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Revista Surco Sur
Volume 2 | Issue 3 Article 15
4-30-2011
La frontera como sistema simblico en la literaturamexicana
contemporneaPerla brego
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Recommended Citationbrego, Perla. 2011. La frontera como sistema
simblico en la literatura mexicana contempornea. Revista Surco Sur,
Vol. 2: Iss. 3,47-52.DOI:
http://dx.doi.org/10.5038/2157-5231.2.3.13Available at:
http://scholarcommons.usf.edu/surcosur/vol2/iss3/15
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La frontera que divide Mxico de los EstadosUnidos ha sido una va
para interpretar y definirlas relaciones sociales, polticas,
econmicas yculturales entre ambos pases. Tanto para losdistintos
grupos que la habitan como paraaquellos sujetos que la cruzan y se
enfrentan adistintos modos de vida, lenguajes y culturas,la
frontera se ha vuelto una convencin queorganiza su pensamiento y
expresin. sta
adquiere distinta significacin dependiendodel particular sentido
y razn que los grupos
sociales le dan a la geografa, la poltica yla historia que
permitieron tanto la
creacin del territorio como suposterior divisin. As es como,
desde su propia perspectiva yposicin, los grupos
sociales traman su lgicay sentido comn
en relacin a ella;por tanto, la
frontera
es un sistema simblico pues participa en lainterpretacin de
determinados aspectos de larealidad.
Segn Antonio Paoli, todo sistema simblicotiene una finalidad.
Para poder lograrla, lasorganizaciones sociales crean normas que
danpaso a una tica, a un contexto de legitimidad endonde es posible
aplicarlas (34). La frontera comocontexto legtimo, como un todo
genuino yverdadero, es un trmino muy ambiguoconsiderando que para
los Estados Unidos stasignifica triunfo, avance imperial; mientras
quepara Mxico representa una herida a la dignidadnacional, una
mutilacin territorial. La primerapregunta que surge de este
escenario es quintiene el derecho de legitimar la frontera y de
crearuna tica alrededor de ella. Este derecho se haadquirido por el
poder, por la dominacin queunos grupos han logrado ejercer sobre
otrasperspectivas, lgicas y significaciones, y la maneraen que han
difundido sus ideales. Un buenejercicio del poder a travs de
efectivos mediosde produccin y difusin permite no slo la
legitimacin de cualquier espacio y conceptosino la
institucionalizacin de ese discurso,
de la tica correspondiente.En la frontera Mxico-
Estados Unidos, lacomunidad
La fronteracomo sistema simblico en la
literatura mexicana contemporneapor Perla brego
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* El resto de las imgenes utilizadas en este trabajo son obras
del fotgrafo mexicano Jos Juan Figueroa
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mexicano-americana ha logrado legitimar elespacio como elemento
fundamental en laconformacin de su lgica, sentido comn eidentidad.
Desde el punto de vista chicano, lafrontera juega un papel esencial
en los procesosmigratorios y de dispora y para la conformacinde las
identidades culturales que devienen dedichos procesos. Basados en
su propiaexperiencia, la frontera para la
comunidadmexicano-americana est estrechamente ligadacon el cruce
permanente de la lnea divisoria. Deeste cruce surge una idea de
frontera que sevuelve un concepto cultural, una abstraccin,una
metfora (Tabuenca Crdoba, 86) queresulta de la vivencia bicultural
o multiculturalque un movimiento migratorio trae consigo. Estaidea
se ha alimentado de discursos producidosy ampliamente difundidos en
el terrenointelectual estadounidense en donde aquellosconsiderados
como de las minoras tienen mayorrelevancia y trascendencia. Uno de
ellos es eldesarrollado por Gloria Anzalda en su
libroBorderlands/La Frontera: The New Mestiza. Elespacio fronterizo
que Anzalda expone,localizado geogrficamente en la frontera
entreTexas y Mxico, trasciende la cuestin fsica paramanifestarse
all donde dos o ms culturas, opersonas de diferentes razas ocupan
el mismoterritorio. La frontera geogrfica de Anzalda eslmite
poltico y cultural, es un cruce no forzososino voluntario que tiene
consecuencias legales
y repercusiones de rechazo social, racial ycultural. Su frontera
metafrica, por otro lado,es aquella que brota de la herida
provocada porel roce entre los dos mundos. Encuentro que seproduce
en un tercer espacio.
