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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA POR LOPE DE VEGA CARPIO A DON JUAN DE ARGUIJO, VEINTICUATRO DE SEVILLA
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Page 1: La Hermosura de Angelica

LA HERMOSURADE ANGÉLICA

POR LOPEDE VEGA CARPIO

A DON JUAN DE ARGUIJO,VEINTICUATRO DE SEVILLA

Page 2: La Hermosura de Angelica

ÍNDICE

Textos preliminares .......................................................... 613 Canto primero .................................................................. 623 Canto segundo.................................................................. 639 Canto tercero.................................................................... 653 Canto cuarto..................................................................... 668 Canto quinto..................................................................... 681 Canto sexto....................................................................... 695 Canto séptimo .................................................................. 716 Canto octavo .................................................................... 731 Canto noveno ................................................................... 744 Canto décimo ................................................................... 757 Canto undécimo ............................................................... 771 Canto duodécimo ............................................................. 786 Canto décimotercio .......................................................... 800 Canto décimocuarto ......................................................... 815 Canto décimoquinto ......................................................... 834 Canto décimosexto........................................................... 855 Canto décimoséptimo....................................................... 870 Canto decimoctavo........................................................... 889 Canto décimonono ........................................................... 903 Canto vigésimo ................................................................ 934 De Andrés a Valmaseda ................................................... 969 De Lope de Vega a su Angélica....................................... 969 Epigramma ....................................................................... 970

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ADONJUAN DE ARGUIJO,VEINTICUATRO DE SEVILLA

Había escrito y dirigido estas Rimas a la Majestad de FilipeHermenegildo, cuando en sus tiernos años se comenzó a ejer-citar en la lección de algunos libros ; y faltándome tiempo decorregirlas, han dormido hasta agora que el amor que avues-tra merced tengo las ha despertado de mis papeles; y no sien-do ya para ocupar los ojos que miran tanto mundo, hago elec-ción del mayor ingenio que las corrija, y del mayor mecenasque las ampare. Dios guarde a vuestra merced.

PRÓLOGO DEL AUTOR

Quanto, signore, ad Angelica accadadapoi ch' uscà di man del pazzo à tempo,e, come a ritorare in sua contradatrouvasse e buon naviglio e miglior tempo,e del' India à Medor desse lo scettro,forse altri canterà con migliorplettro.

LOPE DE VEGA CARPIO

Ludovico Ariosto en el Canto 30 de su Orlando, en la estan-cia 16, dice así:

Ylas anotaciones de jerónimo Rusceli sobre el canto trein-ta y ocho, dicen que fue intención de Ariosto, que otros inge-nios prosiguiesen su historia y, para prueba de esto, cita la re-ferida estancia; pues como en todo su Ortando no tenga cosamás notable que el suceso de Angélica, argumento y sujeto de

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

su Furioso, y ésta dejase casada con Medoro, y advirtiese queotros lo perseguirían, aunque imposible, con mejor plectro,como él por humildad dice ; yo aficionado a su poema, libre ydeseoso de saber lo que adelante le había sucedido a Angéli-ca, hallé que la mayor parte fue en España, y por comunicar-lo a todos los deseosos de aquel suceso, en unajornada de mar,donde con pocos años iba a ejercitar las armas, forzado de miinclinación ejercité la pluma donde a un tiempo mismo el Ge-neral acabó su empresay yo la mía. Allí, pues, sobre las aguas,entre jarcias del galeón SanJuan y las banderas del Rey Cató-lico, escribí y traduje de Turpino estos pequeños cantos a cu-yas Rimas puse después la última lima, dejando casi otros tan-tos que puede haber de la misma historia, no menos sabrosos,a otro mejor ingenio que los prosiga, pues lucirá más co-rriendo tras mi ignorancia, que mi discurso humilde despuésde la celebrada tela del famoso Ariosto .

APROBACIÓN DEL REVERENDO PADREJAIMEREBULLOSA, DE LA ORDEN DE PREDICADORES

Son las obras de Lope de Vega Carpio tan conocidas por suautor, que bastará sólo este sobreescrito por la mayor aproba-ción de ingenio y argumento de ningún peligro en materiade fe y buenas costumbres, si los santos Concilios no dispu-sieran se hiciese esta cuidadosa diligencia para imprimirlas.Con ella he leído estos poemas de La hermosura de Angélica, dos-cientos sonetos y Dragontea por comisión y mandato del muyilustre y reverendo señor jerónimo de Vilana, doctor en am-bos derechos, arcediano de Vallers, y canónico en la santa igle-sia en Barcelona, oficial y vicario general por el muy ilustrecabildo en dicha Iglesia, sede vacante, y después de firmarmecomo debo en el voto de los varones tan graves, que por or-den de los consejos del Rey nuestro Señor los aprobaron enCastilla, diré que pluguiese a Dios emplease el autor la pere-grina habilidad, felice ingenio, muchas letras y continuo estu-dio, que por todas sus obras descubre, en celebrar la bellezade las Angélicas del cielo, por no enterrar, mas granjear el ta-

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TEXTOS PRELIMINARES

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lento que Dios le ha encomendado, ytengo fe daría semejantesujeto tales cortes a su pluma que veríamos en sus obras la di-ferencia . Muy buenos ingenios la celebran entre su san Isidroy las demás, que echara de ver un ciego entre las de los másilustres poetas de Europa; y si no, adviértase lo que va de lasCantigas de Amor de Ausías March, catalán, a las morales; delos sonetos y canciones del Petrarca Toscano a sus Triunfos; de laArcadia, Églogas y Epigramas del Sannazaro napolitano al Partode la Virgen (y por no decir de otros) ; de las Rimascon que Pie-rres Ronsard, francés, celebra a María de Sticart, a los demásversos con que tan docto como pío llora las miserias de su si-glo, descubre la fealdad de la herejía, y se embravece contralos ministros que la enseñan. Esto he dicho, porno habérme-lo querido perdonar el deseo, y aquello por cumplir con mi co-misión . Yansí lo firmé de mi mano en Barcelona, en este con-vento de Santa Catalina Mártir, de la Orden de Predicadores,15 de febrero de 1604 .

A DONJUAN DE ARGUIJODON LUIS DE ALVARADO

FRAYJAIME REBULLOSA

Vasos a Samo, plata al Indio envía,laureles a Alejandro, aRoma historia,clarísimo Mecenas, honra y gloriade todo lo mejor que el Betis cría .

5

En ofreceros libro de poesíaLope de Vega falto de memoria,si lleva España a Italia la victoriapor vos, y en honra de la patria mía.

Pero como a Cornelio Galo daba1o

versos Virgilio, aquella gloria creo,(aunque él sea menos y vos más), que emprende .Desprecia el ignorante, el sabio alaba:

pintar para el que pinta es rico empleo,que sólo estima el don el que le entiende .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

DON BALTASAR DE LUZÓN YBOBADILLAADONJUAN DE ARGUIJO

Queriendo Lope pintarhermosura de mujer,quiso un ángel retratar,tan Luzbel, que has de querer

5

su fama a su autor quitar.Recibid con rostro humano,

donJuan, la pintura y mano,que me ha dicho que querríaretratar -de vos un día

lo

un perfecto cortesano .

A DONJUAN DE ARGUIJODON FRANCISCO NINO DEL CARPIO

Siendo Dios sumo tesoro,y tan enseñado a dar,le ofrecemos en su altartal vez la plata y el oro.

5

Si a Lope podéis dar voslos versos que os da, miradque llevan la voluntadpara que imitéis a Dios.

DEL PRÍNCIPE DE FEZ, A LOPE DE VEGA

Hoy Vega fértil nos daistal ramillete de floresen los versos que cantáis,que a Angélica en sus amores

5

de nuevo resucitáis .Hoyrenace en su grandeza,

viendo que a cantarla empiezaun cisne, cual vos, que en suma

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TEXTOS PRELIMINARES

hubo menester tal plumalo

para cantar tal belleza.

DEL MARQUÉS DE LAADRADA,A LOPE DE VEGA

Lope segunda vez nos vuelve al mundoa la famosa Angélica y Medoro,el indio, el scita, el español, el morohermosos vienen con valor profundo .

5

Goza el premio la bella, y el segundoquien la gozó ya puesto en real decoro,sus frentes ciñe Amor de laurel y oro,de que se indigna Marte furibundo.Hechos de armas, de amor el accidente,

lo

con que el cielo se admira, el mar se espanta,nacen del lauro del dichoso amante.Mas éste ofrecen a la digna frente

de Lope, con que cesa envidia tanta,porque su historia en dulces versos cante.

EL COMENDADOR MAYOR DE MONTESA,GENTILHOMBRE DE LA CÁMARA

DEL REYNUESTRO SEÑOR

¿Por qué Angélica queréis,que alabe vuestra hermosurasijuzgo por más venturael nuevo autor que tenéis?

5

Mucho a Ariosto debéis,en que tan presto os dejó,sin duda que imaginóque os podía mejorar,pues os viene a comenzar

lo

por lo más que él acabó.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

DEL CONDE DEVILLAMOR,A LOPE DE VEGA

Con tan altos rayos de orovais a Angélica pintando,que hacéis más furioso a Orlando,y más celoso a Medoro;

5

ypienso que si queréispretenderla con los dos,os ha de querer a vos,por el favor que le hacéis .

EL CONDE DEADAQUAZ,A LOPE DE VEGA

Aunque fue tan celebradade Angélica la belleza,de vuestra rara agudezale faltaba el ser loada;

5

iguales laureles sonlos que dais y dar procura:vos a ella de hermosura,y ella a vos de discreción .

DE DON LORENZO DE MENDOZA

Frutos bien conocidos,regalo al alma, gloria a los sentidosde tu fértil terreno, Vega hermosa,tus altos pensamientos

5

son por disposición maravillosacon divinos acentos

y estilo siempre igual, grave, ilustrados,en dicha de este suelo,en confusión de ingenios celebrados,

l0

en interés del cielo :

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TEXTOS PRELIMINARES

pues de haberte entregado en su tesorotestigos sonAngélica y Medoro.

DE DONA ISABEL DE FIGUEROA

Agravio, Angélica bella,se hiciera a vuestra hermosura,a no ser vuestra pinturadel que sólo pudo hacella.

5

Vuestro espejo se ve en ella ;dichosa mujer, que hallóun Medoro, que la amódespués de tanto suceso,un Roldán que perdió el seso,

l0

yun Lope que la pintó .

DEJUAN DEVERGARA

Agora le viene bienel nombre a la bella ingrata,y el pincel que la retratamerece el mismo también.

5

Huya Orlando y no la tope,que mucho más padeciera,si tan hermosa la vieraen el retrato de Lope .

DE JUAN DE PINA

Su délfico altar y alientotiene en vuestra vega Apolo,por ser vuestra ingenio soloalma de su entendimiento;

5

ved si os pueden envidiar,dulce, heroico y verdadero,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Petrarca, Virgilio, Homero,y Ovidio en arte de amar.

LUCINDA, ALOPE DE VEGA

Subís de suerte a los cielosa Angélica enamorada,que con saber que es pintadahe venido a tener celos;

5

ypues es fuerza envidialla,de vos formaré querella,pues que pensasteis en ellalo que duró el retratalla .

LOPE DE VEGA, A LUCINDA

No volváis mi canto en lloro,una pintura envidiando,que me volveréis Orlando,habiendo sido Medoro;

5

volver a estar bien conmigo,pues nunca me ayude Dios,si no he sacado de voscuanto de Angélica digo .

DE DON MATEO PÉREZ DE CARDENAS

Angélica la bella resucita,y amor con su hermosura a todos ciega;Marte la espada esgrime, el astajuega,porque ella aVenus la corona quita.

5

Apolo pone duda en si está escritao pintada su historia, aunque no niegaque escribe con pincel Lope de Vega,y con la pluma a la pintura imita.

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TEXTOS PRELIMINARES

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Si habla, cuando pinta, cuando escribe1o

con letras al retrato de coloresde Angélica, que es gloria de su canto.

y tan hermosa en su memoria vive,que el mundo vuelve a henchir de armas y amores,que con tanta hermosura pudo tanto.

DE DON FÉLIXARIAS GIRÓN

Lope, Angélica recibehoygloria en vuestra escritura,que la dais más hermosurade la que Ariosto escribe.

5

Sois como el pintor famoso,a quien muchas veces veohacer de un rostro muy feootro de un ángel hermoso.

SONETO

A LA FAMA DE LOPE DE VEGA YA SU ANGÉLICA

POR FRAY ONOFRE DE REQUESENES, DE LA ORDEN

DE PREDICADORES, DOCTOR EN TEOLOGÍA,

Y LECTOR DE ARTES DEL CONVENTO DE SANTA CATERINA,MÁRTIR DE BARCELONA.

Pinta, pues eres milagroso Apeles,famoso Lope, una hermosura Angélicatras la Arcadia, por docta aristotélica,con que han honrado a España tus papeles.

5

Mira que admiras célebres pinceles,o a tu Isidro ofreciendo historia célíca,o a la inglesa codicia y flota bélicalibro que es vellocino de tal Heles.

Las colores realza, Lope insigne,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

lo

si es que a la bella retratar procuras,tan Angélica en rostro cuanto en nombre.Mas no les realces, porque no se indigne

su soberano autor viendo aventurasganar por ello nombre de más que hombre.

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CANTO PRIMERO

LIDO, REY DEL ANDALUCÍA, SE CASA CON LA BELLA

CLORINARDA, HIJA DEL REY DE FEZ ; CARDILORO,

PRÍNCIPE DE TÁNGER, LA SIGUE HASTA SEVILLA, Y

QUERIENDO DE PENA DESESPERARSE, ES DETENIDO

EN SOMBRA DE SU PADRE MANDRICARDO

1

Bellas armas de amor, estrellas puras,divino resplandor de mi sentido,que por mis versos viviréis segurasque vuestra clara luz sepulte olvido ;puesto que estéis por larga ausencia oscurasque blandamente me miréis os pido,para que el sol, como en cristal pequeño,me abrase el alma, de quien fuisteis dueño.

2

Que en él ardiendo aquel humilde ingenioque os consagré desde mis tiernos años,y siendo vos mi luz, Euterpe y Genio,causa fatal de mis dichosos daños,sin otro aliento ni favor cilenio,otra Dafnes laurel propios y extraños,oirán cantar en disfrazado velola hermosura mayor que ha visto el suelo.

3

Si vos me prometéis sereno un día,ojos, en este mar de mis tormentos,y yo merezco ver el armoníacon que ponéis en paz los elementos,no digo yo la voz, la pena mía,que ha tenido los árboles atentos,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

hará salir donde mí amor la llama,del negro olvido el alma de mi fama .

Que no porque miréis mí ruda Clío,vestida con la túnica de Marte,al son heroico levantar el brío,no tiene Amor en su tragedia parte;entre sus armas se levanta el mío;ajena es la materia, propio el arte,la causa vuestra, y el teatro el mundo,acto primero Amor, Marte el segundo.

5

Yo cantaré de Angélica la bellala justa causa porque vino a España,y los engaños y traición de aquellaque hurtando su hermosura el mundo engaña;pero sin elección de alguna estrella,¿a dónde irá por mary tierra extraña,la navecilla sola, el peregrino,que no sabe la lengua ni el camino?

Dime, pues, Musa, ¿qué Mecenas puedehonrar oyendo nuestra historia agora,para que libre de la envidia quede,más que el olvido y tiempo, vencedora?¡Oh gran Filipo heroico, a quien concedela mano liberal, del cielo autora,edad conforme a este sujeto tierno,y espera de dos mundos el gobierno!,

7

si los nuevos cuidados en que os pone,como a sol que ya alumbra la gran madre,el ocaso que tarde se coronede la estrella del César vuestro padre;si Apolo a nuestras Musas os dispone,y a su lira es razón que el verso cuadre,oíd del Tajo en que nacisteis una,humilde tierra de vuestra alta cuna.

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CANTO PRIMERO

8

Oro os ofrezca el indio, grana el tirio,plata el Japón, coral el eritreo,telas el medo, sedas el asirio,perlas el moro, aromas el sabeo;y el Tajo de esta vega humilde un lirio,muestra de su pobreza y mi deseo:seréis Júpiter vos, que por la rosaa la culebra dio ciencia famosa .

Oíd, pues, alto príncipe, si estimael don humilde un rey, mi voz en tantoque dan materia a más excelsa rimalas esperanzas que prometen tanto .Tiempo vendrá que más delgada primalevante el plectro y armonía del canto,y entonces vos veréis mejor que en Gumas,cisnes en Tajo de doradas plumas .

1o

Ya por los campos de Jerez Rodrigo,teñido en sangre hasta los pies cansados,del andaluz Orelia, solo amigoen sucesos de un rey tan desdichados,iba llorando el mísero castigo,que suele dar amor a sus privados,oyendo de los bárbaros ferocesa sus espaldas las alegres voces.

11

Ya los cristianos míseros subíanlas altas sierras de León y Asturias ;cálices y ornamentos escondíanpor librallos de bárbaras injurias ;nuevos sepulcros en la tierra hacíantemiendo el fuego y las alarbes furias,a las reliquias de los cuerpos santos,poniendo por señal cruces y cantos .

12

Ya quedaba también honrando a Oviedo,Reina del cielo, el celestial vestido,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que al pastor Ildefonso de Toledole disteis por haberos defendido;de mil hermosas vírgenes sin miedo,el pecho y no el propósito rompido,bañaba sangre el suelo castellano,cuchillo y pies del bravo africano .

13

Ya desde Guadalete al claro Duero,y desde el Ebro a lo que el Tajo baña,río español no corre al mar ligerocon agua pura o nieve de montaña;que el más pequeño por tributo fieroofrece roja sangre al mar de España,quedando en vez del oro sus arenasde rotas mallas y de huesos llenas .

14

El cobarde morisco entonces diestroen la guerra, que ya le atemoriza,y agora solo con el mal siniestroejercitado en campo y hortaliza,para perpetua infamia y daño nuestropropagaba la sangre que eternizaen el solar de España, porque salgatan mala avena en la semilla hidalga.

15

En fin, contenta la forzada Cava,Lucrecia vil de España destruida,con el infame Conde alegre estaba,harto mejor vengada que ofendida;Muza del río Baladac pasaba,llevando los cristianos en huida,que viendo que hasta Oviedo los afligen,al gran Pelayo por su rey eligen .

IG

Del cual restituida la gran parte,quedó por Muza y los alarbes Cides,desde el lugar que Guadarrama parte,a las columnas del famoso Alcides;

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CANTO PRIMERO

fuera Favila otro cristiano Marte,como su padre en las moriscas lides,a no quitarle, aún antes de ser hombre,la vida un oso y su arrogancia el nombre.

17

Con esto, aunque después reyes famososconquistar lo perdido procuraron,siempre los descendientes orgullososdel fiero Muza el Dauro conservaron,hasta que ya los tiempos gloriososde aquel divino aragonés llegaron,y de aquella Isabel, que el mundo llamadécima de las nueve de la fama .

18

¡Oh santos reyes, para dicha nuestranacidos en el mundo!, ¡oh claras almas!España debe avuestra heroica diestraen su alterado mar tan dulces calmas;Castilla adore la corona vuestra,tejida de laureles y de palmas,donde enlazando sus humildes hiedras,se enriqueció de tan preciosas piedras .

19

Quedó limpia por vos, puesta en huidala vil canalla, en todo su distritopor quien Jerusalén se vio rendidaal gran poder de Vespasiano y Tito ;la fe ensalzada, la hermandad temida,cesó el hereje, enmudeció el delito,y el moro, de quien es mi nueva historia,hizo fin a los pies de vuestra gloria.

20

Tiemblen vuestros sepulcros soberanoslos franceses, los scitas, arimaspes,los turcos, los rebeldes africanos,y los que beben el indiano Hidaspes;mientras descienda por los verdes llanosla nieve de Genil cuajada en jaspes,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de la alta cumbre que a Granada miraen contrapuesta de la sierra Elvira.

21

Préciese España y vos, pues es tan justo,del agüelo de Carlos vuestro agüelo,padre de nuestra patria siempre Augusto,cristiano Marte en otro quinto cielo,que si tuviera, como celo y gusto,fuerzas para escribir su historia, al cieloadmirara el valor de un santo godo ;pero no lo podemos todos todo .

22

Digo, señor, en fin, que cuando España,por lo que al cielo airado entonces plugo,por cuanto el mar su sierpe ciñe y baña,rendía el cuello al africano yugo;recogido Pelayo en su montaña,quedando libre solamente Lugo,Lido, nieto de Muza, en paz y en guerradel Tajo a Cádiz heredó la tierra.

23

La gran Sevilla, y lo demás que partecon la Sierra Bermeja la Morena,gozaba ya sin ver del fiero Martela estrella austral de sangre y furia llena;daba el reino a siete reyes parte,cosa que en los imperios se condena:¡caso extraño que entonces en Castillatuviese rey la más pequeña villa!

24

Viviendo, pues, en la ciudad famosa,colonia antiguamente de romanos,gobernaba su corte populosa,noble de caballeros africanos ;ceñida como Numa en paz dichosala frente ilustre por alarbes manosdel pacífico ramo de Minerva,que el Betis cría como junco y yerba.

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CANTO PRIMERO

25

Con perpetuos capítulos Granada,Écija, Baza, Andújar, Ronda, Utrera,la tierra por Lucano celebrada,y la fértil Jerez de la Frontera;Jaén a darle parias obligada,soldados y presentes Antequera,oro, seda y alhombras Archidona,dividen y enriquecen su corona .

26

Goza de un moro y otro antiguo pechode merecidas parias y tributos,desde Castilla al gaditano Estrecho,cuyos muros jamás se ven enjutos;cuál rinde el oro en el crisol deshecho,desde la mina fértil, cuál los frutosde la tierra abundante, y cuál presentagrana que la color de Tiro afrenta;

27

cuál los caballos ágiles feroces,hijos del viento, que sus plantas mueve,que en guerra fuertes y en la paz veloces,vencen del padre el movimiento leve ;que de su dueño al acicate y vocesmuestran el agua que su raza bebe,y la hierba fenígena que pacende la ribera en cuya falda nacen.

28

Enmedio de esta paz oyó que habíauna mora bellísima africana,que el jarife de Fez casar queríacon el indiano rey de Trapobana,y viendo su retrato hermoso un díapor una mano singular cristianade un cautivo español, segundo Apeles,pasó del lienzo al alma los pinceles .

29

Amor, que por los ojos entra al pechoen espíritus dulces convertido,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

por el oído al alma entró a despechode la opinión del exterior sentido;y viendo reducido a tal estrechosu pensamiento en vano divertido,escribe al rey de Fez su pensamiento,y a Clorinarda pide en casamiento .

30

Era Lido famoso entre los morosde suerte en todo el mar de Berbería,que Arfindo deja al indio y sus tesoros,y a España luego a Clorinarda envía,pero cuál suelen madrigados torosentreJarama y Tajo todo un díahacer batalla por la vaca amada,y ella pacer las yerbas descuidada,

31

así la mora vive, cuando esfuerzael padre airado su desdén forzoso,y a que se parta la obligó con fuerza,donde la espera el español esposo .Tánger de Portugal agora fuerza,entonces gobernaba aquel famosohijo de Doralice y Mandricardo,mancebo en toda el África gallardo .

32

Este de suerte a Clorinarda quiso,y ella también lo amaba de tal suerte,que viendo la partida, de improvisola de sus almas comenzó la muerte ;porque seis veces el pastor de Anfrisodio vuelta al peso del tebano fuerte,mientras que la sirvió, y ella le amaba,y Arfindo su humildad menospreciaba.

33

Haciendo a sus doradas rejas salva,en un potro veloz de Andalucía,que el más húmedo césped, flor o malvacon las herradas plantas no ofendía,

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CANTO PRIMERO

gallardo las más veces con el albaa los muros de Fez amanecía,y a pesar de la envidia de mil bravosjuntaba a lajineta los dos cabos.

34

De noche entre los nísperos y enebrosde aquellas sierras ásperas bermejasataba su caballo, y con requiebrosenternecía mármoles y rejas;vueltos los ojos caudalosos Ebros,suspiros daba al aire, al cielo quejas,y otras veces al son que le ayudaba,de un instrumento alárabe cantaba.

35

Cuando en Fez o Marruecos fiesta había,con propia envidia y alabanza extrañaen la plaza, que él solo honrar solía,famosa siempre fue su lanza y caña .Llegó en efecto de partirse el día,para casarse Clorinarda, a España,y buscando ocasión de hablarse a solas,hablaron sin hablar lágrimas solas.

36

Parte la mora, y Cardiloro parte,que acompañarla hasta Sevilla quiere,y hasta que tiempo o muerte los aparte,si alguno de ellos poderoso fuere.Vio Lido reducir a ejemplo y artela hermosura divina, por quien muere,y sin valor, que a tanto sol resista,a la imaginación venció la vista.

37

Hácese el casamiento, ycuanto encierrael reino todo viene a ver la dama;pasó gallardo la morena SierraRostubaldo vencido de su fama;Celia, reina de Córdoba, su tierra,y Belcoraida, infanta de Cartama,

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63 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

dejaron juntas y a la empresa vienen,y cuantos en España cetros tienen .

38

Sale a la plaza Cardiloro tristeen un bayo de crines alheñado,y por señal de su dolor se vistecolor morado, blanco y naranjado;a los balcones de palacio asiste,el bonete a los ojos derribado,que si llorar amando se consiente,es bajeza llorar públicamente .

39

Furioso un toro de la puerta arranca,bajando el cuello y erizando el cerro,hecho a remiendos de la frente al anca,temido por feroz desde su encierro,con una estrella en una mancha blanca,del dueño suyo conocido hierro,gruesa, cual todos tienen las cervices,de cuernosjunto, abierto de narices.

40

Su fiereza juzgaba en sus arrugasel temeroso vulgo y los jueces,que entre mil remolinos y verrugasmostraba el rostro herido tantas veces.No dio naturaleza a las tortugasmás dureza que al cuello en sus dobleces ;ojos y boca con bramido y lucesparecen disparados arcabuces.

41

El pie en la arena apenas deja estampa,y como en tempestades repentinas,mientras la furia del granizo escampa,huye el ganado a las aldeas vecinas ;se acogen al palenque y a la trampa,barreras, casas, cuevas, puertas, minas,pensando cada cual que el que le toca,es del toro los pies, el cuerno o boca .

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CANTO PRIMERO

42

Cardiloro arremete a media rienda,el toro vuelve, al bayo se apropinca,y del rejón que un nácar ata en prenda,la dura punta hasta los cercos hinca.Suena el fresno que al aire se encomienda,tuerce el moro la rienda, el toro brinca,saca la espada y de un revés parejola cabeza le deja en el pellejo .

43

El duro hueso el filo agudo embota,que no por las junturas fue derecho ;saltan los caños, que del tronco brota,el cuello herido, del caballo al pecho;envaina el moro, el vulgo se alborota,que le va acompañando a su despecho ;él se limpia el sudor de la victoria,que suele dar calor la vanagloria.

44

Clorinarda que mira al triste moro,entre sí se deshace tiernamente,como la nieve que los rayos de orodel sol de julio sobre el monte siente .Hizo tales hazañas Cardiloro,que el aplauso famoso de la gentela abrasó mucho más: porque a quien amacrece ydobla el amor la buena fama .

45

Corren los moros con libreas distintas,gastando de bohordos gruesas cargas,colas y crines de diversas tintas,bordadas mangas y marlotas largas;en brazos bandas, en bonetes cintas,en lanzas tocas, letras en adargas,y el toledano Rostubaldo entre ellosvenció los fuertes, y admiró los bellos .

46

Como en el triangular cristal se mirade varios y diversos tornasoles

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

campo, cielo, ciudad o mar, y admiraver tan diversas nubes y arreboles,así la escuadra que entra, y se retirade moros africanos y españoles,ala vista, quejuntos confundían,jardín florido en mayo parecían .

47

Yabrazaba la noche con sus alasla oscura tierra, que mirar podíala que en ave nocturna volvió Palas,y el temido silencio interrumpía,cuando las plazas, calles y las salas,temor, cansancio, sueño y luz cubría ;y Lido, que gozar su bien previene,el alma en fuego, el cuerpo en agua tiene.

48

Mientras en flor de azahar, mosqueta y rosa,jazmín, violeta y trébol se bañaba,y tiernamente su forzada esposa,en agua que del alma destilaba,Cardiloro con ira yvoz furiosacruel al cielo del amor llamaba,y no cabiendo en sí, ni en su aposento,salió inflamado con su fuego el viento .

49

¡Oh estado miserable de quien ama,sujeto a tantas suertes de tormentos!;ya suele lo que el mundo celos llama,matar un hombre a puros pensamientos ;ya larga ausencia, que al mejor infama,suele obligar a tiernos sentimientos ;ya se fatiga quien desdén padece,que no merece amor quien aborrece .

50

Ya por la dilación de su esperanzacolérico amador pierde el sentido;ya tras la pasión, por la mudanza,primera puerta del injusto olvido ;

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CANTO PRIMERO

pero ninguna desventura alcanzatan justa queja como el bien perdido;que a quien le pierde a un tiempo dan los cielosdesdén, mudanza, ausencia, olvido y celos.

51

En dura soledad su mal consultaCardiloro al consejo de su estadotan triste, que por votos de él resulta,dando a la vida fin darle al cuidado;el tránsito que el alma dificulta,le da la voluntad facilitado,que a donde la razón no tiene asiento¿qué crédito tendrá el entendimiento?

52

Llevado en fin de tanto desvarío,que así suelen de amor vencer tristezas,mezcló su fuego en llanto al Setis frío,el húmedo cristal rompiendo en piezas ;las blancas ninfas del anciano ríopor ver la causa alzaron las cabezas,mas luego por huir de voces tales,perdieron muchas perlas y corales.

53

Él, sin sentido en la arenosa orilla,mirando el agua, la corriente aumenta,donde viendo las luces de Sevilla,parece que en el agua vio su afrenta,y por beber la octava maravilla,que la ciudad famosa representa,como bebiendo él mismo el agua mueve,piensa que casas y edificios bebe.

54

El oso, a quien afligen las abejas,cuando abrazado a la colmena corre,hasta cubrir la frente. y las orejas,del más vecino río se socorre;y ansí de sus cuidados y sus quejasCardiloro abrazado a la gran torre,

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63 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

donde Lido su bien gozar quería,pensó valerse por el agua fría .

55

Pero precipitarse quiso apenas,cuando de en medio del profundo río,como suelen pintarse las sirenas,una sombra atajó su desvarío ;las ovas de coral y conchas llenas,sacudiendo las perlas del rocío,apartó de la frente coronadade verde hinojo, y dijo en voz formada:

56

«iOh Cardiloro fuerte!, ¿a dónde airadote lleva tu amoroso desatino,para morir sin fama sepultadoen la arena del Betis cristalino?Vuelve los ojos al valor pasadode tu famoso padre, cuando vinoen favor de Agramante contra Francia,y derribó sus muros y arrogancia.

57

»Mira entre mil hazañas la victoria,en que quitó de Rodamonte fiero,más que el cetro de Sarza, aquella gloriadel africano Argel y el reino ibero;de Doralice la amorosa historia,que fue tu madre, yfue mi amor primero;mira gallardo Cardiloro, y miraque siempre el noble a su principio aspira.

58

»Yo soy tu padre Mandricardo en sombra,aquel terror de la nación cruzada;vuelve en tu acuerdo, y mira que te nombraÁfrica sucesor de aquella espada ;¿un tierno amor tu duro pecho asombra,y una mujer de un bárbaro forzada?¿Qué sangre te di yo?, ¿qué pecho altivo?,¿ansí mis huesos muertos honras vivo?

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CANTO PRIMERO

63 7

59

»¿Ansí el nombre que en Francia entonces tuve,pasas a España, y un dolor te vence?,¿ansí eres de mi luna oscura nube,y quieres que mi infamia en ti comience?,¿quieres que en el infierno, donde estuve,el fiero Rodamonte me avergüence,cuando vuelva al lugar tan arrogante,que allí me dan entre Hércules y Atlante?

60

»No lo permitas, que te guarda el cielopara que mis cenizas vivifiques,y antes que tus mejillas cubra el pelo,mis famosas hazañas multipliques .Levanta Fénix de mi fuego el vuelo,hasta que más honrada leña apliques,y la de amor, aunque es ardiente llama,consuma el cuerpo pero no la fama .

61

»En la sierra famosa, que dividela Andalucía de Castilla, un llanodescubre una gran cueva donde midedel cielo y sol el curso el sabio Ardano;éste, que no es posible que se olvidede que es tu tío, y de que fue mi hermano,te sacará del amoroso golfo,siendo de tu perdido seso Astolfo» .

62

Como el lobo marino, que durmiendodel mar estaba en la arenosa playa,y de algún pescador la voz sintiendo,por más lejos que de él su barca vaya,de golpe entre las aguas sumergiendoel grueso cuerpo, con visible rayahizo crecer las circulares olas,ansí entre ellas se arroja y removiolas .

63

«¡Oh padre! », fue a decir, y abrió los brazosel rey de Tánger para asir el viento,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y sólo vio por círculos y lazosdel agua relucir el movimiento;de las espumas blancas los pedazosel curso dividió del elemento,llevando en su corriente al mar Egeolazos, espumas, ojos y deseo.

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CANTO SEGUNDO

HALLA CARDILORO LA CUEVA ENCANTADA,Y EN ELLA LAS HISTORIAS DE LOS MOROS DE ÁFRICAEN ESPAÑA Y FRANCIA, Y EN LAS ALEGRÍAS DE SEVILLA

POR EL CASAMIENTO DE LIDO MUERE DE PENACLORINARDA

I

Tercero insigne del mayor segundo,que en número de reyes celebradosha tenido jamás, ni visto el mundoen los siglos de plata, ni dorados,pues tanto en voz las esperanzas fundo,de que con otros versos más limadosoirán vuestro valor y nombre sólodel más helado al más ardiente polo,

2

no despreciéis el fin de mi deseo,ni dejéis de escuchar el verso mío,que si honrar vuestro oído a mi voz veo,lo que os prometo dar, cumplir confío .Ya la sombra, ¡oh marino semideo!,callando el moro y murmurando el río,de todo punto en agua convertidaiba en las olas con veloz corrida .

3

Cuando se parte el fuerte Cardiloroen busca de la cueva y sabio Ardano,dejando a Clorinarda su tesoro,en brazos de su bárbaro tirano ;no lleva más de su caballo el moro,adarga en el arzón, lanza en la mano,

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64 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que cuando amor filosofar porfía,la misma soledad es compañía .

4

En la mitad de la Morena Sierra,a la parte del norte riguroso,donde apenas se ve palmo de tierrapor el lugar desierto y peñascoso,bien que su falda y planta enrama y cierrael roble duro y el jaral teoso,cubriendo el suelo de uno y otro riscola venenosa adelfa y el lentisco,

5

hubo una cueva antigua con más lazos,que tuvo en Creta el intrincado enredo,cuya boca de helechos y lampazospara siempre cubrió silencio y miedo.Pudiera de Tifón cubrir los brazos,famosa entre los moros de Toledo,más que la que rompió de inútil modoel primero cobarde y postrer godo .

G

Bien puede ser que tradiciones mientan,pero de antiguas cuevas en Españacosas notables e inauditas cuentan,que la opinión vulgar siempre acompaña ;Toledo y Salamanca la acrecientan,pero si la primera historia engaña,la cueva de Toledo en sus ruinasseñales muestra de memoria dinas.

7

Ysin duda Rodrigo halló pintadossus fuertes puertas y candados rotosen los antiguos lienzos desdoblados,escuadrones de alárabes remotos,blancas tocas, bonetes colorados,filos de alfanjes con la sangre botos,azules capellares y marlotas,que no celadas y aceradas cotas.

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CANTO SEGUNDO

8

En fin, en esta cueva tiene escritola morisca memoria en partes varias,que un moro cordobés llamado Antito,de fuerzas, como Alcides, temerarias,siguiendo los balidos de un cabrito,que era pastor de cabras solitarias,entró animoso, y sin algún agraviosalió en su ley después profeta y sabio.

9

Creció con esto el miedo religioso,y ansí vino a quedar inhabitablepor largo espacio el monte cavernoso,y a los pastores siempre inhospitable ;y aquí de Mandricardo el hijo hermoso,para saber si amor es medicable,llegó, llamó y entró, mirando Ardanovido el retrato de su muerto hermano.

l0

Diole de todo cuenta, y del sucesode Mandricardo, Clorinarda y Lido,y Ardano oyendo su amoroso exceso,de la cueva el rigor puso en olvido ;veinte años cualquier hombre estaba preso,por yerro o por cuidado conducidoa su espantosa cueva, si excedíade una hora el tiempo que su cárcel vía.

II

Viendo, pues, que excedió desde que vinoel término fatal del cielo santo,asió la mano al bárbaro sobrino,para sacarle con algún encanto;como suele pasar el peregrino,lleno de admiración, temor y espanto,del indio los notables horizontes,o a la ciudad que ocupa siete montes,

12

ansí por todas partes Cardiloroiba mirando la encantada cueva,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

donde escuchando al toledano moro,toda la vista y sentido eleva;de mosaica labor, colores y oro,los techos mira, y de labor más nuevalas paredes que viste la hermosurade la romana y griega arquitectura .

13

Sobre basas de mármoles, distintocada cual en color, que a Praxitelespusiera admiración, dorado el plinto,y las demás molduras y boceles,guardaban las columnas de Corintofamosos- cuadros de otro nuevo Apeles,a quien cubrían con dos mil divisaslos arquitrabes, frisos y cornisas .

74

Estaban en los cuadros retratados,ya en la batalla, ya en la escaramuza,ya huyendo, ya siguiendo, ya alojadoslos escuadrones de Rodrigo y Muza;víanse los alarbes desarmados,cuál entra, sale, llega, corre y cruza,cuál tira el arco y la pintada flechaparece a quien de tantos va derecha.

15

Armado corre el anatema obispo,sobre el peto el roquete y la cogulla,hasta donde al santísimo arzobispodio la Reina del cielo la casulla .No describen mejor Tranquilo o Crispoen Egipto, Farsalia, Roma o Pullalas guerras patricidas y civiles,que el nuevo moro Homero al nuevo Aquiles.

16

También se vía el fementido conde,discurriendo los campos de Castillahasta la mesa, que a Guadiana esconde,en cuyo abismo la cabeza humilla;

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CANTO SEGUNDO

64 3

y aquella injusta, que a su voz respondecuchillo a España, al mundo maravilla,como mujer vengada, en quien sin frenoNémesis corre y vierte su veneno .

,17

En lejos de un país se vía forzadaFlorinda bella, que después del morola Cava fue por su traición llamada;suelta en los hombros la madeja de oro,pálida la color, la vista airada,que lamentando el virginal tesoro,refrescaba a la dulce Filomenala tragedia amorosa de su pena.

18

Mirábase Rodrigo arrepentido,castigo sucesivo del pecado,como otro Amón, volviendo desabridoel rostro riguroso al rostro amado;pero en lo principal del lienzo, herido,y del caballo al suelo derribado,rotas las armas, que con sangre tiñe,y de la punta al pomo la que ciñe,

19

estaba el Sandoval, entonces Sando,defendiendo aPelayo con la viga,con que la oscura cueva atravesando,mató la escuadra bárbara enemiga,de cuyo tronco ilustre propagandoal cielo ramos, tanto a España obligadesde esta hazaña en la montaña yerma,que se humilla al valor de Denia y Lerma.

20

Discurrían después largas historias,hasta los tiempos del feroz Bernardo,y el casto rey, que oscureció sus glorias,por ser en perdonar remiso y tardo;mostraba el lienzo para más victorias,de este famoso capitán gallardo,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

diecinueve castillos, que éstos pudodar en campo de golas a su escudo .

21

Víase luego el monte, y la distanciade los franceses nobles defendida,que después se llamó Peña de Francia,por los muchos que allí costó la vida ;la que es agora soberana estanciade vuestra imagen, Reina esclarecida,llena de peregrinos y devotos,tablas, mortajas, cera, hierro y votos.

22

Luego por los nevados Pirineos,abriendo a fuego y sangre llanas calles,se vían con despojos y trofeospasar los moros de feroces talles,como otros centimanos Briareos,a Francia por Vizcaya y Roncesvalles,hasta que la libró el cristiano auxiliode Agramante feroz y el rey Marsilio .

23

Víase luego que a París asalta,y cuando de Arlés huye, y fue vencidode Dudón engolfado en la mar alta,y ardiendo su Biserta patrio nido ;y cómo en las Eólidas, por faltadel africano ejército rompido,Gradaso le acompaña, y él no le excusa,de que le mate Orlando en Limpadusa.

24

Angélica se vía dada en guardaal duque Namo, y luego libre huyendo,como favor de Sacripante aguarda,el encubierto nombre descubriendo ;ycómo el ermitaño la acobarda,y el mar la pasa el palafrén corriendo,que el demonio veloz dentro movíahasta la isla en que después dormía.

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CANTO SEGUNDO

64 5

25

Víase luego el monstruo y la gran peñaen que de los corsarios se vio atada,donde Rugero su valor enseña,y la sortija le burló encantada;luego en distancia circular pequeñala máquina de Atlante figurada,yluego el moro herido, el dulce moro,solsticio de aquel sol de rayos de oro.

26

Ya le cura y regala entre sus brazos,ya con la daga en la corteza escribesus dulces nombres y amorosos lazos,que crece el alma que en los olmos vive .Víase Orlando con la selva a brazos,vengando en ellos lo que de él recibe,aunque en otro lugar se mira luegocual mariposa procurando el fuego.

27

De París sale, a Olimpia encuentra, arrojael arcabuz al mar, el Orco mata,va al palacio de Atlante, el curso afloja,mientras con Ferraguto se combata;halla a Isabela y al traidor despoja,libra a Cerbín, y por la bella ingratadiscurre loco, y con su loco excesolucha con Rodamonte y cobra el seso .

28

Víase Rodamonte, que a Frontinoa Hipalca quita, y con furor gallardocómo combate al bélico argelino,y escoge Doralice a Mandricardo;cómo mata a Isabela, y cómo vinodel puente huyendo, y no con paso tardo,vencido de la bella Bradamante,y cómo le mató después su amante .

29

También se vía Mandricardo fiero,en la elección del amoroso caso,

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64 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

cómo mata a Cerbín, y cuán ligerocombate con Marfisa y con Gradaso;a Rodamonte prueba, y con Rugeroviene a dar de su vida el postrer paso,que aun viéndole pintado Cardiloromatar quisiera al victorioso moro .

30

«No fueras vivo» -dice entre los dientes-,que de furia los quiebra de apretallos,«o estuvieran aquí tus descendientes,tus deudos, tus amigos, tus vasallos,pero si de París entre las puentesvuelve el África a ver nuestros caballos,te ha de sacar mi mano vengadorade ese cuerpo cristiano el alma mora».

31

Esto dijo, y miró luego a Rugerocon Logistila y con Alcina ufana,y como libra a Angélica primeroque conozca a Marfisa por hermana,defiende a Ricardeto, y el aceroprueba a Reinaldo, y a la ley cristianase vuelve con el agua del bautismo,quedando otro Rugero, aunque era el mismo.

32

Luego se vía preso de Teodora,y luego que en París por León combate,y que con Bradamante, a quien adora,hace que Carlos de las bodas trate;y tú de Sacripante vencedora,francesa hermosa a quien tu lanza abate,muestras allí que mereció tu graciapincel de Grecia, música de Tracia .

33

Los sucesores que a la sabia oíste,de Francia, Hungría y de Aragón dichosos,y el nombre ilustre que a la estirpe distede Alfonso y claro Hipólito famosos,

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CANTO SEGUNDO

64 7

a quien también pintados conociste,y tus antepasados gloriosos,y luego cómo hallaste a Pinabelo,y cobraste el anillo de Brunelo,

34

luego de Adante las murallas entras,matas a Pinabelo, a Hipalca envíascon Frontino a Ruger, a Ulania encuentras,y miras de Tristán las rocas frías;hablas la bella Flordelís y mientrasal fiero Rodamonte desafías ;huye tu furia, y tú a París volviendo,a Marfisa conoces combatiendo.

35

También se vía de Reinaldos fuertecon Ferragut el belicoso duelo,de Ginebra la historia con la muerte,que dio después volviendo a Dardinelo;de Guidón el combate, y de qué suertefue el de Gradaso y de Ruger el celo,con que sanó de amor, dulce ganancia,el ver la ermita y el volver a Francia.

36

Víase Astolfo en mirto transformado,después vuelto en su forma por Melisa,y que a Caligorante tiene atado,y del furioso Orilo el cuello pisa;entra en Jerusalén y parte armadoa lajusta en Damasco; halla a Marfisa,corre en el hipogrifo, a Etiopia llega,y en el paraíso terrenal sosiega.

37

Con Flordelís se vía Brandimarte,preso después también de Rodamonte,y que Ariodante con Reinaldos parte,y a su hermano matar Dardín de Almonte;a Brunelo ahorcado en otra parte,y a Àldigiero después de Claramonte,

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64 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y que Oliveros combatió a Sobrino,y que se bautizó, y a Francia vino .

38

Víanse luego Olimpia, Sacripante,Gravina, Marganor, Grifón, Bardino,Argalía, Guidón, Caligorante,León, Gradaso, Ferragut, Cervino,Malaligi, Bucífaro, Aquilante,Branzardo, Falerina, Urger, Sobrino,Atlante, Pinabelo, Sansoneto,Alcina, Logistila y Ricardeto .

39

Éstos y los demás pintados mira,cuando Ardano tocándole una varaque del Cerbero la rabiosa iratrocara en sueño y el rigor templara,así le adormeció, que no respira,en mármol convertido cuerpo y cara:dulce dormir; ¡oh quién supiera, cielos,vara con que el amor dormiera en celos!

40

En tanto, pues, que duerme el moro ufanocon el lotos de olvido tan dichoso,Lido en Sevilla quiere dar la manoa Clorinarda de tirano esposo ;el escuadrón belígero africano,corre al alcázar con el son gozosode adufes, añafiles y jabebas,dando sus voces almas a las cuevas .

41

Ya la noche cubría la gran madredel hombre y cuanto en ella habita y vive,y el sol, de todo aumento vida y padre,de letras de oro al Occidente escribe;y porque al curso de la vida cuadreel orden sucesivo que recibe,dormía todo, y cuando duerme todode hacer la noche día buscan modo.

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CANTO SEGUNDO

42

Viéndose Clorinarda en esta pena,cerca del conyugal tálamo injusto,entre las fiestas de tormento llena,y entre los gustos de mortal disgusto,del mar del corazón vierte la arenaen lágrimas que pide el caso justo:arena o perlas que el dolor y el cielo,como cristal el agua hicieron hielo.

43

«Dulce olvidado, ausente esposo mío,¿a dónde estás que cuando muero vives,y de los pensamientos que te envío,ninguno entre mis lágrimas recibes?Si de la fe, que de mi amor confío,duda presumes, deslealtad concibes,el firmamento no estará más fijo,que ella en mi alma»-suspirando dijo .

44

«Razón tienes de estar de mí quejoso,pues si espada faltó, no importa nada,para librarme del tirano esposo,porque donde hay dolor sobra la espada ;mas presto de mi pecho generosoverás el alma huyendo lastimadade aquellos brazos, que me están mostrando,que en fin ya muero»-prosiguió llorando .

45

«Aquí verás que sobra a Evadnes prisa,a Lucrecia la espada, a Porcia el fuego,sangre aJulia, cenizas a Artemisa,daga a Sofronia, y de su esposo el ruego,que espada y fuego y sangre todo es risa :para quedar en inmortal sosiegobasta el dolor, que el alma en él asidasaldrá con él»-y así acabó la vida .

46

En el estrado, enfrente de la puerta,sobre la mano el rostro reclinado,

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65 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

quedó la bella Clorinarda muertacomo el clavel del labrador pisado ;no de otra suerte, que paloma inciertadel veneno en el cebo transformado,cuando con él la adormeció el villano,para tomarla con la propia mano.

47

Lido, a quien daba el alma entre la fiestapresagios mil del venidero daño,que cuando teme el corazón molesta,porque avisado no se llame a engaño,dando la culpa a su vergüenza honesta,llegó a la puerta, y levantando el paño :«Esposa»-dijo, y al decirle «mía»,quedose a la mitad la lengua fría .

48

Como el que teme sombra o cuerpo vano,y con helados pies y abiertos ojosse acerca por tocalle con la mano,y dar sosiego a su temor y enojos,tal llega temeroso el africano,y toca de su cuerpo los despojos,que la victoria de la muerte lleva;hablarla quiere, y no pudiendo prueba.

49

Como en ruina que cayendo viene,el que se mira de la casa en medio,apenas puede del temor que tiene,discurrir en el mal ni en el remedio;que si quiere correr o se detiene,todo lo juzga a riguroso medio,que el techo (si se está) se desencaja,y el lienzo (huyendo) hecho pedazos baja .

50

Ocomo el labrador que sin avisoen la comida halló víbora fiera,que mirándose entrambos de improviso,ni ella quiso moverse ni él pudiera;

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CANTO SEGUNDO

65 1

o el que beber de pura fuente quisode pechos en sus márgenes se altera,si vio en sus guijas la culebra parda,así mirando el moro a Clorinarda .

51

Pero ya que formar acento pudo,y la trémula voz ánimo toma,dando lugar de la garganta el nudo,como el aire que entró por la redoma;aunque inarticulada, como rudonovillo que el arado oprime y doma,gimió del grave peso compelido,que el pesar de un dolor carga el sentido.

52

Ya finalmente que el dolor desatalos lazos de la voz y de la lengua,así el pesar que reprimió dilata,aumenta el llanto, y el sentido amengua:«¡Oh esposa, hasta en morir conmigo ingrata!,de tu raro valor injusta mengua,¿cómo te partes al opuesto polo,y siendo tú mi sol me dejas solo?

53

»¿Esos ojos cerró la muerte dura?¿A quién perdonará?, ¿qué privilegio,pues que no le merece la hermosura,tendrá el poder y el aparato regio?,¿qué sangre, qué nobleza está segura,cometido tan grave sacrilegio?Robar tu imagen ¿qué mayor fiereza,si es templo de los cíelos la belleza?» .

54

Interrumpieron esta voz sus moros,y las damas del África formandomúsica triste a lamentables coros,el vivo rey y el cuerpo muerto hallando ;ya del infausto tálamo los llorospor el alcázar iban dilatando;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

ya mueve el caso sin hallar consuelo,con llanto la ciudad, con luto el cielo.

55

Los moros siempre en medicina diestros,como Avicena y Rasis testifican,en junta de doctores y maestros,varios remedios a la muerte aplican.¡Oh no excusados enemigos nuestros,qué de quimeras trazan y fabrican!:ya dicen que es Erotes de amor tierno,ya letargo dormido, yya veterno .

56

Ya dicen que es el mal que Hércules tuvo,o ya que es frenesí (¡razones vanas!)quejunto a la cabeza asido estuvo,causado del tumor de las membranas;mas no hallando calor, la voz detuvola ciencia en lengua, la experiencia en canas:que vieron presto aliento y pulso juntos,débiles, acabados y difuntos .

57

No porque yo de vos, ciencia divina,no sienta bien y alabe la importancia,que no desprecio yo la medicina,sino en quien la ejercita la ignorancia ;si Roma en mil extremos peregrinaos desterró de sí por arrogancia,fue que no tuvo un Valle toledano,yun famoso Vitoria valenciano .

58

Al fin el triste rey, que vio tan prestodel bien mortal el desengaño claro,y ya de luto funeral compuestoel tálamo del Fénix solo y raro,sobre el estrado de rodillas puesto,el cuerpo abraza, miserable y caro :«¡Oh Clorinarda!» -dice- «¡aguarda, espera!»y la respiración bebió postrera.

Page 43: La Hermosura de Angelica

CANTO TERCERO

ENTIERRA LIDO A CLORINARDA, Y VIÉNDOSE MORIRDE PENA, DEJA SU REINO AL HOMBRE O MUJER

MÁS HERMOSOS DEL MUNDO

«Injustísima Venus, ¿por qué hicistetan lleno de dolor nuestro himeneo?;¿por qué en tragedia mísera volvistedel hijo tuyo el singular trofeo?Ya es pena, es llanto, es muerte, es luto triste,la fiesta, el gozo, el gusto y el deseo,que el niño, el mozo, el hombre, el viejo llorasu muerto día en su primera aurora .

»¿Qué tálamo no está sangriento y rotode tu mano cruel?, ¿qué fuerte muro?,¿qué condición?, ¿qué libertad?, ¿qué voto?,¿qué pecho armado de diamante duro?,¿qué troglodita y árabe remoto,oculto vive de tu ardor seguro? :eres como la muerte, no perdonas,sin distinguir estados ni personas .

»¿Para qué quiero yo mirar a Roma,ni cansarme en contar de Troya y Grecia,ni ver que unamujer aAlcides doma,no muy hermosa y por ventura necia?¡Cuánto mejor un hombre ejemplo toma,en lo que más que a todo el mundo precia!Amor, Troya fui yo, que por mí mismo,como por Etna entraran al abismo .

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65 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

4

»Yo ardí, yo me abrasé, yo pretendíasalir cual mariposa por la llama;gracias te doy que Daine no corría,laurel tuviera a transformarse en rama;bendiga el cielo aquel sereno día,y en los que el mundo venturosos llamale escriba y le celebre, ¡oh claros ojos!,que trocaste en paz tantos enojos .

5

»¿Quién si no vos, en quien mi bien consiste,con más valor de aquel Argel pudierala libertad que vuestras armas viste,sacar al cielo azul de vuestra esfera?» .Pasando, pues, aquella noche tristede la cama real a la postrera,a la difunta Reina paró en sombralo que el mortal engaño vivir nombra.

G

¡Oh Cardiloro!, ¡qué ventura ha sidodetenerte esa cueva con su engaño! ;veinte años dicen que has de estar dormido,y es poco olvido para tanto daño ;créeme y siente el no tener sentido,ni conocer tan dulce desengaño,que aunque se muera el bien, no es bien pequeño,si no le gozo, que le pierda el dueño.

7

Ya dejan los caballos y libreas,galas, bonetes, bandas, lazos, plumas,matan antorchas, fuegos, hachas, teas,tales son del placer las breves sumas.¡Oh alegrías del mundo, aguas leteas,caducas flores, fáciles espumas!,no hay bien sin mal, ni fruto sin tributo,gloria sin pena ni placer sin luto .

8

¿Qué fiesta ha visto el mundo sin tragedia?,¿dónde las vidas estarán seguras? ;

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CANTO TERCERO

apenas una pena se remedia,cuando nacen de allí mil desventuras,íOh vida humana, fábula y comedia!en cuyo fin desnudas las figuras,tan solo queda el nombre que se llamala bien o mal representada fama.

9

Las sombras largas en el medio día,distando igual del cielo en las dos partes,el sol al mismo cuerpo reducíade un lunes triste, porque engendra al martes;cuando con ronco aplauso y armonía,arrastrando sus lunas y estandartescomo si capitán fuera, se vistede luto el pueblo,y al entierro asiste .

1o

Al son de las sordinas destempladasmarchan los moros, lloran las doncellas,las madejas de Tíbar derramadas,con negro eclipse de sus luces bellas ;al fuego de las hachas admiradashuyeron a sus signos las estrellas,que pudieron, con ser tan corto el paso,salir a ver el lamentable caso .

11

Aliatares, Alis, Dauros, Gomeles,Hametes, Zarros, Muzas, Albenzaides,Celios, Benalhamares, Doraiceles,Jarifes, Abenabos y Brazaides,Almordvides, Fátimos, Donceles,Zegries, Abenyuzas, Tarfes, Zaides,Almanzores, Dalifes, Reduanes,Bencerrajes, Gazules y Almadanes,

12

la acompañaron con funesta pompaal campo, que Tablada el vulgo llama,donde es razón que el hilo corte y rompaa la tragedia de la triste dama;

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65 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

ya la contaba la sonora trompade la veloz penetradora Fama,pasando desde Cádiz su distritolos bárbaros pirámides de Egito.

13

La frágil hermosura, que al fin quedapor larga edad o enfermedad marchita,a la que nuestra vida humana hereda,y su curso mortal rompe y limita,rindiose, yfue pisada de la ruedadel carro de la muerte, y viose escritala historia más cruel que en muchos añostuvieron los humanos desengaños .

14

Al fin murió con inmortal espantode España, viendo que faltó del mundoel milagro que el mundo honraba tanto,que fue primero, y no tendrá segundo.Deshecho el triste Rey en tierno llantocon humor melancólico y profundola vida acaba, el ánimo aniquila,y el corazón en lágrimas destila.

IS

Pero llorando remediar no pudolo que la muerte del trabajo amiga,que como cierto médico del nudo,que de la vida el frágil lazo liga;rompió la hebra con el filo agudo,a quien el ser mortales nos obliga:¡tanto sintió que la fatal sentenciacondenase su bien a eterna ausencia?

16

Pues como el reino por su muerte ciertaviese quedar sin heredero cierto,viva en la muerte la hermosura muerta,que ya muerta le tiene vivo y muerto;y allí presente de la sombra incierta,su convertido bien en humo incierto,

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CANTO TERCERO

imaginaba de su imperio y gentequién fuese el heredero competente .

17

Yviendo los disgustos y contiendas,que de esto al bien común resultarían,decretó que se diese por las prendasque más a Clorinarda parecían ;las armas dignas a su vista horrendas,indignas imagina que serían :y así mandó que al hombre se le diese,o la mujer que más hermosa fuese.

