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8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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LELIA DRIBEN
H I S T O R I A D
E L
A R T E
M
E X I C A N O
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HISTORIA DEL ARTE MEXICANOLa Generacioacuten de la Ruptura
y sus antecedentes
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
Comentarios y sugerencias editorialfondodeculturaeconomicacom wwwfondodeculturaeconomicacomTel (55) 5227-4672 fax (55) 5227-4694 Se prohiacutebe la reproduccioacuten total o parcial de esta obra sea cual fuereel medio sin la anuencia por escrito del titular de los derechos
ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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HISTORIA DEL ARTE MEXICANOLa Generacioacuten de la Ruptura
y sus antecedentes
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LELIA DRIBEN
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
Comentarios y sugerencias editorialfondodeculturaeconomicacom wwwfondodeculturaeconomicacomTel (55) 5227-4672 fax (55) 5227-4694 Se prohiacutebe la reproduccioacuten total o parcial de esta obra sea cual fuereel medio sin la anuencia por escrito del titular de los derechos
ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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HISTORIA DEL ARTE MEXICANOLa Generacioacuten de la Ruptura
y sus antecedentes
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LELIA DRIBEN
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
Comentarios y sugerencias editorialfondodeculturaeconomicacom wwwfondodeculturaeconomicacomTel (55) 5227-4672 fax (55) 5227-4694 Se prohiacutebe la reproduccioacuten total o parcial de esta obra sea cual fuereel medio sin la anuencia por escrito del titular de los derechos
ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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LELIA DRIBEN
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
Comentarios y sugerencias editorialfondodeculturaeconomicacom wwwfondodeculturaeconomicacomTel (55) 5227-4672 fax (55) 5227-4694 Se prohiacutebe la reproduccioacuten total o parcial de esta obra sea cual fuereel medio sin la anuencia por escrito del titular de los derechos
ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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LELIA DRIBEN
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
Comentarios y sugerencias editorialfondodeculturaeconomicacom wwwfondodeculturaeconomicacomTel (55) 5227-4672 fax (55) 5227-4694 Se prohiacutebe la reproduccioacuten total o parcial de esta obra sea cual fuereel medio sin la anuencia por escrito del titular de los derechos
ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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Primera edicioacuten 2012
Driben LeliaLa Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Driben mdash Meacutexico
FCE 2012
64 p 36 p en color 23 times 17 cm mdash (Colec Historia del Arte Mexicano)ISBN 978-607-16-1128-4
1 Arte mdash Meacutexico mdash Ruptura 2 Arte mdash Meacutexico mdash 1950 I Ser II t
LC ND259 Dewey 729972 D459g
El texto original de este libro se escribioacute gracias a un subsidiodel Programa de Fomento a Proyectos y CoinversionesCulturales del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes
Distribucioacuten mundial
Disentildeo de la coleccioacuten Paola Aacutelvarez BalditImagen de portada Rodolfo Nieto A-17 ca 1965 acuarela sobre papelColeccioacuten particular
D R copy 2012 Fondo de Cultura EconoacutemicaCarretera Picacho-Ajusco 227 14738 Meacutexico D FEmpresa certi1047297cada ISO 9001 2008
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ISBN 978-607-16-1128-4
Impreso en Meacutexico bull Printed in Mexico
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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Contenido
Introduccioacuten 1048633
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma
de la primera vanguardia en Meacutexico 10486251048625
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 983089983097983089983088-983089983097983090983088 1048625983093
SEGUNDA PARTE
Los modernistas solitarios 1048625983096
Ru1047297no Tamayo 1048625983096
Carlos Meacuterida 10486251048633
Gunther Gerzso 9830901048625
Mathias Goeritz 983090983090
Wolfgang Paalen 9830901048628
TERCERA PARTE
Maestros y protagonistas 983090983095
Vlady 983090983095
Juan Soriano 983090983096
Los inicios de la Generacioacuten de la Ruptura 1048627983088
Los integrantes del grupo uno a uno 1048627983090
Gilberto Aceves Navarro 1048627983090
Lilia Carrillo 10486271048628
Arnaldo Coen 1048627983094
Pedro Coronel 1048627983094
