola del asa me voy
al colegio. Antes de irme mi madre me recuerda que ha dicho mi
pa-dre que hoy tengo que cortarme el pelo.
El camino al colegio no es muy ani-mado, no hay casi nadie en la
calle, sal-go de casa, paso por la bscula que est junto a la
carretera de Tiosillos que tengo que cruzar para ir por la acera de
la Fbrica de Harinas, paso junto a una tapia con verjas que deja
ver una caso-na al fondo donde nunca veo a nadie, despus hay una
fbrica con un letrero encima de la puerta que dice Taller Paco
Juez, sigo caminando junto a las paredes de esa acera y dejo a la
derecha un pequeo y oscuro jardn que me in-quieta, siempre acelero
el paso mirando de reojo y el corazn ms acelerado; un poco ms
adelante sigo por la calle Larga, para seguir despus por la calle
de los muertos. En algunos portales han vertido cubos de agua y el
olor a humedad me encanta. En esta calle est la peluquera del Seor
Julin, donde esta tarde tendr que venir a cortarme el pelo, la
verdad es que me gusta este sitio, aunque el Seor Julin me
impone
respeto por su semblante serio, pero me gusta su trato, lo hace
como si yo fuera un seor mayor; adems, me encanta el olor mezclado
a lociones, espumas de afeitar, aguas de colonias y tambin, lo que
hablan los seores que estn espe-rando su turno, y que escucho sin
decir ni po. Adems, por si fuera poco, siem-pre me afeita las
patillas y la parte de atrs del cuello con espuma de jabn que l
mismo prepara y que despus me aplica con una brocha, terminando con
un afeitado con navaja! Por la tarde, fui a cortarme el pelo, como
mi padre haba dicho. Yo quera dejarme el pelo largo, como los
cantantes que salen en televi-sin, sobre todo para taparme la
orejas de soplillo, As es que cuando me toc, le dije al Seor Julin
que no me cor-tara mucho el pelo por esto y aquello y bla, bla,
bla, y a todo dijo que s. Co-gi la maquinilla manual de cortar el
pelo y con su clic clic caracterstico me dej el pelo para no
podrmelo agarrar en un mes, y por supuesto con las ore-jas
descubiertas, me parezco a un seat seiscientos con las puertas
abiertas. Mi padre haba pasado el da antes por la barbera dando las
instrucciones corres-pondientes al Sr. Julin sobre el modelo de
corte que me convena.
Al lado de la barbera est la zapa-tera del Seor Benito El Mono,
aqu traemos siempre los zapatos para que los echen tapas y filis
que son como unas herraduritas que se ponen en la punta de la suela
de los zapatos, tam-bin me gusta entrar aqu, es una habita-cin
pequea llena de zapatos, con una mesa tambin pequea llena de
puntas, remaches, recortes de suelas, tubos de pegamento, que
tambin deben servir para arreglar los pinchazos de las rue-das de
la bici, a m me parece que hue-len igual.
Casi al final de la calle hay un car-pintero, el Seor Tovar, y
hoy en la puerta haba una caja de muertos puesta de pie, me he
quedado blanco, me he llevado un susto de muerte, as es que he
pasado corriendo con los ojos ce-rrados y no he parado hasta llegar
al puesto de golosinas de la Se Man que est en medio de la plaza,
donde algunas veces compro unas pastillas de leche de burra, y
cuatro caramelos de nata, pero por la tarde, ahora est cerra-do. Un
poco ms adelante est la tien-da del Seor Mengoti, pero la que ms me
gusta es la tienda de Joselillo que tiene los escaparates llenos de
juguetes.
Cinco de abril de 1966 Algunas noches sueo que me quedo solo
encerrado en la tienda y juego con los fuertes de soldados y con
los camio-nes de los juegos reunidos Geyper, pero cuando estoy en
lo ms divertido, me despierta mi madre. Despus de un rato en el
escaparate, sigo para el cole-gio, miro las perdices en la jaulas
en los soportales del bar La Campana, paso por delante de la
ferretera Illera en direccin al arco de la crcel, donde al-guna vez
se ve a alguien detrs de la re-jas que hay encima del Arco. Nada ms
pasar el Arco, a la izquierda, hay una taberna, antigua, pero no s
cmo es porque nunca entro. Cuando llego a la plaza del Real ya hay
ms chicos de mi escuela, nos quedamos esperando a que llegue D.