18

Excepto que heredero ser probasede rey, aunque en nación bárbaro y fiero,y que por siete reyes se juzgase,que por sus nombres eligió primero,mandó que del varón se contemplaseel extremo perfecto y verdadero,teniendo en su hermosura la advertenciacon que de la mujer se diferencia;

19

que en hermosura, que los ojos nuestrosengañe fácilmente está muy llano,hermosas damas, que en los bellos vuestrosdel gran pintor se aventajó la mano ;pero los secretarios y maestros,que han inquirido el edificio humano,han dado y puesto su hermosura y nombrea la medida y perfección del hombre;

20

que en modo varonil se nombra y llamaperfecto, hermoso y hombre al fin perfeto,y así distinto de la hermosa dama,quedó entendido de común decreto .Oyó las nuevas la parlera Fama,a quienjamás se le escapó secreto,y divulgadas sólo por el Betis,las dilató por cuanto baña Tetis.

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65 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

21

Oyeron esta voz los que la tierrahabitan, a quien dio nombre famosola hija de Prometeo, y cuanto encierraen su límite el Tanais caudaloso ;y en la tórrida zona que destierrael hielo con su clima caluroso,los asirios, armenios, medos, persas,diestros en inventar flechas diversas.

22

Oyola toda el África tan presto,que en ella no quedó remota partea donde el vulgo no tratase de esto,ni en cuanto mundo el sol divide y parte;menos se hubieran a la empresa opuestosi se llevara por rigor de Marte,mas la dulce ocasión de la victoriamil almas encendió de vanagloria .

23

En breve tiempo la ciudad de Lidose fue poblando de extranjeras gentes ;la diferente lengua y el vestidomostraba las naciones diferentes ;viose el anciano Betis oprimidode naves y confusos pretendientes,tanto que el pecho levantando apenas,muchas quillas tocaron sus arenas .

24

Ya rigen a Sevilla nuevos dueños,aquí y allí se ven varias cuadrillas,las aguas pueblan extranjeros leños,tiendas la playa y barcas las orillas;las fantasías engañados sueños,los espejos divinas maravillas,la corte confusión, espanto el suelo,el aire voces y deseos el cielo .

25

Provincia no quedó por todo aquelloque baña el agua, y mira el sol divino,

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CANTO TERCERO

65 9

sin dar opositor hermoso y bello,gentil, cristiano, alarbe y sarracino ;todos alzaron a la empresa el cuello,el indio, el scita, el etíope vino,que con su negra perfección procuravencer del alemán la nieve pura .

26

Del Mar del Sur de nácar abundante,del que sube la costa de Bresilia,del Eujino, Bermejo y de Levante,del que llega a besar la playa Hostilia,del Glacial y del famoso Atlante,del que a Calabria aparta de Sevilla,hermosuras que al cielo suspendieron,con más soberbia que Luzbel vinieron .

27

¡Oh vanidad, que despeñó del cielode las estrellas la tercera parte,pintura natural en sutil velo,favorecida de colores y arte ;nieve al sol, pluma al viento, flor al hielo,atambor engañoso y estandarte,que llamas y conduces a la muerteal mozo, al viejo, al sabio, al flaco, al fuerte!

28

¡Breve tirano de la vida ajena,niebla del alma, cárcel del sentido,gloria de lejos y de cerca pena,del gusto imán, de la memoria olvido ;en llanto cocodrilo, en voz sirena,sol fuerte, mar sereno, áspid dormido,blanco de toda envidia, error del seso,y madre en fin de todo mal suceso!

29

¡Oh cuánto mal han hecho espejos vanos!,maldiga el cielo el inventor primero;¿mas qué importarán vidros venecianos,si el agua supo hacer caso tan fiero? ;

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66 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

mas ¿cómo podré yo llamar tiranosaquellos ojos, por quien vivo y muero?:triunfa hermosura, mata y prende, yvenganal precio de su bien cuantos la tengan .

30

Mientras secreto este concurso estuvo,juzgando eternos los pequeños plazos,cuál en su nave haciendo se entretuvoal rostro afeites, y al cabello lazos,cuál en su tienda mil lecciones tuvode levantar los pies y alzar los brazos,que no sólo consiste la hermosuraen lo que muestra la exterior pintura.

31

Yesjusto que la imagen que contienealma y sentido y racional sujetose diferencie a la que sólo tieneser de los ojos apacible objeto .Con el donaire la hermosura viene(cual suele el natural quedar perfeto,si el arte le acompaña) a ser más alta,o a ser un bello mármol, si le falta.

32

Pues ¿quién el desigual desasosiegode aquellas damas igualar podría?:que al cierto espejo el amor propio es ciego,y es bella a cada cual su fantasía .¡Cuántos cabellos, hierro, aceite y fuego,rizó, ablandó, quemó, y en claro díalos hizo el sol a fuerza de conjurosdoradas hebras de sus rayos puros!

33

Tanto puede engañarnos la blandurade nuestro propio amor, que sólo estimeesta débil mortal vana hermosura,y que para fingilla se lastime ;con loca industria corregir procurala forma natural que el cielo imprime,

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CANTO TERCERO

66 1

que no como pintor discreto encubrelo que la falta original descubre .

34

¡Notable vanidad!, ¡grave osadía!,mas, ¿quién podrá desengañar aquellas,que habiendo sido soles todo el día,apenas son por la mañana estrellas? ;esto es hablar conjusta cortesía,si se le debe a las que no son bellas ;que a no guardalla, yo pintara alguna,como la tuvo de Hércules la cuna .

35

¡Terrible amanecer, si no durmieranlos ojos del que tanto mal padece!,¡desdichados espejos, si sintieranque tan nublado sol les amanece!,¡lo que ven, lo que sufren, lo que esperan,el consultar lo que mejor parece!;no sé cómo su luz no se corrompe,y la paciencia y el cristal se rompe .

36

No condeno las aguas que destilan,el honesto color no le condeno,sino el borrar la estampa en que aniquilanaquel pincel de toda falta ajeno,pero es espada que en su daño afilan,que el mismo solimán de engaños lleno,como es veneno en fin a quien le trata,la tez encoge y la hermosura mata .

37

Ycomo no hay más años que parecen,en cualquiera persona añaden añoscon lo que el rostro enjugan y envejecen,de manera que son mayores daños.Fuera de esto los ojos aborrecenel conocer en lo que ven engaños,que en hallando la muestra no muy fina,huyen la imagen de tan vil cortina.

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66 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

3s

Yaunque ellas piensan que se entiende apenas,no hay hombre que las mire, que no entiendade quejardín cortó las azucenas,y que compró las rosas de la tienda;no porque aquesto implique a ser tan buenas,ni quiera Dios que su virtud se ofenda,mas tal cuidado, donde menos basta,ni la hace hermosa ni presume casta.

39

No os espanten, señor, las digresiones,que como describir de todo puntode una mujer las bellas perfeccionesha sido de misversos el asunto,es fuerza aprovechar las ocasiones,para que del angélico trasuntose esfuercen los colores necesarios,que todo se conoce por contrarios .

40

Un rostro limpio arguye confianza,ánimo sosegado, honesto intento,en las costumbres general templanza,lealtad eterna y firme pensamiento;¡qué bien entendió aquesto mi esperanza,cuando hasta el sol de tu merecimientomi vista levantó con su luz pura! :que no hay color que al sol le dé hermosura.

41

Llegado al fin el plazo estatuido,ansí se juntó ejército plebeyo,que le llorara jerjes condolido,más que Nerón sobre el balcón tarpeyo;no le vieron más fuerte ni lucidoen su Farsalia César y Pompeyo,ni el día que el mejor hombre de Romala marítima diosa en manos toma .

42

Apropósito tiene edificadaunasala en palacio, y guarnecida

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CANTO TERCERO

de un ventanaje, que la luz doradadel encendido sol a entrar convida,está de asientos ricos adornada,no semejante en esto al monte Ida;el París tiene los nombrados siete,a quien el premio y la verdad compete.

43

La plaza que sujeta y señoreael lienzo del palacio se dispusode suerte que la entrada goce yveadel junto pueblo el escuadrón confuso,que como el bello sucesor deseaa dar su voto desigual se puso:que el vulgo en cosas graves el postrero,es el que dice la verdad primero.

44

Plaza, teatros, edificios cubre,sin exceptuar la más excelsa torre,que en viendo el templo que lugar descubre,allá la multitud del pueblo corre;más denso el alto capitel se encubre,que cuando ya de Febo se socorre,de chilladoras aves banda espesa,y el Austro recogido el agua cesa.

45

Ya por la puerta de Jerez camina,moviendo al son el paso airoso y tardode la música alarbe y sarracína,de la hermosura el escuadrón gallardo ;ya el vulgo al que se viste azul se inclina,blanco, amarillo, rojo, verde o pardo;que como el nombre le encubrió la Fama,por la color que se vistió le llama.

46

La puerta del palacio suntuosodetiene afuera la morisca guarda,que apenas con el ímpetu furiosorespeta la cuchilla y alabarda ;

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66 4

LA HERHOSIIRA DE ANGÉLICA

llega a la sala el escuadrón hermoso,el pueblo afuera la sentencia aguarda,y de los reyes por la bella listafue la primera pretendiente vista.

47

Que fue mujer a quien tocó la suerte,de Grecia justamente merecida,porque sujeta al tiempo y a la muertenacer no pudo más hermosa vida;pasa la voz común, el caso advierte,y en siendo por el nombre conocida,así quedó el palacio y más de un alma,como la noche cuando el viento calma.

48

Epiro en Grecia, que del clara Orientesus límites extiende con Acaya,y del Septentrión y el Occidentea Macedonia y a la jonia playa,y tiene el Adriático por frentedel mediodía la imposible raya,de la que llora lo que el Janto riega,quiso pasar con otra hermosa griega .

49

Yasí de esta ciudad entró en la salaTisbe su reina, y por extremo bella,primero dando muestras de su gala,y de sus dos luceros después de ella ;éstos, con cuya lumbre hermosa igualadel alma Venus la segunda estrella,en losjueces puso, y por sus ojosentró en las almas a buscar despojos .

50

Era el vestido largo hasta la planta,al brazo justo, de cintura estrecho,y el escotado cuello la gargantablanca mostraba, y el nevado pecho;de un raso azul de cielo color santa,y un manto blanco de diamantes hecho,

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CANTO TERCERO

que quitaran la vista como el sueño,a no verse los ojos de su dueño.

51

Rubia cabeza como el mismo Apolo,cuando sus rayos a extender comienza,sin rizo o lazo, sin tocado, y sólopeinado y recogido en una trenza;luego por las espaldas dilatolodesde los hombros, porque rinda y venzacuantos seguirla en vano pretendieren,si a tantos rayos atrevidos fueren .

52

Eran los bellos ojos de un zafirovivo retrato, las dos cejas oro,la boca hermosa del color de Tiro,nácar de perlas de mayor tesoro ;y aunque al juicio de su patria Epirono ha pasado la mar, fuera del toro,tan bella Europa, en una falta llanase conoció que era. mortal y humana.

53

Viendo la flaca Envidia la bellezaque a Tisbe quiso dar fuera del usola mano de su autor, mortal tristeza,su carcomido pecho descompuso ;cuando el rostro acabó naturaleza,en la bella nariz la mano puso;y así quedó (como la oprime y doma)Tisbe de Grecia, y la nariz de Roma.

54

Entró en efecto con gallardo paso,saliéndola mil almas al encuentro,cuidadosa de sí mirando acasola envidia fuera y el aplauso dentro ;resplandeció el cabello en el Ocaso,que hiciera negro al oro y claro al centro ;porque el sol de las hebras de su frente,vuelto a la espalda estaba en Occidente .

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66 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

55

Tal viejo dice que mirar importasi igual el cuerpo con el rostro sea,cual suele el escultor que el leño corta,y por medidas justas le tantea ;que en la materia alarga, quita, acorta,para que salga lo que fue la idea ;que la beldad de Tisbe sin medidacon arte quieren que se juzgue y mida.

56

Otro le aprueba, y dice que consisteen una unión de miembros la hermosura;y que si igual aquéste al otro asiste,entonces es perfecta la figura ;y que de esta unidad se adorna y vistedel cuerpo la acabada compostura,y que por eso la beldad teníael nombre de concordia y armonía;

57

quecomo con la música se haceconcorde son con el agudo y grave,y de diversa voz se engendra y nacepor la igualdad el armonia suave,así la unión del cuerpo satisface,que de la perfección tiene la llave;pues diferentes cuerdas, mano y lirahacen concordes suavidad que admira .

58

¡Oh caducos jueces!, ¿con antojosqueréis medir un rostro, un tierno pecho? ;medid el aire de unos bellos ojosy mediréis del cielo al suelo el trecho .¿Tan seguros llegáis de los enojosde aquel que suele ser güésped estrecho?;si vuestro hielo amor enciende en vano,juzgad del modo que el pastor troyano .

59

Crisela reina, e hija de Atamante,señor del monte Imabo y de Agrigaya,

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CANTO TERCERO

más que sus altas cumbres arrogante,pisó de España la remota playa;en la hermosura aTisbe semejante,como en la ofensa, no presume que hayabelleza igual en cuanto alumbra el suelode Aries al Pez la lámparadel cielo .

60

Nicandra egipcia, reina alejandrina,mostró de Clicie el pensamiento amigo,los verdes ojos de esmeralda fina,y los cabellos de color de trigo ;y entre el moreno rostro que se inclinaal blanco, de que fue su sol testigo,dos lunas eclipsadas y tan bellasque de envidia el amor se opuso entre ellas .

61

Celia, reina de Córdobafamosa,como el Aurora se mostró serena,cándida, fresca, limpia y olorosa,más que eljazmín, mosqueta y azucena.;con vivos ojos cuya luz hermosafue para tantas almas gloria y pena,graciosa boca, dientes, habla, risa,garganta al torno, blanca, altiva y lisa .

62

Diferente en el traje de Nícandra,los pechos descubrió, que siendo nievepudieran abrasar la salamandra,que entre las llamas a vivir se atreve ;con un alma tan rica y alejandra,que de mi voto el precio se le debe,y si hablara, sin duda se le diera,que hablando más que Angélica lo fuera.

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CANTO CUARTO

PROSIGUE DESCRIBIENDO LA HERMOSURA

DE MUCHAS DAMAS Y CABALLEROS QUE VIENEN

A LA OPOSICIÓN DEL REINO, CON LA DE ANGÉLICA

Y MEDORO, QUE A ESTE EFECTO PASAN DE LA INDIAA ESPAÑA

1

Señor, pues que del hombre la hermosuraaquí celebra nuestra dulce historia,si el primero por la vuestra se procura,¿quién duda de daros la victoria?Vos en el mundo, angélica criatura,despreciaréis de su laurel la gloria,y es el reino también que en premio os muestropequeña parte del imperio vuestra .

2

Pues siendo vuestro, y siendo vos más dino,por lo que aquí sejuzgay se pretende,de este laurel que a vuestros pies inclino,que vos le dais, o le volvéis se entiende .Oíd, pues, gran señor, mi verso indino,que a la hermosura celestial se extiendede tanto pretendiente a falta vuestra,y así proseguirá la historia nuestra.

3

Félix de Portugal, mancebo hermoso,a quien mejor que a Cincinato bellole cortara Calígula envidiosolos crespos rizos del sutil cabello,asegurado entró del premio honroso,cifrando un ángel de la frente al cuello,

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CANTO GUAATO

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que al mismo Diadumeno le ganara,aunque en Elide Augusto lojuzgara.

4

Entró Rolando, príncipe de Hungría,su hijo de Cerbín y de Isabela,un sayo negro hasta los pies traía,y de plata aforrado en blanca tela;la misma intacta nieve parecía,cuando por la región del Austro vuela,a quien el primer vello ofende apenaslas dos mejillas de claveles llenas .

5

Siguiole un alto joven, más dispuestoque cuantos a la empresa la arroganciatrujo atrevidos, cuyo rostro honestodel premio estaba desigual distancia ;los ojos graves, el hablar compuesto,de Bradamante y de Rugero en Franciaprimero hijo, y Gloriardo el nombre,hombre perfecto, cuanto puede un hombre.

G

De la ribera del famoso Renode Brandimarte el hijo Liriodoro,en poco cuerpo, aunque de gracias lleno,mostró de Flordelís el real decoro ;sólo en el rostro de mirar serenoun bozo se mostraba de hilos de oro,de que era el bello labio guarnecido,como la grana del real vestido .

7

Con éste dio lugar la escrita suerteal hijo de Gradaso turcateo,de rostro desigual, de miembros fuerte,scita en linaje, bárbaro en deseo,en la guerra ministro de la muerte,en la arrogancia Encélado o Tifeo,que por su yerta barba y grande alturallevar pretende el premio de hermosura.

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67 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Del Belcoraida el rostro peregrino,el cabello enzarzado, negro y largo,el color de la frente cristalino,y la columna que le tiene a cargo;a su traje morisco granadino,como el descanso tras el llanto amargo,o tras la noche el resplandor primero,mostró sus ojos tras el scita fiero.

9

De las montañas altas de Castillatras ella vino a pretender la empresa,aunque grosera, hermosa maravilladel mundo, Solidena montañesa;sayo de grana, abarcas y servillacon lazos de oro a la rodilla presa,y la melena alrededor cortada,de una cinta de perlas coronada .

lo

Consus pintados ojos y trigueño,agradable color, si fue agradable,por ser de aquel desdén que tuvo en sueñolos años de mi vida miserable;rosado apartes, limpio y aguileño,amoroso, apacible, alegre, afableel bello rostro, se mostró vestidaa su persiano traje Roselida .

z1

Cabellos, frente, cejas, ojos, boca,nariz, mejillas, dientes, barba, orejas,cuello, garganta, pecho, nieve o rocade mármol duro a tantas tiernas quejas,brazos, manos marfil, cintura poca,donde llegan del oro las madejas,todo perfecto en Cloris vio la sala,reina de Chipre que a la diosa iguala .

12

De Siria entró Claveria, que teníadel Líbano yJordán el Santo Imperio,

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CANTO CUARTO

dando más luz que al expirar del díaen Venus vio jamás nuestro hemisferio ;un niño como un ángel la seguía,de la naturaleza tal misterio,que a no ser Venus y su amor divino,pudieran ser Semíramis y Nino.

13

Como los rubios híjos de Latonaentran de envidia y resplandor cubiertos,aunque por la soberbia que pregonade Nióbe la fama fuesen muertos;al uno un mirto, al otro una coronaciñe los bellos rayos descubiertos,e imitando a los moros españoles,vestidos de diversos tornasoles .

14

De cuanto el Tajo celebrado riega,y con arenas de oro baña y midepor la nueva Castilla, hasta que llegaa donde Lusitania se divide,de Ferragut el hijo y rey entrega,bien confiado que justicia pide,a público juicio el cuerpo bellodesde la planta al último cabello.

15

En Rostubaldo la escultura mida,y en su persona bien compuesta pruebe,si tomada del rostro la medidatiene del un extremo al otro nueve;ni menos piensa que su intento impidael cándido cristal, la blanca nieve,que así robusto y de color morenoviene de alegres esperanzas lleno .

16

Negros los ojos, que a soberbia inclina,de donde amor las almas enlazara,si a la blandura y condición indinadel capitán robusto se inclinara;

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67 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

un poco la nariz corva aquilinatan bien le estaba a la serena cara,que ya mirase altivo, o ya suave,le hacía hermoso, fuerte, honesto y grave.

17

El torcido bigote, espesa y poca,bien puesta barba, alegre descubríancon tal donaire la pequeña boca,que como engaste los rubís tenían ;un bordado almaizar y blanca toca,la frente con mil plumas guarnecían,y haciendo que su extremo al aire suba,entra gallardo con morada aljuba.

18

Luego entró de Sicilia Leuridemo,igual en cuerpo a Gloriardo franco,de cuantos trujo a España nave o remo,más libre de llevar la suerte en blanco ;de cuerpo y rostro celebrado extremo,gentil, airoso, colorado y blanco,a quien por ser más bello que Espurina,llamaba Italia Adonis de Mesina .

19

Entró su hijo de Agricán Carpantocon turco traje y con robusta frente,desnudo el brazo, levantado el manto,alfanje al hombro del tahalí pendiente ;llenos los ojos de furor y espanto,para atractivo amor inconveniente,corvada la nariz, boca en exceso,alto el bigote, retorcido y grueso .

20

Mostrose luego Claridán bohemio,hijo de Malgesí, tal que prometea su casa Maganza nombre y premio,de frente corto, alto de copete ;el más pequeño del hermoso gremiomás altas esperanzas acomete,

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CANTO CUARTO

y haciendo su beldad filosofía,en la virtud unida se confía.

21

Tan bello y a la empresa tan segurode la Etiopía entró Celauro altivo,cual si diestro escultor de ébano purahiciese Adonis imitando el vivo ;de la lustrosa tez del negro oscuro,más que la tínta con que de él escribo,tanta arrogancia muestra que se atrevea despreciar el oro, sangre y nieve.

22

Rizado y alto de la frente el pelo,puesto que a todos tan espeso falte,los ojos en un vivo y blanco velo,cual suele parecer cándido esmalte;como a la tarde el arrebol del cielo,o las niñas del bello jerifalte,la color de las suyas, que la gruesaceja adornaba, y la pestaña espesa .

23

Contrario todo al natural agraviodei clima suyo la compuesta boca,de un oscuro granate cubre el labio,que el blanco diente a descubrir provoca;el rostro largo, la nariz de sabio,barba en los lados, o ninguna, o poca,y negro hermoso, finalmente sombradel más perfecto que la Fama nombra.

24

Traía un manto de unas listas varias,de mil colores de menuda pluma,a lazosjuntas y a labor contrarias,y de rubís innumerable suma,que rinden sus provincias tributarias,de donde el Nilo con su gruesa espumalos orientales términos le ofrece,y lo que el mar de Atlante le enriquece.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

De Córcega Leocán, de Rodas Lenio,Argel de Creta, de Cartago Evandro,Leudamiro de Luso, y Polimenio,rey del estrecho que sirvió a Leandro;el lidio Galo, el arcade Partenio,Orfín lombardo y el panfilio Antandro,de Menfis Clobio, Ardenio de Mauricia,Ibero celta, Lauso de Fenicia;

26

deArmenia Olimpia, Clorida de Hircania,de Colcos Marcia, Esferia de la China,Floris de la desierta Caramania,Heraclía de 1a fértil Palestina,Belisa de Sarmacia, Elis de Albania,Glara de Vindelicia, y Medusinade Macedonia, Pérsica de Gocia,de Candia ArmildayAlmatea de Escocia.

27

Zerdano de Numidia, rey tirano,de humildes padres sin valor nacido,agricultor primero y hortelano,y del arado a la fortuna asido;trocado en cetro el azadón villano,y en púrpuras el rústico vestido,vino a la empresa tan horrible y feoque es un ejemplo del mortal deseo ;

28

que fuera de que puesto en su grandeza,no hizo lo que Agátocles famoso,siendo tan conocida su fiereza,premio quiere llevar por hombre hermoso;la frente aguda, grande la cabeza,y a imitación del jabalí cerdoso,barba erizada, los cabellos yertos,caídos labios, dientes descubiertos .

29

Muypoca parte de la luz visívagoza el ojo siniestro, y el derecho

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CANTO CUARTO

de ella en eterno se despide y priva,como el cuerpo gentil de andar derecho;la espalda de soberbia un poco altiva,y hasta la barba levantado el pecho,los brazos cortos, flojos, siempre envueltos,torcidas las rodillas, los pies vueltos.

30

Nereida, reina en Media, y toda enterala más fea que han visto los engañosdel propio amor, entró como si fuerala bella Aurora de los griegos daños;su bien lograda edad diez lustros era,de un medio siglo conocidos años,cuyo rostro de oscuro horror se viste,de la Envidia o la Muerte imagen triste .

31

Mas ya de ver tu fealdad me alegro,porque realce el rostro y la figura,que al blanco y claro suyo, el tuyo negrohará lo que la sombra en la pintura;que a tu color oscuro y verdinegrose espera luego la mayor blancura,la rosada color, y oro más rubio,que vieron las riberas del Danubio .

32

Frente vellosa, floja, aguda y chica,y entre muchas arrugas muy cejunta ;el rostro, que sus años testifica,cárdeno, seco yde color difunta ;parece que a Hermafrodito se aplicael bozo negro que la barba apunta,y como en oro su blancura tornan,doradas hebras su cabeza adornan.

33

Los que diciendo mal con falso estilo,quieren que su malicia se declare,de aquella tierra vil que inunda el Nilo,cuya putrefacción engendra y pare,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

dicen que semejante al cocodrilo(¡triste del que sus lágrimas gustare!)toda mujer nació; mas bien se entiende,que la verdad la fábula no ofende .

34

Yyo de esta mentira manifiestadigo, que si nacer pudiera alguna,tan solamente sucediera en ésta,a quien jamás llegó fealdad ninguna;como al enfermo o triste le molestala sombra cuya imagen le importuna,tal se mostraba la que tanto imitala fiera Alecto, que a la guerra incita .

35

¿Adónde vas fantasma del Leteo,mancha de oscura tinta en blanco raso,arpía entre las mesas de Fineo,Aracne entre las musas del Parnaso? ;¿piensas que el premio se concede al feo? ;¿hante engañado, o el espejo acaso? ;sal del templo de Venus, y no acuerdesque se apaguen en ti sus hachas verdes .

36

Mas bien será que vayas como niebla,para que venga el sol con dulce salva,por cuya sombra y frígida tiniebla,cual suele por la noche, rompa el alba;que ya de resplandores cerca y puebla,y de tus nubes nos defiende y salvala estrella de la reina del Catayo,que deshará tu sombra con su rayo .

37

Angélica la bella, descuidadade ya volver al amoroso lloro,en el Catay, donde nació casadacon el sin par bellísimo Medoro,ya de las tristes quejas olvidadadel español, francés, bárbaro y moro,

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CANTO CUARTO

gozaba en paz su reino y su maridocuando esta nueva le tocó el oído .

38

Viendo la que en el mundo nombre tuvode rica muestra del hermoso cielo,cuyo divino resplandor detuvo,a quien ofrece mirra Delfo y Delo,que el nombre altivo, que en el cielo estuvo,ya se olvidaba del ingrato suelo,no quiso permitir que estando vivaajena mano tal hazaña escriba.

39

Yansí con su Medoro en esta empresamostró la perfección divina extraña,que a tantos héroes la cerviz opresatuvo de Francia, Berbería y España;tendió a la espalda la madeja espesa,adonde amor se pierde y enmaraña,de los cabellos rubios y lustrosos,sutiles, crespos, largos y copiosos .

40

Mostró la frente cándida y serena,y la arqueada ceja que procura,de pelos corta y sutiles llena,ser ébano en color, seda en blandura;que a la bella nariz, de falta ajena,con un igual y densa composturaen un extremo en punta se resuelve,y el otro hacia el oído en arco vuelve .

41-

Mostró los ojos y la niña bellanegra, y el globo o círculo visivofuera de aquel pequeño cerco de ella,de blanco y flordelino puro y vivo ;alegre vista, que salía por ellaun fuego dulce, honesto y atractivo:ojos negros al fin, y ojos rasgados,de una grandeza igual y relevados.

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6%$

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

Las pequeñas orejas con un rojocolor, que los dos círculos relieva,el extremo menor lánguido y flojo,sin la concavidad que ser reprueba ;que a tanta queja y amoroso antojo,a tanta hazaña y belicosa pruebafueron de sordos áspides, y al cabohumanas a la voz de un muerto esclavo.

43

Menos lustrosas que la blanca frente,con rosa y nácar en jazmín y nievelas mejillas encarna dulcementehasta el bello purísimo relieve;que allí la grana y púrpura consienteel primero lugar que se le debe,y la bella nariz que los divide,y la contienda de los dos impide .

44

Que de las cejas igualmente pendeigual hasta su extremo, y divididade una línea tan leve que no ofende,por las concavidades extendida;alta al principio, y cuando al fin desciende,por un dulce compás disminuida,y aquel extremo que mostró partido,de un rosado color poco encendido.

45

Mostró la boca y labios carmesíesmezclados a realces transparentes,como los encarnados alelíes,con sus claros y oscuros diferentes ;y en sus foros engastes de rubíeslos concertados y pequeños dientes,del color del aljófar y encarnadabarba redonda, a la mitad rosada.

46

Del aire, cuerpo, brío y gentileza,modestia, majestad y mansedumbre,

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CANTO CUARTO

admirada quedó naturaleza,los límites pasó de su costumbre;no puedo encarecer tanta belleza,ciego del rayo de su hermosa lumbre,ypues la bella a todos diferencio,hubiera dicho más con el silencio .

47

Entró con ella aquel que tantos dañoscausó en el mundo por su dicha y gozo,aquel esclavo rey de mil extraños,aquel dichoso y envidiado mozo;era Medoro un mozo de veinte años,ensortijado el pelo y rubio el bozo,de mediana estatura y de ojos graves,graves mirados, y en mirar suaves .

48

Tierno en extremo, y algo afeminado,más de lo que merece un caballero,gran llorador y músico extremado,humilde en obras y en palabras fiero ;guardado en ámbar, siempre regalado,sutil, discreto, vario, lisonjero,noble, apacible, alegre, generoso,a pie gallardo y a caballo airoso .

49

Si espera alguno que los dos amantespinte en un mismo lienzo, es justo celo ;que fuera de que son tan semejantes,a Medoro esta vez le ponga un velo ;por imitar al célebre Timantes,que al padre de Ifigenia en llanto y duelocubierto significa, pues no es partepara igualar a tal extremo el arte .

50

Sea esta vez Medoro aquella diosa,que pintada de espaldas fue al juiciode Paris y del vulgo más hermosa,allí naturaleza, aquí artificio ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que para la sentencia rigurosa,y del tirano amor el sacrificio,a nueva voz y aliento me remito,y aquí la pluma descansar permito.

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CANTO QUINTO

DASE EL PREMIO DE LA HERMOSURA A ANGÉLICA,CORÓNANSE ELLA Y MEDORO POR REYES DE SEVILLA .

ENAMÓRANSE DE ÉL Y DE ELLA NEREIDA Y ZERDANO,

Y PÍNTASE EL ENOJO DE ROSTUBALDO

I

Atiende Venus, oye, tierno Infante,antes que al instrumento el plectro aplique,para que vuestro triunfo y gloria cante,el uno deje a Marte, el otro a Psique ;mi voz a vuestra esfera se levante,y en vuestro loor se esparza y multiplique;sí en Samo o Pafo estáis a lo que os llamo,más dulce os ha de ser que Pafo y Samo .

2

Asistiréis al premio que se ofrece,a aquel milagro de hermosura tanta,que vuestros cultos y aras enriquece,y a la mortal medida se adelanta ;presidiréis al triunfo que merece,aquélla de quien hoy la hermosa plantamás digna fuera que de honrar el suelo,de ser igual a Andrómeda en el cielo ;

3

que nunca del alcázar soberanola sala visteis en consejo fiestasobre el fatal estrago del troyano,o deificando a Alcides más compuesta;la blanca Cintia y el dorado hermano,Cibeles y Minerva, Juno y Vesta,

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Óó`L

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

aquí se ven de estrellas guarnecidas,de luz cubiertas y de sol vestidas .

Aquí también está Marte glorioso,no cuando por la boca fuego arroja,mas cuando por gozar tu rostro hermoso,de las sangrientas armas se despoja;y colgadas de un álamo frondoso,sólo se escucha entre la rama y hojael Céfiro quejuegay se entremetecon la loriga y el crestado almete .

5

Advierte cómo esperan la sentenciadel inmortal laurel los pretensores,y cómo la discreta diligenciamiró defectos y admiró primores ;pusiérase el laurel en contingencia,y hubiera diferentes sucesores,si los bellos angélicos despojosno mostraran la lumbre de sus ojos .

6

Por quien forzado pasaré sucinto,que a más discurso Melpomene espera,y el lienzo y la color de que la pintoson imaginación varia y ligera ;pintar con un color y otro distinto,trayendo de su mina y de su esferael zafiro y el sol es una cosaa la imaginación dificultosa.

7

Bien es verdad que llaman la poesíapintura que habla, y llaman la pinturamuda poesía, que exceder porfíalo que la viva voz mostrar procura;pero para mover la fantasíacon más velocidad y más blanduravenciera aHomero Apeles, porque en sumaretrata el alma la divina pluma;

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CANTO QUINTO

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8

pues como al fin la corporal bellezade Angélica mostraba, que la indinaDafne se le humillaba a la cabeza,por ser premio mortal y ella divina ;tan gran rumor a levantarse empieza,que a señalalla con el dedo inclinacon varios votos, con extremos varios,la misma confusión de los contrarios .

9

«¡Venció, venció la bella, venció?»,-dicen,antes que por los reyes se dispute,y aunque los arrogantes contradicen,piden que la sentencia se ejecute;digan, celebren, canten, solemnicen,por más que el rostro de la Envidia enlute,que ha sido merecer el lauro altivo,aun no vivir los ojos por quien vivo .

1o

Agradézcalo Angélica, que tuvoseiscientos años antes hermosuraque aquellos ojos en que sólo estuvotener clara victoria, o fama oscura .Estrella celestial, si aquí no subotu claro nombre a la mayor altura,si no te doy el premio es porque entiendoque el mundo es poco y que tu cielo ofendo .

II

Si en aquella famosa edad vivieras,hermosura inmortal, bella Lucinda,¿quién dudó que de Angélica vencierasla que hoy con el tercer planeta alinda?Tú sola el justo premio merecieras,y aun es razón que su laurel te rinda,conociendo que haberle merecidofue por no haber tu oriente amanecido;

12

que si mostraras esos ojos bellosazules como el cielo y los zafiros,

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68 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de donde Amor, aunque se abrase en ellos,hace a las almas amorosos tiros;si mostraras la red de tus cabellos,dulcísima. prisión de mis suspiros,que los excedo, si en amarme calmas,y ojalá que suspiros fueran almas.

13

Si mostraras la boca envuelta en risa,la blanca mano y el nevado pecho,basas de la columna tersa y lisa,en que se afirma aquel divino techo,sospecho que bajaran tan aprisaalmas como laureles a despechode tantos pretendientes, pero ignoroquién fuera de tus méritos Medoro;

14

que pocos se mostraban ofendidosalgunos pretendientes en la sala,en otros ocupando los sentidos,donde mejor el alma se regala ;extiende Amor sus rayos encendidos,la tierra helada su vapor exhala,y a fuerza del calor el frío hielovuelto en suspiros va subiendo al cielo .

15

¡Cuántos pensaron de arrogancia llenosganar la empresa con sus bellos ojos,y viniendo a vencer de los ajenosvencidos rinden armas y despojos!;ya los de Tisbe claros y serenos,ignorantes de amor y sus enojos,están ciegos, turbados y vencidos,rindiendo el mundo a Liriodor rendidos .

16

Pagó la culpa Liriodor debida,que en sus vivos espíritus se quema;Rolando por la bella Roselidade Venus en la concha atado rema;

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CANTO QUINTO

¡oh alegre pena, fiera al alma asida,llore el que te padece, el libre tema!,¡oh Argel de la razón y el pensamiento,enfermedad del mismo entendimiento!

17

Divino flechador, tus duras flechasde plomo y oro son, de amor y olvido,en la espelunca ypor las manos hechasde aquel tu incierto padre perseguido ;verdaderas han sido mis sospechas :¿llamáronte a las fiestas atrevido,para sembrar escándalo y zozobras?Amor, en buenos días buenas obras.

18

Yo te llamé para adornar las fiestas,no para que en tragedia las volvieses,porque honesto entre damas tan honestas,amor vestido y no desnudo fueses;tirano labrador que tanto cuestas,pues pones fuego a las ajenas mieses,no gozarás de tu sembrado el fruto,y sin herencia arrastrarás el luto .

19

Pensé que como suele tu lascivamadre cruel, con más honesto ornato,entretejiendo al mirto verde oliva,a nuestras fiestas asistiera un rato,y como viene corta para altiva,al fin ha descubierto su mal trato:que el malo, cuando más el mundo le honra,entonces se descubre y se deshonra .

20

Aquesta vez paréceme que fuisteis,en figura de huéspedes honrados,ladrones que las armas descubristeis,estando los que sirven descuidados ;mas ya, crueles, que a robar vinisteis,oro, perlas, tapices ybrocados

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68 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

pudiérades llevar, y no las vidas,a vuestro hospicio, ingratos, ofrecidas.

21

Masjusto en parte fue, que vuestro fuego .aquí dejase eterna su memoria,para que más dulzura el sabio griegohallase en el contexto de la historia ;y no pienses que de mi parte niego,que de esto me resulta poca gloria :porque si menos que de amor tratara,jamás a traducille me inclinara .

22

Yfuera de que ya borradas fueronpor el olvido tantas escrituras,donde sus flechas del amor pudieronhaber pruebas más altas y seguras,como en este lugar, quejuntas vierondel mundo las mayores hermosuras,agora digo, Amor, que fuiste sabio,y te pido perdón sí yo te agravio.

23

Mas ya que hiciste que Carpanto amasea Belcoraida para mil injurias,y que de Ferragut el hijo abrasela princesa bellísima de Asturias,porque a Nereida es bien que enamorase,siendo una de las tres hórridas Furias,Medoro, mozo hermoso, y que la bellala tiene por su sol y él por su estrella;

24

dime, ¿por cuál razón, si alguna admites,los ojos de Zerdano enamoraste,donde apenas su luz entrar permites,y por ellos sin puerta el alma entraste?,¿oh ciego Amor!, cuando la venda quitesverás la fealdad que arder dejastepor el rostro de Angélica divino,y de mirarlajuzgaraste indino .

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CANTO QUINTO

25

Basta que por Angélica enamoresa Gloriardo, Turcateo y Celauro,sin otros españoles amadores,que aspiran de la empresa al verde lauro;enciende amor de celos y de amoresel etiope, el scita, el franco, el mauro,y deja esta visión, o vuelve el fuego,y de Nereida le enamora luego.

26

¿No viste, Amor, los rostros desigualesiguales en fealdad?, ty no advertías,que tu fuego conservan los iguales,y en desiguales dura pocos días?;mas tú que libros, armas, cetros realespísas, rompes y quiebras, bien sabíasque no fue suerte en blanco o lance en vanoenamorar de Angélica a Zerdano.

27

Tú sabes para qué, tú lo conoces,mas esta hazaña por agora oculta,hasta que de ella la corona goces,que de tan gran victoria te resulta;y vuelve al pueblo, que levanta a voces,como ninguna cosa dificulta,lajusticia de Angélica, y deseaque sucesora del Imperio sea.

28

Llega el aplauso a tanto finalmente,que el más antiguo moro se dispusoa coronar de Angélica la frente,sin otra prueba que el rumor confuso.Levántanse los siete juntamentecon el valor que la razón les puso,y a Angélica mostrando la corona,ansí le dice el moro de Archidona:

29

«Ésta será, princesa, premio dinode tu divina angélica belleza,

68 7

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68 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

por quien naturaleza humana vinoa ser de celestial naturaleza ;ser instrumento del poder divino,y mano liberal de su riqueza,hoy conoce por ti, mostrando al suelo,el gran valor del Hacedor del cielo.

30

»Si los Gigantes por su inmensa altura,y desiguales fuerzas que tuvieron,la habitación del cielo intacta y pura,poniendo un monte en otro pretendieron,todos cuantos mirando tu hermosura,ciegos de resplandor enmudecieron,se espantan que esta hazaña no la imites,y aJúpiter supremo el cielo quites.

31

»Mas no debes de ser tan arrogante,que a quien te dio la gloria que recibes,la suya con intento semejante,aunque seguro, quites y derribes ;que no es posible su rigor te espante,por más que el Etna de sus flores prives,si ya no temes de él que te sucedalo que a la bella Europa, Egina y Leda .

32

»¿Yquién duda también que la dichosatierra que habitas con placer inmenso,la blanca luna de tu frente hermosapor ídolo no tenga y queme incienso?;pues si te ofrecen víctima preciosa,y sube de tu altar el humo densoa donde tú, gloriosa, también subes,discreta vives en dejar las nubes;

33

»pues hoy como tu frente coronamospor legítima reina de Sevillalos que obedientes a tu cetro estamos,hasta la raya y puerto de Castilla;

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CANTO QUINTO

la sarracena ley que profesamos,si a la tuya quisieres reducilla,haremos olvidar: que es justa cosaque seas nuestra reina y nuestra diosa.

34

»Yo soy Benalamar, rey de Archidona,y éste Elearino, de Granada alcaide,que ya tiene y posee la coronapor sucesor legítimo de Zaide;aqueste venerable de persona,del famoso linaje de Albenzaide,es Abraén de Córdoba, famoso,del repúblico bien el más celoso .

35

»Éste, cuyas hazañas memorablesla fama canta en la extranjera tierra,es Zelín de Jerez, que mil notablesguerreros fuertes su frontera encierra ;aquellos tres de canas venerablesson Zaro de Jaén, sabio en la guerra,Aliatar de Antequera y Guadamano,rey del famoso estrecho gaditano .

36

»De Lido todos siete tributarioséramos, como ya tuyos seremos,fuimos, como lo ves, testamentarios,cuyo postrero intento obedecemos ;advertidos los votos necesarios,y de unavoz los públicos extremos,este laurel Angélica te toca,y a tus reales plantas nuestra boca.

37

»Nunca Apolo de Dafne coronadotan justamente se mostró tan bello,como el sol de su frente laureadosobre las rubias trenzas del cabello» ;dijo Benalamar, y del senadomostró el aplauso convenir en ello :

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

gran cosa es la opinión, que aun la hermosurasuele por ella merecer ventura.

38

Estando en esto por ventana y puerta,aunque estaban cerradas y con guarda,salió la varia Fama entonces cierta,adonde el vulgo su rumor aguarda;y así la muda lengua le despierta,puesto que pocas veces se acobarda :que en toda la ciudad el niño, el hombre,de Angélica repite el dulce nombre.

39

Por varias partes la canalla ufanatanto la Bella esparce, extiende y nombra,que si alguno lo ignoró sin voz humana,del viento lo oye y de su misma sombra.Ya sube aquél, y adorna la ventanade ardientes hachas y morisca alfombra ;ya pone aquéste a su caballo el frenoy veloz como rayo imita al trueno .

40

Ala plaza real llega y concurrela multitud de moros andaluces,que hasta las puertas sin cesar discurrecon mil libreas, algazara y luces;como de abejas a la vista ocurreel pintado escuadrón entre dos luces,con flor morada, blanca, azul y claradel brezo, del romero y de lajara.

41

Mientras este rumor desocupabalo más de la ciudad, que allí se allega,la música morisca celebrabael premio que a la Bella se le entrega;pues ya después que coronada estaba,y como siempre de Medoro ciega,callando el pueblo desde un alto asientola voz despide y enamora el viento .

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42

CANTO QUINTO

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«Puesto que a mí me deis, senado ilustre,y tú mi frente indigna agora tienesaqueste lauro, cuyo verde lustreexcede a todos los humanos bienes,quiero, si lo quisiéredes, que ilustrede este mancebo las doradas sienes ;que fuera de que es suyo el premio y palma,es dueño de este cuerpo y luz de esta alma .

43

»Bien veis si lo merece su hermosura,su verde edad, su airosa gallardía,su majestad, su grave compostura,y sobre todo que es la prenda mía;ni es tan remota, bárbara y oscuraesta vuestra provincia, que algún díano os dijese la Fama de qué suertemis brazos le sacaron de la muerte .

44

»El nombre de Medoro no es posibleque nunca os le dijese, ni tampocoque mereció gozar del imposible,que tuvo a Orlando vagabundo y loco ;por eso me parece convenible,pues ni deshago, tuerzo, ni revocovuestro decreto y ley, que a mi maridocorone el premio digno ymerecido».

45

Ya el rey Benalamar de común votoa dalle la corona se adelanta,cuando con nuevo estruendo y alborotoel fiero Rostubaldo se levanta;no suena más el erizado Notoentre las hojas de la hercúlea planta,cuando vecina tempestad señala,que el alboroto entonces de la sala .

46

«¿Qué furia»,-dijo-,«¡oh bárbaro senado!,de mujeres al fin cercado entorno,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

te incita inadvertido acelerado,movido de lascivia y de soborno,a dar el premio a un hombre afeminado,con habla, traje y mujeril adorno,adonde están con tan famosos nombresrobustos cuerpos de perfectos hombres?

47

»Mandaba el muerto Rey, o mandar quiso,si bien la ley entiendo e interpreto,que en este breve término improvisojuzgásedes cuál era el más perfeto;¿en un caso tan grave e indeciso,digno de advertimiento y de secreto,por un estruendo de mujeres locas,dais lauro a un hombre que merece tocas?

48

»A un hombre, que es vergüenza que se llamehombre quien tanto a la mujer parece,¿Nerón por qué fue vil?, ¿Cómodo infame?bastante causa su retrato ofrece ;hile, tuerza, devane, teja, trame,guarde el estrado, oficios que merece,o toque a su mujer, pues es su espejo,mas no trate las armas ni el consejo.

49

»Bordarle puede ropas y basquiñascon perlas y oro, lazos y perfiles,o con ella cazar por las campiñasliebres cobardes y conejos viles;los ojos alce y de las verdes niñasespire amor espíritus sutiles,que desvelando a quien le mire el sueño,traigan celoso aAngélica su dueño.

50

»Si al hombre más perfecto se decreta,que la frente le ciña, mal convienedar ese lauro a aquel que tan perfetasimilitud a las mujeres tiene;

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CANTO QUINTO

69 3

¿quién ignora, decid, que la imperfetanaturaleza entonces se previenede hacer hembra el varón, cuando por faltadel calor natural materia falta?

51

»Si esto es ansí, quien tanta semejanzatiene a mujer, indicio es verdaderoque poca perfección del hombre alcanza,y que en el vientre fue mujer primero.¿Y qué pensáis hacer, cuando la lanzay la manopla de bruñido aceroarroje de la mano delicada,y llore en viendo relucir la espada?

52

»Que hay hombre aquí que sufrirá en la frentemás peso que hay del Escorpión a Astrea,del Nilo beberá la inmensa fuente,y comerá los toros de Medea;como Milón arrimará impacientelos hombros a la peña caucaseasi se fuese a caer, y aun si esto puedodecir del mundo, le tendrá en un dedo .

53

»Vosotros de letrados tenéis nombres:¿no veis, engañadísimos jueces,que puedo yo a docenas de estos hombresensartar en la lanza como peces?¿Y tú piensas que importa que me asombrescon tus historias dichas tantas veces?,¿no ves que el tiempo acaba la hermosura,y la divina fama siempre dura?

54

»¿Mas quién te pone culpa, si la tienequien a los premios de mujer se opone,y como vil mujer vestido vienedonde por actos viles se corone?¡Gentil premio y laurel, triunfo solemne,que tan heroica hazaña galardone! ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

mirad, qué César, capitán romano,lleno de afeite rostro, cuello y mano.

55

»¡Mirad quién por mi vida se engrandece,una mujer doncella entre soldados,y un hombre débil, que mujer parece,con los cabellos altos y erizados!¿Pensáis que temo yo, cuando se ofrecelanzas de oro, ni anillos encantados?Ferragut me engendró, su amor le pagoen pretender vuestro perpetuo estrago.

56

»Si aquesto se llevara por la fuerza,por el valor del ánimo robusto,ese laurel, que la virtud esfuerza,en otra frente le viniera aljusto;que vuestro afeminado pecho tuerzadel blanca objeto el apacible gustono es justo que mal término se llame,pues fue del muerto Rey el suyo infame .

57

»Pero triunfad agora, que si puedo,de este brazo le aguarda el fin cercano;¿no veis que el pie no asiento, porque el miedosolo no mate a quien besáis la mano?Todos sabéis que soy rey de Toledo,mas no que Rostubaldo el castellano ;pues defended el reino, rostros bellos,que yo pondré la planta en vuestros cuellos» .

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CANTO SEXTO

CONTRADICE TURCATEO A ROSTUBALDO ;

VIENEN A LAS MANOS TODOS. SEVILLA SE PONE

EN ARMA. NEREIDA, AFICIONADA DE MEDORO,

PIDE SOCORRO A LA MÁGICA MITILENE

z

Dijo, la sala de temor cubriendo,y Angélica de un yelo vuelto en lloro,que al corazón medroso discurriendohizo alterar el pecho de Medoro;pues cuando ya se estaba apercibiendopara vengar su injusto agravio el moro,vio que el seita furioso Turcateohablando ansí, le impide su deseo :

2

«Castellano más bárbaro que fuerasnacido entre abarimos intratables,donde la sangre humana que bebieras,tus entrañas hiciera inexorables ;¿piensas con fieros y con voces fierastus fuerzas ostentar irreparables?,¿nunca supiste que un tostado remoacabó la arrogancia a Polifemo?

3

»¿Sabes cuánto valor y fuerza alcanzala razón que en el cielo vive escrita,que por tu confusión y su venganzaquiere que la defienda un fiero seita,y que se funde agora su esperanzaen el lugar dondejamás habita?

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

¡Oh santa, oh gran justicia que castigas,y a tu verdad los bárbaros obligas!

4

»Soy scita, y soy de la razón amigo,que la he inquirido por las buenas artes,y aunque mi clima a todas enemigo,trújome el cielo por diversas partes,donde la luz y resplandor que sigo,hará que de ese loco intento apartesla arrogante esperanza, que en tu menguaató las manos, y movió la lengua .

5

»Yellas tan cortas y ella tan blasfema,cuanto es razón que el cielo te castiguemuestran la envidia que tu sangre quema,pues propiamente a la hermosura sigue;que viendo con la fuerza que se extrema,hace que tu nobleza se investigue,yla poca que tienes ya se sabe,pues pocas veces con la envidia cabe .

6

»Quieres saber tu falta de nobleza,y que a mostrarla con razón comience,y cómo por tu bárbara asperezaes bien que un bracamana te avergüence?Ya sabes lo que puede la belleza,que el mas bárbaro pecho rinde y vence,pues si el tuyo enfurece indicio es llano,que fuiste más que todos inhumano .

7

»Mas porque no te quejes de malicia,llamando inadvertidos los jueces,quiero satisfacer a su justicia,si al resplandor de la verdad te ofreces;dices que fue soborno e injusticia,que no se consultase muchas veces,y que eligieron los que son electos,en presencia de cuerpos más perfectos.

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8

»De lo primero la razón advierte,y considera su beldad divina,que con su fuerza poderosa y fuertea la verdad los ánimos inclina,la cual entonces se mostró de suerte,que como piedra imán preciosa y fina,así las almas trujo y sus despojos,movidas por el Norte de los ojos .

9

CANTO SEXTO

»¿Qué mayor argumento de su fuerza,que ansï mover aqueste pueblo junto,y que su pretensión deshaga y tuerza,y ceda su valor de todo punto?Si a su enemigo a la alabanza esfuerza,y hasta la envidia de color difunto,¿por qué el senado sabio de estos reyesha de buscar impertinentes leyes?

10

»De lo segundo, Rey, en que propones,que no consideró con advertencialas nuevas y divinas perfecciones,que tiene la real circunferencia,has mostrado por obras y razonestu mucha furia con tu poca ciencia,pues mientras más perfectos los presentes,más dignas fueron de laurel sus frentes.

11

»Sijunto al blanco paño el negro allegas,¿qué maravilla que lo blanco aumente?,pero si el blanco en otro blanco pegas,mucho será mostrarse diferente,pues mira agora la verdad que niegas,que entre uno y otro hermoso pretendienteparecen como el sol por altas cumbresen la presencia de pequeñas lumbres.

12

»Luego, si en tanta perfección se muestraAngélica divina más que todas,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

no ha sido la sentencia tan siniestracomo a tus vanas quejas acomodas;y pues Medoro la dichosa diestrale ha dado en santas y felices bodas,también esjusto que le den la palma,pues es la misma unión del cuerpo y alma.

13

»El sustentar que la color del oro,la nieve de la cara y la blandurahacen cobarde el alma de Medoro,más evidente enseña tu locura,que puesto que se muestre en el decorode la exterior humana arquitectura,muchas veces se engañan los jüicioshechos por fisionómicos indicios .

14

»Medoro fue soldado, y de él sabemosque ha recibido heridas como honrado,que ni en tu rostro ni en tu pecho vemos,aunque te precias de marcial soldado;el medio es la virtud de los extremos,y no pienses que importa a Marte airado,que si estás en tu tierra como el topo,comas el bronce y bebas el canopo.

15

»Ya habemos visto algún feroz gigante,marcial de rostro, sin tener su honra,de barba espeso, bravo de semblante,firme de piernas y de voz sonora,lleno de hierro, y sobre el hierro de ante,decir que aAlcides su valor desdora,y que al instante aquella furia amaina,que se saca la espada de la vaina.

16

»Que Angélica viviese entre soldadoscon tanta honestidad, recato y fama,la da en el mundo títulos honrados,pues en el fuego resistió la llama;

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CANTO SEXTO

69 9

no son fuertes los hombres no probados ;al árbol honra el fruto y no la rama;no es casta la mujer no combatida,sino la que lo fue sin ser vencida.

17

»Yen lo que dices de tu patria y nombre,¿qué importa que lo ignoren o lo entiendan?¿No es un pequeño reino, y eres hombre?,pues reinos y hombres hay que los defiendan;y si deseas que el primero nombre,aunque mi atrevimiento reprehendan,soy yo, que dando fin a tu fiereza,a sus plantas ofrezco tu cabeza».

18

El castellano entonces, que se aplacatan mal sin la venganza del agravio,del encendido pecho la voz sacabañada en sangre del mordido labio .«Fuiste» -responde-, «mujercilla flaca,y entre sus fiestas aparente sabio;mas prueba a dar, pues te ofreciste a hacello,a tan infames pies tan noble cuello».

19

Apenas esto dijo, cuando estabanferoces las espadas esgrimiendo,y ya de todos por la sala andabanlos desnudos aceros reluciendo ;que cuantos a la Bella procuraban,al fiero castellano combatiendo,intentan atrevidos con su muerteprimera suerte en su postrera suerte .

20

Mas no derriba tan furioso el Cierzotodas las secas hojas que arrebata,como su espada y valeroso esfuerzohiere, atropella, rompe y desbarata;cuyas hazañas a callar me fuerzo,por lo mucho que el griego se dilata,

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70 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y por lo que Turpïn también se extiende :que donde Amor regala, Marte ofende .

21

Quita la montañesa Solidenaa un moro acobardado el limpio alfanje,yjunto de Rostubaldo, por quien pena,de un golpe tiende a Florisel de Orange;el brazo fuerte de Leocán cercena,y al Rey que rige el Eufrates y el Gangede un revés sobre telas y damascoscortó los lazos y rompió los cascos .

22

No suele en nave, en quien se enciende fuego,para apagarle echar la gente de ellacapas, ropas y mantas, y estar luegosobre la llama a procurar vencella,como sobre la reina el tropel ciego,a quien por todas partes atropella;le tira cetros, sillas, paños de oro,que arroja así como la capa al toro .

23

Pónesele delante Glorinardo,y riñendo los dos las armas dejan,porque arrojadas del francés gallardo,de Solidena el arrogancia aquejan;como en la Libia con la tigre el pardo,luchan, anhelan, sudan y forcejan,se traban y se muerden y se enlazan,así los dos se aprietan y se abrazan.

24

Mas siendo la ventaja entonces mucha,Solidena con fuerzas montañesasa pocas vueltas de la fiera luchadio de espaldas con él sobre unas mesas;el moro alegre que su voz escucha,que usaba entre sus bélicas empresas,con ser Hércules tiene por infamiamorir entre las bodas de Hipodamia.

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CANTO SEXTO

`101

25

Triste Nicandra, ¿quién te puso al paso,para aumentar pirámides a Egito,y tú, famoso hermano de Gradaso,Manilardo gentil, hijo de Eurito?Lloren Rodas y Arcadia el triste caso,que no se vio más lamentable escritode Lenio y Clovio, a quien mató una puerta ;debió de ser porque no estuvo abierta.

26

¡Qué poco te valió, Lauso, el cubrirtedel rico asiento y la dorada tabla!,que allí la muerte supo descubrirte,y un golpe de otra te dejó sin habla;ni a ti con las alfombras encubrirtede quien el suelo mismo desentabla,rey de Pan%lia, si un madero baja,y entre ellas te sepulta y amortaja .

27

Ni a ti corriendo las veloces alas,cartaginés Evandro, pues hicistemuriendo igual dolor que el tierno Palasal teucro Encasy a su padre triste ;ni a ti con el furor que dos escalaspor las confusas armas esgrimiste,Galo, contra el furor de tantas puntas,asidas juntas y arrancadas juntas .

28

Cual suele con chillido repentinodel álamo escapar la espesa tropade pajarillos cuando el azor vino,y entró furioso por la hojosa copa,con esta misma furia y desatino,dejando entre el honor armasy ropa,huyen por las ventanas y escalerasdel toledano rey las armas iteras .

29

Cuanto encuentra también tira Carpanto,sin respetar castillos, leones, lises,

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70 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

cual sobre el mar el uno y otro canto,el hijo de Neptuno contra Ulises;no te impidió Zelín el hablar tanto,que las orillas de Aqueronte pises,que asido por el cuello, que fue culpa,a un tiempo diste el alma y la disculpa .

