Que el Espíritu Santo nos ilumine en esta jornada de Retiro con sus dones y nos sostenga y nos dé mucho aliento en nuestro trabajo apostólico. Ana María L. Álvarez
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Que el Espíritu Santo nos ilumine en esta jornada de Retiro
con sus dones y nos sostenga y nos dé mucho aliento
en nuestro trabajo apostólico.
Ana María L. Álvarez
“Sobre todo,
revestiros del amor,
que es vínculo de la
perfección. Que la
paz de Cristo reine
en vuestros
corazones: esa paz a
la que habéis sido
llamados, porque
formamos un solo
Cuerpo” (Col 3, 14-
“Cristo (...) prescribió que
debemos tener un solo
corazón y una sola alma,
nos recomendó que
conservemos íntegros e
inviolables los vínculos del
amor y de la caridad... quien
no tiene caridad, no tiene a
Dios”.
“Así como con los
granos recogidos y
por decir así,
mezclados en la
masa, se hace un
pan, así mediante
la armonía del
amor se forma un
cuerpo de Cristo”.
“Todos nosotros
somos, pues, un solo ser en
el Padre, en el Hijo y en el
Espíritu Santo. Un solo ser
por nuestra comunión con la
carne santa de Cristo (...).
Divididos de alguna manera
en personalidades bien
distintas, pero estamos
fundidos en un solo cuerpo
en el Cristo...”.
Nosotros llevamos en nuestras
raíces, en nuestro ADN esta realidad de
Dios que es „comunión‟ (...). Así nace la
Iglesia; (...). Así nace también la Iglesia
en cada parroquia. La Iglesia en cada
parroquia posee el Misterio de Dios que
es “comunión”,
porque Dios es Amor.
El Presbítero, hoy
más que nunca,
está llamado a la
comunión. Y ello
siempre, pero
mucho más ahora
que vamos a ser
convocados para
vivir un “sínodo”
dentro de nuestra
diócesis.
“Mi madre, la Iglesia, hoy tiene necesidad de
ser y de presentarse al mundo como
comunión. Y nosotros, hemos de revestirnos
de este carisma dado por el Espíritu Santo y
que anima la Iglesia en todos los siglos;
debemos ser conscientes de su utilidad,
mucho más, de su necesidad para que la
Iglesia pueda manifestarse cada vez más
auténtica, y estar en disposición de realizar la
que se ha dado en llamar “nueva
evangelización”.
Y esto hay que realizarlo en la
La misma exhortación apostólica
afirma: “Los Padres sinodales han
considerado atentamente la situación
actual de muchas
parroquias, solicitando una „decidida
renovación de las mismas‟”
debemos vivir con una mayor conciencia la
espiritualidad de comunión y dejar que,
como por ósmosis, penetre en el tejido de
la Iglesia que nos rodea y anunciarla como
una nueva evangelización, porque es así.
Cuál es la
relación de
Dios con
nosotros y de
nosotros con
Él.
Cuál es la
relación de
las
personas
entre sí.
Cómo considerar
divinas realidades
que hacen posible
la espiritualidad y
grandes figuras
que la personifican.
Entonces, la relación
de Dios con el
hombre, es el Amor
¿Cuál tendrá que ser la relación del hombre con Dios?
Saber que el designio que Dios tiene
preparado para nosotros es su
voluntad y adherir a ella, siguiéndola
en cada momento de nuestra vida.
Luego anunciarla a todos,
convencidos, por otra parte, que vivir
según la voluntad de Dios es la
manera para que todos lleguen a la
santidad, es el boleto de acceso de las
multitudes a la santidad.
¿Cuál es la relación de las personas entre sí?
Jesús es la relación de los hombres entre ellos: Jesús,
solamente Jesús, nada menos que Jesús y nada más,
porque no existe nada más grande que Él.
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