Nº 204 • Suplemento Selección y Desarrollo • Noviembre • 2006 L a historia nos cuenta que desde que exis- te la humanidad nunca hemos dejado de estar en guerra. Hace miles de años se hacían las guerras por el gusto de la con- quista esclavizando a los vencidos, hoy siguen sustentándose en lo económico y a la esclavi- tud se la denomina consumismo o hedonis- mo. ¡Qué más da! nada ha cambiado dema- siado, algo más de geografia, otros imperios provinentes de continentes más lejanos, pero en el fondo, siempre se busca someter al her- mano a costa de minar su libertad y con el se- ñuelo de lo que llamamos valores. En el mundo empresarial ocurren cosas pa- recidas. La mayoría de empresas que tiran de las economías locales siguen siendo las pymes, los trabajadores son el fluido que ti- ra de la economía en una ecuación casi per- fecta que nos convierte a cada uno en tra- bajador y consumidor en el mismo sistema, de forma que lo mismo que ingresamos hi- potecando nuestro trabajo, lo dejamos des- pués con el consumo. La parte buena de esta paradoja, es que con nuestro trabajo damos aliento al ciclo econó- mico, la parte mala es que al final, disponer de muchos más ingresos de los necesarios nos convierte en “mucho más”compradores de lo que necesitamos y, por siempre jamás, en eternos infelices, prisioneros de nuestros de- seos. Sólo disponemos de la pequeña cuota de libertad que nos permite mesurar hasta qué punto deseamos ser infelices, en función de la graduación de nuestros deseos y la mode- ración de nuestra envidia por el vecino, pero no todo es tan trágico en esta humilde pará- bola, porque siempre tenemos la posibilidad de escapar al menos en parte del sistema si somos capaces de conocernos mejor y de aprender las normas del juego. La guerra por el talento Conocer cuánto talento tenemos en nuestra organización y saber donde está; explorar sus expectativas y qué pue- de estar ofreciéndole la competencia es imprescindible para retener el recurso más indispensable de nuestra com- pañía. La guerra por el talento es un hecho, y si no queremos suspirar por haberlo perdido habrá que indagar en nuevas fórmulas de gestión que permitan ofrecer una satisfacción más plena y acorde con sus prioridades a aque- llos que alimentan nuestro negocio. MIQUEL BONET, Abogado, profesor universitario y consejero de Select SELECCIÓN YDESARROLLO Capital Humano 22 Autor: BONET, Miguel. Título: La guerra por el talento. Fuente: Capital Humano Nº 204, pag 22, Suplemento Selección, Noviembre, 2006. Resumen: Miquel Bonet traza un análisis previo de la sociedad en la que nos encontramos para situar la cuestión clave de este artículo: la gestión del talento y las estrategias que permitan ga- nar definitivamente la guerra que está originando por aquellos profesionales que son indispen- sables en las organizaciones. El experto repasalos retos de los Departamentos de Recursos Hu- manos, las nuevas competencias que perfilan los profesionale s del siglo XXI (polivalencia, adaptabilidad, disponibilidad, autonomía...) así como la importancia de la selección de este ta- lento innovador e indispensable para lograr el éxito y la permanencia de la empresa en el mer- cado. El desarrollo del talento empieza a partir de esta selección y aspectos como el reconoci- miento, la gestión del rendimiento y las compensaciones son absolutamente imprescindible s si se pretende ganar la última batalla del talento que está ya en la calle. Descriptores: Talento/ Competencia/ Gestión. F I C HA TÉCNI CA
articulo de interes para tratar los conceptos basicos de identificar talentos
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7/17/2019 LA GERRA DEL TALENTO
http://slidepdf.com/reader/full/la-gerra-del-talento 1/6Nº 204 • Suplemento Selección y Desarrollo • Noviembre • 2006
La historia nos cuenta que desde que exis-
te la humanidad nunca hemos dejado
de estar en guerra. Hace miles de años
se hacían las guerras por el gusto de la con-
quista esclavizando a los vencidos, hoy siguen
sustentándose en lo económico y a la esclavi-
tud se la denomina consumismo o hedonis-
mo. ¡Qué más da! nada ha cambiado dema-
siado, algo más de geografia, otros imperios
provinentes de continentes más lejanos, pero
en el fondo, siempre se busca someter al her-
mano a costa de minar su libertad y con el se-
ñuelo de lo que llamamos valores.
En el mundo empresarial ocurren cosas pa-
recidas. La mayoría de empresas que tirande las economías locales siguen siendo las
pymes, los trabajadores son el fluido que ti-
ra de la economía en una ecuación casi per-
fecta que nos convierte a cada uno en tra-
bajador y consumidor en el mismo sistema,
de forma que lo mismo que ingresamos hi-
potecando nuestro trabajo, lo dejamos des-
pués con el consumo.
La parte buena de esta paradoja, es que con
nuestro trabajo damos aliento al ciclo econó-
mico, la parte mala es que al final, disponer
de muchos más ingresos de los necesarios nos
convierte en “mucho más”compradores de
lo que necesitamos y, por siempre jamás, en
eternos infelices, prisioneros de nuestros de-
seos. Sólo disponemos de la pequeña cuota
de libertad que nos permite mesurar hasta qué
punto deseamos ser infelices, en función de
la graduación de nuestros deseos y la mode-
ración de nuestra envidia por el vecino, pero
no todo es tan trágico en esta humilde pará-
bola, porque siempre tenemos la posibilidad
de escapar al menos en parte del sistema sisomos capaces de conocernos mejor y de
aprender las normas del juego.
La guerra por el talento
Conocer cuánto talento tenemos en nuestra organización y saber donde está; explorar sus expectativas y qué pue-
de estar ofreciéndole la competencia es imprescindible para retener el recurso más indispensable de nuestra com-
pañía. La guerra por el talento es un hecho, y si no queremos suspirar por haberlo perdido habrá que indagar en
nuevas fórmulas de gestión que permitan ofrecer una satisfacción más plena y acorde con sus prioridades a aque-
llos que alimentan nuestro negocio.
MIQUEL BONET, Abogado, profesor universitario y consejero de Select