30

Celauro ardiendo por la Bella en fuego,al hijo de Zerbín la vista encara,pero el diestro Rolando en ira ciegosobre un venablo un tajo le repara;alcanzole la punta, y vertió luegola roja sangre de la negra cara ;entró en la boca, y viendo que la escupe,no hay pólvora que tanto desocupe .

31

Alza una grada el hijo de Rugero,y a Cloridano magancés la envía;Medoro vuelve a Orfmdo el limpio acero,que Angélica llorando detenía;debajo de un tablón, Zerdano fieroescorpión entre piedras parecía,o como estando el mar del margen lejosse pegan a las peñas los cangrejos .

32

Conun grueso madero de un teatrola llena sala el fiero scita escombra,que el acerado alfanje en partes cuatrorompió de llano en una hueca alfombra;jamás en el romano anfiteatroentre las fiestas, que hoy la fama nombra,se vio león tan espantable y fuerteentre los condenados a la muerte .

33

Félix con furia portuguesa tiraal fiero scita un golpe cara a cara,y del madero a un lado se retira,que un palmo dentro de la tierra para;

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CANTO SEXTO

humo la boca en vez de aliento espira,y cual si fuera delicada vara,álzale en alto, y por los más espesostres veces le tiñó de sangre y sesos.

34

De Brandimarte el hijo a un moro aquejaasido a brazos, y pretende airadoecharle en un jardín desde una reja ;resiste el moro a su cerviz trabado,pero, como le aprieta el cuello, dejacrujiendo las costillas y turbado,cayendo de los brazos vencedores,regó con sangre del jardín las flores.

35

Aun tropel de ladrones descubiertos,hurtando entre las armas atrevidas,que por quitar lasjoyas a los muertos,les ayudaban a quitar las vidas,Leuridemo deshizo los conciertos,rindiéndole las almas las heridas :que el interés de tales ocasionesaventura la vida a mil ladrones .

36

Cayose el alto asiento, y de las gradasla madera cogió la vulgar gente,que entre alfombras, tapices y almohadasahogada gime y quiere alzar la frente ;como suelen de losas levantadas,por donde el azadón lugar consiente,salir los gusanillos y lombrices,así salen de tablas y tapices.

37

Vuelve el rey de Toledo por la parteque ve correr los andaluces moros,y a los que alcanza, de manera parte,que a todos entra un yelo por los poros.«Detente», iba a decirle Tremidarte,y a darle del alcázar los tesoros,

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70 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

cuando entre las palabras con la puntaa la silla de Angélica se junta.

38

Cargan sobre él de la africana escuadracon varias armas una grande tropa;mas como ven que hiende y que taladra,salvan la vida y dan al mar la ropa ;ciérranse diez o doce en una cuadra,que estaba de las salas en la popa,mas de una coz a tierra derribadaseis mató el miedo y otros seis la espada .

39

«En venganza de Félix Leudamiro,puesto que mueres con eterna loa»,-dijo con ansia de un mortal suspiro«yo vengaré la sangre de Lisboa» ;y asíjuntos Árgante y Casimirode Caronte ocuparon popa y proa,sin muchos que aljardín precipitados,quedaron en sus árboles colgados .

40

Púsole a Armilda Galafrón delantepara salvarse con aquel escudo ;ella dio voces, y el cobarde amantearrodelose a sus palabras mudo ;mas Leudamiro fiero y arrogantepasola el pecho tan veloz que pudoherir al moro de la misma suerte,sin que viese la espada ni la muerte .

41

Llegó con esta furia a Rolandino,de quien era opinión (pienso que vana),que era hijo de Orlando Paladino,y de una hermosa dama castellana ;y roto el fuerte acero diamantino,que pensó despreciar aDurindana,se le enredó en el cuello, aunque era un monte,pareciendo las sierpes en Laconte.

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CANTO SEXTO

42

Pero echándole al suyo la gran mano,que de fuerza los nervios descubría,aquel medio francés y castellanosacó la lengua, aunque la voz quería,y así apretó, que por el aire vanoel alma envuelta en sangre discurría,antes que adivinasen sus enojossi salió por la boca o por los ojos .

43

Salía de la sala Rostubaldocomo león del ya sangriento aprisco,matando a Cloridán y al bello Arnaldocon las armas no más del basilisco;«¿adónde vas, sobrino de Reinaldo,entre los pies del escuadrón morisco?»,le dice a voces, y al seguir la empresaMedoro armado en blanco se atraviesa .

44

De unas marinas conchas engastadasla sobreveste pasa la escarcela,de mil plumas cubiertas y esmaltadasdel ave sola, que en Fenicia vuela;a prueba en fin de flechas y de espadaseran desde la gola a la esquínela,con un almete de obra y luz tan raraque si le diera el sol como él cegara .

45

Pero Angélica viendo el mal suceso,(que al fin quien ama, teme y desconfía)con el anillo levantole en peso,que el Géminis del cielo parecía;Rostubaldo colérico en excesole infama, aunque Medor le respondía,mas tan lejos que el eco, que lo intenta,le trujo un `mientes', si es que el viento afrenta.

46

Paran en un jardín, y allí Medoroquiere volver, y enójase con ella,

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70 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

diciendo que ha perdido su decoro,su honor, su fama y su opinión por ella .«Mi rey, mi bien, mi esposo, mi tesoro»,-dice llorando Angélica la Bella-«no eres cobarde tú, mi amor lo ha sido :más te quiero enojado que perdido.

47

»Bien sé yo que tú matas, y que tengoejemplo en mí de tu valor bastante ;pero sabes también que huyendovengode las locuras del señor de Anglante .Temo los hados, y rigor prevengopara quien ni las armas de diamante,ni el fuerte corazón importan nada :que una desdicha es la mayor espada» .

48

Medoro melancólico queríaque le rogase ; mas al fin la Bellase enoja, se regala, se desvía,y él viéndola llorar volviose a ella .Árboles verdes, fuente clara y fría,no descubráis lo que pasó con ella,que bien saben llorando algunos ojos,que paces hace Amor tras sus enojos .

49

Hay enojos de amor en que se fundasu teórica y método, en que asidaestá su esfera, y de quien más redundala práctica a las manos reducida .Esta filosofía tan profunda,y apenas de los hombres entendida,de amarse dos, y el uno preferirse,no acaba de saberse ni decirse.

50

Piensan (y muchos son) que está el misterioen que al principio que este amor se trata,el que de ellos mejor gana el imperio,ése es dueño, ése manda, ése maltrata ;

Page 97: La Hermosura de Angelica

CANTO SEXTO

y que el otro, que vive en cautiverio,y quejamás del yugo se desata,fue que perdió por más humilde y tiernotener la voz, el cetro y el gobierno .

51

Mas como de éstos el ingenio tocano más de la primera superficie,no saben que es el cielo el que provocaa que desprecie aquél, y éste codicie. .No está en la voluntad, o mucha o poca,ni en que éste engañe, forja y artificie ;en los signos está la diferencia:aquél de imperio, y éste de obediencia.

52

Así Medoro goza humilde y tiernala más bella mujer ymás gallardaque ha visto el sol en su carrera eterna ;perdone la difunta Clorinarda.Rige su alma, su albedrío gobierna ;ella le sirve y sus preceptos guarda:que cuanto más una mujer se empeña,más quiere a quien la humilla y la desdeña.

53

Notables son, señor, las desventurasque pasan por Angélica y Medoro,por no querer gozar sus hermosurassin vanagloria, más que ambición de oro;saliendo de las iras y locurasdel cristiano francés y español moro,¿de qué sirvió incitar en otra partelas flechas al Amor, la espada a Marte?

54

Mas la mujer hermosa, que enseñadaa ser querida estuvo algunos días,hállase mal oyendo (y aun se enfada)de sólo un dueño las palabras frías ;el ver llorar, el ver morir la agrada,espadas, armas, ansias y porfias:

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70 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que o ya piensa que es fea, o que está muerta,si no llaman suspiros a su puerta .

55

Aunque si en paz en el Catay vivíalibre de dar a la ocasión cabellos,la sabia Argiba con razón temía,que quiso hacerla un Absalón por ellos;ésta fue por la Bella y Argalíala reina del Catay, en tanto que ellosmataban al francés, húngaro y moro,con la hermosura y con la lanza de oro.

56

Quisiera Argiba, habiéndola criado,casarla con Mirtilo su sobrino,y no que un moro medio muerto hallado,de Angélica y del reino fuera dino .Con esta envidia y pensamiento airado,cuando Medor con ella huyendo vinode la furia de Orlando, buscó trazade darle muerte en una oculta caza.

57

Porque después que veinte reyes fueron,(Medoro entrando en el Catayo), Atlantesde unas andas riquísimas, que hicieronde oro y marfil, de plumas y diamantes,y los indios con fiestas suspendieronla corte y las provincias circunstantes,a un bosque los llevó, de cuyo sueloseñal no diera la mayor del cielo .

58

Tomó la forma de un león albano ;salió a Medor, que estaba en una fuente,desde ella saltó al mar, y del mar canoen un batel, que todo estaba enfrente .Viendo su intento ejecutado en vano,para que no quedase descendientede aquel esclavo indigno a su conceto,otra fiera intención puso en efeto.

Page 99: La Hermosura de Angelica

CANTO SEXTO

59

De Medoro yAngélica, aunque solo,nació Angeloro, de quien ser podríaque oyésedes, señor, si quiere Apolosegunda historia a la primeramía;y viendo el niño que el contrario Polo,naciendo como sol, Oriente hacía,hurtole y diole al mar y a Fortunaen una cesta, que fue barca y cuna .

60

Con este miedo Angélica forzada,y de la vanagloria de la empresa,por ver la tierra de esos pies honrada,las columnas de Alcides atraviesa .¿Mas dónde lleva Apolo desviadade la fiera tragedia que no cesa,la lira que templó para otro efeto? :pero en fin es Angélica el sujeto.

61

No hallando Rostubaldo finalmenteen quién ejecutar su furia y saña,entre las armas de la espesa genteesgrime un árbol como débil caña.No suele más veloz el rayo ardienteen la Bermuda, fiero horror de España,dar en la nave indiana, abriendo luegola nube el trueno, y la cubierta el fuego;

62

ni así la jarcia el huracán destroza,crujiendo las bolinas y brioles,la obencadura, el amantino y boza,y las brazas que cazan los penoles,la escota, amura, racamento y troza,como entre los franceses y españoles,derriba plumas, bandas, paños, sillas,armas, lanzas, espadas y cuchillas.

63

Si el bravo Turcateo la memoriano pusiera en Angélica tan vano,

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71 O

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que saliera a buscalla, de mi historiapresumo que se viera el fin temprano .Mirad ¡qué pudo hacer la vanagloriadesta empresa, Felipe soberano,para mostrar el fin, que la hermosuraapenas de su dueño está segura?

64

Así miró en Lepanto vuestro tíocon- piadosas entrañas y congojasla galera de Malta vuelta un río,las cruces blancas con la sangre rojas,cuando volvió del rey de Argel el brío,las fuerzas bajas y las velas flojas,con la nueva a Selín del triste día,como aquesta sangrienta galería.

65

No se estuviera en su dorada cinta,Marte cruel, la espada de diamante,¿quién te llamaba de tu esfera quintaa regocijo y fiestas semejante?La pesada manopla en sangre tintaentras alzando fiero y arrogante,y muy cubierto del luciente escudo,adonde triunfa Amor, niño desnudo.

66

Pues mira bien que su amorosa fiestano es justo, Marte, alborotar presumas,porque es un niño que la muerte prestade flechas presta innumerables sumas;de los rojos penachos de la crestahará, si quiere, a su saeta plumas ;y esto bien lo conoces, pues te avisadel adulterio la pasada risa .

67

Ya por la noche oscura recogidosestaban los contrarios, y los murosdel alterado alcázar prevenidosde guardas fuertes y de hierros duros;

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CANTO SEXTO

y ya los ciudadanos conmovidospor los lugares altos y seguros,por defender el nuevo Rey que tienen,atalayaban si enemigos vienen .

68

En armas la ciudad y en fuegos arde,unos a defender sus reyes prueban,y otros en triste y enlutado alardelos suyos muertos a los hombros llevan .Los castellanos dicen que no aguarde,y el obstinado intento le repruebana Rostubaldo, que aguardar queríala nueva luz del venidero día.

69

Sale forzado, y a Castilla parte,jurando que ha de dar tan presto el pagoal scita y a los reyes de su parte,que al mundo asombre el inmortal estrago,y que si la ciudad defiende Marte,ha de quedar imagen de Cartago,y de sola ceniza y sangre llenasde la mojada playa las arenas .

70

Partido en fin el moro temerario,que a tantos reyes acabó la vida,osó salir el sol, y al vulgo variomostró de Rostubaldo la partida,y ansí con aparato necesarioAngélica los príncipes convida,donde los más de la pasada empresapacíficos se sientan a la mesa.

71

El rostro puesto en la grosera mano,de la naturaleza afrenta, admiramás que Tersites feo el rey Zerdanolos bellos ojos donde Amor se mira;porque la luz del sol que adora en vano,de verse entre sus niñas le retira;

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71 2 LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que siendo niñas, de su miedo naceesconderse en la sombra que les hace .

72

Que si en los ojos verse mereciera,hermoso entre su gloria le mostraran,aunque temo que así los ofendiera,que sus divinos rayos eclipsaran ;porque segundavez no se atreviera,del cielo de su sol le fulminaran :que a consentir un rato su osadía,pueda en noche convertir su día.

73

También suspenso de Nereida estabael flaco rostro, que por bello estima,de Medoro los ojos contemplaba,y el resplandor a resistir se anima;ya del bozo dorado se enlazabaentre las hebras, que descubre encimade los rosados labios, y le tocatan cierta que avergüenza le provoca.

74

Que la imaginación a veces suele,en el gusto del alma transformada,hacer que la vergüenza nos desvele,que nos pudiera dar ejecutada,mas cuando tanto imaginando vuele,que quede la verdad desengañada,aunque convierta la vergüenza en rosa,segura está de no quedar hermosa.

75

Acábase la espléndida comida,y sobre mesa Angélica razonade cómo fue del scita defendidala ciudad, lajusticia y su corona ;y al justo beneficio agradecida,la victoriosa mano galardonacon un anillo, cuyo medio engastauna esmeralda hermosa, verde y casta.

Page 103: La Hermosura de Angelica

CANTO SEXTO

76

También se trata y pide la defensa,si el castellano vuelve y acomete,porque arrogante por las armas piensahacer que el reino por señor le acete.Promete el scita de vengar su ofensa,lo mismo Leuridemo le promete,yjuran de guardalle la fe propiael gallardo francés y el de Etiopía.

77

Nereida triste de Medoro presa,que sus deseos a la muerte inclina,viendo el incendio y la imposible empresa,apenas a partirse determina;ya le parece que la llama cesa,y su remedio en sombras imagina;y ya con la partida y el ausenciaescucha de su muerte la sentencia .

78

«¿Qué puedo, ¡oh cielosl»-dice- «en tanto dañohacer o imaginar, que me aproveche?,¿qué sirve que la fuerza de un engañode fingida esperanza me pertreche?,¿quedaré por ventura en reino extrañoa sufrir que un extraño me deseche?,¿o ya podré, volviéndome a mi tierra,hacerme fuerte y resistir su guerra?

79

»Confuso miedo, grave atrevimiento,indiferente mal, soñada gloria,fácil querer, difícil pensamiento,que atormentáis el' alma y la memoria,mirad, que quiere agora mi contento,de quien la causa fue vuestra victoria,haceros un oráculo, yApoloque al esperado bien responda solo .

8o

»¿Escuchará mi mal, si aquí me quedoeste Medoro, que sabéis que adoro?,

71 3

Page 104: La Hermosura de Angelica

71 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

81

»Pero sospecha que podrá quererme,aunque tiene mujer hermosay moza,que vela ajeno amor, y el propio duerme,yun viejo gusto a veces se remoza.De sus desojos puede enriquecerme,que nadie estima lo que tiene ygoza :es la propia mujer prenda segura,yamor con miedo de perderse dura .

82

¿y si me voy adonde tanto puedo,podré yo aborrecer este Medoro?,¿habla atrevido amor?, ¿responde miedo?,que de mi cierto bien la senda ignoro :mirad, que si me voy quedo incurable,y si me quedo voy irremediable .

»¡Oh Angélica dichosa, al fin dichosapor esa rica posesión que alcanzas,con cuánta más razón libre y ociosaagora burlarás mis esperanzas!¡Oh cuántas veces, que la voz famosallegó de tus historias y mudanzasa mis oídos, fuiste de mi bocareprehendida por infame y loca!

83

»Cuando me daban de tus cosas parte,con pecho honesto y ánimo sencillo,llamábate yo a ti, por injuriarte,la perdida mujer del esclavillo,mil veces presumiendo condenartea ponzoña y cordel, fuego y cuchillo,porque tantos imperios despreciaste,y al pecho de un esclavo te humillaste .

84

»Imaginaba yo tus blancas manos,curando de Medoro alguna herida,y de asco, por los dioses soberanos,una vez me quitaron la comida;

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CANTO SEXTO

triste, que fueron pensamientos vanos,que agora que le vi, la propia vidaen la menor herida le pusiera,y el alma a que la suya detuviera.

85

»¿Qué me detiene, pues?, ¿qué me suspende?Partir quiero a mi madre, que ella puede,o mitigar el fuego que me enciende,o hacer que libre y satisfecha quede.Si un árbol hace hablar y un monte hiende,y el curso de la luna retrocede,hará que un alma del amor ajenase ablande a sus conjuros y a mi pena».

86

Manda con esto desatar la barca,y puesta en que sus lágrimas remedia,deja el alma en la orilla, el cuerpo embarcaen su ligera nave, y parte a Media,mas su violento amor cortó la Parca,que vuelve tales máquinas tragedia,con el suceso que hubo en el discurso,que el sol desde Aries acabó su curso .

Page 106: La Hermosura de Angelica

CANTO SÉPTIMO

SOLIDENA Y CARPANTO SE VUELVENA SUS TIERRAS . LIDORO YTISBE, ROLANDO

Y ROSELIDA LLEGAN AL MONTE IMANODONDE CORRIENDO FORTUNA SON PRESOS

DE LOS SALVAJES DE GOSFOROSTRO

1

Trazando andaba Amor cómo pudiesehacer que Marte armado confesase,cual de los dos más poderoso fuese,aunque desnudoy niño le encontrase ;con esto no es milagro que encendiesecon flechas de oro y que con plomo helasecomo veréis, señor, de aquí adelante,si él me tratare bien para que cante.

2

Pasados eran ya cuarenta díasen los regalos del amor suaves,en fiestas regocijos y alegrías,para quien ama pesadumbres graves,cuando apesar de vanas fantasíasse ven colmar las aprestadas navesde varios reyes, y de reinas varias,de regiones remotas y contrarias .

3

Sólo Carpanto, a quien Marsilia ofrecetributo como al rey, se determina,por donde caminando resplandece,seguir la bella reina granadina;y así de contemplalla se enriquece,que entre las peñas y árboles camina

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CANTO SÉPTIMO

mirando alegre el escuadrón morisco,que le lleva su dulce basilisco .

A su montaña vuelve Solidenapor Toledo, que el alma le aprisiona,porver el Alejandro de su pena,como en Grecia Rojanes amazona;pisó del Tajo la dorada arena,y la ciudad que de cristal corona,y aposentada bien, hallaron modoque fuese dueño y huéspeda de todo .

5

Vio la cueva, en que vio también Rodrigode su laurel marchita la guirnalda,los montes de Toledo, fuerte abrigo,freno del Tajo y de su bosque espalda;las verdes vegas, que con fruta y trigosirven a la ciudad de hermosa falda,y las puentes altísimas por dondea lo que el Tajo canta eco responde .

G

Vio de la Cava el trágico portillo,por donde el conde la sacó llorando,y fue con limpia fe y amor sencillolas iglesias mozárabes mirando;vio el alcázar de Wambay el castillo,que llamaron los godos San Servando ;después bajando por el bosque abajo,fue a ver lajunta de Jarama y Tajo .

7

Llegó a Madrid y vio sus fuertes murosfundados sobre fuego y vivas peñas,de cielo alegres, de salud seguros,honrados de Lujanes y Ludeñas;¿oh tiempo, cómo tienes tan oscuroslos hechos, las victorias, las enseñasde Vargas, de Castillas y de Hurtados,Luzonesy Ramírez celebrados!

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71 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Suscampos vio, sus aguas saludables,sus aires puros y la sierra enfrente,sus bosques por la caza inestimables,y por la copia de una y otra fuente .Por allí con sus canas venerablesManzanares se tiende humildementesobre su blanda arena, entre mil flores,a escuchar de las aves los amores .

9

Vio el clima tan piadoso a gente sabia,y a la marcial, que en esto se le rindalo más que ha descubierto remo o gaviadel Tajo a la laguna Temerinda;y por decir que vio también la Arabia,vio aquel lugar donde nació Lucinda,tantos años después, porque la viesequien como yo la amase y lo escribiese .

lo

¡Oh patria mía, quién hablar pudiera,(puesto que a mí por tanto amor me cuadre),de tu alabanza, si alguien no dijera,que me adelanto en cosas de mi madre!¡Qué importa haber nacido en tu ribera,si tan lejos de ti mi agüelo y padre,razón me obliga, y ver que es ley seguraque sea tu hijo y goce tu hermosura!

II

Más merece, más puede y más alcanza,pues basta que el mayor rey que ha tenidoEspaña, por su gloria y alabanzay nuestro bien haya en Madrid nacido .Si en Alejandro vemos tal templanzapor sólo un lienzo o mármol esculpido,¿cuánto es másjusto el mundo la anticipepor la persona de un tercer Filipe?

12

Pero volviendo a Tisbe y a Rolando,al belga Liriodoro y Roselida,

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CANTO SÉPTIMO

de cuyas vidas el amor triunfando,a todos cuatro los dejó sin vida;digo que por el Betis navegandopasaron las columnas y medidadel Plus Ultra del Júpiter Segundo,que con César partió su imperio y mundo .

13

Los cuatro finalmente navegabanjuntos el ancho mar líbico y griego,pero perdidos, porque al fin llevabanpor norte un niño y por piloto un ciego ;ardiendo por el agua caminaban,que en agua vive del amor el fuego,como de Mongibelo la alta cumbreentre balas de hielo escupe lumbre.

14

Jurado lleva a Tisbe Liriodorode ser Píramo suyo hasta la muerte,y haciendo un lazo de sus hebras de oro,hizo, aunque hermosa, la prisión más fuerte .No envidia Roselida el cetro moro,ni el andaluz imperio la divierte :quejuzga por mayor corona y gloriade Rolando vivir en la memoria.

15

Ya de la virazón fresca obligadosdejan a Cádiz, y el Oeste aumentalas hinchadas mejillas, desdobladoslos lienzos, sin tocar la racamenta .Suena el pito los ferros levantados,y en el campo de plata, en que apacientasus ovejas marítimas Proteo,se va mirando con soberbia el Treo .

16

Dejan el mar Cantábrico, siguiendodel Atlántico fiero la derrota,las Fortunadas Islas descubriendo,refugio ahora de española flota ;

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72 0 LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y luego las Hespéridas, que hiriendocon blanca espuma ciñe y alborota,aunque este nombre antiguo deja y pierdela isla que hoy se llama Cabo Verde.

17

Vieron el Carro de los dioses, tierraque en la gentilidad tuvo este nombre,y ya se llama la Leona Sierra,¡tanto se trueca el tiempo y muda el hombre!,y el Promontorio de los vientos guerra,que no hay segura nave que no asombrellamado del Océano león bravo,y hoy de las Buenas Esperanzas Cabo.

18

Llegaron a Terralta, aquella antigua,donde del grande Salomón la armadahaber traído el oro se averiguaal cabo de tres años desterrada;gran costa de Etiopia, que atestiguael lusitano esfuerzo conquistadade aquellos portugueses, cuya famadel centro a todo el círculo derrama.

19

Aquellos que del mar de Trapobanahumillaron la furia nunca vista,y el áurea Quersoneso vieron llana,Malaca ya después de su conquista,por quien la unay otra Java indianaen el pendón de nuestra fe se alistaa cuya espalda el mar innavegablese puede vadear manso y tratable .

20

Los que peregrinaron más que Ulises,de quien desciende, ya vengado el griego,cuando el troyano a su querido Anquisescon el fuego de amor sacó del fuego;los que el león y las doradas lises,y el águila imperial para sosiego

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CANTO SÉPTIMO

de España, Francia yAlemania unieroncon ricas prendas que sus quinas dieron .

21

Detúvome en aquesto justamenteel único valor del pueblo luso,y porque nuestra nave el inclementeviento detiene con rumor confuso,que arrojado de cuarta diferente,a la flaqueza de su vela opusofuria tan desigual, que de aquel vuelojuntos midieron el abismo y cielo .

22

Al fin con todo aquello que padeceun pobre leño, que el furor contrastadel fiero viento que las ondas crece,y en otras partes referido basta,la humilde nave el alto cuello ofrecea quien los altos montes rompe y gasta,viniendo a dar bien cerca de la tierra,que los pintados psítacos encierra.

23

Con la desnuda gente, que la heladazona frígida alcanza, de estaturagentil, gallarda, igual, proporcionada,puesto que en playa pobre y mal segura;de aquí se vio la nave arrebatadade otro contrario viento, que procurallevarla contra aquel levante fiero,que su ruina pretendió primero.

24

Ya, pues, estando de la tierra cerca,llamada la Bresilia, un remolinola quebrantada nave en torno cercaarrojado del monte convecino .No suele el agua de profunda alberca,cuando a las ruedas impelida vino,suelta del rudo agricultor la presa,moverlas tanto hasta que el agua cesa .

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72 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

Era la causa que estos montes dicenser hechos todos de una imán preciosa,cosa que mil ingenios contradicen,como si fuera entonces milagrosa ;yo no sé qué testigos lo autoricen,ni que es naturaleza fabulosa;pero miro los monstruos que produjo,donde Alejandro su codicia trajo.

26

Fuentes se han visto, y a verdad responde,que abrasan, y otras que la seda tiñende mil colores en la tierra, adondesobre el sepulcro de Virgilio riñen.Ysi hayun árbol que en su hueco esconde,y sus cortezas arrugadas ciñen,cincuenta y más caballos, ¿por qué espantatener un monte piedra, pues no es santa?

27

Si hay montes de oro y plata y esmeraldas,rubíes y diamantes y topacios,cubiertos por las cumbres y las faldas,dividiendo las peñas sus espacios;si el oro de los cetros y guirnaldas,de las coronas, templos y palaciosprimero fue de un monte y de una sierra,que como parto suyo en sí le encierra ;

28

¿por qué es dificultoso que haya hechonaturaleza un monte, pues lo sabe,todo de piedra imán, a su despechodel quejamás le ha visto con su nave?¿cómo quedara un hombre satisfecho,si le dijeran que parlaba un ave,y no se hubiera visto copia tanta,extraña y propia, cuya lengua espanta?

29

Pues quien hizo que de oro, piedra, plata,un monte fuese su principio y cepa,

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CANTO SÉPTIMO

y tanto un árbol, que crio, dilata,que por su tronco alguna torre quepa;y quien después que nuestra lengua trata,hace que un ave nuestra lengua sepa,hizo una piedra imán que un monte excede :no gran milagro de quien tanto puede.

30

Atraen de estas piedras las más buenashierro y madera, y cosas bien contrarias,y las naves antiguas iban llenasde mil paveses con pinturas varias ;con defensas de cables y cadenas,y otros cabos y escalas necesarias,sin remates de cuerdas y dejarcias,hierros, escudos y defensas marcias.

31

Que como entonces ni esmeril, ni verso,falconete, cañón, ni culebrinahabía dado al mundo aquel perverso,que de Marte ofendió la disciplina,como era el noble pelear diverso,y espantaba la pez y la resina,que aún la pólvora estaba sepultadaen el infierno, donde fue criada .

32

Las naves iban contra fuego y flechasde láminas de hierro guarnecidas,como las que primero fueron hechaspara sepulcros de infinitas vidas;que con sus cuerdasvan cantando endechas,del aire dichas, de la muerte oídas,y de este hierro y armas aceradasfueron al monte de la imán llevadas .

33

La nuestra con la fuerza impetuosa,en llegando a la peña descubierta,con voz de todos juntos lastimosafue del trinquete a la mesana abierta;

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72 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

quejáronse los leños, y furiosallegó la mar a la primer cubierta,que del extraño golpe de la rocaabrió la quilla bien bastante boca .

34

El marinero que la escota asíapara torcer la vela, ya la cogecon otras manos, que la muerte fríalas vivas cuerdas de su nave encoge ;y el que tan grande máquina regía,rige una tabla sobre quien escogeel cuerpo, que era allí con menos ropanave, vela, timón, árbol, proa y popa .

35

Acostose una parte hacía la peña,y fue la que les cupo a los amantes,a quien Amor con nuevo esfuerzo enseñaresistir a peligros semejantes ;que en una tabla, Liriodor, pequeñamesa que fue para convites antes,aTisbe puso, que delante en ellafue norte a los demás, y al cielo estrella .

36

Nadando luego con el brazo diestro,con el siniestro aquella tabla impele,que es de la nave el marinero diestro,y a quien su hacienda como a dueño duele.«¡Ay, llegue» -dice y llora- «mar siniestro,por más que el Euro por tus ondas vuele,el nuevo barco al defendido puerto,y quede yo sobre tus aguas muerto!» .

37

Rolando estaba ya de un golpe extrañodel flujo de la mar casi en la arena,y de su vida con notorio dañodijo, la boca de agua y muerte llena:«¿Piensa Neptuno con aqueste engañomi Roselida convertir sirena?,

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CANTO SÉPTIMO

¿mas, cómo puede ser que en la mar trate,que quien llora por mí cantando mate?» .

3s

Diciendo estas palabras tristes violadentro en la rota gavia del navío,que a modo de barquilla pobre y solaandaba a discreción del viento frío ;entonces él por una y otra olala furia rompe del salado río,y asiéndola, a pesar del gran reflujo,sin alma casi el bello cuerpo trujo.

39

Pero apenas estaban en la rocacobrando aliento, el agua vomitando,y de la gente, que escapó bien poca,con vista alegre el número mirando,cuando salieron de la oscura bocade unos peñascos cóncavos gritandoun género de monstruos, que vivíande los que allí para morir venían .

40

Era su forma humana, y de un vellosocuero cubierta, y por extremo ardienteslos vivos ojos, que un vellón cerdosomostraba apenas por las negras frentesceñidas de un espino verde hojoso,cuyas puntas agudas y pungentes,trabadas en las cerdas intrincadas,eran sus eslabones y lazadas.

41

Las plantas vueltas hacia atrás ligeras,como se ven los feos abarimos,con que pueden trepar palmas enteras,y gozar de sus dátiles opimos;cubren de hiedra las cinturas fieras,trabadas ramas, hojas y racimos,que el deshonesto entre ellos es pecado,más que homicidio y hurto castigado .

Page 116: La Hermosura de Angelica

72 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

No es gente que sin ley vive, pues tienensu gobierno y república y sus leyes,que no de Roma, ni de Grecia vienen,mas son establecidas por sus reyes.De yerbas que conocen se mantienen,que no rompen la tierra arado y bueyes,hasta que el monte de su imán les cazacarne, que venden pública en la plaza.

43

Tienen letras y libros de cortezasde álamos blancos y cuadernos tales;sus leyes, oraciones y proezas,escriben con agudos pedernales,y como de las nieves y asperezas,y los fieros calores estivalesno ven autor que más que el sol se vea,quieren que Dios sobre los otros sea.

44

Éste dicen que es padre soberanode invierno, primavera, otoño, estío,de las flores y frutas del verano,y de las aguas del invierno frío .Es su cuenta los dedos de la mano,su dinero las conchas de algún río;sólo en crueldad a más rigor se atreven,que los que el Tanais por su extremo beben.

45

Aman el matrimonio, y en muriendoel marido o mujer, con la congojaque siente el vivo, de la mar subiendoa una alta peña en su furor se arroja.La eternidad del alma conociendo,de la mortal corteza se despoja,que con el claro sol tienen por cierto,que va a gozar de lo que amaba el muerto.

46

Al más discreto por el rey eligen,adoran al que inventa alguna cosa,

Page 117: La Hermosura de Angelica

CANTO SÉPTIMO

y al que es ladrón de tal manera afligen,que no le dura más la vida ociosa.Dóciles son al fin, y se corrigen,que su naturaleza prodigiosasólo parece bárbaray tiranaen beber y comer la sangre humana.

47

Porque sin duda hubieran aprendidoel modo de vivir humanamente,si luz alguna hubieran conocidode la viva razón resplandeciente ;el monte Imano la ocasión ha sido,adonde tienen de arrojada gentedel vómito dei mar tanta comida,que es el trato y comercio de su vida.

48

Arriéndase esta peña y la ribera,y al que le cabe, guarda y gente pone,y en viendo la nave, sale afuera,sin que vivo ni muerto se perdone.Llévase al monstruo o rey la presa entera ;escoge, y luego en la demás disponeel pueblo a más y menos por concierto:quien puede compra vivo, quien no, muerto .

49

Parajustificar este pecado,con ídolos que tienen, se pronunciauna sentencia por real senado,proponiendo la causa el que denuncia,porque en su templo a Febo dedicado,cubierto de laurel, verbena y juncia,con sangre de una víctima que ofrecen,absuelven el castigo que merecen .

50

Al fin, el escuadrón de todosjuntosllega a los tristes, que aun temiendo al cielo,del alta esfera, los extremos puntosrotos, pensaron que bajaba al suelo;

Page 118: La Hermosura de Angelica

72 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

los vivos, medio muertos y difuntos,cual suele pescador de pobre anzuelo,que ya con más caudal las redes tiende,junta, amontona, mezcla, enlaza y prende .

51

No se resiste, ni se mueve alguno,antes se quejan de la suerte dura,porque en el ancho campo de Neptunonegarles quiso incierta sepultura .Ya no quisiera, y con razón, ningunohaber salido a tierra, antes procurael que salió del mar con tanta guerra,volver al mar huyendo de la tierra .

52

Cogen su presa mísera, y entre ellosllevan a Liriodoro y Roselida,la madeja preciosa de cabellospor las atadas manos descogida,virtiendo perlas de los ojos bellos,y a vueltas de sus lágrimas la vidadel rendido alemán, que medio vivollora su presa libertad cautivo.

53

Tisbe entre aquel furor huyendo entroseen una boca de una abierta peña,y más que sus carámbanos helosede ver la oscuridad y horror que enseña ;enmudeció, cayó, temió, turbose,como el que va corriendo, cuando sueña,que se aligera y alza, y cuando pruebaparece que en los pies un monte lleva.

54

Ya Liriodoro convertido en Argosmiraba si su Tisbe entre ellos iba,muy atento a escuchar llantos amargos,por conocer la voz de su cautíva,pero quiere Fortuna que más largosdiscursos tristes de su historia escriba;

Page 119: La Hermosura de Angelica

CANTO SÉPTIMO

cautivo lleva el cuerpo y no se queja,por ser la peña donde el alma deja .

55

Llegan los monstruos a un cercado valledel monte mismo, a modo de guirnalda,por donde haciendo una arenosa callebajaba un río de la verde espalda;suelen con sangre humana acrecentalle,porque en su orilla, de los montes falda,tienen sus chozas de olmos y laureles,de secas palmas y de blancas pieles .

56

En entrando por él, con grandes gritosel pueblo hambriento sigue la comida,cual suele el negro bando de mosquitosla fruta maltratada y ofendida;hombres, mujeres, niños infinitos,que apenas hay alguno que no pida,como si se pudiesen dar pedazosde sanas piernas y de enteros brazos .

57

El Rey estaba en un grosero asiento,de troncos hecho, en medio de la plaza,que por su gravedad miraba atentodesde lo alto la reciente caza;el capitán del escuadrón hambrientoel cerrado lugar desembaraza,y ya en silencio el murmurar prolijo,hizo su salva al Reyy al pueblo, y dijo :

58

«Gosforostro dichoso, a quien el cielo,y el gran ídolo Sol de rostro ardiente,señor te haga del bendito suelo,en que ha nacido aquesta hermosa gente;yo, Grifelino, el capitán que veloel monte Imano voluntariamente,traigo estos presos y sus armas fieras,que sin licencia entraron tus riberas.

Page 120: La Hermosura de Angelica

73 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

59

»Que, pues vinieron con su nave ocultaa tu remota playa y gran montaña,ninguno de nosotros dificultaser de enemigos atrevida hazaña;con tu senado y viejos lo consulta ;viva si es justo, o muera si te daña,gente que viene por tan varios maresa bañar con su sangre tus altares»,

60

dijo, y bañando el rostro el Rey, dio muestrade que el presente caso se vería;los viejos monstruos de su mano diestra,que un blanco pelo hasta los pies cubría,con otros quejuntó de la siniestra,que el gobierno del pueblo parecía,sin aguardar que más del caso informe,confirman el delito por enorme .

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CANTO OCTAVO

SACRIFICAN LOS SALVAJES A LIRIODORO;

TISBE, FINGIÉNDOSE EL SOL QUE ADORAN, LE LIBRA

CON ESTE ENGAÑO DE LA MUERTE

¡Qué mal quejuzgarájuez hambriento,o movido de amor y de codicia!Codicia, hambre y amor son fundamentode la calumnia, envidia y la malicia.Hambre no quiere espacio, amor violentorompe el derecho, arrastra lajusticia ;codicia es tal que al mismo amor sentencia :aquíjuzgan los tres, ¡triste inocencia!

2

Ya el Rey entre los presos se declaraque tiene el alma libre en Roselida,tanta es la fuerza de una hermosa cara,que a tierno amor un bárbaro convida.Luego en satisfacer y hartar reparael apetito a costa de la vidadel hijo de Isabela desdichada,por carne más hermosay regalada.

3

Levántase uno, en siendo sentenciados,diciendo : «a ti, señor, humillo y postroestos cautivos por su daño osados»,a quien responde alegre Gosforostro:«sólo quiero esos dos afeminados,y esa mujer de peregrino rostro :los dos para servir mi altar y mesa,y ella porque me tiene el alma presa» .

Page 122: La Hermosura de Angelica

73 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

4

Cual suele alegre pueblo en la manada,que con redil nudoso en campo tieneel dueño labradorjunta y cercada,para la Pascua en víspera soleneescoger del cordero que le agrada,uno sale con él, y el otro viene,bala el ganado y el cuchillo suena,y el que primero muere, menos pena,

5

ansí de aquéllos la sentencia oída,un gran tropel la gente desbarata,y entrando por la carne ya vendida,escoge, aprecia, compra, lleva y mata .Éste le coge a cuestas, y convidaal amigo ypariente, y aquél atalos brazos del que lleva al primer tronco,y pasa el pecho de plegarias ronco.

G

Cuál desnuda el jubón, y se le viste,cuál a la entera y estirada calzael pecho pone, y por manga embiste,y en lugar de la pierna el brazo calza;no hay viejo sin color, ni mozo triste,desnudo niño, ni mujer descalza,que algunos de galanes y lozanosse calzan los zapatos en las manos.

7

Cuál padre hambriento, cuando el hijo pide,por no le dar del hombre medio abierto,su llanto acalla, su apetito impidecon una pluma o tafetán del muerto;cuál vestido y calzado le divide,de distinguir la carne y ropa incierto,hace asador un verde enebro, y luegotemblando los pedazos pone al fuego.

8

Ya parten a buscar su centro ardienteel humo y las centellas de los fuegos;

Page 123: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

suben y bajan de la humilde gentelágrimas a la tierra, al cielo ruegos ;ya mira el Rey los soles de la frentede Roselida con sus ojos ciegos,y al húngaro con boca abierta y llena,haciendo de los dos comida y cena .

9

A su choza los lleva, y porque quisoque fuese Liriodor sacrificado,manda que esté con guarda al mármol lisode la ancha boca de una cueva atado.Lleva el mancebo hermoso de improvisoun escuadrón de bárbaros formado,y en ver la peña, el corazón le enseña,que se le queda el alma en otra peña .

10

Mandó luego matar al rey de Hungría,cenar pensando de unapierna o brazo,y hacer su blanda cama, en que seríadel himeneo celebrado el lazo ;mas un viejo de aquéllos impedíaal fiero Rey la brevedad del plazo,diciendo ser del Sol ofensa y vicio,antes de ser acepto el sacrificio .

11

Atodos pareció cosa tan justa,que el monstruo a su pesar calló, y dejolessalir con su opinión, y la robustamano, en señal de no ofenderla, dioles .«Si mañana» -les dice- «se disgustael Sol de aqueste bien, ya tengo soles,que si antes adoraba un solo Apolo,agora dos, que gozaré yo solo».

12

Ya del padre Oceano en la gran fuente,donde Lampecia el muerto hermano llora,bañaba humilde el sol la rubia frente,que de oro menos puro el agua dora ;

Page 124: La Hermosura de Angelica

73 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

anunciaba el lucero diligentela gran noche del sueño engendradora,cuando Tisbe saliendo de su cuevabuscaba el alma, que la suya lleva .

13

Puesta en la cumbre de la gran montaña,a mirar comenzó desde una peñalas blancas chozas, que la luna bañade pura luz con reflexión pequeña,y cuando vio que de la gente extrañani el viento voz, ni el rayo sombra enseña,a consultar comienza al pensamientoun grande yvaroníl atrevimiento .

14

«¡Ay!» -dice-, «¿qué haré doncella triste,sola en un monte, ypuesta en tanto daño?,ioh hermosa vanidad que me trujistede mi reino a morir en reino extraño!,¡tú la ocasión de mis desdichas fuiste,loca hermosura, de la vida engaño!,¡oh manjar de la tierra y del profundo,azote con que Dios castiga el mundo!

15

»¿Adónde iré, que si los ojos vuelvoal mar, no hay leño de mi nave fuerte,y si a buscar la tierra me resuelvo,no hay huésped más humano que la muerte?Pues si la historia de mi amor revuelvo,no hay esperanza que al remedio acierte,ni pena sabe el mundo más temida,que disponer de una confusa vida .

16

»Pues si para acabar con todo quieroecharme de este monte no es másjustoofrezcer yo la vida al mismo acero,que tú por mí la ofreces con tal gusto.Muera en la muerte, si en la vida muero,que muere bien quien vive con disgusto,

Page 125: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

y si los cuerpos no juntó la suerteen vida,junte nuestra sangre en muerte .

17

»¿Qué cuenta daré yo de tu bellezaal cielo y sujusticia vengativa,de aquesa tierna edad y gentileza,si tú mueres por mí, quedando viva?,¿oh amor!, mis pies cobardes endereza,donde la muerte de los dos se escriba,que de que se arrepienta tengo miedo,de que muere por mí, que viva quedo» .

18

En estos y otros tristes pensamientosgran parte estuvo de la noche, y cuandoestán a los villanos soñolientoscon ronca voz los gallos despertando,movió con más furor los pasos lentos,que si fuera la vida procurandopara buscar la muerte con buscalle,del alto monte descendiendo al valle.

19

Llega Tisbe a las chozas y llamara,mas presumió que el bárbaro primero,sin vella Liriodoro, ensangrentaraen su desnudo pecho el blanco acero.Guiada, pues, de Cintia, entonces clara,,del arenoso valle en lo postrero,la puerta vio de una alta casa abierta,de mil cipreses lúgubres cubierta .

20

Era esta casa el templo donde estabaaquel rústico altar, en que esta genteal gran ídolo sol sacrificaba,no como aquél en Éfeso excelente ;no el dórico artificio le adornaba,ni la puerta coríntíca la frente,no hizo sus estatuas Praxiteles,ni sus retablos el pincel de Apeles .

Page 126: La Hermosura de Angelica

73 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

21

Sobre unos gruesos árboles apenasparajuntar, ni parecer labrados,casi de ramas las cortezas llenas,estaban otros al través cruzados,como se ven del mástil las entenas,unos con otros con maroma atados,o cuales fueron las romanas puentesdel Rubicón famoso en las corrientes .

22

Deun tosco leño de labrado pinosobre el altar estaba mal labradoel que lloró por el laurel divino,de mil ardientes rayos coronado ;por ojos un diamante grande yfinoen cada hueco sin primor clavado,y el rostro circular todo encendido,de la color del múrice teñido .

23

Bien como cuando de batalla fiera,por la victoria y noche interrumpida,entra el soldado mísero, que esperacon la tiniebla guarecer la vida,por las contrarias armas y bandera,que fue primero de mirar temida,y entre sus propios enemigos pasa,entró la griega por la oscura casa .

24

Romper quería el alba clara y pura,despertando las aves y animales,el negro velo de la noche oscurapintado con estrellas desiguales,cuando la sola reina sin venturaoyó cerca del templo voces tales,que si entender no puede sus razones,escucha de su muerte los pregones .

25

No huye de la voz del fiero loboal pecho de la madre el corderillo,

Page 127: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

que estaba en el espino yverde escobopaciendo la flor blanca del tomillo,como Tisbe huyó, temiendo el robodel monstruo fiero y su cruel cuchillo,tanto que por el árbol más derecho,de la alta casa se escondió en el techo.

26

Que dieron al subir lugar bastantelas ramas en que asir la planta firme,y de una casa al alto semejanteespacio el techo en que su cuerpo afirme;no porque el miedo de morir la espante,y el ver que la sentencia se confirme,mas porguardar la vida mientras vive,la vida de quien ella la recibe .

27

Quedose Tisbe allí toda cubiertadel enramado techo, y vio que estabade aquella gente la canalla inciertade que en su templo cosa viva estaba ;tembló de ver que por la tierra abiertateosos pinos y álamos hincaba,que el alma, y más cuando es el resto vida,nunca al juego de amor de falso envida .

28

Luego que de romeros le cercaron,cubriendo el suelo de espadaña y lirios,por todas cuatro partes le adornaronde secas teas en lugar de cirios;allí temor y amor imaginaronpronósticos de muertes y martirios,y ellos sobre los trágicos asientospusieron los solares instrumentos .

29

Acabáronle al fin de aquella suerteque las scenas satíricas de Roma,Tisbe como le vio tan poco fuerte,justas sospechas del suceso toma ;

Page 128: La Hermosura de Angelica

73 8 LA HERNIOSURA DE ANGÉLICA

de algún cautivo imaginó la muerte,y así por una quiebra el rostro asoma,que con formalla acaso dos maderos,fue cielo de sus ojos y luceros.

30

A su meridiano el sol llegaba,sin que temiese la fiereza al Toro,cuando ya Gosforostro convocabapueblo, ministros, preso, guarda y coro,para sacrificar al dios que amaba,media vida de Tisbe en Liriodoro .¡Oh cosa lastimosa y siempre oída,que lo quejunta amor, muerte divida!

31

Sacaron de la cárcel espantableal bello Liriodor medio difuntocon aparato y pompa funerable,en larga procesión del pueblo junto.Iba su sacerdote venerable,de aquel antiguo bacanal trasunto,con ancho rostro, rubio y colorado,como es el Bóreas cuando sopla hinchado .

32

Cantaban con las voces más llorosas,que entre las aves tristes y agorerasse escucharon horribles y espantosasdel tesálico mar en las riberas;o como son en Tracia dolorosaslas que al infierno dan las hechiceras,y de las almas el aullido, en tantoquejuzga sus delitos Radamanto.

33

Sonaba a tiempo un coro de trompetas,hechas de verdes y labradas cañas,tan rústicas, bastardas e imperfetas,como su autor de Arcadia en las montañas .Por ventura tuvieras más quietastus plantas, !oh Siringa!, de espadañas,

Page 129: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

739

al Sátiro aguardando, si pensarasque tan horrible música inventaras .

34

Al templo llega con aquesta pausael escuadrón devoto y en entrando,nuevo silencio por el vulgo causa,del teatro los árboles cercando .Tísbe, que ignora la secreta causa,atenta estuvo, mayormente cuandovio que subía Gosforostro arriba,de mirto coronado y verde oliva .

35

Yluego vio que tras alguna gentecon rostro enflaquecido y amarillosube un mancebo hermoso e inocente,víctima humilde al bárbaro cuchillo .Conociole, aunque flaco y diferente,por dueñojusto de su amor sencillo,que en las amadas prendas y despojosprimero mira el alma que los ojos .

36

Pues viendo Tisbe al mísero manceboya condenado a sacrificio y muerte,con nuevos ojos y con llanto nuevonuevas perlas del mar engendra y vierte;no del Aurora ha visto el claro Febolágrimas en las flores de tal suerte,pues cayendo de arriba, piensa el sueloque sus estrellas mismas llora el cielo .

37

Ya ponen el altar fúnebre y triste,cubierto de ciprés tambien funesto;ya el sacerdote su ornamento viste,de mil palmitos frágiles compuesto;ya el mudo pueblo con la vista asisteal horrendo espectáculo dispuesto,y ya la humilde víctima, que allegael cuello blanco al negro hierro entrega.

Page 130: La Hermosura de Angelica

%4O

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

38

Cuando Tisbe encendiéndose furiosa,como tan cierto lo que teme supo,imaginó la más extraña cosa,que en pecho humano o pensamiento cupo ;pues no fue tal de Filomena hermosala varia red donde pintó el estrupode aquel que agora el ruiseñor disfama.¡Oh cuánto sabe la mujer que ama!

39

Quitose un gran collar, que cien diamantescatorce sierpes engastaban de oro,y otras piezas riquísimas, bastantesa enriquecer el indio mar y el moro;hizo de todas rayos semejantesa la cara del sol, cuyo tesoroel demonio, que a veces los hablaba,en figura del ídolo imitaba.

40

De la manera que su frente enrubia,después que en parda nube el sol recluso,iris verde y azul templó la lluvia,Tisbe su rostro celestial compuso;que descogiendo la madeja rubia,todas las piedras como rayos puso,juntando el oro al oro del cabello,la lluvia serenando al rostro bello.

41

Pues engastando el cielo cristalino,tan rica pieza por milagro hicieron,cual nunca al avariento Midas vino,ni Creso y Dario en sus tesoros vieron ;con dos zafiros yun rubí mas fino,que del rico Ceilán las islas dieron,en los ojos y boca, que excedíanel resplandor y piedras que tenían.

42

Nunca por las ventanas del Orientetan bellas Febo descogió sus hebras,

Page 131: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

como Tisbe su rubia hermosa frentedel alto techo por abiertas quiebras;no fuera tanto la Etiopía ardiente,ni Libia engendradora de culebras,si el carro, que a Faetón dio muerte fiera,de aqueste nuevo sol regido fuera.

43

El cuerpo con las ramas encubriendo,descubre el rostro, y luego con voz altaun «¡ayl» formó tan triste y estupendo,quejunto pueblo admira y sobresalta;alzaron todos la cabeza, yviendoel rostro que del templo el cielo esmalta,pensaron que era el sol, que no consientela sangre de la víctima inocente .

44

Híncanse de rodillas, yen los pechosdándose golpes a su dios adoran,y en vivas tiernas lágrimas deshechos,por gran pecado el sacrificio lloran ;del inocente joven satisfechosen voces tristes su favor imploran,pidiendo que a su sol (que al fin lo era),impida la venganza que se espera.

45

En viendo, pues, los bárbaros medrososdel nuevo sol fingido y contrahecho,alzó los rayos de su cielo hermosos,hiriendo con los pies el frágil techo,y como daba aullidos temerosos,al de mayor valor, ingenio y pecho,con una fiera voz que atemorizala barba tiembla y el cabello heriza .

46

Dispara luego tanta piedra y ramas,cuantas de todas partes quitar puede,que muchas veces a las tiernas damas

Page 132: La Hermosura de Angelica

742

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

da fuerza amor, que a un Hércules excede ;ya piensa el Rey que sus ardientes llamasdespide el sol, porque abrasado quede,y que el templo será ceniza y humodesde el cimiento bajo al techo sumo.

47

De donde entonces sin piedad desciendenárboles, troncos y maderos gruesos,que quiebran piernas y cabezas hienden,esparciendo en el viento sangre y sesos;sólo no tocan ni el teatro ofenden,a donde están los miserables presos :perdona Dios mil malos por un justo,Tisbe por Liriodor al pueblo injusto.

48

Cuál muerto cae, y cuál descoyuntado,y cuál la frente o la cabeza abierta,el rostro en sangre y lágrimas bañado,apenas ve para salir la puerta.El tímido escuadrón aceleradola plaza deja sola y descubierta,los ministros, el Rey, el sacerdotetemen de Dios el vengativo azote.

49

Cuál suelta el hijo por correr ligero,que en brazos para ver antes tenía;cuál iba a hablar, y le cortó un maderola vida y la palabra que decía;cuál en la puerta, por salir primero,al padre o la mujer desconocía :que es la puerta del miedo tan estrecha,que ni deudo ni deudas aprovecha.

50

Al carro de la noche sucesivo,cuyas ruedas somníferas bajaban,daba breve lugar el sol estivo,y las nubes con él se matizaban,

Page 133: La Hermosura de Angelica

CANTO OCTAVO

74 3

cuando esparcido el pueblo fugitivo,sus temerosas plantas ocupabanentre los montes con ligeros saltosganchosos pinos y peñascos altos.

Page 134: La Hermosura de Angelica

CANTO NOVENO

QUÉDANSE EN UN DESIERTO LIRIODOROY TISBE ; DESCRÍBESE EL MONTE DE LA SABIA

MITILENE, A QUIEN NEREIDA CUENTADE LA MANERA QUE FUE VENCIDADE LA HERMOSURA DE MEDORO

1

Si nombre, si valor, si fama ha dadoestratagema de mujer y esposaa Michol por el vulto fabricado,y por el traje a doña Sancha hermosa,no cubra olvido, envidia a tiempo airadola hazaña ilustre de su amor famosacon que, Filipo excelso, habéis oído,que Tisbe dio la vida a su marido .

2

No huye más la escuadra fugitivade saltadoras cabras por las breñasdel arroyo furiosos que derribapresas, molinos, árboles y aceñas,ni por las palmas van trepando arribaligeros simios, o por altas peñas,cuando temen que el pecho les escarbela flecha que despide el brazo alarbe,

3

como los monstruos esparcidos trepanaltas peñas y plátanos hojosos,que apenas hay lugar a donde quepan,con pies helados y ánimos dudosos;hasta que de su dios airado sepan,que ha templado los rayos rigurosos,

Page 135: La Hermosura de Angelica

CANTO NOVENO

juran de no volver con pies osadosa su ciudad de albergues enramados.

4

Estaba Liriodor tan encogidode verse atado y en peligro tanto,que le fuera la muerte buen partido,y no del sol el favorable espanto.Tisbe como le mira enternecidobañar los ojos de piadoso llanto,bajó de arriba con tan gran denuedo,que acrecentó de Liriodor el miedo .

5

Lazos desata, y con los brazos atael cuello, que al favor respira un poco,diciendo : «Quien de amor verdades trata,no juzgará mi honesto amor por loco ;al tuyo fuera honestidad ingrata,porque si vivo te contemplo y toco,justo parece que, sin fuerza o ruego,haya piedad de tu amoroso fuego.

G

»No han menester papeles y terceros,ni de interés el lazo infame y fuerteaquéllos cuyos pechos verdaderospor accidente concertó la suerte ;amor engendran los trabajos fieros,la cárcel y el peligro de la muerte ;harto hablaron tus ojos casi fríos¿y qué más trato que agradar los míos?

7

»Aquella Tisbe soy, que ya no es suya,que escondida en lo alto de este templopuse mi vida por la vida tuya,de este mi amor honesto ejemplo;hice que el pueblo por sus puertas huya,con cuya sangre derramada temploel enojo, que tuve en ver tan fríala de tus venas, que abrazó la mía.

Page 136: La Hermosura de Angelica

%4Ó

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

»Aunque le pintan al Amor desnudo,armas a prueba de la muerte viste,un pecho de mujer es fuerte escudo,si la fortuna con amor resiste ;quien tuvo amor cualquiera cosa pudo,y mucho más en la fortuna triste,y así le llaman, como ejemplo tienes,en el peligro amor, gusto en los bienes» .

Puestos los ojos Liriodoro adondeTisbe tenía sus hermosas plantas,«¡oh nueva luz!, ¡oh claro sol!» -responde-«del antiguo valor reliquias santas ;la oscura noche que mi vida esconde,ya que con rayos de oro te levantas,huya de mí, que con tu lumbre purapor medio de la muerte va segura .

1o

»Si yo supiera que eras tú, señora,de aqueste sacrificio ídolo bello,no rehusara la dichosa hora,que su cuchillo me segara el cuello,mas como viste el alma que te adora,en la dulce prisión de tu cabello,por no hacer a tu nobleza injuria,tuviste el golpe al tiempo de su furia» .

11

Así de Flordelís el híjo hablaba,y mil tiernos regalos le decía,cuando con una luz Tisbe abrasabaídolo, templo y sol, y de él salía;como dispuesta la materia estaba,el seco tronco rechinando ardía,más que si de alquitrán bañado fuera,o en el sulfúreo Strómboli cayera.

12

Camina alegre Liriodoro, inciertode lo que intenta, y hacia el mar le lleva;

Page 137: La Hermosura de Angelica

CANTO NOVENO

suben los dos orilla arriba el puerto,dejando el monte y la segura cueva,pero en la soledad de este desiertoviva Tisbe, de amor única prueba,y en la cárcel del monstruo Roselida,y otro nuevo sujeto el suyo impida .

13

De Media un monte excelso gasta y bañapor el Septentrión el mar hircano,cuyas minas de jaspe desentraña,formando en ellas voz y acento humano;de las pintadas piedras acompañael corto espacio que descubre llano,tan apretado, que ninguno pierdeel brezo humilde y el lentisco verde.