Joseacute Luis Cuevas 10486271048633
Enrique Echeverriacutea 10486281048625
Manuel Felgueacuterez 10486281048627
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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66
Fernando Garciacutea Ponce 1048628983093
Alberto Gironella 1048628983094
Roger von Gunten 10486281048633
Rodolfo Nieto 983093983088
Brian Nissen 983093983090
Tomaacutes Parra 9830931048627
Gabriel Ramiacuterez 983093983093
Vicente Rojo 983093983094
Kazuya Sakai 983093983096
Francisco Toledo 9830931048633
Bibliografiacutea 9830941048627
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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LELIA DRIBEN
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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Cartel exposicioacuten de la Ruptura Museo Biblioteca Pape junio de 1988
Cartel Manuel Felgueacuterez Fotografiacutea Francisco Kochen
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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9 9 9
Introduccioacuten
Como se sentildeala a lo largo de este ensayo la
modernidad en Meacutexico comienza durante la deacute-
cada de 10486251048633983090983088 con el movimiento muralista No es
el objetivo de esta investigacioacuten estudiar a de-
talle esa gesta ni la obra en particular de sus
principales integrantes sino plantear algunas
preguntas acerca de los controversiales rasgos vanguardistas que pudiera albergar la obra de
Diego Rivera David Alfaro Siqueiros y Joseacute Cle-
mente Orozco A partir de los antildeos treinta prin-
cipalmente Ru1047297no Tamayo y Carlos Meacuterida for-
jan viacutenculos con la modernidad internacional
y de manera relativa con las tendencias de van-
guardia a la vez que consolidan sus propios es-
tilos Gunther Gerzso muestra tardiacuteamente sus
obras mdashcasi al compaacutes de la Generacioacuten de la
Rupturamdash pero antes explora un tipo de estruc-tura pictoacuterica que con1047298uye con el surrealismo
Tambieacuten Wolfgang Paalen y Mathias Goeritz
seraacuten un aporte para los maacutes joacutevenes No se in-
cluye aquiacute al grupo de artistas extranjeros si-
tuados en el surrealismo ortodoxo Esa decisioacuten
se basa en el hecho de que quienes vertebran
este ensayo son los integrantes de la Generacioacuten
de la Vanguardia o de la Ruptura y entre ellos
el surrealismo no tuvo ninguacuten enclave niacutetido
Me re1047297ero a las formas de estructuracioacuten de lasobras Aquiacute cabe una acotacioacuten la obra de Paa-
len marcada por la diversidad soacutelo en parte
corresponde al surrealismo eacutel pertenecioacute du-
rante un tiempo al movimiento incluso fue un
miembro importante en sus comienzos pero
despueacutes se apartoacute del grupo internacional que
conformoacute tal tendencia Si algo caracteriza a la
produccioacuten de Paalen es la heterodoxia Tam-
bieacuten Goeritz pertenecioacute brevemente en sus co-
mienzos al surrealismo Por su lado Tomaacutes Pa-
rra acometioacute la tendencia surrealista durante un
periodo de su desarrollo como pintor pero su
produccioacuten global abarca otros estilos
Por otra parte es importante sentildealar que el
nombre de esta generacioacuten ha sido motivo de
controversia Teresa del Conde fue quien propu-
so que se llamara de la ldquorupturardquo Ella comentaque tomoacute esta de1047297nicioacuten de una re1047298exioacuten hecha
por Octavio Paz al respecto Vicente Rojo pre1047297ere
decir que fue la ldquoGeneracioacuten de la Aperturardquo
Quien esto escribe considera que se trata de los
artistas que abrieron colectivamente las puertas
de la vanguardia internacional en Meacutexico
Este trabajo no pretende resentildear la historia de
cierto periodo del arte mexicano sino realizar una
semblanza de la pintura local en torno al eje mo-
dernidad y vanguardias Dicha semblanza giraalrededor de las organizaciones formales relacio-
nadas con la abstraccioacuten en sus distintos grados
que van de la neta de1047297nida abstraccioacuten a los dis-
tintos grados de neo1047297guracioacuten Se diraacute que Alber-
to Gironella posee un enclave surrealista no obs-
tante yo insisto en que si bien hay obras de este
pintor que conducen a tal vertiente su impulso
en ese sentido pertenece maacutes al espacio de su ha-
bla y de sus gestos que al de su produccioacuten Ade-
maacutes Gironella es un componente fundamentalde la Generacioacuten de la Ruptura y representa un
apartado central en esta investigacioacuten
El papel de la Ruptura fue decisivo en la
medida en que cambioacute la percepcioacuten del arte
en Meacutexico a partir de un determinado momen-
to ya sentildealado en este ensayo Que la diversidad
estaacute presente en las obras de sus miembros sin