Hilario, que aparecer por la calle de San Juan subiendo por la
acera del Convento. En cuanto aparece nos vamos corriendo a la
puerta del colegio que est en la calle Santa Mara, des-pus de haber
cambiado unos cromos de la coleccin de futbolistas, hoy he cambiado
a Tonono de Las Palmas por Pirri del Real Madrid, por la tarde,
antes de que venga el maestro, jugaremos a los gitos junto al rbol
gordo.
Cuando he llegado a casa por la tar-de, con la cabeza pelada, mi
madre es-taba planchando y escuchando por la ra-dio el programa de
Elena Francis. Nada ms verme me ha dicho que tena un paquete para m
de parte de mi padre. Lo he abierto enseguida, y me he en-contrado
una regalo maravilloso, era el primer regalo que me hacan desde que
tom la comunin, que me la pas ves-tido de almirante y con una
metralleta que me regal un to mo, pero esto era diferente, mi padre
me haba comprado tres libros, Ivanhoe, Tom Sawyer y Cuentos
Clsicos, he abierto el pri-mero del montn, he empezado a leer y he
entrado en un nuevo mundo de sue-os y sensaciones que hasta ahora
no conoca. Gracias pap.
Abril,1966Fernando Retamosa Marfil
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pg. 7 la llanura nmero 73 - junio de 2015
El saloncito de actos de la posada Los Cinco Linajes de Arvalo
es co-queto y muy acogedor y adems rene unas condiciones ptimas
para una de-terminada charla, conferencia o tertulia literaria.
Saln este que, de forma totalmente altruista, una vez al mes nos
es cedido a la Asociacin La Ahndiga de Arva-lo para la celebracin
de nuestras ter-tulias literarias, gesto este que valora-mos y
agradecemos, mientras seguimos pidiendo una Casa de la Cultura.
Una vez al mes, como digo, nor-malmente el primer viernes, en
torno a una noble mesa de madera, al filo de las nueve de la noche,
nos reunimos a puerta abierta diez o doce miembros de dicha
Asociacin, y otros que sin serlo all acuden, al objeto de entablar
unas tertulias literarias. Siempre en torno al perfil biogrfico y
la obra de un deter-minado autor y, casi siempre, al margen de
interpretaciones polticas por una sencilla razn: nos gana la Poesa
y so-mos olvidadizos con la Poltica.
Julio Escobar, Nicasio Hernndez Luquero, Emilio Romero, Jacinto
He-
rrero, Mario Prez Antoln o San Juan de la Cruz han sido algunos
de los poe-tas versados, si bien, una de las tertulias ms
interesantes mantenidas hasta aho-ra, ha sido la del pasado mes de
mayo en la que se ha tratado sobre el signi-ficado y sentido de la
Palabra en todas sus acepciones. En ella, a tiempo par-cial, cada
contertulio expuso sus inter-pretaciones en tan interesante tema,
La Palabra, llegando a las dos horas de muy interesante coloquio,
tiempo ms o menos establecido por el moderador de turno.
No son nuevas estas tertulias en Arvalo, pues ya a raz de la
muerte de Marolo Perotas en 1969 y de la de Nica-sio Hernndez
Luquero o posteriormen-te la de Mariano Gil, surgieron grupos de
tertulianos que en torno a estas figu-ras mantuvieron durante algn
tiempo reuniones de este tipo. Despus de la muerte de Julio Escobar
en Los Mo-linos o de Emilio Romero en Madrid, qued la Poesa de
Arvalo si no manca de lectores, s se quedara sin autores
locales.
Hubo entonces que tomar el relevo
y se iniciaron unas tertulias en la casa de Aurorita, la hija
del poeta Hernn-dez Luquero, pasando, posteriormente, a realizarlas
en la Biblioteca Pblica Municipal.
Contertulios a recordar son Jess Hedo, Jos Antonio Arribas, Luis
Prieto (padre) y Andrs Royuela, entre otros.
De aquellas tertulias de los aos 70-80 del pasado siglo nacera
la revis-ta El Terral, se publicara el libro de don Nicasio
Hernndez Luquero y se empezara a gestar el Grupo de Poetas Moraegos
que se uniran en un her-manamiento con poetas de Valladolid, Medina
del Campo, Pozaldez y Hogar de vila en Madrid. Pero eso es ya otra
Historia.