14

Porvarias partes los peñascos huecos,que las saladas aguas contaminan,responden el bramido en varios ecos,y espantan los que al monte se avecinan ;y por las cimas, entre ramos secos,comidos por la planta, al cielo empinantan grandes piedras los que el cerco abrazan,que el mar pendientes miran y amenazan .

15

Cien cuevas tienen en torno, y todas cientovienen a dar en una plaza oscura,imposible de ver el firmamento,y siempre indigna de su lumbre pura;con un remiso y tardo movimientobaja una fuente, que imitar procurael agua negra que derrama Scila,y de las altas peñas se destila.

16

Cantan por ella con aullido horrendotrágicos búhos sus endechas ciertas,y aquellas que la luz aborreciendo,al nocturno silencio están despiertas ;

Page 138: La Hermosura de Angelica

74 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de negros cuervos y de ronco estruendose cubren y resuenan las cien puertas,y el suelo todo de animales lleno,fértil de yerbas de mortal veneno.

17

Llueven gusanos, sin que punto escampede la podrida tierra asaz dispuesta,del pino baja el fiero pitocampe,la pirausta, que muere al fuego puesta;el cientopiés, el melolanta, el campe,que tanto de los árboles infestalas verdes hojas, el retauro y lita,y el ragio vil, que al escorpión imita.

18

Aquí entre fieras áspides y dipsas,tú que la luz del sol, que el centro agravia,con rombos y carácteres eclipsas,y del Trifauce oprimes hambre y rabia,igual a Circes, semejante a Dípsas,oculta vives, Mitilene sabia,a cuyo amparo y voz Nereida viene :que tal árbol en fin tal tronco tiene.

19

Fue reina un tiempo en Media, y por la muertede Floridano, su marido caro,dejó a Nereida el cetro, y de esta suertehizo a su profesión oculto amparo;que de su estrella la violencia fuertede Zoroastes yDardanio rarola inclinaba, siguiendo el arte oculto,como Nerón hacerle altar y culto.

20

Después de haber surcado varios mares,llegó Nereida a la profunda boca,donde con voces roncas y dispareshiere el hircano mar la excelsa roca;el humo vio subir de los altares,con que su madre Mitilene invoca,

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CANTO NOVENO

con víctimas sangrientas y perfumesdel bajo centro los dañados Numes.

21

La gruesa nave de la verde orilla,del monte descubriendo el alta copa,estaba la distancia de una milla,y hecha un Argos Nereida en alta popa,cuando con voz igual, que pudo oílla,«¡Oh madre!» -dijo- y levantó la ropa;y a la segunda vez, al son y señas,abiertas fueron las cerradas peñas.

22

En esto vio Nereida yvio la gentehender un carro las furiosas olas,y en él la sabia madre diestramenteregir mil bestias en dos riendas solas .Cuál parece león y cuál serpiente,puesto que todos las cerúleas colaspor las saladas aguas, como peces,iban hundiendo y levantando a veces.

23

Llegó con tanto fuego y alboroto,dando a Nereida los maternos brazos,que vieron del trinquete el árbol roto,y el bauprés dividido en dos pedazos;huye el grumete, escápase el piloto,y entrambos con recíprocos abrazosal carro suben y a la nave dejan,las sierpes silvan que azotando aquejan.

24

Quedan los marineros admirados,lajarcia levantando en los motones,los cables y aparejos abrasadosde voladoras sierpes y dragones;ya por los cabrestantes arrimadosguindaban el sustento y municiones,cuando de vista pierden las dos fieras,y ocupan temerosos las riberas.

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75 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

Entran volando por la cueva adentro,sin que brame animal, o silbe o ladre;con varias luces salen al encuentroministros fieros de su horrenda madre.«Siéntate» -dijo en llegando al centro-«¡oh prenda mía y de tu amado padre 1,y dame luego, si mi amor te incita,cuenta de tu salud y mi visita» .

26

«Madre» -responde-, «de tu amor maternolajusta obligación, y después de ella,de los supremos dioses el gobierno,o su rigor de mi enemiga estrella ;de todos ellos, madre, un niño tiernotristes procesos de mi muerte sella;no me mandes decillo, que comienzaa helarme y encenderme la vergüenza .

27

»Yo estaba del amor exenta y libredel Gago deleitoso en la montaña,sin ver, en cuanto riega elJanto, el Tibre,la sangre propia y la venganza extraña;"ahora el arco fleche, el dardo vibre"-mil veces dije- 'y una sola España,¡oh España, que en tu playa desembarco,siento el dardo en el alma, siento el arco!"

28

»Libre, como te digo, el monte Gagoera mi deleitoso alojamiento,haciendo por sus fieras duro estragocon alma libre y corazón exento ;saetas despidiendo al viento vago,y entrellas el ocioso pensamiento,bien fuera de pensar que yo pudierapisar del mar de España la ribera,

29

»Cuando llegó con vuelo presurosola cierta fama, que del reino vándalo

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CANTO NOVENO

75 1

se daba el cetro al rostro más hermoso,huyendo de las armas el escándalo,yo incierta de que el áspid venenosoentre el pálido junco y verde sándalopudiera estar cubierto, sólo mirola nueva empresa, y a su gloria aspiro .

30

»No entiendo que mover pudiera el pasoa tal peligro confianza loca,pero la novedad del nuevo caso,que a cualquiera mujer tanto provoca;al fin la tierra dejo, la mar pasosin esperanza, y si la tuve, poca:que no soy yo tan necia que no vea,que puedo ser en otros ojos fea.

31

»Fui, por gozar de ver las hermosuras,quejuntas se hallarían al efeto,y porque en tantas bellas criaturasel alma descubriese amable objeto .No fueron mis palabras tan seguras,puesto que dichas en lo más secreto,que a fe que las oyó quien puso luegola segur a la rama, el viento al fuego.

32

»Miré entre todas por mi suerte esquivaun sol al mismo Apolo semejante,como entre humildes mirtos palma altiva,y entre menudo aljófar el diamante ;dejeme enamorar, quedé cautiva,adoro por mi culpa ajeno amante ;quiere y le paga con amor profundola más bella mujer que tiene el mundo .

33

»Agora, madre Mitilene, advierte,pues vengo al agua como cierva herida,con qué velocidad voy a la muerte,huyendo de los brazos de la vida ;

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75 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

dime si la precisa fatal suerteesta sentencia tiene desmida,y si podré esperar, o será en vano,del sabio tiempo la divina mano.

34

»Dime si yo tendré remedio algunopara vencer su condición, y dimesi no es posible deshacer ningunoesta cadena, que a mi cuello oprime ;adónde habrá lugar tan oportuno,en cuya soledad vivir me anime,si me quedare vida, pues sospechoque yo no viviré muerta en su pecho.

35

»¿Direte yo quién es quien tal me trata?,mas no es posible, temo, tiemblo, dudo,que agora solamente el nombre mata,que tantas veces ofenderme pudo;cuanto el amor la lengua me desata,pone el temor a la garganta el nudo,voy a decir "Medor", y así me aflige,mas ¡y de mí!, que sin querer lo dije».

36

«No fuera menester tu exordio largo,¡oh Nereida!» -responde Mitilene-;«sabes que tengo de tu vida el cargo,que por naturaleza me conviene ;sé la dulce ocasión del llanto amargo,que así tus ojos ymi vida tiene,que a quien el mismo viento obedecía,no fue difícil verte el mismo día.

37

»Bien supe tu desdicha, y me dispusea remediarla con mi fuerza sola,mas como al cielo mi flaqueza opuse,enojose conmigo y derribola;pasé contigo el mar, la planta puseen la ribera fértil española;

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CANTO NOVENO

siempre te acompañé, siempre mi manoel mar precioso resistiendo en vano.

38

»Mi propia forma en la de Arcadio puesta,a tu lado asistiendo en forma de ayoen la coronación, laurel y fiesta,donde venció la reina del Catayo,como la nube largo espacio puestacubre del claro sol el vivo rayo,de Medoro cubrí los ojos bellos,que vi la historia de tu vida en ellos.

39

»Mas poco aprovechó, que al fin los tuyosrompieron mi nublado, y fue deshechoel resplandor de los divinos suyos,que como por cristal vieron tu pecho;los despojos del alma libré, y cuyosdebieran ser agora de derecho,hiciste ajenos, y por breve gloriasujeta el alma, esclava la memoria.

40

»Finalmente, Nereida, he visto y veolo pasado y presente, y lo futuroen la imagen cruel de tu deseo,por las acciones varias conjeturo;decirte agora si tu bien deseoes enseñarte que el diamante es duro,grave es la tierra y agua, el fuego ardiente,húmedo el aire y cuerpo transparente .

41

»Desataranse de su nudo eternola máquina terrestre y la suprema,de los ebúrneos ejes el gobierno,mezclada el alta con la parte extrema;será nuestro cenit el hondo Averno,si el fuego vario, que te hiela y quema,no se templare con la industria mía,hiriendo el centro con la luz del día» .

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75 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

Dijo, y echó la mano a los cendalesnegros que ataban sus cabellos canos,y al viento sueltos los descoge igualesaquéllos de la Górgona inhumanos;y para hacer mejor los infernalesespíritus venir en cuerpos vanos,adornó su triforme simulacrode un funesto ciprés a Plutón sacro .

43

Desnudo el cuerpo, que arrugado y flaco,pálido se mostraba enjuto y hético,de palmitos se puso en verde saco,volviendo el feo rostro al suelo bético,y en el espacio de la cueva opaco,cual movida de espíritu profético,dio con tan varios gustos tales voces,que hiciera viles ánimos feroces.

44

Como en Delfos la antigua profetisa,con espantosos gritos se quejaba,cuando por ver si bien o mal le avisa,el macedón famoso la apretaba,o como el que batiendo el cuerpo aprisa,al mal de corazón rendirse acaba,vueltos los ojos tristes o la boca,y la respiración ninguna o poca;

45

Después en unas láminas de alambreescribe sus carácteres, y luegocortando a un cuervo la vital estambre,bañolas en su sangre y puso al fuego;cual derramando guerra, incendio y hambreAlecto con mortal desasosiegopor las ciudades populosas viene,tal se mostraba entonces Mitilene .

46

Fueran muy largas de contar las cosas,que hizo en todo el tiempo, que la luna

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CANTO NOVENO

creció las plantas y aguas espumosas,y no erajusto dilatar alguna ;no ha visto el sol más piedras, hierbas, rosasdesde su cama a su dorada cuna;Turpín lo escribe largo, allí lo veaquien tanta, vanidad saber desea.

47

Bañando finalmente rostro ypechode su Nereida en aguas destiladasde ocultas hierbas, que guardaba el techodel cóncavo peñasco en él guardadas ;y siendo a su conjuro el más estrecholas sombras de los Manes convocadas,y todo junto el reino de Aqueronte,salen del centro yvan subiendo el monte.

48

Antes de ver la inaccesible cumbre,Nereida ya cansada se detiene,mira la montañosa pesadumbre,y el mar que entre sus brazos la sostiene ;y aunque la edad la cansa, la costumbreesfuerza de tal suerte a Mitilene,que allá quiere subirla, y al fin sube,hasta llegar a la primera nube.

49

«Aquí» -le dice-, «en estos brazos míos,y en esta densa niebla el cuerpo extiende,el pie seguro afirma en sus vacíos,puesto que el ser diáfana te ofende» ;ella, aunque de temor yertos y fríoslos encogidos miembros deja y tiendea las ligeras nubes, confiadaen las palabras de su madre amada.

50

Cual suele al tierno pollo la cigüeñadejarle de las alas ir al suelola vez primera, que a volar le enseña,cubierto apenas del segundo pelo,

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75 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y cuando mira el árbol, agua o peña,temerosa abatir el prostrer vuelo,y cogerle en sus alas, tal descogela sabia el cuerpo, y aNereida acoge.

51

Pasan al mar, las islas y la tierra,mirando las ciudades comarcanas;pequeña juzgan la dificil sierra,que no besó jamás plantas humanas;huyen las aves, que en su cuerpo encierranel claro viento con sus alas vanas,porque viendo volar tales arpías,habitaron la tierra muchos días .

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CANTO DÉCIMO

PASAN NEREIDA Y MITILENE A ESPAÑA PARA HECHIZARA MEDORO; DESCRÍBESE POR LA COSTA Y LOS REYESQUE HA TENIDO DESDE SU FUNDACIÓN . ENAMÓRASEMEDORO DE NEREIDA, VENCIDO DE LA FUERZA DEL

ENCANTO DISFRAZADO EN LAS JOYAS DE UN PRESENTE

1

Como en antojo de cristal su dueñoa perspectiva mira reducida,cual niebla dentro el círculo pequeño,una plaza de casas recogida;o como aquello que se ve en el sueño,que no tiene figura conocida,así desde lo alto en lo profundoles parece a las dos que ven el mundo.

2

Vieron a España, que en Europa tienealegre, altiva y coronada frente,Hesperia de la estrella, que previeneel ausencia de Febo al Occidente;y los nevados montes de Pirene,sepulcro vil de peregrina gente,y a las columnas de Hércules asida,al boreal Oceano extendida .

3

El nieto del famoso Patriarca,que de las iras del mayor diluvioa nuestros padres reservó en el arca,hasta que el sol miró sereno y rubio,cuanto ciñe el Anauro, el Nilo abarca,el Pado, el Dauno, Orontes y Danubio,

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75 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

dejó por lo que agora cerca y bañael claro Betis en la rica España.

4

Aquí Tubal desembarcó, y al brutolinaje de su gente puso leyes,siendo su rey primero y absoluto,origen y principio de sus reyes;dejaron luego de la encina el fruto,la tierra abriendo con domados bueyes,después del cual del bello sol los cursoshan hecho en su lugar varios discursos.

5

De Tubal aAtaulfo, primer godo,reinó Ibero, Jubalda, Brigo, Tago,a quien el Tajo agradecido en tododio arenas de oro por el nombre en pago ;halló Beato de reinar el modo,y con su ejemplo el sucesor Deago,y el trino Geríón, que si uno fuera,mejor su imperio conservar pudiera.

G

Por eso cielo a España le divideslos tres Filipes, con que el mundo espantas .Hispalo reina luego, Hispán y Alcides,y el rico Hespero de victorias tantas ;tú, viejo Atlante, que los polos mides,preciado de inquirir sus luces santas,Oro, Sican, Eleo, Siculo yLuso,Testa, y el que a Valencia Roma puso .

7

Con Palatuo, Licinio y Eritreo,Gargoris el Melícola yAbido,Argantonio andaluz, hasta el trofeode Italia a tantos Césares debido ;desde Ataúlfo a aquél, cuyo deseonadie disculpa habiendo de amor sido,con estarlo Sansón y el mayor sabio,por ser de España un inmortal agravio .

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CANTO DÉCIMO

75 9

8

Reinaron Teudoredo y Turismundo,Eurico el fuerte, Waliay Teodorico,Gesaleico, Alarico, y el segundoTeodorico, y el fuerte Amalarico ;Atanagildo y Liuva, que en el mundotuvo fama de próspero, y tan ricoque dio su imperio al filicida ínfame,que el bárbaro Torcuato el mundo llame.

9

Partida con un hacha la cabeza,que más que el sol, aunque es de hierro, alumbra,como corona de mayor riquezaque la que con diamantes nos deslumbra,Hermenegildo a la suprema altezadel reino celestial el suyo encumbra,dando a Sevilla honor, a España gloria,cielo a su fe, y a su valor memoria.

l0

Con Recaredo y Liuva, a quien dio muerteWiteríco, hubo el reino Gundemaro;fue Sisebuto a los hebreos fuerte,Recaredo galán, Suintiia, claro,Sisenando y Cintila en triste suerte,Tulgafamoso rey, y Chinda avaro,Wamba tras Recesindo fue severo,traidor Ervigio y Witiza fiero .

11

De Rodrigo a Filipe soberano,don Pelayo, Favila, Alfonso, Fruela,Aurelio, Silo, Alfonso el Casto hispano,de cuyo signo el Carpio al mundo vuela;Ramiro, Ordoño y conAlfonso el ManoGarcía, Ordoño, Fruela, a quien apelaCastilla y libertad, y jueces goza,origen de la casa de Mendoza.

12

Alfonso, y don Ramiro afortunado,los dos Ordoños, Sancho, otro Ramiro,

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76 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Bermudo, Alfonso, y el Bermudo airado,Fernando con el Cid, mayor que Ciro ;Sancho, Alfonso y el séptimo nombradoemperador, en cuyo tiempo miroel árabe que a España sujetaba,y Sancho el fundador de Calatrava.

13

Enrique, Hernando el Santo, Alfonso el Sabio,Sancho el Bravo, Fernando, Alfonso el Bueno,Pedro el Cruel, Enrique, que su agraviovengó a Castilla, aunque por línea ajeno;donJuan Primero, y otro Enrique Sabio,y con otro donJuan, de alarbes freno,Enrique, don Fernando, Isabel reina,Felipe y Carlos, y el que reine y reina.

14

Ya Citerior, y ya Ulterior llamada,España ha sido en partes dividida,ya del romano fuerte conquistada,ya del fenicio y scita poseída;mas hoy de sólo un dueño es sojuzgada,y a sus pies felicísimos rendida;en cinco antiguos reinos se divide,y con estadios veinte mil se mide .

15

Vieron, pues, cómo en jaspeado claustrotendido Guadiana el agua arroja,donde a la parte que se opone el Austro,de Lusitania las riberas moja .Ven aLisboa al estrellado plaustro,a donde el claro Tajo se despojadel nombre que hasta allí famoso tiene,porque a pagarle el mar su censo viene.

16

Vieron también el Duero caudaloso,donde de Lusitania el reino acaba,la ribera del Miño deleitoso,que los peñascos de Galicia lava,

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CANTO DÉCIMO

a quien sigue el Padrón, que del preciosocuerpo del español patrón se alaba,y a donde muere Apolo, el fin que cierrael paso al mar haciendo fin la tierra .

17

Ven la Torre de Augusto, que atalayael Cantábríco mar firme, de suerteque no hay fuerzas de tiempos que no hayaresistido cabal, entera y fuerte ;y La Coruña, puerto alegre y playa,que al hijo peregrino de Laertepudiera detener mejor que el lotosen otros campos fértiles y sotos.

18

Del Teucro astur la población tardía,huyendo las argólicas injurias,y el reino de León al medio día,opuesto un tiempo a las romanas furias,y de Castilla la montaña fría,que va dejando aparte las Asturias,y su cabeza principal Oviedo,siguiendo de Colombres a Laredo .

19

Ven por la costa hespérida a Vizcaya,y dentro lo que entre uno y otro robleriega de tierra Irún y cerca Hendaya,con la provincia de Guipúzcoa noble;sus grandes puertos, y su cabo y raya,Fuenterrabía más famoso al doble,donde la ninfa de Hércules Pireneel límite español en brazos tiene.

20

Ven que donde el francés su nave amarra,alza su frente el monte Pirineo,que nos divide la española barra,y fue de César inmortal trofeo .Comienza luego el reino de Navarra,y la ciudad insigne de Pompeo,

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76 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

a quien el de Aragón se arrima y sigue,donde la costa de Tubal prosigue .

21

Acábanse los montes en Colibre,donde comienza la famosa Cuña,el gallardo Girón exento y libre,que en Aragón parece Cataluña;que contra la ciudad que riega el Tibre,con Octogerio Catalón empuñalos bastones famosos y la espada,que dio principio al nombre de Moncada.

22

Luego el Mediterráneo, que coronael limite español contra el Poniente,a Rosas muestra, y luego a Barcelona,y con sus islas a Mallorca enfrente ;ven en la tierra firme a Tarragona,condado en Cataluña antiguamente,y el reino de Valencia, que le tocapasado el Ebro y su copiosa boca .

23

Donde por uno y otro limo y cedrovieron la antigua y célebre Sagunto,de cuyo fuego renació Monviedro,como de Fénix español difunto.La que es agora silla de San Pedro,vio su valor como en Numanciajunto,y nosotros el fin de sus porfíasen sus ruinas y cenizas frías .

24

Ven a Denia en la costa de honor llena,por el templo en que fue Diana honrada,con Málaga, Almeria y Cartagena,quedando dentro el reino de Granada;y cómo el mar se estrecha, brama ysuenaentre Heraclea y Ceuta, donde airadacausan temor sus espantables iras,y contra el Sur las fuentes Algeciras.

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CANTO DÉCIMO

25

Ven en África alcázar agareno,y el muro enfrente de Siqueo gallardo,donde la sangre de Guzmán el Buenovenció el furor del español bastardo ;luego a tres leguas el morisco freno,límite nuevo del alarbe pardo,con ímpetu furioso a Tánger toca,del mar Mediterráneo abierta boca .

26

Ven al Oriente la andaluz Medina,y que el lugar, que el mar consume y baña,las españolas márgenes termina,que Colón dilató con Nueva España ;San Lúcar al Océano declinala costa donde Betis le acompaña;Betis famoso que a Sevilla adorna,rica del oro, que a sus muros torna.

27

Ésta, señory nuevo César nuestro,es la pintura de grosera manode vuestra España, y éste el árbol vuestro,de quien sois el pimpollo soberano;así sucinta su grandeza os muestro,hasta que el tiempo sobre el Calpe hispano,cuando armado y gallardo os la registre,paséis la lanza de la cuja al ristre .

28

Ya me parece, gran señor, que os veo,quiéralo el cielo, y sí querrá, que es justo,pisando al de Asia el cuello de Tifeo,y del Heresiarca el suyo injusto ;y que la Fama con mayor trofeo«Filipe» -escribe-, «César siempre augusto»,en láminas de acero; mas ¿qué digo?,oíd, que de las mágicas prosigo.

29

Àl fin el nuevo Dédalo más diestro,y el discípulo entonces más liviano,

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%ó4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

debajo de las alas del maestropisó de España el puerto gaditano ;y de allí sin temer viento siniestro,ni de las barras la siniestra mano,llegó a la playa de Sevilla adondeamor el fin de su esperanza esconde.

30

La gente de Nereida, que ignorabasu partida secreta, sin gobiernoen los navíos recogida estaba,por el rigor del erizado invierno,y discurriendo la ciudad andaba,aguardando que el sol al curso eternodiese la vuelta, porque en Piscis fríoentrasen a la mar dejando el río.

31

Pues está Mitilene recogiendo,de Arcadio transformada en la figura,hace que su venida conociendo,publiquen el engaño que procura;estuvo de secreto apercibiendoricos jaeces, oroy plata pura,perlas, piedras, rubíes, ámbar y algalia,con sedas y armas del Japón e Italia .

32

Con las cuales ordena que otro día,fingiendo presentalle aquel tesoro,en fe del amistad que le debía,visiten con su Angélica a Medoro.Sale su guarda, gente y compañía,yvan alborotando el pueblo morohasta el palacio, donde puesto a puntoel real escuadrón le aguarda junto.

33

Angélica recibe a su enemiga,dando a su cuello sus hermosos brazos ;después Nereida al bello moro liga,como al nuevo olmo de la vid los lazos;

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CANTO DÉCIMO

76 5

y a la madre solícita fatiga,poniendo a sus castigos cortos plazos,a los fieros espíritus del Lete,o el premio del trabajo les promete.

34

Con esto el grave rostro, semejanteal ayo en cuyo aspecto se transforma,hiere a Medoro el pecho de diamante,a Nereida poniendo nueva forma;que aunque la tierna sangre le quebrante,y ser la suya antigua no conforma,las aguas y la fuerza del conjurohicieron tierna planta el roble duro .

35

Mira Nereida al moro, y en la vistahace que el alma descuidada pruebea rendirse de amor a la conquista,que nuevamente el corazón le mueve;no hay hielo, no hay desdén que la resista,que en vano sobre el Etna el cielo llueve :tal es el fuego que derraman dentrolas tres hermanas del oscuro centro .

36

Medoro, que se ve tan de improvisorobar el alma por ajena mano,delante de los ojos donde quisocifrar naturaleza el bien humano,quiere a la bella reina darle aviso,que le quiere robar dueño tiranosu antigua posesión, y teme y tarda,que la secreta ofensa le acobarda .

37

No puede, aunque lo intenta, resistirse ;siente el ardor solícito del alma,huye de verla y vuelve a arrepentirse,resiste al peso como fuerte palma;tal vez con la tormenta sumergirse,tal suspenderse en la templada calma,

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76 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

siente su navegante pensamiento,que es fuego el mar que surca, y humo el viento .

38

Pues abrasado de éste y de aquél ciego,todo se entrega al dueño poderoso,a quien sus ojos con el blando ruegole piden tierno y temen riguroso ;como en Cartago el teucro, huyendo el griegofavoreció su madre, y el piadosopecho de Elisa enterneció lascivo,así la sabia humilla el moro altivo .

39

Los luceros bellísimos y estrellas,que de Angélica fueron lumbre y cielo,a quien injustamente triunfa de ellas,estaban ya rendidas por el suelo,cuando la astuta vieja, alegre en vellas,de las entrañas derritiendo el hielo,mandó sacar sus joyas y tesoro,que le quiere pagar el alma en oro.

40

Diole a la hermosa hermana de Àrgalíaun carbunclo nacido en el Vesubio,que a medianoche como estrella ardía,y en un anillo el Flegetonte rubio,y un brinco de una peña, en que salíaentre sus blancas ninfas el Danubio,de plata el agua y de rubís las urnas,y en un pomo las Hélices nocturnas .

41

Diole una perla más hermosa y neta,que ha visto el mar en cuantas conchas abra,y que la de Cleopatra más perfeta,con seis de aquellos que la sangre labra;y el Egotalmos de virtud secreta,tan semejante al ojo de la cabra,y revelada en un zafiro solola fugitiva Dafnes con Apolo.

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CANTO DÉCIMO

42

Díole de viva luz un claro espejo,que un cerco de topacios la deshacen,de las islas que cerca el mar Bermejo,nombrados del lugar adonde nacen,y luego a su Medoro el falso viejo,cuyas palabras los abismos hacentemblar de miedo, ansí le dice, abiertoun cofre de oro y nácares cubierto :

43

«Aquí, famoso Rey, están dobladascamisas ricas de oro guarnecidas,de mi señora para ti labradas,por sus manos hiladas y tejidas;sean, como te fueron presentadas,de las hermosas tuyas recibidas,que en ellas nuestra reina se entretuvo,y muchas noches ocupada estuvo .

44

»Yestos ricos y bélicos jaeces,nielados con esmaltes dentro y fuera,éstos ocupa en fiestas muchas veces,y aquéllos pocas en la guerra fiera.Mira estas aves, árboles y peces,mar, selva, monte, flores y ribera,Venus y Adonis en belleza sólo,y la ninfa animal que agora es polo .

45

»Mira en aquesta frente al vivo puestade aquel mancebo enamorado en vanola historia por su culpa tan funesta,que huyó la ajena y le mató su mano;mira llorando oculta en la florestala imitadora del acento humano,y guarda tu hermosura, no te obliguea que el cielo envidioso te castigue .

46

»En estas estriberas mira a Marte,y los brazos de Venus que le enredan,

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76 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y que Cupido con industria y artesus armas viste y por el prado ruedan ;y en estos acicates mira apartelas flores de Etna, que abrasadas quedandel carro de Plutón, porque caminacon la bella robada Proserpina .

47

»Mira en estos lustrosos camafeosa Polifemo tierno e importuno,que muestra en el rigor de sus deseos,que amor no ha de exceptuar mortal ninguno;las Nereides contempla y Semideos,y con la bella Doris a Neptuno,y mira a Endimión, orilla el Gange,esculpido en el pomo de este alfanje .

48

»Yen este tahalí mira arrogante,en cuantas piezas de él mostrarte aguardo,su ejército de Carlos yAgramante,Orlando, Rodamonte y Mandricardo,Marfisa, Doralice, Bradamante,Reinaldos, Ferragut, Ruger, Ricardo,Grifón, Marsilio, Atlante, Astolfo, Gano,Isabela, Cerbino yAgricano» .

49

Así le muestra la hechicera astutalas historias y engaños del presente,como en dorada taza la cicuta,y entre las verdes hojas la serpiente;y en tanto el fiero espíritu ejecutasu fiero intento, y en el pecho ardienteen frío hielo, que su ardor consume,las cenizas de Angélica resume .

50

Llegó la noche, y trujo en compañíala artificiosa luz, silencio y cena ;Nereida quiere que el siguiente díatraiga la gloria de su amada pena;

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CANTO DÉCIMO

76 9

y como en las palabras se confíade la madre sagaz, pide y ordenaque en viendo al alba sus azules arcos,el Betis surquen enramados barcos .

51

Angélica obligada al falso tratode su enemiga consintió el convite,por no mostrar al suyo pecho ingrato,cosa que la nobleza no permite;ni celos, ni suspiros, ni recatohacen que amor la enseñe y solicite,porque fuera de ser quien tanto alabo,tiene muy obligado al moro esclavo.

52

Despídense los Reyes, y Medorotoda la noche imaginando pasa ;no que se abrasa por cabellos de oro,que es nieve la color por quien se abrasa,mas que por uno y otro abierto poroun arsénico ardiente le traspasalas medulas heladas, sin que entiendacómo de sí consigo se defienda.

53

¡Oh nuevo caso, y digno que le guardedel mundo por mil siglos la memoria!,que el pecho de Medoro se acobarde,que de él gozaba la mayor victoria ;pues ya ni porAngélica se arde,ni de gozarla en paz recibe gloria,ni la estima ni sabe si es aquéllaa los del mundo y a sus ojos bella.

54

¿Mas quién te culpará, que el más serenosol que ha tenido el más templado día,desprecies por aquél de sombras lleno,cubierto de mortal melancolía,si sabe que la fuerza del veneno,que tal efecto en tus entrañas cría,

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77 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

te fuerza el alma a que le des la palma,porque sin libertad no es alma el alma?

55

La que tan libre y tan señora reinacon sus potencias y albedrío exento,la que es universal gobierno y reinadel corporal humano fundamento,no porque donde sus culebras peinaTesífone cruel, pueda el tormentoforzarla a ser esclava, es caso justoque llame dueño a su tirano injusto.

56

Maldiga el cielo aquel humano pecho,que dijera mejor bárbaro y bruto,que del bien que no tiene, a su despechoquiere gozar el usurpado fruto;jamás le llegue a colmo ni provechode hurtada posesión rico tributo,y aquel que vende o compra el amor santo,sus gustos pague con eterno llanto .

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CANTO UNDÉCIMO

DUERMEN ANGÉLICA Y MEDORO EN UNA ISLADONDE ELLA AVERIGUA SUS CELOS,Y QUE ÉL LA ABORRECE . Y PERSUADE

MITILENE EN SUEÑOS A CERDANO QUE ROBEA ANGÉLICA

1

Parece, gran Señor, fábula en parte,y poner en las plantas la cabeza,que a la naturaleza venza el arte,siendo inmensa en poder naturaleza .¿A quién no admira que la ciencia apartedel camino de amor a la belleza?Aquí naturaleza está vencida,y la beldad de Angélica corrida .

2

Siempre ha sido cuestión controvertida,si puede ser la voluntad forzada,la libertad del ánimo oprimida,y a querer por hechizos obligada .A mí, puesto que el tiempo me convida,y la disputa con razón me agrada,no me toca, Señor, más argumento,que el de mi historia, que seguir intento.

3

Cosas suelen contar maravillosaslas de griegos, romanos y de godos;todos las llaman siempre fabulosas ;muchos las prueban y quisieran todos.Para matar halló Cleopatra rosas,y en otras hierbas peregrinos modos;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

para amar es la cosa más segurabuen trato, verde edad, limpia hermosura.

No dudo yo que le fabrique el arte,como intervenga espíritu lascivo,mas resistiendo a su poder no es parte,por más que esparza fuego puro y vivo,pero como del alma no se aparte,sigue a lo imaginado lo efectivo :porque pocos resisten lo que sienten,aunque al principio resistirse intenten .

5

La cama en fin campaña de armas hecha,rendido a su amorosa fantasía,abriendo más herida con la flecha,mientras más pensamientos revolvía,hechizado Medoro, y sin sospecha,la luz espera del siguiente día,sin detenerle el lado de su esposa,que amaneció como jazmín y rosa.

G

Bajaba el Alba poco a poco al suelo,por las gradas del cielo soberanas,pisando el campo con los pies de hielo,y llamando a las puertas yventanas ;menos hermosa, aunque bajó del cielo,si pueden competir prendas humanas,que Angélica la bella amanecíacon el afeite con que nace el día.

7

Amaneció para Medoro en estola luz más deseada y apacibletras la noche más fiera, que se, ha opuestoal deseo más fiero e insufrible ;y el Betis olivífero compuestopor la orilla mas baja y convenible,de mil barcas dorados los extremos,con velas blancas y pintados remos.

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CANTO UNDÉCIMO

8

Estaban por el sol las popas todas,desde el real al más pequeño casco,o ya para encubrir las nuevas bodascon sus cubiertas ricas de damasco;¡qué presto, Amor, palacios acomodasen un desierto campo, en un peñasco!,cueva a Atalanta, a Eneas nube encubre,y aquí aNereida un barco, un lienzo cubre.

9

Entran al fin los reyes generosos,y luego la demás canalla y siervos,y al tomar de los remos presurososhacen la salva a imitación de cuervos;vuelan barcos y esquifes más furiososque en aire sacres y en la tierra ciervos;levanta el agua herida espumas nuevasal son de los adufes yjabebas.

1o

Alegre va Nereida contemplandolos claros ojos del mancebo hermoso,que los nublados suyos van mirando,forzados del encanto poderoso .La Bella con su madre razonando,que en forma de aquel ayo religiosola viene entreteniendo, poco atiendedel nuevo amor al fuego que se enciende .

11

Los barcos, no los ánimos, segurosllegan a tierra, y luego los esclavosaferran a la orilla en troncos durosde plata fina los tejidos cabos.Está bien media legua de los muros,del Betis puesta a los enojos bravos,una isla o huerta, que mil veces truecade verde yerba con arena seca .

12

En ésta, que más bella les parece,en hombros salen, y el cortés amante

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%%4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

los bellos suyos a Nereida ofrece,cosa que al cielo enoje, al mundo espante;que habiendo el que le adorna y enriquece,de Angélica divina como Atlante,tenido en hombros y en su cuello tierno,hoy quiere ser Atlante del infierno .

13

Sobre la verde yerba y flores tiendenturcas alfombras finas, y tan bellasque los ojos apenas comprehendencuál es el verde prado, o cuáles ellas;y sobre prado y yerba y seda extiendenpaños de blanco lino con estrellasde plata y oro, y seda entretejida,y sobre todo espléndida comida .

14

Árdese el campo de contento y fiesta;el moro coree bien, el medo brinda,la mesa es cama, y la comida siesta :no hay cosa que a Morfeo no se rinda.Entretanto Celauro gente apresta,y el rey de la laguna Temerinda,el de Sicilia, el hijo de Rugero,el magancés y el de Gradaso fiero .

15

De las barcas a tierra van yvienenel medo, el moro, iguales y contentos,éstos llevan comida, aquéllos tienencuidado de acordar los instrumentos;unos en varios juegos se entretienen,y otros están a la dulzura atentosde bellos ojos, y entre todos ellosquiere Medoro más los menos bellos .

16

Yno menos Zerdano, el rey numido,sólo esperando que su vida acorte,con vivos ojos, con atento oído,sin que la luz ni el miedo le reporte,

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CANTO UNDÉCIMO

estaba con la Bella entretenido,que desde su elección siempre en la cortequiso y pudo asistir a su bellezacon tanto amor y fe como fiereza .

17

Fue de las fiestas convidado amigo,que de Medor y Angélica lo era,porque de Rostubaldo su enemigorendir juraba el arrogancia fiera,y como siempre suele ser testigo,cuando en mirar la vista persevera,aquella luz de amor que de ella viene,con atención le mira Mitilene .

18

Vele mirar a hurto de la gentecon un afecto vivo y temeroso,que no aprovecha amar secretamente,pues nunca para amor falta un curioso;vele que prueba con suspiro ardienteponer descanso al pecho cuidadoso,que son efectos del amante ciegopensar que arroja suspirando el fuego.

19

Yya resueltamente conociendo,que a Angélica divina adora y ama,en extremo se alegra, presumiendohacer con él una traición de fama.Medoro estaba por Nereida ardiendo,no natural, pero violenta llama;a él le mira Angélica, y se admirade ver que no mirándola suspira.

20

No le mira celosa, que no estabamenos altiva que los altos cielos,pero es mujer y finalmente amaba,y cuidados de amor llaman recelos;comienza a recelar, pero ya andabael padre Amor por engendrar sus celos,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

por saber la verdad con ansia estrecha,a oscuras abrazando la sospecha .

21

Nereida amando, Angélica temiendo,Medoro por Nereida suspirando,Zerdano por Angélica muriendo,Marte riendo y el Amor llorando,Mitílene las furias oprimiendo,tañendo el medo, el español cantando,la yerba haciendo cama, el campo salas,la noche descubrió sus negras alas .

22

Sus luces daba ya quien dio querellasal cielo, atada al mar en alta roca,su letra forman ya las siete estrellas,con la escondida hermana y su luz poca;quien sostuvo mortal las luces bellas,y la Bocina de estrellada boca,y aquel caballo a quien Parnaso debeel agua pura, que su cumbre llueve,

23

Cuando el rey andaluz de común votono volver a Sevilla determina,palacio quiere hacer el verde soto,por su amada ocasión de amor indina;júntase con estruendo y alborotola gente de Numidia y .sarracina,con ricas tiendas encubriendo el cielo,y con alhombras adornando el suelo.

24

De pluma tienden ricos traspontínes,y pabellones de morisca franja,entre enramadas hiedras yjazmines,y el oloroso azahar de la naranja.Cual suele parecer entre jardinesla bella quinta, la vistosa granja,tal parecían por oculta senda,ya descubriendo el árbol, ya la tienda.

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CANTO UNDÉCIMO

25

Ya estaban moros, medos y numidosdel regocijo y fiesta fatigados,debajo de cubiertas recogidosde seda y de altos árboles cortados ;muchos de Baco y su licor vencidosen el lugar que los halló arrojados;todo callaba, y sólo hablar se oíael viento que los árboles movía,

26

cuando Medoro a fuerza de su ruegode Angélica tomó la blanca mano,que la abrasara de secreto fuego,a ser corpóreo el pensamiento humano,y con fingido rostro dejó luegosu amada fea, recogiendo en vanosu pena injusta, mientras es forzosoque asista de la Bella al lado hermoso.

27

Ya la gentil Angélica desnudael blanco pecho que al amor se atreve,aquel que algunos ojos puso en duda,que fuese vivo fuego siendo nieve;no descubrir los bellos miembros duda,que al lecho conyugal todo se debe;ya el blanco brazo a su pesar descubredel envidioso velo que le cubre.

28

Ya muestra el pie gentil, que fuera sólola raíz del laurel de Dafnes bella,si huyendo al conde Orlando huyera a Apolo,pues él la siguió, más huyó ella ;huyó el ligero pie, mas alcanzoloquien agora le pisa y atropella:porque la libertad que al tiempo obliga,tarda a las veces, pero al fin castiga .

29

No fue de Fidia aquella estatua hermosa,que al sacrílego mozo enamorado

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

pudo obligar fingida y engañosaa tan nueva manera de pecado ;ni la belleza fue tan milagrosadel mármol por los dioses animado,ni la que Paris vio, ni el cielo ha vistoal descubrir el hurto de Calisto,

30

cual se mostró la reina de bellezaal reclinarse en la bordada cama ;¿mas quién dirá que tanta gentilezapor un rapaz esclavo se desama?,que con ceño, cansancio y asperezaresponde solamente si le llama,y por ventura el brazo le desvía,cuando abrazalle Angélica porfía .

31

¿Qué género se ha visto de tormento,(no diré yo que de éste participo)ni le inventó Calígula sangriento,Mezencio, Domicianoy Damasipo,como la rabia de un amor violento,que a los siracusanos anticipo?,que no tienen poder las cosas bellas,donde no se conforman las estrellas .

32

Angélica espantada vuelve al morolos bellos ojos ylos blancos brazos,pero ya le parecen a Medorolos ojos fuego y los cabellos lazos.«¿Qué tienes» -diceAngélica-, «tesorodel alma que te doy, que a mis abrazoshuyes el rostro con desdén tan nuevo,que te quiero tocar y no me atrevo?

33

»Si te he enojado, adviérteme y hablemos;no enmudezcas en cosas importantes,que ya sé que sin lengua y con extremospiden satisfacciones los amantes.

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CANTO UNDtCIMO

Mil veces sin querer os ofendemos,y más no estando prevenidas antes;sin duda es gran delito el que me cuestano ver tu cara en ocasión como ésta» .

34

«Déjame» -dice- y finge que se duermeel moro por no hablalla, ¡extraño caso!«No sueles» -le responde- «respondermede esa manera, sino humilde y paso» .«Sueño» -replica el moro- «pudo hacerme,para servirte de blandura escaso ;perdona, bella hermosa, que no ha sidodespierto enojo, sino amor dormido» .

35

Cual suele estar con madre descuidada,mal de dormir los ojos satisfechos,buscando con la boca regaladael tierno niño los amados pechos,así la bella Angélica enojadale despierta con lazos más estrechos;mas no despierta bien, cuando le llama,quien finge estar dormido con quien ama.

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36

«Habla» -dice la Bella- «amor, conmigo,que tengo miedo en este campo yermo» .«Basta» -responde-, «¿qué he de hablar contigoa medianoche, y cuando ya me duermo?» .«Algunas velé yo» -replica-, «amigo,de tus heridas en la cama enfermo,cuando ya casi muerto me decíasque fueron noches para darte días .

37

»Despierta un poco, de mi alma dueño,así tu esclava muchos años goces» .«Siempre me quiebras» -le responde-, «el sueñocuando con más cansancio me conoces;¿el día por ventura fue pequeño,para que por la noche me des voces?» .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Enmudeció la Bella, ylos enojosque a la lengua quitó puso a los ojos .

3s

¿Acuérdaste quién fuiste?, ¿se te olvida,Medoro, tu miseria y tu ventura?¿Sabes cómo el francés dejó tu vidapor vil despojo de la muerte dura,y que sólo curar mortal heridase pudo conceder a su hermosura?,pues de ella huyó la muerte, y de la mano,que aquel lugar dejó sagrado y sano .

39

Véngate bien agora en ver llorando,¡oh Sacripante!, aquella libre ingrata,y tú, moro español, mira burlandoun vil esclavo que tu muerte mata;o tú, más digno de venganza, Orlando,pregúntale si escribe, o si retratael nombre, el rostro, que en los olmos viste,y hecho pedazos a los vientos diste.

40

Dormido estaba el moro, cuando estabala Bella bien celosa y bien despierta,porque saber incierta deseabade aquel nuevo desdén la causa cierta.Al fin se resolvió, que el Rey amaba,abriendo a celos la primera puerta,y para conocer el nuevo amante,quiso probar la fuerza del diamante .

41

Que siendo con extremo su grandeza,y su vivo color, dice la Fama,que puesto del que duerme en la cabezapor las curiosas manos de quien ama,muestra el amado entonces la firmeza,o su traición, si lo que amó desama,huyendo o abrazando lo que ofreceel sueño en lo que adora y aborrece .

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CANTO UNDÉCIMO

42

Yasí con un diamante que traíaardiendo en medio de un anillo de oro,sobre el rubio cabello que ceñíala blanca frente púsole a Medoro,que la fogosa estrella parecía,que está en la frente del dorado Toro,o a ser en la fiereza semejanteel ojo solo del mayor gigante.

43

No suele más feroz aprisa, yjuntas,así como la voz y la red siente,arrojar el espín las blancas puntas,bañando espuma y sangre el fiero diente;ni más presto se ven quedar difuntascolores y esperanzas de la gente,que le persigue alegre, cuando mirala espesa tempestad de flechas de ira,

44

como en sintiendo la virtud divina,el Rey con muestras de rigor furiosashizo seguro el mal la piedra fina,y marchitó de Angélica las rosas;que a no disimular se determinatales agravios, tan injustas cosas;mas luego culpa aquel furor tan loco,que su justa arrogancia tuvo en poco .

45

Al fin la sosegó su confianza,juzgando que es bajarla por los suelos,alterarse de celos y mudanza,prendas que al mismo cielo dieron celos.¡Ojos que agora sois burla y venganza,y un tiempo envidia y lumbre de los cielos,dormid, si puede ser, dormid en tanto,porque mejor lloréis mientras yo canto!

46

¡Oh lazo conyugal, yugo suavede los que están en voluntad conformes,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y más que el monte a los Titanes grave,para las almas en amor disformes!¡Oh siempre de los males fuente y llave,puerta de los pecados más enormes!,cuanto es vida el casar con buena suerte,es lo contrario pena, infierno y muerte .

47

Dichoso aquél mil veces, que a su gustoen santo matrimonio tiene y goza,sin celos, sin pendencia, sin disgusto,mujer humilde, cuerda, honesta y moza,de su alma y condición hábito justo,que las penas domésticas rebozacon apariencia de contento, y tieneel rostro igual al bien y al mal que viene.

48

Mientras Medoro duerme, y se desvelande Angélica las lumbres celestiales,con la hechicera Mitilene velanlos siempre abiertos ojos infernales,por cuya parte yvoz se le revelandel rey Zerdán los amorosos males,y así, porque mejor su pecho entienda,dejó la suya, y fue a buscar su tienda .

49

Duerme Zerdano, y entre sueños sienteuna voz que le dice : « ¡Oh gran Zerdano,único valeroso descendientede sola tu virtud, industria y ruano,a quien el cielo guardajustamentela bella empresa pretendida en vano!,despierta, que te aguarda el bien que tarda,a quien sin diligencia el bien aguarda;

50

»que quien la cuenta y número redujode ovejas a vasallos poderoso,y a la corona las abarcas trujo,la hija te dará del Can famoso ;

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CANTO UNDCCIMO

Éste es el fruto que tu fe produjo;no duermas, rey, levántate gozosoa la mayor empresa que derramadel Ártico al opuesto la gran fama .

51

»Yo soy la reina Mitilene sabia,la que con los espíritus alterco,la que con pies, que han de salir, agraviala horrenda puerta del oscuro huerco ;la que el lugar donde el trifauce rabia,mil veces sin licencia piso y cerco,y aquélla a quien, !oh mágica!, reservasla fuerza de palabras y de yerbas .

52

»Yo la violencia de Orión sereno,sosiego el mar airado e importuno,las alas de los vientos encadeno,que no se escapa de su cueva algunosin dar, como lo sabe el mar Tirreno,la deyopeya de la diosa Juno;yo soy, en cuanto pide mi deseo,Circe en la tierra y en la mar Proteo .

53

»Sé que la bella Angélica deseas,y vengo solamente a darte ayuda,para que el imposible bien poseas,que a toda humana fuerza puso en duda;porque mi ciencia y tu ventura veas,y que semblante la fortuna muda,hasta el primero sol se te dilata,que un bien tan grande, cuando tarda, mata .

54

»Cuando mañana a la ciudad volvieresde Angélica y Medoro en compañía,y en pardas nubes convertido vierescon negra noche el apacible día,de la ligera barca a donde fueres,ligera entonces por la mano mía,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

salta animoso en la del Rey, y de ellaroba la prenda tan ingrata y bella.

55

»La tempestad furiosa, el manto oscuro,que entonces denso cubrirá la tierra,(ministros de tu robo), harán segurotu fuerte pecho de contraria guerra ;desenlaza la hiedra de su muro,y a los de tu Numidia la destierra,que guardará mejor la hurtadajoya,que aquella antigua del ladrón de Troya.

56

»Iré contigo siempre a dar las nuevasde tanto bien como te guarda el cielo,yporque quiero ver del bien que llevasel mar soberbio y envidioso el suelo,entonces ni con lágrimas la muevas,ni presumas hablar de fuego yyelo :que quien las posesiones tiene en poco,llora después las esperanzas loco.

57

»¡Qué venganza será mirarla sola,ir en tu nave y en tus brazos luegola nueva Helena, Angélica española,nueva resurrección del llanto griego!,y el blando mar con una y otra olaalzándose a mirarte sin sosiego,cómo la abrazas, hablas y requiebras,hurtando algunas de sus rubias hebras».

58

Aquí del dulce sueño verdaderola fuerza le despierta, dando voces:«Detén», -le dice- «¡oh sueño lisonjero!,las negras alas y los pies veloces,pero por más que huyendo vas ligero,por ventura a pintar casos atroces,tras ti me voy, que un bien con tanto exceso,soñado basta a deshacerme el seso» .

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CANTO UNDÉCIMO

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59

Al tiempo que a seguir el viento vanode la sombra fantástica salía,como el enfermo que se juzga sano,oyendo murmurar el agua fría,la sabia reina le tomó la mano,diciendo : «Rey dichoso, aguarda el día,que cuanto de la Bella dice el sueño,será cierta verdad y tú su dueño».

60

Como el hijo que ve del padre muertola sombra que lo vivo representa,y allí de nieve el corazón cubierto,con fríos brazos abrazarla intenta,los pies helados, el cabello yerto,amarillo el color, la vista atenta,así Zerdano se suspende y pasmaoyendo hablar la horrísona fantasma .

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CANTO DUODÉCIMO

ROBA ZERDANO A ANGÉLICA . TRANSFORMA MITILENEEN SU FIGURA A NEREIDA . MEDORO, CREYENDO SERANGÉLICA, LA ABORRECE ; ROSTUBALDO FORMA

EJÉRCITO, Y VIENE SOBRE SEVILLA

z

Verdad debe de ser, decirse suele,nieto de Carlos, generosa planta,yo no lo afirmo, que en los aires vuelede un cuerpo, tierra al fin, máquina tanta;pero si algún espíritu le ímpele,y aquella forma toma, a nadie espanta:así la sabia por el viento iría,y a Zerdano en su tienda hablar podría .

2

Mas antes que el color pálido y tristemúdase en rojo el mismo sobresalto,esparcida la sangre donde asiste,de que deja el temor el cuerpo falto,de nube espesa el pabellón se viste,la fantasma deshecha por lo alto,el Rey la sigue, sale al campo, y vela,que en forma humana por los vientos vuela.

3

Salía ya del mar la llena lunabañada en sangre de encendida y roja,cuando a pensar comienza su fortunael Rey confuso de mortal congoja;y ya no daba claridad ninguna,cuando sacude la pereza floja

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CANTO DUODECIMO

del cuello inútil, de la empresa indigno,el retrato feroz del cuarto signo.

Yya después que el sol recién nacidouna margen de rojo entre doradobordaba en el Oriente, revestidosu manto de colores variado,sale disimulado y atrevidocon la esperanza de su bien soñado,a donde ya la multitud de esclavoszarpaban ferros recogiendo cabos.

5

Éste levanta el rico tendalete,aquél las verdes flámulas reparte,éste los remos por el agua mete,y aquél ocupa su lugar y parte;cuál porque el fresco viento lo promete,hiza la entena, cuál imita el artedel piloto sagaz que nave rige,y con el freno del timón corrige.

G

Al fin llegó donde Medoro estabacon la quejuzga de fealdades llena,que a la fiera Nereida ver pensabacon la engañosa voz de la Sirena;mas con poca razón se lastimaba,no viendo que su bien Zerdano ordena,y cuando estrella tal delante envía,no menos claro sol promete el día.

7

Cubierto el rostro de una blanca tocaNereida sale, y a su lado viene,en forma de aquel ayo, la que invocalas almas que la noche eterna tiene.No fue la gloria de su amante poca ;el enramado barco se previene :la Bella, aunque celosa, está quieta,que así lo hace la mujer discreta.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Zerdano con la suya borde a bordecomienza a navegar, el agua hiriendo ;ya suena por la mar música acorde,la tierra con sus ecos respondiendo ;ya grita al son el escuadrón discordede los remeros con su ronco estruendo ;la mareay el viento los socorren ;el sol sale a mirallos, y ellos corren .

9

Como Zerdano tan hermoso mirael bello Sol, que ya su rostro enciende,la sombrajuzga desigual mentira,y la esperanza prometida ofende .«¡Oh sueño burlador!» -dice y suspira-,«¿no vés cómo sus rayos Febo extiende,y los divinos ojos por quien muero?,¿pues cómo con tres soles agua espero?» .

lo

No bien estas palabras dijo, cuandoen un instante Apolo se oscurece,que un opuesto nublado fue robandoel oro puro que a la tierra ofrece ;el aire fue creciendo, el mar bramando,y con truenos horrísonos pareceque abierto el cielo quiere arrojar fuerael elemento de la cuarta esfera.

11

Ya la fingida nube, espesa y negratal tempestad escupe de granizo,que todos tiemblan, sólo el Rey se alegra,como advertido ya del falso hechizo.No fue sobre las cumbres de Osa en Plegra,cuando la furia de Tifón deshizoJúpiter con sus rayos más la copia,ni del mancebo que abrasó a Etiopia .

12

Víanse por el aire, entre la gruesaborrasca de agua ynieve congelada,

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CANTO DUODÉCIMO

78 9

de varias sierpes una banda espesa,las alas negras y la vista airada ;y aunque el arráez de amainar no cesa,del esquife la entena quebrantada,no importa, porque de este viento es sólocueva el infierno y Lucifer Folo .

13

Aquí no suena el vocinglero «amaina»,ni «larga el amantillo» ni «la triza» ;la espada de Orión se está en su vaina,que son barquillas y borrasca hechiza;cesa el tambor, la flauta y la dulzaina;todo cabello de temor se eriza,y el de Angélica más, que en un instantele vio en las manos del grosero amante.

14

Luego saltando en el pequeño esquife,en el suyo la hurtada flor traspone,hace que el viento con las tocas rife,y sus honestas ropas descompone .Nereida más lasciva que Pasifeal cubierto cendal las manos pone,mostrando ya de Angélica los bellosojos, boca, nariz, frente y cabellos.

15

Medoro imaginando que Zerdanopara librar a Angélica se ofrece,al robo ayuda con su propia mano,y ella piensa lo mismo y lo agradece ;mas fue de entrambos pensamiento vano,que apenas barca y brazos enriquece,cuando poniendo al nuevo curso espuelas,quitó al viento esperanzas y dio velas .

16

Teníaya la sabia prevenidauna ligera y aprestada nave,que estaba de la verde orilla asida,mostrando con la boya el peso grave;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de maestre y pilotos guarnecida,tan diestros que el menor de todos sabelo que hay desde la mar al Norte mismo,y desde el cielo hasta el profundo abismo .

17

Ya con su bello angélico tesoroocupada la rica estrecha popa,se alarga el rey Zerdano de Medoro,y el viento la bastarda vela acopa;no de otra suerte que el fingido Toro,con la que dio su nombre a nuestra Europa,la bella presa lleva al mar de Españapor las columnas que ennoblece y baña.

18

Ya poco a poco el viento se recoge,cesan las aguas, y de Juno al arcosu cambiante círculo descogecon tibio resplandor azul y zarco .Neptuno el freno de las ondas coge,por ellas de Medoro rompe el barco,que con la poca luz del nuevo Apolose vio de todos apartado y solo .

19

Creyendo, pues, que su Nereida fuesela que llevaba entonces a su lado,y corno la ocasión le concedieseel fin de su amoroso y vil cuidado.«¡Oh dioses!» -dijo-, «¡quién saber pudieseadónde el bien o el mal está guardado!,mas tal secreto es justo, celestiales,que no le reveléis a los mortales .

20

»¡Oh tempestad serena!, ¡oh sol más puro,que amaneció jamás!, ¡oh Cierzo airado,más que el Céfiro manso ymás seguro!,¡oh fuego ardiente para mí templado!,¡oh borrasca furiosa y cielo oscuro,agua, yelo y granizo congelado!

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CANTO DUODÉCIMO

Todos fuisteis mi paz, gloria y sosiego,agua, cielo, borrasca, viento y fuego.

21

»Callando agora porventura hablara,¿mas cómo callaré, si amor me obliga,y el tiempo a mi remedio se declara,para que de mi mal la causa os diga?Vos sola de mi alma, prenda cara,sois de mi bien dulcísima enemiga,porque vos me tenéis vivo y difunto,llegado de mi vida al postrer punto.

22

»Muero por vos, y en un instante mismomil esperanzas imposibles veo,por vos del cielo estrella soy, abismodel fuego en que se apura mi deseo;hablo con el postrero paroxismode aquesta enferma vida que poseo,porque con veros muero, yviéndoos vivo,que vida y muerte con mirar recibo .

23

»Si esta infernal Angélica, mi esposa,que mi remedio, y serlo vos impide,no fuera tan solícita y celosapara quererme, y porque no la olvide,esta mi voluntad pura amorosa,que de la vuestra la razón divide,no fuera tan secreta como ha sido,ni causara mi daño y vuestro olvido .

24

»Mas ya que falta del lugar, que puedeocupar el que yo procuro daros,no permitáis que tan quejoso quede,ya quede el habla de los ojos claros;que si a la tierra y viento se concedepoder mirarlos y poder miraros,no es bien que a un alma llena de tormentosneguéis aquello que se da a los vientos» .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

¿Cómo os diré, señor, lo que sentíaNereida entonces, viendo transformadosu antiguo rostro, pecho y pies de arpíaen el ángel ausente y desamado?«¡Oh madre!» -entre los labios repetía-,«profeta solamente en lo pasado,¿qué has hecho, dime, qué figura es ésta?,que todo el bien que me quitó, me cuesta.