duda es asiacute Pero tambieacuten hay en el seno de di-
chas obras coincidencias Fueron un grupo y
gracias a su obstinacioacuten mucho se transformoacute
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INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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10
INTRODUCCIOacuteN
en el abanico diverso y cambiante que compo-ne el vigoroso acervo de la pintura mexicana Y
hablo de pintura porque pese a que en el caso
de Felgueacuterez se aborda el tema de su escultura
por las razones apuntadas en el capiacutetulo dedi-
cado a su produccioacuten este ensayo se focaliza
en la pintura con tres ineludibles excepciones
Joseacute Luis Cuevas Vlady y Gilberto Aceves Na- varro protagonista importantiacutesimo de la van-
guardia mexicana La presencia del primero en
esta investigacioacuten no necesita explicaciones y
en cuanto a Vlady y a Gilberto Aceves Navarro
cabe decir que fueron (y Aceves lo sigue sien-
do) extraordinarios dibujantes
Miguel Salas Anzures (director del INBA) Luis Nishizawa Enrique Echeverriacutea Lilia Carrillo Waldemar SjoumllanderManuel Felgueacuterez Vlady Alberto Gironella Vicente Rojo 1962 Col Esther Sierra y Chaacutevez
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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11
En su ensayo ldquoLa modernidad un proyecto in-
completordquo Juumlrgen Habermas escribe que esta
eacutepoca en su uacuteltima concepcioacuten la que corres-
ponde al siglo 983160983160 y a las uacuteltimas deacutecadas del
983160983145983160 (no hay que olvidar que el teacutermino moder-
no fue usado en distintos momentos de la his-
toria) emerge con la obra del poeta y criacuteticode arte Charles Baudelaire1 En el terreno del
arte los primeros anuncios de la modernidad
son protagonizados por el impresionismo mdashcon
su buacutesqueda de autonomiacutea en la puesta de la
pincelada sobre la tela y tambieacuten con Ceacutezanne
y sus investigaciones todaviacutea suavemente geo-
meacutetricasmdash Asiacute si la transicioacuten a la moderni-
dad en el viejo continente debe ubicarse en los
uacuteltimos tramos del siglo 983160983145983160 Picasso y sus cole-
gas con la creacioacuten del cubismo a principiosdel 983160983160 mdashsiguiendo la leccioacuten de Ceacutezanne y de
Henri Matissemdash signi1047297can el maacutes decidido
ingreso al universo moderno del arte El maacutes
decisivo pero no el uacutenico porque alliacute estaban
tambieacuten las neo1047297guraciones de los expresio-
nistas y los fauves
Dice Habermas ldquoLa modernidad esteacutetica se
caracteriza por actitudes que encuentran un
centro comuacuten en una conciencia cambiada del
tiempo La conciencia del tiempo se expresamediante metaacuteforas de la vanguardia la cual se
considera como invasora de un territorio des-
conocido [hellip] La vanguardia debe encontrar
una direccioacuten en un paisaje por el que nadie
parece haberse aventurado todaviacuteardquo2 En otras
palabras si la modernidad artiacutestica acompantildea
o anticipa movimientos que persiguen cam-
bios importantes en la esfera social la vanguar-
dia se lanza a un tiempo distinto cruzado por
la radicalidad de las transformaciones socia-
les Las vanguardias esteacuteticas entonces estaacuten
dentro de ese fenoacutemeno maacutes amplio que es la
modernidadFue Diego Rivera quien introdujo cabal-
mente el cubismo en su fase sinteacutetica en Meacutexi-
co y con esta tendencia aportoacute al arte mexica-
no una de las corrientes que reitero dieron
maacutes claramente inicio a la modernidad en Eu-
ropa en la medida en que las estructuras cu-
bistas signi1047297can una mayor ruptura con la re-
presentacioacuten realista a comienzos del siglo 983160983160
Una buena pregunta es por queacute fue Diego
Rivera mdashy no sus compantildeeros en la experien-cia muralista es decir David Alfaro Siqueiros
y Joseacute Clemente Orozcomdash quien adoptoacute con
tanta soltura maestriacutea y talento el cubismo en
parte de la produccioacuten que conforma una de
sus primeras etapas pictoacutericas La respuesta
(bien conocida) estaacute en la in1047298uencia que reci-
bioacute el artista nacido en Guanajuato en 1886 y
muerto en Meacutexico en 1957 durante sus antildeos
de estancia en Pariacutes Pariacutes mdashcentro del arte
mundial en las primeras deacutecadas de la pasadacenturiamdash era proclive a la formalizacioacuten de
imaacutegenes caracterizadas por un espiacuteritu racio-
nalista que les imprimiacutea un tono maacutes re1047298exivo
que dramaacutetico
En la base compositiva del cubismo hay en
efecto una profunda actitud analiacutetica y es en tal
actitud donde continuacutea dominando una forma