Para legitimar su idea de frontera, Anzaldase apoya en algunos
postulados de la teoraposcolonial, entre ellos el concepto mismo
detercer espacio, desarrollado por Homi K.Bhabha. El tercer espacio
de Bhabha es un unacombinacin de espacios de poder y dominio
quecrean un lugar simblico e intelectual, que no esfsico, en donde
se organizan las condiciones deenunciacin que ponen en entredicho
laestabilidad de los smbolos de la cultura, entreellos el
territorio, el lmite y la frontera, pues stosson rehistorizados y
vueltos a leer (Bhabha, Ellugar, 58). As pues, la frontera de
Anzalda vistacomo el tercer espacio de Bhabha es un lugar decreacin
y produccin en el cual se renencondiciones que se rehistorizan y se
legitimancomo fronterizas. Una de ellas y la msimportante es el
cruce fsico del lmite queconlleva en los sujetos que efectan estos
pasajesuna apropiacin de nuevos valores que semezclan con los
originales. Para la conformacindel tercer espacio que es la
frontera de Anzalda,la crtica necesita de la tradicin1 como
elementounificador de un grupo social marginalizado. Aspues, la
cultura de frontera que Anzaldapropone es el resultado de la
conjugacin de dosmundos en uno solo:
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The U.S.-Mexican border es una herida abiertawhere the Third
World grates against the firstand bleeds. And before a scab forms
it hemorrhagesagain, the lifeblood of two worlds merging to forma
third-country a border culture. (25)
Anzalda va a llamar tercer pas al lugaren donde se lleva a cabo
una rehistorizacin desmbolos culturales que son el producto de
otrotiempo y de otro espacio. A travs de estareterritorializacin
muy particular (pues notodos los grupos sociales fronterizos tienen
querecurrir a ella) es como la comunidad chicanabusca su insercin
como grupo social en elterritorio estadounidense.
Considerando las cuestiones de mezcla eintercambio de valores,
culturas y lenguas tantola teora poscolonial, a travs de conceptos
comotercer espacio e hibridacin,2 como la teoraposmoderna en manos
de, principalmente,Nstor Garca Canclini, proponen la fronteracomo
el paradigma de la posmodernidad, comoel espacio posmoderno por
excelencia. Lasgrandes urbes fronterizas, segn Garca Canclini,son
espacios favorables para procesos dehibridacin gracias a la
presencia de diversasculturas, lenguas y expresiones
tecnolgicas.Para el crtico, la hibridacin en estos espacios
espropiciada por la transnacionalizacin de loscapitales y las
dinmicas econmicas y culturales.La transnacionalizacin y, por
consiguiente, lahibridacin, segn observa Garca Canclini,
clausuran la pretensin de establecer identidadespuras o
autnticas. Es decir, la identidadhbrida siempre es una mezcla de
diversoselementos de distinto origen. El crtico utiliza laciudad de
Tijuana como ejemplo de lahibridacin que sucede actualmente gracias
a losprocesos de globalizacin. Para l, Tijuana es ellaboratorio de
la posmodernidad,3 una ciudadmulticultural, plural, en donde el
ingls y elespaol predominan y coexisten naturalmente(298). Las
principales crticas a las ideas de GarcaCanclini respecto de la
hibridacin en la fronteraMxico-Estados Unidos vienen de la
sociologa,la etnografa y la geografa cultural. El socilogoGilberto
Gimnez, por ejemplo, considera queobservar la frontera como espacio
culturalhbrido le quita al sujeto y al espacio mismo supertenencia
al territorio, es decir, los convierteen elementos imaginados (26).
Gimnez alegaque los individuos que llevan a cabo procesosde
migracin son multiculturales y no hbridos,pues mantienen mltiples
contactos entrediferentes culturas, sin que ello aplique
laalteracin sustancial de su identidad (27). En elmismo orden de
ideas, para el etngrafo PabloVila la construccin terica de la
frontera comotercer espacio es una iniciativa norteamericana(107),
que ignora otras visiones que surgen en elmismo espacio
provenientes de diferentesmaneras de apreciar los procesos sociales
ehistricos del territorio.