26

»Parécete que fuera bien agoratener mi rostro mismo, y no que seala que aborrece siendo la que adora,que la que adora soy, aunque soy fea.¿Qué puedo hacer, ¡oh madre engañadora!,si me desecha, y soy la que desea?,¡oh quién lo que es no fuera, y ser pudieraaquella misma fiera que antes era!

27

»No todas veces la hermosura agrada,un blanco pecho y unos ojos bellos,una pintura como nieve helada,cubierta de rubísimos cabellos ;que alguna vez merece ser amada,hombres lo dicen, que lo saben ellos,de alguna fea, dulce y agradablela libre condición y el trato afable» .

28

Estos discursos entre sí revuelve,cuando Medoro, ya el temor vencido,en quitar la cortina se resuelveal retrato de Angélica ofendido,mas luego de color mortal se vuelve,mirando el rostro angélico fingido,porque se persuadió que fuese aquéllaentonces fea y era entonces bella.

29

No suele despertar el que soñaba,que en encantada cueva de algún moro

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CANTO DUODÉCIMO

inmensa cantidad secreta hallabade perlas, de rubís, de plata y oro,con más pronto dolor que el Rey estaba,en humo convertido su tesoro,viendo sueño su bien, su gloria incierta ;mas no lo tengo a mal, que errando acierta .

30

Nereida como ve que el Rey conoce,que se ha burlado, y que es su esposa piensa,ya no pretende que sus brazos goce,de un largo amor postrera recompensa,porque teme, que si él la desconoce,conozca de su honor lajusta ofensa,que no es razón, si Angélica se pierde,que perdido el honor de amor se acuerde.

31

Yansí determinada, como aquellaque no tiene remedio en otra cosa,fingirse quiere Angélica la Bella,quejosa de Nereida y de él celosa ;a sí misma de sí pide por ellafingidos celos, y en la cara hermosa,también fingida, de los ojos viertefingido llanto y dice de esta suerte :

32

«¿Pensaste acaso, di, Medoro ingrato,que era yo aquella que Zerdano lleva,otra Calipso en el lascivo trato,con otro griego en su marina cueva?¿Pensaste que era yo falso retratode aquella hermosa Proserpina nueva,que con aquel Plutón tan negro y feoiba en su barca y brazos al Leteo?

33

»Pues no cruel, no soy la que tú piensas;basta que agora soy la que aborreces;hícete rey, el cetro recompensas;dite la vida, el galardón me ofreces;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

bien pagan tanto amor tales ofensas,que al fin al tronco infame te parecesde que tu sangre vil procede y viene:que nadie puede dar lo que no tiene.

34

»Tu hermoso cuerpo y rostro ya me cansa,que tienes alma de hombre bajo y fea,si hablo mal, el corazón descansacon armas de mujer, que al aire emplea ;yo vi tu condición humilde y mansa,mas no hay humilde que en el bien lo sea:mudado estás Medoro, y claro estaba,viéndote esclavo rey, yo reina esclava» .

35

Dijo, y para llegarse al rostro y pecho,y aquellos ojos bellos soberanos,fingiendo rabia y desigual despecho,en ellos puso las indignas manos;hiere aquel rostro de jazmines hecho,para certificar sus celos vanos,que cuando la mujer así se ensaña,o es indicio de amor o de que engaña .

36

Más blandamente, o lo mejor que puede,al moro vergonzoso quiere dalle,no para que en el rostro dolor quede,sino en las manos gusto de tocalle;mas ya de este sujeto el plectro excede,y aunque era tierno y justo dilatalle,por ciertas cajas exceder no puedo,que van haciendo gente por Toledo .

37

Aquelfamoso capitán robusto,rey de la gran ciudad, que el Tajo adorna,en forma de herradura tan aljusto,que casi al puesto donde llega, torna,con lajusta memoria del disgusto,que su famosa frente desadorna

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CANTO DUODÉCIMO

%95

del bético laurel, dado a Medoro,de hierro ha vuelto ya sus hojas de oro.

38

Ármase todo desde el pie al cabellocontra los votos, que por vil codiciadieron el bello lauro al indio belloen ofensa cruel de sujusticia;y al scita que queriendo defendello,se hizo capitán de su milicia,y habló en la sala por tan libre modo,promete hacelle desdecir de todo .

39

Que no se le olvidaba la arroganciadel que esgrimiendo aquel pesado leño,algunos castellanos de importanciacondenó para siempre a eterno sueño;y el que vino a Sevilla desde Franciaa ser un nuevo Orlando, y no su dueño,que aAngélica rindiendo vida y alma,a Medoro rindió corona y palma.

40

Con el deseo, pues, de la venganza,que es de los hombres el mayor deseo,su gente armó de acero y de esperanza,segura en la prisión de Turcateo ;cuál con alfanje, tablachina y lanzalas cajas sigue con galán paseo,cuál a caballo, si en amores medra,la calle de su dama desempiedra.

41

Ya se comienzan a esparcir al viento,de más cambiantes, que sus bellas alas,plumas a imitación del pensamiento,loco inventor de soldadescas galas;cuál pone el rojo de amador contentosobre torcidas tocas y bengalas,cuál que cobra esperanza pone el verde,cuál amarillo, que esperanza pierde .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

La blanda paz las armas interrompen,y las que estaban hasta allí secretas,donde el orín y el ocio las corrompen,relumbran sobre lanzas y saetas ;ya los jinetes freno y riendas rompenal son de las belísonas trompetas,y salen para guerra los jaeces,ocupados en fiestas muchas veces.

43

Los patios del Alcázar y las plazasllenos-estaban de armas y moriscos,dando en el paso de la sierra trazas,Sierra Morena de elevados riscos ;ya ni de fiestas ni de alegres cazas,entre jardines, murtas y lentiscosalegres tratan, pero ardiendo en sañaseñores verse de la rica España.

44

Su Rey, que sale a verlos, resplandececual suele el sol cubriendo el horizonte,que un monte en su caballo y vista ofrece,las plumas, ramas y la espalda el monte;desnudo el brazo guerreador pareceen Arlés el soberbio Rodamonte,que a manos de Ruger la muerte infama,y vive en las del tiempo y de la fama .

45

Sobre un azul turquí rica marlotade aljófar y oro llena el moro llevauna lustrosajacerina cota,sin otras escarcelas, falda o greba,y aunque aveces la paz el filo embota,lleva un alfanje de una cota a prueba,y en medio de la adarga descubiertoun yelmo negro de laurel cubierto .

46

Empresa de la bella Solidena,que en Asturias luchando con un oso,

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CANTO DUODÉCIMO

tiñó de sangre la desierta arenade un oculto pinar, ¡caso lloroso!,de cuyo vientre herido con gran pena,sacó un viejo pastor un niño hermoso,que fue después un rey Abarca moro,contra el hijo de Angélica y Medoro.

47

Tanto la gente viendo el Rey se anima,que ya no hay madre, que de dos que tengano ofrezca un hijo, y siendo solo, estima,no que a sus brazos, que a las armas venga;ya su ejército armado por encimapasa del Tajo, sin que amor detengadel padre al hijo ni del hijo al padre,nijuntos a los dos la esposa y madre.

48

Tremolan los alféreces galaneslas astas, porque el Rey sus brazos vea,el aire en los azules tafetanesletras y lunas de oro y plata ondea;relinchan los jinetes alazanes,como quien verse en la ocasión desea,y como el atambor suena en lo bajo,parece que hay mil cajas en el Tajo .

49

Ya dejan a la mano diestra el murode la amada ciudad, que aveces miranaborrecido ya, cuanto seguro,cubierto de mujeres que suspiran,y a la siniestra el caudaloso y purorío, cuyas arenas de oro admiran,y el palacio que agora el vulgo llamade Galiana, de Abenámar dama.

50

Ya las tropas de gente y armas llenaslas peñas de los montes encubrían,y las lanzas los árboles, y apenas

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de la puente de Alcántara salían ;coronadas de moras las almenas,suspiros en cometas les envían,pero entre la distancia de los pechosmueren y quedan sin llegar deshechos .

51

La escuadra rica de Madrid señalade banda azul la juventud que lleva;la de Alcalá de Henares con su galadejar atrás los toledanos prueba,pero ninguna a Talavera iguala,porque la gente más bisoña y nuevaganaba a las antiguas soldadescasde Olías, de Cabañas y de Illescas .

52

Con trece mil moriscos tributariosde toda aquella tierra hasta el Almarcha,con los de Ocaña yYepes temerariosel toledano Rostubaldo marcha;tan alegres los lleva y voluntarios,que ni el ardor de julio, ni la escarchade todo el hielo del temido enerolos harán levantar del cerco fiero .

53

Ya desde las almenas con la manoseñalando entre mil pluma, o vestido,alguna dice : «Veis allí mi hermano»,otra «mi padre», aquélla, «mi marido»,y cuál «mi prenda tan amada en vanoque por los celos de un desdén fingidose va a la guerra, y a morir me deja,y quejándome de él de mí se queja» .

54

No vio en Aulide gente más lucidaAgamenón, vengando su deseo,cuando vertió su sangre el fiero atrida,y halló Ulises al hijo de Peleo;

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CANTO DUODÉCIMO

ni cuando pudo en Argos atrevidael nunca arado campo de Proteoromper Jasón por las manzanas de oro,que lleva en dos ejércitos el moro .

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CANTO DECIMOTERCIO

ALÁBASE LA PINTURA, Y PÍNTASE LA BATALLA

DE LISARDO, REY DE VIZCAYA, Y CARPANTO DE MASILIA,

CON EL SUCESO DE LOS AMORES DE BELCORAIDA

1

Mientras ordena el bélico caminoel sucesor de Ferraguto fiero,vos, de Filipo sucesor divino,del nombre y de las obras heredero,oíd del modo que a Granada vinode la antigua Vizcaya un caballeroa buscar de un retrato la hermosura,que éste es sujeto de mayor blandura.

2

No por cien ojos Argos bello fuera,y un manjar ordinario fastidiara,cansara todo un año primavera,todo unjardín de lirios no agradara;vestir un traje siempre entristeciera,y siempre un sol ardiente fatigara :varias partes componen la belleza,que es bella en variar naturaleza .

3

Por esto digo, que esta varia telame lleva agora al Reino de Granada,donde Carpanto sigue, y se desvelasu morisca gentil en vano amada;huyo del lauro angélico, y dejeladel alcalde de Alhama acompañadaorillas del Genil, que cerca y riegasus verdes campos y espaciosa vega.

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CANTO DECIMOTERCIO

4

Donde con sus doncellas una siesta,de su gente apartada y del camino,mientras comían con aplauso y fiesta,a las orillas de una fuente vino ;los almaizales deja en la floresta,y el cuerpo entrega al campo cristalino,visto a pesar del sol hasta aquel puntode sólo el viento y del cendal másjunto.

5

Desnúdase con ella Claridana,Arfelia, Lucidora y Argelina,la hermosa, aunque morena, Rojelana,la blanca más que nieve Cefalina ;Belcoraida más bella que Dianadel agua rompe la primer cortina,y ella más blanca donde más la azota,huyendo hacia la margen se alborota.

6

Ya con la tierna mano va rompiendola superficie, el agua con enojossalta movida, y con quejoso estruendotírale perlas a los bellos ojos ;la mora los cabellos sacudiendo,discretos cabos, porque no son rojos,en una y otra larga y sutil hebra,de ellas deja ensartar, y de ellas quiebra.

7

Rojelana se arroja vergonzosa,que teme del color algún defeto,porque sin duda la mujer hermosano llega, si no es blanca, al fin perfeto;tiembla del golpe el agua bulliciosa,aquí y allí movido e inquietoel cortado cristal con que la abraza,y estos y aquellos círculos enlaza .

8

La fuente, por tocar la escuadra hermosa,y henchir todo el estanque se desagua;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

la ninfa que la habita, de gozosala arena vuelve en perlas de Cubagua;no quiere Lucidora entrar medrosa,con el marfil del pie tocando el agua,mas resbaló y cayó, que por asillacreció la margen y ablandó la orilla .

9

Arfelia y Cefalina van a tientoprobando el agua, cuyo humor las privacon intervalos del rompido aliento,hasta que suben el estanque arriba;mueve las hojas de la selva el viento,y la risa del agua fugitivaconciértase con ellas de tal modoque parece que está cantando todo .

lo

Ya Claridana, atado por la frenteun pajizo listón las olas partecon los nevados pechos, y el lucientecampo divide en diferente parte;Argelina en el golpe de la fuenteel agua mira resurtir sin arte ;arrójansela todas, y mojadaentre ellas salta, y como cisne nada .

11

No suele escuadra de rizadas garzasbañarse más alegre en compañía,saltando de las hierbas y gamarzastal vez al agua por la margen fría;los faunos escondidos por las zarzas,el dulce ruiseñor y aberramíacelebran los hermosos cuerpos bellos,éstos cantando, y suspirando aquéllos .

12

Salen del agua en fin, que por un horano cobró su humildad ni su sosiego,porque volvió la bella escuadra morasu silencio inquietud, su yelo fuego;

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CANTO DECIMOTERCIO

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yviendo ya que el rubio Febo doracon menos oro el bosque de hojas ciego,partirse determinan de la fuente,que tras ellas corrió viéndose ausente.

13

En esto Belcoraida entre los altosárboles vio de un tronco verde asidoun caballo, y un hombre echado, faltosde dueño el uno, el otro de sentido ;comienza el corazón a dalle saltos,como el que saca pájaros de nido,que cuando piensa que los pollos coge,topando el áspid, mano y alma encoge .

14

Dichoso fue el dormido en estas pruebas,que si la mora bella se bañara,no fuera solo el príncipe de Tebas,ni Cintia sola de su rostro avara;todas las damas del suceso nuevaslos ojos ponen en su hermosa cara,y alguna de manera en él se mira,que sin saber por qué, teme y suspira.

15

Despierta el caballero, y a un retratoque tiene entre las manos enamora,diciendo ansí : «¿Por qué, traslado ingrato,tu dueño injusto me consume agora?,en tanto tiempo que te miro y trato,aun no te he visto enternecido un hora ;mas no soy yo Pigmalión, que pudodar vida y voz a un mármol sordo y mudo» .

16

Durmiendo el cuerpo, el corazón velando,humilla el rostro y la pintura toca,tornándole a coger el sueño blandolas últimas palabras de la boca ;mas como las que estaban escuchandono eran tan firmes como al viento roca,

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80 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

al ronco murmurar y al de una fuentelos ojos vuelve a abrir, y dice y siente :

17

«¡Triste de mí!, ¿qué espero de tu dueño,si tú con ser la sombra de su ira,jamás ablandas el airado ceño,como si fuese mi pasión mentira?» .Cayole en este punto un blando sueño,que apenas la vital aura respira,tal que retrato, lágrimas y enojos,fue poco a poco hurtando de los ojos .

18

Belcoraida le ve quedar dormido,y alégrase en extremo, aunque temiendono fuese el sueño fácil y fingido,que engaña a veces el amor durmiendo;detuvo el pie la guerra del sentido,porque la dulce empresa acometiendo,el rostro apenas al contrario mira,cuando con más vergüenza se retira.

19

Tan bella el sueño, aunque su luz despoja,la cara del mancebo entonces hizo,robándole al clavel la color roja,que al mismo autor la idea satisfizo;hurtó la de la mora de congojaa la retama el genolí pajizo,porque por los espíritus que mueveentraba el fuego convertido en nieve .

20

Como el pintado jilguerillo al paso,aunque engañado de la voz amiga,acude al árbol sólo en campo raso,que el diestro cazador armó con liga,y por librarse del amargo caso,más quiere desasirse y más se enliga,así la reina se retira y queda,y mientras más le mira, más se enreda .

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CANTO DECIMOTERCIO

80 5

21

En fin aconsejada de sus damas,por ver si la sentía, de una murtacomienza a sacudir las verdes ramas,medrosas prevenciones de quien hurta,y recogiendo al pecho aliento y llamas,callando el aire y la arboleda surta,al caballero llega, ante él se para,marchitos los claveles de la cara .

22

Viendo el bosque seguro, el aire ledo,hurta el retrato, y vuelve a sus doncellas,sin que le diese más lugar el miedode ver confusas las facciones bellas ;no estaba Amor en estas burlas quedo,su incendio forma en mínimas centellas,en que cimientos frágiles apoya,la eterna destrucción de Grecia y Troya.

23

Parte a Granada alegre sin que entiendacómo la lleva el nuevo gusto en calma,que ha dejado del hurto el alma en prenda,pues lleva una pintura y deja el alma,pues para que el veneno el alma encienda,al corazón pasó desde la palma,cual suele al pescador el pez torpedosubir por el sedal del cebo al dedo.

24

Carpanto de Masilia, queveníaen seguimiento de la hermosa dama,no quiso en la ciudad entrar de día,por no tentar la lengua de la fama,y así porque del sol la cara ardía,como por mitigar de amor la llama,viendo la hierba de la vega en colmoapeose y ató su alfana a un olmo .

25

Luego quitando su cambaya y tocas,el gran cuerpo midió la verde tierra,

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óOÓ

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

lastimando las flores, que a no pocasdejándose caer las hojas cierra;cual Polifemo en las saladas rocas,que el bello mar de Siracusa encierra,cansado de seguir, se recostabala fugitiva ninfa que adoraba.

26

Mas no tan presto el español caballosiente la turca alfana que relincha,cuando a su dueño quiere despertallo,y respondiendo quiebra rienda y cincha;como el gallo que siente al otro gallo,las alas alza, y cresta y plumas hincha,y atento adonde el otro se levantavencerle quiere, y respondiendo canta.

29

Al relincho espumoso en un instantepuestos en pie se ven de furia llenosel uno y otro alborotado amante,cuyos caballos ven sin rienda yfrenos ;el español que al turco ve delante,el retrato que adora, echando menos,que se le hurtó de entre las manos, piensa,de pura envidia, y por hacelle ofensa .

28

Yen alta voz le dice : «Caballero,no es muy conforme a tu persona y traje,porque en tu tierra duerma el extranjero,llevarle toda el alma en hospedaje ;el huésped vil se paga con dinero,de su valor el hombre de linaje,y si en ajena tierra prendas cobran,no las del alma, las del cuerpo sobran» .

29

El hijo de Agricán con señas que haceforma lengua en que dice que no pudo,mas poco al español le satisface,que se le vaya contrahaciendo el mudo,

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CANTO DECIMOTERCIO

de donde nace amor, la guerra nace,la espada saca y el luciente escudo :oíd, señor, un tierno y mozo amanteopuesto a la fiereza de un gigante .

30

Tanto el hurtalle con razón lastimade un largo bien querer prenda tan cara,y cual hombre tan bárbaro no estimauna pintura peregrina y rara .Ajusta empresa el español se anima;la causa esjusta y la ignorancia clara,que no hay tesoro de estimar tan dino,como la tabla de un pincel divino .

31

¡Oh pintura divina y milagrosa!,pues que ninguna acción humana imitatanto a naturaleza poderosa,ciencia sin fin, sin término infinita;tú pones a los ojos cualquier cosa,que debajo del sol y encima habita,y tanto puedes, de tus sombras llena,que engendras miedo, amor, contento y pena .

32

Tú el mar haces temer al que en su tierrajamás del mar temió la desventura;tú las sangrientas armas y la guerra,y del tigre y león la fuerza dura;tú describes el mundo y cuanto encierra,tú las estrellas y la noche oscura,el ágil curso del que corre airado,y el sueño perezoso del cansado.

33

Que pretenda alabarse mejor de estola escritura divina, ¿quién lo duda?,figura lo que trata más dispuesto,más no tan de improviso el color muda;describa el orador, o largo o presto,la madre bella del Amor desnuda,

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SOS

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y otro la pinte, y le daré la palma,pues muda hermosa me arrebata el alma.

34

Deuna guerra se escribe y se disponeun grande libro, y puede el pincel tantoque un lienzo, en descogiéndole, la ponejunta a los ojos con mayor espanto;¿de qué matices y color componeel azucena, el lirio y el acanto,si no los hurta a la pintura el verso? ;mas no se arguya lo que no es diverso.

35

El cosmógrafo escriba, que al fin pinta,si comprehende todo el mundo el mapa;gasta colores como negra tinta,ninguna ciencia de pintar se escapa ;de imágenes adorna el ancha cintadel alto cielo y su estrellada capala astrología, y por ejemplo bastael Aries rubio y la doncella casta.

36

La medicina pinta el cuerpo humano,pone intestinos, venas y medidasla blanca anatomía el cirujano,pintadas son las yerbas conocidas;todas las ciencias del ingenio humanosi quieren ser más fácil entendidas,todas se pintan, todo al fin se traza,un fuerte, una ciudad, palacio o plaza.

37

No del alcázar la pared admira,de techos de oro y telas mil cubierta,aunque cualquier labor al pincel tira,y aún allí la pintura va encubierta;admírase el ingenio, cuando miraen tabla, en mármol la figura ciertade César, de Anibal, cuya memoriahace creer e imaginar su historia.

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CANTO DECIMOTERCIO

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38

¿Qué valieran las perlas, plata y orosin la pintura bella, que enseñararica labor y engaste al indio y moro?,ni joya hubiera, cetro, ni tiara.¡Oh siglo errado!, justamente llorotu mano agora a su arte noble avara:honra al pintor, sí su grandeza ignoras,siquiera porque pinta lo que adoras .

39

¿Por qué de un arte ilustre el valor mídes,que antiguamente fue tan celebrada,si fue una tabla o lienzo de Aristidespor mil talentos de Atalo comprada?Si a Atenas de esto la razón le pides,dirá lo que de Emilio fue estimadala mano y el pincel de Metrodoro,si Zeuxis no le muestra el nombre de oro.

40

Pregunta a Roma si aprender podíaesclavo alguno el arte, solamenteel noble y ciudadano que sabíasu libre sangre, antigua y excelente.¡Oh gran Cleonio, a quien se debe hoy díadar al pincel la perfección presente!,que diste a cada parte su sentido,las sombras y dobleces al vestido.

41

Bien conocéis, ¡oh gran Filipo nuestro!,su gran valor, que a vuestro ingenio aplico,y bien lo sabe en el cuidado vuestrodel español asado el templo rico,hurtando a Lombardía su maestroJácome Trezo, a Roma a Federico,y estimando en España el arte dinadel Mudo insigne y su maestro Urbina .

42

No tiene España que envidiar, si lloraun juanes, un Becerra, un Berruguete,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

un Sánchez, un Filipe, pues agoratan iguales artífices promete;Ribalta, donde el arte se mejora,pincel octavo en los famosos siete,Juan de la Cruz, que si criar no pudo,dio casi vida y alma a un rostro mudo .

43

Volviendo, pues, a los guerreros, digoque es bien, señor, que el español procuresaber, si el turco ha sido su enemigo,y que por este engaño se aventure;que sólo de sus lágrimas testigo,por más quejustamente niegue y jure,está muy en razón haber creídoque de su prenda el robador ha sido .

44

Recibe, al fin, cubierta la cabezadel claro escudo, un tajo en él con tantapujanza que voló la puntay pieza,que de la media copa se levanta,yrespondiendo con igual presteza,metió ligero la derecha planta,y de uno en otro golpe abrió caminoal turco pecho por el temple fino .

45

Mas no le hirió por una cota el pecho,que el guerrero Carpanto de ordinariono usaba almilla de mayor provechoen paz de amigo, o guerra de contrario,y entonces de un revés sobre el derechobrazo por el lugar más necesarioel arrogante bárbaro soberbiocortó al cristiano ropa, carne y nervio .

46

Pero poco logró del golpe el gusto,pues toda la canilla sacó rota,que el bayo borceguí dorado yjustono hizo la defensa de la cota;

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CANTO DECIMOTERCIO

siente el dolor el bárbaro robusto,que de nuevo la sangre le alborota,el pie levanta, y sin sosiego algunola fuerza de los dos puso en el uno.

47

La adarga arroja, y con furioso exceso,pensando que ha de abrirse si le toca,del hombro a la cintura carne yhueso,y desde los cabellos a la boca,a dos manos le tira puesto el pesodel cuerpo sobre el pie, mas fue tan pocala fuerza de él que dio consigo en tierra,que siempre por más fuerza el golpe yerra.

48

Íbale a dar, como el discreto debe,un airoso revés el vizcaíno,porque dejar que a levantarse pruebe,fue siempre conocido desatino,cuando el temor en pie le puso en breve,yjugando el alfanje a herirle vino,asentado ya el pie, que el temor suelehacer que no se sienta lo que duele .

49

El español le tira, el turco diestro,andando en torno de él vuelve a afirmarse,cual diestro esgrimidor del tiempo nuestro,que quiere del contrario asegurarse .Por el derecho lado y el siniestroLisardo quiere al bárbaro llegarse,mas siente flaco el brazo, si le encuentra,que donde sangre sale dolor entra.

50

Ypor vender mejor su vida, mirala fama y el peligro a que le exorta;no tira al pecho, a la cabeza tira,penacho y tocas y bonete corta;no se repara el turco ni retira,que ni temor ni acero le reporta;

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ó 1 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

vásele entrando, y tanto que el cristianole pudo asir con la siniestra mano.

51

Vienen a brazos, y dejando luegolas armas traban una fiera lucha,no dando al español mucho sosiego,que al fin del turco la pujanza es mucha;los ojos de los dos arrojan fuego,sólo un quejoso respirar se escucha;bañan sudor los rostros y las venasde sangre ardiente y removida llenas .

52

No se vieron jamás robustos corzos,de las ondas primeros inventores,con tales grimas bélicas y escorzos .sobre apuesta luchar con los pastores ;o con los toros y salvajes corzos,de quien salen mil veces vencedores,las venas y los nervios descubriendo,y el aliento en el pecho reprimiendo.

53

Ni así el lebrel al braco humilde muestralos dientes, si en él venga sus pesares,como en los dos de la contienda nuestra,más en los años que en valor dispares ;la polvorosa y bélica palestra,no menos fuerte que de Entello y Dares,duraba sin ventaja, mas la heridaenflaqueció la fuerza con la vida .

54

Al fin el brazo al español faltole,y viendo la ventaja de esta guerra,el fiero turco de la tierra alzole,bajándole dos veces a la tierra;por medio a la tercera quebrantole;desmaya. el español, los ojos cierra,inclina la cabeza, el cuerpo afloja,la tierra mide de su sangre roja .

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CANTO DECIMOTERCIO

81 3

55

Como después de la mortal heridael cazador de Venus quedó muerto,vueltos los ojos, la color perdida,y el blanco pecho de la fiera abierto,tal el mancebo hermoso en la caídatendió sobre la yerba el cuerpo yerto,de nieve el rostro, y como lirio el labio,que aun la muerte a lo hermoso no hace agravio.

56

No de otra suerte que miró el tebanoal hijo de la tierra, el turco mirael flaco y bello luchador cristiano,que ya ni mueve el rostro, ni respira.«Arrogante español» -le dice- «en vanoa grandes cosas tu nación aspira,pues de vosotros el más vil pretendehacerle guerra al sol, si el sol le ofende .

57

»Quédate para loco, inadvertido,y no te quejes de tu dura suerte,pues buscaste tu daño, y atrevidoa las puertas llamaste de la muerte».Esto diciendo, le dejó tendido,y asiendo de su alfana el arzón fuerte,sin estribo subió sobre la silla,y del Genil desamparó la orilla.

58

Cuando el mancebo triste, ya despierto,de entre las manos de la muerte escapa,fue de la noche el manto descubierto,de malas obras apacible capa ;mirando el cielo, aunque nublado, abierto,coge el sangriento humor, la herida tapa,y allí sentado cuenta con suspiroslas estrellas del manto de zafiros.

59

Regando el suelo, pues, el joven tristede noble sangre y de piadoso lloro,

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81 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

vio que a su tierno llanto un hombre asistecon alma de cristiano y traje moro;no rica aljuba, ni marlota viste,ni ciñen su cabeza tocas de oro,sino un bonete de encarnada grana,y un morado alquicel de seda y lana .

60

«¿Quién eres tú» -le dice-, «que mi penaatento escuchas? Si por dicha aguardas,que lime el alma la mortal cadenay de esta vil prisión rompa las guardas,con mi despójo tu apetito enfrena,si de robarme vivo te acobardas» .Calló Lisardo, que el dolor estrechola voz cortaba de la boca al pecho.

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CANTO DECIMOCUARTO

DISFRAZÁNDOSE BELCORAIDA, CURA A LISARDOLAS HERIDAS; DETERMÍNASE ROSTUBALDO DE VERLA CUEVA ENCANTADA, Y DEJANDO SU GENTE

ENTRA POR ELLA

1

<Si a lástima, señor, os ha movidojusta piedad, conforme avuestros años,del hijo de Agricán, Lisardo herido,ya el cielo acude areparar sus daños;el cautivo que veis enternecido,un alma hidalga cubre en rotos paños,que el cielo da también por triunfo y palmaejecutoria de nobleza al alma» .

2

«No soy» -responde-, «como agora piensas,mancebo triste de tan bajo trato,y mal un alma noble recompensas,mostrándote a mis lágrimas ingrato ;no busco mi provecho en tus ofensas,ni robo muertos, ni los vivos mato,que soy cristiano, aunque en morisco traje,tu igual por dicha en pena y en linaje .

3

»Cautivo soy y esclavo de Elearíno,rey de Granada, Matubel y Alora,y de quien Maniloro fue sobrino,que de Francia trujeron muerto agora,tiene este rico moro granadinola más gentil y más perfecta mora

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81 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

4

»Aquesta sirvo en una huerta suyaen este traje de hortelano pobre,donde la peligrosa herida tuyaharé que la perdida salud cobre;que no hay agora quien con ella arguya,por experiencia y arte que le sobreen medicina, y conocer las cosasa la salud humana provechosas.

5

por hija bella, que ha tenido España,en cuanto el Betis cerca, el Genil baña.

»Agora con el rey está en Sevillaen cierta pretensión por tiempo largo,yo en tanto busco por aquesta orillayerbas, que ya conozco y tengo a cargo;anabasis, jacinto, manzanilla,absintio, hisopo, salvia, asensio amargo,escorzonera, meliloto y apio,hecho por mis desdichas Esculapio .

»Vine, como otras veces, esta tarde,y agora cuando a la ciudad volvía,haciendo con mis lágrimas alardede los cuidados de la patria mía;tu voz cristiana, que en mis venas arde,dejó mi sangre con su acento fría,y en el oído me detuvo el pasodesde que Venus se mostró al Ocaso.

7

»Por tanto quiero, mientras vive ausenteel hermoso Avicena que te digo,darte mi casa y ánimo inocentecon rica voluntad de pobre amigo».Cuando Lisardo en sus palabras sientede la piedad del cielo igual testigo,agradeciolo a entrambos como pudo,al uno hablando poco, al otro mudo .

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CANTO DECIMOCUARTO

8

Coge el caballo entonces el cautivo,y sube en él al español cristiano,dejando de Granada el muro altivo,por mas secreto a la siniestra mano.Al fin cubiertos de uno y otro olivo,fuera de senday de camino llano,entraron en la huerta y en la casa,larga de voluntad, de hacienda escasa.

9

No los franceses paños ydoselesadornan las paredes mal labradas,de sillas, taburetes y escabeles,y de famosos cuadros adornadas;cama limpia entre rotos alquiceles,sábanas blancas, aunque no delgadas,y aunque entre moros, una imagen belladel Oriente del Sol que nació de ella.

l0

Echado estaba apenas en la camamedio desnudo el caballero herido,cuando de gente, que a la puerta llama,fue su primero sueño interrumpido ;llama a Licasto la morisca dama,porque habiendo el retrato conocido,y sabiendo que es suyo, amó su amante,que amor siempre engendró su semejante.

11

Aquel retrato se pintó en Granadapor un moro, que un tiempo la servía,que por mostrar su belicosa espadacon los cristianos de Navarra un díafue cautivo en la vega celebrada,donde Genil, que el verde jaspe cría,con una cinta de cristal heladodesde una sierra se despeña a un prado.

12

En fin le dijo : «De tu ley cristianahallé esta tarde con dos mil querellas

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S I H

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

13

»Hame obligado, que perdido viene,y ser yo aficionada a los cristianos,a procurar curalle el mal que tiene,si ya no fuesen pensamientos vanos;que si es herida, a su salud convieneque ponga en ella mis dichosas manos,que tú como cristiano bien podríasesconderle en tu casa algunos días» .

14

un mozo ilustre que en la vega llanacontaba con suspiros las estrellas;el rostro blanco y de color de grana,los bellos labios y mejillas bellas,los ojos como el mismo ardiente Apolo,pardo el cabello, el bozo negro y solo .

«No digas más»-Licasto le responde-,«hermosa reina, que ese mozo tristemi pobre casa y alma rica esconde,más muerto por ventura que le viste;que yo me hallé sobre la yerba adondeenternecida de su llanto fuiste,y ha poco que con alma de cristianoa sus heridas apliqué la mano.

15

»Sin duda es hombre de real linaje,su hermosura a decillo me provoca,y lo confirma el extranjero traje,no porque yo lo sepa de su boca;sí en tus entrañas halla el hospedaje,que halló en mi pobre casa estrecha y poca,segura tiene la salud perdidaen esa mano de su muerte vida» .

16

Con el rostro y el pecho enternecidola mora el caso trágico escuchaba;quedose de la herida sin sentidoporque sólo en el alma sospechaba;

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CANTO DECIMOCUARTO

supuesto que en el alma y cuerpo herido,por ocasíón de su retrato estaba:que como mal papel el alma suelepasar al cuerpo lo que en ella duele .

17

Como suele fingir el que desealo que es muy de su gusto el despreciallo,para que el dueño por ventura creaque como a menosprecio ha de comprallo,así la mora su pasión rodea,mas el cristiano atiende a remediallo,y tanto en ver su enfermo facilita,que entre los dos conciertan la visita.

18

Mas con tal condición la vez primera,que le vea encubierta, y la segundacomo para curar su herida fiera,pues todo en bien de su salud redunda.Vestirse pobremente considera,cual suele estar en la grosera fundael oro puro, que cubiertamenterinde Aburem a la española gente.

19

Licasto se despide, prometiendoser a sí mismo del secreto escaso ;halló en bajando al español durmiendo,dejole y fuese a imaginar el caso .Ya el alba clara y colorada abriendola fría sombra con alegre paso,de sus plantas de fino aljófar llenaspisaba los jazmines y azucenas .

20

Cuando despierta el español cristiano,y entra en la guerra, donde halló despiertala que probó dormir por dicha en vano,y vio los dos luceros en la huerta,en unafuente puso brazo y mano;lágrimas yagua ruégale que vierta;

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82 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

la fuente, agradecida de otra suerte,las perlas guarda, sola el agua vierte .

21

Tan blanco sobre el mármol de la fuenteestaba el brazo, que el cautivo apenasse atrevíera a juzgarle diferente,a no juzgallo las azules venas;animose a llegar con un presentede un semejante ejemplo de sus penas,y para ver la fuente con aviso,vueltos en flor Adonis y Narciso.

22

Tomó las flores, y con larga manole dió un anillo de una piedra fina ;no de otra suerte que Alejandro Manosatisfizo la fruta de la encina .Luego pregunta si durmió el cristiano,y si el dolor templó la medicina,si ha dicho ya su nombre, estado y tierra,y la ocasión que de ella le destierra .

23

Ysabiendo que no, sin que se guardede tantos Argos, quiere entrar a velle,que no hay para el amor paso cobarde,ni fuerza de razón para vencelle ;todo lojuzga peligroso y tarde,como cuando en el mar de Friso yHelleHero aguardó deshecha en mil enojos,con una luz las luces de sus ojos .

24

Entran al fin, y va la luz delante,que a descubrir el bello herido corre;quedose afuera la abrasada amante,que una pared humilde fue la torre;halló un resquicio a Tisbe semejante,que amor de todos medios se socorre,por donde el viento a lástima movidotraía las razones al oído .

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CANTO DECIMOCUARTO

25

Finalmente después que un largo ratohablaron los cristianos de su herida,Licasto le pidió con más recatola historia y el discurso de su vida ;no quiso el español mostrarse ingrato,y sin saber que oyéndole, escondida,estaba la ocasión de sus enojos,dio voz al corazón y agua a los ojos :

26

«Pues ya me fuerzan la razón y el tiempo,y de tu amor la fe sincera y pura,más que el traerme la fortuna a tiempoque en tierra ajena tenga sepultura ;no COMO ya por gusto y pasatiemposu historia el sano referir procura,colgada la mortaja por el templodiré la mía, mas porjusto ejemplo.

27

»Lisardo soy, el hijo desdichadodel gran rey de Vizcaya Atanarico,aquél en letras y armas celebrado,y más que Midas sin codicia rico ;en ásperas montañas fui criado,en soledades, a que yo me aplico,no como cazador, mas como sabio,puesto que el propio loor es propio agravio.

28

»Pocas mujeres vi, ninguna amaba,y si puedo decir que amaba alguna,era una prenda que conmigo estaba,sol de mis ojos, de mi llanto luna;su divino imposible me abrasaba ;mal digo, justamente mi fortuna,que amor la tuve, si no fuera hermano,con que excusara el que me mata en vano .

29

»¡Oh cuántas veces me abrasó el deseoel casamiento bárbaro de Egito

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82 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

de la bella Cleopatra y Tolomeo!,que busca amor ejemplos al delito,pues si de Biblis los afectos leo,que se convierta en fuente la permito,que si pudiera yo volverme fuente,fuego es amor, templara mi accidente .

30

»Al fin cesó mi ardor por insufrible,después de muchos años de flaqueza,porque sin esperanza no es posibleque pueda durar tanto la firmeza;acabose mi amor loco, imposible,volviendo a su primer naturaleza,pero esta paz del alma duró poco,interrumpida de otro amor tan loco .

31

»Entre algunos esclavos andaluces,que trujo el Rey mi padre de la guerra,cuando llegaron nuestras rojas cruceshasta las blancas lunas de su tierra,si a la memoria la ocasión reduces,y es la que agora te aprisiona y hierra,que bien te acordarás que fue victoria,que nuestra sangre escribe su memoria,

32

»vino un cautivo, que en su talle y bríomostraba ser persona de linaje,y aun dicen que este Rey era su tío,y su padre cabeza Bencerraje;éste ocupado en el servicio mío,jamás haciendo a su nobleza ultraje,pudo con su virtud tanto conmigo,que fue de esclavo herrado, libre amigo.

33

»Siempre que a alguna parte caminaba,siempre que al campo y a los montes iba,éste para mi mal me acompañaba,cual suele aquel que con sus dueños priva;

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CANTO DECIMOCUARTO

82 3

mas cuando a bosque o soledad llegaba,o me obligaba la calor estivaa darme al sueño en cueva o sombra fría,de mí por las malezas se escondía.

34

»Muchos días, Licasto, atribuiloa varias cosas del humano intento ;después con el deseo mudé estilo,y quise conocer su pensamiento .Parece que nació ribera el NiloAmor, según es vario y fraudulento,pues aver lo que el otro viendo estaba,con ignorantes pasos me llevaba.

35

»En su lenguaje bárbaro y moriscotal llanto hacía con un rostro bello,que bien pudiera enternecer un risco,pues que me enterneció sin entendello .¿No has oído decir del basilisco,o de Medusa el rígido cabello?,pues eso mismo el que es curioso medra,murió mi vida, y fue mi alma piedra .

36

»Cual suele de la bala sin reparoentre los corzos aquel golpe fuerteal primero pasar de claro en claro,y al que viene detrás herir de muerte,tal este rostro peregrino y raronos pudo herir a entrambos de tal suerteque aquel murió porque llegó primero,y a mí me hirió de muerte, pues ya muero.

37

»No pasaron de aqueste muchos días,que enfermo de su amor el moro esclavo,por darse a contemplar melancolías,manjar de tristes cuyo gusto alabo,para empezar las desventuras mías,llegó su vida miserable al cabo,

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82 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y estando yo presente al fin cercano,me dijo así, tomándome la mano:

38

»"Si los bienes, Lisardo, principalesmuerto el cautivo hereda el señor suyo,un bien, que tuve para muchos males,a ti como a su dueño restituyo ;hiciera testamento de otros tales,pero no es el dolor para ser tuyo,pues muero ya, sin que remedio cobre,rico de males y de bienes pobre .

39

»"Yo quisiera tener bienes mayores,mas nunca bien mayor tuve en mi vida,pues la pierdo por él con mil dolores,y le perdono siendo mi homicida" .En esto ya las sombras y temoresde la muerte cruel, la mano asida,rompieron la razón con blanda calma,dando a la voz espacio y prisa al alma.

40

»Diome el retrato, y apretome un ratotanto la mano, que por ella creoprobó a salir el alma, que al retratojuntarse quiso con mayor deseo;por despedirse de su antiguo trato,tan semejante al tiempo en que me veo,finalmente murió, porque muriesequien heredero de sus males fuese .

41

»Que no heredé sus prendas solamente,pues heredé también su amor eterno,como el que se ha vestido del dolientela ropa enferma del sudor interno,comenzó de su muerte mi accidente,(¡qué duros males de un principio tierno!)quedando al dilatarse poco a pococautiva el alma, y el sentido loco .

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CANTO DECIMOCUARTO

82 5

42

»No puedo yo creer que el rostro hermoso,(después acá lo tengo imaginado)sin fuerza de otro hechizo poderosopudiese hacerme tanto mal pintado;de la suerte que el áspid venenosopisó las flores del hermoso prado,que ellas por sí sencillas e inocentesni hombres mataran, ni dañaran fuentes .

43

»Ypor no te cansar con mis pasiones,basta que sepas que me dio tal guerra,que al cabo de mil varias confusiones,de mis padres y patria me destierra,porver si en otras partes y regioneshallar pudiese la dichosa tierraque tiene tanto bien ; mas yo receloque no es la tierra, sino el mismo cielo .

44

»Allí, Licasto, donde ayer me viste,mi peregrinación vino a traerme,y sucediome lo que suele al triste,que de llorar cansado al fin se duerme,y como en todo la desdicha asiste,el primero que pudo el rostro verme,me le robó, dejándome la palmasin el espejo en que miraba el alma .

45

»Estaba yo soñando, o son antojos,que una gentil y cándida paloma,cubierto el pico de rubís más rojosque el encendido esmalte de la poma,de plata el rostro y de zafar los ojos,con uñas de oro mi papel me tomacuando despierto, y como suelto ciervoen pie me pongo, y hallo que era un cuervo .

46

»Un hombre negro hallé, que estaba ufanode su victoria y del tormento mío ;

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82 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

puse al remedio y a la espada manoponiendo la venganza en desafío;quedó por él la gloria, y tú cristiano,que bajabas entonces por el río,serás testigo de que queda luegoresuelto en tierra lo que pudo en fuego» .

47

Dijo, y con esto el alma, que mejorasu mal llorando, dilató su pena ;llora el cautivo y Belcoraida llora,ésta la propia culpa, aquél la ajena;las lágrimas hermosas atesorala rompida pared de perlas llena,que Amor tal vez, que a niño corresponde,por agujeros su riqueza esconde .

48

Pésale por la causa que recela,de que por su retrato herido fuese;luego de la tristeza al gusto apela,pues fue ocasión de que a Lisardo viese.Licasto en tanto al español consuela,porque la pena con el llanto cese,mas viendo hacer aqueste oficio al sueño,salió a buscar de aquella vida el dueño.

49

El llanto disimula cuanto puedela reina, y salen a la huertajuntos,adonde amor, que a lo imposible excede,resucitó los ánimos difuntos;no hay esperanza que sin alma quede,aunque distaban, más que los dos puntosen que se tiene el cielo, las dos leyes,que en lo demás iguales son los reyes.

50

Conciertan, que con pobre y vil vestidoentre la infanta en nombre de cautiva,y herida de su amor cure a su herido,para que el uno sane, el otro viva,

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CANTO DECIMOCUARTO

82 7

y que entrando Licasto enternecidofinja que es su mujer, porque recibaremedio en cuerpo y alma aquel cristiano,que es médico de amor la amada mano.

51

No bien el sol llegaba al mediodíacon rayos más ardientes y sutiles,cuando la bella dama se vestíade un lanoso alquicel, paños serviles,mas tanto el rostro más resplandecía,cuanto eran más las vestiduras viles,que el plomo no le quita, ni es bastantela blanca luz al índico diamante .

52

Entra Licasto al fin, y al bello heridole dice ansí : «Por tu valor, cristiano,ya que en mi indigna casa recibidoenfermo, fuiste de mi intento sano,de mi propia mujer serás servido,y comerás agora de su mano,que cualquiera mujer por su blanduramejor que el hombre nos regala y cura» .

53

Lisardo de pesar extremos hace,por ver que tenga a su mujer cautiva;Licasto le consuela y satisfaceculpando al tiempo y a la suerte esquiva.«Ya que para morir la vida nace»-le dice-, «excelso príncipe, no vivaseguro el hombre, de que en este suelohay firme bien hasta llegar al cielo» .

54

En esto entró la Reina, y comenzarona mejorar de entrambos las heridas;si los ojos mirándose callaron,habláronse las almas conocidas;los de Lisardo atentos la miraron,y donde las facciones esculpidas

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

estaban del retrato a quien dio palma,el bello original entró con alma .

55

Cual suele estar aquél, que en tierra extrañamira el amigo de olvidado nombre,y viéndole presume que se engaña,imaginando dónde vio aquel hombreque se atreve, se encoge y desengaña,haciendo al que le mira que se asombre,tal estaba Lisardo viendo aquélla,que tantas veces antes vio sin vella .

56

Lugar es éste, donde fuerajustocon nueva Musa y con blandura nuevaque del amor se dilatara el gusto,que de uno y otro amante el alma prueba,si no me lo estorbara el tiempo injusto:que entre armas y humo a mi pesar me lleva,forzándome a que busque sin deseosujeto igual al tiempo en que me veo.

57

Luz de mis ojos, no creáis por estoque me falta de vos digna memoria,mas la aspereza donde amor me ha puesto,no me permite celebrar su gloria.Marte me lleva a su peligro opuesto,por eso en el discurso de la historiavuelvo a buscar a Marte, procurandodejar al blando amor lugar más blando .

5s

No es tiempo de cantar, Lucinda mía,tus bellos ojos y mi largo llanto,que en medio de la mar del Norte fríala sirena de amor suspende el canto;voy por la mar donde a morir me envíala envidia de mi bien, que pudo tanto:oídme vos, señor, pues Marte os llamaal templo de Belona y de la Fama .

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CANTO DECIMOCUARTO

82 9

59

Volviendo al castellano rey famoso,a quien ofrece parias y tributola gran ciudad del Tajo caudaloso,que dieron nombre Tolemón y Bruto,digo, que con su ejército orgulloso,y el antiguo pendón de Ferraguto,para hacer a Medoro eterna guerrapasaba alegre la Morena Sierra .

Go

De en medio del tropel y polvo espeso,carros, caballos, cargas y bagajes,de las voces del campo y del excesode fieras arrogancias y plumajes,sus alas de Argos, que con menos pesosuelen pasar los estrellados Ajes,hasta Sevilla levantó la famade un viento en otro, y de una en otra rama .

61

Medoro, que a Nereida aborrecía,creyendo fuese Angélica su esposa,que por la burla y pena de aquel díano ha sido a verle el rostro poderosa,oyendo que el ejército veníaal son de la trompeta belicosa,en la margen del Betis las más tardesforma escuadrones y compone alardes.

62

Salen los moros y los indios salen,éstos con arcos, con alfanje aquéllos,y porque a Alcides, como en fuerza igualen,pieles de tigre enlazan a los cuellos;otros de fuertes láminas se valendel oro mineral que nace entre ellos,y escritos de mil letras y pinturaslos fuertes brazos y las carnes duras.

63

Rige Medoro un bárbaro manchadodel copete al cordón de negras moscas,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

como cebra de listas variado,de uno y otro color partido a roscas ;con un bastón de piedras tachonado,como se hallaron en las minas toscas,le toca y hiere, y dicen que pareceal caballo del sol cuando amanece.

64

Celauro de Etiopía y Gloriardo,sucesor de Rugero y Bradamante,y Turcateo el bárbaro gallardo,a su padre Gradaso semejante;aquélla de su sol nublado pardo,fingida claridad, falso diamante,sirven pensando que es la bella en vano,que lleva hurtada por el mar Zerdano.

65

Yasí los tres ofrecen los primerosa la fingida Angélica y Medoro,para vencer los castellanos fieros,personas, vidas, armas y tesoros;ya se ven relumbrando los aceros,ya suena el atambor alarbe y moro,ya las ovejas y el salado puercose van guardando para largo cerco.

66

Llegado en fin a aquella cueva oscura,que Cardiloro tiene en tanto olvido,Rostubaldo feroz, cuya aventurasaber ha procurado y no ha podido,durmiendo el campo, que dejar procura,cerca de ella alojado y detenido,desea ver si lo que el vulgo dicea la verdad (cual suele) contradice .

67

Ycomo tanto el moro deseabasaber de aquellas guerras el misterio,y el Betis andaluzjuntar pensabaa la corona de su ilustre imperio,

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CANTO DECIMOCUARTO

por ver si en ella algún guerrero hallaba,aunque temiendo muerte o cautiverio,fiado en su valor, de todo puntose atreve al daño y al infierno junto.

68

Deja la rica tienda, el paso alargacon ánimo atrevido, y sólo llevasu negra lanza, su dorada adarga,sin otra gola, peto, falda o greba;del valle oscuro por la senda largala boca vio de la espantosa cueva,que un ronco y turbio arroyo la descubre,y una eminente peña que la cubre.

69

«Aquí» -dice- «veré si me provocael único valor que siempre tuve»,y ansí se acerca a la profunda boca,la lanza al hombro ypor la peña sube ;salía ya con luz menguante y pocaCintia por una densa yparda nube,cuando entra el fuerte y temerario moro,donde yace olvidado Cardiloro .

70

Pasaba riscos de camino inciertosbañados de una fuente despeñadapor los mármoles hórridos y yertos,con voz entre los cóncavos formada;colgaban de ovas y de moho cubiertosracimos de agua en dura piedra heladadel salitrado techo en toda parte,de la naturaleza hechos con arte .

71

Mas no con tal valor, fuerza y deseoel que de Yole se vistió las tocas,pasó las negras aguas del Leteo,y del infierno quebrantó las rocas,cuando rasgó sacando a su Teseo,del gran Cerbero las trifauces bocas,

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83 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

corno el valiente Rostubaldo llevapor la espantosa y encantada cueva.

72

Después de caminado largo trecho,hirió la lanza que llevó delanteun moro, en cuyo lienzo a su despecho,como a Narciso respondió su amante;quejose el fresno, y al valiente pechoarrimando la blanca adarga de ante,metió mano al alfanje fuerte, y comoun Héctor llega y llama con el pomo .

73

Responde el aire dentro, repitiendolejos el golpe de la fuerte mano,no de otra suerte que en el monte hiriendola seca encina el cortador villano,que por causa del aire el ronco estruendotarda en llegar de la alta cumbre al llano,porfía el moro, y al tercero abiertacon triste son quedó la oscura puerta .

74

Entra por la tiniebla a todas partesesgrimiendo la espada y dando vueltas,que al guerreador que dio su nombre al martes,hiciera atropellar las plantas sueltas ;a la fuerza tal vez tiemblan las artes,y andan los libros y la sangre a vueltas,porque la fuerza en ocasión algunade los cabellos lleva a la Fortuna.

75

Mil nubes de fantasmas se le oponen,como se miran cuando el sol transmonta,que de varias figuras se componen,con quien la vista lo que vio confronta;mas como sin que oliva o vid perdonenlas manos del villano que desmonta,dejan el campo, igual del mismo estilo,entre las sombras abre senda el filo .

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CANTO DECIMOCUARTO

83 3

76

En esto oyó un caballo, y puso treguaal brazo con espanto y maravilla ;asirle emprende a falta de su yegua,puesto que viene sin bocado y silla,y aunque suena distancia de una legua,en un punto pisó la verde orilla,erizada la crin, el rostro atento,por la boca y nariz bebiendo el viento .

77

Nevado de la blanca espuma llega,que él mismo arroja, el Reysu alfanje alarga,mas viendo que doméstico se allega,en el suelo le puso con la adarga ;traba la crin, y a su furor entregael nunca visto peso y nueva carga;quiérela sacudir, mas no la muda:empínase, relincha, salta y suda .

78

De la planta no herrada el casco aguzaentre las peñas que furioso escarba;sus armas toma el Rey, y los pies cruzabajando al suelo el cuerpo hasta la barba;como el alarbe en diestra escaramuzade cuerpos muertos a la junta parva,se abate del caballo, y en él quedaporque alcanzar la espada o lanza pueda.

79

Pícale y entra por la cueva adentro,corriendo más de un hora sin que entiendaqué fin ha de tener, límite o centroel laberinto de la inculta senda;llegó a una sala al fin, párase y dentro,con una toca a un mármol encomiendael caballo feroz del cuello asido,de blanca espuma, y de sudor teñido .

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CANTO DECIMOQUINTO

ENTRANDO ROSTUBALDO EN LA CUEVA ENCANTADA,ES LLEVADO DONDE ARDANO LE PROFETIZA

LA SUCESIÓN DE SU IMPERIO, HASTAQUE LOS MORISCOS FUERON ECHADOS

DEL REINO DE GRANADA

Agora nuevamente, Euterpe mía,pide favor a vuestro monte el pletrodel agua pura, cristalina y fríade Pindo, de Helicón, Pimpla y Bibetro;y vos, señor, que de esta monarquíalargos años tendréis corona y cetro,oíd cómo os la dio (queriendo el cielo),Fernando Quinto, aunque tercero agüelo .

2

Digo, pues, que la sala guarnecida,labor morisca del cimiento al techo,cuyas paredes de cristal teníamás fino que de heladas aguas hecho,por cuya transparente luz se víaun verde campo, un Hibla contrahecho,tal que la rosa, lirio y clavellinaeran rubí, jacinto y cornerina,

3

llegose el moro a la pared primera,y vio por los diáfanos cristalescon bramido espantoso y vista fieralleno el jardín de varios animales ;estaba el oso allí, como si fueraen Misia por los ásperos jarales,

Page 225: La Hermosura de Angelica

CANTO DECIMOQUINTO

83 5

cuando abrazadas lleva las colmenasde sus casas de cera y dueños llenas .

4

Eljabalí cerdoso, que se curacon hiedra de jardín, cuyo cerebrodel áspid venenífero asegura,cocido en sangre con punjente enebro ;como por Macedonia en la verdura,que de ellos tiene más que arenas Ebro,estaba allí tan fiero, como cuandovio a Adonis muerto y al Amor llorando .

5

El feo cercopíteco, que tienebarba y cabello humano, y siempre habitaporlos árboles índicos, y vienedando a los hombres que caminan, grita;el sátiro gracioso, que entretiene,el simio burlador, que nos imita,el elefante, que la luna adora,respeta al rey y en el Oriente mora.

6

Estaba allí el dragón que honró Tritonia,y el caballo gallardo de Neptuno,el buey de España, el búfalo de Ausonia,y el animal más simple e importuno;quien viera su confusa Babilonia.en tan poco lugar sin hombre alguno,pensara que era el arca en que estuvieronaquellos tres, que el mundo dividieron .

7

La dama temerosa, el león albanoque venga el adulterio, si le siente,fiero, y el más doméstico y humano,cuando el valor conoce de la gente;esto mostraba con ejemplo llanoa los pies del invicto descendientede Carlos un león, cuya fierezaconoce de Austria la inmortal grandeza.

Page 226: La Hermosura de Angelica

83 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Poner solía aquel gallardo jovenla planta en la cerviz de un león albano,pero esta hazaña no es razón que innoven,pues la puso al flamenco y africano ;y vos, primero que esas hebras robenel cuidado real y el tiempo cano,pondréis la vuestra sobre mil leones,áspides, basiliscos y dragones .

9

Vio el camello también, que pare al cabode doce meses, con su dulce leche,que cien años del hombre vive esclavo,y se le humilla a que la carga le eche;la purpúrea mantícora y el bravotigre pintado, que al veloz lebechevence en el curso por el monte Gago,la hiena de dos sexos y el pefago .

l0

Vio los canes que Erígones dio al cielo,o fue Orión o Europa por ventura,sin ladrar a las Osas, que en su velotambién están Hélice y Cinosura;y el Centauro, que dio tan alto vuelo,que desde el sol nos flecha nieve puraa la mitad del hebrero, porque luegoJúpiter de las Musas oye el ruego.

11

Jamás el desterrado de Zaquintode la hija del sol vio el alta casacon tantos animales como pinto,ni el que la Libia peregrino pasa;que nunca al destruidor del Laberintovaliera el hilo y la compuesta masa:pues si llegara aquí Teseo con ella,ni fuera Fedra cruel ni Ariadna estrella.

12

Mas el valiente castellano entonceslos acomete por la sala hiriendo,

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CANTO DECIMOQUINTO

que cual si fuera de trabados gonces,se vino al suelo con horrible estruendo ;más digno de los mármoles y bronces,que viven las memorias repitiendode Hércules español, del Pitio Apolo,que un monstruo fiero acometieron sólo .

13

Mas no tan presto fueron los cristaleshechos pedazos y allanado el suelo,cuando todos aquellos animaleseran imagen del que mira al cielo .¿Quién vio jamás transformaciones tales?,pues de improviso rostro, cuerpo ypeloiban mudando en hombres de serpientes,como de Cadmo los sembrados dientes.

14

Ninguno estaba ocioso, antes se vían,todos diversas artes aprendiendo;unos en altas cátedras leían,y otros estaban con silencio oyendo;allí tiernos gramáticos decían,sus primeros principios repitiendo,el arte que debemos al divino,que fue Colón del mundo del latino .