de pensamiento global deudora del positivis-
mo y maacutes lejana en el tiempo del racionalismo
Simultaacuteneamente la contundente alteracioacuten que
PRIMERA PARTE
El muralismo como una singular y controvertida forma de la primera
vanguardia en Meacutexico
1048625 J Habermas ldquoLa modernidad un proyecto incomple-
tordquo en Hal Foster J Habermas J Baudrillard et al La
posmodernidad Kairoacutes-Colofoacuten Meacutexico 10486251048633983096983096 p 9830901048625983090 Idem
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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12
PRIMERA PARTE
implicoacute para el cubismo su alejamiento de la
representacioacuten ilusionista lleva impliacutecita la mar-
ca de cierta violencia Pero ese rasgo no se tra-
duce en gestos traacutegicos sino insisto en una trans-
formacioacuten formal imbuida de re1047298exioacuten teoacuterica
y desarrollada en un entorno permeado por la
continuidad del espiacuteritu racionalista
Diego Rivera no abandonaraacute nunca del todo
esta in1047298uencia francesa por lo menos en algu-
nos sectores de su obra Muchas veces se ha
dicho que eacutel fue el maacutes afrancesado de los tres
grandes muralistas sin darle a ese adjetivo
desde estas notas por lo menos un caraacutecter
peyorativo
Pasemos ahora a Joseacute Clemente Orozco y aDavid Alfaro Siqueiros para abordar somera-
mente sus con1047298uencias con el expresionismo
histoacuterico Como se sabe el expresionismo ale-
maacuten y noacuterdico en general constituyoacute otro de los
movimientos precursores de la modernidad
que nace alrededor de 1900 Hay una diferen-
cia entre el fauvismo franceacutes que es el correla-
to del expresionismo alemaacuten y esta uacuteltima ver-
tiente mientras el expresionismo conlleva una
honda dramaticidad en la exploracioacuten trans-formadora de sus 1047297guras e imaacutegenes tomadas
globalmente mdashtodo ello dentro del cuestiona-
miento a la representacioacuten surgida con el Re-
nacimientomdash los fauves acentuacutean sus buacutesque-
das en la distorsioacuten del color El expresionismo
alemaacuten y noacuterdico se inserta en la tradicioacuten del
romanticismo alemaacuten Asimismo el espiacuteritu ro-
maacutentico con su cuota de tragedia atraviesa a
toda la cultura alemana y el expresionismo
recoge tal tendencia medular El fauvismo porel contrario nunca llega a la exasperacioacuten des-
bordada en todo caso permea una contenida
exasperacioacuten y una furia cromaacutetica que guar-
da cierto tono festivo
Por su parte y como se sabe la historia de
las formas en Meacutexico y su cultura en general
tambieacuten poseen fuertiacutesimos rasgos vinculados
a la tragedia la eacutepica y el dolor La misma con-
quista es una compleja mezcla de esos rasgos
Despueacutes la pintura colonial es in1047298uida sobre
todo por la pintura espantildeola que tambieacuten tie-
ne como uno de sus ejes lo dramaacutetico El Greco
y Goya para citar los ejemplos maacutes conocidos
se inscriben en una tradicioacuten que puede con-
siderarse un antecedente importante del ex-
presionismo tomado en un sentido cultural
maacutes amplio En otra esfera el barroco alcanza
en Meacutexico su maacuteximo paroxismo porque entre
sus huellas visibles o latentes circulan las for-
mas y rituales del mundo prehispaacutenico
Retomando a Orozco y a Siqueiros resultan
indudables las vinculaciones de sus respecti-
vas obras con el expresionismo alemaacuten En am-
bos la reserva temaacutetica estaacute colmada de ele-
mentos densos oscuros a veces con una cargasemaacutentica que se inclina a mostrar aspectos
controversiales y marginales de la sociedad y
de la condicioacuten humana Tambieacuten hay eacutepica en
sus componentes argumentativos en el caso
de Siqueiros es una eacutepica basada en lo que Oc-
tavio Paz denominoacute voluntarismo y fe en las
posibilidades de la teoriacutea marxista devenida
en doctrina gracias a los contenidos mismos
del programa marxista la dictadura del prole-
tariado por ejemplo En Orozco su Prometeoencadenado alude a un discurso eacutepico atem-
poral y mitoloacutegico mientras que sus dibujos
de prostitutas estigmatizadas por la sociedad
coinciden con el expresionismo histoacuterico
Asimismo si se atiende a la organizacioacuten
formal de sus obras el uso de diagonales la
violencia de cuerpos y rostros las 1047297guras hu-
manas desbordantemente voluminosas y otros
aspectos se constata la con1047298uencia de estos
dos artistas con el expresionismo histoacuterico
Creo conveniente sentildealar esto porque en la
mayoriacutea de las ocasiones Joseacute Clemente Oroz-
co y David Alfaro Siqueiros son ubicados como
los puntales y los realizadores maacuteximos junto