Arvalo, mayo de 2015Segundo Bragado
Las tertulias literarias de La Alhndiga de Arvalo
Un cargo es una carga, reza el di-cho popular. Dicho lo cual, si
a usted, por mor del azar o del zar de turno (tambin llamado
eufemsticamente libres designaciones), le ha cado un cargo, debe
presentar de inmediato una reclamacin al organismo que
corres-ponda. Es ms, esa extensa legislacin que nos rodea, debera
dedicar una de sus lneas al rechazo de cargos. Algo as como: Por la
presente se le permite rechazar el citado cargo, si considerase no
encontrarse capacitado para esta ta-rea, por su ineptitud, su falta
de compe-tencia, su falta de recursos para dirigir un equipo, o
cualquiera otra causa que impidiera el buen desempeo del cita-do
cargo. Y, en todo caso, si a pesar de todo se produjera el
nombramiento, en algn lugar del contrato debera indicar-se: Usted
se compromete a autocesarse en dicho cargo en el momento en que
observase que cualquiera otra persona del equipo presente mejor
proyeccin, ms ganas de trabajar, entusiasmo en el buen hacer, as
como las habilidades precisas para el correcto desempeo del mismo.
Usted puede ser un parsi-to, incluso el grupo puede ser parsito,
pero la humanidad necesita seguir pro-gresando, amigo mo, amiga
ma.
Cuando alguien accede a un cargo como nico candidato, o las
actuales listas cerradas, ya nos hace dudar de que sea la persona
adecuada. La indife-rencia del grupo o del responsable de turno-,
permite situaciones esperpnti-cas.
Uno de los vicios ms extendidos entre los abducidos, elegidos
siempre democrticamente, claro, es que una vez en el silln
habilitado al efecto de acoger semejantes posaderas, es supo-ner
que el cargo en cuestin, por ciencia infusa, otorga al citado o
citada, todos aquellos conocimientos, habilidades, artes y
competencias que antes no tena. Ciencia infusa. Como ese deportista
cir-cunstancial que un sbado por la maa-na se enfunda el chndal
nuevo y sale a no se sabe qu, pues andar no sabe, co-rrer le agota
y cualquiera otro ejercicio le crea numerosos problemas fsicos y a
veces psquicos. Por qu me habr me-tido en esto?, piensa. Y no tiene
vuelta atrs, a menos que un esguince, de tobi-llo en este caso o
neuronal en el otro, lo retire para gloria de la sociedad.
Les propongo un ejercicio: traten de imaginar a esos personajes
fuera de ese cargo, sin ese cartel que ya les anuncia en la puerta
de sus despachos como es-pecie protegida, pero que en realidad no
denotan nada; imaginen, vanlos
fuera de su mbito, fuera de su cubil, y observarn que no tienen
un palmo de conversacin, de argumentos, de nada. Tienen un
recorrido corto, siempre pre-visible, monotemtico, aburrido y
den-so.
Hay cargos que pululan por la vida como zombis, sin nada que
aportar, sin talento, sin creatividad, esperando que otros les
hagan su trabajo; gritan-do, descalificando, amenazando a todo
cuanto sale a su paso. Hablan de forma soez las ms de las veces
para esconder sus miedos, sus carencias, sus comple-jos. Para
hacerse ver, vamos.
Alguien tiene que hacer algo. Al-guien debe controlar esos
procesos mal llamados democrticos que elevan a estos especmenes
sobre s mismos, que flaco favor hacen a la sociedad, si no es
moverse por un puado de halagos, a merced de quien los apadrina con
el nico fin de que bailen a su ritmo.
Si usted tiene un cargo tiene una car-ga, pero si no lo tiene,
tiene la enorme carga de cargar con esos carguillos que pululan por
despachos que les vienen grandes y estn, cuando menos, fuera de la
realidad.
Espaa va bien. Vyase seor Gan-medes.
Javier S. Snchez
Cargos y cargas
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pg. 8 la llanura nmero 73 - junio de 2015
Que nadie se confunda, no es una historia de amor, ni de
desamor. Solo un inocente recuerdo de infancia.
Era toda una aventura. Al final lo-gramos reunir las bicis
suficientes para la excursin. La ltima la habamos recogido esa
misma maana del taller de don Emilio. Nos reunimos frente nuestra
casa y comenzamos la marcha. En una vieja mochila llevaba una
can-timplora con agua, por aquel entonces no haba botellas de
plstico, una na-vajilla, pan y chocolate.