15

Allí también filósofos hinchadoscon el vil escuadrón de los sofistas,siempre mal entendidos y escuchados,estaban en sus lógicas conquistas;y allí con sus Licurgos desvelados,Bártulos y Jasones los juristas,y los que despreciar Roma condenocon su Hipócrates, Rasis y Galeno .

16

Estaban los astrólogos profetas,(ignorando su mal) de ajenos males,como si allí midieran los planetascon el docto discípulo de Tales;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

geómetras, cosmógrafos, poetas,pocos en cuenta y en desdicha iguales,pero por eso vive Octaviano,cuando se sangren Séneca y Lucano.

17

No faltaban allí los instrumentosde la música rara, don del cielo,que suspendían árboles y vientos,y el son del llanto del eterno duelo;pintores mil a la dulzura atentosdel sabroso pincel, y por el suelolos mármoles y estatuas de Lisipoconsagradas al hijo de Filipo .

18

Estaban los benéficos ocultosen un rincón oscuro, despreciandola medicina rara, indignos cultos,indignos humos al infierno dando,con aquel inventor de los insultosmil robos y caracteres formando ;mas como al sabio Ardano entre ellos mira,así le dijo, y refrenó la ira:

19

«La pretensión de mi real aumento,y el desear eternizar mi nombre,las alas fueron de este atrevimiento,por más que el vuelo de Ícaro me asombre;la brevedad determinada siento,que aquesta cueva pone a cualquier hombre,y así te quiero consultar con ellala causa que me trujo a verte y vella .

20

»Con el valor, que de la sangre heredode Ferragut mi padre, cuya sillajuntó a Segovia el Reino de Toledo,allanando los puertos de Castilla,y con todo el ejército que puedo,emprendo la conquista de Sevilla,

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CANTO DECIMOQUINTO

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y de aquella Granada cuyos granosabrasarán los yelos castellanos .

21

»Si acaso el ser tu rey, si el ser tu amigo,entre los hombres prenda eterna y rara,si aquella fe, que nuevamente obligo,y el bien que debes a tu patria cara,lo que es razón y ley pueden contigo,por tus ocultos artes me declara,con qué semblante mis empresas tomala poderosa mano de Mahoma.

22

»Dime, qué fin promete a mi deseo,y aquesta guerra qué suceso espera,y si la media luna que poseo,juntada a la andaluz se verá entera ;si escapará mi nombre del Leteo,del Tajo dilatado a la postreraparte del mundo por ignotas gentes,y cuánto durarán mis descendientes.

23

»Que no otra cosa el corazón desea,ni esjusto que me niegues lo que pido,porque tu loca patria ingrata seaen no te haber honrado y conocido ;que el sabio siempre que caer la vea,ha de ayudarla a compasión movido,que a la necesidad todos volvieroncuantos de Atenas desterrados fueron .»

24

«No el ver mi patria» -le responde Ardano-«ingrata para mí, pues lo son todas,que no estimar el bien del ciudadanono es raro caso como el sol de Rodas;del bien del cielo me ha de hacer tirano,a tiempo, Rey, quejuntas y acomodasla república nuestra dividida,y que tus pasos mi silencio impida» .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

Dijo, yvolviendo a su lugar primerodejó suspenso a Rostubaldo un rato,que ya temiendo de la cueva el fuerose arrepintió del concertado trato;mas ya que el escuadrón hórrido y fierodel capitán a su hacedor ingrato,habló en secreto, y como al fin temiese,que el matutino fósforo saliese.

26

Sentole al pie de un monte, que cubríanromeros verdes con su flor moradaentre retamas pálidas que hacíanuna copa de luz tornasolada,y a los templados vientos que corrían,la voz de la garganta desatada,lleno encomienda, de un ardiente Apolo,solo en su pecho como en Delfos solo .

27

«¡Oh nieto» -dice- «de Alboazén famoso,que a pesar de la muerte y de su filoverás tu nombre eterno y gloriosodel Tajo al Ganges, de Guadiana al Nilo!,puesto que el tiempo esquivo y presurosono me permita dilatado estilo,oye mi voz indigna, a quien encargasen breve suma tus hazañas largas .

28

»Quisiera yo tener ingenio y vida,que en escribir tus hechos ocupara,él grande, y ella eterna y no vencidadel tiempo breve y de la edad avara;mas la montaña, donde fue temidadel gran Curieno la robusta cara,a Castilla ha de dar un descendiente,que en verdes años tus hazañas cuente .

29 »Recibe, pues, en tanto lo que puedodarte con pura voluntad, sí tanto

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CANTO DECIMOQUINTO

deseas ver las lunas de Toledo,las andaluces eclipsar de llanto,que de mi parte satisfecho quedo,en ver que te conceda el cielo santotan larga descendencia y noble imperio,de todo lo mejor del cetro iberio .

30

»Más de cien años ha que este dichososuelo español pisamos satisfechos,cuando Julián, aquel cristiano odioso,rompió sus muros y paternos pechos ;después que don Rodrigo, rey famoso,por su desgracia más que por sus hechos,dejó la sucesión de los cristianoscon lamentable %n en nuestras manos.

31

»Cupo a tu agüelo y padre aquesta tierra,que apenas pudo sujetarla Roma,y agora con vendidaybreve guerrarindió su cuello al yugo de Mahoma;de aquesta parte la Morena Sierrasus altos montes en los brazos toma,y de aquélla sus llanos Guadarrama,en cuya nieve el sol templa su llama.

32

»La provincia de Betís celebradade ligeros caballos yjinetescupo a Zelindamey, y fue heredadaantes de Lido de su padre Auletes;con este mozo alcaide fue casadala hija del famoso Mahometes,rey de Jaén y muerto de amor Lidode Angélica la bella el reino ha sido .

33

»Injusta cosa y de sufrirse dura,que diese un reino un rey por amor locoa un rostro hermoso y de nación oscura,sin otras circunstancias que no toco ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

no porque yo la gracia y hermosura,prenda del alto cielo, estime poco,mas porque estaba claro que en su tierradejaba en vez de paz eterna guerra .

34

»Mas bien es justo lo que ordena el hado,para que agora con mayor trofeogoces el reino, que te está guardado,de cuyo imperio coronarte veo;y aunque será difícil conquistado,por defendelle el scita Turcateo,finalmente pondrás tus blancas lunasdesde Sierra Morena a las Colunas.

35

»Yen la Granada de dorada cimaharás tu Alhambra y la corona hermosa,que de color de nácar tiene encima,adornará tu frente victoriosa ;en ella te dará la bella Alimamora, aunque humilde para ser tu esposa,dos hijos Almanzores, y el primerode cuanto riega el Betis heredero .

36

»De aqueste nombre sin mudanza algunade hijo a padre irán tus descendientespropagando a pesar de la fortuna,de su tronco las ramas eminentes.Seiscientos años crecerá tu luna,haciéndose temer a varias gentes,que éstos y un siglo más, ¡oh cosa extraña!,han de vivir los moros en España .

37

»Del Rey primero al último que mandedel Genil granadino las riberas,mientras que el sol seiscientos cursos andepor sus dorados círculos y esferas,un Rey chiquito en las desdichas grande,verá del Rey cristiano las banderas,

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CANTO DECIMOQUINTO

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y en éste acabará por sólo un hombretu sangre antigua y el morisco nombre.

38

»Desde Almanzor a aqueste Rey postrerotu larga sucesión quiero nombrarte:Learín Segundo, Caribey Tercero,Zegrino, Benhamí, Guadairo y Zarte;Zoraida, Albumafar, Ormuza el Fiero,Abindo, Azayo, Estordilán, Guadarte,Maniloro, Jarife, Hazén, Leocano,Alirraquel y Abenzahán Sultano.

39

»Éste será del Almanzor agüelo,que con su nombre miserable y Chicoen gran destierro, luto, llanto y dueloponga tu imperio libre, alegre y rico ;un rey aragonés permita el cielo(no sea lo que agora pronostico),unido al noble tronco de Castilladerribará la granadina silla.

40

»Éstos serán Fernando e Isabelaguerrera, hermana de un rey Cuarto Enriquea quien sucederá por más cautelaque una heredera transversal aplique.La Fama entonces, que se esparce y vuela,tanto hará que su nombre se publique,que a la inmortalidad vivan sagradaslas efes y las íes coronadas.

41

»Ya me parece que su gente fieracon el marqués de Cádiz rinde a Alhama,y que veo escaparse de Antequeraeste rey Chico, que tu nombre infama,y que ensalzando su mejor bandera,de Cabra un conde con eterna famale quita veintidós, y le aprisiona,a sus plantas poniendo tu corona.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

»¿Quién osará mirar con tristes ojoslas armas que darán a su linaje,poniendo al rey cautivo por despojoslas veintidós banderas por ultraje?,que si templar se pueden los enojos,es por rendir el digno vasallajea la casa de Córdoba, apellidoque con su gran valor honra al vencido.

43

»Tiemblo en imaginar tanto cristiano,que tantos años antes me dan miedo,aquel gran don Fadrique, duque Albano,gloria y honor del nombre de Toledo,de quien procederá la ilustre manodel que en los Gelves con igual denuedo,aunque le mataremos peleando,ha de dejar a España un gran Fernando».

44

Helose el moro aquí, viendo que nombra,heroico don Antonio, señor mío,aquel agüelo vuestro, que hoy asombracuanto cubre y alumbra el Norte frío ;si yo pudiera ser de su sol sombra,(no lo dudéis, si vivo, lo confío),cantara alegre sus hazañas grandesdesde Pamplona hasta salir de Flandes.

45

Nomuerayo, Gran Príncipe obligado,sin ver el mundo, como sois mi dueño,aunque a otra Vega Tormes enseñado,mientras que canto yo se rinde al sueño;pero si Garcilaso os ha faltadoavos y al mundo, en este don pequeñoconoceréis del alma las señales,que no todas las vegas son iguales.

46

Vuelto en sí Ardano, prosiguió diciendo :«Ya el gran maestre don Alonso veo,

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CANTO DECIMOQUINTO

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al de Fonseca, al de Grajal, haciendode sus ilustres brazos digno empleo;a don Martín de Córdoba siguiendocon el conde galán de Ribadeo,al que la silla de Toledo goza,el cardenal don Pedro de Mendoza;

47

»al condestable Marte, heroico y raro,al conde de Cifuentes valeroso,al marqués de Villena, ilustre y claro,al de Manrique, al de Bazán famoso,al gran Girón, que comprará tan caroel nombre perdurable y victorioso,y a don Álvaro a quien el Arsacidapor dar al Rey le quitarán la vida ;

48

»al maestre de Alcántara, que humillaal moro santo en Málaga adorado,a Merlo, a Garcí López de Padilla,a Martín de Bohorques celebrado,el que al moro traerá con la cestilladel mismo muro en que le halló colgado,dando a Isabel la fruta con la hazaña,que durará mientras durare España ;

49

»Pimenteles, Henríquez y Cabreras,Cerdas, Guzmanes, Silvas, Leivas, Prados,Mendozas, Rojas, Ávilas, Riberas,Toledos, Castros, Lunas, Maldonados,Pachecos, Lasos, Córdobas, Contreras,Girones, Vacas, Zúñigas, Hurtados,Carvajales, Cárdenas, Padillas,Osorios, Benavides y Castillas .

50

»Luego miro de Tágara el combate,y el Reyvencido rescatarse luegocon trescientos cautivos de rescate,y el oro que bastó después del ruego;

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LA HERMOSURA BE ANGÉLICA

y que le pesa al padre que desatedel yugo la cerviz, de enojo ciego,teniendo al hijo por parcial y amigodel vencedor cristiano su enemigo.

51

»Miro en esta sazón de su porfiacómo el conde de Palma rasga y tomaquince banderas que a la Reina envía,y al de Tendilla, que le oprime y doma,y que a su amotinada infantería,para que gaste, juegue, vista y coma,haciendo de papel franca monedala paga entonces y a trocarla queda.

52

»Yque de Alhama rota la muralla,lo que faltaba pinta en lienzos viejos,haciendo por detrás edificalla,y engañando los moros desde lejos;que a darle por lo roto la batalla,(¡oh cuánto en guerra pueden los consejos!),Granada creo que llorar pudieramás tarde el daño y destrucción que espera .

53

»Rendirse veo Aloray Alozama,y que Zarabonela cuesta un condede Benalcázar, digno de la fama,que allí con ecos de su voz responde,y destruyendo el valle de Cartama,cómo en Granada el labrador se esconde,y veo que se vuelve, y que despojaal rico Setenil, Jimena y Loja .

54

»Contigo Marte su valor entierre,¡oh gran Sotomayor!, donde retumbacon inmortales ecos don Gutierre,haciendo esfera su gloriosa tumba;mas cuando en ella su reliquia encierreun Fénix como cándida columba

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CANTO DECIMOQUINTO

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saldrá de Béjar con tan alto vuelo,que le pierda de vista el sol del cielo.

55

»En esto el padre dei rey Chico en vidaen su hermano Baudeles renunciandoel reino, hará que el moro fraticidavaya el sobrino mísero buscando ;de Almería saldrá con presta huidadel tío huyendo al enemigo bando,mas perderanse en tanto que se escondaCambil, Benajemí, Cártama y Ronda.

56

»Álora, Marubel, Baza, Alhazara,Guadix, Málaga, Vélez, Almeria,con todo lo demás que se declarapor el morisco cetro y monarquía;miro cómo Granada desamparalas secas ramas esperando el día,que corte el tronco la robusta manode aqueste nuevo agricultor cristiano .

57

»Mas ya su fin amargo me provocaa tierno llanto, viendo al cielo alzarseuna nueva ciudad en tierra poca,y en su famosa vega edificarse,y más fuerte, que alguna excelsa roca,con encerrados lienzos acabarse,y veo ya resplandecer las luces,armas, pendones, árboles y cruces .

58

»Desde aquesta ciudad, que eternamentela bella Santa Fe será llamada,ha de tener la vencedora gentea la vencida nuestra retirada,tanto que algún cristiano diligenteen su puerta mayor verá Granada,que escrita de su ley cristiana el Arpe,el pergamino con la daga clave.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

59

»Esta oración del fuerte castellano,en afrenta de todos manifiesta,Tarfe del viejo rey Tercero hermano,sobre las cerdas del caballo puestatraerá bizarro al campo del cristiano,vibrando un asta de un cendal compuesta,lleno de plumas y altos pensamientos,que servirán de entretener los vientos.

60

»Porque un muchacho, entonces Garcilaso,y después Garcilaso de la Vega,por ser en ella el sucedido caso,con tierna mano el duro cuello siega;y vuelto al campo con alegre pasolas armas que ha ganado al Rey entrega:milagro al que ellos cuentan semejante,que un pastorcillo derribó un gigante.

61

»Últimamente la ciudad vencidade aquélla de la muerte amiga estrecha,hambre cruel, verdugo de la vida,a quien la medicina no aprovecha,al Católico Rey miró rendida,en sangre, en fuego, en lágrimas deshecha:¡oh hambre, ¿qué no harás?, ¿quién te resiste?,madre de la bajeza infame y triste .

62

>,Un capitán en su valor seguro,dejando lejos las armadas haces,por un portillo tratará del murolas capitulaciones de estas paces.Éste, ¡oh Sirena!, desde el Setis puro,adonde agora despeñada yaces,irá después yjuntará a Castillade Nápoles la bella la alta silla.

63

»Nombre de grande le dará la guerrapor más victorias que Alejandro Mano;

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CANTO DECIMOQUINTO

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dichosa la gran Córdoba, su tierra,por tan dichoso Arístides greciano,mas no lo dudes, la Nevada Sierrale ha de costar un valeroso hermano:Len águila que al sol mire la llama,subiendo por su sierra hasta la fama .

64

»Nunca desde esta vez sus descendientesalzarán la cabeza quebrantada,aunque algunas reliquias impacientesde los antiguos moros de Granadalevantarán las humilladas frentes,desenlazando la cerviz domadadel yugo de Felipe, rey Segundode aqueste nombre, y el primero al mundo.

65

»Unjoven de Austria, lumbre, sol y espejode la dichosa España, un nuevo espantodel turquesco pendón, un mozo viejo,que mozo ha de gozar el cielo santo;un santo a quien las armas y el consejoharán tan felicísimo en Lepanto,que al Austro, al frío Bóreas, al Levante,desde este polo se divulgue y cante,

66

»sosegará su rebelión y furia,tanto que tus cenizas sepultadastiemblen de verse en la mayor injuria,que aun los muertos verán armas y espadas.En este tiempo el Betis, Tajo yTuriagozarán sus riberas sosegadas,que antes de la conquista granadinalas perderá la gente sarracina;

69

»porque Toledo muchos años antesserá ganado de un gentil cristiano,que por saber secretos semejantes,ardiendo el plomo sufrirá en la mano;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

éste verá los retos arrogantesde un Ordóñez de Lara castellanosobre la hazaña de un traidor Bellido,que al rey don Sancho matará escondido.

68

»Después que un Cid Ruy Díaz de la muertede su hermano le pida el homenaje,un Cid, azote de los cielos fuerte,eterna destrucción de tu linaje,al Tajo dará vuelta, y de la suerteque de los moros entendió el lenguaje,humillará a Toledo el cuello fiero,muriendo Àlimaimón, su Rey postrero .

69

»Mucho después de aquesto, conquistadapor Fernando será la Andalucía,ya por el suelo Córdoba postrada,ganando por ardid el Ajarquía.Allí nuestra mezquita celebrada,que ofrecerá de mármol cada díade todo el año una columna enhiesta,será de los cristianos templo y fiesta .

70

»Pero dejando a Ardano tu memoria,¡oh Córdoba!, mi rostro en llanto lavaviendo que en ti segó con triste historiala muerte fiera donde todo acaba,la Vega del Parnaso, honor y gloria,a quien mi historia dirigir pensaba,mas, ¿cómo ya entre espíritus desnudosse dignará escuchar mis versos rudos?

71

»¡Oh santa iglesia!, que en la gran mezquita,(por los antiguos mármoles famosa,y más por la ilustrísima y benditasangre de tantos mártires gloriosa),fundó el cristiano Marte, que hoy habitala quinta esfera, clara y luminosa

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CANTO DECIMOQUINTO

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de la luz de la espada, que fue rayooriginal del cielo de Pelayo .

72

»Llorar debes la vega que perdiste,tan fértil de virtudes soberanas,como las que tu anciano Betis vistede olivas verdes y de frutas canas,y yo mínima parte, humilde y triste,podré llorar mis esperanzas vanasentre el luto del Séneca segundo,que a Córdoba volvió del Nuevo Mundo» .

73

Prosigue Ardano: «Al fin Lora, Archidona,Jerez, Palma yJaén darán sus muros,perdiendo el Avenuco su corona,por despreciar los de Écija seguros;Sevilla con los arcos de Carmonaverán de sangre sus cristales puros,Murcia rendida ya por un Infanteal valeroso padre semejante;

74

»también Valencia humillará su frenteal rey aragonés donJaime ilustre,restaurador de la cautiva gente,y de su patria ibero honor y lustre,Granada la postrera finalmente,(que no hay cosa que el tiempo no deslustre),los hijos recogidos verá muertos,sus flacos brazos desangrarse abiertos .

75

»Yo he dicho, Rey, en esta breve sumalo que los hados ordenado tienen ;si aguardas a que el tiempo se consuma,las horas dan lugar a las que vienen ;vete, que el Betis con nevada espumate llama a grandes voces, y previenensus blancas Ninfas coronar de olivalas dignas sienes de tu frente altiva .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

76

»Pronosticó Ánaxágoras, que había,(y esto en Jonia afirmó con pertinacia)de caer desde el sol en cierto díauna piedra espantosa, y cayó en Tracia ;yo no te afirmo, Rey, la opinión mía,tu ventura fatal ni tu desgracia,que aunque me muestra el cielo este camino,hará su voluntad su Autor divino» .

77

-Dijo y calló; y el suspendido morovolvió del sueño, y abrazando el mago,le dio una luna de diamantes y oropor el trabajo del estudio en pago :que está muy bien del príncipe al decoro,no solamente de fingido halagopagar el sabio, cuya ciencia estima, .que el justo premio la virtud anima.

78

Ardano al galardón agradecidoaquel negro caballo al Rey ofrece,por donde a las escuelas fue traído,que siempre el don al dueño se parece .Apenas le aceptó, cuando vestidode una cubierta de oro resplandece,y llevando al demonio que le lleva,salta en la silla y sale de la cueva.

79

Diole también al fuerte Cardiloro,despierto ya de aquel profundo sueño,abraza al nuevo Mandricardo el moro,que no piensa que ha sido el don pequeño,haciéndole de todo su tesoro,y de una escuadra de caballos dueño,soldados de Madrid y de Segovia,más sufridos que isleños de Moscovia;

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que puesto que dormir veinte años eraley de la cueva, así Turpín lo afirma,

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CANTO DECIMOQUINTO

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cuando el legislador la ley altera,como la voluntad muda la firma,mayor tragedia a Cardiloro espera ;lo que decreta amor, muerte confirma;y así salen los dos, antes que Febose viese en su ciprés con dolor nuevo.

81

Cuéntale en el camino cómo habíaa Clorinarda muerto el sentimientode la boda funesta el mismo día,y de Lido también el testamento ;y cómo el cetro Angélica tenía,que fue de su conquista el fundamento,mas como vio que el moro el rostro baña,calló y bajaron de la gran montaña.

82

El moro, que en la cueva con encantodurmió desde su triste despedida,abrió los ojos como fuente al llanto,que estuvo algún espacio detenida;causole a Rostubaldo nuevo espantover aquella fiereza enternecida:que un pecho quejamás supo de amores,juzga como los ciegos las colores.

83

«¡Ay bella Clorinarda» -dice el moro-,«por mí, que vivo ya de vida ajena,pero presto verás que muero y llorocontigo en gloria igual, o en igual pena!» .Echábase en la espada Cardiloro,puesta la guarnición sobre el arena,cuando entre el pecho y punta el de Toledodetuvo el alma en término de un dedo .

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«No es posible» -le dice-, «que tú eresde Mandricardo sangre bracamana,que esas flaquezas son para mujeres,Cleopatra, Filis, Dido, Altea y Roxana;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

mejor será que la venganza esperesde aquella muerte sin razón temprana:matarse no es valor, si el daño es grave,más es vivir para que no se acabe» .

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CANTO DECIMOSEXTO

SACA SU EJÉRCITO ROSTUBALDO; ZERDANO QUIEREFORZAR A ANGÉLICA ; MEDORO HUYE DE NEREIDA ;

GLORIARDO,TURCATEO Y CELAURO RIÑEN POR ELLA ;LISARDO VIENE A SEVILLA Y ENTRE TODOS SE PREVIENE

SU DEFENSA

1

La luz primera del hermoso día,sacudiendo en la tierra sus cabellos,de Troya las historias revolvía,vertiendo perlas de los ojos bellos,cuando el caballo, que pacer solíalos campos de Plutón, ardiendo en ellos,con su dueño al ejército camina,más que Alasto veloz con Proserpina.

2

Apenas pudo el sol mirar su cara,y componer sus hebras importunoen la argentada luna, azul y claradel extendido espejo de Neptuno,cuando partir el atambor declara,por uso más que por cuidado alguno ;relinchan los caballos por el freno,y marcha el campo de esperanzas lleno.

3

En orden iban las hileras largas,tan iguales de un raso en las veredaslos caballos, las astas, las adargas,que a muchos pareciera estarse quedas ;los carros, municiones y las cargas,sonando al son del atambor las ruedas,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y entreteniendo el viento los cendales,cambayas, tocas, plumas y almaizales .

4

Como de veterana gente y nuevatan bien supo ordenar la infantería,la estampa del primero ocupar pruebael que viene detrás con gallardía;sin discrepar, en fin, el campo llevala misma compostura al mediodía,haciendo en remolinos igualmenteun toldo al sol el polvo de la gente.

5

Mientras que la ambición, gloria y envidiallevan al valeroso castellano,de Angélica me acuerdo, que a Numidiaiba en la nave del traidor Zerdano;que si Medor se cansa y se fastidia,que lo es Nereida imaginando en vano,efectos son de Mitilene fiera,que robar su hermosura al mundo espera.

6

Llora la bella Angélica en la nave,y llora más cuando a la tierra viene,porque del robador el alma sabe,si se puede decir, porque la tienedebajo de su propia mano y llave,por orden de la sabia Mitileneen un castillo, que al de Acrísio imita,el tesoro del suelo deposita.

7

Allí con tiernas lágrimas y ruegos,ya casi ciegos de llorar los ojos,aunque para sus ojos casi ciegosno fueran menester tantos enojos,le publicaba mil ardientes fuegos,a sus plantas echado por despojos,rica pintura, imagen del trofeode un ángel bello y de un demonio feo.

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CANTO DECIMOSEXTO

8

Apenas hubo el corzo el tierno gamo,apenas del panal la miel sabrosa,el pajarillo apenas del reclamodel vuelo y de la liga pegajosa ;apenas de la fruta el verde ramo,el lirio apenas y la blanca rosa,cuando en nombre de Angélica nacidoseran del campo a la ciudad traídos.

9

Apenas el cabrito dejó el pechode la cabra lasciva saltadora,pisó la liebre el áspero barbechocobarde, fugitiva, escuchadora;ni cuando Progne (su edificio hecho),en techos altos vive, aniday mora,diestro en volar el perdigón estuvo,cuando en su mesa Angélica los tuvo .

lo

La granada, que el pecho se descubre,el pálido limón y la manzana,el membrillo desnudo por octubre,la breva negra, la ciruela cana,la nuez que de la cáscara se cubre,el agrio pero de color de grana,la avellana vestida, y entre yerbasconservados los nísperos y serbas ;

11

las dulces uvas, ya que en limpias erasel haz atado el labrador afloja,la camuesa amarilla y verdes peras,la azufaifa bermeja y fresa roja,la afeitada cereza y las primerasguindas, que el tordo al madurar despoja,el escrito melón y verde almendra,y cuantas frutas la gran madre engendra .

12

Muchas veces al mar con leva y zarpasólo a pescar salió escuadrón distinto,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

aunque pudiera el pez, que oyendo el arpaal músico Arión llevó a Corinto;el ancha tenca y bulliciosa carpa,que huye el Cedal por natural instinto,el torpe caracol en verdes parras,y la pintada trucha entre pizarras .

13

Mas cuando el alma con dolor terriblevencida al fin está de pena enferma,ni come el cuerpo triste, ni es posibleque cuando vele el alma el cuerpo duerma;la estancia más alegre y apaciblees sierra entonces pedregosa yyerma:triste de aquél que yela a quien le enciende,pues tanto más le sirve más le ofende .

14

Viéndose, en fin, Zerdano despreciado,ya sin remedio, y que ninguno alcanza,con ser el primer hombre enamoradoque estando en posesión perdió esperanza,pareciéndole allí más triste estado,que no la ausencia, la desconfianza,con industria y con fuerza emprendió luegoponer templanza a su amoroso fuego.

15

Bajaba a un río humilde, que batíalos muros de aquel fuerte donde estabauna pequeña escala, que la fríaorilla con el último tocaba,Zerdano se fingió ausentar un día,por ver si en él la Bella se bañaba,habiendo a sus esclavas prevenido,que quiere verla a solas y escondido.

16

Apenas en caballos y carrozassale de la ciudad Zerdano grave,cuando esclavas, etíopes y mozascansan la Bella, que se bañe y lave .

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CANTO DECIMOSEXTO

«Ya que de la ciudad, ni el campo gozas,reina» -le dicen-, «hoy tenemos llave;desciende al río, donde alegre puedasver con pies de cristal sus arboledas .

17

»De estas ventanas y sus altos marcosla vista verdes álamos defienden,y de esta parte a los opuestos barcoslas sierras que hasta el mar sus brazos tienden;murtas, parras y espinos tejen arcos,que sobre el margen de las aguas penden;el sol no puede verte, el agua es muda,sólo murmurará que estás desnuda» .

18

Angélica inocente y pensuadidade las esclavas, al ponerse Febode un listado cendal bajó vestida,y aun éste puso sobre un verde acebo;parose el río, el agua detenidaen sí misma a mirar caso tan nuevo;Atis desde su pino y Ciparisotemieron la desgracia de Narciso.

19

Las esclavas etíopes sacabanla blancura de Angélica tan bella,que las aguas, que a verla se paraban,corrieron de corridasjunto a ella ;todas en fin la lavan y la alaban,osando alegres parecer con ella,a alguno que a traición verla se atreve,azabache, marfil, ébano y nieve.

20

Salió, y tomando su cendal la Bella,los olmos, de quien hojas eran ojos,enojados sintieron el perde11a;¡quién pensara que en hojas hay enojos!Si oídos tiene un árbol para vellatambién puede tener vista y antojos;

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86 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

árboles fueron tras la voz de Orfeo:quien oye, ve ; quien ve, tendrá deseo.

21

Zerdano entonces por hablar por ellos,salió de entre ellos y de sí temblando;Angélica cubrió con los cabellosel rostro, a voces la traición culpando ;pensó que con cubrir los ojos belloscegar pudiera quien la está mirando,y era al contrario, porque estando airadosmataran más mirando que mirados.

22

No de otra suerte piensa que se salvala pintada perdiz de quien la mira,metiendo la cabeza en hierba o malva,y allí temiendo al cazador suspira;o como en el crepúsculo del albala cierva, por pensar que se retirade quien la espanta, viene a dar adondedel que la espera el arcabuz responde .

23

Asió temblando el brazo temerosoZerdano de la Bella, ¡oh mano indina!,y descubriendo el sol del rostro hermoso,tembló de ver la perfección divina;como por ver la imagen codicioso,sin miedo corre alguno la cortina,y viendo su pintura tan perfeta,haciendo reverencias la respeta .

24

Tiemblan los dos cobardes y difuntos,(justa es la fuerza, la razón lo pide),como tiemblan dos árboles, quejuntosel viento los abraza y los divide,mas como la ocasión tiene dos puntos,en que todo su bien o mal reside,que es tenerla o dejerla el ciego amante,dejando el miedo atrás pasó adelante .

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CANTO DECIMOSEXTO

86 1

25

Ya ni en el rostro ni en el sol repara,por más que a infierno y muerte le sentencie,que en tratando el retablo de la cara,no hay hombre que a la imagen reverencie ;ella quejosa de pedir se amparaque de mujer común la diferencie,que le promete desde el mismo díaescucharle más blanda que solía.

26

Los ojos tiernos y el aljófar de ellos,las caricias fingidas, los amores,y el verse entre sus brazos y cabellos,que despican aveces los favores;el prometerle oír y gozar de ellosen lienzo oculto, ya que no en las flores,le derribó de intento semejante,y la dejó partir, ¡oh loco amante!

27

Nunca en amor dañó el atrevimiento,siempre el lugar culpó la cobardía,una vez declarado el pensamiento,se llama necedad la cortesía ;volver atrás es femenil intento;¿a qué puede llegar quien se desvía?,¿qué aguarda más quien deja el bien que alcanza? :que a donde hay posesión, no hay esperanza .

28

Con una misma estrella perseguidosviven agora Angélica y Medoro,que Nereida, perdiendo los sentidosquiere gozar del engañado moro ;cuando descansan a placer dormidosen tierra, en agua y entre paños de oroel pastor, el piloto, y el rey grave,de su cuadra real tomó la llave .

29

Entró donde Medoro aún no dormía,los pensamientos de cuidados llenos

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86 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y de deseos de la luz del día,que los que más gobiernan, duermen menos;llegó a la cama la turbada arpía,y de los ojos, por traición serenos,dejó caer con estas quejas tales,el fuego al suelo en líquidos cristales:

30

«¿Hasta cuándo, enemigo riguroso,piensas que sufriré tu trato injusto?,¿hasta cuándo, africano cauteloso,tendrá paciencia mi mortal disgusto?La blandura es conforme a un rostro hermoso,el rigor luce bien en un robusto :cruel y hermoso por mi mal naciste,pero no tiene amor quien se resiste .

31

»Vuelve esos ojos sin razón airadosa quien debes mil vidas que tuvieras;yo me rindo en sufrir, que mis cuidadostienen para tus burlas muchas veras,porque de dos amantes enojadospor celos, con verdad o por quimeras,quien a rendirse y a rogar empieza,o tiene más amor o más flaqueza» .

32

«Déjame», -dice el moro, presumiendoque es la bella en la Bella transformada-,«que cuando en cosas del gobierno entiendo,las que tratan de amor no estimo en nada».«Vencerte tengo» -le responde-, «haciendofuerza a tu pecho y condicion airada»;«vencerme, ¿cómo?» -le replica el moroy ella enredose entre sus rizos de oro.

33

Pero apenas mover Nereida intentael hechizado moro ya rendido,que resistirse un hombre el serlo afrenta,digo amado no más, que no ofendido,

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CANTO DECIMOSEXTO

cuando a los dos Marbelia se presenta,dama que de la Bella ausente ha sido,y le dice que están en el terrerotres caballeros en combate fiero .

34

Medoro por salir de aquella fuerza,su gente llama y su vestido pide ;ármase el pecho y a salir se esfuerza,por más que con llorar el paso impide,mas como no es posible que le tuerza,como parra de espino se divide,maltratada, ofendida y de tal suerteque propuso trazar su injusta muerte .

35

Gloriardo, Celauro y Turcateoaquella noche misma habían salidocon nuevas galas, con igual deseoa ver el sol de Angélica ofendido;Nereida fea, por gozar trofeode tanto amante a su favor rendido,no los miraba mal, porque no hay feaque no se precie de que amada sea.

36

Había dado en un festín un díauna banda pajiza a Gloriardo,una flor a Celauro, que traíaen el turbante el bárbaro gallardo ;a Turcateo, que por ella ardía,dos plumas que enlazaba un listón pardo,y así a los tres anima y desvanece :que la esperanza los amores crece.

37

Pues como ya contrarios se mirasen,y aquella noche contemplar sus rejaslos unos a los otros se estorbasen,tomaron armas y dejaron quejas ;¡oh Angélica!, no sufras que éstos pasen,(ya que en Numidia de su bien te alejas),

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86 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

por tanto engaño; mas quedó a Medorotu precioso invisible anillo de oro.

38

«Cualquiera» -dice el de Etiopia fiero-,«que quiere preferirse a mi cuidado,de sangre ha de bañar este terrerocon sólo un golpe de mi brazo airado».«¿Quién eres, atrevido caballero»,-responde el scita-, «que de furia armadoy de razón desnudo, con voz fuerte,das golpes a las puertas de la muerte?» .

39

Ataja Gloriardo su arrogancia,diciendo : «Quedo, bárbaros furiosos,que está presente lo mejor de Franciavibrando los aceros fulminosos» .Replícale Celauro: «De importanciaserán aquí tus hechos fabulosos,porque si el pie no tienes encantado,a paso largo medirás el prado» .

40

«!Oh sombra negra y de tu muerte luto!»,-le responde el Francés en ira envuelto-,«presto verás de tu soberbia el fruto,y el mundo medirás ligero y suelto ;si el levantado golpe no ejecuto,y a quitarte la vida estoy resuelto,es porque siendo dos prevenir quieroa cuál de entrambos mataré primero» .

41

«Arrogantes» -responde el scita airado-,«¿sabéis que de Milón sigo el estilo,que con sangre de fieras me he criado,y que tengo tres almas como Herilo?Si por el pie Titormo levantadoun buey tuvo en el aire orilla el Nilo,yo tendré este palacio, y no es trofeosi digo que me llamo Turcateo».

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CANTO DECIMOSEXTO

86 5

42

Ya se tiran, se hienden, se golpean,se cortan mantos, plumas y turbantes,se traban, se ensangrientan y se afean,allí celosos y enemigos antes;las piedras y los ojos centellean,cual suelen en Sicilia los Giganteslabrando el rayo descubrir los nervios,más duros que el martillo y más soberbios .

43

Ycomo torbellino, que arrebatalos cardos que ya secos mira octubre,así por el contorno se dilatala populosa nube que los cubre;el scita airado un Hércules retrata,el de Etiopía entre el carbón descubrefuego en la vista, y roto el fuerte acero,escupe sangre y plomo el francés fiero .

44

Llegó Medoro, y con la guarda todano sin dificultad los apacigua ;trata la paz, las quejas acomoda,puesto que la verdad no se averigua ;furioso el scita entre su gente godavenganza intenta por costumbre antigua;brama el francés, Celauro como Orlandodel humo de sí mismo está llorando .

45

Mas ¿qué puede llegar al sentimientode haber perdido el bien por un engaño,cual fue de Belcoraida el fingimiento,primera causa de su eterno daño?Ya dije entonces que miraba atento,(dando lugar al alma el desengaño),Lisardo el rostro de la bella mora,cuyo retrato original adora.

46

Aquí, señor, veréis su pecho esquivo,pues porque de él no fuese conocida,

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86 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

fingiéndose mujer de aquel cautivo,abriendo muchas le curó la herida;tardó en sanar y viose muerto y vivo,y al fin la muerte se rindió a la vida,que cuanto imaginando el mal crecía,tanto la mano en gloria convertía .

47

Mas bien lloró después su celo honroso,que apenas el mancebo estuvo fuerte,cuando del bien y del honor celosodel caro amigo su peligro advierte ;quien hace ofensa al huésped generosoes justamente digno de la muerte,y al fin arguye nacimiento infame,que dándole su casa le disfame .

48

Lisardo, pues, huyendo de su dama,que entiende ser la esposa de Licasto,por no ofender las prendas de su fama,sacó el caballo del usado pasto,y sus joyas dejándole en la cama,don excesivo del pequeño gasto,dejó su alma, vida, amigo y tierra,oyendo de Sevilla el cerco y guerra .

49

Pártese triste, donde estarlo pueda,y ella queda mortal, pero quién dudaque de la mora el sentimiento exceda,hablando tarde y al remedio muda;quien pierde la ocasión perdido queda;es por la espalda la ocasión desnuda:no huye por arena, o son halladasdel que una vez la pierde las pisadas.

50

Querer y no decirlo, arder y helarse,y helándose en el fuego, consumirse ;mirar con sed el agua, y refrenarse ;acometer el bien, y arrepentirse ;

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CANTO DECIMOSEXTO

86 7

haber de ser el mal, y dilatarse,tener la posesión, y despedirse :es la pena de Tántalo, que luegoque mira amor, no lo es; que amor es ciego.

51

Al tiempo que llegó Lisardo, estabacerrada la ciudad, y en esperanzadel daño que el contrario amenazaba,que a veces crece el miedo la tardanza ;habló la guarda, que en el muro andaba;dejó el caballo y arrimó la lanza,entró con su licencia, y al palaciose fue mirando la ciudad despacio .

52

Llegado ante Medor, vio que salíade su consejo con el pueblo anciano;detúvose la gente que venía,tan bello viendo el español cristiano;Lisardo con humilde cortesíapasó por todos a pedir su mano,diciéndole que viene de su tierrapara serville en la presente guerra.

53

Medor, teniendo por alegre suerteque un mozo tan ilustre, airoso y bello,su vida ofrezca a voluntaria muerte,jura ceñir de perlas su cabello;de todo un tercio de moriscos fuerte,(el pueblo de una voz viniendo en ello),le hace general: tanto acreditaun rostro donde viene el alma escrita.

54

Describe por las líneas de la frentenaturaleza con divina plumalo que se viera en almas claramente,siendo el pecho cristal o blanda espuma;mas tal vez la virtud interiormentevence la inclinación, y pone en suma

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86 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

enmienda en las costumbres, de tal formaque se vive mejor que el rostro informa.

55

Estaban otros tercios repartidosentre el francés Celauro y Turcateo,que por amor perdiendo los sentidosganar prometen el mayor trofeo ;los muros y los moros prevenidos,los galanes y damas con deseo,ellas de esclavos prometidos, y ellosde cumplir su palabra y de vencellos .

56

Ya la Morena Sierra atrás dejabay el largo campo de Montiel famoso,y la madre de Séneca mirabael castellano ejército orgulloso;Córdoba en armas desde el muro estabaviendo enturbiar el Betis caudalosoque fue la vez primera que en su orillabebieron los caballos de Castilla.

57

Corre la tierra, y no descansa un horaen altos, en refrescos, ni aduares;destruye y deja a Peñaflor y Lora,ardiendo en sus fértiles palmares,que como gente nueva yvencedorani ley respeta ni los propios lares,yun vulgo nuevo en cosas de codicia,de Dios ni de su rey teme justicia .

58

El poco robo y mísero despojosólo sirvió de despertar la hambre,y así camina con mayor antojocomo de abejas la copiosa enjambre,que en viendo el campo blanco, verde y rojo,para tejer su artificiosa estambre,cada una mira entre las flores bellasla que le ha de caber de todas ellas.

Page 259: La Hermosura de Angelica

CANTO DECIMOSEXTO

59

No de otra suerte en viendo los soldadosla gran ciudad, las torres escogían,las mezquitas y alcázares dorados,que a sus ojos y al sol resplandecían;cual rayos por el aire aceleradoslos edificios de más cumbre herían ;ya les parece que se da y entrega,con tanto orgullo Rostubaldo llega .

60

Pone su campo de la puerta enfrentedesde Rodrigo de Jerez llamada,a la diestra dejando la corrientedel Betis por el campo de Tablada;regado con la púrpura e inocentesangre de Mahomad, rey de Granada,que don Pedro el Cruel tirando cañaspasó con una lanza las entrañas .

61

Sus tiendas arma, sus trincheras pone,y desde allí corriendo muchos díaslos enemigos a salir disponecon talas y atrevidas correrías ;no hay árbol, ni sembrado que perdone,quintas, rápitas, baños, caserías ;no de otra suerte, que destroza y muerdela pintada langosta el trigo verde.

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

COMBATE ROSTUBALDO A SEVILLA,DONDE BELCORAIDA SE LIBRA DE CARPANTO .

ÉL SE VUELVE LOCO DE CELOS Y ELLA,MIRANDO UN ASALTO, ES PRESA DE UNA ESPÍA

Y PRESENTADA A LISARDO

1

Cuando los muros de Sevilla mirael desdichado Cardiloro, adonderesuelta en tierra Clorinarda expira,y negra tumba el cuerpo blanco esconde,con tales ansias y dolor suspira,que le parece que a su voz responde ;las galas deja, triste luto ordena,cortado a la medida de su pena .

2

«¡Ay» -dice-, «amor primero!, ¡ay luz hermosadel alma a quien dejaste en noche eterna!,¡ay prenda de mis ojos amorosa,norte que desde el cielo me gobierna!Si en dulce paz tu espíritu reposa,ya desatado de su cárcel tierna,estas últimas lágrimas recibe,y eternamente en mis entrañas vive .

3

»Si los Elisios entre Ninfas bellasdan a tus plantas cristalino engaste,o las bañas de luz en las estrellas,vuelve a mirar los ojos que dejaste;no desprecies allá nuestras querellas,pues acá sin rigor las escuchaste :

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

que ya mi vida para oírte y verteimportuna el descuido de la muerte .

»Si yo tuviere pensamiento alguno,que en ofender lo que te debo pare ;sijamás me agradare amor ninguno,ni de las prendas que te di triunfare,dilátese la muerte, que importuno,y el cielo en perseguirme se declare,porque no puede haber muerte más fea,que no morir el que morir desea.

5

»Yo muera sin vengar a Mandricardo,y como le mató el cruel Rugero,me mate a mí su hijo Gloriardo,que trae ceñido ahora el mismo acero» .Así lloraba el príncipe gallardoexequias tristes de su amor primero,y el eco y río, el llanto y el acento,el uno lleva al mar y el otro al viento .

G

Bizarro con sus miembros giganteosel rey de Scitia al campo sale y corre,creciendo su arrogancia y sus deseosNereida que los mira en una torre;engañan al francés los ojos feoscuya fingida lumbre le socorre;Celauro por vencer al scita y franco,al campo sale de leonado y blanco .

7

Corrige un bayo negro en lomo y caboel scita, que de vista el viento pierde;pica un bridón castaño el francés bravosobre armas blancas la casaca verde;corre Celauro, de Nereida esclavo,en un tordillo que el bocado muerdecon sangre y cordobesa lozanía,siempre los ojos donde nace el día.

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872

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Que nunca en la Etiopía el verdaderosol le pudo quemar la negra cara,como agora el ungido, aunque el primero,para abrasalle el corazón bastara;bien conoce Nereida su mal fiero,que en las finezas de los tres repara,llorando en la memoria de su engañopor el ajeno mal el propio daño.

9

Parten, pican, galopan, siguen, cruzan,entran, salen, esperan, huyen, paran,acometen, están, escaramuzan,revuelven, atropellan y reparan,derriban, despedazan, desmenuzan,tiran, quebrantan, rompen, ven, encaran,buscan, persiguen, hieren, matan, corren,vienen y van, defienden y socorren .

lo

Pero por mucho que los tres procuranaventurarse en la ocasión presente,y con sus vidas propias aventuranla más florida parte de su gente,poco en el campo del contrario duran,porque ninguna vez se lo consiente,que apenas salen de la puerta fieros,cuando a la mismavuelven más ligeros.

11

Alos muros de gente coronadosmil lanzas Rostubaldo les arroja ;Medoro, que los mira atropellados,los capitanes de su honor despoja;«¿De un hombre» -dice-, «huyendo vais turbados?,¿tanto su furia vuestra espalda enoja?,volved la cara». Pero hablaba tarde,que la espalda es la cara del cobarde.

12

Todos se admiran de que diga un hombre,aunque es verdad que sólo un hombre vía,

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

8`/3

pero éste solo, que sabéis su nombre,multitud de caballos parecía ;y así no es mucho que la gente asombre,que vuelva más ligera que solía,que aquel caballo negro de la cuevaes el que agora Rostubaldo lleva.

13

No menos huye el fuerte vizcaíno,viendo por todas partes encubiertode mil caballos negros el camino,y en voz dice a Medoro, el yelmo abierto:«¿Qué Jerjes, César, Pirro, Constantino,ni el de Alejandro lamentado y muertoni a cuantos Marte dio famosos nombres,vieron más copia de caballos y hombres?

14

»Aquí Lisardo en la confusa guerraanda entre fieros bárbaros atento,y allá en el alma no menor la encierrasu dama con su propio pensamiento;con los soberbios hijos de la tierrabatalla haré con más atrevimientoque en mí conmigo a solas, cuando asisteun pensamiento continuado y triste».

15

No pudo Belcoraida sufrir tantotan varia confusión, y al fin pospuestala fama y honra al amoroso llantopara buscar el español se apresta;pasa al vestido varonil su manto,a plumas de color su toca honesta:ya es pavés la labor, lanza la aguja,que puesta en un bridón pasa a la cuja .

16

Sale atrevida de Granada en unalluviosa noche y de furioso viento,en conjuncion contraria de la lunaa todas obras del humano intento ;

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8'74

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

no se acompaña de su gente alguna,que sólo de su tierno pensamientolleva el testigo y huésped de su amantea mayores peligros importante .

17

Creciendo, pues, la tempestad furiosa,las nubes negras vomitando truenos,la luz de los relámpagos fogosaabriendo aveces los cerrados senos,lleva Licasto la morisca hermosaentre unos olmos de agua y hojas llenos,donde la deja, y una acequia pasa,llamando al dueño de una humilde casa.

18

Apocos golpes respondió un villano,que andaba entre las yerbas con su azadahaciendo el paso a los arroyos llano,que acrecentó la tempestad airada ;abrió (¡gran novedad!) con rostro humano,cosa de tales hombres poco usada,y fue el milagro hallarle tan despiertoque a estar dormido fuera menos muerto.

19

Dijo que había de la casa el dueño,para convalecer entretenidoseis días con regalo no pequeño,un caballero en una pierna herido ;y que a romperle no se atreve el sueño,por verle entonces a placer dormido,y ser de sueño y de sosiego poco,porque también está de amores loco ;

20

mas que para tan sólo defendersedel agua y viento les dará una sala,donde la noche puedan recogerse,como si al agua hubiese estancia mala;Licasto cuanto pudo agradecerseacepta la merced, y el viento iguala

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

87 5

hasta llegar donde la reina espera,dando a la noche luz, que al día pudiera.

21

Dan el caballo al huésped en entrando,que en un portal de un patio desenfrena,y como pinta Ludovico a Orlando,la sala vieron de letreros llena:uno dice, «mi muerte voy buscando» ;otro dice, «mi gloría»; otro, «mi penade Belcoraida soy; sola en mí vive :no lo confieso yo, que amor lo escribe» .

22

Conoce Belcoraida el turco fieroque hirió a Lisardo, y luego se disponeque salgan del lugar, cuando el lucerodel aurora el crepúsculo corone ;en la blanca pared sobre un letrerocon rojo lápiz otros muchos pone,pero apenas escampa de la puerta,cuando la voz del alma le despierta .

23

Es viva voz el corazón, que llamaa todo cuanto al hombre le sucede ;óyela el turco y salta de la camaveloz, que al mismo pensamiento excede ;a las furiosas quejas que derramael labrador acude como puede,y sin hallar a disculparse modo,lo sucedido le confiesa todo .

24

Cuéntale que un mancebo en traje morocon un esclavo, al parecer cristiano,escondido el cabello en lazos de oro,y cubierto de un húngaro persiano,en aposento indigno a su decoropasó la noche, y que con blanca mano,o fuese por cuidado o por antojo,ofendió la pared de lápiz rojo .

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87 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

Mira Carpanto la pared, y violade arábigos caracteres borrada;«Aquí» -dice el letrero-, «estuvo solala desdichada reina de Granada;aquí el fuego de amor limpio acrisolael oro de la fe bien empleadaen un cristiano, que en valor te excede :todo lo vence amor, todo lo puede» .

26

«¿Es esto así verdad?» -Carpanto dice-,«¿o por ventura sueño incierto y vano?,¿aquí paraste, Dafnes? Euridice,¿éstas son letras de tu hermosa mano?¿No ves que a tus hazañas contradicequerer seguir merecimiento humano?;mas, ¿qué no puede amor? Dichoso el hombrede quien sigues y escribes gusto y nombre».

27

Sobre las letras de color la bocacon esta pena y amoroso excesomil veces pone, y lo que al nombre toca,queda en la cara como a esclavo impreso;tanto el ardor solícito provocasu furia entonces, y arrebata el sesoque sale de sí mismo, y todo ardiendo«justicia, que me abraso!», va diciendo .

28

Viendo en efecto el labrador delante,y de su triste fin llegado el plazo,abrázale furioso y arrogante,tanto que el alma le costó el abrazo ;asiole de una pierna, y el gigantecomo una honda revolviole al brazo,echándole más alto que tres picas,como se cuenta de Hércules y Licas.

29

Acuden los villanos a las voces,que eran de aquellas huertas jardineros,

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

y acometiendo al bárbaro feroces,arremeten al lobo los corderos ;a cuál destripa, a cuál quebranta a coces,a cuál deshace con los dientes fieros,a cuál aguarda, a cuál está mirando,como toro las hierbas arañando .

30

Cuál dice, si del turco se desciñe,«ya que de tu furor mi cuello aparto,sabré sin armas contra el que armas ciñe,lo que ha de hacer quien ciñe verde esparto» ;y cual villano que a los otros riñe,se ve en un punto satisfecho y hartodel agua que desea, en las acequiasarrojado por últimas exequias .

31

Ya de los estallidos de las hondasdel fiero villanaje que se junta,resuena el eco en las cavernas hondasdel alta sierra hasta su excelsa punta;«Antes» -dice Carpanto-, «que respondas,pared, a lo que nadie te pregunta,resuelta quedarás en tierra, y luegovuelta en el humo de mi ardiente fuego» .

32

Yansí, mientras que huyendo por atajosel villano escuadrón buscaba arneses,los techos altos y cimientos bajosacuchilla con tajos y reveses,y como a los reveses y los tajosno resisten escudos ni paveses,lo que halla corta, y cuanto ven los ojos,puertas, ventanas, rejas y cerrojos .

33

De todas las vecinas caseríasrobustos labradores convocados,que de la tierra por inciertas víasestaban en labranzas ocupados;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

con pertinaces temas y porfíaslas armas del furor los vuelve armados:que agavillado un vulgo villanesco,vence la furia y el tesón tudesco.

34

Cuál con el morrión que el tiempo afeacon pardo moho la cabeza guarda ;cuál sin hebilla, perno ni correaata el arnés a la ropilla parda;cuál en la izquierda la encendida tea,carga del hombro diestro el alabarda ;cuál esgrime el acero ruginoso,de mil años ahumado y polvoroso ;

35

cuál del ligero corcho de colmenashecho un pavés con los demás se aconcha;cuál se pone las mallas de orín llenas,y en su leña el ganchoso pino troncha;cuál la manopla, que en el ante apenasmostraba sola una acerada concha ;cuál el alfanje bárbaro descuelga,y al lado izquierdo del tahelí le cuelga ;

36

cuál en ligera yegua lanza toma,y soberbio de todos se divide ;cuál en arroyo o pedregosa lomaescoge piedras, que en la honda mide ;Carpanto mira el escuadrón que asoma,que con los pasos que la guerra pide,marcha sin discrepar su justa línea,contra su espada bélica fulmínea.

37

Como baja de tordos banda espesapor el septiembre a socorrer al nuevo,a quien pica el mochuelo en la dehesa,que armó el villano con la red y el cebo,así por los sembrados atraviesala escuadra vil al enrubiarse Febo,

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

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pero entre el cebo y los reclamos sordostambién quedaron como simples tordos.

38

Cortó la lanza al de la yegua a trozos,volando las astillas una legua,y de una noria en los abiertos pozoshizo precipitar villano yyegua;detiénense los viejos y los mozos,que no tomaran mal cualquiera tregua ;cobardes hacen que su fuerza anime,y así entre todos el acero esgrime.

39

Asió a Felicio del siniestro brazo,y habiéndole traído un rato al torno,rodó por las espaldas de un ribazo,bañando en sangre el áspero contorno;Ergasto con temor de igual abrazoquiso arrojarse de cabeza a un horno,y abriéndole de un tajo por el centro,dejó fuera los pies, los brazos dentro .

40

Cardenio, mozo que del cuerno o colamil veces tuvo un toro jarameño,para asille los brazos enarbola,cierra con él después de roto un leño,pero apretando la cintura sola,cubrió los ojos con eterno sueño,haciendo que del pecho las ternillaspuedan comunicar a las costillas .

41

Ya su hermano Constancio por venganzaocupa la arrogancia del gigante,con no menos valor que confianza,para tales peligros importante,pero apenas el bárbaro le alcanza,cuando, aunque más le puso por delantedioses, templos, piedad, cielos e imágenes,desmenuzó sus tiernas cartilágenes .

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88 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

Bravo Mireno de vengar blasonala muerte de los dos, que eraun villanofuerte de miembros, alto de persona,que levantaba un hombre en una mano,pero cuando Carpanto le aprisionaen los nerviosos brazos, inhumano,humilla la arrogancia y-los despojos,vierte alma y sangre y fuego por los ojos .

43

Recién casado con la bella AlcinaHortensio, y grande tirador de barra,la forcejuda frente al pecho inclina,los pies hinca en la tierra, el cuerpo agarra;a quien con tal furor desintestina,y a los pilares de la puerta amarra,que en la boca la hiel del pobre Hortensiodio el alma envuelta en un amargo asensio.

44

Si estuviera casado a su disgusto,pudiéramos decir que fije dichoso,pero perdió con lindo talle y gustoun rostro alegre, aunque villano, hermoso;estaba el fiero bárbaro robusto,como en la plaza el toro sanguinosoparado entre las capas y garlochas,entre armas, cuerpos, céspedes y atochas .

45

Cual suelen gorriones espantadosdel trueno de arcabuz dejar la zarza,ocupando las bardas y tejados,tal hace el miedo el escuadrón se esparza;o como lleva el viento por los pradosel ya enjuto gamón y la gamarza,así (que apenas van tocando el suelo)los lleva el miedo, y los convierte en yelo .

46

Vuelve Carpanto al aposento, y mirasegunda vez los rétulos, y toma

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

tal furia, tal envidia, enojo e ira,que jura aAmor que las paredes coma;saltan fuego las letras, como tiraa las piedras también, que rompe y doma,que letras de favor de otro dichosoarrojan fuego a golpes de celoso .

47

La cama abraza, y dícele dulzuras,que en un momento en maldiciones trueca ;mira, Amarilis, tantas desventurasdentro de una pared que estaba hueca;su ropa llora entre sus manos duras,que aun no perdona la madera seca,porque medran provechos semejanteslos codiciosos huéspedes de amantes.

48

Malditas sean, Amor, tus dulces redes,y de tu cebo hermoso el ungimiento ;si amor, cuando eres celos, llamar puedesla furia de tu loco movimiento .Cansado al fin de acuchillar paredes,deja el turco feroz el aposento,y sale a un verde campo donde el díaen las últimas hojas se reía.

49

Rompe, quiebra, quebranta, corta y hiendepinos, naranjos, olmos y laureles,porque menos el tronco se defiende,que si fuera de tiernos míraveles .Al fin vengado de quien no le ofende,los ojos coma vívora crueles,deja los campos y las rotas salas,dándole celos pies y Amor sus alas ;

50

e imaginando que a Granada fuesela que salía de Granada huyendo,como si ya segura la tuviese,de la ciudad las torres va siguiendo ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

no quiso el cielo que sus luces viese,con la furiosa tempestad cubriendode Belcoraida hermosa las estrellas,que no la errara el ciego turco a vellas .