con Diego Rivera de la experiencia muralista
Aunque se reconoce la concurrencia de los dos
primeros en la tendencia mencionada no se
hace mucho hincapieacute en su condicioacuten de prin-
cipales introductores en Meacutexico de dicho mo-
vimiento Tal caraacutecter introductorio no se con-
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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17
EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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13
EL MURALISMO CONTROVERTIDA FORMA DE VANGUARDIA
cretoacute al pie de la letra mdashcomo siacute que Diego
Ri vera fue un cubista y un cezanniano cabal en
muchos de sus cuadros memorablesmdash pero a
la pintura de caballete de Siqueiros y de Orozco
debe enfocaacutersele como un momento de la mo-
dernidad ligada a su equivalente internacional
Relacionada pero no deudora porque estos dos
artistas le dieron a su pintura expresionista sig-
nos y formalizaciones muy propias singulares
y distintas
Vale aquiacute un sentildealamiento la praacutectica del
cubismo sinteacutetico realizada por Rivera no debe
considerarse como la introduccioacuten del arte de
avanzada en nuestro paiacutes tal cual a1047297rman al-
gunos (creo que por suerte pocos) porque nollega a ser un movimiento como siacute lo fue el mu-
ralismo Ademaacutes Diego llegoacute un poco tarde a
aquel estilo
Volviendo a los conceptos de modernidad
y vanguardia la liacutenea que separa a una de otra
es laacutebil moacutevil plagada de entrecruzamientos
Si bien el resorte fundamental de la moderni-
dad emergente en el paso del siglo 983160983145983160 al 983160983160
fue la ruptura de la representacioacuten ilusionista
las primeras tendencias vanguardistas fueron ra-dicalizaacutendose gradualmente hasta llegar a si-
tuaciones extremas en la deacutecada de 1920 no es
casual que ello aconteciera al compaacutes de la Re-
volucioacuten de Octubre Pero no olvidemos que
esos cambios o giros de ciento ochenta grados
ya veniacutean gestaacutendose Un ejemplo paradigmaacute-
tico estaacute en los primeros ready made de Mar-
cel Duchamp que datan de los antildeos 983089983097983089983090 y
1914 aproximadamente Ademaacutes alrededor de
1920 los dadaiacutestas consuman actos performaacuteti-
cos que alientan la provocacioacuten el escaacutendalo
la negacioacuten de la forma y del lenguaje Simul-
taacuteneamente los creadores rusos promueven
un cuestionamiento a fondo de la pintura de
caballete que conduce a la negacioacuten de la mis-
ma y a la maacutexima siacutentesis formal Rodchenko
por ejemplo pinta lo que eacutel denomina el uacutelti-
mo cuadro mientras que Malevich realiza su
cuadrado negro sobre fondo blanco y su cua-
drado blanco sobre fondo blanco Todo ello
implica una puesta en teacuterminos criacuteticos no soacutelo
del despliegue formal abstracto o neo1047297gurati-
vo sino ademaacutes una puesta entre pareacutentesis
del cuadro
iquestResulta casual que estos sismos visuales se
produzcan en momentos de transformaciones
profundas de las sociedades en su conjunto
De ninguna manera No existe una relacioacuten li-
neal entre cultura y sociedad esto es obvio
Pero los cambios de pensamiento y los cam-
bios concretos el colocar en movilidad ideas y
organigramas sociales radicalmente distintos a
los existentes lleva a praacutecticas e ideas homolo-
gables en la esfera cultural Dadaacute los formalis-
tas rusos en las investigaciones linguumliacutesticas ylos pintores suprematistas y constructivistas
fueron permeables a las ondas transformado-
ras que proveniacutean de la esfera de las ideas y de
la oacuterbita de lo social aunque sus pinturas y
gestos acordes con la vanguardia no se resol-
viacutean en imaacutegenes que revelaran tales cambios
Los cambios profundos por el contrario se ma-
nifestaban mediante conceptos y praacutecticas es-
teacuteticas insisto relacionables con los fenoacuteme-
nos sociales pero que soacutelo en forma simboacutelicalos expresaban Si la Revolucioacuten de 983089983097983089983095 en Rusia
buscaba una reorganizacioacuten radicalmente dis-
tinta de las sociedades no resulta insoacutelito que
se cuestionara a fondo el formato del cuadro
y se decretara su muerte Desterrar al realismo
de lo pintado adquiriacutea la signi1047297cacioacuten de un
borramiento frontal del sistema icoacutenico ocho-
centista
El decurso de las corrientes artiacutesticas poste-
riores en la zona europea y en Estados Unidos
especialmente en Nueva York demostroacute que
no se concretoacute la muerte de la pintura sino un
proceso de pensamiento dialeacutectico que susten-
taba no soacutelo las experiencias ideoloacutegicas poliacute-
ticas y sociales (me re1047297ero al sustrato teoacuterico de