Cinco o seis chicos y chicas com-ponamos la marcha ciclista. A m
me toc coger la bici de uno de mis herma-nos pequeos al que no le
dejaban ir, la que antes haba sido de mi hermano mayor y despus ma.
Era tan pequea que no levantaba ms de medio metro del suelo. As que
para no perder el rit-mo de los dems tena que dar pedales como un
poseso, tanto que, como no tuviera cuidado, me llegaba a dar con
las rodillas en la cara. La verdad es que con esas piernas tan
largas iba ridculo en aquella bici tan pequea pero no ha-ba otra
cosa. La BH que acabbamos de sacar del taller de don Emilio la
lle-vaba mi hermano Julio Csar, aunque me haba dicho que a la
vuelta me to-caba a m.
Casas nuevas, el Marqus, Salesia-nos... Pasadas las tapias de
Villablan-ca una pequea puerta de ladrillo nos indicaba que
comenzaba Machn y acababa Arvalo, el resto ya era todo campo, salvo
el arco de ladrillo a la en-trada de la finca de Machn y la pared
con desconchones de una vieja nave en la que se poda leer SE VENDE
GRILLO ROLLIZO. Para la fantasa de un nio aquello de grillo rollizo
pareca indicar un negocio de grillos
gordos. Aos despus supe que el des-conchn en la pared haba
borrado las letras NE delante de grillo y lo que realmente
anunciaba aquel cartel era la venta de negrillos, es decir olmos,
que por all eran abundantes y, algunos, realmente rollizos. Ahora
solo quedan sus esqueletos y los rebrotes que la grafiosis mata una
y otra vez.
Lo ms emocionante de la aventura llegaba ahora. Al acercamos a
los lava-deros y la casa de Machn, los mastines salan corriendo y
nos perseguan un buen trecho. Yo daba las pedaladas tan deprisa que
me di tal rodillazo en el ojo que llegu a ver estrellas. Pero el
cora-zn no nos permita parar. Lata con tal fuerza al ver cmo se
acercaban aque-llos perrazos con una boca tan grande como nuestra
cabeza, que bombeaba la sangre necesaria a todos los rincones de
nuestros msculos.
Otra puerta de ladrillo nos indica-ba que llegbamos a Bujeritos,
una pequea finca intermedia. El destino estaba frente a nuestros
ojos pues a la derecha ya se vea el pinar de Prraces. Cerca del
piln haba un camino que bajaba hasta el ro y, entre la frondosa
vegetacin de ladera, una fuente con agua fresca que permita
refrescarnos. All dejamos las bicis. Luego haba que continuar
andando.
Se poda cruzar el ro por aqu mismo, por un tronco que atravesaba
el cauce del Arevalillo, poca cosa en aquella poca del ao pero
suficiente para un pequeo aventurero. Unos cien o doscientos metros
ro arriba en la la-dera izquierda estaba nuestro destino: un
terrapln de fina arena que era co-nocido como la Media Naranja.
All pasamos la tarde subiendo por el terrapln y dejndonos caer
como una croqueta o dando grandes saltos mortales y piruetas en las
que siempre
acabbamos rebozados por la fina y pegajosa arena. Las risas y
gritos re-sonaban en el fondo del valle del ro como lo que era, una
bulliciosa fiesta de cinco o seis chavales que por el rui-do pareca
una gran multitud. Luego, tras lavarnos en el ro y acabar con las
viandas, de vuelta a casa.
Sabamos que los mastines de Ma-chn nos estaban esperando. As que
la aventura no haba finalizado. Pasado Bujeritos ya empezaban a
correr para llegar a la carretera justo cuando no-sotros pasbamos.
Uno de los amigos de tanto mirar para atrs mientras daba pedales
perdi el control de la bici y sali volando por encima del
manillar.
Tuvimos que parar, no podamos dejar abandonado a su suerte al
amigo frente a las enormes fauces de los ca-nes. Entonces tuve un
acto reflejo que dicen, algo que haces sin pensar, que te sale casi
por instinto de supervivencia. Al no tener nada con lo que
defender-me, les hice frente agachndome hasta el suelo para coger
gravilla del borde de la carretera y lanzrsela con fuerza. Entonces
los perros pararon en seco y se dieron la vuelta. Mientras,
nosotros pudimos comprobar que el accidente solo haba deparado al
amigo unos ras-guos sin importancia. Nada, un poco de mercromina,
que era lo que se usaba por entonces, y a correr.