51

Llega Carpanto a la ciudad, y llegasólo a informarse de su mal, y en tantoque su perdido bien llorando ciega,se huye más la causa de su llanto ;que entonces donde el Betis besa y riegala gran ciudad de Hermenegildo santo,la. Reina llega desde lejos viendoel fiero asalto, y el confuso estruendo .

52

Vio que los moros castellanos ibande pavesadas fuertes encubiertospor el muro, tan bárbaros que estribanpara subir en los amigos muertos;y que los matan, queman y derribandesde los caballeros descubiertos,con armas del peligro, halladas y hechas,piedras, fuego, alcancías, hierro y flechas.

53

Vio que en el campo Rostubaldo estaba,como su fuerte agüelo entre los godos,y que subir los muros intentaba,buscando ardides de diversos modos;bien el feroz a conocerse daba,del hombro arriba aventajando a todos,cuyo penacho con sus plumas cientocomo bandera tremolaba al viento.

54

Entre los moros que en el muro había,a guisa de cristiano, el más gallardomancebo y capitán resplandecíacon una sobreveste de oro y pardo;la lis francesa el campo guarnecía,antigua empresa y armas de Lisardo;

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

88 3

la mora pone en él la vista y teme,que si es el sol que busca, el sol la queme .

55

Así mirando el caballero estuvo,sin que el temor del campo la resista,tanto que nunca al sol mirando tuvoel águila caudal tan firme vista;en sus hermosos rayos se detuvo,lo que duró la luz y la conquista,como heliotropio, como Clicie nueva,con alma y ojos donde el sol la lleva.

56

Por unas nubes de color oscuro,que apenas las estrellas descubrían,y sobre el Betis cristalino y puroparece que sus aguas le bebían,la noche se cerró, dejando el murolos que sin descansar le combatían,poniendo aquéstos y los otros velas,y aventurando al campo centinelas .

57

De la gente y escuadra belicosadel capitán Lisardo, el más valientemoro que tuvo Córdoba famosa,del campo estaba de Castilla enfrente;y de este presa fue la reina hermosa,que por estar segura de la gente,al muro se llegaba y recogía,y donde estaba la secreta espía.

58

Por qué caminos la fortuna variaa veces quiere ser de amor tercera,cuando rogada más, mayor contraria,cuando menos temida, menos fiera;es del amor amiga voluntaria,no hay obligarla a más de lo que quiera ;tres cosas tienen su mudanza en una:la mujer, la privanza y la fortuna.

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88 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

59

justa privanza nunca vino al suelo,leal amor jamás faltó a su cargo,fortuna sí, que al variar del cieloestá sujeta en plazo corto o largo;por las rosas del rostro vueltas yelovierte aljófar la mora en llanto amargo,que no le dice el alma el buen suceso,por no quitarla de contento el seso .

60

Mientras goza Lisardo su tesoro,el griego cuenta lo que el pueblo hizo,despues que Tisbe con sus rayos de orode Liriodor la culpa satisfizo;ya los salvajes cuyo tierno llorodel sol la injuria y el rigor deshizo,a las humildes chozas y cabañasbajaban de las ásperas montañas .

61

Como suele (partido el africano,que andaba con intento diferenteen la tierra que mira el Oceano,dejando a Europa y Gibraltar enfrente),bajar deJimios una escuadra al llano,mirando a todas partes diligente,que cuando alguno de ellos se adelanta,del que viene detrás tiembla y se espanta;

62

así los monstruos de las peñas bajan,aun no seguros del pasado estruendo,y por los verdes árboles se encajan,las ruinas del templo conociendo .Allí por ver las cárceles trabajan,y a Roselida y a Rolando oyendo,que de su dura muerte se quejaban,tenerlos por sus ídolos trazaban.

63

Al másvaliente que lo mire envían ;uno se atreve y a la puerta llega;

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

88 5

vuelve y dice que llora, y que podríanhablarla, pues por ellos al sol ruega.El sol a la sazón, que. le temían,por un monte arrojándose a una vega,se entraba al mar, ypor mejor baúallossoltaba los flamíferos caballos .

64

En fin siguiendo a Gosforostro fueron,adonde estaba Roselida atada,y de un voto común cuando la vieron,fue desde el Rey al mínimo adorada;y así como de Persia conocieronque fue su origen, dijo en voz formadauno, que entre ellos era santo y sabio:«Con justa causa venga el Sol su agravio .

65

»¡Oh pueblo inadvertido!, bien se entiendedel rostro suyo, que mirarle basta,y el ser de Persia reina, que desciendede sus antecesores nuestra casta;no somos hijos, que aun decirlo ofende,de quien pensáis, y la razón contrasta,sino de una persiana, reina bella,y de cierto animal que gozó de ella;

66

»porque de Inarda enamorado Astreo,en una nave la llevó robada,donde cumpliendo apenas su deseo,el viento alborotó la mar salada ;sacrificando entonces a Proteo,a quien era la popa dedicada,un marinero habló del dios movido,y espíritu profético encendido.

67

»Cuentan que dijo que la Infanta fueseechada luego al mar inexorable,porque este sacríficio le volviesede airado y fiero humilde yfavorable;

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88 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y que por más que entonces resistieseel condolido amante miserable,en un batel la dieron al mar bravo,desamarrando de la nave un cabo .

68

»Elviento, el mar, y lo que el cielo ordena,que al mundo sus secretos díficulta,dieron con la barquilla de agua llenaen esta inhabitada tierra inculta;fue la primera estampa de esta arena,de quien la copia que miráis resulta,y desde el primer hombre la primeraque vio con vista humana su ribera .

69

»Suceso extraño, que la tierra asombre,y sus prodigios raros autorice,que unjimio, o cercopíteco, medio hombre,cinoprosopio, espinge o calitrice;no sé cuál sea, ni se sabe el nombre,basta que ser irracional se dice,hallando a Inarda enamorado de ella,a todo su pesar durmió con ella .

70

»Allí la tuvo nueve alegres añoscon gran regalo y rústico sustento,pieles de fieras por reales paños,y por marido el animal contento ;no son aquestas fábulas de extraños,que fue nuestro principio y nacimiento,pues tuvo de ella nueve infantes bellos,del bello más que de la gracia de ellos.

71

»Tras tantos años a la isla un díaarrojada llegó una nave persa,o por las señas que la dama hacía,o sin querer por la fortuna adversa,ella con el contento y alegríade los primeros hombres que conversa,

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CANTO DECIMOSÉPTIMO

cubriéndola primero un manto o capa,entra en la nave, y de la isla escapa .

72

»Cuando volvió de su postrera cazael triste amante, y vio que el viento en popaa la nave la mar desembaraza,vuelve a la cuevay sus hijuelos topa ;los dos que pudo estrechamente abraza,de un lobo envueltos en la blanda ropa,y subido en lo alto de una peñaal fugitivo pecho los enseña .

73

»Viendo que no hay remedio que se quede,al mar se arroja a que morir le vea;lloraba Inarda entonces : tanto puedeun largo trato cual se fuere sea,y tanto el bien querer paterno excede,que no hay de las entrañas cosa fea:Dios sabe si después arrepentidaal animal sin alma dio la vida.

74

»Finalmente quedaron siete infantes,los cuatro hembras y los tres varones,más fieros y robustos que gigantesejercitados a vencer leones;aquéstos fueron a poblar bastantesestas desiertas bárbaras naciones,y del mayor nosotros descendemos,que así de nuestros padres lo sabemos.

75

»Pues siendo así, que lo mejor que tienela sangre nuestra de mujer nos vino,y esta que agora a visitar nos viene,es rama de aquel tronco femenino ;¿por qué no advertiréis que el sol previenedesde su curso eclíptico divino,que salga de tan grande cautiveriola libertad de nuestro esclavo imperio?

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

»Esta que veis hermosa, y éste hermoso,que como sol y luna resplandecen,por sangre vuestra y tronco generosovuestra corona y sucesión merecen,que no el infame rey, torpe y vicioso,cuyas maldades sin enmienda crecen,por quien el sol la rubia frente os niega,y el humo del altar le ofende y ciega.

»Si aquestos reyes aceptáis, sin dudaveréis a vuestro sol claro y sereno ;tendréis Rey hombre al fin, y a quien acudael repúblico bien de agravios lleno;no siempre como gente vil desnuda,sujetos a envidiar el reino ajeno,conservarán la paz de vuestras leyessus bellos hijos, aumentando reyes» .

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CANTO DECIMOCTAVO

MATAN LOS MONSTRUOS A GOSFOROSTRO . HÁLLANSE ENUNA CUEVA LIRIODORO Y TISBE ; ENAMÓRASE NEREIDA DE

ROSTUBALDO, Y CONJURA UN ESPÍRITU MITILENE

1

Con tal acción y sentimiento externoel viejo estas palabras repetíamás por codicia de mayor gobierno,que porque el bien del pueblo pretendía;que el hombre, la mujer, el niño tierno,por más que eljusto Rey se defendíacon piedras, palos y armas de villanos,en él pusieron las civiles manos.

2

Ycomo suele ser amotinadade un vulgo la canalla sin vergüenza,tan fiera a la maldad determinada,que no hay razón ni miedo que la venza,y con dificultad ser aplacada,cuando atreverse a la mayor comienza,a tal punto llegó su desconcierto,que fue bárbaramente herido y muerto.

3

Desde este día la persiana bellafue de Bresilia reina obedecida,y el hijo hermoso de Zerbín con ellaen dulce, alegre y deleitosa vida ;llamáronla del sol la blanca estrella,adorada de todos y temida;la lengua persa les mostró, y el usode la nueva república compuso.

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89 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

4

Ésta primero les mostró el arado,cual otro Osiris, y sintió la tierrael hierro por el vientre no tocado,dando a los trigos el humor que encierra ;el carro de los frigios inventado,la hoz menuda que imitó la sierrade Talo hallada, y el lapitio freno,y el trillo de ordenadas piedras lleno.

5

Ésta cortando el rústico sarmientode racimos y pámpanos salvajes,en la cavada tierra le dio asiento,mezclando a su licor varios linajes ;compuso del vestido el ornamento,porque en aquellos bárbaros paisajes,por manos de ésta a conocerse vino.de flor azul y blanca el igual lino .

G

Yel arte que debemos a Aristeo,aquél por quien Eurídice mordidadel áspid venenoso, fue de Orfeoal mundo vuelta y a segunda vida,aunque a Gargoris en España veo,con la primera gloria merecidade haber hallado la invención primeradel uso de la miel, colmena y cera.

7

Últimamente puso la inhumanabárbara condición, tan diferente,que política, noble y cortesanaera patricia y virtuosa gente;vedándoles comer la carne humana,la cerviz humillándose impacientedel toro bravo de erizado cerroa la coyunda yyugo, marca y hierro .

8

Hubo desde este tiempo labradorescon sus cosechas y aguardados meses;

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CANTO DECIMOCTAVO

89 1

la tierra, que antes daba hierba y flores,cubriose entonces de doradas mieses;vinieron al redil de los pastoreslas cabras más salvajes y monteses,y viose el ciervo herir de un hombre solocon la ballesta frigia y dardo etolo .

9

Ya las parleras aves no veníana la ciudad con voces desenvueltas ;las fieras, antes huéspedes, huíande miedo al monte, las cabezas vueltas;los hombres nuevamente las seguían,las duras flechas en veneno envueltas,que ya -buscaba con la ardiente yerbalas frías aguas la sedienta cierva .

10

Dos veces la triforme diosa tuvomenguado el rostro, y otras tantas lleno,mientras que Tisbe solitaria estuvo,y el bello Rey del siempre helado Reno;que el miedo de los monstruos la detuvocon lo que sólo el áspero terrenode acerba fruta y yerba producía,y alguna caza que matar podía.

11

Extraña vida para dos amantes,una cueva desierta y peñascosa,campos de caza y frutas abundantes,agua en arroyos, cama en hierba o rosa;¡oh vida, que los años hace instantes!,a lo menos paréceme dichosa,pues no habiendo hombres para dar desvelos,¡qué mayor gusto que vivir sin celos!

12

Pues siendo con el hijo de Isabelaseñora de Bresilia Roselida,tan triste vida y pena los desvela,si es triste en un conforme amor la vida;

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89 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que en la Scitia que más el Norte hiela,o en la Libia más seca y encendidaviviera yo con quien mi suerte ordena,contento en bien o en mal, en gloria o pena .

13

En este risco fuerte y escondido,después que en él dos lunas estuvieron,el cielo de sus quejas condolido,si alguna en tanto bien tener pudieron,siguiendo un jabalí cerdoso herido,que por la cueva oscura entrar le vieron,Rolando_, que los tiene por difuntos,y Roselida los hallaron juntos .

14

Allí su historia y vida les contaroncon llanto alegre, alivio de perdidos,y cuando historia y lágrimas cesarona la nueva ciudad fueron traídos,al tiempo que la tierra comenzaronabrir los bueyes al arado asidos,que fue de Tisbe no pequeño espantover unas fieras reducirse a tanto .

15

Quédense aquí los cuatro, porque sientoque amor quejoso, y con razón me llamaa ver un nuevo extraño pensamiento,que aun no le sabe la parlera fama ;Nereida a fuerza de otro amor violento,Turpín escribe que a Medor desama,y que aborrece sus desdenes fieros,porque no crece Amor si no hay Anteros.

16

¿Qué no podrá un desdén y un odio extraño,y más en pecho de mujer que suelevengarse bien del recibido daño,en lo que al alma y a la honra duele?Cansose de Medor y de su engaño,y porque no la canse ni desvele,

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CANTO DECIMOCTAVO

89 3

vengarse intenta, que a estos fines vienetodo el amor que la mujer nos tiene.

17

¿Qué fin tuvo jamás amor ninguno,que no fuese discordia y mal deseo? ;raro milagro, si se escapa alguno,debe de ser pacífico Arinfeo;cuanto es en alabanzas importuno,es acabado en vituperios feo;truécanse con el odio los efectos,y corren la cortina los defectos .

18

Con una aljuba de encarnado y pardo,de plumas pardas y encarnadas lleno,airoso y fuerte en un caballo sardo,de espuma y sangre matizando el freno,dicen que Rostubaldo, el más gallardo,que vio jamás ejército agareno,corriendo el llano campo de Tablada,robó a Nereida el alma descuidada.

19

Por una capellina descubríalos negros ojos y el bigote bravo,que a lo robusto el alma suspendíacon más soberbia que el indiano pavo ;el hierro de la lanza que blandía,como un arco oriental besaba el cabo ;Nereida le contempla, y de Medoroquitando el alma se la entrega al moro.

20

Yasí como otra Scila patricidadio muerte al padre al tiempo injusta fama,la ciudad al rey Minos, y la vidaal mar que agora en sus peñascos brama,Nereida quiere de su amor vencidadar honra y vida y muros a quien ama,cumpliendo a dos deseos la esperanza,de amor el uno, el otro de venganza.

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89 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

21

Trazada, pues, la industria que imagina,de entregar la ciudad, Medoro muerto,escribir una carta determina,en que le diga su traidor concierto;y así cuando Titán al mar se inclina,el lleno rostro de arrebol cubierto,un moro, el más fiel y alcaide anciano,parte con ella al campo castellano .

22

Dejó las armas y en la rica tiendaentró del Rey, siguiéndole la guarda ;no quiere el moro que el secreto entienda,y afuera junta murmurando aguarda;diole un anillo, fidedigna prenda,que todas las sospechas acobarda,y abriendo la sellada nema, advierteque la carta le dice de esta suerte :

23

«Tanto puede el amor, y tanto puedes,hermoso castellano, que has podidopasar de aqueste muro las paredes,y entrar desde tu campo en mi sentido ;entraste y quiero que en mi alma quedes,darete la ciudad, muerto el que ha sidodueño de entrambos, porque tú lo seas,y porque el alma y la ciudad poseas .

24

»Angélica la Bella soy, y es éstade amor conmigo la primer victoriadesde aquella bajeza manifiesta,infamia eterna de mi honor y gloria ;soy la que al mundo tantas vidas cuesta,como lo sabe mi prolija historia,pero mujer de gusto tan extraño,que haré por él al mundo eterno daño .

25

»Si estimas humillar victorias mías,Zelín mi alcaide te abrirá mañana

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CANTO DECIMOCTAVO

la puerta amedia noche; ten espíasdel muro por la oscura barbacana;no dudes de creerme, que podríasllorar después mi condición liviana,que es bien que el bien que la mujer promete,antes que mude parecer se acete» .

26

Suspenso un rato el grave Rey se pone,con la grandeza de ánimo enseñando,que no le alegra, mueve y descomponeel bien que pudo enloquecer a Orlando.Aresponder resuelto se dispone,cuanto promete Angélica aceptando,viendo que ya le lleva el nuevo casoa vengarse del hijo de Gradaso .

27

«Iré» -responde-, «y pésame que digasque no dudé creerte, conociendomi gran valor las armas enemigas,por quien tan alto pensamiento emprendo ;creo tu amor, conozco que me obligas;quedo por prenda tuya apercibiendola gente que ha de entrar mañana el muro,de mi valor y de tu fe seguro».

28

Partido el moro con alegre paso,tal queda el Rey del improviso hecho,que bien fue menester dudar el casopara templar el alterado pecho;ya se acostaba el sol por el Ocaso,el rostro a los antípodas derecho,cuando a los moros de más nombre y fama,viejos y alcaides a consejo llama.

29

Dicen algunos que es traición, y algunosque no es para mujer primera hazaña ;encuéntranse los varios votos: unosdicen que es cierto y otros que le engaña;

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89 6

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

contradicen los viejos importunoscuya tibieza algunas veces daña,mas todos se resuelven que se intente,por lo que fuere apercibir la gente.

30

Cardiloro atrevido y deseosode ver los huesos de aquel alma bella,caja otro tiempo de marfil preciosode joya que la muerte volvió estrella,a Rostubaldo anima valeroso,y todos los cobardes atropella,que se consuela quien de veras amacon ver la sepultura de su dama.

31

El-claro Febo del siguiente díalas lágrimas del alba entre las flores,(enjugando las hojas) convertíaen sus vivos esmaltes y colores;a la sazón que el aire ensordecíael son de los clarines y atambores,cuando el caballo Rostubaldo pide,y al muro el lienzo paso a paso mide .

32

Ya lleva el moro nuevos pensamientos,nueva esperanza y nueva alegre vida,que suelen despertar ofrecimientos,como son voz, la voluntad dormida;no se atreven las plumas a los vientos,por ser verde el color en que va asida:extraña ley de amor, que en los amoresmuden hasta el vestido los favores.

33

Sale bizarro de morado y verde,verde el bonete y con morada toca,un morado penacho que se pierdepor irse al aire que su extremo toca;no ha sido menester que al son recuerdedel árabe clarín que la provoca,

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CANTO DECIMOCTAVO

Nereida entonces para ver al moro,que con el sol mostró sus rayos de oro.

34

El diestro moro escaramuza y pica,sudor y espumas el caballo argentan,que era el demonio, y dicen que se picade ser ligero, si correrle intentan ;pues si es veloz espíritu y aplicaal curso el aire, que del suyo cuentan,no le fíe la rienda, no le llevea donde cuerpos pace, y almas bebe.

35

Hace escarceos, hace caracoles,(pensando que es Angélica su dama),que a los divinos ojos como a solessalen movidos de su ardiente llama;llega a los fuertes muros, y tirolesa los que encima estaban, como en ramade verde oliva el escuadrón de tordos,arrojadizos dardos y bohordos .

36

Iba a su lado Cardiloro fuerte,de luto negro y de dolor vestido,el negro escudo de una blanca muertecon una letra alrededor partido ;«no queda otro camino para verte»,en la lengua de Fez dice el sentido,el negro borceguí de lazos lleno,negro acicate, silla, rienda y freno.

37

Enun bonete rojo y negras tocas,para que el aire en el cendal se empache,muchos airones y garzotas pocas,que salen de una mano de azabache,yuna medalla en que decían dos rocas:«Hasta morir, en solas Eme y Hache»,y alzando sobre el hombro la almalafala manga descubrió de sinabafa .

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89 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

38

Vuelve a su campo y de secreto ordenaRostubaldo que esté la gente a punto,cuando la noche tenga más serenael mudo sueño al parecer difunto;para que en viendo que a la puerta suena,a la muralla marche el campo junto,y entrando la ciudad de sobresalto,a vista del alcázar hagan alto .

39

No,tenía la noche el medio espaciodel cielo, cuando ya Nereida piensa,despierta solamente en el palacio,satisfacer su femenil ofensa ;no de otra suerte que Tarpeya a Tacio,mientras que duerme su mayor defensa,quiere entregar los muros prometidos,por precio infame y por traición vendidos .

40

Zelín, su viejo alcaide y secretario,en guarda estaba de la fuerte puerta,para que fuese al tiempo necesarioa Rostubaldo y a su gente abierta;aquéste de Zopiro y Belisario,(¡oh cuánto la codicia desconcierta!)una esperanza le volvió Bellido,de un reino por Nereida prometido.

41

¡Triste y hermosa Angélica, que solaa pesar de la bárbara canalla,de la nación francesa y españolasacaste a tu Medor de la batalla!Tú que le diste el triunfo y laureola,por quien el interés vencido calla,tú que le hiciste Rey, de humilde esclavo,como hierro de amor dorando el clavo;

42

desde esa torre donde estás cautiva,mira, si puedes, que le mata agora

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CANTO DECIMOCTAVO

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la que de tanto bien tus ojos priva,y que de vida no le queda un hora ;detén su brazo, si es razón que vivadel alma tuya la mitad que adora,que pues tiene tu rostro, será ciertoquejarse el mundo de que tú le has muerto .

43

Nereida finalmente y una dueñaa la cuadra del Reyentran veloces;Medoro a toda rienda duerme y sueña,que Angélica le está llamando avoces:«¡Oh Fabia!, ¡oh Scila!, ¡oh monstruol, ¡oh furia!,

[¡oh peña!,que el bien que adora el mundo desconoces,¿segar el cuello hermoso determinasdel pabellón cerrando las cortinas?» .

44

Mas entre el cuello hermoso y el cuchillo,entre el atrevimiento y el efeto,entre el temor helado y amarillo,que al rostro sale de lo más secreto,sin la virtud del encantado anillo,que le sacó del paladino aprieto,hubo el caso más grave, que hoy admiraal rubio sol, después que a Dafne mira .

45

Turpín y el griego escriben que en Numidia,adonde al ángel bello y soberanoel ruego injusto y el amor fastidiadei Rey traidor y desleal Zerdano,aquella imitadora de Canidia,fiera enemiga del linaje humano,Mitilene cruel, madre de aquélla,tenida por Angélica la Bella,

46

quiso saber qué límite y sucesotuvieron los amores de Medoro,desde que la robó, dejando preso

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90 0

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

del feo rostro al hechizado moro;y retirada al bosque más espeso,que de las Drías tuvo el verde coro,por la tiniebla de la noche oscuralos callados espíritus conjura.

47

Clavado a un tronco antiguo y arrugadoun espejo de acero refulgente,de venenosa adelfa coronado,que mata el ave simple e inocente,de lino un lienzo descogió, lavadode Guadiana en la raudal corriente,por donde el agua turbia se resuelve,baja al infierno y del infierno vuelve .

48

Éste puso en las yerbas, y sobre éstela almea, parietaria y doradilla,la cabeza del lobo y gato agreste,Terco con las plumas de abubilla;el rojo y blanco pájaro celeste,que nunca a tierra el alto vuelo humilla,lo más puro del aire rompe y hiere;en él engendra, nace, vive y muere;

49

el alción con su cerúleo bello,los pies de liebre, del veloz lagopola lengua, que sustenta al torcecuello,las pieles y ojos del erizo y topo,del ánade caliente el pico y cuello,el corazón medroso del monopo,que va huyendo el fuego, y la murenacon la víbora muerta en el arena.

so

Con éstas al espíritu convida,descalzo el pie siniestro, y con su vara,de un manto negro de cendal vestida,enfrena el viento y los arroyos para ;un hacha rechinante a un olmo asida

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CANTO DECIMOCTAVO

mostraba al monte la espantable cara,y los huesos de carne ya desnudos,haciendo responder los valles mudos.

51

Ya las tres Furias lo que quiere arguyende sus fieros bramidos y querellas,descoloridas las estrellas huyen,si alguna vez invoca las estrellas,las que virtud, valor y gracia influyen,concordia y paz con otras partes bellas,de las nubes se adargan, y caminaHécate a Delo, a Menfis Ericina.

52

Su cuadrángulo escribejudiciario,y en doce casas le divide y parte;cera le ofrece al dios Mercurio vario,tierra negra a Saturno y sangre a Marte;al sol propicio al sueño necesarioofrece el oro, que Hipanis reparte,a Venus ámbar, y a la luna trinaagua del mar; aJúpiter su encina.

53

Las aves se estremecen en sus nidos,los animales en sus cuevas hondas,los ríos murmurando detenidos,en campo desigual frisan las ondas;no suelen responder los estallidoscon más furor de las tejidas hondas,que el eco a sus aullidos y denuedo,no por costumbre ya sino de miedo.

54

Árbol no tiene el bosque, peña el monte,el valle quieto arroyo, el viento ave,ni fiera todo el círculo horizonte,palacio la ciudad, el puerto nave,que no responda, tiemble o se remonteal son horrendo del conjuro grave;

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90 2

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

ya viene el fiero espíritu, ya muevela llena mesa envuelto en aire leve .

55

Sosegando en la trémula gargantala decrépita voz el aire mira,que de la mesa espléndida levantael lienzo y yerbas con señales de ira;no su presencia ignívoma le espanta,ni el murmurar de su opresión le admira;coge las cerdas, ycon falsa risa,que se rinda sin réplica le avisa.

56

Vase en efecto al puro y limpio acerodel claro espejo, y desde allí invisible,pregúntale qué rostro humano o fieropara hablalla tomará visible ;Mitilene responde : «Aquel luceroclaro, divino, hermoso y apacible,con que saliste en la ocasión impíaque fuiste noche sin cumplir el día» .

57

Como en dorado marco el rostro fueradel tierno Adonis, si el famoso Urbinael fin del arte a su hermosura dieracon el pincel y mano peregrina,o como en el espejo pareciera,mirando en él su perfección divinael dueño principal de mis enojos,cadena de mis pies, luz de mis ojos ;

58

tal se mostró por el acero hermosoel diáfano cuerpo, el rostro aéreo,aunque era sólo espíritu gloriosocuando gozó del resplandor sidéreo ;antes que el bello capitán furiosofuese-arrojado del asiento etéreo,ojos de sol y de oro rubias hebras,no víboras sangrientas y culebras .

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CANTO DECIMONONO

VUELVE MITILENE A NEREIDA EN SU PRIMERA FORMA;CONóCENSE LISARDO Y BELCORAIDA ; SAQUEAN

LOS MOROS A SEVILLA, Y HALLA MEDORO EN UNA ISLAA SU HIJO ANGELORO

I

Eternos siglos ¡ornamento y gloriade España, gran Felipe, tierna planta!,viva con inmortal famosa historiade aquellos Reyes la memoria santa,que ofendiéndoles tanto la memoriadel que blasfema, invoca, hechiza, encanta,fundaron tribunal, que los destierrade esta dichosa y siempre firme tierra.

2

En ensalzar la ley del Evangelio,con que el moro y hereje se disipa,y la silla que está en el monte Celio,¿qué católico rey los anticipa?Cardano, Escoto, Picatriz, Cornelio,que fue en las obras como el nombre Agripa,¡qué presto fueran en su tiempo fuego,y el laberinto de sus obras ciego!

3

¿Qué vanidad es ésta?, ¿qué quimerade espejos consagrados, fabulosos,con tantas almas, que el infierno esperaidolatrando oráculos dudosos?;¿que bien puede esperar quien consideraque son sus enemigos cautelosos

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90 4

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

los espíritus mismos que conjura,y que no le dirán verdad segura

4

Ésta la dijo al fin, que aborrecidaNereida fue del rey Medoro a causade la hermosura de Angélica fingida,que ha puesto entre los dos silencio y pausa;y que ni quiere verla, ni hacer vidacon ella en tanto que el hechizo causala desgracia que ha puesto aquel divorcioen el amor del marital consorcio .

5

Al fin la advierte que en su rostro mismo,como primero estaba la transforme,poniendo al moro el fuego del abismo,para que disimule el caso enorme,antes que el castellano paganismo,y su caudillo y capitán disforme,cuando ni tiempo ni remedio tenga,sobre los muros de Sevilla venga.

6

Cuéntale de qué suerte el castellanocon gente de Madrid y de la Sagrahizo alardes famosos en el llanode la famosa Puerta de Bisagra,y que de su región conjura en vano,en los claros cristales que consagra,a todos los espíritus que nombra,porque ha de ser su intento viento y sombra .

7

Yque primero ablandarán mil bronces,que a la Bella Zerdano y sus conjuros ;la sabia levantando el brazo entoncesrompió de un golpe los reflejos puros;ya de la oscura selva en los esconcesbramaban los espíritus impuros,y el del cristal de forma se le rinde,que se escondió temblando en el alinde .

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CANTO DECIMONONO

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8

Vuelta a su torre, puso al fuego ardientede fúnebres cipreses encendidolas yerbas en el agua conveniente,de Tracia aquéllas y ésta del olvido,para que de la luna en la crecienteel licor de las yerbas resumido,así como del todo se acabase,en su primera forma la mudase.

9

Pues -como dije arriba- cuando alzabaNereida el brazo y el cuchillo fiero,ya que a Medoro degollar pensaba,más dura a la crueldad que el mismo acero,el agua encantadora al fin llegaba,volviendo el rostro a lo que fue primero,y dando al suelo el cuerpo y miembros flojos,de un blando sueño le cubrió los ojos .

10

La dueña entonces que es desmayo entiende,y haber perdido el ánimo imagina,mas luego que el suceso comprehende,quítala el hierro y cierra la cortina;llévala en brazos a su cuadra, y tiendequien fue Angélica ayer y hoy Proserpinasobre un estrado, donde a veces dabala misma luz que el sol, si el sol faltaba .

11

¿A quién no admira tan extraño caso?,pues al tiempo que ya Medoro a Glotodaba el fatal y postrimero paso,quedó el intento de Nereida roto ;dulces habitadoras del Parnaso,si no está vuestro espíritu remotocon el son de trompetas y de cajas,no cantéis tanto bien con voces bajas.

12

Aves, que vais en aire puro envueltas,cortando nubes con pintadas alas,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

a Angélica decid que están resueltaspara su amparo las supernas salas;cantad también con voces desenvueltas(si gastáis el primor en cosas malas),esta vieja, que ayer con luz fingidaen desdén o favor dio muerte yvida .

13

Mirad aquellos ojos consumidos,que a tantos parecieron como estrellas,aquellos labios cárdenos fruncidos,que parecieron manutisas bellas .Tú, Medoro, sin ojos, sin oídos,y aun sin alma también despierta a vellas,verás lo que has amado y lo que olvidas,porque perdón a su hermosura pidas.

14

Ya estaba en esto el campo de Tabladacubierto de enemigos castellanos,esperando la seña concertadacon las secretas armas en las manos,y Zelín a la puerta desdichadavendiendo los dormidos ciudadanos,puesta la llave en el candado fuertepara que entrase la vecina muerte.

15

Tres veces quiso abrirle, y otras tantasvino del corazón al brazo un yelo,que le quitó las fuerzas, y las plantasentumecidas le pegaba al suelo;entonces tú que a las tragedias cantas,vil endechoso y trépido mochuelo,sobre una almena de la puerta disteal futuro dolor agüero triste .

16

Parécele que vía por lajuntade las puertas que gimen los sucesos,unafigura de color difunta,sólo el cadávery los blancos huesos,

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CANTO DECIMONONO

y que tras este capitán se juntael escuadrón de bárbaros espesos,sin otras sombras, manes y visiones,que engendra el propio miedo en las traiciones .

17

¡A qué tiempo del tiempo el inconstantecurso a Lisardo y Belcoraida privadel bien, que el desposorio al tierno amantepermite justamente que reciba!Llevola el moro cordobés delantede su cautivo y capitán cautiva,donde buscando el término mas casto,todo el suceso le contó Licasto.

18

Pues luego que las almas se enlazaron,¡con cuánto bien amor el mal destierra!,y gozándose alegres concertaronque la llevase el Príncipe a su tierra ;de secreto la mora bautizaronpor las ocupaciones de la guerra,hasta que al fin de aquel suceso vayaa la hidalga Vitoria de Vizcaya.

19

Pero concierta el hombre, y desconciertasus pensamientos la contraria suerte :aquí su gusto y vida amor concierta,y allí su llanto la improvisa muerte .Abre Zelín al escuadrón la puertadel castellano valeroso y fuerte,y de Lisardo quedan los conciertosentre el remedio y la esperanza muertos.

20

La vela apenas la traición sintiendotocaba al arma, cuando el campo llegala gente, ya con declarado estruendola puerta de tropel ocupa y ciega;no de otra suerte de ella van saliendo,que de aquella fatal máquina griega:

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90 8

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

ansí los hombres pare y los despide,que el uno al otro la salida impide .

21

Cual suelen las hormigas en las erasir por las blancas sendas negreando,aquí y allí formando sus hileras,la parva amontonada procurando,y cual suelen bajar bandas ligeras,(las no maduras guindas deseando),de negros tordos a los verdes valles,tales ocupan las abiertas calles .

22

Rompen las puertas, quiebran y destruyenlas ricas tiendas a su furia llanas ;los ciudadanos la traición arguyen,y acuden a las armas ciudadanas ;mujeres y hombres tan confusos huyena los tejados, puertas y ventanas,que en el camino y confusión se encuentransaliendo aquéstos donde aquéllos entran .

23

Amuchos de la muerte no pensada,de la traición y desventura inciertosen sueño envueltos los halló la espada,que fue lo mismo que matallos muertos.Dichosos ellos, que la sombra helada,(estando medio vivos y despiertos),de la muerte cruel sospecharían,que era visión del sueño que dormían.

24

Cuál en camisa y cuál vestido sale,cuál con espada y cuál con lanza y pica,cuál de la piedra y del bastón se vale,que a todo el escuadrón civil se aplica;cuál sin ver el amigo llega y dale,tanto la furia popular se intrica;cuál piensa que en el campo es la batalla,y sin buscar la muerte allí le halla.

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CANTO DECIMONONO

25

Cuál sale al enemigo y dice : «¿Adóndeel enemigo está?, vamos, amigo»,y el otro con la muerte le responde,para mostralle cerca el enemigo;cuál la vajilla, el oro y plata escondeen los sepulcros del maíz y trigo,y allí el que llega donde cava el moro,vivo le entierra, y resucita el oro.

26

Dan gritos las mujeres, y cargadasde los amados hijos, que corriendoa las entrañas antes habitadasquieren volverse de la muerte huyendo,corren aquí y allí desatinadasa su pesar, a veces deteniendoel paso, porque llegue algún hijuelo,que las sigue detrás llorando al cielo .

27

No de otra suerte con las alas suelecubrir el ave sus hijuelos tiernos,por alto que el ladrón milano vuele,y ellos los pechos abrazar maternos;o cuando baje, aunque sus plumas pele,y pudiese vivir siglos eternos,con ronca voz dejarse hacer pedazos,antes que abrille al robador los brazos .

28

Ya por los más soberbios edificiosandaban los soldados saqueando;las altas puertas sacan de sus quicios,cerrojos y candados quebrantando ;templos, columnas, basas, frontispicios,frisos, cornisas, plintos derribando,que el mármol que perdona el tiempo leve,a manos de la guerra muere en breve.

29

Las moriscas bellísimas cubiertasde alhombras, paños, velos y alquiceles,

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J 10

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

misericordia piden a las puertasaquéllos a quien fueron más crueles;otras de todo punto descubiertas,por corredores, patios y vergeleshuyendo van del miedo que las sigue,sin que otra fuerza o pena las obligue.

30

En su caballo negro el castellanoiba por medio de la calle al trote,medio bastón en la robusta manode una rompida lanza al primer bote,que más que Etonte fiero e inhumano,cuando ha sentido el viperino azote,furioso porque el freno le dilate,baña en ponzoña y sangre el acicate .

31

Alasvoces llegó de una doncellamedio desnuda, que un morillo infameentre los pies cobardes atropella,sin que a piedad el corazón le llame ;no hay oro más que los cabellos de ella,y otro le pide a voces que derrame,oro le pide que el cabello excede,y henchir las manos de las hebras puede.

32

La dama es pobre y rinde el oro sólo,que del cabello el bárbaro le arranca,que lo estimara por ventura Apolo,a ser con él tan liberal y franca .El rostro vuelve Rostubaldo, y violohecho cubierta de una frente blanca ;para el caballo, mírala y repara,veréis para qué para y en qué para .

33

Era de suerte la hermosura y graciadel rostro más hermoso con el llanto,y tanta de los ojos la eficacia,las quejas tantas y el donaire tanto,

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CANTO DECIMONONO

que no pudiera el músico de Traciamover los cantos a su dulce cantocon más dulzura, que la bella damacon las lágrimas tiernas que derrama.

34

Averla bien la luz iba ayudandode una teosa y encendida raja,que una vieja llevaba ante él llorando,que redimille la prisión trabaja ;el Rey las tiernas lágrimas mirandola adarga arroja, y del caballo baja :«Guarda» -le dice al moro-, «infame, aleve,¿a quién el llanto de mujer no mueve?».

35

Mírala atento, y mira dos estrellas,cubiertas con el cielo de una frente,y el rostro y labios las colores bellas,que reciben al sol en el Oriente;miró las manos, vio su alma en ellas,oyó su voz, y vio que blandamentele lleva el alma, que tuvieron llenamemorias de la muerta Solidena.

36

Con la piedad que el tierno amor le infunde,viendo los golpes en el rostro impresos,vuelto al cruel con el bastón le hundelos duros cascos en los blandos sesos,para que en mal provecho le redundehaber llevado los cabellos presos,y en el infierno donde está se alabe,que maltratar a las mujeres sabe .

37

«No porque fue Nerón o Mitrídatescuchillo de Melisa y de Popea,está en razón que una mujer maltrates,puesto que fuese poco noble y fea;que con ofensas del honor la mates,no es mucho en ley del mundo, cuando sea,

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91. `L

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

pero que a dalle golpes te desmandes,es argumento de bajezas grandes» .

38

Costole al moro al fin la infame vida,quedando la morisca arrodilladaal generoso Rey agradecida,y en parte a su valor aficionada .Ninguna cosa a la mujer convidaa amar al hombre de quien no es amada,como volver en ocasión por ella,que alguno, y sin razón, quiere ofendella.

39

Las lágrimas que llora tiernamente,en la mitad del corazón le imprime;Rostubaldo la mira atentamente,y siendo un mármol entre dientes gime .¿Qué es esto, Amor?, ¿qué furia y accidentela fiereza de un árabe reprime?¿Aquí te paras, siendo niño y ciego,entre armas, humo, sangre, hierro y fuego?

40

Tan niño, Amor, te picas de orgulloso,y guardas la ocasión para vengarte,porque en tus fiestas Marte entró furioso,tierno quieres entrar en las de Marte.Nunca le viste humilde y amorosoen el jardín de Chipre regalarte,como agora le ves, que sólo estimarendirse aVenus y a la bella Alima.

41

Podrá alguno decir tácitamente,que a un Rey humilde prenda es caso injusto;amor no es elección sino accidente,ni tiene ley ni calidad el gusto;alma es amor, e infúndense igualmente ;aquello es noble con quien yo me ajusto :donde se han de gozar las voluntades,jamás dejan entrar las calidades .

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CANTO DECIMONONO

91 3

42

Finalmente perdido el rey paganopor esta mora que su vida anima,que fue la que en la cueva dijo Ardano,la madre de Almanzor llamada Alima,asido y preso de la hermosa mano,cuya dulce prisión y mano estima,a su casa la vuelve, mientras durael fiero saco y la tiniebla oscura.

43

Pone a la puerta en guarda diez piqueros,y el importante caso les avisa;pide el caballo, y los hijares fieroscon el dorado hierro bate aprisa ;un asta, relumbrando los aceros,con su morada flámula y divisavibra lozano, junto al yelmo y timbre,como flexible y correosa mimbre.

44

Celauro en este tiempo y Turcateoen un tropel de castellanos morosiban mostrando su feroz deseo,como en el coso agarrochados toros;de cuerpos un montón sangriento y feo,vertiendo sangre los abiertos porosCelauro tiene, y el furioso scitael negro carro de la muerte imita.

45

Pero mejor de Cardíloro airadopor la difunta reina de Marruecoshuye la gente como al cierzo heladolas plumas leves y los cardos secos;adonde Mandricardo transformadole habló primero, llegan sangre y ecos,rabiando rompe y rasga, y no repara,corta cabeza, cuerpo, cuello o cara .

46

Viendo venir a Gloriardo fiero,las águilas mirando al fuerte escudo,

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914

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

«¿Quién eres», -le pregunta-, «caballero,que de ese tu blasón las armas dudo?» .«El hijo soy» -le dice-, «de Rugero,que darle muerte a Mandricardo pudo».«Ése es mi padre» -le responde el moro-,«que soy el rey de Tánger Cardiloro» .

47

«Huélgome» -dice Gloriardo airado-,«que veremos agora tus blasones,que en mi ausencia me has muerto y enterradoallá entre tus cobardes escuadrones;venció mi honrado padre bautizadolos de Agramante en muchas ocasiones,mas sólo en dar la muerte al padre tuyoconozco que soy sangre e hijo suyo .

48

»Engendrome la bella Bradamantede justo amor, por fin de sus historias ;heredé su valor, que fue bastantea enronquecer la fama con sus glorias;Carlos, Reinaldos y el señor de Anglante,famosos por sus triunfos y victorias,me dieron sangre, aunque el valor primeroconsiste en la que tengo de Rugero».

49

«Si no pensara yo que hablabas muerto»,-responde Cardiloro-, «francés bravo,que te alabas y sirves por conciertoun indio rey, medio mujer y esclavo,llegaras ya del Aqueronte al puerto,pero porque no entiendas que me alabo,di tú, si eres honrado, aunque eres suyo,si fue mejor mi padre, que no el tuyo .

50

«Que todas esas águilas y lises,sobre oro aquéllas y éstas sobre golas,mientras soy Telamón y eres Ulises,son como el aire trémulas ventolas ;

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CANTO DECIMONONO

¡oh padre, agora, aunque el infierno pises,vuelve a ver las orillas españolas,verás cómo me vengo de Rugero!» ;«pues ¿qué tardas?», -responde el francés fiero .

51

Mas no lo escucha cuando el fresno juega,y da a sentir qué brazo le administra ;ya le espera, le huye, aguarda y llega,y con los que ha tenido le registra ;ya la cólera ardiente al franco ciega,pica el bridón furioso, el asta enristra,el moro desde afuera la enarbola,y el pecho le pasó entre peto y gola .

52

«Así» -dice-, «se venga Mandricardode Rugero en España, francés fiero»,él iba a hablar, y del frisón gallardocayó sin acabar de decir «muero»,pero antes que muriese Gloriardo,llegó Celauro, alzando el blanco acero,y como le vio negro a darle palma,pensó que fuese de su padre el alma .

53

Masviéndole veloz vibrando el filo,con que le está llamando a la batalla,mudó intención y diferente estilo,y con la espada le probó la malla.«Yo soy» -Celauro dice-, «el rey del Nilo,el que a mis pies con siete bocas calla;hoy Ceuta llorará tu nombre infame,cuando en su almina el mar de África brame» .

54

«Tiembla, pues sabes ya cómo me nombro»,-responde el moro-, «o huye como cebra»,y dándole dos tajos sobre el hombro,el fino acero del alfanje quiebra.Celauro por un ojo, ¡extraño asombro!,la dura punta de la espada enhebra,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y dando en tierra con soberbia tanta,sangre y alma ocuparon la garganta .

55

Así fue a visitar desde esta guerraa Mandricardo y Clorinarda juntos ;luego el tropel de suerte el paso cierra,que a muchos dan la muerte los difuntos;con cuantos ojos mira la gran tierra,del cielo estaba en medio de los puntosla clara noche, y la enemiga luna,a los medrosos moros importuna.

56

Suben los gritos a su blanca esfera,guiados a las nubes donde asoma,y como si Mahoma allá estuviera,allá se los envían a Mahoma.El fiero rey de Scitia considera,que en vano a cargo la defensa toma,y viendo el fuego, el saco y la ruina,dejar la vana empresa determina.

57

Pasando por la calle donde Alimaen guarda estaba de los diez soldados,alzando el brazo a la pared se arrima,batiéndole al caballo los costados .No hay asta en diez, que su furor reprima,y quiébranle las cinco en pecho y lados,al anca del caballo el cuerpo humilla,mas luego vuelve y cobra rienda y silla.

58

Ycomo si el encuentro fuera ensayo,queda tan fuerte que a una y otra partemata y espanta, como suele el rayoal que penetra y al que estaba aparte ;rinde los dos el último desmayo,porque las astas despedaza y parte,sin que reciba el fiero brazo enojo,como si el fresno fuera verde hinojo .

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CANTO DECIMONONO

91 %

59

Unode aquéllos, el más alto y fuerte,robusto en miembros, fiero e insufrible .«¿Qué buscas» -dice-,«¡oh bárbaro!, ¿la muerte,por sólo entrar adonde no es posible?El rey, que aquí nos deja de esta suerte,por un monte nos deja inaccesible,que no îía su dama de hombres viles,sino de Ayaxes, Héctores yAquiles» .

60

Turcateo, que oyó decir la damade su enemigo fiero, cuando menos,odio le incita, enemistad le inflama,si fueran campos de hombres y armas llenos ;vengarse intenta, la ocasión le llama,y vuelto a los valientes agarenos,aquí y allí los sigue y acuchilla,sin que le rompan del arnés la hebilla.

61

Aquel robusto que le habló arrogante,al diestro lado muestra su destreza,pero quitole de un revés delante,volándole del cuello la cabeza .No hay moro de los siete que no espanteaquel sangriento ejemplo de fiereza,sin cabeza y en pie muriendo apenas,tan diestro el corte le segó las venas.

62

No hay cinco ya que a pelear se esfuercen,tanto quebranta, rompe y desgobierna;a cuál le lleva mano o brazo a cercen,a cuál le parte media espalda o pierna;ya de cinco, los dos los ojos tuercen,bajando el alma a la prisión eterna,finalmente de diez que acometieron,tres quedan vivos porque tres huyeron.

63

Bájase el scita alegre y vítoriosodel cansado caballo, y en entrando

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

en la casilla humilde, el rostro hermosohalló de Alima el pobre techo honrando ;quedó suspenso el bárbaro orgulloso,la celestial belleza contemplando:cortés le ruega y pide que le siga,a tal respecto la hermosura obliga.

64

No le aprovechan lágrimas que viertepor las mejillas con la tierra francas,que al fin la lleva con su mano fuerte,torciendo, ¡gran maldad!, sus manos blancas ;y así llorando su afligida suerte,del caballo subiéndola en las ancas,viviendo a su pesar partió sin vida,por no caer a su enemigo asida.

65

Node otra suerte que en el alto cerroel ya despierto pastorcillo mirallevar su oveja de almagrado hierro,y en vano piedras y palabras tira,y vuelto al flojo y descuidado perrosecuta en él los golpes de su ira,quedó la vejezuela entre la puertamirando el robo, y de cobralle incierta .

66

Mientras le llevan a su Alima bella,furioso Rostubaldo entrar procurael fuerte alcázar donde estaba aquellacausa de tanto mal y desventura;la muralla defiende puesto en ella,y la esperanza frágil aseguraCelauro vencedor, que el sol adora,que en la tiniebla de Numidia llora.

67

Como en la tempestad y terremoto,huyendo el agua y el tonante fuego,anda el villano por el verde sotoentre el ganado que se esparce luego,

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CANTO DECIMONONO

Medoro entre las armasy alboroto,aquí y allí desconocido y ciego,huye medroso porque al fin la vidapiensa que fue con la ciudad vendida.

68

Por no se ver despojo lamentabledel carro vencedor de su enemigo,segunda vez esclavo miserable,y de su triunfo espléndido testigo,juzgó por medio honesto y saludable,abriendo de sus baños un postigo,irse a quejar en soledad algunade la instabilidad de la fortuna.

69

No porque a Bayaceto y Belisario,a Francisco francés y a Valeriano,a Rodrigo español, a Claudio y Mario,iguales en valor, ¡oh rey indiano!,pero porver tu nave en mar tan vario,mueves a elogios de tu fin tempranomi musa, pluma y canto, y porque fuisteun hombre que a la Bella mereciste.

70

Hace una isla el gaditano estrecho,de su puerto y lugar poca distancia,donde una peña levantaba el pecho,haciendo espejo el mar de su arrogancia ;aquí Medoro en lágrimas deshechode un pobre pescador la humilde estanciamiraba para entrar a darse al sueño,cuando una barca vio y en ella el dueño.

71

La mísera barquilla vieja y rotaentre las ondas se miraba apenas,remos y velas, que agua y viento azota,mal remendados, de agujeros llenas ;una soga de esparto por escotalos penoles ataba a las entenas,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y por si el agua la carlinga moja,por bomba un corcho con que al mar la arroja .

72

Un leño por timón, de que es regida,y una piedra que basta a detenella,porforro entre dos palos lleva asida,y otras pequeñas en los huecos de ella ;sobre la popa el ancha red tendida,y medio vivos coleando en ellaalgunos pececillos y mariscos,que se suelen pegar entre los riscos .

73

Bizcocho y agua lleva, el agua clara,antes cogida en una humilde fuente,que de la isla hasta la mar no para,pensando que le crece su corriente .Era mancebo cuya honesta cara,quietos ojos y modesta frentemostraban luego con humilde aspetomejor inclinación en lo secreto.

74

Una ropilla pobre le cubría,aun no bastante para el pecho todo,lo que el forzado anjeo permitía,y descubriendo desde el hombro al codo ;sólo el descalzo pie le descubríaun roto zaragüel del propio modo,melena crespa, y sin bonete en ella,llena de arena de dormir sobre ella .

75

Ylo que es de espantar, que en su mojaday parda red sentado al fresco vientoen una lira de haya mal labrada,con cuatro cuerdas de insufrible acento,la voz, aunque muy ronca, al fin templadacon el acuerdo y son del instrumento,entre las mismas lágrimas que vierte,cantaba, ¡extraño caso!, de esta suerte :

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CANTO DECIMONONO

76

«Descansa el pobre segador cansadoa la sombra de un árbol en la tierra ;el villano al calor de su ganadoentre las frías nieves de la sierra;duerme sobre las armas el soldado,mientras que cesa la extranjera guerra ;yo sólo, cuando todos duermen, velo,ausente de mi bien entre agua y cielo.

77

»Sale galán el día de la fiesta,el oficial al fin de la semana;sobre la parva el labrador se acuestahasta que le despierta la mañana;al peregrino causa alegre siestala fuentecilla que del monte mana;yo sólo sin cesar ni hallar descanso,el sordo cielo suspirando canso.

78

»Las aves se defienden por sus nidosdel sol, del agua y de la noche oscura,los animales duermen recogidospor anchas cuevas de la tierra dura ;los peces por las aguas esparcidostienen para vivir parte segura ;y a mí sólo, sin bien, falta sosiegoen aire, en tierra, en agua, y vivo en fuego .

79

»Duerme el que debe, sin saber que vive,desvelado por dicha a quien lo debe;descansa el preso cuando el otro escribe,que le da de vivir término breve;el que se embarca al puerto se apercibe,mientras la muerte envuelta en agua bebe;yo sólo, sin tener deuda o cadena,como si fuese muerto vivo en pena» .

80

Esto cantaba el pescador mancebo,y esto escuchaba el mísero Medoro,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

al tiempo cuando a nuestros ojos Feboiba cogiendo sus cabellos de oro;ya con nuevo lugar, con paso nuevo,dejando atrás para otro curso el Toro,los abrazados Niúos toca el rayoen claro, hermoso y apacible mayo.

81

Llega a la orilla y luego el viento aplaca,la entena humilla y recogió la vela,a tierra salta, y de una fija estacaató la barca y arrimó la tela;la parda red cargado al hombro saca,que parece que huéspedes revela,y el agua apenas en la arena escurre,cuando a la vista el que le espera ocurre .

82

Suelta los peces y la red al punto,y arrojado a sus plantas desde lejos,que el pobre nunca al rico está muyjunto,pensando que le ofenden sus reflejos,mira del sol el único trasuntocon ojos elevados y perplejos,y así rendido y la garganta alzada,estale hablando y no le dice nada.

83

Bien como tosco labrador, que vienea la ciudad de su grosera aldea,que a la torre más alta se detiene,y no es posible que su altura crea,para contar los círculos que tienemil veces con los ojos la pasea,las manos en la cinta, alzado el cuello,de barba y pecho descubriendo el vello.

84

Medoro se le acerca y acariciaal pobre pescador, manso y afable,que cuanto enoja y cansa la malicia,es la inocencia dulce y agradable ;

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CANTO DECIMONONO

su choza ofrece y su humildad propicia,puesto que estancia vil e inhospitable;pero el moro la acepta, que ha llegadocon él la rueda a su primero estado .

85

Estaba una costilla de ballena,larga y del largo tiempo consumida,junto a la choza vil sobre el arena,a cuyo asiento humilde le convida;Medoro se sienta a descansar su pena;el huésped apercibe la comida,después que le contó fingidamentela causa que le trujo al mal presente .

86

El pescador entrando en su barracacon dos laureles, ya lo verde secofregándolos aprisa fuego saca,tan raro el aire se encendió en lo hueco;de aquella agitación la mano flacaparó mirando el improviso trueco,y aplicando unas ramas de coscojas,hizo sonar y arder las secas hojas.

87

Esto le sirve de eslabón y yesca,y así mirando centellar el fuego,destripa medio viva la vil pesca,y mal lavada se la entrega luego ;saca de su botija el agua fresca,suena de la abundancia el cuello ciego,escoge del bizcocho lo más blanco :¡oh huésped pobre, oh pecho rico y franco!

88

Con un murmurio ronco y parda espumala quemada caldera vierte el agua,toda la choza el fuego muerto ahúma;soplola, ardió, como el humor la fragua ;no aguarda a que del todo se consuma,la mesa pone, un tosco vaso enjagua,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

que en un pardo taray mostró esculpidaAnajárete en piedra convertida .

89

«Así tengas el fin», -dice un letrero,que una moldura ocupa en letras claras,que aun siente amor tu trato lisonjeroun alma entre dos rotas antiparas .Cubren al fin las hierbas un groserolienzo de estopa, y las toallas raras,raras de rotas, que lo menos de ellases ver por sus espacios las estrellas .

90

Siéntase el Reyy el pescador se sienta,que así lo quiere el comedido moro,la hambre siempre infame se contentatanto en el barro como en vasos de oro;a Filemón el huésped representa,y al disfrazado Júpiter Medoro,antes que por los árboles y yedrasnaciesen hombres de arrojadas piedras.

91

Tuvo Medoro cuenta en la comida,y vio que el brazo del manceba atabauna cinta de azul color teñida,que la muñeca tosca le adornaba;el alma a la sospecha apercibida,y la buena razón que el huésped daba,le hicieron preguntar después de mesalo que significaba aquella empresa.

92

Suspira el pobre pescador, suspira,y preñados de lágrimas los ojos,moviendo el rostro, el brazo y cinta mirade algún bíen que perdió caros despojos .Medoro bien entiende, que se admiratrayendo a la memoria los enojosde algún pasado bien, y aunque él rehúsa,tanto porfía cuanto más se excusa .

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CANTO DECIMONONO

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93

«¡Ayl», -le dice-, «señor», después de un rato,que dio con mil suspiros en el cielo,«en mí los tiempos muestran un retratode cuantas desventuras tiene el suelo;ricas hazañas son de amor ingrato,pues en el tiempo, que de sólo un pelomi rostro apenas ofenderse vía,cuantas horas pasaba le ofrecía.

94

»Lucindo soy, aquel que a Dios pluguieraque no fuera del mundo conocido,porque de la cruel envidia fueramenos injustamente perseguido ;dichoso el hombre que su edad enterapasa cubierta de un oscuro olvido,pues toda fama, y más cuanto más nueva,tras sí la envidia y los trabajos lleva.

95

»Yo, pastorcillo en la ribera hermosa,donde Tajo se junta con Jarama,aunque mis padres son de la famosaMontaña y tierra, que de León se llama,mí estirpe contemplando generosa,los ojos puse en la divina fama,pero en vano el ingenio se apercibe,si hay piedra de pobreza que derribe .

96

»Yo celebré con verso tosco y rudodel Tajo las pastoras y pastores,aunque otros muchos de mi edad no dudoque escribieron bucólicas mejores;anduve un tiempo entre las gentes mudo,y la publicidad de unos amoreshablar me hicieron tanto, que a mí solome sabe el nombre el contrapuesto polo .

97

»Aquí donde me ves tan pobre y roto,he sido en otros tiempos cortesano,

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y en la villa mejor de nuestro sotofui de algún bueno a la derecha mano;mas como sin estrella ni pilotose rige a veces el sentido humano,y más en los intentos del mancebo,fue de mi perdición amor el cebo .

98

»Que como crece la delgada cañaentre las aguas turbias y limosas,así en la ociosidad, que tanto daña,del ciego amor las alas licenciosas,no así la clara luz ardiendo engañalas simples y pintadas mariposas,como los bellos ojos me engañaronde aquella ingrata a quien después lloraron .