aquel primer momento revolucionario) sino
tambieacuten las experiencias suscitadas en el terri-
torio del arte Y es que discutir con tanta con-
tundencia las formas visuales produjo una per-
turbacioacuten de igual intensidad en el interior de
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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1414
PRIMERA PARTE
las mismas Los pintores continuaron insertos
en la pintura de caballete pero eacutesta se vio im-
pelida a alteraciones auacuten maacutes hondas que la
alejaron mucho maacutes de la representacioacuten
De ese modo la negacioacuten del caballete como
soporte provocoacute una a1047297rmacioacuten maacutes rotunda de
las nuevas articulaciones del cuadro y de otros
formatos Los primeros antildeos de la deacutecada de
1920 con las reestructuraciones esteacuteticas fueron
medulares y signi1047297caron la culminacioacuten de un
proceso que veniacutea gestaacutendose desde el siglo 983160983145983160
En el terreno de las ideas y de los movimien-
tos sociales no hay que olvidar que la I Inter-
nacional Obrera existioacute de 10486259830969830941048628 a 1048625983096983095983094 y que la
II Internacional mdashpromovida por los socialistasdemocraacuteticos en 1889mdash in1047298uyoacute poderosamente
en el movimiento obrero hasta 1048625104863310486251048628 antildeo de inicio
de la primera Guerra Mundial En medio de ello
estuvo la revuelta de los obreros y marinos rusos
en 10486251048633983088983093 hecho motivador de la memorable peliacute-
cula El acorazado Potemkin 1047297lmada por Sergei
Eisenstein
Toda esta movilidad social encuentra lazos
que otorgan coherencia a las nuevas formas de
articulacioacuten icoacutenica que fueron producieacutendo-
se durante las primeras deacutecadas del siglo 983160983160 y
aun antes Seriacutea obvio repetir que no fueron re-
laciones directas de causa-efecto Con las in-
termediaciones del caso y la conciencia de que
se trata de fenoacutemenos distintos mdashme re1047297ero al
de la cultura y a las sociedadesmdash es posible es-tablecer ciertas homologiacuteas
8192019 La Generacioacuten de la Ruptura y sus Antecedentes
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15
iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
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iquestEs posible considerar al movimiento mura-
lista como la primera vanguardia mexicana Siacute
lo es pero con sus propias particulariacutesimas
formas y procedimientos unas y otros poleacutemi-
cos y controvertibles respecto a lo que sucediacutea
en Europa Uno de los puntos clave que permi-
ten esta a1047297rmacioacuten es que la pintura mural enpleno siglo 983160983160 signi1047297ca un aporte colmado de
novedad Y lo nuevo es una de las bases de las
vanguardias Otra vez debemos citar a Juumlrgen
Habermas cuando dice que ldquoel teacutermino lsquomo-
dernorsquo aparecioacute y reaparecioacute en Europa exacta-
mente en aquellos periodos en los que se for-
moacute la conciencia de una nueva eacutepoca a traveacutes
de una relacioacuten renovada con los antiguos y
ademaacutes siempre que la antiguumledad se conside-
raba como un modelo a recuperar a traveacutes dealguna clase de imitacioacutenrdquo 3 Lo recuperado por
los muralistas fue el pasado y el presente de
Meacutexico como dijera Octavio Paz en Los privile-
gios de la vista II Trajeron al presente histoacuterico
de aquel momento a una porcioacuten de la socie-
dad el campesinado hasta entonces ausente
de las manifestaciones iconograacute1047297cas y margi-
nado de la sociedad Ello coincidiendo con una
revolucioacuten fundamentalmente agraria como
fue la desarrollada entre 104862510486331048625983088 y 10486251048633983090983088Si nos centramos en la relacioacuten entre mura-
lismo y vanguardia veremos que en los temas
los muralistas no actuaron a partir de mecanis-
mos polarizadores tal como lo hicieron los van-
guardistas europeos durante la primera parte
de la deacutecada de 10486251048633983090983088 Vuelvo a los ejemplos maacutes
niacutetidos dadaacute y los abstractos de la desapareci-
da Unioacuten Sovieacutetica en sus obras maacutes radicales
Meacutexico el muralismo y la Revolucioacuten de 1910-1920
Llevar la estructuracioacuten de las formas a su
miacutenima reduccioacuten o presencia genera un va-
ciacuteo un ejercicio de tabula rasa como si en ese
vaciacuteo en ese despojamiento circulara la metaacute-
fora de lo abolido en la oacuterbita social y tambieacuten
la metaacutefora del vaciacuteo provocado por la guerra
recienteOrozco Rivera y Siqueiros por el contra-
rio no reniegan contundentemente de la re-
presentacioacuten aunque siacute erosionan sus reglas