En posteriores ocasiones comprob que slo con el ademn de
agacharte al suelo para coger una piedra imaginaria y hacer que la
lanzabas, los mastines paraban y se volvan a la finca que
de-fendan.
No me preguntis por qu a aquel terrapln del Arevalillo se le
conoca como la Media Naranja, nunca lo he sabido.
En Arvalo, a 1 de junio de 2015.Luis Jos Martn Garca-Sancho
Media naranja
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C/ Palacios de Goda, 7 (Polgono Industrial) Arvalo
Tfno. y Fax: 920 303 254 - Mvil: 667 718 104
Cuando Rudolph M. Bell public su libro Holy Anorexia (Anorexia
Sagrada) en 1985, este historiador no pens que estudiando las
crnicas de esta forma de mortificacin auto-impuesta, tambin
conocida como la anorexia mirabilis o inedia prodi-giosa, atraera
algn inters hacia esta alteracin de la conducta alimentaria, ya que
esta forma de anorexia era rela-tivamente rara y, hasta entonces,
poco descrita por creerse casi inexistente.
La Anorexia mirabilis o ano-rexia prodigiosa representa una
sin-gular conducta a la que algunas mu-jeres religiosas se
dedicaron entre los siglos XIII y XVI y en la que muchas
sucumbieron; debido a un rechazo se-vero de la ingestin de
alimento. Se cree que estas religiosas evitaban co-mer porque la
comida para ellas repre-sentaba la lujuria-sensual-corporal,
confrontando el pecado con el podero-so proceso instintivo que
garantiza la supervivencia de cualquier especie.
Como sacrificio, las mujeres descri-tas por este investigador,
no se conten-taron con renunciar a la vida marital, cuando tomaran
los votos de castidad para ingresar al convento, sino que,
igualmente, renunciaron a la ingestin de todo alimento sin que
esto, de ellas, pudiera ser esperado por su comunidad
religiosa.
En sus biografas, segn relata Bell, las religiosas afirmaban que
lo que ansiaban, rehusando la comida era lograr acercarse ms a Dios
por medio de la mortificacin, consecuencia del sufrimiento
ocasionado por el hambre, como si fuera otra flagelacin. El ayu-no
en esta instancia fue utilizado como cilicio.
La ms conocida y mejor estudiada
de estas religiosas ha sido Santa Cata-lina de Siena. Catalina
Benincasa na-ci en la ciudad de Siena, Italia, el 25 de marzo de
1347. Hija nmero 23 de Jacobo y Lapa Benincasa, desde nia se destac
por su inteligencia y reli-giosidad. Los bigrafos sealan que su
primera visin, su voto de virginidad y el pueril intento de hacerse
eremita los manifest entre los 6 y 8 aos. Su ma-dre se opona a sus
deseos de vida de piedad e intent por todos los medios que eligiera
la vida matrimonial. Apro-vechando una enfermedad que ocurre en su
paso de la niez a la edad adulta, consigue que su madre realice las
ges-tiones necesarias para que la admitan en la Tercera Orden de
Penitencia de Santo Domingo. Las terciarias eran to-das mayores o
viudas. La admisin de Catalina, que en ese momento tena 16 aos, fue
una excepcin.
Catalina fue, por naturaleza, op-timista. Hablaba ms de los
xitos en la vida espiritual que de las derrotas o de los pecados.
Si haca referencia a stos, lo conjugaba con la siguiente reflexin:
Por mucho que el hombre est inclinado a pecar, est Dios mucho ms
inclinado a perdonar. Adems de una gran labor social, desempe una
importantsima actividad pblica. Sus hagigrafos sostienen que en
1370 re-cibi una serie de visiones del infierno, el purgatorio y el
cielo, despus de las cuales escuch una voz que le manda-ba a salir
de su retiro y entrar a la vida pblica, convirtindose en una
heroica defensora del Papado durante el pero-do de su sede en
Avignon, intervinien-do en las gestiones para que ste sea
restituido a Roma. En junio de 1376 Catalina fue enviada a Avin
como embajadora de la Repblica de Floren-cia, con el fin de lograr
la paz de dicha repblica con los Estados Pontificios y
La Anorexia Mirabilis o Anorexia Prodigiosa
el papa mismo. En 1378, medi en la paz entre Florencia y
Gregorio XI, y prepar la adhesin de Npoles a Ur-bano VI.