99

»Amé furiosamente, amé tan lococomo lo sabe el vulgo, que me tuvopor fábula gran tiempo y en tan pocoque muchas veces por llorarme estuvo ;agora a mil despechos me provocode ver lo que una Circe me detuvo,habiendo yo pasado otras Sirenasde tanto engaño y artificio llenas .

100

»Yaunque pudiera yo por su ponzoñacomo unicornio entrar seguramente,cuya rara virtud desemponzoñael veneno del áspid en la fuente,por imitar a Pan, no en la zampoña,sino en la fruta de la negra frente,no quise hacer tan áspera experiencia,que no es común a todos la paciencia .

101

»Fuime, ausenteme, no ligero y suelto,que la cadena y grillos arrastrandopor donde quiera de su lazo envuelto,mis fugitivos pies iban mostrando;

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CANTO DECIMONONO

mas pudo tanto el ánimo resuelto,que al mar llegaron, otro mar llorando,en cuya orilla, de aquel rostro ingrato,(no el verdadero) sepulté el retrato.

102

»Pensaba yo que de prolija ausenciafueran tres meses suficiente cura,para poder volver a su presenciasin miedo alguno de mayor locura,mas cuando en la sutil convalescenciaa comer el enfermo se aventuraaquello de que estuvo tan al cabo,ni su ganancia, ni mi vuelta alabo.

103

»Hallo que en otros gustos se desvelade un bello Adonis, o mintió la fama,celoso yo, como en su fin la vela,vuelvo en mi fuego muerto a alzar la llama;entonces ella (o fuese por cautela)esfuérzase a fingir que me desama,yyo a mostrarme alegre y apacible,encubriendo mis celos, si es posible.

104

»¿Qué te diré de la llaneza nuestra,tan sin respeto y paternal recato,el tiempo que la suerte alegre y diestrafavoreció nuestro amoroso trato?Pero del paño diferió la muestra,como la tela del sayal barato :que mientras ama la mujer, encubremil falsedades que después descubre .

105

»Huye mi mal, y la memoria traileadonde en nuevo llanto me resuelva,que no hay castigo, aunque en los tiempos haile,cuando su frente rubia en plata vuelva .Al fin al juego, al regocijo, al baile,de mirto coronado y madreselva,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

entraba entre los otros y a mis solas,a fe que hasta morir llegaron olas .

106

»Íbame al campo a descansar mis males,en cuya soledad enternecíaárboles, ríos, montes, animales,y cuantas aves en el aire había,y como de estas ansias desigualesllegó la voz a la enemiga mía,no sé qué le movió, que el muerto fuegose vio salir de las cenizas luego .

107

»Lloró conmigo, hablome tiernamentey al fin volvimos al primero trato ;mas luego, ¡extraña cosa!, mi accidentecesó vengado de su pecho ingrato .Miré unos ojos cuya luz ardienteel sol no la mirara sin recato,y poco a poco aquel su amor me atrevoa trasladar en otro papel nuevo.

108

»Que como siempre Amor buscó venganzas,y son todas sus tretas por el filo,páganse bien mudanzas con mudanzas,guardando en abrasar el mismo estilo ;cuando durmiendo están las confianzas,el viento sosegado, el mar tranquilo,celos entonces, que es la treta propia,abrasan más que el sol en Etiopia.

109

»Cuando en quererme el alma desvelabayo en adorar a quien le di la mía,de suerte que obligarme procuraba,yyo olvidalla cuanto más podía,pues cuando ya de todo punto estabasu alma ardiendo y mi memoria fría,yo la dejé del todo, y fuime a aquellaque fue para salvar mi nave, estrella .

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CANTO DECIMONONO

110

»No fue dificultoso amar amado,ni olvidar agraviado fue mal hecho,porque llueve un agravio declaradonubes de yelos a un ardiente pecho;y como el pensamiento mejoradoconoce brevemente su provecho,del olvidado amor, amor nacía,que también tiene amor filosofía.

I11

»Mas como la mujer menospreciadalos dientes vuelve al que halagó primero,como suele la víbora pisadaasiendo el pie del cazador ligero,celosa, melancólica y burladade mi pecho fingido y lisonjero,que me maten procura, y finalmentevivo por ella de mi bien ausente.

112

»Cárcel injusta con destierro largosufrí para vengar mis enemigos,admitiendo mejor que mi descargo,la inicua falsedad de los testigos .Dejé la patria, aunque con llanto amargo,vendido de mis íntimos amigos,en que he tenido tan contraria estrella,que el que me debe más, más me atropella.

113

»Aquí los cielos quieren que reportemi vida, sin envidia del que siguelas cajas belicosas de Mavorte,ni el victorioso lauro que consigue .No hay gala, ni esperanza de la Corte,que a pensamiento de mirar me obliguelos templos de los ídolos crueles,arrimado a tapices y doseles .

114

»Las pretensiones no me causan pena,eljuego me destruye, ni la gala,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

ni el dulce murmurar la vida ajena,adonde el que es más cuerdo al fin resbala;ni el malicioso aquí se desenfrena,ni el siempre rudo vulgo me señala:mando en mí mismo, y soy lo que yo quieromas no soy nada, amor, de amores muero» .

115

Iba Lucindo a proseguir, y en estouna cuadrilla de pastores llega,que a voces piden que los pase presto,y él más ligero a tierra el barco allega .Medoro estaba a preguntar dispuesto,adónde va tan presurosa y ciega;cuando Lucindo así le dice : «Espera,buen huésped, a que torne a la ribera .

116

»Que estos alarbes, que en aquestos sotosguardan bueyes, ovejas, yeguas, cabras,cinco años ha que entre unos paños rotoscon un papel de arábigas palabrasentre aquellos peñascos más remotos,(puerto de algunas extranjeras zabras),hallaron un pequeño niño envuelto,entre mimbres y céspedes revuelto .

117

»Nocomo a Remo le crió una loba,ni un águila voraz rompiendo el vientoel queso y leche a los pastores roba,para dar a Semíramis sustento ;entre estas peñas una negra alcobaes del sabio Prosérpido aposento,y consultado les mandó criallea las pastoras de este verde valle.

118

»Ese cubierto de la piel, que llevaaquel tostado viejo de la mano,es el niño que llevan a la cuevadel espíritu mismo de Dardano;

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CANTO DECIMONONO

no hayhombre en esta tierra que se mueva,sin consultar aqueste viejo anciano:¡triste de mí, que para mis ausenciasni hallo remedios ni aprovechan ciencias!

119

»A éste, pues, al cabo de seis años,que aquí le echó del mar el gran reflujo,le vuelven, como ves, en rotos paños,que no fueron mejores los que trujo,para saber sucesos tan extraños,y lo que puede el celestial influjo,le llevan, como ves, porque hoy es díaque habla en su cueva lóbrega y sombría» .

120

Medoro le responde, que no ha sidotan bárbarojamás su entendimiento,que el deseo de ver no haya tenidocomún a todo humano pensamiento;ruégale que le lleve, y divertidoen la hermosura del muchacho, el vientomueve la barca hasta topar la quillacon las arenas de la opuesta orilla.

121

Dosjuntas peñas, que a saber no alcanzosi eran de jaspe, la maleza enjuncade un lago, a quien el lirio y el mastranzono despreciaron sus orillas nunca,aquí de la lenteja y el garbanzo,en su cueva espantosa y espelunca,aquel que adivinaba los sucesos,mantenía un esqueleto de huesos .

122

Ya todos a la puerta con el miedode los sagrados valles religiosos,donde también el aire mudo y quedocallaba entre los árboles hojosos,estaban señalando con el dedopor donde entraba con sus pies vellosos,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

cuando de ver su báculo y guirnaldaquedaron amarillos como gualda.

123

«¡Oh pastores», -les dijo-, «ya es llegadoel fin de aquella incierta profecía,que la precisa voluntad del hadoninguna fuerza humana la desvía ;el niño hermoso, del ardor quemadodel sol ardiente y de la nieve fría,es hijo con dichosay buena estrellade Medoro y Angélica la Bella.

124

»Ansí como nació la sabia argiva,que el casamiento desigual desama,porque heredero de Medor no viva,hurtole de los brazos de su ama;de mimbresverdes y de blanca olivaentretejida una cestilla enrama,y échala al mar, que el que a desdichas llegadesde que nace en este mar navega .

125

»Al fin que por piloto su inocencia,por marineros diestros sus ojuelosque abiertos piden sin cesar clemenciaal norte que gobierna los diez cielos,para cortar del agua la violencia,hace remos sus pies, velas sus velos,jarcias de sus cabellos, e importunaal cielo, y piensa que la barca es cuna .

126

»Al pie de vuestro monte desembarca,y en vuestras manos propias toma puerto,saliendo el navegante de la barcapor falta de bizcocho medio muerto.Yo con pellico y con grosera abarcamandé criarle pobre y encubierto,llamándole de Angélica Angeloro,con los ecos del nombre de Medoro.

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CANTO DECIMONONO

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127

»El cual por la gran sabia Mitilene,forzado a enamorarse con encantode Nereida, que ya su forma tiene,y no la que primero amaba tanto,del moro castellano huyendo viene,bien ignorante, que en prisión y llantopasa la bella Angélica su vida,de Zerdano robada y perseguida .

128

»Pero yo le daré mi ayuda, y quieroque me agradezca a mí cobrar su esposa,porque mi sabia mano, y no el acero,ha de acabar tan imposible cosa».Dijo, y Medoro oyendo el verdaderosuceso de su historia lastimosa,dejose desmayar sobre los lazosdel tierno niño al extender los brazos .

129

El sabio manda a los pastores luegosaquen la ropa del atado barco,y que los dos se rindan al sosiegoen la cueva de Dórida yFinarco;que en tanto que Lucindo enciende fuego,a derribar se ofrece con el arcoel ánade, que el pez busca en el limo,o la grulla en las viñas el racimo .

130

Ya por las altas quiebras de la grutael humo detenido se escapaba,cuando la fuerza del gran sabio astutalas aves y los corzos fatigaba;cuál de los labradores coge fruta,cuál junto al fuego de soplar lloraba,y cuál aguza un árbol en que espetela caza que Prosérpido promete.

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CANTO VIGÉSIMO

CARPANTO Y BELCORAIDA MUEREN, CELAUROY CARPINARDO BATALLAN EN EL AGUA. ROSTUBALDOCOMBATE CON NEREIDA EN FORMA DE SERPIENTEY SIGUE A TURCATEO, QUE LE LLEVA A ALIMA .Y ÚLTIMAMENTE MEDORO COBRA A ANGÉLICA

1

Si de vos hasta aquí fuese escuchado,nueva columna de la fe de Cristo,tierno león de España coronado,lucero en el ocaso del sol visto,con ámbar dando al arco desmayado,haría de este polo al de Calistosonar la lira, y si de mí lo creo,o perderé la voz o seré Orfeo.

2

Pero primero que a la historia mía,quiero decir a la primera parte,se le acabe la voz, y llegue el díaen que del niño Amor se vengue Marte,con la divina luz que a vos me guía,aunque a la voluntad no ayude el arte,el templo pintaré, que os da Tartesiapor capitán de la Romana Iglesia .

3

Entre el Ártico Círculo, y el signoque a Alcídes mordió el pie, templan la zona,tórrida y fría con calor benigno,la tierra que más bella el sol corona,en cuyo suelo de alabanzas digno,cercado de las fuentes de Helicona,

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CANTO VIGÉSIMO

más rico un templo adorna el pie de un monte,que el palacio del sol que vio Faetonte .

4

Una mañana, cuando el carro de orocoronado de perlas yjacintosdejaba atrás el Géminis y el Toro,me vi junto a sus altos laberintos,porque dorando de mayor tesorocornisas, arquitrabes, basas, plintos,daba a su autor laureles y despojos,el alma suspendiendo por los ojos .

5

Grandes figuras, que con diestra manocorriendo el bronce por la blanda arena,hizo mayor ingenio que el romano,y el que pintó mejor la griega Helena,adornaban el templo soberano,y la Puerta Real de triunfos llena,en nichos de alabastro blanco y terso,con su nombre y valor en prosa, o verso.

G

Sansón a sus columnas abrazado,y Licurgo, que a Grecia dio sus leyes,el fuerte hebreo Gedeón armadoentre los cuatro madianitas reyes;Josué vencedor, el sol parado,Wamba español con los humildes bueyes,Aquiles, Héctor, Clodoveo, Petreyo,Seleuco, Manlio, César yPompeyo.

7

Allí estaba Filipo macedonio,Alejandro, Scipión, Codro, Trajano,Horacio, Curcio, Sergio, Marco Antonio,Jerjes, Ciro, Leonidas, Justiniano,Mario, Pirro, Aníbal, Tito Sempronio,Temístocles, Arturo, Vespasiano,Probo, Darío, Torcuato en sangre tinto,Carlos Magno francés, y Carlos Quinto .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

8

Estaban de otra parte los preclarosprogenitores vuestros más gloriosos,los cuatro Condes de Castilla amparos,y el santo Cid con triunfos belicosos ;el Primero Fernando en hechos raros,décimo de los nueve más famosos,los Sanchos, los Alfonsos y los Pedrosllenos de plumas y pisando cedros .

9

Aquel Segundo Juan estaba aparte,no lejos del Tercero y Cuarto Enrique,y aquel aragonés, divino Marte,cuyas glorias Castilla multiplique;levantando el católico estandartepara que el asta a vuestra mano aplique,estaba en San Quintín aquel Segundo,por quien os llama a vos Tercero el mundo.

10

Vi armado en blanco su famoso hermano,cómo al flamenco de Namur despoja,cuando Mons de Goigniés besó su manocon tal vergüenza y desigual congoja;con sus hijos también al duqueAlbano,éste con blanca cruz, y aquél con roja,y sobre el pecho la española bandaal valeroso conde de Miranda.

11

Allí, que ya parece que se armael duque de Pastrana, el laurel gozael generoso príncipe de Parma,y el valor de Toledo y de Mendoza;y como si el francés tocara al arma,en mármol como vivo se alborozael gran marqués de Santa Cruz primero,que os ganó la Tercera, rey Tercero.

12

En un caballo, que en el bronce fuertelos músculos y venas descubriendo,

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CANTO VIGÉSIMO

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parece que del dueño el brazo advierte,y que el son de las cajas está oyendo,vi al Archiduque de la misma suerte,que armado en Flandes le miró partiendola divina Isabel Eugenia Clara,y vi que el sol a ver los dos se para .

13

Finalmente ningún pequeño espacio,columna o frontispicio descubría,que no tuviese un español Horacio,famoso del principio al fin del día,pero en el centro de este gran palacio,vuestra imagen real resplandecíaen una basa de oro, en que la famahizo sobre un diamante esta epigrama :

14

«Philippo Tertio, Caesari invictissimo,Omnium Maximo Regum, TriumphatoriOrbis utriusque et marisfelicissimo,Catholici Secundi successori;Totius Hispaniae Principi dignissimo,Ecclesiae Christi etfidei defensori;Fama (praecingens tempora alma lauro),Hoc simulacrum dedicat ex auro» .

15

Vi luego cuatro damas, que teníande los brazos de Dafne una guirnalda,que a vuestras dignas sienes ofrecían,mayor que desde Oróspeda a Jubalda;como espejos al sol resplandecíanlos rizos de la frente por la espalda,y los vestidos de diversos trajesde crisólitos, perlas y balajes.

16

Justicia, Religión, Paz y Prudenciaeran los nombres de estas ninfas santas ;la Envidia con infame diligenciamordiendo estaba sus hermosas plantas.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

España, venerable de presencia,llena de glorias y grandezas tantas,ofreciendoos estaba corazonesentre reinos, banderas y pendones .

17

Burgos os daba antigüedad, noblezaGalicia, León corona, Sevilla oro,Córdoba en sus caballos ligereza,Granada y Murcia en sedas un tesoro ;Jaén lealtad, Toledo fortaleza,Ávila capitanes, campos Toro,Alcalá y Salamanca lauro y palmade todas ciencias, yMadrid un alma.

18

Así las demás partes que hay en ellaos adoraban con igual porfía,y la corona de Aragón, que de ellaun trino aspecto que os mirase hacía;Italia os daba a Nápoles la bella,a Sicilia, a Milán y a Lombardía,América mil naves y vasallos,carros del sol y de la mar caballos .

19

Estaba luego del metal más finoel Siglo de Oro y la abundancia y copiavertiendo a Ceres, Baco, Flora y Linode su varia y torcida cornucopia ;víase Manzanares cristalino,casi a los pies de vuestra cuna propia,glorioso con la eterna primaverade haber nacido vos en su ribera.

20

El Moro, el Turco y el Hereje atadosentre armas, tiros, cajas y trofeosestaban de esos rayos fulminadoscual fueron los terrígenas Tifeos .Luego por las paredes vi pintadosmil lienzos de esperanzas y deseos,

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CANTO VIGÉSIMO

en que otro nuevo Apolodor imita,como recibe España a Margarita.

21

Aquella soberana perla austrina,de la naturaleza heroica muestra,aquella Margarita que fue dinade ser el sol de la corona vuestra;aquella estrella cándida divina,serena luz de la concordia nuestra,que de dos que perdimos fue consuelo,una que tiene Flandes, y otra el cielo.

22

Vi allí el viaje, y el Marqués famosoque la trujo a Valencia, y vi la entradaque os hizo vuestra patria, Rey dichoso,de vuestras plantas para siempre honrada.¿Mas dónde voy tan lejos del forzosoasunto de la historia comenzada?¡Ay, éxtasis de amor, que así me llevas!,dame a mí mismo de mí mismo nuevas .

23

En tanto, pues, que el mágico le cuentadespués de cena al suspendido moro,que fingió Mitilene la tormenta,y que Zerdano fue de Europa el toro,y cómo aunque en Numidia la atormentacon cuanto pueden ruegos y tesoro,que es mucho en pecho de mujer ausente,más firme le respeta que presente .

24

Oíd, señor, del modo que Carpanto,después que supo el libre atrevimientode la que adoray le aborrece tanto,salió de la ciudad bebiendo el viento,y dando al suelo que pisaba espanto,hizo a Genil solemne juramentode no volver sin ella a ver su orilla,y ser incendio eterno de Sevilla.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

25

Llegó la noche infausta, que Celinohizo la puerta a Rostubaldo llana,y como fuese el traje sarracino,mezclose entre la gente castellana,por donde los demás abrió camino,¡oh condición de bárbaro inhumana!,que siendo diferente su negociosufrir no pudo del alfanje el ocio .

26

Mal sufre el buen caballo la trompeta,sin relinchar por la acerada silla,el halcón la pigüela que le aprieta,el lebrel en el campo la trailla;el músico, si gime la corneta,con sus pasajes gusta de seguílla ;si tañe el hombre, canta Filomena,¿que hará Carpanto si la guerra suena?

27

Lisardo, ¡oh gran tragedia lastimosa!,aquella noche que con dulces lazosgozaba los regalos de su esposa,rindiéndose las penas a los brazos,la historia refiriéndose amorosa,con la paga de amor tras tantos plazos,ajeno estaba de saber adóndea la sombra del bien el mal se esconde.

28

Siente el ruido y de la cama salta;Belcoraida le tiene y no le deja;vuelve a acostarse, y vuelve en voz más altala grita popular, estruendo y queja.Sale otra vez furioso, y no le faltasino tratarla mal, tanto forceja,masviéndose forzar, se rinde y luegoa sosegarse vuelve sin sosiego.

29

Ya que de todo punto se declaraque ha sido al moro la ciudad abierta,

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CANTO VIGÉSIMO

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no sólo de la voz patente y clara,sino que ya le rompen honray puerta,los brazos de la Reina desampara,que fuera de los suyos queda muerta,y armado sin poner perno, ni hebilla,antes que se la rompan sale a abrilla.

30

En tanto que la puerta les defiendeal tropel y canalla sarracina,sólo en vestirse Belcoraida entiende,que salir a lo mismo determina ;sobre una aljuba de morisco tiendeuna cota de mallajacerina,y sale varonil, fuerte y bizarracon su dorado escudo y cimitarra .

31

Carpanto en esto a la ocasión se ofrece,y enojado de ver que dos tan mozos,que apenas en el rostro le pareceque señalaban los primeros bozos,en la canalla, que por puntos crece,hiciesen tantas muertes y destrozos,aquí y allí furioso los ofende,que al alma no le dice lo que entiende .

32

Lisardo siente el valeroso brazo,y vuelto a resistir su furia y saña,cortole de las grebas un pedazo,diciendo en altavoz: «¡Vizcaya, España!»,y temeroso del pasado abrazo,que de Genil la vega en sangre baña,si no es que entralle por la espada merque,huye de que ninguno se le acerque.

33

El turco a entrambos sin respeto alguno,sin la lealtad al corazón debida,que es su alma y vida de los dos el uno,y el otro es cuerpo de su alma y vida,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

tan furioso los sigue e importuno,que la mano, de tantas homicida,vierte de su alabastro sangre pura,injusto rosicler de su blancura .

34

No sabe el de Vizcaya que es su esposa ;dos para diez se intrinca la batalla;es la mujer amando valerosa,herida sufre y afrentada calla ;enciéndese la guerra sanguinosa,saltan escudos, hierros, ante y malla,descubriendo al rigor de la cuchillala blanda carne, la cortada hebilla.

35

¡Oh quién al de Vizcaya le dijera,que entonces con dos almas peleaba,que defiende dos vidas, y que esperaperder la que de entrambas estimaba!Gime el turco feroz, la vista fieraen el cristiano que le sigue enclava,y como tanto resistirle pudo,quiebra el alfanje en el luciente escudo .

36

Por un estoque de un soldado muertoquiso bajarse con igual destreza,cuando la dama a tiempo descubiertole abrió toda la espalda y la cabeza;cual vemos levantar medio despiertoel que los flojos brazos despereza,que tuerce el cuerpo, el rostro y la garganta,el medio vivo turco se levanta;

37

y por el ojo diestro a la cristiana,poco antes mora, pasa a tiento el hierroeclipsando la luz más soberanaque ha tenido jamás nuestro destierro;dichosa, que por hierro ajeno ganalo que pudo perder por propio yerro,

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CANTO VIGÉSIMO

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pues que dejó la inútil luz del suelo,después que vio la del sereno cielo .

38

Juntos cayeron del encuentro fierola tierna oliva y el antiguo roble.«¡Ay», -dice Belcoraida-, «esposo!, ¡ay, muero!»,y al claro viento esparce el alma noble.Dieron lugar al enemigo acerolos bellos ojos, más que el sol al doble,que porque tantas almas restituya,por donde las mató salió la suya .

39

Salen las almas de los dos, que siendoen el amor y vida diferentes,a diferentes partes van huyendode las heridas fieras e inclementes :la del turco fierísimo rugiendobajó furiosa a los cerberos dientes ;el alma ya cristiana de la damaal cielo sube como ardiente llama.

40

Las almas nuncajuntas en la vidahuyeron de juntarse con la muerte,yfue muybien, que al bárbaro homicidale castigase el cielo de esta suerte ;que allá donde su alma fue sorbidade aquella boca vil, que áspides vierte,templara su dolor, si eternamentetuviera el alma que adoró presente .

41

Lisardo oyendo el nombre regalado,que aquella noche oyó menos sangriento,todo presente al corazón heladole muestra su dolor el pensamiento;mas no tan presto mira derribadode su esperanza yvida el fundamento,cuando de los sentidos se despoja,y sobre el cuerpo mísero se arroja.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

42

Los castellanos le imaginan muerto,y sin que aguarden más pasan delante;todo de sangre y lágrimas cubiertoel cuerpo abraza el medio vivo amante ;ninguno de los soles mira abierto,que se atrevió la muerte en el instanteque el hierro el uno de ellos eclipsabapara cerrar el otro que quedaba.

43

«¡Ojos» -les dice-, «luces de mis ojos,

hermosos ojos» -dice-, «estrellas puras,divinos soles, bien de mis enojos,eterna soledad de mis venturas!,¿qué sois difuntos ya?, ¿qué sois despojosde aquellas armas de la muerte duras?» .No dijo más, que el ansia apresuradacortó la voz en la garganta helada.

44

El uno y otro mísero cautivojuntó la muerte al fin, mas de esta suerte,que el vivo en vida y muerte quedó vivo,y muerto el que lo estaba en vida y muerte .Llore Lisardo el fruto primitivo,que en verde agraz para los ojos fuertele ofrece su esperanza, porque tratede Carpinardo el desigual combate;

4s

que puesto que no habéis su nombre oído,adelante es famoso en nuestra historia,si quiere el tiempo que en mi propio nidovuelva a cantar de Angélica la gloria .Si no he cumplido bien lo prometido,la obligación me queda en la memoria:¿y cómo ha de poder, puesto que quiera,cantar alegre quien llorar debiera?

46

Ya la confusa noche se quitabala guirnalda de blancas dormideras,

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CANTO VIGÉSIMO

sus mejillas la Aurora sonrojaba,rorando valles, montes y riberas;y ya el sol de la yerba desatabalas heladas nocturnas vidrieras,cuando descubre la ciudad vendidaen un sangriento mar troncos sin vida .

47

¡Teatro de dolor!, ¡tragedia dura!Marte yAmor, personas principales,la clara Envidia y la Traición oscurarecitan escenas a su intento iguales;los coros son el Llanto y Desventura,que no mueve los ojos celestiales,la sombra fue la Noche, el fin el día,autores la Ambición y la Osadía.

48

Allí se mira un cuerpo, en quien apenasse tiene el alma en el postrero aliento;otro vertiendo de ojos, boca y venasagua, suspiro triste, humor sangriento ;allí sobre las frígidas arenasmontones derribados ciento a cientode niños, de mujeres y de ancianos,rojos de sangre los cabellos canos.

49

Así por peñas y árboles colgaron,entre ovas pardas y edificios rotos,aquellos que las aguas castigaron,igualando los montes y los sotos,y así los ojos fúlgidos miraron,puesto que entonces de su mal remotos,del Alba a Troya, victorioso el griego,campo de sangre y Mongibel de fuego.

50

Celauro de haber muerto a Cardilorono se alababa ya, porque un sobrinode Rostubaldo, como al hombre el toro,a la venganza con su gente vino ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Carpinardo llamaban a este morohijo, aunque en ley alarbe y sarracino,de Bernardo del Carpio el castellano,que al Casto Alfonso importunaba en vano.

51

Enojado con él vivió en Toledo,donde Àlboraya, hermana belicosade Rostubaldo, sin tenerle miedoal del Carpio rindió su fuerza hermosa;bien que después del amoroso enredo,la fama con el parto bulliciosaà Rostubaldo le contó su afrenta,por quien venganza de Bernardo intenta.

52

Turpín escribe que los dos hicieronde sol a sol batalla y desafío,y que en el estacado iguales fueron,siendo testigos solos monte y río.Parió Alboraya, y Carpinardo dieronpor nombre al niño, a quien su airado tíohizo criar en ley bárbara y fiera,sin que Bernardo a remediarlo fuera.

53

Quien siembra en campo ajeno pierde el fruto,a lo menos se tiene por incierto ;al dueño da la posesión tributoaunque el secreto fuese descubierto.El nieto, pues, del fuerte Ferragutoviendo el amigo por Celauro muerto,acometiole, aunque quisiera solo,saliendo a verlos a su reja Apolo.

54

No se muestra más crespo con sus puntasrígido espín, que en el pavés Celaurocon tantas flechas que le tiranjuntas,que no vio más el indio, el persa y mauro.Carpinardo le dice : «Si preguntaspor qué yo solo no pretendo el lauro,

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CANTO VIGÉSIMO

es porque en tanto que otra vez te vemos,aquí te huirás por pies y allá por remos.

55

»Matárteme, traidor, la media vidade aqueste cuerpo, y quiero darte muerte,porque sacrificar el homicidagran voluntad en el amigo advierte».Celauro con la voz casi rendidaresponde : «¿Tú eres Carpinardo el fuerte?Bernardo te engendró, moro cobarde,¿y un hombre sigues entre tanto alarde?» .

56

Llegaba ya a las márgenes del ríoel negro vencedor, blanco de tantos,a quien el fiero bárbaro gentíocubre de flechas y sepulta en cantos,cuando Celauro hasta su centro frío,con el pavés y los listados mantosse arrojó de cabeza, y dejó en sumaagua a las armas y a la vista espuma.

57

Los remolinos blancos mira atentoCarpinardo espantado y persuadidoque se dio muerte con romano intentopor no se ver al carro y triunfo asido,cuando en medio del húmedo elemento,de arena y sangre apareció teñido,diciendo así con voz soberbia y fieraa los que están mirando en la ribera :

58

«¿Ese bastardo de Bernardo tieneentre vosotros nombre, castellanos?,¿y un hombre solo acometiendo vieneentre dos mil soldados toledanos?Ni el nombre, ni la espada le conviene,de un aspa vil le honrad las blancas manos;no permitáis que al gran Bernardo afrentetan villano y cobarde descendiente».

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

59

Como mientras Celauro les decía,que perseguirle en tropa era bajeza,a sola la cabeza que se vía,tiraban flechas con igual destreza ;a cada voz de aquestas sumergíaCelauro entre las aguas la cabeza,cual negra focha, o anadino pardo,a quien así responde Carpinardo :

60

«Etíope feroz, aunque me engendrade nuevo mi valor más que mi padre,y no es vencerte lo que el oro acendrade -la alta sangre que me dio mi madre,si desnaturaliza y desengendralo que un hombre no quiere que le cuadre,niego a Bernardo, aunque en valor abismo,y digo que soy hijo de mí mismo .

61

»Hagamos solo a solo desafío,que para que mi gente no me estorbe,el Betis será campo, en que confíoverás la fuerza que ha temído el orbe».Dijo, y echose de cabeza al río,que en un instante se le traga y sorbe;acércase a la orilla el de Etiopiapara encontrallé en la carrera propia .

62

Cual suele al congrio, las saladas olasazotando, arrojarse la murenay con odio mortal trabarse a solas,o bajar deslizándose a la arena,abrir las bocas y blandir las colas,muda porfía, de remedio ajena,así Celauro a Carpinardo busca,por más que el agua y cólera le ofusca.

63

Sacan los dos las rígidas cervices,y sacudiendo el agua se acometen,

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CANTO VIGÉSIMO

que arrojada de bocas y naricesel fuego de lo intrínseco prometen,y rompiendo las secas cicatricesde las heridas, abrazados metenlos cuerpos donde sed y furia aplacan,que sin aliento de las ondas sacan.

64

Así la caza herida buscar sueleel lanudo irlandés, que el dueño tira,que no siendo posible que ya vuele,se zambulle, se muestra y se retira;Betis, que el daño de los dos le duele,desde su centro la contienda mira,porque el agua delante de sus ojos,cuando quiere mirar sirve de antojos .

65

Eran sus naves, barcas y galerasestacado y teatros en que vían,sin muchos que ocupaban las riberas,los que a las aguas de la tierra huían;las ninfas por las blancas vidrierasplaza de fiestas el cristal hacían,pero luego quedó de sombras llena,que sirve el agua de átomos la arena.

66

Yo no sé si lo crea, Turpín cuentaque el Betis claro de piedad movido,una de aquellas focas que apacienta,para pagar al mar censo debido,como delfín que anuncia la tormenta,hizo que entre los dos con un bramidopusiese paz, sirviendo de tridente,para que yo lo cante y él lo cuente .

67

Llevó a Celauro en la cerúlea esquenaa una isla, que está de allí cercana,de verde juncia y espadañas llena,en medio de Sevilla y de Tríana;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

y allí las Ninfas en la blanda arenaen traspontines de oro, seda y lanale curaron con bálsamo precioso,que fue después un capitán famoso .

68

Los castellanos recogiendo al moro,le enjugan, le regalan y le curan;Lisardo en tanto de piadoso llorobaña los ojos que su fin procuran .«!Ay de mi vida el único tesoro!»-dice llorando-, «si las penas durancon esta fuerza en tu llorosa ausencia,quien me deja vivir, deme paciencia» .

69

Toma una lanza, y de Sevilla salederribando furioso cuanto encuentra,porque ni escudo ni defensa valepor donde el hierro de dos filos entra;el gran dolor a quien ninguno iguale,las lágrimas al alma reconcentra,y así suspenso llega a un campo verde,donde de todo punto el seso pierde .

70

Es el amor la fuente dodonea,que las hachas ya muertas encendía,y así aunque muerta a Belcoraida vea,arde Lisardo en su ceniza fría ;da voces a su bien, y ver deseala imagen de su dulce fantasía ;abrázase a los troncos, pero luegola alumbra el desengaño como es fuego.

71

Desnúdase Lisardo, y determinaquitarse allí la vida, mas primerohacer sepulcro y túmulo imagina,y escribe en una piedra este letrero:«El alma de la reina granadinavive en Lisardo; advierte pasajero,

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CANTO VIGÉSIMO

que no pises aquí, si aquí llegares,que los cuerpos de amantes son altares» .

72

Abrió la arena con la daga, y viosecómo de amor es la locura el centro,porque viviendo en el sepulcro echose,cubriéndole de flores fuera y dentro ;como es imagen del morir, durmiose,(yo nunca, triste, con el sueño encuentro) ;y estando así de lágrimas cubierta,dicen que vio, señor, su esposa muerta .

73

«¿Qué haces», -dice-, «en tanta desventura,injusto esposo?, ¿qué flaqueza es ésta?,¿eres tú aquel cristiano por ventura,por quien estoy en los Elíseos puesta?,¿aquella ley de fe que me asegura,derogas con locura manifiesta?Los reyes que reciben tales leyesen las leyes del cielo no son reyes.

74

»Vuelve Lisardo en ti, vuelve y advierte,que si el bautismo fue en mi boda el ante,y el postre de mi tálamo la muerte,que vive en paz el alma de tu amante».Esto diciendo, con la mano fuerteramos y flores apartó delante;pensola asir, pero aunque estaba ciego,vio que era el humo de su mismo fuego .

75

Levántase furioso, y vio que un avecon los encuentros de las alas ibarompiendo el aire, y dijo con voz grave:«¿A dónde vas?, espera, fugitiva .Este cuerpo mortal volar no sabe,y tú sin él por ese cielo arriba,nubes y estrellas apartando pasas,y en los rayos del sol el tuyo abrasas» .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

76

Pasaban a este tiempo los criadosde la difunta Reina en largo entierro,del cuerpo triste y de dolor cargados,y del sol que eclipsó poryerro un hierro .Conócelos Lisardo, y con airadospasos dio un salto al valle desde el cerro,y esgrimiendo la rama de un olivo,hizo dejar el cuerpo muerto al vivo .

77

Huyen los moros, y él quitando el pañorompió la tabla al ataúd funesto,donde vio su imposible y desengaño,su vida sin calor y su sol puesto ;las esperanzas del pasado engaño,de tan frágiles máquinas compuesto:que todo cuanto quiere quien más ama,es tierra breve, si la muerte llama.

78

En tanto que Lisardo lamentabala tragedia mortal de su deseo,y Celauro en el Betis descansaba,y Carpinardo intenta algún trofeo,el alma a Rostubaldo le llevabael hijo de Gradaso Turcateo,que sólo porvenganza de Nereidaes otro fiero Aquiles por Briseída.

79

Pero no lo sabiendo el castellanotan solamente la ciudad discurre,dando en la tierra la temida manocon cuanto al paso y a la vista ocurre ;mata a Deifrido atropellando a Hírcano,ya por los pies sangriento humor escurre,con que tiñendo el suelo escribe el Miedo:«Rostubaldo pasó, rey de Toledo».

80

Entró furioso en el alcázar fuerte,por más que fue de todos resistido,

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CANTO VIGÉSIMO

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que más que la victoria le divierteprender la Bella, quejamás lo ha sido ;no porque amor el gusto le despierte,que de la hermosaAlima está rendido,mas por honrar su triunfo la idolatra,como el segundo César a Cleopatra .

81

Ya por todo el palacio en son confuso,que Medoro se fue, dice la fama,y que por un portillo en salvo pusolo que vida sin honra el vulgo llama;prender el rey a Angélica propuso,y de una sala en otra corre y llamasu nombre a voces; pero al fin se esconde,y sólo el eco sin temor responde .

82

Deuna cortina en este tiempo saleuna llorosa dueña haciendo extremos,que de sus pies y lágrimas se vale,que del peligro son caballo y remos.«¡Oh gran señor, a tu piedad se iguale!»,-le dice-, «el gran valor que conocemosde tus heroicas obras, que no es gloriaponer mi vida humilde en tu victoria .

83

»Si me la otorgas con piadosa mano,un gran secreto te diré, no dudes,porque si no, pues ha de ser en vano,de hallar la Bella el pensamiento mudes».Admirado, responde el castellano:«Mira a qué punto con la nueva acudes,que si a Toledo o Córdoba codicias,son poco para darte por albricias» .

84

«Señor» -replica-, «de la India a Españacon Angélica vine en su servicio,y aquí en esta ciudad, que el Betis baña,de camarera ejercité el oficio,

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

mas como el más seguro al fin se engaña,que es poco el vuelo del mortaljuicio,pensando yo que aAngélica servía,una hechicera vil obedecía .

85

»La hija de la sabia Mitileneforzando con hechizos a Medoro,transformada en Angélica detieneen cárcel desigual sus rayos de oro.Presa a la Bella el rey Zerdano tiene,que goza indignamente su tesoro,y ansí Medor teniéndola por ella,nunca después acá vivió con ella.

86

»Cansada, pues, de verse aborrecida,en pecho de mujer notable agravio,para vengarse la ciudad vendida,o prendada de verte hermoso y sabio,a Medor presumió quitar la vida,mas como sin que mueva el hombre el labiopenetra yve su pensamiento el cielo,alzando el brazo la derriba al suelo.

87

»O fuese permisión de su justicia,o que el hechizo entonces se acabase,al fin, porque castigues su malicia,quiso que en lo que fue se transformase ;agora galardona su codiciaen que segundavez contigo case,porque ella sin tener al cielo miedo,ya se llamaba reina de Toledo .

88

»En su primera forma está tendidasobre un estrado la hechicera astuta,por quien la hermosa Angélica escondidael rostro eclipsa al sol y el suyo enluta;guardando el cielo su inocente vida,el mal que intenta en ella se ejecuta:

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CANTO VIGÉSIMO

95 5

que en un hora por modos exquisitoscastiga el cielo siglos de delitos» .

89

Suspenso queda el moro, y con la penade verse sin Angélica y Medoro,pues su victoria de laureles llenadel triunfo pierde el singular decoro .Pregunta a Ismenia, de sentido ajenade ver furioso el enojado moro,detrás de qué cortina, cómo y dóndela falsa y vil Angélica se esconde .

90

Guiado, pues, de la medrosa dueña,halló a Nereida en su primera forma,y alzando el paño, apenas se la enseña,cuando su madre en sierpe la transforma ;los brazos, que rompieran una peña,como una luna Rostubaldo forma,y así de hinchados nervios encubiertospara abrazalla se los muestra abiertos .

91

Silba la fiera sierpe, saca y vibrafiera y veloz la lengua de saeta ;el diestro rey de su furor se libra,y a traición la abrazó con una treta,y cual si fuera delicada fibra,la costilla más dura que le aprieta,la desmenuzay rompe; el lomo suena,la sala tiembla y brama el alma en pena .

92

Ya con la boca abierta le amenaza,ya los brazos le ciñe con la cola,ya le deja del todo y ya le abraza,del materno favor dejada y sola,más que con fuerte y acerada maza,la vez que el brazo el bárbaro enarbola,a puñadas la rompe y desquijara,bañando en sangre la disforme cara .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

93

Escupe fuego entre veneno y gime,encrespando las conchas relucientes;alza el cuello feroz, la cola esgrime,y aprieta las dos órdenes de dientes,pero de suerte Rostubaldo oprimesu fiereza con golpes diferentes,que al suelo rinde el lomo en largo trecho,humilla la cabeza y abre el pecho.

94

El escamoso cuello enlaza y prende,y de un bastón con un rompido trozopor la escalera a palos la desciendecon rostro alegre y victorioso gozo .Como se esparce a más correr, y extiendeen las plazas con grita y alborozoel junto pueblo, cuando sale el toro,así viendo la sierpe el pueblo moro.

95

Hércules sujetó el Dragón lerneo,las Aves estinfálides y el Toro,el jabalí erimanto, el León nemeo,Caco, Busiris y manzanas de oro ;Cierva, centauros, Gerión, Neleo,y otras empresas de mayor decoro,pero tan fiero monstruo no se alabela fama que le ha visto ni le sabe .

96

Estaba a un lado deljardín labradaa vista de las rejas y balconesuna leonera, siempre acompañadade cuatro o seis fierísimos leones .Rompe la puerta el Rey de una puñada,la lámina de hierro y clavazones :ya la siempre feroz la cresta eriza,y el más fiero león se atemoriza.

97

Con un rugir y sacudir los dientes,de los cuellos alzando las vedijas,

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CANTO VIGÉSIMO

los ojos como vidrios transparentes,las luces de ellos en la sierpe fijas,hiriendo con las colas impacientesel suelo, y levantando arena y guijas,estaban los leones africanosalargando las uñas de las manos.

98

La sierpe acobardada atenta miraa quien el cetro dio Naturalezade tantos animales, y retiradel apretado lazo la cabeza .Ellos se encrespan, y moviendo a iraquieren mostrar su natural fiereza;ved qué tormento en estas dudas tieneNereida, que por alma dentro viene .

99

Cierra la puerta el Rey, y apenas salecuando delante un moro se le pone,que para hablar del corazón se vale,tanto el furor la lengua descompone .«Si permites que un bárbaro te iguale»,-le dice-, «excelso Rey, y que coronesu frente vil de tu mayor trofeo,llévese aAlima el scita Turcateo.

100

»Guardábamos su puerta al sol del cieloTelemo, Orilo, Andrófilo, Otomano,Marantro, Palidoro, Rosibelo,el fuerte Ardenio y el feroz Leofrano,cuando llegó, como desciende al sueloel fúlgido tridente, que la manode Júpiter despide, y acometelos diez, que huyendo tres quedaron siete.

101

»Yo vengo, como ves, que apenas puedotener la espada, aunque nací robusto;no me apartó de la defensa el miedosino el aviso de este caso injusto» ;

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

furioso Rostubaldo de Toledoal moro por albricias del disgustola cabeza le corta, y tan violento,que aún iba hablando por el mismo viento .

102

Noaguarda más colérico impaciente,caballo, espada y lanza solicita,y por las armas de una y otra genteparece que se arroja y precipita;ni parte más veloz el rayo ardiente,que el toledano Rey siguiendo al scita;al campo sale, y sin perder las señassaltando va por árboles y peñas.

103

No bien tres millas caminado había,cuando de lejos un pendón turquescoy un armado caballo relucía,y el dueño entre la yerba al viento fresco ;el moro, que alterarse el alma vía,como suele la sangre al parentesco,presume que es más llano que la palma,ser el ladrón que le ha robado el alma .

104

Con nueva fuerza el acicate aplicaal lado abierto del jinete, y vuela,y tanto al fin le bate, hiere y pica,que el seguro contrario se recela ;temiendo, pues, la guerra que publica,que al robador el viento le desvela,sube en la silla, y el adarga embraza,y blandiendo la lanza le amenaza.

105

En llegando a la vista el de Toledoreconoció bastantemente al scita,y vio llena de lágrimas y miedola bella Alima, que le llama y grita;que en el más duro tronco de un robledola tiene atada, ¡oh lástima infinita!,

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CANTO VIGÉSIMO

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quizá para poder, como Tereo,cumplir su infame y desigual deseo.

106

«¡Oh bárbaro!», -le dice-, «¡oh scita fiero,que la hermosura celestial no estima!¡alma de mármol, corazón de acero,y parto al fin del más helado clima!¡Robárteme la vida por quien muero!,las blancas manos de la hermosaAlimaataste a un árbol, enojaste al cielo,e hiciste ofensa general al suelo.

107

»¿No te movió, villano, la hermosura,cuando el respeto que me debe el mundo,no pudo poner freno a tu locura?A tu primero error vence el segundo;valiote entonces la tiniebla oscurapara que no bajases al profundo ;huísteme la cara pero agorahay campo raso y sol, que el cielo dora .

108

»No pienses que es aquella sala el campotan llena de mujeres y hombres viles,que aquesta arena, en quien la planta estampo,ha de beber la sangre que destiles» .Más blanco ya que de la nieve el amporesponde el scita: «cuando el yerro afilesde tu cobarde espada, juzga a mengua,que ella se embote y corte más tu lengua .

109

»Tú hablas entre muchos el primero,y entre pocos o callas o hablas tarde;eres en los peligros el postrero,de rostro fiero y de ánimo cobarde;pues a mí no me espanta el rostro fiero,ni su tiniebla quiero que me guardeen campo raso, y que lo juzgue Apolo,te haré pedazos cuerpo a cuerpo y solo» .

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

110

«Ya entíendo» -dice el moro-, «el loco excesode tu respuesta y bárbaros caminos,todo es temor que, como quita el seso,hace que un hombre diga desatinos» .«Temor» -responde el scita- «te confieso,de que por estos álamos ypinoste huyas y me dejes sin la gloria,que agora puede darme tu victoria .

111

»¿Imaginas por dicha que me asombro,que me digas afrentas como hembra?Soldado soy, emperador me nombro,y no villano que la tierra siembra;no cuelga en vano aqueste alfanje al hombro,que si parte, si rompe, si desmiembra,no hay para qué lo diga ni me encumbre,que no es como la tuya mi costumbre .

112

»Yo ahogué en mis brazos un león albanoantes que en esta barba hubiese un pelo,de una puñada mi nerviosa manomató en Libia al gigante Florabelo ;de la pintada piel del tigre hircanomis caballos de caza vestir suelo,¿pues cómo quieres tú que en ti peligreel que mata un gigante, un león y un tigre?

113

»Bien lo sabe la sala que tú dices,que no lo negarás, aunque te pese,adonde entre sus paños y tapicesno vi mujer que más que tú lo fuese;mas para que las bodas solemnicesde esta que truje aquí, porque te hiciesevenir por fuerza donde muerto quedes,aprieta el asta y cóbrala si puedes» .

114

No mira el fiero espín con más espuma,herido de la flecha, a la extendida

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CANTO VIGÉSIMO

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corona de lebreles y a la pluma,veneno y sangre arroja por la herida,que el moro al scita, viendo que presumahablar sólo en campaña, yreducidatoda la furia al corazón, levantael fresno herrado, y con mirar le espanta.

115

«Espera» -dice-,«¡oh fuerte Turcateo!,no alargues más la lengua que la lanza,pues tienes de morir tanto deseo,después vendrá mejor tanta alabanza;gigantes, tigres, leones muertos creo ;Tajo no los ha visto, mas sí alcanzatu brazo de matarme los blasones,yo soy tigres, gigantes y leones».

116

Ya losjinetes pican y galopanen torno por herirse, y las adargassobre el cuerpo y cabeza y brazo acopan,batiendo aprisa el pie, las riendas largas ;ya en el caballo, ya en la adarga topan,diferente batalla que las cargasdel arcabuz o del mosquete fiero :que corta más el plomo que el acero.

117

Pásale el ante y brazo el castellanode un bote de revés, y airado el scitaclava al caballo negro hocico y mano,que bufando la quiebra, arroja y quita;los pedazos esparce el aire vano,la espalda vuelve y a seguirle incita,mas viendo que no puede el curso afloja,y el fresno herrado por el viento arroja.

118

Blandiendo el asta le quedó en las ancas,y derrengado a tierra el suelo mide,y como al suyo vio las manos mancas,a pie batalla Rostubaldo pide.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Ya relucen al sol las hojas blancas,ya se parte, se rompe y se divide,con golpear, como en la yunque, espeso,adarga, seda, cota, carne y hueso.

119

Con más rumor que en húmedo elemento,en batalla naval contrarias flotasmueven el aire y tierra a sentimiento,las nubes huyen donde estén remotas;los dorados pedazos dan al viento,de las empresas las adargas rotas,y en el campo las plumas de colores,esparcidos en él sirven de flores .

120

Todo el hombro de un tajo le derribade Ferragut el hijo a Turcateo ;el scita entonces de la frente arriballevó más que en el filo en el deseo;luego en la tierra como el hijo estriba,que batalló con Hércules Lerneo,y por dalle con fuerza errole y luegolas piedras en que dio brotaron fuego.

121

Pensó el moro feroz hacer pedazosal scita: hallole dentro y con la frentele dio en el rostro y le cogió en los brazospor un instante de la vida ausente,pero por desasir los fuertes lazosRostubaldo colérico, impaciente,remitiendo a los dientes las cuchillasla boca le estampaba en las mejillas .

122

Como suelen en pie fieros alanosen sangre convertir las pieles blancascon dientes agudísimos y manos,sin respetar colmillos ni carlancas,y en medio de los golpes inhumanos,los cuellos rotos, y las manos mancas

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dividirse y volver con más deseo,así están Rostubaldo yTurcateo .

123

Favor quisiera demandarte agorapara contienda igual, Euterpe mía;pero la Bella, que en Numídia llora,pide que vuelva hacia su noche el día.Medoro fugitivo entre el Auroray el sol durmiendo, en sombras vio a Argalía,que de su engaño le contó la historiay la prisión de Angélica, su gloria.

124

Díjole cómo en ella transformadaNereida ser su esposa había fingido,y una sortija dándole encantada,le despertó del sueño y del olvido .Revuelve en la memoria descuidadaMedoro el mal presente, el bien perdido,y el anillo poniéndose en la boca,el suelo deja humilde, el aire toca.

125

El estrecho, que el África dividede Europa, deja y sin que el mar le espante,el trópico de Cancro pasa y mide,dejando a Argel y a Tremecén delante;allí como la vista no le impidedel sol el monte, ni el menor Atlante,mira en los campos de cristal aJulia,y entre ásperas montañas a Getulia .

126

Entre Cerdeña deja el mar Tirreno,y el llamífero monte siciliano,de tantas iras y fortunas llenoen las navegaciones del troyano;ya de Numidia contemplando el senoel vuelo extiende a la derecha mano,mirando entre Nabatra y Cirtesíala ciudad en que Angélica vivía.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

127

Ya se la muestra el alma desde el lagodel mar, que cerca el ínfreno numida;desprecia las ruinas de Cartago,la Mauritania Cesariense olvida;atiende solamente aver su estrago;busca la torre donde está su vida,y al pie llegando, que besaba el río,tendió la oscura noche el manto frío.

128

La escala sube, y al postrero pasoa llorar se sentó tan tiernamente,que se volviera el sol, puesto al Ocaso,pensando que era el alba a ser su Oriente.Angélica en su cama, ¡extraño caso!,parece que a Medoro escucha y siente ;levántase a saber quién la inquieta,que el corazón presume de profeta.

129

Vístese aprisa, y en el suelo apenasestampando la planta delicadapor las salas de miedo y sombras llenasal fuerte muro se llegó turbada;el blanco pecho puso en las almenas,y la mano de nieve no pisadalas rosas marchitó de las mejillas,por el disgusto flacas y amarillas .

130

¡Oh amor!, y cómo pagas en un horaque des placer el mal de muchos años¡bien haya quien por ti suspira y llora,si espera poner límite a sus daños!¿Quién ama?, ¿quién desea?, ¿quién agorano mira en estos dulces desengañosalguna historia de su bien ausente,o le tiene mayor, si está presente?

131

Medoro al pie de aquella torre miracerca su bien, después de llorar tanto ;

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CANTO VIGÉSIMO

Angélica por él llora y suspirasobre su sol lloviendo tierno llanto .Ya el fuego de Medoro al centro aspira,al suyo baja el de la Bella. ¡Oh cantoúltimo para mí, cual cisne he sido,que con mayor dulzura me despido!

132

Alzó los ojos al bordado cieloAngélica, de tantas luces bellas,y de improviso oscureciendo el suelo,eclipsadas huyeron las estrellas;del ligero Favonio el fresco vueloestas palabras, lastimando estrellas,a los oídos de Medoro lleva,que abrir la torre con su llanto prueba :

133

«¿Adónde estás, dulcísimo Medoro,que mientras lloro, como firme acero,sin ver que muero, y por tu causa lloro,cuando te adoro te me muestras fiero?Pues ves que muero, y sabes que te adoropor el tesoro de mi amor primero;si el verdadero en tus entrañas arde,mira cobarde, que vendrás muy tarde.

134

»Aquí me tiene presa el rey Zerdano,cruel tirano de tu vida y mía,que si porfía y es agora en vano,tarde o temprano vence la porfía .¡Ay, llegue el día, que tu fuerte manode este inhumano y de su fuerza impía,si cual solía el corazón le mueve,su esposa lleve y cumpla lo que debe!» .

135

Medoro, que escuchaba enternecidode la boca de Angélica sabrosaestas palabras con atento oído,«¡ay¡» -dice-, «aquí me tienes dulce esposa! ;

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136

»Si en medio de mi alma estás impresa,tan inmortal serás como mi alma ;tuya fue la victoria, mía la empresa,que a tanto pretensor llevé la palma;ya pues mi bien, que la fortuna cesa,y el mar furioso se nos muestra en calma,ciñe estos brazos con los tuyos bellos,y tu prisión pasada venga en ellos.

137

ni pudo el tiempo, ni podrá su olvidoborrar del alma aquella estampa hermosa,que puso amor desde mis años tiernosdonde pueda vivir siglos eternos.

»Medoro soy, mi bien, yo soy tu esposo,no pienses que Nereida me ha vencido,que nunca el fuerte hechizo poderosopara ofender lo que te debo ha sido .Yo soy aquel primero venturoso,lo que ningún mortal ha merecido,que gocé de tus prendas mil victorias,y de tu amor las primitivas glorias .

138

»Yo soy aquel que puse en la cortezade un olmo liso mi mayor ventura,después de haber gozado tu bellezade una selva dichosa en la frescura;celos dicen que di a Naturaleza,que hizo por milagro tu hermosura;mas no porque ninguno la gozase,ni de tan alta empresa se alabase.

139

»Yo soy aquel que a Orlando volví loco,y que nunca por ti me vi tan cuerdo,que no tuviese vida y alma en poco,y las pienso ganar, si aquí las pierdo ;ya me parece que tus manos toco,de su blandura y de mi bien me acuerdo;

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CANTO VIGÉSIMO

96%

si las merezco yo, la muerte duraacabe con mi vida mi ventura.

140

»Guiado de una sombra, que se opusocontra la madre de Nereida altiva,y con tu anillo de oro en salvo pusola vida que por ti, pues vives, viva,vengo de la manera que dispuso,a darte libertad, dulce cautiva,para que a tu Catayo nos volvamos,dejando el reino que tan mal guardamos.

141

»No le sucede menos desventura,que habemos, dulce Angélica, sufridoa quien pone su bien en aventura,y deja por ajeno el patrio nido ;el esclavo está aquí de tu hermosura,quejamás con el alma te ha ofendido ;desciende, que te traigo un gran tesoro,pues ha de hacer las paces Angeloro .

142

»Ven, dulce esposa de mi alma y vida,la más querida prenda de mis ojos ;no te dé enojos que se vio rendidaa la fingida Angélica en despojos,que sus antojos y beldad fingidacon merecida paga tus enojos,de sangre rojos y hechos mil pedazos,falsos abrazos pagarán sus brazos .

143

»Paga, divina Angélica, el deseo,ya que te veo a tanto amor debido ;mira que he sido de aquel monstruo feo,que aun no lo creo por traición vendido;de tanto olvido, de tan bajo empleo,y del trofeo que de mí ha tenido,culpa al sentido, que el hechizo prende,que quien no entiende que ofendió no ofende».

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

144

Angélica presume que la engañadel cocodrilo aquel llorar fingido,como la hiena al pie de la montañael nombre llama del pastor dormido,que haciéndole salir de su cabaña,en la voz del amigo divertido,apenas llega a quien su nombre finge,cuando le mata la cruel Esfinge.

145

Pero desengañado su recelo,y de quien era satisfecha y cierta,la nieve de sus pies cuajada en hielo,del alta torre descendió a la puerta .Medoro abraza como Atlante el cielo,Angélica en sus brazos queda muerta,y hablándose las almas, que se vieron,las lenguas de los dos enmudecieron .

FINDE

LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

Page 359: La Hermosura de Angelica

DE ANDRÉS DE VALMASEDA

Al reino oscuro del temor y espanto,sepulcro triste del eterno olvido,al son del instrumento bien heridoel tracio entona por su esposa el canto.

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Movió el infierno y suspendió el quebranto,mitigó el fuego y el rigor crecido,y en tanto mal halló su bien perdido,alivio su dolor, consuelo el llanto .

Vos, Orfeo español, a la olvidadal0

Angélica, y de España a la nobleza,resucitáis con unay otra historia;

que el son de vuestra lira bien templadadar puede a un muerto espíritu y belleza,muerte al olvido, y vida a la memoria.

LOPE DE VEGAA SU ANGÉLICA

Angélica, si por faltade mi ingenio y breve sumafue tosco pincel mi plumapara hermosura tan alta,

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otro habrá, que en lo que faltamás os pueda encarecer,

y si os han de reprehenderid sola, Angélica, a Dios,que es imposible ir con vos,

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ni guardar una mujer.

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LA HERMOSURA DE ANGÉLICA

EPIGRAMMA

Angelicae species, teneris quant pinximus annis,Traditur Angelico sorte dicata viro.

Haec etenim quamvis male picta coloribus, alto,Si procul a reliquis, Principe dignafuit.

Accipe nunc hilari vultu, spes unica mundi,Ut quantt aeternos illa videre dies .

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