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AA pesar de las crticas y los estudios que en los ltimos aos se
han realizado sobre la frontera
Mxico-Estados Unidos en ambos pases, la teora de la frontera
anglosajona y chicana se haconvertido en el nico discurso legtimo.
Paradjicamente, esta teora tiene el cariz de los discursosde poder
y se convierte en una especie de aparato colonial. La teora de la
frontera alentada porlos estudios chicanos ha contribuido a la
creacin de una frontera vista exclusivamente comoespacio de una
nueva produccin cultural y de un nuevo mestizaje. Se crea as un
concepto quese define primordialmente a partir de procesos de
migracin y experiencias de dispora los cualessuscitan situaciones
axiomticas como multiculturalismo, desterritorializacin (de lengua
ycultura), bilingismo, hibridacin, crisis de identidad, represin,
asimilacin y resistencia. Lateora de frontera es entonces un
conjunto de actos narrados segn el sistema simblico que lafrontera
representa para la comunidad chicana. Los recursos que se manejan y
las consecuenciasideolgicas que implican hacen ver a estos sujetos
como los nicos productores del tiempo yarticuladores del espacio
fronterizo.
Paralelamente, con menos recursos de produccin y difusin, a
principios de los aos ochentasurgen en el norte mexicano textos en
los cuales la frontera se observa como un espacio de
distincionessociales, histricas, geogrficas, polticas y culturales,
que se comprende tambin como lugar defusin y mezcla, del cual se
desprenden diversas expresiones simblicas que son producto de
lasrelaciones que establecen dichas distinciones. Bajo estas
condiciones particulares, en Mxico se creauna nocin de frontera
que, a pesar de la permanencia fsica, estabilidad y reforzamiento
(legislativo,militar y social) del lmite geopoltico, oscila entre
la emocin, la razn, la memoria, la rutina, eldeseo y el orden
simblico, y define a los sujetos que la habitan, la cruzan, la
sufren, la reconocen enla vida cotidiana o la llevan a cuestas como
smbolo de identidad. Dichas caractersticas y
funcionesdesestabilizan las polticas culturales tanto de Estados
Unidosincluyendo los estudios chicanoscomo del centro mexicano, las
cuales, conscientemente o no, han establecido y difundido
estndaressimblicos que identifican la prctica social, cultural y
artstica en la frontera y han servido depunto de partida para su
investigacin desde diversas disciplinas.
Tanto en el espacio del norte mexicano como en sus textos, la
frontera se advierte como lmitegeopoltico y como margen o periferia
de una cultura e identidad nacionales. Aqu, no solamentelas mismas
situaciones axiomticas que devienen del cruce toman un giro
inesperado, sino queen el da a da se crean otras que ratifican un
espacio y un concepto que est vivo y en constante
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evolucin. De lo anterior surge un discurso defrontera digno de
ser estudiado como un poderosodispositivo que an en aras de la
globalizacinparticipa activamente en la divisin social,cultural,
poltica y religiosa, y en la distribucin yaprovechamiento de los
territorios.