En la poca de Catalina de Siena, se tenan el celibato y el ayuno
en muy alta estima. El acto ritualista del ayu-no era tanto un
medio para evitar la gula como para expiar los pecados del pasado.
Catalina inicialmente ayun cuando era una adolescente en protesta
contra la propuesta de matrimonio de su hermana. El ayuno era
entonces un modo de ejercer algn tipo de control.
Su dieta se limitaba al agua y las verduras. La auto-inanicin se
cree que fue un factor que contribuy a su muerte. Catalina dijo que
su negativa a comer era una forma de flagelacin. Sin embargo, ella
coma a veces para demostrar que no estaba poseda por algn demonio,
que le obligara a no tomar alimento. A pesar de su queja de dolores
de estmago despus de co-mer, ella siempre fue capaz de recibir la
hostia en la Sagrada Comunin.
Muri en Roma el 29 de abril de 1380, a la edad de treinta y tres
aos. Fue sepultada en la Iglesia de Santa Mara en Roma; su crneo
fue lleva-do a la iglesia de Santo Domingo de Siena en 1384 y un
pie se encuentra en Venecia.
Jose M Manzano CallejoProfesor Asociado de Psiquiatra.
UCM. Madrid
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Nuestros escritores y poetasAbuelito
Llegando hasta mi mesa con cautelaqueriendo darme un susto la
muy pilla!rodeando mi cuello zalamerahaciendo tras! me besa la
mejilla.
Mi mejilla rugosa y otoalque tanto las caricias necesita,de un
angelito puro y celestialcomo es mi nieta, mi guapa Conchita.
Qu escribes, abuelito, puedo verlo?Claro que s, hago un bello
poemapara una nia chiquita y morenacon los ojos color caramelo.
Para m? Qu bonito, lelo!pero no te emociones, abuelito,que no
quiero que se llenen de doloresos ojos canados y marchitos.
Entonces, gurdala, no te la leo,cuando pasen los aos y t
crezcas...lo lees despacio y, con cario, piensasque abuelito te
escucha desde el cielo.
Mara Patrocinio
Pobre paloma
Brill el astro con fulgorcon rayos de ardiente luzel bello cielo
vistisu manto color azul.
El arco iris juntsus finsimos coloresla primavera tide rojo sus
lindas flores.
Qu pasa? pregunt el vientosilbando tras de la loma,calma tu
furia un momentoy da paso a la paloma.
Lo que nunca fui
Cuando pasaron los aosmir hacia atrs y vilo que dej en el
caminoy se qued tras de m,ideales, deseos, sueosdifciles de
describir,habra sido distintosi hubiera podido cumplir.Los ladrones
de sonrisasno me dejaron rer,me dices de que me roy yo me ro de
tipues ya baja seco el ro,el ro se re de m,las negras ratas de
antesya comenzaron a huir.He fallado en muchas cosasque me alejaron
del final que un da quise llegarpero que no consegu.Dnde quedan las
promesasque hice a la gente afn,dnde los anhelos fueronque siempre
me unieron a ti,me queda el remordimientopor no poderlos vivirpor
haber sido inconstante,un poco dejado y ruin.Los ladrones de
sonrisasya no me dejan rer,me dices de que me roy yo me ro de
tipues ya baja seco el ro,el ro se re de m,las negras ratas de
antesya no pretenden huir.Al final soy lo que soy,para que os voy a
mentirsi de nada sirve engaar,lo que veis ahora de mes lo que pude
ser y nunca fui.
Arvalo, primavera de 2015Luis Jos Martn Garca-Sancho
Entre mil aves que agitansus alas al mismo sondestaca la ms
bonitapaloma que Dios cre.Diciendo tranquilidadtraigo un mensaje de
amor,basta de tanta maldad,basta de tanto dolor.
Vengo desde el ms all,el Dios del cielo me enva,vengo en santo
son de paztraigo la unin y alegra.
Oh!, la paz, qu maravilla,por fin se acaba el horror,los odios y
las rencillas,ahora triunfar el amor.
Un ruido me despert,los ojos de pronto abr,la paloma estaba
all,mirndome con temor.
Estoy herida y maltrecha,nadie me quiere, deca,yo la abrac con
tristezay la cur las heridas.
Acunndola en mis manosla ayud a elevar el vuelo,sube hasta el
azul del cielodonde no encuentres humanos.