de la perspectiva y alteran la visioacuten ilusionista
Hay en esto una reformulacioacuten no una anula-
cioacuten No olvidemos que cuando Diego Rivera
recibe el encargo por parte de Vasconcelos de
emprender la tarea muralista su viaje por Ita-
lia no se propone conocer la obra de los maes-
tros del Renacimiento va maacutes atraacutes a los pri-mitivos o prerrenacentistas que operan en sus
estructuras por superposicioacuten de planos Sin
duda ahiacute estaacute la semilla recogida entre las in-
novaciones parisinas
Retomo e insisto los tres grandes del mura-
lismo relatan la gesta revolucionaria lo temaacuteti-
co vuelvo a insistir es un componente de sus
pinturas sobre los muros Pero la novedad en
ellos consiste en rescatar una parte de la socie-
dad mexicana la indiacutegena campesina margi-nal para darle el lugar digni1047297cado que el siste-
ma poliacutetico le habiacutea negado Es decir recogen
en sus pinturas a los mismos sectores que pro-
tagonizaron la Revolucioacuten mexicana
Resulta arriesgado establecer analogiacuteas so-
bre todo cuando durante los largos antildeos del
predominio de la teoriacutea del signo se han discu-
tido ese tipo de asociaciones Pero lo cierto es
que pueden veri1047297carse algunas relaciones en-
tre dos hechos la gesta de 104862510486331048625983088-10486251048633983090983088 no produjo1048627 Ibid p 983090983088
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16
PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
zar (2008)
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PRIMERA PARTE
un giro de ciento ochenta grados en la orga-
nizacioacuten de la sociedad mexicana como se
proponiacutea la Revolucioacuten rusa aunque fracasa-
ra Y al compaacutes de ello los muralistas no erra-
dican el relato visual al contrario lo desplie-
gan con elocuencia Aquello que siacute constituye
una novedad son los temas escogidos y ya
mencionados el campesino digni1047297cado y con
un protagonismo maacutes activo en la historia y
junto con eacutel la reivindicacioacuten de su pasado
Temaacuteticamente los murales que Diego Ri-
vera pintoacute en Palacio Nacional y en el Palacio
de Bellas Artes reconstruyen la historia de
Meacutexico en actitud poleacutemica respecto a la histo-
ria o1047297cial y plasman ademaacutes su propio deseode una sociedad maacutes justa los personajes pa-
radigmaacuteticos de sus ideas socialistas e ideas mdash
en teacuterminos visualesmdash de progreso industrial
A diferencia del conciliador realismo socia-
lista el realismo reprocesado no al diacutea de Ri-
vera Orozco y Siqueiros se realiza con base en
la poleacutemica y la controversia respecto de las
derivaciones de la Revolucioacuten Y hoy cuando
tales derivaciones se han convertido en el ros-
tro opuesto de la misma pueden ser vistas co-mo el testimonio de lo que se buscoacute y no se
consiguioacute o como el espejo refractario de una
traicioacuten
Si bien hay puntos de coincidencia con el
realismo socialista en cuanto al uso de algunos
siacutembolos lo que en la ex Unioacuten Sovieacutetica era la
traslacioacuten a la pintura de emblemas y acciones
acordes con el sistema en los muralistas di-
chos siacutembolos traduciacutean una relativa confron-
tacioacuten con el sistema localPor otra parte cuando se observa la obra de
los tres grandes en el contexto de lo que hasta
entonces se pintaba en Meacutexico su repertorio
de imaacutegenes secuencias narrativas y procesa-
mientos formales redondeaba un cambio res-
pecto a la pintura anterior Y en ello pueden
observarse componentes vanguardistas
En sus relaciones con el poder poliacutetico o con
el sistema imperante Diego realiza una pintura
que se mueve entre el civismo y la criacutetica al mis-
mo Siqueiros fue maacutes frontal incluso en su
compromiso concreto con los procesos revolu-
cionarios Al involucrarse llegoacute a cometer erro-
res graviacutesimos (como el intento fallido de aten-
tado a Leoacuten Trotski) y excesos que pagoacute con antildeos
de caacutercel Pintor de imaacutegenes desmesuradas y
hombre de accioacuten mdashcomo pocos creadores lle-
gan a serlo en este segundo aspectomdash conocioacute
y se introdujo a fondo en las contradicciones
mdashcon sus momentos lumiacutenicos y sus tenebro-
sidadesmdash de un ideal que en sus comienzos
buscoacute sustentar un modelo social y humanista
justo que nunca se cumplioacute Joseacute Clemente Oroz-
co fue el maacutes anaacuterquico de los tres
En la pintura mural de este triacuteo de grandeshubo tambieacuten una particular concepcioacuten de la
eacutepica pictoacuterica ineacutedita hasta ese momento en
el siglo 983160983160 y eacutese es otro rasgo vanguardista de
la experiencia compartida La eacutepica impliacutecita