Dentro de este movimiento literario sedestacan autores como
David Toscana, EduardoAntonio Parra, Patricia Laurent Kullick y
ReginaSwain, en la ciudad de Monterrey; lmerMendoza en Culiacn,
Luis HumbertoCrosthwaite, Rosina Conde, Heriberto Ypez,Rafa
Saavedra y Federico Campbell, en Tijuana;Rosario Sanmiguel en
Ciudad Jurez; Eve Gil enHermosillo; Cristina Rivera Garza
enMatamoros; Gabriel Trujillo Muoz en Mexicaliy Francisco Jos
Amparn en Torren, entreotros. En los textos de estos escritores, en
los queest presente la frontera, sta es principalmentela condicin
de la enunciacin narrativa, el lugardesde donde se articula el
discurso literario. Laliteratura de la frontera norte mexicana es,
enpalabras del crtico Humberto Flix Bermen:
una unidad estructurada y organizadahistricamente que posee sus
propias redesde produccin, distribucin, consumo yvaloracin crtica
[y que mantiene al mismotiempo] relaciones de subordinacin
yconflicto con el sistema literario nacional. (37)
La visin de frontera que se desarrolla en elterreno literario
mexicano parte de unaperspectiva en concreto, no en abstracto,
delas distinciones antes mencionadas que seconforman a partir de la
historia del territorio yde las relaciones cotidianas de sus
habitantes, yde las relaciones tambin cotidianas que semantienen
con el otro lado a travs del crucetransitorio y, muchas veces,
rutinario del la lneadivisoria. De estas relaciones surgen
imaginariosa travs de los cuales se percibe y se representael
espacio y el tiempo de la cultura de la regin.La frontera entonces
se convierte en un sistemasimblico, en un contexto de legitimidad
endonde se conforma una tica propia.
A pesar de que ha sido un discurso dominadopor la teora con
mayores posibilidades deproduccin y difusin, en los ltimos aos y
dadasu mayor circulacin a nivel nacional einternacional, la
literatura de la frontera nortemexicana ha logrado desestabilizar
el conceptoinstituido por polticas culturales dominantes. Alofrecer
a travs de los textos las particularesconcepciones de la realidad
fronteriza, estaliteratura aporta nuevos enfoques fundamentales
para sustentar una teora de la frontera quedebera ser una va
para mostrar y promover undilogo transcultural entre los discursos
quehan alcanzado poder y aquellos que han sidoignorados. Por otro
lado, en el mbito literarioparticipa con una escritura con
significativasaportaciones temticas, estilsticas y lingsticasque
caracteriza la literatura nacional del cambiode siglo.
Los imaginarios que la frontera norte mexicanacomo sistema
simblico genera son coherentescon un concepto surgido de una
particulargeografa e historia y que, como dice Paoli,depende del
mbito especfico de la psique ode la sociedad (37) en que se
expresa. A partirde ah se producen conductas, ideales,
valores,gustos y apreciaciones que se exploran y semanifiestan en
el terreno de la ficcin. Estemovimiento artstico acta tanto en el
campoliterario como en el terico como una va paraexaminar y
comprender las problemticassociales, econmicas y polticas del
mundomoderno, pues stas actan como mbitos desentido, es decir,
contextos de enunciacin. Lafrontera en la literatura mexicana
contempornease vuelve diversos contextos de enunciacin quedan
cuenta de una realidad fronteriza no comoambiente totalizador sino
que depende de lasinteracciones cotidianas de los sujetos, las
cualesobedecen a experiencias, posicin social, pasadohistrico y
localizacin geogrfica.
Sin duda, la frontera juega un papel importanteen el
subconsciente colectivo del norte de Mxicoy su literatura siempre
en funcin de supermanencia y cotidianeidad, de su historia, desu
labor de defensa y ofensa de la nacin a laque pertenece, de su
papel de lmite y margen, yde su importancia econmica y cultural
tanto enel mbito regional y nacional como en el marcode la
globalizacin.
Notas
1. Tradicin que es sacada de contexto, es decir,no obedece a un
proceso lineal en tiempo yespacio, no es producto de la evolucin
deuna sociedad a travs del espacio y de lahistoria.
2. La hibridacin, segn define Bhabha,posibilita el surgimiento
de otras posicionesde poder, pues produce algo diferente, algonuevo
e irreconocible, una nueva era denegociacin de significado y
representacin(Third Space, 211).
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3. Recientemente, en el 2008, Garca Cancliniacept que Tijuana
haba dejado de ser unlaboratorio posmoderno y que se
habaconvertido, quiz, en un laboratorio de ladesintegracin social y
poltica de Mxicocomo consecuencia de una ingobernabilidadcultivada
(Garca Canclini en entrevista conFiamma Montezemolo).
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periferia comocentro. Alejandro Grimson (comp.). Buenos
Aires:Ediciones Ciccus La Cruja, 2000: 99-120.
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La frontera como sistema simblico en la literatura mexicana
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