Sigue el mensaje llevandomi divina mensajera,la paz llegar mas
cundo?y la paloma marchandodijo, por m, cuando el hombre
quiera.
Mara Patrocinio
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pg. 11 la llanura nmero 73 - junio de 2015
La Asociacin Amigos de Ma-drigal celebr el pasado 13 de ju-nio
una nueva entrega de los premios Amigo de Madrigal, llegando en
este caso a su VII edicin.
El premio Amigo de Madrigal, se concede a las personas o
institucio-nes que, a juicio de los organizadores, han llevado a
cabo labores para el de-sarrollo, difusin y promocin de Ma-drigal
de las Altas Torres.
Los premiados se dan a conocer por parte de la comisin
organizadora despus del plazo de consulta en el que todos los
socios pueden sugerir de uno a tres candidatos a este pre-mio. Para
cada sugerencia, se espe-cifican los motivos por los que la
per-sona o institucin sugerida debe optar al premio.
En ediciones anteriores se ha otor-gado esta distincin entre
otros a las siguientes personas o instituciones: Jos Jimnez Lozano,
Jos Luis Gu-tirrez Robledo, Miguel de la Quadra Salcedo, Rafael
Gutirrez del Pozo, Adolfo Portillo, El Pueblo de Mxico, la pagina
Web www.madrigal-aatt.net, Jess Rivero o la serie Isabel de RTVE
entre otros.
En esta edicin se han sumado a la lista de premiados las
siguientes per-sonas: Demetrio Madrid, Rufino Coca y Mario
Gonzlo.
Demetrio Madrid Lpez es inves-tido, en mayo de 1983, primer
presi-dente de la Junta de Castilla y Len, cargo que ostent al
tiempo que en Madrigal ocupaba la alcalda Floren-tino Garca. Desde
Amigos de Madri-gal han considerado que juntos reali-zaron
innumerables actuaciones en la
Los premios Amigo de Madrigal
AGENDA DE ACTIVIDADES
Presentacin del libro El gemido del sentimien-to. El prximo 19
de junio, viernes, a las 20:30 horas de la tarde tendr lugar la
presentacin del libro El gemido del sentimiento de Juan Jos Martn
Gordaliza. El acto tendr lugar en la Casa del Concejo de
Arvalo.
Paseo cultural por Arvalo. El domingo 21 de junio, a las 11:30
horas desde el mirador de la calle de San Ig-nacio de Loyola de
Arvalo comenzar una nueva visita cultural por Arvalo. En este caso
queremos recorrer la an-tigua ronda de la muralla desde el lugar de
partida, antigua puerta de San Jos, hasta el puente de Medina,
lugar en el que finalizar la visita.
Marcha de San Vitorino 2015. Como en aos ante-riores y
organizado por el Club de Senderismo Los Pina-res de Arvalo tendr
lugar el prximo 28 de junio, do-mingo, la habitual marcha que se
realiza en el contexto de las Ferias y Fiestas de Arvalo de cada
ao. La excursin comenzar en el Polideportivo, discurrir por La Loma
ba-jando luego hacia el puente de Valladolid, junta de los ros,
Entrepuentes, hasta llegar al de los Lobos y desde l, por el paseo
de Gmez Pamo volver al punto de partida. Este ao disfrutaremos del
camino que ha sido ya trazado y se ha limpiado gracias al tesn de
Fran Durn, en el contexto de su proyecto de Cinturn Verde de
Arvalo.
Infrmate de otras actividades en nuestro blog:
http://la-llanura.blogspot.com.es/
villa como la conversin en regado de las fincas de las Matillas,
el arreglo de parte de las murallas, la formacin de cooperativas
para convertir par-te de las Matillas en invernaderos y la
potenciacin de las escuelas-taller para la restauracin de los
monumen-tos.
En cuanto a Rufino Coca Hernn-dez, naci en 1943 en Madrigal de
las Altas Torres. La Comisin Organiza-dora de los Premios ha
decidido con-cederle este reconocimiento por su dedicacin y gran
labor durante sus 45 aos de vida profesional, de los cuales los
ltimos 30 aos han sido
dedicados al cuidado de los madriga-leos y vecinos de la zona
bsica de salud de esta villa.