en los murales de Rivera se constituiacutea a partir
del relato histoacuterico detallado con sesgos de
ilustracioacuten Tal constituyente en Siqueiros se
manifestaba por el desborde en su articulacioacuten
icoacutenica y textural Por su lado Orozco con su
Prometeo encadenado deslizaba una epicidadatemporal aludiendo a una justicia que exce-
diacutea toda teorizacioacuten programaacutetica y recortes
histoacutericos
Octavio Paz considera no sin razoacuten que Si-
queiros recoge maacutes la leccioacuten de Gauguin y del
futurismo italiano Esto se ve claramente en la
introduccioacuten en sus obras de elementos mecaacute-
nicos exaltatorios tanto de la maacutequina como de
la idea de progreso industrial No obstante tam-
bieacuten Siqueiros posee indudables rasgos expre-
sionistas no a la vanguardia ni en un sentido
profundo tal como se entiende al expresionis-
mo y tal como lo explica Paz El expresionismo
de Siqueiros tiene algo de dramatismo teatral
Paz comenta asiacute las diferencias entre el fau-
ve y el expresionismo noacuterdico ldquoEl expresionis-
mo brutal cuando no iroacutenico es casi siempre
pateacutetico El fauvismo es orgiaacutestico el expresio-
nismo es criacutetico Para el primero la realidad es
una fuente de maravillas para el segundo de
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
tante en la paacutegina 9830901048628983096 de Los privilegios de la
vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
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EL MURALISMO Y LA REVOLUCIOacuteN
horrores El fauvismo es una gran exclamacioacuten
de asombro y aplauso ante la vida el expresio-
nismo es un grito de desdicha y una acusacioacuten
moralrdquo4 Maacutes adelante Paz diraacute que el expresio-
nismo es un movimiento que va contra el Es-
tado mientras que el muralismo es un movi-
miento que nace y se desarrolla con el apoyo
del Estado5 Otra diferencia apuntada por Paz
es que el subjetivismo puesto en juego por los
expresionistas alemanes constituye un aspec-
to vinculado con la sensibilidad Para los mu-
ralistas en cambio ese subjetivismo ldquono es
soacutelo emocional y psicoloacutegico sino ideoloacutegico
(moral en el caso de Orozco)rdquo6
Paz encuentra equiacutevocos en la experienciamuralista el primero el nacionalismo No obs-
1048628 Octavio Paz Los privilegios de la vista II en Obras com-
pletas Ciacuterculo de Lectores Fondo de Cultura Econoacutemi-
ca Meacutexico 104862510486331048633983095 p 104862510486331048628983093
Ibid p 10486251048633983093983094 Ibid p 104862510486331048628
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vista este autor escribe ldquoEn el primer tercio de
nuestro siglo la pintura experimentoacute transfor-
maciones radicales del fauvismo y el cubismo
al surrealismo y la pintura abstracta Todo lo
que se ha hecho despueacutes no han sido sino va-
riaciones y combinaciones de lo que se pintoacute e
inventoacute durante esos antildeos El movimiento mu-
ralista mexicano es parte mdashaunque de manera
exceacutentricamdash de esos grandes cambiosrdquo7
En suma en su mayor momento el muralis-
mo conformoacute una singular y controvertida van-
guardia en Meacutexico al compaacutes de una sociedad
que a1047298oraba de la gesta revolucionaria y co-
menzaba a difundir cambios en la sociedad yen el Estado-nacioacuten
983095 Ibid p 9830901048628983096
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ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
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o n d o d e c u l t u r a e c o n o m i c a c o m
E
n La Generacioacuten de la Ruptura y sus antecedentes Lelia Dri-
ben hace un recorrido por una galeriacutea de imaacutegenes que
giran en torno a coacutemo un puntildeado de creadores se atrevioacute
a romper con una tradicioacuten artiacutestica que paradoacutejicamente habiacutea
nacido como revolucionaria el muralismo iquestQuieacutenes son los perso-
najes de esta Generacioacuten de la Ruptura y sus antecesores Eacutesa es
una pregunta que responde la autora con sagacidad y claridad al
hacer mucho maacutes que un recuento de nombres una revisioacuten de vi-
das obras causas y efectos en el mundo de las artes plaacutesticas de
Meacutexico en la primera mitad del siglo 983160983160
Lelia Driben es estudiosa y criacutetica de arte Colabora en diversos medios impresos y
es autora de varios libros Donde ellos viviacutean (novela 1996) Joseacute Francisco la pin-
tura de lo inasible (1986) Melecio Galvaacuten el artista secreto (1993) Vicente Rojo El
arte de las variaciones sutiles (1996) Gironella (2001) y Fernando Gonzaacutelez Gortaacute-
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