El tercero de los premiados ha sido Mario Gonzalo Cachero, By
Cache-ro. La comisin organizadora de los premios ha querido
otorgarle este pre-mio por la gran labor de difusin que hace de la
Villa a travs de su cmara de fotos, ya que ha inmortalizado para
siempre actos tan queridos para todos los madrigaleos como la
Semana Santa, el mercado medieval, el toro de San Nicols, los
propios premios o el venerado Cristo de las Injurias, as como todos
los monumentos.
Asociacin Amigos de Madrigal
Gonzalo
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pg. 12 la llanura nmero 73 - junio de 2015
La poesa con la Virgen(Julio Jimnez Martn)
Unos das despus de que haya sido publicado este nmero,
concre-tamente el 26 de junio, se cumplir el 60 aniversario de la
Coronacin Ca-nnica de la excelsa Patrona Nuestra Seora de las
Angustias.
Con tal motivo nos permitimos re-cordar una pgina del peridico
men-sual Arvalo que, en la dcada de los cincuenta del pasado siglo,
editaba el Hogar de Arvalo en Madrid.
El nmero correspondiente al mes de julio de 1955 adems de dar
una amplsima informacin de cmo se vi-vi y en qu consistieron los
actos de tan faustos acontecimientos, ofreci una pgina dedicada a
exaltar a nues-tra Virgen con unas deliciosas poesas. Para deleite
de nuestros lectores expo-nemos parte del contenido de aquella
pgina. El titular que la encabezaba era: Corona Potica.
Clsicos Arevalenses
Ofrenda lricaA la virgen de las Angustias, Pa-trona de Arvalo en
el da de co-
ronacin, 26 de junio de 1955.
Aquellos que en Arvalo nacieron,los que en su hidalgo suelo se
educaron,los que de un dulce amor en l gozaron,los que a su patria
chica enaltecieron,los que con nuestras gentes convivierony a sus
bellas mujeres admiraron,porque a su Reina y Madre coronaron,todos,
aqu, presentes estuvieron.Y, entre todos, potica coronade
esperanza, de amor, de fe y anhelo,a su sagrada imagen
ofrendamos.Si T sonres virginal Patronanuestras madres sonren desde
el cieloviendo que en paz de Dios hoy nos [amamos.
Leandro DEVESA
La Virgen de las Angustias(Patrona de Arvalo)
Exaltas el dolor mayor, Mara,el de la Madre que recibe al
Hijomuerto en la Cruz desmantelada y fra,convertida en un Santo
Crucifijo.Treinta y tres aos a tus pies. Creael mundo en el error y
asustadizolo contrario de lo que all vea...,Oh pueblo pecador y
tornadizo!En Arvalo ests. Sobre tu cara,del color de la tierra de
Castilla,luce un sol con roco y nos amparala noche de tu manto;
maravillaque hace de la ciudad vergel de floresal cambiar tu dolor
en sus amores.
Julio ESCOBAR
A la Virgen de las Angustias en el da de su coronacinVirgen de
las Angustiasel solemne momentode tu pueblo proclamndote
Reina,convertir a tu Arvalo en un cielo.En l vers presentesa un
nmero incontable de hijos buenosy a aquellos otros que te amaron
muchoy ya no les tenemos;porque a la eternidad fueron
llamadosllevndose en las almas tu recuerdo,como el aire que lleva
los suspirospara elevarlos al espacio inmenso...y ser eco constante
que te alabeaunque sea muy lejos.Los que un da nacieron en Arvaloo
a tu amparo vivieron,estaremos presentes en tu fiestacon el alma,
la mente o con el cuerpo.Como Dios en sus juicios o designiosnos
haya colocado, as estaremos.Y yo no s por qu he de
figurarmelocalizando a los que un da fueron,que las monjas
bernardassern como lucerospuestos alrededor de tu corona
en premio a sus desvelosy a la oracin de un da y otro daa Ti,
Madre del Cielo.Y junto al corazn... todos los hijosque te llamaron
Madre en el destierro.Qu dicha en esa horapoder todos citarnos como
estemospara cantarte y proclamarte Reinacon melodas en olor de
incienso,unidos a la Iglesia en sus ministros,sumisos a la voz del
Pastor bueno!Que las campanas todas de tus torressuenen en mil
volteos,para que ellas prolonguen nuestros [cantosen alabanzas de
un amor inmenso.Virgen de las Angustias,al coronarte Arvalo, tu
pueblo, se convierta en brillante nuestro [espritu,por ser el mejor
mediode mantener con brillo tu corona,la corona que todos te hemos
puesto.
Constancio RODERO SEZ